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Seis Sigma ? hacia un nuevo paradigma en gestión




Enviado por mlefcovich



    Seis Sigma – hacia un nuevo
    paradigma en
    gestión

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Las siete
    metamorfosis

    3. ¿Qué es Seis
    Sigma?

    4. Los seis principios de Seis
    Sigma

    5. ¿Cómo se determina el
    nivel de Sigma?

    6. Tabla de
    conversión

    7. Método de Resolución de
    Problemas

    8. Herramientas de Mejora de Procesos Seis
    Sigma

    9. Equipo de Mejora Seis
    Sigma

    10. Cinturones y
    Líderes

    11. Establecimiento de técnicas
    que eviten errores

    12. Diseño
    consistente

    13. Estrategia de implantación de
    Seis Sigma

    14. Anexo: Inventario Permanente de RR.HH.
    (IPRH)

    15. Bibliografía

    1.
    Introducción

    En la década del ochenta Philip Crosby
    popularizó el concepto de Cero
    Defecto como orientación para el control de
    calidad. Este enfoque establece la meta de
    resultados que carezcan de errores al 100 por ciento. Crosby
    sostiene que si se establece un nivel "aceptable" de defectos,
    ello tiende a provocar que dicho nivel (o uno más alto) se
    conviertan en una profecía que se cumple; si los empleados
    saben que está "bien" trabajar dentro de un nivel
    determinado de errores, llegarán a considerar que ese
    nivel es la "norma". Es evidente que dicha "norma" está
    por debajo de lo óptimo. Crosby sostiene que a las
    personas se le establecían estándares de desempeño mucho más holgados en sus
    trabajos que lo que regían sus vidas personales. "Ellos
    esperaban hacer las cosas bien, cuando se trataba de sostener a
    un bebé, de pagar las facturas o de regresar temprano a la
    casa correcta. En cambio, en los
    negocios se
    les fijaban "niveles aceptables de calidad",
    márgenes de variación y desviaciones.

    La idea de un "porcentaje de error aceptable" (a veces
    denominado un "nivel de calidad aceptable") es un curioso
    remanente de la era del "control" de
    calidad. En aquellos tiempos, se podían encontrar maneras
    de justificar estadísticamente las naturales fallas
    humanas, sosteniendo que nadie podía ser posiblemente
    perfecto. De modo que si el 100% es inalcanzable, ¿por
    qué no conformarse con el 99%, e incluso con el 95%?
    Entonces, si alcanzáramos el 96,642%, podríamos dar
    una fiesta y celebrar el hecho de haber superado los objetivos. La
    cuestión es que el 96,642% significa que de 100.000
    transacciones efectuadas por un servicio,
    3.358 resultarían desfavorables. Como las fallas de uno
    entre mil paracaidistas. Los clientes
    insatisfechos, aquellos que habrían estado fuera
    del porcentaje de transacciones perfectas, no regresarían
    jamás.

    Ahora bien, Tom Parker, señala que: "cada día
    67.000 norteamericanos pasan por un quirófano. Un
    porcentaje de éxitos quirúrgicos del 99%
    significaría que 66.330 personas saldrían de la
    anestesia sin otra dificultad que tratar de operar el control
    remoto del aparato de televisión
    del hospital. Pero ¿qué sucedería con los
    pocos desafortunados que no entraran dentro de la
    categoría del "error aceptable"? Cada día, 670 de
    nuestros amigos, vecinos, parientes y seres queridos
    experimentarían complicaciones, o morirían, como
    resultado de los fracasos quirúrgicos aceptables"
    Así pues un rendimiento del 99% sería un alto
    promedio, pero no muy admirable como porcentaje de éxitos
    quirúrgicos.

    ¿Qué pasaría si nos apartáramos
    de esa norma de calidad y estableciéramos una ambiciosa
    meta del 99,9%? ¿Sería aceptable? En un informe especial
    sobre calidad, publicado en 1991 en la revista
    Training, Natalie Gabel aplicó esa norma a una serie de
    actividades. Las cifras que obtuvo fueron sorprendentes. Si el
    99,9% fuera la verdadera norma de rendimiento alcanzada en
    algunas actividades corrientes: (datos
    correspondientes a USA)

    • Las guarderías de hospitales entregarían
      12 bebés por día a padres que no
      corresponden.
    • Las instituciones financieras descontarían
      22.000 cheques de
      cuentas
      bancarias equivocadas….cada 60 minutos.
    • Los servicios de
      telecomunicaciones transmitirían 1.314
      llamadas erróneas …..cada 60 minutos.
    • Los productores cinematográficos
      utilizarían 811.000 rollos de películas
      defectuosos para filmar escenas.

    En los siguientes 12 meses:

    • Se fabricarían 268.500 neumáticos
      defectuosos
    • Se procesarían incorrectamente 103.260 impuestos
      defectuosos sobre los réditos.
    • 5.517.200 cajones de gaseosas contendrían bebidas
      sin efervescencia.
    • Se emitirían 20.000 recetas medicinales
      incorrectas.
    • Se gastarían 761.900 dólares en cintas
      magnetofónicas y discos compactos que no se
      podrían reproducir.

    Por suerte las cosas funcionan mejor de lo previsto,
    así los informes
    reales muestran que de los 67.000 pacientes quirúrgicos
    diarios, antes citados, solamente 25 no lograrían salir
    del trance en la actualidad. Esto significa un 0,000037, o sea,
    un 0,037%, lo que equivale a un promedio de éxito
    del 99,963% (15 veces mejor que la norma del 99,9%). En el caso
    de las aerolíneas, si se consideran los accidentes
    como defectos, su nivel actual sería de 6,5 Sigma. Pero en
    el manejo del equipaje, el nivel es apenas del 3,5 Sigma.

    Han hecho falta dramas patentes y una triple presión
    externa para convencer al management acerca de la necesidad de
    adoptar nuevos paradigmas en
    la gestión
    de las empresas para
    hacer posible su continuidad y crecimiento. Cuando
    Hewlett-Packard examinó 300.000 semiconductores
    de tres empresas de Estados Unidos y
    de tres de Japón,
    descubrió que el porcentaje de fallas de los chips
    norteamericanos era superior al 0,1%, en tanto que las fallas de
    los chips japoneses en el mismo período fue cero.

    Al igual que en la industria de
    los semiconductores, otras como la textil, la siderúrgica,
    las máquinas
    herramientas,
    la electrónica, la automotriz entre otras
    tantas han visto perder competitividad, mercado y
    utilidades día a día por haber estado ancladas a
    paradigmas que ya no eran válidos dentro del nuevo esquema
    mundial.

