A los espíritus inquietos argentinos de mi franja
etaria(voy para los 57 años) y no me atrevo de hablar de
generación al estilo orteguiano, nos resulta insoslayable
la influencia del General Peron (para muchos coetáneos
Peron a secas). Una de las actitudes, que
en su momento más nos llamo la atención, de quien fuera tres veces
presidente constitucional de los argentinos, fue el impacto que a
él le causó la Conferencia de
Estocolmo, sobre Medio Ambiente
de 1972.
Repetía insistentemente que: "allí se
hablo de la Tierra" y
de "que tontos, los hombres que durante siglos habían
muerto por millones peleando por fronteras que solo estaban en su
imaginación". Aquello acerca que "Nadie se realiza en una
comunidad que
no se realiza", hace a que cualquier abordaje de
pretensión académica ha de tomar el Planeta como
contexto a su vez inserto en un devenir
cósmico.
Mas nuestro "lugar en el mundo" es la República
Argentina y
más particularmente La llamada "Pampa Húmeda",
donde esta insertada el Area metropolitana de Buenos Aires. Esa
es nuestra geocultura y desde allí nos atrevemos a esbozar
escenarios mas orientados por los bocetos arquitectónicos
que por las ingenierías de detalle, que hemos visto
fracasar estrepitosamente al ser trasladadas a las puntillosas
planificaciones: Por estos últimos tiempos he oído a un
comunicador, enunciar un concepto por
demás didáctico: "Los papeles aguantan cualquier
cosa". Una versión renovada de aquello que "del dicho al
hecho hay un largo trecho".
En la medida de lo posible, procuramos en nuestras
comunicaciones
no dejar supuestos implícitos. Dicho propósito
puede alargar la extensión de las mismas, pero las
limitaciones del lenguaje
escrito, sugieren hacerlo para que el mensaje llegue con claridad
a los que voluntariamente lo recojan. A partir de ese momento
queda sujeto a los criterios interpretativos del
receptor.
Uno de los supuestos que deseo explicitar, lo leí
en "La aristocracia frente a la revolución" de Hernán Benitez: "
Según sea la noción de hombre(persona) que
se posea será la consecuente noción de sociedad y
Estado".
Así la noción de persona, que
manejamos es que: "persona es un animal lógico que se
comunica cooperativa
y/o conflictivamente para satisfacer sus necesidades, inserto en
su geocultura".
En esta noción que hemos elaborado concurren
varias nociones previas. Lo de "animal lógico" lo hemos
tomado de Francisco Romero. Lo de "comunicación" lo hemos tomado de Bateson.
Lo de "necesidad" lo hemos tomado de Malinowsky. Lo de
"cooperación y hostilidad", de Tonnies. Y lo de
"geocultura", de Rodolfo Kusch.
Otro supuesto lo tomamos de un verso del "Martín
Fierro", de José Hernandez: "Hasta el pelo más
delgado/Hace su sombra en el suelo". Me parece
que este es un concepto que se
anticipó a la física
cuántica, lo holístico, lo sistémico, la
teoría
del
caos o la concepción Gaia.
Tomando como paradigmas
flexibles esas perspectivas precedentemente enunciadas, que
según una autora norteamericana están bien
delineadas en la novela "Parque
Jurásico" de Crichton, hay un componente que debe tenerse
en cuenta a los efectos del presente mensaje: es el de la
constelación de los poderes públicos
argentinos.
Estimo necesario hacer una descripción panorámica de dicha
constelación. Y esa necesidad estriba en que creo percibir
que no existe una conocimiento
generalizado de la misma y ello conlleva efectosque apreciamos
como indeseables.
Los poderes públicos argentinos, como los de
cualquier Estado tal
como se vienen organizando contemporáneamente, tienen como
misión
organizar, encuadrar y/o regular las actividades de las personas
ajenas a su intimidad.
Para dimensionar la composición actual de esa
configuración que debe ser concebida como algo en perpetuo
cambio,
acudimos al esquema de lo que hoy se va conociendo como una
"planilla de cálculos, o sea una grilla o
cuadrícula en cuyas columnas verticales identificamos a
las distintas funciones que
desempeñan o tienen que desempeñar los poderes
públicos, mientras que en las filas horizontales
identificamos a las distintas jurisdicciones en que cumplimentan
sus funciones los
distintos poderes públicos. Así surge una casilla
para cada función en
cada jurisdicción. Para mejor ilustración de estas constelaciones que ya
expresamos que son dinámicas y cae de su propio peso que
son complejas, vale agregar que hay grillas que se multiplican
dado que hay muchas unidades de esas jurisdicciones. Mas sobre
esta característica volveremos poco mas
adelante.
