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Psicología y medio ambiente




Enviado por shawnee



    1. ¿Qué es eso de la
      Psicología Ambiental?
    2. La importancia de las conductas
      en el cambio general
    3. Participación social y
      Medio Ambiente
    4. Las claves del éxito de
      una adecuada EDUCACIÓN AMBIENTAL
    5. La Gestión
      Medioambiental desde la Psicología

    Introducción.-

    Hoy en día no podemos dejar de obviar la idea de
    que el Medio Ambiente
    forma parte del discurso de
    nuestra sociedad
    occidental. Es normal encontrarnos con noticias en
    periódicos y demás medios de
    comunicación audiovisuales que hacen referencia a la
    más que clara situación de degradación que
    éste sufre, así como a la necesidad de una
    rápida intervención -tanto individual como
    colectiva- que tenga como objetivos
    primordiales la preservación del M.A. y la
    corrección de su notable deterioro.

    En esta misma línea, los gobiernos de la
    mayoría de los países parecen no permanecer
    impasibles ante tales hechos y se reúnen supuestamente
    sensibilizados en busca de medidas afortunadas que conduzcan
    hacia las soluciones
    más efectivas (se trata de evitar el agotamiento de los
    recursos
    naturales, que el calentamiento de la Tierra y
    la
    contaminación no asciendan a niveles aún
    más perjudiciales para la Vida en el planeta,……). A
    propósito de ésto, ya son muchas las reuniones
    llevadas a cabo, como la "I Cumbre de la Tierra" en
    Río (1992) o algunas más recientes como la "Cumbre
    sobre Cambio
    Climático" en Kyoto (1997), la Conferencia de
    Buenos Aires
    (1998) y la fracasada "Cumbre del Clima" en La Haya
    (2000). Poco a poco, todo esto pone de manifiesto la existencia
    de una concienciación más o menos general hacia los
    temas ambientales, posiblemente principales impulsores de
    materias como la PSICOLOGÍA AMBIENTAL;
    y de hecho, la aparición de esta disciplina ha
    resultado, en cierto modo, del esfuerzo que psicólogos y
    científicos sociales han llevado a cabo para responder a
    las poco claras especulaciones e informaciones, que en algunas
    ocasiones van acompañadas de componentes
    emocionales.

    También, debemos de reconocer que hoy por hoy el
    M.A. aparece explícito en el discurso
    político -cuya problemática se presenta como un
    claro objetivo a
    alcanzar y solventar-, y que la gran mayoría de las
    sociedades
    avanzadas dirigen sus miras hacia una buena Calidad de
    Vida Ambiental.. La fijación de ese objetivo hace
    posible que hablemos del "problema ambiental", pero como
    señala Corraliza, más bien nos encontramos
    ante un "problema de la Humanidad", pues el Ser Humano es el
    centro de los conflictos
    tanto por agravar el deterioro del M.A., como por ser aquel sobre
    el que recaen las consecuencias de dicho agravamiento.

    Del mismo modo, también es curioso señalar
    cómo esta amenaza hacia el M.A. ha conducido
    irónicamente hacia una de las modas más recientes
    de las sociedades
    industrializadas. Nos encontramos ante el fenómeno de lo
    "bio", porque lo bio tiene cabida en el mundo de lo
    comercial: así, la vemos constantemente en la publicidad, nos
    encontramos con productos que
    se caracterizan por ser biodegradables,
    bionaturales, bioenergéticos,……; y
    también nos obsesionamos con todo aquello relacionado con
    los temas de Salud, pues nos preocupamos cada vez
    más por cuestiones centradas en los problemas
    respiratorios derivados de la contaminación, que pongan una central
    nuclear próxima al lugar donde vivimos, etc.

