- Resumen
- Caracterización de la
investigación que se deriva de esta
posición - El enfoque
empírico-analítico - Citas y Referencias
Bibliográficas
Se realiza un estudio sobre la influencia de la teoría positiva o
positivismo en la investigación social y en
específico educativa. Esencialmente se realiza una
comparación entre las principales ideas de A. Comte y la
propia caracterización que se ofrece en la literatura actual sobre las llamadas
investigaciones cuantitativas.
La teoría del positivismo ha
sido determinante en generaciones de estudiosos que tratan de
penetrar en los problemas educacionales sin
percatarse, en ocasiones, que existe una plena correspondencia
entre la metodología con la cual se
concretan dichos estudios y la forma de ver, interpretar y
transformar el mundo.
Palabras claves: paradigma cuantitativo,
paradigma positivista,
investigación
cuantitativa.
El POSITIVISMO Y SU INFLUENCIA EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL Y
EDUCATIVA
A lo largo del pasado siglo, específicamente, en lo
relacionado con la investigación social, se trataron de
buscar respuestas acerca de si las Ciencias Sociales podían
tomar de las Naturales elementos de su metodología para estudiar el
mundo social y humano.
De hecho, estas preguntas, que motivaron inquietudes
acerca de la pretendida unidad de la ciencia, hicieron que por
un lado, el grupo identificado como
positivista, entre los que se encontraban J. S. Mill, A. Comte y
E. Durkheim, etc., trabajara en
la línea establecida por Newton y Locke haciendo
énfasis en la búsqueda de los hechos o
causas de los fenómenos sociales con independencia de los estados
subjetivos de los individuos. En el lado contrario, W. Dilthey,
M. Weber, E. Husserl, entre
otros, se hallaban inmersos en la creación de una
filosofía particular a partir de la tradición kantiana,
tratando de entender los fenómenos sociales
desde la propia perspectiva del actor.
El surgimiento de la ciencia contemporánea
estuvo caracterizado por un fuerte sentimiento revolucionario al
desembarazarse la ciencia de la
teología, existiendo una gran confluencia entre la cultura teórica y la
actividad artesanal motivado fundamentalmente por el nacimiento
de la sociedad industrial, cuyo
resultado fue la incorporación de la ciencia al proceso productivo, el
surgimiento y proliferación de nuevos enfoques y disciplinas
y los procesos de
institucionalización académica bajo nuevas perspectivas
que negaban la universidad medieval ya en
crisis.
El período comienza, en ese contexto, con una vasta
proliferación de investigaciones y el surgimiento
de nuevas ciencias; aparecen los
primeros estudios científicos sobre el hombre, de los economistas
Adam Smith, David Ricardo, Malthus, entre
otros., conclusiones que C. Marx utilizaría
posteriormente en sus críticas; la Pedagogía formula
leyes matemáticas de la mano de J.
F. Herbart, filósofo idealista, psicólogo y pedagogo,
quien fue apartándose poco a poco de los principios democráticos de
Pestalozzi entendiendo que la virtud suprema de las masas
populares consistía en subordinarse a las clases dominantes;
se instauraron estudios etnográficos como los de W.
Humbolt.
Se producen en ese período el surgimiento, por
ejemplo, de la termodinámica, la
síntesis de compuestos orgánicos, la
tabla de los elementos de D. Mendeleiev y las fórmulas
estructurales de Kekulé en Química, la teoría darwinista
sobre la selección natural de las
especies, etc. C. Marx y F. Engels quienes vivieron
en esa época siguieron de cerca el empuje científico
del momento y fueron capaces de valorar como nadie tales
contribuciones como fuerzas productivas transformadoras de las
condiciones y de la existencia de la sociedad.
Es precisamente en esta etapa cuando nace la teoría
de la ciencia en el sentido contemporáneo, y es el momento
en el que A. Comte considera que la humanidad había entrado
en una `era positiva', para lo cual era preciso reorganizarla a
tono con los nuevos criterios de racionalidad
científica.
La sociedad y la política se encontraban en un estado de efervescencia
revolucionaria debido al caos y a los ciertos desórdenes
producidos por los acontecimientos que signaron la Revolución
Democrático-Burguesa en Francia a fines del siglo
XVIII.
A partir de los estudios de la filosofía positiva
de F. Wilhelm y F.J. Stahl, surge el método del mismo nombre como
enfoque idealista subjetivo y agnóstico que ha tenido
diferentes desgajamientos, corrientes e interpretaciones a lo
largo de los años; pero entre sus rasgos comunes niegan el
papel de la filosofía en
calidad de concepción del
mundo, tratándose de asentar más allá de los
problemas de la relación
entre el ser y la conciencia; todo lo cual fue un
pretexto para crear una metodología o lógica de la ciencia que
estuviera situada por encima de las históricas discusiones
entre el idealismo y el materialismo.
