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Señales acústicas. Su propagación y características




Enviado por Kristian Islas



    Su propagación y características

    1. Señales
      acústicas y su propagación.
    2. Tonos puros y sonidos
      complejos
    3. Voz, Música y
      Ruido
    4. Características del
      sonido.
    5. Materiales absorbentes
      acústicos

    Señales
    acústicas y su propagación.

    Acústica.

    La acústica es la rama de la física y de la
    técnica que estudia el sonido en toda la
    amplitud, ocupándose así de su producción y propagación, de su
    registro y
    reproducción, de la naturaleza del
    proceso de
    audición, de los instrumentos y aparatos para la medida, y
    del proyecto de salas
    de audición que reúnan cualidades idóneas
    para una perfecta audición.

    Sonido.

    Sonido audible:

    Tiene un espectro que se encuentra entre los 20 y 20,000
    Hz.

    El sonido se
    caracteriza por fluctuaciones de presión en
    un medio compresible, bien sea gaseoso, líquido o
    sólido. Sin embargo, no todas las fluctuaciones de
    presión
    producen la sensación de audición cuando alcanzan
    al oído
    humano. Cuando nos referimos al sonido audible, estamos hablando
    de la sensación detectada por nuestro oído, que
    producen las rápidas variaciones de presión en el
    aire
    (presión acústica) por encima y por debajo de un
    valor
    estático. Este valor
    estático nos lo da la presión
    atmosférica.

    Dos cosas deben existir a fin de que se produzca una onda
    sonora: una fuente mecánica de vibración y un medio
    elástico a través del cual pueda propagar la
    perturbación. La fuente puede ser un diapasón, una
    cuerda vibrante o una columna de aire vibrante en
    un tubo de órgano. La velocidad con
    que se propaga el sonido depende en gran medida de las
    características del medio elástico,
    temperatura,
    presión, densidad,
    etc.

    Propagación

    Como ya mencionáramos, un cuerpo en oscilación
    pone en movimiento a
    las moléculas de aire (del medio) que lo rodean.
    Éstas, a su vez, transmiten ese movimiento a
    las moléculas vecinas y así sucesivamente. Cada
    molécula de aire entra en oscilación en torno a su punto
    de reposo. Es decir, el desplazamiento que sufre cada
    molécula es pequeño. Pero el movimiento se propaga
    a través del medio.

    Entre la fuente sonora (el cuerpo en oscilación) y el
    receptor (el ser humano) tenemos entonces una transmisión
    de energía pero no un traslado de materia. No
    son las moléculas de aire que rodean al cuerpo en
    oscilación las que hacen entrar en movimiento al
    tímpano, sino las que están junto al mismo, que
    fueron puestas en movimiento a medida que la onda se fue
    propagando en el medio.

    El (pequeño) desplazamiento (oscilatorio) que sufren
    las distintas moléculas de aire genera zonas en las que
    hay una mayor concentración de moléculas (mayor
    densidad),
    zonas de condensación, y zonas en las que hay una menor
    concentración de moléculas (menor densidad), zonas
    de rarefacción. Esas zonas de mayor o menor densidad
    generan una variación alterna en la presión
    estática del aire (la presión del
    aire en ausencia de sonido). Es lo que se conoce como
    presión sonora.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    La distancia entre las barras representa las zonas de
    mayor o menor presión sonora

    Si el cuerpo que genera la oscilación realiza un
    movimiento armónico simple, las variaciones de la
    presión en al aire pueden representarse por medio de una
    onda sinusoidal. Por el contrario, si el cuerpo realiza un
    movimiento complejo, las variaciones de presión sonora
    deberán representarse por medio de una forma de onda igual
    a la resultante de la proyección en el tiempo del
    movimiento del cuerpo. Ver Figura siguiente

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    Variaciones de presión en el aire
    (condensación y rarefacción) en el caso de un
    movimiento armónico simple.
    Los puntos representan las moléculas de aire.

    Como dijimos, en el aire el sonido se propaga
    esféricamente, es decir en todas direcciones. Podemos
    imaginarnos al sonido propagándose como una esfera cuyo
    centro es la fuente sonora y que se va haciendo cada vez
    más grande. O, lo que es lo mismo, que va aumentando cada
    vez su radio. Por
    razones de comodidad, para estudiar el sonido podremos hacerlo
    desde uno de esos dos puntos de vista, a veces como una esfera
    creciendo, o como un radio
    (eventualmente todos los radios) de la misma (rayos).

