La Microeconomía Territorial en Cuba.
Experiencias y perspectivas
- La gestión territorial
local - Caracterización y
análisis de diferentes sectores en Cuba. El caso de
Camagüey en el desarrollo territorial
local - Conclusiones
- Bibliografía
Como es bien conocido, a lo largo de las dos
últimas décadas, se ha ido consolidando en el seno
de nuestras sociedades una
profunda transformación estructural organizada en torno a las
nuevas
tecnologías de la información y las comunicaciones. Esta revolución
tecnológica basada en las nuevas
tecnologías de la información (que incluye la
microelectrónica, la informática y las telecomunicaciones) representa una línea
divisoria histórica tan importante como la que
constituyó la revolución
industrial.
Los períodos históricos en los cuales
tienen lugar las revoluciones tecnológicas imponen
transformaciones estructurales profundas en las formas de
producir y gestionar las empresas, la
Administración
Pública y las organizaciones en
general, planteando igualmente exigencias mayores respecto a la
calificación de los recursos
humanos, así como a la naturaleza y
calidad de los
procesos de
trabajo y las relaciones
laborales.
En suma, la empresa no
actúa en el vacío, sino que se beneficia de la
existencia de un entorno institucional, social y territorial
apropiado, el cual es financiado por el conjunto de la sociedad. Es, por
tanto, la calidad de la
red territorial
y, dentro de ella, la calidad de su sistema de
información para el desarrollo
productivo, lo que convierte al "territorio" en un actor decisivo
de desarrollo y
como tal, un elemento explicativo fundamental de la productividad y
competitividad
empresarial.
El desarrollo de la crisis tuvo un
impacto significativo en la actividad de los diferentes agentes
económicos en Cuba, pero de
forma particular en el sistema
empresarial, en el cual se iniciaron a fines de los ochenta un
grupo de
transformaciones dirigidas a elevar sus resultados.
En este contexto se destacaron por su alcance: 1) la
introducción de técnicas y
mecanismos de funcionamiento en las empresas
militares cercanos a las prácticas internacionales; 2) el
desarrollo de la experiencia de las empresas-laboratorios
bajo monitoreo del Instituto de Investigaciones
del Trabajo; 3) la modificación gradual del sistema de
capacitación de los directivos
empresariales y 4) el fomento de esquemas empresariales
más descentralizados en varios sectores de la economía
—especialmente en el turismo y en la gestión
comercial externa—. Sin embargo, al producirse los sucesos
de Europa Oriental,
muchas de estas transformaciones se encontraban en su fase
inicial de instrumentación y, por consiguiente, no
habían alcanzado la madurez necesaria como para constituir
factores de compensación a estos sucesos.
Uno de los objetivos de
este trabajo es, precisamente, demostrar como estas
transformaciones llevadas a cabo en nuestro país, fueron
cobrando fuerza en
importancia y desarrollo con el transcurso de los años
obteniéndose resultados positivos a pesar de las
deficiencias detectadas; no obstante, el desarrollo del proceso de
perfeccionamiento empresarial (PE) tiene entre sus
propósitos superar estas insuficiencias y, a su vez,
propiciar la elevación del desempeño competitivo de las empresas
cubanas e incluso que algunas obtengan la categoría de
empresas de "clase mundial". Para esto se han analizado y
caracterizado la evolución de varios sectores de la economía, explicando
a través de ejemplos como se ha fomentado todo lo
anteriormente expuesto en la localidad de
Camagüey.
El trabajo está estructurado de la siguiente
manera: un capítulo 1 que aborda de manera general la
gestión
territorial local y un capítulo 2 en el que se hace un
análisis de la situación de varios
sectores de la economía en nuestro país así
como específicamente en el caso particular del territorio
de Camagüey.
Capítulo
1-. La gestión territorial local.
Epígrafe 1.1-. Una revolución
tecnológica basada en la información y el
conocimiento.
El logro de la mayor eficiencia
productiva y competitividad
no depende ya de las anteriormente denominadas "ventajas
comparativas estáticas", esto es, de salarios bajos y
de la sobreexplotación de los recursos
naturales abundantes, sino de la incorporación de
mayores niveles de información y conocimiento
estratégicos (sobre tecnologías, mercados,
competidores, etc.), lo cual sitúa la calificación
de los recursos humanos
como la variable decisoria del desarrollo
económico, conjuntamente con la capacidad
institucional para construir entornos innovadores que faciliten
el acceso a dichos componentes estratégicos de
información y conocimiento.
Por ello, se suele señalar que el éxito
en la productividad y
competitividad depende de la construcción de "ventajas competitivas
dinámicas", y no sólo de la dotación
preexistente de factores de producción. Estas ventajas competitivas
dinámicas requieren, por tanto, el despliegue de
infraestructuras tangibles e intangibles que permitan el acceso a
la información y conocimiento estratégicos,
así como una capacitación de los recursos
humanos apropiada para impulsar las potencialidades en cada
territorio.
En el siguiente gráfico se presentan de forma
integrada los diferentes factores que intervienen en la
consolidación del desempeño competitivo en las
empresas.
Gráfico 1-. Gestión
empresarial y factores de competitividad:
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Fuente: Elaboración propia (Irma Marquetti
Nodarse)
El acceso de las empresas y actividades productivas a la
información y conocimiento estratégicos puede
facilitarse mediante la adecuada vinculación en redes, de ahí que el
éxito
no dependa tanto de la dimensión empresarial como de la
capacidad para desplegar las conexiones apropiadas. Esto abre,
ciertamente, mayores oportunidades que en el pasado a las
empresas de menor dimensión o, al menos, no hace depender
únicamente su éxito de la acumulación de
recursos
financieros o el logro de economías de escala.
Pero estas transformaciones no son exclusivamente
técnicas en el sentido estricto de la
palabra, ni se limitan tan sólo a la esfera
económica. En realidad, afectan igualmente a los aspectos
sociales, laborales, institucionales, culturales y
políticos, obligando por ello a un profundo reajuste de
todo ese conjunto de aspectos e interrelaciones, a fin de lograr
respuestas eficientes ante las nuevas exigencias del cambio
estructural.
Epígrafe 1.2-. El ajuste estructural y la
globalización
De esta forma, el "ajuste estructural" se debate
más en el terreno de la microeconomía (y,
como luego veremos, de la mesoeconomía) que en el campo
macroeconómico, pese al predominio de la
simplificación macroeconómica de la realidad. Una
vez más habrá que insistir en que el logro de
condiciones de estabilidad macroeconómica es una
condición importante y necesaria, pero no suficiente, para
el desarrollo
económico.
El ajuste estructural constituye un proceso de
cambio social
e institucional, que debe facilitar en los diferentes territorios
la adaptación de los diferentes sistemas
económicos y tejido de empresas a las nuevas fronteras
tecnológicas y de gestión, lo cual es básico
para poder
sustentar el crecimiento
económico y establecer estrategias de
desarrollo
humano sostenible.
