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Comunicaciòn y transformaciòn en Organizaciones universitarias




Enviado por freddydd



    Comunicaciòn y
    transformaciòn en Organizaciones
    universitarias

    1. Resumen
    2. Antecedentes
    3. Enfoque
      teòrico
    4. Brecha del
      conocimiento
    5. Comunicación y distintos
      tipos de conocimiento
    6. Referencias
      bibliográficas

    RESUMEN

    COMUNICACIÓN Y TRANSFORMACIÓN EN ORGANIZACIONES
    UNIVERSITARIAS. Díaz Díaz, Freddy. Universidad
    Nacional Experimental del Táchira. Decanato de Postgrado.
    .Convenio UNET-UNESR. Programa de
    Doctorado en Ciencias
    Administrativas.

    Se trata de una investigación
    documental que se orientó en profundizar sobre la
    necesidad de cambio en las
    organizaciones universitarias sobre la base de la
    comunicación como eje transformador, presente en todas
    las funciones
    académicas. En este caso con énfasis en la función de
    extensión como la función
    responsable de la difusión del conocimiento
    como elemento de cambio y
    transformación. El contexto que identifica a cualquier
    institución de Educación
    Superior está caracterizado por un entorno complejo,
    donde el cambio ha sido lo permanente, producto de la
    nueva época que estamos viviendo. La paradoja entre el
    proceso de
    globalización y la nacionalización
    por la otra, se nos presenta abarrotado de nuevas
    tecnologías de la información y de la comunicación que nos muestran una sociedad distinta
    a la sociedad agraria
    e industrial que precedieron, a la que hemos dado en llamar
    sociedad informacional o del conocimiento.
    Ante este escenario observamos una universidad
    anclada en sus viejas estructuras
    académicas y administrativas que pretende ofrecer
    solución al desarrollo y
    progreso, montada en el mismo modelo para
    abordar la generación y difusión del conocimiento.
    Se concluye que la universidad para ponerse a tono con los nuevos
    tiempos requiere definir la visión integral de sus
    funciones
    académicas: docencia, investigación y extensión sobre un
    nuevo paradigma cuyo
    uno de sus mejores soportes es una comunicación oportuna como eje
    transformador que le permita, a través de la
    creación y difusión del conocimiento lograr la
    correspondencia entre lo que la sociedad demanda por
    una parte y la coherencia interna que debe reinar en la
    universidad. por la otra, en la búsqueda de la pertinencia
    social que aspira el contexto de las instituciones
    de Educación
    Superior, tratando de hacer compatible el discurso con
    la acción.

    Palabras claves: comunicación,
    transformación universidad

    INTRODUCCIÒN:

    Los cambios generados en la sociedad, motivados por
    fenómenos como la
    globalización y complementados a su vez por la
    aparición de nuevas
    tecnologías de la información y de la
    comunicación, nos presentan una realidad caracterizada
    por una altísima complejidad que amerita ser abordada con
    una visión Holìstica.. Las transformaciones que
    deberán producirse para lograr el progreso y desarrollo de
    nuestra sociedad se fundamentan en el recurso organizacional
    más importante que es el
    conocimiento. Las universidades tienen como misión la
    generación y difusión de conocimientos para de esa
    manera poder cumplir
    la función social que se les ha encomendado. En atención a ello se requiere que las
    Instituciones
    de Educación
    Superior inicien un proceso de
    cambio institucional para estar en sintonía con los
    cambios que han originado esta nueva época caracterizada
    por esta nueva sociedad que se ha dado en llamar sociedad
    informacional o sociedad del conocimiento.

    Estas transformaciones apuntan a cambios institucionales
    tanto en lo administrativo como en lo académico. En lo
    académico al ubicarnos en la visión
    Holìstica o sistémica del mundo, entendemos la
    necesidad de percibir el cambio desde una perspectiva no
    disciplinaria o reduccionista, sino desde una óptica
    interdisciplinaria, ojalà transdiciplinaria, y
    constructivista. Estos cambios organizacionales pasan por revisar
    la integración de las funciones
    académicas de la universidad: Docencia, Investigación y Extensión y la
    manera como ellas han sido concebidas para participar en la
    creación y difusión de conocimientos.

    Particularmente pretendemos abordar del cambio
    institucional en la universidad como objeto de estudio, desde la
    comunicación. Entendida ésta como una estrategia
    fundamental para lograr la transformación de las
    instituciones de la Educación
    Superior. Se plantea, entonces, estudiar el proceso de producción y difusión del
    conocimiento en la universidades, a fin de proponer elementos
    teóricas que contribuyan a considerar el componente
    comunicacional como aspecto importante en los procesos de
    transformación que deben darse a nivel de las funciones
    académicas en las universidades como organizaciones o
    instituciones propiciadoras , a su vez, del cambio
    social.