    Imaginemos entonces una cadena de partículas
    (moléculas) entre la fuente sonora y el receptor (un
    rayo). Entre el instante en que la fuente sonora pone en
    movimiento a la partícula más cercana y el instante
    en que la primer partícula transmite su movimiento a la
    segunda transcurre un tiempo
    determinado. Es decir, cuando la primer partícula entra en
    movimiento, la tercera -por ejemplo- aún está en su
    posición de reposo. Recordemos también que las
    partículas de aire sólo oscilan en torno a su
    posición de reposo.

    Podemos decir entonces que cada partícula se
    encontrará en una situación distinta del movimiento
    oscilatorio. Es decir, cada partícula tendrá una
    situación de fase (ángulo de fase) distinta. En
    algún lugar de la cadena encontraremos una
    partícula cuya situación de fase coincide con la de
    la primera, aunque la primer partícula estará
    comenzando su segundo ciclo oscilatorio, mientras que la otra
    recién estará comenzando su primer
    ciclo.

    La distancia que existe entre dos partículas
    consecutivas en igual situación de fase se llama longitud
    de onda (l ).
    También podemos definir la longitud de onda como la
    distancia que recorre una onda en un período de tiempo T.
    La longitud de onda está relacionada con la frecuencia f
    (inversa del período T) por medio de la velocidad de
    propagación del sonido (c), de manera que c =
    l · f. Las
    ondas sonoras
    tienen longitudes de onda de entre 2 cm y 20 m
    aproximadamente.

    No debemos confundir la velocidad de propagación
    de la onda con la velocidad de desplazamiento de las
    partículas. Éstas realizan un movimiento
    oscilatorio muy rápido, cuya velocidad es distinta a la
    velocidad de propagación de la onda.

    La velocidad de propagación de la onda sonora
    (velocidad del sonido) depende de las características del
    medio en el que se realiza dicha propagación y no de las
    características de la onda o de la fuerza que la
    genera. En el caso de un gas (como el
    aire) es directamente proporcional a su temperatura
    específica y a su presión estática e
    inversamente proporcional a su densidad. Dado que si varía
    la presión, varía también la densidad del
    gas, la
    velocidad de propagación permanece constante ante los
    cambios de presión o densidad del medio.

    Pero la velocidad del sonido sí varía ante
    los cambios de temperatura del aire (medio). Cuanto mayor es la
    temperatura del aire mayor es la velocidad de propagación.
    La velocidad del sonido en el aire aumenta 0,6 m/s por cada
    1º C de aumento en la temperatura.

    La velocidad del sonido en el aire es de aproximadamente
    344 m/s a 20º C de temperatura, lo que equivale a unos 1.200
    km/h (1.238,4 km/h, para ser precisos). Es decir que necesita
    unos 3 s para recorrer 1 km. (Como posible referencia recordemos
    que la velocidad de la luz es de 300.000
    km/s.)

    El sonido se propaga a diferentes velocidades en
    medios de
    distinta densidad. En general, se propaga a mayor velocidad en
    líquidos y sólidos que en gases (como el
    aire). La velocidad de propagación del sonido es, por
    ejemplo, de unos 1.440 m/s en el agua y de
    unos 5.000 m/s en el acero.

    El sonido es una onda mecánica longitudinal que se propaga a
    través de un medio elástico.

    El sonido NO se propaga en el
    vacío

    Tonos puros y
    sonidos complejos

    El tono o altura de un sonido depende únicamente
    de su frecuencia, es decir, del numero de oscilaciones por
    segundo. La altura de un sonido corresponde a nuestra percepción
    del mismo como más grave o más agudo. Cuanto mayor
    sea la frecuencia, más agudo será el
    sonido.

    Un sonido de tono puro consiste de una onda de una sola
    frecuencia. Sin embargo, el tono de un sonido, en general, esta
    formado por ondas de muchas
    frecuencias(sonido complejo). Dos sonidos del mismo tono
    tienen muchas frecuencias comunes. Por ejemplo, el sonido de la
    nota La de un piano y el sonido de la nota La de una guitarra
    tienen la frecuencia de 440 Hz en común.

