Monografias.com > Historia
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Aproximación histórica a la Universidad Colombiana




Enviado por diansoto



    Aproximación histórica a
    la Universidad
    Colombiana

    en el siglo XIX

    1. Resumen
    2. La Universidad Republicana:
      1826-1843.
    3. Inicios de la modernidad en la
      Universidad: 1842-1880
    4. La Universidad bajo el movimiento
      de la Regeneración: Cesa la autonomía se
      centraliza la Universidad.1880-1903.
    5. Conclusiones

    RESUMEN

    La universidad colombiana en el siglo XIX se analiza,
    en este trabajo, a través de rupturas
    político-educativas. Además, la evolución y reformas universitarias se
    insertan en el proceso de
    conformación de los dos partidos tradicionales que van
    organizando el Estado
    republicano y la Nación
    en medio de las guerras
    civiles partidistas. El aporte se localiza en el análisis de los tres períodos dentro
    del contexto político: 1). La universidad republicana,
    1826-1842; 2). Inicios de la modernidad en la
    universidad, 1842-1880; 3). La universidad bajo el movimiento de
    la Regeneración: Cesa la autonomía se centraliza la
    universidad, 1880-1903.

    PALABRAS CLAVES: Historia,
    Universidad, Universidad siglo XIX, Universidad republicana,
    Autonomía universitaria.

    ABSTRACT

    Colombian university of the XIX Century is analizad, in
    this work through the political educative break. Also, the
    evolution and universities reform is insert in the conformation
    process of the two traditional parties that organizates the
    Republican State and the Nation in the middle of civil
    partidistas war. The import took placer in the analysis of the
    three periods in the political context: 1). The Republican
    University, 1826-1842; 2). From the beginning of the modernity in
    the University, 1842- 1880; 3) The University in "Regeneration":
    stop the autonomy and center the university.

    INTRODUCCIÓN

    La síntesis
    que presentamos es un avance de la investigación que realizamos sobre la
    "Historia de la
    universidad colombiana.1774-1992". En este trabajo se dará
    una visión general de la evolución de la
    universidad colombiana en el siglo XIX tomando como hilo
    conductor las grandes reformas educativas y políticas
    que marcaron rupturas en el desarrollo de
    esta institución en Colombia.
    Ciertamente, el siglo XIX presenta una caracterización
    peculiar respecto a la simbiosis de: cambio
    constitucional-partido
    político-universidad.

    Los tres períodos de estudio los hemos
    caracterizado teniendo en cuenta la concepción del
    Estado sobre
    la universidad, autonomía, fundaciones dentro del
    desarrollo cultural-político del país, reformas
    administrativas y de planes de estudio, profesores y estudiantes
    y financiación.

    La metodología que se ha utilizado es la de la
    historia social de la educación donde el
    hecho educativo es la universidad. En este sentido se analiza
    cada periodo histórico a partir de: Primero, la
    concepción de la universidad localizada en una ciudad y
    país con su componente
    socio-político-económico. En este apartado
    consideramos fundamental establecer la relevancia político
    social que tenía la institución universitaria en la
    ciudad dentro de la relación universidad-sociedad.

    Segundo, consideramos que la legislación es
    la base para entender la concepción de la política
    universitaria que establecía cada gobernante en su
    momento. Ciertamente, la legislación tiene sello propio en
    cada administración. A este respecto, se
    establece que en los diferentes periodos se propusieron ideales
    educativos diferentes según se perteneciera al partido
    liberal o al conservador. Sin embargo, tenemos en cuenta que un
    aspecto es la legislación y otro la aplicación de
    la misma en la institución universitaria.

    Tercero, en este punto es relevante señalar
    que detrás de una reforma educativa se localiza un autor o
    autores de la misma. Por lo tanto, es relevante conocer
    ¿qué tipo de influencia externa asimilaron;
    ¿cuál fue la predominante? y ¿qué
    características particulares asumió
    el pensamiento
    universitario en el adaptacionismo de las políticas de
    reforma universitaria que propusieron?

    Cuarto, en la reglamentación administrativa
    nos referimos a: gobierno de la
    universidad; reglamentación sobre los catedráticos
    y la reglamentación sobre los estudiantes.

    Quinto, en el análisis de la
    "Reglamentación académica" se tiene en cuenta: 1).
    Requisitos para el Ingreso.2). Objetivo de la
    enseñanza; 3). En los contenidos las
    cátedras: con los autores y el método,
    los horarios, los exámenes y el tiempo de
    estudio

    Sexto, en la financiación de la universidad se
    explicarán las fuentes de la
    misma. Los gastos de las
    instituciones
    no se analizarán por considerar que es un aspecto peculiar
    de cada institución que no es motivo del presente
    estudio.

    Séptimo, nos referimos a las normas internas
    en lo referente a la reglamentación de la vida cotidiana
    en la institución y la relación de los miembros de
    la misma con la sociedad.

    Octavo; se refiere a los documentos de la
    época, tales como la legislación y prensa, entre
    otros.

    El trabajo se sustenta en documentos del Archivo General
    de la Nación de Colombia, Archivo del Colegio Mayor del
    Rosario, Academia Colombiana de Historia, entre otros. Como
    indicamos este es un avance de una investigación y por lo
    tanto sólo presentamos los primeros cuatro apartados de la
    metodología propuesta.

    Finalmente, debemos indicar que nuestro
    propósito es el de llevar a cabo un estudio comparado de
    la caracterización de la Universidad en América
    Latina con el equipo de investigadores del Grupo:
    Historia de la Universidad Latinoamericana".
    HISULA.

    1. La universidad
    Republicana: 1826-1843.

    En primera instancia debemos recordar que en la
    época colonial, en el actual territorio colombiano, no se
    logró la fundación de universidad pública.
    La excepción se presenta en los albores del siglo XIX con
    el Colegio-Universidad de San Pedro Apóstol, en la villa
    de Mompox (1806). Por lo tanto, no se tuvo la experiencia del
    modelo de lo
    público en la universidad.

    Por otra parte, en el virreinato de la Nueva Granada
    no se logró la creación de instituciones de
    formación académica científica como si lo
    hicieron los virreinatos de Nueva España con
    la cátedra de anatomía
    práctica (1768), el Real Jardín Botánico
    (1788) y en el mismo año la Cátedra de Química, el Real
    Seminario de
    Minería
    (1786). Así mismo, en el virreinato del Perú, se
    organizó en Lima La Escuela de San
    Fernando bajo la dirección de Hipólito
    Unánue.

    En el virreinato de la Nueva Granada la única
    experiencia de carácter
    científico, no docente institucional, fue la
    Expedición Científica que estuvo bajo la
    dirección de José Celestino Mutis (1783). Sin
    embargo, reiteramos que en los inicios del siglo XIX, nuestro
    modelo Ilustrado de Universidad se establece en la Villa Mompox.
    Por lo demás, quedaron intactas las estructuras
    universitarias coloniales. Pero hay que decir, que la elite
    criolla que lideraba el proceso de la independencia
    conocía el pensamiento Ilustrado y con las ideas de la
    Enciclopedia propugnaron por unir la libertad y la
    razón en los nuevos estudios
    universitarios.

    Es significativo que para los nuevos gobernantes el
    gran reto era nada menos que organizar un nuevo Estado bajo los
    principios
    republicanos. Para ellos la educación se
    convirtió en la base de la transformación
    social-económica y científica.

    En este sentido, los criollos retomaron el modelo
    borbónico de control de la
    universidad por parte del Estado. Se ha repetido que el modelo
    aplicado en la reforma de Santander en 1826, fue el de Napoleón. Este modelo de Napoleón se
    caracterizó por "formar las escuelas autónomas de
    derecho, medicina,
    farmacia, letras y ciencias;
    separadamente se estructuraron la Escuela Politécnica,
    destinada a la formación de los cuadros técnicos y
    la Escuela Normal Superior, encargada de crear los educadores que
    actuarían como difusores, en toda la nación, de la
    nueva cultura
    erudita de base científica". Nosotros consideramos que,
    quizá, estuvo en las intenciones de los nuevos gobernantes
    el utilizar el modelo de Napoleón para formar los
    encargados del desarrollo
    económico del país. Sin embargo, fuera de
    adaptar algunos aspectos en la división de las Escuelas en
    la universidad lo destacable fue el control de la universidad por
    parte del Estado bajo un sistema
    centralista. El currículo que aspiraban era el truncado de
    Moreno y Escandón de introducir en la enseñanza las
    "ciencias útiles". Agregando los objetivos de
    formar "buenos" ciudadanos y construir la nueva Nación,
    donde lo relevante era la educación pública y por
    lo tanto la formación de maestros se convirtió en
    la prioridad del momento. En cuanto al modelo de la universidad
    alemana, de introducir en esta institución "la
    formación de tecnólogos y científicos que
    permitieran crear una química y una metalurgia
    rápidamente desenvueltas para competir con las antiguas
    potencias industriales" estuvo lejos de adaptarse en
    Colombia.

    Por otra parte, debemos indicar que detrás de
    la citada reforma del Plan de estudios
    de 1826 se encontraban don Jerónimo Torres, don Vicente
    Azuero, don José María Esteves y el Dr. José
    Fernández Madrid a quienes Santander les encomendó
    la elaboración del Plan de Estudios para las
    universidades.

    Hay que decir, que con la independencia, la
    élite que organizó el nuevo Estado Nacional
    colombiano y que se encontraba dentro de la corriente de la
    Ilustración, se marcó como objetivo fundamental
    para la consolidación del Estado el impulsar un nuevo tipo
    de educación donde las "ciencias útiles" marcaran
    la pauta dentro de la concepción de la "educación
    pública y oficial". Sin embargo, reiteramos que el modelo
    de universidad investigativa no puede afirmarse que entró
    al territorio colombiano.

