Conceptualización de seguridad de la
Nación,
Defensa y Desarrollo
integral
El concepto
"seguridad"
proviene del latin securitas que a su vez se deriva del adjetivo
securus, el cual esta compuesto por se y cura, cuidado o
procuración, lo que significa sin temor, despreocupado o
sin temor a preocuparse.
La Seguridad de la Nación es un concepto que
ofrece dificultades para definirlo, ya que cada Estado lo
establece en función de
las realidades que observa en su contexto político,
económico, social, cultural, ambiental, militar y
otros.
Sin entrar a describir los antecedentes de la Seguridad de
Nación, ya que esto sería objeto de todo un ensayo, a
fin de ilustrar la conceptualización de esta
categoría, es importante referir que con la
aparición de los primeros grupos humanos,
nació la necesidad de protección frente a los
peligros provenientes de la relación de esos grupos con el
medio
ambiente.
Una vez que surgieron los Estados, la seguridad
asumió su naturaleza
política,
pues se concretó a asegurar la supervivencia de esa
organización. Con el paso del tiempo se ubico a
la Seguridad de la Nación como fenómeno social
circunscrito al proceso
político, económico y social, para solo mencionar
estas dimensiones.
Derivados de diferentes enfoques y definiciones podemos
resumir que al concepto de Seguridad de la Nación se le
adscriben los siguientes componentes y características:
- Es una condición política,
económica, cultural, social, ambiental y
militar. - Se manifiesta como proceso
continuo y perdurable. - Tiene una dinámica propia.
- Nace con la
organización del Estado. - Se relaciona estrechamente con las categorías de
soberanía e independencia de las Naciones. - Tiene un carácter
teleológico en función
de los llamados objetivos
nacionales. - Se privilegia como concepto relacionado con la
conservación y supervivencia de los Estados. - Esta vinculado con el desarrollo
de la nación.
Seguridad en el sentido psicosocial se puede considerar
como un estado mental o perceptivo que produce en el individuo un
sentimiento de que está fuera de peligro ante cualquier
circunstancia; es decir, la percepción
de que está alejado de eventos adversos
que puedan afectarlo en su integridad física o emocional.
En consecuencia, este estado genera en el ser humano, confianza y
tranquilidad ante las posibles amenazas que puedan potencialmente
afectar a las personas.
Si trasladamos esta conceptualización al
ámbito sociológico, podemos definir Seguridad de la
Nación como una categoría que incluye una serie de
eventos
políticos, sociales, económicos, culturales,
militares, naturales, tecnológicos y otros, que se
perciben como peligros o amenazas a la seguridad y soberanía plena de la República;
considerando como marco de referencia los espacios comprendidos
entre los límites
del país. Desde esta perspectiva, la Seguridad de la
Nación se expresa en el grado de garantía que
el Estado, a
través de diversas y múltiples acciones,
puede proporcionar en forma permanente a sus ciudadanos para que
puedan desarrollar su vida cotidiana con la percepción
de que están protegidos ante cualquier
contingencia.
Considerada de esta manera, la Seguridad de la
Nación se concibe como una responsabilidad esencial del Estado, que tiene
diversas magnitudes, y se fundamenta en el desarrollo integral,
ya que coadyuva al logro de los objetivos
nacionales, preservándolos de los peligros y amenazas que
puedan afectarlos. Igual que en el ámbito
psicológico, la Seguridad de la Nación, como
categoría multidimensional y expresada en su mayor
magnitud, genera confianza en la ciudadanía, lo cual
incide positivamente en las actividades económicas,
sociales, educativas y de otra índole; por tal sentido su
relación estrecha con el desarrollo integral del
país es indudable.