    Supongamos que dos ondas sonoras de frecuencias
    f1 y f2 llegan al oído. Los tonos
    que percibe el oído son, además de f1 y
    f2, los armónicos de estas frecuencias y los
    llamados tonos de combinación.

    Los armónicos son tonos de frecuencias
    múltiplos enteros de las frecuencias de las ondas
    componentes:
    2f1,3f1,…,2f2,3f2,…

    Los tonos de combinación son de frecuencias:
    f2 –
    f1, 2f2 – 2f1 , f2
    – 2f1, etc.,
    f2 +f1, 2f2 +f1,etc.
    Es decir, el oído percibe frecuencias que
    físicamente no ocurren. Esto se debe a la naturaleza
    complicada del oído.

    Se ha demostrado, que el tono que se oye en forma
    preponderante es el de la frecuencia f2 –
    f1, aunque no este presente en las ondas
    sonoras.

    Voz,
    Música y
    Ruido

    La voz es el sonido que emite el aparato fonador humano,
    por vibración de las cuerdas vocales de la laringe al paso
    del aire.

    La producción de sonido requiere hacer vibrar
    aire. Esto se logra haciendo vibrar algún dispositivo que,
    a su vez, haga vibrar el aire. La forma común de lograrlo
    es hacer vibrar una cuerda, una columna de aire, etc.

    Consideremos primero la vibración de una cuerda.
    Una cuerda fija en sus dos extremos, al vibrar, hace vibrar al
    aire que la rodea. Sin embargo, la cantidad de aire que vibra de
    esta forma es extremadamente pequeña y la intensidad del
    sonido resultante es muy pequeña. En este caso, no oiremos
    casi nada si estamos separados de la cuerda varios
    metros.

    Si la cuerda se pone en contacto con una pieza de
    madera de
    área grande, y ésta a su vez vibra, haciendo vibrar
    al aire que la rodea, la intensidad de sonido será
    apreciable. Así los instrumentos de cuerda llevan siempre
    una pieza de superficie grande. Se escogen materiales y
    formas para estas piezas de manera que tengan muchas frecuencias
    naturales de oscilación. Con esto dicha pieza entrara en
    resonancia con la cuerda, y las vibraciones que tenga
    serán de amplitud grande. Esta pieza se llama
    resonador.

     Para ver el
    gráfico seleccione la opción "Descargar"

    En la
    figura adyacente, las notas e un piano con sus respectivas
    frecuencias en Hz.

    Los instrumentos dentro de esta categoría son los
    llamados de cuerda: violín, chelo, contrabajo, piano,
    etc.

    La frecuencia con la que vibra la cuerda depende de su
    tensión, masa y longitud. Ajustando adecuadamente sus
    valores, se
    puede obtener la frecuencia deseada. Así, por ejemplo, en
    un violín la tensión de las cuerdas se regula
    enrollándolas; la longitud se ajusta apretando (pisando)
    con el dedo en determinado lugar para obtener determinada nota.
    Las diversas cuerdas tienen masas distintas, con lo que se puede
    lograr un intervalo de frecuencias bastante amplio.

    Una posibilidad distinta es la de hacer vibrar el aire
    directamente. Esto se puede lograr con un tubo (una flauta), al
    soplar en el tubo, éste vibra, con lo que el aire que lo
    rodea también vibra. Como cualquier objeto, el tubo tiene
    frecuencias naturales de oscilación, que dependen de la
    forma, de la masa y de la sustancia que lo componen. El tubo
    juega el papel del
    resonador.

    Entre los instrumentos de viento mencionamos el
    órgano, la flauta, el clarinete, etc.

    Una tercera categoría la forman los de
    percusión. Estos consisten de un objeto (varilla,
    membrana, etc.) que al ser golpeado vibra. Entre muchos ejemplos
    de estos instrumentos tenemos el tambor, las campanas, los
    xilófonos, etc.

    La voz es el sonido que emite el aparato fonador humano,
    por vibración de las cuerdas vocales de la laringe al paso
    del aire. En este caso, el papel de
    resonador lo desempeñan la laringe y la boca.

    Ruido.

    Por definición, el ruido es
    cualquier sonido no deseado, el cual puede interferir en la
    comunicación hablada, en el trabajo y
    en las actividades rutinarias; en ciertos casos, puede afectar a
    la conducta; puede
    producir una perdida temporal del oído y, si el nivel de
    ruido es
    suficientemente alto, puede ser responsable de un daño
    permanente en el mecanismo auditivo.

