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Metodología de análisis de la Sala Situacional




Enviado por lfbonilla98



    1. Definiciones
      básicas
    2. Inteligencia policial y de
      seguridad de Estado (inteligencia­contrainteligencia
      policial-militar)
    3. Finalidad empírica
      asignada al análisis del entorno
    4. Los marcos de
      referencia
    5. Lugar de enunciación
      (LOCI) del análisis del entorno
    6. Lenguaje informativo y
      comunicativo
    7. La
      realidad
    8. La
      transformación
    9. El locus de
      control
    10. El
      seguimiento
    11. El control
    12. La integración de
      visión
    13. La perspectiva
      burocrática como variante
      contingente
    14. Las fuentes de
      información para el análisis del
      entorno
    15. Las tipologías de
      información para el análisis del
      entorno
    16. La síntesis de
      información para el análisis del
      entorno
    17. El reporte noticioso y su
      interpretación
    18. Los momentos de
      microanálisis
    19. El destino de la
      síntesis noticiosa
    20. Los equipos multidisciplinarios
      de análisis por niveles
    21. Fortalezas y debilidades de la
      síntesis noticiosa como insumo de trabajo para el
      análisis multidisciplinario
    22. Encuentro y desencuentro
      entre las propuestas teóricas de la sala social
      situacional y los macroprocesos de análisis del
      entorno
    23. Los tiempos del reporte
      noticioso: alerta temprana y noticia
      editada
    24. La hibridación
      prospectiva de los decisores
    25. El esquivo centro
      político
    26. La política
      institucional establece la centralidad del lenguaje y de las
      propuestas
    27. Sistematizando la
      metódica
    28. Los hechos son superiores a las
      especulaciones.
    29. Los hechos: escenario de
      encuentro entre micropolítica y
      macropolítica
    30. Inteligencia social y sala
      situacional
    31. Las tendencias apuntan a
      escenarios
    32. Relacionar escenarios,
      inscribir en una tendencia
    33. Reforzar el análisis con
      información en profundidad
    34. Los formatos más
      utilizados para presentar los escenarios de
      interés
    35. El análisis de segundo
      cuarto y quinto nivel

     

    Definiciones
    básicas

    Recordemos que la inteligencia
    social resume experiencia y saberes acumulados por las
    comunidades y los grupos
    sociales que se expresan en estrategias de
    sobrevivencia contra lo adverso. La inteli­gencia social
    agencia la resistencia, el
    combate y el legado del recorrido histórico insumiso,
    rebelde y contestatario del pueblo venezolano.

    En consecuencia su loci de enunciación es la
    comunidad, el
    barrio, la comuna agrícola, la fábrica, la universidad, los
    lugares ocupados y nunca el Estado. La
    inteligencia social al relacionarse con una forma de gobierno
    revolucionario, crea intersticios, espacios de encuentro y
    comple­mentariedad entre ambas instancias. La
    imbricación que de ello deriva se le denomina sala social
    situacional. La inteligencia social situacional también
    tiene su lugar de enunciación (loci) en las comunidades y
    a ellas se debe.

    Cuando se habla de una inteligencia comunitaria cuyo
    lugar de formulación es el aparato gubernamental en
    realidad nos estamos refiriendo a una actividad para-policial.
    Esta labor puede estar legitimada o no por una necesidad
    compartida entre aparato burocrático y ciudadanos, pero
    que no pertenece al recorrido de estrategias de resistencias
    que agencia la inteligencia social.

    Por ello, cuando mencionamos la inteligencia social nos
    estamos refiriendo a una articulación de las
    complementariedades entre gobierno bolivariano y pueblo, a una
    horizontalización de la admi­nistración, al
    emerger de la democracia
    informativa en su concepción más acabada y
    amplia.

    Inteligencia
    policial y de seguridad de
    Estado
    (inteligencia­contrainteligencia
    policial-militar)

    En la perspectiva que nos develan Maquiavelo,
    Sun Tzu y Clausewitz, cualquier Estado dispone de una red de informantes y
    agentes asalariados que se infiltran en las organizaciones
    sociales, en el pueblo, en las multitudes para atrapar los
    significados rebeldes y sus expresiones.

    No es nuestro papel ni intención juzgar o
    pronunciarnos en este momento sobre estas dinámicas. Lo
    que sí resulta de especial interés
    para nosotros es tomar distancia de cualquier apelación a
    la simple utilización de los saberes sociales para la
    conservación del poder por el
    poder. Por el contrario, el propósito de la nomenclatura de
    un gobierno revolucionario debería ser la de devolver ese
    poder, el aparato gubernamental y las instituciones
    a sus ciudadanos.

    La inteligencia social situacional que resulta de
    nuestro interés se ubica en la dirección señalada por el presidente
    Chávez de todo el poder para el pueblo, en este caso el
    poder de la información y la
    comunicación y la gestión
    de los asuntos de interés ciudadano.

    Contraloría social: es el conjunto de condiciones
    y mecanismos a través de los cuales individuos o grupos de
    ciudadanos en forma organizada e independiente, ejercen la
    corresponsabilidad en los asuntos públicos, participando
    en la formulación, elaboración y planificación de políticas,
    así como en la vigilancia y control del
    funcionamiento de las instituciones, la ejecución de
    proyectos o la
    conducta de
    funcionarios públicos. La contraloría social busca
    garantizar:

    –El uso eficiente de los recursos
    públicos.

    –El respeto de la
    legalidad.

    –El cumplimiento de los planes y presupuestos
    públicos y de las especificaciones de obras
    públicas. –El desempeño diligente y la conducta honesta
    de los funcionarios y empleados públicos.

    –La amplia difusión de información
    para que los ciudadanos. estén enterados sobre
    quiénes son los funcionarios y empleados públicos a
    su servicio,
    cómo se están desempe­ñando y
    cómo ocupan los recursos públicos de la comunidad,
    municipio o nación.

    –Divulgación de información para que
    los ciudadanos estén enterados sobre la obra de gobierno,
    su ejecución presu­puestaria y financiera, su
    cobertura y alcances sociales, los beneficiarios, entre
    otros.

    La institucionalidad es el campo donde se afinan las
    definiciones, formulaciones de políticas públicas y
    direcciona la ejecución de la acción
    gubernamental a través de ministerios,
    institutos autónomos, dependencias, actos jurídicos
    o decisiones. Está referida al hacer, a la cotidianidad de
    las instituciones.

    El entorno es lo que le da contexto a la labor
    institucional y/o organizacional. Es la otredad que suele ser
    silenciada. Sin embargo, no es sólo contexto para actuar,
    es contexto que determina las propias políticas
    públicas. En consecuencia dentro de la visión
    sistémica gubernamental el contexto está presente
    en el input y el output alimentando y retroalimentando sus
    procesos.

    El análisis del entorno es el conjunto de
    técnicas para intentar sistematizar la
    interacción entre las políticas
    públicas y el entorno institucional, entre la
    institución y los ciudadanos, mediante una red conceptual,
    metodológica, operativa para que las decisiones de las
    organizaciones cuenten con la pertinencia de acción que
    demanda el
    contexto.

    Esfuerzo que se normaliza en instrumentos,
    técnicas y proce­dimientos institucionales y se indexa
    en documentos,
    archivos y
    bases de
    datos.

    El análisis de entorno es la denominación
    genérica asignada a los procesos que adelanta la sala
    social situacional.

    El análisis del entorno, al normalizar e indexar
    sus procesos y resultados, se constituye en la herramienta
    organizacional que le provee a los decisores la
    información necesaria para garantizar políticas
    públicas eficaces, legítimas, de calidad y
    pertinentes.

    Al análisis del entorno le corresponde explorar
    tendencias y escenarios de comportamiento
    social y de encuentro entre políticas y ciudadanos y, en
    consecuencia, sugerir cursos de acción para viabilizar la
    acción, disuadir y disolver los puntos de resistencia y
    conflicto e
    incorporar las expectativas y necesidades ciudadanas a la
    gestión.

    Los insumos necesarios para el análisis del
    entorno provienen de la información exógena
    (inteligencia social y contraloría social) y de la
    información endógena (que se produce y sistematiza
    desde los propios referentes institucionales).

    La gestión organizacional en un sistema
    político de democracia participativa y
    protagónica demanda un profundo, continuo,
    sistemático y oportuno estudio en torno a la
    situación (contexto) en la cual se desarrollan sus
    dinámicas. Premisa que procura alcanzar el desarrollo de
    una administración eficiente, de calidad, justa
    y equitativa.

    La toma de
    decisiones viene a ser el proceso
    mediante el cual se adoptan juicios o se elige entre varias
    posibilidades una alternativa o un conjunto de ellas, dando
    respuestas a enunciados tales como: ¿qué hay que
    decidir?, ¿cuáles son las opciones?,
    ¿cuáles son las ventajas de la decisión
    acordes a los objetivos
    institucionales?, ¿cuál es la mejor opción?,
    y finalmente, ¿qué medidas hay que tomar? Por su
    naturaleza
    existen decisiones de tipo rutinarias, de emergencia,
    estratégicas y funcionales. El análisis del entorno
    llevado a cabo por la sala social situacional, alimenta el
    proceso de toma de decisiones y facilita la selección
    de las alternativas más favorables para la
    organización. Los insumos fundamentales para el
    análisis del entorno son la información, la
    comunicación y la
    mediática.

    Para nosotros la información es un concepto dual.
    Por una parte, se refiere a los contenidos (textuales, visuales,
    sonoros, gráficos, virtuales, gestuales, etc.) que
    constituyen el insumo para el desarrollo de una
    comunicación eficiente, eficaz, pertinente, oportuna y de
    calidad. Por otra, es síntesis
    al convertirse en el producto
    acabado de los procesos de análisis, el cual se transfiere
    mediante una comunicación planeada, coherente y
    adecuadamente direccionada. Tanto como insumo y como producto, la
    información puede ser endógena y
    exógena.

    La información endógena es aquella que se
    genera en la propia organización. A una propuesta emergente de
    sistema integral
    de comunicación e información (SICI), le
    correspondería –entre otras funciones–
    buscar, capturar, acopiar y procesar de manera consciente la
    información de planes, programas,
    proyectos, logros y metas de interés para las comunidades
    de su área de influencia. La información
    endógena es insumo generado desde las dinámicas y
    la realidad institucional. Tiene como fortaleza la posibilidad de
    controlar su prognosis (transferencia programada).

    Por otra parte, la información exógena es
    aquella que se produce y recibe desde el entorno institucional.
    Es decir, aquella que recibe la organización por tres
    vías: a) la inteligencia social, b) la contraloría
    social y, c) las pesquisas de la
    inteligencia­contrainteligencia policial-militar.

    La comunicación agencia los flujos de la
    información dotándola de sentido mediante las
    órdenes que transmite. La comunicación es el nombre
    genérico que agrupa los procesos posteriores al input y
    previos al output informativo en las dinámicas
    institucionales.

    La comunicación es el proceso holístico de
    captura de la infor­mación geocultural, de
    agrupación temática para su posterior
    selección en un campo de interés de la
    administración, de decons­trucción
    sistémica para develar el sentido y direccionalidad de sus
    significantes y significados, las frecuencias en las repeticiones
    respecto a los códigos que se están trabajando en
    una coyuntura dada para luego reconstruirlos en función de
    que faciliten informa­ción relevante sobre las
    tendencias y escenarios sociales, económicos,
    políticos, culturales, militares y de diversa
    índole, a partir de los cuales es posible construir
    proyecciones de tendencias y escenarios posibles de
    comportamiento de los actores, las situaciones y las
    políticas en la realidad.

