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La competitividad una lucha sin fin para las PYMES




Enviado por rivasv



    1. ¿Qué es la
      competitividad empresarial?
    2. ¿Cómo medimos la
      competitividad
    3. ¿Qué empresas
      son PYMES?
    4. ¿De qué depende
      la competitividad?
    5. Conclusiones
    6. Referencias
      Bibliográficas

    Competitividad es productividad.
    Este es el axioma que sostiene Porter (1996 ) y es el basamento
    de su aporte a la teoría
    empresarial moderna. Este axioma posiblemente sea realidad al
    mundo empresarial de las grandes empresas
    norteamericanas y posiblemente del primer mundo, no así
    para el tercer mundo y para la realidad centroamericana y mucho
    menos para el mundo empresarial de las micro, pequeñas y
    medianas empresas.

    En este trabajo demostraré que la competitividad
    tal como la enseña Porter y como la conciben sus
    seguidores centroamericanos no tiene asidero en la realidad
    empresarial centroamericana y que factores de orden
    exógeno en el contexto de la meso economía son
    determinantes de la competitividad empresarial.

    Adicionalmente propongo la utilización de un
    modelo de
    competitividad denominado ARV como herramienta de gran utilidad para
    medir la condición de competitividad y para determinar los
    factores críticos endógenos que permiten aportar a
    mejorar la posición competitiva de la empresa
    evaluada.

    1- ¿Qué
    es la competitividad empresarial?

    Existen varias definiciones. Algunas se reducen a
    establecer la capacidad de generación de rendimientos, en
    cuanto señalan que una empresa
    competitiva es la que logra la rentabilidad
    optima a raíz de una inversión dada. (Ansof. Igor, 1997;
    Thompson – Strickland: 1994). Otros avanzan en establecer
    que la competitividad es productividad por
    lo que se requiere una estrategia acorde
    a las metas propuestas para lograrlas en la industria en
    la cual se encuentra operando ( Porter. M.: 1996). La competencia se
    establece, según Porter, a tres niveles: 1- El análisis de la competencia
    internacional, situación característica de la actual integración
    económica mundial. 2- Competencia sectorial o por rama
    de actividad en que opera la empresa. 3-
    Competencia consigo misma o de excelencia en la búsqueda
    de sus mejores resultados, con independencia
    del exterior.

    Una definición que parte de la teoría
    del comercio
    internacional define competitividad como la capacidad de
    competir de la empresa en su
    sector actual o potencial, capacidad que vendrá definida
    por unas características de la empresa (análisis interno) y por unas condiciones y
    dimensiones del marco competitivo (análisis externo). Se
    entiende por competitividad tanto la posición relativa
    frente a la concurrencia, como la aptitud de la empresa para
    sostener de forma duradera la competencia con los otros oferentes
    del sector o rama de actividad. La empresa competitiva posee un
    conjunto de capacidades que le permite, según los casos,
    entrar, mantenerse o desarrollarse en un sector, constituido por
    las fuerzas competitivas ya conocida y que son susceptibles de
    oponerse o crear un conflicto con
    los objetivos,
    proyectos y
    actividades de la unidad económica (Bueno C. Eduardo:
    1996).

    Una definición a la que abonamos es la que define
    la competitividad como:

    "La capacidad estructural de una empresa de
    generar beneficios sin solución de continuidad a
    través de sus procesos
    productivos, organizativos y de distribución." (Fea. U. 1995. Pág.
    47)

    Donde:

    • La capacidad estructural es función
      directa de sus principios
      estratégicos, del bagaje cognoscitivo de su factor
      humano y de su organización.
    • La continuidad en la generación de beneficios
      y de la empresa misma, es directamente proporcional a su
      dinamismo estructural.

    El nivel de competitividad de una empresa está
    siempre definido por su intrínseca "manera de ser" dentro
    de un determinado contexto socieconómico. (Fea. U:
    1995)

    De este planteamiento del autor podemos colegir
    entonces:

    1. Que la competitividad es una característica
      interna al sistema
      empresa.
    2. Un mercado, o
      mejor un entorno sociopolítico y económico,
      determina el nivel temporal de su capacidad competitiva
      intrínseca.
    3. Una empresa tiene continuidad sólo si es capaz
      de adecuarse constantemente a las nuevas condiciones del
      entorno, el que puede estar determinado por factores instituciones más que por la oferta y la
      demanda.

    La competitividad de una empresa tiene un valor
    único, constituido por muchos factores que concurren a
    determinarlo y tienen una incidencia positiva o negativa, que
    debe examinarse separadamente para mejorar el resultado
    final.

    Una empresa puede ser competitiva en el proceso de
    transformación y no serlo en el de distribución o tener gastos generales
    o financieros desproporcionados, o estar gravada por un exceso de
    personal de
    estructura,
    etc.

    Las definiciones apuntadas permiten aclarar que se
    entiende por competitividad empresarial desde una perspectiva
    eminentemente de eficiencia y
    eficacia. El
    supuesto intrínseco es el de suponer que los factores de
    la producción: tierra(T),
    trabajo(L), capital (K),
    iniciativa empresarial(I) y la tecnología(Te) no
    encuentran dificultad para lograr los niveles de empleo
    requeridos, por lo tanto, los recursos
    naturales son infinitos o están dados lo que no es
    cierto. Los recursos
    naturales, productivos y tecnológicos son escasos, sobre
    esto se ha investigado abundantemente por lo que no profundizare
    al respecto.

    2-
    ¿Cómo medimos la competitividad

    Las definiciones anteriores de competitividad
    están referidas a un mundo perfecto, propio del paradigma
    neoclásico de la economía. Recupera el
    concepto de la
    competencia
    perfecta, obviando el tema de intermediación de otros
    actores económicos que participan activamente y que han
    sido ignorados sistemáticamente por Porter y sus
    seguidores.

    La competitividad así definida da como resultado
    que el axioma de Porter es cierto, es decir COMPETITIVIDAD =
    PRODUCTIVIDAD. Este axioma ignora que las empresas no realizan la
    producción en el mercado por las
    fuerzas de este, es decir, por la oferta y la
    demanda.

    Los empresarios tienen que demostrar capacidad de
    negociación que se expresará en la
    rentabilidad.
    Dicho de otra manera, los empresarios no solamente tienen que
    demostrar que producen a la mejor combinación de los
    factores de la producción expresado en la productividad
    sino en la capacidad de negociar que tengan en el mercado para
    conseguir el mejor precio que
    este dispuesto a pagar el consumidor. Los
    empresarios estarán dispuestos a ofertar su
    producción a sus costos marginales
    (CMg), pero enfrentará una demanda que tiene que lograr
    igualar a la curva de disposición marginal para pagar
    (DMgP). El gráfico No 1 expresa ese equilibrio.
    Los precios en el
    mercado son los sicológicos dados por estilos de vida que
    quiere alcanzar el consumidor y no
    los precios de
    mercado tradicionales dados por las necesidades
    insatisfechas.

    En investigaciones
    realizadas para productores agrícolas se estableció
    que la competitividad de las empresas PYMES reside en
    su capacidad de crear valor en el
    corto plazo. Esta creación de valor debe ampliarse a
    mediano plazo, lo que permitiría la permanencia de la
    empresa en el largo plazo, es decir, si la empresa logra crear
    valores en el
    corto y mediano plazo, el largo plazo es una resultante, por lo
    tanto la preocupación por el largo plazo sería
    menor.

    De esta conceptualización se deriva que la
    competitividad tiene como factores determinantes: la
    productividad, P; (medido por los rendimientos del sector,
    generalmente esta se cuantifica estableciendo el número de
    productos
    producidos dividido entre los recursos:
    materia prima,
    insumos, mano de obra, equipos, utilizados) y la rentabilidad,
    R, del sector.

    La forma para su medición resulta entonces de comparar la
    productividad de la empresa con la del sector industrial en el
    cual se encuentre localizada productivamente. Este generalmente
    es un dato de rendimiento (unidades producidas de bienes y/o
    servicios por
    período o insumos utilizados). Serán altamente
    productivas si los rendimientos son iguales o mayores al promedio
    del sector o rama industrial en la que opera la empresa. (Rivas
    V. A: 1998).

    Por su parte la rentabilidad se puede medir con indicadores
    financieros tradicionales principalmente el Valor Actual Neto
    (VAN), beneficios al final del período ó el que se
    considere representativo. El instrumento idóneo para
    evaluar la rentabilidad a demostrado serlo el Flujo de Caja
    para un período considerado adecuado, el cual permite
    hacer proyecciones a nuevos períodos. Las tasas de
    interés a las cuales se debe descontar los flujos casi
    siempre son las tasas de interés
    básicas dadas por la autoridad
    monetaria Vg. Banco Central,
    más un porcentaje de riesgo el cual
    fluctuará dependiendo del tipo de industria en
    la cual se encuentra la empresa en cuestión. Las PYMES
    serán rentables si los valores
    del VAN ó el indicador seleccionado sea iguales o mayores
    que cero. (Rivas V. A: 1998).

