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La Microeconomía Territorial en Cuba. Experiencias y perspectivas




Enviado por sainz



    La Microeconomía Territorial en Cuba.
    Experiencias y perspectivas

    1. La gestión territorial
      local
    2. Caracterización y
      análisis de diferentes sectores en Cuba. El caso de
      Camagüey en el desarrollo territorial
      local
    3. Conclusiones
    4. Bibliografía

    Introducción

    Como es bien conocido, a lo largo de las dos
    últimas décadas, se ha ido consolidando en el seno
    de nuestras sociedades una
    profunda transformación estructural organizada en torno a las
    nuevas
    tecnologías de la información y las comunicaciones. Esta revolución
    tecnológica basada en las nuevas
    tecnologías de la información (que incluye la
    microelectrónica, la informática y las telecomunicaciones) representa una línea
    divisoria histórica tan importante como la que
    constituyó la revolución
    industrial.

    Los períodos históricos en los cuales
    tienen lugar las revoluciones tecnológicas imponen
    transformaciones estructurales profundas en las formas de
    producir y gestionar las empresas, la
    Administración
    Pública y las organizaciones en
    general, planteando igualmente exigencias mayores respecto a la
    calificación de los recursos
    humanos, así como a la naturaleza y
    calidad de los
    procesos de
    trabajo y las relaciones
    laborales.

    En suma, la empresa no
    actúa en el vacío, sino que se beneficia de la
    existencia de un entorno institucional, social y territorial
    apropiado, el cual es financiado por el conjunto de la sociedad. Es, por
    tanto, la calidad de la
    red territorial
    y, dentro de ella, la calidad de su sistema de
    información para el desarrollo
    productivo, lo que convierte al "territorio" en un actor decisivo
    de desarrollo y
    como tal, un elemento explicativo fundamental de la productividad y
    competitividad
    empresarial.

    El desarrollo de la crisis tuvo un
    impacto significativo en la actividad de los diferentes agentes
    económicos en Cuba, pero de
    forma particular en el sistema
    empresarial, en el cual se iniciaron a fines de los ochenta un
    grupo de
    transformaciones dirigidas a elevar sus resultados.

    En este contexto se destacaron por su alcance: 1) la
    introducción de técnicas y
    mecanismos de funcionamiento en las empresas
    militares cercanos a las prácticas internacionales; 2) el
    desarrollo de la experiencia de las empresas-laboratorios
    bajo monitoreo del Instituto de Investigaciones
    del Trabajo; 3) la modificación gradual del sistema de
    capacitación de los directivos
    empresariales y 4) el fomento de esquemas empresariales
    más descentralizados en varios sectores de la economía
    —especialmente en el turismo y en la gestión
    comercial externa—. Sin embargo, al producirse los sucesos
    de Europa Oriental,
    muchas de estas transformaciones se encontraban en su fase
    inicial de instrumentación y, por consiguiente, no
    habían alcanzado la madurez necesaria como para constituir
    factores de compensación a estos sucesos.

    Uno de los objetivos de
    este trabajo es, precisamente, demostrar como estas
    transformaciones llevadas a cabo en nuestro país, fueron
    cobrando fuerza en
    importancia y desarrollo con el transcurso de los años
    obteniéndose resultados positivos a pesar de las
    deficiencias detectadas; no obstante, el desarrollo del proceso de
    perfeccionamiento empresarial (PE) tiene entre sus
    propósitos superar estas insuficiencias y, a su vez,
    propiciar la elevación del desempeño competitivo de las empresas
    cubanas e incluso que algunas obtengan la categoría de
    empresas de "clase mundial". Para esto se han analizado y
    caracterizado la evolución de varios sectores de la economía, explicando
    a través de ejemplos como se ha fomentado todo lo
    anteriormente expuesto en la localidad de
    Camagüey.

    El trabajo está estructurado de la siguiente
    manera: un capítulo 1 que aborda de manera general la
    gestión
    territorial local y un capítulo 2 en el que se hace un
    análisis de la situación de varios
    sectores de la economía en nuestro país así
    como específicamente en el caso particular del territorio
    de Camagüey.

    Capítulo
    1-. La gestión territorial local.

    Epígrafe 1.1-. Una revolución
    tecnológica basada en la información y el
    conocimiento.

    El logro de la mayor eficiencia
    productiva y competitividad
    no depende ya de las anteriormente denominadas "ventajas
    comparativas estáticas", esto es, de salarios bajos y
    de la sobreexplotación de los recursos
    naturales abundantes, sino de la incorporación de
    mayores niveles de información y conocimiento
    estratégicos (sobre tecnologías, mercados,
    competidores, etc.), lo cual sitúa la calificación
    de los recursos humanos
    como la variable decisoria del desarrollo
    económico, conjuntamente con la capacidad
    institucional para construir entornos innovadores que faciliten
    el acceso a dichos componentes estratégicos de
    información y conocimiento.

    Por ello, se suele señalar que el éxito
    en la productividad y
    competitividad depende de la construcción de "ventajas competitivas
    dinámicas", y no sólo de la dotación
    preexistente de factores de producción. Estas ventajas competitivas
    dinámicas requieren, por tanto, el despliegue de
    infraestructuras tangibles e intangibles que permitan el acceso a
    la información y conocimiento estratégicos,
    así como una capacitación de los recursos
    humanos apropiada para impulsar las potencialidades en cada
    territorio.

    En el siguiente gráfico se presentan de forma
    integrada los diferentes factores que intervienen en la
    consolidación del desempeño competitivo en las
    empresas.

    Gráfico 1-. Gestión
    empresarial y factores de competitividad:

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    Fuente: Elaboración propia (Irma Marquetti
    Nodarse)

    El acceso de las empresas y actividades productivas a la
    información y conocimiento estratégicos puede
    facilitarse mediante la adecuada vinculación en redes, de ahí que el
    éxito
    no dependa tanto de la dimensión empresarial como de la
    capacidad para desplegar las conexiones apropiadas. Esto abre,
    ciertamente, mayores oportunidades que en el pasado a las
    empresas de menor dimensión o, al menos, no hace depender
    únicamente su éxito de la acumulación de
    recursos
    financieros o el logro de economías de escala.

    Pero estas transformaciones no son exclusivamente
    técnicas en el sentido estricto de la
    palabra, ni se limitan tan sólo a la esfera
    económica. En realidad, afectan igualmente a los aspectos
    sociales, laborales, institucionales, culturales y
    políticos, obligando por ello a un profundo reajuste de
    todo ese conjunto de aspectos e interrelaciones, a fin de lograr
    respuestas eficientes ante las nuevas exigencias del cambio
    estructural.

    Epígrafe 1.2-. El ajuste estructural y la
    globalización

    De esta forma, el "ajuste estructural" se debate
    más en el terreno de la microeconomía (y,
    como luego veremos, de la mesoeconomía) que en el campo
    macroeconómico, pese al predominio de la
    simplificación macroeconómica de la realidad. Una
    vez más habrá que insistir en que el logro de
    condiciones de estabilidad macroeconómica es una
    condición importante y necesaria, pero no suficiente, para
    el desarrollo
    económico.

    El ajuste estructural constituye un proceso de
    cambio social
    e institucional, que debe facilitar en los diferentes territorios
    la adaptación de los diferentes sistemas
    económicos y tejido de empresas a las nuevas fronteras
    tecnológicas y de gestión, lo cual es básico
    para poder
    sustentar el crecimiento
    económico y establecer estrategias de
    desarrollo
    humano sostenible.

