Las drogadependencias en la
cultura
- La condición post-moderna
de la subjetividad - Aproximación a la
lógica del consumo - La función
tóxica - Drogadependencias a fines de la
modernidad - La tenencia de drogas para uso
personal - Sobre la legalización de
la droga
"…Hace mucho el opio había dejado de dominar
por el hechizo de su placer; solo la tortura vinculada al
intento de abjurar de él permitía que siguiese
dominando. Pero como también cabría pensar que no
abjurar de tal tirano comportaba igualmente otras torturas,
sólo quedaba optar entre males distintos, y se
podía elegir perfectamente aquel que, por terrible que
fuese, ofreciese una perspectiva de recuperar al cabo la
felicidad" Thomas de Quincey – 1821
Pensar las drogadependencias como problemática
del sujeto y la cultura
significa en primer lugar producir una ruptura con la difundida
concepción que las sitúa como problemática
de la droga.
Corriéndonos de situar en el objeto el eje de la
problemática, conceptuar a la droga como
causa, esta revista se
propone intentar develar las implicancias subjetivas y culturales
del consumo y la adicción a las drogas.
En primer lugar abordaremos la lógica
de consumo y la
segregación en los tiempos de la posmodernidad
situando al sujeto adicto en esa particular entrecruzada asechado
por el colmamiento y la segregación, y a la droga como
mercancía.
El discurso
jurídico analizará nuestra legislación
vigente en la materia, la
ley 23.737 y
los efectos de penalizar una conducta
individual, la tenencia de drogas para
consumo
personal. Las
políticas sanitarias públicas que se
emplean muchas veces contribuyen a alejar al adicto del sistema de
salud.
En segundo lugar abordaremos los aspectos subjetivos;
fundamentaremos porqué no se puede reducir el sujeto a su
sistema nervioso
central, se investigará la relación de Freud con la
cocaína como punto de encuentro con el psicoanálisis, y la relación del
bebedor con el alcohol tal
como la planteó Freud en 1912
cuando hacía referencia a dicho lazo como prototipo de un
matrimonio
dichoso. Se trabajarán también los aspectos
subjetivos de la infección por HIV/SIDA.
En la tercera parte sobre la clínica de los
drogadependientes se da cuenta de los fundamentos de los modos de
abordaje del goce toxicómano.
La clínica del psicoanálisis, la clínica
médica, la clínica de infección por el
virus de la
inmunodeficiencia humana.
En la clínica psicoanalítica se estudian
las problemáticas clínicas como las dificultades
para instalar la relación transferencial y la
transferencia del adicto al "dealer", su rechazo de los
ideales,y la abstinencia del analista y la posibilidad de
hacer un movimiento de
la adicción a la estructura.
En la clínica médica se estudia
también la alta incidencia del HIV en los
drogadependientes y las particularidades de cómo ellos
confrontan al médico con el dolor de existir,
interpelándolo en su acto.
Por último, la cuarta parte acerca de lo
llamará "intervenciones psi" plantea los devaneos de
las políticas
de salud y las modalidades de intervención.
¿Qué prevenir?, ¿Cómo
prevenir?. Sé reformulará el concepto de
prevención relacionándolo no ya con la droga sino
con la cultura y la
subjetividad.
Se planteará la prevención secundaria en
drogadependencias y se analizará el modelo de
reducción de daños que consiste en intentar
disminuir los males que el consumo o la adicción provocan:
criminalización, infecciones, HIV/SIDA; en
oposición al modelo de
abstinencia cuyo objetivo y
condición es que el sujeto deje la droga.
"El presente trabajo es una síntesis
del 1º Congreso Interdisciplinario de Drogadependencias
organizado en la Universidad
Nacional de Rosario en conjunto con el Centro Regional de
Salud Mental
"Agudo Avila" de la misma ciudad, a fines de Agosto del
año 1995.
2- La
condición postmoderna de la subjetividad
"Hay una enorme distancia entre las expectativas y la
experiencia. Las expectativas están imbuidas de
contingencia, aunque lo que experimentamos sean las duras
realidades de la vida, la limitación actual de nuestras
posibilidades. La fatídica e insalvable discrepancia
entre expectativa y experiencia es una fuente constante de
insatisfacción y descontento" A. Héller
(Políticas de la Postmodernidad, 1989).
