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El positivismo y su influencia en la investigación social y educativa




Enviado por evelio.machado



    1. Resumen
    2. Caracterización de la
      investigación que se deriva de esta
      posición
    3. El enfoque
      empírico-analítico
    4. Citas y Referencias
      Bibliográficas

    RESUMEN

    Se realiza un estudio sobre la influencia de la teoría positiva o
    positivismo en la investigación social y en
    específico educativa. Esencialmente se realiza una
    comparación entre las principales ideas de A. Comte y la
    propia caracterización que se ofrece en la literatura actual sobre las llamadas
    investigaciones cuantitativas.
    La teoría del positivismo ha
    sido determinante en generaciones de estudiosos que tratan de
    penetrar en los problemas educacionales sin
    percatarse, en ocasiones, que existe una plena correspondencia
    entre la metodología con la cual se
    concretan dichos estudios y la forma de ver, interpretar y
    transformar el mundo.

    Palabras claves: paradigma cuantitativo,
    paradigma positivista,
    investigación
    cuantitativa.

    El POSITIVISMO Y SU INFLUENCIA EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL Y
    EDUCATIVA

    A lo largo del pasado siglo, específicamente, en lo
    relacionado con la investigación social, se trataron de
    buscar respuestas acerca de si las Ciencias Sociales podían
    tomar de las Naturales elementos de su metodología para estudiar el
    mundo social y humano.

    De hecho, estas preguntas, que motivaron inquietudes
    acerca de la pretendida unidad de la ciencia, hicieron que por
    un lado, el grupo identificado como
    positivista, entre los que se encontraban J. S. Mill, A. Comte y
    E. Durkheim, etc., trabajara en
    la línea establecida por Newton y Locke haciendo
    énfasis en la búsqueda de los hechos o
    causas de los fenómenos sociales con independencia de los estados
    subjetivos de los individuos. En el lado contrario, W. Dilthey,
    M. Weber, E. Husserl, entre
    otros, se hallaban inmersos en la creación de una
    filosofía particular a partir de la tradición kantiana,
    tratando de entender los fenómenos sociales
    desde la propia perspectiva del actor.

    El surgimiento de la ciencia contemporánea
    estuvo caracterizado por un fuerte sentimiento revolucionario al
    desembarazarse la ciencia de la
    teología, existiendo una gran confluencia entre la cultura teórica y la
    actividad artesanal motivado fundamentalmente por el nacimiento
    de la sociedad industrial, cuyo
    resultado fue la incorporación de la ciencia al proceso productivo, el
    surgimiento y proliferación de nuevos enfoques y disciplinas
    y los procesos de
    institucionalización académica bajo nuevas perspectivas
    que negaban la universidad medieval ya en
    crisis.

    El período comienza, en ese contexto, con una vasta
    proliferación de investigaciones y el surgimiento
    de nuevas ciencias; aparecen los
    primeros estudios científicos sobre el hombre, de los economistas
    Adam Smith, David Ricardo, Malthus, entre
    otros., conclusiones que C. Marx utilizaría
    posteriormente en sus críticas; la Pedagogía formula
    leyes matemáticas de la mano de J.
    F. Herbart, filósofo idealista, psicólogo y pedagogo,
    quien fue apartándose poco a poco de los principios democráticos de
    Pestalozzi entendiendo que la virtud suprema de las masas
    populares consistía en subordinarse a las clases dominantes;
    se instauraron estudios etnográficos como los de W.
    Humbolt.

    Se producen en ese período el surgimiento, por
    ejemplo, de la termodinámica, la
    síntesis de compuestos orgánicos, la
    tabla de los elementos de D. Mendeleiev y las fórmulas
    estructurales de Kekulé en Química, la teoría darwinista
    sobre la selección natural de las
    especies, etc. C. Marx y F. Engels quienes vivieron
    en esa época siguieron de cerca el empuje científico
    del momento y fueron capaces de valorar como nadie tales
    contribuciones como fuerzas productivas transformadoras de las
    condiciones y de la existencia de la sociedad.

    Es precisamente en esta etapa cuando nace la teoría
    de la ciencia en el sentido contemporáneo, y es el momento
    en el que A. Comte considera que la humanidad había entrado
    en una `era positiva', para lo cual era preciso reorganizarla a
    tono con los nuevos criterios de racionalidad
    científica.

    La sociedad y la política se encontraban en un estado de efervescencia
    revolucionaria debido al caos y a los ciertos desórdenes
    producidos por los acontecimientos que signaron la Revolución
    Democrático-Burguesa en Francia a fines del siglo
    XVIII.

    A partir de los estudios de la filosofía positiva
    de F. Wilhelm y F.J. Stahl, surge el método del mismo nombre como
    enfoque idealista subjetivo y agnóstico que ha tenido
    diferentes desgajamientos, corrientes e interpretaciones a lo
    largo de los años; pero entre sus rasgos comunes niegan el
    papel de la filosofía en
    calidad de concepción del
    mundo, tratándose de asentar más allá de los
    problemas de la relación
    entre el ser y la conciencia; todo lo cual fue un
    pretexto para crear una metodología o lógica de la ciencia que
    estuviera situada por encima de las históricas discusiones
    entre el idealismo y el materialismo.