    Por otro lado, los ya célebres Informes sobre
    M.A.
    cada vez hacen más hincapié en la
    problemática que se cierne sobre el planeta y, en
    consecuencia, las naciones intentan poner en práctica
    aquellos conceptos que tal vez desde una perspectiva
    utópica aspiran a salvar la Humanidad, como por ejemplo el
    del "Desarrollo
    Sostenible" (descrito entre otros en el Informe
    Burtland
    ). Pero paradójicamente, y desde el
    ámbito del capital, lo
    ambiental aparece como un producto de
    mercado que puede
    comprarse y ser vendido. En este sentido, tanto 1) El deterioro
    del M.A., como 2) Los conceptos del tipo "Desarrollo
    Sostenible" y, 3) Lo ambiental como un valor de
    compra y venta, impulsan
    el desarrollo de
    la PSICOLOGÍA
    AMBIENTAL como disciplina. Y
    aunque el M.A. influye mucho en algunas situaciones cotidianas de
    nuestra vida -como cuando queremos saber la información meteorológica para
    planificar nuestras vacaciones o como cuando achacamos nuestros
    dolores o nuestros estados de ánimo al tiempo-,
    también tenemos que entender cómo afecta ese medio
    -natural o construido- a nuestro comportamiento, aspecto que trata fundamentalmente
    esta materia.; es
    decir, ¿nos comportamos igual en el despacho, en el
    autobús, en casa o por ejemplo en un hospital?.

    ¿Qué
    es eso de la Psicología Ambiental?.-

    Lo cierto es que definir la Psicología Ambiental
    (P.A.) no es tarea fácil, aunque los primeros que hicieron
    una aproximación fueron Canter y Craig
    (1971) cuando escribían en el Journal of Environmental
    Psychology.

    Inicialmente, algunos autores no reconocen a la P.A.
    como una subdisciplina de la Psicología, sino que
    más bien la ven como una agrupación de varias
    áreas de labor investigadora. Otros autores como
    Valera la sitúan muy próxima a la Psicología
    Social e incluso van más allá y hablan de que
    sus orígenes se encontrarían ahí y de que su
    desarrollo ha marcado su especificidad en función
    del objeto de estudio que no es otro sino el M.A. Así
    mismo, podemos hablar de P.A. no sólo desde una
    perspectiva aplicada sino también desde una serie de
    conceptos básicos. Además, los objetivos que
    de forma implícita se encuentran en gran parte de los
    trabajos llevados a cabo en este campo se refieren a una mejora
    de la Calidad de Vida y
    del M.A.

    No cabe duda de que nos encontramos ante una disciplina
    muy joven (pues ape nas se establece en los 60's) y a la
    que aún le quedan muchos aspectos por desarrollar, entre
    otras cosas porque al tener un marcado carácter
    transdisciplinar tal vez está demasiado influenciada por
    otras materias como la Geología,
    la Arquitectura,,
    etc., que dificultan su expansión.

    En cuanto a los orígenes y desarrollo de la P.A.
    suelen considerarse tres hitos:

    1º.- La "Prehistoria" de
    la Psicología Ambiental (hasta 1960),
    , en donde ya es
    fácil ver la importancia de los estímulos del medio
    en los estudios de percepción
    realizados por Fechner y Wundt, en los primeros
    trabajos de la Escuela de
    Ecología
    Humana en Chicago sobre la vida en las urbes, en
    desarrollos de la Escuela de la
    Gestalt, etc.,
    o los dos precedentes más influyentes en la P.A.
    (Brunswik, que usó por 1ª vez en 1943 el
    término, y Kurt Lewin), aunque se habla de
    la Psicología Ecológica como la real
    precursora..

    2º.- Un período de
    Institucionalización (De 1960 a 1980)
    , en el que la
    P.A. pasa a considerarse una materia
    propiamente dicha dentro de la Psicología. Especialmente,
    esto se ve favorecido por una serie de acontecimientos que tienen
    lugar sobre todo en E.E.U.U. y que se caracterizan por una
    explicitada sensibilidad hacia los problemas
    sociales predominantes en la época como la contaminación
    atmosférica, acumulación de residuos, calidad de los
    ambientes físicos,….., y todo esto conduce
    inexorablemente hacia una marcada exaltación de la vida en
    la naturaleza en
    contraposición a la vida en las grandes ciudades (aunque
    esto aparezca más como un ideal que como una realidad);
    además, se fundan centros estadounidenses desde el
    National Institut of Mental Health, como la City University of
    New York, el
    Salt Lake City Center, etc., que intentan impulsar la investigación en este campo, junto con la
    publicación de numerosas revistas (Environment and
    Behaviour), artículos como los del Journal of Social
    Issues, el titulado "Enviromental Psychology",……., boletines,
    o conferencias como la primera celebrada en Utah (EE. UU.) a
    principios de
    los 60's con el nombre de "Architecture Psychology an
    Psychiatry".