Esta orientación está reflejada en la
Constitución de mil novecientos noventa y
nueve (1999) cuando expresa en su Título VII de la
Seguridad de la Nación que:
La seguridad de la Nación es competencia
esencial y responsabilidad del Estado, fundamentada en el
desarrollo integral de ésta y su defensa es
responsabilidad de los venezolanos y venezolanas;
también de las personas naturales y jurídicas,
tanto de derecho
público como de derecho privado, que se encuentren
en el espacio geográfico nacional.(Art.322)
Si bien la Seguridad de la Nación se expresa como
una responsabilidad del Estado, su defensa es no solo
responsabilidad del mismo, sino de toda la ciudadanía, tal
como lo manifiesta el artículo mencionado. En este
sentido, la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela,
define esta corresponsabilidad expresando que la seguridad debe
dar cumplimiento a nueve principios y
ejercerse sobre siete ámbitos considerados fundamentales
para el desarrollo de la nación: La seguridad de la
Nación se fundamenta en la corresponsabilidad entre
el Estado y la
sociedad
civil, para dar cumplimiento a los principios de
independencia, democracia,
igualdad, paz,
libertad,
justicia,
solidaridad,
promoción y conservación ambiental y
afirmación de los derechos humanos, así
como de su satisfacción progresiva de las necesidades
individuales y colectivas de los venezolanos y venezolanas, sobre
las bases de un desarrollo
sustentable y productivo de plena cobertura para la comunidad
nacional. El principio de corresponsabilidad se ejerce sobre los
ámbitos económicos, social, político,
cultural, geográfico, ambiental y militar.(Art.326)(El
subrayado en nuestro)
Esta valoración de la seguridad se sustenta
constitucionalmente en el articulado relacionado con los derechos civiles, cuando se
menciona que:
toda persona tiene
derecho a la protección por parte del Estado a
través de los órganos de seguridad ciudadana
regulados por ley, frente a
situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la
integridad física de las
personas, sus propiedades, el disfrute de los derechos y el
cumplimiento de sus deberes…(Art.55)(El subrayado es
nuestro)
La reciente Ley
Orgánica de Seguridad de la Nación, ratifica la
orientación constitucional de conceptualizar a la
seguridad como una categoría que va más allá
de la tradicional concepción de amenazas bélicas.
Tal como lo expresa en su preámbulo, se promueve un
cambio radical
respecto a las tesis que,
inspiradas en la doctrina de seguridad nacional, prevalecieron en
el país durante años; lo cual supone partir de una
concepción proactiva o constructiva de lo que constituyen
las acciones de
defensa, las cuales trascienden el ámbito
típicamente militar en su forma tradicional, ya que no
se centran en la sola percepción de amenazas o peligros,
antagonismos y conflictos,
como únicas fuentes
generadoras de problemas de
seguridad. Se presenta una visión de seguridad y
defensa, asociada al desarrollo
sustentable y calidad de
vida, promoviendo así el cambio social
y la evolución política.
La Seguridad de la Nación, está
fundamentada en el desarrollo integral, y es la
condición, estado o situación que garantiza el
goce y ejercicio de los derechos y garantías en los
ámbitos económico, social, político,
cultural, geográfico, ambiental y militar, de los
principios y valores
constitucionales por la población, las instituciones y cada una de las personas que
conforman el Estado y la sociedad, con
proyección generacional, dentro de un sistema
democrático, participativo y protagónico, libre
de amenazas a su sobrevivencia, su soberanía y a la
integridad de su territorio y demás espacios
geográficos. (Art.2)(El subrayado es nuestro)
Como se puede observar en el artículo citado, y tal
como se expresa en el preámbulo de la Ley Orgánica
de Seguridad de la Nación, el concepto de seguridad no
solo debe considerarse en función de las amenazas y
riesgos que
puedan afectar al país, ya que la misma se considera como
"… la condición, estado o situación que
garantiza el goce y ejercicio de los derechos y
garantías en los ámbitos económico,
social, político, cultural, geográfico, ambiental y
militar, de los principios y valores
constitucionales por la población, las instituciones
y cada una de las personas que conforman el Estado y la sociedad…", (Art.2)(El subrayado es
nuestro).
Esta ampliación del concepto de Seguridad de la
Nación agrega una serie de elementos fundamentales y toma
en cuenta los aspectos más resaltantes establecidos por
autores que han formulado y definido la seguridad en
términos más amplios. Esta concepción de
Seguridad de la Nación incluye elementos objetivos
representados por una serie de medidas concretas que propenden a
garantizar el goce y ejercicios de los derechos ciudadanos y
proteger a la sociedad de las amenazas y peligros, y por otro
lado, componentes subjetivos relacionados con el estado mental o
perceptivo que produce en el individuo un sentimiento de que
está fuera de peligro y alejado de eventos adversos. Sin
embargo, es importante referir otros componentes que
también inciden en la definición de la Seguridad de
la Nación.
En el contexto de la
globalización la Seguridad de la Nación
está relacionada con los llamados "asuntos
intermésticos", ya que progresivamente se va aceptando que
la seguridad internacional y la nacional son inseparables o
están indisolublemente ligadas. Si entrar analizar las
consecuencias actuales o futuras de este proceso de globalización que se manifiesta en el
tercer milenio, se está produciendo una profunda
transformación en el campo de la seguridad que afecta
hasta ahora a tres conceptos claves que están ligados al
orden internacional: 1) el concepto de soberanía, 2) el
concepto de seguridad y 3) el papel del
Estado en la nueva situación.
Tal como lo expresan diversos autores, la soberanía ya
no es un concepto absoluto y el derecho de intervención en
los asuntos de un Estado se ha consolidado tanto en la
práctica de las decisiones de las Naciones Unidas,
como en parte de la opinión
pública internacional. Por otro lado, el concepto de
seguridad está experimentando cambios profundos,
haciéndose mucho más complejo, incluyendo amenazas
de naturaleza muy
distintas al ataque militar contra el propio territorio, tal como
se expresara anteriormente. Hoy se incluyen en el concepto de
seguridad, amenazas o riesgos
medio-ambientales, la delincuencia
internacional, el narcotráfico, el terrorismo,
los aspectos alimentarios, la identidad
cultural y hasta la presión
migratoria; sin incluir otros elementos, tal como se expresara
anteriormente, que no se categorizan como amenazas.
El incremento de la interdependencia en el ámbito
global y hasta la conciencia de las
vulnerabilidades mutuas, son formas de incrementar la seguridad
de las naciones; lo cual presupone una reconceptualización
de la seguridad. Ya hay que considerarla fuera de los marcos
internos o fronteras de determinada Nación.de
Está categorizandose cada vez más la
Seguridad de la Nación a nivel internacional, no solo
limitada a la ausencia de guerras entre
Estados, sino también relacionándola con la
promoción de los derechos de los
ciudadanos, su bienestar y su libertad
personal. En
general, los cambios descritos en el concepto de Seguridad de la
Nación tienden a reducir el papel de la
Fuerza Armada
como factor decisivo de la seguridad e incorporar una serie de
instituciones y redes que inciden
significativamente en la seguridad de las naciones.
El multilateralismo, por ejemplo, implica una nueva
vía de conceptualización de la seguridad, ya que se
establece como sistema de
solución de conflictos e
incremento de la seguridad internacional. Algunos autores
consideran en este sentido, que es la vía más
segura para la inmensa mayoría de países que ni son
potencia militar
ni pueden incrementar su seguridad con aumentos de sus gastos de
defensa. Sin embargo, queda abierta la discusión acerca de
la efectividad del multilateralismo, después de la
guerra de
Irak, donde
los Estados Unidos,
apoyado por Inglaterra,
invadieron a ese país sin consentimiento del Consejo de
Seguridad de las Naciones
Unidas.
La concepción tradicional de la Defensa de la
Nación establece que la misma se configura por un conjunto
de acciones y previsiones que adopta un gobierno
permanentemente, para salvaguardar la integridad de la
República y las vidas y bienes de la
colectividad. Considerada desde este punto de vista, la Defensa
de la Nación tiene como propósito preservar la
continuidad de la vida social, y protegerla ante los diversos
peligros y amenazas que puedan afectarla, independientemente de
las características de estos eventos adversos.
En consecuencia, está orientada a generar los
máximos niveles posibles de Seguridad
societal.
La Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela
enfatiza más la categoría Seguridad que la de
Defensa. Esta última la refiere sobre todo al rol de la
Fuerza Armada
Nacional para defender nuestro patrimonio
ante las posibles amenazas que pudieran afectar a la
Nación.