Así en las columnas de funciones, identificamos:
a)al Poder publico
constituyente; b) al poder publico
constituido Ejecutivo; c) al poder publico constituido
Legislativo; d) al poder publico constituido Judicial, y e) al
poder publico constituido del Ministerio
Público.
En las filas de las jurisdicciones,identificamos: 1) Los
Organismos Internacionales(ejemplo las Naciones Unidas);
2) El Mercosur; 3) La
jurisdicción de la Nación;
4) La jurisdicción de lasUniversidades Nacionales; 5) La
jurisdicción de las Regiones; 6) La jurisdicción de
las Provincias; 7) La jurisdicción de los entes
Intermunicipales y, 8) La jurisdicción de los Municipios.
Del resultado de multiplicar las cinco funciones por las ocho
jurisdicciones, tendríamos cuarenta(40) clases de lo que
denominaríamos unidades funcionales -jurisdiccionales.
Debiendo multiplicar, a los efectos de ilustrar la complejidad,
esas unidades en el caso de las universidades por alrededor de
40, en el caso de las provincias por 24, y en el caso de
las
Municipalidades por alrededor de 1500. Recordemos que
esta complejidad es dinámica, y que en los vértices de
cada una de esas unidades hay personas de vocación
política
que luchan permanentemente por la preeminencia como lo indican
todos los análisis de la lógica
política.
Si bien en una aproximación holística o
sistémica cada unidad de las aquí identificadas
tiene igual capacidad de aporte, en el ámbito de valores o
creencias debe consignarse que la más relevante es el
poder publico Constituyente de nivel Nacional, ya que cuando
sesiona temporalmente, como es característica de todos los poderes
públicos constituyentes, crea o modifica la regla de
juego
fundamental de la constelación que es la Constitución Nacional.
Es en el nivel de la formulación de las políticas
publicas donde se desagrega el quehacer de los poderes
públicos, que resultan relevantes los poderes
públicos constituidos legislativos de todas las
jurisdicciones, exceptuadas las jurisdicciones tipo Mercosur o de los
organismos internacionales y de las universidades estatales.
Estos poderespúblicos constituidos son los que mediante
sendas normas aprueban
los presupuestos
de gastos, mediante
los cuales se asignan los recursos captados
vías impuestos
aranceles y
créditos para cumplir con las funciones de
todos los poderes públicos incluidos los aprobadores. Esto
es lo que se conoce como Gasto publico, que oscila en un tercio
del producto Bruto
argentino, concepto este gruesamente como un indicador de la
producción del país en un
determinado periodo de tiempo. Cabe
enfatizar que la asignación anual de un tercio de la
riqueza argentina es
responsabilidad de alrededor de dieciséis
mil(16.000) representantes elegidos por el voto de los
ciudadanos.
Desde ya, aclaramos que esta es una aproximación
muy panorámica a los poderes públicos argentinos,
pero nos parece relevante consignarla porque por nuestras
vivencias podemos afirmar que sus dimensiones son muy pocos
conocidas por la población, con contadísimas
excepciones. Ello nos lleva a conjeturar que su conocimiento
suma valor a
propuestas tendientes a elevar la calidad de
vida de los argentinos.
De David Easton hemos tomado aquella noción de
sociedad a la
que se considera como la "masa de enésimas interacciones".
De las tantas definiciones de cultura, hemos
tomado aquella de Romano Guardini que dice que: " cultura es
todo lo que el hombre,
hace crea o conforma". En realidad esta noción esta
formulada en tiempo presente,
pero bien puede ser expresada en tiempo pasado y en tiempo
futuro. Combinando la noción de Easton con la de Guardini,
resulta claro que la masa de enésimas interacciones que
generan los alrededor de 37 millones que tiene la
República Argentina acorde al Censo de 2001, no se generan
en el vacío, sino desde una "geocultura" que los
condiciona. Y al mencionar "enésimas interacciones",
reforzamos aquello del verso hernandiano( Hasta el pelo mas
delgado/Hace su sombra en el suelo).