    Los nuevos avances
    tecnológicos han posibilitado, asimismo, una
    aceleración importante de los procesos de
    globalización económica, financiera
    y cultural, alterando nuestras formas de pensar, producir,
    gestionar, consumir e informar. Sin embargo, es importante
    insistir en que la gran mayoría de las actividades
    productivas en el mundo, en proporción de personas
    participantes y volumen de la
    producción, siguen siendo mayoritariamente
    de ámbito nacional y subnacional.

    Según datos recientes
    del Banco Mundial,
    del total de la producción bruta mundial que se
    contabiliza en los circuitos
    formales de la economía, apenas un 20 por ciento en
    promedio se comercializa internacionalmente. Esto quiere decir
    que la gran mayoría de las decisiones de producción
    tiene lugar en escenarios nacionales o subnacionales, regionales
    o locales.

    Asimismo, la inversión
    extranjera es solamente un 5 por ciento de la inversión total mundial, siendo los flujos
    de inversión
    extranjera directa únicamente el 1 por ciento del
    producto
    interior bruto mundial. Esto quiere decir que la inmensa
    mayoría de las decisiones de inversión productiva y empresarial
    corresponde a actores que se desenvuelven en ámbitos
    nacionales o subnacionales.

    Por otra parte, la participación de la
    inversión extranjera directa en el producto
    interior bruto de los diferentes países es sólo un
    porcentaje reducido de la inversión total. Es posible que,
    asombrados por los elevados ritmos de crecimiento del comercio
    internacional y el despliegue de la
    globalización, se tienda a olvidar la magnitud de la
    producción, el comercio o la
    inversión internas (las principales variables de
    la llamada "economía real") y el hecho crucial de que la
    gran mayoría de las decisiones económicas reales
    siguen correspondiendo a ámbitos regionales y locales, lo
    cual quiere decir que existe un amplio margen para el diseño
    de políticas
    públicas tanto a nivel microeconómico como
    territorial, si es que logramos construir los sistemas de
    información para el desarrollo apropiados.

    Así pues, enfrentamos unas exigencias ineludibles
    en el ámbito de las transformaciones internas que deben
    abordarse para realizar las adaptaciones necesarias ante el
    cambio estructural, lo cual se ve dificultado, adicionalmente,
    por un contexto de creciente globalización que no facilita precisamente
    la adecuada selección
    de políticas.
    De esta forma, al distinguir las exigencias del "cambio
    estructural" de los condicionantes de la "globalización", intentamos señalar
    que las respuestas al primero (cambio estructural) no pueden ser
    confundidas por la problemática generada por la segunda
    (globalización). De ahí que los sistemas de
    información apropiados para atender al cambio
    estructural deban ser más precisos, con indicadores
    menos agregados, y orientados hacia la identificación de
    las capacidades de desarrollo y no únicamente a la
    recogida de datos sobre
    resultados "ex-post".

    Como se ha señalado, en la fase de
    transición tecnológica por la que atravesamos se
    hace imperativo encontrar la forma de asegurar la introducción de innovaciones productivas y
    de organización en el conjunto de empresas y
    actividades al interior de los territorios de cada país,
    lo que no puede ser nunca resultado de la simple inserción
    de algunos segmentos o actividades económicas en los
    núcleos dinámicos de la economía
    mundial.

    Estos nexos externos no garantizan que el progreso
    técnico se difunda a todas las empresas existentes (la
    mayoría de las cuales son microempresas
    y pequeñas y medianas empresas) ya que los eslabonamientos
    entre los sectores vinculados a los núcleos
    dinámicos y los sistemas
    productivos locales pueden ser limitados, con lo cual la
    difusión del progreso técnico, el crecimiento
    económico, el empleo y el
    ingreso es escasa.

    Además, en los sistemas productivos locales
    predominan las pequeñas empresas, las cuales si bien son
    menos importantes que las grandes empresas en términos del
    valor
    añadido a la producción total, tienen un peso
    decisivo en el empleo y la
    generación de ingresos,
    así como en la difusión territorial más
    equilibrada del crecimiento económico.

    Pese a ello, este tipo de empresas, no suele tener
    fácil acceso a los componentes estratégicos de
    información y conocimiento para su modernización,
    tales como las infraestructuras básicas o los servicios
    empresariales avanzados.

    Epígrafe 1.3-. Los diferentes niveles y
    políticas de desarrollo.

    Dada la creciente exposición
    externa de los diferentes sistemas económicos, resulta
    fundamental actuar en el plano microeconómico de la
    transformación productiva, laboral y de
    gestión, que es donde se centran los retos de la actual
    revolución tecnológica. Pero para ello es preciso
    abordar a la vez las adaptaciones sociales e institucionales que
    conlleva todo proceso de cambio tecnoproductivo
    radical.

    Así pues, como vemos, las exigencias de la actual
    fase de desarrollo histórico no tienen que ver
    únicamente con las actividades vinculadas a los mercados
    internacionales, sino que afectan de forma decisiva a los
    diferentes niveles y políticas de desarrollo internas, a
    saber:

    • Nivel macroeconómico, que debe asegurar las
      condiciones de estabilidad requeridas por el régimen de
      acumulación.
    • Nivel microeconómico, en el que deben
      abordarse las innovaciones tecnológicas en la
      producción y la gestión
      empresarial en cada territorio.
    • Nivel mesoeconómico, en el que deben crearse
      la institucionalidad y organizaciones
      intermedias capaces de facilitar en cada territorio los
      acuerdos en favor del desarrollo económico territorial
      como resultado de la concertación público-privada
      de actores locales.

    Se aprecia, pues, que la gestión pública
    descentralizada desempeña un papel decisivo
    para la formulación de políticas apropiadas, ya que
    la transformación productiva y empresarial requiere un
    conocimiento minucioso (y no sólo en un nivel agregado
    nacional) de las circunstancias y perfiles concretos de las
    diferentes agrupaciones económicas significativas o
    "clusters".

    Dicho de otra forma, es preciso insistir en que la
    clásica división económica entre sectores
    primario, secundario y terciario, oculta de forma arbitraria el
    funcionamiento real de las actividades económicas ya que
    las mismas mezclan componentes que proceden indistintamente de
    varios sectores en el conjunto de los elementos de la "cadena de
    valor". De hecho, la distinción relevante radica en la
    incorporación de elementos de conocimiento o innovación tecnológica y no en la
    procedencia agraria, industrial o de servicios de
    las materias primas. De ahí que la información
    recogida con los esquemas conceptuales tradicionales tenga un
    valor muy
    limitado, sobre todo para diseñar programas y
    líneas eficientes de actuación.

    Epígrafe 1.4-. El territorio como actor
    decisivo de desarrollo: la gestión territorial
    local.

    Esta fase de la economía "informacional", como la
    ha llamado el sociólogo Manuel Castells, se caracteriza
    por un modelo de
    producción flexible, basado en la práctica cada vez
    más generalizada de la empresa-red como nueva forma de
    organización. Ello quiere decir que el
    agente económico real no es en realidad la empresa aislada,
    sino el conjunto de relaciones o redes constituidas entre las
    empresas, sus abastecedores de insumos, sus clientes, las
    entidades que le prestan servicios, el entorno territorial que
    facilita el acceso a las infraestructuras básicas, el
    mercado de
    trabajo local, etc.

    Por ello se señalaba anteriormente la importancia
    del nivel "mesoeconómico" para alentar la construcción de espacios intermedios
    facilitadores de la construcción de los entornos
    territoriales apropiados para el logro de ventajas competitivas
    dinámicas.

