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Desafíos y oportunidades de la gestión ambiental en el ámbito empresarial




Enviado por mariamh



    1. Resumen
    2. Relación empresa- medio
      ambiente.
    3. La gestión ambiental en
      el ambiento en el ámbito empresarial
    4. Conclusiones
    5. Recomendaciones
    6. Bibliografía

    RESUMEN

    Hoy en día, se entiende que la gestión
    ambiental en el ámbito de la gestión
    empresarial, es un factor crucial que influye decisivamente
    tanto en la imagen
    corporativa de la empresa como
    en la calidad del
    producto, en
    el costo de la
    comercialización y a lo sumo en la competitividad.

    La empresa juega un
    papel
    protagonista en la búsqueda y aporte de soluciones
    tecnológicas a los problemas
    medioambientales y para la empresa el
    medio ambiente
    constituye un mercado en
    rápida expansión y una oportunidad de negocio y de
    creación de empleo ,
    constituyendo además, una parte importante en la imagen,
    obtención de beneficios, calidad de la
    interacción empresa-entorno
    con el objetivo de
    integrar progresivamente los criterios de preservación del
    entorno en los procesos de
    decisión económica de las empresas.

    El trabajo que se muestra a
    continuación titulado desafíos y oportunidades de
    la gestión
    ambiental en el ámbito empresarial consta de dos
    capítulos donde mostramos un análisis exhaustivo de los indicadores
    necesarios para cumplir con lo establecido en materia de
    gestión
    ambiental, se estudia un fenómeno de total vigencia,
    importancia e interés
    para la realidad que se vive, la gestión ambiental ha
    pasado de ser un sueño a un hecho, las empresas cada vez
    más enfocan su gestión a la satisfacción de
    los clientes pero la
    situación internacional exige que deben insertarse en la
    gran oleada verde que esta tomando vigor en los últimos
    años. Finalmente se arriban a conclusiones y
    recomendaciones a tener presentes para mantener las empresas una
    posición ventajosa en los mercados abiertos
    y competitivos dependiendo , en gran medida, del éxito
    en la integración entre las exigencias de la
    competitividad
    y las que refieren a la protección del medio ambiente.

    INTRODUCCIÓN

    El crecimiento
    económico, la innovación de las actividades industriales
    y la innovación técnica no controlada
    contribuyen al deterioro medioambiental progresivo puesto de
    manifiesto desde la década de los sesenta. Esta
    situación ha llevado a un replanteamiento del tema, a un
    cambio de
    actitud, que
    considera los temas medioambientales como de gran relevancia
    social, hasta tal punto que hoy resulta común identificar,
    al menos parcialmente, calidad de
    vida con el disfrute de un medio ambiente
    lo más integro y lo menos deteriorado posible.

    La empresa, como agente determinante del proceso
    productivo, adquiere un activo protagonismo a la hora de hablar
    de las actuaciones ambientales, en este marco es que los gestores
    empresariales cuenten con una serie de técnicas
    precisas que les permitan determinar tanto el valor de los
    impactos derivados de su actividad productiva, como los costes
    que habría de internalizarce para eludir tales impactos o,
    al menos, reducirlos a la expresión mínima que la
    tecnología
    existente permita.

    No hay que olvidar que, al hablar de medio ambiente, es
    importante señalar que existe una gran incertidumbre que
    gira desde la propia definición y delimitación del
    concepto hasta
    saber cuál es o será el efecto de la actividad
    humana sobre el mismo, como se estiman y distribuyen los
    beneficios y costes medioambientales en el tiempo, en el
    espacio y entre los agentes económicos. Asimismo, las
    distorsiones que se manifiestan en el área ambiental
    obedecen a errores de planificación o la ausencia de la
    misma.

    La empresa cubana no ha sido ajena a la corriente
    internacional, ha intensificado sus esfuerzos por estrechar sus
    lazos con el medio ambiente, ha empezado a considerar el factor
    medioambiental como un elemento más de competitividad en
    la empresa y es indudable que se están modificando los
    esquemas actuales para explorar y explotar las ventajas
    potenciales del medio ambiente como respuesta lógica
    a las exigencias por incrementar su eficiencia
    económica.

    Esto ha provocado su inclusión en el duro bregar
    para contribuir al logro del desarrollo
    sostenible dadas las restricciones legales ante algunos
    ministerios como el de Ciencia
    Tecnología
    y Medio Ambiente (CITMA) al diagnosticarse como problema
    fundamental que la estrategia de
    registro,
    control y
    gestión de la actividad ambiental en algunas entidades
    poseen escasos análisis de los indicadores
    necesarios para cumplir con los reglamentos establecidos en
    materia de
    gestión ambiental.

    DESARROLLO

    Capítulo I
    Relación Empresa-Medio Ambiente.

    La consideración del medio ambiente en el marco
    de la gestión
    empresarial requiere de adecuaciones en las distintas esferas
    de decisión de las empresas. La internalización de
    costes que introduce la extensión de las restricciones
    ambientales, así como la utilización y
    aplicación de los instrumentos económicos y
    fiscales al respecto, conlleva no sólo su
    consideración en el área financiera, sino
    también, y particularmente, en el área de producción e incluso de recursos
    humanos.

    La ecología puede
    ofrecer al arte de la
    gestión empresarial la toma, en consideración, de
    una manera de enfocar los procesos de
    producción y consumo
    más completa que tiene en cuenta ciclos y procesos
    más amplios que los puramente
    económicos.

    La ecología es la
    más sólida base científica con que cuentan
    las técnicas
    de gestión empresarial, es en buena parte un conjunto de
    procesos de gestión ambiental.Los conceptos básicos
    de la ecología aportan ideas prácticas para la
    gestión empresarial ya que constituyen una mezcla de
    viejos modelos de
    gestión de los ecosistemas
    con avanzados procedimientos
    basados en la tecnología de punta para contribuir a la
    creación de las empresas insertadas suavemente en la
    biosfera.

    1. Elementos de complementariedad entre empresa y
      medio ambiente.

    Tradicionalmente la empresa y el medio ambiente han
    sido, y en ciertos aspectos siguen siendo, elementos enfrentados,
    incapaces de mirarse entre sí con guiños de
    complicidad: la empresa como amenaza para el medio ambiente y la
    preocupación como freno industrial de dicha empresa y a la
    creación de empleo.

    En los últimos años, sin embargo, esta
    contraposición básica ha ido superando
    conceptualmente al tiempo que se
    imponía el concepto del
    desarrollo
    sostenible, ampliamente compartido por los distintos
    países y grupos
    sociales, aceptándose de forma casi universal que en
    el crecimiento industrial puede y debe hacerse compatible con la
    preservación del medio.

    La empresa y el medio ambiente están condenados a
    entenderse: la empresa juega un papel
    protagonista en la búsqueda y aporte de soluciones
    tecnológicas a los problemas
    medioambientales y para la empresa el medio ambiente constituye
    un mercado en
    rápida expansión y una oportunidad de negocio y de
    creación de empleo , constituyendo además, una
    parte importante en la imagen,
    obtención de beneficios, calidad de la interacción
    empresa-entorno con el objetivo de
    integrar progresivamente los criterios de preservación del
    entorno en los procesos de decisión económica de
    las empresas.

    Por otra parte, es necesario tener presente que la
    empresa para mantener su posición en los mercados abiertos
    y competitivos dependerá, en gran medida, del éxito
    en la integración entre las exigencias de la
    competitividad y las que refieren a la protección del
    medio ambiente.

    Los elementos de esta relación de
    complementariedad son numerosos, pero, se podrían
    sintetizar en los dos que a continuación
    mencionamos:

    El respeto a las
    exigencias elevadas en materia de protección medio
    ambiental ha pasado a ser progresivamente considerado, en lugar
    de un coste adicional, a una fuente de ventajas competitivas, por
    sus consecuencias para comerciar libremente, el impulso al
    desarrollo
    tecnológico y a la modernización y
    racionalización de los procesos productivos y la mejora de
    la imagen de marca de la
    empresa y del producto, no
    solo frente a los consumidores sino también frente la
    parte social de la empresa.

    Desde el punto de vista de la oferta de
    bienes y
    servicios
    medioambientales, se abren unas enormes posibilidades al crearse
    un mercado en rápida expansión y con unas
    perspectivas para de crecimiento muy superior a la media de los
    restantes sectores.

    Los límites
    precisos de ese mercado, la consiguiente generación de
    empleo que se derivaría, así como sus perspectivas
    de crecimiento son difíciles de evaluar, sin embargo se ha
    estimado que el mercado de ecoindustria (comprendido el de
    servicio)
    representaba, en 1998, 200.000 millones de dólares a nivel
    mundial, contribuyendo la Unión
    Europea con la cuarta parte del total. Otros estudios
    prevén un crecimiento del mercado medio ambiental situado
    entre el 50% el 100% de1990 a 2002.

    1.2 Tendencia o Visiones actuales de los sistemas de
    gestión ambiental.

    En la actualidad las empresas a nivel internacional han
    asumido una responsabilidad ambiental al contribuir a un menor
    deterioro del medio ambiente a través del reconocimiento y
    ejecución de las diferentes acciones que
    se enuncian a continuación.

    Etiqueta ecológica: Logotipo que se
    muestra en un
    producto y que significa que se ha fabricado con el menor
    perjuicio posible para el medio ambiente, tiene como objetivo
    principal promover que los productos se
    fabriquen con el menor daño ambiental posible e informar a
    los consumidores sobre las repercusiones medioambientales de los
    productos que
    consuman. Esta etiqueta ecológica se le otorga a aquellos
    productos que tengan una menor incidencia sobre el medio ambiente
    a partir del establecimiento de unos criterios ecológicos,
    que permiten evaluar las repercusiones ambientales del producto
    durante todo su ciclo de vida,
    esto es, fabricación (incluyendo el empleo de recursos
    naturales), distribución, utilización y
    eliminación. Cualquier producto puede estar sujeto a este
    etiquetado excepto alimentos,
    bebidas y fármacos.

    A escala global,
    las etiquetas ambientales se originaron independientemente en
    muchas industrias. Este
    sistema favorece
    que el consumidor escoja
    el producto basándose en una información exacta y sincera de los
    daños que su fabricación ha ocasionado sobre el
    medio ambiente. La
    Organización Internacional de Normalización (ISO) ha
    establecido unos criterios a los que deben ajustarse las
    etiquetas.