    Entre las tres presiones externas a las cuales se ha hecho
    referencia anteriormente, la primera y mas evidente es la de la
    competencia
    desenfrenada en un mundo más interconectado e
    interdependiente. La segunda de las presiones esta relacionada a
    la velocidad
    tecnológica y, en particular, la aceleración de la
    renovación informática, la difusión de la
    información en todas las organizaciones y
    la creciente capacidad de acceso a la misma de un número
    cada vez más importante de personas. La tercera
    presión externa que lleva al establishment
    económico a revisar totalmente sus reglas de organización es el choque de las
    mentalidades que cambian.

    La empresa de
    finales de los ochenta parece haber encontrado su nuevo credo: el
    de la calidad total.
    Las empresas que se limitaban a hacer el control a posteriori de
    su única calidad presentaron la quiebra una
    tras otra. Las empresas de hoy si quieren sobrevivir, deben
    trabajar para sus clientes más que para sí
    misma.

    Existen siete motivos, de las cuales cada una por sí
    sola justifica, la adopción
    de la calidad total como proyecto de
    gestión.
    Primer motivo: es la llegada de una economía globalizada.
    La irrupción de competidores nuevos en el juego
    económico mundial hace caducar a las empresas no
    competitivas, y obliga a todas aquellas que quieran sobrevivir a
    apoyar de ahora en adelante su actividad sobre una vigilancia
    meticulosa, atenta y permanente del mercado para ajustar siempre
    mejor la calidad de la respuesta que se le pide.

    El segundo motivo en el que se basa el carácter
    inevitable de la calidad total es la súbita inversión en los países
    industrializados de la relación de fuerzas entre una
    demanda menos
    creciente y una oferta
    múltiple, desde mediados de los años setenta, por
    la explosión de Japón y de los nuevos países
    industrializados. He aquí que los consumidores y clientes
    ante múltiples ofertas se vuelvan más exigentes y
    reclamen siempre mejor calidad a precios
    siempre más bajos.

    El cuarto motivo es que hemos cambiado. En occidente se ha
    ido observando un menor compromiso de los trabajadores para con
    la empresa. Es
    menester un cambio de actitud si
    queremos conservar los puestos de trabajo frente a culturas con
    mano de obra mucho mas comprometida y disciplinada.

    El quinto motivo está dado por la incapacidad de la
    empresa tayloriana para reducir costos de
    no-calidad. Fraccionada en grandes funciones
    autocentradas, generadora de la empresa fantasma, más
    preocupada en "hacer más" que en "hacer mejor", en
    controlar y corregir que en prevenir, esta empresa, sobrecargada
    de costes inútiles y de recursos ocupados
    en "fabricar nada", pierde rápidamente terreno en la
    competición económica y se condena a muerte a corto
    plazo. La calidad total constituye su única tabla de
    salvación.

    Sexto motivo: alude también a la
    organización tayloriana y al desperdicio de inteligencia
    que ha podido permitirse tolerar en la empresa, mientras la
    relación entre la oferta y la demanda era la inversa de la
    de hoy día. De ahora en adelante, no se puede dejar
    más en un punto muerto a todas estas inteligencias puestas
    en barbecho en todos los niveles y, particularmente, en los
    niveles de ejecución, en el de los obreros y empleados. La
    batalla de la calidad es demasiado difícil para que se
    tenga a toda esta inteligencia apartada del combate.

    Y el séptimo motivo es que desde que existe un
    proceso de
    calidad total y que ciertas economías lo han adoptado,
    todas aquellas que no lo han hecho han visto abrirse a toda
    velocidad un abismo en su competitividad. Y lo que es cierto para
    las economías lo es también pasa la empresa. Para
    ello es menester tomar en cuenta que el coste de la no-calidad en
    las economías occidentales está en el orden del 20%
    de su facturación, en tanto que en la economía
    japonesa se encuentra en el 12%. No reducir rápidamente
    esta brecha y ante el crecimiento
    económico de países como China,
    Tailandia, Malasia y otros países del sudeste
    asiático preanuncian inevitables derrotas.

    Ante las circunstancias descriptas, empresas
    norteamericanas se han visto en la necesidad imperiosa de
    realizar un cambio total en su manera de gestionar las empresas,
    dando lugar ello a la metodología de Seis Sigma.

    En los años ochenta la TQM (Gestión de
    Calidad Total) fue muy popular, pero sufrió un proceso
    de desgaste y en muchas empresas de agonía. Era menester
    generar un método que
    motivará un liderazgo por
    la calidad. Esto se dio con Seis Sigma en función de
    tres características:

    1. Seis Sigma está enfocado en el cliente.
    2. Los proyectos Seis
      Sigma producen grandes retornos sobre la inversión. En
      un artículo de la Harvard Business Review, Sasser y
      Reichheld señalan que las compañías pueden
      ampliar sus ganancias en casi un 100% si retienen sólo
      un 5% más de sus clientes gracias al logro un alto grado
      de calidad.
    3. Seis Sigma cambia el modo que opera la dirección. Seis Sigma es mucho más
      que proyectos de mejora. La dirección y los supervisores
      aprenden nuevos enfoques en la forma de resolver problemas y
      adoptar decisiones.

    Así como en el Japón empresas como Toyota,
    Honda, Mazda, Fujitsu, Cannon y NEC entre otras fueron base del
    desarrollo del
    Just in Time y
    del Kaizen, en el
    caso de Seis Sigma empresas como Motorola, General Electric,
    Honeywell, Sears Roebuck, American Express, Johnson &
    Johnson, Federal Express y Ford Motor le han
    servido como plataforma de investigación y desarrollo.

    2. Las siete metamorfosis

    La nueva piedra filosofal de la calidad total permite a la
    empresa satisfacer siempre mejor al cliente y siempre más
    barato. Se demuestra que la calidad no cuesta más caro; al
    contrario, rinde porque permite vender. Lo que cuesta caro es la
    no-calidad, es decir, el fracaso, los costes inútiles, los
    retrasos; todo esto es producto de
    una mala organización que se le factura como
    multa al cliente y que le sorprende, le disgusta y finalmente le
    desvía hacia otros proveedores,
    porque tienen de ahora en adelante el dilema de elegir.

    En este proceso destinado a lograr el cero defecto (Seis Sigma
    implica 3,4 defectos por millón de oportunidades) las
    empresas se enfocan en siete cambios o metamorfosis.