    Develamiento que posibilita la elaboración de
    estrategias prin­cipales y alternativas para consolidar el
    curso positivo de los aconte­cimientos y revertir las
    contradicciones, resistencias y cursos de choque que se
    vislumbren.

    La mediática se refiere a los medios por los
    cuales se trasmite la información (televisivos,
    electrónicos-informáticos, radiales, impresos,
    murales, etc.). El conjunto de medios de
    comunicación es conocido como mass media.

    El apogeo de los mass media ha provocado un cambio en las
    relaciones entre los ciudadanos y las instituciones, en la manera
    de hacer política y en el
    nivel de participación en la cosa pública. La
    comunicación mediatizada por los mass media
    readecúa el concepto althusseriano del aparato
    ideológico del Estado (escuela, medios,
    familia),
    redefiniéndolo en lo que llamaremos aparato
    ideológico del mercado, o bien,
    aparato ideológico del entorno.

    Los mass media, cuyo principal exponente es la
    televisión, han establecido un nuevo terreno social y
    político caracterizado por una creciente accesibilidad a
    las imágenes.
    Accesibilidad que ha derivado comunicacional y psicosocialmente
    en la
    metamorfosis del ciudadano en telespectador y del
    político en producto comercial.

    Desde la perspectiva analizada, los mass media pueden
    cons­tituir instrumentos integradores y portadores de
    cultura o
    meros aparatos regidos por intereses de lucro y control social
    del biopoder.

    Finalidad
    empírica asignada al análisis del
    entorno

    Es finalidad de la sala social situacional y el
    análisis del entorno la promoción y garantía de respuestas
    oportunas, pertinentes y de calidad a los ataques que vienen del
    contexto a la gestión, anticipar su desarrollo y la
    localización previa de los conflictos.
    Asimismo garantizar un análisis a las instituciones que le
    permitan desarrollar una labor proactiva que derrote
    definitivamente la cultura reactiva improvisadora. La finalidad
    está referida a los objetivos y funciones de la sala
    social situacional.

    Lo reactivo expresa acciones
    reflejo desarrolladas por la institución en procura de dar
    respuesta en el muy corto plazo a una ofensiva de los agentes
    exógenos adversos.

    Desde lo reactivo se planifica bajo presión y
    se emplean todos los medios disponibles para sortear exitosamente
    la coyuntura que ocupa el interés
    organizacional.

    Lo proactivo (programático) está asociado
    a la determinación anticipada de agendas de
    gestión. Se diseñan, planifican, ejecutan y
    evalúan actividades de acuerdo a una direccionalidad
    estratégica previamente delimitada desde la perspectiva de
    los actores claves.

    Diseño programático que procura posicionar
    temas, difundir noticias,
    divulgar pensamientos e ideologías, publicitar logros,
    generar vocerías y comunicar planes.

    Las respuestas proactivas posibilitan mover el centro de
    atención a contextos, diversos que
    favorecen a quien ejecuta el programa de
    acciones.

    Los marcos de
    referencia

    Los marcos de referencia nos permiten establecer los
    límites
    y alcances del análisis del entorno para evitar
    extravíos en la "imaginería" de futuribles sin
    sentido práctico o utilidad para la
    gestión. Estos marcos son normativo, ontológico,
    epistemológico, axiológico, teleológico y
    conceptual-procedimental.

    El marco normativo está referido al conjunto de
    definiciones consensuadas entre los distintos niveles de la
    organización a partir de los cuales se establece el norte
    del proceso de transformaciones. Tanto la estructura
    organizativa de la sala social situacional, como sus procesos y
    resultados tienen como marco normativo:

    a. La Constitución de la República
    Bolivariana de Venezuela
    (1999).

    b. Las leyes
    orgánicas, ordinarias, especiales, decretos y resoluciones
    vigentes que se vinculan a la actividad de comunicación e
    información en Venezuela (fundamen­talmente las
    producidas después del proceso constituyente:
    1999-2003).

    c. El Plan Nacional de
    Desarrollo 2001-2007, especialmente en lo referido a la
    comunicación y la información enun­ciado en el
    equilibrio
    social.

    d. La Agenda Latinoamericana Bolivariana Alternativa
    (ALBA).

    e. Los decretos de creación de los ministerios y
    órganos de la APN.

    f. Los ejes políticos de cada institución
    de interés.

    g. La concepción holística de la
    inteligencia social.

    h. El Manual de
    definiciones, operativo y metodológico para el
    análisis de entorno.

    i. El manual de protocolos,
    formas y procedimientos
    para el análisis del entorno.

    j. El manual de manejo de los ciclos de gestión
    .

    El marco ontológico nos permite entender que el
    análisis del entorno no es una actividad autónoma,
    es decir no tiene justificación en sí misma. Por el
    contrario, su génesis, desarrollo y prospectiva apuntan a
    la utilidad de sus procesos y resultados para los actos
    administrativos y de orientación estratégica de las
    organizaciones.

    Como actividad que se expande en la perspectiva de
    gestión institucional desde 1999 el análisis del
    entorno, es un campo en construcción, no acabado, que se adapta y
    evoluciona conforme la realidad nacional lo exige.

    Es decir, el análisis del entorno es una dinámica que va de lo real a lo ideal, lo
    cual ontológicamente implica que se está en el
    período de su definición.

    Su deber ser es un horizonte abierto en continua
    construcción. En esa perspectiva, las dinámicas
    gubernamentales en las cuales aparece inscrito el análisis
    del entorno, le dotan de unas finalidades y objetivos que deben
    ser valorados como propósitos para una etapa y no como
    protocolos, procedimientos, técnicas y formatos acabados.
    Por el contrario, requieren ser asumidos como constructos en
    evaluación y retroalimentación continua.

    El marco epistemológico se refiere a cómo
    la organización entiende, comprende, valora y describe el
    proceso de construcción de realidad y su
    imbricación con la política. El análisis de
    la sala social situacional exige una aproximación a la
    realidad como proceso en permanente transformación,
    creación y recreación, como espiral que conjuga
    diversas y difusas dinámicas e imaginarios sociales,
    políticos y económicos. En consecuencia su
    temporalidad es amplia, diversa y conformada por el devenir
    histórico-social de cada momento. Una episteme centrada en
    productos, en
    resultados limitados temporalmente conflictúa con la
    racionalidad abierta del análisis del entorno.

    El marco axiológico d*el análisis del
    entorno le genera a las organizaciones que lo utilizan un
    empoderamiento con la realidad toda vez que les dota de una
    mejora sustantiva en su poder de negociación, direccionamiento y liderazgo.
    Desarrollo que puede pervertirse si el uso de sus procesos y
    productos se limita al utilitarismo del triunfo institucional sin
    ningún marco de referencia.

    Dos mecanismos pueden contribuir a evitar esta
    desviación: uno, establecer con antelación y
    claridad los límites y alcances que se plantean con el
    análisis del entorno y, dos, asumir la ética de
    los sujetos, de los simples, del pueblo (estable) por encima de
    la moral de
    gobierno (coyuntural). En todo caso, el gobierno y el Estado no
    son un fin en sí mismos sino representaciones aceptadas
    que se justifican por su relación y utilidad con los
    ciudadanos.

    Éticamente, el análisis del entorno toma
    distancia respecto a la valoración instrumental del facto,
    del hecho, para manipularlo más allá de los
    límites de la moral
    ciudadana. En consecuencia, se resiste a la ponderación
    maniquea de lo bueno y lo malo, lo válido y lo negado,
    para enfatizar en el diseño
    y formulación de propuestas que contribuyan a crear
    espacios de encuentro, de gobernabilidad, de progreso.

    Más que una axiología de la gente nos estaríamos
    refiriéndo a la ecología humana como
    ética bolivariana, para la cual toda intervención
    social procura que todos ganen y nadie pierda, mediante la
    superación de las lógicas de valoración
    dicotómicas que no permiten comprender al ser humano como
    sujeto en permanente aprendizaje.

    La holística para la eficiencia
    institucional y no en función del aprovechamiento de la
    información exógena para fines puramente
    institucionales sin valorar el entorno, soporta la
    relación ganar-ganar que postula el análisis del
    entorno producido desde las salas sociales
    situacionales.

    El presidente Chávez mostró la validez
    holográmica de esta ética en el año 2002 a
    raíz de los sucesos del 11, 12 y 13 de abril
    negándose a continuar con las rutinas burocráticas
    de persecución y exterminio a la disidencia. Al enemigo se
    le enfrenta cuando no es posible una solución consensuada
    o cuando no enfrentarlo pueda dañar al cuerpo
    social.

    El marco teleológico está referido a la
    necesidad de precisar el norte del trabajo del
    análisis del entorno. Futuro que se refiere a la
    gestión, uso, procesamiento y redistribución de la
    información mediante dinámicas y canales de
    comunicación adecuados que permitan presentar escenarios y
    posibles cursos de acción para los hechos, así como
    sugerir alternativas de intervención en materia de
    políticas. Nunca a la gestión de las
    políticas como tales, pues si bien su formulación,
    diseño y ejecución se apoya en el análisis
    social situacional, también es cierto que queda a
    elección del decisor la posición que adopte en
    torno a los estudios de la sala social situacional y sus
    propuestas. En consecuencia, el análisis del entorno es
    una técnica que apoya los procesos de toma de
    decisiones.

    Volviendo sobre las ideas anteriores, tenemos que la
    presen­tación de escenarios posibles, el apoyo en la
    definición y gestión de política y el
    mejoramiento en toma de decisiones son los fines últimos
    derivados de las dinámicas de análisis del entorno
    de la sala social situacional.

    Lugar de
    enunciación (loci) del análisis del
    entorno

    Mientras la política institucional va de la
    macropolítica a la micro­política, el
    análisis del entorno tiene un loci de enunciación
    social que valora la realidad desde la
    micropolítica.

    El análisis del entorno prioriza en la
    comprensión de la realidad desde sus encuentros y
    desencuentros, fugas y fusiones con la
    institucionalidad. El loci de enunciación de la
    inteligencia social situacional es el barrio, la localidad, el
    lugar y a partir de él se establecen premisas para
    comprender la lógica
    de la relación entre multitudes y gobierno.

    Relación complementaria, biunívoca,
    asociativa, que no se limita a la compresión de las masas
    como agente social y el tratamiento de los problemas
    sociales como simple dato estadístico.

    Eso sí esta relación trata de entender el
    Estado como una unidad que intenta estar más allá
    de los individuos y lo reconoce como realidad distinta a la
    multitud.

    El análisis del entorno desde la perspectiva de
    la institucionalidad gubernamental, según Lourau, siempre
    será un análisis
    político, un análisis en relación con la
    estructura y el funcionamiento del poder.

    Para Deleuze y Guattari el análisis de la
    institucionalidad es una investigación de carácter difuso. El análisis real
    surge de la cotidianidad del grupo, de la
    toma de posición de un sujeto colectivo, del proceso de
    constitución de una nueva subjetividad. El análisis
    institucional tiende a hacer que la institución hable por
    sí misma y debe implicar posibilidades de cambio. Guattari
    dice que el análisis es un proceso molecular. Se trata de
    una intervención política, que a través de
    un dispositivo analítico de enunciación, revela
    aristas de una constelación social.