    Ecocondicionamiento: En virtud de que un gran
    porciento de los desechos que se generan consisten en envases y
    embalajes, se han adoptado regulaciones y otros tipos de medidas
    tendentes a reducir la generación de este tipo de
    desechos. Para ello alientan procesos de depósitos –
    reembolso de envases, la aplicación de un cargo adicional
    al precio de
    envases y embalajes que cubra su manejo, disposición final
    y su reciclado. Estas medidas afectan también el comercio
    internacional de productos, ya que los productos importados
    deben ajustarse a los requerimientos normativos en la materia y
    las compañías exportadoras deben contar con los
    mecanismos para recolectar y reutilizar o reciclar sus envases y
    embalajes.

    Impuestos y cargos sobre emisiones

    Estos se han aplicado con éxito para reducir los
    afluentes en los casos en que las descargas son fácilmente
    observables y medibles y en los que se puede determinar la
    magnitud de los daños potenciales. Una limitación
    es que a la fecha, los montos de los impuestos se han
    mantenido relativamente bajos, lo que dificulta el logro de los
    objetivos
    ambientales.

    Impuestos indirectos

    Antes de introducir nuevos impuestos
    ambientales es preciso eliminar los impuestos de otra
    índole que tienen efectos en detrimento del ambiente. Al
    mismo, puede optarse por cambios en la estructura de
    los impuestos sobre bienes y
    servicios que
    incentiven el control de
    la
    contaminación o por la producción de impuestos
    a productos potencialmente peligrosos, como plaguicidas, para
    inducir su empleo racional. La introducción de impuestos a las materias
    primas y a la energía es otra alternativa para estimular
    su ahorro y uso
    eficiente, aunque existen limitaciones a su empleo.

    Impuesto al carbono

    Como una de las medidas para reducir el calentamiento
    global, se ha introducido este tipo de impuesto sobre
    todo en relación con las fuentes de
    energía, en cuyo caso se toma la contribución a la
    generación de bióxido de carbono. Una
    de sus limitaciones es que deben ser relativamente altos para
    contribuir de manera significativa a reducir las emisiones. Por
    lo general estos impuestos se equilibran con otras medidas
    fiscales que eviten impactos negativos en sectores de bajos
    ingresos.
    También deben considerarse los cambios estructurales en la
    economía
    por la introducción de esos impuestos, que puedan
    incidir en la distribución geográfica de los
    ingresos y el
    empleo en diferentes sectores, así como los patrones del
    comercio
    internacional en el sector energético.

    1.3 El marketing
    ecológico desde una perspectiva
    empresarial.

    Cuando se trata de buscar responsabilidades todas las
    miradas apuntan hacia la empresa, en general, y hacia el marketing, en
    particular. El marketing, como brazo visible de la empresa, se
    convierte en el centro de todas las críticas por cuanto su
    finalidad última es vender una mayor cantidad de producto.
    En definitiva, generar un mayor consumo,
    concepto que trata de aunar dos realidades contradictorias en un
    principio: vender productos y proteger el medio
    ambiente.

    Desde una perspectiva empresarial, el marketing
    ecológico es el marketing que aplican aquellas empresas
    que adoptan un enfoque de marketing social para comercializar
    productos ecológicos, es decir, aquellas empresas que
    buscan satisfacer las necesidades sociales junto a las
    necesidades presentes de los consumidores. En este sentido, se
    puede definir como:

    El proceso de
    planificación, implantación y
    control de una política de producto,
    precio,
    promoción y distribución que permita
    conseguir los tres siguientes criterios
    :

    • que las necesidades de los clientes sean
      satisfechas,
    • que los objetivos de
      la organización sean conseguidos
      y,
    • que el proceso genere el mínimo impacto
      negativo en el ecosistema.

    1.3.1 Funciones del
    marketing ecológico.

    Bajo la perspectiva ecológica, el marketing debe
    contribuir al desarrollo
    sostenible, de forma que diseñe ofertas comerciales
    que permitan satisfacer las necesidades presentes de los
    consumidores sin comprometer la capacidad de satisfacer las
    necesidades futuras de esta y de las próximas
    generaciones. Para ello, el marketing ecológico debe
    asumir como misión
    tres funciones:
    redirigir la elección de los consumidores, reorientar el
    marketing mix de
    la empresa y reorganizar el comportamiento
    de la empresa.

    1. Redirigir las elecciones del consumidor.

    Puesto que la gran mayoría de la sociedad actual
    no está dispuesta a reducir su nivel de consumo, el reto
    del marketing es transformar la forma de consumo: consumir de
    forma diferente. Para ello, el responsable de marketing debe
    conseguir poner al consumidor de su parte mediante su educación, tanto en
    los problemas como en las soluciones medioambientales. Se trata
    de conseguir que la preocupación por las cuestiones
    ecológicas se traslade al comportamiento
    de compra y consumo. O lo que es lo mismo, se trata de
    incrementar el tamaño del segmento de consumidores
    ecológicos.

    La educación del
    consumidor se convierte en un paso necesario para superar lo que
    se puede calificar como "el mayor problema ecológico
    que sufre el planeta"
    , la falta de información medioambiental.

    2. Reorientar el marketing
    mix.

    Para conseguir que la calidad del medio ambiente no se
    vea afectada negativamente por las decisiones de marketing es
    necesario incorporar objetivos ecológicos a cada una de
    las políticas
    de marketing. En este sentido, es necesario quedar claro que no
    se trata de enfrentar a los objetivos económicos de cada
    variable de marketing con los objetivos ecológicos. Se
    trata de buscar la consecución de ambos a la
    vez.

    1.3.2 Políticas
    ligadas a las variables del
    marketing.

    Las empresas deben elaborar políticas
    consecuentes con fines ecológicos donde se busque una
    participación sistémica de todas las variables que
    intervienen en el marketing.

    1.Política de
    producto

    Las decisiones de producto deben ir encaminadas a
    diseñar un producto de forma que se minimice el consumo de
    recursos escasos
    y la generación de residuos a lo largo de todo el ciclo de vida
    del producto pero sin comprometer las características necesarias para satisfacer
    las necesidades actuales del cliente. No debe
    olvidarse que nadie compra un detergente para salvar el planeta,
    sino para que su ropa quede limpia. A la hora de diseñar
    un producto ecológico la empresa ha de tratar que la
    función
    ecológica no afecte de forma negativa ni a las funciones
    técnicas y comerciales del producto y de su envase ni a la
    rentabilidad
    de la empresa.

    En este sentido, un producto ecológico
    debe ser definido como:

    Aquel producto que cumpliendo las mismas funciones que
    los productos equivalentes, su daño al medio ambiente es
    inferior durante la totalidad de su ciclo de vida. Es decir, que
    la suma de los impactos generados durante la fase de
    extracción de la materia prima,
    de producción, de distribución, de uso / consumo y
    de eliminación es de menor cuantía que en el caso
    del resto de productos que satisfacen la misma
    necesidad.

    La concepción de un producto ecológico,
    por tanto, no implica únicamente la consideración
    del producto en sí mismo, sino, también, de su
    proceso de fabricación. No puede existir un producto
    ecológico si se ignora el comportamiento medioambiental de
    los medios de
    producción e, incluso, del resto de áreas
    funcionales de la compañía. Por esta razón
    podemos clasificar los atributos ecológicos del producto
    en dos tipos:

    1.- Atributos específicos del producto, tales
    como su duración, su facilidad para
    reciclarse/reutilizarse o el tipo y cantidad de materiales
    usados en el producto y su envase.

    2.- Atributos específicos del proceso y del
    fabricante, tales como el consumo de energía y agua o la
    generación de residuos.

    2.Política de precios.

    Para el marketing ecológico se debe fijar un
    precio que refleje la estructura de
    costes de la empresa una vez que se han recogido todos los costes
    ecológicos derivados de la fabricación del
    producto.

    Una de las decisiones de marketing ecológico
    más complejas es la referente a la estrategia de
    precio a seguir frente a la competencia. Por
    una parte puede ser necesario utilizar una estrategia de precios
    superiores a la competencia bien
    porque la empresa soporta unos costes mayores derivados de la
    internalización de los costes medioambientales o bien
    porque unos precios inferiores o similares al de los competidores
    pueden generar una imagen de producto de poca calidad. Hay que
    tener presente que el precio puede representar una fuente de
    información sobre la calidad de producto. En este sentido
    hay consumidores que consideran que el atributo ecológico
    es un valor
    añadido al producto y que si no vale más es porque
    su eficacia o
    calidad técnica es inferior.

    Por su contra, utilizar una estrategia de precios
    superiores puede convertirse en el principal freno a la compra de
    productos ecológicos. La observación del mercado parece demostrar
    que el consumidor no está dispuesto a hacer un sacrificio
    monetario para adquirir un producto ecológico, a pesar de
    que algunos estudios de mercado suelen reflejar un porcentaje
    considerable de individuos que pagarían un sobreprecio por
    estos productos.

    Por tanto, hay que considerar que existe un
    límite superior del valor percibido por el consumidor como
    techo a la posibilidad de precios altos. Por encima de este
    nivel, el efecto inhibidor de la compra será efectivo y el
    consumidor no comprará el producto a pesar de su
    predisposición a la compra de productos
    ecológicos.

    3.Política de
    distribución.

    La distribución debe permitir poner el producto a
    disposición del consumidor en el lugar y en el momento
    oportuno, en la cantidad deseada, a un coste aceptable para la
    empresa y de una forma atractiva para el consumidor. Pero,
    además, debe tratar de:

    a) Minimizar el consumo de recursos escaso y
    la generación de residuos durante la distribución
    física del
    producto (transporte,
    almacenamiento,
    manipulación).

    b) Incorporar el impacto medioambiental causado como una
    variable más en el proceso de elección de los
    distribuidores.

    c) Crear, en su caso, un sistema eficiente
    de distribución inversa para los residuos que se puedan
    reincorporar al sistema productivo como materia prima
    secundaria.

    4.Política de comunicación.

    Dentro de su objetivo último de estimular la
    demanda del
    producto, la
    comunicación ecológica debe buscar un doble
    objetivo
    :

    A) Educar medioambientalmente a todas las partes
    interesadas y

    B) Contribuir a crear una imagen de responsabilidad medioambiental que permita,
    directa o indirectamente, tener un reflejo positivo en las
    ventas.

    La comunicación ecológica no es
    sólo comunicación comercial, puesto que los
    destinatarios de los mensajes ecológicos no son solamente
    el mercado sino todos los grupos de
    interés
    de la empresa: administraciones públicas, inversores,
    entidades financieras y aseguradoras, asociaciones ecologistas,
    asociaciones de consumidores, y, en definitiva, toda la sociedad en
    general.