Los nuevos avances
tecnológicos han posibilitado, asimismo, una
aceleración importante de los procesos de
globalización económica, financiera
y cultural, alterando nuestras formas de pensar, producir,
gestionar, consumir e informar. Sin embargo, es importante
insistir en que la gran mayoría de las actividades
productivas en el mundo, en proporción de personas
participantes y volumen de la
producción, siguen siendo mayoritariamente
de ámbito nacional y subnacional.
Según datos recientes
del Banco Mundial,
del total de la producción bruta mundial que se
contabiliza en los circuitos
formales de la economía, apenas un 20 por ciento en
promedio se comercializa internacionalmente. Esto quiere decir
que la gran mayoría de las decisiones de producción
tiene lugar en escenarios nacionales o subnacionales, regionales
o locales.
Asimismo, la inversión
extranjera es solamente un 5 por ciento de la inversión total mundial, siendo los flujos
de inversión
extranjera directa únicamente el 1 por ciento del
producto
interior bruto mundial. Esto quiere decir que la inmensa
mayoría de las decisiones de inversión productiva y empresarial
corresponde a actores que se desenvuelven en ámbitos
nacionales o subnacionales.
Por otra parte, la participación de la
inversión extranjera directa en el producto
interior bruto de los diferentes países es sólo un
porcentaje reducido de la inversión total. Es posible que,
asombrados por los elevados ritmos de crecimiento del comercio
internacional y el despliegue de la
globalización, se tienda a olvidar la magnitud de la
producción, el comercio o la
inversión internas (las principales variables de
la llamada "economía real") y el hecho crucial de que la
gran mayoría de las decisiones económicas reales
siguen correspondiendo a ámbitos regionales y locales, lo
cual quiere decir que existe un amplio margen para el diseño
de políticas
públicas tanto a nivel microeconómico como
territorial, si es que logramos construir los sistemas de
información para el desarrollo apropiados.
Así pues, enfrentamos unas exigencias ineludibles
en el ámbito de las transformaciones internas que deben
abordarse para realizar las adaptaciones necesarias ante el
cambio estructural, lo cual se ve dificultado, adicionalmente,
por un contexto de creciente globalización que no facilita precisamente
la adecuada selección
de políticas.
De esta forma, al distinguir las exigencias del "cambio
estructural" de los condicionantes de la "globalización", intentamos señalar
que las respuestas al primero (cambio estructural) no pueden ser
confundidas por la problemática generada por la segunda
(globalización). De ahí que los sistemas de
información apropiados para atender al cambio
estructural deban ser más precisos, con indicadores
menos agregados, y orientados hacia la identificación de
las capacidades de desarrollo y no únicamente a la
recogida de datos sobre
resultados "ex-post".
Como se ha señalado, en la fase de
transición tecnológica por la que atravesamos se
hace imperativo encontrar la forma de asegurar la introducción de innovaciones productivas y
de organización en el conjunto de empresas y
actividades al interior de los territorios de cada país,
lo que no puede ser nunca resultado de la simple inserción
de algunos segmentos o actividades económicas en los
núcleos dinámicos de la economía
mundial.
Estos nexos externos no garantizan que el progreso
técnico se difunda a todas las empresas existentes (la
mayoría de las cuales son microempresas
y pequeñas y medianas empresas) ya que los eslabonamientos
entre los sectores vinculados a los núcleos
dinámicos y los sistemas
productivos locales pueden ser limitados, con lo cual la
difusión del progreso técnico, el crecimiento
económico, el empleo y el
ingreso es escasa.
Además, en los sistemas productivos locales
predominan las pequeñas empresas, las cuales si bien son
menos importantes que las grandes empresas en términos del
valor
añadido a la producción total, tienen un peso
decisivo en el empleo y la
generación de ingresos,
así como en la difusión territorial más
equilibrada del crecimiento económico.
Pese a ello, este tipo de empresas, no suele tener
fácil acceso a los componentes estratégicos de
información y conocimiento para su modernización,
tales como las infraestructuras básicas o los servicios
empresariales avanzados.
Epígrafe 1.3-. Los diferentes niveles y
políticas de desarrollo.
Dada la creciente exposición
externa de los diferentes sistemas económicos, resulta
fundamental actuar en el plano microeconómico de la
transformación productiva, laboral y de
gestión, que es donde se centran los retos de la actual
revolución tecnológica. Pero para ello es preciso
abordar a la vez las adaptaciones sociales e institucionales que
conlleva todo proceso de cambio tecnoproductivo
radical.
Así pues, como vemos, las exigencias de la actual
fase de desarrollo histórico no tienen que ver
únicamente con las actividades vinculadas a los mercados
internacionales, sino que afectan de forma decisiva a los
diferentes niveles y políticas de desarrollo internas, a
saber:
- Nivel macroeconómico, que debe asegurar las
condiciones de estabilidad requeridas por el régimen de
acumulación. - Nivel microeconómico, en el que deben
abordarse las innovaciones tecnológicas en la
producción y la gestión
empresarial en cada territorio. - Nivel mesoeconómico, en el que deben crearse
la institucionalidad y organizaciones
intermedias capaces de facilitar en cada territorio los
acuerdos en favor del desarrollo económico territorial
como resultado de la concertación público-privada
de actores locales.
Se aprecia, pues, que la gestión pública
descentralizada desempeña un papel decisivo
para la formulación de políticas apropiadas, ya que
la transformación productiva y empresarial requiere un
conocimiento minucioso (y no sólo en un nivel agregado
nacional) de las circunstancias y perfiles concretos de las
diferentes agrupaciones económicas significativas o
"clusters".
Dicho de otra forma, es preciso insistir en que la
clásica división económica entre sectores
primario, secundario y terciario, oculta de forma arbitraria el
funcionamiento real de las actividades económicas ya que
las mismas mezclan componentes que proceden indistintamente de
varios sectores en el conjunto de los elementos de la "cadena de
valor". De hecho, la distinción relevante radica en la
incorporación de elementos de conocimiento o innovación tecnológica y no en la
procedencia agraria, industrial o de servicios de
las materias primas. De ahí que la información
recogida con los esquemas conceptuales tradicionales tenga un
valor muy
limitado, sobre todo para diseñar programas y
líneas eficientes de actuación.
Epígrafe 1.4-. El territorio como actor
decisivo de desarrollo: la gestión territorial
local.
Esta fase de la economía "informacional", como la
ha llamado el sociólogo Manuel Castells, se caracteriza
por un modelo de
producción flexible, basado en la práctica cada vez
más generalizada de la empresa-red como nueva forma de
organización. Ello quiere decir que el
agente económico real no es en realidad la empresa aislada,
sino el conjunto de relaciones o redes constituidas entre las
empresas, sus abastecedores de insumos, sus clientes, las
entidades que le prestan servicios, el entorno territorial que
facilita el acceso a las infraestructuras básicas, el
mercado de
trabajo local, etc.
Por ello se señalaba anteriormente la importancia
del nivel "mesoeconómico" para alentar la construcción de espacios intermedios
facilitadores de la construcción de los entornos
territoriales apropiados para el logro de ventajas competitivas
dinámicas.