    Basadas en dichas ideas, las ideas positivistas se
    desarrollaron aún más en el siglo XIX desde una
    perspectiva de cuantificación a tal punto que el pensamiento propuesto por E.
    Durkheim declarara a los
    elementos o factores sociales como cosas (cosificación de
    las ciencias
    sociales).

    El positivismo en sus comienzos fue una doctrina
    revolucionaria, puesto que centró sus ataques a la metafísica y a la
    teología que eran las ideas predominantes hasta ese
    entonces; poco después se convirtió en una defensa a
    ultranza de la ideología burguesa que
    encerraba dentro de sí la semilla del
    autoritarismo.

    En su obra Comte expresaba:

    Una hipótesis
    teológica y después metafísica ha presidido
    los comienzos de la humanidad; ha sostenido sus pasos y
    favorecido su primer desarrollo. Después ha
    comenzado el estudio de las leyes reales, estudio
    débil en un principio, lento y mal seguro en su marcha; pero
    vencidas las primeras dificultades fue creciendo y
    engrandeciendo con gran rapidez. La confrontación fue
    inevitable, y, operándose por sí misma sucesivamente,
    hizo retroceder a la hipótesis primordial. Pero en
    los pasados tiempos la confrontación fue parcial
    solamente, y en el día es general y se verifica en todo el
    saber humano. Una vez en posesión de este conjunto o
    totalidad, las ciencias, para transformarse
    en filosofía, no tienen más que una cosa que hacer, y
    es ordenarse según un sistema determinado. Cumplida
    esta elaboración satisfarán todas las condiciones de
    una filosofía, es decir, que proporcionarán los
    primeros principios de todas nuestras
    nociones, colocadas en el orden verdaderamente
    natural.

    Y abiertamente declaraba sus propósitos, ya que el
    concepto positivo
    evidencia el tránsito de una teoría filosófica a
    una teoría científica. Sobre este paso,
    señala:

    Habiendo emprendido la filosofía
    teológica y la filosofía metafísica, de manera
    libre, hasta aquí, la operación de la
    reorganización política de las sociedades modernas, con el
    objeto de constatar a plenitud, de acuerdo con el conjunto de
    explicaciones precedentes, y por la vía experimental,
    así como por un análisis racional, su
    profundo vacío obligatorio con respecto a tal destino, se
    sigue con toda evidencia: que el problema no admite en realidad
    ninguna solución, lo que sería absurdo pensar, o que
    no nos queda nada más que recurrir a la filosofía
    positiva…

    Entre las características
    fundamentales presentes en esta postura, en tanto han influido en
    la ciencia y en la investigación, se encuentran las
    siguientes:

    • pretende lograr la neutralidad de la filosofía,
      lo cual obedece a los motivos sociales de su surgimiento, pues
      si bien la burguesía consideraba necesario el papel y los aportes de las
      ciencias naturales y
      específicas para el desarrollo, la resultante
      ideológica e inferencia, la lectura que podía
      derivarse de sus logros engendraban la destrucción de la
      formación económico-social anterior pero no la que
      podía nacer .

    Comte se basaba, como columna vertebral de su método, en el `dogma general
    de la invariabilidad de las leyes físicas' lo que en el
    fondo explicaba que el hombre debía resignarse y
    no podía cambiar su statu quo social. Según H. Marcuse
    la verdadera resignación, es decir, la disposición a
    soportar los males necesarios sin ninguna esperanza de
    compensación, sólo puede surgir de un profundo
    sentimiento de la invariabilidad de las leyes que rigen el
    conglomerado de los fenómenos naturales. No por gusto el
    citado Comte señalaba: "… la verdadera libertad no puede consistir,
    sin duda, más que en la sumisión racional al predominio
    único, convenientemente constatado, de las leyes
    fundamentales de la naturaleza, al abrigo de toda
    arbitrariedad de ordenamiento personal."

    • trata de eliminar toda subordinación de la
      realidad a la razón trascendental y enfatiza que los
      fenómenos del mundo deben verse como neutrales: esto es,
      movidos por leyes universales válidas.
    • tiende hacia lo verdaderamente actual y subsistente
      con el propósito de transformar la filosofía en una
      ciencia de la experiencia.
    • orienta el pensamiento hacia los hechos
      y exalta la experiencia como conocimiento
      supremo.
    • defiende la idea de que lo verdadero debe derivarse
      sólo de los hechos, por lo que debía utilizarse el
      mismo método que en las demás ciencias de la observación. La
      sociedad debía ser tratada como la naturaleza, pues si para esta
      última existían leyes generales objetivas, lo mismo
      sucedería con la primera (influencias que aún hoy
      están presentes en muchos casos).
    • el razonamiento debía basarse en los hechos
      observados; buscando establecer cadenas de ellos y explicarlos.
      Es de interés conocer que para
      Comte el método fundamental, lo cual reitera
      constantemente, era la observación porque,
      según su idea, elimina las explicaciones causales, ofrece
      la posibilidad de repetirse tantas veces como fuera necesario (
      esto, más adelante deriva en el surgimiento de los
      conceptos de validez y confiabilidad) y porque todo lo que ella
      no logra aprehender puede declararse como no
      cognoscible.