"En la Modernidad, dice
Koselleck, el tiempo mismo se
convirtió en una pretensión de legitimación
utilizable universalmente"…"Ya no eran posibles conceptos de
legitimación especiales sin una perspectiva
temporal".
"Conceptos tradicionales de organización que delimitaban situaciones
como ‘república’ o ‘democracia’, se convirtieron en conceptos de
movimiento
– ‘republicanismo’ , ‘democratismo’
– que enriquecidos desde la filosofía de la historia, obligaban a
intervenir en la vida política
cotidiana.
La temporalización, sin embargo, no sólo
transformó los antiguos conceptos de organización social, sino que
también ayudó a crear otros nuevos (por ej. –
‘Liberalismo’, ‘comunismo’)
, encontrados todos su denominador en el sufijo –
"ismo". (Koselleck, 1993).
En la actualidad, el impulso estos conceptos modernos de
movimiento parece haberse detenido, modificando no sólo
las condiciones de la inteligibilidad del social sino
también sus estrategias
clásicas de legitimación.
Tanto la "experiencia", entendida como "un pasado
presente, cuyos acontecimientos han sido incorporados y pueden
ser recordados", así como la "expectativa",
entendida como "un futuro hecho presente, apunta a lo no
experimentado, a lo que solo se puede descubrir".
3-
Aproximación a la lógica
del consumo a la luz de la
posmodernidad
"El opio agranda lo que no tiene límites,
prolonga lo ilimitado, profundiza el tiempo, excava
la voluptuosidad, y de placeres negros y tristes llena el alma
más allá de su capacidad" Ch. Baudelaire,
‘El veneno’
Que lo posmoderno ha sucedido a la modernidad es una
afirmación que por verdadera no resuelve los interrogantes
que tal sucesión engendra.
Visto lo que ha sucedido en los últimos dos
siglos no es difícil concluir que el ideal moderno
está en declinación, en decadencia. "Ni el
liberalismo,
económicos o políticos, ni los diversos marxismos
salen incólumes de estos dos siglos sangrientos; ninguno
de ellos está libre de la acusación de haber
cometido crímenes de lesa humanidad".
J.F.Lyotard.
¿Cuál es la idea de progreso de la
humanidad, la idea de emancipación, que podría
explicar el campo de concentración, que podría
explicar el nazismo, el
macartismo, el chauvinismo, el fundamentalismo?.
¿Cuál es la idea de progreso que anida en
estos ismos si no es que se trata del progreso de lo
peor, de lo que rompe los lazos y propaga malestar, de eso a
lo que bien podríamos llamar el proyecto del
mal?
Es interesante subrayar, entonces, que lo que
está en declinación es el ideal moderno pero no el
proyecto de
modernidad, es más, nos aventuramos a pensar que la
posmodernidad
no consiste en otra cosa que en llevar el proyecto de la
modernidad hasta sus últimas consecuencias pero despojado
de todo ideal "humanístico", lo cual trae aparejado
cambios culturales dignos de destacar.
"La toxicomanía en el discurso
capitalista (El sujeto frente a los productos del
discurso)": "Esto da perfectamente cuenta de la mecánica del consumo en el capitalismo
que instaura un régimen del todo vale a partir del momento
que toma lugar en el circuito ya sea que se trate de objetos como
de hombres…" B. Lecouer
Si el sujeto de la posmodernidad
se encuentra acechado por el colmamiento y la segregación,
por dioses oscuros, es esto mismo lo que le otorga al discurso
del psicoanálisis su eficacia que
deberá prodigar a aquellos que estén dispuestos a
interrogar su modalidad de goce, su sufrimiento.
4- La función
tóxica
"La droga, en tanto hoy es objeto de la
técnica, no es ajena al funcionamiento del mercado y la
lógica de su circulación está inserta en
las leyes de
regulación" E. Sinatra
"El plan de la
creación no incluye que el hombre sea
feliz"; este aserto lo llevará a concluir que no hay
felicidad, si no-satisfacción, y que el sentido de la vida
encuentra su consistencia en la evitación del sufrimiento
más que en la búsqueda del placer.
