- Desarrollo
nacional - Desarrollo social y
cultural - Desarrollo
industrial - Desarrollo
agrícola - Desarrollo físico y
espacial - Conclusiones
El IV Plan de la
Nación
es instrumentado bajo una situación nueva. La social
democracia es
sustituida por el social cristianismo
en la representación de Rafael Caldera. El plan
está destinado para cubrir el lapso 1970-1974,
fundamentada políticamente en una reordenación de
los objetivos del
desarrollo
social.
El IV Plan postula como las grandes metas
estratégicas, la posibilidad de una sociedad nacional
más próspera y más justa, que
políticamente supere la democracia
representativa por la participativa y que progrese y se
fortalezca económicamente sobre la base de la
expansión del comercio
internacional.
En estos postulados acerca del porvenir a cuya
materialización se dirige el IV Plan, observamos dos
modificaciones: la noción democracia participativa en lo
político, y la fundamentación del desarrollo
económico en el crecimiento de nuestra
participación en el comercio
internacional. De estos postulados el que podría
significar una variante de importancia es el de la
sustentatividad participativa de la democracia que se propone, ya
que el postulado económico estratégico no supone
ninguna variación estructural del aparato
económico, sino la modificación del factor
dinámico de la producción, sin olvidar que, de hecho, el
comercio exterior
(petróleo)
ha venido siendo un componente fundamental del proceso
económico nacional desde fines de los años
veinte.
Podemos afirmar, que los postulados del IV Plan de la
Nación
ofrecían un cambio
sustancial en cuanto a las reformas sociales, económicas y
políticas que el país necesitaba y
que eran prioritarias y esenciales para erradicar progresivamente
el subdesarrollo.
Sin embargo, la ingenuidad de pensar que el camino para llegar a
la meta era
cuestión de poco tiempo, sin la
continuidad por los gobiernos siguientes, fuesen de la doctrina
que fuesen, hizo caer el proyecto por su
propio peso.
ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
Según el IV Plan de la Nación (1970-1974),
Venezuela
confrontaba un momento decisivo en la historia económica.
El país debía optar entre la creación de una
economía
industrial moderna, que estaba en mejores condiciones de alcanzar
que otros países en vías de desarrollo, o
la perpetuación de la dependencia externa que caracteriza
el subdesarrollo,
que impedía que el país pudiese valerse por sus
propios medios, aun
cuando su economía estaba
creciendo.
La perdida de dinamismo de las exportaciones en
el ultimo quinquenio y el agotamiento de la primera fase del
proceso de
sustitución de importaciones
constituyeron los dos puntos de estrangulamiento mas importantes
que confrontaba en ese momento la economía venezolana.
Eliminar estos puntos de estrangulamiento y poner a la
economía en condiciones de crecer aceleradamente para
poder obtener
logros sociales de importancia en el curso de ese periodo, seria
la gran tarea que se pretendía realizar con esa estrategia para
el desarrollo.
Para esto se requería de una racionalidad
creciente en la explotación y mercadeo de
nuestro primer recurso no renovable, el
petróleo, para sembrarlo efectivamente en inversiones
reproductivas que lo pudieran complementar como fuente permanente
de riqueza; de que la economía no petrolera financiara
progresivamente una proporción mayor de las necesidades de
importación e inversión y contribuyera en forma creciente
al gasto económico y social que se impusiera en el
país.
En otras palabras, la nueva estrategia de
desarrollo buscaba dar los pasos necesarios para cambiar el
modelo de
crecimiento
económico tradicionalmente aplicado en la
mayoría de los países de América
Latina por uno de mayor apertura hacia el exterior, que
requería, sobre todo, de un esfuerzo sin precedentes en el
comercio
internacional.
Los lineamientos básicos de esta nueva
estrategia, constituían los lemas de acción para
este IV Plan de la Nación que se resumían en los
siguientes cinco principios:
- Más producción
- Más exportaciones
- Más empleo
- Mayor autonomía externa y
- Promoción del pueblo para el
desarrollo
Para alcanzar los objetivos previstos era necesario
aumentar la exportación de productos
primarios, pero simultáneamente se debía crear un
sector manufacturero exportador que contribuyera al logro de una
estructura
productiva con interrelaciones más complejas y que
originara un efecto multiplicador dinámico en el resto de
los sectores productivos. Al mismo tiempo
debía dinamizar el proceso de integración latinoamericana y ampliar las
relaciones comerciales con el resto del mundo a fin de que la
creación de esta oferta
exportadora fuera acompañada de la consecución de
nuevos mercados por la
exportación.
Esta orientación iría complementada con la
creación de condiciones que permitieran ampliar y ordenar
el mercado interno.
Es decir, que a la vía del crecimiento hacia fuera se
añadiría una política dirigida a
la superación de los estrangulamientos estructurales que
impidieran el fortalecimiento de la economía
nacional.
En la medida en se redujera el grado de marginalidad y se
mejorara la distribución del ingreso crecería el
mercado interno,
con la consecuente ventaja para las economías de escala.
Este crecimiento no seria suficiente para que la
mayoría de las industrias
operaran en forma eficiente, por lo que la integración de nuestras economías y
mercados con
países con grados de desarrollo similares al nuestro,
aparece como la única solución recomendable a largo
plazo. La alternativa seria concentrar todos los esfuerzos en la
fabricación de determinados productos para
la exportación y utilizar las divisas obtenidas para su
venta para
importar todos los bienes que el
país requería.
La política
económica del Plan, estaba orientada a lograr una tasa
de crecimiento
económico permanente en condiciones de estabilidad
monetaria, que hiciera posible elevar los niveles de ingreso per
cápita y mejorar su distribución, permitiendo al mismo tiempo
disminuir en forma sustancial la desocupación existente.
Durante el período del Plan la economía en
su conjunto crecería a un ritmo superior al registrado por
el Sector Petrolero, de modo que la estructura'
productiva se transformara progresivamente en beneficio de los
sectores internos.
Para ello seria necesario aumentar la tasa de inversión, aprovechando las grandes
posibilidades que brinda el ahorro
potencial y canalizar los recursos de
acuerdo con las prioridades que implica la transformación
de la estructura productiva.
El mayor esfuerzo de ahorro
requerido para elevar la tasa de inversión, sería
realizado internamente. Sin embargo, la participación
financiera interna- seria un complemento importante,
especialmente para la obtención del componente importado
que se requería para expandir la producción nacional.
Uno de los principales objetivos del Plan es la
creación de suficientes empleos para absorber los
contingentes de mano de obra que anualmente se incorporaban al
mercado de trabajo y a la vez reducir progresivamente los niveles
de desocupación que existían para ese
momento. Los incrementos acelerados de la producción y el
énfasis que se daba a determinados programas que
insumían altas proporciones de mano de obra, cooperaban
durante el período del Plan a avanzar en la
solución de este importante problema.
En el diseño
de la política
económica se tomo en cuenta que existen actividades
orientadas a la producción de bienes
intermedios y de capital y
programas de
exportación que requerían la adopción
de tecnologías avanzadas, pero al mismo tiempo
existía un conjunto de actividades, donde se podía
armonizar una mejor utilización del capital con
una mayor absorción de mano de obra.
Considerando este doble propósito, el Estado le
daría impulso al desarrollo de la investigación científica y
tecnológica, en áreas prioritarias seleccionadas
según las grandes opciones del desarrollo
nacional.
Sin embargo, estos mecanismos serian insuficientes para
lograr a mediano plazo la solución integral y permanente
del problema ocupacional. Es por ello, que se acudía a
la
educación como medio para capacitar mejor los recursos
humanos necesarios para satisfacer la creciente demanda
derivada de la intensificación del proceso de
industrialización, y de evitar su incorporación al
mercado de trabajo en condiciones de baja
calificación.
La política y los
programas sociales están llamados a jugar un importante
papel en su
doble carácter
de objetivos y medios del
desarrollo nacional y abarcan el conjunto de fenómenos
sociales involucrados en la transformación y desarrollo de
la economía, la cultura, el
orden social, las instituciones
políticas y la estructura
socio-geográfica.
La política
social va más allá del estrecho marco de los
programas de bienestar social. Está comprometida en la
formación de una conciencia
colectiva generadora de una imagen nacional
que se traduzca en un esfuerzo sistemático que acelere el
desarrollo. Afecta al individuo y su comunidad para
transformar sus imágenes,
actitudes y
motivaciones en otras positivas al desarrollo e incide en el
conjunto de fenómenos y circunstancias destinadas a lograr
la realización individual y colectiva.
PROGRAMAS
SECTORIALES DE DESARROLLO
Los programas sectoriales del IV Plan de la
Nación son:
- EL DESARROLLO
SOCIAL Y CULTURAL: Contiene los objetivos generales de: La
política
social, La situación demográfica, La
política de empleo y
Metas Ocupacionales así como los programas de Promoción Popular, Educación, Salud, Defensa Social,
Cultura y
Ciencia y
Tecnología. - EL DESARROLLO INDUSTRIAL: Contiene las
políticas industriales de estudios y protecciones, de
promoción, de inversión directa
del Estado, de
financiamiento, de consolidación de la
industria
existente y de promoción de exportaciones, así como los programas de
Hidrocarburos, de Minería,
de Energía y de la Industria
Manufacturera. - EL DESARROLLO AGRICOLA: Contiene los objetivos
básicos de la política agrícola para los
subsectores vegetal, animal, forestal y pesquero y los
programas Agrícola y de reforma
Agraria. - EL DESARROLLO FISICO Y ESPACIAL: contiene las
políticas y programas de Vivienda, Transporte,
Comunicaciones y Turismo.
1.2.-
PROGRAMACIÓN DEL SECTOR
PÚBLICO
ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
El Sector Publico es en Venezuela el
principal motor del
desarrollo
económico y social. Según el IV Plan de la
Nación, de 1970 a 1974 el gasto
público total se iba a expandir a una tasa mayor que
la Producto
Nacional Bruto, es decir con un coeficiente de elasticidad mayor
que la unidad. La mayor parte de este incremento estará
dirigido hacia los servicios
económicos y sociales, aunque seria necesario un moderado
crecimiento en los gastos destinados
a los servicios
generales.
La inversión pública seria destinada a la
construcción de obras de infraestructuras y
al desarrollo agrícola; sin embargo, se prestaría
especial atención a los programas de desarrollo
industrial y al fomento de las exportaciones.
Además de realizar inversión directa, el
Sector
Público seguiría actuando como agente
financiero para transferir parte de sus propios ahorros al Sector
Privado en forma de créditos dirigidos a actividades
agrícolas, manufactureras y de construcción de viviendas.
POLITICA FISCAL
El IV Plan de la Nación plantea que para que
el Estado
pudiera cumplir su función de
motor del
desarrollo económico y social seria indispensable una
política
fiscal capaz de general los recursos que el
Sector Publico requería para atender las crecientes
necesidades del país.