Basadas en dichas ideas, las ideas positivistas se
desarrollaron aún más en el siglo XIX desde una
perspectiva de cuantificación a tal punto que el pensamiento propuesto por E.
Durkheim declarara a los
elementos o factores sociales como cosas (cosificación de
las ciencias
sociales).
El positivismo en sus comienzos fue una doctrina
revolucionaria, puesto que centró sus ataques a la metafísica y a la
teología que eran las ideas predominantes hasta ese
entonces; poco después se convirtió en una defensa a
ultranza de la ideología burguesa que
encerraba dentro de sí la semilla del
autoritarismo.
En su obra Comte expresaba:
Una hipótesis
teológica y después metafísica ha presidido
los comienzos de la humanidad; ha sostenido sus pasos y
favorecido su primer desarrollo. Después ha
comenzado el estudio de las leyes reales, estudio
débil en un principio, lento y mal seguro en su marcha; pero
vencidas las primeras dificultades fue creciendo y
engrandeciendo con gran rapidez. La confrontación fue
inevitable, y, operándose por sí misma sucesivamente,
hizo retroceder a la hipótesis primordial. Pero en
los pasados tiempos la confrontación fue parcial
solamente, y en el día es general y se verifica en todo el
saber humano. Una vez en posesión de este conjunto o
totalidad, las ciencias, para transformarse
en filosofía, no tienen más que una cosa que hacer, y
es ordenarse según un sistema determinado. Cumplida
esta elaboración satisfarán todas las condiciones de
una filosofía, es decir, que proporcionarán los
primeros principios de todas nuestras
nociones, colocadas en el orden verdaderamente
natural.
Y abiertamente declaraba sus propósitos, ya que el
concepto positivo
evidencia el tránsito de una teoría filosófica a
una teoría científica. Sobre este paso,
señala:
Habiendo emprendido la filosofía
teológica y la filosofía metafísica, de manera
libre, hasta aquí, la operación de la
reorganización política de las sociedades modernas, con el
objeto de constatar a plenitud, de acuerdo con el conjunto de
explicaciones precedentes, y por la vía experimental,
así como por un análisis racional, su
profundo vacío obligatorio con respecto a tal destino, se
sigue con toda evidencia: que el problema no admite en realidad
ninguna solución, lo que sería absurdo pensar, o que
no nos queda nada más que recurrir a la filosofía
positiva…
Entre las características
fundamentales presentes en esta postura, en tanto han influido en
la ciencia y en la investigación, se encuentran las
siguientes:
- pretende lograr la neutralidad de la filosofía,
lo cual obedece a los motivos sociales de su surgimiento, pues
si bien la burguesía consideraba necesario el papel y los aportes de las
ciencias naturales y
específicas para el desarrollo, la resultante
ideológica e inferencia, la lectura que podía
derivarse de sus logros engendraban la destrucción de la
formación económico-social anterior pero no la que
podía nacer .
Comte se basaba, como columna vertebral de su método, en el `dogma general
de la invariabilidad de las leyes físicas' lo que en el
fondo explicaba que el hombre debía resignarse y
no podía cambiar su statu quo social. Según H. Marcuse
la verdadera resignación, es decir, la disposición a
soportar los males necesarios sin ninguna esperanza de
compensación, sólo puede surgir de un profundo
sentimiento de la invariabilidad de las leyes que rigen el
conglomerado de los fenómenos naturales. No por gusto el
citado Comte señalaba: "… la verdadera libertad no puede consistir,
sin duda, más que en la sumisión racional al predominio
único, convenientemente constatado, de las leyes
fundamentales de la naturaleza, al abrigo de toda
arbitrariedad de ordenamiento personal."
- trata de eliminar toda subordinación de la
realidad a la razón trascendental y enfatiza que los
fenómenos del mundo deben verse como neutrales: esto es,
movidos por leyes universales válidas. - tiende hacia lo verdaderamente actual y subsistente
con el propósito de transformar la filosofía en una
ciencia de la experiencia. - orienta el pensamiento hacia los hechos
y exalta la experiencia como conocimiento
supremo. - defiende la idea de que lo verdadero debe derivarse
sólo de los hechos, por lo que debía utilizarse el
mismo método que en las demás ciencias de la observación. La
sociedad debía ser tratada como la naturaleza, pues si para esta
última existían leyes generales objetivas, lo mismo
sucedería con la primera (influencias que aún hoy
están presentes en muchos casos). - el razonamiento debía basarse en los hechos
observados; buscando establecer cadenas de ellos y explicarlos.