    La intensidad de los distintos ruidos se mide en
    decibeles, unidad de medida de la presión sonora. El
    umbral de audición está en 0dB (Mínima
    intensidad del estímulo) y el umbral de dolor está
    en 120 dB. Para tener una aproximación de la percepción
    de la audición del oído humano, se creó una
    unidad basada en el dB que se denomina decibel A
    (dBA).

    El oído humano tiene la capacidad de soportar
    cierta intensidad de los ruidos; si estos sobrepasan los niveles
    aceptables, provocan daños en el órgano de la
    audición. En la ciudad, los niveles de ruido oscilan entre
    35 y 85 dBA, estableciéndose que entre 60 a 65 dBA se
    ubica el umbral del ruido diurno que comienza a ser
    molesto.

    Por ejemplo: en una biblioteca se
    tienen 40 dBA, en una conversación en voz alta 70 dBA (1
    m. de distancia), tráfico en una calle con mucho
    movimiento sobre 85 dBA y el despegue de un avión 120 dBA
    ( 70 mts. de distancia).

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    Características del sonido.

    Las ondas sonoras que percibe el oído humano se
    distinguen por tres características: nivel de intensidad,
    tono y timbre. Pero para lo que una persona es
    volumen fuerte para otra es moderado. Lo que una persona percibe
    como calidad ora lo
    considera inferior. Por ello, los físicos deben tratar con
    definiciones mesurables explicitas; por tanto, intentan
    correlacionar los efectos sensoriales con las propiedades
    físicas de las ondas; dichas correlaciones pueden
    resumirse como:

    Efecto
    sensorial

    Propiedad
    física

    Intensidad acústica

    Intensidad

    Tono

    Frecuencia

    Timbre

    Forma de onda

    El significado de los términos de la izquierda
    puede variar considerablemente entre los individuos, pero los de
    la derecha son mesurables y objetivos.

    Intensidad.

    La intensidad de un sonido viene determinada por la
    amplitud del movimiento oscilatorio. Matemáticamente es la
    potencia
    transferida por una onda sonora, a través de la unidad de
    área normal a la dirección de propagación.

      Para ver el
    gráfico seleccione la opción "Descargar"

    Las unidades de Intensidad son la razón de una
    unidad de potencia con una
    unidad de área. La unidad de intensidad más usual
    es el watt por centímetro cuadrado (W/cm2),
    pero, ya que la rapidez de flujo de energía de las ondas
    sonoras es extremadamente pequeña, el microwatt
    (m W) se
    sustituye frecuentemente como la unidad de potencia.

    La intensidad de sonido también esta dada por:

    Frecuencia = f

    velocidad del sonido (u ) en un medio de densidad (r )

    Amplitud = A

    Otra unidad de nivel de intensidad que se usa
    frecuentemente es la décima parte de un bel, o
    decibel(db).

    I0 = es el umbral de audición
    (10-10 m
    W/cm2)

    Tono.

    El tono o altura de un sonido depende únicamente
    de su frecuencia, es decir, del numero de oscilaciones por
    segundo. La altura de un sonido corresponde a nuestra
    percepción del mismo como más grave o más
    agudo. Cuanto mayor sea la frecuencia, más agudo
    será el sonido.

    Timbre.

    El timbre es la cualidad del sonido que nos permite
    distinguir entre dos sonidos de la misma intensidad y altura.
    Podemos así distinguir si una nota ha sido tocada por una
    trompeta o por un violín. Cuando se hace vibrar un medio
    se producen, además de la frecuencia fundamental, los
    armónicos. El número de armónicos presentes
    es lo que diferencia los timbres de dos sonidos.

    Velocidad del sonido.

    La velocidad con la que se propaga el sonido depende de las
    características del medio a través del cual se
    trasmite. El siguiente cuadro muestra los valores de
    la velocidad del sonido para algunas sustancias.