Medidas fiscales que fueron tomadas en cuenta para que
existiera una justicia
social que impusiera una mejor distribución de la
riqueza:
- Racionalizar el gasto
público para incrementar su eficiencia y
reducir la tasa de crecimiento de los gastos
corrientes del Gobierno
Central. - Establecer mecanismos que permitan una adecuada
coordinación entre los programas que
llevaba adelante el Ejecutivo Nacional y los que realizaban las
entidades regionales en sus respectivas
jurisdicciones - .Controlar la evasión fiscal y
agilizar la recaudación de los ingresos
fiscales pendientes a fin de que se efectuaran en el mismo
año de la liquidación. - Estimular el ahorro y la inversión privada
como factores dinámicos dentro del proceso de
desarrollo. - Ampliar la base del sistema
tributario, tanto en lo que se refiere al número de
contribuyentes como a los actos gravados. - Influir en la estructura del consumo,
gravando aquellos bienes de uso superfluo o de
lujo. - Mejorar la incidencia de la carga fiscal sobre
los diferentes factores de la producción y sectores
económicos. - Manejar cuidadosamente la deuda
publica a fin de aprovechar la capacidad de endeudamiento
del país sin que su servicio
represente altas cargas presupuestarias en el futuro ni
ocasione presiones inflacionarias.
1.3.-
PROGRAMACION DEL SECTOR EXTERNO
ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
Para ese periodo, los mercados internacionales, las
exportaciones tradicionales con base en los abundantes recursos
naturales del país, crecerían a una tasa
más lenta que la requerida por la economía para su
desarrollo. Este hecho lo podría encarar Venezuela
sustituyendo importaciones,
pero esta sustitución, debida a la estrechez del Mercado
nacional, se haría necesariamente en forma cada vez
más ineficiente y se repetiría así con una o
dos décadas de retraso, la experiencia de otros
países de América
Latina.
El futuro de nuestro desarrollo está en promover
exportaciones nuevas, paralelamente con la sustitución de
importaciones viejas. El país estaba en una
situación ideal para optar por un patrón de
desarrollo industrial eficiente, orientado no sólo a la
producción para el mercado interno, sino también al
ámbito más amplio del mercado
internacional.
Hasta la fecha la política comercial venezolana
ha estado
condicionada por el carácter
mono exportador del país y por una alta propensión
a importar. Aún cuando durante la última
década apareció como elemento condicionante
adicional el proceso de sustitución de importaciones, los
instrumentos utilizados han carecido de uniformidad y constancia
por la falta de un esquema normativo central.
La actividad petrolera, como factor determinante de la
dinámica económica nacional, ha
vinculado estrechamente a la política comercial con el
desenvolvimiento de la demanda
mundial de hidrocarburos
y con la búsqueda de mercados permanentes y precios
razonables para esos productos. Las mismas razones explican que
la acción de la política comercial se haya asentado
principalmente en las corrientes del intercambio con los Estados Unidos de
Norteamérica, por ser este país el principal
comprador de los hidrocarburos venezolanos, hecho éste
que, a su vez motivó la firma del Tratado de Reciprocidad
Comercial, suscrito en 1939 y modificado en 1952, el cual
constituye la base del sistema
multilateral de concesiones de Venezuela, por la existencia de la
cláusula de la nación más
favorecida.
La abundancia de hidrocarburos, la elevada productividad
alcanzada en su explotación y la favorable
situación geográfica en relación con los
mercados, entre otras ventajas comparativas, permitieron alcanzar
un desarrollo rápido en la industria petrolera de
exportación y especialización en esas actividades.
Estos factores y la importancia económica y
estratégica del petróleo,
así como la expansión de su demanda en los mercados
mundiales, contribuyeron a que el país se adaptara a las
reglas del comercio
multilateral y de ese modo obtuviera ingresos en
monedas libremente convertibles, con lo que podía
garantizarse amplia movilidad con relación a la
concurrencia de fuentes
diversas de abastecimientos.
Sin embargo, la escasa flexibilidad de una
economía en desarrollo y su incapacidad para adaptar la
producción doméstica a las condiciones del consumo
creciente, determinaron que gran parte de la demanda se volcara
hacia las importaciones, especialmente desde Estados Unidos,
facilitadas, entre otros factores, por la existencia del Tratado
y de las ventajas tarifarías que en la lista anexa al
mismo Venezuela otorga a ese país. Además, la
consolidación de aforos establecida en el convenio ha
obligado a Venezuela a reglamentar su política comercial
de acuerdo con los compromisos adquiridos en el Tratado, lo que
ha limitado notablemente su radio de
acción en este campo.
Aún cuando la relativa abundancia de divisas
generadas por el
petróleo y el escaso desarrollo industrial
doméstico convirtieron al país en un excelente
mercado para bienes importados, el poder de
negociación comercial que e>tu
situación generó nunca se aplicó a
cabalidad. Por lo demás, este comportamiento
trajo como consecuencia la aparición de patrones de
consumo ajenos al grado de avance de la estructura productiva
interna que han provocado la importación de bienes de carácter
suntuario a niveles más propios de países que han
alcanzado un mayor desarrollo económico. La dinámica de este proceso condicionó
una política comercial de carácter marcadamente
liberal, en la cual la tarifa, con escasas excepciones,
cumplía fundamentalmente la función de
medio de arbitrar recursos fiscales, por lo que su uso se ha
perfeccionado menos que en otros países en vías de
desarrollo.
Además del Tratado, otro elemento básico
de la política de convento comerciales es la
cláusula de la nación más favorecida, a
través de la cual el país dispone de un sistema
multilateral mediante el cual se extienden a otros países
las ventajas acordadas a los Estados Unidos de
Norteamérica y se reciben a su vez las ventajas que por su
parte esos países hayan negociado con terceros o entre
ellos. De esta manera, Venezuela participo indirectamente de los
resultados de negociaciones entre países industrializados
con los cuales tiene suscritos convenios comerciales, y
países de similar grado de desarrollo al suyo, celebradas
bilateralmente o en el seno del GATT. De igual modo, y por
mantener el país una política comercial abierta,
recibe el tratamiento de nación más favorecida de
países, que como la República Federal de Alemania y
Tapón otorgan a quienes no discriminan contra
ellos.
Sin embargo, el tratamiento de la nación
más favorecida, por su eminente carácter
arancelario, no siempre ha sido ventajoso para Venezuela por la
pérdida de importancia del arancel como instrumento
regulador del comercio y la aplicación de otros
instrumentos de política comercial que pueden discriminar
en relación con el origen. De igual modo, Venezuela no ha
logrado aprovechar las concesiones que recibe de países
industrializados y de otros países en desarrollo debido a
la falta de una política agresiva de exportaciones y a la
actitud
importadora que la ha caracterizado.
En los primeros años de la década del 60
Venezuela comenzó un proceso de sustitución de
importaciones, pero el uso de la elevación de aforos como
medio de protección ha estado limitado por la
consolidación impuesta por la vigencia del Tratado con
Estados Unidos a los aforos de alrededor de 600 numerales
arancelarios, lo que ha obligado al uso de restricciones
cuantitativas cuando ha habido necesidad de otorgar
protección de productos incluidos entre esos numerales o a
otros en los cuales el nivel de protección exigido
excedía el límite permitido por la
legislación aduanera.
Cumplida como ha sido la primera etapa de la
sustitución de importaciones a nivel de bienes de consumo,
y ante la urgencia de avanzar el proceso de
industrialización y desarrollo, para lo cual se requiere
de mercados más amplios, mayor tecnología y montos
más elevados de capital, se impone una revisión
sustancial de la política comercial y de sus instrumentos
que se adecue a las exigencias de la nueva etapa y en la cual
juegan papel de
trascendental importancia la creación de una oferta
diversificada de productos destinados a la exportación, la
incorporación de tecnología avanzada,
la conquista de mercados y la diversificación de los
suministros que requiere el país.
La tarea de convertir a Venezuela de una economía
en proceso de desarrollo, mediatizada y carente de impulsos
dinámicos propios, en una economía industrial
moderna y con alto grado de autonomía externa, exige que,
en combinación con la política industrial de este
IV Plan de la Nación, se ejecute una política
comercial que responda a esos propósitos y a laS
condiciones variables y
dinámicas del comercio internacional y los mercados
internacionales.
Los objetivos fundamentales de esa nueva política
comercial serían mejorar las condiciones de la
exportación petrolera y reducir la vulnerabilidad que la
mono exportación representa para el desarrollo del
país; dar mayor participación a las empresas
públicas y privadas nacionales en el comercio de
exportaciones; modificar la estructura de las importaciones y
adecuarlas a los requerimientos del desarrollo y del bienestar de
la población; mejorar las condiciones
competitivas de los productos de exportación tradicional;
ampliar y diversificar el intercambio comercial con el resto
del’ mundo, particularmente con los otros países
latinoamericanos, promover una adecuada participación del
capital extranjero; crear condiciones competitivas en los
mercados internacionales con productos nuevos; mantener en
niveles satisfactorios la capacidad para importar y procurar
mejora en los términos del intercambio.
El logro de los objetivos expuestos es indudablemente
una tarea sumamente compleja, ya que depende en buen grado de
variables
exógeno, como son la evolución de la economía mundial y
la política comercial que adopten los países
industrializados, los cuales seguirán constituyendo los
mercados más importantes. Todo ello supone la adopción
de medidas destinadas a diversificar las exportaciones mediante
la creación de oferta exportadora y ampliación de
la existente. Se trata fundamentalmente de productos
manufacturados de alto valor agregado
o productos agropecuarios con cierto grado de elaboración,
cuya demanda en los mercados internacionales es más
firme.
Tales propósitos exigen modificaciones de orden
interno y externo. En el orden interno, se requiere, en primer
lugar, la aplicación, sujeción y cumplimiento del
Plan, procurando no apartarse de las líneas trazadas para
el desarrollo. En segundo lugar, adoptar medidas tendientes a
reducir la propensión a importar productos no esenciales;
intensificar la reforma
agraria para mejorar la oferta de bienes tanto para uso
interno como para exportación; intensificar los esfuerzos
de desarrollo industrial para crear la oferta de
exportación y. por último, mejorar y ampliar la
formación educacional y técnica, así como el
adiestramiento en
todos los campos relacionados con el comercio
exterior.
En el orden externo, se requieren mayores esfuerzos para
contribuir a mejorar las condiciones y modalidades de la
cooperación internacional; insistir para que se hagan
efectivos los principios
fundamentales que en tal sentido han sido aprobados por las
Naciones Unidas
en la UNCTAD y en el CIES a nivel interamericano, e intensificar
las relaciones con todos los países del mundo.
Todos estos aspectos son imprescindibles para mantener
la unión estrecha con los países de América
Latina y con los otros países en
desarrollo.
La nueva política comercial del país exige
igualmente la revisión y adecuación de sus
instrumentos. En este sentido, y en lo que respecta a los
instrumentos de política comercial autónoma, el
arancel aduanero será el medio fundamental que se
aplicará a las importaciones para la regulación de
las mismas en beneficio del proceso de industrialización y
de los requerimientos de la industria para la exportación,
considerando adecuadamente las necesidades de rendimiento fiscal.