En lo anterior va nuestro juicio de valor en el
sentido que cada habitante de la Argentina por el mero hecho de
existir es un portador de valores: Y no
importa la edad que tenga; desde sus respectivos hábitats
van animando la vida cotidiana de una argentinidad que
visualizamos como la resultante de múltiples aportes tanto
de las etnias aborígenes precolombinas, de lo aportado por
la colonización y evangelización española,
incluida la introducción de culturas africanas
materializadas en esclavos, además de las corrientes
migratorias de Europa y Cercano
Oriente, cuyo impacto pareciera ir diluyéndose al conjuro
de las altas tasas de natalidad de la población criolla y la baja tasa de
natalidad de las familias descendientes de esas migraciones, que
durante muchas décadas llegaron a hacer pensar que se
había erigido una "nueva Europa" en
América.
Aquella figura de la Argentina como "crisol de razas",
que se solía mencionar décadas atrás,
alberga en nuestra óptica
un potencial susceptible de ser empleado para generar una
sinergia que
sea contribuyente para una alta calidad de vida
que es el parámetro que esta subyacente en todos nuestros
desarrollos.
Así la vida cotidiana de las personas se
despliega en grupos familiares
de diferente conformación, los que a su vez se encuadran
en instituciones
de bien publico y se relacionan con los poderes públicos
particularmente a través del sistema educativo
oficial, los hospitales públicos, la policía de
seguridad, los
bancos
oficiales, las Municipalidades e indirectamente a través
de las concesionarias de servicios
públicos.
Nuestras vivencias, nos sugieren que los poderes
públicos constituidos a niveles nacional y/o provinciales,
solo son perceptibles para los habitantes en la Capital,
Federal, en las capitales de Provincia, en algunas grandes
ciudades, en las zonas fronterizas y en el caso particular de los
Parques Nacionales.
Es desde este flujo o fluencia vital tan signado por la
diversidad que intentaremos acercarnos a una peculiaridad
argentina que consideramos retardataria de las potencialidades
del país, cual es la del desequilibrio demográfico
territorial.
Ya hacia comienzos del Siglo XX, comenzaba a hacerse
oír que la concentración de habitantes y de
recursos en la
ciudad de Buenos Aires y
alrededores, era algo anómalo. Así en 1906, la
inquietud se recoge en la tesis doctoral
de Luis Alvarez Prado, presentada en la Facultad de Derecho de la
Universidad de
Buenos Aires. Años mas tarde, en 1918, el polígrafo
rosarino Juan Alvarez, en su "Buenos Aires", señalaba el
peligro que ya evidenciaba la concentración
porteña. A partir de ese entonces voces en el mismo
sentido se irían haciendo sentir hasta nuestros
días. Algunas propugnaban revertir el equilibrio
mediante la mudanza de la Capital
Federal, otros mediante otro tipo de medidas conducentes a la
desconcentración demográfica.
Debe recordarse que para esas fechas ya se había
desplegado el grueso de la red ferroviaria, cuya
dimensión trepó desde 2.500 kilómetros de
vías en 1880 a 33.000 kilómetros de vía a
1913,alcanzando a 1943 el tope de 43.000
kilómetros.
No es un dato menor que paralelo a la red ferroviaria se haya
desplegado una red telegráfica
que por ese entonces era considerada parte el esquema
ferroviario. Vale recordar que este sistema
ferroviario se ensamblaba con la navegación de cabotaje
marítimo – fluvial y así como con la
navegación de ultramar.
En su "Historia de la Ingeniería Argentina" de 1963, el Ingeniero
Vaquer, consigna todo el esquema de industrialización de
la producción primaria del país que
alimentaba a este sistema de transportes y generaba
desplazamientos de población. Debe recordarse que hasta
1853, pocas poblaciones se habían sumado a las trece
fundaciones que habían subsistido de la venida de los
españoles y que se había erigido entre mediados del
siglo XVI y principios del
XVII: Este sistema de transporte y
las actividades productivas y sociales asociadas a él,
habrían de decantar en aspectos culturales, sobre los que
irrumpiría la tecnología automotor,
insinuándose una disrupción del esquema que no se
advirtió en 1932, cuando se sanciono la ley Nacional de
Vialidad que dio lugar al Plan bidecenal de
caminos 1934- 1954, una de las políticas
publicas más consistentes que se ha producido en el
devenir argentino contemporáneo.
Nuestra insistencia en acentuar sobre los ingredientes
introducidos en la fluencia argentina entre 1880 y 1914,
emblematizados en la expansión de la red ferroviaria y su
apéndice telegráfico, obedecen a que en esa etapa,
se definió la red de asentamientos humanos y sus
vinculaciones, sobre la que evolucionaría la vida
argentina hasta nuestros días.