    Sustancia

    Temperatura t(ºC)

    Velocidad del sonido (m/s)

    Aire

    0

    331.46

    Argón

    0

    319

    Bióxido de carbono

    0

    260.3

    Hidrógeno

    0

    1286

    Helio

    0

    970

    Nitrógeno

    0

    333.64

    Oxigeno

    0

    314.84

    Agua destilada

    20

    1484

    Agua de mar

    15

    1509.7

    Mercurio

    20

    1451

    Aluminio

    17-25

    6400

    Vidrio(crown)

    17-25

    5260

    Oro

    17-25

    3240

    Hierro

    17-25

    5930

    Plomo

    17-25

    2400

    Plata

    17-25

    3700

    Acero inoxidable

    17-25

    5740

    Reflexión y
    refracción

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    Cuando una onda sonora, propagándose en un medio,
    incide sobre otro medio, se divide en dos ondas: una reflejada y
    otra refractada.

    La reflexión y la refracción sonoras
    cumplen con la ley de
    Snell.

    Ley de Snell

    La reflexión del sonido comúnmente se
    llama eco. El eco es más notable cuando el medio
    sobre el cual incide la onda sonora es rígido. En este
    caso toda la energía de la onda incidente se
    refleja.

    Sin un observador esta situado entre dos paredes y emite
    un sonido, éste se reflejara de una pared, irá a la
    otra, se volverá a reflejar, y así continuara. Es
    decir, ocurre un eco múltiple que se llama
    reverberación.

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    Ejemplo. El oído logra
    distinguir entre dos sonidos iguales si estos llegan separados en
    un tiempo de 0.1 s, como mínimo. Determínese la
    mínima distancia a la que debe encontrarse un observador
    de una pared rígida para distinguir el eco de sus sonidos.
    Sea d = OP la distancia requerida. El sonido tiene que ir de O a
    P y de P a O en el tiempo t = 0.1s para que el observador pueda
    distinguir entre el sonido incidente (emitido por él
    mismo) y el reflejado o eco. Es decir, el sonido tiene que
    recorrer la distancia 2d en el tiempo t= 0.1 seg. Su velocidad
    es, entonces:

    la velocidad del sonido en el aire es de 331.46m/s, por
    tanto l ecuación anterior queda de la forma . Despejando d, tenemos
    que 2d= 331.46m/s x 0.1 seg. = 33.146 m

    d = 16.57 m

    Si el observador se coloca a una distancia menos que
    16.57m, no podrá distinguir entre el sonido emitido por
    él y el eco. Una aplicación real de esto se
    encuentra en el sonar, es un dispositivo que puede medir
    la profundidad del mar, produciendo ondas sonoras bajo la
    superficie del agua, y
    detectando el tiempo que tarda en registrar el eco.

    Difracción.

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    El fenómeno de difracción también
    se presenta en acústica. Un observador O, situado
    detrás de una puerta RL abierta, puede oír sonidos
    en un punto dentro de una habitación. Es decir, el sonido
    se propaga alrededor de la puerta RL; o sea, el sonido se
    difracta.

    Para longitudes de onda grandes, el número de
    bandas de difracción es grande y el sonido se escucha a
    distancias grandes dentro de la región de
    sombra.

    Pero de acuerdo con v=l f, vemos que si la longitud de
    onda es grande, la frecuencia es pequeña y, por tanto, a
    distancias grandes se oirán preponderantemente sonidos de
    frecuencia baja; o sea, sonidos graves. A medida que el
    observador se vaya acercando a la abertura RT irá oyendo
    también sonidos de longitudes de onda pequeñas; o
    sea, los de frecuencias grandes, sonidos agudos.

    Interferencia.

    Esto puede explicarse por el principio de
    superposición
    . Un ejemplo común de
    interferencia de ondas sonoras podemos encontrarlo cuando dos
    diapasones (u otras fuentes
    sonoras de una sola frecuencia) cuyas frecuencias solo difieren
    ligeramente, se golpean de manera simultanea. El sonido
    así producido fluctúa en intensidad, alternando
    entre tonos fuertes y silencio virtual. Dichas fluctuaciones
    regulares se denominan pulsaciones. El efecto vibrato que
    se obtiene en algunos órganos es un ejemplo de la
    aplicación de este principio. Cualquier nota vibrato se
    produce por dos tubos sintonizados a frecuencias ligeramente
    diferentes.