La Fuerza Armada Nacional constituye una
institución esencialmente profesional, sin militancia
política, organizada por el Estado para garantizar la
independencia y soberanía de la
Nación y asegurar la integridad del espacio
geográfico, mediante la defensa militar, la
cooperación en el mantenimiento del orden interno y la
participación activa en el desarrollo
nacional…(Art.328)(El subrayado es
nuestro)
El Ejército, la Armada y la Aviación
tienen como responsabilidad esencial la planificación, ejecución y
control de
las operaciones
militares requeridas para asegurar la defensa de la
Nación…(Art.329)(El subrayado es
nuestro)
Por otro lado, la Ley Orgánica de Seguridad de la
Nación, define la Defensa Integral como el:
…conjunto de sistemas,
métodos,
medidas y acciones de defensa, cualquiera sean su naturaleza e
intensidad, que en forma activa formule, coordine y ejecute el
Estado con la participación de las instituciones
públicas y privadas, y las personas naturales y
jurídicas, nacionales o extranjeras, con el objeto de
salvaguardar la independencia, la libertad, la democracia,
la soberanía, la integridad territorial y el desarrollo
integral de la Nación.(Art.3)
Como se puede observar en esta definición, la
Defensa de la Nación, como categoría de análisis, va más allá del
ámbito exclusivo del conflicto
bélico, concepción tradicional que hoy día
no responde a la dinámica socio política. Este
concepto configura un conjunto de variables que
tipifican una serie de acciones y medidas dirigidas a mantener y
fortalecer la Seguridad de la Nación, la cual coadyuva con
el desarrollo integral, mientras que la Defensa de la
Nación, representa la capacidad del Estado para proteger
el capital humano
y los recursos del
país.
Si partimos de la concepción de que la seguridad
no se trata de "acciones", sino de una "condición" que se
logra como producto de
acciones orientadas a atenuar o eliminar ciertas
vulnerabilidades, la distinción entre seguridad y defensa
se ve clara. Sin embargo, a pesar de esta distinción, que
a primera vista se establece cuando comparamos ambos
términos, podemos afirmar que de acuerdo a la tendencia
que viene manifestándose en la reconceptualización
del concepto de Seguridad de la Nación, tal como se
expresara anteriormente, esta aparece no solo como una
condición, sino que también abarca la
aplicación de un serie de medidas de "seguridad" tendentes
a proteger las vidas y bienes de
determinado país; aspecto este que incide en integración de ambos conceptos, y modifica
la concepción tradicional que se formula al comparar ambas
categorías.
Algunos autores consideran que la Defensa de la
Nación es un concepto propio del nivel
político-estratégico y la Seguridad de la
Nación lo es del político. De acuerdo a este
enfoque entre ambas existe una razón de causa a efecto. La
defensa es una de las principales causas de la seguridad, si bien
no produce por sí sola la condición de seguridad
deseada, ya que ésta requiere también del
Desarrollo Integral. En tanto la defensa se orienta
principalmente a neutralizar riesgos y amenazas externas contra
el interés
nacional, el Desarrollo Integral aporta los componentes de
estabilidad y orden interno necesarios para la seguridad,
además de los recursos
económicos.
Otros circunscriben la categoría Defensa de la
Nación a la salvaguarda de la soberanía e intereses
nacionales considerando la disposición, integración y acción coordinada de
todas las energías y fuerzas morales y materiales de
una Nación ante cualquier forma de agresión o
amenaza que se concreta y afecta la vida normal de la sociedad.
Es decir, la Seguridad de la Nación establece las
condiciones, acciones y normas y procedimientos
tendientes a prevenir y mitigar los efectos de cualquier amenaza
a la integridad de la Nación, y la Defensa de la
Nación activa un conjunto de medidas cuando se
concreta dicha amenaza. En este sentido, la defensa se configura
como un concepto integrador que concierne a todos los componentes
del Estado: a los ciudadanos en tanto que individuos, a la
sociedad articulada a través de todos sus elementos
constitutivos, y a los poderes públicos. A pesar de los
distintos enfoques sobre la conceptualización de ambos
conceptos, es importante destacar que la identidad
permanente de los conceptos de defensa y seguridad de la
nación persiste hasta nuestros días. Es decir, se
usa de manera indistinta el concepto de defensa de la
nación y el concepto de seguridad de la
nación.
Sin agotar el tema, por lo demás complejo, en
primera instancia nos inclinamos por la formulación que
establece que la Seguridad de la Nación, fundamentada en
el desarrollo integral, se manifiesta en una condición y
acciones que propenden por un lado, a garantizar el goce y
ejercicio de los derechos ciudadanos y por el otro, proteger a la
sociedad y al medio ambiente de
las amenazas y peligros, produciendo a nivel individual y
societal un sentimiento de confianza y disfrute de sus derechos,
la percepción de estar alejado de eventos adversos y la
preservación de la soberanía, medio ambiente
e integridad nacional. Por otro lado, la Defensa de la
Nación se configura tal como lo expresa la Ley
Orgánica de Seguridad de la Nación, como un
conjunto de sistemas,
métodos, medidas y acciones de defensa,
cualquiera sean su naturaleza e intensidad, que en forma activa
formule, coordine y ejecute el Estado con el objeto de
salvaguardar la independencia, la libertad, la democracia, la
soberanía, la integridad territorial y el desarrollo
integral de la Nación. Son acciones que se activan
en caso de concretarse una amenaza o evento adverso.
Al abordarse la relación entre seguridad y
defensa con el desarrollo integral, considerándose
éste desde una óptica
multidimensional, suelen identificarse básicamente dos
proposiciones antinómicas: por una parte, la que
señala que, al generar nuevos y mayores recursos para el
país, el desarrollo fortalece el Poder Nacional
y otorga, en consecuencia, mayores niveles de seguridad a la
Nación. Por otra parte, una segunda posición tiende
a considerar que el desarrollo integral si bien tiene alguna
relación con la Seguridad de la Nación, el
ámbito y problemas que
configuran el campo de la seguridad y defensa es muy
específico a esta área y está claramente
delimitada y separada de la conceptualización del
desarrollo. Los partidarios de la primera posición
argumentan que el desarrollo integral tiene como
propósito, efectivamente, contribuir al crecimiento
sostenido y armónico del Poder
Nacional, en diversas dimensiones que inciden en la sociedad y
sus habitantes; y cualquier fluctuación que éste
experimente, sea positiva o negativa, tendrá efectos
proporcionales en las condiciones de seguridad de una
Nación. Sin embargo, y a pesar que suscribimos en parte
esta premisa, es importante manifestar que el desarrollo no
produce por sí mismo, y mecánicamente, seguridad
por el solo hecho de incrementar la potencia
económica y social de un país. El incremento de la
seguridad y defensa depende de diversos factores, por lo cual no
se pueden hacer afirmaciones deterministas frente a este
hecho.
La Ley Orgánica de Seguridad de la
Nación establece que el desarrollo integral consiste en
"…la ejecución de planes, programas,
proyectos y
procesos
continuos de actividades y labores que acordes, con la
política general del Estado y en concordancia con el
ordenamiento jurídico vigente, se realicen con la
finalidad de satisfacer las necesidades individuales y colectivas
de la población, en los ámbitos económicos,
social, político, cultural, geográfico, ambiental y
militar."(Art.4) En este sentido se puede interpretar, si el
desarrollo integral está dirigido a satisfacer las
necesidades de la población, y que la seguridad es una
necesidad del ser humano, la relación entre ambas
categorías es manifiesto.
En este mismo orden de ideas, la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, plantea que la
seguridad de la Nación se fundamenta en el desarrollo
integral y su defensa es responsabilidad de los venezolanos y
venezolanas.
Es importante entender que esta premisa supone
entender que un afianzamiento de la Seguridad de la
Nación, a través de las acciones que el Estado
tiene la responsabilidad de emprender, crea un ambiente
favorable para el aprovechamiento de las oportunidades que, junto
a los riesgos, el desarrollo y la integración conllevan.
Por otra parte, el Desarrollo Integral debe entenderse como un
concepto bastante más amplio que el mero desarrollo
económico. En efecto, incluye también el
desarrollo
social, el desarrollo institucional y el desarrollo cultural.
Son todos aspectos que inciden en la condición de
seguridad por alcanzar. En el caso del desarrollo
económico, que es el más obvio, su aporte es
básico para satisfacer cualquier requerimiento de
seguridad, ya sea externo o interno. No sólo se trata de
financiamiento, sino de ofrecer, además,
los incentivos para
que los ciudadanos orienten sus esfuerzos industriales,
científicos o tecnológicos según los
intereses superiores del país.
En el plano del desarrollo
social, el interés de
la seguridad descansa en el acceso de todos los estamentos
sociales, a través de iguales oportunidades y en
condiciones de máxima equidad posible, a los beneficios
del desarrollo. Naturalmente, esto implica como condición
previa, satisfacer ciertas necesidades básicas de salud, educación, trabajo,
vivienda y justicia.
