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El Capitalismo (página 2)




Enviado por ely_rp



Partes: 1, 2

Las diferencias entre el siervo y el obrero son:

El obrero es formalmente libre ante la ley, en tanto que
el siervo lo es parcialmente y ante el señor feudal.

El obrero es propietario de su fuerza de trabajo, de su
capacidad para trabajar y puede venderla a quien guste, en
cualquier parte del territorio y hasta en otros países. El
siervo era propietario de algunos instrumentos de trabajo y
parcialmente de su capacidad para trabajar, ya que debía
usarla junto a la tierra de
un señor feudal, y se vendía junto con esta.

Al siervo la explotación lo era visible: de su trabajo
una parte tierra
minoritaria se le quedaba y la otra se la daba al señor
feudal. Para el obrero, la explotación lo es invisible por
dos razones:

1. – Aparece como sujeto libre de vender su trabajo a quien lo
necesite, así sea en otro territorio.

2. – Al vender su capacidad de trabajo.

ANTECEDENTES
DEL CAPITALISMO

Los modos de producción son la forma en que los hombres
se organizan para producir, distribuir y consumir los vienes que
satisfacen sus necesidades.

Los antecedentes del sistema capitalista se localizan en los
modos de
producción precapitalistas y los más
importantes son: Comunidad
primitiva, Esclavitud, Modo
de producción asiático, Feudalismo y Socialismo.

COMUNIDAD
PRIMITIVA

Este modo de producción coincide con los
orígenes de la especie humana. Su estructura
económica es el primer modo de producción o la
forma como trabajan los hombres para satisfacer una
necesidad.

En esta época se sobrevivió con la
recolección de frutos, hortalizas silvestres, la pesca, el
descubrimiento del fuego y el inicio de la casería. El
establecimiento de una primera sociedad (matrimonio).

En la forma de sobrevivencia con base en la
domesticación de animales, el
desarrollo de la alfarería, el uso del hierro,
así como el cultivo de las plantas permite
que se realice una escultura económica. Esto es organizado
con base en la colaboración para el trabajo que
necesariamente es colectivo se obliga a trabajar y a defenderse
en grupo contra
amenazas naturales y una explotación o dominio
colectivo.

Las organizaciones
presentan hombres y mujeres.

Es importante subrayar que la madre ocupa el primer lugar en
la vida social ya que ella determina las necesidades de cada
persona dentro
de la organización. En pocas palabras la
organización es un matriarcado.

La importancia de la comunidad primitiva radica en la
cooperatividad para satisfacer una necesidad primaria.

Es importante entender que en este modo de producción
el hombre
aislado no puede sobrevivir su garantía es pertenecer a un
grupo, este es la familia, un
grupo social constituido por parentesco.

En este sentido:

– No había grupos sociales
formados con individuos de familias diferentes, si no que los
grupos
sociales eran en realidad grupos de parentesco o familias
desarrolladas y en extenso.

– La vida social estaba limitada en la vida de la gran
familia. Esta
era la sociedad, la aldea, el grupo.

-No existían clases sociales, no solo porque todos
pertenecían al mismo grupo familiar, sino de vida a que el
trabajo no se manifiestan relaciones de explotación
derivadas de la
propiedad privada.

Se divide en:

  • SALVAJISMO

Estadio inferior. Infancia del
género
humano. Los hombres permanecían aún en los bosques
tropicales o subtropicales y vivían, por lo menos
parcialmente, en los árboles; esta es la única
explicación de que pudieran continuar existiendo entre
grandes fieras salvajes. Los frutos, las nueces y las
raíces servían de alimento; el principal progreso
de esta época es la formación del lenguaje
articulado. Ninguno de los pueblos conocidos en el período
histórico se encontraba ya en tal estado
primitivo. Y aunque este periodo duró, probablemente,
muchos milenios, no podemos demostrar su existencia
basándonos en testimonios directos; pero si admitimos que
el hombre procede
del reino animal, debemos aceptar, necesariamente, ese estado
transitorio.