    Para comprender el origen de las pulsaciones
    examínese el patrón de interferencia producido
    entre dos ondas sonoras que proceden de dos diapasones con
    frecuencias ligeramente distintas, como se muestra en la
    siguiente figura. A superposición de las ondas A y B
    ejemplifican el origen de las pulsaciones. Los tonos más
    fuertes ocurren cuando las ondas interfieren constructivamente, y
    los tonos más ligeros cuando las ondas interfieren
    destructivamente. La observación y los cálculos
    demuestran que las dos ondas interfieren constructivamente f
    – f’
    veces por segundo. De este modo puede
    escribirse

    Numero de pulsaciones por segundo = | f –
    f’ |

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    Absorción
    sonora

    Las superficies de un recinto reflejan sólo
    parcialmente el sonido que incide sobre ellas; el resto es
    absorbido. Según el tipo de material o recubrimiento de
    una pared, ésta podrá absorber más o menos
    el sonido.

    Materiales absorbentes
    acústicos

    Los materiales de
    construcción y los revestimientos tienen
    propiedades absorbentes muy variables. A
    menudo es necesario, tanto en salas de espectáculo como en
    estudios de grabación y monitoreo realizar tratamientos
    específicos para optimizar las condiciones
    acústicas. Ello se logra con materiales absorbentes
    acústicos, es decir materiales especialmente formulados
    para tener una elevada absorción sonora.

    Existen varios tipos de materiales de esta clase. El
    más económico es la lana de vidrio, que se
    presenta en dos formas: como fieltro, y como panel rígido.
    La absorción aumenta con el espesor, y también con
    la densidad. Permite absorciones sonoras muy altas. El
    inconveniente es que debe ser separada del ambiente
    acústico mediante paneles protectores cuya finalidad es
    doble: proteger la lana de vidrio de las
    personas, y a las personas de la lana de vidrio (ya que las
    partículas que se podrían desprender no sólo
    lastiman la piel sino que
    al ser respiradas se acumulan irreversiblemente en los pulmones,
    con el consecuente peligro para la salud). Los protectores son
    en general planchas perforadas de Eucatex u otros materiales
    celulósicos. Es de destacar que salvo las planchas
    perforadas de gran espesor, no tienen efecto propio en la
    absorción, por lo tanto las planchas perforadas aplicadas
    directamente sobre la pared son poco efectivas.

    Otro tipo de material son las espumas de poliuretano o de
    melamina (C3H6N4). Son
    materiales que se fabrican facetados en forma de cuñas
    anecoicas. Esta estructura
    superficial se comporta como una trampa de sonido, ya que el
    sonido que incide sobre la superficie de una cuña se
    refleja varias veces en esa cuña y en la contigua. El
    resultado es un aumento de la superficie efectiva de tres veces o
    más.

    Construcción

    Hz

    125

    200

    500

    1000

    2000

    4000

    Hueco

    0.05

    0.10

    0.36

    0.72

    0.51

    0.80

    Lana mineral
    compacta

    0.07

    0.40

    0.98

    0.81

    0.60

    1.00

    Lana mineral y
    hueco

    0.50

    0.78

    0.88

    0.90

    0.92

    0.85

    Resonancia

    Cuando un cuerpo vibrante se pone en contacto con otro, el
    segundo es forzado a vibrar con la misma frecuencia que el
    vibrador original. Por ejemplo, si se golpea un diapasón
    con un martillo y se coloca con su base sobre la superficie de
    una mesa de madera, la
    intensidad del sonido incrementara súbitamente. Cuando el
    diapasón se retira de la mesa, la intensidad decrece a su
    nivel inicial. Las vibraciones de las partículas en la
    cubierta de la mesa en contacto con el diapasón se llaman
    vibraciones forzadas.

    Se ha visto que los cuerpos elásticos tienen ciertas
    frecuencias naturales de vibración que son
    características del material. Siempre que un cuerpo esta
    bajo la acción de una serie de impulsos periódicos
    que tienen una frecuencia aproximadamente igual a una de las
    frecuencias naturales del mismo, éste es puesto en
    vibración con una amplitud relativamente grande. A este
    fenómeno se le llama resonancia o vibración
    simpatética.

    Bibliografía

    http://apolo.uji.es/radio/RADIO1.HTM

    http://www.audioworld.com.ar/Acustica.htm

    Tippens Física. Conceptos y
    aplicaciones. Mc Graw Hill

    Beltrán, V., Braun, E. Principios de
    física. Curso de introducción.Trillas.

    Océano. Enciclopedia temática.
    (1998)

     

    Kristian Islas Lazcano .

    Estudiante de Ingeniería en Comunicaciones
    y Electrónica (6º semestre)

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