Otro aspecto que conviene resaltar también es el
referido a la profunda modificación de las relaciones de
trabajo y la estructura del
empleo, como consecuencia de las transformaciones
tecnológicas y organizativas en curso. A pesar de la
discusión existente acerca de la capacidad de las nuevas
tecnologías intensivas en capital para
generar nuevos empleos, lo cierto es que parece que destruyen
viejos puestos de trabajo a una velocidad
superior a la capacidad mostrada para generar los nuevos
empleos.
Es indudable, en todo caso, que el nuevo paradigma
tecnológico modifica profundamente las condiciones del
empleo y la forma de organización del trabajo, planteando
importantes retos para la calificación de los recursos
humanos según las nuevas exigencias y situaciones
laborales. También aquí la mejora de los sistemas
de información para la construcción de los
necesarios observatorios de empleo resulta decisiva.
Pero todo esto requiere una adecuada
contextualización de cada situación territorial,
que se encuentran ahora mucho más expuestas que en el
pasado a las exigencias crecientes de competitividad, basadas en
la calidad y diferenciación de los productos y
servicios y no solamente en la producción a gran escala y la
competencia a
través de los precios.
Lo que se quiere señalar es que en la fase actual
de cambio estructural y globalización resulta fundamental
la articulación de respuestas desde el nivel local.
Cuanto más centralizado es un Estado,
más difícil puede resultarle establecer las
políticas adecuadas para las diferentes situaciones
culturales y territoriales que forman parte del mismo. Es por
esto que los gobiernos locales y regionales desempeñan un
papel cada vez
más importante, como entidades más flexibles, esto
es, con mayor capacidad para identificar los problemas
reales y para consensuar entre los actores territoriales las
estrategias de
desarrollo local.
Todo esto introduce una nueva perspectiva para la
gestión descentralizada de las ciudades y los territorios,
que debe ser capaz de integrar y estructurar las sociedades
locales, sin perder de vista las circunstancias del contexto
cada vez más globalizado.
Como se señaló, la competitividad dinámica no se basa en la reducción
de costos sino en el
incremento de valor de conocimiento y de la productividad, lo
cual requiere actuar en diversos ámbitos
principales:
- Mejora de la infraestructura tecnológica y de
gestión que permita la eficiente vinculación
entre los diferentes actores locales, a fin de poder
incorporar en el sistema productivo local las innovaciones
necesarias. - Calificación adecuada de los recursos humanos
según los problemas
derivados del perfil productivo de cada territorio. - Mejora de la infraestructura urbana para la calidad de
vida. - Construcción de las instituciones locales para el desarrollo, como
resultado de la coparticipación de actores
públicos y privados interesados en la promoción del desarrollo productivo y
empresarial territorial.
Se requiere, también, una política
económica local en materia de
empleo, fiscalidad, fomento empresarial, desarrollo urbano,
sostenibilidad ambiental, etc., así como promover los
sistemas de información local apropiados, tal como se ha
señalado.
Capítulo
2-. Caracterización y análisis de diferentes sectores en Cuba. El
caso de Camagüey en el desarrollo territorial
local.
Epígrafe 2.1-. Caracterización del
entorno.
La cultura
empresarial que se desarrolló en Cuba se caracterizaba por
la pobre utilización de los instrumentos financieros; las
evaluaciones de la dinámica de los mercados no se practicaban
con regularidad; no existía un conocimiento a fondo de los
mecanismos de la competencia, dado
que predominaba el dictado de los productores sobre los
consumidores; el empleo de las técnicas comerciales
sólo era una preocupación de las empresas que
realizaban operaciones de
comercio
exterior.
La isla caribeña se encontraba desarrollando en
aquel período un profundo proceso de reordenamiento
jurídico, económico e institucional, con la
finalidad de superar las secuelas del período de idealismo y, a
su vez, crear las condiciones mínimas que propiciaran
hacer compatible nuestro sistema de funcionamiento
económico con el del resto de los países
integrantes del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME).
En este sentido, la implantación del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SDPE)
constituyó el eslabón principal de este
proceso.
La introducción del SDPE posibilitó
instrumentar en la práctica económica criterios de
evaluación inexistentes con anterioridad,
así como aplicar un sistema que permitiera dirigir la
economía en su conjunto. Sin embargo, éste no
contribuyó a lograr un desempeño productivo
más eficiente, acorde con las exigencias internacionales
que tuvo enfrentar la isla en ese período, incluso
surgieron incompatibilidades complejas entre el funcionamiento
del sistema y el nuevo contexto externo de la economía
cubana (Marquetti, 1994).
En el gráfico siguiente se ilustran los desfases
en la evolución tendencial de los sistemas de
dirección en los países capitalista,
socialista y en Cuba.
Gráfico 2. Dinámica de las
transformaciones en el sistema empresarial:
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Fuente: Elaboración propia. (Hiram Marquetti
Nodarse)
La imposibilidad de poder superar de forma rápida
las consecuencias de la crisis y, a su
vez, la necesidad de instrumentar nuevas variantes para enfrentar
el adverso cuadro provocado por el desarrollo de este proceso,
determinaron replantearse un tratamiento diferente del
funcionamiento del sistema empresarial. En este contexto se
ampliaron los márgenes de descentralización en la gestión de
las empresas, con la particularidad de no disponer en un primer
momento de un marco regulatorio adecuado y de una política
explícita en ese sentido. La evolución de esta
tendencia estuvo en correspondencia con el enfoque
pragmático que ha caracterizado el desarrollo del proceso
de reformas económicas.
Las empresas cubanas se vieron afectadas de forma
directa por las presiones de la competencia internacional, pero
sin disponer de una preparación previa. Sin embargo, se
vieron forzadas a introducir nuevos métodos y
principios de
organización y dirección de la producción
para responder a este reto.
Una vez con la desaparición del CAME, la
evolución del proceso de apertura económica
implicó crear condiciones mínimas para propiciar la
internacionalización de las empresas cubanas. En paralelo,
el desarrollo del turismo y de la
inversión extranjera condujeron a incorporar a la
gestión de las empresas fórmulas operacionales y
exigencias no habituales en nuestro contexto, como las relativas
a calidad y certificación de los productos, a
garantizar los servicios de postventa, al cumplimiento de
normas
ambientales; etcétera. Un aspecto importante es que la
aplicación de estas fórmulas tuvo que enfrentarse
sin mejorar la calidad de los proveedores,
en virtual ausencia servicios de apoyo y con tecnologías
caracterizadas por elevados niveles de obsolescencia (MEP,
2000).
Una conclusión que arroja el análisis de
las transformaciones en el sistema empresarial, es que las
limitaciones del entorno no han impedido que se modifiquen los
patrones históricos con que funcionaban las empresas
cubanas e incluso que haya sido posible incrementar los niveles
de competitividad por esfuerzos propios en algunos casos
específicos; quizás la necesidad de responder a las
exigencias del mercado condujo a
la necesidad de mejorar los niveles de eficiencia para
responder a este reto.
Epígrafe 2.2-. La evolución y
transformación del sector agropecuario en los
noventa.