    Otro aspecto que conviene resaltar también es el
    referido a la profunda modificación de las relaciones de
    trabajo y la estructura del
    empleo, como consecuencia de las transformaciones
    tecnológicas y organizativas en curso. A pesar de la
    discusión existente acerca de la capacidad de las nuevas
    tecnologías intensivas en capital para
    generar nuevos empleos, lo cierto es que parece que destruyen
    viejos puestos de trabajo a una velocidad
    superior a la capacidad mostrada para generar los nuevos
    empleos.

    Es indudable, en todo caso, que el nuevo paradigma
    tecnológico modifica profundamente las condiciones del
    empleo y la forma de organización del trabajo, planteando
    importantes retos para la calificación de los recursos
    humanos según las nuevas exigencias y situaciones
    laborales. También aquí la mejora de los sistemas
    de información para la construcción de los
    necesarios observatorios de empleo resulta decisiva.

    Pero todo esto requiere una adecuada
    contextualización de cada situación territorial,
    que se encuentran ahora mucho más expuestas que en el
    pasado a las exigencias crecientes de competitividad, basadas en
    la calidad y diferenciación de los productos y
    servicios y no solamente en la producción a gran escala y la
    competencia a
    través de los precios.

    Lo que se quiere señalar es que en la fase actual
    de cambio estructural y globalización resulta fundamental
    la articulación de respuestas desde el nivel local.
    Cuanto más centralizado es un Estado,
    más difícil puede resultarle establecer las
    políticas adecuadas para las diferentes situaciones
    culturales y territoriales que forman parte del mismo. Es por
    esto que los gobiernos locales y regionales desempeñan un
    papel cada vez
    más importante, como entidades más flexibles, esto
    es, con mayor capacidad para identificar los problemas
    reales y para consensuar entre los actores territoriales las
    estrategias de
    desarrollo local.

    Todo esto introduce una nueva perspectiva para la
    gestión descentralizada de las ciudades y los territorios,
    que debe ser capaz de integrar y estructurar las sociedades
    locales
    , sin perder de vista las circunstancias del contexto
    cada vez más globalizado.

    Como se señaló, la competitividad dinámica no se basa en la reducción
    de costos sino en el
    incremento de valor de conocimiento y de la productividad, lo
    cual requiere actuar en diversos ámbitos
    principales:

    • Mejora de la infraestructura tecnológica y de
      gestión que permita la eficiente vinculación
      entre los diferentes actores locales, a fin de poder
      incorporar en el sistema productivo local las innovaciones
      necesarias.
    • Calificación adecuada de los recursos humanos
      según los problemas
      derivados del perfil productivo de cada territorio.
    • Mejora de la infraestructura urbana para la calidad de
      vida.
    • Construcción de las instituciones locales para el desarrollo, como
      resultado de la coparticipación de actores
      públicos y privados interesados en la promoción del desarrollo productivo y
      empresarial territorial.

    Se requiere, también, una política
    económica local en materia de
    empleo, fiscalidad, fomento empresarial, desarrollo urbano,
    sostenibilidad ambiental, etc., así como promover los
    sistemas de información local apropiados, tal como se ha
    señalado.

    Capítulo
    2-. Caracterización y análisis de diferentes sectores en Cuba. El
    caso de Camagüey en el desarrollo territorial
    local.

    Epígrafe 2.1-. Caracterización del
    entorno.

    La cultura
    empresarial que se desarrolló en Cuba se caracterizaba por
    la pobre utilización de los instrumentos financieros; las
    evaluaciones de la dinámica de los mercados no se practicaban
    con regularidad; no existía un conocimiento a fondo de los
    mecanismos de la competencia, dado
    que predominaba el dictado de los productores sobre los
    consumidores; el empleo de las técnicas comerciales
    sólo era una preocupación de las empresas que
    realizaban operaciones de
    comercio
    exterior.

    La isla caribeña se encontraba desarrollando en
    aquel período un profundo proceso de reordenamiento
    jurídico, económico e institucional, con la
    finalidad de superar las secuelas del período de idealismo y, a
    su vez, crear las condiciones mínimas que propiciaran
    hacer compatible nuestro sistema de funcionamiento
    económico con el del resto de los países
    integrantes del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME).
    En este sentido, la implantación del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SDPE)
    constituyó el eslabón principal de este
    proceso.

    La introducción del SDPE posibilitó
    instrumentar en la práctica económica criterios de
    evaluación inexistentes con anterioridad,
    así como aplicar un sistema que permitiera dirigir la
    economía en su conjunto. Sin embargo, éste no
    contribuyó a lograr un desempeño productivo
    más eficiente, acorde con las exigencias internacionales
    que tuvo enfrentar la isla en ese período, incluso
    surgieron incompatibilidades complejas entre el funcionamiento
    del sistema y el nuevo contexto externo de la economía
    cubana (Marquetti, 1994).

    En el gráfico siguiente se ilustran los desfases
    en la evolución tendencial de los sistemas de
    dirección en los países capitalista,
    socialista y en Cuba.

    Gráfico 2. Dinámica de las
    transformaciones en el sistema empresarial:

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    Fuente: Elaboración propia. (Hiram Marquetti
    Nodarse)

    La imposibilidad de poder superar de forma rápida
    las consecuencias de la crisis y, a su
    vez, la necesidad de instrumentar nuevas variantes para enfrentar
    el adverso cuadro provocado por el desarrollo de este proceso,
    determinaron replantearse un tratamiento diferente del
    funcionamiento del sistema empresarial. En este contexto se
    ampliaron los márgenes de descentralización en la gestión de
    las empresas, con la particularidad de no disponer en un primer
    momento de un marco regulatorio adecuado y de una política
    explícita en ese sentido. La evolución de esta
    tendencia estuvo en correspondencia con el enfoque
    pragmático que ha caracterizado el desarrollo del proceso
    de reformas económicas.

    Las empresas cubanas se vieron afectadas de forma
    directa por las presiones de la competencia internacional, pero
    sin disponer de una preparación previa. Sin embargo, se
    vieron forzadas a introducir nuevos métodos y
    principios de
    organización y dirección de la producción
    para responder a este reto.

    Una vez con la desaparición del CAME, la
    evolución del proceso de apertura económica
    implicó crear condiciones mínimas para propiciar la
    internacionalización de las empresas cubanas. En paralelo,
    el desarrollo del turismo y de la
    inversión extranjera condujeron a incorporar a la
    gestión de las empresas fórmulas operacionales y
    exigencias no habituales en nuestro contexto, como las relativas
    a calidad y certificación de los productos, a
    garantizar los servicios de postventa, al cumplimiento de
    normas
    ambientales; etcétera. Un aspecto importante es que la
    aplicación de estas fórmulas tuvo que enfrentarse
    sin mejorar la calidad de los proveedores,
    en virtual ausencia servicios de apoyo y con tecnologías
    caracterizadas por elevados niveles de obsolescencia (MEP,
    2000).

    Una conclusión que arroja el análisis de
    las transformaciones en el sistema empresarial, es que las
    limitaciones del entorno no han impedido que se modifiquen los
    patrones históricos con que funcionaban las empresas
    cubanas e incluso que haya sido posible incrementar los niveles
    de competitividad por esfuerzos propios en algunos casos
    específicos; quizás la necesidad de responder a las
    exigencias del mercado condujo a
    la necesidad de mejorar los niveles de eficiencia para
    responder a este reto.

    Epígrafe 2.2-. La evolución y
    transformación del sector agropecuario en los
    noventa.