Hoy la red Internet universaliza el
mercado de los
consumidores por las autopistas de la informática a un ritmo de vértigo.
La circulación libre de informaciones científicas
se cruza con intercambios de materiales
pornográficos, con ventas de
armas cada vez
más sofisticadas y con la no menos libre y variada
comercialización de drogas. La
Biblia con el calefón se ofrecen en los escaparates de la
modernidad. Una moral
cínica es esgrimida desde los circuitos de
poder para
intentar justificar por medios
estadísticos las diferencias cada vez más
acuciantes entre ricos y pobres, al par que esos mismos estados
tampoco están en condiciones de resolver las consecuencias
tecnológicas de la libertad
informática.
Desde esta perspectiva la toxicomanía
consiste en la categoría moderna que colectiviza a todos
aquellos individuos que son supuestos a obtener una
satisfacción a partir de una relación a una
sustancia de su elección. Los toxicómanos
presuponen un ser a partir del producto que
consumen. Desde el discurso del poder se los
nombra de ese modo y con ese nombre responden, luego se los
aísla para tratarlos: centros asistenciales o
carcelarios.
Para el Psicoanálisis no puede tratarse de un
problema moral al que
habría que responder por sí o por no. Los
psicólogos no atienden toxicómanos y
alcohólicos, se enfrenta con la particular relación
de un sujeto con una sustancia de la que intenta extraer una
satisfacción. La relación de un sujeto con una
sustancia puede responder a diferentes problemas, los
que podrán – retroactivamente – deducirse de la
estructura
clínica en particular. Tampoco constituir una estructura
creada por el Estado, la
que responde a otros problemas: el
mantenimiento
del orden social.
Si la droga y/o el alcohol
constituyen una respuesta con la que algunos sujetos taponaron la
pregunta por el deseo del Otro, se tratará de ofrecerles
un lugar donde esa pregunta pueda llegar a formularse.
5- Drogadependencias a
fines de la modernidad
"La adicción es también una forma
sucedánea de establecer pequeños vínculos
sociales alrededor del nombre droga, esto sucede porque
están faltando los proyectos
alternativos, esta faltando el proyecto constitutivo, esta
faltando el proyecto personal que se
inserta en lo constitutivo".A.Calabrese
Una actualización permanente nos demuestra que el
adicto es nada más y nada menos que una producción de la época que le toca
vivir,
Hace 20 años atrás teníamos un
adicto que por sus características ejercía la capacidad
de contestatario social, que se ponía en un panorama de
enfrentamientos a quién lo observaba desde la
categoría de instructor, juez, médico,
psicólogo o lo que fuere. Él afrontaba esas
secuencias sociales, esas caras del dominio social
diciendo "Bueno, yo me lo tomo todo y a la vez estoy
demostrando lo que soy frente a ustedes". Esta característica del enfrentamiento es o
creemos, la que hoy se ha perdido.
Cuando un adicto consume no está consumiendo
solamente la droga – objeto de su deseo más o menos
concretado, nunca satisfecho – sino que está
incorporando una sustancia. Esta sustancia tiene, desde que se ha
transparentado la situación de la droga como
mercancía, valor de uso y
de cambio.
De las drogas,
más allá de su catálogo biológico:
estimulantes, depresiva o alucinógena, lo que importa es
cuál es su significado en el contexto social y qué
pone el que las consume sobre ellas, creyendo que con eso lo
obtiene.
Unos las buscarán para potenciarse
intelectualmente, otros laboralmente, otros creativamente, otros
sexualmente, etc. Lo que quieran poner en ella.
El discurso oficial sigue diciendo que quien consume
drogas es el malo de los malos; la prueba es que sólo en
esta temática se logra que alguien sea castigado por el
consumo u obligado a un tratamiento por el mismo (cosa que no se
logra con ningún otro delito). Esta
supuesta maldad desde cierto lugar social, todavía hace
que el atractivo sea mayor.
Paradójicamente, del mismo discurso oficial de
donde sale la condena y las leyes
consecuentes, de ese mismo lugar salen figuras que la consumen,
la trafican y la usan como valorización de los lugares de
poder, y que pueden pasar de un lugar a otros sin
sanción.