    La primera metamorfosis supone implica que la empresa se
    interesa más en su mercado que en si misma, en sus
    clientes que en sus máquinas, en sus fines que en sus
    medios, y que
    sus dirigentes sustituyen la lógica
    del ingeniero o del contable, centrada en una confianza desmedida
    en la capacidad de su técnica, por la lógica del
    empresario comercial, que reconoce la inutilidad de un producto
    soberbio que no se ha podido vender.

    La segunda metamorfosis es el establecimiento de las
    relaciones clientes-proveedores en el interior mismo de la
    empresa; cada departamento, cada servicio, cada función,
    cada trabajador debe esforzarse en especificar mejor lo que desea
    de su fuente y en responder mejor a las demandas de su consumidor. La
    organización atomizada cede su lugar a una
    organización por flujos. Se caen los muros que
    defendían los territorios funcionales para dar lugar a un
    desarrollo de procesos
    integrales en
    los cuales todos toman parte de forma armónica.

    La tercera metamorfosis consiste en dejar de "producir
    más" para pasar a "producir mejor de entrada". Los ritmos
    infernales no fabrican más que productos de
    calidad mediocre y asalariados amargados, cansados y cada vez
    menos competentes. La calidad total persigue el autocontrol y las
    acciones
    colectivas, produciendo bien a la primera, arreglando el defecto
    en el momento de producirse.

    La cuarta metamorfosis implica sustituir el modelo
    mecanicista de una organización que asigna a cada
    individuo un puesto instrumental de ejecutante, por un modelo
    biológico donde los equipos responsables asumen misiones,
    uniendo colectivamente su talento para hacerlo. Se sustituye la
    empresa piramidal por la empresa multicelular.

    La quinta metamorfosis implica pasar de una empresa
    aislada e intransigente frente a sus proveedores y
    subcontratistas, en una implicada en profundas relaciones de
    confianza.

    La sexta metamorfosis implica la sustitución del
    control por la prevención. Un incremente en los costes de
    prevención traen como resultado una disminución en
    el coste total de calidad al reducirse significativamente los
    costes por fallos internos y externos, y disminuir las
    necesidades de evaluación.

    La séptima metamorfosis implica la eliminación
    de todas los desperdicios y despilfarros, no sólo los
    relativos al proceso productivo, sino también los
    atinentes a las actividades administrativo –
    burocráticas.

    Lograr estos cambios permite llegar a los "Seis Ceros": cero
    defectos, cero stocks, cero averías, cero plazos, cero
    papeles y cero accidentes.

    3. ¿Qué es Seis
    Sigma?

    Seis Sigma implica tanto un sistema
    estadístico como una filosofía de
    gestión.
    Seis Sigma es una forma más inteligente de dirigir un
    negocio o un departamento. Seis Sigma pone primero al cliente y
    usa hicos y datos para impulsar mejores resultados. Los esfuerzos
    de Seis Sigma se dirigen a tres áreas principales:

    • Mejorar la satisfacción del cliente
    • Reducir el tiempo del
      ciclo
    • Reducir los defectos

    Las mejoras en estas áreas representan importantes
    ahorros de costes, oportunidades para retener a los clientes,
    capturar nuevos mercados y
    construirse una reputación de empresa de excelencia.

    Podemos definir Seis Sigma como:

    1. Una medida estadística del nivel de desempeño
      de un proceso o producto.
    2. Un objetivo de
      lograr casi la perfección mediante la mejora del
      desempeño.
    3. Un sistema de dirección para lograr un liderazgo
      duradero en el negocio y un desempeño de primer nivel en
      un ámbito global.

    La letra griega minúscula sigma se usa como
    símbolo de la desviación estándar, siendo
    ésta una forma estadística de describir
    cuánta variación existe en un conjunto de
    datos.

    La medida en sigma se desarrolló para ayudarnos a:

    1. Enfocar las medidas en los clientes que pagan por los
      bienes y
      servicios. Muchas medidas sólo se concentran en los
      costes, horas laborales y volúmenes de ventas,
      siendo éstas medidas que no están relacionadas
      directamente con las necesidades de los clientes.
    2. Proveer un modo consistente de medir y comparar procesos
      distintos.

    El primer paso para calcular el nivel sigma o comprender su
    significado es entender qué esperan sus clientes. En la
    terminología de Seis Sigma, los requerimientos y
    expectativas de los clientes se llaman CTQs (Críticos para
    la Calidad).

    Se usa la medida en sigma para observar que tan bien o mal
    operan los procesos y darle a todos una manera común de
    expresar dicha medida.

    Niveles De Desempeño En Sigma

    Nivel en sigma

    Defectos por millón de
    oportunidades

    6

    3,40

    5

    233,00

    4

    6.210,00

    3

    66.807,00

    2

    308.537,00

    1

    690.000,00

    Cuando una empresa viola requerimientos importantes del
    cliente, genera defectos, quejas y costes. Cuanto mayor sea el
    número de defectos que ocurran mayor será es coste
    de corregirlos, como así también el riesgo de perder
    al cliente.

    La meta de Seis Sigma es ayudar a la gente y a los
    procesos a que aspiren a lograr entregar productos y servicios
    libres de defectos. Si bien Seis Sigma reconoce que hay lugar
    para los defectos pues estos son atinentes a los procesos mismos,
    un nivel de funcionamiento correcto del 99,9997 por 100 implica
    un objetivo donde los defectos en muchos procesos y productos son
    prácticamente inexistentes.

    La meta de Seis Sigma es especialmente ambiciosa cuando
    se tiene en cuanta que antes de empezar con una iniciativa de
    Seis Sigma, muchos procesos operan en niveles de 1, 2 y 3 sigma,
    especialmente en áreas de servicio y
    administrativas.

    Debemos tener en cuenta que un cliente insatisfecho lo
    contará su desafortunada experiencia a entre nueve y diez
    personas, o incluso más si el problema es serio. Y por
    otro lado el mismo cliente sólo se lo dirá a tres
    personas si el producto o servicio lo ha satisfecho. Ello implica
    que un alto nivel de fallos y errores son una fácil ruta a
    la pérdida de clientes actuales y potenciales.

    Como sistema de dirección, Seis Sigma no es
    propiedad de
    la alta dirección más allá del papel
    crítico que esta desempeña, ni impulsado por los
    mandos intermedios (a pesar de su participación clave).
    Las ideas, soluciones,
    descubrimientos en procesos y mejoras que surgen de Seis Sigma
    están poniendo más responsabilidad a través del empowerment y la
    participación, en las manos de la gente que está en
    las líneas de producción y/o que trabajan directamente
    con los clientes.
    "Seis Sigma es pues, un sistema que combina un fuerte liderazgo
    con el compromiso y energía de la base".