    Las posibilidades que se pueden dar (supongamos que
    usamos el VAN) son las siguientes:

    1. Es evidente que si una empresa logra rentabilidades
      superiores y su productividad supera a los parámetros
      del sector, esta seria una empresa líder. Esta posibilidad es
      independiente si el valor se está produciendo en el
      mercadeo, en
      la producción o en las finanzas.
      La segunda posibilidad se da con el evidente esfuerzo en
      mercadeo.

    2. Competitividad Alta: Si el VAN es mayor a
      cero y la productividad es mayor al parámetro del
      sector. Otra posibilidad es que la VAN sea mayor a la
      inversión realizada y la productividad
      menor al parámetro del sector.

      Esto implicará que no obstante la
      productividad es menor a la del sector, los precios en el
      mercado son favorables. Se podría lograr una
      situación como tal con esfuerzos deliberados en
      mercadeo y un esfuerzo en full coste.

    3. Competitividad media: Sí la
      rentabilidad es aceptable esto es el VAN es igual cero y la
      productividad en menor al parámetro del sector. Otra
      situación que se da es la VAN aceptable pero una
      productividad igual a la del sector.
    4. Competitividad baja: Esta
      situación se presentaría cuanto la VAN igual a
      cero y la productividad supera (mayor) al parámetro del
      sector. Otra situación de competitividad baja se da
      cuando el VAN igual a cero y la productividad es menor al
      parámetro del sector, esta es una situación en la
      cual la empresa simplemente sale del sector
      completamente.

    Lo cual implica que se están haciendo esfuerzos
    en reducción de costos no
    obstante financieramente se está operando deficientemente,
    adicionalmente el mercadeo no es efectivo (Rivas V. A:
    1998).

    Mediante una matriz de
    competitividad a la usanza de Igor Ansoff, Michel Porter y otros
    lo apuntado se puede ilustrar como sigue.

    Gráfico No 2

    MATRIZ DE
    COMPETITIVIDAD

     Para ver el gráfico
    seleccione la opción "Descargar" del menú
    superior

     En donde: P = Productividad, Ps = Productividad
    del Sector y R= Rentabilidad.

    Fuente: Elaboración
    propia.

    La matriz es lo
    suficientemente explícita las relaciones con respecto a la
    Productividad (P) y la Rentabilidad (R) permiten ubicar una
    empresa en particular. Una PYMES puede ubicarse en cualquiera de
    esas posiciones. La única diferencia es que su
    condición de PYMES le establece límites
    para ubicarse en otra categoría empresarial. Como
    apuntamos anteriormente esta condición se
    modificará solamente si cambia su relación con
    respecto al sector industrial en la cual se encuentra
    compitiendo. Un buen ejemplo son las empresas de países
    subdesarrollados del tercer mundo, aunque en el país
    (dentro) puede ser una empresa grande y exitosa a nivel del
    mercado mundial solamente es una micro o pequeña empresa
    tercermundista.

    La mayoría de PYMES se encuentran en el segundo y
    tercer nivel (contados de arriba a bajo) de la matriz de
    competitividad, es decir, de mediana a baja competitividad.
    Algunos autores las clasifican entre PYMES de acumulación
    y de subsistencia, se dirá que en el primer cuadrante del
    tercer nivel de la matriz (contado de izquierda a derecha) se
    encuentran las de acumulación en cuanto compiten a corto
    plazo, mientras las que se encuentran en el cuarto cuadrante
    solamente existen porque cuentan con apoyos de programas
    sociales y viven una ficción empresarial, es decir,
    están ocupados pero no logran permanencia empresarial,
    estas tiene una vida de duración corta. Estas las
    denominaré iniciativas emprendedoras espurias, por lo
    tanto no clasifican como empresarios PYMES.

    Para fines prácticos medir la posición
    competitiva de una empresa requerirá conocer los
    parámetros señalados (productividad y rentabilidad)
    y clasificar en alta, mediana o baja. Un reto de suma importancia
    es medir la productividad de una empresa PYME en cuanto es
    menos difícil para una empresa grande que casi siempre
    opera en mercados
    oligopólicos, esto implica que estas empresas simplemente
    se miden con respecto a la empresa líder
    que generalmente es del mismo grupo
    financiero y los retos productivos son casi siempre como "verse
    en un espejo".

    En un ejercicio que realice con mis alumnos y
    alumnas del curso de PYMES que imparto de vez en cuando, en la
    Facultad de Economía de la Universidad
    Latina de Costa Rica, pude
    comprobar que no es sencillo pero tampoco es imposible. Tomamos
    tres empresas de sectores productivos bastantes diferentes: una
    empresa que vende resinas para fabricar productos de
    plástico;
    una galería de pinturas que al mismo tiempo da
    servicio de
    maquetería y una fabrica de muebles para el hogar. El
    resultado fue sorprendentemente excelente. Sobresalió que
    en lo fundamental el esfuerzo reside en establecer a que sector o
    subsector de la industria pertenece la empresa, la
    localización del mercado en el que opera (se
    clasificó a partir del área geográfica: el
    barrio o comunidad;
    regional, nacional o internacional estando este casi siempre
    entendido como los Estados Unidos de
    Amperica), tipo de mercado (monopolístico u
    oligopólico) y determinar que negocio o empresa es
    líder. Se midió la productividad, de las empresas
    en estudio, en términos ingenieriles y se recurrió
    a la consulta directa en los casos que se pudo y a la indirecta
    para saber la productividad del líder. El juicio de
    experto fue fundamental para lograrlo. Debo decir que el ingenio
    de mis alumnos sobre paso las expectativas.

    Medir la rentabilidad solamente requiere de la
    colaboración de los empresarios en proporcionar los VAN
    que les calculan los contadores. En algunos casos esto se
    dificulta por la indisciplina contable que con la que viven los
    empresarios PYMES, pero en general este no es difícil de
    lograr. Los resultados generales han sido de comprobar lo
    señalado en párrafos anteriores

    3-
    ¿Qué empresas son PYMES?

    La definición o categorización de las
    empresas en Centroamérica ha tenido un tortuoso camino.
    Las PYMES no escapan de esta situación.

    3.1- Conceptualización en los países
    Latinoamericanos

    La conceptualización de las PYMES transita por
    varias definiciones, principiando por las que las ubica en el
    Sector Informal Urbano, SIU dándole con ello la
    connotación de ser un sector, por tener
    características homogéneas en cuanto a
    remuneración y condiciones laborales. Este surge a partir
    de 1972 en África ha tenido amplia influencia y
    aceptación en Latinoamérica.

    Son reconocidas tres orientaciones que recogen la
    conceptualización (Galin: 1991) de PYMES que por ahora es
    aceptada ampliamente: a) la inspirada por el Programa Regional
    de Empleo de
    América
    Latina y el Caribe (PREALC); b) la orientación
    neoliberal cuya expresión más conocida en el
    libro de
    Hernando de Soto, El Otro Sendero, y c) la vertiente
    crítica del concepto,
    principalmente en las elaboraciones de algunos estudiosos del
    Programa
    Mundial de Empleo de la OIT y del Instituto Internacional de
    Estudios Laborales.

    El PREAL establece que el concepto se originó en
    la migración
    del campo a la ciudad, como producto de
    las expectativas que el modelo
    desarrollista creo y al no poder
    satisfacerlo los campesinos se vieron obligados a subsistir
    realizando cualquier actividad que les generara algún
    ingreso. Estos migrantes, así como los que recién
    se incorporan al mercado de trabajo urbano, carecen de capital y de
    capacitación técnica. Por ello las
    actividades que podrán realizar, determina la primera
    característica del sector: la facilidad de entrada, por
    poco capital comprometido y escasa habilidad exigida. Esto a su
    vez determina que la división del trabajo sea
    rudimentaria.

    La principal característica de las unidades
    productivas es que no se comportan como una típica empresa
    capitalista. Esto es no persigue maximizar sus utilidades, sino
    que el propietario del negocio persigue ganar un salario mayor al
    promedio, Galin (1991) resumen las características de
    estas unidades en: a) facilidad de entrada; b) poco capital; c)
    escasas calificaciones; d) rudimentaria división del
    trabajo; e) organización no capitalista de la
    producción, siendo esta última la principal
    característica.

    El PREAL reconoce que no obstante que existe
    heterogeneidad en el sector el elemento homogenizador que los
    distingue como sector son los ingresos que
    perciben, los cuales en su mayoría son idénticos o
    similares, en general se admiten que los ingresos son
    inferiores a los salarios de los
    empleados públicos en la mayoría de
    países.