Durante más de tres décadas el modelo agrario
cubano creó una fuerte base material, en correspondencia
con la fuerza
laboral
técnica calificada, capaz de hacer un uso adecuado de
dicha base, esas fuerzas productivas existentes en el sector
agropecuario a partir de los años 1989-1990 se encuentran
detenidas influidas por factores internos y externos,
manifestándose a través de los bajos resultados
productivos o estaticidad de los mismos, con marcada tendencia
descendente y deterioro continuado de la efectividad
económica.
A partir de 1993 se inician las transformaciones
agrarias, ajustándose la actividad agraria a las nuevas
condiciones que presenta la economía en
general.
No podrá obviarse por supuesto el papel del
Estado en su
condición de rector del proceso de transformaciones, pero
este rol deberá desarrollarlo bajo una nueva
condición funcional, cediendo el espacio de administrador y
productor directo a los nuevos actores ya existentes en el nuevo
escenario. La nueva política agraria,
iniciada desde finales de 1993, parte de un enfoque estructural
para el cambio de relaciones económicas en la agricultura
cubana. Lo más sobresaliente de dicho proceso es la
orientación al fortalecimiento y ulterior predominio de
las formas de explotación colectiva de la tierra bajo
principios
cooperativos. La reestructuración del sector estatal con
la creación de las llamadas Unidades Básicas de
Producción Cooperativa
(UBPC) que se vienen formando a partir de las antiguas empresas
estatales agropecuarias y las Cooperativas
de producción Agropecuarias (CPA) se perfilan como el
núcleo central de la economía agraria cubana. El
sector campesino y parcelario, por su parte, es objeto de
ampliación como una tendencia objetivamente
creciente.
Con este nuevo proceso de cambio se pretende alcanzar
los siguientes objetivos:
- Reescalar la
organización agropecuaria mediante empresas de
menores dimensiones. - Recuperar y elevar la producción
agropecuaria. - Elevar la eficiencia económica hasta alcanzar
la rentabilidad
del sector. - Aumentar la autosuficiencia del sector.
- Estabilizar e incrementar la fuerza de trabajo
directamente vinculada a la producción. - Constituir un nuevo modelo de incentivación al
trabajo y a la producción.
El cumplimiento de los objetivos anteriores da como
consecuencia:
- La diversificación de los modos de
producción de la estructura
agraria. - La diversificación de los productores e
incremento absoluto de los productores cooperativos e
individuales. - El predominio de las formas autogestionarias en
la
organización de la producción.
La reforma de la tenencia se ha articulado además
al redimensionamiento de las entidades agropecuarias, a la
introducción de sistemas tecnológicos- productivos
de bajos insumos y alta densidad de
trabajo, a la apertura del mercado agropecuario en Octubre de
1994 y a la introducción de distintos esquemas de financiamiento
asociados a la inversión extranjera y a empresas
exportadoras y/o exportadoras de alimentos con
fuertes incentivos
orientados a estabilizar y ampliar la fuerza de trabajo
agrícola. Las medidas aplicadas reflejan la tendencia a un
repunte recuperativo de los sistemas productivos, a la
elevación de la producción de materias primas y de
alimentos para
la agroindustria exportadora y el consumo
interno y al incremento y estabilización de la fuerza de
trabajo en el campo.
Transformaciones en la estructura del uso de la
superficie agrícola:
La gestión de la tierra en Cuba
se ha modificado de manera importante en los últimos cinco
años transcurridos. Si en 1992 el Estado
administraba directamente el 75.2% del total de las tierras
agrícolas, en 1998 lo hace en el 33.6%; mientras que el
sector no estatal aumentó su participación del
24.8% en 1992 al 66.4% en 1998. El cambio está dado
fundamentalmente por la creación de las UBPC, las cuales
abarcan el 42% de la superficie agrícola nacional durante
1998.
El uso de la tierra por
las Cooperativas
de Créditos y Servicios (CCS) y el propietario
privado disperso ha experimentado ligeros ascensos motivado por
la entrega de tierras en usufructo y por el retorno de familiares
a las labores agrícolas.
No obstante estas modificaciones, es de destacar que el
sector socialista de la economía agropecuaria (incluye el
estatal, UBPC y CPA), mantiene su peso estructural de un 85% del
uso de la tierra
agrícola tanto en 1992 como en 1998; mientras que el 15%
restante, pertenece a los propietarios privados (CCS y privados
dispersos).
Distribución de la superficie agrícola por
formas de tenencia
Formas de propiedad | 1992 | 1995 | 1998 | |||
MHA | % | MHA | % | MHA | % | |
Total | 6774.9 | 100 | 6602 | 100 | 6555 | 100 |
Estatal | 5097 | 75.2 | 1778.1 | 27.0 | 2166.9 | 33.6 |
No estatal | 1677.2 | 24.8 | 4824.1 | 73.0 | 4388.7 | 66.4 |
UBPC | – | – | 3161.0 | 48.0 | 2775.6 | 42.0 |
CPA | 690.3 | 10.2 | 658.0 | 10.0 | 620.2 | 9.4 |
CCS | 752.7 | 11.1 | 772.8 | 11.6 | 782.7 | 11.8 |
Privados dispersos | 234.2 | 3.5 | 232.3 | 3.4 | 210.2 | 3.2 |
Fuente: Periódico
Granma. 5 de Octubre 1995 Balance de la tierra del País
1996. Cálculos y Estimaciones del autor sobre la base de
la información del MINAGRi.
Los resultados de las transformaciones se pueden evaluar
de positivas a pesar de ser su avance lento en general por la
dualidad en el funcionamiento de dos modelos. Uno
tradicional apoyado en antiguos métodos
administrativos con prácticas ya remanentes y uno segundo
basado en modelos
descentralizados de autofinanciamiento con nuevos actores
económicos.
En la práctica no se ha descentralizado todo el
sistema agrícola (suministros- producción-comercialización del producto
agrícola). En la actualidad la etapa de suministro
conserva los mecanismos centralizados de asignación de
recursos tradicionales.
En el desarrollo de las transformaciones se han obtenido
avances importantes como son:
– Se ha producido un proceso de reducción de los subsidios
por pérdidas,
con tendencia a desaparecer. (De 1 800 millones a 400
millones de pesos en
1998).
– Crecimiento de una parte importante de los renglones
agrícolas, sobre la base de un aumento de los
rendimientos y el rescate de cultivos no atendidos
tradicionalmente y de gran demanda de
la población.
– Mayor aprovechamiento del suelo, con la
recuperación del área cultivada, implicando un
freno al deterioro de la superficie agrícola.
– Cambio en la gestión, con la
introducción de nuevos mecanismos de remuneración
y de dirección de la producción
agropecuaria.
– Reestructuración de la dimensión de
las unidades agrícolas. El actual proceso de ajuste y
fusión de las cooperativas tiende a
perfeccionar las escalas de producción.
- Democratización del proceso productivo por
el incremento de la participación de los productores
directos.