    4. Los seis principios de
    Seis Sigma

    Principio 1: Enfoque genuino en el cliente
    El enfoque principal es dar prioridad al cliente. Las mejoras
    Seis Sigma se evalúan por el incremento en los niveles de
    satisfacción y creación de valor para el
    cliente.

    Principio 2: Dirección basada en datos y
    hechos
    El proceso Seis Sigma se inicia estableciendo cuales son las
    medidas claves a medir, pasando luego a la recolección de
    los datos para su posterior análisis. De tal forma los problemas pueden
    ser definidos, analizados y resueltos de una forma más
    efectiva y permanente, atacando las causas raíces o
    fundamentales que los originan, y no sus
    síntomas.

    Principio 3: Los procesos están donde está
    la acción
    Seis Sigma se concentra en el procesos, así pues dominando
    éstos se lograrán importantes ventajas competitivas
    para la empresa.

    Principio 4: Dirección proactiva
    Ello significa adoptar hábitos como definir metas
    ambiciosas y revisarlas frecuentemente, fijar prioridades claras,
    enfocarse en la prevención de problemas y cuestionarse por
    qué se hacen las cosas de la manera en que se
    hacen.

    Principio 5: Colaboración sin barreras
    Debe ponerse especial atención en derribar las barreras que
    impiden el trabajo en equipo
    entre los miembros de la organización. Logrando de tal
    forma mejor comunicación y un mejor flujo en las
    labores.

    Principio 6: Busque la perfección
    Las compañías que aplican Seis Sigma tienen como
    meta lograr una calidad cada día más perfecta,
    estando dispuestas a aceptar y manejar reveses
    ocasionales.

    5. ¿Como se determina
    el nivel de Sigma?

    En primer lugar debemos definir y aclarar
    términos y conceptos:
    Sigma (
    s
    ) es un parámetro estadístico de
    dispersión que expresa la variabilidad de un conjunto de
    valores
    respecto a su valor medio, de modo que cuanto menor sea sigma,
    menor será el número de defectos. Sigma cuantifica
    la dispersión de esos valores respecto al valor medio y,
    por tanto, fijados unos límites de
    especificación por el cliente, superior e inferior,
    respecto al valor central objetivo, cuanto menor sea sigma, menor
    será el número de valores fuera de especificaciones
    y, por tanto, el número de defectos.

    De tal forma en la escala de calidad
    de Seis Sigma se mide el número de sigmas que caben dentro
    del intervalo definido por los límites de
    especificación, de modo que cuanto mayor sea el
    número de sigmas que caben dentro de los límites de
    especificación, menor será el valor de sigma y por
    tanto, menor el número de defectos.
    La diferencia entre la Tolerancia
    Superior (TS) y la Tolerancia Inferior (TI) dividido por el
    desvío estándar nos da la cantidad (o nivel) de
    sigmas (z).
    La Capacidad del Proceso para un nivel 6 sigma es igual a 2,
    resultante dividir la diferencia entre las Tolerancias Superior e
    Inferior por seis sigma.
    En un nivel 6 sigma entran en el espacio existente entre la
    Tolerancia Superior (TS) y la Tolerancia Inferior (TI) un total
    de 12 sigmas.
    Siempre que la medición esté dentro del intervalo
    TS-TI diremos que el producto o servicio es conforme o de
    calidad. En este caso se siguen las ideas de Crosby, quien
    considera la calidad como sinónimo de cumplimiento de las
    especificaciones.
    Así pues cuando más cercanos estén los valores de
    las mediciones al Valor Central Optimo, más pequeño
    será es valor de sigma, y de tal forma mayor
    números de sigmas entrarán dentro de los
    límites de tolerancia.
    Así tenemos pues, partiendo de los ejes de coordenadas
    ubicadas en el ángulo superior izquierdo una curva con
    pendiente negativa, correspondiente a la relación
    existente entre el desvío estándar (sigma) y la
    cantidad de sigmas (z). Cuanto mayor sea el valor de sigma menor
    es el valor de z (cantidad de sigmas), y por el contrario el
    disminuir el valor de sigma la cantidad de sigmas que entran
    dentro de los límites de tolerancias aumentan.
    En los ejes de coordenadas del ángulo superior derecho
    tenemos una curva de pendiente positiva, la cual indica que al
    aumentar el nivel de z se incrementa el rendimiento del proceso
    (%).
    En el ángulo inferior derecho tenemos una curva con
    pendiente negativa, los cual nos indica que al aumentar el
    rendimiento la cantidad de defectos por millón de
    oportunidades (DPMO) disminuye.
    En el ángulo inferior izquierdo la curva es de pendiente
    positiva e indica que al aumentar la cantidad de DPMO el valor
    de
    sigma aumenta, en tanto que si el nivel de DPMO disminuye el
    valor de sigma también decrece.

    DPMO

    Nivel de Sigma

    Calcular el nivel de sigmas para la mayoría de
    los procesos es bastante fácil. Dado un determinado
    producto o servicio, se determina los factores críticos de
    calidad (FCC), luego se multiplica estos por la cantidad de
    artículos producidos obteniéndose el total de
    defectos factibles (oportunidades de fallos). Sí dividimos
    los fallos detectados (con los distintos sistemas de
    medición en función del tipo de bien o servicio)
    por el total de defectos factibles (TDF) y luego lo multiplicamos
    por un millón obtenemos los defectos por millón de
    oportunidades (DPMO). Luego revisando la tabla de sigma se tienen
    los niveles de sigma.

    Los factores críticos de calidad pueden ser
    determinados tanto por los clientes internos como externos, y
    serán aplicados a las distintas etapas de los diversos
    procesos.

    En cuanto a la metodología de medición,
    ésta se efectuará por muestreo internos
    (mediciones) o mediante requisitoria (cuestionario)
    para la totalidad o parte de los consumidores.

    Así si para un producto se han determinado 12
    factores críticos de calidad (FCC) y se han producido un
    total de 250.000 artículos, tomando una muestra de 1.500,
    el total de defectos factibles es de (1.500 x 12) 18.000. Si el
    total de errores o fallos detectados asciende a 278, ellos
    implica que tenemos 15.444,44 DPMO (resultante de dividir 278 por
    los 18.000 y multiplicarlos por 1.000.000). Para este nivel de
    DPMO la cantidad de sigmas es de 3,67 (lo cual implica un
    rendimiento entre el 99,80 y el 99,87 por ciento).