    Desde luego, la concepción de la Universidad
    presentó en este período dos concepciones que
    giraron en torno a los dos
    líderes políticos: Francisco de Paula Santander
    (1792-1840) y Simón Bolívar (1783-1830). Es
    imprescindible señalar que los dos coinciden en el modelo
    administrativo-financiero, concretándose en una estructura
    centralista de unidad de currículo y de control por parte
    del Estado. Además, la universidad como la
    educación en general, debía ser el vehículo
    de formación del nuevo ciudadano con la
    característica de pública y gratuita. Sin embargo,
    el verdadero problema que les diferenció fue,
    precisamente, el de los contenidos del currículo
    especialmente en el campo de la filosofía y de la
    política. Sin embargo, existió unidad de criterios
    en la eliminación de la escolástica y en la
    utilización del método experimental.

    Por otra parte, es importante desatacar que al
    plantearse la universidad bajo el control del Estado, la
    universidad republicana, pierde la autonomía
    académica, administrativa y financiera. La
    Institución debía servir a los intereses del Estado
    y es éste el que le reglamenta y regula su funcionamiento.
    Sin embargo, el anhelo planteado por el Fiscal Moreno
    desde 1768 de secularizar la universidad se va cristalizando
    aunque se debe indicar que el clero secular continuó con
    influencia dado que participaron en la revolución
    de independencia. Según se establece, cargos relevantes se
    le dieron al clero secular mas no a las comunidades religiosas.
    El monopolio
    educativo había finalizado para éstas durante
    la
    administración de Santander. A este respecto, se debe
    indicar que "la Iglesia
    quería continuar contando con la protección estatal
    a la que estaba acostumbrada desde los tiempos coloniales, pero
    quería recuperar su independencia frente al Estado. Por su
    parte, los gobernantes republicanos querían conservar a la
    Iglesia bajo el mismo control que ejercían la Corona y las
    autoridades coloniales…. sin comprometerse a garantizarle
    la situación de sólido monopolio religioso y social
    que gozaba durante la dominación
    española".

    En cuanto a la
    organización de los nuevos centros universitarios se
    parte del "Patronato del Estado". La influencia europea fue
    evidente en la organización del nuevo modelo de
    universidad. Precisamente, la concepción universitaria de
    Santander se concreta en el ya citado Decreto del 18 de marzo de
    1826. En éste se dispone el establecimiento de las
    universidades centrales del Estado colombiano en: Caracas,
    Bogotá y Quito. Por otra parte, se ordenó la
    creación de universidades seccionales donde se presentara
    un mayor número de profesores y alumnos. Se indica en el
    Art. 25 que "en las ciudades en que haya universidades centrales
    o departamentales, quedará incorporada a la universidad la
    enseñanza que se daba en el colegio o colegios existentes
    en la misma ciudad". Pero, lo peculiar en este caso, es que en la
    realidad funcionaron en las regiones los colegios denominados
    "santanderinos" más no las universidades. Lo relevante, es
    que estos colegios asumieron el modelo del Colegio Mayor de
    Nuestra Señora del Rosario donde se impartía en la
    Institución los estudios de carácter
    superior.

    Es imprescindible señalar que el Decreto que
    reglamentó el Plan de estudios fue el del 3 de octubre de
    1826. En éste se reglamenta la arquitectura de
    los edificios (Art. 28); se continua con la tradición
    colonial que el rector y vice-rector deberían vivir en la
    institución (atr.29); Se asume la forma de gobierno del
    claustro compuesto por: rector, vicerrector, catedráticos
    y doctores (Art. 30). Sin embargo, esta Junta debería
    cumplir con lo ordenado por el gobierno (Art. 32). El Art. 36
    acuerda las funciones de la
    citada Junta entre otras, el manejo
    económico.

    Debe destacarse que el rector era elegido por la
    Junta General que hemos mencionado. Se incluía en la
    votación a los catedráticos jubilados. El gobierno
    era por tres años. El Art. 40 presenta un parágrafo
    que señala que en las nuevas universidades, "la primera
    vez será nombrado el rector, vicerrector y secretario por
    el poder
    ejecutivo".

    Hemos indicado que el currículo se
    unificó para todas las universidades. El centralismo y
    control académico lo estableció claramente el
    citado Decreto de octubre de 1826. El máximo organismo
    nacional para todos los niveles educativos continuó siendo
    la "Dirección General de Instrucción
    Pública". Los grados y títulos tendrían
    validez en todo el territorio nacional. (Art. 52 y 60). Es
    importante, destacar que establece los niveles académicos
    con los requisitos para su ingreso. De esta manera, los
    exámenes eran imprescindibles para poder acceder
    de: bachiller a licenciado. Es curioso que con el mismo examen de
    licenciado se recibiera el de doctor sin requerir de estudios
    posteriores (Art. 61, parágrafo). El Decreto reglamenta
    igualmente la convalidación de los títulos del
    extranjero. A estas personas se les requería que
    presentaran el examen de licenciado (Art. 67).

    Igualmente, se estableció el concurso
    público para los docentes. Este concurso era riguroso
    (Art. 69 a 76), al igual que las funciones de los
    catedráticos (Art. 77 a 94). A los estudiantes se les
    reglamentó desde la matrícula, asistencia a clases,
    los certámenes públicos, exámenes y
    vacaciones.

    Un hecho ya señalado por Moreno y
    Escandón, como era el de la necesidad de los libros y
    biblioteca en la
    universidad, queda establecido en este Decreto (Art. 126 a 130).
    A este respecto, se estableció que cada universidad
    tendría su propia imprenta, un museo, laboratorio
    químico y jardín botánico y observatorio
    astronómico (Art. 133 a 140).

    Por otra parte, se estableció el control y la
    uniformidad de la enseñanza que se impartiría en la
    universidad. El Plan de Estudio se reglamentó en: primero,
    literatura y
    bellas artes; segundo, filosofía y ciencias
    naturales; tercero, medicina; cuarto, jurisprudencia; quinta, teología (Art.
    141). Ahora bien, es importante destacar que en la clase de
    literatura se enseñaba: "lengua
    francesa e inglesa, dos de gramática latina combinada con la
    castellana, una de lengua griega y una del idioma de los
    indígenas que prevalezca en el Departamento" (Art. 142).
    Sin lugar a dudas, el pensamiento de la nueva educación
    experimental se centraba en la denominada clase de
    "filosofía y ciencias naturales". En estos estudios se
    cubría desde las matemáticas, la física, geografía,
    química, mineralogía, zoología, y
    física experimental (Art. 143).

    Así pues, nuevos estudios y textos se
    introducían en el ámbito universitario. Las
    teorías
    económicas y políticas inglesas ingresaron a los
    claustros universitarios. De hecho, el latín dejó
    de ser la lengua oficial de enseñanza y por el contrario
    se introdujo la enseñanza del francés y del
    inglés
    fundamentalmente por que se le dio un gran significado para el
    comercio y el
    desempeño diplomático. Los niveles
    se centraron en tres años para el bachillerato, otros tres
    para el grado de licenciado y doctor (Art. 199 y 200). Para los
    de jurisprudencia y teología se les exigía dos
    años más (Art. 203 a 207). Para los abogados,
    además, se les requería presentar tres años
    de práctica para poder ejercer la profesión (Art.
    224). Sin lugar a dudas se proponía un nuevo
    currículo donde desaparecía la enseñanza
    escolástica y se introducían los nuevos estudios
    que no se habían logrado institucionalizar en la Colonia.
    Y, algo fundamental: el Estado asumía el control de la
    educación
    superior frente al monopolio que habían tenido las
    comunidades religiosas en la época de la
    Colonia.

    Desde luego, la educación de los sacerdotes se
    indicó que debería ser independiente de los
    seglares. En tal sentido, Santander expidió un Decreto el
    31 de julio de 1823 donde creó el Colegio de "Ordenados"
    con el respectivo Plan de estudios y bajo la
    administración de un sacerdote que sería nombrado
    por el arzobispo. Pero parece que en la práctica, por lo
    menos en Bogotá, los estudiantes para sacerdotes siguieron
    asistiendo a las clases del Colegio San
    Bartolomé.

    A cada Facultad se le reglamentaron los textos
    básicos. Destacamos los libros de Jeremías Bentham
    (1748-1832) (Art. 168) que ya se habían recomendado por
    Santander mediante el Decreto del 8 de noviembre de 1825. Hay que
    decir, que los libros de Bentham fueron motivo de polémica
    hasta finalizar el siglo XIX. No cabe duda que Bentham es el
    filósofo político de la época que ejerce
    mayor influencia en estos territorios americanos. Sus principales
    obras: "Fragmentos sobre el gobierno" (1776) y "Principios de
    moral y
    legislación" (1789), fueron los textos obligatorios en las
    universidades de Nueva Granada que se impusieron bajo el auspicio
    de Santander. Lo significativo es que Bentham dividió la
    intelectualidad de la época, unos como partidarios suyos y
    otros como adversarios. No deja de ser curioso que José
    Félix de Restrepo, profesor de la época colonial y
    propulsor de la filosofía Ilustrada, ahora, en el cargo de
    la dirección tripartita de la "Dirección de
    Estudios Nacional", se opone a la enseñanza de los textos
    de Bentham.