    Los instrumentos de promoción a disposición de una
    política ecológica de comunicación son los
    mismos que se pueden aplicar en otro tipo de promoción
    comercial, sin embargo, es necesario destacar algunas
    diferencias:

    1.- Las relaciones
    públicas tienen mayor relevancia que la
    comunicación en medios de
    comunicación masivo, puesto que permite dotar de mayor
    credibilidad al mensaje.

    2.- Existen algunos instrumentos de comunicación
    específicos para los mensajes ecológicos, tales
    como las etiquetas ecológicas (Aenor- Medio Ambiente,
    Etiqueta Ecológica Europea, Distintivo de Calidad
    Ambiental, Angel Azul, etc.), la certificación de Sistemas de
    Gestión Medioambiental (ISO 14001,
    EMAS), las memorias
    medioambientales o las memorias de
    sostenibilidad.

    1.3.3 Reorganización del comportamiento de la
    empresa con la aplicación del Marketing
    Ecológico.

    El marketing ecológico no es solamente un
    conjunto de técnicas destinadas a diseñar y
    comercializar productos menos perjudiciales para el entorno
    natural; es, también, una forma de entender las relaciones
    de intercambio, basada en buscar la satisfacción de las 3
    partes que intervienen en ella: el consumidor, la empresa y el
    medio ambiente.

    Como sucede con la implantación de una
    filosofía marketing, aplicar la filosofía que hay
    detrás del marketing ecológico no se puede limitar
    a implantar un departamento de marketing que aplique las
    técnicas del marketing ecológico. Adoptar la
    filosofía de marketing ecológico exige que el
    respeto por el
    medio ambiente impregne todo el comportamiento de la
    organización, no solamente los aspectos
    comerciales.

    Un producto no debería ser comercializado como
    ecológico centrándose únicamente en el
    producto en sí, mientras ignora las implicaciones
    ecológicas de la fabricación y de la
    compañía en su conjunto. En este supuesto, la
    empresa se encontrará sometida al continuo riesgo de recibir
    críticas por parte de los distintos grupos de
    presión
    y a la pérdida de confianza del consumidor. Este fue el
    error que cometió, por ejemplo, Proter&Gamble cuando
    desarrolló Ariel Ultra, un detergente concentrado que
    eliminaba de su fórmula los fosfatos. El detergente en si
    suponía una gran mejora medioambiental pero recibió
    innumerables críticas de ecologistas porque durante la
    fase de I+D se había experimentado con animales.

    Por tanto, el marketing ecológico tiene la
    función
    de desarrollar, a través de acciones de
    marketing interno, una cultura
    empresarial basada en la preocupación medioambiental.
    Cultura que
    debe ser aceptada por todos los trabajadores de la empresa,
    independientemente de su nivel jerárquico (desde la alta
    dirección hasta los operarios de
    línea) e independientemente de su función (compras,
    producción, comercialización, financiación,
    etc.).

    En definitiva, podemos considerar que el marketing no
    será ecológico si no existe una gestión
    medioambiental de la empresa.

    1.3.4 El medio ambiente como fuente de ventaja
    competitiva

    El entorno empresarial ha experimentado importantes
    cambios desde la aparición de un consumidor
    ecológicamente responsable hasta el desarrollo de una
    estricta legislación medioambiental, pasando por
    trabajadores, inversores y vecinos que tienen en cuenta el
    comportamiento social y ecológico de la empresa. En
    definitiva, se trata de un entorno que exige a la empresa el
    diseño
    de sus objetivos teniendo en cuenta una dimensión social y
    ecológica de la misma que complemente a su
    dimensión económica.

    1) Un nuevo entorno competitivo para las
    empresas

    Aunque la primera oleada verde surgió allá
    por principios de los
    70, ha sido a partir de la segunda mitad de los 80 cuando la
    preocupación por el medio ambiente se ha generalizado en
    la sociedad. Hoy en día, el 87% de los españoles
    consideran que el deterioro del medio ambiente es un problema
    grave o muy grave que requiere una actuación
    urgente.

    Los directivos no pueden cerrar los ojos ante esta
    evolución del entorno si desean mantener la
    capacidad competitiva de su empresa. No se trata de asumir la
    responsabilidad
    social de la empresa por razones éticas sino por mera
    cuestión de supervivencia.

    Para algunos autores el medio ambiente es un factor
    más del entorno general (o macroentorno) que hay que
    analizar junto a los cuatro factores tradicionalmente analizados
    (entorno sociocultural, entorno político-legal, entorno
    económico y entorno tecnológico). Para otros, no es
    necesario hablar de un nuevo entorno sino que el factor
    medioambiental se incorpora a los cuatro factores tradicionales.
    Así, dentro del entorno tecnológico hay que
    analizar la aparición de tecnologías más
    limpias y la generalización de programas de
    fomento de la I+D medioambiental. Dentro del entorno
    político- legal hay que analizar, entre otros, las
    diversas medidas legislativas de carácter
    medioambiental. Dentro del entorno económico, las medidas
    fiscales y financieras adoptadas por los gobiernos para
    incentivar la mejora medioambiental. Y dentro del entorno
    sociocultural, el nivel de información y formación
    de la población sobre los distintos problemas
    ecológicos y su comportamiento y reacción frente a
    las distintas estrategias de
    marketing ecológico que se pueden adoptar.

    De un modo u otro, lo que debe quedar claro es que el
    medio ambiente debe introducirse en el pensamiento
    estratégico al constituirse como una parte fundamental del
    entorno empresarial.

    2) La valoración de los efectos del nuevo
    entorno sobre la competitividad.

    Ante la valoración de los efectos que sobre la
    organización genera este nuevo entorno hay
    quienes han adoptado un enfoque negativo. Esta postura, avalada
    por las opiniones expresadas por los directivos en algunos
    estudios, considera que la inclusión del medio ambiente en
    la gestión empresarial conlleva una pérdida de
    competitividad para esta. Medio ambiente y empresa no pueden
    beneficiarse al mismo tiempo. El medio ambiente es un coste para
    la empresa: impuestos, tasas y licencias, inversiones en
    modificar los equipos productivos, control de las emisiones,
    instalación de filtros anticontaminantes, seguros por
    riesgos
    medioambientales y así un largo
    etcétera.

    Sin embargo, este enfoque parece muy limitado desde una
    óptica
    estratégica. Efectivamente los cambios provocados por el
    factor medioambiental van a modificar la actuación de la
    empresa, desde su estrategia corporativa hasta las distintas
    estrategias
    funcionales. Pero su efecto es similar al de otros factores
    característicos de la actual evolución del entorno empresarial (globalización de la economía, el
    desarrollo de las tecnologías de la información, el
    mayor nivel cultural de la población, la mayor disponibilidad de
    tiempo libre, el acceso de la mujer al mundo
    laboral, el
    envejecimiento de la población, la disminución de
    la unidad familiar.

    La empresa compite en un entorno competitivo global
    caracterizado por su incertidumbre, dinamicidad y complejidad. La
    dirección estratégica que desarrolle
    será la encargada de adaptar a la empresa a los cambios
    que se produzcan, tratando de transformar un entorno dominador en
    un entorno dominado. La estrategia empresarial será la
    encargada de intentar transformar riesgos en
    oportunidades para adaptarse con la mayor rapidez posible al
    entorno. De este modo, el factor medioambiental afectará
    negativamente a las empresas que reaccionen tarde o simplemente
    no reaccionen; pero afectará positivamente a las empresas
    que se adapten mejor. Este nuevo entorno supone la
    aparición de nuevas ventajas competitivas susceptibles de
    ser aprovechadas por aquellas empresas que comprendan la
    importancia de aprovechar esta oportunidad.

    En otras palabras, según un enfoque positivo la
    búsqueda del beneficio para el medioambiente no supone
    necesariamente perjudicar a la empresa. El solapamiento de los
    objetivos ecológicos y económicos es mayor de lo
    que se podría creer en un principio. Es posible conseguir
    un beneficio común. Una mejor actuación
    medioambiental de la empresa puede conllevar una mejora de su
    competitividad. Son las denominadas situaciones win- win- win. A
    la vez que la empresa consigue maximizar sus objetivos
    financieros y el cliente consigue
    satisfacer sus necesidades a través del producto de la
    empresa, el medio ambiente sale beneficiado a través de
    una minimización del impacto causado.

    Esta mejora puede proceder, tanto desde el lado de la
    oferta
    (vía mejora de la productividad), como desde la
    orientación hacia la demanda
    (vía diferenciación del producto).

    1- La mejora de la productividad como
    consecuencia de un posible ahorro de
    costes. De forma análoga a la gestión de la
    calidad, las inversiones y
    los incrementos de costes derivados de adaptar nuestro proceso y
    nuestro producto a criterios medioambientalmente más
    estrictos (costes de prevención) pueden ser amortizados a
    través del ahorro de los siguientes costes:

    a) Costes de despilfarro: provocados por el mal
    uso de los recursos.
    b) Costes legales: tanto los derivados de cumplir con la
    legislación vigente como los costes derivados de su
    incumplimiento (sanciones, indennizaciones,etc.)
    c) Costes de pérdida de imagen: una imagen negativa
    del comportamiento de la empresa ante el medio ambiente puede
    llevar a un rechazo de sus productos por parte de los
    clientes.

    Por tanto, se puede decir que invertir en
    prevención del impacto medioambiental (costes de calidad
    medioambiental) puede compensar la existencia de unos costes de
    no calidad medioambiental (multas y sanciones, impuestos, costes
    de restauración del daño o de limpieza, seguros de
    cobertura de riesgos medioambientales).

    2.- La diferenciación del producto. De
    igual forma que la calidad, la marca, el envase,
    los servicios añadidos, etc. son medios de
    diferenciación, los atributos ecológicos del
    producto o del envase o la imagen de empresa preocupada por el
    medio ambiente también pueden constituirse en elementos de
    diferenciación para un segmento de consumidores, los
    ecológicos, que poco a poco adquiere un mayor
    tamaño. Estos consumidores están dispuestos a
    preferir, a igualdad de
    precios y calidad, una marca con atributos ecológicos
    frente a las marcas
    competidoras o, incluso, a pagar un sobreprecio por ella. Por
    tanto, el medio ambiente puede ser beneficioso para la empresa
    mediante la creación de una imagen de empresa/producto
    verde creada a través de la aplicación de una
    estrategia de marketing creíble que de a conocer al
    mercado los esfuerzos realizados en la empresa en materia de
    protección medioambiental.

    La creación de esta imagen de empresa respetuosa
    con el entorno natural es muy valiosa no sólo de cara a
    nuestros consumidores potenciales sino también de cara a
    otros stakeholders (1) de la empresa como:

    a) los actuales y potenciales empleados, que comienzan
    a preguntarse su responsabilidad en la contaminación generada por su
    empresa.
    b) los organismos públicos, que comienzan a incorporara
    la variable medioambiental en los procesos de compra
    pública y licitaciones de obra.
    c) los potenciales inversores, puesto que cada vez más
    personas buscan invertir su dinero de
    forma coherente con sus valores
    éticos.
    d) las entidades financieras, que comienzan a incluir
    consideraciones medioambientales en el proceso de
    concesión de créditos.

    3) ¿Cómo transformar el medio ambiente
    en ventaja competitiva?

    En el debate sobre
    el medio ambiente como ventaja competitiva se puede establecer
    una clara equivalencia con el debate habido
    en los años 80 sobre los beneficios de la gestión
    de la calidad. Si años antes surgió el concepto de
    gestión de la calidad total
    (TQM. Total Quality Management) ahora hay que hablar
    también de la gestión medioambiental de la calidad total
    (TQEM, Total Quality Environmental Management). En ambos casos,
    aunque en el corto plazo la empresa tenga que hacer frente a
    mayores inversiones y a un posible incremento de costes
    operativo, en el medio y largo plazo se consigue una mayor
    rentabilidad
    Como se puede desprender de lo anterior, para beneficiarse de una
    situación win-win-win es necesario que la empresa adopte
    una actitud pro
    activa y no defensiva frente al medio ambiente. La actitud
    defensiva centra la actuación de la empresa en el corto
    plazo y deriva en la adopción
    de medidas correctoras del impacto medioambiental causado, en las
    denominadas medidas al final de la tubería. Bajo este
    enfoque, es indudable que el nuevo entorno supone un incremento
    de los costes para la empresa y no una fuente de ventaja
    competitiva. Además, desde el punto de vista
    medioambiental, el problema no se suele eliminar, sino que se
    transforma o se desplaza en el tiempo o en el espacio. Por su
    contra, una actitud pro activa tiene una visión a largo
    plazo y deriva en la adopción
    de medidas preventivas. La premisa de la que parte es que suele
    ser más rentable, a largo plazo, evitar la
    generación del impacto medioambiental en su fuente a
    través de la mejor tecnología económicamente
    disponible que tratar de corregirlo o minimizarlo después
    de generado. Así, es preferible rediseñar
    productos, procesos y la estructura funcional de la empresa que
    implantar filtros de gases,
    depuradoras de aguas residuales o descontaminar suelos.

    1.3.5 Normas para la
    certificación de la actuación
    medioambiental.

    La International Organization for
    Standardization) ha ido completando diversas
    normas para la
    certificación de las actuaciones medioambientales de las
    entidades. La ISO 14001 se enmarca dentro de la serie de normas ISO
    14000 relativas a la materia medioambiental.

    Esta norma de certificación de los sistemas de
    gestión medioambientales recoge las especificaciones y
    directrices para su utilización, pero solamente aquellos
    requisitos que pueden ser auditados objetivamente con el
    propósito de su certificación o registro.

    1.3.5.1 La ISO 14001: Aspectos
    básicos.

    El objetivo específico de las Normas
    Internacionales sobre Gestión Medioambiental tienen como
    finalidad ofrecer a las organizaciones
    los elementos de un sistema de gestión medioambiental
    efectivo, que pueda ser integrado dentro de la gestión
    general de la entidad, para ayudarles a conseguir los objetivos
    medioambientales y económicos.

    La norma ISO 14001 recoge los requisitos y
    especificaciones a seguir por las organizaciones
    para poder obtener
    la certificación ISO de su Sistema de Gestión
    Medioambiental

    El objetivo final de los SGMA es la mejora continua del
    comportamiento medioambiental de las entidades siguiendo las
    siguientes fases:

    1. Política Medioambiental

    2. Planificación

    3. Implantación y Funcionamiento

    4. Control y Acción Correctora

    5. Revisión por la Dirección

    Este modelo a
    seguir debe utilizar la retroalimentación para conseguir la mejora
    continua y recoger las siguientes partes y apartados:

    1. Objeto y Campo de aplicación

    2. Normas para consulta

    3. Definiciones

    4. Requisitos del Sistema de Gestión
    Medioambiental

    4.1. Requisitos Generales

    4.2. Política medioambiental

    4.3. Planificación

    4.4. Implantación y funcionamiento

    4.5. Comprobación y acción
    correctora

    4.6. Revisión por la Dirección

    ANEXOS

    A. Directrices para el empleo de la
    especificación

    B. Correspondencias entre la norma ISO 14001 y la norma
    ISO 9001

    C. Bibliografía

    Capítulo
    II: La gestión ambiental en el ambiento en el
    ámbito empresarial

    Hoy en día, se entiende que la gestión
    medioambiental en el ámbito de la gestión
    empresarial, es un factor crucial que incluye decisivamente tanto
    en la imagen
    corporativa de la empresa, como en la calidad del producto,
    en el costo de
    comercialización y, a lo sumo , la competitividad. Las
    empresas punteras, a nivel internacional, están
    demostrando que sus programas de
    gestión medioambiental, más rigurosos y ambiciosos,
    están incidiendo positivamente en la renovación
    tecnológica, con ventajas indudables para los factores
    coste-beneficio ya que, en realidad, son programas de ahorro y
    racionalización de recursos

    2.1 Importancia de la Gestión medioambiental
    en la empresa.

    Sin duda, contaminar resulta cada vez más caro,
    transmitiendo, además, una imagen de la empresa nada
    favorable en los criterios ecológicos con los que hoy en
    día se guía el consumidor. Por eso, conceptos como
    ecoproducto, tecnología limpia, marketing
    ecológico, empresa ecológica, se están
    imponiendo en la sociedad y en el mundo empresarial.

    De ahí que la gestión medioambiental
    integra hoy una concepción global, estratégica, de
    la producción que, en la práctica, se traduce como
    la revisión de la situación medioambiental de
    una empresa
    que le ha de permitir identificar, evaluar y controlar los
    riesgos en cuestiones relacionadas con el medio ambiente,
    determinar los errores o deficiencias presentes en el proceso
    productivo, o en la gestión, y ofrecer alternativas
    posibles a estos problemas.

    La gestión de la función de
    prevención de riesgos es algo más que control a las
    instalaciones técnicas. Un departamento de
    prevención de riesgos medioambientales no tiene monopolio
    alguno en esta área, pues incide en todas las facetas de
    un negocio, por lo que en un futuro los especialistas no
    serán necesarios, sino que cada profesional, además
    de conocer de su área, deberá saber de medio
    ambiente.

    Este tema preocupa a la sociedad actual (empresarios,
    consumidores, etc.); la industria
    empieza a tomar conciencia cada
    día más de la imposibilidad de desarrollar una
    óptima gestión empresarial sin llevar
    simultáneamente una buena gestión en
    prevención de riesgos (laborales y medioambientales) como
    consecuencia de la interrelación existente entre
    producción, calidad y seguridad. Los
    problemas se derivan del incipiente grado de desarrollo de la
    técnica, y de los trabajos que se están realizando
    y normalizando. Aunque se presentan varios obstáculos la
    valoración monetaria de los beneficios y costes
    ambientales es una forma de expresarlo en términos
    comprensibles para el público y un medio de hacer
    explícitos los objetivos de los decisores. Puede haber un
    mercado medioambiental, si bien el medio ambiente no es un
    mercado en sí.

    No existe un mercado específico para el medio
    ambiente, pues son bienes públicos, sin precio asignado,
    pero las acciones para mantenerlo sin contaminar si lo tienen; el
    hecho es que la sociedad está, en la práctica,
    concediendo un valor implícito a muchos de estos bienes
    desde el mismo momento en que se adoptan decisiones con impacto
    sobre el medio ambiente.

    Los gestores en las empresas no poseen medios para
    valorar el medio ambiente; lo que se hace es valorar los medios
    necesarios para mantener el medio ambiente sin
    contaminar.

    El análisis económico medioambiental va a
    la zaga de otras disciplinas científicas, al mismo tiempo
    que tiene un sesgo hacia aspectos muy parciales del área
    económica ambiental. Este sesgo es básicamente
    hacia el análisis de los costes de prevención y/o
    corrección de la
    contaminación, siendo mucho menos estudiado la
    incidencia del deterioro del medio ambiente como impacto negativo
    en la actividad económica de la empresa. Estas dos partes
    se enfocan de manera aislada, aunque sean dos partes totalmente
    interrelacionados.

    Entre las medidas que se requieren para determinar los
    costes ambientales, con vistas a un mecanismo de fijación
    de precios más eficaz desde el punto de vista ambiental,
    figuran: la redefinición de los conceptos, las normas,
    convenciones y metodologías relacionados con la contabilidad,
    de tal modo que el consumo y uso de recursos ambientales
    intervengan como parte de los costes totales de producción
    y queden reflejados en los precios de mercado.

    Estas medidas deben comprender una supervisión y unos controles apropiados
    para garantizar la transparencia del mercado y una competencia
    equitativa.

    Actualmente el contexto es favorable para empezar a
    normalizar la microeconomía ambiental con el objetivo de
    evitar distorsiones en el mercado, se está trabajando en
    la normalización de productos, de maquinarias,
    etc. A nivel internacional en los comités de la ISO,
    está adquiriendo gran importancia la certificación
    de los productos con base en criterios medioambientales y de
    seguridad

    Dentro de un sistema de calidad total de la empresa, se
    debe tener presente el grado de incumplimiento de las normas
    medioambientales y que en la producción de un daño
    pueden dar lugar a procesamiento entre el personal de la
    empresa, pago de multas importantes, indemnizaciones muy elevadas
    por la reparación del daño causado e incluso el
    cierre de la actividad contaminante de la empresa, por ejemplo la
    Comisión de la Unión
    Europea encargada de los asuntos medioambientales
    empresariales, recomienda que las empresas deberían
    revelar en sus informes
    anuales, los por menores de su política y sus actividades
    de medio ambiente, así como los efectos de éstas;
    reflejar en sus sistemas de contabilidad
    los gastos en
    programa de
    medio ambiente (lo cual requiere una definición clara de
    dichos gastos), y tener
    en cuenta en su contabilidad los riesgos ambientales y los
    futuros gastos relacionados con la protección del medio
    ambiente.

    2.1.2. Ventajas que nos proporcionan los
    SGA

    La gestión del medio ambiente en las empresas
    puede representar una ventaja económica,
    estratégica y de imagen, pero, generalmente a corto plazo,
    implica la necesidad de realizar unas mayores inversiones e
    incluso un aumento de los costes operacionales, al igual que
    sucede con la adaptación de la nueva normativa. La mayor
    importancia económica respecto a la viabilidad de la
    propia empresa se debe a que un incumplimiento grave de las
    normas medioambientales vigentes puede dar lugar incluso al
    cierre de las instalaciones de la empresa que produzcan una
    contaminación importante, además del
    pago de una multa de cuantía elevada y, sobre todo, en
    muchos casos, el coste que supone la reparación de los
    daños originados al medio ambiente o, subsidiariamente, la
    indemnización correspondiente.

    2.1.3 Los sistemas de gestión ambiental como
    parte de la estrategia de negocio.

    La importancia que se le conceda a la variable
    medioambiental dentro de la estrategia de negocio puede variar
    considerablemente de una empresa a
    otra, del mismo modo que las empresas pueden adoptar diferentes
    grados de preocupación por la gestión de la
    calidad. Aunque el medio ambiente puede ser la fuente de una
    ventaja competitiva, la incorporación del medio ambiente
    en la gestión empresarial va a depender tanto de la
    situación concreta del entorno de la
    compañía (no todas las empresas y sectores se ven
    afectadas de igual forma por el entorno medioambiental) como de
    la propia organización de que se trate (sus recursos y
    capacidades).

    Aún cuando se desee, es posible que la empresa se
    encuentre con dificultades para incorporar el factor
    medioambiental en su gestión por razones muy diversas,
    como la incapacidad para acceder al capital que
    requieren las inversiones de mejora medioambiental, la falta de
    información y conocimiento
    técnico sobre la materia, las actitudes del
    personal o la
    falta de un verdadero compromiso de la alta
    dirección.

    Siguiendo la propuesta de Roome (1992), las estrategias
    frente al medio ambiente pueden clasificarse en función
    del grado de cumplimiento de la legislación vigente, como
    se muestra a continuación, desde la más defensiva a
    la más proactiva:

    1.- Estrategia de no cumplimiento. Es la opción
    tomada por empresas que no pueden reaccionar a los requerimientos
    medioambientales por no disponer de recursos y capacidades
    suficientes y por aquellas otras empresas que cuyos directivos
    tienen una baja percepción
    de la importancia del factor medioambiental (lo consideran una
    moda o un lujo
    al que su empresa no puede hacer frente). Esta estrategia es la
    denominada por otros autores como la estrategia de avestruz,
    basada en ignorar el problema y no hacer nada.

    2.- Estrategia de cumplimiento. Consiste en limitarse al
    estricto cumplimiento de la legislación vigente en cada
    momento. Se trata de una actitud reactiva por lo que la empresa
    no puede esperar que su actuación le proporcione una
    ventaja competitiva frente a otras empresas.

    Esta suele ser la estrategia más común.
    Los diversos estudios empíricos realizados recogen que
    sigue siendo la legislación el factor de mayor presión a
    la hora de adoptar medidas de carácter
    medioambiental. Este hecho nos viene a indicar que los directivos
    de las empresas españolas siguen considerando las demandas
    medioambientales más como una amenaza que como una
    oportunidad para diferenciarse frente a los
    competidores.

    3.- Estrategia de plus de cumplimiento. Consiste en
    fijar una política medioambiental que supere los
    requisitos legales. Esta actitud proactiva en la gestión
    medioambiental se centran en aquellos aspectos de los que se
    puede obtener algún beneficio por parte de la empresa o
    los que son más fáciles de asumir por la
    organización. Las empresas con esta estrategia son las que
    acceden a los instrumentos voluntarios de la política
    medioambiental tales como el etiquetado ecológico de
    productos o la certificación de los sistemas de
    gestión medioambiental.

    4.- Estrategia de excelencia medioambiental. Es propia
    de aquellas empresas que buscan la excelencia empresarial. Bajo
    esta estrategia se entiende que la gestión medioambiental
    es un ejercicio más de una buena administración del negocio. La calidad
    gestionada no será total si se dejan sin considerar los
    medios necesarios para diseñar y desarrollar productos y
    procesos limpios. Es decir que, desde este punto de vista, los
    impactos negativos y las emisiones al medio ambiente son defectos
    en la calidad similares a la desviación en las
    especificaciones en los productos. Contaminación equivale
    a ineficiencia.

    5.- Estrategia de liderazgo
    medioambiental. Propia de aquellas empresas que delimitan las
    prácticas de gestión medioambiental más
    avanzadas de su sector. Pretenden ser los primeros en acometer
    una medida medioambiental.

    Esta estrategia es complementaria con la estrategia de
    plus de cumplimiento y la estrategia de excelencia
    medioambiental. Por esta razón podríamos considerar
    que las empresas que siguen una estrategia de plus de
    cumplimiento pueden seguir dos estrategias diferentes: la
    estrategia de liderazgo y la
    estrategia defensiva. Esta última sería la que
    adoptan las empresas que mejoran la calidad medioambiental de su
    producto o de su proceso como respuesta a las medidas adoptadas
    por la competencia. Muchas veces basta con que la competencia se
    vuelva verde para que la empresa reaccione.

    2.2 Parámetros valorativos para la
    implantación de un SGA

    Debido a la relevancia e importancia que va tomando la
    utilización de SGA en la empresa es importante introducir
    una serie de criterios a tener en cuenta en el contexto de la
    organización empresarial.

    Para ello se hace necesario valorar una serie de
    principios o
    criterios a tener en cuenta para el logro de una calidad
    ambiental en la empresa con la aplicación de estos
    sistemas.

    2.2.1 Principios para la aplicación de un
    SGA

    Aquí se presentan algunos de los principios
    necesarios para el establecimiento de un sistema de
    gestión ambiental. El punto clave es el establecimiento de
    una política medioambiental de empresa que debe
    fundamentarse en una declaración pública y
    formalmente documentada por parte de la alta dirección, en
    la que se detallen las intenciones y principios de acción
    de la organización acerca de su actuación
    medioambiental, y destaquen sus objetivos generales, incluido el
    cumplimiento de todos los requisitos correspondientes al medio
    ambiente.

    La política medioambiental debe ser iniciada,
    desarrollada y apoyada por el más alto nivel de la
    dirección, ser coherente con otras actuaciones y
    comprometer en su cumplimiento a toda la organización.
    Debe formular objetivos concretos, de modo escrito y a
    disposición de las partes interesadas. Además, la
    dirección debe asegurar que la política
    medioambiental sea la adecuada para sus actividades, productos y
    servicios y su efecto medioambiental; que sea conocida,
    comprendida, desarrollada y mantenida al día por todos los
    niveles de la organización; que esté dirigida a la
    prevención y/o minimización de los efectos
    medioambientales perjudiciales; que incluya un compromiso de
    mejora continuo de la actuación medioambiental; que asuma
    la adopción y publicación de objetivos e informes
    medioambientales y que se actualice con una periodicidad
    adecuada.

    El sistema pone en práctica la política
    medioambiental mediante un sistema específico de
    gestión que debe aplicarse a toda organización. Los
    puntos a considerar son: el efecto medioambiental, los objetivos
    y metas medioambientales, el programa de
    gestión medioambiental, el control operacional, los
    registros de
    la gestión medioambiental, las revisiones del sistema y la
    comunicación externa.

    La difusión externa o interna, de la
    política medioambiental se relaciona con la
    demostración y aseguramiento de conformidad con la empresa
    y con la protección de su propia imagen,
    realizándose a través de informes o memorias
    anuales.

    Para destacar el compromiso de mejora continua del
    sistema se hace hincapié en la naturaleza
    repetitiva del sistema en sí, revisando
    periódicamente los objetivos para restablecerlos de
    nuevo.

    2.3 Instrumentos para la Gestión
    medioambiental de la empresa.

    Los instrumentos de la gestión ambiental son
    herramientas
    de actuación tanto del gobierno, como de
    la sociedad en general. Cada uno de ellos tiene capacidades
    propias para contribuir al logro de los objetivos propuestos,
    pero su mayor eficiencia viene
    dada por el equilibrio que
    se logre en la aplicación del conjunto de
    éstos.

    Además de los instrumentos de nivel
    macroeconómico impulsados desde la política
    económico ambiental, que definen los contenidos de las
    restricciones ambientales a las que ha de enfrentarse la empresa
    y que, al mismo tiempo, introducen incentivos para
    su internacionalización, se ha ido desarrollando un
    conjunto de técnicas y mecanismos, con el fin de facilitar
    la gestión empresarial de las referidas
    restricciones.

    En este terreno se contemplan:

    • Las evaluaciones de impacto
      ambiental y,
    • Las auditorías medioambientales.

    2.3.1 Evaluación
    de impacto
    ambiental

    Las expresiones relacionadas con los vocablos impacto y
    ambiental han pasado, en muy poco tiempo –dos
    décadas a lo sumo-, a formar parte de la jerga cotidiana
    de gran número de profesionales de todo el
    mundo.

    En la década de los años sesenta las
    inversiones económicas tan sólo tenían en
    cuenta criterios de rentabilidad económica. Se analizaba
    la viabilidad técnico-económica de distintos
    proyectos, en
    función de ello se tomaban decisiones. Ya en los setenta
    se inicia una evolución tendente a considerara a los
    factores ambiéntales como algo más a tener en
    cuenta.

    Se iniciaba un proceso en el que se considera el
    desarrollo
    económico bajo un prisma más complejo. Ya no
    era tan sólo un objetivo en sí mismo, sino que
    existían otros elementos que intervenían en este
    desarrollo. Estos elementos( la salud y la
    conservación de los recursos
    naturales), no estrictamente económicos, pesaban
    más y más a medida que se evolucionaba en el
    conocimiento de los daños que determinadas actividades
    conllevaban sobre el entorno. En consecuencia, estos factores
    ambientales tomaban paso en la planificación de las
    actividades económicas y sociales.

    Es evidente que antes de proceder a otros
    análisis es necesario definir que se considera

    ( impacto).

    Impacto es cualquier alteración, positiva o
    negativa, producida por la introducción en el territorio
    de una determinada actividad la cual interviene sobre los
    factores que definen al mismo en cuanto al medio físico,
    biótico y abiótico, y sobre las relaciones sociales
    y económicas del hombre en este
    medio. Es claro que un proyecto o
    actividad no produce siempre los mismos efectos y que ello
    dependerá del medio que los reciba.

    Otros tipos de definiciones asumen que impacto es la
    alteración que se produce sobre la salud y el bienestar del
    hombre como
    consecuencia de la realización de un proyecto. Se
    centra, pues, la incidencia muy directamente sobre el ser
    humano.

    En definitiva, la alteración que pude producirse
    viene expresada por la diferencia entra la evolución del
    medio sin la aplicación del proyecto y con la
    ejecución del mismo.

    El grado de la incidencia que éste tiene sobre
    las condiciones iniciales(preoperacionales) que definen el
    hábitat humano, es lo que se denomina <<Impacto
    ambiental>>.

    Por "impacto ambiental" se entiende el efecto que sobre
    el medio ambiente produce una determinada actuación
    humana. Efecto que puede ser positivo o negativo, que implica
    todo una serie de categorías que pueden sintetizarse
    sumariamente en:

    -Efectos de la contaminación

    -Efectos sociales

    -Efectos económicos

    -Efectos tecnológicos-culturales

    -Efectos ecológicos, sobre los elementos
    bióticos y abióticos de los ecosistemas, y
    sobre sus sistemas funcionales y de relaciones.

    La introducción de este concepto de impacto
    ambiental, ha producido un giro significativo en el modo de
    encarar los procesos de planificación, y el diseño
    y ejecución de las actividades humanas. Si hasta este
    momento anterior la evaluación
    se basaba en criterios técnicos, económicos y
    sociales ahora es necesario incluir los ambientales. Premisa de
    gran significación si se asume en todo su sentido. No se
    afirma que este logro este conseguido, sino que la noción
    de impacto ambiental ha producido un giro hacia la
    consecución de ese objetivo, y que si se han conquistado
    parcelas importantes.

    El impacto ambiental es algo que proviene de las
    legislaciones y la razón de su existencia la constituye
    necesidad de actuar en equilibrio con
    el medio ambiente, la responsabilidad con las generaciones
    futuras y de evitar situaciones de deterioro
    irreversible.

    La evaluación de impacto ambiental es una
    herramienta de gestión ambiental para llevar a cabo un
    control preventivo de las consecuencias ecológicas o
    medioambientales de un determinado proyecto, actividad, etc a
    realizar en un futuro.

    Necesidad de la EIA como instrumento
    preventivo

    La idea fundamental en la realización de EIA es
    que no se trata de una figura negativa ni obstruccionista, sino
    de un instrumento muy operativo para impedir
    sobreexplotación del entorno natural y social.

    Es, pues, necesario indicar que no debe considerarse a
    la EIA de manera recelosa pretendiendo que o es un
    obstáculo que encarece o, de manera opuesta un truco para
    buscar justificación ambiental a una explotación
    excesiva.

    En términos generales, la EIA es una herramienta
    necesaria para paliar efectos forzados por situaciones que
    globalmente se han caracterizado por: la contaminación y
    mala gestión de los recursos Hidráulicos y
    atmosféricos; la contaminación, degradación
    y mala gestión de las tierras cultivables y del paisaje;
    la defectuosa utilización y gestión de los recursos
    mineros; la ruptura del equilibrio ecológico como
    consecuencia de la destrucción de diversas especies
    animales; las
    perturbaciones imputables a desechos o residuos, tanto de origen
    urbano como industrial, y, por último la negligencia y
    afecciones al patrimonio
    cultural.

    Se hace precisa, por tanto, una ordenación
    rigurosa de los comportamientos contemplando un doble objetivo:
    primero, prevenir y detener el proceso
    degenerativo(prevención y corrección); segundo,
    lograr que conductas futuras no contribuyan a este proceso
    (información, y educación).

    La línea de actuación que se debe
    establecer es aquella que permite conocer a priori la
    alteración que va a conllevar sobre el medio ambienta una
    actuación determinada. Estas alteraciones pueden ser
    positivas o negativas y son las que se denominan impactos
    ambientales.

    Las consecuencias modificativas de la situación
    que constituyen el impacto ambiental han de estimarse mediante un
    proceso de análisis consistente en la realización
    de estudios y utilización de sistemas de
    información conocida por EIA, cuyo núcleo lo
    constituye el estudio de impacto ambiental(EsIA).

    Así pues, la EIA puede definirse según sus
    diferentes dimensiones en:

    – La EIA( Específicamente el estudio de impactos
    ambientales que ella incorpora) es un procedimiento
    analítico orientado a formar un juicio objetivo sobre las
    consecuencias de los impactos derivados de la ejecución de
    una determinada actividad.

    – La EIA es un procedimiento
    administrativo encaminado a la aceptación o rechazo de la
    ejecución de una actividad. En este rechazo interviene
    tanto la
    administración competente como otros agentes
    sociales.

    – La EIA se puede dar en tres niveles, interactuantes si
    se quiere, con objetivos como:

    Primer nivel: detección de
    alternativas.

    Segundo nivel: comparación y selección.

    Tercer Nivel: determinación de impactos y
    acciones correctoras.

    Desde un punto de vista administrativo, la
    evaluación de impacto ambiental se convierte en una serie
    de pasos o procedimientos a
    seguir para obtener la autorización(o en su caso
    modificación o rechazo) para el inicio de un proyecto, en
    función de la valoración de su incidencia
    ambiental.

    La utilización de esta herramienta comporta, una
    serie de ventajas para las organizaciones: identificar
    cuáles son las áreas, que desde un punto de vista
    ambiental son menos eficientes( despilfarro de recursos,
    generación de residuos, etc.); transmite a todos los
    miembros de la organización la seriedad y firmeza del
    compromiso de la empresa para con el medio ambiente, reforzando
    el comportamiento medioambiental de la empresa y el valor de
    actuar socialmente responsable(ser ecológico) y, por
    último, previene contra inversiones, que desde un punto de
    vista ambiental, pueden llegar a convertirse en obsoletas.
    Además, el importe o coste que su realización
    supone o las implicaciones económicas que de su
    aplicación pueden derivarse, puede llegar a convertir la
    evaluación de impacto ambiental, en una importante barrera
    de entrada a posibles nuevas incorporaciones en el sector de
    actividad.

    El proceso global de evaluación (EIA), incluye,
    pues, aspectos muy diversos: estudios, procedimientos
    administrativos, indispensablemente con procesos de
    participación pública, toma de
    decisiones de autoridades competentes sectoriales y
    ambientales ( declaraciones de impacto ambiental DIA), programa
    de vigilancia y control ambiental, etc.

    El estudio del impacto ambiental ( EsIA).

    El estudio del impacto ambientales por definición
    uno de los casos típicos de informes técnicos donde
    la multidisciplinariedad debe conllevar ineludiblemente la
    interdisciplinariedad. Esto es así debido a la gran
    cantidad de ámbitos conceptuales sometidos en él,
    ámbitos que a su vez se integran entre si. El territorio
    es, en si, un ente holístico cuya característica
    esencial para entenderlo es precisamente las interrelaciones
    entre los elementos que lo componen. Cualquier estudio del mismo
    debe tener muy presente este hecho.

    El EsIA es un documento técnico comprensivo de la
    identificación, descripción y valoración
    particularizada de los efectos previsibles que la
    realización de una acción o la ejecución de
    una actividad producirán sobre la salud y bienestar
    humanos, los recursos naturales y el medio ambiente.

    A la hora de redactar el EsIA es preciso considerar dos
    hechos previos importantes en la labor propia de coordinación del equipo técnico: por
    un lado, la gestión del EsIA en cuanto a la
    interrelación del promotor del proyecto y la propia
    administración(Gestión externa); por
    otro, la gestión en cuanto de la interrelación del
    equipo técnico multidisciplinario redactor del EsIA(
    gestión interna).

    Por otra parte, hay que indicar un hecho importante como
    es que muchos métodos de
    evaluación de impactos han tenido a la
    cuantificación delos mismos.

    Esto quizás se debido a la propia
    deformación (o inclusa desconocimiento)de ciertos entes
    decisorios en la propia administración, e incluso empresas
    para las que algo no cuantificado carece de corrección
    técnica e incluso es francamente desechable.

    Es claro que un proyecto debe analizar todos los
    factores y, por supuesto, cuantificarlos adecuadamente, si bien
    un estudio (y mucho más si es un EsIA) no entra
    necesariamente en esa dinámica. Es más, en algunos casos,
    esta dinámica cuantificadora puede llevar pareja
    un peligroso ejercicio de ocultación de las realidades que
    puede traer consigo importantes disfunciones en el
    EsIA.

    En todo caso el EsIA debe perseguir como objetivo lo
    siguiente:

    1. Describir y analizar los contenidos y objetivos del
    proyecto haciendo especial hincapié en los aspectos de
    posible alternaciones medioambientales que, a priori, las
    actuaciones incorporadas en el mismo pudieran
    conllevar.

    2. Definir y valorar el medio físico
    biótico, abiótico, así social y
    económico, en sus distintos aspectos afectados por la
    obras planificadas.

    3. Prevenir los efectos que originarían los
    diferentes actuaciones del proyecto, así como evaluar la
    magnitud de los mismos.

    1. Determinar las medidas correctoras, precautorias y
      compensatorias que, desde una perspectiva de viabilidad
      técnico-económica, sirvan para minimizar los
      impactos que de la evaluación se hayan definido como de
      mayor importancia, indicando, asimismo, los impactos residuales
      que conllevaría su aplicación.

    2.3.1.1 Estudios de Impacto Ambiental.

    Los estudios de impacto ambiental EIS constituyen
    mecanismos de evaluación
    de proyectos en cualquiera de sus fases. Un proyecto es un
    proceso que se inicia con la definición de los objetivos,
    continua con la planificación de la actividad y
    recorriendo una serie de etapas, distintas para cada tipo de
    proyectos, se
    llega a un proyecto constructivo a partir del cual se puede
    ejecutar la obra. Con la realización de la obra no termina
    conceptualmente el proyecto sino que sigue en las fases de
    operación y gestión hasta que se llega, al final
    del periodo de vida útil, a la clausura.

    De la misma forma que cada fase del proceso proyectual
    tiene unos objetivos propios, su evaluación ambiental
    tendrá, en consecuencia unos contenidos específicos
    asociados al nivel de detalle de esa fase del proyecto. En la
    fase de planificación, el objetivo del proyecto es
    seleccionar alternativas viables y elegir la mejor. El estudio de
    impacto debe, en primer lugar, identificar las zonas
    particularmente sensibles ante el desarrollo de la actividad, con
    objeto de desechar alternativas que pudiera ocasionar
    alteraciones que se consideran ambientalmente inadmisibles, o, en
    todo caso, conocer el costo ecológico o socio
    económico que el desarrollo de tal alternativa
    supondría.

    En segundo lugar, la información ambiental se
    integrará como un condicionante más en el proceso
    de evaluación que conduzca a la selección
    de la mejor alternativa.

    De acuerdo con los objetivos señalados, el
    estudio de impactos en la fase de planificación
    exigirá la elaboración de estudios de fragilidad o
    vulnerabilidad y de calidad. El análisis de fragilidad
    permitirá prever como se ha comentado, la susceptibilidad
    de cada elemento del medio a deteriorarse, o bien, dicho de
    manera inversa, su capacidad para absorber alteraciones. El
    conocimiento de la calidad permitirá evaluar la
    importancia que tendrá la alteración del elemento
    afectado.

    Elegida la mejor alternativa en la fase de
    planificación, en la fase de anteproyecto, y
    de proyecto se diseñará la solución
    definitiva a lo largo de sucesivas etapas que poseerán
    sucesivamente un mayor nivel de detalle hasta alcanzar el
    necesario para poder
    plasmarlo en un documento (proyecto ejecutivo) a partir del cual
    se puede realizar la obra. Los correspondientes estudios de
    impacto de cada una de estas fases profundizarán en la
    identificación y valoración de impactos y en el
    desarrollo de medidas correctoras integrándose en el
    proceso evaluatorio y decisorio con el que concluye cada fase del
    proyecto.

    Para la realización de estos estudios de impacto,
    se inventariarán aquellos elementos y procesos que pueden
    resultar afectados por el proyecto en cualquiera de sus fases.
    Para cada elemento se analizarán todas aquellas
    características, cualidades o índices que
    actúan como indicadores de impactos.

    Los indicadores e impactos no tienen que ser los mismos
    en las distintas fases del proyecto, que existe una íntima
    relación entre escala y nivel de
    detalle. Por ello puede resultar que el nivel de detalle de la
    información del proyecto con relación a un
    determinado aspecto, obligue a utilizar indicadores diferentes
    para cada etapa. Así, por ejemplo, si se trata de evaluar
    el impacto paisajístico de una carretera, en la etapa de
    proyecto un indicador puede ser la superficie de los taludes
    resultantes. En cambio, en una
    etapa previa, en un estudio informativo, este dato no será
    conocido por lo que se utilizará como indicador las
    características del relieve por
    donde discurre el trazado.

    Por otra parte, se inventariará otros aspectos
    que actúan como modificadores de impactos. Así en
    relación con el ruido
    producido por el tráfico, un indicador puede ser sonoro
    equivalente medido en la fachada de las viviendas. El relieve
    actuará como modificador del impacto
    acústico.

    Metodología de valoración de
    impactos.

    En la actualidad se han desarrollado un buen
    número de métodos y
    técnicas encaminadas a resolver los problemas inherentes a
    las dos fases esenciales en los estudios de evaluación de
    impactos: identificación y evaluación. Aunque la
    mayoría de estos métodos pueden ser de
    aplicación en ambas fases, suele ser frecuente distinguir
    entre técnicas identificación y técnicas de
    evaluación.

    Identificación de impactos.

    Las técnicas más comúnmente
    utilizadas son las siguientes:

    · Listas de chequeo.

    Son las listas en las que se recogen los posibles
    impactos que de forma general pueden derivarse de una
    actuación concreta. Su usuario extrae de entre ellos
    aquellos impactos que realmente se produzcan en el caso que
    estudia. La ventaja principal de estas listas de chequeo es que
    ayudan a contemplar todo el conjunto de efectos de forma
    sistemática. En cuanto a los problemas derivan
    que:

    Pueden ser muy generales o estar incompletos; no
    muestran las interrelaciones entre los impactos; puede ocurrir
    que en algunos de los casos el mismo impacto se recoja bajo
    varios encabezamientos; la identificación de los efectos
    es cualitativa (del estilo: << se producirá una
    pérdida de suelo >>
    ó << una alteración en los hábitos de
    la fauna >>);
    no recogen la probabilidad de
    que ocurra el impacto señalado.

    Matrices.

    Matrices causa efecto: son las listas de posibles
    impactos de una acción que se convirtieron en listas o
    matrices de
    doble entrada, en las que en el segundo de los ejes se descompone
    el proyecto o actuación considerado en las acciones
    parciales que su realización exige. Las matrices
    pueden ser utilizadas, al igual que las listas de chequeo,
    únicamente para identificar los impactos, o,
    también para evaluar los impactos.

    Las matrices de doble entrada presentan los mismos
    problemas que las listas de chequeo, ya que en esencia son un
    conjunto de listas para diferentes acciones.

    Redes de interconexión: identifican los
    impactos poniendo de manifiesto no solo los efectos directos sino
    también los indirectos y las relaciones de unos efectos
    con otros. Se suelen presentar estas relaciones de una forma
    gráfica mediante líneas de interconexión
    entre unos efectos y otros, componiendo de esta forma una red o malla de la que se
    deriva su denominación genérica ( Sorensen 1971,
    1972).

    Métodos << ad hoc >>. Parten
    del conocimiento y
    experiencias del equipo realizador del estudio, que le permiten
    identificar las distintas alteraciones analizando el efecto que
    cada acción del proyecto ocasiona sobre cada elemento del
    medio.

    Cualquiera de las técnicas anteriores se puede
    apoyar en:

    · Análisis de casos similares cuando
    existan, que informan acerca de las reacciones producidas en el
    medio, cuando tanto las características del medio como las
    de las actuaciones sean semejantes al caso en estudio.

    · Uso de modelos
    simbólicos, es decir de formulaciones abstractas que
    representen la realidad. Son de utilidad los
    modelos que tratan de poner de manifiesto la evaluación de
    ciertos fenómenos, o el desarrollo en el tiempo el espacio
    de ciertos procesos: por ejemplo, modelos de difusión
    atmosférica de contaminantes, de propagación del
    ruido, de
    cuantificación de la erosión
    potencial etcétera.

    · Realización de experiencias de
    laboratorios o de estudios experimentales de campo cuándo
    no existan conocimientos suficientes sobre la respuesta a una
    acción.

    · Por último, la predicción puede
    basarse en la teoría
    científica aplicable a cada caso concreto.

    La valoración de impactos puede expresarse bien
    referida a cada elemento del medio, individualmente o bien
    globalmente mediante un único valor que resuma la
    totalidad del impacto producido. La valoración por
    elementos al permitir conocer cuales son los impactos que se
    producen sobre cada uno de ellos informa acerca de que acciones
    del proyecto es necesario modificar si quiere atenuar o evitar
    tal impacto, o en su defecto, si el impacto es inevitable, en que
    dirección hay que encaminar las medidas correctoras. Como
    inconveniente no informa sobre el impacto que sobre el medio, en
    su conjunto, ocasiona el proyecto o la acción.

    Los métodos basados en la determinación de
    los impactos globales si expresan ese impacto conjunto, lo cual
    es útil para la selección de alternativas, sobre en
    niveles de planificación, ya que facilita la
    elección de la alternativa mínimo
    impacto.

    La forma habitual para obtener la valoración
    global del impacto es por medio de la suma de las ponderaciones
    de las valoraciones de impacto parciales, es decir, de las
    valoraciones sobre cada elemento del medio considerado. Por ello
    hay que tener presente que al realizar la agregación, sea
    cual sea la técnica empleada, se desdibujan los impactos
    mas significativos, lo cual no resulta aconsejable cuando existen
    impactos críticos, es decir, impactos que superan cierto
    umbral considerado como no admisible desde el punto de vista
    ambiental.

    Los problemas que puede presentar este sistema son los
    mismos que se indicaban para la identificación de impactos
    por listas de chequeo ó matrices: no diferencian los
    efectos secundarios, puede considerarse el mismo impacto dos
    veces bajo epígrafes distintos… la ventaja en cuanto a
    técnicas de evaluación es que muestra
    explícitamente los criterios seguidos en la
    transformación de las escalas cualitativas en
    cuantitativas.

    En cualquier caso, existen técnicas rigurosas,
    con apoyo estadístico y de la teoría
    de la decisión a las que puede recurrirse cuando se
    precisa.

    Los estudios de impacto ambiental(EIS) deben presentarse
    de forma que sean fácilmente comprensibles y que puedan
    ser utilizados por gentes de diversas formaciones. Son documentos
    públicos destinados a autoridades administrativas
    decisorias o intervinientes

    (administración sectorial, administración
    ambiental, central, autonómica o local) organizaciones
    ambientales no gubernamentales, personas individuales interesadas
    o afectadas, colectivos profesionales, parlamentarios u otros
    entes de representación. Por ello el estudio y sobre todo,
    su documento de síntesis,
    debería redactarse en un lenguaje lo
    más asequible posible a la comprensión
    general.

    De forma imprescindible el estudio de impacto ambiental
    debería expresar y justificar con claridad:

    • Los datos de
      inventario y la
      metodología utilizados.
    • Las conclusiones relativas a la viabilidad de las
      actuaciones propuestas.
    • Las conclusiones relativas al examen y lección
      de distintas alternativas.
    • La propuesta de medidas correctoras y el programa de
      vigilancia, tanto en la fase de ejecución de la
      actividad proyectada como en la de su
      funcionamiento.

    El estudio no deberá contener información
    superflua, entendiendo como tal aquella que no sea necesaria ni
    útil para aportar conocimiento en la toma de
    decisiones acerca del diseño, construcción y operación de la
    actividad contemplada. El nivel de detalle de la
    información utilizada debe corresponder también con
    el necesario para la toma de decisiones en cuestión. No
    será útil ni la información exclusivamente
    genérica, ni los parámetros excesivamente
    detallados.

    Así mismo es muy importante que el estudio de
    impacto ambiental tenga un contenido gráfico expresable,
    divulgativo, con esquemas, perspectivas, dibujos,
    planos, mapas, etc. de
    diseño atractivo, y que ayuden a la compresión de
    forma amena.

    Metodología, de la Evaluación de
    Impacto Ambiental en Cuba.

    La EIA es el proceso estatal dirigido a identificar,
    predecir, evaluar e informar de los efectos sobre el medio
    ambiente de los planes, programas, proyectos y obras y el uso que
    se hace del recurso o recursos en cuestión, para la toma
    de decisiones, que incluye una información detallada sobre
    el sistema de monitoreo y control a fin de asegurar su
    cumplimiento y las medidas de mitigación que deben ser
    consideradas.

    Tomando en cuenta los efectos significativos sobre el
    medio ambiente de un proyecto de obra o actividad, podrá
    exigirse que el mismo sea objeto de un estudio de impacto
    ambiental(EsIA), cuya evaluación y aprobación, si
    procediere, corresponde a la auditoría ambiental.

    El proceso de evaluación de impacto ambiental,
    comprende la solicitud de licencia ambiental; El EsIA) en los
    casos en que proceda la evaluación propiamente dicha, a
    cargo del ministerio de ciencia,
    tecnología y medio ambiente; y el otorgamiento o no de la
    licencia ambiental.

    ¿Qué se quiere?

    Que la evaluación de impacto ambiental cumpla un
    papel armónico dentro de un sistema de gestión
    fundado en la introducción de la dimensión
    ambiental en los planes, programas y proyectos, y en un
    ordenamiento ambiental adecuado.

    ¿Qué hacer?

    1. Comprender en la evaluación de impactos
    ambientales los planes directores las políticas publicas,
    a manera de un instrumento estratégico para el desarrollo
    sostenible y ordenamiento territorial; las nuevas inversiones
    así como la expansión o modificación de
    obras existentes en los casos de reanimación productiva de
    actividades actualmente detenidas, y otras obras o actividades en
    curso que puedan generar un impacto negativo
    significativo.

    2. Confeccionar e ir perfeccionando el listado de obras,
    actividades o planes donde es obligatorio realizar la
    evaluación de impactos ambientales.

    3. Descentralizar el proceso de evaluación de
    impactos ambientales y procurar, en la medida en que ello resulte
    posible, conferir a los territorios un papel
    primordial.

    4. Instrumentar a plenitud la legislación vigente
    del ministerio de ciencia, tecnología y medio ambiente,
    relativa a la evaluación de impactos ambientales y valorar
    en un periodo razonable sus efectos y los requerimientos de su
    perfeccionamiento.

    La Evaluación de Impactos Ambientales a nivel
    Territorial

    Meta: Lograr que la EIA se aplique a partir de la
    concepción del ordenamiento territorial y el planeamiento de
    las inversiones

    Objetivos:

    – Minimizar los impactos ambientales en las provincias
    con la aplicación consecuente del proceso de
    EIA.

    – Incorporar la EIA como parte del sistema de
    ordenamiento territorial, en la concepción de programas,
    proyectos y planes de desarrollo.

    Acciones:

    – El CITMA y la DPPF organizarán un programa
    territorial de evaluación del proceso inversionista
    territorial que permite controlar el nivel de gestión para
    mitigar los impactos ambientales de las mismas.

    – Fortalecer la capacidad institucional de la
    delegación territorial del CITMA para lograr un control
    efectivo del proceso de EIA.

    – El CITMA presentará sistemáticamente al
    consejo de la
    administración provincial, informes acerca del
    estado de
    cumplimiento de acciones para la mitigación de los
    impactos ambientales y la situación del proceso
    inversionista en tal sentido.

    – El CITMA y la DPPF organizarán en el plazo de
    seis meses, posteriores a la aprobación de la EIA, sistema
    informativo sectorial sobre planes directores y políticas
    de desarrollo, que posibilita la gestión de una base de datos
    para el proceso de EIA en la provincia.

    – Fortalecer con la cooperación territorial,
    principalmente en las entidades: INRH, DPPF, MINAGRI, MINSAP,
    Universidades, ISP, GEOCUBA, ENA, MINED, OTRM y la
    dirección provincial de patrimonio, la
    capacitación de un banco experto
    para el proceso de EIA.

    2.3.2 Auditorías medioambientales.

    Podemos definir la auditoría ambiental como una
    revisión objetiva y sistemática del impacto real o
    potencial de una organización sobre el medio ambiente;
    También la auditoría medioambiental se puede
    definir como un instrumento de gestión que comprende una
    evaluación sistemática, documentad,
    periódica y objetiva de la eficacia de la
    organización, el sistema de gestión y
    procedimientos destinados a la protección del medio
    ambiente y que tienen por objetivo facilitar el control, por
    parte de la dirección, de las practicas que pueden tener
    efectos sobre el medio ambiente y evaluar su adecuación a
    las políticas medio ambientales de la empresa.

    De las diversas herramientas
    disponibles para la gestión medioambientales, la
    auditoría ambiental proporciona a la dirección una
    comprensión de las normas y regulaciones ambientales
    aplicables a la industria
    particular, una perspectiva objetiva de la condición de
    cumplimiento actual de la compañía, y
    recomendaciones para acciones correctoras y
    preventivas.

    El alcance de una auditoría ambiental puede
    variar, desde una actividad específica a la
    revisión de un sistema de gestión completo. En este
    sentido, la auditoría de los sistemas de gestión es
    un componente crucial para la mejora de la calidad ambiental, por
    cuanto, subsanar las deficiencias de gestión pueden
    mejorar, en última instancia, el cumplimiento ambiental de
    la organización con respecto a los requerimiento externos
    y políticas ambientales internas.

    En relación con la utilización de esta
    herramienta, podemos señalar que, las
    compañías multinacionales, primariamente
    norteamericanas y europeas, usualmente incorporan
    auditorías de sus instalaciones internacionales como parte
    de un programa global de auditoría corporativa. Algo menos
    común, pero creciente en popularidad ha sido la
    práctica, por parte de las multinacionales, de llevar a
    cabo una auditoría ambiental previa a la decisión
    de adquirir cualquier empresa extranjera( lo cual forma parte de
    las exigencias normativas de la industria
    norteamericana).

    El resultado final del proceso de auditoría es el
    informe, el cual
    debe tender a señalar cuáles son las áreas y
    puntos débiles en el sistema de gestión ambiental(
    caso de tratarse de una auditoría de sistema), así
    como señalar propuestas de correcciones a
    anomalías. Por otro lado, el informe de
    auditoría, debe contemplar, caso de la existencia de
    anomalías, un plazo de tiempo para efectuar esas
    correcciones y verificar la subsanación de las mismas. En
    este sentido, el informe de auditoría debe tener en
    consideración diez aspectos que mejorarán los
    esfuerzos en calidad de una compañía: (1) Tenga al
    cliente siempre presente; (2) organice para controlar; (3)
    presente atención para repetir hallazgos; (4) sea
    claro y preciso; (5) sea cuidadoso con las normas o buenas
    prácticas en la misma; (6) establezca prioridades; (7)
    haga hincapié cuantitativo; (8) no acepte equivocaciones;
    ( 9)quite barreras a la eficiencia y, por último, (10)
    forme a los auditores.

    El auditor no es más que, la persona o equipo,
    perteneciente al personal de la empresa o exterior de ella, que
    actúe en nombre de su alta dirección. Por otra
    parte, el trabajo
    primario de un auditor es obtener información de la
    unidad, actividad, proceso a auditar, para lo que usan las
    entrevistas e
    inspecciones. Por ello, las habilidades más importantes de
    los auditores ambientales necesitan son, entre otras, habilidades
    comunicativas para saber como entrevistar y escuchar y como
    escribir un informe para que la gente lo pueda
    comprender.

    Figura#1 Etapas en la elaboración de una
    auditoría medioambiental.

     Para ver el gráfico
    seleccione la opción "Descargar" del menú
    superior

    De todo lo anterior, se deduce que la auditoría
    medioambiental es una parte fundamental de los sistemas de
    gestión de
    calidad ambiental, por lo que todo esfuerzo formativo en esta
    dirección será poco.

    Conclusiones

    • Las empresas asumen hoy una alta responsabilidad en
      el reconocimiento de su actuación ambiental.
    • La gestión empresarial en el ámbito
      empresarial es un proceso dinámico de gran relevancia
      para el logro de la eficiencia y eficacia empresarial al poseer
      un efecto positivo en las ventajas competitivas de las
      empresas.
    • Los instrumentos para la gestión ambiental en
      la empresa dota a la empresa de información para el
      desenvolvimiento de la empresa.
    • Los sistemas de gestión ambiental dotan a la
      empresa de una imagen corporativa superior a la
      competencia.
    • Con la implementación en las empresas de
      sistemas de gestión ambiental las empresas se proveen de
      un conjunto de elementos para mejorar su gestión y
      actuación ambiental.

    Recomendaciones

    • Continuar fortaleciendo el trabajo
      de sensibilización, capacitación y formación en
      materia ambiental a las empresas.
    • Aprovechar los marcos institucionales existentes para
      el desarrollo dse una cultura ambiental.
    • Priorizar aspectos en el sistema empresarial con
      vistas a garantizar un entorno ambientalista para la eficiente
      actividad empresarial y la minimización de los costos.
    • Aplicar sistemas de gestión ambiental en las
      empresas.

    Bibliografía.

    • Calomarde, J.V (2000). Marketing ecológico.
      Ediciones Pirámide y Esic Editorial. Madrid.
    • Castellanos Castro, Marlena (1996). Economía
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    • CITMA.(1997). Guías para la
      realización de una auditoría ambiental. Centro
      de Inspección y control ambiental.
    • Chamorro, A (2001). Marketing ecológico;
      sí, marketing ecológico. Publicado en Puertas a
      la Lecturas. Universidad de Extremadura.
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      York
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      Oaks.
    • Hopfenbeck, W (1992). Dirección y marketing
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      prácticos. Ediciones Deusto, Bilbao.
    • CITMA (1995). Ley de Medio
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    • McDonagh, P y Prothero, A (editores, 1997): Green
      Management, a reader. The Dryden Press, Londres.
    • Ottman, J.A (1998). Green marketing: opportunity
      for innovation. NTC Business Books, Lincolwood, Chicago
      (EEUU).
    • Ruesga Santos M y Durán Genma (1992).
      Empresa y Medio Ambiente.

     

    Datos del autor

    María Mercedes Machín
    Hernández

    Profesora Instructora

    Departamento de Economía

    Universidad de Pinar del Río. Cuba

    Soy licenciada en Administración de Empresas y recién
    culminé el Master en
    Dirección de Empresas, donde he tomado clases de comportamiento
    organizacional, dirección estratégica,
    Marketing. Calidad, Administración, Contabilidad,
    Gestión Económica Financiera, entre otras.
    Actualmente me encuentro cursando un doctorado académico
    con colaboración de la Universidad de
    Alicante, España
    sobre desarrollo forestal y manejo turítico sostenible
    donde cursé Educación
    ambiental, Nuevas
    Tecnologías al servicio del
    medio ambiente, Economía turística Internacional,
    Desarrollo Sostenible, Economía Ecológica y
    Ambiental, entre otros. El trabajo fue realizado como parte de
    una investigación apoyada en uno de los
    cursos del
    doctorado a finales del año 2003.

    Mayelín Vazquez Santisteban

    UNIVERSIDAD DE PINAR DEL RÍO

    Hermanos Saíz Montes de Oca.

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