    Durante más de tres décadas el modelo agrario
    cubano creó una fuerte base material, en correspondencia
    con la fuerza
    laboral
    técnica calificada, capaz de hacer un uso adecuado de
    dicha base, esas fuerzas productivas existentes en el sector
    agropecuario a partir de los años 1989-1990 se encuentran
    detenidas influidas por factores internos y externos,
    manifestándose a través de los bajos resultados
    productivos o estaticidad de los mismos, con marcada tendencia
    descendente y deterioro continuado de la efectividad
    económica.

    A partir de 1993 se inician las transformaciones
    agrarias, ajustándose la actividad agraria a las nuevas
    condiciones que presenta la economía en
    general.

    No podrá obviarse por supuesto el papel del
    Estado en su
    condición de rector del proceso de transformaciones, pero
    este rol deberá desarrollarlo bajo una nueva
    condición funcional, cediendo el espacio de administrador y
    productor directo a los nuevos actores ya existentes en el nuevo
    escenario. La nueva política agraria,
    iniciada desde finales de 1993, parte de un enfoque estructural
    para el cambio de relaciones económicas en la agricultura
    cubana. Lo más sobresaliente de dicho proceso es la
    orientación al fortalecimiento y ulterior predominio de
    las formas de explotación colectiva de la tierra bajo
    principios
    cooperativos. La reestructuración del sector estatal con
    la creación de las llamadas Unidades Básicas de
    Producción Cooperativa
    (UBPC) que se vienen formando a partir de las antiguas empresas
    estatales agropecuarias y las Cooperativas
    de producción Agropecuarias (CPA) se perfilan como el
    núcleo central de la economía agraria cubana. El
    sector campesino y parcelario, por su parte, es objeto de
    ampliación como una tendencia objetivamente
    creciente.

    Con este nuevo proceso de cambio se pretende alcanzar
    los siguientes objetivos:

    • Reescalar la
      organización agropecuaria mediante empresas de
      menores dimensiones.
    • Recuperar y elevar la producción
      agropecuaria.
    • Elevar la eficiencia económica hasta alcanzar
      la rentabilidad
      del sector.
    • Aumentar la autosuficiencia del sector.
    • Estabilizar e incrementar la fuerza de trabajo
      directamente vinculada a la producción.
    • Constituir un nuevo modelo de incentivación al
      trabajo y a la producción.

    El cumplimiento de los objetivos anteriores da como
    consecuencia:

    • La diversificación de los modos de
      producción de la estructura
      agraria.
    • La diversificación de los productores e
      incremento absoluto de los productores cooperativos e
      individuales.
    • El predominio de las formas autogestionarias en
      la
      organización de la producción.

    La reforma de la tenencia se ha articulado además
    al redimensionamiento de las entidades agropecuarias, a la
    introducción de sistemas tecnológicos- productivos
    de bajos insumos y alta densidad de
    trabajo, a la apertura del mercado agropecuario en Octubre de
    1994 y a la introducción de distintos esquemas de financiamiento
    asociados a la inversión extranjera y a empresas
    exportadoras y/o exportadoras de alimentos con
    fuertes incentivos
    orientados a estabilizar y ampliar la fuerza de trabajo
    agrícola. Las medidas aplicadas reflejan la tendencia a un
    repunte recuperativo de los sistemas productivos, a la
    elevación de la producción de materias primas y de
    alimentos para
    la agroindustria exportadora y el consumo
    interno y al incremento y estabilización de la fuerza de
    trabajo en el campo.

    Transformaciones en la estructura del uso de la
    superficie agrícola:

    La gestión de la tierra en Cuba
    se ha modificado de manera importante en los últimos cinco
    años transcurridos. Si en 1992 el Estado
    administraba directamente el 75.2% del total de las tierras
    agrícolas, en 1998 lo hace en el 33.6%; mientras que el
    sector no estatal aumentó su participación del
    24.8% en 1992 al 66.4% en 1998. El cambio está dado
    fundamentalmente por la creación de las UBPC, las cuales
    abarcan el 42% de la superficie agrícola nacional durante
    1998.

    El uso de la tierra por
    las Cooperativas
    de Créditos y Servicios (CCS) y el propietario
    privado disperso ha experimentado ligeros ascensos motivado por
    la entrega de tierras en usufructo y por el retorno de familiares
    a las labores agrícolas.

    No obstante estas modificaciones, es de destacar que el
    sector socialista de la economía agropecuaria (incluye el
    estatal, UBPC y CPA), mantiene su peso estructural de un 85% del
    uso de la tierra
    agrícola tanto en 1992 como en 1998; mientras que el 15%
    restante, pertenece a los propietarios privados (CCS y privados
    dispersos).

    Distribución de la superficie agrícola por
    formas de tenencia

    Formas de propiedad

    1992

    1995

    1998

    MHA

    %

    MHA

    %

    MHA

    %

    Total

    6774.9

    100

    6602

    100

    6555

    100

    Estatal

    5097

    75.2

    1778.1

    27.0

    2166.9

    33.6

    No estatal

    1677.2

    24.8

    4824.1

    73.0

    4388.7

    66.4

    UBPC

    3161.0

    48.0

    2775.6

    42.0

    CPA

    690.3

    10.2

    658.0

    10.0

    620.2

    9.4

    CCS

    752.7

    11.1

    772.8

    11.6

    782.7

    11.8

    Privados dispersos

    234.2

    3.5

    232.3

    3.4

    210.2

    3.2

    Fuente: Periódico
    Granma. 5 de Octubre 1995 Balance de la tierra del País
    1996. Cálculos y Estimaciones del autor sobre la base de
    la información del MINAGRi.

    Los resultados de las transformaciones se pueden evaluar
    de positivas a pesar de ser su avance lento en general por la
    dualidad en el funcionamiento de dos modelos. Uno
    tradicional apoyado en antiguos métodos
    administrativos con prácticas ya remanentes y uno segundo
    basado en modelos
    descentralizados de autofinanciamiento con nuevos actores
    económicos.

    En la práctica no se ha descentralizado todo el
    sistema agrícola (suministros- producción-comercialización del producto
    agrícola). En la actualidad la etapa de suministro
    conserva los mecanismos centralizados de asignación de
    recursos tradicionales.

    En el desarrollo de las transformaciones se han obtenido
    avances importantes como son:
    – Se ha producido un proceso de reducción de los subsidios
    por pérdidas,

    con tendencia a desaparecer. (De 1 800 millones a 400
    millones de pesos en

    1998).

    – Crecimiento de una parte importante de los renglones
    agrícolas, sobre la base de un aumento de los
    rendimientos y el rescate de cultivos no atendidos
    tradicionalmente y de gran demanda de
    la población.

    – Mayor aprovechamiento del suelo, con la
    recuperación del área cultivada, implicando un
    freno al deterioro de la superficie agrícola.

    – Cambio en la gestión, con la
    introducción de nuevos mecanismos de remuneración
    y de dirección de la producción
    agropecuaria.

    – Reestructuración de la dimensión de
    las unidades agrícolas. El actual proceso de ajuste y
    fusión de las cooperativas tiende a
    perfeccionar las escalas de producción.

    • Democratización del proceso productivo por
      el incremento de la participación de los productores
      directos.

    Independientemente de los avances obtenidos se
    continúa trabajando en el perfeccionamiento de la
    gestión de las nuevas cooperativas en algunas
    líneas como:

    – Seguir profundizando en los principios de la
    vinculación del hombre al
    área a los resultados finales de su labor, así
    como elevar los niveles de autoabastecimiento para el
    trabajador y sus familias y la priorización de la
    construcción y demás gestiones de la vivienda.
    Estos elementos forman parte del conjunto de expectativas del
    obrero estatal ante su incorporación a las
    cooperativas.