    Por otra parte se acepta como unidad las
    características que impone la heterogeneidad del sector,
    es así que distinguen las categorías: a) vendedores
    ambulantes de bienes y
    servicios,
    organizados y cuya demanda principal es la seguridad, pues
    necesitan un lugar protegido; b) propietarios de talleres
    informales, cuya principal preocupación es el exceso de
    requisitos legales que obstaculizan la regularización de
    sus negocios con
    una tónica individualista; c) transportistas, propietarios
    de un automóvil o camión, también
    individualistas y con escasa organización; d) asalariados
    informales quienes perciben que su mayor necesidad es
    protección, ya que son inestables, tienen dificultades
    para sindicalizarse, no cuentan con seguridad
    social y perciben salarios
    inferiores a los legales.

    La posición NEOLIBERAL se sintetiza en el trabajo de
    Hernando de Soto (1987), El otro sendero, en el que recoge
    la experiencia peruana. En cuanto al origen del concepto de SIU
    no difiere de lo apuntado por el PREAL. De Soto enfatiza en la
    marginalidad
    de la mano de obra como principal impulsador de la
    creación de PYMES, pone su énfasis en la
    distorsión que crea el Estado en
    el mercado al encarecer los trámites para logra instalar
    un negocio, esto está vetado a los campesinos que migran a
    la ciudad, por lo tanto lo tienen que hacer en forma ilegal. Para
    de Soto, el tamaño reducido, el escaso capital o dinamismo
    reducido no son característicos de la
    informalidad.

    La unidad de análisis en la perspectiva
    neoliberal son las actividades. La informalidad no es una
    condición inherente a un sector sino producto de la
    valoración que hace el empresario entre los costos de la
    legalización y los beneficios que percibe con su actividad
    productiva, de tal forma que cuando los costos son superiores
    prefiere la ilegalidad. Desde esta perspectiva los costos
    laborales se mueven con el mercado, es decir, suben o bajan
    dependiendo de la oferta y demanda
    laboral, el
    riesgo existe
    cuando no se tienen los ingresos no son suficientes para pagar
    mano de obra especializada.

    Para de Soto, lo ideal es que el Estado no
    intervenga en la economía reglamentando fuertemente las
    iniciativas empresariales y que lo recomendable es la existencia
    de: a) simplificación de normas, eliminado
    duplicaciones y reglamentaciones inútiles; b)
    descentralizar, transfiriendo responsabilidades a las autoridades
    regionales y locales; c) desregular, reduciendo facultades del
    Estado,
    incrementando la de los particulares.

    Por su lado LA VERTIENTE CRÍTICA, sostienen que
    la caracterización del SIU encierra una concepción
    dualista de la sociedad, la cual
    apunta a la oposición tales como: moderno – atrasado
    o tradicional. Esta oposición es formal en cuanto la una
    depende de la otra. El concepto de informal refiere a la
    ilegalidad por lo tanto es confuso para referirse a empresas que
    pueden ser legales pero que operan en mercados que no
    cubre la economía formal, otro elemento es el asociar lo
    informal, ilegal a baja rentabilidad en cuanto existe evidencia
    empírica que muestra que esas
    dos condiciones no limita a que las PYMES maximicen sus
    beneficios, esta misma dualidad se apunta que grandes sectores
    laboran en sectores formales en horas laborales tradicionales y
    en informales después de su jornada de trabajo, esto lo
    hacen a lo largo de su vida. Se tiende a asociar al SIU a
    la pobreza
    urbana lo cual no siempre es cierto, no obstante, de que existe
    una alta asociación.

    Esta vertiente propone sustituir el concepto de SIU por
    el de grupos
    vulnerables de trabajadores. Estos trabajadores pueden ser
    vulnerables por estatus laboral, como los
    eventuales, temporarios, aprendices, empleados domésticos,
    trabajadores a domicilio y trabajadores contratados. Reconoce que
    es necesario que cubra sectores de trabajadores que laboran para
    empresas formales e informales usan formas desprotegidas de
    empleo, como los contratados por temporadas de cosecha o
    posproducción, o subcontratados y que no cubren la
    seguridad
    social.

    En términos de intervención del Estado
    ésta corriente propone la protección social a
    grupos de
    trabajadores, como los empleados domésticos, los
    trabajadores a domicilio y asalariados de PYMES que no pagan los
    servicios sociales. Propone que esto se maneje desde la autoridad
    local, siendo la política dictada
    desde lo más alto del Estado. La no existencia de
    protección estatal significa ganancia para los empresarios
    que sobre explotan a la mano de obra desprotegida.

    Una síntesis
    de estos enfoques los ofrece Galin en el siguiente esquema
    (Cuadro No 1)

    Cuadro No 1

    ESQUEMA DE INTERPRETACIONES SOBRE
    SIU

     

    PREAL

    NEOLIBERAL

    Vertiente Critica

    Origen, concepto y
    característica

    Migrantes rurales: excedente de fuerza
    de trabajo. Facilidad de entrada, poco capital, escasa
    calificaciones, rudimentaria división del trabajo,
    organización no capitalista de
    producción

    Las ciudades, centro religioso y administrativo
    – hostil. Actividades ilegalmente: se aparta de la
    normatividad establecida.

    Dualista, a) simplista, b) lógicamente
    inconsistente, c) partes de un continuo, d) no es posible
    diseñar una política única, e) SIU
    ¹ Pobres, f)
    personas que trabajan 1 T.

    Contexto teórico

    El concepto de EIR(ejército industrial de
    reserva) no es aplicable, ya que los salarios pagados en el
    SIU no afectan el nivel de los salarios del sector formal.
    (El EIR, en versión clásica tenía como
    objetivo
    el freno al incremento de los salarios)

    Economía neoclásica.

    EIR latente/flotante/intermitente.

    Similitudes históricas

    Original de los países dependientes y de
    América Latina en particular (% de
    independientes en la PEA).

    Mercantilismo. Elites privadas que se
    oponían al libre mercado: sistema
    de privilegio.

    Capitalismo del siglo XIX.

    Unidad de análisis

    En sus últimas versiones la unidad de
    análisis son los individuos en el mercado de
    trabajo. Distinguir: a) vendedores ambulantes, b)
    propietarios de talleres, c) transportistas, d) asalariados
    informales.

    Actividades. No es un sector preciso, sino una
    zona de penumbra.

    Las antigüedades del concepto dificultan la
    aproximación empírica. El análisis
    debiera ser multivariado.

    Políticas

    Los programas
    de apoyo al SIU: a) son riesgosos y no deben
    sobreestimarse, b) no pueden ser mantenidos en el largo
    plazo: si se sostienen artificialmente a las microempresas, se frustrarán una vez
    retirado el apoyo, c) el solo apoyo al SIU no es una
    política contra la pobreza,
    porque el apoyo a las microempresas no ayuda a sus
    asalariados.

    Sistema legal único: a) simplificar
    normas,
    b) descentralizar responsabilidades a autoridades locales,
    c) desregular, reduciendo facultades legales del
    Estado.

    Deberá proteger a las categorías
    vulnerables de trabajadores: empleo doméstico,
    trabajadores a domicilio y asalariados de pequeñas
    empresas.

    Fuente: Galin. Pedro (1991) pág.50.

    La definición de las PYMES en la mayoría
    de países latinoamericanos sigue estando basada en la
    cantidad de trabajadores, estas definiciones tienen un sesgo
    cuantitativo ya que se adicionan requisitos que tienen en cuenta
    la cuantía de sus activos y
    ventas.

    El cuadro No 2 adjunto da cuenta de un grupo de
    países que privilegian tales indicadores.
    Se puede observar que es evidente el poco avance en la
    definición de las MYPE.

    No obstante, existen esfuerzos importantes en colocar a
    las PYMES en un ámbito superior del que las ubicaba la
    marginalidad y
    la informalidad. El Banco Mundial,
    el BID, la CEPAL y otras organizaciones
    internacionales han realizado estudios que las identifica en la
    esfera de la economía y no en la social. Estos esfuerzo lo
    que han provocado es enfatizar la importancia del sector para que
    sean consideradas en los programas financieros de los
    países del tercer mundo. Su punto de partida es de
    demostrar que deben existir políticas
    públicas que las apoyen y fomenten, no obstante estos
    esfuerzos los efectos en los países latinoamericanos son
    menores.

    Cuadro 2

    América Latina:
    Definición de Empresas por Número de
    trabajadores

    PAÍS

    MICRO

    PEQUEÑA

    MEDIANA

    GRANDE

    Argentina

    Se utiliza una formula ponderada (empleo, ventas,
    activos)

    Bolivia*

    No existe una única definición
    interna

    Chile

    1-9

    10-49

    50-99

    Más de 100

    Colombia

    1-10

    10-199

     

    Más de 200

    Brasil

    1-19

    20-99

    100-499

    Más de 500

    Costa Rica*

    1-10

    6-30

    31-100

    Más de 100

    Guatemala*

    1-15

    16-40

    41-100

    Más de 100

    México

    Hasta 30

    31-100

    101-500

    Más de 500

    Perú*

    1-4

    5-19

    20-199

    Más de 200

    Venezuela

    Menos 5

    5-20

    21-100

    Más de 100

    El Salvador

    1-9

    10-19

    31-100

    Más de 100

    Honduras

    1-10

    11-49

    50-100

    Más de 100

    Nicaragua

    1-15

    6-20

    21-100

    Más de 100

    * La definición está asociada al
    cumplimiento de otros requisitos adicionales sobre ventas y
    valores de
    activos.

