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Antiglobalización: Riesgos y realidades (página 2)




Enviado por irapavilo



Partes: 1, 2

  1. Los mitos de
    la
    Globalización.

Durante varios años, los periodistas John
Miclethwait y Adrian Woodridge se dedicaron a estudiar a fondo, y
desde diferentes ángulos diversos aspectos del
fenómeno globalizador. El resultado de estas reflexiones,
fruto de numerosos análisis, encuestas,
entrevistas,
revisión de datos y cifras,
fue recogido en su libro A
Future Perfect: The Chalenge and hidden promise of
Globalization.

En este texto, los dos
corresponsales de The Economist llegan a la
conclusión de que existen cinco mitos
formulados en torno a la
Globalización. Intentemos sintetizar estos
hallazgos, con el fin de entender mejor algunas de las criticas o
cuestionamientos inmanentes a la propia globalización.

A. El tamaño es fundamental.

Durante todo el siglo XX la noción de talla tuvo
una importancia singular, se diferenció entre la gran
empresa, la
mediana y la pequeña. El sueño empresarial
consistía en más; de hecho, como bien lo
expresa Stephen Vincent: "La idea de progreso es más:
más altura, más extensión, más
potencia,
más velocidad,
más producción, más ventas."

Buen reflejo de esta asimilación entre éxito y
talla, lo constituyen las sedes corporativas de las grandes
empresas, a
mayor importancia mayor altura del edificio sede de la casa
matriz, lo
augusto produce respeto
, parecen decir sus presidentes
ejecutivos.

Nuestros investigadores confirman que:

"Hay una variedad de formas mediante las cuales
la
Globalización misma reduce el poder de las
grandes compañías… Las firmas pequeñas
tienen menores costos que sus
inmensos rivales, tales como oficinas centrales razonables o
una línea de gerentes medios
más reducida. La desregulación de los mercados de
capital ha
hecho cada vez más fácil la adquisición de
dinero por
parte de las pequeñas empresas; la
disponibilidad de información tecnológica, por su
parte, ha hecho todo más fácil; y el
decrecimiento de los costos de
transporte
ha convertido al mundo entero en un mercado."(12)

Sin embargo, no dejan de reconocer que en determinadas
ramas industriales como la aeroespacial, la talla es decisiva.
Igual ocurre en el sector automotor, en el que los costos de
innovación en diseño
y seguridad son
cada día barreras de entrada y de salida innegable e
insuperable para los competidores.

Durante la pasada década las fusiones
empresariales fueron las protagonistas de las páginas de
negocio de los periódicos y de las revistas
especializadas. En su edición del 7 de Febrero del 2002,
el diario El Nacional de Venezuela,
refiriéndose a una de la fusiones
más comentadas y discutidas del fin del siglo pasado, la
de Daimler-Benz con Chrysler, que dio origen a la empresa
DaimlerChrysler, señalaba que la empresa, en el
año 2001, perdió 589 millones de dólares
americanos. La información señalaba además
que:

"Daymler Chrysler está en proceso de
reestructurar su unidad estadounidense Chrysler, que se vio
afectada por la recesión y una fuerte competencia…
Además, el miércoles la empresa
ahuyentó a los inversores, al admitir que no
cumplirá con sus objetivos de
ganancias de 2002 y recortará a su dividendos por
primera vez desde la fusión
de 1998 entre la alemana Daimler y la estadounidense
Chrysler."

En relación con las consecuencias de estas
fusiones entre empresas en el extranjero, Miclethwait y Wooldrige
señalan que paradójicamente "mientras mayor es el
número de fusiones, mayor es el número de
fracasos", y expresan que una serie de estudios académicos
realizados sobre las fusiones han concluido que:

"Aproximadamente dos de cada tres fusiones no
funcionan; los únicos ganadores son los accionistas de
la compañía adquirida, quienes reciben por sus
acciones
más de aquello que posteriormente se confirma que
valían."(13)

Por otra parte, añaden que las fusiones
realizadas con el objeto de diversificar el tipo de negocios han
fracasado todavía más estruendosamente, y citan los
ya conocidos ejemplos de lo ocurrido con algunos de los "chaebol"
coreanos: Daewoo, Samsumg.

Finalmente, los autores comentados enfatizan que en las
fusiones entre empresas originarias de diferentes países,
la situación es todavía más compleja, puesto
que los elementos de la cultura
corporativa de cada una de las fusionadas, juegan un papel
inesperado y preponderante en la dinámica de actuación de la nueva
compañía creada luego de la fusión.

En síntesis,
para los autores, el asunto del tamaño de la empresa, la
talla empresarial promovida especialmente por la fusión de
empresas, o mejor dicho, por la integración horizontal, no ha
producido¾
desde el punto de la Globalización: mayor presencia
e integración de mercados¾ todos los resultados
esperados, ni satisfecho tampoco las expectativas
generadas.

B. El triunfo de los productos
universales

En su célebre artículo publicado en la
Harvard Business Review, Theodore Levitt sostenía
que:

"La tecnología está produciendo una
nueva realidad comercial, la emergencia de mercados
globales en una escala
imprevista en cuanto a su tamaño y magnitud."
(14)

De esta forma, la Globalización preconizaba el
triunfo inequívoco de productos
universales que serían comprados y utilizados por
consumidores de todo el mundo, con total prescindencia de
elementos personales, condicionantes culturales, religiosos o
regionales. Sin embargo, la propia realidad se ha encargado de
desmentir esta pretensión que tenía en
Mercedes-Benz, BMW o Sony sus mejores expresiones de los
productos universales. Según los autores comentados, el
comportamiento
real de los consumidores ha creado situaciones como las
siguientes:

  • El producto
    que Cocacola vende más en la India no
    es la Cocacola misma, sino Thumbs Up.
  • Mc Donald’s vende "bulgogi" burgers en Corea
    y acaba de lanzar al mercado
    venezolano un combo criollo.
  • En el Medio Oriente, Pillsbury cambia el
    jamón de sus productos por cordero.
  • Budweiser ofrece a los consumidores japoneses una
    cerveza
    extra-fuerte que nada tiene que ver con la aséptica y
    tolerante bebida "light", que destilan para el recatado
    bebedor norteamericano. (15)

Como reacción a esta victoria relativa de los
productos mundiales propios de los mercados globales, los
planificadores y gerentes comerciales de las grandes empresas
globalizadas están realizando esfuerzos para segmentar los
clientes y no
sólo los mercados, que suponían innecesarios de
segmentar, dado su carácter
global. De allí que sea cada vez más cierto el
eslogan: "actúa global, piensa local." Las grandes
empresas deben resolver tres grandes paradojas: ser locales y
mundiales al mismo tiempo,
pequeñas y grandes según el asunto que motiva su
actuación, centralizadas parte del tiempo y
descentralizadas la mayor parte del mismo.

C. La Economía debe ser
re-escrita

Para los globalizadores a ultranza, la Vieja Economía, a la
luz de los
nuevos avances de las tecnologías de información y
comunicación, y otras innovaciones
tecnológicas, dejó de tener vigencia y sentido.
Muchos analistas sostienen que la llamada Nueva Economía,
es decir, aquella particular realidad definida, en primer lugar,
por el uso intensivo de la Internet-la red de redes- aplicada a los
negocios y, en
segundo lugar, por la creación de un mercado de
valores de referencia- el Nasdaq y otro conjunto de nuevos
mercados bursátiles en diferentes países del mundo-
para efectuar las transacciones bursátiles de un conjunto
de empresas que no poseen activos
físicos relevantes, y cuyas acciones se
cotizan y valoran en función de
parámetros intangibles como son: el
conocimiento, la información, la innovación, en fin, la inteligencia y
el talento aplicados a la creación, producción, mercadeo y
distribución de productos (bienes o
servicios) que
implican el uso de altas tecnologías, es la responsable
del incremento de la productividad y
del crecimiento del Producto Interno
Bruto obtenido por los países industrializados y, por
los EEUU, en particular.

Sin embargo, con atinado criterio, Miclethwhait y
Woolridge sostienen que el argumento, según el cual, la
tecnología, y en especial la Internet, revolucionó
la productividad
de la economía norteamericana y cambio el
límite de velocidad al
que venía creciendo, debe ser examinado también a
la luz de otras
circunstancias políticas
y económicas. Ambos autores confirman que las empresas
americanas han invertido en tecnología, sin embargo, la
inflación ha sido baja, y al mismo tiempo han disfrutado
durante un largo período de un dólar fuerte, de
servicios
públicos baratos, abundancia de mano de obra generadora de
una importante demanda de
bienes y
productos. Para los autores, la paradoja de la Nueva
Economía radica en que, a pesar de la colosales inversiones en
tecnología por parte de las empresas norteamericanas
durante las dos últimas décadas del pasado siglo,
la productividad americana creció por debajo de la
obtenida después de la Segunda Guerra
Mundial: 3.4%.

A la luz de estas reflexiones y evidencias,
Micklethwhait y Wooldridge, no sin ciertas dudas, se preguntan
sí las ganancias en productividad se obtuvieron entonces
exclusivamente en un número limitado de empresas de alta
tecnología: las "high-tech" industries, o sí no
será más bien que la tecnología no genera
tanta productividad como sustentan los defensores de la Revolución
tecnológica.

Finalmente, ambos autores sentencian:

"Permanecemos un tanto escépticos acerca de
sí la Internet se convertirá en un paradigma,
en un punto de referencia obligado para la humanidad, que pueda
compararse con la introducción de la electricidad o
con la llegada del motor a
combustión."(16)

En este mismo orden de ideas, es conveniente recordar
que para Michael Porter, la innovación debe ser entendida
en sentido amplio, cubriendo el espectro que va desde la
innovación tecnológica propiamente dicha hasta las
nuevas formas de administración, gerencia o
mercadeo.
Coherentemente con esta acepción extendida de
innovación, Porter, al igual que los autores
precedentemente citados, advierte contra la tentación de
basar exclusivamente los aumentos de productividad y competitividad
en la Revolución
Tecnológica, en las innovaciones producto de
las tecnologías, y, más particularmente, de las
TIC.

Peter Druker, a sus 91 años de edad y
después de más de 50 reflexionando sobre temas
gerenciales, en una entrevista que
reprodujo El Nacional de Venezuela el
29 de Octubre de 2001, refiriéndose a la Nueva
Economía, y en especial a la Internet, comentó lo
siguiente:

"… La percepción pública puede confundir
el tamaño con la importancia. Estas dos cosas tienen muy
poco que ver entre sí. La Internet tiene una importancia
tremenda, pero su dimensión económica es
meramente marginal. También existe la percepción de que el tamaño es
igual al desempeño. Durante el auge de la
Internet, se arguyó que la Internet era importante,
entonces también era rentable. Pero no fue así.
La rentabilidad
de la Internet como negocio o industria es
dudosa. Pero su impacto es increíblemente
inmenso…"

Sin embargo, no todo parece ser tan realista, por no
decir pesimista, Orit Yadiesh y Dan Haas, en artículo
publicado en El Nacional de Venezuela, el viernes 7 de
Septiembre de 2001, con un criterio un tanto diferente a los
expuestos, reconocían:

"No ha habido una revolución del comercio
electrónico y las reglas del negocio siguen siendo
más o menos las mismas. Entonces,
¿quiénes serán los verdaderos ganadores
de la era de Internet?. Serán las
compañías que trabajen para aplicar Internet a
los activos a
fin de no sólo crear una mayor eficiencia,
sino también una nueva ventaja competitiva. Asimismo,
serán las compañías que refuercen las
poderosas posiciones estratégicas en áreas en
las que ya prevalecen y producen beneficios sustentables. Y
eso depende en gran medida de la habilidad de una
compañía para hacer avanzar su
compresión sobre sus puntos fuertes, más
allá de la perspectiva tradicional del balance
general, hacia el área de sus activos intangibles,
es decir, sus redes, sus bases de
información, sus marcas y su
participación en el mercado. Esta compresión,
aunada con el poder
galopante de la Internet, será la clave para desatar
la fuerza y
las posibilidades productivas de la corporación en la
era de Internet".

D. La Globalización es un "juego suma
cero"

Quizás este mito sea uno
de los que más motiva protestas y desencantos en
relación con los beneficios de la Globalización, es
decir, que al final todo suma cero, no hay ganadores ni
perdedores, lo cual por supuesto, no es absolutamente cierto, y
mucho menos en relación con el empleo, tal
como lo veremos en su oportunidad.

Regresemos a la argumentación y opiniones de
Micklethwait y Wooldrige sobre este particular. Los autores
recuerdan que:

"La idea según la cual la integración
económica es un "juego suma
cero" impregna el pensamiento
antiglobalizador sobre todo lo que tenga que ver con un
comercio
libre y justo, con sus puestos de trabajo, con la
relación entre países ricos y
pobres."(17)

Y ciertamente, en este aspecto, la realidad es
contundente, la Globalización "no suma cero"; el empleo que se
pierde en un país no necesariamente se sustituye por otro;
sectores enteros de una actividad económica son
desplazados de un país a otro por razones de costos de
mano de obra, produciendo una secuela de desempleados con los
inevitables efectos sobre el entorno familiar y regional; los
países que predican el libre flujo de mercaderías,
la absoluta libertad de
comercio entre
naciones, son los primeros que establecen medidas
económicas (tasas aduaneras, contingentamientos, cupos)
con el fin de proteger alguna industria
nacional en particular, como sucedió con la
siderúrgica norteamericana y las correspondientes
respuestas de la Unión
Europea.

  1. La desaparición de la
    geografía

En el desarrollo del
capitalismo,
la geografía,
esa que muchos llamaron aprovechamiento de las ventajas
comparativas
, desempeñó un rol fundamental en
los países y en sus economías. En este sentido,
bástenos simplemente citar al economista británico
Jevons, quien, en 1865, había entendido que el "laissez
faire" y un orden comercial abierto era redituable para un
imperio que aprovechó la geografía y sus
ventajas para hacer más feliz y próspera a la
metrópoli británica. En este sentido, Jovens
enumeraba:

"Las llanuras de Norteamérica y Rusia son
nuestros maizales, Chicago y Odessa nuestros graneros;
Canadá y el Báltico nuestros bosques madereros.
Australasia contiene nuestras granjas de ovejas, y en Argentina y las
llanuras occidentales están nuestras manadas de bovinos,
Perú envía su plata, y el oro de Sudáfrica
y Australia fluye hacia Londres; los indios y los chinos
cultivan té para nosotros, y nuestras plantaciones de
café,
azúcar y especias están todas en
las Indias. España y
Francia son
nuestros viñedos, y el Mediterráneo nuestro
vergel, y nuestros campos de algodón, que durante mucho
tiempo ocuparon los Estados Unidos
sureños, se extienden ahora por todas las regiones
cálidas de la
tierra."(18)

Pero estas dicentes y orgullosas afirmaciones acerca de
las ventajas de la localización geográfica, de las
ventajas comparativas estáticas, son puestas en duda por
un conjunto de analistas y empresarios que desvalorizan la
noción de espacio económico, la
geografía.