Para ello se estructurará una tarifa aduanera en base ad
valoren y clasificada de acuerdo con la nomenclatura
arancelaria de Bruselas.
Esta tarifa deberá asegurar el normal
abastecimiento de bienes y las condiciones los casos en que sea
factible, la licencia de importación.
Esto no significará la eliminación
absoluta de las licencias ni de los derechos específicos,
instrumentos que utilizados en los casos en que sean
recomendables.
De igual modo se procurará que tanto la tarifa
como las restricciones cuantitativas puedan utilizarse como
elementos de negociación comercial.
En lo que respecta a los instrumentos convencionales de
política comercial se hará una revisión
sustancial de los tratados
bilaterales vigentes a fin de adecuarlos a los requerimientos del
desarrollo y a los compromisos comerciales que el país
deberá afrontar en lo futuro. Dentro de ‘esta
línea se dará prioridad a la adopción de un
instrumento convencional diferente para regular el intercambio
con los Estados Unidos, tomando en consideración los
principios de cooperación entre las naciones y las
condiciones de la nueva política comercial internacional,
todo lo cual constituirá también elemento central
para la revisión de los otros convenios
bilaterales.
Se realizará una política más
activa en materia de
integración
económica con el fin de lograr el aprovechamiento real
y efectivo de las concesiones recibidas en las negociaciones
tarifarías con miras a la exportación, haciendo del
Tratado de Montevideo un instrumento para la expansión de
las exportaciones nuevas. Del mismo modo se explotarán las
posibilidades de complementación industrial y se
adecuarán los trámites administrativos y la
legislación para facilitar el intercambio.
Se continuará explorando la posibilidad de
realizar convenios beneficiosos para el país en el marco
del Comité UNCTAD-GATT de Negociaciones
Comerciales entre países en desarrollo con el fin de
lograr mercados en esos países para las exportaciones
nuevas.
Se participará activamente en los organismos
económicos internacionales. Tanto a nivel mundial (UNCTAD)
como a nivel hemisférico (CIES), para lo cual se
procurará robustecer la unidad latinoamericana. Se
dará especial atención a la concertación de
convenios por productos básicos, al acceso a los mercados,
al establecimiento de un sistema generalizado de preferencias en
favor de las manufacturas y semimanufacturas, al incremento de
las corrientes de recursos financieros, a la
liberalización de las condiciones y modalidades de la
asistencia y a la adopción de mecanismos monetarios
internacionales que permitan incrementar el flujo de fondos hacia
los países en desarrollo. En el mismo sentido se
procurará la adopción de medidas tendientes a
mejorar las condiciones del transporte
marítimo en beneficio del comercio de exportación
de los países en desarrollo.
El énfasis que se dará a las exportaciones
determina que el uso del instrumental de política
comercial autónoma y convencional se oriente
Viudo-mentalmente hacia la creación de condiciones que
favorezcan la expansión de la exportación. En este
sentido, se hará una selección
de áreas de interés
comercial y se revisará el concepto de las
misiones negociadoras, clasificándolas en misiones
comerciales y misiones económicas. Las primeras
serán responsabilidad básica de los exportadores,
sean de empresas
públicas o privadas, con la debida asistencia
técnica de los organismos competentes del Estado. Las
misiones económicas se encargarán fundamentalmente
de los problemas
comerciales de carácter más general a nivel de
gobierno u
organismos e instituciones
internacionales o multinacionales y serán responsabilidad del sector
público.
Se procurará usar como elemento de
negociación adicional a los que de ordinario se utilizan
para la colocación de productos en el exterior, el
potencial importador del sector público, lo que constituye
un importante factor en virtud del monto de las importaciones de
los organismos y empresas del Estado. En igual sentido, se
establecerán bases y mecanismos para la penetración
de los mercados internacionales utilizando, dentro de lo posible,
la participación del capital extranjero en la
producción interna.
Se otorgará especial atención al problema
del transporte y las facilidades de que debe disponerse para
garantizar el movimiento de
las mercaderías nacionales hacia los mercados
externos.
En este sentido se procurará armonizar y
aprovechar los servicios promociónales para las
exportaciones visibles con las necesarias para incrementar el
turismo.
En el campo institucional se procurará una mayor
participación del servicio
exterior en las actividades de promoción de exportaciones
mediante la
organización de un servicio efectivo de información. El Instituto de Comercio
Exterior, tendrá a su cargo la importante tarea de
formulación de los programas y políticas de
comercio exterior exigido a los fines que se persiguen. La gran
prioridad otorgada a la promoción de exportaciones exige,
además, que todos los organismos públicos colaboren
en forma coordinada a la formación de la infraestructura
básica necesaria y que los organismos privados, en
especial la Federación de Cámaras y Asociaciones de
Comercio y Producción y la Asociación Venezolana de
Exportadores contribuyan efectivamente a la realización de
los programas.
Responsabilidad especial le incumbe en la
promoción de exportaciones nuevas a la Corporación
Venezolana de Fomento, que se constituirá en el eje del
sistema en cuanto al financiamiento
básico para crear la oferta exportable y los aspectos de
infraestructura financiera y de servicios. Igualmente
corresponderá una gran responsabilidad al sistema bancario
nacional, tanto al Banco Central de
Venezuela como a la banca comercial,
y al sistema de seguros, cuya
participación es de extraordinaria importancia.
LAS PRINCIPALES METAS DEL PLAN
Se ha previsto que para el año de 1974, las
exportaciones no tradicionales, es decir las exportaciones de
productos diferentes a petróleo y sus derivados, hierro no
procesado, café y
cacao, superarán la suma de 1. 200 millones de
bolívares. Para el año de 1980 esta cifra
deberá ser del orden de los 1 000 millones de
dólares, es decir 4 500 millones de bolívares. De
lograrse esta última meta, al iniciarse la década
de los 80, las exportaciones no tradicionales o exportaciones
nuevas representarán alrededor del 25 por ciento del total
de exportaciones
Las exportaciones nuevas en los próximos
años, estarán constituidas fundamentalmente por
frutas y hortalizas, productos pesqueros, productos
siderúrgicos y petroquímicos, aluminio y
gas natural.
Las metas para el periodo 70-74 se basan en proyectos
concretos descritos en los capítulos del Plan
correspondientes al Desarrollo Agrícola y al Desarrollo
Industrial y en la estimación del impacto de la
política de promoción de exportaciones.
El valor de las
exportaciones de bienes, medido a precios de
1968, se incrementará durante el período del Plan a
una tasa anual promedio de 4 por ciento. Este crecimiento se
logrará con un incremento anual promedio de 2.5 por ciento
en las exportaciones de petróleo, de 8,5 por ciento en las
exportaciones de minerales, de
37,6 por ciento en las exportaciones de productos industriales y
de 14,0 por ciento en las exportaciones de productos
agrícolas. Los cuadros anexos al final del capítulo
resumen las principales metas del Plan.
INSTRUMENTACION DEL PLAN
El problema fundamental de la promoción de
exportaciones nuevas consiste en la creación de la oferta
exportadora y es en este campo donde se concentrarán los
esfuerzos iniciales del sector público. El sector privado,
por su parte, tiene una responsabilidad no menos importante en el
esfuerzo que deberá realizar a través de sus
organizaciones
propias.
El programa de
acción será eminentemente práctico y
flexible, partiendo del marco institucional existente y,
después de un período de prueba, se
consolidarán y modificarán las diversas medidas de
política que se adopten.
El sistema organizativo utilizado hasta ahora en las
tareas de promoción de exportaciones presenta tres
obstáculos fundamentales: la multiplicidad de organismos
públicos encargados de las labores concretas de fomento y
promoción, la falta de un organismo que centralice el
financiamiento de empresas con capacidad de exportar y la
carencia de una infraestructura adecuada para resolver los
problemas
específicos con que tropiezan los exportadores
potenciales.
2.-
DESARROLLO SOCIAL Y
CULTURAL
2.1.-
PROGRAMA DE
EDUCACION
LA ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
Alcanzar una sociedad
democrática y participante donde cada persona encuentre
las condiciones y oportunidades para su liberación exige
que la
educación se ubique dentro del proceso
histórico de las transformaciones sociales para acelerarlo
En este sentido, la educación,
además de ofrecer sus cometidos trascendentales y
universales, debe contribuir a la formación de una
conciencia
crítica para la creación y difusión de
innovaciones, convirtiéndose en un medio de
promoción personal y
social. Todo ello para preparar y consolidar las bases de un
orden social justo. Los conocimientos y valores
transmitidos por el proceso educativo deben orientarse
también hacia el logro del desarrollo
socio-político y preparar a la población para el ejercicio de la libertad.
Por razones filosóficas y sociales es preciso que
la mayoría de la población participe en el proceso
mismo de orientación de la educación a fin de que
ésta no sea sólo producto de la
imposición de conocimientos y valores por
parte de una elite.
Estas orientaciones normativas implican que en el sector
educacional deberá existir una igualdad
efectiva en el acceso a las oportunidades de educación y
que la escuela, como
institución, deberá vincularse íntimamente a
la promoción de su comunidad.
Lo primero se refiere no sólo a la
correspondencia cuantitativa entre la demanda potencial de
educación y la oferta posible del sistema educacional,
sino también a los aspectos cualitativos que hagan
propicia la retención de los educandos, tanto en el
sistema educativo formal, como en el parasistema.
Lo segundo exige que los conocimientos y valores
transmitidos a través del proceso educativo, en todas sus
modalidades, estén orientados a la incorporación de
la población al proceso productivo, no sólo como
factor de la producción económica, situación
puramente instrumental, sino como sujeto de dicho
proceso.
En otras palabras, como participante en el proceso de
toma de
decisiones. Para ello la educación requiere del
incremento del nivel de vida de la población marginada, ya
que el bajo rendimiento del sector educativo que se traduce en
altas tasas de deserción, repitencia y bajo nivel de
aprendizaje,
entre otros indicadores,
no puede atribuirse únicamente a deficiencias inherentes
al sistema educativo. Es preciso reconocer definitivamente que un
factor decisivo en la explicación de este fenómeno
lo constituye la situación económica, social y
cultural de la población en general.
Finalmente, deben establecerse normas de
funcionamiento y orientación para las instituciones,
grupos o
elementos sociales cuyas acciones o
actividades tienen consecuencias significativas en la
generación de motivaciones y comportamientos que coadyuven
al proceso educativo.
El esfuerzo de la última década para
incorporar masivamente a la población escolar debe
mantenerse y aumentarse, pero además deberá
realizarse ahora un decisivo esfuerzo para obtener un
óptimo rendimiento cualitativo del sistema. De allí
que el principal objetivo de
este plan, sea la modernización del sistema educativo a
través de un conjunto de acciones
destinadas a elevar los niveles de calidad y
eficiencia de
la educación.
Los objetivos básicos de la política
educativa son los siguientes:
Orientar la modernización de la estructura
educacional en dos direcciones fundamentales: la organización racional del trabajo en forma
tal que facilite una mayor eficiencia en el uso de los recursos
humanos, técnicos y financieros y la
actualización de contenidos educacionales que contribuyan
a la formación de ciudadanos aptos para vivir en una
sociedad democrática, solidaria y participante, capaces de
promover la transformación del medio en que
habitan.
Proseguir la expansión cuantitativa del sistema
mediante la ampliación de la capacidad instalada y la
incorporación tanto de la población en edad
escolar, como la de aquellos sectores que por diversas razones
han permanecido al margen de los beneficios de la
cultura.
El logro de estos objetivos permitirá a mediano
plazo la capacitación de los recursos humanos
necesarios para el desarrollo del país, y a largo plazo,
la generación de las actitudes
necesarias para lograr un desarrollo integral y auto
sostenido.
LAS PRINCIPALES METAS DEL PLAN DE EDUCACION
El número de alumnos inscritos en el sistema
educativo crecerá durante el período del Plan a una
tasa anual promedio de 5,7 por ciento, con lo que
alcanzará en el año escolar 1974-75 la cifra de
2.924.669. Los cuadros anexos al final del capítulo
resumen las principales metas propuestas por niveles
educativos.
El crecimiento promedio anual del número de
alumnos en educación primaria en el período del
plan será de 4,5 por ciento, lo que permitirá
disminuir progresivamente el déficit existente. La
participación de la educación primaria en la
matrícula total del sistema continuará sin embargo
disminuyendo, situándose en 70,7 por ciento en el
año escolar 1974-75.
La proporción del número de alumnos en las
otras ramas de la educación con respecto a la
matrícula total será en el año escolar
1974-75 de 2,7 por ciento para la educación PRE-escolar,
22,3 por ciento para la educación media y 4,3 por ciento
para la educación
superior.
El gasto público total en el sector
educación en el quinquenio 70-74 será de 14.664,5
millones de bolívares, de los ‘cuales 13.235
millones de bolívares, es decir el 90,2 por ciento,
serán gastos corrientes. El gasto público total del
Ministerio de Educación, no incluidos los institutos
autónomos que le están adscritos será de
7.520,8 millones de bolívares.
Se ha previsto una inversión de 576,6 millones de
bolívares en edificaciones educacionales a ser construidas
por el Ministerio de Obras Públicas, de los cuales el 31,9
por ciento destinado a educación primaria, el 44,0 por
ciento a educación media y el 24,1 por ciento a educación
superior.
INSTRUMENTACION DEL PLAN
Para alcanzar los objetivos y metas previstas en el plan
la política educativa se orientará principalmente
hacia la reforma cualitativa del sistema, el cumplimiento de la
obligatoriedad de la instrucción pública gratuita a
nivel de educación primaria, la concentración de
esfuerzos en educación media, la formación de
recursos humanos de alto nivel y la formación y capacitación a corto plazo a través
del parasistema.
Reforma cualitativa del sistema
Entre las medidas más importantes destinadas a la
reforma cualitativa del sistema se destacan:
- Modificación de la estructura
programática en todos los niveles del sistema para
garantizar la continuidad de la experiencia educativa. A tal
efecto los programas desde el nivel de PRE-escolar hasta el
ciclo básico común se estructurarán de
acuerdo a las siguientes: áreas: Lengua y
Literatura,
Ciencias y
Matemáticas, Estudios Sociales, Artes
Plásticas, Educación Musical y Educación
Física. - Institucionalización de los ciclos
básico y diversificado para la Educación
Media. - Reorganización de los servicios de orientación vocacional;
- Regionalización de las políticas
educativas y adecuación de la educación impartida
a las condiciones ecológicas y de producción
específicas de cada región. - Perfeccionamiento progresivo del nuevo régimen
de evaluación. - Mejoramiento profesional del personal
docente y administrativo. - Estatuto de Personal Docente; y
- Reforma Administrativa del Ministerio de
Educación.
INSTRUCCIÓN PÚBLICA GRATUITA Y OBLIGATORIA
A NIVEL DE EDUCACIÓN PRIMARIA
A pesar del centenario de su promulgación
aún no se ha logrado cumplir totalmente el decreto de
instrucción pública gratuita y obligatoria, por lo
que en el período del plan será necesario
intensificar la incorporación de la población en
edad escolar, especialmente en las áreas urbanas en
expansión.
CONCENTRACIÓN DE ESFUERZOS EN LA EDUCACIÓN
MEDIA
La educación media comprende las ramas de
secundaria, normal y técnica, las cuales como ya se ha
indicado tendrán un ciclo básico común de
tres años y un ciclo diversificado de acuerdo a las
especialidades. Esta transformación y la alta tasa de
crecimiento de la matrícula en la última
década, obligan a concentrar esfuerzos en este
nivel.
Preparación del personal docente en
función de las modificaciones de la estructura
programática;
Redistribución de la población escolar,
destinando unos planteles para el ciclo básico y otros
para el diversificado;
Construcción y dotación de nuevos
planteles que respondan a las necesidades del nuevo
régimen educativo.
FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS DE ALTO
NIVEL
El número de profesionales egresados de las
universidades en muchas especialidades no corresponde a las
necesidades del país, lo cual origina desempleo o
escasez según las relaciones de oferta y demanda
de trabajo para cada especialidad. Para corregir esta
situación, se iniciarán en 1970, los estudios
necesarios que permitan realizar una verdadera planificación de la educación
superior. Mientras tales estudios se realizan y ante la evidencia
de una escasez importante de profesionales en las carreras
técnicas, se estimulará el
desarrollo de las mismas y se promoverán los institutos
técnicos superiores para la formación de personal
intermedio.
FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN A TRAVÉS
DEL PARASISTEMA
El parasistema comprende las instituciones de
capacitación profesional y técnica que están
al margen del sistema educativo formal, aunque juegan un papel
muy importante cuando existe alta deserción y bajos
niveles de calificación de la mano de obra. La
formación y capacitación a corto plazo a
través del para-sistema implica la instrumentación y ejecución
progresiva del decreto que regula la educación permanente
de adultos, la reorientación de la programación del Instituto Nacional de
Cooperación educativa (INCE) en función del
desarrollo previsto en el Plan y la identificación y
diagnóstico del resto de las instituciones
que constituyen el parasistema así como su
reorientación en función de la nueva
política educativa.
2.2.- PROGRAMA
DE SALUD Y DE
DEFENSA SOCIAL
ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
El IV PLAN DE LA NACION,
plantea que a pesar de que los indicadores
revelaban un nivel general de salud aceptable, para ese periodo
aún persistían enfermedades susceptibles de
mayor control y
situaciones que podían ser modificadas con una
política de salud más acorde con la realidad del
país y su desarrollo científico y
tecnológico.
El mantenimiento
y mejoramiento del nivel de salud y su más justa
distribución entre toda la población
requería la integración de los servicios de salud
en sus aspectos normativos, programáticos, técnicos
y administrativos a fin de evitar el desperdicio de recursos y la
dispersión de esfuerzos que para el momento
existían como consecuencia de la multiplicidad de
instituciones y de comandos dentro
de este campo. Por ello el objetivo
más importante de la política del sector en el
período de este IV Plan de la Nación era la
creación y puesta en marcha del Servicio Nacional de
Salud.
LAS PRINCIPALES METAS DEL PLAN DE LA SALUD
Debido a que los riesgos de morir
eran altos en ambos extremos de la vida y bajos en las edades de
1 a 50 años, en las que se encontraba el 86 por ciento de
la población venezolana, es fácil explicarse una
tasa-de mortalidad general relativamente baja. Esta tasa, sin
embargo, tendería a subir en la medida en que aumentara la
proporción de mayores de 50 años, por lo que en el
período del Plan no se esperaba un descenso significativo
de la tasa de mortalidad.
La esperanza de vida al nacer, por su parte,
continuaría su lento crecimiento aproximándose
más al umbral de los 70 años característico de países altamente
desarrollados.
Durante el período del Plan se
incorporarán al servicio 7.636 nuevas camas, de las cuales
6.761 corresponden al sector público.
Formación de personal auxiliar y de nivel medio
tanto técnico como administrativo
Aplicación de estímulos y normas legales
necesarias para lograr una mejor distribución del personal
médico entre las diferentes regiones del
país.
El gasto público total en el sector salud en el
quinquenio 70-74 seria de 13.952,8 millones de bolívares,
de los cuales 10.056,6 millones de bolívares, es decir, el
75,5 por ciento, serían gastos corrientes.
Se ha previsto una inversión de 352,1 millones de
bolívares en edificaciones médico-asistenciales a
ser construidas por el Ministerio de Obras Públicas, de
los cuales el 87,3 por ciento destinado a hospitales y el resto a
ambulatorios.
INSTRUMENTACION DEL PLAN
Para alcanzar los objetivos y metas previstos en el Plan
la política sectorial se orientará principalmente
hacia la regionalización de la
administración de la salud, la reorganización
de los servicios de atención médica, la
organización de las estadísticas del sector, la reforma
administrativa y la preparación y puesta en
ejecución de los instrumentos jurídicos y
administrativos que normarán el funcionamiento del Sistema
Nacional de Salud.
Regionalización de la administración de la salud
En 1970 el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social
comenzaría la progresiva regionalización de los
servicios sanitarios, lo cual le permitiría disponer en un
plazo relativamente corto de oficinas locales que formulen y
ejecuten programas a nivel regional.
Reorganización de los servicios de
atención médica
A fin de lograr una mejor utilización de los
recursos disponibles para esta actividad, se tomarán las
siguientes medidas:
Mejorar la información epidemiológica sobre la
morbilidad y mortalidad nacionales, de modo que sirviera de
guía y orientación para la programación de
las actividades y la asignación de recursos.
Dedicaría especial atención a la medicina
preventiva, incluyendo el estudio y desarrollo de nuevas técnicas
de prevención y la revisión de los costos de las
actividades que actualmente se realizan en este campo, con el fin
de aumentar su productividad.
Estructuraría dentro de las unidades regionales
una red de
servicios de salud integrados que tendría como centro el
hospital regional y terminaría en los programas de
penetración rural, y donde se le daría la debida
significación programática a los servicios
ambulatorios que funcionarían como dependencia obligatoria
del hospital.
Promovería la formación de personal
técnico y administrativo y de personal médico
especializado principalmente en Anatomía
Patológica, Traumatología, Radiología
general y terapéutica, Microbiología y
Gastroenterología.
Transformaría progresivamente los hospitales
especializados en hospitales generales, comenzando por los
antituberculosos y psiquiátricos. En los hospitales
generales se reservaría un porcentaje de camas para
atender los procesos
neumológicos y psiquiátricos que requieran
reclusión.