    • Trabajar en la asesoría de las UBPC en
      cuanto a la utilización de tecnologías
      sustentables, imprescindibles en las condiciones actuales, y
      muy diferente a las condiciones de la agricultura clásica de maquinarias
      altas consumidoras de combustibles y fertilizantes. Aunque es
      necesario el uso de la maquinaria, esta se debe combinar con
      el empleo de biofertilizantes, biopesticidas y una mejor
      rotación de los cultivos.

    Las transformaciones iniciadas en el sector agropecuario
    de principios de los noventa, constituyen un paso de avance con
    vistas a la transformación del sector en el corto y
    mediano plazo. La situación actual exige una mayor
    profundidad de los cambios ya iniciados con el objetivo que
    abarquen todo el sistema productivo y compulsen a una mayor
    eficiencia.

    Epígrafe 2.3-. Caracterización del
    proceso del perfeccionamiento empresarial (PE).

    El desarrollo del proceso de PE constituye, sin lugar a
    dudas, la transformación más compleja de las
    realizadas en Cuba en los últimos años. Esto se
    debe a que dicho proceso debe solucionar problemas no resueltos
    en la práctica de la construcción socialista, entre
    los que se destacan: 1) la delimitación de las funciones entre
    el administrador y
    el dueño, garantizando la consolidación de la
    propiedad
    estatal; 2) el mantenimiento
    de la condición de empresario del Estado y 3) el
    desarrollar una cultura
    empresarial que garantice la conjugación de los valores
    más importantes de la sociedad cubana
    con un desempeño eficiente de las empresas.

    El papel central del perfeccionamiento hace factible,
    por un lado, el analizar las diferencias existentes en
    términos de contexto histórico entre el SDPE y el
    sistema de PE, en tanto este último suple sobre nuevas
    bases al único mecanismo de dirección aplicado en
    Cuba, donde la empresa
    constituyó el eslabón principal.

    El PE intenta combinar adecuadamente la gradualidad, la
    flexibilidad, la adaptabilidad y la integralidad en el desarrollo
    del proceso; es decir, se busca un equilibrio
    entre estos aspectos, a fin de lograr el mayor resultado posible
    en aquellas entidades que clasifican para implantar el sistema de
    PE, sin hacer concepciones en los principios políticos y
    sociales.

    A continuación se muestra una tabla
    donde se compara el Sistema de Planificación antes implantado y el proceso
    de Perfeccionamiento Empresarial.

    Cuadro 1. El SDPE y el Perfeccionamiento
    Empresarial

    CONDICIONES DE IMPLANTACIÓN DEL
    SDPE

    CONDICIONES DE IMPLANTACIÓN DEL
    PE

    Reordenamiento profundo del sistema
    económico e institucional.

    Forma parte del proceso de completamiento de las
    reformas económicas desarrolladas en los
    años 90´s.

    La implantación del SDPE
    constituyó el eslabón principal de la copia
    del "modelo socialista europeo".

    El desarrollo del proceso no responde a metas
    preestablecidas.

    No hubo la elaboración de un modelo
    teórico inicial.

    El funcionamiento del sistema se apoya en el
    principio de mejoras continuas.

    La implantación del SDPE respondió
    al cumplimiento de un cronograma.

    Pretende resolver por primera vez la
    relación entre el dueño y el
    administrador.

    El necesario proceso de experimentación
    económica estuvo ausente.

    No existe un sistema de dirección de la
    economía único.

    Se dispuso de facilidades financieras
    crecientes.

    El contexto nacional se caracteriza por la
    presencia de fuertes restricciones financieras y este un
    supuesto básico del PE.

    El empleo de los mecanismos monetarios y
    financieros se realizó de forma formal.

    El mercado y las RMM se considera como un
    eslabón esencial del proceso.

    El perfeccionamiento de los mecanismos del
    sistema no formó parte de las prioridades del
    funcionamiento del SDPE.

    No existe la elaboración de un modelo
    teórico a priori.

    El desarrollo de actividades de comercio
    exterior era ajeno a los productores
    directos.

    El desarrollo de actividades de comercio exterior responde a criterios
    selectivos.

    Fuente: Elaboración propia. (Hiram
    Marquetti Nodarse).

    Otro aspecto a considerar en el desarrollo del proceso
    de PE es el relativo a las condiciones de partida en que debe
    desarrollarse el perfeccionamiento. Este proceso funciona como
    motor impulsor
    del desarrollo no solo económico sino también
    político, social, medio ambiental y cultural en nuestro
    país.

    Los aspectos anteriormente indicados evidencian que el
    PE debe desarrollarse en un contexto en el que el entorno
    macro y micro presenta serias limitaciones, algunas de las
    cuales tienden a restringir en términos de corto plazo,
    los efectos de derrame positivos de este proceso en la estructura
    económica de la sociedad. Por consiguiente, esta
    situación determina que las empresas enfrenten problemas
    para orientarse hacia la competitividad.

    Epígrafe 2.4-. Caracterización de
    la industria
    azucarera en la provincia de Camagüey.

    Una preocupación permanente en los distintos
    niveles de gobierno desde el
    triunfo de la Revolución ha sido la Agroindustria
    Azucarera. Las implicaciones que desde los puntos de vista
    social, económico, medio ambiental, político y
    cultural, tiene la modificación de la estructura interna
    en este sector tan importante del país se ha traducido a
    lo largo de décadas en la adopción
    de acciones
    sectoriales y en la elaboración de planes y programas cuyos
    objetivos han estado en función de
    la dinámica del mercado y el impacto de los cambios
    sucedidos sobre los sistemas empresariales propios.

    Así, con el afán de alcanzar un diseño
    funcional y organizativo acorde con la realidad impuesta por cada
    etapa que el país ha transitado desde el año 1959 y
    con la meta de lograr
    el crecimiento productivo y económico, se han creado
    distintas estructuras
    organizativas. En el año 1964 se crea el Ministerio de la
    Industria
    Azucarera, en el año 1982 las Empresas Azucareras se
    transforman en Complejos Agroindustriales Azucareros, en el
    año 1998 se acomete el Reordenamiento de los CAI en
    Unidades Básicas de Producción Cooperativa.
    Se introduce el Sistema de Perfeccionamiento Empresarial en el
    sector a la vez que se reorganiza el sistema empresarial de apoyo
    a los CAI.

    Sin embargo, en el momento actual es necesario
    aún que el MINAZ en su conjunto responda a una eficiencia
    empresarial superior. A la necesidad de elevar los rendimientos
    agrícolas e industriales, disminuir los costos de
    financiamiento, diversificar las producciones y
    servicios que permitan incrementar los ingresos netos
    generados y fundamentalmente elevar la capacidad de
    reacción de la empresa azucarera
    ante las exigencias del mercado.

    "El objetivo de
    producir azúcar
    será por tanto, satisfacer nuestro mercado interno … y
    acceder al mercado externo en la medida en que su precio
    proporcione ingresos en divisas ostensiblemente superiores al
    costo que
    invertimos en fabricarla."

    Con esta premisa comienza el proceso de
    reestructuración de las áreas tributarias a los CAI
    y el redimensionamiento de la fuerza de trabajo agrícola e
    industrial. Surge la tarea "Álvaro Reynoso" como
    fundamento para la creación de las Organizaciones
    Superiores de Dirección Empresarial en los
    territorios.