    Este método lo ubica en tres niveles que subyacen
    dentro de él: 1) la observación propiamente dicha; 2)
    la experimentación, como la observación del objeto que
    ha sufrido modificaciones por el científico (en el sentido
    de las ciencias naturales) y 3) la
    comparación de hechos análogos, cuando los dos
    anteriores no son posibles, lo que permite transitar de lo
    conocido a lo desconocido.

    • No se aceptan los conceptos y valores de la teología
      y la metafísica hasta tanto no fueran sometidos a la
      prueba por el método positivista de las ciencias
      naturales.
    • No se podía progresar sin ningún orden y no
      podía haber orden sin progreso. El positivismo afirma que
      en la realidad existe un orden único que tiende al
      progreso indefinido de la sociedad. Todo lo que ocurre responde
      a ese orden natural que hay que descubrir, conocer y aceptar.
      Así, el ser humano no es el constructor de la realidad
      social, ya que propone una suerte de inmovilismo que descarta
      la problematización.
    • Sólo el hecho científico era tal cuando era
      externo al sujeto
    • Las hipótesis sólo
      tenían valor cuando se
      pretendía investigar lo que es inaccesible a la
      observación y al razonamiento positivo y, por tanto,
      necesitaba del experimento y la comparación.
    • Las causas, los motivos, las esencias no eran de su
      interés; por el
      contrario trataba de hacer comprensible lo real
      aplicándolo a través de las diversas leyes. Para
      Comte era necesario el cómo y no el por
      qué
      ya que, si las leyes eran conocidas no era preciso
      penetrar en las razones; la sociedad podía ser constatada
      a través del primer tipo de pregunta pero no explicada, lo
      que abiertamente demostraba su trasfondo ideológico
      (contrarrevolucionario).
    • Expresaba que existía un progreso hacia estados
      superiores, pero ello debía hacerse sin destruir o negar
      el orden establecido.
    • Señalaba que el conocimiento científico
      es universal y atemporal, lo que le otorgaba validez a los
      conocimientos en cualquier circunstancia o contexto,
      afirmación filosóficamente inadecuada.
    • Obligaba a seguir el método deductivo para
      poder enriquecer el conocimiento racional a
      expensas del experimental.
    • Los seres humanos no podían estudiarse o
      investigarse de manera individual, sino como parte de una
      totalidad que es la sociedad (la totalidad absoluta por su
      extremo).
    • Las leyes universales sólo podían ser
      establecidas, según Comte, por una élite de
      científicos, idea que aún en la actualidad se
      encuentra inmanente en muchas de las definiciones de
      "investigación" que se ofrecen y en la idea de
      múltiples profesionales. Sobre esto H. Marcuse añade:
      "El público, tal como en el neopositivismo, resulta ser
      un forum de científicos que poseen el entrenamiento y el conocimiento requerido.
      Los asuntos sociales debido a su naturaleza compleja deben ser
      tratados
      [y cita a Comte] "…por un pequeño
      grupo formado por una
      élite intelectual." ;
      con ello se trata de eliminar de
      la historia todos los elementos
      materialistas soltando, al decir de C Marx y F. Engels, las
      riendas del potro especulativo .

    Como parte de su teoría Comte elabora una
    explicación de la transformación del
    espíritu humano y la considera como un progreso o una
    evolución en la cual el
    espíritu pasa por tres fases o etapas: la fetichista o
    teológica
    , en la cual los hombres explican la realidad a
    través de acciones divinas; la
    metafísica
    , donde se explica esta realidad por medio de
    principios generales y abstractos; y la positiva o
    científica
    , en la cual se observa la realidad, se
    analizan los hechos, se encuentran las leyes generales y
    necesarias de los fenómenos naturales y humanos y se elabora
    una ciencia de la sociedad, la Física Social o Sociología según
    él, que sirve de fundamento positivo o científico para
    la acción individual (moral) y para la acción
    colectiva (política) que, según él, es la etapa
    final del progreso humano. Esta concepción (que se
    constituye en una deformación de la tríada
    dialéctica, tomada torpemente de Saint Simon) subyace en la
    base de muchas de las teorías que aún se
    elaboran, las cuales conciben la ciencia como radicalmente
    sociedad-sociología, que tiene un
    carácter positivo y que
    permite dirigirla científicamente, con vistas a salvaguardar
    los dos valores fundamentales de la
    entonces sociedad industrial: orden y progreso. Hoy esos valores
    se han modificado externamente, pero en esencia, con un trasfondo
    ideológico, pretenden señalar la perdurabilidad del
    actual sistema capitalista.