    Saidón postula que hacer análisis es
    cuestionar el lugar, el espacio del especialista, y atravesarlo
    por otras prácticas que la especialización y la
    disciplina
    intentan recortar o dejar fuera de su campo. Analizar,
    transversalizar, es pasar una línea que no se segmentariza
    o que por lo menos produce una segmentarización que no
    está prefijada.

    Lenguaje
    informativo y comunicativo

    Deleuze y Guattari agregan al ciclo de la
    comunicación la noción de orden y mando dentro del
    lenguaje. Es
    decir, se hace necesario encontrar en los insumos de entrada
    (input) y de salida (output) del ciclo de comunicación,
    además de los significados, las órdenes, los
    mandatos que encierra la información.

    Significados, órdenes y mandatos que se expresan
    tanto en el espacio social liso como en el estriado. Develarlos
    permite encontrar las pistas de direccionalidad oculta o difusa
    que contiene toda información.

    En consecuencia, el lenguaje no
    está hecho para que se crea en él, sino para
    obedecer y hacer que se obedezca, para rebelar y generar
    rebelión adquiriendo una utilidad estructurante del
    contexto, transformadora de la realidad. El lenguaje es
    comunicación que funciona como consigna, definición
    que amplía el horizonte del mismo más allá
    de la transmisión de un significado mediante
    información.

    La pragmática es desarrollo de la lingüística y la semántica. La lingüística es
    la ciencia que
    estudia el lenguaje. Se concentra en el estudio de los sonidos,
    las palabras y la sintaxis de una lengua
    concreta, en las relaciones existentes entre las lenguas, o en
    las características comunes a todas ellas. También
    estudia los aspectos psicológicos y sociológicos de
    la comunicación lingüística.

    Los enfoques de estudio de las lenguas y los cambios
    habidos en ellas se refieren a la fonética y a la
    fonología (los sonidos o fonemas de la lengua), a la
    morfología
    (forma de las palabras) y a la sintaxis (relaciones de las
    palabras en la oración y la frase), además del
    léxico, la lexicografía y la semántica
    (significado de las palabras de una lengua).

    Desde Panini, pasando por Elio Antonio Lebrija,
    Alejandro von Humboldt, Leibinz, Francisco Sánchez de las
    Brozas hasta Ferdinand de Saussure, Fiedrich von Schlegel, Franzz
    Bopp, Edgar Sapir, Ramón
    Menéndez Pidal hasta Noam Chomsky, la
    lingüística ha evolucionado
    permanentemente.

    La semántica estudia el significado de los
    signos
    lingüísticos, es decir, de las palabras y expresiones
    y oraciones. La finalidad de la semántica es establecer el
    significado de los signos –lo que significan– dentro
    del proceso que asigna tales significados. La semántica
    puede dedicarse al análisis filosófico de los
    signos, palabras y oraciones (conductismo);
    la lingüística teórica y descriptiva
    (sistémica) y general al abordar la influencia de los
    significados en lo que hace y dice la gente (sociológica
    estructuralista). Más recientemente Deleuze y Guattari
    exploran la semántica de la máquina abstracta
    (multiplicidades).

    Van Dijk desarrolla la visión transdisciplinaria
    y/o multi­disciplinaria, como él prefiere denominarla,
    del análisis del discurso, a
    partir del cruce de la lingüística y la
    semántica con la perspectiva
    sociológica.

    El discurso en su interacción social es valorado
    no sólo como discurso, sino como acción. En
    consecuencia, Van Dijk ubica al discurso en el marco de una
    teoría
    general de la acción humana, en el cual las nociones
    pragmáticas y sociológicas se coordinan con los
    aspectos lingüísticos y semánticos. Evolución conceptual,
    paradig­mática y operacional que incide en el
    desarrollo de las salas sociales situacionales y la inteligencia
    social.

    Desarrollo que es posible gracias a los múltiples
    procesos de estudio que venga ocurriendo en el área. A
    finales de los años sesenta del siglo XX Noam Chomsky
    generó las reglas que permi­tieran describir
    estructuralmente los textos literarios, técnica que fue
    conocida como gramática generativa transformacional
    (GGT).

    El énfasis de la GGT en lo literario
    limitó su uso para otras topologías discursivas. A partir de este
    momento, gran parte del esfuerzo de los estudiosos en el tema se
    concentró en los desarrollos de la gramática
    generativa del texto.

    Ello posibilitó la introducción de las macroestructuras en la
    gramática de la oración. Para Van Dijk esto
    permitió expandir la idea en torno a que "los textos no
    tienen sólo relaciones locales o microestructuras entre
    oraciones subsecuentes, sino que también tienen estructuras
    globales de significado y estructuras globales de
    forma".

    En 1977 Van Dijk y otros estudiosos llegaron a la
    conclusión de que la coherencia local entre oraciones se
    fundaba en las relaciones referenciales entre hechos en un mundo
    posible.

    Este último enunciado fue posteriormente definido
    por Walter Kintsch y Van Dijk como modelo
    mental.

    Posteriormente, Van Dijk aborda la preeminencia de la
    ideología en el análisis del
    discurso, especialmente del texto y la acción. Las salas
    sociales situacionales no sólo deberán conocer,
    manejar apropiadamente y evaluar de manera permanente estos
    trabajos, sino incorporar sus contenidos a la cotidianidad del
    trabajo de inteli­gencia social.

    Sin embargo, Van Dijk no logra superar las limitaciones
    del estructuralismo en su análisis, tarea que
    inician Deleuze, Guattari y los sociolingüistas
    postestructuralistas.

    Veamos ahora a qué nos referimos cuando hacemos
    mención al discurso y el acceso. La noción de
    acceso establece, según Van Dijk, que en los grupos
    dominados el acceso a gran variedad de discursos es
    limitado. Los discursos a los que tienen acceso las personas de
    las capas más bajas de la sociedad se
    limita a la conver­sación cotidiana de la familia, a
    la conversación con amigos, a la conversación con
    sus clientes. Su
    inserción en los discursos activos y
    controlados, en donde él puede iniciar el discurso y
    cerrarlo cuando lo considere pertinente, es pobre.

    Las capas más excluidas de la sociedad tienen
    acceso también al discurso pasivo, al de la radio y la
    televisión, tal vez al del periódico,
    pero en estos casos él no puede interrumpir, o esperar su
    turno para dar su punto de vista; en suma, no puede participar
    activamente.

    Las élites tienen acceso activo controlado a
    muchos elementos del evento de la comunicación: establecen
    las limitaciones de los tópicos determinando quién
    debe hablar, sobre qué y en qué momento. Los otros,
    los grupos dominados, tienen acceso activo solamente a
    conversaciones privadas, acceso pasivo a los medios de
    comunicación y un acceso parcialmente controlado a los
    diálogos institucionales.

    En conclusión, las instituciones o grupos
    élites pueden ser exacta-mente definidos por sus gamas de
    acceso al discurso público o a otros discursos importantes
    y eventos
    comunicativos. En algunos grupos y en algunos países el
    acceso libre a la selección de la lengua no
    existe.

    Es menester de las salas sociales situacionales
    alimentar el análisis del entorno de todos los discursos
    disponibles de acuerdo a su lugar de enunciación, teniendo
    en cuenta las limitaciones que impone el control del acceso al
    discurso público por parte de los sectores dominantes y
    hegemónicos.

    Precisemos los límites de lo que nos referimos
    cuando mencionamos el análisis del discurso. El
    análisis del entorno que se realiza en la sala social
    situacional es más que el análisis del discurso.
    Gran parte del esfuerzo de las salas sociales situacionales se
    concentra en el análisis del discurso (AD) y/o el
    análisis crítico del discurso (ACD).

    El análisis crítico del discurso no
    sólo se centra en un análisis descriptivo y
    analítico, es también un análisis social y
    político. En consecuencia, las salas sociales
    situacionales tienen la importante tarea de dilucidar y
    comprender los problemas de
    la sociedad en su conjunto. El ACD se ocupa más de
    problemas que de teorías
    particulares.

    El objetivo
    central del ACD, a decir de Van Dijk es saber cómo el
    discurso contribuye a la reproducción de la desigualdad y la
    injusticia social determinando quiénes tienen acceso a
    estructuras discursivas y de comunicación aceptables y
    legitimadas por la sociedad.

    Según Van Dijk, el análisis crítico
    del discurso trata sobre todo de la dimensión discursiva
    del abuso del poder, de la injusticia y la desigualdad que
    resultan de éste. Para ello, toma en cuenta los siguientes
    pasos:

    a) Búsqueda de crítica
    generalizada de actos repetidos inaceptables, no aislados. b)
    Búsqueda de crítica estructural de instituciones y
    de grupos más que de personas, tomadas como miembros de
    grupo (racial, político, fuerza armada,
    etc.). c) Focalización en actos y actitudes
    inaceptables que indiquen un abuso del poder y evidencien la
    dominación. d) El análisis crítico del
    discurso se sitúa en una perspectiva de disentimiento, de
    contra-poder; es resistencia y al mismo tiempo de
    solidaridad.

    En resumen, el campo del análisis crítico
    se centra en la gente que tiene poder y el abuso que se hace de
    dicho poder. Es un análisis desde arriba, un
    análisis de los discursos de la gente que tiene poder, ya
    que los grupos dominantes son los que tienen acceso a la
    manipulación y al uso de estructuras discursivas de
    dominación, de desigualdad y de limitaciones de la
    libertad.

    Subsecuentemente, las salas sociales situacionales han
    de objetivar un tipo de investigación desde el
    análisis crítico del discurso en función de
    contribuir a la resistencia y a la solidaridad, el
    contrapoder.

    En el lenguaje, la información y la
    comunicación en permanente movimiento:
    fundan el concepto. Sin embargo, el concepto es una entidad en
    permanente mutación, con significado contingente. La
    única forma de atrapar la real direccionalidad y
    significado de la comunicación está en su
    comprensión como entidad nómada.

    La
    realidad

    La valoración de la realidad, la forma como los
    analistas se apropian de ella es un aspecto sensible del
    análisis del entorno. La realidad por lo general es vista
    como dinámica en permanente construcción (realidad
    como proceso) y como espacio social estructurado (realidad como
    producto).

    La posición que al respecto tenga el analista
    influirá en la proyección de tendencias que
    realice, el estudio de escenarios que efectúe y la
    formulación de respuestas que diseñe.

    Para quienes se aproximan a la realidad
    considerándola un producto acabado, las resistencias,
    zonas de conflicto y problemas constituyen anormalidades
    generadas por individuos o colectividades que se niegan a
    integrarse al conjunto social ordenado.

    Quienes parten de la consideración de la realidad
    como un pro­ceso permanente, los nudos y conflictos con los
    cuales se encuentra la gestión en el entorno, no son otra
    cosa que limitaciones en el proceso de
    transferencia-transformación (políticas) y ocurren
    por las debilidades y amenazas no solucionadas, así como
    por los ele­mentos contingentes y/o el precario
    fortalecimiento que se ha hecho respecto a las oportunidades y
    fortalezas contenidas en las mismas; admitiendo a la par la
    posibilidad de corregir aspectos de la política cuyo
    comportamiento en la realidad no permite cumplir
    adecua­damente los objetivos propuestos.