    Revisando los decretos educativos del siglo XIX en
    Colombia se observa que, según la concepción del
    gobernante de turno, se suprime o se incluye en el Plan de
    Estudios al controvertido Jeremías Bentham. Por lo tanto,
    resulta relevante destacar en este trabajo la concepción
    que tenía este político-filósofo sobre la
    universidad. La primera crítica que establece es la
    relacionada con la enseñanza atrasada que se
    impartía por unas instituciones que fueron "fundadas bajo
    la autoridad de
    los papas y en unos tiempos de ignorancia en que la
    teología era la ciencia
    única". Agregaba, que si aparecía algún
    hombre
    aplicado a las ciencias naturales, enemigos natos de la
    teología escolástica, este era inspirado por el
    diablo y tratado como mago y hechicero".

    Debemos indicar que la universidad sufrió los
    avatares de la controvertida vida política y por lo tanto
    las innovaciones educativas quedaron en las reglamentaciones, y
    la tan anhelada enseñanza de las ciencias "útiles"
    se desarrolló en forma paralela a la universidad. En este
    sentido, los intentos de la ley del 6 de
    agosto de 1821 señalaban que se debía "fomentar el
    estudio del comercio, la minería, la agricultura y
    las ciencias militares". Así mismo, se debe destacar que,
    precisamente Francisco Antonio Zea durante su misión
    diplomática en Europa tuvo como
    uno de sus propósitos establecer una Academia de Ciencias
    en la Gran Colombia. Es por ello que realizó tres contratos: "el
    primero, con el grupo de franceses bajo la dirección del
    peruano Mariano Rivero para organizar la Escuela de
    Minería y el Museo Nacional; el segundo, con el mexicano
    José María Lanz para organizar una escuela de
    ingenieros militares y levantar el mapa de la nueva
    república; el tercero, con César Molina para
    dirigir en Santafé un establecimiento
    litográfico".

    En realidad al grupo de franceses se les contrata por
    seis años. A Santafé llegan Rivero y Boussingault
    el 24 de mayo de 1823 encontrándose con una realidad
    diferente a la pactada en el contrato. Desde
    luego lo pactado con Zea y el ideal de institucionalizar las
    "ciencias útiles" en la reciente República se
    encuentran con el inconveniente de la crisis
    económica. Pero, la intención es lo que cuenta y
    los nuevos gobernantes legislan y se expide la ley del 28 de
    julio de 1823. Esta Ley aprobaba la fundación de la
    Escuela de Minería y el Museo Nacional en la capital de la
    República.

    No obstante, con la situación de dificultad
    económica la Escuela de Minas y el Museo iniciaron labores
    en 1824. La Escuela de Minas bajo la dirección de Mariano
    Rivero, que a su vez enseñaría las cátedras
    de mineralogía, geología y
    explotación. Boussingault regentaría la
    cátedra de química general, analítica y
    metalurgia. Roulin se encargaría de matemáticas
    elementales, geometría
    descriptiva, mecánica y dibujo. Por
    otra parte, en el Museo se enseñaría botánica en el primer año y en el
    segundo la agricultura. Allí, entró a colaborar el
    neogranadino Juan María Céspedes quien más
    tarde aparece como miembro fundador de la Academia Nacional en
    1826.

    Debemos indicar, que la universidad no logró
    cambios significativos en el currículum. Los estudios de
    derecho, teología y medicina continuaron siendo los
    básicos para la nueva generación colombiana. Por lo
    tanto, la enseñanza de las ciencias naturales no se
    logró cristalizar a pesar de los esfuerzos de Lino de
    Pombo y José María Céspedes, entre otros, y
    del Decreto de Santander de octubre de 1826 que indicaba en el
    Capítulo XXII la enseñanza de las ciencias
    naturales.

    Un aspecto de gran relevancia en la nueva
    legislación para la universidad, de 1826, fue la
    limitación al monopolio del clero sobre este nivel
    educativo. Lo mismo sucedió en el campo general de la
    educación. En este punto, lo destacable es que para los
    nuevos gobernantes la religión era competencia de la
    libertad individual hecho que iniciaría la controversia,
    más adelante, con los liberales que propugnaron por la
    secularización de la educación.

    En definitiva, el período de la llamada
    "universidad santanderina" representó el control del
    Estado sobre la universidad con los intentos de un
    currículo moderno dentro de cierta libertad de
    cátedra para los profesores de literatura y de ciencias
    naturales. Terminó con el control y monopolio de las
    comunidades religiosas sobre los estudios superiores. Se
    permitieron colegios-seminario pero bajo el control del
    currículo por parte del Estado. Hay que decir que fue una
    etapa que osciló entre las políticas de Santander y
    las de Bolívar. Pero ante todo, el proyecto
    universitario se sujetaba al proyecto "nacional" de consolidar un
    nuevo sistema político-económico dentro del proceso
    de formación del Estado y de la Nación. Cuando
    Santander regresa al gobierno retoma nuevamente la reforma (1834)
    sin lograr que el Congreso le de la respectiva
    aprobación.

    Este período lo resume magistralmente
    Florentino González (1805-1875) cuando establece una
    descripción de la situación
    caótica de los estudios en la universidad. Al respecto
    indica que "la enseñanza era por supuesto, muy imperfecta,
    y todavía se hacia perder el tiempo a los estudiantes en
    aprender las añejas doctrinas de los peripatéticos,
    y en disputar como energúmenos en latín, sin llegar
    nunca a entenderse, sobre las causas eficientes y
    finales…… Así pasó el primer
    año de nuestro estudio de filosofía, en el que lo
    de más provecho que estudiamos fue la lógica
    de Heinecio, autor éste que fue proscrito ostensiblemente,
    pero sus principios fueron consignados en el cuaderno de
    lecciones que nos dictó el catedrático José
    María de Latorre y Uribe; pero por la misma razón
    fue más leído: es lo que sucede cuando se persiguen
    los libros". Debemos señalar que dentro del anterior
    contexto se educaron no sólo González sino
    también el gran reformador de la universidad como lo fue
    Ospina Rodríguez.

    Cerramos esta etapa con los Decretos del Gobierno de
    Bolívar contra la enseñanza de Bentham y la
    prohibición de las Sociedades o
    confraternidades secretas porque, según él,
    preparaban "los trastornos políticos, turbando la
    tranquilidad pública y el orden
    establecido".

    Hemos indicado que con el regreso de Santander al
    poder se intenta re-estructurar la universidad con el nuevo Plan,
    que presenta en 1834, pero no recibió el apoyo del
    Congreso. En cambio, se aprobaron, en 1835, las reformas que le
    otorgaban más privilegios académicos a los colegios
    de secundaria. Ahora bien, estas instituciones, en la provincia,
    habían caído bajo la influencia del clero y el Plan
    de Estudios científicos no se logró
    institucionalizar, una vez más, por la falta de recursos
    económicos.

    No podemos dejar de mencionar que los estudios
    realizados en los colegios particulares, desde antes de 1830, se
    les acreditaban en la universidad para obtener el respectivo
    grado académico. Igualmente, sucedió con los
    colegios de la Comunidad de
    Santo Domingo a quienes Bolívar les validó los
    estudios para que pudiesen obtener los grados académicos
    en la universidad. Otro aspecto que llama la atención es que los colegios empiezan a
    dictar cursos que
    estaban destinados a la enseñanza universitaria.
    Encontramos los casos del colegio de Guanentá donde se
    establece una cátedra de medicina y cirugía, en
    1828. Situación similar presentaron los colegios de
    Vélez, Antioquia, Ibagué y Panamá.
    Reiteramos, que es significativo, porque estos estudios de
    medicina, hasta el momento, correspondían al
    currículo de la universidad.

    Finalmente, con el abandono de la presidencia por
    parte de Santander, encontramos, en agosto de 1837, a 3.012
    estudiantes localizados en las tres universidades, 20 colegios
    públicos para varones y 6 casas de educación. El
    mayor número de cursos se concentraba en lenguas, le
    seguía filosofía, leyes y
    teología. Los salarios de los
    profesores no pasaban de 600 pesos anuales pero se
    recurrió a que la enseñanza fuera gratuita por
    parte de los maestros. Es decir, la anhelada introducción de las ciencias naturales y
    técnicas no se había
    institucionalizado en la universidad por la falta de fondos para
    impartir estos estudios. Es más, había transcurrido
    una década donde no se aclaraba el sentido
    ideológico-político de la nueva Nación ni se
    lograba que las universidades se transformaran obedeciendo a las
    necesidades del personal que
    requería el país.

    A Santander le sigue en la presidencia, su opositor,
    José Ignacio Márquez. Precisamente, Márquez
    en el mensaje al Congreso de 1839, describe la situación
    cultural de la época. Se indica cómo la universidad
    no había resuelto ninguno de los problemas
    fundamentales de formación de la generación que se
    necesitaba para el desarrollo del país. Señalaba,
    que: "tenemos abundancia de letrados y de médicos que se
    aumentan día a día, pero carecemos de suficiente
    número de hombres instruidos en las ciencias exactas y
    artes mecánicas, en la química, mineralogía,
    botánica y agricultura, sin las cuales no podrán
    desenvolverse del todo los gérmenes de prosperidad que
    encierran las diversas provincias del Estado, sería
    conveniente se hiciesen venir de Europa, profesores
    hábiles en estas ciencias, con los aparatos, máquinas e
    instrumentos necesarios para que las difundiesen en la
    República" . En realidad abogaba por los principios que
    había señalado años antes el vicepresidente
    Francisco Antonio Zea.

    La preocupación de Márquez es
    explicable si se tiene en cuenta que "en la Nueva Granada, como
    en otros países de América
    Latina, la expansión comercial de mediados del siglo XIX
    hizo, en gran medida, que la clase alta mirara hacia el
    extranjero". Conocemos que en este período los liberales
    se identificaban con el grupo social de "comerciantes,
    burócratas e intelectuales". Este grupo iba perfilando una
    nueva nación con diferente estilo de vida a los de la
    colonia. Por lo tanto, se propugnaba por nuevos valores que
    llegaban de los filósofos ingleses y franceses acordes con
    el mundo moderno que se imponía en Europa y que se trataba
    de asimilar en las antiguas colonias españolas en
    América.