    ANTECEDENTES:

    De Souza(2000) ha planteado que nuestra realidad mundial
    está caracterizada por un cambio de época y no por
    una época de cambios, se apoya para ello en
    Castells.(1995) quien afirma que una época
    histórica cambia cuando se transforman de manera
    cualitativa y simultánea las relaciones de producción, las relaciones de poder, la
    experiencia humana y la cultura. .A
    pesar de los grandes cambios sufridos en la sociedad por
    ésta nueva época, las universidades han planteado
    sus trasformaciones de manera lenta y es nuestro criterio que
    aún permanece anclada en el tiempo;
    respondiendo a estructuras
    curriculares y administrativas que no se compadecen con la nueva
    realidad que hoy enfrentamos. Al considerar algunos pasajes que
    muestran la evolución histórica de nuestras
    instituciones universitarias podemos observar que conservan
    muchas de sus características iniciales y que los mayores
    cambios que se han logrado o tendrán que lograrse
    responden a modalidades que tiene que ver con las nuevas
    tecnologías informacionales y fundamentalmente
    comunicacionales.

    La universidad, tal como hoy la conocemos, surgió
    en la época medieval, concretamente a mediados del siglo
    XII, aunque su apogeo se produce en el siglo siguiente. Las
    universidades surgieron dentro de un contexto
    socioeconómico y cultural que les imprimió sus
    rasgos fundamentales. Las circunstancias sociales prevalecientes
    del siglo XII y XIII, dieron lugar a la creación de las
    primeras universidades, algunas de las cuales simplemente
    brotaron, sin que se pueda determinar con precisión quien
    las fundó ni cuándo exactamente se constituyeron.
    (Tunnermann 2000).

    La palabra universidad , deriva de la voz latina
    "universitas" de origen romano que significa el conjunto de los
    seres particulares o elementos constitutivos de una colectividad
    distinta de los individuos que la integran.. En el lenguaje
    legal del derecho
    romano, "universidad"era la unión organizada de gentes
    con intereses comunes y estatus jurídico independiente. En
    la edad media la
    palabra servía para designar a los gremios, corporaciones
    o fraternidades integradas por personas dedicadas a un mismo
    oficio, entre quienes cabía distinguir los maestros de los
    aprendices. En principio existe una semejanza entre la
    situación de aparición de las universidades y la de
    las corporaciones de comerciantes y artesanos. Posteriormente, el
    término universitas sirvió para referirse a la
    institución como tal y sólo tardíamente para
    aludir a la universalidad de la enseñanza de todas las ramas del
    conocimiento.

    Napoleón reorganiza la universidad como un
    monopolio y
    una dependencia del Estado, con
    una intención puramente utilitaria y profesionalizante,
    según los ideales educativos politécnicos que
    profesaba. El modelo
    napoleónico, tan imitado por América
    Latina a raíz de la independencia,
    rompió la idea unitaria de la universidad medieval y la
    sustituyó por un conjunto de escuelas profesionales
    separadas, carentes de núcleo aglutinador. La
    investigación dejó de ser cometido de la
    universidad y se reservó exclusivamente a las
    academias

    La universidad colonial respondió a una
    concepción y a un propósito muy bien definido, lo
    que le permitió ser una institución unitaria. Toda
    su actividad giraba en torno a la idea
    de Dios y su preocupación básica era salvar al
    hombre. La
    universidad latinoamericana que surgió del injerto
    napoleónico , según Sánchez citado por
    Tunnermann, produjo profesionales , cuyo número y calidad no
    correspondió a las necesidades de la sociedad, que fueron
    profesionistas hábiles pero no universitarios en el
    sentido completo de la palabra.

    La universidad republicana tampoco logró ampliar
    la base social de la matrícula estudiantil, que
    siguió siendo representativa de las clases dominantes. Al
    permanecer intactas las estructuras fundamentales de la sociedad,
    perduró la naturaleza
    elitista de la institución durante el siglo
    XIX.

    La universidad moderna, que introduce la ciencia y
    la investigación en el quehacer universitario, surge del
    modelo que Guillermo Humboldt quien la diseñó, a
    petición del emperador de Prusia, para la Universidad de
    Berlín. La estrecha relación entre docencia e
    investigación en que se inspira el esquema influye luego
    en la
    organización de muchas otras universidades de
    diferentes partes del mundo y fue un elemento clave para el
    enorme desarrollo científico que se produjo, a partir de
    entonces, en Alemania. La
    universidad alemana devino en una comunidad de
    investigadores que usa principalmente la mayéutica
    socrática, es decir el aprendizaje
    que se produce como resultado de la incorporación activa
    del estudiante en el quehacer científico, bajo la dirección de un maestro
    investigador.