    3º.- Período de Consolidación y
    Desarrollo (desde 1980 hasta ahora)
    , en el que la P.A. se
    convierte finalmente en una disciplina de difusión e
    investigación en las universidades de todo
    el mundo, y aunque principalmente tiene su origen en los E.E.U.U.
    y Canadá, experimenta una implantación primero en
    Inglaterra y
    luego en países del Sur de Europa, junto con
    otros como Suecia, Venezuela,
    Turquía, etc.

    La importancia de
    las conductas en el cambio
    general.-

    Posiblemente, todos estaremos de acuerdo en considerar
    que asuntos como el consu mo incontrolado de recursos
    limitados, la acumulación de residuos, etc., son sin duda
    alguna claras muestras de sucesos que tienen una remarcada
    relevancia a nivel ambien tal. P. ej., se calcula que en
    el Estado
    Español se
    tiran aproximadamente 1500 / 2000 millones de latas de aluminio (sin
    reciclar) a la basura, unos 2,5
    millones de toneladas de plástico
    procedente de productos de
    limpieza doméstica y unos 4.500 millones de envases de
    cartón. Estos son, desde luego, unos datos más
    que significativos.

    En este orden de cosas, las conductas individuales
    vinculadas al cambio general difieren en función de
    criterios como costes, tiempo, etc., y
    de igual forma están muy influenciadas por elementos
    sociales y del contexto, como el papel de las
    prácticas legislativas, políticas,
    económicas, etc. en las conductas de consumo. De
    esta forma, la importante RESPONSABILIDAD ECOLÓGICA -o conducta
    ecológica responsable- no es la misma en todos y hay
    quienes desarrollan unas u otras actividades individuales
    relativas al consumo y
    reciclaje de
    productos, contaminación y reducción de
    residuos, ahorro de
    recursos
    naturales escasos, voluntariado,…………..

    Y, ¿con qué tipos de comportamiento
    "a favor del M.A." o proambientales toparemos?. En un primer
    momento se señalan los factores que influyen en el
    estable cimiento y modificación de conductas
    medioambientalmente importantes (Kruse, 1994):

    • Percepción y evaluación de las condiciones en las que
      se halla el M.A..
    • Conocimiento y procesos
      informativos sobre el Ambiente.
    • Actitudes y orientación de valor.
    • Incentivos o motivaciones para actuar en una u otra
      dirección.
    • Existencia de oportunidades para actuar.
    • Percepción sobre las consecuencias de la
      conducta
      (feedback).

    Y en esta misma línea, básicamente se
    definen 3 tipos de estrategias
    fundamentales para el cambio (1):

    1. Intervenciones basadas en la
      Educación,
    2. Intervenciones basadas en la Información yel feedback
      comportamental.
    3. Las claves de actuación denominadas "no
      monetarias o económicas" (pues se basan en el cambio de
      actitudes y
      valores, en
      la influencia de los grupos y en las
      preferencias individuales).

    También hay autores que plantean que las
    auténticas líneas que un adecuado comportamiento
    proambiental debe seguir son las motivadas por "una promoción de actitudes
    ambientales, aprendizaje
    social y modificación de comportamientos, persistencia, y
    cambios en toma de
    decisiones erróneas y de creencias que favorecen el
    deterioro del medio". Pero, todo ello, sin olvidar la importancia
    de una imprescindible gestión
    político-ambiental.

    Y, además del papel crucial
    que tienen, tanto la difusión del discurso de la
    problemática ambiental en los medios de
    comunicación de masas como otras actuaciones
    similares, ¿qué podemos hacer más
    concretamente cada uno de noso_ tros?. Las personas estamos
    capacitadas para llevar a cabo acciones que
    favorezcan la preservación de los recursos, la
    ayuda a otras personas, etc.; en este sentido, y como parece ser
    bastante lógico, las estrategias de la
    modificación de conductas se ven influidos por el grado de
    implicación personal en este
    tema.

    Una correcta actuación se basaría en la
    realización de actuaciones como: Con trol de
    residuos producidos en nuestros hogares, ahorro de
    recursos naturales, dismi nución del volumen de
    desperdicios domésticos, así como ahorro en el
    consumo de a gua y electricidad,
    estar dispuestos a recibir y asimilar información relativa
    a conductas proambientales, interés
    por conocer las consecuencias de nuestras acciones,
    etc.

    (1): Para profundizar, es interesante ver el libro de Juan
    I. Aragonés y Mª Anérigo, titulado
    "PSICOLOGÍA AMBIENTAL" y publicado por Ed.
    PIRÁMIDE..

    Participación social y Medio
    Ambiente.-

    Cuando hablamos de este tipo de participación
    -participación ambiental-, estamos haciendo referencia a
    una serie de acciones que se rigen por determinadas pautas de
    actuación grupal, cuyo cometido es la búsqueda de
    soluciones y
    de algún tipo de cambio
    que afecte a la problemática medioambiental, y así
    contribuya al beneficio colectivo. De hecho, vendría a ser
    algo así como una especie de responsabilidad moral y social
    hacía la naturaleza y el
    ambiente.

    Este tipo de participación engloba muchas formas
    de conducta que en su mayoría persiguen la
    acomodación de políticas
    y actividades humanas a dicha naturaleza limitada; de esta forma,
    se favorece la aparición de movimientos que como el
    ecologismo buscan el cambio, la defensa y la protección de
    la misma. Pues bien, si anteriormente señalábamos
    que se trata básicamente de una especie de responsabilidad
    moral -que no
    aparece escrita como obligación en ninguna parte- que se
    caracteriza por adquirir unas dimensiones colectivas, debemos de
    ser conscientes de que no todas las personas sienten esa "llamada
    interna" que les impulse, con lo que en este caso nos vemos
    obligados a buscar los motivos en otro sitio.

    Algunos autores (Fleming y Baum, 1993) consideran
    que la participación ambiental no es más que una
    conducta reactiva ante las condiciones medioambientales, que se
    explica como fruto de un estrés que resulta de una
    percepción de riesgo
    y de la
    percepción de control personal y social
    que se tiene sobre la situación ambiental.

    En el primer caso, estaríamos hablando de un
    proceso de
    evaluación de Calidad Ambiental y de la
    relación que estableceríamos con el riesgo que le
    podría suponer a esa persona o
    grupo de ellas
    el encontrarse ante esta clase de situaciones; se trata de un
    instinto autoprotectivo.

    ¿Pero por qué esta respuesta ante
    determinados estresores ambientales es principalmente social?.
    Ante todo, somos conscientes de que en un primer momento y ante
    la aparición de un problema ambiental, lo que antes suele
    efectuarse es una autoevaluación del mismo a nivel
    individual; es decir, que como veníamos señalando
    con anterioridad cada uno de nosotros valora las magnitudes que a
    su juicio adquiere el problema, pero paralelamente también
    se autoevalúa la capacidad de control personal
    y de influencia sobre esas condiciones externas que al ser vistas
    como una posible amenaza son consideradas como "estresores
    ambientales".

    Pero del mismo modo, no debemos olvidar que en esa
    respuesta al estrés
    juega un papel muy importante el plano interaccional entre las
    personas de cara al propio problema; o sea, entre los miembros de
    un grupo.
    Así mismo también se hace una autoevaluación
    a nivel social o grupal de forma que se interviene activando tres
    factores determinantes de la participación:

    1. La percepción de las condiciones
      medioambientales
    2. Las relaciones establecidas entre los
      individuos
    3. La percepción de control
      sobre tales situaciones.

    A título personal, considero que se puede
    alcanzar un mayor éxito
    con una participación comunitaria que con una individual,
    pues si hay una intervención grupal no sólo nos
    encontramos con los valores
    implícitos de una actuación personal, sino que a
    éstos se les suman otros de un valor significativo como el
    apoyo entre los miembros de la comunidad,
    motivación
    social al sentirse parte de un grupo que tiene unas mismas metas,
    búsqueda de un beneficio común, un mayor
    sentimiento de control del que hablábamos antes,
    expectativas de éxito
    sobre la reacción en el entorno social inmediato (vecinos,
    familiares, …) que estimulan al sujeto a intervenir en esa
    clase de participación colectiva, expectativas sobre la
    obtención y valor de las recompensas, etc.

    Y por todo eso es tan importante la participación
    social, pero con el matiz indis pensable de que
    ésta sólo tiene cabida si se rige bajo una adecuada
    organización. De hecho, de nada sirve una
    intervención de este tipo si el movimiento no
    cuenta con cierta estructura, si
    no hay unas adecuadas redes sociales que permitan
    su esta blecimiento, si no se prefijan unos objetivos, si
    no hay una correcta planificación de las funciones o si no
    existe una forma de difusión factible de todo lo que se va
    haciendo.

    Las claves del
    éxito de una adecuada EDUCACIÓN
    AMBIENTAL.-

    En este siglo que apenas está dando comienzo, nos
    enfrentamos a un inquietante propósito: el de progresar
    social y económicamente al mismo tiempo que se fomenta una
    mejor calidad de
    vida. Pero el problema se encuentra en que ya existe una
    importante crisis
    ambiental, cuyas magnitudes ya alcanzan una dimensión
    global con sus correspondientes influencias a nivel local. Tal
    vez hubiera sido más sencillo empezar desde cero, es
    decir, aplicar la idea utópica de la que hablábamos
    antes de cuando no existía esa importante crisis, pero
    ahora debemos ser conscientes de su existencia y actuar en
    consecuencia.

    Una de las medidas más sencillas de aplicar en la
    teoría
    es paradójicamente una de las más difíciles
    de llevar a la práctica. Estamos refiriéndonos a
    una concienciación / educación
    ambiental
    , idea ésta que en su base no es muy
    difícil, pero que poco a poco se va haciendo más
    complicada cuando nos damos cuenta de que gran parte de la
    humanidad ya está formada, ya tiene sus propias ideas y
    cambiarlas no será tarea fácil. No se trata de
    "comerle el coco" a la gente, sino de hacerles ver una serie de
    valores que
    tras su internalización moral hagan de este mundo un lugar
    mejor en el que vivir; no sirve de nada que nos obliguen a
    creerlo y a cambiar, sino que la clave de la solución
    está en entenderlo. Desde luego, que es más
    cómodo tirar a la papelera nuestros bocetos no
    válidos o los folios que no nos sirven para nada que tener
    que desplazarnos hasta un contenedor de reciclaje,
    ¿pero a la larga va a ser esto cómodo para el
    planeta y para nosotros o va a suponer un
    inconveniente?.

    ¿Pero cuándo surge el concepto de
    Educación Ambiental (E.A)? . La primera vez que se
    utiliza este término de forma documentada es en 1948,
    fecha en la que tuvo lugar la Conferencia para
    la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos
    Naturales organizada por la Unión Mundial para la
    Conservación (UICN). La E.A. aparece definida como un
    "proceso de
    reconocimiento de valores y concepto que
    tiene por objetivo el desarrollar las aptitudes y actitudes
    necesarias para comprender las interrelaciones entre el Ser
    Humano, su cultura y su
    medio biofísico" (UICN 1970). Así mismo
    también se fomenta la toma de
    decisiones y la construcción de una serie de "reglas" de
    comportamiento sobre todo aquello vinculado con la calidad del
    M.A.

    Más tarde y tras la Cumbre de Río, la E.A
    pasó a definirse desde el Forum Internacional de ONGs
    (1994) como: "El proceso de aprendizaje
    permanente basado en el respeto de todas
    las formas de vida"; además, esta educación afirma una
    serie de valores que favorecen el cambio hacia la mejora de la
    preservación del M.A., a la vez que se fomenta la
    creación de sociedades social y ecológicamente
    válidas.

    Mas, ¿cuáles son los objetivos más
    directos de la E.A.?. Según el Seminario
    Internacional de E.A. (Belgrado 1975), éstos
    podrían ser;

    1.- Toma de conciencia: Fomentar la
    adquisición de una mayor concienciación de las
    personas y grupos sobre el
    M.A.

    2.- Conocimientos: Comprensión
    básica del M.A.

    3.- Aptitudes: Adquisición de las
    requeridas para resolver los temas del M.A.

    4.- Actitudes: Adquisición de valores y
    estímulos para una participación desinteresada,
    interés por nuestro medio,…

    5.- Capacidad de evaluación: Evaluar
    medidas y programas de
    E.A. en relación con los distintos factores y recursos
    de los que se disponen.

    5.- Participación: Fomentar el
    desarrollo del sentido de la responsabilidad y toma de conciencia
    de la problemática existente y de lo trascendental de
    una rápida intervención.

    Posteriormente, en otras reuniones como en la
    Conferencia sobre E.A. en Tbilisi (1977), se hicieron
    modificaciones de dichos objetivos pero básicamente
    siguieron en esa misma línea.

    La Gestión
    Medioambiental desde la Psicología.-

    En este campo, los psicólogos aún no
    tienen tanta participación como en otras áreas,
    pero de un tiempo a esta parte éste es un ámbito en
    el que su papel cada vez va tomando más relevancia.
    Actualmente, la formación de un psicólogo en este
    tema no es suficiente con la titulación académica e
    investigación básica, y por ello se busca
    perfeccionar su formación en cursos postgrado
    como el Master de
    Intervención Am biental de Barcelona.

    Ahora bien, ¿qué tipo de
    intervención lleva a cabo el psicólogo en este
    campo?.

    Su importancia en el ámbito de la Gestión
    Mediombiental llega cuando se sitúa al Ser Humano en el
    centro de valores como la "responsabilidad compartida", de los
    que se habla enfáticamente en la Conferencia de Río
    (1992) y en el V Programa
    Comunitario Europeo. Se trata de un importante cambio en la
    organización de empresas,
    Admi nistración Pública,. etc., pues ahora
    ya se habla de potenciar los resultados ambientales, de
    introducir modificaciones en las formas de pensar y dirigir
    empresas,…….., funciones para
    las que el psicólogo ha sido aleccionado.

    Se persigue la máxima optimización de los
    procesos
    productivos, de la gestión
    empresarial, formación de personal,
    concienciación y sensibilización, etc., en donde el
    psicólogo debe de favorecer una acción segura y
    duradera en materia de tiempos, costes y posibilidades de
    la empresa o
    Administración
    Pública.

    Así, las funciones que el psicólogo -desde
    luego de gran peso en la toma de decisiones de directivos y
    políticos- puede desarrollar en este ámbito
    configuran una amplia gama en la que aparecen tareas vinculadas
    con las Evaluaciones del Impacto
    Ambiental, en donde el psicólogo prevé los
    impactos sobre el M.A. humano y físiconatural, con las
    auditorías medioambientales para empresas,
    con la gestión y tratamiento de residuos urbanos e
    industriales, con la evaluación de campañas
    ambientales, con el estudio de las actitudes de las
    compañías en referencia al M.A., con las
    consecuencias sociales de proyectos y
    programas de
    expansión urbanística y con estudios sobre la
    calidad de vida de cara a la elaboración de informes, con
    la percepción del ruido en
    distintos lugares, con la estructura
    urbanística e identidad
    social en diversos barrios, con la labor en la
    implantación de S.G.M.A., etc.

    Y no me gustaría despedir este trabajo sin
    señalar además que su participación
    también se deja ver en otros ámbitos que difieren
    de la gestión
    empresarial, pero que guardan cierto vínculo con ella
    como la búsqueda y puesta en marcha de una conducta
    ecológica responsable
    (es decir, un cambio en los
    patrones de relación entre el sujeto y su medio), la
    realización de estudios sobre cómo preservar
    más óptimamente parques y jardines de las ciudades,
    la
    educación de los ciudadanos en el tratamiento
    (reciclaje, reutilización,…) de los residuos, consumo de
    energías y explotación de recursos limitados, la
    adaptación de entornos a las características de los usuarios en los
    planes de urbanismo, la construcción de viviendas para personas
    mayores, discapacitadas o cualquier otro grupo desfavorecido,
    etc. En este sentido, los ensayos sobre
    las actitudes ante el M.A., las relaciones entre Salud y M.A.,
    estimación de riesgos y otros,
    han contribuido al desarrollo de programas que cubran estos
    objetivos.

     

    Covadonga Cadrecha Álvarez

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