    Las diferencias políticas marcaban el rumbo de
    la dirección de la universidad Central. Márquez se
    negaba a nombrar un santanderino de rector de esta
    institución. Así, que vetado Florentino
    González tuvo que aceptar finalmente en nombrar a
    José Duque Gómez simpatizante de Santander. Pero,
    el aspecto más singular es que la universidad no fue ajena
    a la convulsión política del momento. La Guerra de los
    Supremos o también denominada de los "conventos" entre
    1839 y 1841 marco las diferencias entre los liberales, la
    provincia y los conventos. Especialmente, los círculos de
    poder de la Iglesia estaban alerta y protestaron con las medidas
    sobre los conventos. En definitiva, como señala
    Köning "mantenían su alianza personal con
    políticos más bien conservadores".

    Existe otra diferencia importante que se da a partir
    de la presidencia de Pedro Alcántara Herrán, en
    1841, como es el hecho del retorno al país de la
    Compañía de Jesús, quienes entran de
    inmediato a regentar sus antiguos colegios y universidades. Por
    otra parte, se abre un nuevo período con la reforma
    universitaria que implementa Mariano Ospina, desde la Secretaria
    del Interior en 1842.

    2. Inicios de la
    modernidad en la universidad: 1842-1880

    Los antecedentes de la modernidad, los hemos
    señalado en la reforma del fiscal Moreno y Escandón
    y en la de Eloy Valenzuela en el periodo colonial. Sin embargo,
    de manera institucionalizada y con los criterios de:
    relación educación-economía, la
    expansión de la escolaridad y la diversificación
    del curriculum;
    transmisor del conocimiento
    creado en otra parte, se tratan de desarrollar a través de
    la reforma de Ospina Rodríguez de 1842.

    Este periodo se caracteriza por: las luchas
    partidistas que dieron grandes cambios en la universidad
    sometiéndose la misma a cada gobierno de turno; el control
    del Estado y la dirección por parte del sector civil sobre
    la universidad; el bajo presupuesto; los
    debates de la moral laica
    opuesta al control de la iglesia; los debates por la
    enseñanza de Bentham; y la rígida disciplina
    para controlar la institución.

    2.1. La reforma universitaria de Mariano Ospina
    Rodríguez (1842-1845)

    La reforma de Mariano Ospina, se aprobó mediante
    la ley 1366 del 21 de mayo de 1842. Precisamente, con esta Ley se
    reformó el Plan de Estudios que se venía aplicando
    desde 1826. Este Plan lo podemos caracterizar en primera
    instancia en: orientar la educación hacia "lo
    práctico y lo útil" con la inclusión de la
    enseñanza de las ciencias naturales. Señalaba
    Ospina, en la Memoria al
    Congreso de 1842, que: "las ciencias exactas y naturales,
    conocimientos industriales, aplicación de las verdades
    científicas a las artes productivas de riquezas, han sido
    extrañas en los colegios y universidades" .

    Por lo anterior, consideraba prioritario que "la riqueza
    no viene sino del trabajo y de la industria, y
    la política y la abogacía apartan a la juventud del
    trabajo y de la industria". Es por ello que se ordenó para
    cada universidad una Facultad de Ciencias y Matemáticas.
    Consideramos que este hecho cambia la concepción de la
    universidad. Lo prioritario era formar la nueva generación
    en "los asuntos industriales y las ciencias útiles". La
    educación técnica se convirtió en el puntal,
    según Ospina, para lograr contener el desorden y
    "acercarse a los logros económicos". Ospina, "esperaba
    simultáneamente familiarizar a las clases altas con el
    conocimiento
    científico práctico y desestimularlos de buscar
    grados universitarios tradicionales". El objetivo de Ospina era
    vincular al país al mercado
    internacional formando un individuo que sirviera a este
    desarrollo económico.

    Es más, en cada Distrito la universidad
    estaría compuesta por cinco facultades: la de literatura y
    filosofía; la de ciencias físicas y
    matemáticas; medicina; jurisprudencia y ciencias
    eclesiásticas. En estas circunstancias se apoyó,
    para impartir la citada formación, en los antiguos
    colegios santanderinos hecho que ya había iniciado
    Bolívar en 1828. Ahora, la novedad radicaba en el hecho
    que a estas instituciones se les otorgaba el privilegio de
    otorgar grados siempre que "observaran el régimen escolar
    de las universidades o que los estudiantes se sujeten a ser
    examinados en ellas sobre las materias que creyesen haber
    aprendido". Sin embargo, esta modernización de los
    estudios en la universidad, una vez más, fracasó en
    su intento por la falta de dinero.

    Un segundo aspecto, de gran relevancia, en la reforma de
    Ospina se refiere al hecho que abogando la libertad de
    enseñanza restituye la enseñanza religiosa y apoya
    a los jesuitas. Se debe indicar que el General Pedro
    Alcántara Herrán, en 1844, permitió el
    regreso de la Compañía de Jesús quienes
    retomaron el control de sus colegios y universidad. Desde luego,
    se retomó la polémica de la enseñanza de
    Bentham en las universidades y se les atribuyó que por
    estas enseñanzas se "había dado el deterioro moral
    y político del país". Por lo tanto, a Bentham se le
    cambió por Juan Heinecke, teólogo y jurista
    alemán. Se eliminó igualmente del currículo
    al autor sensualista Destut de Tracy.

    Desde luego, el Plan de estudios de Ospina fue
    calificado por Salvador Camacho Roldán como
    "drástico y adicto a las ideas dominantes". Este criterio,
    igualmente, lo compartió José María Samper
    al considerar que se regresaba al predominio de la Iglesia sobre
    la sociedad. Por su parte, Ospina señalaba a sus oponentes
    que si ellos querían enseñar a Bentham que lo
    hicieran pero indicaba que "respetamos vuestra libertad, pero
    respetad vosotros la nuestra, nosotros queremos las doctrinas de
    los jesuitas que son las doctrinas del catolicismo".

    Un tercer aspecto que tiene que ver con la tendencia
    republicana es el de la educación bajo el control del
    Estado. Pero, como hemos señalado, la reforma de Ospina se
    diferencia de los anteriores gobernantes liberales al darles
    nuevamente espacio de influencia a las comunidades religiosas en
    la educación. El control del Estado se reglamentó
    de manera metódica. El rector de la universidad hacia la
    labor de inspector en las aulas de clase para determinar el
    cumplimiento de "la moral y de la religión.

    Es significativo que el control del Estado
    incluía el currículo con un fuerte carácter
    centralista que era organizado y fiscalizado por el Consejo de la
    Universidad. El centralismo se marcó a través de la
    Dirección General de Instrucción Pública y
    el Ejecutivo nombraba a los docentes por lo tanto se eliminaron
    los concursos de docentes que se habían establecido en el
    Plan de Estudios de 1826. Así mismo, la universidad se
    organizó en tres distritos universitarios. La Central de
    Bogotá, se convirtió en la universidad de Primer
    distrito, bajo la rectoría de Benito Osorio.

    Por su parte, en cada distrito se establecía una
    Universidad central compuesta por cinco Facultades. Estas eran:
    literatura y filosofía; ciencias físicas y
    matemáticas; medicina; jurisprudencia; y ciencias
    eclesiásticas. (Artículo 9). Debemos indicar que
    cobran importancia los colegios donde se impartían algunos
    estudios universitarios que los denominó escuelas
    especiales. En efecto, es importante destacar que se
    estableció el examen para el ingreso a la
    universidad.

    Una vez más, se atravesó una grave crisis
    de falta de profesores. Sin lugar a dudas los bajos salarios no
    motivaban a la pequeña élite intelectual del
    momento. Para el curso 1847-1848 se localizaban 63 profesores y
    909 alumnos en las universidades de Bogotá, Cartagena y
    Popayán. Los salarios de los profesores oscilaban entre
    200 y 500 pesos anuales en 1845. El máximo salario lo
    tenía el rector con 800 pesos. Los títulos que se
    otorgaban eran: Bachiller, licenciado y doctor. Es significativo,
    que con Ospina se acaba la gratuidad de la universidad. Dado que
    hasta ese momento casi todos los estudiantes "adjuntaban
    testimonios de pobreza", sin
    embargo, las becas para las facultades mayores no se dieron hasta
    1845 excepto las conocidas del Colegio Mayor de Nuestra
    Señora del Rosario. La financiación de la
    universidad era diverso: Tesorería de diezmos; Tesoreria
    provincial de Bogotá; productividad de
    las propiedades de la universidad; donaciones privadas para
    apoyar las becas. Finalmente, sólo resta decir que la
    generación del radicalismo se formó bajo el Plan de
    Ospina.

    2.2. La universidad en la crisis del
    liberalismo
    romántico: 1845-1867.

    No podemos entender los cambios fundamentales que
    aplicó el presidente José Hilario López
    (1849-1853) sin reconocer el papel
    precursor de la reforma del Presidente Tomás Cipriano de
    Mosquera (1845-1848). Con Mosquera se plantea la
    concepción político-económica del libre comercio;
    la enseñanza de las ciencias naturales y los principios de
    la moral laica contra la iglesia y las libertades individuales
    como base de la libertad de enseñanza. Al gobierno de
    Mosquera se le debe la creación del Colegio Militar para
    la formación de ingenieros bajo la dirección del
    coronel Agustín Codazzi. Precisamente, es Codazzi quien
    realiza el estudio geográfico del territorio nacional
    teniendo como colaborador director a Manuel Ancizar en la
    Comisión Coreográfica.