    El modelo alemán fue imitado por las
    universidades norteamericanas comenzando por la Universidad de
    John Hopkins en 1876, que se inició como una universidad
    consagrada únicamente a los estudios de postgrado. El
    aporte mas sobresaliente de la universidad norteamericana a la
    organización de las universidades en el
    mundo es la introducción del departamento como unidad
    académica básica, en sustitución de la
    cátedra aislada y unipersonal. La departamentalización surge en la
    Universidad de Harvard en 1739, cuando un profesor decidió
    impartir una sola asignatura y especializarse en ella en vez de
    asumir, como era lo usual hasta entonces, todas las artes
    liberales (matemáticas, filosofía natural y
    moral,
    geografía,
    astronomía, etc.).

    En 1918, el movimiento de
    Córdoba fue la primera confrontación entre una
    sociedad que comenzaba a experimentar cambios de su
    composición interna y una universidad enquistada en
    esquemas obsoletos. La protagonista de este movimiento fue
    la clase media en su afán por lograr acceso a la
    universidad, hasta entonces controlada por la vieja
    oligarquía terrateniente y el clero. Esta reforma
    incorporó la extensión universitaria y la
    difusión cultural entre las tareas normales de la
    universidad latinoamericana y propugnó por hacer de ella
    el centro por excelencia para el estudio objetivo de
    los grandes problemas
    nacionales. Se requiere para el logro de esta función
    académica de extensión un componente fuerte en lo
    que respecta a la comunicación.

    Al hacer un balance crítico de la Reforma de
    Córdoba, podemos decir que es hasta nuestros días,
    la iniciativa que mas ha contribuido a dar un perfil particular a
    la universidad latinoamericana.. Se dice que, a pesar, de no
    haberse logrado la transformación de la universidad en el
    grado que se aspiraba se dieron pasos muy importantes en tal
    sentido. Sus efectos, en el ámbito universitario, se
    centraron mas que todo en lo que podemos denominar la
    organización jurídica y formal de la
    universidad, referidos específicamente a la
    autonomía y al cogobierno, no así en lo referente a
    la estructura
    académica de la misma, que prácticamente
    continuó obedeciendo al patrón napoleónico
    de facultades profesionales separadas.

    La universidad contemporánea, según
    Tunnermann (cit), se nos presenta en el marco de una de las
    paradojas que caracterizan a nuestra época relativa a la
    conciencia cada
    vez mayor de la globalidad de los problemas que
    enfrenta la humanidad, hasta el punto de hablarse de la
    emergencia de una sociedad mundial y, a la vez, el surgimiento de
    un nuevo nacionalismo
    expresado en la reivindicación del derecho a los pueblos a
    su identidad y
    autonomía.

    Es importante destacar que los últimos
    años del siglo que recién finalizó y en los
    momentos actuales se han caracterizado por los profundos cambios
    que se han dado en el escenario internacional, con la
    aparición del fenómeno de la
    globalización. Este concepto no se
    reduce al aspecto puramente económico; en realidad, es un
    proceso multidimensional que comprende aspectos vinculados a la
    economía,
    las finanzas, la
    ciencia y la
    tecnología, las comunicaciones, la educación, la
    cultura, la
    política,
    etc. Partiendo de los cambios que se han generado y tomando en
    consideración que los avances
    tecnológicos están modificando profundamente la
    naturaleza de
    la actividad productiva; que obligan a la universidad
    contemporánea a adecuarse a dichos cambios, se plantea lo
    expuesto por el SELA en la persona de
    Arriola(1994)quien expresa que anteriormente el desarrollo
    dependía de la cantidad de energía, de recursos
    naturales, de capital, pero
    que hoy en día depende sobre todo de la capacidad de
    conocimiento y de la información disponible para actuar
    sobre el proceso de trabajo.

    ENFOQUE
    TEÒRICO:

    El cambio como objeto de estudio, ha venido recibiendo
    una atención cada vez más creciente por
    parte de muchos especialistas en los últimos tiempos. Al
    tema, en cuestión, se le han dedicado muchos libros y
    artículos, se ha incorporado como capítulo
    independiente en obras dedicadas a la enseñanza de la
    administración y el comportamiento
    organizacional y se ha incluido como obligatorio en cursos de
    maestría en administración de empresas.

    Según Stoner (1995), las organizaciones emprenden
    programas de
    cambio al menos por tres razones: a) Los cambios en el entorno
    amenazan la sobrevivencia de la organización b)Los cambios en el entorno
    ofrecen nuevas oportunidades para progresar y c)La estructura y
    forma de funcionamiento de la organización está
    retrasando su adaptación a los cambios del
    entorno.

    De Souza (2002), plantea que es necesario pensar
    filosóficamente el cambio y el desarrollo, ya que sin
    comprender por que, ni con que propósito iniciamos un
    proceso de cambio, nos faltarán criterios para saber si lo
    estamos conduciendo hacia un fin determinado, y nos
    faltarán argumentos para convencer a otros de que el
    esfuerzo es necesario y relevante. Expresa este autor que al
    observar muchos de los procesos de
    cambio institucional en América
    Latina, pareciera que el cambio, que solo es un medio, se ha
    transformado en un fin en si mismo. Se pregunta, entonces, por
    que deben cambiar las universidades: para ser mas eficientes,
    para ser mas competitivas, para mejorar la calidad, para
    hacer la reingeniería de su arquitectura
    organizacional o para hacer la planificación estratégica. Todas
    estas interrogantes se refieren únicamente a los medios. Tal
    vez la respuesta más sencilla es: para reconstruir su
    relevancia en la sociedad, por que la sociedad está
    experimentando un cambio de época. El cambio en
    cuestión en la universidad se percibe como una
    búsqueda de un equilibrio
    entre la coherencia interna y la correspondencia con lo que
    demanda el
    contexto, es decir conocer cuanto se corresponde el discurso
    universitario con la acción.

    La universidad actual es esencialmente productora de
    conocimientos. La universidad es un sitio para producir saberes.
    Es un espacio para producir conocimientos y realizar investigación científica. La
    universidad es un sitio para la producción intelectual y
    la producción intelectual según Fuenmayor (1.995
    ),va mas allá de la simple producción de
    conocimientos y de la investigación científica, por que la
    creación intelectual incluye elementos que no derivan de
    la investigación científica . La creación
    artística y literaria también es función
    universitaria, es labor creativa y es fundamental en la
    universidad.

    La búsqueda del conocimiento, su
    transmisión y aplicación dan origen a las tres
    funciones básicas de las instituciones universitarias:
    investigación, docencia y extensión Si bien en
    determinados momentos de su desenvolvimiento histórico una
    de esas funciones ha prevalecido sobre la otra lo cierto es que
    el ideal reside en una equilibrada integración de las mismas, de modo que las
    tres estén siempre presente en todas las tareas de la
    actividad universitaria.

    Las funciones de la universidad, según Tunnermann
    (cit), adquieren una nueva dimensión frente a la revolución
    socio-científica, provocada por el papel central
    de la ciencia en
    la sociedad post-industrial. De esta manera, la
    masificación de la educación
    superior y los efectos de la revolución
    científico-técnica representan los fenómenos
    que mas contribuyen a forzar el cambio de las actuales
    estructuras y dar un nuevo sentido a las funciones
    universitarias. Por otra parte, la propia evolución del pensamiento
    contemporáneo, que apunta hacia una integración de
    las disciplinas más que a una diferenciación
    excesiva de éstas, refuerza la búsqueda de nuevas
    estructuras académicas que permitan el cultivo
    interdisciplinario de la ciencia y su
    orientación hacia la transdisiplinariedad de la
    misma.

    Las actuales estructuras académicas responden a
    la educación superior elitista; por lo mismo, les es
    imposible, sin una profunda transformación, hacer frente a
    la al fenómeno de la masificación. Son, en general,
    demasiado rígidas, poco diversificadas y carentes de
    adecuados canales de comunicación entre sus distintas
    modalidades y el mundo de la producción y el trabajo. La
    homogeneidad de sus programas no les
    permite atender la gama de habilidades, intereses y motivaciones
    de una población estudiantil extensa y
    heterogénea; su excesiva
    compartímentalización contradice la naturaleza
    esencialmente interdisciplinaria del conocimiento; su apego a los
    sistemas formales
    les impide servir con eficacia los
    propósitos de la educación permanente. Por lo que
    la universidad requiere un urgente transformación a tono
    con las necesidades de la sociedad.

    La comunicación interpretada como un subsistema
    dentro del sistema
    universitario es un componente fundamental, tomando en
    consideración que su presencia es requerida en el abordaje
    de sus tres funciones académicas esenciales. La Docencia
    como función académica orienta mucho de su tiempo a la
    transmisión de conocimientos, exigiendo herramientas
    comunicacionales que garanticen la eficiencia de
    este proceso, para así, en parte, contribuir a resolver el
    gran problema de masificación que caracteriza la
    Educación Superior. La Extensión
    difícilmente podrá lograrse de no contar la
    universidad con sistemas de
    comunicación que difundan con eficacia el
    conocimiento que la universidad genera para dar respuesta a
    las grandes necesidades de la sociedad y contribuir a lograr el
    desarrollo y progreso de los pueblos. La investigación es
    la función académica que mayor compromiso tiene en
    la creación de conocimientos, se produce en ambientes
    altamente exigentes en cuanto a sistemas comunicacionales se
    refiere. Su eficacia se mide en función de las
    publicaciones que se produzcan. Por su naturaleza misma requiere
    la consulta y confrontación de fuentes serias
    y de elevada validez que le aseguren confiabilidad a los datos e
    información que maneja para transformarlos en
    conocimiento.

    El desarrollo de la informática y la posibilidad de
    integración con las telecomunicaciones, ha producido todo un cambio en
    lo relativo al almacenamiento,
    recuperación, transmisión y uso de la
    información, soporte universal del conocimiento. Bajo
    tales circunstancias, los medios y los
    procesos de comunicación acostumbrados, son cuestionados
    por el planteamiento teórico y práctico de la
    comunicación interactiva, instaurada a partir del uso de
    la telemática, cuestión que ha
    provocado que la
    computadora, concebida originalmente como máquina de
    cálculo
    haya pasado a ser además, una máquina de comunicar
    , y que dentro de los procesos de comunicación, se
    implemente la interactividad como un proceso que favorece la
    construcción colectiva del conocimiento y
    la masividad del acceso a uso de la información.
    García (2002)

    Ante este panorama y considerando que uno de los
    propósitos fundamentales de los sistemas educativos , de
    cara al siglo XXI, es encontrar los medios que favorezcan su
    calidad, es pertinente repensar estrategias de
    redimensionamiento de la universidad con base en las
    potencialidad de la comunicación; a través de la
    telemática en general y de las redes globales de
    información, en particular; así como el
    establecimiento de modelos de
    gestión
    de conocimiento, que permitan conceptualizar a las instituciones
    de educación superior, como verdaderas industrias de la
    información.

    Garcìa (cit), refiere que Van Ginkel afirma que
    en su misión de
    responder a las demandas de su entorno e interconectarse con
    este, la función principal de la universidad del futuro,
    en relación con la investigación y desarrollo,
    sería gestionar y dirigir el flujo de conocimientos, o sea
    desarrollaría menos su propia investigación al
    provecho de la gestión
    y difusión de la investigación realizada en centros
    científicos debidamente dotados. Se acercaría, de
    esa manera, a los modelos de
    gestión e innovación tecnológica, mediante la
    creación de unidades interfaces u oficinas de
    transferencia de resultados de investigación. Esta
    visión se fundamenta en el sentido crítico que
    actualmente expresamos cuando afirmamos que la academia ha venido
    actuando en un monólogo frente al sector empresarial y
    público, en cuanto a investigación se refiere. Ello
    se deriva de la falta de ambientes comunicacionales y acceso a la
    información en la relación universidad-empresa.

    En relación a la investigación
    científica, se identifican claramente dos segmentos
    importantes: la producción científica en
    términos de producto de
    información y la incorporación a redes de conocimiento
    mundial. Es importante concebir cualquier resultado del trabajo
    de investigación en términos de un producto de
    información, capaz de ser llevado a soportes
    electrónicos, para su difusión en el mercado de
    conocimientos., es decir garantizar su comunicación. Al
    referirnos al otro segmento podemos expresar que en
    términos de competencia y
    pertinencia, no se puede considerar hoy día una
    investigación relevante que no sea el resultado de un
    mutante mundo interconectado y globalizado, por el impetuoso
    avance de las redes de información electrónico.
    Será un imperativo de la transformación que se
    pretende en la universidad del presente siglo, el mostrar una
    comunidad
    científica integrada a las mas importantes redes del
    conocimiento universal. La excelencia científica se
    medirá entonces, por la direccionalidad nacional o
    internacional del flujo de conocimientos que se observe en una
    determinada temática de investigación en red.

    Plantea Tunnermann (cit), que las demandas de la
    sociedad contemporánea están reforzando en todas
    partes el cambio de las estructuras académicas
    tradicionales, al comprobarse su ineficacia ante la nueva
    problemática. Se halla así en curso un movimiento
    de renovación de la educación superior, a escala mundial,
    cuya tónica mas sobresaliente sería la gran
    flexibilidad estructural y curricular que propicia como requisito
    indispensable para una rápida adaptación a los
    procesos sociales y científicos, caracterizados por su
    constante cambio.

    En los últimos años se habla del
    surgimiento de un nuevo tipo de economía o de
    sociedad llamada sociedad del conocimiento, sociedad
    informacional o sociedad del aprendizaje. Esta
    se distingue de las anteriores por que en ella el conocimiento
    desempeña un papel
    esencial. Drucker, nombrado por Nonaka (1999), plantea que en la
    nueva economía el conocimiento no solo es otro recurso
    además de los tradicionales factores de producción
    (tierra,
    trabajo y capital), sino
    el único recurso válido en el presente. Su
    argumento es que el hecho de que el conocimiento se ha vuelto "el
    recurso" en vez de ser solo un recurso, es lo que hace que la
    nueva sociedad sea única en su clase.

    Sostienen estos autores que el conocimiento es la fuente
    del poder de mas alta calidad y la clave para el cambio que se
    dará en el poder.. El conocimiento dejó de ser un
    elemento mas del poder del dinero y del
    poder de la fuerza
    muscular, para convertirse en su esencia, es por ello es que se
    ha hecho cada vez mas ardua la batalla por controlar el
    conocimiento.

    Innovar o perecer es el reto que hoy día
    enfrentan las universidades. La universidad en este siglo debe
    asumir el cambio y el futuro como consubstanciales de su ser y
    quehacer, si realmente quiere ser contemporánea. El cambio
    exige de las universidades una predisposición a la reforma
    permanente de sus estructuras, programas y métodos de
    trabajo. El paradigma de
    la universidad actual responde a la sociedad industrial, que
    está en proceso de profunda mutación, pero que
    deberá sustituirla la sociedad del conocimiento o la
    sociedad informacional.

    A partir de las últimas décadas del siglo
    XX los cambios que han ocurrido en la universidades han
    desplazado el interés
    por la cultura y el conocimiento general, universal o meramente
    profesional y técnico, por el de la ciencia y la tecnología, tanto por
    el especializado, como por el conocimiento mas complejo y
    transdiciplinario Este cambio se ha observado unido a sucesivas
    modificaciones organizacionales, conceptuales,
    ideológicas, funcionales, pero sobre todo se han
    concentrado en sus aspectos económicos y de mercado. Esto
    refleja la importancia que están adquiriendo las
    universidades, en la medida que han podido emprender alteraciones
    significativas en sus estructuras para hacer su labor intelectual
    del trabajo académico fundamentado en la producción
    y difusión de conocimientos a través de las
    funciones de docencia, investigación y
    extensión.

    En la medida que la producción de conocimientos
    se presenta de forma cada vez más desigual y no
    equitativa, y que esto se ha relacionado con la nueva
    expresión de la riqueza, también la distribución de los conocimientos, de la
    ciencia y la tecnología se encuentra distribuida de manera
    desigual, en detrimento de los países atrasados. Las
    brechas entre los países derivadas de la
    posesión, uso y beneficio de los conocimientos, se
    perfilan como los nuevos indicadores de
    valoración de las brechas en el crecimiento
    económico, el desarrollo y la sustentabilidad mundial.
    Didriksson.(2000)

    Indica este autor que la idea de las universidades como
    fábricas de conocimiento, como instituciones emprendedoras
    o innovadoras en ciencia y
    tecnología, se ha establecido como el paradigma
    organizacional de estos tiempos, sin descuidar que el
    otorgamiento de los títulos de tercero y cuarto nivel
    constituyen el medio mas utilizado para ingresar a segmentos
    laborales mas dinámicos y competitivos.

    BRECHA DEL
    CONOCIMIENTO:

    Brunner (2000), al referirse a la brecha del
    conocimiento cuando anuncia los desafíos y retos de la
    educación superior, plantea que por primera vez las
    sociedades
    compiten en un mercado global, donde América
    Latina representa mas de un 8% de la población pero solo un 4% de los ingenieros
    y científicos que trabajan en investigación y
    desarrollo experimental, un 2 % del comercio de
    tecnologías de información y menos de un 2 % de las
    computadoras
    conectadas a Internet. Expresa el autor
    que el desarrollo de la naciones se ha vuelto cada vez más
    dependiente de las infraestructuras de comunicación y sin
    embargo, América
    Latina posee sólo 20 % de líneas
    telefónicas, y un 10 % de computadoras,
    por igual número de habitantes en comparación con
    los países desarrollados.

    En el plano del conocimiento nuestra región
    latinoamericana produce menos ciencia que España o
    Suiza y sólo Brasil, entre los
    países latinoamericanos, supera el gasto en
    investigación y desarrollo experimental de la empresa
    Microsoft. En
    resumen la globalización, la revolución
    tecnológica y la creciente importancia del conocimiento en
    todas las esferas de la vida amenazan con ampliar la brecha que
    existe entre las naciones.

    La investigación realizada en un 10 % de las
    universidades de la región, suele estar dispersa, mal
    financiado y sub equipada. Las comunidades científicas son
    pequeñas y su productividad es
    insuficiente para superar la brecha que nos separa del mundo
    desarrollado. Lo anterior se refleja en una débil
    participación regional dentro del esfuerzo
    científico mundial, nuestros investigadores intervienen
    apenas en un 17 % de las áreas activas del conocimiento
    .Brunner (cit).

    Plantea el autor que el mundo desarrollado y el mundo en
    desarrollo progresan aceleradamente hacia nuevas formas de
    organizar la producción, distribución y uso del conocimiento
    avanzado, tratando de dar respuesta a cuales son las principales
    innovaciones que pueden advertirse y que tiene que ver con: las
    interfaces, la comunicación y la competencia.