    La
    transformación

    Si la realidad es vista como proceso, es admisible
    concebir escenarios y tendencias cambiantes, diseñar
    propuestas de intervención y gestionar políticas
    públicas que garanticen su mutación, cambio
    positivo o transformación ecológica integral (todos
    ganan y nadie pierde).

    En materia de análisis del entorno, la
    transformación, tanto del espacio social estriado como del
    espacio social liso, constituyen tema de interés por su
    impacto en la gestión pública y comunitaria, en
    todo momento y lugar.

    Para los equipos de las salas sociales situacionales, la
    comprensión de las dinámicas cambiantes del entorno
    constituye un elemento fundamental para la efectividad de los
    análisis. Dialéctica que encuentra su centro de
    acción en el proceso constituyente venezolano, iniciado a
    partir de la instalación de la Asamblea Nacional
    Constituyente (1999) y proyectado a la fecha, en un
    tránsito de refundación institucional y social de
    la V República.

    La democracia participativa y protagónica,
    paradigma de
    transformación, reivindica el protagonismo ciudadano en la
    toma de decisiones públicas como referente
    axiológico, político y organizacional en la
    gestión de los órganos de la administración
    pública. El proceso de transformación de las
    instituciones político­administrativas está
    signado por la aplicabilidad operativa de los postulados de la
    democracia participativa, la cual se fundamenta en la
    intervención activa y efectiva de los actores sociales y/o
    ciuda­danos en los procesos de toma de decisiones y
    gestión de los asuntos públicos. Desde esta
    perspectiva, la información transparente constituye un
    insumo fundamental para el ejercicio pleno de la democracia
    participativa y protagónica.

    La República Bolivariana de Venezuela transita la
    senda del nuevo paradigma de la participación; sin
    embargo, persiste aún un precario nivel de desarrollo de
    la cultura de la participación en la gestión
    pública, debido a la desinformación, el
    desconocimiento de los procesos globales y la ignorancia
    funcional.

    Decía Karl Marx, "el
    secreto es el espíritu de la burguesía". En la
    actualidad, el concepto es trabajado por el filósofo
    alemán Jürgen Habermas, quien sostiene que la
    información presupone una relación de
    dominación; en consecuencia, el ejercicio de la
    participación en la democracia necesita la
    liberación de la sociedad civil de
    los monopolios del saber, la comunicación y la
    información.

    Existen argumentos que sostienen que la democracia
    partici­pativa degenera inevitablemente en la
    manipulación de los ciuda­danos a través de la
    propaganda y
    la disuasión publicitaria de los medios, debido a que la
    ciudadanía carece de una educación
    pública óptima o de conocimientos técnicos
    sobre las materias de discusión; de esta manera, los
    ciudadanos terminan arropados por los criterios expuestos por los
    tecnócratas u oradores más aventajados del foro.

    Afirmación que confirma la importancia de la
    socialización de las metódicas de
    análisis informativo.

    Sumado a esto, los sistemas
    educativos actuales están diseñados para la
    "preparación" desde el currículum oficial, del
    currículum básico nacional y no desde la
    autoconstitución de los proyectos éticos de los
    distintos actores, ha contribuido a generar una masa
    acrítica de sujetos. Al desarrollar un modelo educativo
    centrado en los asuntos privados, pero sin ninguna motivación
    por la participación en los asuntos públicos, se
    promueve la castración de la ciudadanía,
    auspiciando una especie de idiota de la polis griega. Recordemos
    que en el modelo de sociedad espartana y ateniense aquel que no
    participaba en la actividad pública, en la política
    social era considerado un "idiota". Desde nuestra perspectiva
    la tecnología de sala social situacional y de
    análisis del entorno contribuye a la creación de
    una auténtica cultura de la participación ciudadana en los asuntos
    públicos.

    El paso del esquema democrático de la
    representatividad por el de la participación impone la
    incorporación de la práctica de la cultura del
    debate;
    así como de canales de comunicación fluidos y
    transparentes, la búsqueda de identidad
    social y el incentivo del interés por los asuntos
    públicos.

    El locus de
    control

    Consecuentes con la valoración de las multitudes
    como epicentro del análisis del entorno, se hace necesario
    precisar que las singularidades concentran gran parte de la
    atención para entender a la gente.

    En este sentido, emergen dos grandes campos de
    compor­tamiento humano respecto a la gestión, conforme
    esté ubicado el campo motivacional de los individuos:
    ciudadanos con locus de control
    interno y ciudadanos con locus de control externo.

    Mientras para el grupo social de control interno lo
    importante es la satisfacción que ante el logro de
    la meta
    propuesta se produce al interior de sí mismo. La persona tiene un
    control sobre sí misma y por lo tanto tiene una personalidad
    proactiva. Para el grupo social de control externo lo importante
    es la recompensa que desde afuera se otorga al individuo por
    el logro de la meta, la persona no cree tener control de lo que
    sucede y ante la ausencia del estímulo de otros se torna
    pesimista.

    Para Luis Ugalde, sj., la gente, en su
    comprensión cultural, implícita o
    explícitamente, atribuye al trabajo propio mayor o menor
    papel en la transformación de las realidades y en la
    causalidad de lo que pasa o de lo que les pasa. Para este jesuita
    prevalece el "locus de control externo" cuando las personas
    consideran que la propia responsabilidad y capacidad de cambiar las cosas
    es escasa, pues en su opinión predominan factores externos
    que no dependen de ellos: la naturaleza, Dios, los gobiernos, el
    capitalismo,
    los ricos, los pobres… En definitiva los otros.

    En cambio en una visión cultural en la que
    prevalece el "locus de control interno" el actor da alta
    valoración y posibilidades a lo que él hace. Cree
    que los cambios, los éxitos y los fracasos, en buena parte
    dependen de él. Este factor de "locus de control interno"
    es necesario para lograr la cultura productiva moderna, tanto en
    los recorridos de la vida individual como en la "cultura
    nacional".

    Los cambios culturales son lentos, pero a veces se dan
    con mucha rapidez y colectivamente, a causa de instituciones
    abarcantes cuya transformación induce con fuerza nuevos
    supuestos culturales en los individuos. Pueden ser instituciones
    englobantes de todo el país como ocurre con el
    funcionamiento del Estado, u otras más especiales y
    restringidas como son la cultura de una empresa, de
    una iglesia, de
    una comunidad, de una dependencia pública, de redes sociocomunitarias
    entre otros.

    Los estudios empíricos al respecto, realizados en
    Venezuela dan cuenta de resultados alarmantemente altos de locus
    de control externo en todos los niveles socioeconómicos.
    Desde la perspectiva de la sala social situacional y el
    análisis del entorno, la variante en la
    localización de la satisfacción, las lecturas del
    locus de control que impera en la información recibida, la
    valoración del campo emocio­nal de los proveedores de
    información, entre otros, constituyen elementos
    importantes al momento de ponderar las tendencias y escenarios, y
    fundamentalmente cuando se diseñan, construyen, las
    propuestas de cursos de acción alternativa.

    El
    seguimiento

    En virtud de los niveles de incertidumbre que se
    producen en la proyección de escenarios, tendencias y
    espacios de cruce social entre políticas públicas y
    ciudadanía se hace necesario establecer canales,
    mecanismos, instrumentos y tecnología para el seguimiento
    de los escenarios que emergen del estudio del entorno en
    razón de ajustar y optimizar los procesos de
    reflexión y generación de inferencias.

    Una vez que se ha planificado la agenda del
    análisis del entorno, hay que comprobar que se está
    siguiendo el plan previsto, en atención a los objetivos
    fijados, el logro de las metas establecidas y calidad esperada.
    Se deben incluir listas de tareas, reuniones e informes sobre
    el Estado, revisiones de hitos, de presupuestos, etc. Este
    seguimiento debe ser constante, y a su vez, es recomendable
    incluirlo como parte de las tareas del
    análisis.

    El seguimiento sobre la marcha permite la
    elaboración de propuestas de adecuación que
    posibiliten realizar correctivos y solución de los
    problemas que se van encontrando en el desarrollo de las
    políticas y la contrastación de los efectos
    (deseados o no deseados), siempre y donde la gente.

    Es recomendable realizar de manera permanente
    análisis sobre los informes periódicos que realizan
    las salas sociales situacionales y sus incidencias en la toma de
    decisiones orga­nizacionales.

    El
    control

    Se recomienda la técnica de control expostfacto
    para las políticas públicas cruzadas por el
    análisis del entorno. Dunham (1980) refiere que en los
    diseños expostfacto, los sujetos y los contextos son
    elegidos por sus características después del cruce
    entre políticas y realidades.

    El analista no asigna aleatoriamente al objeto de
    estudio los valores de
    la variable independiente sino que los selecciona por poseer ya
    un determinado valor en dicha
    variable. El análisis se centra en variables del
    organismo (diseño de grupos naturales: sexo, edad,
    característica de la
    personalidad, inteligencia etc.).

    La integración de visión

    Como política de las salas sociales situacionales
    asociadas se recomienda la integración de la visión
    en lo relacionado al uso y tratamiento de la información,
    comunicación, publicidad, lugar
    de enunciación, locus de control, lenguaje,
    etc.

    La unificación consensual del modelo de
    análisis diseñado pone en movimiento todos los
    engranajes de la inteligencia social de forma acompasada y
    armónica.

    A partir de la integración de la visión
    son múltiples los diseños tácticos
    operacionales que pueden alcanzar las salas sociales
    situacionales. Éstas se refieren a:

    –La implementación de la inteligencia
    social como sentido y contenido de la SSS.

    –El intercambio permanente de
    información.

    –La conformación de mesas técnicas,
    sectoriales, regionales, estadales, entre otros.

    –La coordinación efectiva entre los
    órganos de la adminis­tración pública,
    los entes descentralizados, los medios alter­nativos y
    comunitarios, los medios comerciales y el pueblo soberano
    agenciado desde sus autónomos lugares de
    enun­ciación.

    –La implementación de sistemas de
    información interre lacionados. –La
    creación de entidades únicas de acción
    comunicativa e informativa.

    –La constitución de formas autónomas
    de gobierno elec­trónico, como expresión de
    empoderamiento de las mul­titudes, develamiento del Estado y
    la generación de espacios para la contraloría
    social.

    La perspectiva
    burocrática como variante contingente

    En el marco institucional, los productos del
    análisis del entorno que se generan desde las salas
    sociales situacionales están condicionados por las
    necesidades del aparato burocrático. Es decir, no
    constituyen un esfuerzo vacío ni un esnobismo intelectual,
    mucho menos, pueden responder a intereses individuales o
    grupales.

    La misión
    institucional configura el norte del análisis del entorno
    que se realiza en los espacios de gobierno. La misión de
    la institución debe encajar en la visión de
    país, de sociedad, como esfuerzo teleológico del
    Ejecutivo, con el cual se espera que esté comprometida
    toda la organización.

    La brecha entre la misión institucional y la
    visión del gobierno en su conjunto, determina las metas a
    cumplir por cada órgano de la administración.

    Las metas institucionales procuran subsanar el abismo
    entre la situación ideal y el estado actual de
    impacto-logro de las políticas públicas en la
    realidad objetivo. Tema que debe preocupar a los decisores pero
    también a todos los funcionarios públicos
    encargados de la ejecución de las políticas
    públicas.

    En consecuencia, que la institución logre
    promover niveles elevados de sinergia
    institucional alrededor de la calificación del
    análisis para la toma de decisión es un tema de
    agenda, de preocu­pación permanente de los equipos de
    sala social situacional.