Independientemente de los avances obtenidos se
continúa trabajando en el perfeccionamiento de la
gestión de las nuevas cooperativas en algunas
líneas como:
– Seguir profundizando en los principios de la
vinculación del hombre al
área a los resultados finales de su labor, así
como elevar los niveles de autoabastecimiento para el
trabajador y sus familias y la priorización de la
construcción y demás gestiones de la vivienda.
Estos elementos forman parte del conjunto de expectativas del
obrero estatal ante su incorporación a las
cooperativas.
- Trabajar en la asesoría de las UBPC en
cuanto a la utilización de tecnologías
sustentables, imprescindibles en las condiciones actuales, y
muy diferente a las condiciones de la agricultura clásica de maquinarias
altas consumidoras de combustibles y fertilizantes. Aunque es
necesario el uso de la maquinaria, esta se debe combinar con
el empleo de biofertilizantes, biopesticidas y una mejor
rotación de los cultivos.
Las transformaciones iniciadas en el sector agropecuario
de principios de los noventa, constituyen un paso de avance con
vistas a la transformación del sector en el corto y
mediano plazo. La situación actual exige una mayor
profundidad de los cambios ya iniciados con el objetivo que
abarquen todo el sistema productivo y compulsen a una mayor
eficiencia.
Epígrafe 2.3-. Caracterización del
proceso del perfeccionamiento empresarial (PE).
El desarrollo del proceso de PE constituye, sin lugar a
dudas, la transformación más compleja de las
realizadas en Cuba en los últimos años. Esto se
debe a que dicho proceso debe solucionar problemas no resueltos
en la práctica de la construcción socialista, entre
los que se destacan: 1) la delimitación de las funciones entre
el administrador y
el dueño, garantizando la consolidación de la
propiedad
estatal; 2) el mantenimiento
de la condición de empresario del Estado y 3) el
desarrollar una cultura
empresarial que garantice la conjugación de los valores
más importantes de la sociedad cubana
con un desempeño eficiente de las empresas.
El papel central del perfeccionamiento hace factible,
por un lado, el analizar las diferencias existentes en
términos de contexto histórico entre el SDPE y el
sistema de PE, en tanto este último suple sobre nuevas
bases al único mecanismo de dirección aplicado en
Cuba, donde la empresa
constituyó el eslabón principal.
El PE intenta combinar adecuadamente la gradualidad, la
flexibilidad, la adaptabilidad y la integralidad en el desarrollo
del proceso; es decir, se busca un equilibrio
entre estos aspectos, a fin de lograr el mayor resultado posible
en aquellas entidades que clasifican para implantar el sistema de
PE, sin hacer concepciones en los principios políticos y
sociales.
A continuación se muestra una tabla
donde se compara el Sistema de Planificación antes implantado y el proceso
de Perfeccionamiento Empresarial.
Cuadro 1. El SDPE y el Perfeccionamiento
Empresarial
CONDICIONES DE IMPLANTACIÓN DEL | CONDICIONES DE IMPLANTACIÓN DEL |
Reordenamiento profundo del sistema | Forma parte del proceso de completamiento de las |
La implantación del SDPE | El desarrollo del proceso no responde a metas |
No hubo la elaboración de un modelo | El funcionamiento del sistema se apoya en el |
La implantación del SDPE respondió | Pretende resolver por primera vez la |
El necesario proceso de experimentación | No existe un sistema de dirección de la |
Se dispuso de facilidades financieras | El contexto nacional se caracteriza por la |
El empleo de los mecanismos monetarios y | El mercado y las RMM se considera como un |
El perfeccionamiento de los mecanismos del | No existe la elaboración de un modelo |
El desarrollo de actividades de comercio | El desarrollo de actividades de comercio exterior responde a criterios |
Fuente: Elaboración propia. (Hiram
Marquetti Nodarse).
Otro aspecto a considerar en el desarrollo del proceso
de PE es el relativo a las condiciones de partida en que debe
desarrollarse el perfeccionamiento. Este proceso funciona como
motor impulsor
del desarrollo no solo económico sino también
político, social, medio ambiental y cultural en nuestro
país.
Los aspectos anteriormente indicados evidencian que el
PE debe desarrollarse en un contexto en el que el entorno
macro y micro presenta serias limitaciones, algunas de las
cuales tienden a restringir en términos de corto plazo,
los efectos de derrame positivos de este proceso en la estructura
económica de la sociedad. Por consiguiente, esta
situación determina que las empresas enfrenten problemas
para orientarse hacia la competitividad.
Epígrafe 2.4-. Caracterización de
la industria
azucarera en la provincia de Camagüey.
Una preocupación permanente en los distintos
niveles de gobierno desde el
triunfo de la Revolución ha sido la Agroindustria
Azucarera. Las implicaciones que desde los puntos de vista
social, económico, medio ambiental, político y
cultural, tiene la modificación de la estructura interna
en este sector tan importante del país se ha traducido a
lo largo de décadas en la adopción
de acciones
sectoriales y en la elaboración de planes y programas cuyos
objetivos han estado en función de
la dinámica del mercado y el impacto de los cambios
sucedidos sobre los sistemas empresariales propios.
Así, con el afán de alcanzar un diseño
funcional y organizativo acorde con la realidad impuesta por cada
etapa que el país ha transitado desde el año 1959 y
con la meta de lograr
el crecimiento productivo y económico, se han creado
distintas estructuras
organizativas. En el año 1964 se crea el Ministerio de la
Industria
Azucarera, en el año 1982 las Empresas Azucareras se
transforman en Complejos Agroindustriales Azucareros, en el
año 1998 se acomete el Reordenamiento de los CAI en
Unidades Básicas de Producción Cooperativa.
Se introduce el Sistema de Perfeccionamiento Empresarial en el
sector a la vez que se reorganiza el sistema empresarial de apoyo
a los CAI.
Sin embargo, en el momento actual es necesario
aún que el MINAZ en su conjunto responda a una eficiencia
empresarial superior. A la necesidad de elevar los rendimientos
agrícolas e industriales, disminuir los costos de
financiamiento, diversificar las producciones y
servicios que permitan incrementar los ingresos netos
generados y fundamentalmente elevar la capacidad de
reacción de la empresa azucarera
ante las exigencias del mercado.
"El objetivo de
producir azúcar
será por tanto, satisfacer nuestro mercado interno … y
acceder al mercado externo en la medida en que su precio
proporcione ingresos en divisas ostensiblemente superiores al
costo que
invertimos en fabricarla."
Con esta premisa comienza el proceso de
reestructuración de las áreas tributarias a los CAI
y el redimensionamiento de la fuerza de trabajo agrícola e
industrial. Surge la tarea "Álvaro Reynoso" como
fundamento para la creación de las Organizaciones
Superiores de Dirección Empresarial en los
territorios.
La Dirección Provincial de Planificación
Física, ya
desde el mes de febrero del 2002, se encontraba preparando toda
la base informativa necesaria para la realización del
Estudio Territorial de Apoyo al Programa
Estratégico de la Agroindustria Azucarera, etapa en la
cual tuvo que superar notables dificultades para la
obtención de la información requerida, quedando de
toda forma incompleta.