    Al final de sus días Comte fundamentó una
    ciencia de la religión de la humanidad que sería
    el climax y complemento ideológico al sistema que propuso,
    en analogía con la filosofía de Hegel, que consiste en la
    identificación de lo subjetivo (hombre) con lo objetivo (Dios y el mundo). De
    ahí que sustituyera lo subjetivo de la filosofía
    alemana por el concepto humanidad; pasa
    del culto a un dios personal al de un ser superior
    abstracto. Y aunque este es un aspecto que se ha tratado de
    ignorar, hasta cierto punto, por quienes defienden una postura de
    este tipo, este paso no fue nada más que el golpe de gracia
    para lograr una mayor coherencia a la doctrina
    engendrada.

    Si llevamos a cabo una valoración propiamente
    ideológica del asunto, podemos concluir que si bien han
    existido múltiples esfuerzos, de parte de muchas de las
    "actualizadas" versiones tecnocráticas de ciencia, por
    silenciar este paso dado por Comte, no por ello deja de ser
    ejercida.

    El positivismo no condujo a ningún sistema de
    educación aunque sí
    derivó algunas tesis pedagógicas
    fundamentalmente a manos de uno de sus más conocidos
    representantes, H. Spencer, defensor del capitalismo y hostil a las
    ideas del socialismo. De su pensamiento se
    desprende una interpretación arbitraria de los hechos, un
    esquematismo extremo, la sustitución del análisis social por la
    clasificación de los fenómenos y el reemplazo de su
    esencia por el aspecto externo. Trata de encontrar, mediante las
    acciones de un individuo
    aislado la clave de todos los problemas sociales y sus
    conclusiones sirvieron para tratar de justificar las ideas
    biologizadoras en la pedagogía.

    El segundo positivismo o empirocriticismo, hizo su
    aparición en los últimos años del siglo XIX. Esta
    concepción extrajo de su antecesor conceptos tales como
    materia, necesidad,
    causalidad, experiencia, y los concibe como apercepciones
    apriorísticas que han sido erróneamente asignados a la
    experiencia. Mantiene la misma línea del primer positivismo
    acerca de la neutralidad filosófica.

    El tercer positivismo o neo-positivismo, como corriente
    idealista subjetiva de la filosofía en el siglo XX expresa
    que el conocimiento sobre la realidad
    se da tan sólo en el pensar cotidiano o concretamente
    científico y no hace extensivo el análisis
    filosófico a los objetos reales, sino sólo a lo dado, a
    la experiencia inmediata o lenguaje. Concretamente a la
    filosofía se le atribuye las tareas del análisis del
    idioma, en el cual se expresan los resultados de tales
    pensamientos. Por ejemplo, el llamado Círculo de Viena
    limitaba lo `dado' a las vivencias individuales, llegando al
    solipsismo.

    Más adelante, en los años 20 del presente
    siglo, surge como variedad de esa tendencia el positivismo
    lógico, a partir de las ideas desarrolladas por el mismo
    grupo, entre los que se encontraban B. Russel, L. Wittgestein
    entre otros. Este enfoque renunciaba a la posición
    psicológica y biológica en el problema del conocimiento
    lo que negaba formalmente el primer positivismo.

    Según esa tendencia la auténtica
    filosofía científica sólo era posible como
    análisis lógico de la ciencia, estudio que trata de
    eliminar por una parte la filosofía y por otra, investigar
    la estructura lógica del conocimiento científico,
    con el fin de descubrir el contenido dado
    directamente.

    Todo ello perseguía el logro de una ciencia
    única al igual que los propósitos iniciales de
    Comte.

    Para el positivismo lógico lo importante es la
    aclaración del significado, no el descubrimiento de nuevos
    hechos (el trabajo de la ciencia) o la
    elaboración de relaciones comprensivas de la realidad (el
    erróneo objetivo de la metafísica
    tradicional).

    El positivismo dividió todas las afirmaciones
    significativas en dos clases: proposiciones analíticas que
    son las proposiciones de la lógica y las matemáticas; son
    afirmaciones de verdad o falsedad que dependen del conjunto del
    significado de los términos que constituyen la
    afirmación y proposiciones verificables que engloban las
    afirmaciones sobre el mundo que pueden ser verificadas, al menos
    en principio, por la experiencia sensible de un modo
    empírico.

    En realidad, el significado de tales proposiciones se
    identifica con el método empírico de verificación.
    Esta teoría verificable del significado, concluye el
    positivismo, demostraría que las afirmaciones
    científicas son afirmaciones objetivas legítimas y que
    las oraciones metafísicas, religiosas y éticas se
    hallan vacías de significado

    De acuerdo con los propósitos que perseguimos en el
    presente estudio y por su importancia destacamos algunas
    consecuencias ideológicas de la concepción positivista
    sobre la relación entre la teoría y la práctica,
    entre ellas:

    1. Define la teoría en tal sentido que la reduce a
      una simple organización
      sistemática y jerárquica de ideas, sin jamás
      hacer de ella una tentativa de explicación y de
      interpretación de los fenómenos naturales y humanos a
      partir de su origen real. Para el positivista esa
      indagación es metafísica.
    2. Establece entre la teoría y la práctica una
      relación autoritaria de regente y regido; esto es, la
      teoría manda porque posee las ideas y la práctica
      obedece y se subordina.
    3. No concibe la práctica como acción sino
      como un simple instrumento. Es una mera técnica que aplica
      automáticamente las reglas, normas y principios que rige la
      teoría. En otras palabras, ella no crea situaciones nuevas
      que susciten un esfuerzo del pensamiento para comprenderlas y
      ejecutarlas.