    La variante contingente y la normalidad en el curso de
    la gestión burocrática, constituyen los
    parámetros que determinan los análisis que realizan
    las salas sociales situacionales.

    Lo contingente refiere a lo circunstancial, lo eventual.
    Es lo que ocurre de manera inesperada en determinadas
    coyunturas.

    La normalidad configura el flujo esperado en las
    dinámicas organizacionales. El trabajo de
    la sala social situacional debe priorizar las respuestas urgentes
    a las importantes, lo concreto a las
    generalidades. En consecuencia, las estrategias que emanen de los
    análisis producirán sugerencias y propuestas que
    procurarán aproximarse a los tiempos burocráticos y
    a las necesidades institucionales de dar respuesta oportuna a las
    demandas sociales que desde el entorno presionan a la
    administración. Esfuerzo que se comprende dentro de los
    parámetros de competencia
    institucional enmarcada en su misión y
    visión.

    Las fuentes de
    información para el análisis del
    entorno

    Las fuentes de
    información utilizadas con mayor frecuencia para el
    análisis del entorno, provienen de:

    1. Los medios de comunicación (prensa escrita,
    televisoras nacionales y extranjeras y en menor medida de la red
    de radios AM y FM).

    2. Información de inteligencia policial y/o
    militar.

    3. Las denuncias y demandas de calidad de los servicios que
    llegan del público.

    4. Otras informaciones que capturan quienes gestionan
    las salas sociales situacionales son:

    a) Libros,
    revistas y publicaciones especializadas diversas, editadas
    recientemente.

    b) Documentos de trabajo de los sectores hostiles cuya
    circulación es limitada.

    c) Muestreos rápidos de audiencia y
    opinión.

    d) Sondeos estadísticos diversos.

    e) La contraloría social expresada en instancias
    ya reconocidas como los consejos comunales y los consejos locales
    de planificación.

    f) Equipos ad hoc.

    g) Otras salas situacionales.

    h) Alertas tempranas.

    i) Alarmas sectoriales.

    El uso limitado de información originada desde
    este tipo de fuentes se debe en gran medida a limitaciones
    institucionales res­pecto a los requerimientos en materia de
    recursos (humanos y materiales),
    pero también al precario desarrollo de la cultura
    institucional de análisis estratégico como
    insumo para la toma de decisiones en los espacios
    burocráticos.

    Respecto al factor humano, es evidente que existen
    grandes vacíos en las políticas de formación
    permanente, así como en las estrategias para localizar y
    ubicar personal
    calificado que realice estas tareas.

    El personal que trabaje en la sala social situacional
    deberá contar con capacidades, actitudes y aptitudes para
    combinar la especificidad técnica con la generalidad
    temática y, de éstas con la complejidad
    transdiciplinaria.

    Los recursos materiales asociados a las actividades de
    la sala social situacional, por su diversidad (computadores,
    fax,
    teléfonos, hemerotecas, bibliotecas
    temáticas, impresoras,
    escáners, etc.), constituyen un factor determinante para
    la efectiva y eficiente actividad adelantada por los gestores de
    las salas, en tanto permiten procesar y dar un flujo oportuno a
    la información capturada.

    Otro factor de incidencia lo constituyen los costos
    operacionales de una actividad tan compleja. Costos que se
    justifican por las enormes potencialidades de anticipación
    que pueden alcanzar las organizaciones.

    Todas estas limitantes nos vuelven a remitir al eje de
    la situación problemática: la falta de cultura
    organizacional de análisis del entorno, que se
    evidencia con mayor fuerza en la gestión
    guber­namental y el desarrollo de las políticas
    públicas.

    El ejercicio sugerido para determinar la brecha
    existente entre la capacidad de análisis del entorno
    actual instalado en la organización y las necesidades
    reales de la misma consiste en elaborar un listado de insumos
    ideales frente a las fuentes de información reales, que
    nutren estos procesos de interpretación
    estratégica.

    Las tipologías
    de información para el análisis del
    entorno

    Las tipologías de información están
    referidas al formato de almacenamiento,
    lectura y
    visualización que suelen contener la data útil para
    el análisis. En consecuencia, al mencionar las
    tipologías se está haciendo referencia
    a:

    a) Escritas

    b) Iconográficas

    c) Sonoras

    d) Visuales

    e) Multimedia

    Los equipos de captura de la información suelen
    ser distintos a aquellos que realizan el análisis. Ello
    plantea una odiosa división del trabajo que puede devenir
    en ruidos o limitaciones para transmitir con precisión y
    de manera clara la data sintética que contiene
    información relevante para el análisis del
    entorno.

    Para evitar este riesgo es
    aconsejable normalizar e indexar un conjunto de modelos de
    informe escrito o
    de protocolos que minimicen los riesgos de
    incomprensión de la información útil para el
    análisis, elevando el potencial de los colectivos de la
    sala social situacional.

    Los parámetros de un buen informe para la sala
    social situacional están caracterizados por:

    1. Síntesis

    2. Coherencia

    3. Propósito

    4. Temporalidad

    5. Identificación de actores

    6. Precisión sobre las fuentes

    7. Presentación de los datos de
    interés

    La
    síntesis de información para el análisis del
    entorno

    A la forma más abreviada posible de presentar una
    información se le denomina síntesis informativa. La
    síntesis es una técnica que exige a los analistas
    competencias y
    habilidades de lectura rápida, comprensión,
    redacción y manejo de por lo menos un
    software de
    procesamiento de palabras, presentación de diapositivas y
    procesamiento estadístico.

    Una buena síntesis informativa no debería
    superar las dos pági­nas como límite
    máximo y en términos ideales una página. Una
    buena síntesis contiene:

    a) La idea principal. El mensaje central de la
    información que se resume.

    b) Información complementaria que la
    amplíe y contenga todos los datos relevantes. Todas las
    ideas secundarias deben relacionarse con la idea principal y
    nunca abordar temas adicionales.

    c) Identificación clara y precisa del vocero
    que comunicó la información.

    d) Precisión sobre los medios en los cuales
    apareció referida la información que se resume.
    En el caso de libros y revistas especializadas la editorial y
    la fecha de copyright.

    e) A modo de conclusión, una frase que encierre
    el propósito encubierto o explícito de la
    información que se resume. f) Fecha y hora de
    transmisión y de captura de la
    información.

    g) Adicionalmente puede incluir mención a las
    respuestas que al respecto se han generado que puedan resultar
    de interés para los decisores.

    Es necesario precisar que los analistas de primer nivel,
    quienes capturan la información, por lo general no
    participan de las dinámicas de análisis profundo
    dado el permanente accionar de sus responsabilidades. Queremos
    dejar claramente establecido que no consideramos conveniente ni
    prudente que quienes participen en el análisis se
    comprometan en la situación operativa.

    Esta última precisión, que a simple vista
    pareciera una reafir­mación de la división del
    trabajo, debe ser interpretada como exigen­cia propia de la
    compartimentación de la información, así
    como de proteger, de los sesgos personales, los resultados del
    análisis que fundamentan decisiones de los niveles
    gerenciales de una institución u
    organización.

    El reporte
    noticioso y su interpretación

    Todo reporte o síntesis informativa tiene un
    nivel básico de análisis de los datos que contiene
    la noticia estudiada. Este análisis de primer nivel debe
    expresar:

    1. Precisión sobre los datos que se sintetizan
    evitando la
    contaminación propia de la perspectiva del
    analista.

    2. Análisis objetivo de las potenciales
    consecuencias de la información que se resume evitando
    los sesgos especu­lativos derivados de conexiones no
    comprobadas.

    3. Categorías relacionales, tanto conceptuales
    como opera­cionales que contiene la información que
    se resume res­pecto a las políticas
    públicas.

    4. Utilidad para usarla en ejercicios de temporalidad
    y secuencia.

    5. Frecuencias comunicacionales.

    Los momentos de
    microanálisis

    Los momentos del microanálisis son:

    a) Momento del análisis de primer nivel
    (formulado por el analista. Se identifican tendencias,
    escenarios y sugiere cursos de acción).

    b) Momento del análisis de segundo nivel (sala
    de consenso).

    c) Momento del tercer nivel de análisis
    (diseño de la situación operativa bajo la
    responsabilidad de la dirección general de
    análisis del entorno y la coordinación de la sala
    social situacional).

    d) Momento del cuarto nivel de análisis
    (viceministerio o instancia de decisión en materia de
    políticas).

    e)Momento del quinto nivel de análisis
    (ministros, funcionarios de la más alta
    jerarquía, mandos superiores de la
    organización).

    f) Momento del sexto nivel de análisis (la
    síntesis de varias salas situacionales de distintos
    ministerios y sectores).

    El destino de la
    síntesis noticiosa

    La síntesis informativa es un insumo, tanto para
    el colectivo de análisis de primer nivel (analistas) como
    el de segundo nivel (sala de consenso).

    En el análisis de primer nivel de manera
    individual (el agente, analista o especialista asignado) o
    compartida (colectivo transdicipli­nario de primer nivel),
    realizan una primera aproximación interpretativa de la
    información capturada. Es conveniente incluir sugerencias
    operativas que puedan ser trabajadas en los siguientes niveles de
    análisis.

    Los equipos
    multidisciplinarios de análisis por niveles

    El equipo de primer nivel de microanálisis
    está conformado por:

    a) Los agentes que reúnen datos de la calle. b)
    Los analistas que capturan información proveniente de los
    medios de comunicación. c) El coordinador de equipo o
    turno de trabajo.

    El equipo de segundo nivel de microanálisis
    está conformado por:

    a) El colectivo de analistas que el coordinador de la
    sala social situacional considere pertinente. b) Los
    especialistas ad hoc que considere necesario convocar el
    coordinador de la sala social situacional. c) Los técnicos
    que se requieran para profundizar en el
    conocimiento de áreas temáticas abordadas en
    cada análisis.

    El equipo de análisis de tercer nivel de
    microanálisis está conformado por:

    a) El director general de análisis del entorno o
    análisis estra­tégico, según sea el
    caso. b) El coordinador de la sala social situacional.

    El cuarto nivel de microanálisis es desarrollado
    por el vicemi­nistro del despacho o el decisor a que
    esté adscrita la sala social situacional o de
    análisis del entorno. En el caso de los movimientos
    sociales corresponde a los equipos de dirección
    sectorial.

    El quinto nivel de microanálisis lo realiza el
    Ministro del despa­cho o máxima autoridad del
    ente al cual pertenezca la sala social situacional o de
    análisis del entorno. En el caso de los movimientos
    sociales corresponde a los equipos de más alta
    dirección.

    El sexto nivel de microanálisis es contingente y
    extraordinario y corresponde a aquel que realiza de manera
    conjunta equipos de varias salas sociales situacionales. Este
    microanálisis se realiza cuando la complejidad de la
    temática lo requiera o cuando los decisores de gabinetes
    sectoriales lo demanden.

    Fortalezas y
    debilidades de la síntesis noticiosa como insumo de
    trabajo para el análisis multidisciplinario

    Una de las perversiones más generalizadas de las
    salas sociales situacionales y del análisis
    estratégico es la de trabajar fundamen­talmente con
    información que aparece en los medios de
    comuni­cación, en internet o aquella que llega
    de los órganos de inteligencia, descuidándose la
    riqueza de la multiplicidad de fuentes que contienen
    información relevante.