Estadio medio. Comienza con el empleo del
pescado (incluimos aquí también los
crustáceos, los moluscos y otros animales
acuáticos) como alimento con el uso del fuego. Ambos
fenómenos van juntos, porque el pescado sólo puede
ser empleado plenamente como alimento gracias al fuego. Pero con
este nuevo alimento los hombres se hicieron independientes del
clima y de los
lugares; siguiendo el curso de los ríos y las costas de
los mares pudieron, aun en estado salvaje, extenderse sobre la
mayor parte de la Tierra. Los toscos instrumentos de piedra sin
pulimentar de la primitiva Edad de Piedra, conocidos con el
nombre de paleolíticos, pertenecen todos o la
mayoría de ellos a este período y se encuentran
desparramados por todos los continentes, siendo una prueba de
esas emigraciones. La población de nuevos lugares y el incansable
y activo afán de nuevos descubrimientos, vinculado a la
posesión del fuego, que se obtenía por frotamiento,
condujeron al empleo de nuevos elementos, como las raíces
y los tubérculos farináceos, cocidos en ceniza
caliente o en hornos excavados en el suelo, y
también la caza, que, con la invención de las
primeras armas -la maza y
la lanza-, llegó a ser un alimento suplementario
ocasional. Jamás hubo pueblos exclusivamente cazadores,
como se dice en los libros, es decir, que vivieran sólo de
la caza, porque sus frutos son harto problemáticos. Por
efecto de la constante incertidumbre respecto a las fuentes de
alimentación, parece ser que la
antropofagia nace en ese estadio para subsistir durante largo
tiempo. Los australianos y muchos polinesios se hallan hoy
aún en ese estadio medio del salvajismo.

Estadio superior. Comienza con la invención del arco y
la flecha, gracias a los cuales llega la caza a ser un alimento
regular, y el cazar, una de las ocupaciones normales. El arco, la
cuerda y la flecha forman ya un instrumento muy complejo, cuya
invención supone larga experiencia acumulada y facultades
mentales desarrolladas, así como el conocimiento
simultáneo de otros muchos inventos. Si
comparamos los pueblos que conocen el arco y la flecha, pero no
el arte de la
alfarería (con el que empieza, según Morgan, el
tránsito a la barbarie), encontramos ya algunos indicios
de residencia fija en aldeas, cierta maestría en la
producción de medios de subsistencia: vasijas y trebejos
de madera, el
tejido a mano (sin telar) con fibras de albura, cestos trenzados
con albura o con juncos, instrumentos de piedra pulimentada
(neolíticos). En la mayoría de los casos, el fuego
y el hacha de piedra han producido ya la piragua formada de un
solo tronco de árbol y en ciertos lugares las vigas y las
tablas necesarias para construir viviendas. Todos estos progresos
los encontramos, por ejemplo, entre los indios del noroeste de
América, que conocen el arco y la flecha,
pero no la alfarería. El arco y la flecha fueron para el
estadio salvaje lo que la espada de hierro para la barbarie y el
arma de fuego para la civilización: el arma decisiva.

  • LA BARBARIE

Estadio inferior. Empieza con la introducción de la alfarería. Puede
demostrarse que en muchos casos y probablemente en todas partes,
nació de la costumbre de recubrir con arcilla las vasijas
de cestería o de madera para hacerlas refractarias al
fuego; y pronto se descubrió que la arcilla moldeada
servía para el caso sin necesidad de la vasija
interior.

Hasta aquí hemos podido considerar el curso del
desarrollo como un fenómeno absolutamente general,
válido en un período determinado para todos los
pueblos, sin distinción de lugar. Pero con el advenimiento
de la barbarie llegamos a un estadio en que empieza a hacerse
sentir la diferencia de condiciones naturales entre los dos
grandes continentes. El rasgo característico del
período de la barbarie es la domesticación y
cría de animales y el cultivo de las plantas. Pues bien;
el continente oriental, el llamado mundo antiguo, poseía
casi todos los animales domesticables y todos los cereales
propios para el cultivo, menos uno; el continente occidental,
América, no tenía más mamíferos domesticables que la llama -y
aún así, nada más que en la parte del Sur-,
y uno sólo de los cereales cultivables, pero el mejor, el
maíz.
En virtud de estas condiciones naturales diferentes, desde este
momento la población de cada hemisferio se desarrolla de
una manera particular, y los mojones que señalen los
límites
de los estadios particulares son diferentes para cada uno de los
hemisferios.

Estadio medio. En el Este, comienza con la
domesticación de animales y en el Oeste, con el cultivo de
las hortalizas por medio del riego y con el empleo de adobes
(ladrillos secados al sol) y de la piedra para la construcción.

Comenzamos por el Oeste, porque aquí este estadio no
fue superado en ninguna parte hasta la conquista de
América por los europeos.

Entre los indios del estadio inferior de la barbarie (figuran
aquí todos los que viven al este del Misisipí)
existía ya en la época de su descubrimiento cierto
cultivo hortense del maíz y quizá de la calabaza, del
melón y otras plantas de huerta que les suministraban una
parte muy esencial de su alimentación; vivían en
casas de madera, en aldeas protegidas por empalizadas. Las tribus
del Noroeste, principalmente las del valle del Columbia,
hallábanse aún en el estadio superior del estado
salvaje y no conocían la alfarería ni el más
simple cultivo de las plantas. Por el contrario, los indios de
los llamados pueblos de Nuevo México,
los mexicanos, los centroamericanos y los peruanos de la
época de la conquista, hallábanse en el estadio
medio de la barbarie; vivían en casas de adobes y de
piedra en forma de fortalezas; cultivaban en huertos de riego
artificial el maíz y otras plantas comestibles, diferentes
según el lugar y el clima, que eran su principal fuente de
alimentación, y hasta habían reducido a la
domesticidad algunos animales: los mexicanos, el pavo y otras
aves; los
peruanos, la llama. Además, sabían labrar los
metales,
excepto el hierro; por eso no podían aún prescindir
de sus armas a instrumentos de piedra. La conquista
española cortó en redondo todo ulterior
desenvolvimiento independiente.