    La Dirección Provincial de Planificación
    Física, ya
    desde el mes de febrero del 2002, se encontraba preparando toda
    la base informativa necesaria para la realización del
    Estudio Territorial de Apoyo al Programa
    Estratégico de la Agroindustria Azucarera, etapa en la
    cual tuvo que superar notables dificultades para la
    obtención de la información requerida, quedando de
    toda forma incompleta.

    Situación de partida para la tarea
    "Álvaro Reynoso". Año 2002.

    La necesidad de reestructurar la agroindustria azucarera
    camagüeyana con el objetivo de: "Disminuir sensiblemente los
    costos, alcanzar la mayor eficiencia posible y diversificar las
    producciones y servicios que permitan incrementar los ingresos
    netos generados", dio inicio a la tarea "Álvaro
    Reynoso".

    Para alcanzar este propósito se
    plantearon:

    • Producir la tonelada de azúcar a un costo de
      hasta 60 dólares y hasta 260 pesos en MN.
    • Alcanzar un rendimiento industrial promedio de 12%,
      ubicando las zafras en su momento óptimo y
      realizándolas en alrededor de 90
      días.
    • Enmarcar el capital de
      trabajo en el 50% del actual.
    • Alcanzar un rendimiento agrícola promedio de
      63 mil arrobas de caña por caballería ó 54
      TM/Ha.
    • Diversificar las producciones de manera progresiva y
      estable en líneas como mieles, la madera de
      pulpa, frutales, pecuarias, etc.
    • Elevar la producción de energía
      eléctrica para el autoabastecimiento del sector y la
      venta.
    • Incrementar y diversificar la producción de
      alimentos para la satisfacción de los trabajadores y sus
      familiares y la comercialización.
    • Desarrollar un programa
      provincial de superación, calificación y
      recalificación de los obreros, técnicos, cuadros
      y dirigentes. El Programa Nacional de Capacitación en
      todo el sistema MINAZ abarcará a 100 000 trabajadores,
      los azucareros camagüeyanos incorporarán al menos
      10 000 trabajadores.

    A partir de estas indicaciones establecidas por el MINAZ
    en la provincia, fueron tomados en consideración los
    aspectos siguientes para desarrollar la tarea:

    • Uso de la tierra y su agroproductividad.
    • Condiciones sociales y culturales.
    • Disponibilidad de la fuerza de trabajo
      necesaria.
    • Estado de los equipos
      tecnológicos.
    • Calidad de las producciones y servicios.
    • Eficiencia energética industrial en
      general.
    • Mercado y los tipos de producciones y servicios
      demandados por este.
    • Impacto medioambiental.

    Como elemento primario se determinó la
    reducción del área para la producción de
    caña y la prioridad debía brindársele a los
    mejores productores. Se propone que la provincia quede con un
    área de 108 192 Ha dedicadas a la caña
    solamente.

    Entre otras cosas la nueva organización
    empresarial que se crea debe producir 352 mil toneladas de
    azúcar, 121 mil toneladas de miel rica, 5400 toneladas de
    levadura torula, 160 mil hectolitros de alcohol y de
    las áreas que se dediquen a otros cultivos producir la
    mayor cantidad posible de viandas, hortalizas, vegetales,
    forestales, frutales, desarrollar la ganadería
    y otras producciones pecuarias.

    Después de realizado el proceso de
    análisis de la tarea "Álvaro Reynoso" se
    definió las nuevas empresas azucareras y mieleras que
    entrarían en funcionamiento una vez aplicada en su
    totalidad la reestructuración, de la forma que se expresa
    a continuación:

    Las Empresas Azucareras son:

    • Empresa Azucarera "Argentina".
    • Empresa Azucarera "Ignacio Agramonte".
    • Empresa Azucarera " Carlos Manuel de
      Céspedes".
    • Empresa Azucarera "Panamá".
    • Empresa Azucarera "Batalla de las
      Guásimas".
    • Empresa Azucarera "Sierra de Cubitas".
    • Empresa Azucarera "Cándido
      González".

    Las Empresas Mieleras son:

    • Empresa Mielera "Siboney".
    • Empresa Mielera "Brasil".

    Estas empresas mieleras tienen como objetivo fundamental
    la producción de mieles integrales y
    los derivados "sobre la base de los bajos costos y alta calidad,
    la eficiencia agroindustrial, así como mantener la
    capacidad de producción de azúcar para posibles
    incrementos de esta producción y una mejora continua del
    nivel de vida de los trabajadores, teniendo en cuenta como base
    la implantación del proceso de perfeccionamiento
    empresarial."

    Las Empresas Agropecuarias son:

    • Empresa Agropecuaria "Jesús Suárez
      Gayol" que se forma a partir del redimensionamiento del actual
      CAI y de las áreas no cañeras que no se vinculan
      a las empresas azucareras "Cándido González",
      "Batalla de las Guásimas" y "Panamá",
      así como de las áreas no cañeras de los
      productores cañeros.
    • Empresa Agropecuaria "Noel Fernández" que se
      forma a partir de la reestructuración del actual CAI y
      de las áreas no cañeras que no se vinculan a las
      empresas mielera "Brasil" y
      azucarera "Sierra de Cubitas", así como de otras
      áreas no cañeras.
    • Empresa Agropecuaria "República Dominicana"
      formada a partir de la reestructuración del actual CAI y
      de las áreas no cañeras que no se vinculan a las
      empresas azucareras "Argentina",
      "Ignacio Agramonte", "Carlos Manuel de Céspedes",
      además de otras áreas no
      cañeras.

    Como principio estas empresas agropecuarias deben
    caracterizarse por la integralidad de su producción
    relacionada con el abastecimiento de caña para el alimento
    animal, la producción de viandas, vegetales y hortalizas,
    incluyendo el desarrollo forestal en especies de frutales y
    maderables y el desarrollo de la ganadería
    vacuna, ovina, porcina y equina.

    Hasta el momento se trabaja en la conformación de
    estas empresas, definiendo las unidades que la integrarán.
    Este es la labor que se acomete en la Comisión Provincial
    creada al efecto que también supervisa las acciones que
    se van realizando para diagnosticar la situación real que
    manifiesta la empresa para cumplir el objetivo planteado. Este
    trabajo toma en consideración tanto la fuerza de trabajo
    con que cuenta como la que necesita, el parque en maquinarias y
    herramientas
    que posee y el que le hace falta, la disponibilidad de
    instalaciones de acuerdo a las nuevas funciones y las
    que tendrán que remodelar, y de forma general el destino
    de las producciones, evaluando también la posibilidad del
    turismo, entre otros aspectos.

    Finalmente, los centrales que se proponen desactivar
    son: Alfredo Álvarez Mola, Haití, Jesús
    Suárez Gayol, República Dominicana y Noel
    Fernández, cuyo proceso de desactivación ya ha
    comenzado en dos de ellos, el Haití y el República
    Dominicana.

    Las Direcciones Municipales de Planificación
    Física de
    los municipios a los que pertenecen estos ingenios han tenido una
    participación activa en este proceso, tramitando la
    documentación necesaria para la
    demolición, el área de almacenamiento de
    los restos y el cambio de uso de algunas
    instalaciones.

    Por parte de la Dirección Provincial se ha
    realizado el proceso de micro localización de las nuevas
    inversiones
    que han estado dirigidas fundamentalmente a instalaciones
    especializadas para el desarrollo de la ganadería
    bufalina, equina y ovina.

    Con todo lo antes expuesto, se puede plantear que el
    objetivo fundamental que se quiere alcanzar con todas estas
    transformaciones en la industria azucarera es, lograr a nivel
    local niveles de producción con la eficiencia requerida
    con el objetivo de elevar el crecimiento económico del
    país como región.