Esta paradoja llega al consumidor y
aún a la calle con doble mensaje, el doble mensaje es: por
un lado esta mercancía es la Mercancía, por
el otro algunos la pueden manejar sin castigo y a otros no
solamente se los castiga sino que hasta se los trata para que no
vuelvan a hacerlo nunca más.
No nos olvidemos que el mismo país que nos
enseño que solamente había que decirle "No a
las drogas",
como si todos los atractivos se pudieran suprimir con el
"Dígale no"hizo dos operaciones
clandestinas que se financiaron con la droga. Era el mismo
país que recitaba "Dígale no a la Droga" o
sea: dígale no cuando le conviene, dígale sí
cuando le viene útil.
Este "Dígale Sí", "Dígale
No" está incorporado en el imaginario social sobre
todo de los jóvenes que saben que este discurso es
falso.
Contrariamente a lo que es una tarjeta de crédito, las drogas se obtienen sin
necesidad de presentaciones, avales, certificados y
garantías. Se pueden traficar sin nada de todo eso y se
pueden obtener ganancias mayores sin ningún tipo de
capitalización previa.
Por supuesto esto significa una cadena de retenciones,
de esclavitudes inconscientes que van atrapando poco a poco al
individuo hasta llevarlo a complicaciones mayores, por supuesto
esto es lo que no se ve; lo que se ve y funciona como
atractivo es que esta mercancía es una de las más
fáciles de obtener, comerciar e instalar para seguir un
proceso de
crecimiento.
Falta entender que la sociedad no es
una sumatoria, una agrupación, un amontonamiento, sino una
grupalidad que adquiere sentido y lo transforma justamente en la
medida que hay un proyecto que lo conduce.
Lo contrario de adicto es
proyecto.
En esta modernidad, lo que falta es el proyecto "Yo
el que puedo". Si alguien no puede, entre cosas
podrá ser un adicto. Los que pueden, los que fundan,
los que trascienden difícilmente sean adictos, ahí
sí va a aparecer la vida, no como falsa opción:
vida o droga.
6- La tenencia de
drogas para uso personal, el castigo penal y su efecto en la
epidemia
"La drogadependencia es una enfermedad y como tal hay
que tratarla; en tiempos de SIDA la norma del artículo
16, segundo párrafo, de la ley 23.737
resulta irracional porque no solamente es ineficaz para
proteger el bien jurídico SALUD, sino que implica un
elemento potenciador de la epidemia, conspirando de ese modo
contra su propia finalidad, por lo tanto es inconstitucional al
afectar el principio republicano de gobierno". Dr
M.E.Vázquez Acuña.
El artículo 14, en su segundo párrafo, de la ley 23.737, reprime la
tenencia de estupefacientes para uso personal. Dicho instrumento
legal prevé como reacción punitiva la pena de
prisión y medidas de seguridad;
establece un sistema
vicariante en el cual el juez suspende la ejecución de la
pena (Artículo 17) y someter al usador de drogas a una
medida curativa por el tiempo necesario para su
desintoxicación y rehabilitación; si fracasara
dicho tratamiento compulsivo se le aplica la pena y se
continúa con el mismo por tiempo indeterminado hasta que
se rehabilite. En los supuestos de probador experimental, el
artículo 21, de la citada norma legal, autoriza al juez a
suspender la pena y a someter al imputado a un programa
educativo, pero en caso de fracaso opera la sanción de la
pena privativa de libertad.
Cabe preguntarnos ¿cuál es el bien
jurídico que el legislador entendió proteger al
sancionar la norma bajo estudio?.
Al respecto cabe responder que la función
atribuida a dicho tipo penal resulta ser la de prevenir ataques a
la salud, ya sea individual o pública.
Ahora bien, la segunda pregunta que corresponde
formularse es si en tiempos de SIDA la norma cumple con el
objetivo
buscado.
En este sentido Bidart Campos, quien nos habla del
principio de razonabilidad, el cual a su juicio deriva del
artículo 28 de la Constitución Nacional, afirma que no basta
que la ley mande o prohiba una conducta
determinada, es necesario que el contenido de esa ley responda a
ciertas pautas de valor
suficiente. Ello implica considerar si el instrumento legal
resulta ser el medio proporcional y razonable para alcanzar tal
fin.