Para muchos de ellos, las llamadas zonas industriales,
las áreas de desarrollo,
los activos fijos,
las plantas
industriales, en fin, la geografía
económica, salvo en lo que respecta a la
ubicación de aquellos recursos
naturales no sustituibles por la ciencia y
la tecnología, dejó de tener sentido. Así,
pregonan una pretendida desaparición de la geografía
económica que implica una casi virtualización
del proceso
productivo. La Vieja Economía con sus plantas e
instalaciones ubicadas en zonas perfectamente delimitadas, en
áreas especialmente asignadas para determinada actividad
económica, dejó para muchos, de tener vigencia. En
otras palabras, las ventajas de la localización industrial
ya no son tales, y no importa donde se fabrique o se produzca el
producto, ya que la fuerzas de un nuevo mercado, virtual, por
Internet, es capaz de influir sobre la Economía de tal
manera que la geografía, la localización espacial,
es un detalle menor, insignificante, propio de empresas dinosaurios,
antidiluvianas, que pertenecen atadas a las viejas formas
productivas, y a los tradicionales factores de la
producción (tierra,
trabajo, capital y
tecnología).

Sin embargo, la realidad, incluso la propia del mundo de
las denominadas empresas de alta tecnología, se ha
comportado de manera diferente, y la geografía
económica, modificada por nuevas empresas y nuevas
actividades productivas, ha adquirido otra dimensión y
otras latitudes, sin dejar de tener vigencia como concepto y
realidad.

En efecto, la ciencia
económica y administrativa registra el surgimiento de los
llamados "clusters", es decir, de

"Concentraciones geográficas de
compañías e instituciones interconectadas en un determinado
campo que propician e incentivan a este grupo
selecto de organizaciones
a la competencia.
Estos clusters incluyen, por ejemplo, a proveedores
de insumos especializados (componentes, maquinarias y
servicios) así como suplidores de infraestructura. Los
clusters muy frecuentemente se extienden aguas abajo hasta los
canales de
distribución y los consumidores, y lateralmente
hasta los fabricantes de productos complementarios, y hasta
compañías relacionadas en términos de
tecnología, habilidades o insumos
comunes."(19)

Estos "clusters", de acuerdo con Michael Porter, no
necesariamente se dan en el área estrictamente industrial
o de servicios, pueden incluso incluir en "sus dominios
geográficos" al gobierno y otras
instituciones
como universidades, agencias fijadoras de estándares,
grupos de
reflexión, proveedores de
adiestramiento
vocacional, asociaciones comerciales que ofrecen adiestramiento,
educación,
información, investigación y
tecnología.

Sin embargo no son solamente los dos corresponsales del
periódico The Economist quienes se
interrogan acerca de las verdades y bondades de la
Globalización; académicos de la Universidad de
Princeton, entre los que se cuentan Paul N. Doremus, William W.
Seller, Louis W. Pauly y Simon Reich, publicaron un libro titulado
como este capitulo del nuestro: El mito de la
corporación global. En este sesudo análisis, los investigadores nombrados
llegan a la siguiente conclusión, luego de sus
análisis:

"Este libro presenta una perspectiva diferente en
contraste con las expectativas compartidas dentro y fuera de la
academia, el libro encuentra evidencias de la decisiva
influencia de las estructuras
nacionales dentro del Estado de
origen de las corporaciones líderes mundiales. Esas
estructuras
continúan ejerciendo un poder de influencia para
eliminar la diversidad en las operaciones
centrales (el "core") llevadas a cabo por esas
corporaciones."(20)

2. Los asuntos
ecológicos

Uno de los aspectos más relevantes llevados
adelante por los movimientos antiglobalización es el
relacionado con la ecología. Si bien es
cierto que la destrucción del ambiente es un
problema que no es propio del siglo XX, los antiglobalizadores se
han adueñado de los efectos perversos que el hombre ha
ejercido sobre la naturaleza, en
esa visión judeo-cristina de órdenes y prelaciones,
según la cual el hombre
está por encima de todas las cosas y el mundo está
para su servicio y
disfrute. Recordemos que la ecología es aquella
rama de la biología que estudia
la relación de los seres vivos con el ambiente. El
término ecología proviene de la unión de dos
palabras griegas: Oikos (casa) y Logos (estudio).
La disciplina
surge a raíz de las investigaciones
del biólogo alemán Ernst Haeckel
(1834-1919).

En esta línea de pensamiento
nada más conmovedor, y no tiene nada que ver con nuestros
tiempos inmediatos, que las opiniones formuladas por el Jefe
Indio Seatle, cuando, ante la oferta de
Francklin Pierce, elegido Presidente de los Estados Unidos de
América
en el año 1853, para comprar un lote de tierra
propiedad de
los pieles rojas, su jefe Seatle responde lo siguiente al Gran
Jefe Blanco:

"¿Cómo se puede comprar o vender el
firmamento, ni aún el calor de
la tierra.
Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la
frescura del aire ni del
fulgor de las aguas ¿cómo podrán ustedes
comprarlos…? somos parte de la tierra y asimismo, ella es
parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas;
el venado, el caballo, la gran águila; éstos son
nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los
húmedos prados, el calor del
cuerpo del caballo y el hombre,
todos pertenecemos a la misma familia."

Más contemporáneamente, Ignacio Ramonet
sentencia:

"La globalización es también el saqueo
de la naturaleza, el
pillaje planetario, las grandes empresas privadas depredan el
medio
ambiente utilizando herramientas
desmesuradas, esquilman las riquezas naturales que son el bien
común de la humanidad, y lo hacen sin escrúpulos
y sin freno". (21)

Fruto de una permanente e indiscriminada actividad
depredadora sobre el ambiente, sobre los recursos
naturales, en general, desde hace más de treinta
años, diferentes, organizaciones no
gubernamentales, organismos multilaterales ad-hoc, han venido
celebrando acuerdos, firmando manifiestos, evidenciando, en fin,
el deterioro que, en diversos grados y circunstancias, ha venido
sufriendo el planeta tierra. En este orden de ideas, el Fondo
Mundial para la Naturaleza ( W.W.F., por sus iniciales en
inglés)
denunció que la especie humana está usando la
tierra un 30% más de lo que el planeta puede soportar sin
sufrir serios prejuicios.

En el Living Planet Report (Informe del
Planeta Viviente) que evalúa la situación del
ambiente en el mundo, el organismo destaca que el tipo de
civilización predominante está obligando al planeta
a trabajar mucho más allá de su capacidad y que los
resultados son la deforestación, el cambio
climático y la disminución de los recursos
pesqueros.

Atendiendo a estas innegables realidades, se ha
acuñado así la noción de desarrollo
sostenible
, sobre el que parece existir un consenso mundial
generalizado. Kennedy Graham en su interesante compilación
The Planetary Interest, propone cinco ideas básicas
para concretar efectivamente el interés
planetario. En este sentido, afirma:

  • Hay que entender que el mundo se encuentra en un
    estado de
    transición hacia una nueva era en la que los
    Estados-nación están obligados a
    confrontar problemas
    de carácter global.
  • Algunos de estos problemas
    están amenazando la viabilidad e integridad del
    planeta, y poniendo en peligro el bienestar de la humanidad y
    el de las otras especies.
  • Se requiere un pleno entendimiento de las
    limitaciones de las normas e
    instituciones políticas contemporáneas,
    basadas en el concepto
    tradicional de soberanía nacional, para el manejo de
    los problemas globales.
  • Nuevos conceptos y métodos de tomas de decisiones son
    necesarios para enfrentar con éxito los retos del siglo
    XXI.
  • El interés planetario debe centrarse en la
    supervivencia y viabilidad de la humanidad, el esfuerzo para
    mantener la integridad física del
    planeta, y la protección de su sistema
    ecológico y la biosfera
    de cambios antropogénicos.(22)

Para el llamado movimiento
ecologista, lo fundamental radica en:

"Mantener el volumen de
extracción humana y emisiones en estrecho balance con
las capacidades regenerativas de la naturaleza."(23)

De esta forma, un desarrollo
sostenible que incluya una clara visión
ecológica y un confirmado interés por la
preservación del ambiente, es visto como uno de los
desafíos más significativos de la
Globalización. Cuatro son los desastres ecológicos
que, a veces con poca justicia, le
son achacados exclusivamente a la
Globalización.

A. El cambio climático.

Existe absoluta conciencia de que
el planeta se ha venido calentando en los últimos siglos;
no existe, empero, unanimidad entre la comunidad
científica para establecer una relación directa y
proporcional entre el efecto invernadero y el
calentamiento mundial.

En efecto, los protectores del medio ambiente
afirman que éste se está transformando de forma
inequívoca por efecto de los gases
invernadero y que será inevitable un aumento gradual de la
temperatura
del planeta, con sus consiguientes secuelas de daños y
catástrofes. Por el contrario, científicos
más escépticos y los propulsores del "laissez
faire" en materia
económica, sostienen que no puede, ni debe, limitarse el
crecimiento productivo y no están de acuerdo con la
injerencia de los gobiernos o de las dependencias técnicas
de las Naciones Unidas
en el establecimiento de normas o acuerdos
que perturben la manera de hacer negocios y la forma en que viven
los individuos.

Sin embargo, a pesar de estos puntos de vista
disímiles y encontrados, existe conciencia acerca
de que:

"Los cambios progresivos del clima
planetario que ocasionarían las crecientes emisiones de
gases
provenientes de la mayoría de las actividades
industriales, agrícolas y domésticas, es uno de
los retos más importantes que deberá afrontar la
humanidad en el transcurso de las próximas
décadas. La alteración de los procesos que
tienen lugar en la atmósfera para disipar y absorber la
energía calórica, por la presencia de los gases
emitidos, puede conducir a un incremento de la temperatura
media mundial del planeta en el siglo XXI. Como consecuencia se
producirán extensas inundaciones por la elevación
del nivel del mar, sequías y deterioro de suelos
fértiles que ocasionarían la pérdida de
productividad de ciertos cultivos, así como variaciones
en el equilibrio
de numerosos ecosistemas,
cuya magnitud es difícil de anticipar."(24)

Los principales causantes de este efecto
invernadero son variados. En efecto, el experto ambientalista
Juan Carlos Sánchez continúa explicando: el
gas de
efecto
invernadero de mayor abundancia e influencia en el clima es el vapor
de agua presente
en la atmósfera, producto del equilibrio
natural existente entre la evaporación del agua en el
planeta y las lluvias. A diferencia del vapor de agua, los otros
gases de invernadero tienden a acumularse en la atmósfera.
Este es el caso del CO2 o dióxido de carbono que
representa, aproximadamente, un 0,03% del volumen
atmosférico. Además del CO2, el metano
(CH4), el óxido nitroso (N2O), los
clorofluorocarbonos (CFCs) y otros gases
sintéticos utilizados por algunas industrias,
también contribuyen al efecto invernadero. Esta serie de
gases, aunque se emiten en menor proporción que el
CO2, tienen mayor capacidad para irradiar calor y, por
tanto, también deben tomarse en cuenta en la evaluación
del problema.

Existe plena conciencia de la utilidad y
conveniencia de la existencia de estos gases invernaderos,
éstos ayudan a que la tierra mantenga temperaturas
adecuadas para la vida en todas sus manifestaciones. De no ser
así, los ecosistemas y
la vida no podrían subsistir, ya que sin esos denominados
gases invernaderos, la superficie del planeta tendría una
temperatura 30°C más fría y seria, en
consecuencia, un planeta desierto y sin vida. Por otra parte,
diversos estudios científicos, realizados en Estados
Unidos de América
y en el Reino Unido, indican que el planeta se ha calentado en
0,6 grados en el último siglo. Se calcula que para el
año 2050, la temperatura habrá aumentado de 0,9 a
2,6 grados centígrados y en el 2080 de 1,2 a 3,9 grados.
La temperatura media de la Tierra crecerá durante el siglo
XXI entre uno y 3,5 grados centígrados, lo que
supondrá el mayor cambio climático ocurrido en los
últimos 10.000 años. En ese mismo estudio de las
Naciones Unidas
se comenta que, en el siglo XXI, el nivel de los océanos
aumentará entre quince y noventa y cinco
centímetros, en parte debido a la destrucción de
glaciares, lo que causaría inundaciones sin
parangón.

Estudios realizados en centros de investigación y análisis
climáticos llaman la atención, en especial, sobre algunos de
estos gases, cuyo incremento viene afectando el clima e
incidiendo sobre el efecto invernadero:

  • El dióxido de carbono
    (CO2) es esencial para la mayoría de los
    seres vivos. El
    petróleo, el carbón y el gas natural
    son, entre otras, formas fosilizadas de carbono;
    cuando estas sustancias se utilizan con fines
    energéticos, como combustible, liberan CO2
    al aire. Estas
    emisiones, unidas a otras de carácter natural y a la
    deforestación, han venido alterando el
    llamado ciclo del carbono. Como bien lo expresan los
    estudiosos de este fenómeno, refiriéndose, en
    especial, a los combustibles energéticos:

"Los combustibles energéticos se utilizan
para generar energía
eléctrica, fabricar combustibles automotores y
elaborar un sin número de productos de amplio consumo.
Actualmente, el 88% de la energía consumida proviene
de productos fósiles. Desde mediados del siglo pasado
hasta el presente, la quema de estos combustibles ha arrojado
al aire alrededor de 170.000 millones de toneladas de
carbono. Hoy en día, se añaden unas 6.000
millones de toneladas diariamente a una tonelada de
carbón por persona. Si
las cosas continúan así, para el año
2010, los combustibles fósiles podrían agregar
unos 10.000 millones de toneladas de carbono a la
atmósfera."(25)

En lo referente a la deforestación, es
conveniente recordar que en la Edad Media,
los siervos de la gleba desbrozaban bosques con el fin de
obtener terrenos cultivables y aumentar la productividad del
trabajo agrícola. Sin embargo, en épocas
más recientes, la industria y el crecimiento de las
ciudades fue incorporando, mediante la quema y la tala
indiscriminada, ingentes zonas plantadas de árboles y arbustos a las ciudades y a los
cultivos intensivos. Los analistas ecológicos
calculan:

"… que los árboles, los arbustos y el suelo del
planeta contienen aproximadamente 2 billones de toneladas de
carbono… La deforestación y los incendios
de vegetación ocasionan que el carbono contenido en la
plantas se libere al aire en forma de dióxido de
carbono… no se sabe con certeza cuánto
CO2 penetra en la atmósfera como resultado
de la deforestación, pero se estima que puede
representar entre 20 o 25% de las emisiones de dióxido
de carbono por actividades humanas."(26)

Afortunadamente, de acuerdo con los mismos expertos,
el océano juega un papel
fundamental en el equilibrio del CO2 porque absorbe
y emite grandes cantidades de este gas al
aire.

  • El metano (CH), de acuerdo con las investigaciones realizadas por la NASA, el
    metano atmosférico puede haber aumentado hasta en un
    40% en las últimas cuatro décadas. El metano
    proviene de muchas fuentes:
    es venteado al aire en los campos de producción de
    petróleo y de gas, e igualmente en las
    minas de carbón; las bacterias
    anaeróbicas y las que crecen en el estómago de
    los animales de
    pasto también contribuyen con las emisiones de gas
    metano a la atmósfera.
  • Cloroflurocarburos (CFCs), son
    los llamados gases freón, es decir, sustancias
    sintéticas utilizadas como fluidos enfriadores o
    refrigerantes de aire
    acondicionado y neveras, como propelente de aerosoles,
    solventes y agentes para material plástico. Hay menos abundancia de
    CFCs en la atmósfera en comparación
    con el CO2, pero aquellos tienen una capacidad
    para irradiar calor 10.000 veces más alta que el
    CO2, y pueden permanecer mucho más tiempo
    en la atmósfera. Tienen igualmente la capacidad para
    ascender hasta la estratosfera y deteriorar la capa de
    ozono.
  • Óxido Nitroso (N2O),
    proviene de la utilización intensiva creciente de
    fertilizantes químicos; luego que éstos se
    mezclan con el suelo se
    convierten en óxido nitroso y se difunden en el
    ambiente. La quema de combustibles fósiles
    también es responsable de las emisiones de este
    óxido.

En el presente gráfico se muestran, las cifras
sobre países con mayor nivel de emisiones netas de gases
invernadero, para la fecha tomada en cuenta en el Protocolo de
Kyoto.

GASES INVERNADERO

País

Rango

CO2

CH4

CFC

Total

% del

total

EEUU

1

540.000

130.000

350.000

1.000.000

17,6

URSS

2

450.000

60.000

180.000

690.000

12,0

Brasil

3

560.000

28.000

16.000

610.000

10,5

China

4

260.000

90.000

32.000

380.000

6,6

India

5

130.000

98.000

700

230.000

3,9

Japón

6

110.000

12.000

100.000

220.000

3,9

R.F.A.

7

79.000

8.000

75.000

160.000

2,8

Reino Unido

8

69.000

14.000

71.000

150.000

2,7

Indonesia

9

110.000

19.000

9.500

140.000

2,4

Francia

10

41.000

13.000

69.000

120.000

2,1

Italia

11

45.000

5.000

71.000

120.000

2,1

Canadá

12

48.000

30.000

36.000

120.000

2,0

México

13

49.000

20.000

9.100

78.000

1,4

Birmania

14

68.000

9.000

0

77.000

1,3

Polonia

15

56.000

7.400

13.000

76.000

1,3

España

16

21.000

4.200

48.000

73.000

1,3

Colombia

17

60.000

4.100

5.200

69.000

1,2

Tailandia

18

48.000

16.000

3.500

67.000

1,2

Australia

19

28.000

14.000

21.000

63.000

1,1

R.D.A.

20

39.000

2.100

20.000

62.000

1,1

Nigeria

21

32.000

3.100

18.000

53.000

0,9

Sudáfrica

22

34.000

7.800

5.800

47.000

0,8

C. de Marfil

23

44.000

550

2.000

47.000

0,8

Países Bajos

24

16.000

8.800

18.000

43.000

0,7

Arabia Saudí

25

20.000

15.000

6.600

42.000

0,7

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: World Resoucers 1990-91,
pág.15.

A raíz de la preocupación mundial por esta
situación climática:

"El programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la
Organización Meteorológica Mundial (OMM)
establecieron en 1988 el Panel Intergubernamental de Cambios
Climáticos (IPCC), asignándole la responsabilidad de evaluar la situación
existente acerca del clima planetario y de los cambios
climáticos. El IPCC también tiene la tarea de
evaluar las posibles consecuencias ambientales y
socioeconómicas de los cambios climáticos. Dentro
de las conclusiones más importantes presentadas por el
IPCC destacan las siguientes:

● El balance de las evidencias
científicas sugiere que existe una influencia
perceptible de las actividades del hombre sobre
el clima mundial.

  • Conforme a los modelos
    disponibles del clima, la temperatura global puede
    incrementarse entre 1,0 y 3,5 °C para el año
    2100.
  • La expansión térmica de los
    océanos elevará el nivel del mar entre 25 y 50
    cm, para el año 2.100
  • Los cambios del clima afectaran al ambiente de
    manera global.
  • La población humana y los ecosistemas
    tendrán que adaptarse a los cambios del sistema
    climático.
  • La estabilización de las concentraciones
    atmosféricas de gases de invernadero requerirá
    la realización de esfuerzos
    considerables."(27)

Posteriormente, y a raíz de la toma de conciencia
acerca de esta amenazante situación para el presente y el
futuro de la humanidad y del planeta, producto del proceso
acelerado de urbanización, del rápido crecimiento
industrial, y de una concepción ideológica en la
que el ambiente, el entorno físico, contaba poco, se ha
incrementado la reflexión de investigadores, gobiernos y
organismos especializados acerca de los efectos de este
impostergable peligro. Incluso Charles Handy propone definir el
medio ambiente como el nuevo objetivo del
gasto en defensa, combatiendo nuestro propio deterioro
ambiental.

Uno de los efectos más perniciosos de estas
emisiones sería el calentamiento de la atmósfera,
debido a la relación existente entre la radiación
calórica y la temperatura, por eso es que se habla en los
círculos científicos del calentamiento
global
. La consecuencia adversa más evidente es la
elevación del nivel del mar porque coloca en
situación de riesgo a las
islas y a los territorios costeros bajos.

La Organización de las Naciones Unidas
(ONU)
invitó, en 1979, a la ciudad de Nueva York, a
gobiernos, al mundo científico, empresarial y ambiental,
así como a los representantes de la sociedad civil,
las ONGs mundiales, a una jornada de reflexión sobre el
ambiente, mediante la
Organización de la Primera Conferencia
Mundial sobre el Clima, a la que siguieron otras en La Haya y
Río de Janeiro.

Pero no fue sino hace cuatro años, en la
reunión celebrada en la ciudad de Kyoto (Japón),
cuando los países industrializados decidieron presentar
medidas claras y severas para solventar esta amenaza.

La primera Conferencia de
las Partes sobre Cambio Climático (COP1) fue llevada a
cabo en la ciudad de Berlín, Alemania en
1.995. En esta primera conferencia se firmó el llamado
Mandato de Berlín, en el cual participaron
representantes de 160 países.

Las conclusiones acordadas fueron las
siguientes:

  • Se estableció la voluntad de reducir los
    gases causantes del efecto invernadero, aunque sin
    compromisos efectivos sobre cifras y plazos.
  • Se decidió no conceder, en lo que quedaba de
    siglo, incrementos en las cuotas de emisión de
    productos concomitantes para aquellas naciones
    industrializadas que realicen inversiones ecológicas en el Tercer
    Mundo.

La Segunda de las conferencias sobre Cambio
Climático, se celebró en Ginebra en 1996, con la
participación de 150 países, los cuales
concluyeron:

  • Se asumió la responsabilidad del factor humano en el cambio
    climático.
  • Se reconoció la necesidad de fijar
    objetivos numéricos legalmente
    vinculantes para eliminar la emisión de gases
    de efecto invernadero por parte de los países
    industrializados.

La tercera Conferencia sobre Cambio Climático se
celebró en Kyoto, Japón,
en Diciembre de 1997. En dicha conferencia, se firmó el
Protocolo de
Kyoto
, el cual consta de 28 artículos. A esta
conferencia asistieron 10.000 personas, incluyendo 1500 delegados
de 173 países, 3500 observadores, 4000 representantes de
diferentes sectores y 1000 periodistas. En esta reunión se
establecieron compromisos diferentes para cada país
desarrollado: la Unión
Europea, como grupo,
debería reducir su emisión en 8% en relación
con la de 1990; los EEUU en 7%; Japón y Canadá en
6%; Rusia, Ucrania y Nueva Zelandia debían alcanzar sus
niveles de emisión de 1990, y algunos países como
Australia Y Noruega podrían tener un ligero aumento de sus
emisiones con respecto a 1990.

Las políticas y medidas recomendadas y recogidas
en el Protocolo de Kyoto, con la finalidad que los Estados lo
suscribiesen (al menos 55 durante los 90 días a su
finalización el 10 de Diciembre de 1997), fueron las
siguientes:

  • Mejoramiento de la eficiencia
    energética en sectores relevantes de la
    economía.
  • Protección y mejoramiento de los suministros
    (bosques).
  • Desarrollo de prácticas agrícolas
    sostenibles.
  • Promoción, investigación y desarrollo
    de fuentes
    renovables de energía y de captación y
    disposición del CO2.
  • Reducción progresiva y eliminación de
    incentivos
    fiscales, impuestos y
    subsidios que sean contrarios al objetivo
    de reducir las emisiones.

El Protocolo de Kyoto cubre seis gases de invernadero:
dióxido de carbono (CO2), metano
(CH2), óxido nitroso (N20),
hidrofurocarbonos (HFC5), perflorocarbonos
(PFCs) y hexasulfuro de azufre
(SF6).

Se estableció también que los
países industrializados podrán comercializar entre
derechos de emisiones, cuando su
reducción vaya más allá de los compromisos
establecidos. Asimismo, los países en desarrollo
deberán ser compensados por los posibles impactos adversos
de tipo social, ambiental o económico que les ocasionen
las políticas y medidas que adopten las naciones
industrializadas para cumplir con sus compromisos.

La Cuarta Conferencia sobre Cambio Climático se
celebró en Buenos Aires,
Argentina en
1998. En esta conferencia los países acordaron: aprobar el
programa
Agenda 2000, por representantes de 170 países, aplazar
hasta el 2000 la puesta en marcha del Mecanismo de Desarrollo
Limpio (MDL) acordado en el Protocolo de Kyoto, y autorizar la
presencia de organizaciones no gubernamentales en los
órganos de negociación de la Convención sobre
el clima.

La Quinta Conferencia se realizó en la ciudad de
Bonn, Alemania, en
el año 1.999. En esta reunión, a la que asistieron
4.000 delegados de 166 países, se pusieron en evidencia
las claras diferencias entre países industrializados y las
naciones en desarrollo. La Conferencia concluyó con la
opinión generalizada de que la entrada en vigor del
Protocolo de Kyoto se produciría probablemente en el
2002.

Para que el Protocolo de Kyoto entre en vigor es
necesario que sea firmado y ratificado por un mínimo de
países que representen, en su conjunto, el 55% de las
emisiones de gases de efecto invernadero. (28) Finalmente, en la
última Cumbre de la Tierra celebrada en Johannesburgo,
Rusia ratificó el tratado y posibilitó su vigencia.
EEUU no asistió a la cumbre y continúa argumentando
que su desarrollo industrial estaría en peligro de
aplicarse las normas de Kyoto.

Mientras todo esto ocurre, los estudiosos del problema
han calculado que el calentamiento global del planeta, medido en
términos de las catástrofes naturales que
ocasionaría, estaría en el orden de 600.000 US$ por
hora. Los daños más relevantes serían:
ciclones tropicales, aumento del nivel del mar y la consecuente
disminución de tierras emergidas.

A pesar de esta clara y evidente situación, los
países industrializados proponen una especie de comercio o
compensación por las emisiones: los créditos carbono o derechos de emisiones, a
los que nos referimos anteriormente. El concepto es simple: la
agencia u organización regulatoria autoriza a
una empresa
determinada a emitir una determinada cantidad de emisiones
contaminantes al ambiente; la compañía compra, en
consecuencia, el derecho a hacer uso de esa autorización.
El gobierno o las
agencias regulatorias pueden así ir controlando mejor las
emisiones, las empresas comprarlas entre ellas o en un mercado
abierto a otras empresas que no van a ser uso total de las
emisiones autorizadas. En EEUU, especialmente, para el caso del
dióxido de sulfuro causante de las llamadas lluvias
ácidas
se está haciendo ya uso de las
transacciones de esta naturaleza. Los países del Primer
Mundo suscriptores del Protocolo de Kyoto vienen también
haciendo proposiciones en este sentido: créditos para las empresas que realizan
esfuerzos extras para limpiar el ambiente, tales como la siembra
de árboles que absorban el dióxido de
carbono.

Como se puede apreciar los esfuerzos, estudios,
reuniones, acuerdos y protocolos han
sido extensos: los resultados magros. Las advertencias de los
grupos
ecologistas y de los tecnócratas encargados de analizar y
proponer medidas para reducir el efecto, son alarmantes. Un
equipo de la UNEP, de la Oficina de la
Organización de las Naciones Unidas: nos recuerda y
advierte:

"las continuas emanaciones de anhídrido
carbónico, metano, clorofluoro-carbonos y óxido
nitrosos, con la intensidad actual, aumentarán la
temperatura superficial media de la tierra en 0,3 grados
centígrados cada diez años. Esto significa que al
final del siglo XXI la temperatura media de la tierra
será alrededor de 3 grados más alta que hoy. El
aumento de la temperatura hará que los casquetes polares
se fundan y que los océanos se eleven entre 20
centímetros y 1 metro en el lapso de 100 años.
Otros efectos serán el aumento de los períodos de
clima más caliente y seco, que darán lugar a
mayores inundaciones. Los países que hoy salen
perdiendo en cuestiones ambientales continuarán
haciéndolo en el futuro. Decenas, quizás
centenares de personas, puede que tengan que vivir como
"refugiados ambientales" y se verán obligados a
abandonar sus pueblos y hogares". (el subrayado es
nuestro)

Además, es conveniente tener en cuenta lo
expresado por Paul Kennedy, cuando pregunta:

"…¿es posible semejante esfuerzo? Puesto
que los países ricos y pobres contribuyen por igual a
la contaminación atmosférica,
resulta inconcebible desde el punto de vista político-
así como ineficaz desde el punto de vista
medioambiental- que sólo unos cuantos reduzcan las
emisiones de gases invernaderos, mientras el resto hace caso
omiso de sus responsabilidades… Los sacrificios deben ser
globales; más que eso tendrán que ser tan
equitativos como sea posible, teniendo en cuenta los niveles
de renta."(29)

B. La destrucción de la capa de
ozono.

El ozono es un conjunto gaseoso formado por tres
átomos de oxígeno. Es de color azul, con
un olor muy penetrante y con propiedades oxidantes e irritantes.
Se forma espontáneamente en la atmósfera a
través del oxígeno
del aire por efecto de descargas eléctricas, y en la
estratosfera por efecto de la luz ultravioleta. (30)

Los científicos recuerdan que el ozono se
encuentra en un 10% en la troposfera, hasta los 12 Km. de altura,
mientras que el 90% está localizado en la estratosfera.
Entre los 15 y 45 Km. se forma la capa de ozono. En la biosfera,
parte de la Tierra y de su atmósfera formada por seres
vivos, es venenoso y altamente contaminante e irrita los
pulmones. Pero, en la estratosfera filtra los rayos UV,
permitiendo la vida en el planeta Tierra.

Ahora bien, existen agentes naturales y
antropogénicos (creados por el hombre) que tienen un poder
destructor sobre la capa de ozono, entre ellos se
cuentan:

  • Los clorofluorocarbonos.
  • Los bromuros.
  • Las erupciones volcánicas.
  • El metano.
  • El óxido nitroso.

Los clorofurocarbonos y el bromuro son los agentes
más destructivos, ya que viajan en el aire en las
corrientes que fluyen hacia los polos por encima de 16 Km.,
facilitando la
contaminación de la Antártida.

El proceso de deterioro de la capa de ozono funciona de
la siguiente manera:

"Durante el invierno austral en el Polo Sur la
temperatura desciende hasta 90 grados bajo cero y se forma el
vórtice polar, vientos de unos 300 Kph, que produce el
aislamiento y cierre del sistema meteorológico
austral.

Sobre el vértice polar se forman nubes polares
estratosféricas congeladas, que atrapan los agentes
contaminantes que proceden de otras latitudes como el cloro de
los clorofluorocarbonos. Al arribo de la primavera solar llegan
los rayos solares que contribuyen a liberar el cloro de los
CFC. Una sola molécula de cloro destruye 100.000 de
ozono, formando el agujero de la capa de ozono entre
Septiembre y Octubre de cada año en el Polo Sur
(primavera austral)". (31) (el subrayado es
nuestro)

Las implicaciones más importantes para la
biosfera, es decir, para todos los seres vivientes y el entorno
físico que hace posible la vida, son las
siguientes:

  • Sobre el hombre y los animales:
    cáncer de piel,
    cataratas, keratitis, inmuno- deficiencias.
  • Sobre la agricultura: afecta los ADN, la
    fotosíntesis, polinización,
    germinación y crecimiento de las plantas.
  • Sobre el clima: tiene alta incidencia en los
    cambios climáticos que ha registrado el planeta en los
    últimos años.
  • Sobre la pirámide alimentaría:
    disminuye las especies sobre las que se basa esta
    pirámide, afectando directamente a la totalidad del
    sistema, produciendo graves daños al equilibrio
    oceánico, y en consecuencia, a la pesca.

Actualmente, se ha constatado la existencia de tres
grandes rupturas de la capa de ozono, los popularmente llamados
agujeros: en el sur de América
Latina, especialmente en Chile, la
extensión del agujero llegó hasta el Trópico
de Capricornio en Antofagasta, abarcando una extensión
equivalente a toda la América del Sur. Científicos
rusos han confirmado también la existencia de dos grandes
agujeros en el territorio de la antigua Unión
Soviética, creados por causas naturales.

Evidentemente que esta situación demandaba ser
objeto de controles y regulaciones por parte de la humanidad y de
los organismos de las Naciones Unidas especializados en este tipo
de inéditas situaciones ambientales, producto del
desarrollo industrial y del crecimiento demográfico
incontrolado.

En este sentido, desde el momento en que se
efectuó la Declaración de las Naciones Unidas sobre
el Medio Humano o Declaración de Estocolmo de 1972, se
formularon los principios para
el desarrollo de normas orientadas a la protección del
ambiente. En esa misma línea se creo el Programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que incluye el
desarrollo del Derecho
Ambiental.

Más tarde, se convoco a trabajar por el
establecimiento de un programa a mediano plazo que concluyo
convocando la reunión de Montevideo en 1981, donde se
fijaron las esferas temáticas para la protección de
la capa de ozono.

Sin embargo, se requería de un convenio de
carácter mundial, puesto que la capa de ozono es un
recurso ambiental global, lo que obligaba a esfuerzos de
protección mediante un tratado general abierto a todos los
Estados y Organizaciones Internacionales. Este fue el origen de
la Conferencia de Plenipotenciarios sobre la Protección de
la Capa de Ozono, que concluyó con el llamado Convenio
de Viena
el 22 de marzo de 1985, en el que se establecen las
obligaciones
generales para "proteger la salud humana y el medio
ambiente contra los efectos adversos resultantes o que puedan
resultar de las actividades humanas que modifiquen o puedan
modificar la capa de ozono".

El 16 de Septiembre de 1987 se firma el Protocolo de
Montreal
, que marca un hito
histórico al establecer la reducción del 50% de la
producción y uso de los cloroflurocarbonos para 1999. En
esta oportunidad, 24 países se comprometieron en esa
tarea, la cual fue apoyada por las enmiendas de Londres y
Copenhague, que afectan fundamentalmente a los países en
desarrollo. (32)

C. La desertificación.

Esta es otra de las banderas que los representantes
medionambientalistas anti-globalización, han tomado para
sí, formando un paquete coherente para poder
reclamar un mejor mundo. La desertificación es un hecho
viejo, evidente, creciente y preocupante, endilgárselo a
la Globalización, fenómeno reciente y en boga,
pareciese no ser lo más justo y racional. Recordemos, que
el término desertificación se oyó por
primera vez en boca de un silvicultor francés, quien
trabajaba, en 1949 en África Occidental, y lo
empleó para describir la gradual destrucción de los
bosques, cuando los mismos desaparecían hasta convertirse
en desiertos.

La desertificación, es sin duda, un
fenómeno cierto y desolador, los científicos e
investigadores lo definen como:

"El proceso de degradación de las tierras
inducido por factores naturales o por la acción del
hombre, lo cual conlleva a la aparición de condiciones
similares a los desiertos. Este proceso tiene como consecuencia
la disminución del potencial biológico y
productivo de los ecosistemas (pérdida de la diversidad
biológica, de suelos y
cambios en el balance de agua y energía), limitando su
capacidad de sustentación y deteriorando la calidad de
vida de la población."(33)

Los analistas de esta dramática realidad han
determinado que los procesos que
conducen a la desertificación son, entre los más
comunes, los siguientes:

  • Erosión de la capa superior del suelo y
    laderas por la acción humana.
  • Formación de arroyos en tierras
    cultivadas.
  • Empobrecimiento de la cubierta vegetal como
    consecuencia de saques selectivos que no garantizan la
    perpetuidad de las especies, debido a la disminución
    pronunciada de la regeneración de las
    mismas.
  • Obras de ingeniería que no toman en
    consideración los criterios básicos de su vida
    útil, basados en los niveles de
    sedimentación.
  • Prácticas inadecuadas de riego.
  • Decisiones inadecuadas para la explotación
    de tierras.

El problema de la desertificación es sumamente
grave, más de la tercera parte de las tierras del planeta
están amenazadas por este fenómeno. En aquellos
sitios donde la población humana diezma o destruye la
vegetación natural, el suelo se vuelve más
susceptible a la erosión
producida por el viento. Si esta situación además
ocurre en lugares donde llueve poco, el resultado es
inevitablemente la formación de desiertos.

El crecimiento demográfico está obligando
a la población a cultivar terrenos semi-áridos; el
excesivo pastoreo acaba con la vegetación naciente, y la
desertificación llega, creando más
desertificación; el aire por efecto del reflejo de la
energía
solar, se torna más caliente y evita la
formación de nubes sobre estos territorios desertificados.
(34)

Conscientes de esta inmensa tragedia que amenaza a la
humanidad, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Desertificación, realizada en Nairobi, Kenya, (1977),
adoptó el plan para la
acción de lucha contra la Desertificación, con
objetivos y
acciones para el año 2000. En La Cumbre de las Tierra
(Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y
Desarrollo) realizada en Río de Janeiro en 1992, se
efectúo un llamado para el pronto inicio de una
convención sobre el tema de la desertificación,
puesto que el 70% de las tierras secas (3,6 millones de
hectáreas) está afectando a la sexta parte de la
población mundial.

En 1994 se reúne en Paris, la Convención
de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, con
el expreso objetivo de decretar el combate contra la
desertificación y los efectos de la sequía, de
acuerdo con el enfoque establecido en la Agenda 21.

Estos han sido los esfuerzos y los acuerdos que, en el
seno de las Naciones Unidas y otros foros mundiales, se han
tomado con la finalidad de reducir la vulnerabilidad del planeta
en materia
ecológica, y en especial, en relación con los temas
del cambio climático, la destrucción de la capa de
ozono y la desertificación. Sin embargo, la gravedad de
estas situaciones parece no haber despertado suficientemente la
toma de
decisiones y de acciones por parte de la dirigencia
mundial.

Un agudo y acucioso análisis de Inter. Press
Service, publicado por el diario El Globo de Venezuela el
12 de Enero de 2002, sobre la base de un informe de la
organización no gubernamental World Wath Institute (WI)
presidida por, Christopher Flavin, informa desoladamente lo
siguiente:

"De 1990 a 2000, la emisión de esos gases en
Estados Unidos aumentó cerca del 18 por ciento: "Los
registros
mundiales de temperatura indican que los años 90 fueron
los más cálidos desde que comenzaron esas
mediciones, en el siglo XIX, científicos han documentado
una elevación de 10 a 20 centímetros en el nivel
promedio de las aguas en el mundo durante el último
siglo", según WI.

Entre esas acciones estuvieron muchas relacionadas con
la agricultura,
la cría de ganado, la minería,
la tala de bosques y la expansión urbana,
explicó. De 1990 al 2000 se redujo en 2,2% el
área boscosa del mundo, crucial para la supervivencia de
especies amenazadas, según datos de la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación, enfatizó.

Cuando se realizó la Cumbre de la Tierra,
más del 10% de los arrecifes de coral, hábitat
clave para ciertas especies marinas, sufrían graves
daños por contaminación, aumento de la temperatura
de las aguas, minería
y pesca, y en
la actualidad cerca del 27% del total de esos arrecifes
están en esa situación.

Los arrecifes de coral sólo son superados por
los bosques en términos de riqueza biológica, y
su pérdida en gran escala implica
en forma inevitable grandes perjuicios para numerosas
especies".

Según la Organización Mundial de
Meteorología de las Naciones Unidas (O.M.M.), las severas
sequías provocadas por el fenómeno de "El
Niño" en 1997 y 1998 en América del Sur, Asia,
África, Australia, Nueva Zelandia y América del
Norte aumentaron los riesgos de
desertificación en el mundo.

  1. La Basura

Un tema que comienza a tener particular relevancia,
desde el punto de vista ecológico, es el relativo a la
basura, a la
simple basura
doméstica. Ya no se trata de los gases, de los desechos
sólidos industriales o de los líquidos que empresas
inescrupulosas vierten a mares, lagos o ríos desde tiempos
inmemoriales. El mar de Aral, o mejor dicho, la arena donde antes
estuvo el mar, es un condenatorio ejemplo de la capacidad de
autodestrucción del género
humano.

Basta sólo imaginar a 6 millardos de seres
humanos arrojando porquerías de todo tipo, desechos y
detritus, residuos, en una sola palabra, basura, para tener cabal
comprensión del problema tanto hoy como mañana, al
final del siglo XXI, cuando la raza humana alcance más de
10 millardos de seres.

Por supuesto que además de la debida toma de
conciencia sobre el asunto, de los depósitos para el
reciclaje, de la
mejor destructibilidad de envases y continentes aún resta
el problema de qué hacer con esos inmensos vertederos de
basura, verdaderos depósitos de la escoria de nuestra
civilización.

Según los expertos, además del
fortalecimiento de las campañas de conscientización
de la población – consumidores y productores -, se
vienen tomando medidas por diferentes gobiernos y empresas para
manejar en forma ecológica estas cada vez más
crecientes montañas de basura. Entre las medidas tomadas
resaltan:

● menor número de botaderos, aunque los
nuevos serán mas grandes y contarán con la
tecnología adecuada.

● Reconciliar la quema de basura con la
emisión controlada, filtrada, de gases, óxidos
nitrosos, dioxinas, hollín, y otras emisiones que
lesionan el ambiente. La incineración reduce la basura
combustible en un quinto de su volumen. Mayores y mejores
incineradores van cumpliendo con su misión
de contribuir a mantener un planeta verde y limpio.
Además la

tiene como ventaja adicional que es una fuente
calórica y de

aguas recicladas.

● Finalmente, el ya conocido reciclaje
de papel, cartón, vidrios y plástico continúa siendo un
método eficaz para reducir el volumen
de desechos que llega finalmente a los depósitos o
vertederos.

● A todos estos mecanismos y soluciones
se suma además una nueva manera de concebir el
envasado de los productos que proteja el ambiente y pueda ser
un elemento de preferencia por parte de los consumidores
conscientes de este inagotable problema de la
basura.

3. El futuro de los
Estados-Nación
y la gobernabilidad mundial

Recordemos que los Estados-Nación, con las
características y funciones que hoy
les conocemos y atribuimos, son relativamente recientes, fueron
el producto de la victoria de las llamadas nuevas
monarquías europeas, en España,
Inglaterra y
Francia. Esas
monarquías a su vez, resultaron de un entrecruce de
alianzas políticas, económicas, familiares, de
conveniencia, entre ducados, principados, ciudades libres y otro
tipo de autoridades propias de la Edad
Media.

Como bien lo recuerdan los analistas del fin de la Edad
Media para explicar las razones de la extinción de las
viejas monarquías, con el consiguiente decaimiento del
universalismo medieval:

"En la segunda mitad del siglo XIV y durante la
centuria siguiente, la estructura
político-religiosa de la sociedad
medieval, basada durante un milenio en la fe indiscutida en la
necesaria coexistencia de dos poderes universales, se
disolvía en la nueva realidad política
constituida por las grandes monarquías nacionales
cristianas y por los Estados menores. Pertenecían ya al
pasado las apasionadas disputas que se habían suscitado
acerca de la supremacía de uno u otro poder, sobre sus
relaciones y sus respectivos límites.
De las autorizadas voces de Bonifacio VIII, Augustin Triunfo y
Álvaro Pelayo, por un lado, y de Dante y Guillermo de
Occan y Marsillo de Padua, por otro, quedaban únicamente
débiles ecos en Alemania, donde la idea imperial que se
encontraba más profundamente enraizada que en cualquier
otro sitio, hallaba todavía un defensor
convencido.

Sobre la idea universalista prevalecía ahora la
particularista, perfeccionada en Francia en tiempos de Felipe
IV el Hermoso, en virtud de la cual el monarca gobierna sin
reconocer por encima de sí al emperador, ni al papa,
sino tan sólo a Dios. Tal doctrina madurada en los
siglos XII y XIII para sustraer a los reyes y príncipes
al supremo poder imperial, acabó por volverse contra los
intereses de la propia curia cuando los diversos Estados,
empezando por Francia, se fortalecieron hasta el punto de
negarse a admitir la superioridad política de otra
autoridad" .(35) (el subrayado es
nuestro)

Este prevalecimiento de una visión particularista
sobre la precedente universalista impulsó,
fortaleció, y consolidó la existencia de los que
hoy conocemos como Estados Nacionales. Permítasenos una
cita del investigador Paul Kennedy, quien en dos largos
párrafos aprehende la evolución y esencia de los Estados
Nacionales. Según el autor:

"A medida que la nación moderna
evolucionó, pronto adquirió sus características básicas… El tipo
"ideal" de Estado… ocupaba un área geográfica
coherente… por lo tanto poseía limites nacionales
reconocibles que, con el tiempo, fueron cada vez más
vigilados por empleados estatales… el derecho y la diplomacia
internacional reconocieron que era, junto con los demás
Estados-nación, "soberano" – no había nada
por encima de el. Cada Estado produjo símbolos (bandera,
himno, figuras y acontecimientos históricos, fiestas
especiales) para reforzar la conciencia de la identidad
nacional…

También institucional y económicamente,
el
Estado-nación estaba en el centro de las cosas. Los
hombres adultos eran reclutados… A medida que el gasto
estatal fue aumentando para satisfacer las necesidades internas
y externas, aparecieron órganos financieros como el
Banco Nacional
o el Ministerio de Hacienda, surgieron asambleas nacionales
para votar presupuestos
anuales, nació un sistema impositivo nacional y unidades
monetarias nacionales sustituyeron a las anteriores. El sistema
económico mercantilista, cuyo objetivo era reforzar las
reservas de capital de un país, también apuntaba
de modo liberado a hacerlo fuerte y autosuficiente."
(36)

Vistas así las cosas, los Estados nacionales
comenzaron a proteger sus fronteras, a preservar su
autonomía, seguridad y
soberanía frente a los enemigos exteriores.
Sin embargo, en la actual sociedad
globalizada y de la información, los enemigos del
Estado Nación han evolucionado de manera dramática;
ya no se trata de conquistas territoriales, de regresar a los
limites históricos, en fin, de entablarle la guerra a otros
Estados-Nación por motivaciones de apropiación y
extensión física. Como bien lo
expresan los analistas de esta nueva realidad:

"La seguridad nacional se utilizó para
justificarlo casi todo, desde la construcción de un sistema de autopistas
hasta la concesión de becas científicas y
tecnológicas. También se utilizó de forma
negativa, para retener determinada información, impedir
la entrada de determinados emigrantes, prohibir el comercio con
ciertos países, y viajar a los mismos, suspender las
transferencias de tecnología." (37)

Sin embargo, en los actuales momentos se reconoce que
el
Estado-Nación debe hacer frente a enemigos de diversa
índole, que no son necesariamente otros Estados
nacionales. En un agudo análisis, Thomas L. Friedman, en
su libro The lexus and the olive tree, señala que
en el nuevo sistema los balances son de distinta
naturaleza y distingue entre:

  • Balance entre Estados Naciones con primacía
    de EEUU.
  • Balance entre Estados Naciones y corporaciones
    /mercados globales.
  • Balance entre Estados Naciones e individualidades /
    grupos relevantes.

El centro de nuestro análisis será el
segundo balance, es decir, el de los Estados Nación con
las corporaciones globales, a la luz del propósito general
de este libro. Ejemplo de los otros dos balances los hemos tenido
profusamente en el caso de las guerras entre
países soberanos, y más recientemente, el
fatídico 11 de Septiembre en la ciudad de New York,
asistimos a un sangriento y conmovedor ejemplo del tercer balance
planteado por Friedman: Osama Bin Laden y el grupo Al Quaeda
luchando, en nombre de los valores y
principios de
la guerra santa
predicada por el Islam, contra la
mayor potencia mundial
de este mundo unipolar: los EEUU de América.

El tema del balance, o mejor dicho del desbalance entre
los Estados Nación y las empresas multinacionales /
globales no es nuevo; a finales de la década de los
setenta del pasado siglo XX, le dedicamos especial atención al tema de los efectos
económicos y políticos de la actividad de las
empresas multinacionales/ globales, especialmente en los
países en desarrollo. (38)

Ya en esa oportunidad, pensadores, analistas
políticos y económicos, académicos,
gobiernos y organizaciones internacionales comenzaban a
preocuparse por lo que, para aquel entonces, ya era visto como
una amenaza al poder soberano de los
Estados-nación.

En términos generales, los argumentos
tenían que ver con estos asuntos:

  • Económicos

– Transferencia de tecnología obsoleta a los
países en desarrollo.

– Distorsión de la balanza de
pagos de los países en desarrollo.

– Manipulación de los precios de
transferencia en el seno del grupo multinacional con la
finalidad de evadir impuestos y
tasas arancelarias.

  • Distorsión de los patrones de empleo y los
    niveles de sueldo en los países en
    desarrollo.

– Realización de movimientos intempestivos de
dinero
(entradas y salidas de capital), productores de efectos
macro-económicos y financieros que afectan la
estabilidad de los países (el efecto de los llamados
capitales golondrinas).

  • Políticos

Las empresas multinacionales /globales constituyen, al
lado de los Estados Soberanos, uno de los elementos de mayor
significación en el cuadro de las relaciones
internacionales. La extensión de sus actividades a
escala mundial y su creciente participación en los
intercambios mundiales de bienes y servicios son el fundamento de
su presencia, en tanto que protagonistas del orden
económico internacional.

Sin embargo, cuando actúan en el extranjero, sus
operaciones se
encuentran sometidas a las jurisdicciones de diferentes Estados
soberanos y, a veces, ocurre que los intereses de los Estados y
los de las empresas no coinciden. Estas divergencias de intereses
dan origen a un buen número de conflictos, en
los que las empresas y los Estados-nación intentan hacer
valer sus respectivos poderes.

Por otra parte, en el origen de estos conflictos se
encuentran las diferencias de objetivos perseguidos por los
Estados y por las empresas. A los objetivos de lucro perseguidos
por las empresas, los gobiernos de los Estados soberanos oponen
objetivos sociales generales que buscan preservar y aumentar el
bienestar de sus pobladores. Tal como lo señala Raymond
Vernon:

"los Estados soberanos tienen objetivos
legítimos, en cuya prosecución intentan utilizar
los recursos que tienen bajo su control.
Toda unidad de una empresa
multinacional, cuando opera en el territorio de un Estado
soberano responde no sólo a estos objetivos, sino que
recibe además del exterior, un conjunto de
órdenes provenientes de la casa matriz o de
otros Estados soberanos."(39)

Los gobiernos de los Estados soberanos se preocupan por
el hecho de que el centro de decisión referente a las
unidades económicas situadas en el interior de sus
fronteras se encuentra ubicado en otro país, así
como de que las decisiones sean tomadas en función de
objetivos e intereses que sobrepasan ampliamente los de los
países receptores de la Inversión Directa Multinacional.

Esta transferencia del poder de decisión de los
Estados soberanos a las instancias centrales de dirección situadas en el país sede
del grupo multinacional / global, ha entrañado importantes
consecuencias en el orden político. Ciertos autores hablan
de una disminución de la soberanía de los Estados,
e incluso, de una pérdida de vigencia del concepto de
Estado-nación.

En efecto, se ha señalado que cuando una empresa
multinacional moviliza recursos para instalar una filial, busca
lógicamente utilizarlos al máximo para obtener el
mayor beneficio de ellos. Pero, como sitúa su filial en el
territorio de un Estado soberano, intenta también
propiciar las mejores relaciones con los gobiernos de los
países receptores de su inversión. Las decisiones referentes a
ciertos aspectos de las filiales (inversiones, mercados, aumento
de las exportaciones,
etc.) permanecerán, sin embargo, siempre en el
ámbito de competencia de la sede central y estarán
referidas a una estrategia
general que toma en cuenta los intereses propios y generales del
grupo multinacional.

Por este hecho, los países receptores de sus
inversiones directas no disponen verdaderamente de ningún
medio eficaz para obligar a las filiales a modificar una
decisión tomada por la casa matriz. Frecuentemente, los
responsables de los gobiernos no pueden recurrir sino a
mecanismos de persuasión a fin de convencer a las filiales
de que no ejecuten una decisión tomada por la dirección central, por la casa
matriz.

Constatando esta debilidad de los Estados soberanos, el
Report of the task on the structure of Canadian Industry,
ilustraba esta preocupación cuando señalaba
que:

"la tendencia inherente a las inversiones directas
extranjeras de transferir, fuera del Canadá, la toma de
las decisiones en el sector primario ha planteado, a veces,
graves problemas a los dirigentes políticos canadienses
al preguntarse si la viabilidad de este país en tanto
que Estado-nación independiente podría ser
mantenida."(40)

Por otra parte, esta tendencia dirigida a limitar el
poder de decisión soberano de los Estados encontró
portavoces entre los dirigentes de las empresas multinacionales.
El empresario George Ball representó una corriente de
opinión que proclamaba la extra-territorialidad de la
acción de la empresa multinacional
, es decir, la
ruptura de los lazos que atan a las empresas multinacionales a la
legislación de un determinado país. Ball
proponía, en consecuencia, la liberación de las
empresas multinacionales estadounidenses de su identidad
americana y señalaba la necesidad de que no estuviesen
sometidas a las leyes
norteamericanas.

Esta situación de crisis del
Estado-nación se agrava todavía más cuando
se analizan las relaciones existentes entre la inversión
privada extranjera multinacional y los empresarios locales del
país receptor de la inversión. En efecto, algunas
empresas multinacionales, y en especial las japonesas, buscan
asociarse con el capital nacional. A veces, este hecho limita la
emergencia de una clase de empresarios locales en el país
en desarrollo, así como las posibilidades de
afirmación de la economía nacional.

La vinculación entre las empresas extranjeras
multinacionales /globales y los grupos nacionales produce nuevos
factores de coparticipación y comunidad.
Aquellas incrementan sus posibilidades de influencia sobre la
estructura, el
funcionamiento y la orientación de la vida
económica y política de los países en
vías de desarrollo. De esta forma, a la importancia
económica de la actividad filial, las empresas
multinacionales /globales añaden la influencia y el
prestigio de sus asociados locales.

Esta influencia de las nuevas empresas multinacionales
ha sido evidente en ciertos procesos políticos de algunos
países en desarrollo, que buscaban obtener un mayor grado
de intervención del Estado en la economía del
país o un desarrollo
económico independiente. En estos casos, ciertas
empresas multinacionales ejercieron su influencia para oponerse a
las medidas adoptadas por los gobiernos y

actuaron más como factores políticos que
empresariales.

Otro motivo de preocupación de los gobiernos de
los países en vías de desarrollo frente a las
empresas multinacionales, es el referente a las posibilidades que
tienen éstas de burlar o perturbar sus objetivos y
políticas.En este campo, las posibilidades de
acción de las empresas multinacionales son bastante
grandes; disponen de un buen número de opciones que le
permiten hacer frente a las políticas de los gobiernos de
los países en desarrollo.

En primer lugar, raramente las empresas multinacionales
/globales desarrollan sus operaciones en los sectores más
desfavorecidos de la economía de un país en
desarrollo. En efecto, las inversiones de estas empresas se
localizan en los sectores más dinámicos de la
economía subdesarrollada, ejerciendo un control sobre las
actividades productivas y de servicio de
mayor rentabilidad.

De igual manera, algunas estrategias
adoptadas por las empresas multinacionales /globales para
afrontar los problemas de organización de las ventas pueden
entrañar efectos sobre las políticas
económicas de los países en desarrollo.
Normalmente, este tipo de empresas reparten los mercados entre
sus diferentes filiales. Por el hecho de esta repartición
de mercados, la filial de un determinado país
tendrá sus propios mercados fijados por la
dirección central del grupo. Esta asignación de
mercados puede entrar en contradicción con prioridades de
las políticas de exportación y de importación del país receptor de la
Inversión Directa Multinacional.

Además, puede ocurrir también que las
restricciones comerciales impuestas a un cierto país, por
el país sede de la casa matriz de una empresa
multinacional/ global, afecten al país sede de la filial.
Así, las exportaciones o
las importaciones que
podrían eventualmente realizar la filial hacia un
determinado país estarían prohibidas por la casa
matriz con el objeto de respetar las leyes de su
propio país de origen, tal como ocurre con la
prohibición que tienen las empresas norteamericanas de
invertir y negociar con Cuba, y que el
gobierno de EEUU buscó imponen a todas las empresas,
independientemente de su nacionalidad.

En lo que se refiere a las estrategias de
selección de los directivos de las empresas
multinacionales, los países en desarrollo se preocupan
mucho por el hecho de que las decisiones de las políticas
vitales de las filiales (inversiones, producción,
mercados, ampliaciones eventuales, etc.) sean tomadas por
ciudadanos de otros países que tienen o no tienen ninguna
relación con el país de localización de las
filiales. Tal situación ha sido puesta de relieve por
las Naciones Unidas. En efecto, esta organización, en el
documento Efectos de las Sociedades
Multinacionales, en su página 31, señala
que:

"Cuando los residentes de un país ejercen un
control directo sobre la afectación de los recursos de
otro país- y los representantes de los países
desarrollados nos declararon, en términos
enérgicos, que esta era una cuestión que
suscitaba las más vivas inquietudes políticas- es
particularmente difícil para los gobiernos armonizar los
intereses divergentes y favorecer el bien
público."

Igualmente, se han señalado los efectos que se
desprenden de las actividades de las empresas multinacionales en
relación con ciertas políticas económicas en
los países en vías de desarrollo, sobre todo en lo
que se refiere a las políticas fiscales, la
adquisición de tecnología, al empleo y a la
balanza de
pagos.

Tal situación de relativa pérdida de
soberanía, ha conducido a los países en vías
de desarrollo a reflexionar, muy seriamente, sobre la mejor
manera de conciliar sus políticas y esfuerzos con el fin
de evitar o de reducir los efectos nocivos que acompañan
la acción de las empresas multinacionales /
globales.

Una de las más importantes manifestaciones de
esta inquietud y de esta toma de conciencia a nivel
internacional, se tradujo en la adopción,
por la Organización de las Naciones Unidas, de la Carta
de los Derechos y de
los Deberes económicos de los Estados
. Para lograr la
aprobación y firma de esta Carta, los
países en vías de desarrollo desplegaron una
intensa actividad a fin de convencer a la comunidad internacional
de la necesidad de elaborar y codificar reglas con el fin de
instaurar un nuevo orden económico internacional, fundado
en la equidad y la igualdad
soberana, la interdependencia, el interés común y
la cooperación de todos los Estados, cualquiera que sea su
sistema económico y social. (41)

En lo que se refiere a la relación de los Estados
y las empresas multinacionales, la mencionada Carta consagra:
el principio de la soberanía entera y permanente de los
Estados, el derecho de los Estados a reglamentar las inversiones
extranjeras, en general, y las actividades de las empresas
multinacionales, en particular, así como el derecho de los
Estados soberanos de nacionalizar, de expropiar o de transferir
la propiedad de
los bienes extranjeros. (42)

A pesar de que las iniciativas se multiplican, el
problema de los efectos políticos de la acción de
las empresas multinacionales / globales está lejos de
estar resuelto. Los Estados se comprometen cada día
más en el estudio del asunto, elaboran respuestas
válidas a diferentes niveles: a nivel continental o
regional, firmando acuerdos entre diferentes países para
establecer una política común frente a las empresas
multinacionales y, a nivel nacional, ejerciendo de manera
diferente los poderes propios de su condición de Estados
soberanos.

Sin embargo, los asuntos vinculados con la vigencia y la
pertenencia de los Estados-nación no son tan sencillos, y
adquieren una complejidad creciente porque, como bien lo confirma
Joaquín Marta Sosa:

"Hay desde luego una tensión entre el Estado y
el mercado: el mercado que pugna por la mayor libertad y
el Estado que pugna por el mayor control. Ambas son formas de
poder. El Estado es una forma institucionalizada y concentrada
de poder, y el mercado es una forma social, no siempre
institucionalizada y normalmente muy difundida o dispersa de
poder. Son dos poderes que se enfrentan con menor o mayor
intensidad, según el tiempo en que estemos viviendo. Y
hoy en día es probablemente el momento donde el
enfrentamiento entre el Estado y mercados alcanzó
mayores puntos de conmoción, de fricción…"
(43)

Además es preciso tener en cuenta que la actual
dinámica económica global, es decir,
ese proceso que prescinde, minimiza, las fronteras físicas
y jurídicas, atenta, en su propia esencia, contra la
noción de los Estados – Nación. En este orden
de ideas, es conveniente recordar las reflexiones de Jacques
Adda:

"La creciente integración de las partes
constitutivas de la economía mundial le confiere a
ésta una dinámica que se escapa cada vez
más al control de los Estados. Algunas facultades
propias de la soberanía, como la gestión monetaria y de las finanzas
públicas quedan mermadas… Ha propiciado
asimismo una constante transnacionalización de la
organización productiva así como la
mundialización de los hábitos de consumo".
(44)

Pero la mayor pegunta que se puede hacer en la
relación Estado nacional-Globalización es la
siguiente:

"¿que significan estos avances transnacionales
para el futuro del propio Estado-Nación, que es la
unidad organizadora hacia la que la gente suele volverse cuando
debe enfrentarse a algo nuevo… En una época de
intercambio monetario ininterrumpido, o para el caso, del
calentamiento global, ¿son realmente importantes
órganos nacionales tales como los consejos de ministros
o los ministerios de comercio? Y sí todo esto es cierto,
¿cómo puede pensarse que los países, como
tales, puedan organizarse con el fin de prepararse mejor…"
(45)

Esta aguda pregunta planteda por el analista Paul
Kennedy, pone sobre el tapete un problema nuevo planteado por la
Globalización y ampliamente trajinado por los grupos
anti-globalizadores: la gobernabilidad mundial.

En efecto, cada vez existe mayor conciencia acerca de
que los organismos creados en Breton Woods para ordenar y
financiar el crecimiento mundial, y que las propias Naciones
Unidas y sus organismos deben reformularse o ser sustituidos por
otro tipo de mecanismos, que aseguren la sostenibilidad del
desarrollo mundial en un mundo inevitablemente globalizado. En la
ya citada entrevista al
ex-presidente del F.M.I., Michel Camdessus, ante la insistencia
del entrevistador acerca de cuáles deberían ser los
cambios en el F.M.I., expresaba:

"Primero, pondría en negro y blanco los
estatutos el papel del F.M.I. como prestamista de último
recurso. También sería más explicito en la
explicación del proceso de la liberación
ordenadas de las cuentas de
capital. Por último, reduciría a 67% el voto por
mayoría que se requiere para tomar decisiones criticas
en el FMI, con la
finalidad de evitar que los grandes poderes, como Europa Y los
Estados Unidos gocen de veto sobre las políticas del
FMI."

Sin embargo, como lo predice Marta Sosa:

"continuaremos hacia la Globalización, pero una
globalización que ya no es lo que era, es decir, una
Globalización cada vez más sometida a
regulaciones, cada vez más sometida al escrutinio y al
régimen que establezcan diversidad de organismos
multinacionales o supranacionales…

Una globalización que exigirá un mayor
gobierno nacional y un mayor gobierno político
internacional, es decir, capaz de establecer decisiones y
reglas de comportamiento y hacerlas
cumplir."(46)

A pesar de no querer ser prolijos en citas de autores
que continuamente analizan y reflexionan sobre esta compleja
relación entre Estados Nacionales y mercados globales,
creemos que es importante incorporar las reflexiones sesudas y
certeras de Yergin y Stanislaw sobre el asunto. En este sentido,
los autores, en relación con el desafío que
enfrentan los gobiernos ante la globalización, opinan
que:

"… encontrar la forma de reducir su
intervención en determinadas áreas y reformular,
con un nuevo enfoque, su intervención en otras,
preservando, al mismo tiempo, la confianza pública. Es
un desafío a la imaginación. Exige aceptar la
idea del fundamental de cambio global y asumir la tarea de
traducir ese cambio en políticas que coincidan con la
cultura,
historia y el
temperamento nacionales." (47)

A esta vieja relación entre Estados y
corporaciones se suman ahora las Organizaciones Internacionales,
la O.M.C., la O.M.S., la O.I.T, imponiendo reglas de juego tanto
a los Estados Nacionales como a las corporaciones globales. En
efecto, con mayor intensidad los países del tercer mundo
logran ser oídos e imponer algunos de sus criterios a los
industrializados, tal como aconteció en la reunión
de la O.M.C en materia de medicamentos, antidumping y agricultura
que recoge The Wall Street Journal Americas en El
Nacional de Venezuela, del 13 de Noviembre de
2001.

La batalla por las patentes

  • Septiembre de 2000: Cipla, una empresa de la
    India,
    ofrece a países africanos drogas
    genéricas contra el sida con
    un descuento del 90%.
  • Octubre de 2000: Las empresas de EE.UU., UE
    y Suiza hacen ofertas similares.
  • Abril de 2001: Empresas de EE.UU.
    abandonaron una demanda
    contra Sudáfrica por abuso de patentes.
  • Junio de 2001: EE.UU abandona un caso contra
    Brasil sobre
    fabricación de medicinas patentadas.
  • Octubre de 2001: EE.UU y Canadá
    amenazan con romper la patente de una droga
    contra el ántrax.
  • Noviembre 2001: La OMC reconoce
    el derecho a proteger la salud
    pública en aplicación de
    patentes.

Más recientemente, la Organización Mundial
de la Salud (O.M.S.)
con el apoyo de 171 países, con la opinión en
contra de EEUU y Alemania, acaba de aprobar el texto del
Convenio Marco, sobre el control del tabaco. En
efecto, en Ginebra se acordó la prohibición en un
plazo de cinco años de toda la publicidad y
promoción del tabaco, y el
patrocinio institucional de las tabacaleras, prohíbe
igualmente vender tabaco a menores de edad y fumar en los
transportes públicos, promueve el aumento del precio de la
cajetilla de cigarrillos y la protección de los fumadores
pasivos en el
trabajo.

En todo caso, como bien quedó plasmado en la
Declaración de Jefes de Estado realizada en Oporto,
Portugal:

"… son necesarios los mecanismos de
prevención y corrección ante situaciones
límite en los mercados, porque se trata de evitar a toda
costa que efectos negativos de origen geográfico muy
lejano acaben teniendo su principal repercusión en
economías que en absoluto son responsables de tales
desequilibrios.

En una economía globalizada es imprescindible
que países con lazos tan estrechos como los reunidos en
Oporto busquen estrategias comunes para no acabar siendo el
eslabón más débil de unos movimientos que
ya apenas respetan voluntades de los Estados."

  1. Los
    conflictos sociales: el desempleo y
    la
    pobreza.

Ya es un lugar común citar la proporción
directa que alguien realizó, llevando los recursos de la
humanidad en su conjunto a los de una aldea de 100 habitantes. De
acuerdo con esta proporción, vale decir, de los más
de 6 millardos de habitantes que tiene hoy el planeta, de ellos,
en una escala de 100:

"6 personas poseerían el 59% de toda la riqueza
y los 6 serían estadounidenses.

80 vivirían en condiciones que están por
debajo del estándar

70 serían incapaces de leer

50 sufrirían la malnutrición

1 estaría a punto de morir y uno a punto de
nacer

1 (sí, sólo 1) tendría educación universitaria

1 poseería una computadora."

Esta no muy justa distribución de los recursos mundiales, ha
dado pie a que muchas organizaciones públicas y privadas
critiquen el tipo de desarrollo que se viene impulsando en el
mundo dentro de la perspectiva de la
Globalización.

De acuerdo con cifras disponibles, el inusitado crecimiento
económico no ha tenido su correspondencia en
términos sociales: el desempleo y la
pobreza van
tristemente en aumento y de la mano.

  1. El desempleo

La Organización Internacional del Trabajo
(O.I.T.) realizó su balance de la situación del
empleo y llegó a la conclusión de que el mundo
tendría, al cierre del año 2002, 24 millones de
desempleados adicionales.

Ángel Zerpa Mirabal, Secretario de Administración y Finanzas de la
Organización Regional Interamericana del Trabajo
(O.I.R.T), en declaraciones recogidas por la prensa
latinoamericana denunciaba que: "los trabajadores ven reducidas
cada vez más las oportunidades de empleo digno respaldado
con salarios justos y
una seguridad
social adecuada."

A esta de por sí dramática
situación se une otra realidad todavía más
socialmente reprochable: el crecimiento de los niños
trabajadores a nivel mundial. En efecto, cada día, con
mayor sentido de urgencia, asociaciones como la OIT o la UNICEF
levantan sus voces, emiten acuerdos o declaraciones, promueven
acciones con el objetivo de poner fin a una de las realidades
más escandalosas de los tiempos que vivimos: la
explotación económica de la infancia, la
negación del sagrado derecho que tiene cada niño
del planeta a una vida digna. En efecto, de acuerdo con la
UNICEF, la situación de crisis
económica que produce el desempleo de los trabajadores
activos, propicia el trabajo de
los niños
menores de quince años, quienes en determinados
países, como la India, Bangladesh o Indonesia, representan
más del 10% de la población económica
activa.

A esta realidad de los niños trabajadores y
explotados se suma otra no menos degradante, la llamada
Generación X. Con agudo realismo
Vicente Verdú, en una de sus celebradas contribuciones
periodísticas, describe de esta manera:

"los X suceden a los yuppies… los de la
Generación X tienen que arreglarse con menos. Menos
esperanzas exiguos ingresos,
ocupaciones temporales (macjobs: trabajo mal pagado sin
prestigio, sin dignidad, sin futuro, en el sector servicios.
Considerado frecuentemente como una elección personal
satisfactoria por personas que nunca han tenido trabajo), poco
futuro…"

Charles Handy coincide con estas consideraciones de
Verdú, la economía que estamos construyendo es de
relumbrón y de páginas amarrillas de ofertas de
servicios, el trabajo que ofrece es labor no esencial,
atención a clientes que
demandan bienes y servicios que tampoco son esenciales ni
indispensables.

Esta es parte de la realidad del empleo y el trabajo que
ha generado la Economía Digital, la Globalización Económica y
Productiva.

También en las sociedades
avanzadas, en los países del primer mundo, la
Globalización suscita preocupaciones e inquietudes. En un
informe del F.M.I.: La Globalización: ¿Amenaza u
oportunidad? Estudio temático del 5 de Octubre de 2001
se puede leer lo siguiente:

"También en las economías avanzadas la
Globalización suscita inquietud, ¿En qué
medida existe, como se piensa, el riesgo de que
los trabajadores de alta remuneración pierdan su
empleo y que la demanda de trabajadores menos calificados
disminuya debido a la competencia que plantean las
"economías de bajos salarios"?
¿Son los cambios que se están produciendo en
esas economías y sociedades el resultado directo de la
Globalización?

Las economías están en constante
evolución y la Globalización es
una de las diversas tendencias que pueden destacarse: a
medida que las economías industriales maduran, se
orientan cada vez más hacia los servicios para atender
las cambiantes necesidades de sus habitantes y,
además, necesitan mano de obra recalificada. No
obstante, todo lleva a pensar que estos cambios
tendrían lugar-aunque no necesariamente al mismo ritmo
en todas ellas- con independencia de la Globalización. En
realidad, la Globalización facilita el proceso y
reduce su costo para
la economía en su conjunto gracias a los flujos de
capital, a las innovaciones tecnológicas y al descenso
de los precios de
los bienes importados. Tanto el crecimiento
económico como el empleo y las condiciones de vida
alcanzan niveles más altos que en una economía
cerrada.

Sin embargo, en la generalidad de los casos estos
beneficios no se distribuyen de manera uniforme entre los
grupos de población, y algunos de estos grupos
posiblemente queden totalmente al margen. Por ejemplo, los
trabajadores de las industrias
más antiguas que están en declinación
pueden verse en dificultades para reclinar sus aptitudes e
incorporarse a industrias nuevas."

Más recientemente, José Somavia,
Presidente de la Organización Internacional del Trabajo
(O.I.T.), reconocía en declaraciones recogidas por El
Nacional de Venezuela del 8 de Abril lo
siguiente:

"El desempleo está creciendo. A principios de
los años 90 había unos 100 millones de parados
oficiales, después se pasó a160 millones en
1999, y luego del 11 de Septiembre, por lo menos, unos 20
millones de desempleados más."

José Somavia, además de estas crecientes
y desalentadores cifras, analiza otros aspectos que deben
acompañar al empleo y algunas situaciones que la propia
globalización viene generando. En este sentido, en el
mismo texto de abril, expresa:

  • "La globalización es frágil, porque
    no es capaz de crear más empleo en el mundo y por ello
    genera tensiones.
  • La inmigración continuará y la
    gente continuará yendo hacia donde encuentre trabajo.
    Los problemas de la inmigración están relacionados
    con la propia sociedad receptora, el llamado Primer Mundo,
    que debe preguntarse "como quiere relacionarse con los que
    vienen de fuera y qué espacio les quiere
    dar".
  • Se debe apostar por un trabajo decente, es decir,
    la creación de empleo con una adecuada
    protección social.
  • A pesar de que la legislación acerca de la
    igualdad
    laboral de
    los sexos ha sido exitosa, a la hora de aplicarla nos topamos
    con la cultura patriarcal que se nota en las diferencias
    salariales y en la asignación de
    responsabilidades.
  • Finalmente, Somavia critica la segmentación del sistema internacional
    y sentencia: "el Fondo Monetario
    Internacional se ocupa de lo monetario, la
    Organización Mundial del Comercio de lo comercial, el
    Banco
    Mundial de préstamos y la Organización
    Internacional del Trabajo de las condiciones sociales y
    laborales… Falta coherencia multilateral y que los
    organismos internacionales propongan políticas
    integradas para equilibrar lo económico con lo social
    y con el medio ambiente". (subrayado por
    nosotros
    .)

Por otra parte, es preciso confirmar que el trabajo, el
nuevo trabajo que generan las empresas globales y las nuevas
tecnologías, ya no es lo que solía ser; las
respuestas a preguntas tan simples como las siguientes han
cambiado de manera significativa: Cuándo trabajamos,
dónde trabajamos y cómo trabajamos, y la más
importante de todas, porqué trabajamos.

A la luz de todas estas circunstancias, a las que se
suma el cambio de la naturaleza de los empleos, la movilidad de
los mismos, y una creciente preocupación por parte de
todos los países, la O.I.T. se pregunta y nos pregunta:
"¿Está usted preparado?: gran parte de la demanda
de puestos de trabajo será en el sector
informático". Un panorama alarmante describe el nuevo
informe de la Organización Internacional del Trabajo
(O.I.T.), según el cual será necesario crear nada
menos que 500 millones de empleos en la próxima
década. Un tercio de la población activa no tiene
trabajo o no gana lo suficiente. Hay unos 160 millones de
desocupados, 20 millones más que en 1998. Será
necesario crear 500 millones de puestos de trabajo para el
2010.

B. La Pobreza

Ya Michel Camdessus, con su aguda percepción para
los problemas relacionados con la construcción de un mundo mejor, lo
había expresado de manera tajante y en forma de sentencia
conminatoria: la pobreza puede
hacer saltar todo el sistema.

De acuerdo con un informe de la organización sin
fines de lucro Worldwatch Institute:

"En los años 90 se registró un
crecimiento sin precedentes del Producto Bruto Mundial, por
valor de
más de 10 billones de dólares, pero en ese
período la cantidad de personas que viven en la pobreza casi
no varió, y se mantuvo en torno a 1.000
millones.

La brecha entre ricos y pobres se ensanchó en
muchos países durante los años 90, con perjuicio
de la estabilidad social y económica, a pesar de la
prosperidad promedio del mundo en esa década.

Las muertes relacionadas con la infección por
el virus de
inmunodeficiencia humana, causante del Sida
(síndrome de inmunodeficiencia adquirida), se
multiplicaron por más de seis en los años 90,
recordaron. En ese período, la longevidad en los
países ricos llegó a niveles sin precedentes,
pero al mismo tiempo murieron cada día de 14.000 a
30.000 personas debido a enfermedades transmitidas
por el agua en
el mundo en desarrollo, advirtieron."

Joseph Stiglitz, por su parte, advierte:

"El FMI cree estar realizando las tareas que le han
asignado: promover la estabilidad global, ayudar a los
países subdesarrollados en transición a conseguir
no sólo la estabilidad sino el crecimiento. Hasta muy
recientemente el FMI debatía si debía atender a
la pobreza – era la responsabilidad del Banco
Mundial – pero en la actualidad se ha incorporado, al
menos retóricamente. Creo, no obstante, que ha fracasado
en su misión,
y que los fracasos no fueron meras casualidades sino
consecuencias del modo en que entienden su misión".
(48)

Son muchos los análisis y proposiciones
efectuados sobre este problema que aparenta no tener
solución. En su mensaje del Día Internacional
para la Erradicación de la Pobreza, el 17 de octubre
de 1997, Kofi Annan planteó este asunto, con tono de
advertencia a toda la comunidad internacional. En aquella
oportunidad afirmó:

  • "El número de personas con un ingreso menor
    a $1 dólar diario se incrementó casi 100
    millones entre 1987 y 1993;
  • Cerca de 1300 millones de personas, un tercio de la
    población mundial de los países en desarrollo,
    vive con menos de $ 1 dólar al día;
  • En los países industrializados, muchos de
    los cuales sufren un alto nivel de desempleo y una
    decreciente protección social, más de 100
    millones de personas viven debajo de la línea de la
    pobreza y 37 millones no tienen trabajo;
  • Aproximadamente 160 millones de niños
    están moderada o severamente malnutridos y cerca de
    110 millones no asisten a la escuela;
  • Las pensiones y la seguridad
    social ahora protegen a más personas de la pobreza
    en estos últimos años, pero la pobreza en las
    personas de edad continúa siendo la experiencia
    más común alrededor del mundo"

Y concluyó:

"La erradicación de la pobreza requiere
mejoras en el crecimiento económico y en las
oportunidades de empleo. Las causas de la pobreza
también deben ser confrontadas en el contexto de
estrategias sectoriales, tales como el medio ambiente, la
seguridad alimenticia, la población, la migración, la salud, la vivienda, el
desarrollo de recursos
humanos, el agua
potable y el desarrollo rural".

Desafortunadamente esta realidad de la pobreza mundial
no es sólo propia y exclusiva de los países en
desarrollo, del tercer y cuarto mundo, no, Ramonet recuerda,
quizás para sorpresa de muchos que:

"entre los habitantes de un país tan rico como
EEUU, por ejemplo, hay 32 millones de personas cuya esperanza
de vida es inferior a sesenta años; cuarenta millones
sin cobertura médica, 45 millones viviendo, por debajo
del umbral de la pobreza, y 52 millones de analfabetos
funcionales… De modo similar en el seno de la opulenta
Unión Europea… tenemos 50 millones de pobres y 18
millones de desempleados". (49)

A más de cinco años de las palabras, del
Secretario General de la O.N.U., en la reciente celebrada Cumbre
de Jefes de Estado, realizada en Monterrey, México,
volvió sobre el asunto y afirmó que:

"Los pobres no vienen a pedir limosna, sino la
posibilidad de salir de la miseria mediante el desarrollo,
clave para vivir mejor en un mundo cómodo y seguro".

Y por si fuera poco, al momento de clausurar la cumbre
les advirtió a los dirigentes mundiales que:

"ignoran la extrema pobreza a su propio
riesgo".

  1. La
    pretensión de una cultura única

Una cultura es un articulado complejo de creencias,
expectativas, ideas, valores,
actitudes y
conductas compartidas en una sociedad determinada en un tiempo
dado. Pertenecer a esa determinada cultura otorga una identidad, una
manera de ser, una idiosincrasia que, hasta el presente,
había tenido límites
nacionales. Sin embargo, la Globalización ha promovido a
través de los productos universales, la publicidad, la
moda, el
idioma inglés
y las pautas de conducta de la
sociedad norteamericana, una cultura emergente de alcance global
que, por virtud del proceso globalizador mismo, se impone,
contradice, minimiza las culturas nacionales.

Los analistas de esa dinámica cultural de la
Globalización reconocen la primacía del componente
norteamericano en esa nueva cultura global emergente. El
historiador chileno Claudio Veliz (50) señala que esa
cultura emergente es "la fase helenística de la
civilización angloamericana. Precisa que, aunque no se
impone por medios
coercitivos, producto de la conquista territorial, ejerce una
influencia sobre las culturas nacionales consolidadas.

El idioma inglés se ha convertido en el factor
dinamizador de esta cultura global, es la lengua que
íntegra, por razones de necesidad y practicidad, a los
diferentes ciudadanos del mundo. Sin embargo, como todo idioma,
lleva implícito una carga cultural de elementos
cognitivos, prescriptivos y emotivos.

Dos vías se han identificado para la
difusión de esta cultura global. La primera de ellas es la
llamada "Cultura de Davos", término acuñado por
Samuel Huntington para designar la reunión anual que
realiza la Cumbre Económica Mundial en la ciudad invernal
suiza de Davos. Este vehículo de penetración
cultural tiene como objetivo la elite mundial, es potenciada por
la globalización productiva y comercial, es decir, por la
presencia de productos y la difusión de pautas de consumo
que promueven las inversiones globales.

Esta "Cultura de Davos" se complementa con la
Globalización de la intelectualidad occidental. Peter
Berger la denomina "la cultura de Faculty Club", y se
transmite:

" a través de una serie de vínculos,
redes académicas, fundaciones, organizaciones no
gubernamentales (ONG),
ciertos organismos gubernamentales. También persigue la
creación de mercados en todo el mundo y participa
activamente en ello, pero los productos que promueve no son los
de las compañías multinacionales, sino ideas y
conductas inventadas por intelectuales occidentales
(mayoritariamente estadounidenses), como, por ejemplo, las
ideologías de los derechos
humanos, el feminismo,
el ecologismo y el multiculturalismo, así como la
política y los estilos de vida que esas
ideologías representan" (51)

A estos dos vehículos de elite de la cultura
global emergente, se suma el de carácter popular
representado en el amplio y extendido consumo de productos
masivos de carácter global: zapatos deportivos de marca,
McDonald’s, ropa casual, Disney, Cocacola y, en general,
todos los artículos de consumo del establishment comercial
norteamericano presentes en los mercados del mundo por efecto de
la globalización. De acuerdo con los investigadores de la
dimensión cultural de la globalización, el impacto
de esta penetración global-popular puede tener una doble
naturaleza: ser superficial sin alterar las creencias, y
conductas del consumidor o
simbólico, en la medida en que su consumo se realiza como
un signo visible, palpable, concreto de
una pretendida participación – real o imaginaría
– en la modernidad que se
asocia con la globalización.

Frente a esta penetración de la cultura global,
las culturas nacionales, o mejor dicho y según el caso, la
elite o los consumidores han adoptado varías
respuestas:

aceptación pasiva o
tácita de los elementos de la cultura global.

rechazo manifiesto por consideraciones
religiosas o de preservación de la identidad
nacional (talibanes y norcoreanos)

modificación o adaptación
de los productos universales a las costumbres o prejuicios
locales, como ya lo hemos ejemplificado.

vigorización de los productos o
formas culturales propias, a fin de contrarrestar las
influencias globales. (las hamburguesas de carne de cordero en
la India)

mixturización,
hibridación entre las culturales locales y la global,
integrando criterios y pautas de actuación sobre todo
gerencial a los estilos propios de hacer las cosas. (caso
Bangalore)

Sin embargo, el tipo de respuestas estará en
función de la solidez o debilidad de la cultura nacional
que responde a la penetración global.

Desde otro punto de vista, es de hacer notar la
existencia de "globalizaciones alternativas", es decir, de otros
movimientos culturales de características globales que no
son tributarios de la cultura anglosajona (52), aunque ejercen
una influencia innegable en otras culturas o contextos culturales
nacionales, tal es el caso de movimientos religiosos como el Opus
Dei, la secta de seguidores de Sai Baba , de los Raelianos y de
todos los componentes híbridos que integran la llamada
"new Age", orientalización de la cultura occidental
mediante creencias o prácticas provenientes de Asia, y en
especial, de la India, Japón y China (el
yoga, las artes marciales, la reencarnación, el
taí-chi y el freing-shu, los medicamentos naturistas, la
acupuntura, la meditación y la existencia del Karma).
Igualmente, destacan, al lado de los fenómenos de corte
más espiritual señalados, productos de consumo
masivo provenientes de países como Japón
(vehículos automotores, perfumes y cosméticos,
alimentos)
tanto importados como producidos directamente o franquiciados en
los países occidentales.

Reacciones disímiles que pretenden reconciliar
las pautas modernizadores de la globalización con las
costumbres y tradiciones que pueblos y países han
construido a lo largo del tiempo, sometidas ahora al empujo de un
proceso que pone en entredicho la noción de frontera, de
culturas nacionales, de Estado – Nación.

CITAS Y
NOTAS

  1. Miclethwait John y Wooldridge Adrian, A Future
    Perfect, Crown Business, New York, 2000, p. 23.
  2. Mander Jerry and Edward Goldsmith. The case
    against the Global Economy, Sierra Club Books, San
    Francisco, 1996, p. 310 y sig.
  3. Stitglitz Josepf E, El malestar en la
    globalización, Taurus, Madrid, 2002,
    p.31
  4. Yergin Daniel y Stanislaw Joseph, Pioneros y
    Líderes de la Globalización, Javier Vergara
    Editor, Barcelona,
    1999, p.26 y sig.
  5. Ferrer Aldo, Historia de la
    Globalización, Tomo I, Fondo de Cultura
    Económica, Buenos Aires,
    Cuarta reimpresión, 1998, p.11.
  6. Lauría H. Eitel, Ciencia y
    Tecnología de cara al Siglo XXI, Ediciones USAL,
    Buenos Aires, 2000, p. 207.
  7. Ramonet Ignacio, Guerras del Siglo XXI,
    Mondarori, Barcelona, 2002, p.102
  8. Yergin y Stanislaw, op. cit., p.
    27
  9. Idem, p.26 y 27
  10. "Impulsado por la descolonización e
    incentivado por la profusión de dólares asignados
    a la ayuda exterior y el imperativo marcado por la guerra
    fría, en cuanto a conseguir aliados entre los
    países recientemente independizados, nació un
    organismo de vasto alcance dedicado específicamente al
    desarrollo de los países… El Banco Mundial
    fue creado en la conferencia de Breton Woods, en 1944… El
    papel del Banco Mundial era asegurar que se diesen las
    condiciones para el desarrollo del mercado. Sus
    préstamos estaban destinados a corregir las fallas o
    desviaciones del mercado o, incluso, crear nuevas condiciones
    frente a la ausencia de esos mercados". Yergin y Stanislaw,
    op. cit., pp. 122 y 123.
  11. "Una gran masa colmaba las calles de Nueva Delhi
    aquel atardecer; era el comienzo del fin del colonialismo…
    "Hace muchos años atrás –dijo Nehru-, le
    presentamos un reto al destino: obtener la independencia para la India. Ahora ha llegado el
    momento de cumplir nuestra promesa". Y, ciertamente, Nehru y
    sus asociados habían cumplido con su promesa. La colonia
    más grande del mundo – el núcleo principal
    del Imperio Británico y la razón de ser de la
    política imperial, el símbolo mismo del imperialismo
    – se habría de convertir ahora en una
    nación independiente y en la democracia
    más grande del mundo. Aquella noche marcó el fin
    de todos los imperios europeos, a pesar de que aún
    habría de correr mucha sangre hasta
    que el sol imperial
    finalmente se ocultara en todo el mundo". Yergin y Stanislaw,
    op. cit., capítulo 3: Reto al destino: El
    Surgimiento del Tercer Mundo, p. 105 y sig.
  12. Miclethwait y Woddrige, op. cit., p.
    103
  13. Idem, p. 104
  14. Levitt, Theodore, The Globalization of markets,
    Harvard Business Review, May-June 1983.
  15. Cfr. Miclethwait y Wooldrige, op. cit., p. 104
    a 106.
  16. Idem, p. 107 a 109
  17. Idem, p. 109 a 111
  18. Cfr. Hyan R. Britain’s Imperial Century:
    1815 – 1914, Londres, 1975, p. 47
  19. Porter E. Michael. Clusters and the new economics of
    competition, citado por Viloria V. Enrique en
    ¿Qué es la Nueva Economía?,
    Editorial Panapo, Caracas, 2002
  20. Doremus M. Paul, Seller W. William y otros, The
    Myth of the Global Corporation, Princenton University
    Press, New Yersey, 1998.
  21. Ramonet, Ignacio, op.cit. p.14
  22. Graham, Kenneddy, The Planetary Interest,
    Rutgers University Press, New Brunswick, New Yersey, 1995, p. 7
    y sig.
  23. Mander Jerry y Goldsmith Edward, Editores, op.
    cit., p. 250 y sig.
  24. Sánchez, Juan Carlos en El Efecto Invernadero,
    La Hoja Ambiental, MARN, No. 10. Caracas.
  25. Idem, p.3
  26. Ibidem
  27. Idem, p.5
  28. Cfr. Mata Montaño, Luis Adolfo, Causas que
    produjeron la suspensión de la conferencia de las partes
    (COP6) de la Convención de Cambio Climático 6 de
    la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
    cambio climático (UNFCCC) Protocolo de Kyoto,
    Trabajo Especial de Grado para optar al título de
    Especialista en Negocios
    Internacionales de la Universidad
    Metropolitana y Hoja Ambiental, op. cit.,
    p.8
  29. Kennedy Paul, Hacia el Siglo XXI, Plaza y
    Janes, Barcelona, 1993, p. 175.
  30. La Capa del Ozono en La Hoja Ambiental, MARN,
    Caracas, 1997.
  31. Ibidem
  32. Cfr. Ibidem
  33. La Desertificación en La Hoja
    Ambiental, No. 13, MARN, Caracas, 2002, p.2
  34. Crf: Informes
    diversos de las Naciones Unidas sobre la desertificación
    y sus efectos.
  35. Baja Edad Media y Renacimiento.
    Tomo 5. Historia Universal, Planeta de Agostini, S.A.,
    España, 2001, p. 45 y sig.
  36. Kennedy Paul, op. cit., p. 189 y
    190
  37. Idem p. 192 y 193
  38. Enrique Viloria Vera, La Empresa Multinacional y
    la Empresa Pública: el caso de la nacionalización
    en Venezuela. Tesis para
    optar al titulo de Doctor en Derecho de la Universidad de
    Paris, publicada luego en Venezuela, en español, por la Escuela
    Nacional de Administración y Hacienda Pública
    (ENAHP), Caracas, 1979 (3 Tomos), obtuvo el Premio de la
    Academia de Ciencias
    Políticas y Sociales de Venezuela (1979).
  39. Vernon Raymond, Les Conséquences
    Économiques et Politiques des Entreprises
    Multinationales, Edic. Laffont, Paris, 1974, p.
    15.
  40. Organización de las Naciones Unidas. Les
    Sociétes Multinationales et le devéloppement
    mondial. Paris. 1976.
  41. Extraído del preámbulo de la Carta
    de los derechos y deberes económicos de los Estados
    Organización de las Naciones
    Unidas.
  42. Ver el artículo 2 de la Carta de los
    Derechos y Deberes Económicos de los Estados de la
    Organización de las Naciones Unidas
  43. Marta Sosa Joaquín, Enrique Viloria Vera,
    Edgar Alberto Dao y otros, Globalización, Riesgos y
    Realidades, Edición conjunta Universidad
    Metropolitana y Banco del Caribe, 3ª. Reimpresión,
    Caracas, 1999, p. 111 y 112.
  44. Adda Jacques. Globalización de la
    economía. Ediciones Sequitur, Madrid, 1999,
    p.2
  45. Kennedy Paul, op,cit., p. 187 y
    188
  46. Marta Sosa, op.cit., p.123
  47. Yergin y Stanislaw, op.cit., p.563
  48. Stiglitz Joseph, op.cit., p.16
  49. Ramonet, op.cit., p.17
  50. Cfr.. Berger L. Meter y Huntington Samuel.
    Globalizaciónes Múltiples. Paidós,
    Ibérica, Buenos Aires, 2002
  51. Idem, p.p. 16 y 17
  52. Sobre el particular destacan las Investigaciones del
    sinólogo Tu Weining y del israelí Samuel Eisenstadt

ANEXO 1

ANTIGLOBALIZACIÓN: MOVIMIENTOS Y
AGRUPACIONES

Entre los principales movimientos y agrupaciones que
critican la globalización, comúnmente conocidos
como antiglobalizadores, podemos enumerar los
siguientes:

AGP.- Acción Global de los Pueblos.
Red de
asociaciones creada con base Ginebra en 1998 para coordinar la
resistencia
contra la O.M.C. y el libre
comercio.

ATTAC.- Inicialmente, Asociación por la
Tasa Tobin de Ayuda a los Ciudadanos. Actualmente,
Asociación por la tasación de las Transacciones
Financieras para Ayuda a los Ciudadanos. Nació en Francia
el 3 de junio de 1998 sobre la base de una plataforma
"Reapropiarnos, todos unidos del porvenir de nuestro
mundo"
. Creada a partir de una propuesta realizada en ese
sentido por Ignacio Ramonet, director de Le Monde
Diplomatique. Reúne ciudadanos, asociaciones, sindicatos y
periódicos que ejercen como grupo de presión
para promover el control democrático del sistema
financiero mundial. El objetivo de esta asociación es
luchar por la adopción
de la propuesta del Premio Nóbel James Tobin, la Tasa
Tobin, la cual consiste en la tasación de los movimientos
de capital a escala mundial. Esta asociación francesa, ha
contribuido al nacimiento del movimiento
internacional ATTAC.

Movimiento Internacional ATTAC.- Se creó
en una reunión internacional en París durante los
días 11 y 12 de diciembre de 1998, a propuesta de la
asociación francesa ATTAC. La creación del
"Movimiento internacional para el control de los mercados
financieros y de sus instituciones
se constituye en red
sin estructuras jerárquicas ni centro geográfico.
Es pluralista, se enriquece, con la diversidad de sus componentes
y favorece la acción común sin limitar de ninguna
manera la libertad de intervención de cada uno. Propone
reforzar, relacionar y coordinar, en el ámbito
internacional, la intervención de todos los asociados que
se reconocen en su plataforma (África, América
Latina, Asia y Europa,
así como varias redes o coordinadores). Desea
también estrechar la cooperación con aquellas otras
redes cuyos objetivos convergen con los suyos.

50 years is enough.- Organización no
gubernamental norteamericana que trabaja por la
transformación del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional. Su director es Njoki Njehu.

Club de Roma.-
Organización sin fines de lucro, cuyo objetivo es actuar
como un catalizador mundial para conseguir cambios independientes
de cualquier interés político, económico o
comercial y que ayuden a mejorar la calidad de vida
de la población. Está integrada por
científicos, economistas, hombres de negocios, altos
funcionarios públicos del ámbito internacional y
ex-mandatarios de los cinco continentes, quienes combinan sus
diferentes experiencias para llegar a un conocimiento
más profundo de la problemática mundial. Las
conferencias y los informes son
los instrumentos más importantes del Club de Roma para
transmitir ideas al público, plantear nuevos temas e
iniciar debates. En principio, esta entidad realiza una
conferencia anual, que siempre se efectúa en un
país diferente. Además, se organizan reuniones
regionales que abordan problemas y temas coyunturales.

Foro Social de Porto Alegre.- Es el ámbito
de confluencia de miles de movimientos que están
articulando una sociedad civil
mundial de orientación internacionalista. Conviene tener
en cuenta el hecho de la regionalización del proceso
iniciado hace dos años en Brasil a
través de la celebración del Foro Social Asiático, el
Foro Social Africano y el
Foro Social Europeo. El mapa del Foro Social Mundial (FSM)
está constituido por estos cinco sujetos.

Foro Social de Génova.- Cumbre alternativa
a la reunión del G-8 (grupos de los ocho países
más ricos del mundo), realizaba en Génova, Italia en Julio
del 2001, en la cual se debatieron las posibles alternativas al
capitalismo.

Foro de Sao Paulo (FSP).- Nació a partir
de la iniciativa de partidos de izquierda de América
Latina, incluyendo a los movimientos de guerrilla armados, que se
reunieron para debatir sobre la caída del socialismo en los
países de la Europa del Este y sus consecuencias en la
región.

Black Block.- El Black Block es un movimiento
compuesto por un grupo de anarquistas que, en conjunto, organizan
acciones de protesta. Sus objetivos principales son proveer
solidaridad dando
la cara a una policía de estado represiva y desarrollar
una crítica anarquista frente a cualquier protesta que se
esté realizando en un momento dado. Su objetivo principal
son los ricos y poderosos. Se definen como una táctica, no
como un grupo u organización. Es un movimiento anarquista
que tiene más de un siglo de existencia.

El negro es el color del
anarquismo, razón por la cual se llama "black block", la
vestimenta y las máscaras del black block durante una
protesta, tienen más que ver con el anonimato.

La táctica "black block" se originó en
Alemania durante los 80’s del siglo XX. Fue un
término creado por la policía para describir la
juventud
militante intrusa y hombres autónomos que peleaban contra
ellos en las calles. Los primeros "black block" en Norte
América fueron organizados para la protesta de la Guerra
del Golfo en 1991.

Movimiento insurgente zapatista en Chiapas.- El
1° de Enero de 1994 surge el alzamiento armado del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en
Chiapas. Las poblaciones de San Cristóbal de las Casas,
Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo, Oxchuc, Huixtan y Chanal
son tomadas por los indígenas rebeldes. El comité
Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia
General, (CCRI-CG) del EZLN hace pública la
Declaración de la Selva Lecandona, con la que declaran la
guerra al gobierno de Carlos Salinas Gortari y anuncian su lucha
por democracia,
libertad y justicia para
todos los mexicanos.

Jubileo Sur y CADTM, luchan por la
condonación y reinversión social de la deuda externa de
los países en desarrollo.

Vía campesina, red mundial concentrada en
la reforma
agraria y la soberanía alimentaría de los
pueblos.

Marcha mundial de mujeres, de carácter de
género,
reivindica el feminismo.

Amigos de la Tierra, Greenpeace y
Alianza de los Pueblos del Sur Acreedores de Deuda
Ecológica
son de corte ambientalista, muy preocupados
por los derrames petroleros, por la extinción de las
especies animales, por la
contaminación en general y por los desastres
ecológicos.

ANEXO 2

Protocolo de Kyoto

En este anexo citamos parte del acuerdo alcanzado en el
Protocolo de Kyoto:

"Con el fin de promover el desarrollo
sostenible, cada una de las Partes incluidas en el anexo A al
cumplir los compromisos cuantificados de limitación y
reducción de las emisiones contraídos en virtud del
artículo 3:

Aplicará y/o seguirá elaborando
políticas y medidas de conformidad con sus circunstancias
nacionales, como por ejemplo las siguientes:

  • Fomento de la eficiencia energética en los
    sectores pertinentes de la economía nacional;
    (…)
  • Medidas para limitar y/o reducir las emisiones de
    los gases de efectos invernadero no controlados (…) en el
    sector del transporte;
  • Limitación y/o reducción de las
    emisiones de metano mediante su recuperación y
    utilización en la gestión de los desechos así como
    en la producción, el transporte y la
    distribución de energía; (…)"

Cada una de las Partes incluidas en el anexo A
deberá poder demostrar para el año 2005 un avance
concreto en el
cumplimiento de sus compromisos contraídos en virtud del
presente Protocolo.

Anexo A

Gases de efecto invernadero

  • Dióxido de carbono
    (CO2)
  • Metano (CH4)
  • Óxido nitroso (N2O)
  • Hidrofluorocarbonos (HFC)
  • Perfluorocarbonos (PFC)
  • Hexafluoruro de azufre (SF6)

Sectores/categorías de
fuentes

  • Energía
  • Quema combustible
  • Industrias de energía
  • Industria manufacturera y
    construcción
  • Transporte

Otros sectores

  • Emisiones fugitivas de combustibles
  • Combustibles sólidos
  • Petróleo y gas natural
  • Otros

Procesos industriales

  • Productos minerales
  • Industria química
  • Producción de metales
  • Otra producción:
    • Producción de halocarbonos y hexafluoruro
      de azufre
    • Consumo de halocarbonos y hexafluoruro de
      azufre
    • Utilización de disolventes y otros
      productos

Agricultura

  • Fermentación entérica
  • Aprovechamiento del estiércol
  • Cultivo del arroz
  • Suelos agrícolas
  • Quema prescrita de sabanas
  • Quema en el campo de residuos
    agrícolas
  • Otros

Desechos

  • Eliminación de desechos sólidos en la
    tierra
  • Tratamiento de las aguas residuales
  • Incineración de desechos
  • Otros

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Enrique Viloria Páez

Madrid

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