    Es recomendable incorporar los estudios sectoriales, los
    libros, los vídeos, las películas, los
    documentales, las letras de las canciones e imágenes de
    calle, entre otras formas alternas que en la actualidad se
    utilizan para hacer circular información.

    El uso de un número cada vez más creciente
    de fuentes de información y la diversidad de contenidos
    debe ser una preocupación permanente del personal que
    labora en el microanálisis.

    Encuentro y
    desencuentro entre las propuestas teóricas de la sala
    social situacional y los macroprocesos de análisis del
    entorno

    Mientras los macroprocesos siempre estarán
    definidos por los decisores, por los altos niveles de toma de
    decisión, los procesos y productos de las salas sociales
    situacionales no pueden ser controlados por los decisores y
    muchas veces las propuestas que de estos espacios se generan
    pueden no resultar del agrado de la nomenclatura.

    Ello plantea la posibilidad de ruidos y brechas entre
    los macro y microprocesos que deben irse limando o disipando en
    la medida que las dinámicas se
    institucionalicen.

    Sin embargo, es necesario alertar contra el riesgo de
    que se imponga la óptica
    de los decisores en detrimento de la calidad y confiabilidad de
    los análisis. Así mismo, contra el riego de que en
    el trabajo inicial de análisis prive la
    especulación o la perspectiva arbitraria de algunos de sus
    miembros, lo cual le restaría confia­bilidad y
    seriedad al trabajo que realizan.

    Los tiempos del
    reporte noticioso: alerta temprana y noticia
    editada

    A los informes que emanan de la sala social situacional
    se le denomina reporte. Los reportes pueden referirse a segmentos
    noti­ciosos, alertas tempranas o análisis de
    coyuntura.

    Los reportes noticiosos se concentran en destacar
    aspectos de una información que no fueron valorados por
    los decisores y que se consideran pueden tener incidencia en el
    curso de la gestión.

    Las alertas tempranas se refieren a los análisis
    de informaciones que por su impacto inmediato en la
    gestión se consideren de emer­gencia o de
    alarma.

    Los análisis de coyuntura son los estudios que
    interpretan las informaciones correspondientes a un
    período determinado. Por lo general el lapso de tiempo
    utilizado entre análisis de coyuntura es de una semana.
    Los análisis de coyuntura reportan respecto a una
    tendencia de interés y registran el modo como comienzan a
    incidir en el escenario asociado.

    La
    hibridación prospectiva de los decisores

    La realidad es posible transformarla positivamente.
    Ésta debería ser la episteme ideal de todo
    decisor.

    Quien ocupe un cargo de alta gerencia y
    sólo se ocupe de surfear las situaciones políticas
    adversas, contingentes o inesperadas para garantizar el
    máximo tiempo de sobrevivencia en el cargo, podrá
    ser considerado como un alto burócrata, pero jamás
    se le podrá calificar como un decisor.

    Un decisor que cree en las enormes posibilidades de
    transformar la realidad mediante la acción
    estratégica se compromete en el esfuerzo mediante un
    accionar sostenido que se expresa en la planificación
    participativa estratégica situacional (PPES).

    La PPES se funda en las políticas públicas
    y el análisis del entorno. Por ello, todo análisis
    realizado por el equipo de la sala social situacional siempre
    deberá ser revisado, valorado y ponderado por quienes
    fungen de decisores. La lectura de
    los análisis por parte de los decisores cualifica el
    producto y le garantiza viabilidad a las propuestas que estos
    estudios concluyan.

    El esquivo centro
    político

    La Constitución de la República
    Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999), el Plan de Desarrollo de
    la Nación
    2001–2007, los decretos de creación de cada
    ministerio u órgano de la administración, las
    instancias de planificación participativa, así como
    las políticas públicas establecen la centralidad
    normativa esperada por el gobierno.

    Centralidad que es denominada equilibrio. Para cada
    equilibrio establece un centro de acción, que es el nivel
    mínimo de goberna­bilidad esperado para una
    temporalidad definida y debidamente delimitada. En la medida que
    la administración logre estar más cerca del centro
    político de interés es esperable mayores niveles de
    gobernabilidad. En consecuencia, garantizar el control y
    posicio­namiento en el centro político constituye un
    aspecto de especial interés para los decisores.

    Como el análisis que emana de la sala social
    situacional procura garantizar respuestas oportunas, eficientes y
    pertinentes para que la administración mantenga el control
    del centro político de su interés, el seguimiento y
    estudio permanente de este centro político es una arista
    de especial interés para los analistas.

    La
    política institucional establece la centralidad del
    lenguaje y de las propuestas

    Centro político y políticas
    públicas para el sector, en plena correspon­dencia con
    la misión-visión institucional, delinean y
    delimitan la forma, el tono y contenidos de las comunicaciones
    que partan de cada órgano de la
    administración.

    Si a ello le adicionamos el estudio del impacto de la
    comunicación y ejecución de políticas
    públicas transformadoras que realizan los equipos de sala
    social situacional, tendremos un producto comuni­cacional
    coherente y con altas posibilidades de impactar
    positiva­mente la gestión pública de cara a las
    comunidades.

    Los códigos señalan el énfasis a
    estudiar en la información para alimentar las tendencias y
    jerarquizar los escenarios en desarrollo. Siempre alertas ante lo
    imprevisto

    Antes de comenzar a realizar cualquier análisis,
    el equipo de la sala social situacional debe tener claridad sobre
    la misión institucional y las políticas de
    interés coyuntural para la
    administración.

    El énfasis de interés e
    intervención para un momento histórico concreto se
    expresa en códigos síntesis que utiliza la
    administración. Estos códigos síntesis junto
    a la misión institucional constituyen los rieles que
    guían los ejercicios de análisis evitando que los
    equipos encargados de realizarlo pierdan el norte en el trabajo
    que realizan.

    Sistematizando
    la metódica

    Un déficit de las salas sociales situacionales es
    la precaria sistematización de sus procesos y la escasa
    capacidad de generación de teoría proveniente de
    las mismas, respecto a la metodología de
    microanálisis.

    Deficiencia que hace aparecer el microanálisis
    como una actividad de genios y/o enigmática, lo cual
    conspira contra la demo­cratización del saber, uno de
    los principios que
    históricamente ha reivindicado la corriente
    histórica social por el cambio en nuestro
    país.

    El esfuerzo que realizamos en este libro
    constituye una iniciativa por descubrir la "caja negra" del
    análisis estratégico. Estamos conscientes de que
    como esfuerzo pionero en el país, serán muchas las
    lagunas y vacíos que al final quedarán por cubrir,
    los cuales esperamos sean abordados por los equipos que
    continúen nuestra labor.

    A continuación expondremos de manera
    sintética nuestra metódica de análisis de
    información, en el marco de la sala social
    situacional.

    Agrupar

    Los equipos de análisis estratégico del
    entorno que forman parte de las salas sociales situacionales
    suelen recibir los reportes noticiosos conforme con la
    temporalidad y relevancia que los medios de comunicación
    le dan.

    Agruparla para utilizarla constituye el primer esfuerzo
    que se realiza. La información contenida en estos reportes
    noticiosos suele referirse a diversas temáticas, cuyo
    análisis en detalle absorbería un volumen de tiempo
    impresionante, que haría imposible la realización
    del trabajo. En consecuencia, la decisión sobre los temas
    y aspectos a incluir en los reportes noticiosos, es siempre un
    trabajo de los analistas de primer nivel.

    Si esta selección se realiza de manera
    improvisada se corre el riesgo de que:

    –Algunos equipos escojan arbitrariamente
    informaciones que se consideran de mayor interés, dejando
    a un lado el grueso de los contenidos que se reciben.

    –En otros casos, se seleccionen arbitrariamente
    las infor­maciones vinculadas con un área de
    interés (militar, económico, etc.) y se escoja para
    el análisis toda la información que se considera
    asociada a esa área, descartando la restante.

    ¿Cómo subsanar esta problemática?
    Consideramos que el riesgo de incurrir en estos errores se puede
    subsanar trabajando de manera sistemática con una matriz
    integral, la cual permita visualizar, direccionar y ponderar los
    flujos informativos.

    Esta matriz orientada por los códigos de
    interés semanal que determinen los decisores (electoral,
    conflictividad social, campaña desinformativa en curso,
    etc.) a partir de la cual se construiría una matriz de 7
    por m, con los siguientes elementos, a decir:

    a) Los equilibrios de desarrollo nacional:
    político, económico, social, territorial e
    internacional.

    b) Las alertas, dada la potencialidad de incidencia en
    el curso de las políticas públicas, que muestren la
    información analizada (segmentada en colores verde,
    amarillo y rojo) donde m es igual al número de alertas).
    Las alertas se jerarquizarían por prioridad eminente
    (roja), a corto plazo (amarilla) y a mediano plazo
    (verde).

    En consecuencia, el primer esfuerzo de los analistas en
    cual­quiera de los niveles está en agrupar la
    información que se recibe de acuerdo con esta
    matriz.

    Descripción de la alerta Nivel de alerta
    Equilibrio del Plan de la Nación

    Alerta 1 Verde

    Alerta 2 Roja

    Alerta3 Amarilla

    Jerarquizar

    Una vez que se agrupan las informaciones en cada celda
    de la matriz, se procede a establecer el rango de importancia de
    cada una de ellas.

    Se colocan en la matriz tanto las informaciones fuerza o
    centrales como las informaciones secundarias que la apoyan y
    procuran fortalecer esta tendencia. Las informaciones son
    valoradas como tips o frases claves.

    La jerarquización es el proceso de otorgar un
    rango a cada grupo de informaciones. La jerarquización es
    considerada un proceso lógico central para el
    análisis y su redacción, así como para la
    formulación de sugerencias.

    Secuenciar

    Secuenciar es el proceso mediante el cual los tips o
    informaciones se ordenan en forma de secuencias que permiten
    anticipar un conjunto de hechos probables o que es posible
    esperar.

    Secuenciación que cobra especial importancia en
    la medida que la información nos permite anticipar hechos
    que se pueden constituir en ataques enemigos, problemas para la
    gobernabilidad u obstáculos para la ejecución de
    una política pública determinada.

    En oportunidades, esta etapa del microanálisis
    permite corregir un déficit en la jerarquización y
    reordenar datos al mostrarnos cómo una información
    que considerábamos ubicada en una celda en realidad
    pertenece a otra.

    Una adecuada secuenciación elevará la
    calidad de las pro­puestas, sugerencias y situaciones
    operativas que se generen como producto del
    análisis.

    Temporalidad

    Cada actividad tiene su momento para realizarse y su
    oportunidad para causar un efecto. Las informaciones y datos a
    los cuales se le precisa su tiempo de elaboración y
    vigencia, permiten predecir, con alto grado de acierto, el curso
    de las dinámicas favorables y adversas.

    La temporalidad está relacionada con:

    a) Una adecuada contextualización de la
    información. b) La vigencia de los datos o informaciones.
    c) Su posterior relacionamiento con estrategias. d) El estudio de
    los indicadores de
    efecto–impacto. e) La pertinencia de las políticas
    públicas. f) La eficacia de la
    acción gubernamental. g) El abordaje de las situaciones
    contingentes. h) La superación rápida de
    catástrofes.