    6. Tabla de conversión:
    nivel en sigma a partir de los DPMO

    Rendimiento (%)

    NIVEL EN SIGMA

    DPMO

    6,68

    0,00

    933200

    8,455

    0,13

    915450

    10,56

    0,25

    894400

    13,03

    0,38

    869700

    15,87

    0,50

    841300

    19,08

    0,63

    809200

    22,66

    0,75

    773400

    26,595

    0,88

    734050

    30,85

    1,00

    691500

    35,435

    1,13

    645650

    40,13

    1,25

    598700

    45,025

    1,38

    549750

    50

    1,50

    500000

    54,975

    1,63

    450250

    59,87

    1,75

    401300

    64,565

    1,88

    354350

    69,15

    2,00

    308500

    73,405

    2,13

    265950

    77,34

    2,25

    226600

    80,92

    2,38

    190800

    84,13

    2,50

    158700

    86,97

    2,63

    130300

    89,44

    2,75

    105600

    91,545

    2,88

    84550

    93,32

    3,00

    66800

    94,79

    3,13

    52100

    95,99

    3,25

    40100

    96,96

    3,38

    30400

    97,73

    3,50

    22700

    98,32

    3,63

    16800

    98,78

    3,75

    12200

    99,12

    3,88

    8800

    99,38

    4,00

    6200

    99,565

    4,13

    4350

    99,7

    4,25

    3000

    99,795

    4,38

    2050

    99,87

    4,50

    1300

    99,91

    4,63

    900

    99,94

    4,75

    600

    99,96

    4,88

    400

    99,977

    5,00

    230

    99,982

    5,13

    180

    99,987

    5,25

    130

    99,992

    5,38

    80

    99,997

    5,50

    30

    99,99767

    5,63

    23,35

    99,99833

    5,75

    16,7

    99,999

    5,88

    10,05

    99,99966

    6,00

    3,4

    7. Método de
    Resolución de Problemas

    Se ha desarrollado como sistema para la
    resolución de problemas el método DMAMC
    (Definir-Medir-Analizar-Mejorar-Controlar).
    Este método es llevado a la práctica por grupos
    especialmente formados a los efectos de dar solución a los
    diversos problemas u objetivos de la compañía.
    Las claves del DMAMC se encuentran en:

    1. Medir el problema. Siempre es menester tener una
      clara noción de los defectos que se están
      produciendo en cantidades y expresados también en
      valores monetarios.
    2. Enfocarse en el cliente. Las necesidades y
      requerimientos del cliente son fundamentales, y ello debe
      tenerse siempre debidamente en
      consideración.
    3. Verificar la causa raíz. Es menester llegar
      hasta la razón fundamental o raíz, evitando
      quedarse sólo en los síntomas.
    4. Romper con los malos hábitos. Un cambio de
      verdad requiere soluciones creativas.
    5. Gestionar los riesgos. El
      probar y perfeccionar las soluciones es una parte esencial de
      la disciplina
      Seis Sigma.
    6. Medir los resultados. El seguimiento de cualquier
      solución es verificar su impacto real.
    7. Sostener el cambio. La clave final es lograr que
      el cambio perdure.

    Definir el problema
    Debe definirse claramente en que problema se ha de trabajar?,
    porqué se trabaja en ese problema en particular?,
    quién es el cliente?, cuáles son los requerimientos
    del cliente?, cómo se lleva a cabo el trabajo en
    la actualidad?, cuáles son los beneficios de realizar una
    mejora?.
    Siempre debe tenerse en cuenta que definir correctamente un
    problema implica tener un 50% de su solución. Un problema
    mal definido llevará a desarrollar soluciones para falsos
    problemas.

    Medir
    El medir persigue dos objetivos fundamentales:

    1. Tomar datos para validar y cuantificar el problema
      o la oportunidad. Esta es una información crítica
      para refinar y completar el desarrollo del plan de
      mejora.
    2. Nos permiten y facilitan identificar las causas
      reales del problema.

    El conocimiento
    de estadística se hace fundamental. "La calidad no se
    mejora, a no ser que se la mida".

    Analizar
    El análisis nos permite descubrir la causa raíz.
    Para ello se hará uso de las distintas herramientas de
    gestión de la calidad. Ellas son las siete herramientas
    estadísticas clásicas y las nuevas
    siete herramientas. Las herramientas de análisis deben
    emplearse para determinar dónde estamos, no para
    justificar los errores.
    Al respecto cabe acotar que el Diagrama de
    Pareto es a los efectos de darle prioridad a los factores que
    mayor importancia tienen en la generación de fallos o
    errores, pero no debe significar dejar de atender las
    demás causas. Al respecto Crosby señala que "a los
    numerosos pero triviales ni siguiera les hacen caso; les dejan
    que envenenen el producto o servicio para el consumidor.
    Consideran que no vale la pena dedicar tiempo a solucionarlos. En
    cambio para un auténtico enfoque de cero defectos, todos
    los elementos son importantes".

    Mejorar
    En esta etapa asume una preponderancia fundamental la
    participación de todos los participantes del proceso, como
    así también la capacidad creativa, entre los cuales
    se encuentran el uso de nuevas herramientas como el Pensamiento
    Lateral y la Programación Neuro-Lingüística
    (PNL).
    La fase de mejora implica tanto el diseño
    como la implementación. En esta fase de diseño es
    muy importante la actividad de benchmarking a
    los efectos de detectar en otras unidades de la misma empresa o
    en otras empresas (competidoras o no) formas más efectivas
    de llevar a cabo un proceso.

    Controlar
    Es necesario confirmar los resultados de las mejoras realizadas.
    Debe por tanto definirse claramente unos indicadores
    que permitan visualizar la evolución del proyecto. Los indicadores son
    necesarios pues no podemos basar nuestras decisiones en la simple
    intuición. Los indicadores nos mostrarán los puntos
    problemáticos de nuestro negocio y nos ayudarán a
    caracterizar, comprender y confirmar nuestros procesos. mediante
    el control de resultados lograremos saber si estamos cubriendo
    las necesidades y expectativas de nuestros clientes.
    Es además primordial verificar mediante el control la
    estabilidad de los procesos. Distintos indicadores vinculados a
    Seis Sigma pueden y deben ser articulados en los Tableros de
    Comandos o
    Cuadros de Mando Integral a los efectos de permitir un monitoreo
    constante en la evolución de los mismos por parte de los
    diferentes funcionarios y responsables de los procesos
    productivos y de mejoras.