Es de interés conocer que para
Comte el método fundamental, lo cual reitera
constantemente, era la observación porque,
según su idea, elimina las explicaciones causales, ofrece
la posibilidad de repetirse tantas veces como fuera necesario (
esto, más adelante deriva en el surgimiento de los
conceptos de validez y confiabilidad) y porque todo lo que ella
no logra aprehender puede declararse como no
cognoscible.
Este método lo ubica en tres niveles que subyacen
dentro de él: 1) la observación propiamente dicha; 2)
la experimentación, como la observación del objeto que
ha sufrido modificaciones por el científico (en el sentido
de las ciencias naturales) y 3) la
comparación de hechos análogos, cuando los dos
anteriores no son posibles, lo que permite transitar de lo
conocido a lo desconocido.
- No se aceptan los conceptos y valores de la teología
y la metafísica hasta tanto no fueran sometidos a la
prueba por el método positivista de las ciencias
naturales. - No se podía progresar sin ningún orden y no
podía haber orden sin progreso. El positivismo afirma que
en la realidad existe un orden único que tiende al
progreso indefinido de la sociedad. Todo lo que ocurre responde
a ese orden natural que hay que descubrir, conocer y aceptar.
Así, el ser humano no es el constructor de la realidad
social, ya que propone una suerte de inmovilismo que descarta
la problematización. - Sólo el hecho científico era tal cuando era
externo al sujeto - Las hipótesis sólo
tenían valor cuando se
pretendía investigar lo que es inaccesible a la
observación y al razonamiento positivo y, por tanto,
necesitaba del experimento y la comparación. - Las causas, los motivos, las esencias no eran de su
interés; por el
contrario trataba de hacer comprensible lo real
aplicándolo a través de las diversas leyes. Para
Comte era necesario el cómo y no el por
qué ya que, si las leyes eran conocidas no era preciso
penetrar en las razones; la sociedad podía ser constatada
a través del primer tipo de pregunta pero no explicada, lo
que abiertamente demostraba su trasfondo ideológico
(contrarrevolucionario). - Expresaba que existía un progreso hacia estados
superiores, pero ello debía hacerse sin destruir o negar
el orden establecido. - Señalaba que el conocimiento científico
es universal y atemporal, lo que le otorgaba validez a los
conocimientos en cualquier circunstancia o contexto,
afirmación filosóficamente inadecuada. - Obligaba a seguir el método deductivo para
poder enriquecer el conocimiento racional a
expensas del experimental. - Los seres humanos no podían estudiarse o
investigarse de manera individual, sino como parte de una
totalidad que es la sociedad (la totalidad absoluta por su
extremo). - Las leyes universales sólo podían ser
establecidas, según Comte, por una élite de
científicos, idea que aún en la actualidad se
encuentra inmanente en muchas de las definiciones de
"investigación" que se ofrecen y en la idea de
múltiples profesionales. Sobre esto H. Marcuse añade:
"El público, tal como en el neopositivismo, resulta ser
un forum de científicos que poseen el entrenamiento y el conocimiento requerido.
Los asuntos sociales debido a su naturaleza compleja deben ser
tratados [y cita a Comte] "…por un pequeño
grupo formado por una
élite intelectual." ; con ello se trata de eliminar de
la historia todos los elementos
materialistas soltando, al decir de C Marx y F. Engels, las
riendas del potro especulativo .
Como parte de su teoría Comte elabora una
explicación de la transformación del
espíritu humano y la considera como un progreso o una
evolución en la cual el
espíritu pasa por tres fases o etapas: la fetichista o
teológica, en la cual los hombres explican la realidad a
través de acciones divinas; la
metafísica, donde se explica esta realidad por medio de
principios generales y abstractos; y la positiva o
científica, en la cual se observa la realidad, se
analizan los hechos, se encuentran las leyes generales y
necesarias de los fenómenos naturales y humanos y se elabora
una ciencia de la sociedad, la Física Social o Sociología según
él, que sirve de fundamento positivo o científico para
la acción individual (moral) y para la acción
colectiva (política) que, según él, es la etapa
final del progreso humano. Esta concepción (que se
constituye en una deformación de la tríada
dialéctica, tomada torpemente de Saint Simon) subyace en la
base de muchas de las teorías que aún se
elaboran, las cuales conciben la ciencia como radicalmente
sociedad-sociología, que tiene un
carácter positivo y que
permite dirigirla científicamente, con vistas a salvaguardar
los dos valores fundamentales de la
entonces sociedad industrial: orden y progreso. Hoy esos valores
se han modificado externamente, pero en esencia, con un trasfondo
ideológico, pretenden señalar la perdurabilidad del
actual sistema capitalista.