    En efecto, en el debate
    político que se desarrolló para impulsar la
    candidatura de José Hilario López, "el liberalismo
    radical hizo énfasis en la necesidad de instaurar un
    Estado democrático fundamentado en la libertad, en
    especial la economía, con una independencia plena del
    poder civil frente al poder religioso". Hay que decir, que las
    teorías de Bentham vuelven a la palestra en cuanto a la
    concepción democrática republicana, en la libertad
    religiosa, y en la teoría
    del libre cambio.

    Ahora los liberales le contestan a Ospina. Se
    debía evitar la interferencia de la Iglesia en la labor
    del Estado "se consideraba preciso que la educación dejara
    de estar orientada por las instituciones religiosas y más
    aún por la compañía de
    Jesús".

    La gran transformación de la universidad se da a
    través de la Ley 1842 del 8 de mayo de 1848. Precisamente,
    el artículo primero indica que "la enseñanza en
    todos sus ramos es libre". Los grados académicos se pueden
    obtener con la misma validez en las instituciones públicas
    como privadas.

    Pero lo significativo es que la universidad que hasta el
    momento cumplía la función de
    otorgar los títulos para ejercer una profesión, con
    la ley del 15 de mayo de 1850, se cambia radicalmente la
    concepción sobre las mismas. Hay que decir, que este
    año es significativo en la historia de Colombia. Las
    reformas sociales y económicas bajo el liberalismo
    conllevan una nueva concepción de la universidad. Se
    considera una nueva era debido a la situación que la
    libertad de enseñanza significó para algunos que
    las universidades se suprimían al no ser necesario "el
    grado o título científico, para ejercer las
    profesiones científicas, pero podrán obtenerlo las
    personas que lo quieran, del modo que se establece la presente
    Ley". Lo radical es que a los colegios nacionales se les
    otorgó las mismas prerrogativas de la universidad en lo
    concerniente a los estudios y a los grados. A partir de la
    Resolución del 19 de agosto de 1853 se eliminó el
    requisito del título profesional para ejercer una
    profesión liberal con excepción de la
    farmacia.

    Debemos, señalar que detrás de estas
    reformas se encontraba la base de la nueva Constitución de 1853 que había sido
    obra de José María Plata, asesorado por Florentino
    González, durante el gobierno del General José
    María Obando (1853-1854). Es importante, destacar que en
    Argentina en el
    mismo año de 1853 se establece una nueva
    Constitución con carácter federalista.

    En Colombia, fue precisamente en este gobierno de Obando
    cuando se establece la ley de separación de los poderes
    del Estado y de la iglesia y se continúa con la misma
    política de López frente a las universidades. Igual
    orientación siguió José María Melo
    (1854-1855) con quien se finaliza este periodo de gobiernos
    liberales. Antes de dejar el poder establece Melo el Decreto que
    "no existía religión oficial en el país, y
    no fue casual que entonces tanto el matrimonio civil
    obligatorio como el divorcio
    vincular fueran legalmente instituidos".

    No es de extrañar esta posición que
    obedecía por una parte a la influencia de las
    teorías de Bentham pero fundamentalmente era la corriente
    avanzada del momento que circulaba en Europa. Los principios de
    la revolución
    francesa: la libertad de conciencia, la
    libertad individual y la civil estaban a la orden del día.
    Las traducciones de los filósofos franceses se publicaban
    en Colombia. El mismo Rufino J. Cuervo indicaba que "la
    influencia de Francia
    durante los años que precedieron la revolución
    (1847) es muy perceptible en nuestros asuntos políticos
    para bien o para mal".

    Un hecho contradictorio de Melo fue el haber eliminado
    la Escuela Militar fundada por Mosquera por considerar que el
    ejército era una institución inútil y la
    ingeniería muy costosa.

    Es importante, destacar que la posición de
    José Hilario López y Florentino González
    sobre la universidad se ve marcada por la influencia de la
    concepción que tenía Bentham sobre la universidad.
    Al respecto, señala el filósofo inglés en el
    Plan que propone para la universidad: "no habría grados
    académicos, ni exámenes que acreditasen la
    capacidad y ciencia de los
    sujetos, ya que la población se encargaría de
    seleccionar por su actividad profesional los buenos y malos
    abogados, médicos, etc". .. Habría sin duda
    abogados o médicos ignorantes; pero qué, no los hay
    ahora a pesar de los grados, títulos y exámenes?
    … porque tienen un título que para los necios (y
    hay tantos necios) cubre su ignorancia, y les da seguridad de que
    no les falta trabajo; en vez de que en mi sistema un abogado y un
    médico no pueden asegurar su subsistencia sino en su
    ciencia, y no en grados y pergaminos. Cicerón fue, sin
    disputa un buen abogado, sin haber recibido el grado de
    licenciado en Leyes por una universidad; e Hipócrates fue
    un excelente médico sin tener un diploma ni haber sido
    examinado por un protomedicato". Al respecto, se pregunta
    Bentham, y ¿por qué no podrían formarse
    muchos Cicerones y muchos Hipócrates por los mismos
    medios que
    aquellos se formaron?".

    En resumen, Bentham propone "libertad absoluta en el
    estudio y ejercicio de las ciencias, como en el estudio y
    práctica de las artes y oficios". Por otra parte, debemos
    indicar que Bentham se opone a los exámenes porque
    considera que sólo miden la memoria y no el
    raciocinio del examinado. Este último aspecto, no se dio
    en Colombia. Por el contrario los grados y los exámenes se
    reglamentaron en la provincia con la variante que se
    podían realizar los cursos en cualquier institución
    pública o privada.

    Reiteramos, que el principio benthamista de la
    "independencia del Estado frente al poder religioso" sería
    sin lugar a dudas el mayor motivo de controversia que
    tendrían que afrontar el grupo de liberales radicales en
    los próximos años.

    En definitiva, este período del 1845 a 1867 fue
    turbulento por los cambios de los gobiernos liberales y
    conservadores. Así pues, el gobierno conservador donde se
    destacó Ospina Rodríguez(1842-1845) en calidad de
    ministro reformador de la universidad, dio paso a los gobiernos
    liberales de Tomás Cipriano de Mosquera(1845-1848);
    José Hilario López (1849-1853); Obando y Melo, para
    dar un viraje de un nuevo período conservador con el Dr.
    Manuel María Mallarino (1855-1857) y Mariano Ospina
    Rodríguez (1857-1861). Este último, conservador y
    quien había sido el promotor de la fundación del
    partido conservador y, como hemos citado, el reformador de la
    universidad colombiana en 1842. Este período conservador
    aboga por el aspecto religioso como principal salida a la crisis
    que vivía el país.

    Es así que se acoge la idea de Sergio Arboleda
    que señala que "el clero puede salvarnos y nadie puede
    salvarnos sino el clero". Por lo tanto, no es de extrañar
    que la Iglesia le diera todo el respaldo al presidente Ospina
    quien como era de suponer volvió a la alianza Iglesia
    Estado garantizando los privilegios y prerrogativas. Debemos
    indicar, que la transformación educativa en Bogotá
    se daba para unos 40.000 habitantes y se publicaban cerca de 10
    periódicos semanarios.

    Desde luego, que los virajes políticos
    continuaron y con éstos la universidad. Los liberales
    regresan al poder con Tomás Cipriano de Mosquera quien en
    tres periodos seguidos de 1863 a 1867 sienta las bases de lo que
    se denominaría la época de los liberales radicales.
    En especial, se debe indicar que la Constitución
    federalista de 1863, denominada de Rionegro, "repitió casi
    en su totalidad los enunciados organizativos e institucionales de
    la Constitución norteamericana de 1779".

    Pero hay que tener en cuenta que esta situación
    política se vivía con la misma intensidad en los
    países vecinos. Por ejemplo en el Ecuador se
    proclamó la Ley de la Libertad de Enseñanza
    Pública del 28 de octubre de 1853 que fue suscrita por
    José María Urbina. El Art. 2° señalaba
    que: "los expresados estudiantes no necesitan para el seguimiento
    de su carrera, de matrícula de certificado que acredite su
    asistencia a clases". En México, la
    situación fue más drástica. Los liberales,
    en 1833, suprimieron la Universidad de México y en cambio
    crearon seis establecimientos educativos en la capital federal.
    Maximiliano la volvió a clausurar en 1865, y cuando el
    presidente liberal Benito Juárez regresó al poder
    en 1867, se negó a reabrirla, considerando que era un
    bastión irrefutable de conservatismo". Hay que decir que
    en el Estado de Jalisco, el gobernador Prisciliano
    Sánchez, en 1826, había suprimido la universidad y
    en su lugar estableció el Instituto Científico
    Literario que a su vez fue clausurado en 1834 por "la
    oligarquía militar y sacerdotal".

    2.3. La universidad durante la etapa radical:
    1867-1880
    .

    Como hemos señalado, la universidad caminó
    unida a las reformas que cada partido político realizaba a
    las Constituciones del Estado. Por lo tanto, para entender la
    reforma universitaria de José María Samper en 1867,
    bajo el gobierno del Presidente Santos Acosta, se debe ubicar
    dentro del pensamiento de los liberales y la reforma
    constitucional de Rionegro de 1863. Si bien, los radicales le
    dieron mayor relevancia al nivel de la primaria no deja de ser
    significativo de la reforma de Samper la creación de la
    "Universidad Nacional de los Estados Unidos de
    Colombia" el 22 de septiembre de 1867. La nueva
    institución ofrecería una educación gratuita
    para hacerla más democrática y la enseñanza
    de las ciencias se convirtió en una de las preocupaciones
    como un medio para el desarrollo del país.