Nos da la sensación como que a partir de ese
periodo muchos elementos quedaron planteados o larvados y que lo
único relevante luego habrían de ser las sucesivas
incorporaciones de tecnologías y de nuevas camadas de
población con una mayor instrucción formal derivada
de la expansión del sistema educativo y de las
tecnologías de la información y la
comunicación que se iban incorporando desordenadamente
a dicho devenir.
Este devenir habría de ser caracterizado por un
acontecer político institucional, que muchas veces
desbordaba las reglas de juego
establecidas constitucionalmente. Ello no impidió- aunque
estimamos que produjo serias distorsiones –tanto en las
realizaciones de la gente particular o comunitariamente como la
implementación de políticas publicas, aveces
llamativamente por parte de gobiernos de facto o de dudosa
constitucionalidad, como se desprende del análisis de los respectivos presupuestos
y/o cuentas de
inversión
Sobre esa disposición de los asentamientos
poblacionales delineada entre 1880 y 1914, y las distorsiones de
una incorporación acrítica de tecnología,
habrían de irrumpir la Telemática emblematizada por Internet. Y debe acotarse
que ello fue posible porque previamente se había tendido
la red telefónica que posibilitaba tanto el discado
directo nacional como internacional sobre la referida
disposición de centros poblacionales. Para participar de
esta apropiación tecnológica, que se
iniciaría a mediados de 1996, había una franja de
población joven que a partir de los años 80, en su
infancia, se
empezó a preparar jugando con los dispositivos adosados a
los aparatos de televisión
conocidos como Pac Man.
Fuera de los sistemas
educativos formales, que tardan en adaptarse a esas nuevas
realidades y continúan insistiendo con sus esquemas
didácticos pre-TICs, esos niños
de ayer y la mayoría de los que en adelante se
incorporarían al flujo vital argentino, estarían en
capacidad y aptitud para dicha apropiación
tecnológica, que es en nuestra opinión la que
posibilitaría una nueva manera de gestionar los
conocimientos susceptibles de generar actitudes
desconcentradoras.
Los ejemplos al respecto se van constatando mas que
exponencialmente, en la medida que uno ausculta los nuevos
comportamientos.
Mas esa red de asentamientos humanos evolucionó
desequilibradamente tanto en términos demográficos
como socioeconómicos.
La red perfilada a partir de 1914, se compondría
básicamente de mil seiscientos diez (1.610) asentamientos
superiores a los seiscientos habitantes, según el Censo de
1991, siendo el Area Metropolitana de Buenos Aires, el contenedor
de un tercio de la población. Cabe señalar que en
ese Censo, milcuatrocientos cuarenta(1.440) asentamientos
tenían menos de veinte mil habitantes. Y como lo
señalamos en un trabajo anterior de temática
similar al presente, en nuestras travesías por los
senderos argentinos, hemos detectado muchos asentamientos humanos
menores a los seiscientos habitantes, normalmente nucleados
alrededor de alguna estación ferroviaria pertenecientes a
ramales levantados, clausurados o de baja actividad.
Al desequilibrio demográfico se le
adicionó el desequilibrio socioeconómico. En el
Area Metropolitana de Buenos Aires, en las seis o siete
áreas metropolitanas menores, así como en la casi
todas las capitales de provincias, se había producido una
paradojal concentración de riqueza en un reducido sector
de la población junto a una concentración de
pobreza de
grandes y muchas veces mayoritarios sectores de la
población.
Tomando como parámetro el trabajo
dirigido por Oscar Altimir en 1983, sobre la pobreza en
América
Latina, se realizó en 1987, sobre la base del Censo de
1980, el trabajo
"la Pobreza en la
Argentina". El mismo, evidenciaba lo que ya se insinuaba en los
80 en los foros internacionales como uno de los mas graves
problemas de
la agenda planetaria: La pobreza en las
áreas metropolitanas del Tercer Mundo.
Así nuestro esbozo apunta a compatibilizar la
desconcentración demográfica con el atenuamiento de
la pobreza, y nos parece que ello debe hacerse paulatinamente y
con el protagonismo de sus propios actores.