Al final de sus días Comte fundamentó una
ciencia de la religión de la humanidad que sería
el climax y complemento ideológico al sistema que propuso,
en analogía con la filosofía de Hegel, que consiste en la
identificación de lo subjetivo (hombre) con lo objetivo (Dios y el mundo). De
ahí que sustituyera lo subjetivo de la filosofía
alemana por el concepto humanidad; pasa
del culto a un dios personal al de un ser superior
abstracto. Y aunque este es un aspecto que se ha tratado de
ignorar, hasta cierto punto, por quienes defienden una postura de
este tipo, este paso no fue nada más que el golpe de gracia
para lograr una mayor coherencia a la doctrina
engendrada.
Si llevamos a cabo una valoración propiamente
ideológica del asunto, podemos concluir que si bien han
existido múltiples esfuerzos, de parte de muchas de las
"actualizadas" versiones tecnocráticas de ciencia, por
silenciar este paso dado por Comte, no por ello deja de ser
ejercida.
El positivismo no condujo a ningún sistema de
educación aunque sí
derivó algunas tesis pedagógicas
fundamentalmente a manos de uno de sus más conocidos
representantes, H. Spencer, defensor del capitalismo y hostil a las
ideas del socialismo. De su pensamiento se
desprende una interpretación arbitraria de los hechos, un
esquematismo extremo, la sustitución del análisis social por la
clasificación de los fenómenos y el reemplazo de su
esencia por el aspecto externo. Trata de encontrar, mediante las
acciones de un individuo
aislado la clave de todos los problemas sociales y sus
conclusiones sirvieron para tratar de justificar las ideas
biologizadoras en la pedagogía.
El segundo positivismo o empirocriticismo, hizo su
aparición en los últimos años del siglo XIX. Esta
concepción extrajo de su antecesor conceptos tales como
materia, necesidad,
causalidad, experiencia, y los concibe como apercepciones
apriorísticas que han sido erróneamente asignados a la
experiencia. Mantiene la misma línea del primer positivismo
acerca de la neutralidad filosófica.
El tercer positivismo o neo-positivismo, como corriente
idealista subjetiva de la filosofía en el siglo XX expresa
que el conocimiento sobre la realidad
se da tan sólo en el pensar cotidiano o concretamente
científico y no hace extensivo el análisis
filosófico a los objetos reales, sino sólo a lo dado, a
la experiencia inmediata o lenguaje. Concretamente a la
filosofía se le atribuye las tareas del análisis del
idioma, en el cual se expresan los resultados de tales
pensamientos. Por ejemplo, el llamado Círculo de Viena
limitaba lo `dado' a las vivencias individuales, llegando al
solipsismo.
Más adelante, en los años 20 del presente
siglo, surge como variedad de esa tendencia el positivismo
lógico, a partir de las ideas desarrolladas por el mismo
grupo, entre los que se encontraban B. Russel, L. Wittgestein
entre otros. Este enfoque renunciaba a la posición
psicológica y biológica en el problema del conocimiento
lo que negaba formalmente el primer positivismo.
Según esa tendencia la auténtica
filosofía científica sólo era posible como
análisis lógico de la ciencia, estudio que trata de
eliminar por una parte la filosofía y por otra, investigar
la estructura lógica del conocimiento científico,
con el fin de descubrir el contenido dado
directamente.
Todo ello perseguía el logro de una ciencia
única al igual que los propósitos iniciales de
Comte.
Para el positivismo lógico lo importante es la
aclaración del significado, no el descubrimiento de nuevos
hechos (el trabajo de la ciencia) o la
elaboración de relaciones comprensivas de la realidad (el
erróneo objetivo de la metafísica
tradicional).
El positivismo dividió todas las afirmaciones
significativas en dos clases: proposiciones analíticas que
son las proposiciones de la lógica y las matemáticas; son
afirmaciones de verdad o falsedad que dependen del conjunto del
significado de los términos que constituyen la
afirmación y proposiciones verificables que engloban las
afirmaciones sobre el mundo que pueden ser verificadas, al menos
en principio, por la experiencia sensible de un modo
empírico.
En realidad, el significado de tales proposiciones se
identifica con el método empírico de verificación.
Esta teoría verificable del significado, concluye el
positivismo, demostraría que las afirmaciones
científicas son afirmaciones objetivas legítimas y que
las oraciones metafísicas, religiosas y éticas se
hallan vacías de significado
De acuerdo con los propósitos que perseguimos en el
presente estudio y por su importancia destacamos algunas
consecuencias ideológicas de la concepción positivista
sobre la relación entre la teoría y la práctica,
entre ellas:
- Define la teoría en tal sentido que la reduce a
una simple organización
sistemática y jerárquica de ideas, sin jamás
hacer de ella una tentativa de explicación y de
interpretación de los fenómenos naturales y humanos a
partir de su origen real. Para el positivista esa
indagación es metafísica. - Establece entre la teoría y la práctica una
relación autoritaria de regente y regido; esto es, la
teoría manda porque posee las ideas y la práctica
obedece y se subordina. - No concibe la práctica como acción sino
como un simple instrumento. Es una mera técnica que aplica
automáticamente las reglas, normas y principios que rige la
teoría. En otras palabras, ella no crea situaciones nuevas
que susciten un esfuerzo del pensamiento para comprenderlas y
ejecutarlas.