Situación de partida para la tarea
"Álvaro Reynoso". Año 2002.
La necesidad de reestructurar la agroindustria azucarera
camagüeyana con el objetivo de: "Disminuir sensiblemente los
costos, alcanzar la mayor eficiencia posible y diversificar las
producciones y servicios que permitan incrementar los ingresos
netos generados", dio inicio a la tarea "Álvaro
Reynoso".
Para alcanzar este propósito se
plantearon:
- Producir la tonelada de azúcar a un costo de
hasta 60 dólares y hasta 260 pesos en MN. - Alcanzar un rendimiento industrial promedio de 12%,
ubicando las zafras en su momento óptimo y
realizándolas en alrededor de 90
días. - Enmarcar el capital de
trabajo en el 50% del actual. - Alcanzar un rendimiento agrícola promedio de
63 mil arrobas de caña por caballería ó 54
TM/Ha. - Diversificar las producciones de manera progresiva y
estable en líneas como mieles, la madera de
pulpa, frutales, pecuarias, etc. - Elevar la producción de energía
eléctrica para el autoabastecimiento del sector y la
venta. - Incrementar y diversificar la producción de
alimentos para la satisfacción de los trabajadores y sus
familiares y la comercialización. - Desarrollar un programa
provincial de superación, calificación y
recalificación de los obreros, técnicos, cuadros
y dirigentes. El Programa Nacional de Capacitación en
todo el sistema MINAZ abarcará a 100 000 trabajadores,
los azucareros camagüeyanos incorporarán al menos
10 000 trabajadores.
A partir de estas indicaciones establecidas por el MINAZ
en la provincia, fueron tomados en consideración los
aspectos siguientes para desarrollar la tarea:
- Uso de la tierra y su agroproductividad.
- Condiciones sociales y culturales.
- Disponibilidad de la fuerza de trabajo
necesaria. - Estado de los equipos
tecnológicos. - Calidad de las producciones y servicios.
- Eficiencia energética industrial en
general. - Mercado y los tipos de producciones y servicios
demandados por este. - Impacto medioambiental.
Como elemento primario se determinó la
reducción del área para la producción de
caña y la prioridad debía brindársele a los
mejores productores. Se propone que la provincia quede con un
área de 108 192 Ha dedicadas a la caña
solamente.
Entre otras cosas la nueva organización
empresarial que se crea debe producir 352 mil toneladas de
azúcar, 121 mil toneladas de miel rica, 5400 toneladas de
levadura torula, 160 mil hectolitros de alcohol y de
las áreas que se dediquen a otros cultivos producir la
mayor cantidad posible de viandas, hortalizas, vegetales,
forestales, frutales, desarrollar la ganadería
y otras producciones pecuarias.
Después de realizado el proceso de
análisis de la tarea "Álvaro Reynoso" se
definió las nuevas empresas azucareras y mieleras que
entrarían en funcionamiento una vez aplicada en su
totalidad la reestructuración, de la forma que se expresa
a continuación:
Las Empresas Azucareras son:
- Empresa Azucarera "Argentina".
- Empresa Azucarera "Ignacio Agramonte".
- Empresa Azucarera " Carlos Manuel de
Céspedes". - Empresa Azucarera "Panamá".
- Empresa Azucarera "Batalla de las
Guásimas". - Empresa Azucarera "Sierra de Cubitas".
- Empresa Azucarera "Cándido
González".
Las Empresas Mieleras son:
- Empresa Mielera "Siboney".
- Empresa Mielera "Brasil".
Estas empresas mieleras tienen como objetivo fundamental
la producción de mieles integrales y
los derivados "sobre la base de los bajos costos y alta calidad,
la eficiencia agroindustrial, así como mantener la
capacidad de producción de azúcar para posibles
incrementos de esta producción y una mejora continua del
nivel de vida de los trabajadores, teniendo en cuenta como base
la implantación del proceso de perfeccionamiento
empresarial."
Las Empresas Agropecuarias son:
- Empresa Agropecuaria "Jesús Suárez
Gayol" que se forma a partir del redimensionamiento del actual
CAI y de las áreas no cañeras que no se vinculan
a las empresas azucareras "Cándido González",
"Batalla de las Guásimas" y "Panamá",
así como de las áreas no cañeras de los
productores cañeros. - Empresa Agropecuaria "Noel Fernández" que se
forma a partir de la reestructuración del actual CAI y
de las áreas no cañeras que no se vinculan a las
empresas mielera "Brasil" y
azucarera "Sierra de Cubitas", así como de otras
áreas no cañeras. - Empresa Agropecuaria "República Dominicana"
formada a partir de la reestructuración del actual CAI y
de las áreas no cañeras que no se vinculan a las
empresas azucareras "Argentina",
"Ignacio Agramonte", "Carlos Manuel de Céspedes",
además de otras áreas no
cañeras.
Como principio estas empresas agropecuarias deben
caracterizarse por la integralidad de su producción
relacionada con el abastecimiento de caña para el alimento
animal, la producción de viandas, vegetales y hortalizas,
incluyendo el desarrollo forestal en especies de frutales y
maderables y el desarrollo de la ganadería
vacuna, ovina, porcina y equina.
Hasta el momento se trabaja en la conformación de
estas empresas, definiendo las unidades que la integrarán.
Este es la labor que se acomete en la Comisión Provincial
creada al efecto que también supervisa las acciones que
se van realizando para diagnosticar la situación real que
manifiesta la empresa para cumplir el objetivo planteado. Este
trabajo toma en consideración tanto la fuerza de trabajo
con que cuenta como la que necesita, el parque en maquinarias y
herramientas
que posee y el que le hace falta, la disponibilidad de
instalaciones de acuerdo a las nuevas funciones y las
que tendrán que remodelar, y de forma general el destino
de las producciones, evaluando también la posibilidad del
turismo, entre otros aspectos.
Finalmente, los centrales que se proponen desactivar
son: Alfredo Álvarez Mola, Haití, Jesús
Suárez Gayol, República Dominicana y Noel
Fernández, cuyo proceso de desactivación ya ha
comenzado en dos de ellos, el Haití y el República
Dominicana.
Las Direcciones Municipales de Planificación
Física de
los municipios a los que pertenecen estos ingenios han tenido una
participación activa en este proceso, tramitando la
documentación necesaria para la
demolición, el área de almacenamiento de
los restos y el cambio de uso de algunas
instalaciones.
Por parte de la Dirección Provincial se ha
realizado el proceso de micro localización de las nuevas
inversiones
que han estado dirigidas fundamentalmente a instalaciones
especializadas para el desarrollo de la ganadería
bufalina, equina y ovina.
Con todo lo antes expuesto, se puede plantear que el
objetivo fundamental que se quiere alcanzar con todas estas
transformaciones en la industria azucarera es, lograr a nivel
local niveles de producción con la eficiencia requerida
con el objetivo de elevar el crecimiento económico del
país como región.
Epígrafe 2.5-. Desarrollo del
turismo.