    La derivación final es que el poder pertenece a quien tiene
    el saber (la teoría). Por ese motivo el positivismo declara
    que una sociedad ordenada y progresista debía ser dirigida
    por los que poseen espíritu científico, de ahí que
    la política sea un derecho de los sabios y su
    aplicación una tarea de técnicos o administradores
    competentes.

    Caracterización de la
    investigación que se deriva de esta
    posición.

    De acuerdo con la explicación anterior acerca de
    los fundamentos que dan origen y se constituyen en génesis
    de esta concepción del mundo, podemos delimitar y
    generalizar (sin negar los matices que puedan tener los enfoques
    o tipos de investigación
    derivados de esta posición) sus rasgos esenciales en los
    siguientes:

    • la realidad es única, tangible, la cual puede
      ser fragmentada en partes y cada una de ellas `manipulada' por
      separado. Es, por su extremo, objetiva, independiente de
      cómo vivan los individuos; de ahí que no preste
      atención a estados
      subjetivos. La objetividad es real sólo si se logra el
      conocimiento fáctico y si el proceso de obtención de
      información prescinde de
      opiniones y sentimientos, etc. y está libre de valores. En
      este último sentido el pensamiento de la escuela positivista llega a
      concebir la investigación social como una actividad
      neutral, puesto que desde este punto de vista la
      investigación cree tener poder para: eliminar todo sesgo y
      preconcepción, no estar envuelta en situaciones
      emocionales o atitudinales, trascender más allá de la
      apariencia y del sentido común.
    • en el estudio se parte generalmente del
      todo.
    • va al descubrimiento.
    • centra sus objetivos en el medio
      (producto) y no en el fin que
      es el hombre (lo concreto-social).
    • polariza la unidad, el conocimiento nomotético,
      universal, abstracto, el razonamiento mediato.
    • es elitista lo que hace inferir que el maestro
      (práctica) es un profesional que pasivamente recibe las
      recomendaciones del investigador científico (teórico)
      y las ejecuta eficazmente, sin tomar decisiones acerca de
      cómo mejorar su actividad.
    • prioriza la teoría per se.
    • comprometida con la ideología social
      (idealismo subjetivo u
      objetivo) aunque se declare neutral en lo
      ideológico
    • sujeto y objeto son independientes, reforzándose
      las distancias entre ellos. Esto trae consigo la
      aceptación de que el objeto de estudio de las ciencias
      sociales puede independizarse de los sujetos de la
      investigación y sus maneras de pensar, luego el objeto de
      estudio existe con o sin significados intrínsecos, tal
      como ocurre en las ciencias físicas.
    • el proceso de transformación se da
      sujetoà
      objeto desde el punto de vista de la acción y
      objetoà
      sujeto en la obtención del conocimiento teórico
      por parte de este último (sujeto
      investigador).
    • trabaja en contextos preestablecidos, tiene visos
      "artificiales", llamados de "laboratorio", donde se
      inducen comportamientos distintos a los experimentados en el
      medio natural. En estos escenarios se pretende aislar y
      controlar situaciones intervinientes, abstraer una serie de
      variables en condiciones
      idóneas. Hace uso generalmente de grandes
      muestras.
    • parte de la búsqueda de leyes que permitan la
      generalización, independientemente de los sujetos, del
      tiempo y el espacio. Se
      supone que el desarrollo, la elaboración y la
      verificación de las generalizaciones sobre el mundo
      natural es la primera tarea; desde ahí aspira a acumular
      generalizaciones empíricas y luego a refinarlas y a
      reestructurarlas en leyes generales.
    • va a la búsqueda de causas que preceden o son
      simultáneas a los efectos.
    • su interés está centrado en la medición teórica a
      partir de la utilización, en ocasiones excesiva, de
      procesamientos estadísticos.
    • al pensar que el conocimiento es acumulativo, la
      verificación de lo que se aprehende a través de la
      experimentación es lo más importante; de ahí que
      sea el método fundamental pero no tal como lo que
      representa en su génesis (vid), descuidando varios de los
      momentos del proceso de la investigación vb., la
      caracterización y el diagnóstico, la
      explicación, etc.
    • trata en lo esencial de satisfacer las expectativas
      del investigador más que la `actualidad' de la
      problemática. Es cientificista.
    • desde la ciencia, el método
      hipotético-deductivo es el válido.
    • los instrumentos de la investigación se
      intercalan entre el investigador y lo que se investiga sin
      tener, necesariamente, en cuenta las particularidades de los
      sujetos y sus contextos de actuación.
    • parte de un diseño preestructurado
      y esquematizado.
    • aún cuando se investigue sobre aspectos humanos
      como motivación, valores,
      actitud, intereses, se
      perciben como algo que no es directamente observable, que son
      reales pero que existen independientemente del
      pensamiento.
    • la lógica de análisis está orientada a
      la verificación; de ahí que sea confirmatoria,
      reduccionista, e inferencial.
    • persigue la búsqueda de la verdad absoluta, la
      ley, pero no como esencia, sino
      como prescripción y proscripción.
    • los procesos de
      generalización son automáticos; sin la reflexión
      y validación de los nuevos sujetos y
      contextos.