Es ostensible que se ha operado un proceso de
migración de pobres desde las áreas
rurales, y las pequeñas y medianas poblaciones, hacia los
grandes asentamientos humanos. Atraídos por las
expectativas de mejores condiciones de vida, imagen a la que
contribuyeron los medios de
comunicación de masa metropolitanos, y que
tenían algún asidero al elevamiento de la calidad de
vida operado en las grandes ciudades argentinas,
particularmente en el área metropolitana de Buenos Aires
entre fines de los años 30 y principios de los
70. Resulta casi embarazoso consignar que hacia 1978, la desocupación en Argentina era del 2,4 %,
similar a la que había 4 años antes en un contexto
de normalidad constitucional.
Esta migración
de pobres a las grandes ciudades, curiosamente ha elevado la
calidad de
vida de los centros expulsores.
No debe soslayarse que las concentraciones de pobreza
metropolitana argentina, han recibido también migraciones
provenientes de los países limítrofes
particularmente de Bolivia,
Chile y
Paraguay, y en
menor medida del Uruguay, cuya
migración presenta un perfil socioeconómico
distinto y se asemeja mas a las otras migraciones provenientes de
Europa.
No es un dato menor consignar que tanto las migraciones
internas como las provenientes de los países
limítrofes con excepción de la migración
uruguaya, han acentuado la percepción
de la "latinoamericanización" de la Argentina,
fenómeno de difícil metabolización por los
argentinos descendientes de las migraciones provenientes de
Europa y Cercano Oriente.
El impacto de la irrupción de las TICs en la
fluencia vital argentina, provoca efectos múltiples, uno
de los cuales es lo que denominaríamos como la
"resignificación" o el "redescubrimiento" de los productos
culturales previos a dicha irrupción tecnológica.
Esto se emparenta con el concepto de "Macrothesaurus", entendido
como recuperación de la información.
Como consecuencia de la evolución argentina, insistimos
particularmente a partir de 1880, se han venido acumulado
documentación, equipos y experiencias,
muchas veces pocos divulgadas, algunas desconocidas, que el
impacto de las TICs permite ponerlas al servicio del
desarrollo de
las personalidades del presente y del futuro
inmediato.
En múltiples ocasiones, nos hemos referido a un
concepto "lato" de las TICs, entendiendo por tales no sólo
al empleo de
computadoras
conectadas a algún tipo de red de transmisión, sino
que lo hacemos extensivo a las distintas modalidades de televisión
y radiodifusión, al fax, a la
fotocopiadora, al escáner, y
las bibliotecas
escolares y publicas.
Conjunciones como las de Internet con la
radiodifusión de frecuencia modulada, ó como las de
la combinación del escáner
con la fotocopiadora, operan como poderosos divulgadores y
democratizadores del conocimiento.
Aveces las soluciones de
tan evidentes y simples suelen recibir reservas por partes de las
personalidades habituadas a las complejidades teóricas,
pero por ejemplo lo que implica la conjunción de
fotocopiadoras y escáneres en las alrededor de 1700
bibliotecas
populares, ofrece una sinergia
potencial, que resulta difícil de procesar para las
personalidades adultas acondicionadas por los métodos
pre – TICS, y son
asimiladas velozmente por aquella niñez y
juventud
"alfabetizada" en términos algorítmicos por el ya
mencionado Pac Man y sus sucesores los juegos
electrónicos, verdaderos bancos de prueba
del calculo complejo, recurso que aun no asimilan las
mentalidades pre – Tics adultas.
Basta solo recorrer cualquiera de los 1610 asentamientos
humanos antes mencionados y que comprenden alrededor del 85 % de
la población argentina, para vivenciar el fenómeno
de apropiación de las TICs por parte de la niñez y
juventud, sea
en los locutorios privados, en las Centros Tecnológicos
Comunitarios instalados muchos de ellos en entidades de bien
publico, así como en las Bibliotecas populares.
Es nuestra hipótesis que el gran salto cuántico
que ya esta experimentando en la Argentina, se está
gestando desde esa sinergia entre el sector infanto juvenil y la
telemática.
Creemos nuestra obligación insistir sobre la
población adulta acerca de la inexorabilidad de este
proceso del
"aprender jugando".
En la medida que este proceso, que se verifica en las
sociedades mas
avanzadas del planeta, sea procesada por las franjas adultas de
la población, que son las que normalmente ocupan las
posiciones de comando en las organizaciones
publicas y privadas, ello redundará en un pleno
aprovechamiento de este fenómeno que no dudamos en
calificar de disruptivo.
No obstante lo expresado en los párrafos
precedentes, y como una profundización de los mismos, se
hace conveniente visualizar formulas de conciliación entre
los nuevos fenómenos en desarrollos con las estructuras
organizativas y mentales preexistentes.