    Fuente: Tomado de Castillo y Chaves (2001)

    3.2- Re Conceptualización
    PYMES

    En general las organizaciones
    que atienden las PYMES LAS clasifican en términos
    tradicionales, el cuadro No 1, que recoge algunas de estas
    definiciones que no escapan de la clasificación
    cuantitativa.

    A ésta conceptualización oponemos la
    siguiente:

    Las PYMES son unidades productivas de menor escala en un
    sector industrial determinado. Se caracterizan por tener de 1 a
    100 empleados incluidos el patrono, utiliza tecnologías
    que van de atrasadas a las más avanzadas ó
    modernas. Su rentabilidad es la del sector industrial al que
    pertenecen y sus niveles de productividad en la mayoría de
    las veces son inferiores a las de su sector.

    Esta definición nos permite avanzar al
    acápite siguiente.

    3.3- Hacia una nueva conceptualización de las
    PYMES

    La informalidad es sinónimo de ilegalidad (no
    tener permisos de funcionamiento o no estar inscritos en los
    registro
    correspondientes) no obstante esto puede llevar un sesgo al
    desconocer el aporte o creación de valor que hacen las
    PYMES al proceso
    productivo nacional. Por ejemplo si más del 60 % de la
    ocupación centroamericana y en otros países
    latinoamericanos en mayor proporción, se explica por la
    PYMES esto implica que ese 60% de personas de la PEA realiza
    trabajo legal, es decir, no delinque, lo que crea un ambiente
    favorable para la imagen de un
    país, de tal forma que da confianza para que la inversión
    extranjera crezca lo mismo que los sectores turismo y servicios en
    general. Por ejemplo, Costa Rica no
    necesita un estado policial represivo para garantizar la seguridad
    ciudadana, esto es un aporte de las PYMES en la creación
    de imagen por lo
    tanto de valor en la producción.

    Muchas de estas unidades productivas de pequeña
    escala que dada
    su forma de organización se constituyen en PYMES
    eficientes y rentables, superando los límites
    establecidos en cuanto a valor de las ventas y activos. Es el
    caso de ciertas actividades que requieren un alto grado de
    especialización, por ejemplo: algunos talleres
    mecánicos, pequeñas industrias de
    alta tecnología, joyerías y algunos
    servicios a las personas, estas en la mayoría de los casos
    no cumplen con todos los requisitos de legalidad.

    Otro elemento central en una propuesta de nueva
    conceptualización de las PYMES debe aceptar que
    éstas son empresas de menor tamaño en el mercado en
    general (es decir: participación, tipo de producto,
    segmento que cubren, otros) y no por la cantidad de las personas
    que laboran en ellas, ni por la cantidad de activos o el volumen de
    ventas. La relación capital trabajo (K/L) es un factor que
    no debe ser ignorado para establecer que es lo prioritario de tal
    forma que propongo que se considere a las empresas PYMES no en
    términos de micro, pequeñas o medianas, entendiendo
    que pueden ser empresas que emplea de 1 a 100 personas y su
    condición de PYMES está en relación a otros
    factores tales como los siguientes:

    1. – Las PYMES son aquellas empresas que no tienen las
      condiciones necesarias ni suficientes para competir en el largo
      plazo, en la rama industrial en la que se encuentran
      operando.
    2. – No obstante, estas empresas pueden competir, en el
      corto plazo, en el sector, dentro de la industria, ya sea
      porque se encuentran posesionadas adecuadamente en un nicho de
      mercado sirviendo como proveedora de servicios, supliendo
      materias primas o solucionando necesidades a consumidores
      finales.
    3. – Esta definición es un asunto de
      competitividad y no de dimensión espacial, empleo,
      volumen de
      ventas y de capital. Es su relatividad para enfrentar los
      desafíos de la industria en la cual nació y ha
      decidido permanecer
      .
    4. Por ejemplo una cooperativa
      de crédito para maestros de educación primaria puede ser micro o
      pequeña (es decir no compite) en la industria financiera
      nacional, pero dentro del sector de cooperativas
      de crédito para maestros de primaria puede
      ser competitiva, quizá no por el volumen de recursos que
      gerencia
      pero si por el servicio en
      cuanto no exige tramites engorrosos. Es decir, sus clientes
      están satisfechos y por nada se cambian a otra cooperativa
      del sector. Otro ejemplo son las empresas de software,
      están en la industria del software para
      INTERNET, con
      lo más moderna tecnología en el mundo, pueden
      contar con 4 personas o menos laborando incluido el
      dueño (por el número de personas laborando
      sería microempresa en
      la definición tradicional), la inversión en
      equipo no es más de US$3.000, pero sus ventas pueden ser
      superiores al millón de dólares anuales, muchas
      se localizan en la casa del dueño, no tienen rotulo
      físico (sólo electrónico) no obstante
      manejan y generan de los capitales con mayor crecimiento en el
      mundo, la llamada "nueva economía". Son altamente
      competitivas en la industria informática y en el sector del
      software.
    5. ¿Cómo se clasifican estas empresas?,
      micro, pequeña o mediana. Posiblemente sea mediana,
      posiblemente no pague impuestos,
      posiblemente su relación con el mercado es solamente
      electrónico.

    Esta propuesta requiere que se plantee que se entiende
    por competitividad. Porter (1996) puso de moda el
    concepto al recuperar la cadena de
    valor como elemento central en la definición de
    estrategia y al
    desarrollar el diamante de competitividad como eje de su
    discusión, centrado en la teoría clásica del
    comercio
    internacional.

    La diferencia en nuestra concepción es que
    partimos inicialmente de elementos endógenos para marcar
    las pautas de la competitividad, de tal manera que ésta,
    la competitividad, es una situación en la que el mismo
    servicio o bien es prestado y producido por dos o mas actores,
    todos y cada uno de ellos dispuestos a dar lo mejor de si, sin
    treguas, por atraer a los usuarios de esos servicios o bienes,
    ofreciéndoles los mejores precios, calidad y
    atención que es posibles ofertar en una
    lucha sin fin. Esta concepción reconoce que las empresas
    actúan en mercados imperfectos, principalmente
    monopolístico y/o oligopólicos. Estos mercados
    exigen seguir políticas
    de Benchmarking y
    buscar asociación y cooperación entre productores,
    consumidores, proveedores y
    condiciones de entorno dado por las instituciones
    públicas (estatales) y privadas. En donde la
    intermediación institucional pone en riesgo la
    competitividad.

    4- ¿De
    qué depende la competitividad?

    Contestando a la pregunta que encabeza este
    acápite diremos que la competitividad esta en función de
    la capacidad del empresarios de gestionar, entendida esta como la
    capacidad de involucrarse en todos los ámbitos requeridos,
    el negocio en campos como: Empresarial, Financiero, Comercialización, Producción,
    Tecnológico. En términos simbólicos se
    expresa en la siguiente ecuación:

    CM = f(Ge; Co; Gf; P; T) + E

    En donde:

    CM = Competitividad de las PyMES

    Ge = Gestión
    Empresarial

    Co= Gestión
    de la Comercialización

    Gf = Gestión Financiera

    P = Producción

    T = Tecnología

    E = Entorno o factores exógenos relacionados con
    la meta
    economía

    Las ECUACIONES DE
    COMPORTAMIENTO.

    Las ecuaciones de
    la gestión
    empresarial.

    1. Ge = f(Es, Cr, Cn, Pe) ; Es, Cr, Cn, Pe, rrhh >
      0

    Gestión Empresarial

    Ge

    1- Escolaridad del empresario.

    Es

    2- Experiencia productiva.

    Ep

    3-Conocimientos sobre el negocio.

    Cn

     

    4- Proyección Estratégica

    Pe

     

     

     

    La ecuación lo que dice es que la Ge está
    en función de la escolaridad del empresario (Es),
    experiencia productiva (Ep), conocimientos sobre el negocio (Cn)
    y, la proyección estratégica (Pe).

    La función de la gestión
    comercial.

    (2) Co = f(Tm, Tc, Pp, Fv) Tm, Tc, Pp, Fv >
    0

    Gestión Comercial

    Co

    1-Tipo de mercado en el que opera.

    Tm

    2- Tipo de Cliente

    Tc

    3- Política de Precios

    Pp

    4- Formas de Ventas

    Fv

     

     

    5- Experiencia de Mercado

    Em

    Esta ecuación explica que la comercialización está en
    función del tipo de mercado en el opera la empresas (Tm),
    el tipo de cliente al cual
    orienta su producción (Tc), las políticas de
    precio que
    aplica a sus clientes (Pp), de
    las formas de ventas (Fv) y, Experiencia de Mercado
    (Em).

    La función de la gestión
    financiera.