    El primer rector designado para la universidad Nacional
    fue Ezequiel Rojas pero al no aceptar se nombró a Manuel
    Ancizar. Los profesores que ingresaron a la nueva universidad
    constituían la élite intelectual de la
    época.

    Debemos indicar que la nueva institución rescata
    la educación técnica que había impulsado
    años atrás Ospina. Por otra parte, se
    estructuró, en el artículo 2°, en seis escuelas
    o institutos especiales: Derecho, Medicina, Ciencias Naturales,
    Ingeniería, Artes y Oficios, Literatura y
    Filosofía. A la Universidad quedaron adscritas: la
    Biblioteca Nacional, El Observatorio Astronómico, el Museo
    de la Escuela de Ciencias Naturales, el laboratorio
    químico y el Hospital de Caridad y el Militar. Hacia
    finales del año también se vinculó, a la
    universidad, el Colegio de San Bartolomé

    Como es de suponer la universidad queda bajo el control
    del Estado como en la época de Santander. Es el gobierno
    quien determina los reglamentos, el currículo y el
    nombramiento de profesores y funcionarios en la primera etapa y
    posteriormente requerían de la ratificación
    presidencial.

    Hay que decir, que la pauta general de la libertad
    religiosa la establece la Constitución de Rionegro de 1863
    donde no se proclama a Dios. Así pues, la Universidad
    Nacional nace dentro de la libertad individual y religiosa. Su
    propósito reiteramos era la de establecer los estudios
    científicos asumiendo corrientes filosóficas como
    la del positivismo en
    la enseñanza y método. Sin embargo, una vez
    más las "buenas" intenciones de una educación
    técnica científica se verán entrecortadas
    por la crisis económica que sufrió la universidad
    desde la fundación. Se consideró que el
    déficit fue notorio desde el primer año de
    funcionamiento. Así que una de las prioridades del
    currículo como era la formación en "Artes y
    oficios" se vio truncado. Fue significativo que en el primer
    año de funcionamiento de los cien estudiantes
    habían desertado una gran parte por la falta del apoyo
    económico.

    Pero, lo significativo de este periodo, sin lugar a
    dudas, fue la reforma educativa de los radicales de 1870 que dio
    motivo a una de las polémicas más fuertes con el
    sector clerical en especial en lo referente a la educación
    primaria. Se retomó el principio del control del Estado
    sobre la educación con reformas como educación
    primaria gratuita y obligatoria. Por supuesto que no fue menos
    polémico lo concerniente a la libertad religiosa que
    quedó consignada en el articulo 46. Igualmente se
    señaló que "la educación laica no
    sólo era constitucional, sino deseable desde el punto de
    vista político, económico, social y
    moral".

    La citada reforma educativa estaba unida a la
    concepción de la sociedad con un Estado republicano y con
    los principios de libertad. El gran cambio educativo se
    dirigió a la escuela primaria. La situación
    educativa lo exigía. El censo de 1870 daba una tasa de
    analfabetismo
    de más del 90% y se demostró que de los 563.000
    niños
    de la nación solamente 32.000 asistían algún
    tipo de escuela. El presidente Eustorquio Salgar (1870-1872) pudo
    comprobar casi de inmediato las bondades de la reforma educativa:
    "si en 1870 estaban estudiando 32.000 alumnos, este número
    pasó en 1871 a 43.463 y en 1876 a 80.453. Es decir,
    aumentó la población estudiantil en más del
    60%". Fiel al principio de impulsar la educación primaria
    se unió el de la formación de maestros con la
    creación de una Escuela Normal en cada
    departamento.

    La Reforma de 1870 se caracterizó en primera
    instancia por el centralismo. El Capitulo I estableció la
    centralización de la educación en el
    poder ejecutivo y la creación de una oficina central
    que dependía directamente del Ministerio del Interior. La
    universidad entró a depender de la Secretaria General del
    Interior y Relaciones Exteriores. Por otra parte, el control se
    manifestó en la obligatoriedad de textos como los de Tracy
    y los de Bentham. La universidad contaba con un total de 356
    estudiantes.

    Podemos también indicar que esta reforma
    llevó el principio que venían abogando los
    radicales de años anteriores. Así que se indica que
    "la educación debe garantizar la organización
    republicana del gobierno y asegurar los beneficios de la
    libertad".

    Los ajustes en la Universidad continuaron en 1872 con
    reformas en el Plan de estudios y con Aquileo Parra en la Ley de
    mayo 22 de 1876 donde el ejecutivo nombraba el rector pero los
    profesores y funcionarios quedaban bajo al autonomía del
    gran Consejo. Hay que decir que aún está por
    realizar un estudio sobre las universidades y academias
    regionales que otorgaron títulos. Los estudios se han
    concentrado en la Universidad Nacional de Colombia. Sólo
    ahora, los grupos de
    "Historia de la universidad colombiana" están dando sus
    aportes en investigaciones
    como el Colegio Académico (1859-1881) de la ciudad de
    Pasto, que en 1895-1896 se convierte en Liceo Público y a
    comienzos del siglo XX en la Universidad de
    Nariño.

    De otra parte, como se ha mencionado, la universidad no
    fue ajena a los avatares políticos. Así mismo, a
    los diez años de funcionamiento se establece un balance de
    la universidad con la formación de 5.509 alumnos la
    mayoría en medicina seguida de jurisprudencia e
    ingeniería. Desde luego, los conservadores impulsaron en
    Medellín la creación de la universidad de esta
    ciudad en 1871 como una estrategia de
    autonomía de Antioquia frente al poder central de la
    nación.

    El hilo conductor de la polémica en este periodo
    está dado por la obligatoriedad de la enseñanza
    primaria y la libertad religiosa. Son significativas, en este
    período, las drásticas medidas que tomaron algunos
    obispos al llegar a prohibir a los católicos el que
    matricularan sus hijos en las escuelas públicas. Estaba en
    juego el poder
    de la religión católica sobre el control de la
    educación. Por este motivo, el obispo Bermúdez
    señalaba que: "no importa que el país se convierta
    en ruinas y escombros si la bandera de la religión puede
    elevarse triunfante"

    Mientras los radicales se dividían, por el
    contrario el partido conservador se unifica y de esta manera
    llega a la presidencia Núñez(1880-1882), quien de
    inmediato inicia el acercamiento con la iglesia; se expide la Ley
    106 de 1880 que centraliza aún más la
    educación en la capital. La Universidad Nacional
    impartiría la educación secundaria y profesional y
    el Poder Ejecutivo vuelve a nombrar profesores y funcionarios de
    la institución.

    Pero el gran cambio educativo que lidera
    Núñez bajo los principios del partido conservador
    se dan en su segundo período de gobierno (1884-1886). Es
    precisamente, la Constitución de 1886 la que va marcar la
    orientación educativa de todos los niveles de la
    educación colombiana por más de un siglo junto con
    el Concordato que se firma con el Vaticano en 1887.

    3. La universidad bajo el
    movimiento de la Regeneración: Cesa la autonomía
    se centraliza la universidad.1880-1903.

    Hemos señalado que a
    un cambio político de gobierno se daba de inmediato el
    cambio en la universidad. Por lo tanto Rafael Núñez
    con la política centralista restableció la
    relación Iglesia – Estado y se aprobó la Reforma
    Constitucional de 1886 y el Concordato. Una nueva
    concepción de universidad entró en vigencia al
    establecer la universidad confesional y al servicio del
    partido de gobierno. La nueva Constitución dejaba sin
    vigencia la de 1863. Podríamos señalar que en la
    Constitución de 1863 predominó el federalismo, las
    libertades individuales y la separación de la Iglesia y el
    Estado. La de 1886, se caracterizó por el centralismo del
    gobierno que "vigoriza" la autoridad, y la redefine las
    libertades individuales; dio plenas garantías a la Iglesia
    para dirigir la educación que sella con el citado
    Concordato.

    Hay que decir que el periodo de la Regeneración
    en Colombia constituye uno de los proyectos
    hispanoamericanos de constitución de nación en el
    siglo XIX, mediante el cual se aspiró a ordenar y unificar
    un país alrededor de un Estado autoritario y de la Iglesia
    católica, en un territorio que se encontraba fragmentado
    por las luchas civiles y difíciles condiciones
    geográficas.

    Aunque, propiamente, el período de la
    Regeneración culmina en 1900, por extensión se
    refiere al dominio
    conservador que se ejerce hasta 1930. Al término de la
    Guerra de los Mil Días, en 1902, se ensayaron dos esquemas
    de reconciliación política: el quinquenio de
    Rafael Reyes (1904-1909) y el republicanismo de Carlos E.
    Restrepo (1910-1914), a partir de los cuales surgió la
    hegemonía conservadora (1914-1930).

    La Regeneración fue una curiosa fórmula
    que integró "principios de liberalismo económico,
    intervencionismo borbónico, antimodernismo del corte del
    papa Pio IX, y un nacionalismo
    cultural hispanófilo. El liberalismo económico se
    expresó en apertura al capital extranjero, fomento a la
    minería y a los ferrocarriles, y redistribución de
    baldíos para la agricultura exportadora. El neoborbonismo,
    en aumento de la fiscalidad, modernización del
    ejército, creación de un banco central con
    monopolio de emisión, y paternalismo frente a los
    artesanos". El dilema que planteó Rafael
    Núñez al país, para salvarlo de la
    anarquía generada por los extremos del federalismo fue
    "regeneración fundamental o catástrofe", receta que
    trataba de resolver los problemas planteados por la
    constitución liberal y federalista de 1863, mediante la
    cual se habían otorgado gran cantidad de libertades
    sociales, autonomía casi absoluta a las provincias con el
    consecuente debilitamiento del poder central.