    La secuencia y temporalidad de las acciones determinan
    el escenario de mayor activación para un momento
    dado

    En conjunto, secuencia y temporalidad
    permiten:

    a) Determinar el escenario de mayor importancia para la
    administración.

    b) Prever posibles consecuencias de las acciones
    favorables y adversas que genere la implementación de
    políticas públicas delimitadas.

    c) Establecer la definición de alternativas que
    se le abren a los niveles gerenciales.

    d) Delinear los posibles cursos de acción
    preventiva, reactiva, proactiva y disuasiva que emprenda la
    administración para alcanzar las metas propuestas en su
    planificación estratégica
    situacional.

    e) Realizar los ajustes pertinentes a las
    políticas públicas de cara al ruido,
    distorsión o efecto no esperado por la
    administración.

    Los hechos son
    superiores a las especulaciones. Prospectiva basada en
    antecedentes y evidencia del presente

    Referida al futuro, la prospectiva asocia los
    análisis y estudios realizados a partir de la
    información disponible con la finalidad de pronosticar o
    prever situaciones que pueden ocurrir a corto, mediano y largo
    plazo. La posibilidad de anticipación es el atractivo del
    análisis del entorno y las salas sociales
    situacionales.

    La veracidad de la información constituye el
    soporte clave para alcanzar análisis confiables a partir
    de los cuales la administración formule estrategias que le
    posibiliten alcanzar las metas previstas y reducir la resistencia
    de los factores adversos.

    La veracidad de un dato, de una información,
    depende en gran medida de su auténtica relación con
    un hecho, fenómeno, realidad y de la objetividad de quien
    la registre.

    La información o dato que no está
    relacionado con un hecho, realidad concreta o comportamiento
    histórico es sólo especulación y altera
    significativamente la calidad de los productos que de ello se
    deriven.

    Los hechos, los comportamientos que emanan de la
    realidad tienen un valor cuali-cuantitativo superior a cualquier
    supuesto o especulación que se formule. Incluso la
    perspectiva subjetiva o íntersubjetiva que escapa a los
    cánones de la objetividad clásica debe tener una
    relación directa con la realidad o constituye un simple
    ejercicio de imaginería.

    Los
    hechos: escenario de encuentro entre micropolítica y
    macropolítica

    No existe teoría válida aislada de la
    realidad. Desde una perspectiva holística,
    sistémica, entre los marcos generales y la especificidad
    de los hechos existe siempre una relación, por muy tenue
    que ésta sea. La teoría de mayor interés
    para el análisis es aquella que emerge de la
    hibridación entre datos y hechos.

    Igualmente, entre las dinámicas
    macropolíticas y su desarrollo en la cotidianidad, la
    especificidad es cercana (micropolítica), siempre existen
    nexos. Conexiones que se requiere explorar y conocer si se quiere
    producir un análisis significativo.

    Los hechos, la realidad concreta siempre nos
    mostrarán con­flictos y encuentros, desencuentros y
    aproximaciones que no pueden ser valorados como simples
    comportamientos cotidianos, sino por el contrario en una profunda
    dinámica relacional entre la totalidad política
    (macro) y su especificidad operativa (micro).

    Es necesario aprender a conocer de manera permanente la
    relación intrínseca en cada conflicto
    (macro-micropolítica), para entender la direccionalidad y
    alcance de los datos e informaciones que se procesan.

    Relacionar

    Relacionar es la capacidad de entender los
    vínculos entre categorías que aparentan ser
    autónomas, inconexas. Es entender los hechos en permanente
    fecundización con fenómenos diversos y
    difusos.

    Relacionar exige poner en marcha la capacidad de
    comparar. La realidad es rica y difícilmente admite
    repeticiones mecánicas. Entre dos objetos, dos sucesos que
    parecen idénticos siempre será posible encontrar
    similitudes y diferencias. Igualmente, entre eventos y datos
    aparentemente disímiles se tiene que aprender a buscar
    aspectos comunes.

    Las similitudes y diferencias deben ser vistas
    más allá de las apariencias, de las formas, para
    encontrarlas en el contenido, en los procesos, en aquello que de
    manera común apunta en un mismo sentido o busca un
    propósito compartido.

    Los datos agrupados, jerarquizados, secuenciados y
    tempo­ralizados adquieren una importancia superior en la
    medida en que podemos establecer a partir de ellos conexiones,
    relaciones con fenó­menos y datos que a simple vista
    se presentan o aparecen disociados.

    Es decir, no basta con agrupar las letras en un
    alfabeto, de secuenciarlas de manera adecuada en un alfabeto
    pertinente para los actos de habla de un momento histórico
    dado, sino que tenemos que ejercitar la capacidad de relacionar
    (similitudes y diferencias) de A con B, de C con A y de A-B con D
    para captar la complejidad de los fenómenos
    sociales.

    Inteligencia
    social y sala situacional

    Los hechos y sus antecedentes prefiguran una
    tendencia

    Los hechos, los datos, las informaciones vistas
    sólo en sí mismas, como fotografías de un
    momento determinado no representan nada diferente a una
    noticia.

    Cuando es posible asociar de manera coherente y
    lógica dos o más hechos, con referentes temporales
    próximos pero distintos, las informaciones cobran
    importancia y valor especial.

    Estos hechos se unen imaginariamente a través de
    una recta, de la cual cada uno de ellos es un segmento, un punto
    que la conforma.

    La recta que une dos o más hechos establece la
    existencia de un esfuerzo sostenido por parte de algún
    nivel de mando u organiza­ción y una direccionalidad
    de estas iniciativas.

    La direccionalidad prefigura un esfuerzo por modelar la
    realidad futura. A este esfuerzo sostenido lo denominamos
    tendencia.

    En la realidad siempre será posible y esperable
    encontrar varias tendencias que se relacionan con una o varias
    políticas públicas.

    Las tendencias se pueden cruzar para fortalecer las
    acciones complementarias que realizan o por simple azar. Este
    cruce cons­tituye un espacio de especial interés para
    los decisores, ya que algunos de ellos potencian o disparan un
    escenario en el cual es posible prever una dislocación del
    centro político, hecho que para la administración
    se traduciría en ingobernabilidad.

    Las
    tendencias apuntan a escenarios

    El escenario es la realidad que a) se presenta; b) se
    aspira construir mediante el esfuerzo sostenido de un sector
    organizado; c) se prefigura a partir del análisis de las
    informaciones y, d) sus imprevistos, la contingencia que altera
    sensiblemente el curso de los hechos conformando una nueva
    realidad.

    Énfasis y direccionalidad que son valorados en el
    micro análisis del entorno como tendencia. Las tendencias
    están formadas por una cadena de hechos
    relacionados.

    Un escenario también expresa el máximo
    nivel de intensidad­impacto que puede alcanzar una tendencia
    o el cruce de varias de ellas.

    En ocasiones no es posible detener el curso de una
    tendencia detectada y, por el contrario, la administración
    puede plantearse realizar esfuerzos para desviar su punto focal o
    potenciar su clímax antes de lo previsto con la
    intención de abortar el efecto esperado.

    Las tendencias y escenarios se relacionan con ejes de
    actividades que se prevén y emergen

    Las tendencias apuntan a escenarios, es decir, a
    momentos de eclosión, de crisis.

    Hallar las pistas de esta relación no es un acto
    de superchería, por el contrario, resulta muy
    racional.

    Una tendencia está conformada por actividades,
    hechos, eventos, que inciden en la relación de las
    organizaciones con su entorno. Las tendencias procuran incidir en
    la construcción de la realidad futura.

    En la medida en que se puedan estudiar con mayor detalle
    los sucesos del presente y predecir con más
    precisión los hechos que ocurrirán a partir del
    conocimiento
    en detalle de las actividades, estaremos avanzando en la
    delimitación del escenario de interés.

    Los hechos que conforman una tendencia y apuntan a unos
    escenarios de crisis, se asocian o vinculan a uno o varios
    equilibrios de interés para la administración
    (político, económico, social, territorial y/o
    internacional).

    En consecuencia, las propuestas que se formulen para
    derrotar o disminuir su impacto deberán concentrarse en el
    equilibrio o ejes que se le relacionen y plantearse estrategias
    que se concreten en hechos.

    Relacionar
    escenarios, inscribir en una tendencia

    Recapitulando, tenemos que para los analistas todo hecho
    o informa­ción no tiene interés aislado, sino
    contextualizado e inscrito dentro de tendencias que alimentan
    escenarios.

    En consecuencia, constituye exigencia para el trabajo de
    los analistas de primer nivel asociar el hecho (presente) a una
    tendencia (actividades que posiblemente se concretarán en
    la realidad) que intenta moldear un escenario
    (futuro).

    En ningún caso los analistas podrán
    presentar información que no es inscriban en un esfuerzo
    teleológico de utilidad para los decisores u
    opositores.

    En muchos casos, los hechos muestran cómo una
    tendencia alimenta varios escenarios alternos, situación
    que suele ocurrir con frecuencia en la medida en que se capta una
    intencionalidad de largo plazo.

    En estos casos las fronteras de la tendencia aparecen
    difusas y pueden relacionarse con varios escenarios.

    Al disminuir el tiempo previsto para la eclosión
    del escenario que se construye (corto y mediano plazo), las
    tendencias aparecen más claras y perfectamente
    delimitadas.

    Asimismo, es necesario dar la debida importancia a los
    momentos de cruce de varias tendencias, pues ello acelera el
    desencadenamiento de un escenario.

    Reforzar el
    análisis con información en
    profundidad

    Los analistas y los colectivos de análisis no son
    simplemente funcio­narios y equipos de burócratas que
    procesan información.

    Deben ser profesionales comprometidos con la
    gestión, con criterio político y conocimiento de la
    perspectiva de los decisores, así como también con
    capacidad transdisciplinaria para estudiar situaciones
    problemáticas.

    Esto se debe a que a la simple referencia al hecho y la
    determi­nación de sus relaciones y orientación,
    se le deberá añadir elementos de estudio en
    profundidad del caso, con base en la experiencia y la
    información asociada que posea el analista, esfuerzo que
    evitará al máximo el sesgo personal y el
    tremendismo político. Las sugerencias de actuación,
    enfatizando en lo proactivo sin descuidar la respuesta a lo
    contingente. La información procesada, analizada y
    enriquecida con la perspec­tiva transdisciplinaria concluye
    con un conjunto de propuestas que fundamentan la
    definición de una situación operativa.

    Estas propuestas privilegian la continuidad y el curso
    de las políticas públicas de interés. En
    consecuencia, suelen tener los siguientes niveles:

    a) Reactivas: para disminuir el efecto inmediato de un
    ataque opositor o situación contingente que afecta el
    desarrollo de esas políticas. En este caso, lo urgente es
    superior a lo importante.

    b) Defensivas: para disminuir, neutralizar o eliminar a
    corto y mediano plazo los elementos y prácticas que
    potencian la situación adversa.

    c) Ofensivas: para retomar la iniciativa en el
    desarrollo de las políticas. d) Proactivas: se generan
    antes de surgir la crisis para evitar que la política de
    interés se vea afectada para las resistencias o posiciones
    adversas.

    La respuesta a lo urgente no puede justificar el olvido
    del largo plazo, del horizonte, de la
    visión–misión institucional; pero tampoco
    puede servir de pretexto el fin último de la
    institucionalidad para no dar respuesta a lo
    contingente.

    Los formatos
    más utilizados para presentar los escenarios de
    interés

    Una vez que se ha procesado la información, surge
    el problema para el analista en torno a cómo comunicar los
    resultados del análisis del primer nivel, para que su
    contenido tenga el mayor uso posible y constituyan elementos de
    alta utilidad para los decisores.

    Si bien en este campo es necesaria una permanente
    actuali­zación y esfuerzo creativo, se considera que
    la presentación de los resultados del análisis
    estratégico o del entorno debe contar con:

    a) Formato que evidencie que es una
    síntesis.

    b) Brevedad del informe que deberá garantizar la
    comprensión por los decisores y la elaboración de
    imágenes por parte de quienes conforman los restantes
    niveles de análisis.

    c) Referencia clara a las fuentes de la
    información que funda­

    menta el análisis.

    d) Tiempo de validez máximo de las
    propuestas.

    e) Criterios para la verificación de la
    información no comprobada que se incluya en el
    análisis. Ésta se incluye sólo si es
    relevante incluir datos no confirmados.

    El
    análisis de segundo nivel: inteligencia social y su
    encuentro con las otras formas de inteligencia

    Como ya lo señalamos en este documento, el equipo
    de segundo nivel de microanálisis está conformado
    por el colectivo de analistas que el coordinador de la sala
    social situacional considere pertinente (provenientes todos del
    equipo que realiza análisis de primer nivel), los
    especialistas ad hoc que considere necesario convocar el
    coordinador de la sala social situacional y los técnicos
    que se requieran para profundizar en el conocimiento de
    áreas temáticas abordadas en cada
    análisis.

    A este nivel le interesa aclarar dudas sobre el
    contenido del reporte y profundizar en las sugerencias propuestas
    por los analistas.

    Los responsables de la gestión de la sala social
    situacional conducen el debate pero no expresan en él su
    opinión para limitar los sesgos derivados de la
    subordinación a la autoridad.

    Recordemos que son precisamente el coordinador de la
    sala social situacional y/o el director general del entorno a
    quienes corresponde explicar, defender y argumentar frente a los
    decisores respecto a las sugerencias que emanen de esta
    instancia.

    Estos responsables de gestión de la
    información estratégica tienen facultad para
    relacionar información proveniente de la inteli­gencia
    policial, artificial y social, que debe permanecer
    compar­timentada para los analistas del primer
    nivel.

    En consecuencia, la información que sirva de
    fundamento para el análisis de segundo nivel debe provenir
    de fuentes con las cuales se tiene relación estructural y
    entrar por las instancias, canales y conforme a los protocolos
    establecidos por la administración.

    Cuadrangulación analítica de la
    información

    En el segundo nivel de análisis se produce la
    cuadrangulación de la siguiente
    información:

    1. Análisis de primer nivel.

    2. Teoría(s) relacionada(s).

    3. Información policial, de contraloría
    social y artificial.

    4. Comportamiento histórico del equilibrio,
    sector, política pública, la institucionalidad y
    los sectores adversos.

    La cuadrangulación permite descartar la
    información irrele­vante, las interpretaciones
    equivocadas, detectar imprecisiones y aspectos sobre los cuales
    es necesario profundizar. Cuando las dudas o vacíos lo
    exigen se pueden convocar a especialistas o grupos ad hoc.
    También se pueden realizar sesiones en la sala de consenso
    para precisar elementos del análisis.

    El análisis de tercer nivel: valorar y ponderar
    para iniciar el diseño de la situación
    operativa

    El tercer nivel de análisis es el del
    diseño de la situación operativa. Éste es
    realizado de manera estricta por el director general de
    análisis estratégico y el coordinador de la sala
    social situacional.

    Disposición que procura garantizar la
    discrecionalidad y ase­guramiento de la debida reserva en
    torno a lo que se va a hacer.

    Recordemos que la situación operativa está
    referida al diseño y planificación de las
    sugerencias y recomendaciones que se le hacen llegar a los
    decisores, la cual contiene definiciones básicas,
    focali­zación, ubicación, cronograma,
    actividades y actores a desarrollarla. El decisor tiene libertad
    para modificar o enriquecer los contenidos y alcances de la
    situación operativa.

    Para abordar la construcción de la
    situación operativa el respon­sable de su
    diseño deberá valorar y ponderar los efectos,
    impacto y posibles reacciones que genere la ejecución de
    la situación operativa, tanto en los aliados como en los
    adversarios, así como sus costos e incidencia en la
    gobernabilidad. Éstas se presentarán como alertas a
    tomar en cuenta.

    Tener presente que todo análisis y
    situación operativa debe garantizar las respuestas que
    requieren los decisores

    Toda situación operativa deberá dar
    respuestas a interrogantes y problemas concretos que preocupen a
    los decisores y para cuya solución tengan competencias y
    se refieran a su ámbito de actuación.

    Eventualmente, los decisores pueden recibir facultades
    extraor­dinarias para actuar en la solución de
    problemas precisos que se le presenten a la administración
    en un momento dado y que de manera ordinaria no constituyan
    aspectos de su interés. En estos casos el análisis
    adquiere el estatus de extraordinario y obliga a la sinergia
    interinstitucional.

    Las respuestas no pueden ser sólo enunciativas
    sino que deben exponer la ruta sugerida para garantizar su
    viabilidad y eficacia.

    El reto: minimizar el margen de error

    El mayor reto que deben superar los responsables del
    diseño de la situación operativa está
    referido a la disminución del margen de error que contiene
    todo diseño prospectivo.

    La incertidumbre contingente del futuro exige a la
    situación operativa un esfuerzo de anticipación que
    siempre se confrontará con la realidad. Para disminuir la
    incidencia de los imprevistos se sugiere:

    1. Verificar la autenticidad del grueso de la
    información que fundamenta el diseño.

    2. Realizar una evaluación expostfacto a todo
    diseño operativo.

    3. Conocer las evaluaciones recientes y el estatus
    operativo del personal que se sugiere intervenga en la
    ejecución de la situación operativa.

    4. Desarrollar un archivo que
    contenga las evaluaciones de las situaciones operativas (SO)
    similares, parecidas o que más se le aproximen.
    Evaluaciones que contengan las situaciones contingentes con las
    cuales se encontró esta SO y cómo éstas
    fueron superadas o alteraron el curso de la solución
    propuesta. A partir de este análisis se debe desarrollar
    un ejercicio que relacione y que permita afinar el diseño
    de la situación operativa.

    5. Combinar la precisión de los datos con la
    humildad de las propuestas, lo cual no implica asumir una
    perspectiva conservadora que limite la solución del
    problema que es centro de atención de la
    administración.

    El
    análisis de cuarto nivel el decisor hibrida la
    propuesta

    Como se señaló anteriormente, el cuarto
    nivel de microanálisis es desarrollado por el viceministro
    del despacho o el decisor a quien esté adscrita la sala
    social situacional.

    Los decisores suelen ser ejecutivos muy ocupados que
    disponen de muy poco tiempo para el análisis. Precisamente
    para facilitar el acceso a información relevante se apoyan
    en las salas sociales situacionales.

    Es responsabilidad de estos decisores la
    ejecución de las políticas y la solución de
    problemas intermedios de la gestión. Por ello, en este
    nivel el análisis suele referirse a la vinculación
    de la situación operativa con las políticas que
    determinan las competencias de la institución, sin
    descartar otras iniciativas que tome el gerente.

    El
    análisis de quinto nivel: el más alto nivel de toma
    de decisión

    El más alto nivel de toma de decisión lo
    constituyen los ministros, directos o presidentes de institutos
    autónomos o presidentes de fundaciones de la
    administración pública nacional.

    El quinto nivel de microanálisis lo realiza el
    ministro del des­pacho o máxima autoridad del ente al
    cual pertenezca la sala social situacional.

    Este nivel da el visto bueno u ordena la
    suspensión de una situación operativa en curso, con
    base en la valoración integral que hace de sus efectos,
    consecuencias y beneficios ya que dispone de información
    mucho más completa sobre los acontecimientos y sus
    relaciones intersectoriales.

    Los problemas que para el análisis le surgen a
    los niveles cuatro y cinco suelen ser abordados por los altos
    ejecutivos y/o las directivas de las organizaciones sociales
    teniendo como marco de referencia los aspectos claves de su
    interés.

    Los problemas que para el análisis le surgen a
    los niveles cuatro y cinco suelen ser abordados por los altos
    ejecutivos y/o las directivas de las organizaciones sociales
    teniendo como marco de referencia los aspectos claves de su
    interés.

    El análisis de sexto nivel: construyendo
    sinergia

    El sexto nivel de microanálisis es contingente y
    extraordinario y corresponde a aquel que realizan, de manera
    conjunta, equipos de varias salas sociales situacionales. Este
    microanálisis se realiza cuando la complejidad de la
    temática lo requiera o cuando los deci­sores de
    gabinetes sectoriales lo señalen.

    En el caso de los movimientos sociales constituye el
    momento de construir las alianzas estratégicas,
    desarrollar redes múltiples y de construcción de
    gobernabilidad revolucionaria.

    Es el momento de la superación de las barreras
    del caciquismo, el burocratismo y de las parcelas. Limitaciones
    en cuya resolución poco se había avanzado a la hora
    de posesionarse en el gobierno el discurso revolucionario
    bolivariano.

    Aún es lento el ensamblaje pero el horizonte de
    transformaciones en curso exige y demanda, no sólo de las
    instituciones, sino del gobierno y los ciudadanos una labor
    conjunta y coordinada para solucionar los problemas nacionales
    que afectan a la gestión en la derrota de la
    exclusión y la maldad, posesionando la justicia y la
    equidad
    social.

    Para finalizar queremos enfatizar en la
    comprensión del análisis estratégico,
    así como de la labor que se realiza en la sala social
    situacional como procesos que es posible sistematizar, evaluar y
    enriquecer de manera continua.

    Gran parte del esfuerzo de este trabajo se concentra en
    desmi­tificar sus dinámicas para democratizar la
    información, el conoci­miento y los saberes en el
    marco del paradigma bolivariano de la democracia participativa y
    protagónica.

    Estamos conscientes de los vacíos que este
    trabajo presenta, los cuales aspiramos y esperamos que sean
    subsanados por la cons­trucción compartida de
    teoría que al respecto desarrollen los colec­tivos que
    trabajan en el área y los ciudadanos interesados en la
    materia.

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    Luis Bonilla-Molina

    Haiman El Troudi

    Textos relacionados:

    Inteligencia social

    Metodología de sala situacional

    Guerra de cuarta generación

    Ediciones Gato Negro

    Caracas – Venezuela

    Primera edición Caracas, julio 2004

    © Luis Bonilla-Molina y Haiman El Troudi,
    2004

    Esta publicación fue auspiciada por la UBV y la
    Dirección del Despacho Presidencial

    ISBN 980-390-091-9

    Corrección de textos

    Margarita Gaspart

    Venezuela

    Este material se incorpora a la Base de Producciones
    Documentales de la Línea de Investigación
    comparativa sobre Gerencia y Calidad de la Educación adscrita
    a la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), la Red
    Latinoamericana y del Caribe de Ex Becarios del
    IIPE–UNESCO, la Sociedad Venezolana de Educación
    Comparada (SVEC), la Red de Apoyo al Proyecto
    Educativo Nacional (PEN), los Círculos Bolivarianos, la
    Cooperativa Editorial PLOM, ANROS (asociación nacional de
    redes y organizaciones sociales), el Frente Francisco de Miranda
    y la Cooperativa Escuela Nuestramérica. Puede ser usado
    libremente por los colectivos de pedagogía libertaria.

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