    (3) Gf = f(Tf, Tp, Tr, Pi) Tf, Tp, Tr, Pi>
    0

    Gestión Financiera

    Gf

    1- Formas de financiamiento

    Ff

     

     

    2- Tipo de proveedor de materia
    prima.

    Tp

    3- Tipo de registros

    Tr

    4- Pago de impuestos
    que paga (Ventas)

    Pi

    Esta ecuación describe las dependencia de la Gf
    de las formas de financiamiento
    a la que accesa (Ff) el empresario PYMES, la cual puede ser
    crédito bancario, familiar, de amistades o donaciones.
    También esta en función del tipo de proveedores de
    la materia prima
    (Tp) los cuales pueden ser empresas grandes, otras PYMES,
    distribuidoras comerciales a las cuales puede comprar a contado o
    a crédito la cual consideramos otra forma de financiamiento. La idoneidad de los controles
    contables expresado en el tipo de registros que
    lleva (Tr) implica reconocer el rol de llevar una contabilidad
    formal como un control
    financiero idóneo por excelencia. El pago de impuestos
    (Pi) principalmente el de ventas, en cuanto este representa un
    financiamiento a corto plazo ya que el empresario al retener este
    recurso puede utilizarlo para apalancarse o simplemente ganar
    tasas de
    interés en el tiempo que tarde
    para devolver el dinero al
    fisco.

    Incorporando las dependencias
    tendríamos:

    ECUACIONES TECNOLÓGICAS

    La función de la producción y la
    tecnología se considera constante en el corto y mediano
    plazo, justificado en que las modificaciones en estas variables no
    son de forma inmediata ya que el empresario generalmente responde
    a cambios en la demanda de mercado y no ha una cultura de
    innovación constantes. Razón por
    cual solamente se enuncian.

    (4) P = Ceteris Paribus

    (5) T = Ceteris Paribus.

    ECUACIONES INSTITUCIONALES O LEGALES

    La función de entorno se considera constante en
    el corto y mediano plazo. No obstante, la ecuación
    institucional es la que hace referencia a la meta
    economía y se refiere al conjunto de instituciones
    públicas y privadas que afectan en forma directa y/e
    indirecta la competitividad empresarial. Un ejemplo de ello es el
    rol de los Bancos Centrales
    o Autoridades Monetarias que al definir políticas
    restrictivas o expansivas afectan la competitividad empresarial
    al crear un spreed de intermediación que afectan el
    sistema de precios y con ello crean condiciones favorables o
    adversas al empresario.

    Por fines de simplificación del modelo
    supondremos que esta se mantiene constante.

    1. ECUACION DE DEFINICIÓN O
      IDENTIDAD

      En general se establece la identidad
      de la competitividad de empresarial de la siguiente
      manera:

      (7) CM = ∑(Ge;Co;Gf;P;T;E)

      En donde se establece que la competitividad
      empresarial es la sumatoria de las Ge, la Co, la Gf, la P, la
      T y, el E.

      ECUACIONES DE EQUILIBRIO
      MOVIL

      Adoptamos las que propone Camilo Dagún (1986)
      siguiente:

    2. E = Ceteris Paribus
    3. Pt = Z t-1

    Esta ecuación es denominada de retardo de tipo
    lundbergiano la que expresa las expectativas de los empresarios
    con respecto al nivel deseado de la producción P en el
    período t-1. Es decir, la demanda Z t-1 induce
    los planes de producción en el período t (Dagum:
    1986).

    CONCLUSIONES

    Las explicaciones sobre el surgimiento de las PYMES
    tienen varias fuentes,
    sobresaliendo las que explican a partir de las deficiencias en
    los modelos de
    desarrollo
    ejecutados. En la década del cincuenta en el ambiente
    intelectual latinoamericano veían a las sociedades
    como escindidas en dos sectores: uno "tradicional" y otro
    "modernizante", con muy pocos puntos de contacto entre sí.
    Caracterizando a los estratos pobres de la población como predominantemente rurales,
    con muy bajos niveles de instrucción formal y con valores
    que le impedían integrarse al "sector moderno."

    El modelo económico "desarrollista"
    suponía que la producción masiva
    constituiría un prerrequisito necesario del esfuerzo de
    industrialización. La intervención del Estado, a
    través de políticas de corte keynesiano,
    proveería como otro prerrequisito necesario, el marco
    político-institucional indispensable para el ejercicio del
    modelo.

    Desde el punto de vista del funcionamiento de los
    mercados de trabajo, se preveía una relación
    positiva entre el crecimiento de la producción y el
    empleo; lo que aseguraría la integración de un creciente contingente
    laboral al sector "moderno" de la economía,
    trasladándose de ocupaciones periféricas al sector
    industrial asalariado.

    La deficiencia del modelo condujo progresivamente a la
    manifestación de fenómenos inesperados. La mayor
    parte de los países que a partir del período de la
    posguerra comenzaron a experimentar acelerados procesos de
    urbanización e industrialización que postulaba el
    modelo, evidenciaban como correlatos "indeseables" y penosamente
    "visibles" elevadas proporciones de su población urbana viviendo en condiciones
    sociales de "miseria" y residenciados en áreas segregadas
    ecológicamente, las que fueron llamadas "villas miseria",
    "favelas" o "barrios" de ranchos.

    A fines de los sesenta y comienzo de los setenta el
    mismo modelo desarrollista intentó hacer interpretaciones
    de la marginalidad urbana, pero no fue suficiente, porque una
    visión crítica y pesimista sobre las consecuencias
    del modelo desarrollista se fue conformando progresivamente y dio
    origen a la teoría de la dependencia. Para esa corriente,
    la solución de los problemas
    generados por el modelo dependía de las propias
    posibilidades de su negación y subsistitución. La
    marginalidad urbana era para la teoría de la dependencia
    sólo expresión del funcionamiento de la sociedad
    capitalista.

    En lo que al tema del funcionamiento de los mercados
    laborales respecta, se enfatizó en las interrelaciones
    entre el polo marginal y el polo hegemónico de la
    sociedad. A diferencia de la concepción dualista anterior,
    para el enfoque dependentista, el polo marginal existe
    sólo en la medida en que es funcional para el sector
    hegemónico, al constituirse en importante reservorio de
    mano de obra obligada a trabajar por bajos salarios.

    A inicios de la década del setenta,
    comenzó a gestarse una explicación alternativa, que
    progresivamente se popularizó en gran medida por la
    intervención de varios organismos internacionales y,
    fundamentalmente, por la
    Organización Internacional del Trabajo (OIT). El
    término sector informal se incorpora a partir de estudios
    realizados a inicios de la década de los setenta al
    referirse al desempeño productivo del sector en el
    contexto africano, pero fue difundido rápidamente a partir
    de los trabajos del World Employment Program de OIT. Este
    término más neutral ideológicamente,
    surgía para calificar al conjunto de ocupaciones urbanas
    que permiten la supervivencia de numerosos contingentes de
    trabajadores que no logran insertarse en las empresas calificadas
    como modernas. Este enfoque, particularmente basado en sus
    inicios en una concepción dualista de la estructura
    económica y de los mercados laborales, evidenciaba
    también una perspectiva altamente optimista de las
    posibilidades de desarrollo de
    los países del Tercer Mundo. Constituía un
    fundamento conceptual coherente con las políticas que las
    misiones de asesoría de la OIT proponía a los
    gobiernos del Tercer Mundo. Políticas éstas que, en
    lo fundamental, propiciaban el aprovechamiento, mediante medidas
    de apoyo y fomento de la productividad del sector informal, del
    supuesto dinamismo y potencial integrativo manifestado por estas
    actividades para asimilarse progresivamente al sector moderno y
    la adopción
    de políticas macroeconómicas que incorporaran
    explícitamente objetivos de
    empleo. Las PYMES surgen como alternativas de empleo de aquellos
    trabajadores que no son absorbidos por el modelo de desarrollo
    vigente. Para la mayor parte de los trabajadores
    latinoamericanos, la pérdida de empleo asalariado o la
    imposibilidad de su obtención, implica altos riesgos en
    términos de las posibilidades de supervivencia.

    En la década de los sesenta existieron esfuerzos
    para explicar y atender el reciente fenómeno de las
    iniciativas de supervivencia de los desempleados o no absorbidos
    por el modelo de industrialización vigente. No obstante,
    esta atención fue orientada a explicarlo como
    crítica al capitalismo
    industrial naciente en América
    Latina y atenderlo desde la perspectiva de mitigación
    de la pobreza, con
    programas de subsidio y no fue visto como un elemento
    posibilitador de emprendimientos que podrían hacer surgir
    un nuevo componente económico de la sociedad de la
    época.