En los últimos 10 años, el Sistema de
Planificación Física ha trabajado en la
determinación del potencial para el turismo internacional
en Cuba. En 1990 se identificaron 67 Polos Turísticos en
todo el país con un potencial de poco más de 182
000 habitaciones. Las habitaciones dedicadas al turismo
internacional en ese momento ascendían a aproximadamente a
13 000.
En la actualidad se han determinado 93 polos
turísticos, así como 44 centros turísticos.
El potencial turístico de Cuba en habitaciones para el
turismo internacional es de aproximadamente unas 209 100
habitaciones. En estos momentos están construidas poco
más de 36 000 habitaciones.
En 1990 el 86% del potencial de habitaciones se
concentraba en la modalidad de playa y el 10% en la de la ciudad.
En el año 2001 el 69.5 % aparece en playa y el 13 % en
ciudad.
Anualmente cada precisión del potencial
turístico de Cuba se lleva a cabo a través de la
realización y actualización de los planes de
Ordenamiento Territorial de los Polos Turísticos que, al
establecer las expresiones físico-espaciales y las
regulaciones sobre utilización del territorio, constituyen
por tanto, instrumentos técnicos para la estructura
territorial como instrumentos jurídicos de
calificación y clasificación del suelo.
En la actualidad se considera 16 regiones
turísticas: ocho son denominadas regiones con mayor
desarrollo: La Habana, Varadero, Jardines del Rey, Norte de
Camagüey, Norte de Holguín, Santiago de Cuba, Costa
Sur y Archipiélago Los Canarreos. En su conjunto agrupan
hoy 55 polos y 23 centros turísticos aislados con un
potencial aproximado de 164 000 habitaciones, que representan el
78.5 % del total de habitaciones, construidas 33 200.
Tres son denominadas Regiones en desarrollo:
Viñales-Cayería Norte-Soroa, Sagua La Grande y
Caibarién. Ellas totalizan 15 polos y centros
turísticos aislados, con un potencial de casi 13 000
habitaciones, lo que representa el 6.2 % del total del
país, de ellas construidas 800.
Las cinco restantes, otras regiones: Guanahacabibes,
Ciénaga de Zapata, Norte de Las Tunas, Baracoa y Sur de
Granma, cuenta con 15 polos y 6 centros turísticos
aislados con un potencial de cerca de las 20 000 habitaciones,
9.6 % del total del país, y tienen construidas 1 000
habitaciones.
Potencialidades del territorio Camagüey en el
turismo:
La provincia cuenta con un sistema de asentamientos que
puede aportar la fuerza de trabajo que necesitarán los
polos turísticos a desarrollar, se destacan en esto
fundamentalmente Camagüey y Nuevitas. Es posible
además aprovechar núcleos de población relativamente cercanos a estos
desarrollos, para el fomento de urbanizaciones que respondan a
este interés.
Actualmente en los municipios Minas, Nuevitas y Camagüey
existen 71 628 trabajadores disponibles, lo que constituye un
potencial factible de vincular al turismo, no obstante la
calificación de un número importante de los mismos
es uno de los problemas a enfrentar.
La provincia posee un potencial de 30 Áreas
Protegidas, tanto de carácter
nacional como de carácter
local. Dentro de ellas existen las clasificadas como Reserva
Natural, Refugio de Fauna, Reserva
Ecológica, Elemento Natural Destacado, Reserva
Florística Manejada, Paisaje Natural Protegido, Parque
Nacional y Área Protegida de Recursos Manejados, de las
cuales solo hay cuatro aprobadas por el Decreto 4262 del
Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, que
son:
– Refugio de Fauna Río
Máximo.
– Refugio de Fauna Cayos Ballenatos y Manglares de la
Bahía de Nuevitas.
– Bosque Fósil de Najasa.
– Recursos Manejados Sierra del Chorrillo.
Estas áreas pueden ser explotadas como
interesantes opcionales para el desarrollo del turismo siempre en
dependencia de su categoría y disposiciones del Plan de Manejo
para la conservación y protección de estas
áreas.
El resto del territorio de la provincia posee
también otros recursos turísticos de alta
significación para el desarrollo de esta actividad. Se
destacan las sierras de Cubitas, Camaján, Maraguán
y Najasa que poseen valores
paisajísticos, florísticos, faunísticos,
arqueológicos y ambientales únicos en los
territorios de la provincia y la nación.
Existen 6 bases de campismo para el turismo nacional,
(Punta de Ganado, Monte Oscuro, La Barbacoa, Las Clavellinas,
Batalla de Saratoga y Las Palmas) sólo Punta de Ganado
está vinculada a turismo de sol y playa.
La provincia además atesora ciudades, pueblos,
ruinas y monumentos que perpetúan el decursar de los
siglos y constituyen, sin lugar a dudas, elementos de alta
significación turística para un mercado con estos
intereses específicos, entre las que sobresalen
Camagüey, Nuevitas, Florida, Brasil y
Guáimaro.
La infraestructura vial de la provincia permite enlaces
con el resto de los territorios del país. Cuenta con un
aeropuerto internacional en la ciudad de Camagüey, un campo
de vuelo de 1 800 m en la playa Santa Lucía y otro de 800
m de arenas compactadas en Cayo Caguama. Por vía
marítima se puede acceder a través de puerto Angola
y de Pastelillo, ambos en la Bahía de Nuevitas, donde
existen instalaciones productivas de carga y descarga que por sus
características y estado técnico no
son compatibles con la actividad turística.
Los principales recursos turísticos recreativos
se asocian al recurso playa, cuya extensión supera 100 km
con magníficas características naturales y con un
potencial de aproximadamente 31 865 habitaciones, actualmente
sólo se comercializan 1 070 en la playa Santa
Lucía. Territorialmente se distribuyen de la forma
siguiente:
Turismo Internacional.
Polos | Longitud de playas (km) | Capacidad de carga | Potencial en habitaciones |
Costa Norte |
|
|
|
| 19,0 | 50 160 | 15 000 |
| 33,0 | 33 000 | 10 475 |
| 11,1 | 3 600 | 1 000 |
| 6,0 | 4 000 | 1 700 |
| 21,4 | 9 000 | 3 060 |
| 8,0 | 800 | 200 |
Costa Sur | |||
| 5,5 | – | 100 |
| 3,7 | – | 30 |
Total | 107,7 |
| 31 865 |
Camagüey ciudad es una de las siete primeras villas
fundada en el año 1514. Posee una población
estimada de 300 000 habitantes y 73 km² de extensión.
La ciudad posee diez instalaciones de alojamiento de diversas
categorías, instalaciones socio-culturales, educacionales,
científicas y de salud; dentro de ellas, de
primer nivel, se destacan, el Ballet de Camagüey, los
teatros y la Universidad. Su
centro histórico, de más de 300 ha, es el mayor del
país y posee instalaciones valiosas por su historia y arquitectura
entre las que sobresalen la Quinta de Amalia Simoni, la casa de
Nicolás Guillén y el conjunto histórico de
la Plaza San Juan de Dios.