Tanto la ley Nacional de SIDA 23.798 como su decreto
reglamentario tienen como finalidad implementar y promover
actividades y conductas que sean adecuadas para luchar contra la
pandemia. Ello implica, entre otras, impulsar a que la población se acerque a los centros de salud
para que sean asesorados sobre los modos de transmisión y
prevención de, y la enfermedad principalmente para brindar
asistencia profesional a aquellos que la necesiten (arts. 1,4,6 y
8 de la ley; y arts. 1 y 6 del decreto).
No puede desconocerse que quienes ven criminalizadas sus
conductas, nos referimos a los drogadictos, – puesto que por una
razón lógica para usar previamente hay que tener –
, no se acercarán jamás a las instituciones
sanitarias, al representarse seriamente que pueden llegar a ser
detenidos e imputados de un delito, es
más, intentarán no tomar contacto con alguna
agencia oficial. Tampoco que quienes usan o abusan de las drogas
(lícitas o ilícitas), suelen practicar actividades
riesgosas sin adoptar algún tipo de precaución; y
que tal practica constituye uno de los factores con más
peso en esta epidemia.
"Nos preocupa la importancia del uso de drogas
inyectables en la expansión de la epidemia del SIDA en la
Región Iberoamericana, así como las posturas
políticas y las normas
jurídicas en relación con el uso de drogas, que han
limitado la implementación de medidas eficaces de
prevención y control de
VIH/SIDA entre usuarios de drogas y sus parejas
sexuales".
Por lo que se recomienda: "Revisar las posturas
político-jurídicas relacionadas con el uso de
drogas, con el propósito de asegurar y facilitar la
implementación de acciones de
prevención y control VIH/SIDA
entre usuarios de drogas y sus parejas sexuales, dentro del marco
del conocimiento
del tema y las experiencias nacionales e
internacionales"
7- Sobre la
legalización de la droga
"En la medida que estemos en una economía de mercado
tenemos que saber que toda interferencia prohibitiva aumenta el
precio de lo
prohibido, aumenta la rentabilidad, por ende determina una actividad
empresarial para ocupar ese espacio de prohibición. La
única manera que podamos eliminar el tóxico
será eliminando el mercado mismo".
E.R.Zaffaroni.
La mayoría dominante de la opinión
criminológica y fundamentalmente la de EE:UU. sostiene la
conveniencia de dar un giro de ciento ochenta grados en la
política
criminal en materia de
tóxicos.
En la historia
contemporánea hay un creciente ámbito de
prohibición de tóxicos cuyo liderazgo lo
ejercieron los EEUU. Curiosamente uno de los primeros
tóxicos prohibidos en esa nación,
fue la marihuana,
antes que el opio, y luego los otros.
¿Porqué primero la marihuana?
Porque llega de manos de los mexicanos. Un grupo de
puritanos de los EEUU. Donde la virtud está en la
abstinencia, contrastaba con los grupos inmigrados
que fueron llegando al país del norte.
Esto sería más o menos anecdótico
si estuviéramos hablando de un pequeño agujero de
indisciplina, pero lo cierto es que desde fines de la Segunda Guerra
Mundial se está produciendo un fenómeno de
acumulación de capitales que es algo que no se produce por
trabajo sino por valor agregado, por prohibición y no
sólo se refiere a los tóxicos sino que se refiere
también a evasión fiscal de
países centrales, mercados
interferidos, tráficos de armas,
tóxicos, servicios,
producto de
especulación financiera, bicicleta a escala
internacional.
Es decir, el monto es inmenso, excede a la
imaginación. Si nos ceñimos a tóxicos, se
calcula que EEUU. Pierde u$s 40.000.000.000. esto es lo que pagan
para que llegue el tóxico al país, entrando en
una red de
distribución y el consumidor lo
compra con un precio que
esta cinco o seis veces por encima del valor de importación. Estamos hablando de u$s
300.000.000.000 que entran de nuevo al mercado, porque el asunto
del blanqueo y la persecución del blanqueo no es
creíble.
Hugo Sirio
Escobar, provincia de Buenos Aires