    De aquí que se entienda tradicionalmente como
    PYMES a las unidades productivas que se caracterizan
    por:

    • Bajos índices de la relación
      capital-trabajo; uso de tecnologías relativamente
      simples, intensivas en mano de obra y generalmente de baja
      productividad, con una débil división
      técnica del proceso productivo.
    • Una escala relativamente pequeña de operaciones,
      tanto en lo que respecta a los volúmenes de ventas de
      flujo de capital y de como a los volúmenes de
      trabajadores. Las unidades productivas unipersonales
      (trabajadores por cuenta propia) son parte importante del
      volumen total.
    • El propietario de los medios de
      producción trabaja directamente en la unidad productiva
      y recurre frecuentemente al trabajo de otros miembros del grupo
      familiar, aunque eventualmente recurra al empleo de
      trabajadores asalariados.
    • El aprovechamiento de las relaciones familiares y de
      amistad suele
      sustituir el precario acceso a los mecanismos de apoyo del
      Estado, a la vez que frecuentemente también escapan a su
      control.
    • Sus formas de vinculación, tanto a los
      mercados de factores como de productos los obliga a comprar a
      precios relativamente altos y a vender a precios relativamente
      bajos. Lo que deriva de una frecuente inserción en
      mercados competitivos en la base de una pirámide de
      oferta dominada por oligopolios concentrados.
    1. Como consecuencia de todo lo anterior, estas unidades
      se ven en la imposibilidad de acumular excedentes reinvertibles
      y por lo tanto, en la mayoría de las veces reproducen
      precariamente su existencia, remunerando de la misma manera a
      sus trabajadores.
    1. Los Gobiernos y organismos internacionales de
      cooperación multilateral del sistema de las Naciones Unidas
      tradicionalmente han establecido que en las microempresas
      laboran de una a cuatro personas y las pequeñas empresas
      de cinco a nueve personas. Consecuentemente las medianas
      empresas emplearán de diez a veinte personas y empresas
      con más de veinte son consideradas grandes empresas.
      Esta clasificación varia de país a país de
      tal suerte que en países con poblaciones grandes (veinte
      millones de habitantes) estas relaciones se
      modifican.

    En la actualidad el concepto SECTOR INFORMAL es parte de
    la realidad que involucra no sólo al Tercer Mundo sino a
    todos los países, principalmente cuando se integra al
    proceso de desmasificación de la sociedad industrial,
    resultado del acelerado proceso de tecnificación y
    difusión de nuevas
    tecnologías.

    La micro y pequeña empresa se define ya no en
    términos de marginalidad sino como una alternativa
    productiva que permite la generación de procesos de
    desarrollo local que garantice efectivamente la equidad en el
    desarrollo
    económico. El desarrollo de nuevas
    tecnologías permite la emergencia de formas
    productivas que apuntan a la sustitución de la
    producción de masa por medio de las líneas de
    ensamblaje y maquinaria y mano de obra especializada, por una
    producción diversificada sobre la base de maquinarias de
    usos múltiples que favorecen la descentralización de procesos.

    Por otra parte, los límites intrínsecos al
    modelo de producción de masas llevaron a las empresas, en
    un intento de mantener sus anteriores niveles de rentabilidad, a
    la experimentación con nuevas formas de
    organización de la producción y gestión de
    la mano de obra, caracterizables bajo el término general
    de flexibilización, esto es, ajuste de los equipos a una
    demanda variable, adaptabilidad de los trabajadores a tareas
    variables,
    posibilidad de variar empleo y la duración del trabajo en
    función de la coyuntura, sensibilidad de los salarios a la
    situación coyuntural de las empresas y del mercado de
    trabajo. Modificaciones necesarias en la
    organización de las empresas a fin de ejercer un mayor
    control sobre un mercado caracterizado por su
    inestabilidad.

    En Latinoamérica este proceso es lento y
    existen barreras que imposibilitan que la PYMES se conviertan en
    una alternativa real de progreso y de generación de
    crecimiento
    económico en el ámbito nacional.

    Entre estas sobresalen: 1- La consideración de
    que la PYMES son un sector social y no económico. 2- El
    acceso a fuentes de
    recursos financieros limitados a programas de organismos
    internacionales y ONG.

    En la actualidad, al estar orientada la sociedad hacia
    el fortalecimiento de los procesos de globalización y la generación de
    procesos de gestión pública descentralizados,
    posibilitarán que las PYMES sean afectadas en forma
    positiva, principalmente porque a éstas les
    corresponderá asumir el rol de dinamizadoras del desarrollo
    económico local, así las PYMES serán el
    vehículo idóneo para lograrlo con la mayor eficiencia y
    eficacia.

    Otros estudios (González Vega C., y Miller S. T.,
    1993. ONUDI: 1996. Internacional Cooperation Development Fund:
    1997), dan cuentan que las PYMES están llamadas a ser un
    sector de importancia relevante para el desarrollo
    socieconómico de las sociedades
    centroamericanas, no obstante, de adolecer de sistemas
    financieros adecuados y asesoría que garanticen su
    reproducción y aporte al crecimiento
    nacional.

    Los puntos críticos para que el impacto de las
    PYMES sea relevante residen en que su participación en las
    economías nacionales no son consideradas en
    términos económicos sino sociales, razón por
    lo cual no son atendidas dentro de un marco de políticas
    globales con el fin de garantizar un ambiente favorable para su
    desempeño, integrando diversos instrumentos
    de política, principalmente: tributarias; fiscales y
    monetarias; políticas de crédito, políticas
    de apoyo (capacitación tecnológica, asistencia
    gerencial y mercadológica, simplificación y
    desburocratización); y políticas de asociatividad.
    Políticas con las que siempre a contado la empresa grande
    principalmente aquella consideradas como el eje dinamizador
    vinculada a la esfera del Estado.

    Existe la paradoja de la informalidad e ilegalidad de
    las PYMES no obstante de ser competitivas.

    En general, los trámites estatales y el costo de trabajar
    a derecho es alto. En su gran mayoría las PYMES en
    Centroamérica son consideradas ilegales, producto de los
    altos costos de los trámites legales y de lo largo del
    trámite. Según información de la Fundación para del
    Desarrollo
    Sostenible, FUNDES, el trámite para formalizarse es de
    aproximadamente trece meses, en la mayoría de
    países. Junto a la necesidad de lograr obtener ganancias
    ahorrando el pago de seguro social
    y cargas patronales hace que aproximadamente más del 70%
    de las PYMES se encuentren en sector informal.

    El fomento de la micro, pequeña y mediana
    empresa, ha sido desde hace varios años ya, una
    preocupación de los países en desarrollo, como
    mecanismo para promover el empleo productivo, fomentar el valor
    agregado y favorecer una distribución más
    equitativa. Las empresas pequeñas han ganado el titulo de
    generadores de empleo, lo cual evidencia la enorme importancia
    que revisten para las economías en desarrollo. En
    términos de economías globalizadas, el aporte de
    las pequeñas empresas es también amplio, se estima
    que entre un 25% y un 35% de las exportaciones
    mundiales de manufacturas provienen de pequeñas empresas.
    En América
    Latina y El Caribe, se estima que el 90% de las empresas son
    pequeñas y medianas.

    Existen ciertas características de las PYMES que
    las hacen competitivas EN EL CORTO PLAZO tales como:

    • La flexibilidad para enfrentar las distintas
      necesidades del mercado y la adaptación a estas
      variaciones según los gustos y preferencias del
      consumidor.
    • Requieren de menos capital para iniciar las
      actividades, y generan en proporción al capital
      invertido, mas personal que
      las grandes compañías.
    • Tienen menos dependencia tecnológica y de
      infraestructura, lo cual le facilitan ubicarse en cualquier
      espacio.
    • Mayor fluidez en las comunicaciones internas, adaptación de
      resultados y a la existencia de mayores exigencias de
      efectividad ante la escasez de los recursos. Originando con
      ello una mayor capacidad de innovación.
    • Normalmente tienen una mayor capacidad para mejorar y
      perfeccionar los productos elaborados por las grandes firmas,
      ya que su capacidad de aprendizaje se
      ajusta mas fácilmente.
    • Pueden mantener una relación mas estrecha con
      los clientes, lo que les produce mayor oportunidad de retroalimentación.
    • Las estructuras
      flexibles y pequeñas, facilitan el desarrollo de cadenas
      productivas eficientes entre empresas de similares
      tamaños.
    • Contribuyen a mantener la competencia en el mercado y
      a conservar el espíritu empresarial.

    Los trabajo de Trejos (1999), Castillo y Bonilla
    (2000), Castillo y Chávez (2001), avanzan en la
    definición al señalar una clasificación
    que parte por identificar características particulares
    de éstas, tales como, él definirlas desde una
    perspectiva de unidad productiva que tiene objetivos de
    acumulación de capital, lo que sería, desde la
    perspectiva de las ciencias
    empresariales, una típica empresa que maximiza sus
    utilidades, hasta la unidad productiva que busca propiciar un
    espacio de reproducción de la familia
    desde una dinámica de subsistencia y no con la
    perspectiva de mejorar su posición en el mercado en
    procura de asumir mayores roles en la generación de
    valor.