Organización de las estadísticas del sector
Como resultado, entre otras causas, del crecimiento
desordenado de las instituciones que prestan servicios de salud
en el país, existe una diversidad de sistemas
estadísticos que adolecen de diversas deficiencias tales
como la multiplicidad de informes, la
recolección
de datos innecesarios o no esenciales, el bajo nivel de
confiabilidad, la recepción inoportuna y procesamiento
inadecuado de la información recibida y la deficiente
publicación y divulgación de los datos
útiles, La superación de, estas deficiencias
requiere la definición de una política nacional con
respecto a las estadísticas del sector salud, el estudio
de los diferentes sistemas
existentes, la elaboración de una legislación
apropiada que permita la implantación de las reformas
aprobadas, y el establecimiento de un sistema estadístico
uniforme.
Sistema Nacional de Salud
La reforma administrativa del sector comprendería
como elemento fundamental la integración de los servicios
de salud en sus aspectos normativos, programáticos,
técnicos y administrativos, lo cual se traduciría
en la racional utilización de los recursos y la
eliminación de los conflictos de
competencia
existentes entre las diversas instituciones que prestaban
atención médica. Esto requería que durante
los primeros años del Plan se realizaran estudios
específicos dentro de los diversos campos de sanidad,
asistencia social, seguridad
social, etc., que permitieran la elaboración de los
instrumentos jurídicos y administrativos necesarios para
que en los últimos años del período 70-74
comenzaran a operar el Servicio Nacional de Salud.
3.1 –
PROGRAMA DE HIDROCARBUROS
ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
El IV Plan de la Nación plantea que el desarrollo
económico venezolano, presentaba como característica fundamental una estrecha
correlación entre la expansión del sector petrolero
y el crecimiento bruto interno. El petróleo había
sido y continuaría siendo por muchos años el
elemento más importante para el financiamiento de nuestro
desarrollo, lo cual originaria un alto grado de dependencia y
vulnerabilidad de nuestra economía frente a las
fluctuaciones de la demanda y precios del petróleo en los
mercados internacionales.
Es necesario la transformación progresiva de
nuestra economía, eminentemente petrolera, en una moderna
economía agrícola-industrial aprovechando al
máximo los recursos financieros generados por el
petróleo. Paralelamente había que expandir las
actividades de hidrocarburos y fortalecer la industria petrolera
nacional.
El petróleo desempeñaría un papel
cada vez más importante en el mundo como principal fuente
de energía. Venezuela país productor y exportador
neto debía aprovechar satisfactoriamente el crecimiento de
la demanda mundial.
La estrategia para el desarrollo del sector
Hidrocarburos se fundamentaría en los siguientes
puntos:
- Realización de todos los esfuerzos necesarios
para evitar que continuara el deterioro de los precios del
petróleo. - Ampliación, diversificación y
consolidación de los mercados del petróleo
venezolano. - Fortalecimiento de la Corporación Venezolana
del Petróleo y su participación activa en todas
las fases de la actividad petrolera. - Desarrollo de un vasto programa de exploración
y recuperación capaz de incrementar en forma importante
nuestras reservas petroleras; y - Promoción de la capacitación acelerada
de personal técnico en todos los aspectos de la
industria, con especial énfasis en administración, economía
petrolera, política petrolera internacional, introducción e investigación de nuevas aplicaciones o
sistemas de
producción.
LAS PRINCIPALES METAS DEL PLAN DE
HIDROCARBUROS
Se estimó que el valor de la producción,
así como el producto o valor agregado crecería
durante el período del Plan a una tasa anual promedio de
2,6 por ciento. De acuerdo a esta hipótesis el producto pasaría de
8.944,0 millones de bolívares en 1969 a 10.168,0 millones
de bolívares en 1974.
El volumen de
producción de petróleo crudo pasaría de
1.311,8 millones de barriles (208,6 millones de metros
cúbicos) en 1969 a 1.491,3 millones de barriles (237,1
millones de metros cúbicos) en 1974.
La producción bruta de gas natural
crecería a una tasa anual promedio
LA ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
El IV Plan de Nación, indica que la creciente
demanda de materias primas minerales por la
industria manufacturera y las nuevas exigencias del mercado
mundial de mineral de hierro,
comprometían al país a la adopción de una
política dinámica para el fomento del sector
minero, Su desarrollo se planteaba a través del
fortalecimiento y diversificación de la producción
minera para el mercado externo, como fuente importante de divisas
e instrumento de mejoramiento de los precios; la
incorporación al proceso productivo de multitud de
minerales explotados en pequeña escala o no
explotados para ese momento, que eran materias primas de procesos
manufactureros subsiguientes y el establecimiento, con fines de
descentralización y generación de
empleo local,
de pequeñas explotaciones mineras, en especial de
minerales no metálicos.
LAS PRINCIPALES METAS DEL PLAN
El producto minero crecería durante el
período del Plan a una tasa anual promedio de 9,2 por
ciento.
El Hierro mantendría su preponderancia y su
oferta se diversificaría hacía la producción
de mineral de mayor contenido metálico y en consecuencia
de mayor valor.
Se ha estimó un incremento anual promedio del 8,6
por ciento en el total de las exportaciones de productos mineros
y una mayor diversificación de las mismas que
permitiría aumentar la participación de las
exportaciones de productos mineros diferentes del hierro de tres
por ciento en 1969 a diez por ciento en 1974.
Las exportaciones de hierro crecerían a una tasa
anual promedio de 7,0 por ciento al pasar de 573 millones de
bolívares en 1969 a 802 millones de bolívares en
1974.
La ocupación en el sector minero seria de 18.900
personas para 1974. Esta cifra, pequeña en relación
a los demás sectores, seria el resultado del alto grado de
tecnificación de las grandes explotaciones mineras que
predominan dentro del sector.
Para lograr los aumentos previstos era necesario
invertir un total de 1.748,3 millones de bolívares,
durante el período del Plan, de los cuales el 63,4 por
ciento correspondería a la industria de mineral de hierro,
el 14,9 por ciento a níquel y el 21,7 restante a las
demás actividades mineras.
El sector público invertiría 834,9
millones de bolívares, es decir, el 47,7 por ciento de la
inversión total y el sector privado el 52,3 por ciento
restante.
INSTRUMENTACION DEL PLAN
La política minera estuvo orientada hacia el
logro del objetivo fundamental de conocer y desarrollar los
recursos minerales a un ritmo acelerado.
Política de promoción y
estímulos
Para alcanzar el objetivo antes citado se
incrementarían los estudios geológico-mineros en
aquellas áreas que habían mostrado mayor ocurrencia
de minerales, con el objeto de promover su inmediato desarrollo.
La divulgación en el ámbito nacional e
internacional de nuestro potencial minero, de las oportunidades
de inversión en el sector, la forma de cooperación
e incentivos y
las garantías que otorgaría el Gobierno Nacional a
los inversionistas, son los elementos básicos de esta
política.
Modalidades de asociación
Con el fin de preservar los recursos
naturales no renovables, el Estado participaría, a
través de diversas modalidades de asociación, en la
explotación de los minerales cuya disponibilidad o valor
fueran abundantes.
Las modalidades de asociación dependerían
de las características del mineral, del tipo de yacimiento
y de la comercialización del producto.
El Estado estimularía la participación del
capital privado en la forma y condiciones más convenientes
a los intereses del país.
Legislación minera
La reforma de la Ley de Minas era
parte importante de la instrumentación de la política
minera. Esta reforma estaría orientada a permitir una
participación más directa del Estado en la
programación y control de las
explotaciones y facilitaba el desarrollo de la pequeña y
mediana minería.
Seguridad social
La situación socio-económica del minero
seria estudiada con detenimiento a fin de tomar las medidas
conducentes a mejorar sus condiciones de trabajo, especialmente
las del minero de libre aprovechamiento. Se propiciaría la
formación de cooperativas
mineras, a las cuales se brindaría asistencia
técnica y crediticia y se realizarían programas de
entrenamiento
y capacitación que conducirán a una
explotación más racional de los recursos mineros y
al aumento del nivel de vida de los trabajadores.
3.3.- PROGRAMA
DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA
ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO
El fin de la década de los 60 señala la
terminación de la etapa inicial del proceso de desarrollo
de la industria manufacturera venezolana y el consecuente inicio
de una nueva etapa que requerirá de altos volúmenes
de capital, de tecnología más complejas, mano de
obre especializadas, ampliación de los mercados y la
continuación del proceso de sustitución de
importaciones en forma selectiva.
En los próximos años el desarrollo
industrial da una especial énfasis a la creación de
condiciones que nos permitan concurrir a los mercados externos y
para ello lo realizan de la forma siguiente:
Estimulando el crecimiento de los grandes complejos
siderúrgicos, petroquímicos y energéticos
intensivos, base primordial de nuestra futura
exportación.
La sustitución de importaciones continuara siendo
un factor importante de crecimiento de nuestra producción,
permitiendo, en unos casos, el fortalecimiento de la presente
base industrial mediante la diversificación, y en otros,
creando la base de producción que haga posible el
establecimiento de actividades industriales, cuyo objetivo sea
cubrir eficientemente el consumo nacional y concurrir a los
mercados internacionales. Con el objeto de poder:
Estimular adecuadamente el desarrollo industrial
integral, se ha programado la clasificación de las
actividades industriales en tres grupos.
El Grupo
I
Son aquellas industrias que se
caracterizan por una gran eficiencia económica, que
utilizan tecnologías modernas, que requieren de altos
volúmenes de inversión por unidad industrial y cuya
producción se dirigirá preferentemente al mercado
externo, con el fin de obtener un volumen adecuado
de divisas. Corresponde a este grupo las
actividades en los campos de refinación de
petróleo, petroquímica, siderúrgicos y
energéticos intensivos. Donde con su desarrollo se
pretenderá ir creando las bases del sector industrial
exportador neto, el cual suplirá a mediano plazo el
dinamismo que este perdiendo el sector petrolero, asimismo
tendrá prioridad en las decisiones que tome el gobierno en
materia de
inversiones y
se le darán los adecuados estímulos para su
rápida expansión.
El Grupo I en el periodo del Plan, no se verá
incrementado sustancialmente por cuanto la adecuada escogencias
de los proyectos y el
plazo de maduración de las inversiones hacen prever la
conclusión de buena parte de los mismos años
posteriores al 1974. sin embargo, durante este periodo se
tomarán las decisiones necesarias para fortalecer este
sector y estimular un número adecuado de
proyectos.
El Grupo II
Correspondes a la empresas productoras de bienes y
servicios que permitirán continuar el proceso de
sustitución de importaciones, especialmente de materias
primas y bienes de capital o que contribuyan a iniciar o ampliar
exportaciones. Estará conformadas por un conjunto de
producciones el cual se ubican en tres campos principales que
son:
Industria de transformación de metales.
Industrias de productos químicos y
petroquímicos.
Producciones de bienes de consumo directo, que por sus
características pueden producirse en condiciones
competitivas.
Con el objeto de estimular el crecimiento de este grupo,
se incluirán en él las industrias que presenten las
siguientes características:
Industrias con costos de
producción comparativamente bajos que permitan iniciar
y ampliar exportaciones.
Industrias que formen parte de acuerdos de
programación industrial y de
complementación.
Industrias que sustituya importaciones por producciones
nacionales eficiente.
Industrias que mediante programas de productividad
puedan adecuarse a una pronta participación en el mercado
externo.
Dicho grupo contribuye a la mayor parte de la
producción industrial venezuela y se pretende obtener de
él un crecimiento que permita una mayor integración
del complejo industrial a través de la producción
de materia primas y bienes de capital y una reorientación
hacia los mercados externos a través de un mejor
aprovechamiento de las capacidades de producción existente
y de una racionalización de las nuevas
inversiones.
Tendrá prioridad dentro de las políticas
de desarrollo a las industria que tengan uso del mercado externo,
también a aquellas industrias que utilicen insumos
provenientes de los complejos básicos. Contaran con una
adecuada política de protección, con el mercado
interno como base de operación para concurrir al mercado
internacional y con los incentivos
necesarios a la exportación. El cual comprenderá de
programas de productividad, normalización, control de
calidad, asistencia técnica y financiera e
integración y diversificación de loas
producciones.
El Grupo III
Consistió en el conjunto de actividades que se
orientan preferentemente a abastecer el mercado interno por
poseer una o varias de las características
siguiente:
Producciones para mercados locales o
limitados.
Producciones cuya capacidad de competir esta
condicionada por factores ajenos a la eficiencia de la eficiencia
de la industria.
Producciones y servicios que por su naturaleza no son
exportables.
Producciones de bienes de consumo no durable, cuyas
capacidades instaladas abastecen el mercado interno, pero que no
son sujeto de intercambios por producirse en condiciones
similares en la mayoría de los países.
El desarrollo de estas industrias se canalizaría
hacia la absorción de empleo y a un mayor aprovechamiento
de las materias primas nacionales, procurando maximizar su
contribución al desarrollo regional. Para incluir una
industria dentro este grupo será la utilización de
insumos de origen agropecuarios y mineros de producción
nacional.
Asimismo, conlleva la retención de la gente en
sus lugares de origen mediante la creación de facilidades
integradas a los campos agropecuarios, mineros y de servicios
donde los trabajadores en el interior del país
estimulará las economía de las regiones e
incrementará el uso de los recursos propios de las mismas.
Las políticas de promoción de exportaciones, de
estímulos y protecciones y de financiamiento constituye el
trípode en el que se apoyará el cumplimiento de la
estrategia propuesta.
LAS PRINCIPALES METAS DEL PLAN MANUFACTURERO
Debido a las estrategia señaladas se ha
establecido un conjunto de metas para lograr los objetivos
básicos. Entre las metas tenemos:
- El consumo aparente del producto manufacturados
crecerá en 8% promedio por año y el consumo de
habitante se elevará de 2.643 bolívares en 1969 a
3.241 bolívares en 1974, lo que será un
22.6%. - El valor de la producción crecerá a una
tasa anual de 8.5% y el valor agregado a un 9.4%. - El aporte de la industria manufacturera al producto
territorial bruto pasara de 20.2 % en 1969 y en 1974 un
23.2%. - El nivel de importaciones reales aumentará a
una tasa anual de 4.6% produciendo cambios en su estructuras. - Se prevé un incremento anual de 5.7% en el
valor real de las exportaciones y una mayor
diversificación de las mismas que permitirá
aumentar la participación de las exportaciones del
producto manufacturero distintos a los derivados del
petroleo, de 5.5% en 1969 a un 20.5% en 1974.
INSTRUMENTACIÓN DEL PLAN MANUFACTURERO
Para alcanzar las metas prevista en el plan, la
política industrial estará orientada hacia el
establecimiento de nuevas empresas, la consolidación de la
industrias existentes, la promoción de exportaciones y el
cumplimiento de los programas de inversión directa del
estado.
a.- Políticas de estímulos y
protecciones
El estado concederá estímulos y
protecciones con el fin de propiciar el establecimiento de nuevas
industrias en aquellas ramas del sector manufacturero que se
consideren prioritarias para el desarrollo del país. Donde
los estímulos que se empleará para promover el
establecimiento de nuevas empresas y el desarrollo de actividades
industriales, serán de carácter transitorio o
temporal y se beneficiaran automáticamente de ellos
quienes desarrollen proyectos industriales que den origen a
nuevas exportaciones, la utilización intensiva de insumo
nacionales o la generación significativa de
empleo.
Las protecciones se otorgaran de acuerdo con las
naturalezas de la rama industrial y permitirán garantizar
las condiciones de operaciones
económicas de las empresas durante el lapso necesario para
su desarrollo. Para ellos se tomara los siguientes elementos de
juicios:
Posibilidades de exportación, la
participación de la industrias venezolanas en el mercado
externo es necesario la creación de una oferta
exportadora, que garantice al mercado nacional optar al mercado
internacional en aquellas ramas industriales que lo
requieran.
Capacidad de empleo, se medirá en
función de las siguiente relaciones:
- Densidad de empleo: la relación personas
ocupadas / inversiones - Intensidad de empleo: la relación personas
ocupadas/ costo del
producto. - Valor del empleo: relación de costo de
mano de obra / costo del producto.
Naturaleza del insumo y grado de
utilización:
- Insumo nacional preferencial, provienen de la
actividades agropecuarias, mineras y de industria
básicas, - Insumo nacional no preferencial, medido en
función del grado de manufactura
local, y - el Insumo importado, su abastecimiento externo de
acuerdos de complementación o de programación
industrial.
Contribución Fiscal: se
analizará el aporte de la industrias al fisco.
Eficiencia industrial y tecnología,
donde se diferencia las industrias productoras de bienes de
consumos de las industrias productoras de bienes intermedios y de
capital.
Efectos generales sobre la economía
nacional, se considera el efecto multiplicador en
una empresa,
bien sea positivo o negativo sobre la Balanza de
Pagos.
b.- Políticas de
Promoción
La promoción abarca desde la fase de
preinversión hasta la efectiva ayuda técnica y
financiera y se realizara de acuerdo a la política
correspondiente a cada rama industrial, las prioridades
nacionales y regionales y los estudios de factibilidad
técnico-económicos.
c.- Política de inversión directa del
Estado
Se orientará principalmente hacia las industrias
básicas, entendiendo como tales aquellas que dependen
sustancialmente de la transformación de nuestros recursos
naturales no renovables, cuyas disponibilidades o valor sean
abundantes y las que produzcan insumos esenciales para el
desarrollo.
d.- Políticas de
financiamientos
Se otorgaran créditos fiscal en el siguiente orden de
prioridades: actividades de exportación, la
sustitución eficiente de importaciones, la
generación de empleo y la consolidación de la base
industrial existentes.
e.- Políticas de Consolidación de la
industrias existente
A fin de lograr una mayor integración, eficiente
y productividad en la industria existente que permita asentar
sobre bases sólidas la segunda etapa de nuestra
industrialización, durante el período del
plan.
f.- Política de Promoción de
exportaciones
Los elementos que se contendrá más
importantes serán las siguientes: coordinación y harmonización de las
medidas de estímulos, el diseño
de un adecuado mecanismo de financiamiento, la
reglamentación de los estímulos fiscales y aranceles y la
simplificación de tramites de la estructura
administrativas.
ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
El papel de la energía es decisivo para el
desarrollo de los demás sectores económicos y por
ello es necesario una dinámica política estatal que
oriente su acción en forma coordinada con los programas
previstos en el ámbito económico
general.
Durante el quinquenio 70-74 se continuará la
ejecución del Plan Nacional de electrificación
1960-1975 y se incrementarán los esfuerzos para lograr un
mayor aprovechamiento como fuente de energía del gas que
diariamente se desperdicia en las exportaciones petroleras y que
no pueda ser transformado en productos petroquímicos,
reinyectando en el suelo, exportando
o vendiendo al mercado nacional.
LAS PRINCIPALES METAS DEL PLAN DE
ENERGÍA
El producto del sector energía crecerá
durante el período del plan a una tasa anual promedio de
11.6% al pasar de 853 millones de bolívares en 1969 a
1.475 millones de bolívares en 1974. se prevé que
el consumo de energía crecerá a una tasa anual
promedio de 7.3% y que durante el quinquenio continuará el
incremento de la participación de electricidad y
gas en el consumo total.
La capacidad instalada aumentará de 2.5 millones
de kilovatios en 1969 a 3.1 millones de kilovatios en 1974. Las
obras más importantes que contribuirán al aumento
de la capacidad instalada serán la primera etapa de la
Central Hidroeléctrica de Santo Domingo y la
instalación de la cuarta unidad generadora en la Presa de
Gurí.
En el año 1970 se concluirán los trabajos
de cambios de frecuencias del área Metropolitana de
Caracas y durante 1971 se realizará el cambio de
frecuencia de la ciudad de Valencia, con lo que país
quedará unificado en la frecuencia de 60 ciclos, por
segundo.
Se estima que el consumo de electricidad
crecerá a una tasa interanual promedio de 10.7%, con los
que superará la cifra de 12.700 millones de
kilovatios-hora en 1974. El número de suscriptores
pasará de 1.2 millones en 1969 a 1.6 millones en
1974.
Durante el periodo del plan se iniciará un vasto
programa de electrificación rural cuyo objetivo es dar
electricidad a cerca de 753 centros poblados. Para alcanzar las
metas previstas en el Plan de Energía, será
necesario realizar en el periodo 1970-1974 una inversión
bruta de 3.021,3 millones de bolívares, de los cuales el
66.4% corresponde al sector público. Del monto total de la
inversión 2.683,9 millones de bolívares se
destinará a electricidad y 337,4 millones de
bolívares a gas.
INSTRUMENTACIÓN DEL PLAN
El desarrollo previsto requiere la adopción de un
conjunto de medidas que faciliten una mayor integración
dentro del sector y que permitan alcanzar las metas propuestas en
forma coordinada con el resto de la economía. Entre estas
medidas se destacan las siguientes:
Unificación y racionalización de las
tarifas eléctricas y de gas a escala nacional.
Elaboración de los instrumentos Jurídicos
necesarios para regular la prestación del servicio
eléctrico y delimitar la competencia de
los participantes en las diferentes fases de la actividad
eléctrica.
Mejoramiento y expansión del servicio prestado
por las empresas especializadas y control de la importaciones de
equipos a fin de reducir progresivamente la
autogeneración.
Mayor conocimientos de las necesidades de
energías de los proyectos industriales que se adelanten a
fin de prever el adecuado suministro de la misma.
Implantación de un eficaz mecanismo permanente de
consulta entre los sectores públicos y
privados.
ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO:
Durante el primer gobierno de Rafael Caldera
(1968-1973), se instrumentó una serie de acciones
planificadas para la ejecución del Programa
Agrícola, basado en estrategias que
impulsaran y reactivaran el sector agrícola nacional, con
el fin de reivindicar el trabajo del
campo, como una de las labores más dignas y necesarias
para la nación, a través del aumento de la
producción y el uso más eficiente de los factores
productivos; el incremento del ingreso de la población
agrícola, a fin de disminuir progresivamente la diferencia
existente con el de otros sectores económicos y aumentar
significativamente la demanda interna de bienes y
servicios.
El mejoramiento de la distribución del ingreso en
el medio rural a fin de facilitar la participación activa
del pequeño y mediano productor rural en la vida
económica y social del país, fue otra de las
estrategias para
la ejecución del programa.
Entre otras estrategias tenemos:
- Asegurar el suministro de las materias primas
requeridas por la industria en condiciones de calidad y
precio
satisfactorias tanto para el productor rural como para el
industrial y el consumidor. - Establecer una oferta permanente que permita el
abastecimiento regular del mercado interno y la concurrencia a
los mercados internacionales. - Fomentar y controlar la utilización racional
de los recursos naturales renovables.
METAS DEL PLAN AGRÍCOLA
Puede decirse que el Plan Agrícola tiene sus
antecedentes, o es un elemento más del Proyecto de la
Reforma Agraria Nacional, establecido en el año de 1960,
durante el gobierno de Rómulo Betancourt. A estos
proyectos agrícolas se les dio cierta continuación
con los gobiernos siguientes de Raúl Leoni y luego Rafael
Caldera. En realidad, las principales metas del Plan
Agrícola consistieron en el aumento de la
producción agrícola en sus distintos renglones,
contribuyendo a su vez, a la formación del Producto
Territorial Bruto.
El aumento de la producción y, por ende, de las
exportaciones, llevaría a la actividad agrícola
como el sector económico, individualmente considerado, que
ocuparía el mayor número de personas aunado a la
mayor producción, estaría ligado a esto el aumento
del consumo; mayor consumo de carne, pescado y autoabastecimiento
de leche,
etc.
INSTRUMENTACIÓN DEL PLAN
AGRÍCOLA
Se puede afirmar, que la instrumentación
implementada para alcanzar las metas y los objetivos propuestos
para la realización del Plan, estuvo cimentado en una
serie de "proyectos" que asegurarían el éxito y
la concretación del mismo. Entre estos proyectos tenemos:
el Proyecto Integral de Desarrollo Agrícola (PRIDA), el
Proyecto de Sanidad Animal, el Proyecto de Comercialización de Productos
Agropecuarios, la Electrificación Rural, el Complejo
Hidrológico del Apure, etc.
Se definen como áreas de atención
prioritaria las correspondientes a la Reforma Agraria, la
ganadería de carne y de leche y la
pesca.
El desarrollo previsto requiere la adopción de un
conjunto de medidas entre las que se destacan las
siguientes:
- Propiciar la sustitución de importaciones
seleccionadas de acuerdo a sus posibilidades de
producción eficiente en el país. - Zonificar las áreas de cultivo de acuerdo a
las aptitudes de uso de las tierras. - Intensificar el otorgamiento del crédito dirigido, bajo una eficiente
supervisión técnica y
administrativa. - Evitar el alza injustificada de los precios de los
insumos agrícolas.
La Ley de Reforma
Agraria se promulgó el 5 de marzo de 1960. La
subcomisión de economía de la comisión que
elaboró el proyecto de Ley de Reforma Agraria
estableció como objetivo dotar de tierra
laborable y otros medios de producción a 350.000 familias
rurales. Para el período gubernamental de Rafael Caldera,
se establecieron estrategias para el desarrollo y continuidad de
la Reforma Agraria.
ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO.
El primer decenio de ejecución de la ley presenta
una serie de realizaciones y experiencias que analizadas en forma
objetiva constituyen un valioso material para la
orientación de la política de Reforma Agraria
durante la próxima década. Para incorporar
realmente las familias campesinas al desarrollo económico
y social del país, el Instituto Agrario Nacional
pondrá énfasis en el aumento de la
producción y en el mejoramiento de la productividad. A
tales fines sus acciones se encuadrarán dentro de
proyectos integrales,
cuya característica principal es la concentración
de los recursos, tanto del Instituto como de todos los otros
organismos que intervienen en la Reforma Agraria.
En este sentido, la programación va dirigida
hacia tres objetivos fundamentales:
La organización social a través del
cumplimiento de las disposiciones legales que señalan al
Centro Agrario como la célula
básica de la nueva estructura social que surge en el medio
rural a través de la Reforma Agraria.
La organización económica que permita ir
liberando del dirigismo paternalista la acción productiva
del campesino a fin de que pueda atender directamente los
problemas de producción, industrialización,
transporte, mercadeo y, en
general, los asuntos propios de la empresa
rural.
La organización cultural que consiste en
establecer efectivos canales de participación que
incorporen al campesino al desarrollo integral del área
rural; impartir educación fundamental y adiestramiento
técnico y administrativo que conduzcan a un mejoramiento
significativo de la producción y productividad
agropecuaria y promover organizaciones
campesinas dinámicas y nuevos tipos de
empresa que conformen una estructura abierta, autónoma
y económicamente competitiva.
INSTRUMENTACIÓN DEL PLAN.
- Para alcanzar las metas y objetivos propuestos en el
Plan, se han previsto un conjunto de medidas, entre las cuales
se destacan las siguientes: - Intensificar la entrega de los títulos de
propiedad de
la tierra a
las familias asentadas. - Promover el establecimiento de empresas
agroindustriales con participación activa del
campesinado, que contribuyan al desarrollo regional y a la
generación de nuevas fuentes de
trabajo en las áreas rurales. - Crear efectivos sistemas de coordinación que
permitan la concentración de recursos y esfuerzos para
la realización de proyectos integrales
que contribuyan al arraigo del campesino. - Concentrar los asentamientos campesinos en unidades
integrales o Centros Agrarios a fin de poderles brindar
servicios comunes con mayor eficacia. Los
asentamientos que no formen parte de un Centro Agrario
serán, mientras tanto, atendidos a través de los
programas ordinarios de consolidación. - Mejorar los sistemas estadísticos a fin de
evaluar periódicamente los resultados obtenidos tanto en
el campo económico como en el socia e introducir los
correctivos necesarios.
METAS DE LA REFORMA AGRARIA
Aunque el ideal de la Reforma Agraria era el desarrollo
de la actividad agrícola en la tecnificación y
modernización de los medios de producción,
así como el aumento y diversificación de la
producción de los rubros, los logros obtenidos con dicha
reforma, estuvieron enfocados más hacia lo social que en
lo económico. Realmente la modernización de las
técnicas de producción sufrió cambios
resaltantes en cuanto al uso de tecnología moderna y
técnicas actualizadas y, por consiguiente, la actividad
agrícola mejoró sustancialmente. El asentamiento de
miles de familias en los campos venezolanos dio un "relativo"
nuevo impulso al agro nacional, y las nuevas políticas
sociales contribuyeron a contemporaneizar la tenencia y trabajo
de la tierra con
las de países modernos y desarrollados, deslastrando el
pasado latifundista del siglo XIX republicano del campo
venezolano.
No obstante, en el sector económico, las metas a
alcanzar en el aumento de la producción no estuvieron a la
altura de los objetivos trazados. Las aspiraciones de reivindicar
al sector agroindustrial y situarlo paralelamente con el sector
petrolero fueron infructuosas. La industria petrolera no solo
continuó como motor económico de la nación,
sino que a raíz del aumento de los precios del
petróleo, debido a la crisis
energética de comienzos de la década del 70, el
llamado "oro negro" se afianzó aún más como
producto monoexportador, relegándose la agricultura al
plano que ocupó cuando fue desplazado por el
petróleo durante el gobierno de Juan Vicente
Gómez.
Aún así, las metas se cumplieron en lo
social, si comparamos la situación para 1960, fecha en que
se decretó la Ley de Reforma Agraria.
5. DESARROLLO FISICO Y
ESPACIAL
Debido al problema de la escasez de vivienda, durante el
período 1970-1974, el gobierno de Rafael Caldera
implementó las estrategias para el desarrollo del Programa
de Vivienda, dirigido a la construcción de un
número suficiente de unidades que permitiera frenar a
corto plazo el crecimiento del déficit habitacional y
reducir progresivamente el déficit acumulado para 1969.
Este plan estuvo aunado por el esfuerzo del sector público
como el sector privado. Bajo el lema de la construcción de
"las cien mil casitas por año", el programa de vivienda y
la Ley de Política Habitacional, auguraba una
solución a mediano plazo para las familias cuyo ingreso
estaba comprendido entre 1000 y 2000 bolívares mensuales.
Para las familias de bajos ingresos, el sector público
desarrollaría una variedad de programas que
permitirían adecuar la solución habitacional a los
niveles de ingreso y evitarían que las familias con
ingreso inferior a 500 bolívares mensuales quedasen
desasistidas.
La meta de construir las "cien mil casitas por
año" nunca se cumplió, aunque el proyecto
prometió buenos resultados. De haberse concretado el
programa, hubiesen sido muchas las familias que se hubieran
beneficiado de tal medida, pero todo quedo en un
"magnífico Plan de Vivienda"
El plan estuvo instrumentado en un conjunto de medidas
dirigidas principalmente a estimular la construcción de
viviendas por el Sector Privado y facilitar la
construcción de viviendas por el Sector Público, en
cantidades y a precios acordes con las necesidades del
país.
ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
- La política de transporte en el próximo
quinquenio se orientara al logro de los siguientes objetivos
básicos. - Mayor participación de la flota nacional en el
transporte de la carga de importación y
exportación del país. - Mayor integración dentro del Sector y con el
resto de los sectores económicos sociales. - Mantenimiento cuidadoso y eficiente de las
carreteras, puertos y aeropuertos. - Construcción de la infraestructura
básica necesaria para el desarrollo nacional y
regional. - Ordenamiento del transporte terrestre de carga y de
pasajeros, tanto urbano como interurbano. - Incremento de la participación de VIASA en el
transporte internacional de pasajeros.
LAS PRINCIPALES METAS DEL PLAN DE TRANSPORTE
Durante el próximo quinquenio el producto del
Sector de Transporte crecerá a una tasa anual promedio de
6.3 con lo que alcanzara la cifra de 2.359 millones de
bolívares en 1974.
La red de carreteras se
incrementará en 14.0 %al pasar de 39.590.5 Km. en 1969 a
45.113.5 Km. en 1974. La longitud de carreteras pavimentadas
alcanzará 21.738.4 Km. En 1974 con lo que su
proporción con respecto a la red total será de
48.2%.
En 1971 se comenzara la construcción de la
Línea Catia-Petare del Metro de Caracas, de 20Km. De
longitud, concluyéndose en el periodo del Plan el
tramó Pro patria –La Hoyada, de 7 Km. De longitud.
También se ha previsto la reparación de la
vía y equipos de ferrocarril Puerto Cabello- Barquisimeto
y la construcción del ramal Urama –Riecito, con una
longitud total de 114Km.
Durante el quinquenio 70-74 se construirá el
nuevo Aeropuerto de Maiquetía y se adelantara la
construcción del nuevo Aeropuerto de Margarita. Y se
realizaran ampliaciones y modificaciones en los distintos
aeropuertos de las regiones del país.
La inversión total en el Sector Transporte
durante el periodo de 1970-1974 se ha estimado en 7.581,5
millones de bolívares, de los cuales 5.700,1 millones de
bolívares, equivalentes al 75.2% serán invertidos
por el Sector Público.
INSTRUMENTACIÓN DEL PLAN
Para alcanzar los objetivos y metas propuestas se ha
previsto un conjunto de medidas entre las que se destacan las
siguientes:
Elaboración de una Ley de Protección a al
Marina Mercante Nacional, por lo cual se reserve a los buques o
naves mercantes del País.
Creación de la Policía Vial Y puesta en
operación de un programa de patrullaje de
carreteras.
Constitución de autoridades administrativas
autónomas en los principales puertos y aeropuertos del
País, comenzando con la creación del Instituto
Autónomo Aeropuerto de Maiquetía.
Ampliación y modernización del
instrumental de ayuda a la navegación aérea de los
aeropuertos del país.
Negociación de convenios con otros países
a fin de ampliar las rutas internacionales y los mercados para
las flotas aéreas y marítimas
nacionales.
Dotación de equipos flotantes y de comunicación a las principales
capitanías de puertos del país.
LAS PRINCIPALES METAS DEL PLAN DE
COMUNICACION
El producto del Sector Comunicaciones
crecerá durante el periodo del Plan a una tasa anual
promedio de 12.8% al pasar de 262 millones de bolívares en
1969 a 478 millones de bolívares en 1974.
El servicio mas importante dentro del sector continuara
siendo la telefonía, para 1974 tendrá servicio
telefónico automático 92 centros urbanos de
más de 10.000 habitantes y 167 poblaciones entre 2.000 y
10.000 habitantes. En Caracas serán incorporados 132.000
nuevos suscriptores equivalentes a 145mil aparatos, lo que
permitirá subir la densidad de 11,4
aparatos por cada 100 habitantes en 1969 a 15,3 aparatos por cada
100 habitantes en 1974 y elevar el grado de satisfacción
de la demanda potencial de 50,3% a 63,3 %.
Durante el periodo del Plan se extenderá el
alcance de la radio y la
televisora nacional; en cuanto a la
televisión el grado de satisfacción de la
demanda nacional pasara de 39,2% en 1969 a 60,6 % en 1974. Y la
cobertura radial pasara de un 20,2% a un 56,3; hasta lograr la
cobertura nacional para ambas emisoras en el año
1974.
La inversión pública total en el sector
comunicaciones en el período 1970-1974 será de
1.468,6 millones de bolívares.
INSTRUMENTACIÓN DEL PLAN
Para alcanzar las metas y objetivos propuestos se
requiere la adopción de un conjunto de medidas que
faciliten una mayor integración y organización
dentro del sector. Entre ellas se destacan las
siguientes:
Separación de las actividades de
regulación y control de la prestación de los
servicios.
Eliminación progresiva de las franquicias de
correos y telégrafos.
Unificación de los equipos de telecomunicaciones, especialmente de los equipos
de conmutación, con vistas a facilitar su
operación, mantenimiento
y fabricación en el país.
Adiestramiento intensivo del personal técnico y
administrativo.
Elaboración de un nuevo reglamento de
Radiodifusión.
Revisión de los instrumentos legales que regulan
la presentación del servicio postal.
ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
Si bien es cierto que Venezuela ofrece condiciones
naturales extraordinarias para iniciar su participación
creciente en el mercado turístico internacional, la
única forma racional de lograr desarrollar una
economía turística eficiente es por medio de la
concentración de esfuerzos e inversiones.
La estrategia se plantea dentro de un esquema que
requiere de una planificación cuidadosa e integral del
sector como único medio de lograr estructurar una
acción capaz de anticipar y de enfrentar con eficiencia el
desafió de una industria altamente competitiva en escala
internacional.
Una de las premisas fundamentales en la estrategia del
Plan para el desarrollo del sector la constituye la necesidad de
concentrar inversiones a fin de crear complejos turísticos
que funcionen en base a economías de escala, único
medio de lograr obtener rendimientos económicos que
permitan a Venezuela competir con otros países. Por este
motivo se hace forzoso limitar la selección
a ciertas zonas del país que ofrecen condiciones a corto
plazo más favorables para el desarrollo de estos complejos
no solo por razones de belleza y atractivo natural.
Es evidente que en todo el país no puede
desarrollarse el turismo en forma paralela por lo que hay
necesidad de realizar un análisis exhaustivo entre las
múltiples y diversas alternativas de inversión para
seleccionar las más rentables y convenientes para la
economía turística nacional. Es necesario
igualmente reconocer que no todas las regiones del país
ofrecen condiciones para el desarrollo del turismo.
La promoción del turismo interno como etapa
preparatoria para la expansión del turismo extranjero es
un objetivo fundamental del Plan. Esta etapa incluye no solo la
ampliación y modernización de la infraestructura
turística, sino también el mejoramiento de los
servicios turísticos y la creación de un ambiente
colectivo favorable para el desarrollo del turismo.
La creación de un mercado moderno interno
turístico contribuirá a promover la
incorporación de áreas marginales de la
economía nacional y el desarrollo de sistema o centros
turísticos nacionales que sirvan para apoyar la
promoción en el exterior de nuestras ofertas
turísticas.
Es necesario que el turismo sea un elemento dinamizador
de la economía en todo el país, pero especialmente
de aquellas regiones que disponen de atractivos turísticos
de primer orden que faciliten el aumento constante y progresivo
del turismo interno.
El poder considerar al turismo como una industria de
carácter nacional dependerá de las posibilidades de
producir internamente los bienes y servicios que demanden los
turistas, por lo que la vinculación del turismo con la
artesanía, la producción industrial y la
organización de servicios es indispensable.
AREAS PRIORITARIAS
Para la definición de las áreas
prioritarias estas se han clasificado en turismo internacional y
turismo nacional.
Las áreas prioritarias para el turismo
internacional son las siguientes:
Región Capital: Litoral Central, desde Catia La
Mar hasta Higuerote.
Región Nor Oriental: Isla de Margarita y Litoral
Oriental que comprende Carúpano y su zona de influencia y
la costa entre Puerto La Cruz y Cumana.
Región de Guayana: Zona
Selvática.
Región Sur: Amazonas.
Las áreas prioritarias para el turismo nacional
son:
Región Centro – Occidental: Litoral del
Estado Falcón desde Boca de Aroa hasta la Vela y Ciudad de
Coro.
Región de los Andes: Cuenca del río
Motatàn, ciudad de Mérida, cuenca del rió
Santo Domingo y área fronteriza comprendida entre San
Cristóbal, San Antonio y Ureña.
LAS PRINCIPALES METAS DEL PLAN DE TURISMO
Las inversiones del sector público durante el
próximo quinquenio en proyectos directamente relacionados
con el desarrollo del turismo alcanzan a 758,5 Millones de
Bolívares. Estas inversiones están orientadas a
crear las bases para el desarrollo de la infraestructura
receptora del país y estimular y facilitar la
participación de los capitales privados.
Incluyen:
- Aeropuertos, puertos, carreteras
turísticas. - Remodelación y ampliación de la red
hotelera nacional. - Promoción, publicidad y
asistencia técnica. - Formación de recursos humanos.
- Financiamiento de inversiones
turísticas. - Estudios generales y de proyectos
específicos. - Conservación del patrimonio
histórico. - Protección, regeneración y
creación de costas y playas. - Revaloración de ciudades y
pueblos. - Reforestación de sitios de interés
turísticos. - Saneamiento de playas y balnearios del
país.
La obra mas importante es el nuevo Aeropuerto
Internacional de Maiquetía, que permitirá enfrentar
con eficiencia las exigencias derivadas de las
innovaciones tecnológicas actuales y previsibles en el
transporte aéreo masivo, las cuales tendrán una
incidencia sustancial en el incremento del turismo.
El desarrollo del turismo representa uno de los factores
de mayor importancia dentro de los objetivos generales del IV
Plan de la Nación para los próximos cinco
años. En efecto el turismo tiene una marcada incidencia en
la dependencia y vulnerabilidad de la economía en el
proceso de diversificación de exportaciones, en el
desarrollo regional armónico, en la creación de
suficientes oportunidades de empleo para satisfacer la creciente
incorporación de población al mercado de
trabajo.
Durante el periodo 1970 – 1972 se dedicaran
esfuerzos especiales al adiestramiento y formación de los
recursos humanos y a la preparación de las instituciones,
de los sistemas receptores y del país en general, para
responder adecuadamente al aumento sustancial del flujo de
visitantes.
Una de las principales metas del plan es lograr la
preparación de proyectos específicos
suficientemente estudiados en sus aspectos técnicos,
económicos y financieros para que puedan ser considerados
para su financiamiento interno o externo.
Una consideración de importancia para el éxito
del Plan lo constituye la necesidad de diversificar la oferta
turística del país por lo cual es imprescindible
personalizar y hacer mas original esta oferta. En este sentido
Canaima y otras áreas de Guayana y del Amazonas
representan un potencial de especial importancia por su
originalidad con respecto a otras zonas turísticas del
mundo y podrán ser aprovechadas ampliando las facilidades
de alojamiento y de transporte.
INSTRUMENTACION DEL PLAN
El desarrollo del país exige la toma de
decisiones impostergables para diversificar a mediano plazo
la estructura económica nacional. El turismo se presenta
con una dimensión y con una importancia potencial relativa
que no tuvo en el pasado, cuando el desarrollo del país
enfrentaba otros desafíos, y pasa a convertirse en la
década de los 70 en una actividad cuya
significación dentro del proceso económico y social
de Venezuela es mayoritariamente reconocida.
Es importante destacar las múltiples iniciativas
surgidas recientemente para promover esta industria nacional y el
respaldo sin precedente del poder
legislativo, y de los medios de
comunicación social.
Haciendo una síntesis
de los diversos componentes que conforman el IV Plan de la
Nación, podemos apreciar que la intención de dicho
proyecto era promover un modelo
integral del desarrollo, no simplemente medible por el
crecimiento económico, sino convirtiendo en factores de
aquél, lo cultural, el ordenamiento social y las
instituciones políticas.
Desde esa perspectiva, se define la nueva sociedad, como
integrada, democrática y participativa.
En conclusión, del Modelo Analítico de IV
Plan de la Nación, aparecen dos nociones nuevas con
respecto a los planes anteriores (marginalidad e
incapacidad institucional), pero ellas no llevan el análisis más allá de las
raíces económicas de su producción, y
éstas se relacionan con simples insuficiencias en la
producción y la rentabilidad.
Podemos, en principio, deducir que el Modelo Normativo se instala
en la pura expansión cuantitativa de los índices de
medición de las condiciones de vida,
particularmente las económicas, quedando por precisar en
ese modelo, los componentes democracia participativa y
capacitación institucional.
ZULEIMA ROMAN
UNESR