En el Este, el estado
medio de la barbarie comenzó con la domesticación
de animales para el suministro de leche y carne,
mientras que, al parecer, el cultivo de las plantas
permaneció desconocido allí hasta muy avanzado este
período. La domesticación de animales, la
cría de ganado y la formación de grandes
rebaños parecen ser la causa de que los arios y los
semitas se apartasen del resto de la masa de los bárbaros.
Los nombres con que los arios de Europa y Asia designan a
los animales son aún comunes, pero los de las plantas
cultivadas son casi siempre distintos.

La formación de rebaños llevó, en los
lugares adecuados, a la vida pastoril; los semitas, en las
praderas del Eufrates y del Tigris; los arios, en las de la
India, del
Oxus y el Jaxartes; del Don y el Dniépér. Fue por
lo visto en estas tierras ricas en pastizales donde primero se
consiguió domesticar animales. Por ello a las generaciones
posteriores les parece que los pueblos pastores proceden de
comarcas que, en realidad, lejos de ser la cuna del género
humano, eran casi inhabitables para sus salvajes abuelos y hasta
para los hombres del estadio inferior de la barbarie. Y, a la
inversa, en cuanto esos bárbaros del estadio medio se
habituaron a la vida pastoril, nunca se les hubiera podido
ocurrir la idea de abandonar voluntariamente las praderas
situadas en los valles de los ríos para volver a los
territorios selváticos donde habitaran sus antepasados. Y
ni aun cuando fueron empujados hacia el Norte y el Oeste les fue
posible a los semitas y a los arios retirarse a las regiones
forestales del Oeste de Asia y de Europa antes de que el cultivo
de los cereales les permitiera en este suelo menos favorable
alimentar sus ganados, sobre todo en invierno. Es más que
probable que el cultivo de los cereales naciese aquí, en
primer término, de la necesidad de proporcionar forrajes a
las bestias, y que hasta más tarde no cobrase importancia
para la alimentación del hombre.

Quizá la evolución superior de los arios y los
semitas se deba a la abundancia de carne y de leche en su
alimentación y, particularmente, a la benéfica
influencia de estos alimentos en el
desarrollo de los niños.
En efecto, los indios de los pueblos de Nuevo México, que
se ven reducidos a una alimentación casi exclusivamente
vegetal, tienen el cerebro mucho
más pequeño que los indios del estadio inferior de
la barbarie, que comen más carne y pescado. En todo caso,
en este estadio desaparece poco a poco la antropofagia, que ya no
sobrevive sino como rito religioso o como un sortilegio, lo cual
viene a ser casi lo mismo.

Estadio superior. Comienza con la fundición del mineral
de hierro, y pasa al estadio de la civilización con el
invento de la escritura
alfabética y su empleo para la notación literaria.
Este estadio, que, como hemos dicho, no ha existido de una manera
independiente sino en el hemisferio oriental, supera a todos los
anteriores juntos en cuanto a los progresos de la
producción. A este estadio pertenecen los griegos de la
época heroica, las tribus italas poco antes de la
fundación de Roma, los
germanos de Tácito, los normandos del tiempo de los
vikingos.

Ante todo, encontramos aquí por primera vez el arado de
hierro tirado por animales domésticos, lo que hace posible
la roturación de la tierra en gran escala -la
agricultura– y
produce, en las condiciones de entonces, un aumento
prácticamente casi ilimitado de los medios de existencia;
en relación con esto, observamos también la tala de
los bosques y su transformación en tierras de labor y en
praderas, cosa imposible en gran escala sin el hacha y la pala de
hierro. Todo ello motivó un rápido aumento de la
población, que se instala densamente en pequeñas
áreas. Antes del cultivo de los campos sólo
circunstancias excepcionales hubieran podido reunir medio
millón de hombres bajo una dirección central; es de creer que esto no
aconteció nunca.

En los poemas
homéricos, principalmente en la "Iliada", aparece ante
nosotros la época más floreciente del estadio
superior de la barbarie. La principal herencia que los
griegos llevaron de la barbarie a la civilización la
constituyen instrumentos de hierro perfeccionados, los fuelles de
fragua, el molino de brazo, la rueda de alfarero, la
preparación del aceite y del
vino, el labrado de los metales elevado a la categoría de
arte, la carreta y el carro de guerra, la
construcción de barcos con tablones y vigas, los comienzos
de la arquitectura como
arte, las ciudades amuralladas con torres y almenas, las epopeyas
homéricas y toda la mitología. Si comparamos con esto las
descripciones hechas por César, y hasta por Tácito,
de los germanos, que se hallaban en el umbral del estadio de
cultura del
que los griegos de Homero se
disponían a pasar a un grado más alto, veremos
cuán espléndido fue el desarrollo de la
producción en el estadio superior de la barbarie.

El cuadro del desarrollo de la humanidad a través del
salvajismo y de la barbarie hasta los comienzos de la
civilización, cuadro que acabo de bosquejar siguiendo a
Morgan, es bastante rico ya en rasgos nuevos y, sobre todo,
indiscutibles, por cuanto están tomados directamente de la
producción. Y, sin embargo, parecerá
empañado e incompleto si se compara con el que se ha de
desplegar ante nosotros al final de nuestro viaje; sólo
entonces será posible presentar con toda claridad el
tránsito de la barbarie a la civilización y el
pasmoso contraste entre ambas. Por el momento, podemos
generalizar la clasificación de Morgan como sigue:
Salvajismo. -Período en que predomina la
apropiación de productos que
la naturaleza da
ya hechos; las producciones artificiales del hombre están
destinadas, sobre todo, a facilitar esa apropiación.
Barbarie. -Período en que aparecen la ganadería
y la agricultura y se aprende a incrementar la producción
de la naturaleza por medio del género humano.
Civilización. -Período en el que el hombre sigue
aprendiendo a elaborar los productos naturales, período de
la industria, propiamente dicha, y del arte.

ESCLAVITUD.

Su vigencia se da entre el siglo VII a.C. y el IX a.C. , en
las culturas hindú, china. Egipcia, mesopotamica, fenicia,
la griega y la romana.

La característica fundamental del modo de
producción esclavista es que, acompañando en
transito de la edad de piedra a la del hierro, las relaciones de
producción se fincan en la propiedad de los medios de
producción y por parte del esclavista de la fuerza del
trabajo, esto, es el esclavo. La tierra, los aperos de labranza y
el esclavo son poseídos y usados por aquel hasta su
agotamiento.

Las actividades económicas principales son la
agricultura, la ganadería y el comercio.

En este modo de producción, las clases sociales se
polarizan entre amos y esclavos, donde los primeros explotan a
los segundos extrayendo todo el trabajo posible de ellos, sin dar
nada a cambio mas que precarias condiciones de subsistencia que
junto al extenuante trabajo, rápidamente lo agotan y
conducen a la muerte.

La base económica de este modo de producción
permitió la acumulación de riquezas en una
minoría, los esclavistas, que a su vez estaban obligados a
hacer la guerra para seguir manteniendo el abasto de prisioneros
y de esclavos. Por ello, las sociedades que se levantan sobre
este motor
económico, requieren de la permanente conquista de nuevos
territorios y nuevos países, para obtener mas medios de
producción (Tierra), trabajadores y riquezas.

De la misma forma, la creciente acumulación de riquezas
permitió:

– El desarrollo de un fuerte aparato para la administración de territorios y riquezas
dentro y fuera del Imperio. Esta es la base del estado
esclavista.

– Un complejo sistema de derechos que consagran la
propiedad privada y la herencia, cuyo modelo es
hasta hoy el derecho Romano.

– El desarrollo de una maquinaria de guerra y conquista de
territorios y de apropiación de esclavos, auxiliado por el
uso de las armas de hierro.

– El desarrollo de un sistema de derechos políticos y
equitativos para los propietarios, que a su vez al vivir en la
polis o ciudades, eran ciudadanos individuos propietarios de
esclavos con derecho a elegir a sus gobernantes.

– El desarrollo de complejos sistemas
filosóficos y morales por parte de un grupo de pensadores
que no tenían el problema de trabajar para poder
subsistir.

Es un estado social definido por la ley y las costumbres como
la forma involuntaria de servidumbre humana más absoluta.
Un esclavo se caracteriza porque su trabajo o sus servicios se
obtienen por la fuerza y su persona física es considerada
como propiedad de su dueño, que dispone de él a su
voluntad.

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Desde los tiempos más remotos, el
esclavo se definía legalmente como una mercancía
que el dueño podía vender, comprar, regalar o
cambiar por una deuda, sin que el esclavo pudiera ejercer
ningún derecho u objeción personal o legal.
La mayoría de las veces existen diferencias étnicas
entre el tratante de esclavos y el esclavo, ya que la esclavitud
suele estar basada en un fuerte prejuicio
racial, según el cual la etnia a la que
pertenece el tratante es considerada superior a la de los
esclavos. Es muy raro que los esclavos sean miembros del mismo
grupo étnico que el dueño, pero una de las pocas
excepciones se dio en Rusia durante
los siglos XVII y XVIII.

La práctica de la esclavitud data
de épocas prehistóricas, aunque su
institucionalización probablemente se produjo cuando los
avances agrícolas hicieron posible sociedades más
organizadas que requerían de esclavos para determinadas
funciones.
Para obtenerlos se conquistaban otros pueblos; sin embargo,
algunos individuos se vendían a sí mismos o
vendían a miembros de su familia para pagar deudas
pendientes; la esclavitud era también el castigo para
aquellas personas que cometían algún delito.

LA ESCLAVITUD EN LA ANTIGÜEDAD

La esclavitud era una situación aceptada
y a menudo esencial para la economía y la sociedad de las
civilizaciones antiguas. En la antigua Mesopotamia,
India y China se utilizaron esclavos en los hogares, en el
comercio, en la construcción a gran escala y en la
agricultura. Los antiguos egipcios los utilizaron para construir
palacios reales y monumentos. Los antiguos hebreos también
utilizaron esclavos, pero su religión les obligaba
a liberar a los de su mismo pueblo en determinadas fechas. En las
civilizaciones precolombinas (azteca, inca y maya) se utilizaban
en la agricultura y en el ejército. Entre los aztecas, los
practicantes de distintos oficios compraban esclavos para
ofrecerlos en sacrificio a su dios patrón.

En los poemas épicos de Homero, la
esclavitud es el destino lógico de los prisioneros de
guerra. Los filósofos griegos no consideraban la
condición de esclavo como moralmente reprobable, a pesar
de que Aristóteles proponía liberar a los
esclavos fieles. En la antigua Grecia, los
esclavos, salvo raras excepciones, eran tratados con
consideración. Sin embargo, los ilotas de Esparta
(descendientes de un pueblo conquistado y obligados a trabajar
duramente en el campo y a luchar en los ejércitos
espartanos) fueron tratados con gran severidad, debido
principalmente a que su población era mayor que la de sus
gobernantes. Por lo general, los esclavos eran utilizados como
trabajadores domésticos, en oficios urbanos y en el campo,
en la marina y el transporte. La esclavitud doméstica, por
lo general, era menos dura, ya que el trato que recibían
solía ser muy familiar.

La esclavitud romana difería de la
griega en varios aspectos. Los romanos tenían más
derechos sobre sus esclavos, incluido el de vida y el de muerte.
La esclavitud era en Roma mucho más necesaria para la
economía y el sistema social que en la antigua Grecia,
especialmente durante el Imperio. Los romanos acomodados, que
poseían grandes mansiones en la ciudad y en el campo,
dependían de gran número de esclavos para mantener
sus hogares y sus propiedades agrícolas. Las conquistas
imperiales diezmaron los ejércitos romanos, de forma que
se hizo necesario importar gran número de esclavos
extranjeros para que realizaran el trabajo del campo. La
principal fuente de esclavos era la guerra: decenas de miles de
prisioneros fueron llevados a Roma como esclavos; sin
embargo, todas aquellas personas convictas de crímenes
graves y los deudores, que se vendían a sí mismos o
vendían a miembros de su familia para pagar sus deudas,
pasaban a ser esclavos.

LA ESCLAVITUD EN LA EDAD MEDIA

La adopción de la religión
cristiana como religión oficial por el Imperio romano y
su posterior difusión durante la edad media por Europa y
parte de Oriente Próximo, supuso un intento de mejora de
las condiciones de los esclavos, aunque no consiguió
eliminar la práctica de la esclavitud. Después de
la caída del Imperio romano, durante las invasiones
bárbaras entre los siglos V y X, la
institución de la esclavitud se transformó en un
sistema menos vinculante: la servidumbre.

El islam en el siglo VII
reconoció desde sus orígenes la institución
de la esclavitud, aunque el profeta Mahoma exhortaba a sus
seguidores a que mantuvieran un trato correcto con ellos. En
términos generales, los esclavos de los árabes, que
en su mayoría realizaban trabajos domésticos, eran
tratados con mayor respeto.

LA ESCLAVITUD EN LA ERA MODERNA

La exploración de las costas de África, el
descubrimiento de América en el siglo XV y su
colonización en los tres siglos siguientes, impulsó
de forma considerable el comercio moderno de esclavos. Desde
mediados del siglo XV hasta la década de 1870, entre
11 y 13 millones de africanos fueron exportados hacia
América; entre un 15 y un 20% murieron durante las
travesías y en torno a 10
millones fueron esclavizados en los países de destino.

Portugal, que necesitaba trabajadores para el campo,
fue el primer país europeo que cubrió su demanda de
trabajo con la importación de esclavos. Los portugueses
iniciaron esta práctica en 1444, y en 1460 importaban cada
año de 700 a 800 esclavos procedentes de diferentes puntos
de la costa africana. Éstos eran capturados por otros
africanos y transportados a la costa occidental de África.
Pronto España
imitó esta práctica, aunque durante más de
un siglo Portugal siguió monopolizando el comercio.
Durante el siglo XV, los comerciantes árabes del
norte de África enviaban esclavos de África central
a los mercados de Arabia, Irán y
la India.

En el siglo XVI, los conquistadores
españoles obligaron a los jóvenes indígenas
a cultivar grandes plantaciones y trabajar en las minas. Los
indígenas no estaban acostumbrados a vivir como esclavos y
no podían sobrevivir en estas condiciones, en parte debido
a su falta de inmunización contra las enfermedades europeas y a
las duras condiciones de trabajo. Aun así,
Bartolomé de Las Casas denunció la existencia de
unos 3 millones de esclavos indígenas en Nueva
España y Centroamérica. Por su parte,
Motolinía sostuvo que no superaban los 200.000 los
indígenas reducidos a la esclavitud. El derrumbe de las
poblaciones indígenas, total en las Antillas y parcial en
el continente americano, provocó el aumento del
número de esclavos. Fueron numerosos los jóvenes
indígenas que murieron a causa de la rudeza de los
trabajos, por lo que se optó por importar a las colonias
españolas esclavos africanos que se creía
podrían soportar mejor el trabajo forzado.

El rey de España Carlos I
estableció en 1517 un sistema de concesiones a
particulares para introducir y vender esclavos africanos en
América. A mediados del siglo XVI, la esclavitud
indígena como institución jurídica
desapareció en Nueva España. Surgieron otras
modalidades, como el endeudamiento o la encomienda. La esclavitud
a partir de entonces afectaría sólo a los negros
africanos. La llegada masiva de esclavos africanos a Brasil se
inició en la segunda mitad del siglo XVI, pero ya en
1501 se registró su presencia en Santo Domingo, Puerto Rico,
Cuba y
Jamaica, donde entraban al año unos 4.000 africanos. La
concesión de derechos en el tráfico de esclavos fue
siempre una prerrogativa real.

A finales del siglo XVI, El Reino Unido
empezó a competir por el derecho a abastecer de esclavos a
las colonias españolas, detentado hasta entonces por
Portugal, Francia,
Holanda y Dinamarca. En 1713, la British South Sea Company
consiguió el derecho exclusivo de suministro de esclavos a
estas colonias. Los primeros esclavos africanos llegaron a
Jamestown (Virginia) en 1619 de manos de los primeros corsarios
ingleses; los esclavos estaban sujetos a la llamada
‘servidumbre limitada’, una situación legal
propia de los siervos blancos, negros e indígenas, que era
precursora de la esclavitud en la mayoría de las colonias
inglesas del Nuevo Mundo.

Con el desarrollo del sistema de plantaciones
en las colonias del sur, el número de esclavos africanos
importados aumentó considerablemente en la segunda mitad
del siglo XVII. A medida que fueron adquiriendo una mayor
relevancia (especialmente en el sur, donde eran considerados
fundamentales para la economía y la sociedad) se hizo
necesario modificar la legislación correspondiente.
Durante la guerra de la Independencia
estadounidense (1776-1783) eran esclavos en el más amplio
sentido de la palabra, con una legislación que
definía claramente su situación legal, política y
social.

ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD

Dinamarca fue el primer país europeo que
abolió el comercio de esclavos en 1792, seguido del Reino
Unido en 1807 y de Estados Unidos en
1810, aunque en este último hubo que esperar a que
finalizara la Guerra Civil (1865) para que se aboliera
definitivamente en todo el país. En el Congreso de Viena
de 1814, el Reino Unido intentó convencer a otros
países para que adoptaran políticas
similares, consiguiendo que casi todos los países europeos
aprobaran una normativa al respecto o firmaran un tratado que
prohibiera este tipo de tráfico. El Tratado de Ashburton
de 1842 entre el Reino Unido y Estados Unidos estableció
el mantenimiento
de fuerzas en la costa africana para vigilar el cumplimiento de
la ley. En 1845, la colaboración de las fuerzas navales
del Reino Unido y Francia fue sustituida por el derecho mutuo de
inspección de barcos para vigilar el cumplimiento de la
normativa vigente. La limitación del número de
esclavos condujo a una mejora de sus condiciones de vida. Los
esclavos de las Antillas francesas obtuvieron la libertad en 1848
y en las holandesas en 1863.

En América, la emancipación y el
nacimiento de las nuevas repúblicas provocó la
abolición de la esclavitud: México la abolió
en 1813, Venezuela y
Colombia en 1821,
y Uruguay en
1869. Sólo en Brasil la esclavitud perduró hasta
1888. En las guerras de
independencia, la población negra de algunos países
se alineó simultáneamente del lado de los patriotas
criollos. En México, Miguel Hidalgo
y José María Morelos proclamaron la
abolición de la esclavitud y trataron de incorporar la
población de origen africano a sus filas. En general, el
proceso de abolición de la esclavitud, en los primeros
años de las nuevas repúblicas, chocó con los
intereses y las exigencias de las burguesías
conservadoras, reacias a su aceptación.

En España, a pesar de repetidos
intentos liberales, la abolición de la esclavitud
sólo fue posible tras una serie de conflictos y
tensiones, especialmente en Cuba, que la abolió en
1886.

LA ESCLAVITUD EN EL SIGLO XX

La Convención Internacional sobre la
Esclavitud, celebrada en Ginebra en 1926, y en la que
participaron los 38 países de la Sociedad de Naciones,
aprobó la supresión y prohibición del
comercio de esclavos y la abolición total de cualquier
forma de esclavitud. Las propuestas surgidas de esta
Convención se confirmaron en la Declaración
Universal de Derechos Humanos
adoptada por la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) en 1948.

En 1951, el Comité de la ONU sobre
esclavitud informó de que esta práctica estaba
disminuyendo rápidamente y que sólo quedaban
vestigios en algunas partes del mundo (Mauritania fue el
último país en abolirla en 1980). El Comité
informó asimismo de que un gran número de personas
vivían aún bajo formas de servidumbre similares a
la esclavitud. Estos tipos de servidumbre incluían el
peonaje, los abusos de menores y la entrega de mujeres en
matrimonio de forma involuntaria. En 1956, y por
recomendación del Comité, se celebró en
Ginebra una nueva conferencia a la
que asistieron 51 países. Esta conferencia tomó la
decisión de celebrar una convención adicional sobre
abolición de la esclavitud, comercio de esclavos e
instituciones
y prácticas similares a la esclavitud. Esta nueva
convención condenó las formas de servidumbre
similares a la esclavitud y estableció penalizaciones para
el comercio de esclavos. Desde ese momento, cualquier
incumplimiento de sus resoluciones pasaría a los
tribunales internacionales de justicia.

MODO DE PRODUCCION
ASIATICO

La propiedad privada empieza a desarrollarse debido al
excelente y desarrollo de una organización. La propiedad
comunal de los medios de producción, las relaciones y
establecimientos de organización traen como consecuencias
operación, distribución equitativa de los productos y
del trabajo. Se desarrolla la especialización, se producen
alimentos y utensilios para el trabajo, para bienestar materiales
propiamente vestido y caza u hogar. Los productores son los
mismos habitantes de la comunidad y producen directamente para
satisfacer sus necesidades.

En esta comunidad la relación de explotación es
comunitaria, trabajan para ellos y los excelentes los manejan al
exterior.

En este modo de producción, el florecimiento de la
agricultura dependía del uso del agua. Por ello
este sistema económico se desarrolla cerca de ríos
y lagos. Pero a la vez la irrigación y distribución
del agua exigía canales y obras hidráulicas que
solo una administración central, el estado,
podía lograr acopiando tributos y
trabajos de las comunidades.

En este modo de producción, las relaciones sociales en
la vida diaria entre los hombres eran igualitarias no solo en el
habito del trabajo, sino también en las relaciones entre
el hombre y la mujer. El
trabajo de la mujer, la
función
que desempeñaba como productora de la especie, la crianza
y el cuidado, eran actividades fundamentales por encima de
cualquier otra.

Las características de este modo de producción
son así:

– El control del uso de las obras hidráulicas por parte
del estado, es la base de la dominación de una elite o
casta sobre las comunidades.

– El estado obtiene tributos y trabajos de las comunidades:
Hay así una extracción de excedentes en beneficio
del primero, que seria una forma de explotación no entre
dos hombres en un proceso de trabajo, sino entre dos
organizaciones sociales: El estado y la comunidad, en un trabajo
territorial y colectivo.

– Al interior de las comunidades no hay intercambio de
bienes,
tampoco entre una comunidad. El intercambio se da entre la
comunidad y el estado: Una ofrece tributos y trabajo y el otro a
cambio da el servicio
hidráulico.

– El estado, al apropiarse de los excedentes, evitaba que en
las comunidades se diera el surgimiento de una elite o grupo que
se apropiara de la riqueza interna. Sin embargo, la riqueza
absorbida por el estado permite a sus Reyes vivir con gran lujo,
junto con su corte de militares, sacerdotes, ingenieros y
administradores.

– El poder se ejercía despóticamente: Al
arbitrio y gusto del Rey, quien no tenía ningún
limite legal o moral. La
voluntad del Rey y su familia era norma y ley, se fincaba en el
uso de la fuerza y en el terror.

FEUDALISMO

La esclavitud da inicio a lo que es el feudalismo, surge esta
como un a rebelión al establecer que un trabajo les da la
oportunidad de obtener un bien y la acumulación de estos
una propiedad por lo tanto la característica central del
modo de producción feudal es que las relaciones de
producción y explotación se sustentan en la
propiedad privada por parte del señor feudal, sobre los
medios de producción (tierra) en la propiedad limitada
sobre el trabajador o siervo y los productos de su trabajo.

Si el esclavo pertenecía por completo al esclavista, el
trabajador agrícola del señor feudal no le
pertenecía por completo a este.

Las diferencias entre el siervo y el esclavo son:

– El siervo tiene un tipo de libertad que no posee el
esclavo.

– El siervo puede ser propietario de instrumentos de trabajo
aunque no de la tierra, lo cual era impensable por el
esclavo.

– El producto del
trabajo del siervo en el campo se destina en su mayor parte a su
señor feudal, pero aun así el primero se queda por
derecho con otra parte para su mantenimiento. El siervo paga
entonces una renta del suelo usado en las labores
agrícolas, que es la riqueza obtenida por el señor
feudal.

En este modo de producción, las clases
sociales principales se polarizan entre el señor
feudal o terrateniente y los trabajadores agrícolas, a sus
servicios por siervos, que junto con los artesanos y campesinos
con propiedad sobre sus instrumentos de trabajo
constituían la gran masa del pueblo. A su vez, junto al
señor feudal surgían ricos comerciantes y
funcionarios de estado y una poderosa iglesia que
tenían derechos a bienes terrenales.

En cuanto a las relaciones de explotación, el
señor feudal obtiene una parte mayoritaria del producto
agrícola del siervo y a cambio le da una parte para su
sobrevivencia sin agotarlo. Al primero le interesa que siga
trabajando las tierras que le ha encomendado en arriendo.

SOCIALISMO

El socialismo fue un ideal de sociedad justa e igualitaria que
debía importarse en un mundo que sustituyera al capitalismo,
comunidad libre, trabajo común, el producto se debe
repartir equitativamente en relación de armonía y
no de dominación. No debe existir clase social, cooperativas
en la educación y fuerza moral el principal
moderador de esta comunidad socialista es Carlos Marx y
Federico Engels.

Los primeros socialistas soñaban con la
fundación de comunidades libres en las cuales se
desarrollara el trabajo común.

Estas comunidades se fundarían en el interior de la
sociedad capitalista, como islas de armonía, rodeadas de
relaciones de justicia.

Esta fue la primera forma de socialismo, un ideal que
debía implantarse en la realidad y que cobraría
vida entre los hombres con base en su fuerza moral y el
ejemplo.

Carlos Marx pensaba que
el socialismo moderno no podía seguirse fundando en
ideales, sino en realidades: se trataba entonces de repensarlo
auxiliándose en hechos proporcionados por la ciencia
social, por el
conocimiento profundo de cómo funcionan las
sociedades, que tipos de organizaciones sociales han existido en
la historia de la humanidad, cuales son sus leyes de
funcionamiento y como se pasa de una a otra.

El socialismo moderno era entonces una teoría
materialista y ya no idealista, porque se sustentaba en los
hechos históricos científicamente interpretados. El
socialismo de Carlos Marx y Federico Engels era un socialismo
científico.

Para Carlos Marx el socialismo científico estudia
cuando una sociedad ha madurado según sus propias leyes y
ha empezado a dejar de satisfacer a la mayoría de sus
habitantes: cuando sus relaciones de producción estorban
al desarrollo de las fuerzas productivas y los hombres han tomado
conciencia y
formado una voluntad de cambio para iniciar la gran empresa de armar
una nueva sociedad.

Este socialismo establece en consecuencia que es resultado del
desarrollo del capitalismo llevado al limite de sus
posibilidades. Cuando las relaciones de producción
capitalista estorban el desarrollo de las fuerzas productivas
susceptibles de beneficiar a las mayorías, entra en
crisis y abre
la posibilidad de su sustitución.

El socialismo era pensado por Marx y Engels como una etapa
histórica de la humanidad en la cual se iniciaba la
liberación de las fuerzas productivas, el establecimiento
de las relaciones de producción sin propiedad privada, con
un Estado de los trabajadores y con el poder hermanos del pueblo,
como medidas para liberar el desarrollo tecnológico que
pueda resolver los problemas de
bienestar social de la mayoría.

El socialismo es visto por Marx como una etapa entre el
capitalismo y el comunismo.

 

Elizabeth Romero Perez

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