La derivación final es que el poder pertenece a quien tiene
el saber (la teoría). Por ese motivo el positivismo declara
que una sociedad ordenada y progresista debía ser dirigida
por los que poseen espíritu científico, de ahí que
la política sea un derecho de los sabios y su
aplicación una tarea de técnicos o administradores
competentes.
Caracterización de la
investigación que se deriva de esta
posición.
De acuerdo con la explicación anterior acerca de
los fundamentos que dan origen y se constituyen en génesis
de esta concepción del mundo, podemos delimitar y
generalizar (sin negar los matices que puedan tener los enfoques
o tipos de investigación
derivados de esta posición) sus rasgos esenciales en los
siguientes:
- la realidad es única, tangible, la cual puede
ser fragmentada en partes y cada una de ellas `manipulada' por
separado. Es, por su extremo, objetiva, independiente de
cómo vivan los individuos; de ahí que no preste
atención a estados
subjetivos. La objetividad es real sólo si se logra el
conocimiento fáctico y si el proceso de obtención de
información prescinde de
opiniones y sentimientos, etc. y está libre de valores. En
este último sentido el pensamiento de la escuela positivista llega a
concebir la investigación social como una actividad
neutral, puesto que desde este punto de vista la
investigación cree tener poder para: eliminar todo sesgo y
preconcepción, no estar envuelta en situaciones
emocionales o atitudinales, trascender más allá de la
apariencia y del sentido común. - en el estudio se parte generalmente del
todo. - va al descubrimiento.
- centra sus objetivos en el medio
(producto) y no en el fin que
es el hombre (lo concreto-social). - polariza la unidad, el conocimiento nomotético,
universal, abstracto, el razonamiento mediato. - es elitista lo que hace inferir que el maestro
(práctica) es un profesional que pasivamente recibe las
recomendaciones del investigador científico (teórico)
y las ejecuta eficazmente, sin tomar decisiones acerca de
cómo mejorar su actividad. - prioriza la teoría per se.
- comprometida con la ideología social
(idealismo subjetivo u
objetivo) aunque se declare neutral en lo
ideológico - sujeto y objeto son independientes, reforzándose
las distancias entre ellos. Esto trae consigo la
aceptación de que el objeto de estudio de las ciencias
sociales puede independizarse de los sujetos de la
investigación y sus maneras de pensar, luego el objeto de
estudio existe con o sin significados intrínsecos, tal
como ocurre en las ciencias físicas. - el proceso de transformación se da
sujetoà
objeto desde el punto de vista de la acción y
objetoà
sujeto en la obtención del conocimiento teórico
por parte de este último (sujeto
investigador). - trabaja en contextos preestablecidos, tiene visos
"artificiales", llamados de "laboratorio", donde se
inducen comportamientos distintos a los experimentados en el
medio natural. En estos escenarios se pretende aislar y
controlar situaciones intervinientes, abstraer una serie de
variables en condiciones
idóneas. Hace uso generalmente de grandes
muestras. - parte de la búsqueda de leyes que permitan la
generalización, independientemente de los sujetos, del
tiempo y el espacio. Se
supone que el desarrollo, la elaboración y la
verificación de las generalizaciones sobre el mundo
natural es la primera tarea; desde ahí aspira a acumular
generalizaciones empíricas y luego a refinarlas y a
reestructurarlas en leyes generales. - va a la búsqueda de causas que preceden o son
simultáneas a los efectos. - su interés está centrado en la medición teórica a
partir de la utilización, en ocasiones excesiva, de
procesamientos estadísticos. - al pensar que el conocimiento es acumulativo, la
verificación de lo que se aprehende a través de la
experimentación es lo más importante; de ahí que
sea el método fundamental pero no tal como lo que
representa en su génesis (vid), descuidando varios de los
momentos del proceso de la investigación vb., la
caracterización y el diagnóstico, la
explicación, etc. - trata en lo esencial de satisfacer las expectativas
del investigador más que la `actualidad' de la
problemática. Es cientificista. - desde la ciencia, el método
hipotético-deductivo es el válido. - los instrumentos de la investigación se
intercalan entre el investigador y lo que se investiga sin
tener, necesariamente, en cuenta las particularidades de los
sujetos y sus contextos de actuación. - parte de un diseño preestructurado
y esquematizado. - aún cuando se investigue sobre aspectos humanos
como motivación, valores,
actitud, intereses, se
perciben como algo que no es directamente observable, que son
reales pero que existen independientemente del
pensamiento. - la lógica de análisis está orientada a
la verificación; de ahí que sea confirmatoria,
reduccionista, e inferencial. - persigue la búsqueda de la verdad absoluta, la
ley, pero no como esencia, sino
como prescripción y proscripción. - los procesos de
generalización son automáticos; sin la reflexión
y validación de los nuevos sujetos y
contextos.