    Un sesgo importante que presentan estos trabajos es la
    perspectiva que privilegia a las PYMES en el ámbito de
    la subsistencia y centran sus esfuerzos en explicarse esa
    dinámica de funcionamiento de las PYMES.
    Juan Diego Trejos Solórzano(1999), propone
    caracterizarlas a partir de establecer una clasificación
    minuciosa entre los micro productores a través de la
    identificación de ramas de actividad formales y,
    segundo, ampliando el tamaño del establecimiento para
    identificar actividades de baja productividad denominadas por
    el autor como de subsistencia. Para ello se incorporan
    variables como los ingresos laborales, el tipo de aseguramiento
    y las condiciones de empleo, adicionales al tamaño del
    establecimiento, para proceder a la estratificación de
    los sectores. Con estos elementos define tres estratos al
    interior de las actividades productivas informales de baja
    productividad con las siguientes
    características:

    • De acumulación ampliada: el
      establecimiento permite remunerar a su propietario y generar
      excedentes o ahorro y
      puestos de trabajo que cumplen con la legislación laboral en cuanto al pago
      del seguro de
      salud y del
      salario
      mínimo.
    • De acumulación simple: la unidad
      productiva sólo es capaz de regenerar el mismo proceso
      productivo y para ello tiene que seguir prácticas
      contractuales ahorradoras de costos salariales como el no
      pago del salario mínimo o el aseguramiento
      indirecto.
    • De subsistencia: apenas remunera
      inadecuadamente a su propietario sin la retribución
      correspondiente al capital productivo con lo que produce
      descapitalización y no puede cubrir los costos
      laborales de la seguridad social. (Trejos: 1999).

    Para evitar la asociación unívoca entre
    producción y pequeña escala e informalidad y
    avanzar en la asociación de trabajadores con sus
    establecimientos el autor procedió a revisar la
    clasificación de actividades económicas a cuatro
    dígitos (CIIU: 4 dígitos) y seleccionar aquellas
    ramas que por la magnitud de los recursos necesarios para
    operar (como electricidad,
    gas y
    agua, o
    comercio al
    por mayor), por la calificación requerida de los
    productores (servicios técnico profesionales entre
    otros) o por los requisitos legales indispensables para operar,
    entre otros (farmacias, estaciones gasolineras, etc.) las sacan
    de la esfera del sector informal. Con este procedimiento
    se identificaron 43 ramas productivas que se clasifican
    directamente como formales y todos los trabajadores dentro de
    ellas pertenecen entonces a establecimientos
    formales.

    Estas ramas representaron en 1997 una cuarta parte del
    empleo total en Centroamérica, casi un tercio del empleo
    no agrícola y un 18% de sus trabajadores laboran en
    establecimientos de 1 a 4 trabajadores. Cabe señalar que
    una simulación realizada para aplicarle a
    estas ramas los criterios de informalidad Vg. no tener
    patentes, permisos legales y otros, llevan a que el 88% de sus
    trabajadores quedarían clasificados como parte del
    sector formal. Dado el escaso margen de los trabajadores que no
    cumplen con los requisitos de formalidad y que pueden reflejar
    también formas de precariedad laboral y dada la ganancia
    de poder
    asociar trabajadores con sus establecimientos, se introduce y
    mantiene este criterio de ramas formales.

    La principal falla de este enfoque es que sigue
    explicando la dinámica de la pobreza y no la
    viabilidad de los mecanismos de creación de las unidades
    productivas de subsistencia como factores de crecimiento.
    Nuestra opinión es que a las PYMES no se les puede
    clasificar como elementos de informalidad que operan en
    mercados formales, entendidos como ramas o segmentos
    industriales y reconocidos por la Clasificación
    Internacional Industrial Uniforme (CIIU). Si el 80% de los
    trabajadores desarrolla actividades clasificadas como formales,
    es injustificable que se les denomine como sector
    informal.

    Un estudio elaborado por Wilson Pérez de CEPAL
    demostró, basado en una muestra de
    empresas PYMES de 10 países latinoamericanos, Vg.
    Argentina,
    Brasil,
    México, Chile,
    Colombia,
    Ecuador,
    Perú, Venezuela,
    Costa Rica y Uruguay, que
    el peso relativo en la economía de estas empresas es
    importante, dependiendo del tamaño de cada país.
    La hipótesis principal de ese estudio es el
    suponer que las pequeñas y medianas empresas
    tendrían un protagonismo fundamental en el nuevo modelo
    económico impulsado en Latinoamérica a partir de
    las reformas de la década de los años ochenta.
    Estas reformas privilegiaron el libre mercado en detrimento del
    proteccionismo de que gozaron las empresas lideres de la
    época. Se creía que las PYMES se
    favorecerían de la reducción de privilegios de
    que han gozado las empresas tradicionales, en cuanto las PYMES
    mejorarían su peso relativo en el mercado. La
    preocupación se genera a raíz de que al abrirse
    el mercado aparecieron empresas transnacionales que compiten de
    una forma tal que las PYMES, en vez de favorecerse se
    perjudicaron con el libre mercado.

    Los resultados del estudio de Pérez dan cuenta
    de que las PYMES en la industria manufacturera son un actor
    relevante, principalmente en materia de
    empleo. Es decir, no perdieron presencia con las
    transnacionales en el mercado.

    En los países considerados grandes (Argentina,
    Brasil,
    México) las PYMES tienen una
    participación importante en el sector industrial,
    principalmente en productos alimenticios, ropa y textiles. En
    los países de tamaño medio (Chile,
    Colombia,
    Ecuador,
    Perú, Venezuela)
    la participación de peso se da en la industria
    alimenticia y químicas. Mientras que en los
    países considerados pequeños (Costa Rica y
    Uruguay) las
    PYMES tienen la presencia abrumadora de la industria de
    alimentos en
    la producción industrial.

    Pérez señala como elementos nuevos el
    hecho de que "… las industria de alimentos y
    productos químicos son importantes en la
    producción de las PYMES en todos los países,
    mientras que algunos de los sectores industriales generalmente
    asociados con las empresas de este tamaño
    (producción de ropa y calzado) no tienen mucha
    importancia en su estructura productiva. Los productos de cuero
    son irrelevantes en la estructura productiva de las PYMES, por
    su parte la producción de ropa tiene un peso menor que
    la producción de textiles, sin llegar ni siquiera al 10%
    de la producción de las PYMES ningún país,
    aunque se carece de información que permita indicar si esta
    situación ha sido constante a largo plazo" (Pág.
    6)

    El estudio demuestra que las PYMES no constituyen un
    agente económico estancado en el periodo posterior a las
    reformas económicas. Estas empresas aumentaron su
    participación en la producción industrial total
    en Argentina, Chile, México, Uruguay y Venezuela.
    Mientras que en Brasil, Costa Rica, Colombia Ecuador y
    Perú a pesar de perder participación,, aumentaron
    su producción total. Es decir no gana pero no pierde.
    Otro factor relevante es el hecho de que la producción
    de las PYMES se oriento a productos tecnológicamente mas
    avanzados que el promedio de países. Los textiles y ropa
    muestran por lo general rendimientos deficientes.

    Digno de rescatar del estudio de Pérez es la
    evaluación de los factores que determinan
    el desempeño de las PYMES. En este tema se apunta que
    las reformas económicas, las condiciones
    macroeconómicas, la profundidad y complejidad de la
    estructura industrial y el impacto de las políticas
    orientadas a apoyar y fomentar el desarrollo de estas empresas,
    se combinan y crean condiciones para buenos y malos
    desempeños. Pérez señala que las
    políticas publicas orientadas al apoyo y fomento de las
    PYMES no tuvieron ningún peso en lo encontrado. Son los
    efectos de las condiciones macroeconómicas vía
    tasa de inflación y comportamiento del PIB; las
    reformas económicas y la profundidad y desarrollo de la
    estructura industrial, las que intervienen para influir el
    desempeño de las PYMES. En síntesis
    estos factores contribuyen para el buen o mal resultado en la
    gestión de las PYMES. Todo ello puede haber fortalecido
    la capacidad de las PYMES para enfrentar la competencia y
    volverlas más flexibles para reaccionar ante los cambios
    que se producen en el ambiente económico. Sin embargo,
    en el estudio queda claro que son las condiciones
    macroeconómicas (crecimiento del PIB y
    estabilidad de precios) las que tuvieron un mayor peso en el
    desempeño de las PYMES en el periodo
    evaluado.

    Es claro entonces que las empresas tienen importancia en
    la economía por su aporte a la productividad de un
    país adicionado al aporte en la generación de
    empleo.

    No pueden ser consideradas empresas PYMES las
    iniciativas de sobrevivencia de los pobres y marginados, que la
    mayoría de organizaciones sociales públicas y
    privadas llaman microempresas. En éstas iniciativas
    generalmente operan personas o grupos de personas que no generan
    valor agregado a la actividad a la que se dedican. Por ejemplo:
    vendedores ambulantes de bienes tipo buhoneros. Estas iniciativas
    deben de ser objeto de programas sociales que les garanticen el
    acceso a servicios financieros o de capacitación que los
    habilite para insertarse en el sector económico MYPE, de
    la sociedad.