    Epígrafe 2.5-. Desarrollo del
    turismo.

    En los últimos 10 años, el Sistema de
    Planificación Física ha trabajado en la
    determinación del potencial para el turismo internacional
    en Cuba. En 1990 se identificaron 67 Polos Turísticos en
    todo el país con un potencial de poco más de 182
    000 habitaciones. Las habitaciones dedicadas al turismo
    internacional en ese momento ascendían a aproximadamente a
    13 000.

    En la actualidad se han determinado 93 polos
    turísticos, así como 44 centros turísticos.
    El potencial turístico de Cuba en habitaciones para el
    turismo internacional es de aproximadamente unas 209 100
    habitaciones. En estos momentos están construidas poco
    más de 36 000 habitaciones.

    En 1990 el 86% del potencial de habitaciones se
    concentraba en la modalidad de playa y el 10% en la de la ciudad.
    En el año 2001 el 69.5 % aparece en playa y el 13 % en
    ciudad.

    Anualmente cada precisión del potencial
    turístico de Cuba se lleva a cabo a través de la
    realización y actualización de los planes de
    Ordenamiento Territorial de los Polos Turísticos que, al
    establecer las expresiones físico-espaciales y las
    regulaciones sobre utilización del territorio, constituyen
    por tanto, instrumentos técnicos para la estructura
    territorial como instrumentos jurídicos de
    calificación y clasificación del suelo.

    En la actualidad se considera 16 regiones
    turísticas: ocho son denominadas regiones con mayor
    desarrollo: La Habana, Varadero, Jardines del Rey, Norte de
    Camagüey, Norte de Holguín, Santiago de Cuba, Costa
    Sur y Archipiélago Los Canarreos. En su conjunto agrupan
    hoy 55 polos y 23 centros turísticos aislados con un
    potencial aproximado de 164 000 habitaciones, que representan el
    78.5 % del total de habitaciones, construidas 33 200.

    Tres son denominadas Regiones en desarrollo:
    Viñales-Cayería Norte-Soroa, Sagua La Grande y
    Caibarién. Ellas totalizan 15 polos y centros
    turísticos aislados, con un potencial de casi 13 000
    habitaciones, lo que representa el 6.2 % del total del
    país, de ellas construidas 800.

    Las cinco restantes, otras regiones: Guanahacabibes,
    Ciénaga de Zapata, Norte de Las Tunas, Baracoa y Sur de
    Granma, cuenta con 15 polos y 6 centros turísticos
    aislados con un potencial de cerca de las 20 000 habitaciones,
    9.6 % del total del país, y tienen construidas 1 000
    habitaciones.

    Potencialidades del territorio Camagüey en el
    turismo:

    La provincia cuenta con un sistema de asentamientos que
    puede aportar la fuerza de trabajo que necesitarán los
    polos turísticos a desarrollar, se destacan en esto
    fundamentalmente Camagüey y Nuevitas. Es posible
    además aprovechar núcleos de población relativamente cercanos a estos
    desarrollos, para el fomento de urbanizaciones que respondan a
    este interés.
    Actualmente en los municipios Minas, Nuevitas y Camagüey
    existen 71 628 trabajadores disponibles, lo que constituye un
    potencial factible de vincular al turismo, no obstante la
    calificación de un número importante de los mismos
    es uno de los problemas a enfrentar.

    La provincia posee un potencial de 30 Áreas
    Protegidas, tanto de carácter
    nacional como de carácter
    local. Dentro de ellas existen las clasificadas como Reserva
    Natural, Refugio de Fauna, Reserva
    Ecológica, Elemento Natural Destacado, Reserva
    Florística Manejada, Paisaje Natural Protegido, Parque
    Nacional y Área Protegida de Recursos Manejados, de las
    cuales solo hay cuatro aprobadas por el Decreto 4262 del
    Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, que
    son:

    – Refugio de Fauna Río
    Máximo.

    – Refugio de Fauna Cayos Ballenatos y Manglares de la
    Bahía de Nuevitas.

    – Bosque Fósil de Najasa.

    – Recursos Manejados Sierra del Chorrillo.

    Estas áreas pueden ser explotadas como
    interesantes opcionales para el desarrollo del turismo siempre en
    dependencia de su categoría y disposiciones del Plan de Manejo
    para la conservación y protección de estas
    áreas.

    El resto del territorio de la provincia posee
    también otros recursos turísticos de alta
    significación para el desarrollo de esta actividad. Se
    destacan las sierras de Cubitas, Camaján, Maraguán
    y Najasa que poseen valores
    paisajísticos, florísticos, faunísticos,
    arqueológicos y ambientales únicos en los
    territorios de la provincia y la nación.

    Existen 6 bases de campismo para el turismo nacional,
    (Punta de Ganado, Monte Oscuro, La Barbacoa, Las Clavellinas,
    Batalla de Saratoga y Las Palmas) sólo Punta de Ganado
    está vinculada a turismo de sol y playa.

    La provincia además atesora ciudades, pueblos,
    ruinas y monumentos que perpetúan el decursar de los
    siglos y constituyen, sin lugar a dudas, elementos de alta
    significación turística para un mercado con estos
    intereses específicos, entre las que sobresalen
    Camagüey, Nuevitas, Florida, Brasil y
    Guáimaro.

    La infraestructura vial de la provincia permite enlaces
    con el resto de los territorios del país. Cuenta con un
    aeropuerto internacional en la ciudad de Camagüey, un campo
    de vuelo de 1 800 m en la playa Santa Lucía y otro de 800
    m de arenas compactadas en Cayo Caguama. Por vía
    marítima se puede acceder a través de puerto Angola
    y de Pastelillo, ambos en la Bahía de Nuevitas, donde
    existen instalaciones productivas de carga y descarga que por sus
    características y estado técnico no
    son compatibles con la actividad turística.

    Los principales recursos turísticos recreativos
    se asocian al recurso playa, cuya extensión supera 100 km
    con magníficas características naturales y con un
    potencial de aproximadamente 31 865 habitaciones, actualmente
    sólo se comercializan 1 070 en la playa Santa
    Lucía. Territorialmente se distribuyen de la forma
    siguiente:

    Turismo Internacional.

    Polos
    turísticos

    Longitud de playas

    (km)

    Capacidad de carga
    instantánea

    Potencial

    en habitaciones

    Costa Norte

     

     

     

    • Santa Lucía

    19,0

    50 160

    15 000

    • Cayo Sabinal

    33,0

    33 000

    10 475

    • Cayo Guajaba

    11,1

    3 600

    1 000

    • Cayo Romano

    6,0

    4 000

    1 700

    • Cayo Cruz

    21,4

    9 000

    3 060

    • Cayo Mégano

    8,0

    800

    200

    Costa Sur

    • Cayo Caguama

    5,5

    100

    3,7

    30

    Total

    107,7

     

    31 865

    Camagüey ciudad es una de las siete primeras villas
    fundada en el año 1514. Posee una población
    estimada de 300 000 habitantes y 73 km² de extensión.
    La ciudad posee diez instalaciones de alojamiento de diversas
    categorías, instalaciones socio-culturales, educacionales,
    científicas y de salud; dentro de ellas, de
    primer nivel, se destacan, el Ballet de Camagüey, los
    teatros y la Universidad. Su
    centro histórico, de más de 300 ha, es el mayor del
    país y posee instalaciones valiosas por su historia y arquitectura
    entre las que sobresalen la Quinta de Amalia Simoni, la casa de
    Nicolás Guillén y el conjunto histórico de
    la Plaza San Juan de Dios.