    El enfoque
    empírico-analítico

    En la bibliografía actual se le
    denomina también como paradigma de la investigación, e
    independientemente de que lo consideramos como parte de la
    herencia de la postura
    teórico-metodológica estudiada (positivista), presenta
    algunas características distintivas
    que ameritan brevemente referirnos a él; pero como enfoque
    de dicha posición. Entre sus representantes pueden citarse
    autores conocidos como M. Bunge y H. Blalock entre
    otros.

    Sintéticamente este enfoque presenta las siguientes
    peculiaridades:

    • Postula el fraccionamiento de la realidad, lo cual
      facilita el análisis de sus partes y características
      más relevantes para irlos analizando poco a poco. Tales
      características son las variables que cumplen
      funciones dentro de una
      estructura, lo mismo que los
      órganos del cuerpo humano. Esto es, lo
      analítico está en la segmentación o
      desagregación del sistema que estudia para que al
      demostrarlos, aparezca la forma de predecir, controlar y
      explicar por relaciones causales internas y externas. Sin
      embargo, no refleja el todo en su integridad y
      riqueza.
    • Hace mucho énfasis en los procesos
      estadísticos para comprobar la validez y la confiabilidad
      de los resultados. Sus defensores parten de la idea de que,
      para no caer en la especulación, es preciso demostrar
      hechos cuyos referentes se soportan de la realidad
      fáctica.
    • La realidad es dividida en niveles, que son
      portadores de propiedades y leyes e.g. el nivel socio cultural
      incluye los subniveles económico, social y cultural. De
      ahí que, si no es posible la explicación con las
      leyes del nivel, entonces ella surja a partir de las propias
      leyes que portan sus componentes.
    • Su método fundamental es la observación
      para encontrar, siempre que sea posible, características
      que sirvan como variables e indicadores de una
      problemática. Utiliza ampliamente la experiencia para
      analizar tales problemáticas o
      contradicciones.
    • Por su importancia en el enfoque, la teoría
      desempeña un papel crucial para otorgar significados a los
      datos que surgen de lo
      investigado. Pero el dato por sí solo no posee dichos
      significados excepto cuando se articula a la generalidad y
      precisamente allí es donde la teoría cumple su
      cometido.
    • Existe una tendencia a la hiperespecialización,
      la cual fragmenta y genera diversos tipos de reproducción
      mecanicistas que posibilitan comprender los fenómenos con
      un criterio lineal.
    • Pretende establecer precisiones, simulando expresar
      la realidad como si fuera natural.
    • Establece relaciones de causa y efecto; pero la causa
      es un factor de riesgo y el efecto es la
      consecuencia. En otras palabras, se trata de asociar o
      correlacionar las variables; si algunos de los elementos de
      dicha asociación se modifica, por lógica, se
      trasmutan los efectos.

    CITAS Y REFERENCIAS
    BIBLIOGRÁFICAS

    Ver: Bueno, G. et. al. Symploké (Filosofía
    3° B.V.P.) Madrid. Ed. Júcar, 1991.

    Ver: Lenin, V.I. Obras Completas. Moscú. Ed.
    Progreso, 1988. sobre las causas que trajeron como consecuencia
    su derrota. Tomos 8, 9 y 37

    Comte, A. Filosofía positiva. México. Editorial
    Porrúa, 1979, p.39

    Comte, A. La teoría social del positivismo.
    México. Cuadernos de
    Causa No.10, 1978, p.36

    Para una valoración sintética más acabada
    ver: Rosental, M. y P, Iudin. Diccionario Filosófico.
    La Habana. Ed. Revolucionaria, 1981. p.370

    Marcuse, M. Razón y Revolución. Madrid. Alianza
    Editorial, 2da. Ed. , 1972, pp. 330-336

    Comte, A, (1979). p.39 <<y>> Ver: La
    teoría social del positivismo. México. Cuadernos de
    Causa No.10, 1978. Puede, además, consultarse a Luengo, E.
    Problemas metodológicos de la sociología
    contemporánea. México. Departamento de Ciencias
    Sociales y Políticas. Universidad Iberoamericana. 6ta
    ed., 1991. pp107-126 quien hace un detallado estudio de este
    método.