    En relación a interfaces expresa que una parte
    significativa de la revolución del conocimiento, se
    está produciendo no dentro de los departamentos
    tradicionales sino en torno a los
    múltiples nuevos puntos de contacto que se crean entre las
    instituciones del saber y su entorno externo, llámese
    empresas,
    gobiernos, laboratorios industriales, agencias de innovación, oficinas consultoras o centros
    de información y distribución del conocimiento.
    Expresa el autor que estudios recientes internacionales muestran
    que las universidades exitosas han adoptado nuevas formas de
    organizar su trabajo, sobre la base de responder a demandas;
    establecer proyectos y
    equipos que se congregan y disuelven con flexibilidad; emplear
    aproximaciones inter o transdisciplinarias; estimular la
    generación de patentes e, incluso, apoyar con capital de
    riesgo
    iniciativas que podrían generar un retorno
    comercial

    De esta forma la universidad deja de ser una
    institución puramente erudita, sin abandonar sus funciones
    tradicionales, para convertirse en una institución
    productiva, caracterizada por poseer un rico y variado conjunto
    de vínculos con la economía y la sociedad que la
    rodean.

    Comunicación es el nombre del gran cambio que se
    está dando en el mundo académico. No solo se
    extienden las formas tradicionales de educación a
    distancia, vía correspondencia, radio y televisión, sino que adicionalmente, se
    emplean las redes electrónicas para crear, transmitir y
    entregar conocimientos. Se estima que en Estados Unidos
    más de tres mil instituciones ofrecen cursos en
    línea, 33 de los estados poseen, al menos, una universidad
    virtual. Más de un 50 % de los cursos emplea correo
    electrónico como medio de comunicación y al
    menos un tercio de la red para distribuir materiales y
    recursos de
    apoyo.

    El otro elemento innovador es la competencia. El
    conocimiento humano, medido a la manera de los bibliometristas,
    demoró 1750 años en duplicar por primera vez su
    volumen. La
    siguiente vez lo hizo en 150 años, luego en 50 años
    y hoy se duplica cada cinco años. Se estima que el
    año 2020 aumentará al doble cada 73 días.
    Esto implica que junto con crecer el conocimiento se fragmenta y
    se especializa. Las revistas científicas han aumentado de
    10.000 en 1990 a mas de 100.000 en la actualidad. Actualmente se
    emplean pulsaciones de energía electromagnética
    para incorporar y transmitir mensajes que antes se enviaban por
    medio de la voz, la imagen y el
    texto..
    Diariamente aparecen más de tres millones de nuevas
    páginas electrónicas en la Red. Los usuarios de
    Internet pronto
    alcanzarán a mil millones de personas. En tales
    condiciones resulta difícil que la universidad pueda
    mantener su monopolio
    sobre la información o que pueda erigirse, ella sola, en
    la institución central de sistema
    intelectual de una nación.
    Mas bien, las instituciones de educación superior
    están aprendiendo a competir, y en ocasiones a colaborar
    dentro de este nuevo escenario. Nosotros seguimos apegados a un
    modelo introvertido, de transmisión analógica,
    renuente a la diferenciación y flexibilización, que
    considera a cada institución aisladamente y no como parte
    de una red,
    temerosos de la competencia y con sospechas con respecto a la
    colaboración público-privada.
    Brunner(cit)

    Al concebir la universidad como organización
    responsable de la creación y difusión del
    conocimiento , como su principal producto, nos inquieta como debe
    ser administrada y nos obliga a conocer de ella criterios tales
    como: Eficacia en cuanto a la selección,
    distribución y organización de los recursos
    utilizados de tal manera que sea apropiados a los resultados que
    se obtengan.. Eficiencia para
    conocer la relación entre el uso que se hace de los
    recursos institucionales en beneficio de su principal producto y
    Pertinencia para comprobar que los objetivos
    propuestos por la institución corresponden a los
    requeridos por la sociedad.

    La universidad como organización creadora de
    conocimiento se contextualiza en la llamada hoy sociedad del
    conocimiento, sujeta al fenómeno de la
    globalización y de la competitividad, con abundante tecnología
    de la información y comunicación, en el marco
    de una educación con gran tendencia a su
    masificación. Para lograr la verdadera pertinencia social
    de la universidad; de tal manera de contribuir a alcanzar los
    grandes desafíos establecidos por la UNESCO como son: el
    desarrollo, la protección del ambiente y la
    cultura de paz , necesitamos llenar la brecha que nos separa,
    superando limitaciones que identifican la universidad de hoy
    tales como: baja producción y desigual distribución
    del conocimiento, poca reflexión para conocer el proceso
    de nuestro propio conocimiento, conocimientos obsoletos,
    conocimiento fragmentado, investigación dispersa, estructura
    organizacional tradicional ineficiente, exiguo contacto con
    el entorno, elevado desperdicio de recursos y talentos y temprana
    especialización, entre otros.

    COMUNICACIÓN Y DISTINTOS TIPOS DE
    CONOCIMIENTO:

    En el mundo occidental la única forma de pensar
    en las organizaciones es considerarlas como máquinas
    de procesamiento de información. Este punto de vista
    está muy arraigado en las tradiciones de administración occidentales, desde Taylor hasta
    Herbert Simon, y obliga a pensar que el conocimiento es
    explícito (formal y sistemático) .El conocimiento
    explícito puede expresarse con palabras y números,
    y puede transmitirse y compartirse fácilmente en forma de
    datos,
    fórmulas científicas, procedimientos
    codificados o principios
    universales. El conocimiento se considera el código
    de computadora,
    una fórmula química o un juego de
    reglas generales.

    Las empresas niponas
    tienen una idea muy distinta de lo que es conocimiento
    .Consideran que el que se expresa en palabras y números es
    sólo la punta del iceberg. Para ellos el conocimiento es
    principalmente tácito (algo no muy evidente y
    difícil de expresar o comunicar) .este tipo de
    conocimiento es muy personal y no es
    fácil de plantear a través de lenguaje
    formal, por lo que resulta difícil transmitirlo y
    compartirlo con otros. La intuición, las ideas y las
    corazonadas subjetivas son parte de él. Además,
    este tipo de conocimiento tiene su raíces en lo mas
    profundo de las acciones y la
    experiencia individual, así como en los ideales, valores y
    emociones de
    cada persona La
    diferencia entre el conocimiento explícito y el
    tácito es la clave para entender la forma diferente en la
    que los occidentales y los japoneses tratan con el conocimiento.
    Aunque los gerentes occidentales están más
    acostumbrados a trabajar con el conocimiento explícito es
    necesario reconocer el conocimiento tácito y su
    importancia por varias razones:

    Primero, porque genera un nuevo punto de vista acerca de
    la organización, es decir, en vez de concebirla como una
    máquina para el procesamiento de la información se
    le considera un organismo viviente .Incluye ideales, valores y
    emociones,
    así como imágenes y
    símbolos, que a pesar de ser elementos cualitativos y un
    tanto vagos son necesarios para entender la forma como los
    japoneses conciben el conocimiento. Ellos, los japoneses, asumen
    que el conocimiento tácito no es fácil comunicarlo,
    plantean que el aprendizaje
    mas importante proviene de la experiencia lo que contrasta con la
    premisa, tan arraigada en occidente , de que el conocimiento
    puede ser enseñado a través de la educación
    y la capacitación Segundo: Una vez que se acepta
    la consecuencia del conocimiento tácito se empieza a
    considerar de otra manera la innovación., ya que se trata
    de un proceso de autorrenovación personal e
    institucional. El compromiso de quienes conforman la empresa, su
    identidad con
    ésta y con su misión se hacen indispensable.
    Tercero: Los ejecutivos occidentales necesitan abandonar su
    esquema de conocimiento y empezar a centrarse en cosas altamente
    subjetivas como la intuición y las
    experiencias.

    En este momento, la universidad como organización
    que ha venido ganando presencia y prestigio con el auge
    científico y tecnológico de la época, se ve
    sometida a fuertes presiones y demandas desde diferentes sectores
    de la sociedad, desde el Estado,
    desde el sector productivo y desde los demás niveles del
    sector educativo.

    La universidad por el potencial científico y
    tecnológico que concentra en su seno y por los cuantiosos
    recursos económicos que la sociedad invierte en su
    creación, desarrollo y consolidación, está
    llamada a ofrecer su decisivo aporte a la sociedad, como su
    obligación, y aún mas en los momentos en que
    nuestro país atraviesa una de sus peores crisis en los
    diferentes ordenes :político, económico, social y
    cultural; crisis que
    tiene lugar, a su vez, en un escenario mundial caracterizado por
    la multiplicidad y velocidad de
    los cambios, todo lo cual exige un reordenamiento de sus
    estructuras académicas y administrativas.

    Se puede concluir entonces que en este cambio de
    época, caracterizado por una paradoja entre la
    globalización por una parte y la nacionalización
    por la otra, la sociedad exige de las universidades conocimientos
    para afrontar los cambios y lograr el desarrollo y progresos de
    los pueblos. Para ello la universidad como organización
    requiere renovarse en sus estructuras académicas y
    administrativas que le permitan abordar sus funciones con
    éxitos, aprovechando para ello los recursos que ofrecen
    las nuevas tecnologías de la información y
    comunicación, A la alta dirección universitaria le corresponde
    revisar su visión y definir un adecuado sistema de
    comunicación que le permita entre otras cosas afianzar su
    rol, de organización generadora y difusora de
    conocimientos capaz de garantizar que tanto la docencia, la
    investigación y la extensión cumplan su
    cometido.

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    FREDDY E. DÌAZ DÌAZ

    .

    SAN CRISTÒBAL

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