En este sentido, la ciudad de Camagüey juega un
papel protagónico por ser un punto importante de
vinculación tanto con el país, como con los
diferentes polos turísticos provinciales, a través
de su aeropuerto internacional y de las diferentes vías
construidas y en construcción, y por constituir en
sí misma una fuente de desarrollo turístico,
apoyado en sus valores
históricos, culturales, arquitectónicos y
ambientales.
Impacto socioeconómico del polo Santa
Lucía para el territorio.
El desarrollo del turismo en Santa Lucía ha
mejorado la accesibilidad en la región. Por vía
aérea puede accederse a través del aeropuerto
Internacional de Camagüey, a 110 km del polo, que se
complementa con una pista de 1800 m dotada con instalaciones para
la recepción de viajeros, situada en el polo. El acceso
terrestre se realiza a través de una extensa red de
carreteras nacionales y locales, las cuales han tenido un
mejoramiento sustancial, especialmente el Circuito Norte y la
Carretera Camagüey- Santa Lucía. Santa Lucía
dispone de 1070 habitaciones para el turismo internacional y 955
capacidades para el turismo nacional y una oferta
complementaria poco diversificada.
El desarrollo del turismo ha influido en el empleo en la
región, aunque no en los niveles esperados a causa de la
insuficiente formación de los recursos laborales
disponibles; la labor de formación deberá
extenderse, lo que permitirá aumentar la cantidad de
recursos calificados.
Provocará efectos positivos en lo que se refiere
al incremento de los puestos de trabajo, la ocupación y el
nivel de calificación en la región y
mejorarán las condiciones de vida de los trabajadores al
construirse viviendas en el poblado destinado para este fin con
arreglo a proyectos que
tienen en cuenta el ordenamiento adecuado del lugar.
Los territorios de la provincia más relevantes en
las producciones de alimentos para el turismo son: Camalote, con
cultivos varios, frutas y hortalizas; Sierra de Cubitas que
además de estos renglones produce volúmenes
importantes de cítricos y Camagüey con producciones
de viandas y frutos. Por otra parte Guáimaro y
Sibanicú tienen como aporte más relevantes la
piña y frutas exóticas, Santa Cruz del Sur se
destaca por la producción de frutos.
Camalote, cuyas disponibilidades son muy superiores a la
demanda, y en
condiciones muy ventajosas dada la proximidad geográfica
entre productor y consumidor
permitirá asimilar los incrementos en variadas
producciones.
La zona de Sierra de Cubitas – Esmeralda
constituye un potencial muy amplio para los nuevos desarrollos
turísticos de la provincia.
La industria de la carne cubre la demanda tanto de
vacuno, cerdo, conejo y ovino. Se extienden las inversiones
hacia otras producciones como el pavo.
En Camagüey se localiza la infraestructura
técnica y de apoyo de mayor nivel para toda la
región y en ella el resultado de los ingresos
turísticos per cápita es superior al promedio
provincial; actualmente aporta el mayor volumen de
trabajadores a la playa Santa Lucía y es el principal
proveedor de fuerza de trabajo calificada, lo que resulta
favorable al disminuir el volumen de no ocupados.
Resulta también imprescindible acometer acciones
que favorezcan el paisaje y la imagen de las
vías regionales de acceso al polo, con el auxilio de
planes de ambientación, reparación y mantenimiento
de las mismas.
La barrera de crestas arrecifales, que se extienden por
el norte desde la Punta de Hicacos (Varadero) hasta más
allá de los límites de
la provincia de Camagüey, constituyen un potencial de
altísimos valores bióticos y abióticos, es
ésta formación coralina una de las más
notables en el hemisferio. Asociados a los arrecifes coralinos se
observan fondos marinos de gran belleza y espectacularidad,
conformados por una flora y fauna típicas del Caribe y de
Cuba, con alta biodiversidad
y notable grado de conservación. En la plataforma sur
también se encuentran arrecifes de coral de alta
significación para el buceo y la fotografía
submarina, comparados con los más atractivos del
mundo.
La vegetación, la flora y la fauna terrestres de
las playas y cayos de la provincia son las más abundantes,
variadas, mejor representadas y más conservadas del
país.
Con lo anteriormente expuesto en el trabajo se
arriban a las siguientes conclusiones:
Las transformaciones llevadas a cabo en nuestro
país, fueron cobrando fuerza paulatinamente en importancia
y desarrollo con el transcurso de los años.
En la actualidad se imparte en la isla un amplio
espectro de diplomados y maestrías, que tienen como puntos
referenciales los programas de business administration que
se encuentran tan difundidos internacionalmente y que fomentan el
desarrollo de los sectores estudiados en el
trabajo.
Los progresos alcanzados hasta el momento han
posibilitado que especialistas cubanos incursionen en la arena
internacional en la realización de acciones consultivas y
que la oferta de
cursos y
programas especializados en estas temáticas sea hoy uno de
los "productos duros" de varios centros universitarios.
Estos avances han creado las condiciones mínimas para un
desarrollo integral de la formación gerencial moderna en
Cuba, tanto a nivel de postgrado como de pregrado. También
se ha logrado una mayor integración entre las necesidades
empresariales y el trabajo de las universidades.
En el territorio estudiado, con independencia
de la magnitud del impacto de crisis, se siguió el
criterio de continuar impulsando las labores innovativas, sobre
todo en torno al trabajo
que desarrollan la ANIR y el FORUM de Ciencia y
Técnica, pero objetivamente la reducción de los
volúmenes de recursos a los que tuvo acceso el
país, restringió las posibilidades de que este
proceso mantuviera un lugar relevante en la gestión
empresarial. No obstante, se ha venido trabajando muy fuerte en
la provincia para lograr un desarrollo
sostenible donde exista una estrecha relación en todos
los sectores de la economía estudiados.
1-. Artículo "La gestión territorial
local" de Carmen Echevarria, Facultad de Ciencias
Económicas y Empresariales. UPV-EHU. Bilbao;
2-. Artículo "La evolución y
transformación del sector agropecuario en los noventa" de
Santiago Rodríguez Castellón:
http://www.nodo50.org/cubasigloXXI/economia/castellon1_311201.htm
3-. Artículo "La Empresa Cubana: Principales
Retos que Enfrenta" de Hiram Marquetti Nodarse:
http://www.nodo50.org/cubasigloXXI/economia/marquetti2_310102.htm
4-. Castellanos, René. "Dirección de
Planeamiento
Turístico-IPF. Instructivo Metodológico para el
Esquema Especial de Ordenamiento Territorial de las Regiones
Turísticas". 1999. Inédito.
5-. IDEM, " Evolución Histórica de la
Distribución Territorial de la
Producción Azucarera", 2001.
6-. Colectivo de autores-Departamento de Turismo DPPF
Camagüey. Plan de
Ordenamiento Territorial Polo Turístico Santa
Lucía. Abril/2003.
Victor Pardo
Teresa Recio
Leonardo Sainz
Rolando Lozada
Marlene Ochoa
Taller de Microeconomía Espacial
Camagüey
"Año del 45 Aniversario del triunfo de la
Revolución"