    Entre los indicadores a monitorear
    tenemos:

    • Indicadores relacionados con el coste, el mismo
      incluye costes correspondientes a las operaciones,
      las materias primas, de despilfarro y reciclaje,
      de comercialización, de desarrollo de
      productos.
    • Indicadores relacionados con el tiempo de: los
      ciclos (productivos, comerciales, de respuestas) y de
      cumplimiento de las etapas de los procesos de
      implementación de mejoras.
    • Indicadores relacionados a las prestaciones, tales como cuota de mercado,
      cotización de las acciones, imagen de la
      empresa, niveles de satisfacción de los clientes y
      consumidores, y participación de los empleados
      (cantidades de sugerencias por período de tiempo y
      niveles de ahorros o beneficios subsecuentes).

    A manera de resumen podemos decir que en primer lugar
    se define el problema, valorándose o midiéndose
    posteriormente el punto en el cual se encuentra la empresa. En
    tercer lugar se estudia la causa raíz del problema,
    procediéndose a diseñar y poner en práctica
    las respectivas mejoras. Procediéndose en última
    instancia a controlar los resultados obtenidos para verificar la
    efectividad y eficiencia de los
    cambios realizados.

    8. Herramientas de Mejora de
    Procesos Seis Sigma

    El sistema Seis Sigma es mucho más que un
    trabajo en equipo, implica la utilización de refinados
    sistemas de análisis relativos al diseño, la
    producción y el aprovisionamiento.
    En materia de
    Diseño se utilizan herramientas tales como: Diseño
    de Experimentos
    (DDE), Diseño Robusto y Análisis del Modo de Fallos
    y Efectos (AMFE).

    En cuanto a Producción se utilizan las
    herramientas básicas del control de calidad entre los
    cuales se encuentran: los histogramas, el Diagrama de Pareto, el
    Diagrama de Ishikawa, AMFE, SPC (Control Estadístico de
    Procesos) y DDE.
    A las actividades y procesos de Aprovisionamiento le son
    aplicables el SPC y el DDE correspondientes a los
    proveedores.

    9. Equipo de Mejora Seis
    Sigma

    El mismo atraviesa por seis fases, siendo éstas las
    siguientes:

    1. Identificación y selección de proyectos. La
      dirección considera los diversos proyectos de mejora
      presentados, seleccionando los más prometedores en
      función de posibilidades de implementación y de
      los resultados obtenibles. El proyecto tiene que tener un
      beneficio tanto para el negocio, como para los clientes. El uso
      del Diagrama de Pareto es una herramienta beneficiosa para
      dicha selección.
    2. Se procede a la formación de los equipos, entre
      los cuales se encuentra el Líder
      del grupo
      (Cinturón Negro), para lo cual se involucrarán a
      aquellos individuos que de acuerdo al Inventario
      Permanente de RR.HH. (ver anexo) poseen las cualidades
      necesarias para integrarse al proyecto en
      cuestión.
    3. Desarrollo del documento marco del proyecto. El
      documento marco es clave como elemento en torno al cual
      se suman las voluntades del grupo, sirviendo de guía
      para evitar desvíos y contradicciones. El mismo debe ser
      claro, fijar claramente los límites en recursos y
      plazos, y por sobre todas las cosas el objetivo supremo a
      lograr.
    4. Capacitación de los miembros del equipo. Los
      mismos son capacitados, de no contar ya con conocimientos y/o
      experiencia en Seis Sigma en estadísticas y
      probabilidades, herramientas de gestión, sistema de
      resolución de problemas y toma de
      decisiones, creatividad,
      pensamiento lateral, métodos
      de creatividad, PNL, planificación y análisis de
      procesos.
    5. Ejecución del DMAMC e implementación de
      soluciones. Los equipos deben desarrollar los planes de
      proyectos, la capacitación a otros miembros del
      personal,
      los procedimientos
      para las soluciones y son responsables tanto de ponerlos en
      práctica como de asegurarse de que funcionan (midiendo y
      controlando los resultados) durante un tiempo
      significativo.
    6. Traspaso de la solución. Luego de cumplido los
      objetivos para los cuales fueron creados los equipos se
      disuelven y sus miembros vuelven a sus trabajos regulares o
      pasan a integrar equipos correspondientes a otros
      proyectos.

    10. Cinturones y
    Líderes

    Como una forma de identificar a determinados miembros del
    personal que cumplen funciones específicas en el proceso
    de Seis Sigma, e inspirados en las artes marciales como
    filosofía de mejora continua y elevada disciplina, se han
    conferido diversos niveles de cinturones para aquellos miembros
    de la organización que lideran y ayudan a liderar los
    proyectos de mejoras.

    Así con el Cinturón Negro (Black Belt) tenemos a
    aquellas personas que se dedican a tiempo completo a detectar
    oportunidades de cambios críticas y a conseguir que logren
    resultados. El Cinturón negro es responsable de liderar,
    inspirar, dirigir, delegar, entrenar y cuidar de los miembros de
    su equipo. Debe poseer firmes conocimientos tanto en materia de
    calidad, como en temas relativos a estadística,
    resolución de problemas y toma de decisiones.

    El Cinturón Verde (Green Belt) está formado en
    la metodología Seis Sigma, sirviendo como miembro de
    equipo, sirviendo de apoyo a las tareas del Cinturón
    Negro. Sus funciones fundamentales consisten en aplicar los
    nuevos conceptos y herramientas de Seis Sigma a las actividades
    del día a día de la organización.

    El Primer Dan (Máster Black Belt o Maestro
    Cinturón Negro) sirve de entrenador, mentor y consultor
    para los Cinturones Negros que trabajan en los diversos
    proyectos. Debe poseer mucha experiencia en el campo de
    acción tanto en Seis Sigma como en las operatorias
    fabriles, administrativas y de servicios.

    Espónsor (Champion) es un ejecutivo o directivo que
    inicia y patrocina a un Blach Belt o a un equipo de proyecto. Una
    especie de mecenas. El mismo forma parte del Comité de
    Liderazgo, siendo sus responsabilidades: garantizar que los
    proyectos están alineados con los objetivos generales del
    negocio y proveer dirección cuando eso no ocurra, mantener
    informados a los otros miembros del Comité de Liderazgo
    sobre el progreso del proyecto, proveer o persuadir a terceros
    para aportar al equipo los recursos necesarios, tales como
    tiempo, dinero, y la
    ayuda de otros. Conducir reuniones de revisión
    periódicas y negociar conflictos y
    efectuar enlaces con otros proyectos Seis Sigma.

    Líder de Implementación
    Generalmente a cargo del CEO u otra figura máxima y
    cercana a ese nivel máximo es responsable de la puesta en
    práctica del sistema Seis Sigma y de los resultados que
    este arroje para la organización, siendo el estratega
    fundamental del sistema.

    11. Establecimiento de técnicas
    que eviten errores

    En muchas organizaciones, cometer errores y luego corregirlos
    es parte de sus operaciones diarias. Los empleados anotan
    información de forma errónea, usan mal las
    herramientas, proporcionan información equivocada, ignoran
    pasos de un proceso, cometen errores en mediciones y así
    sucesivamente. Los errores son una señal de que los
    procesos no están bien entendidos y que la
    información necesaria no está disponible para los
    empleados. Pueden y deben introducirse cambios que ayuden a los
    empleados a comprender que los errores no tienen que ser parte de
    las operaciones, utilizando para ello diversas técnicas
    entre las cuales podemos describir:

    1. Recordatorios. Los recordatorios incluyen listas de
      verificación, manuales,
      gráficas, formas especiales
      –cualquier cosa que ayude a los empleados a recordar lo
      que deben hacer-. Los pilotos de aviación siempre usan
      una lista de verificación escrita de los pasos a seguir
      antes de despegar y aterrizar, sin importar cuántas
      veces lo hayan hecho. El usar recordatorios asegura que no se
      ignorará ningún paso de una actividad o proceso
      importante.
    2. Eliminar similitudes que confunden. Cuando se presentan
      similitudes entre dos artículos –por ejemplo,
      formas, colores,
      ubicaciones o números de partes- existe la posibilidad
      de que los empleados cometan errores. Para evitar este tipo de
      equivocaciones, supervisores y empleados deben revisar,
      primero, el tipo de errores que se presentan; luego
      podrán hacer cambios en formas, colores, ubicaciones o
      cualquier característica que esté causando
      confusión. De esta manera, pueden reducirse
      considerablemente la posibilidad de errores por similitud.
      Pensemos al respecto en los errores que suelen tener lugar en
      los hospitales con los tubos de oxigeno o de
      otro tipo de insumos médicos. Colores que identifiquen
      claramente su contenido pueden evitar gravísimas
      consecuencias.
    3. Establecer restricciones. Otra técnica para reducir
      la posibilidad de errores es el desarrollo de restricciones.
      Las restricciones son obstáculos físicos que
      impiden que las personas realicen mal una tarea. Por ejemplo,
      una restricción puede impedir que alguien siga los pasos
      de un proceso en el orden equivocado. Considere el uso de
      restricciones para impedir que los empleados hagan mal las
      cosas. Si las herramientas utilizadas en un quirófano
      ocupan un lugar claramente identificado, una vez utilizada la
      misma dicha herramienta debe ocupar ese lugar, de quedar
      vacío el mismo es porque puede estar en el interior del
      paciente. Piense cuantas agujas y otros elementos se olvidan en
      el interior por no tomar en cuenta ésta
      práctica.
    4. Usar la capacidad de realización. La capacidad de
      realización es un entorno o circunstancia que facilita
      hacer un trabajo como es debido. La capacidad de
      realización es el opuesto a las restricciones.
    5. Cuestionario o Matriz de
      Análisis Preventivo. Para cada operación o
      proceso los empleados de línea y los supervisores y
      demás personal jerárquico deben cuestionarse que
      puede salir mal (haciendo por ejemplo uso de la Tormenta de
      Ideas) y luego analizar la forma de evitar de que ello ocurra.
      Así si un corte de energía
      eléctrica puede hacer perder archivos, como
      así también dañar los sistemas de
      cómputos una medida preventiva es utilizar
      baterías que permitan cerrar los programas y
      apagar los equipos con suficiente tiempo e inclusive si la
      capacidad lo permite continuar realizando labores mientras
      falta la energía corriente.
    6. Puntas guía. Identificar perforaciones omitidas en
      las partes (si la pieza no entra en las puntas, no están
      allí todas las perforaciones).
    7. Fotoceldas. Para indicar la ubicación apropiada, la
      existencia de perforaciones y aditamentos y la presencia o
      ausencia de partes.
    8. Interruptores de paro. Para detener el equipo cuando una
      máquina detecta una condición de error.
    9. Contadores (monitores).
      Para garantizar que todas las partes han sido utilizadas o
      todas las acciones han sido completadas.

    Estos dispositivos mecánicos y de memoria, y muchos
    más, ayudan a los empleados a impedir que ocurran errores
    al ejecutar los procesos.

    12. Diseño
    consistente

    Un motivo por el cual los productos fallan es que los
    diseños son demasiados complejos y las partes quedan fuera
    de servicio al someterlos a circunstancias extremas o fuera de
    control. Para hacer frente a esto, los desarrolladores de
    productos tienen la meta de presentar diseños
    consistentes, que son planes que reducen la posibilidad de fallas
    en el producto y optimizan la confiabilidad del mismo. Los
    diseños consistentes privilegian la simplicidad sobre la
    complejidad, sin sacrificar la funcionalidad que buscan los
    clientes; reduciendo las oportunidades de que ocurran defectos en
    los procesos de producción e incrementan la posibilidad de
    que un producto opere como se supone que debe hacerlo en una gran
    variedad de usos y condiciones ambientales. El diseño
    consistente es un ejemplo del control preventivo que puede ayudar
    a eliminar muchos problemas más adelante en el proceso de
    producción.