Hay mucha riqueza potencial en las trayectorias de las
entidades de bien publico, en los Municipios y también en
repositorios y bibliotecas de reparticiones provinciales y
nacionales. Sin embargo la intensidad de empleo de
estos reservorios de conocimiento suele ser baja.
Ultimamente, promovidos por organismos internacionales y
corrientes académicas provenientes de Europa y/o América
del Norte se han puesto en boga términos como "ONGs",
"Tercer sector", "sociedad civil "o
similares. Y no sin cierto estupor venimos contemplando que los
introductores de estos nuevos conceptos, subestiman las
trayectorias de las entidades de bien publico, que animan la vida
rural y ciudadana argentina. En términos conceptuales y
vivenciales cuando hablamos de entidades de bien publico y de
"Oneges" estamos aludiendo a fenómenos bien distintos. El
uno: enraizado en la fluencia vital argentina, y el otro: como
algo sobrepuesto al calor de
apoyos concretos externos.
Nuestra conclusión es que la dinámica de las entidades de bien publico
terminara absorbiendo a los aportes de las Oneges.
Hay un probado vaso comunicante que vivifica a ciertos
componentes de los poderes públicos, que siempre albergan
el riesgo de
"burocratizarse", y es de la Cooperadora, institución de
hondo arraigo en el tejido comunitario argentina. La forma de
cooperadora mas conocida es la de la cooperadora escolar, pero
también hay cooperadoras de hospitales y de comisarias o
destacamento policiales. Similar perfil tienen las conocidas como
"asociaciones de amigos", por ejemplo de museos
públicos.
Debe recordarse que desde su inserción en la
fluencia vital argentina, las entidades de bien publico han
recibido aportes de todos los gobiernos, y existen muchos
ejemplos de intentos de manipulación política sobre
estas entidades, que vienen siendo autenticas escuelas de
dirigentes.
Al mencionar a las cooperadoras mencionamos a las mas
caracterizadas, cual son las escolares, y por esa vía nos
introducimos en el sistema educativo formal, afectado como todas
las organizaciones,
particularmente las publicas, por el indeseable fenómeno
de la burocratización, el que pareciera incito en la misma
lógica
de toda organización.
En nuestros esquemas de desconcentración
geográfica, asignamos a las escuelas primarias y
secundarias(aunque ahora hayan cambiado de denominación),
un rol protagónico para articular las iniciativas
particulares y comunitarias con las políticas
publicas.
Hay una razón operativa elemental, pero de honda
repercusión practica. Existen en la Argentina alrededor de
25.000 escuelas de enseñanza elemental: La máxima
dispersión posible de componentes de los poderes
públicos sobre el territorio argentino. Todas ellas tienen
su correspondiente cooperadora y en los hechos están
relacionadas con el Municipio respectivo, con las otras entidades
de bien publico o con reparticiones nacionales provinciales y
nacionales si las hubiera.
A modo de acotación, y porque no tiene el
eventual lector de esta comunicación haber leído algunas de
nuestras otras comunicaciones, suelo acompañar este
guarismo de la cantidad de escuelas elementales, con otros dos
datos que
considero relevantes para toda tarea similar como las que
aquí nos referimos. Se trata de la regionalización
ecológica, en doscientas(200) unidades formulada
oportunamente por el Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria; así como la
organización de las distribución postal en alrededor de dos
mil(2000) circuitos
postales,
excluidos los de la Capital Federal. Es nuestra opinión
que esas zonificaciones ecológica y postal, son muy
susceptibles de ser consideradas como adecuadas unidades
básicas paras las acciones de
gobierno y/o
comunitarias.
La relación de las escuelas básicas con
las familias vía la cooperadora es un dato de la realidad.
De allí el potencial existente susceptible de
incrementarse cuánticamente con el empleo de las TICs,
cuyos desarrollos hacen cada vez más viable y
económico la apropiación de las mismas, siendo
"el estado del
arte" la
tecnología Wi- Fi, que permite a cualquier escuela sin
necesidad de instalaciones telefónicas, el empleo de las
Tics energizadas por paneles fotovoltaicos, ingrediente que ya es
realidad en zonas desérticas o semidesérticas de la
Argentina.
Esta es una de las posibilidades que ya se están
abriendo y que no escapan al que recorre tanto la campaña
argentina como sus pequeñas y medianas ciudades,
constatándose fenómenos equivalentes en los barrios
aun en los más marginales de las metrópolis
argentinas.