    Las empresas no solo se enfrentan en el mercado de
    bienes y servicios, sino también luchan en el mercado de
    los proveedores, el mercado del empleo, el mercado de
    capitales, el de la tecnología, entre otros. La
    presente investigación demuestra que las empresas
    PYMES poseen cierta capacidad de competencia en cada uno de los
    mercados mencionados anteriormente; son capacidades parciales de
    competencia. La competencia es multidimensional. De tal forma que
    la competitividad global de la empresa no es igual a la suma de
    sus capacidades parciales de competencia, sino a la más
    pequeña de ellas. Las capacidades parciales no se
    compensan. Una empresa fuerte en mercadeo pero subutilizada tiene
    una capacidad de competencia total débil. Muchas PYMES son
    sacadas del mercado por empresas que lo único que tienen
    es capacidad financiera.

    La competitividad no es un estado empresarial al cual se
    llega, sino que es la continua búsqueda de mejorar el
    desempeño en todas las áreas que integran una
    empresa. El ser competitivo hoy no garantiza per se la
    competitividad mañana. No se es competitivo de una vez y
    para siempre sino que se debe estar construyendo y en su
    búsqueda de forma permanente, es una lucha sin
    fin.

    Las empresas PYMES han mostrado su importancia en las
    economías de los países latinoamericanos. En Costa
    Rica esta importancia también es significativa no
    obstante, de tener menos reconocimiento que en otros
    países. Las condiciones en las cuales las PYMES compiten
    no son las más adecuadas en cuanto estas se insertan en
    una economía de competencia imperfecta, dominada por
    condiciones oligopólicas, en donde la capacidad de
    negociación con los proveedores; los
    consumidores y los entes financieros son inexistentes. De tal
    manera que la sobrevivencia es efímera, esto es, algunas
    perduran con el ciclo de vida
    del producto que comercian o producen, otras con el ciclo de los
    mercados, o se agotan con el nicho de mercado al cual dirigen sus
    esfuerzos.

    No obstante de tener un panorama no muy
    halagüeño, ha sido evidente, en el transcurso de esta
    investigación, que las PYMES podrían
    encontrar oportunidades de entorno, esto es: existe una
    expansión en los negocios
    internacionales de Costa Rica como país, en las cuales
    se podrían insertar las PYMES como proveedores de
    servicios y de facilitadores de los procesos que gobiernan las
    grandes empresas tales como INTEL, entre otras, que están
    en el país y de las han mostrado interés
    por los facilidades que les da Costa Rica. Esto sin dejar de
    acentuar su fortaleza actual como lo es la
    flexibilidad,

    Las PYMES muestran debilidades endógenas que
    tienen su origen la génesis. Estas debilidades se
    identifican principalmente en problemas para
    la Gestión
    Empresarial, en la Comercialización y en la
    Gestión Financiera, en cuanto que las condiciones de
    tecnología están dadas y que la producción
    se realiza con mayor o menor deficiencia. En lo concreto se
    observa que si no produjeran (bien o mal) simplemente no
    estaríamos hablando de ellas. Estos elementos lo que nos
    permiten es apuntar a realizar una prioridad de los
    problemas.

    La Cooperación Internacional debe jugar un
    importante papel como
    dinamizador del desarrollo, fortalecimiento y
    consolidación sostenible del proceso.

    Se establece que el éxito
    de las políticas depende en gran medida de que los
    empresarios abandonen la lógica
    de la sobrevivencia y la prioridad en el corto plazo, por
    visiones estratégicas en las que la productividad, la
    calidad y los
    compromisos con la sociedad sean los principios que
    guíen la gestión empresarial.

    El modelo ARV de competitividad que hemos desarrollado
    se recomienda como base para la clasificación de aquellas
    empresas PYMES que requieren de apoyo para mejorar su
    competitividad. La forma en que opera permite, mediante la
    determinación de la COMPETITIVIDAD actual (esto es
    midiendo su productividad y rentabilidad), establecer que
    aspectos de la Gestión Empresarial, la Gestión de
    la Comercialización y/o la Gestión Financiera
    necesitan ser reorientadas en pro de su fortalecimiento y con
    ello garantizar la COMPETITIVIDAD en el mediano y largo plazo.
    Entidades bancarias, públicas o privadas; con o sin fines
    de lucro, para otorgar créditos pueden recurrir a nuestro modelo y
    de esa forma determinar con alto grado de precisión los
    destinos de los fondos que oferten (Por ejemplo: para que mejoren
    su tecnología gerencial, su posición en el mercado
    introduciendo innovación en el producto, entre otros); lo
    mismo las instituciones que prestan servicios de
    capacitación y asistencia técnica al sector
    empresarial PYMES pueden recurrir a nuestro modelo para
    establecer las áreas de desempeño que requiere la
    empresa para mejorar su competitividad.

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    ALVARO RIVAS VILLATORO

    ECONOMISTA

    MSc. en POLITICA ECONÓMICA

    PhD. en Ciencias Económicas y
    Empresariales

    EXPERIENCIA PROFESIONAL: Experto en
    Identificación, Formulación y Evaluación
    de Proyectos de Inversión. Ha realizado trabajos de
    gestión ante la Cooperación Internacional Bilateral
    en los campos de la formulación y gestión de
    proyectos.
    Especialista en estudios de factibilidad
    financiera, manejo del riesgo en las inversiones y
    Planificación Estratégica
    Empresarial. Fue, por 5 años director de programación y evaluación
    de proyectos del Centro de Capacitación para el
    Desarrollo (CECADE). Fue Director Ejecutivo del CENAP, empresa de
    capacitación a micro y pequeños empresarios urbanos
    y rurales; y director nacional de proyectos de Action Aid,
    agencia de cooperación internacional en El Salvador.
    Asesor en Planificación Estratégica de CIERI,
    Organización cubana de cooperación al desarrollo.
    Docente Universitario en Estrategias
    Empresarial, Políticas Públicas y los Proyectos de
    Inversión.

    INVESTIGACIONES Y PUBLICACIONES. Tesis Doctoral:
    MODELO DE COMPETITIVIDAD PARA MICRO Y PEQUEÑAS
    EMPRESAS
    . Tesis de
    Maestría en Política
    Económica: LAS FACILIDADES PARA EL
    ESTABLECIMIENTO DE INDUSTRIAS DE
    EXPORTACIÓN EN COSTA RICA
    . Es
    coautor del Manual de
    Capacitación a Técnicos de Campo: PROYECTOS
    DE INVERSION PARA PEQUEÑA EMPRESA RURAL
    , publicado
    por el Instituto Interamericano de Cooperación
    Agrícola IICA. También participo en la
    elaboración de la publicación PROGRAMA DE
    CAPACITACION PARA ELABORACION DE PEQUEÑOS PROYECTOS DE
    INVERSION
    , publicado por el CECADE y la Editorial
    Porvenir. COMPETITIVIDAD EN COOPERATIVAS
    AGROPECUARIAS
    , publicado por UTAN GRANSER, El Salvador,
    1998. Cuenta en su haber artículos en revistas
    especializadas sobre temas sobre el Ajuste Estructural, zonas
    francas. Ha realizado varios proyectos de capacitación, de
    fondo de crédito rural, institucionales, agropecuarios e
    investigación especializada.

    ESTUDIOS ACADEMICOS. BSc. en Economía:
    Universidad Latina de Costa Rica. Maestría en
    Política Económica mención en Sector Externo
    y Relaciones
    Internacionales por la Universidad Nacional de Costa Rica.
    Estudios en la Maestría en Computación énfasis Sistemas de
    Información en El Instituto Tecnológico de
    Costa Rica. A realizado cursos de
    Análisis de riesgo en las inversiones en
    INCAE. Candidato a PhD del programa de Doctorado en Ciencias
    Económicas y Empresariales, del Centro de Estudios de
    Postgrados, CEP, de la Universidad Latina de Costa
    Rica.

    EXPERIENCIA DOCENTE. UNIVERSIDAD NACIONAL:
    Escuela de
    Planificación y Educación. Cursos:
    Contabilidad y
    Formulación y Evaluación
    de Proyectos. INSTITUTO CENTROAMERICANO DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (ICAP):
    Maestría en Gerencia de
    Proyectos. Cursos de Economía para Gerentes,
    Macroeconomía y Toma de
    Decisiones. FUDEPOS-UCR. Maestría en Administración
    de Proyectos. Curso: Economía para Gerentes.
    UNIVERSIDAD LATINA DE COSTA RICA: Escuela de
    Relaciones
    Internacionales: Profesor de Finanzas
    Internacionales y Economía
    Internacional. Escuela de Economía: Teoría
    Monetaria, Comercio
    Internacional, Formulación y evaluación de
    Proyectos. Centro de Estudios de Postgrados: Profesor de
    Formulación y Evaluación de Proyectos de
    Inversión; Estrategia Gerencial y Análisis
    Cuantitativo para la Toma de Decisiones, en la Maestría en
    Administración de Negocios
    (MBA).

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