    13. Estrategia de
    implantación de Seis Sigma

    Un plan exitoso de Seis Sigma comprende cuatro etapas
    fundamentales, cada una de las cuales esta constituidas por
    sub-etapas (las cuales pueden desarrollarse en forma
    paralela)

    1º Decisión del Cambio

    2º Despliegue de Objetivos

    Estrategia de implantación

    3º Desarrollo del Proyecto

    4º Evaluación de Beneficios

    Decisión del cambio
    Es necesario y primordial convencer y demostrar a los directivos
    de la empresa acerca de la imperiosa necesidad del cambio, ello
    se logrará mejor si se muestra la evolución de los
    mercados en general y de la industria especifica en especial,
    tanto a nivel mundial como nacional y regional. En segundo lugar
    debe mostrarse claramente lo que acontece con la empresa,
    describiendo su evolución y comparándola con la de
    los actuales y futuros competidores. Debe dejarse en claro donde
    estará la empresa dentro de cinco o diez años de no
    efectuar cambios y donde estarán las empresas que si
    realicen tales cambios.
    Demostrada la necesidad de instaurar un proceso de mejora
    continua, y de reingeniería si es necesario para cubrir
    rápidamente brechas de performances, el paso siguiente es
    demostrar las características y cualidades de Seis Sigma,
    mostrando además las diferencias de este en
    relación a otros sistemas de
    calidad y mejora continua.
    De estar aplicando ya la empresa algún otro sistema o
    método de mejora continua se hace menester evaluar los
    resultados que los mismos están brindando, para lo cual un
    buen método es evaluar el nivel de sigma que tienen sus
    procesos actualmente y compararlos (benchmarking) con los
    competidores globales.
    La etapa siguiente consiste en el cambio de paradigmas de los
    directivos y personal superior de la empresa. Es necesario que
    eliminen de sus mentes que los errores son algo admisible y
    propios de la producción.
    Se planifica estratégicamente definiendo claramente cuales
    son los valores, misión y
    visión de la empresa, para fijar con posterioridad
    objetivos a lograr para hacer factible los objetivos de
    más largo plazo. En función de ello se debe lograr
    una visión compartida con la cual se alcance la
    energía suficiente para lograr un trabajo en equipo que
    permita lograr óptimos resultados en la puesta en marcha
    de Seis Sigma. En función de los planes se asignan
    partidas presupuestarias a los efectos de su puesta en marcha y
    funcionamiento.

    Se seleccionan los Líderes y Cinturones, en
    función de sus conocimientos, capacidades y puestos que
    actualmente ocupan.

    Se debe proceder a la capacitación y entrenamiento de
    los diversos niveles de cinturones y liderazgos, como así
    también al resto del personal. Esta capacitación
    incluirá diferentes aspectos dependiendo ello de las
    funciones y niveles que cubra dicho personal. Se incluirán
    aspectos vinculados con el significado y funcionamiento de Seis
    Sigma, los métodos de resolución de problemas y
    toma de decisiones, trabajo en equipo, liderazgo y motivación, creatividad, control
    estadístico de procesos, diseño de experimentos,
    herramientas de gestión, AMFE, estadística y
    probabilidades, muestreo, satisfacción del consumidor,
    calidad y productividad,
    costo de calidad,
    sistemas de
    información, utilización de software estadístico,
    supervisión y diseño de proyectos,
    entre otros.

    Despliegue de objetivos
    Se establecen los sistemas de información,
    capacitación y supervisión apropiados al nuevo
    sistema de mejora.
    Se incluyen en los sistemas de información y control
    (Cuadros de Mando Integral los objetivos, indicadores e
    inductores relativos a Seis Sigma). De no existir un Cuadro de Mando
    Integral se procede a elaborar un Cuadro de Indicadores de
    Seis Sigma.
    Se forman los primeros grupos de trabajo en función de los
    proyectos seleccionados.
    Los proyectos son seleccionados en función de los
    beneficios tanto para la empresa, pero fundamentalmente para el
    incremento en la satisfacción de los clientes y
    consumidores.
    Es conveniente comenzar con proyectos pilotos para poner a prueba
    las técnicas y conocimientos aprendidos, y demostrar
    además al resto de la organización acerca de los
    logros en la implementación del sistema.

    Desarrollo del proyecto
    Es primordial antes que nada definir los requerimientos de los
    clientes externos e internos, y la forma en que se medirán
    el logro de dichas especificaciones.
    Los círculos de calidad o equipos de
    trabajo Seis Sigma (ETSS) proceden a aplicar la
    metodología DMAMC (Definir-Medir
    Analizar-Mejorar-Controlar).
    Se mantiene informado a los directivos acerca de la marcha de los
    diferentes proyectos.

    Evaluación de beneficios
    Se determinan las mejoras producidas luego de la
    implementación de los cambios resultantes del desarrollo
    de los diversos proyectos. Ello se manifiesta tanto en niveles de
    rendimientos, como en niveles de sigma, DPMO y ahorros
    obtenidos.
    Es conveniente hacer un seguimiento constante de los niveles de
    satisfacción tanto de los clientes internos como
    externos.

    14. Anexo. Inventario Permanente de
    Recursos Humanos

    Unos de los grandes desperdicios que se producen en las
    organizaciones es no utilizar plenamente las capacidades del
    personal, desconociendo sus aptitudes, experiencias,
    conocimientos y logros.
    Una base de datos que
    permita conocer las experiencias, conocimientos, y aptitudes del
    personal permitirá a la empresa evitar tener que recurrir
    a personal externo cuando posee las capacidades en su interior,
    motivar al personal al reconocer y permitir utilizar plenamente
    sus cualidades, y por último planificar en función
    a la confrontación entre las necesidades críticas
    de la compañía y los recursos
    humanos existentes, las necesidades a cubrir, bien sea
    capacitando al personal o cubriendo con nuevo personal aquellas
    aptitudes, conocimientos y experiencias necesarias para el normal
    desenvolvimiento de la organización y el logro de los
    objetivos establecidos.

    15. Bibliografía

    • Barba, Enric – Boix,
      Francesc – Cuatrecasas, Lluís – Seis Sigma –
      Gestión 2000 – 2000
    • Chowdhury, Subir – El Poder de
      Seis Sigma – Prentice Hall – 2001
    • Saderra i Jorba, Lluís – El secreto de la
      calidad japonesa – Marcombo – 1993
    • Crosby, Philip B. – Hablemos de calidad –
      McGraw Hill – 1989
    • Plotkin, Hal – Six Sigma. Qué es y cómo
      utilizarlo – Harvard Business Review /Management Herald
      – Mayo/2003
    • Castro, Cecilia de – Seis Sigma, el último
      grito de la calidad – Diario Clarín –
      31/08/03
    • Harry, Mikel – The vision of Six Sigma, case studies
      and applications – Sigma Publishing Company –
      2000
    • Hoerl, Roger – Six Sigma and the future of the
      quality profession – IEEE Engineering Management Review
      – 1998
    • Agut, Joaquim – La qualitat Sis Sigma – Revista
      de Qualitat – 2000
    • Serieyx, Herve – Le Zero Mepris – Inter.
      Éditions – 1989
    • Brue, Greg – Seis Sigma para Directivos –
      McGraw Hill – 2002

     

     

    Autor:

    Mauricio León Lefcovich (Argentina)

    Consultor en Administración de Operaciones
    Especialista en Kaizen y Seis Sigma

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