En la bibliografía actual se le
denomina también como paradigma de la investigación, e
independientemente de que lo consideramos como parte de la
herencia de la postura
teórico-metodológica estudiada (positivista), presenta
algunas características distintivas
que ameritan brevemente referirnos a él; pero como enfoque
de dicha posición. Entre sus representantes pueden citarse
autores conocidos como M. Bunge y H. Blalock entre
otros.
Sintéticamente este enfoque presenta las siguientes
peculiaridades:
- Postula el fraccionamiento de la realidad, lo cual
facilita el análisis de sus partes y características
más relevantes para irlos analizando poco a poco. Tales
características son las variables que cumplen
funciones dentro de una
estructura, lo mismo que los
órganos del cuerpo humano. Esto es, lo
analítico está en la segmentación o
desagregación del sistema que estudia para que al
demostrarlos, aparezca la forma de predecir, controlar y
explicar por relaciones causales internas y externas. Sin
embargo, no refleja el todo en su integridad y
riqueza. - Hace mucho énfasis en los procesos
estadísticos para comprobar la validez y la confiabilidad
de los resultados. Sus defensores parten de la idea de que,
para no caer en la especulación, es preciso demostrar
hechos cuyos referentes se soportan de la realidad
fáctica. - La realidad es dividida en niveles, que son
portadores de propiedades y leyes e.g. el nivel socio cultural
incluye los subniveles económico, social y cultural. De
ahí que, si no es posible la explicación con las
leyes del nivel, entonces ella surja a partir de las propias
leyes que portan sus componentes. - Su método fundamental es la observación
para encontrar, siempre que sea posible, características
que sirvan como variables e indicadores de una
problemática. Utiliza ampliamente la experiencia para
analizar tales problemáticas o
contradicciones. - Por su importancia en el enfoque, la teoría
desempeña un papel crucial para otorgar significados a los
datos que surgen de lo
investigado. Pero el dato por sí solo no posee dichos
significados excepto cuando se articula a la generalidad y
precisamente allí es donde la teoría cumple su
cometido. - Existe una tendencia a la hiperespecialización,
la cual fragmenta y genera diversos tipos de reproducción
mecanicistas que posibilitan comprender los fenómenos con
un criterio lineal. - Pretende establecer precisiones, simulando expresar
la realidad como si fuera natural. - Establece relaciones de causa y efecto; pero la causa
es un factor de riesgo y el efecto es la
consecuencia. En otras palabras, se trata de asociar o
correlacionar las variables; si algunos de los elementos de
dicha asociación se modifica, por lógica, se
trasmutan los efectos.
CITAS Y REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Ver: Bueno, G. et. al. Symploké (Filosofía
3° B.V.P.) Madrid. Ed. Júcar, 1991.
Ver: Lenin, V.I. Obras Completas. Moscú. Ed.
Progreso, 1988. sobre las causas que trajeron como consecuencia
su derrota. Tomos 8, 9 y 37
Comte, A. Filosofía positiva. México. Editorial
Porrúa, 1979, p.39
Comte, A. La teoría social del positivismo.
México. Cuadernos de
Causa No.10, 1978, p.36
Para una valoración sintética más acabada
ver: Rosental, M. y P, Iudin. Diccionario Filosófico.
La Habana. Ed. Revolucionaria, 1981. p.370
Marcuse, M. Razón y Revolución. Madrid. Alianza
Editorial, 2da. Ed. , 1972, pp. 330-336
Comte, A, (1979). p.39 <<y>> Ver: La
teoría social del positivismo. México. Cuadernos de
Causa No.10, 1978. Puede, además, consultarse a Luengo, E.
Problemas metodológicos de la sociología
contemporánea. México. Departamento de Ciencias
Sociales y Políticas. Universidad Iberoamericana. 6ta
ed., 1991. pp107-126 quien hace un detallado estudio de este
método.
Ver: Marcuse, H. Razón y revolución. Madrid.
Alianza Editorial, 2da ed., 1972. pp. 321-331
Ídem. p.333. Como todas las palabras se han
modificado a través de la historia, adquiriendo diferentes acepciones.