    En este sentido, la ciudad de Camagüey juega un
    papel protagónico por ser un punto importante de
    vinculación tanto con el país, como con los
    diferentes polos turísticos provinciales, a través
    de su aeropuerto internacional y de las diferentes vías
    construidas y en construcción, y por constituir en
    sí misma una fuente de desarrollo turístico,
    apoyado en sus valores
    históricos, culturales, arquitectónicos y
    ambientales.

    Impacto socioeconómico del polo Santa
    Lucía para el territorio.

    El desarrollo del turismo en Santa Lucía ha
    mejorado la accesibilidad en la región. Por vía
    aérea puede accederse a través del aeropuerto
    Internacional de Camagüey, a 110 km del polo, que se
    complementa con una pista de 1800 m dotada con instalaciones para
    la recepción de viajeros, situada en el polo. El acceso
    terrestre se realiza a través de una extensa red de
    carreteras nacionales y locales, las cuales han tenido un
    mejoramiento sustancial, especialmente el Circuito Norte y la
    Carretera Camagüey- Santa Lucía. Santa Lucía
    dispone de 1070 habitaciones para el turismo internacional y 955
    capacidades para el turismo nacional y una oferta
    complementaria poco diversificada.

    El desarrollo del turismo ha influido en el empleo en la
    región, aunque no en los niveles esperados a causa de la
    insuficiente formación de los recursos laborales
    disponibles; la labor de formación deberá
    extenderse, lo que permitirá aumentar la cantidad de
    recursos calificados.

    Provocará efectos positivos en lo que se refiere
    al incremento de los puestos de trabajo, la ocupación y el
    nivel de calificación en la región y
    mejorarán las condiciones de vida de los trabajadores al
    construirse viviendas en el poblado destinado para este fin con
    arreglo a proyectos que
    tienen en cuenta el ordenamiento adecuado del lugar.

    Los territorios de la provincia más relevantes en
    las producciones de alimentos para el turismo son: Camalote, con
    cultivos varios, frutas y hortalizas; Sierra de Cubitas que
    además de estos renglones produce volúmenes
    importantes de cítricos y Camagüey con producciones
    de viandas y frutos. Por otra parte Guáimaro y
    Sibanicú tienen como aporte más relevantes la
    piña y frutas exóticas, Santa Cruz del Sur se
    destaca por la producción de frutos.

    Camalote, cuyas disponibilidades son muy superiores a la
    demanda, y en
    condiciones muy ventajosas dada la proximidad geográfica
    entre productor y consumidor
    permitirá asimilar los incrementos en variadas
    producciones.

    La zona de Sierra de Cubitas – Esmeralda
    constituye un potencial muy amplio para los nuevos desarrollos
    turísticos de la provincia.

    La industria de la carne cubre la demanda tanto de
    vacuno, cerdo, conejo y ovino. Se extienden las inversiones
    hacia otras producciones como el pavo.

    En Camagüey se localiza la infraestructura
    técnica y de apoyo de mayor nivel para toda la
    región y en ella el resultado de los ingresos
    turísticos per cápita es superior al promedio
    provincial; actualmente aporta el mayor volumen de
    trabajadores a la playa Santa Lucía y es el principal
    proveedor de fuerza de trabajo calificada, lo que resulta
    favorable al disminuir el volumen de no ocupados.

    Resulta también imprescindible acometer acciones
    que favorezcan el paisaje y la imagen de las
    vías regionales de acceso al polo, con el auxilio de
    planes de ambientación, reparación y mantenimiento
    de las mismas.

    La barrera de crestas arrecifales, que se extienden por
    el norte desde la Punta de Hicacos (Varadero) hasta más
    allá de los límites de
    la provincia de Camagüey, constituyen un potencial de
    altísimos valores bióticos y abióticos, es
    ésta formación coralina una de las más
    notables en el hemisferio. Asociados a los arrecifes coralinos se
    observan fondos marinos de gran belleza y espectacularidad,
    conformados por una flora y fauna típicas del Caribe y de
    Cuba, con alta biodiversidad
    y notable grado de conservación. En la plataforma sur
    también se encuentran arrecifes de coral de alta
    significación para el buceo y la fotografía
    submarina, comparados con los más atractivos del
    mundo.

    La vegetación, la flora y la fauna terrestres de
    las playas y cayos de la provincia son las más abundantes,
    variadas, mejor representadas y más conservadas del
    país.

    Conclusiones

    Con lo anteriormente expuesto en el trabajo se
    arriban a las siguientes conclusiones:

    Las transformaciones llevadas a cabo en nuestro
    país, fueron cobrando fuerza paulatinamente en importancia
    y desarrollo con el transcurso de los años.

    En la actualidad se imparte en la isla un amplio
    espectro de diplomados y maestrías, que tienen como puntos
    referenciales los programas de business administration que
    se encuentran tan difundidos internacionalmente y que fomentan el
    desarrollo de los sectores estudiados en el
    trabajo.

    Los progresos alcanzados hasta el momento han
    posibilitado que especialistas cubanos incursionen en la arena
    internacional en la realización de acciones consultivas y
    que la oferta de
    cursos y
    programas especializados en estas temáticas sea hoy uno de
    los "productos duros" de varios centros universitarios.
    Estos avances han creado las condiciones mínimas para un
    desarrollo integral de la formación gerencial moderna en
    Cuba, tanto a nivel de postgrado como de pregrado. También
    se ha logrado una mayor integración entre las necesidades
    empresariales y el trabajo de las universidades.

    En el territorio estudiado, con independencia
    de la magnitud del impacto de crisis, se siguió el
    criterio de continuar impulsando las labores innovativas, sobre
    todo en torno al trabajo
    que desarrollan la ANIR y el FORUM de Ciencia y
    Técnica, pero objetivamente la reducción de los
    volúmenes de recursos a los que tuvo acceso el
    país, restringió las posibilidades de que este
    proceso mantuviera un lugar relevante en la gestión
    empresarial. No obstante, se ha venido trabajando muy fuerte en
    la provincia para lograr un desarrollo
    sostenible donde exista una estrecha relación en todos
    los sectores de la economía estudiados.

    Bibliografía

    1-. Artículo "La gestión territorial
    local" de Carmen Echevarria, Facultad de Ciencias
    Económicas y Empresariales. UPV-EHU. Bilbao;

    2-. Artículo "La evolución y
    transformación del sector agropecuario en los noventa" de
    Santiago Rodríguez Castellón:


    http://www.nodo50.org/cubasigloXXI/economia/castellon1_311201.htm

    3-. Artículo "La Empresa Cubana: Principales
    Retos que Enfrenta" de Hiram Marquetti Nodarse:


    http://www.nodo50.org/cubasigloXXI/economia/marquetti2_310102.htm

    4-. Castellanos, René. "Dirección de
    Planeamiento
    Turístico-IPF. Instructivo Metodológico para el
    Esquema Especial de Ordenamiento Territorial de las Regiones
    Turísticas". 1999. Inédito.

    5-. IDEM, " Evolución Histórica de la
    Distribución Territorial de la
    Producción Azucarera", 2001.

    6-. Colectivo de autores-Departamento de Turismo DPPF
    Camagüey. Plan de
    Ordenamiento Territorial Polo Turístico Santa
    Lucía. Abril/2003.

     

    Victor Pardo

    Teresa Recio

    Leonardo Sainz

    Rolando Lozada

    Marlene Ochoa

    Taller de Microeconomía Espacial

    Camagüey

    "Año del 45 Aniversario del triunfo de la
    Revolución"

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