En el plano del desarrollo institucional, la
observancia de las reglas del juego
características de un régimen democrático,
el respeto a las
leyes y
normas,
así como la estabilidad política y el compromiso
ciudadano con las instituciones que los rigen, son todos factores
que producen un decisivo efecto en la Seguridad de la
Nación.
Tal como lo han expresado estudiosos de la materia de
seguridad y defensa, el desarrollo de la cultura
nacional puede estimarse relacionado, en términos
generales, con la seguridad en su propósito de fortalecer
y enriquecer la identidad histórico-cultural, así
como los principios y tradiciones singulares de la comunidad
nacional, de modo de conservar y profundizar su
cohesión.
Desde esta perspectiva, el Desarrollo Integral,
considerando los campos de desarrollo
político-institucional, cultural y socio-económico
contribuye a generar seguridad y la seguridad facilita de esta
manera el desarrollo. Se trata de un proceso dinámico en
que los conceptos de desarrollo y seguridad se interrelacionan,
apoyándose mutuamente en una acción
sinergética. No obstante, el impacto del desarrollo en la
seguridad debe analizarse con un criterio amplio, aunque
riguroso, de modo de no convertir la Seguridad de la
Nación en un concepto omnímodo y omnipotente. No
toda acción humana, individual o colectiva, corresponde
que sea vista bajo una óptica
de seguridad. Es un hecho que existen acciones individuales,
sociales y económicas, actividades culturales y asuntos de
orden institucional que no guardan relación directa con la
seguridad interna ni externa del país.
En la estructuración de la Defensa Nacional,
lo primero es identificar cuáles son las posibles amenazas
contra las que queremos protegernos y, en seguida, definir los
medios con los
que se materializará tal protección o defensa, a
fin de activarlos si se materializan estas amenazas. Estos
medios,
humanos y materiales,
requieren de un desarrollo gradual que será proporcional a
la capacidad económica del país. Por eso, en
defensa, cuando se habla de desarrollo se lo relaciona
normalmente con el desarrollo socio – económico y,
secundariamente, con el desarrollo institucional, sin desconocer
la repercusión que ambos pueden tener en el desarrollo de
la propia defensa. No debe perderse de vista que el desarrollo
institucional puede incidir en la Seguridad de la
Nación.
Defensa y Desarrollo Integral, en su más
amplio sentido, son conceptos complementarios que se integran en
un todo, que es la Seguridad de la Nación. Por otra parte,
teóricamente, aún cuando las actividades de defensa
y desarrollo son realizadas en forma directa por instituciones e
individuos especializados en cada área, ambas confluyen
hacia un mismo fin asegurar el logro de los Intereses Nacionales,
tal como se expresa en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
En esta conceptualización del concepto del
desarrollo nos apoyamos en lo formulado por la
Constitución Nacional y Ley de Seguridad de la
Nación. Sin embargo, es importante referir que la idea del
desarrollo tal cual como ha venido expresándose
está siendo seriamente cuestionada. Tal como lo plantea el
filosofo Edgar Morin :
La idea del progreso infinito, del crecimiento
indefinido, es un falso infinito. Nuestro pensamiento
debe reconocer ciertos límites,
y además no se puede llegar de alguna manera a
rebasarlos más que por una conciencia
de los límites. Había pues, un falso infinito y
una falsa soberanía del hombre…Se trata de decir que había
un mito de
felicidad que formaba parte de esta cultura de
masas, y que este mito es el
que está en crisis,
carcomido por sus propias contradicciones
internas.(Attali,Castoriadis, Domenach y Morin, 1977,
pp.254-256)
Esto seria objeto de otra discusión.
Asamblea Nacional Constituyente. Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela,
Gaceta Oficial Nº 5.453 Extraordinario, del viernes
24 de marzo de 2000.
Attali,J, Castoriadis,
Domenach,J.M.Massé,P.,Morin, E. y otros. (1977). El
Mito del Desarrollo, Barcelona, Editorial Kairos..
Republica Bolivariana de Venezuela. Ley
Orgánica de Seguridad de la Nación, Gaceta
Oficial N° 3.594 de fecha 18 de diciembre de 2002.
Armando Lares
Sociólogo y Doctor en Ciencias
Sociales. Docente Titular del Instituto de Altos Estudios de
la Defensa Nacional de la República Bolivariana de
Venezuela.