El término francés élite es el sustantivo
correspondiente al verbo elire (escoger) y hasta el siglo
XVI, fue tan solo choix (elección, acción de
escoger). En el siglo siguiente adquirió más que todo
un sentido comercial, para designar a los bienes de calidad especial y fue en el
siglo XVIII, cuando se empezó a determinar mediante esta
palabra a algunos grupos sociales y, con tal
sentido pasó al inglés. Elite empezó
a constituirse en el significado que hoy es usual durante la
Belle Epoque. Así entonces, en el amplio sentido, se
indicaba con esta palabra a quienes tenían las más
altas aptitudes frente al promedio general y, en un sentido
más restringido, se refería a la "clase política".
Sin embargo, la verdadera importancia del elitismo clásico
estriba en el empeño que pusieron sus principales
representantes en sentar las bases de una nueva forma de entender
las ciencias sociales en general y, muy en concreto, la ciencia de la
política. Una nueva disciplina en la cual el
concepto de élite política o de clase
política.
Marx, C., y F. Engels. Feuerbach, contraposición
entre la concepción materialista y la idealista. La Habana.
Ed. Ciencias Sociales, 1973 p.54
Ver para mayor información: Chauí,
M.O. O qué e ideología. Sao Paulo. Abril S.A.
Cultural, 1984. Por ejemplo: Teológica: Da
explicaciones simples de los fenómenos naturales como la
lluvia, el trueno, la fertilidad o el viento creando dioses
para explicarlos (Dios de la lluvia, Dios del trueno,
etc.).Metafísica: Todo lo que ocurre se debe a
fuerzas naturales o esencias y se realizan ritos para que pase
tal o cual cosa (danza de la lluvia,
sacrificio de un animal, ritos religiosos, etc.) llamando
así la atención de los dioses.
Busca respuesta al cómo suceden las cosas.
Positiva: El nombre positivo deriva de lo que el ser
humano hace y crea, no es Dios. Es cuando llega a una
estructura científica de la mente buscando las causas de
los fenómenos con la razón a través de la
experimentación, la observación y la experiencia para
descubrir las leyes científicas que regulan sus
relaciones. Busca respuesta al por qué suceden las cosas.
La razón es considerada como la única fuente de
conocimiento de la realidad y ésta se expresa en el
conocimiento científico. Con la razón y las ciencias
es posible es progreso indefinido de la sociedad pero, para que
se produzca, debe existir el orden social. Para ello es
necesario evitar todo tipo de conflictos sociales.
Ver: Korolev, F. F., y V.E. Gmurman. Fundamentos
generales de la pedagogía. La Habana. Ed. Pueblo y Educación, 1967. Pp 56-61
Idem pp. 136, 337-338, 370
"Filosofía analítica," Enciclopedia
Microsoft® Encarta®
2000. © 1993-1999 Microsoft Corporation.
Reservados todos los derechos.
Ver: Chauí, M.O. (1984) op. cit
Ver: Blalock, H. Estadística
Social. México. Fondo de Cultura Económica, 1994
[y] Bunge, M. La ciencia, su método y su filosofía.
Buenos Aires. Ed. Siglo
Veinte, 1973 [y] de este último, La investigación
científica, Barcelona 5ta. ed.,
1976.
SINTESIS CURRICULAR
NOMBRE: Evelio F. Machado Ramírez
GRADO CIENTÍFICO: Doctor en Ciencias
Pedagógicas
CATEGORÍA DOCENTE: Profesor
Titular
Labora en la Universidad de Camagüey y durante 28
años en la Universidad Pedagógica José Martí.
Ha impartido más de 40 programas docentes en cursos de pregrado del
Destacamento Pedagógico, Profesoral Superior y Licenciatura
en Educación. Ha ofrecido 32 cursos de postgrado,
entrenamientos, además de decenas de seminarios, charlas,
conferencias, talleres, etc., a profesores de su centro, del
Ministerio de Educación y otros organismos, instituciones y Centros de
Enseñanza Superior del
país. Recibió 21 cursos de postgrado. Ha impartido 22
cursos internacionales. Actualmente dirige o forma parte de 6
Comités Académicos de Maestrías, tribunales, e imparte
maestrías en diversos centros de Educación Superior. Fue
coordinador de las maestrías Teoría y Práctica de
la Enseñanza del Inglés Contemporáneo
e Investigación Educativa y
de dos doctorados en Ciencias Pedagógicas, uno en el I.S.P.
José Martí para las provincias centroorientales y otro
en la República de Brasil como coordinador del
Instituto Central de Ciencias Pedagógicas. Es tutor
actualmente de 15 aspirantes a doctores en Ciencias
Pedagógicas (10 defendidos), de 13 Masteres (62 ya
defendieron sus títulos académicos según consta en
su expediente). Ha participado en la formación
metodológica de decenas de masteres y doctores en Ciencias.