    Para Miguel Antonio Caro (1843-1909), ideólogo
    con Rafael Núñez de la Regeneración, la
    tradición española y católica poseía
    todo lo que los pueblos americanos necesitan, y debía
    permanecer pura e incontaminada como la lengua. "Un proyecto de
    nación que remite a la raíz hispánica y
    católica es un proyecto excluyente de las mayorías
    mestizas del país, por no mencionar a las poblaciones
    indígenas, sobre las que recayó la fuerza de este
    proyecto civilizador. Los saberes letrados, la fe
    católica, el hispanismo serian dominio de unos pocos que
    legitimarían con ello su derecho al poder. Fueron
    efectivos en su rechazo a las ideas modernas, y privaron de ellas
    a todos por medio de la educación religiosa que se
    impartió a los pocos que tuvieron acceso, y por la total
    negación de instrucción a los
    demás".

    Reiteramos que para Núñez y Caro la
    inestabilidad política era consecuencia de los gobiernos
    radicales. Por lo tanto, era necesario el control de la
    universidad por parte del ejecutivo. Nuevamente, el presidente
    nombra rector, profesores y funcionarios mediante terna del
    Consejo Académico. Así mismo, bajo control del
    Ejecutivo también quedó la reciente Escuela de
    Minas de Medellín creada por la Ley 60 de 1886. Es curioso
    que las universidades financiadas con capital privado salieron a
    la palestra como un medio de libertad de cátedra y
    opuestas a la regeneración. Se finaliza el siglo con el
    Plan Zerda de 1892 que continuó con el control de la
    universidad por parte del gobierno y se privilegiaba la
    educación profesional sin vislumbrarse la universidad
    investigativa.

    Por otra parte, es relevante destacar que el joven
    radical Nicolás Pinzón fundó el Externado de
    Colombia en 1886, como un albergue para la juventud y los
    profesores liberales, que habían sido excluidos de la
    antigua Universidad Nacional. La fundación del Externado
    se constituyó en el primer acto de oposición, en el
    campo de la cultura, al largo período de la
    dominación conservadora. Se inició con el Colegio
    de literatura (bachillerato) y Facultad de Derecho y Ciencias
    Políticas. "Sus cátedras quedan en poder de un
    brillante equipo de profesores: los hacendistas Salvador Camacho
    Roldán y Aníbal Galindo; los civilistas Francisco
    Montaña y Castro Vélez; los inflamados pensadores
    del radicalismo Juan Manuel Rudas y Luis A. Robles; el
    expresidente Largacha, el humanista Santiago Pérez, Felipe
    Silva, Alejo de la Torre, Juan Félix de León… El
    primer graduado en la nueva universidad es Tomás O.
    Eastman, uno de los valores
    más serios del pensamiento colombiano. Luego vienen Carlos
    Arturo Torres, José Camacho Carrizosa, Tancredo Nannetti,
    Ramón
    Vanegas Mora, Ricardo Hinestrosa Daza, Lucas
    Caballero".

    Es importante señalar que, en 1894, Liborio Zerda
    en su calidad de Ministro de Instrucción Pública,
    presentó al Congreso un informe sobre la
    marcha de la educación. En lo concerniente a las
    Facultades Universitarias se refirió a las existentes en
    ese momento y que estaban autorizadas para conferir
    títulos de grado profesional, a saber, las Facultades de
    Derecho y Ciencias Políticas, la de Matemáticas e
    Ingeniería
    Civil y la de Medicina. Con la misma autorización se
    encontraban las Escuelas de Veterinaria y de Minas. Respecto a
    las Universidades de los Departamentos, se designaban como tales
    a los institutos de enseñanza secundaria y profesional
    establecidos en Cartagena, Medellín y Popayán,
    formados de las Facultades de Letras y Filosofía, de
    Derecho y Ciencias Políticas y de Medicina, que eran
    sostenidos con rentas propias de los Departamentos y con una
    subvención del Tesoro público de $12,000 anuales
    para cada uno.

    En el ambiente de la
    Regeneración, la Universidad Nacional fue satanizada por
    su posición crítica, al mismo tiempo que se le
    imputaba la causa de la inestabilidad política y del
    malestar social que rodeó el proceso de
    implantación de la nueva Constitución de 1886. Por
    ello, la Universidad regresó al control directo del Estado
    y perdió tanto su limitada autonomía como su unidad
    académica. Es sólo hasta los años 20, cuando
    la Universidad reacciona recogiendo los ideales del movimiento
    universitario de Córdoba, hasta renacer con nuevo
    ímpetu, bajo la República Liberal de Alfonso
    López Pumarejo.

    Por otra parte, la Universidad de Cartagena,
    única institución de educación superior del
    Estado Soberano de Bolívar, ofrecía los programas de
    Filosofía y Letras, Medicina y Jurisprudencia. En su
    funcionamiento interno existía un sistema de becas para
    estudiantes internos, en el cual se le asignaban
    proporcionalmente los cupos de becarios a las provincias que
    integraban el Estado; así mismo, la Universidad fue vista
    por mulatos, negros y provincianos como un medio de movilidad
    social y de reconocimiento político, social y
    cultural.

    Rafael Núñez, quien había sido su
    rector en el periodo 1852 – 1853, llamaba la
    atención, en 1883, sobre la necesidad de impulsar en la
    universidad estudios orientados a satisfacer las necesidades de
    la naciente economía industrial: "El hecho alarmante de
    encontrarnos cada día con más generales y doctores,
    a la vez que con menos empresas
    sólidas de producción, por carecer de los primeros
    elementos del trabajo útil". Aparecen como escuelas anexas
    la del Bello Sexo y la
    Náutica; en 1895 se creó la Escuela de Medicina
    Tropical de Bolívar, la facultad de Veterinaria y la
    Escuela de Odontología.

    La Universidad del Cauca, después de iniciar
    funciones en el año de 1827, en el antiguo convento de
    Santo Domingo, con dieciséis cátedras de
    teología, filosofía y derecho, al llegar el
    año de 1850, juntamente con las demás
    universidades, fue transformada en Colegio Provincial,
    carácter y denominación con que continuó
    hasta el año de 1883, en que recuperó su anterior
    calidad de Universidad. Por la ley 126 de 1890 se le
    reconoció la facultad de expedir títulos
    profesionales y se reorganizó el consejo universitario.
    Según el análisis hecho por Arcesio Aragón,
    con esta ley se dio el primer paso hacia el régimen de la
    autonomía universitaria, que será "ampliamente
    concedido por la ley 39 de 1903".

    Hay que decir que, al finalizar el siglo, la juventud
    abandonó la Universidad y se incorporó a la guerra.
    Terminada esta confrontación, el gobierno conservador
    decidió reglamentar el sistema educativo dentro de su
    afán de modernizar y centralizar. Se expidieron la Ley
    Uribe o Ley 39 de 1903 y el Decreto 491 de 1904,
    legislación que reorganizaba la Instrucción
    Pública, con el fin de "prepararles mejores días y
    más claros horizontes a las generaciones nacientes". Esta
    ley reiteró el papel de primer orden de la religión
    católica en la instrucción pública,
    buscó incorporar la enseñanza agrícola,
    industrial y comercial en todos los niveles de la
    instrucción primaria, secundaria y profesional –
    como "las tres fuentes de la riqueza pública y privada",
    impuso mecanismos que apoyaran la unidad nacional,
    estableció claros dispositivos de control sobre maestros y
    alumnos, y determinó la distribución compartida del financiamiento
    educativo entre la nación, los departamentos y los
    municipios.

    Es importante, señalar que en Colombia, el siglo
    XX se inicia con la derrota de la burguesía revolucionaria
    en la citada guerra de los mil días y con la toma de
    Panamá por parte de estados Unidos en 1903. Y,
    después de haber sufrido al finales de siglo cuatro
    guerras civiles: 1876; 1885; 1895; y la citada de los mil
    días de 1899 a 1903. Por otra parte, es significativo que
    se inicia el periodo de industrialización. Se
    establecieron ferrerías, cervecerías,
    fábricas de calzado y el café
    inicia su carrera para convertirse en la principal fuente de
    exportación. Un hecho que no puede pasar
    inadvertido es que surgen los primeros elementos de la clase
    obrera moderna.

    En materia de
    educación superior, la Ley Uribe estableció que la
    enseñanza profesional debía ser "clásica,
    severa y práctica" y debía descansar sobre la base
    de la educación moral y religiosa, y destacó la
    importancia de la Escuela Nacional de Minas y de la
    formación de ingenieros.

    Quizá, quien describa mejor la Ley Uribe sea
    Germán Arciniegas en el Proyecto de Ley sobre la
    creación de la Universidad Colombiana, presentado a la
    Cámara de Representantes en 1933, se expresaba así
    acerca de esta ley: "Hay quienes piensan que la Ley de 1903
    significa algo en el avance de la instrucción
    pública. Esa Ley, que vino a aceptar dócilmente el
    yugo que se le impuso a la Universidad en un momento de
    reacción política, carece en absoluto del sentido
    noble que ha henchido las cartas
    fundamentales de las Universidades en todo el mundo. Una partida
    de Códigos y de publicaciones oficiales en donde esta Ley
    aparece como el principio de una era feliz, no hacen sino ocultar
    la médula del problema y pasar de largo sobre lo que era
    fundamental: la Ley de 1867. La Ley de 1903 es un sistema,
    ciertamente, pero un sistema sumiso, concebido para sancionar lo
    que era un vicio de la democracia".