Esas situaciones ejemplifican acerca de cómo se
puede elevarse la calidad de vida de la población
argentina, con tan solo no interferir las iniciativas en curso, o
mediante el aporte que pueda llegar vía los poderes
públicos, vía los aportes privados, pero pivoteando
sobre "el esfuerzo propio y la ayuda mutua" de las familias
interesadas.
Aquí, recobra su vigencia el concepto de
"Economía
Doméstica. Casera u hogareña", concepto sobre el
que venimos formulando numerosas comunicaciones desde hace mas de
una década y que consiste en la elaboración por
parte de las familias de alimentos y
vestuario, con destino a consumo de la
propia familia o al
trueque con otras familias. Las expectativas que generó el
"american way of life", así como la generación de
empleos en la industria y
los servicios en
las pasadas décadas, hizo que se fueran abandonado este
tipo de practicas de autoabastecimiento sobre todo en las grandes
concentraciones urbanas. Somos de los que creemos que con los
adelantos tecnológicos disponibles y con el ensanche de
las capas de población instruidas, existe una gran
alternativa para la satisfacción de necesidades
básicas.
Y como es tiempo de disrupción, esta no se agota
en lo que venimos esbozando, sin pretender en ningún
momento en entrar en inoperantes detalles, que son reservados a
los protagonistas situados en sus respectivas
geoculturas.
Aunque con pretensiones trasndisciplinarias, el nuestro
no deja de ser un abordaje monográfico, y
biográfico por añadidura, con todas las
limitaciones que ello implica.
Por razones laborales y por inquietud personal, hemos
cultivado el área del transporte,
entendida como la circulación física de
mercaderías, personas y correspondencia.
Estimamos que la masa de conocimientos acumuladas en el
tema, particularmente en las áreas del transporte por
agua, el
ferroviaria y los dirigibles, en algún modo nos
permitieron una peculiar lectura del
fenómeno TICs.
Esta característica nos hace suponer que cada uno
aborda el análisis de la realidad global, desde aquella
área que por vocación y/o destino se haya cultivado
en su respectiva parábola vital.
Y así como la perspectiva del transporte nos ha
facilitado y en cierto modo condicionado nuestro abordaje del
fenómeno TICS, de manera recíproca, las intensas
vivencias en dicho fenómeno y el seguimiento del estado
del arte de los
transportes, particularmente de la tecnología de los
"más livianos que el aire", nos han
persuadido de reformular algunos de los supuestos y/o las
conclusiones a las que habíamos arribado en estadios
anteriores de nuestros estudios sobre el particular.
Lo manifestado precedentemente tiene estrecha
relación, sobre las apreciaciones que hemos formulado
sobre la configuración de la red de comunicaciones
argentinas, en el periodo 1880 – 1914, que pivoteaba sobre
el ferrocarril y el telégrafo, complementándose con
el transporte por agua de
cabotaje.
Es conocido como la irrupción del complejo
caminero automotriz a partir de la década del 30, no
complementó sino sustituyó traumáticamente
al modo ferroviario y minimizó al transporte por agua.
Ello no fue óbice para que la irrupción del
complejo automotor- camino pavimentado y el rol jugado por el
transporte aéreo, reforzara la red de comunicaciones y
transporte previamente establecida, y por ende la consecuente
organización del territorio.
La crisis del
petróleo
de 1973, la consiguiente liberación de su precio y la
perspectiva del agotamiento de los hidrocarburos,
comenzó a sugerir el diseño
de escenarios alternativos para el transporte. Así
surgieron en el ámbito conceptual la revalorización
del ferrocarril y del transporte por agua, así como las
posibilidades de los "más livianos que el aire", o sea los
dirigibles o zepelines.
Nuestros supuestos hacia principios de la década
del 80, recogían esas revalorizaciones y esas
posibilidades, a las que adicionábamos un rol
complementario a la tracción a sangre animal,
sobre todo en un contexto de desconcentración
física.
El desarrollo
alcanzado desde entonces por la tecnología dirigible, y
los proyectos en
curso de implementación, nos sugieren la
reconsideración de nuestros supuestos, atenuando las
posibilidades del ferrocarril.