Miembro del Tribunal Nacional para las defensas del Título
de Doctor en Ciencias Pedagógicas y presidente de tribunales
de mínimo de idiomas y especialidad.
Ha sido Jefe de Departamento Docente, Asesor
Académico de la Vicerrectoría Docente, Asesor de
Investigaciones de la Vicerrectoría de Investigaciones,
Postgrados y Relaciones Internacionales de
la cual también fungió como Vicerrector durante varios
años. Fue Director del Centro de Estudios e Investigaciones
para el Desarrollo Educacional (CEIDE) dedicado a la
formación de docentes para la obtención de títulos
académicos y científicos de la Universidad
Pedagógica José Martí y actualmente profesor del
Centro de Estudios de Ciencias de la Educación de la Universidad de
Camagüey. Es autor de varios programas docentes que se han
utilizado o están vigentes en todas las universidades
pedagógicas del país y aprobados en el Ministerio de
Educación.
Es autor de más de 30 publicaciones
científicas editadas en Cuba y el Extranjero y de
textos y folletos avalados por las Comisiones Nacionales
correspondientes. Ha sido además tutor, consultante o asesor
de más de 70 trabajos científicos estudiantiles,
tesis de grado e
investigaciones profesorales de su centro, del Ministerio de
Educación y de Universidades de otras provincias. Durante
años tuvo a su cargo la tutoría de estudiantes talentos
y de alto aprovechamiento.
Como investigador ha participado en más de 40
eventos científicos tanto
nacionales como internacionales en calidad de autor, tutor o
invitado para presidir o participar en comisiones de trabajo,
además de haber impartido cursos y conferencias en eventos tales como los Congresos
Internacionales de Pedagogía.
Ha sido galardonado por el Ministerio de Educación Superior con el
premio científico a la Investigación ya Aplicada
más Útil a la Educación Superior; por el
Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente como
Investigador Destacado en el año 1989, 2 investigaciones en
el 2002 y en 2003; y por este y el Ministerio de Educación
de la República de Cuba, ambos por su parte, como
Investigador Destacado en la Introducción de
Resultados en el quinquenio 1986-1991, entre otros
reconocimientos. Ha obtenido resultados científicos en
más de 15 investigaciones que cuentan con los
correspondientes avales de introducción por
diferentes centros de enseñanza superior y media. Fue
miembro de subcomisiones ampliadas del Instituto Central de
Ciencias Pedagógicas y participó en comisiones del
Ministerio de Educación para la elaboración de
currículos de estudios y documentos que han estado vigentes desde 1978 en
los I.S.P. del país. De la misma forma ha participado en
comisiones del Ministerio para el estudio de la efectividad de la
enseñanza en la escuela media. Formó parte
de la Comisión de Expertos de esa instancia. Ha presidido y
participado en tribunales de diferentes CES, instituciones y organismos
para la obtención de Categorías Investigativas y
Docentes; y fue presidente de la Comisión de
Ratificación de Categorías Docentes
Principales.
Por invitación y asignación ha participado en
visitas de inspección, asesorías metodológicas a
todos las Universidades Pedagógicas del país y a
diferentes centros de enseñanza media y primaria de su
provincia.
Fue vicepresidente del Consejo Científico de su
Centro, Vicepresidente del Consejo Asesor de Educación de su
provincia, presidente de la subcomisión de investigaciones
de este órgano asesor, Secretario y miembro del Consejo
Asesor Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, miembro de la
Comisión Provincial de Ciencias Sociales.
Ha impartido maestrías, conferencias, cursos de
superación o ha dirigido talleres en diversas ocasiones en
las Repúblicas de Chile, Argentina, Venezuela, México,
Brasil y República
Dominicana sobre investigación educativa y
social. Coordinó e impartió docencia en un proyecto de Doctorado en Ciencias
en la Universidad Estatal de PIAUI, Brasil como profesor invitado
del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, docente del
Doctorado en Ciencias Jurídicas del Instituto de Ciencias
Jurídicas de Puebla, México y del Doctorado
Internacional de Ciencias de la Educación y Pedagogía
de la Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla, en ambos casos también
invitado por esas instituciones extranjeras.
Posee la distinción por la Educación Cubana
del Ministerio de Educación y la Medalla José Tey que
otorga el Consejo de Estado por servicios prestados a la
Educación. Domina el inglés, y se comunica y comprende
el francés y el portugués.
Autor:
Dr.C. Evelio F. Machado Ramírez
Centro de Estudios de Ciencias de la Educación.
Universidad de Camagüey