    El Decreto 491 de 1904 fijó los programas de
    estudio en las facultades y consagró el principio de la
    "autonomía", característica difícilmente
    practicable por la universidad dada la dependencia que
    ésta mantenía del ejecutivo, tanto a nivel del
    nombramiento de rectores y profesores como de las rentas que
    dependían de la voluntad estatal. En 1906, el General
    Reyes expidió el Decreto 182 por el cual se reglamentaron
    los estudios de la Facultad de Ingeniería, enfatizando en
    una enseñanza práctica y acorde con las necesidades
    del país y de los adelantos de la ciencia. Para ello el
    Consejo "revisará en sus reuniones ordinarias los
    ejercicios analíticos, gráficos y prácticos ejecutados por
    los alumnos durante el mes y aplicará rigurosamente la
    sanción a que se hagan acreedores los alumnos que no hayan
    presentado sus trabajos". Esta medida posiblemente
    correspondió más al afán progresista de
    Reyes, quien era un conocedor de las riquezas naturales del
    país, por sus actividades de exploración y
    colonización con la Compañía Reyes
    Hermanos.

    Durante el período regenerador, la única
    universidad pública que se creó en país fue
    la Universidad de Nariño, la cual nació junto con
    la creación del Departamento de Nariño en 1904. En
    consonancia con el espíritu modernizador que impregnaba al
    país en el quinquenio de Reyes, esta universidad
    fundó, junto a la Facultad de Derecho, la Facultad de
    Matemáticas e Ingeniería, como un puntal para el
    desarrollo regional, a imagen y
    semejanza de la Escuela de Minas de Medellín.
    Desafortunadamente, con el cambio en el gobierno departamental,
    la nueva dirigencia regional no supo comprender y defender este
    símbolo de progreso y sucumbió al final de la
    primera década del siglo XX.

    El planteamiento de una universidad "científica,
    moderna, experimental, actual y evolutiva" se señala en un
    discurso del
    General Rafael Uribe Uribe en 1909 ante el Congreso de la
    República. El General reforma la Universidad Nacional en
    su propuesta del 9 de agosto de 1911 donde presenta la
    autonomía para esta institución.

    Se puede decir que con la hegemonía conservadora,
    la universidad colombiana siguió anquilosada en los
    dogmatismos, las materias inocuas, la ausencia de
    investigación o de pensamiento científico y el
    apego a las exigencias de la iglesia. El entorno nacional, por el
    contrario, veía surgir el capitalismo en
    el plano económico, la difusión del marxismo en el
    plano político, el nacimiento del proletariado y el
    ascenso de la burguesía en el plano social; a nivel
    latinoamericano, el movimiento reformista de Córdoba en
    1918 puso en marcha a la juventud para conseguir transformar la
    universidad y la nación. Para la universidad se
    pedía libertad de cátedra, participación
    estudiantil en el gobierno universitario y popularización
    de la cultura, para la nación se pedía democracia y
    justicia
    social.

    El movimiento por la reforma de la universidad se da
    tardíamente en Colombia y con muy poca fuerza, dado el
    encerramiento en que había mantenido al país, la
    hegemonía conservadora, cuidando especialmente de que los
    vientos reformadores no tocaran los claustros universitarios. Sin
    embargo, la revista
    Universidad fundada por Germán Arciniegas, a
    comienzos de los años 20, empieza a mover la
    opinión acerca de la urgencia de vincular a los
    estudiantes entre sí y expresar sus opiniones en congresos
    y plataformas de lucha. Consecuencia de los movimientos que se
    suscitaron fue la muerte del
    estudiante Gonzalo Bravo Pérez, el 8 de junio de 1929, en
    el gobierno de Miguel Abadía Méndez.

    3.
    Conclusiones

    El siglo XIX se
    cacterizó por ser el período histórico de
    buscar la identidad como
    nación y de buscar la conformación de un Estado
    republicano con la concepción de los dos partidos
    tradicionales: liberal y conservador que se organizaron en este
    siglo. El primero, representado por Santander y el segundo, por
    Bolívar. Cada partido, con la ideología que fue estructurando, en los
    períodos de gobierno que ganaron, precedida en su gran
    mayoría por una guerra civil, establecieron su
    Constitución y con ésta su pensamiento sobre la
    educación y la universidad.

    El primer período de análisis se localiza
    en "La universidad Republicana: 1826-1843". Es relevante destacar
    que desde la independencia, en 1819, se aprobaron ocho
    Constituciones y con ellas una nueva orientación frente a
    la universidad. En este período Bolívar y Santander
    marcaron la pauta política frente a la organización
    de la nueva universidad. Lo significativo en los puntos
    convergentes fue el "Patronato del Estado"con un marcado
    centralismo. Las divergencias se centraron en la
    concepción del currículo. La reforma fundamental de
    este período fue la de Santander en 1826.

    Según se establece, el período de los
    "Inicios de la modernidad en la universidad: 1842-1880" se
    caracteriza porque la universidad presentó reformas
    sustanciales a través de los ideólogos del momento.
    Entre las más significativas podemos señalar la de
    Mariano Ospina Rodríguez en 1842; la de José
    Hilario López de 1850; la de José María
    Samper en 1867; La reforma educativa de 1870. Lo peculiar en este
    período es la ruptura que se da en el gobierno de
    José Hilario López donde las universidades pierden
    el poder de centros del saber. Este hecho se manifiesta no
    sólo en Colombia sino también en una gran parte de
    los países de América Latina a donde llegaba la
    misma filosofía inglesa y francesa que propugnaba la
    máxima de la libertad individual. Así mismo, la
    creación de la universidad Nacional en 1867. Lo
    significativo es el hecho que con un gobierno de Radicales en el
    contexto Nacional la Provincia de Antioquia, bajo el gobierno del
    conservador Pedro Justo Berrío, establece la universidad
    de Antioquia en 1871 respondiendo de esta manera a los liberales
    que habían organizado la universidad Nacional en el citado
    año de 1867.

    El último período de análisis, que
    se establece en el siglo XIX, es el de "La universidad bajo el
    movimiento de la "Regeneración: Cesa la autonomía y
    centraliza la universidad.1880-1903". Lo significativo, del
    período fue la reforma de 1886 dentro de la
    Constitución Nacional que perduraría, en los
    principios fundamentales, hasta la reforma educativa y
    Constitución de 1991.

    Hay que decir, que la universidad colombiana a
    través de las citadas reformas educativas adaptó en
    los diferentes momentos las corrientes filosóficas y del
    pensamiento que estaban en la palestra educativa en Europa.
    Especialmente, la inglesa y francesa. Merece especial
    mención la polémica por la enseñanza de los
    textos de Bentham. La defensa del jurista inglés la
    asumieron los liberales frente a los conservadores que lo vetaron
    junto con el clero que al unísono lo identificaron como el
    orientador de la pérdida de sus privilegios en la
    educación.

    Podríamos decir, que fue una preocupación
    general de los dos partidos el someter la universidad al control
    del Estado y que ésta obedeciera a las necesidades de
    formación industrial que necesitaba la nueva sociedad.
    Quizá, la reforma que más se acerca a estos
    criterios y de impulsar la educación técnica sea la
    de Mariano Ospina en 1842.

    Por otra parte, la autonomía señalada por
    Santander en el gobierno universitario pronto se perdió
    dentro del centralismo y el afán por controlar esta
    institución. El currículo nunca fue motivo de
    discusión por los estamentos universitarios. Este se
    reglamentó desde el gobierno central.

    Igualmente, el criterio de los concursos docentes
    propuestos desde 1826 sufrió variaciones desde el citado
    control por parte del ejecutivo. A los estudiantes se les
    reglamentó el ingreso, exámenes y grados. Una
    característica peculiar es que los estudiantes estuvieron
    siempre presentes en las diferentes guerras civiles a las cuales
    se vincularon activamente. Por otra parte, la universidad fue
    casi gratuita hasta la reforma de Ospina donde generalizó
    el pago por los derechos de exámenes
    y de grados.

    En definitiva, el siglo XIX se caracteriza por un
    proceso de formación de un nuevo Estado que fuese
    anticolonial y que obedeciera a los principios
    político-filosófico-económicos del partido
    gobernante. Lo peculiar, es que los regímenes liberales se
    enfrentaron con la Iglesia católica en el proceso para
    determinar, principalmente, el control sobre la educación
    y la secularización de la misma. Por el contrario, los
    conservadores continuaron con legado colonial de considerar la
    Iglesia católica como uno de los principales elementos de
    unidad nacional. Se finaliza el siglo con el triunfo de la
    ideología conservadora y con ésta el de la Iglesia
    católica a través del Concordato. La
    reacción liberal fue la de crear universidades con capital
    privado. Sin embargo, se inicia el siglo XX en medio de la
    denominada "guerra de los mil días". Y, según se
    establece, la universidad no estuvo ajena a las guerras de los
    partidos
    políticos y a los proyectos por incluir en el
    currículo las carreras técnicas. Pero, en este
    sentido, el cambio curricular que tenía como objetivo
    modernizar la universidad no se logró porque el
    déficit permanente en las finanzas
    universitarias fue el principal oponente.

    .

    Elaborado por

    Diana Soto Arango

    Directora Proyecto "Historia y prospectiva de la
    universidad Latinoamericana". Dirección de
    Investigaciones. Universidad Pedagógica y
    Tecnológica de Colombia. Código:
    9005-093. Co-ordinadora Grupo: Historia de la Universidad
    Latinoamericana".HISULA.Código Colciencias COL0011868.
    Pertenece a varios grupos de investigación de historia de
    las universidades, entre otros "Historia del Colegio Mayor del
    Rosario".

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter