Única en América
y segunda en el mundo por su fidelidad con la Sindone de
Turín, el Santo Sudario santiagueño es una reliquia
de imponderable valor
histórico religioso poniendo de relieve el
significado que tuvo nuestra tierra en las
paginas primeras de la evangelización en América
haciendo a Santiago del Estero depositaria del manto que cobijo
el tesoro mas significativo de la cristiandad.
Si bien la Sindone no es dogma de fe constituye para los
católicos por su fuerza
evocativa de la vicisitud histórica de Jesús de
Nazaret, un sublime icono sagrado de la Pasión de Cristo
que remite a los creyentes a los cuatro evangelios que narran el
martirio y muerte del
hijo de Dios. Esto ultimo le otorga al manto una preeminencia
como objeto de veneración y es considerada "…espejo
de los evangelios…" como dijera SS Juan Pablo II en su
visita al Manto el 24 de Mayo de 1998.
La Sindone (sindon, griego, pieza de tela que se usa
como lienzo fúnebre) Santo Sudario, Sabana Santa o Manto
Sagrado es un lienzo de lino rectangular tratado con aloe y mirra
de 436 cm de largo y 110cm de ancho (8 por 2 cubits, la antigua
medida usada por los judíos) datado según estudios
sobre la tela en el Siglo I (E.C) de origen sirio-palestino que
concuerda con la urdimbre cerrada tejida a espina de pescado
tradicional en aquella región y época.
La costumbre de envolver el cuerpo en una tela
correspondía al rito judío que establecía
lavar el cuerpo con hierbas y esencias y amortajar el mismo, sin
embargo fueron los cristianos los que preservan el sudario pues
para los hebreos el manto que había rodeado un
cadáver era considerado un objeto impuro que no
podía ser expuesto.
El derrotero histórico de la Sindone documenta la
llegada del manto hasta nuestros días y constituye un
testimonio de su origen.
Los evangelios narran que el Sudario fue recogido y
plegado para su conservación;
"Se inclinó (Juan) y vio las vendas en el
suelo; pero no
entró. Llega también Simón Pedro
siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el
suelo, y el
sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino
plegado en un lugar aparte". Juan 20:5-8.
Hay antecedentes que hablan de una tela con la imagen del rostro
de Jesús encontrada en Edessa (este de Turquía, hoy
Urfa) desde el siglo II de nuestra era. Mas tarde en el mismo
lugar con la restauración de la iglesia Santa
Sofía se registra el hallazgo del Mandylion
(pañuelo) que contenía la faz de Cristo. En el 944
el ejercito bizantino se apodera del sultanato árabe de
Edessa apoderándose del Mandylion que es llevado a
Constantinopla de manera solemne. El Mandylion era el Santo
Sudario plegado ocho veces de modo que solo se visualizaba el
rostro. El Sudario era expuesto como sagrada reliquia todos los
viernes en la capital de
imperio bizantino (hay discrepancias con los sindonologos
españoles en consideración al Sudario de
Oviedo)
Esta etapa histórica es importante como prueba de
la antigua existencia premedieval del manto ya que los iconos
bizantinos nos han transmitido la idea general del rostro de
Jesús que guarda gran similitud con la imagen de la
Sabana Santa y es con seguridad
inspiración de los mismos.
A partir de 1204 con la destrucción de
Constantinopla por las campanas cruzadas algunos historiadores
suponen que el manto sagrado queda bajo custodia de los
Templarios en Europa, no
sabiéndose de el hasta 150 años después
cuando en el año 1356 el cruzado Geoffroy de Charny,
entrega el Sudario a los canónigos de Lirey, cerca de
Troyes, en Francia.
A partir de aquí la reliquia se debate entre
familias nobles en la conflictiva Europa medieval
signada por guerras y
enfrentamientos, sin embargo al menos la trayectoria del lienzo
desde esta época empieza a estar perfectamente
documentada. En 1453 Margarita de Charny ofrenda la Sindone a
la familia del
Duque de Savoia que luego la lleva a la capital del
ducado Saboya, Chambery.
A pesar que anteriormente la Iglesia no se
había pronunciado sobre el Manto Sagrado en 1506 SS Julio
II consiente de su veneración publica establece una fiesta
especial para su adoración con oficio propio.
Entre el 3 y 4 de Diciembre de 1532 un incendio en
Chambery afecta el extremo superior izquierdo el cofre de
madera
revestido en plata que guarda el lino plegado, algunas gotas de
plata derretida llegan al Sudario y atraviesan varios pliegues.
Dos años después las hermanas Clarisas cosen
parches en el lienzo visibles hoy en día al mismo tiempo que se
guarda la Sindone entre dos mantos iguales en tamaño para
preservarlo en una caja de madera de
rosal. A partir de 1535 en medio de los continuas guerras la
tela es transferida a Turín, luego a Vercelli,
Milán, Niza y nuevamente a Vercelli donde finalmente
permanece hasta 1561 que regresa a la capital del ducado. En el
ínterin, en 1536 se abre el cofre para verificar su
estado en
medio de estas idas y venidas y se descubre que los mantos que la
envolvían habían recibido milagrosamente la imagen
del Santo Sudario.
Una de aquellas telas se encuentra en nuestro Santiago
del Estero.
El 14 de Setiembre de 1578 Emmanuel Filiberto de Savoia
traslada a Turín la capital de su reino. Al traer consigo
la sagrada reliquia la deposita desde esta fecha en la Catedral
de Turín donde queda custodiada a excepción de un
breves periodo que sale por cuestiones de seguridad.
Finalmente el 1 de Junio 1694 la sindone es depositada
en la magnifica capilla construida por el arquitecto Guarino
Guarini, gran exponente del barroco
piamontés que impregna la construcción de una somennidad y
opresión espiritual que conmueve.
Se han hecho Ostenciones (exposiciones del manto) en
conmemoraciones especiales (1998, centenario de la primer
fotografía; 2000, ano del jubileo) y en
algunas conmemoraciones privadas de la Casa Savoia, custodios del
Santo Sudario hasta 1983 cuando Humberto II de Saboia muere y
dona la Sindone a la Santa Sede.
La imagen. La
ciencia.
He dejado hasta aquí los detalles precisos sobre
las características de la imagen porque las
mismas tienen relación con algunos descubrimientos a
expensas de la ciencia y
estudios a los que ha sido sometido el Santo Sudario desde 1898
cuando al abogado italiano Secondo Pia toma las primeras
fotografías del lienzo y abre con ellas un intenso
debate
científico.
La Sabana Santa ha constituido por 2000 años un
autentico testimonio de la Pasión de Jesús de
Nazaret, referencia innegable al Jesús Cristo pilar y
fundamento, base y sustento de nuestra cristiandad. Desde la
visión de la fe la ciencia no
tiene nada que aportar a la intima convicción interior de
la comunión con lo divino, sin embargo como sucede muchas
veces, la visión científica cuando concienzudamente
analiza la luz natural en la
luciérnaga antes que darnos certezas nos abre los ojos a
la inquieta cosmovisión de un universo
extraño e inexplicable que debe, en su complejidad, estar
regido por una condición superior.
El Manto Sagrado visto al natural muestra la
silueta mas o menos definida de un hombre en
actitud de
reposo con las manos cruzadas en la parte baja de su abdomen.
Cuando Secondo Pia saca las primeras fotografías al
observar la placa del negativo percibe que la inversión del claroscuro que
comúnmente se produce en la placa, en este caso servia
para demostrar el carácter
autentico de la figura estampada en la Sindone, es decir en el
negativo se podía visualizar el positivo óptico de
la impronta pudiéndose apreciar todos los detalles con
extraordinaria claridad de la imagen en el Santo Sudario que a
simple vista confunde como nos confunde el negativo de una
fotografía. El científico
francés Paúl Vignon es quien saca las conclusiones
mas significativas de las fotografías a principios del
siglo XX.
En 1978 autorizan un estudio mas profundo sobre el
Sudario y el celebre STURP (Shroud of Turín Research
Project, Proyecto de
Investigación del Sudario de Turín) aterriza en
Turín con un equipo multidisciplinaría de 32
científicos americanos durante mas de una semana con 30
toneladas de equipo técnico.
A partir del STURP y otros estudios que se extrapolan a
partir de este se concluye;
– La imagen tiene propiedades tridimensionales. No hay
indicio alguno de pigmentos, tintas, colorantes u otro recurso
pictórico en el lienzo. No hay imagen del cuerpo bajo las
manchas de sangre. Por lo
tanto, la imagen se formó después de las manchas de
sangre.
La imagen del cuerpo del Hombre de la
Sábana no está hecha manualmente: no es una
pintura, ni
una quemadura (las quemaduras existentes no son parte de la
imagen sino que fueron causadas por un incendio en 1532). No se
conocen los mecanismos físico-químicos que han
producido esta oxidación y deshidratación de las
fibras más superficiales del tejido sin afectar las mas
profundas. La imagen es el resultado de
deshidratación y oxidación de la celulosa contenida
en las fibras en la superficie de la tela.
Mas contemporáneamente el físico
francés Jean Bautise Rinaudo opina que la impronta en el
lienzo es una irradiación instantánea de protones
de deuterio (presente en la materia
orgánica) bajo una forma de energía
desconocida.
– Los análisis de las huellas de sangre, hechos
en el 1978 por Pierluigi Baima Bollone y otros, han indicado la
presencia de sangre humana, del tipo AB, común en el
pueblo judío. Estudios del grupo STURP
uso espectroscopia , florescencia de rayos x y rayos
ultravioletas, termografía y radiografía y otros
mecanismos sofisticados para comprobar la presencia de la
sangre.
"La sangre es sangre de un hombre que padeció una
muerte
traumática" según los análisis químicos como la
florescencia amarillo-verdosa visible bajo luz fluorescente,
indican la presencia de altos contenidos de bilirrubina humana
(Alan ALER).
– La imagen que aparece en negativo permite un minucioso
estudios anatómico y de las diferentes heridas que
aparecen en le cuerpo. El primer cirujano que
comprobó la absoluta exactitud anatómica de esas
heridas fue el profesor de Anatomía Comparada de
la Sorbona, Yves Delage, de la Academia de Ciencias de
París a quien no le quedó la menor duda de que solo
un hombre que hubiera padecido los tormentos físicos de
Jesús podría haber dejado tales huellas.
Una multitud de médicos han podido confirmar los
hallazgos del Doctor Delage, coincidiendo en afirmar que la
representación de las heridas es
anatómicamente perfecta. Por ejemplo, el halo de suero
alrededor de las manchas de sangre -no visible a simple vista;
salpicaduras y sinuosidades de los regueros sanguíneos, el
hinchazón del abdomen típico de la asfixia por la
posición de tensión del cuerpo en la cruz,
etc.
– El STURP confirma los hallazgos del botánico
palinologo suizo Max Frei que en 1974 detecta 49 esporas de polen
de especies autóctonas de Palestina o
Turquía.
– Polvo travertino-aregenito, propio a Jerusalén,
es encontrado en la zona de los pies, rodillas y nariz de la
imagen en el lienzo.
Finalmente en 1988 la Santa Sede accede a suministrar
fragmentos del Sudario para pruebas de
datación con Carbono 14.
Tres laboratorios en Tucson, Oxford y Zurich reciben muestras de
tejido de la parte inferior derecha de la reliquia.
Coincidentales en un 95% los laboratorios datan la
Sindone entre el 1260 y 1390.
La comunidad
científica se ha visto dividida con este dictamen
considerando que las pruebas que
pongo anteriormente acrecentan el misterio al ser imposible
reproducir un lienzo con estas característica en el medioevo.
En los avances realizados en estos anos actualmente
algunos académicos coinciden en que la prueba con carbono 14
puede haberse visto afectada por la existencia de restos de
hongos y
bacterias
propias a objetos con sangre.
Dimitri Kouznetsov, premio Lenin de Ciencias y
Director del Laboratorio
"E. A. Sedov" de Moscú sometió experimentalmente un
objeto antiguo a altas temperaturas cercanas emulando el incendio
de Chambery y comprobó que el suceso modificaba la
datación con el método
carbono 14.
En 1534 las Hermanas Clarisas después del
incendio que afectara la Sabana Santa en Chambery surcen las
partes dañadas y para preservar el Sudario lo envuelven en
telas guardándolo nuevamente en un cofre de exquisita
madera de rosal tallado. Dos a;os después al abrir la
tecca se encontraron con que ambas telas que resguardaban el
Manto Sagrado habían recibido las marcas de sangre
impresas en la Sindone constituyendo ahora copias del mismo. El
mismo Jesucristo presente en el Santo Sudario se había
replicado milagrosamente. Los mantos ahora también
sagrados continuaron cobijando la Sindone hasta que luego de
establecerse definitivamente en la Catedral de Turín el
Papa decide entregar una de las telas a Francia por
ser su custodio desde hace dos siglos y otra fuera entregada a
España.
El Rey Felipe II de España la
entrega en custodia a la orden jesuita quienes hacia 1585 la
traen a Santiago del Estero para profundizar la mística
evangelizadora en la ciudad mas antigua del sur de
América.
Cuando Carlos III expulsa a los hijos de San Ignacio del
Oyola de América la Sabana Santa santiagueña queda
bajo custodia de la tradicional familia
Díaz Gallo y a partir de 1794 de la Orden de los
Dominicos. Hoy en día se resguarda en el templo de Santo
Domingo junto con otras reliquias de nuestro pasado
histórico religioso.
A los que han tenido la
motivación de terminar de leer este extenso trabajo
espero contribuir a difundir las reliquias de nuestra querida
tierra, que
trasciende las convicciones religiosas. No se puede querer lo que
no se conoce dice el adagio, quizás
compenetrándonos con la riqueza cultural que nos es
propia, en estos convulsionados tiempos modernos, podremos
entender el celo de otras culturas por preservarse
integras
Marcelo Urtubey
Sgo del Estero