    Ver: Marcuse, H. Razón y revolución. Madrid.
    Alianza Editorial, 2da ed., 1972. pp. 321-331

    Ídem. p.333. Como todas las palabras se han
    modificado a través de la historia, adquiriendo diferentes acepciones.
    El término francés élite es el sustantivo
    correspondiente al verbo elire (escoger) y hasta el siglo
    XVI, fue tan solo choix (elección, acción de
    escoger). En el siglo siguiente adquirió más que todo
    un sentido comercial, para designar a los bienes de calidad especial y fue en el
    siglo XVIII, cuando se empezó a determinar mediante esta
    palabra a algunos grupos sociales y, con tal
    sentido pasó al inglés. Elite empezó
    a constituirse en el significado que hoy es usual durante la
    Belle Epoque. Así entonces, en el amplio sentido, se
    indicaba con esta palabra a quienes tenían las más
    altas aptitudes frente al promedio general y, en un sentido
    más restringido, se refería a la "clase política".
    Sin embargo, la verdadera importancia del elitismo clásico
    estriba en el empeño que pusieron sus principales
    representantes en sentar las bases de una nueva forma de entender
    las ciencias sociales en general y, muy en concreto, la ciencia de la
    política. Una nueva disciplina en la cual el
    concepto de élite política o de clase
    política.

    Marx, C., y F. Engels. Feuerbach, contraposición
    entre la concepción materialista y la idealista. La Habana.
    Ed. Ciencias Sociales, 1973 p.54

    Ver para mayor información: Chauí,
    M.O. O qué e ideología. Sao Paulo. Abril S.A.
    Cultural, 1984. Por ejemplo: Teológica: Da
    explicaciones simples de los fenómenos naturales como la
    lluvia, el trueno, la fertilidad o el viento creando dioses
    para explicarlos (Dios de la lluvia, Dios del trueno,
    etc.).Metafísica: Todo lo que ocurre se debe a
    fuerzas naturales o esencias y se realizan ritos para que pase
    tal o cual cosa (danza de la lluvia,
    sacrificio de un animal, ritos religiosos, etc.) llamando
    así la atención de los dioses.
    Busca respuesta al cómo suceden las cosas.
    Positiva: El nombre positivo deriva de lo que el ser
    humano hace y crea, no es Dios. Es cuando llega a una
    estructura científica de la mente buscando las causas de
    los fenómenos con la razón a través de la
    experimentación, la observación y la experiencia para
    descubrir las leyes científicas que regulan sus
    relaciones. Busca respuesta al por qué suceden las cosas.
    La razón es considerada como la única fuente de
    conocimiento de la realidad y ésta se expresa en el
    conocimiento científico. Con la razón y las ciencias
    es posible es progreso indefinido de la sociedad pero, para que
    se produzca, debe existir el orden social. Para ello es
    necesario evitar todo tipo de conflictos sociales.

    Ver: Korolev, F. F., y V.E. Gmurman. Fundamentos
    generales de la pedagogía. La Habana. Ed. Pueblo y Educación, 1967. Pp 56-61

    Idem pp. 136, 337-338, 370

    "Filosofía analítica," Enciclopedia
    Microsoft® Encarta®
    2000.
    © 1993-1999 Microsoft Corporation.
    Reservados todos los derechos.

    Ver: Chauí, M.O. (1984) op. cit

    Ver: Blalock, H. Estadística
    Social
    . México. Fondo de Cultura Económica, 1994
    [y] Bunge, M. La ciencia, su método y su filosofía.
    Buenos Aires. Ed. Siglo
    Veinte, 1973 [y] de este último, La investigación
    científica, Barcelona 5ta. ed.,
    1976.

    SINTESIS CURRICULAR

    NOMBRE: Evelio F. Machado Ramírez

    GRADO CIENTÍFICO: Doctor en Ciencias
    Pedagógicas

    CATEGORÍA DOCENTE: Profesor
    Titular

    Labora en la Universidad de Camagüey y durante 28
    años en la Universidad Pedagógica José Martí.
    Ha impartido más de 40 programas docentes en cursos de pregrado del
    Destacamento Pedagógico, Profesoral Superior y Licenciatura
    en Educación. Ha ofrecido 32 cursos de postgrado,
    entrenamientos, además de decenas de seminarios, charlas,
    conferencias, talleres, etc., a profesores de su centro, del
    Ministerio de Educación y otros organismos, instituciones y Centros de
    Enseñanza Superior del
    país. Recibió 21 cursos de postgrado. Ha impartido 22
    cursos internacionales. Actualmente dirige o forma parte de 6
    Comités Académicos de Maestrías, tribunales, e imparte
    maestrías en diversos centros de Educación Superior. Fue
    coordinador de las maestrías Teoría y Práctica de
    la Enseñanza del Inglés Contemporáneo
    e Investigación Educativa y
    de dos doctorados en Ciencias Pedagógicas, uno en el I.S.P.
    José Martí para las provincias centroorientales y otro
    en la República de Brasil como coordinador del
    Instituto Central de Ciencias Pedagógicas. Es tutor
    actualmente de 15 aspirantes a doctores en Ciencias
    Pedagógicas (10 defendidos), de 13 Masteres (62 ya
    defendieron sus títulos académicos según consta en
    su expediente). Ha participado en la formación
    metodológica de decenas de masteres y doctores en Ciencias.
    Miembro del Tribunal Nacional para las defensas del Título
    de Doctor en Ciencias Pedagógicas y presidente de tribunales
    de mínimo de idiomas y especialidad.

    Ha sido Jefe de Departamento Docente, Asesor
    Académico de la Vicerrectoría Docente, Asesor de
    Investigaciones de la Vicerrectoría de Investigaciones,
    Postgrados y Relaciones Internacionales de
    la cual también fungió como Vicerrector durante varios
    años. Fue Director del Centro de Estudios e Investigaciones
    para el Desarrollo Educacional (CEIDE) dedicado a la
    formación de docentes para la obtención de títulos
    académicos y científicos de la Universidad
    Pedagógica José Martí y actualmente profesor del
    Centro de Estudios de Ciencias de la Educación de la Universidad de
    Camagüey. Es autor de varios programas docentes que se han
    utilizado o están vigentes en todas las universidades
    pedagógicas del país y aprobados en el Ministerio de
    Educación.

    Es autor de más de 30 publicaciones
    científicas editadas en Cuba y el Extranjero y de
    textos y folletos avalados por las Comisiones Nacionales
    correspondientes. Ha sido además tutor, consultante o asesor
    de más de 70 trabajos científicos estudiantiles,
    tesis de grado e
    investigaciones profesorales de su centro, del Ministerio de
    Educación y de Universidades de otras provincias. Durante
    años tuvo a su cargo la tutoría de estudiantes talentos
    y de alto aprovechamiento.

    Como investigador ha participado en más de 40
    eventos científicos tanto
    nacionales como internacionales en calidad de autor, tutor o
    invitado para presidir o participar en comisiones de trabajo,
    además de haber impartido cursos y conferencias en eventos tales como los Congresos
    Internacionales de Pedagogía.

    Ha sido galardonado por el Ministerio de Educación Superior con el
    premio científico a la Investigación ya Aplicada
    más Útil a la Educación Superior; por el
    Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente como
    Investigador Destacado en el año 1989, 2 investigaciones en
    el 2002 y en 2003; y por este y el Ministerio de Educación
    de la República de Cuba, ambos por su parte, como
    Investigador Destacado en la Introducción de
    Resultados en el quinquenio 1986-1991, entre otros
    reconocimientos. Ha obtenido resultados científicos en
    más de 15 investigaciones que cuentan con los
    correspondientes avales de introducción por
    diferentes centros de enseñanza superior y media. Fue
    miembro de subcomisiones ampliadas del Instituto Central de
    Ciencias Pedagógicas y participó en comisiones del
    Ministerio de Educación para la elaboración de
    currículos de estudios y documentos que han estado vigentes desde 1978 en
    los I.S.P. del país. De la misma forma ha participado en
    comisiones del Ministerio para el estudio de la efectividad de la
    enseñanza en la escuela media. Formó parte
    de la Comisión de Expertos de esa instancia. Ha presidido y
    participado en tribunales de diferentes CES, instituciones y organismos
    para la obtención de Categorías Investigativas y
    Docentes; y fue presidente de la Comisión de
    Ratificación de Categorías Docentes
    Principales.

    Por invitación y asignación ha participado en
    visitas de inspección, asesorías metodológicas a
    todos las Universidades Pedagógicas del país y a
    diferentes centros de enseñanza media y primaria de su
    provincia.

    Fue vicepresidente del Consejo Científico de su
    Centro, Vicepresidente del Consejo Asesor de Educación de su
    provincia, presidente de la subcomisión de investigaciones
    de este órgano asesor, Secretario y miembro del Consejo
    Asesor Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, miembro de la
    Comisión Provincial de Ciencias Sociales.

    Ha impartido maestrías, conferencias, cursos de
    superación o ha dirigido talleres en diversas ocasiones en
    las Repúblicas de Chile, Argentina, Venezuela, México,
    Brasil y República
    Dominicana sobre investigación educativa y
    social. Coordinó e impartió docencia en un proyecto de Doctorado en Ciencias
    en la Universidad Estatal de PIAUI, Brasil como profesor invitado
    del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, docente del
    Doctorado en Ciencias Jurídicas del Instituto de Ciencias
    Jurídicas de Puebla, México y del Doctorado
    Internacional de Ciencias de la Educación y Pedagogía
    de la Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita
    Universidad Autónoma de Puebla, en ambos casos también
    invitado por esas instituciones extranjeras.

    Posee la distinción por la Educación Cubana
    del Ministerio de Educación y la Medalla José Tey que
    otorga el Consejo de Estado por servicios prestados a la
    Educación. Domina el inglés, y se comunica y comprende
    el francés y el portugués.

     

     

     

    Autor:

    Dr.C. Evelio F. Machado Ramírez

    Centro de Estudios de Ciencias de la Educación.
    Universidad de Camagüey

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