El crecimiento explosivo de los reglamentos a fines de
los años sesenta y principios de los
setenta impusieron un vasto cuerpo de leyes y política
pública sobre las organizaciones. A
través de estos reglamentos, los encargados de tomar las
decisiones del gobierno
ejercieron control creciente
sobre áreas claves de la toma de
decisiones gerenciales. Aunque los gerentes pueden usar la
política
publica para definir sus responsabilidades sociales,
también puede reconocer la necesidad de influir en las
leyes y
reglamentos que constituye la política publica. Por ello,
las empresas intentan
influenciar el ambiente
político para lograr dos metas principales dentro de su
estructura
ética
(ventaja competitiva y legitimidad corporativa.
La política publica puede impedir o limitar la
entrada a una industria de
nuevos competidores extranjeros o nacionales, por esta
razón muchas organizaciones
progresistas se percatan que el gobierno puede
ser la fuente de la ventaja competitiva para una empresa
individual o una industria
completa.
El motivo para la participación de la
organización en el proceso de
política publica es la legitimidad corporativa. La
suposición es que las organizaciones son legitimas solo
hasta el grado en que sus metas, propósitos y métodos
sean consistentes con los de la sociedad. En
cambio, las
corporaciones pueden enfrentar amenazas que desafían la
legitimidad de su existencia. Pueden ser criticadas por sus
esfuerzos para ganar ventaja competitiva u objeto de preguntas
por su responsabilidad
social o comportamiento
ético. La actividad encaminada a enfrentar los
desafíos a legitimidad de la organización se llama defensa del dominio la cual
consiste en corporaciones que actúan por su propio
interés, aplicando comportamientos
socialmente responsables y éticos para mantener y
engrandecer su legitimidad.
Existen muchas corporaciones que cuentan con unidades
especializadas para el manejo de las actividades políticas.
El departamento de asuntos públicos de una
corporación vigila acontecimientos clave y tendencias en
el ambiente
social y político, analiza sus efectos sobre la
organización, recomienda, las respuestas corporativas
apropiadas e implementa estrategias
políticas.
La responsabilidad social corporativa en la gestión
empresarial entraña la formalización de
políticas y sistemas de
gestión
en los ámbitos económico, social y medioambiental.
La transparencia informativa de los resultados de dichos
ámbitos y el escrutinio externo de los mismos.
En los últimos tiempos, se ha debatido que la
Responsabilidad
Social Corporativa se ha trasladado al ámbito de las
políticas públicas, especialmente a la función
que han de desempeñar los poderes públicos para la
promoción de la filosofía de RSC,
entendiendo que puede favorecer las ventajas competitivas de las
empresas en
determinados mercados,
encauzar sus actividades en mercados
emergentes o en vía de desarrollo. Es
importante reseñar el papel pionero
desempeñado en este ámbito por el Reino
Unido.
Se dice que las empresas hacen uso de la RSC cuando
prestan atención a las expectativas que sobre su
comportamiento
tienen los diferentes grupos de
interés
(comunidades locales., medio
ambiente, accionistas, etc.), con el propósito de
contribuir al desarrollo social
y ambientalmente sostenible y económicamente
viable.
La atención pública respecto a los
impactos sobre la sociedad y el
medio ambiente
de las empresas adquiere un carácter
universal en la segunda mitad de los años 80, como
consecuencia de casos como los de Bophal o Exxon Valdez. En los
noventa, el escrutinio se extiende a lo social, como son los
casos de Nike, de Shell y de Monsanto.
Hay tres aspectos que han sido muy importantes en el
desarrollo del
enfoque:
- La aparición de los fondos ISR o fondos
éticos, cuyo origen se encuentra en los EE.UU. durante
de la década de los años 50. - La crisis de la
creación de valor, como
consecuencia del último desplome
bursátil. - El nuevo papel de las
ONG como
interlocutores empresariales resulta ser un fenómeno de
interés para entender el despegue de la RSC.
En cierta medida se entiende que la RSC es contrapuesta
a la filosofía de creación del shareholder, esta
ultima indica que la responsabilidad de las empresas es conducir sus
actividades dentro de la legalidad con el fin exclusivo de
maximizar el valor
revertido a sus accionistas, mientras que la RSC entiende que
la empresa
esta llamada a jugar un papel activo en la configuración
de la sociedad, siendo así mas que accionistas.
Respecto a las relaciones con los empleados, la adopción
de políticas formales supone la formalización de
políticas y sistemas de
gestión
de acuerdo a lo especificado en los Convenios de la Organización Internacional de Trabajo, en
la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
en los códigos de conducta,
así como políticas que incluyan asuntos como
libertad de
asociación, horarios de trabajo, salarios,
etc.
En lo que respecta al escrutinio, el cual es el 3er
pilar de la RSC, este ha tenido su primera plasmación en
los mercados
financieros, aunque en los últimos tiempos
también los mercados de producto
comienzan a recompensar a aquellas empresas con mejores
prácticas de RSC.
Dentro de las Políticas de Promoción de RSC, están:
- Políticas Públicas que fomentan la
formalización de políticas y adopción
de sistemas de gestión, por parte de las empresas en los
tres pilares: económico, social y medioambiental.
Estas son trasmitidas a través de organizaciones
internacionales e iniciativas nacionales.
- La Unión
Europea es la organización internacional mas
activa en el desarrollo de programas
gubernamentales de RSC. Este dinamismo ha cristalizado en el
Libro Verde.
El Libro Verde
toma como punto de partida una definición de RSC
voluntaria, como un medio para que las empresas contribuyan a
una mejora social y un medio ambiente mas limpio, y a su vez
expresan esta responsabilidad ante los trabajadores y todos los
demás grupos de
interés de la empresa.
Otro aspecto positivo de la implicación de la
comisión Europea en el enfoque RSC es su naturaleza
Multistakeholder, donde no se puede allanar en camino
hacia la sostenibilidad sin dialogo e
información hacia y desde todos los
actores de la sociedad para la implementación de esta la
unión
Europea ha consistido en la organización de
conferencias y encuentros internacionales.
- Líneas directrices de la OCDE para empresas
multinacionales: son una serie de recomendaciones dirigidas
por los gobiernos de la OCDE a las empresas multinacionales,
estas enuncian principios y
normas
voluntarias para una conducta
empresarial responsable. Estas directrices son de
adhesión voluntaria, pero aquellas empresas que las
adopten se comprometen a aplicar sus principios en todos los
países en los que operan. - Banco Interamericano de Desarrollo: este no ha
elaborado un modelo
propio de políticas formales RSC, pero es una de los
principales promotores de la RSC en el continente
Americano. - Banco Mundial: mantiene un programa sobre
RSC y competitividad Sostenible, provee un amplio
programa se
centra principalmente en investigaciones
y en ofrecer recursos y
formación.
- Políticas Públicas orientadas al
incremento de la transparencia de las compañías
respecto a sus impactos económicos, sociales y
medioambientales. Supone para la empresa
dar a conocer a las diferentes grupos de interés el
impacto real de las políticas y sistemas de
gestión sobre sus intereses. Entre las empresas que
tienen mayor transparencia informativa están Royal
Dutch Shell, Rio Tinto, BAA, ITT Flygt.Bibliografía
- Bateman, Thomas S. y Snell, Scott A. Administración, una Ventaja
Competitiva. Cuarta edición. McGraw Hill
Bianca Rivas Victor
- Bateman, Thomas S. y Snell, Scott A. Administración, una Ventaja
- Políticas Públicas que incentivan un
mayor escrutinio de los resultados RSC de las empresas.
Este ha tenido su primera plasmación en los mercados
financieros, aunque en los últimos tiempos
también los mercados de producto
comienzan a recompensar aquellas empresas con mejores practicas
acreditadas RSC, entre ellas están Nokia, Ericsson,
First Group, Vodafone.