La abundancia de recursos hidrocarburíferos en la
Argentina, ha diferido la consideración de su agotamiento,
mas no debería hacerla desaparecer de la
formulación de escenarios prospectivos. En este punto vale
recordar el canon técnico, que establece que un H.P
caballo de fuerza,
arrastra 150 kilos en el camino pavimentado; 450 kilos por la
vía férrea y 4.000(cuatro mil) kilos en el agua o en
dirigible, ya que este "flota en el aire". Este solo guarismo,
mas los proyectos en
curso de puesta en producción para los años
venideros, nos hacen imaginar en un protagonismo para el
dirigible, allí incluso donde se potencie a la
navegación de cabotaje marítimo y fluvial, incluida
la construcción de canales de
navegación.
Para columbrar las posibilidades del tipo de dirigible
de mil toneladas de capacidad de carga, que entrarán en
producción en pocos años mas, cabe recordar que
este tipo de vehículos, y por ende los de menor capacidad
de porte, no necesitan ni puertos, ni caminos, ni vías
férreas ni caminos pavimentados y pueden llevar esas
capacidades de carga, a 150 kilómetros por hora de
velocidad de
crucero a distancia de alrededor de 3.000 kilómetros. Y
estas afirmaciones, que solo tenían cabida hace
años en publicaciones de ciencia-ficción, ahora son habituales en
los foros de información del transporte. Es ese soporte de
documentación, disponible en la Web, el que da
sustento a las probabilidades que asignamos al dirigible en
materia de
transportes de cargas y de pasajeros. Mas el rol de
tecnología que se asigna al dirigible, no se agota en las
probabilidades enunciadas sino que se extiende en la modalidad de
los dirigibles estratosféricos de telecomunicaciones, que bajan cuánticamente
los costos de los
sistemas de
telecomunicaciones que necesitan del empleo de
satélites
artificiales. La conjunción de estos dirigibles
estratosféricos de comunicaciones, en curso de
producción con tecnologías como la WI – FI,
amplifican las posibilidades de las telecomunicaciones,
telemática incluida a niveles cuya única
restricción será la capacidad de elaboración
de la información disponible por parte de los usuarios a
muy bajos costos.
Es por todas las consideraciones que venimos formulando
precedentemente, que cobran sentido nociones como aquella
de"sociedad del conocimiento y la información". La
conjunción del reconocido potencial de la dotación
de recursos
naturales y de capital humano
calificado que posee la Argentina con estos portentos del
desarrollo tecnológico, en un contexto de poderes
públicos como el que también hemos descripto en el
curso de esta comunicación, son los que nos hacen pensar
que una desconcentración demográfica
redundaría en una alta calidad de vida.
Hacemos énfasis en el mantenimiento
dinámico de la constelación de poderes
públicos, porque entendemos que los cambios
sobrevendrán de las actitudes de personalidades inquietas
insertadas en las instituciones
de bien público, en las instituciones educativas y en los
Municipios. Los aportes que hacen y pudieran hacer el resto de
los poderes públicos serán a nuestro entender
complementarios. Esto nos diferencia- estamos inmersos en
cuestiones sujetas a controversia – de quienes, descontamos de
buena fe, suponen que la realidad se puede modificar
substancialmente a partir de políticas publicas, que para
ser implementadas implican grandes costos institucionales, que
lesionarían tanto la división republicana de
poderes, como las autonomías provinciales, municipales y
universitarias.
En sus "Tipos Psicologicos" Carl Jung, sostiene que "no
se puede encerrar la vida en formula alguna". Desde la teoría
del caos, Laurie A. Fitzgerald , nos ilustra sobre el fin del
paradigma
preconizado por Descartes,
Newton y
Taylor, donde
primaban la certeza, la precisión y el control, y la
toma de conciencia que
todo es incierto, impreciso y fuera de control,
sugiriéndonos (como ya lo adelantamos al principio de este
desarrollo) la lectura de
"Parque Jurásico", de Crichton, como alegoria de un tiempo
donde el emblema ya no es el reloj sino la nube…
En esta comunicación hemos compendiado y
actualizado desarrollos que reflejan nuestra lectura de la
fluencia o flujo vital argentino. Aunque es una
comunicación deliberadamente concebida para ser puesta en
el cyberespacio, uno nunca sabe quienes serán sus
receptores. Ello no obsta para que nuestra intención sea
compartir las inquietudes que aquí se comunican con todas
aquellas personas que están YA haciendo cosas como las que
aquí esbozamos en sus respectivos habitats y para alentar
aquellos que están pensando en hacer aportes para
reinventar un país concebido como una "comunidad del
conocimiento y la información".
Comunicación finalizada en Buenos Aires el
Viernes, 12 de Marzo de 2004.
Alfredo Armando Aguirre
Pagina Personal: