(Colombia)
El presente artículo pretende hacer un análisis crítico de lo que significa
la armonización para las personas del común, todas
aquellas que no tienen intereses politicos o economicos en el
tema. El artículo busca explicar que armonizar no es lo
mismo que adoptar y que lo mejor para el pais no es obedecer sino
acordar, es decir, tomar lo que le convenga para su bienestar
economico y social.
PALABRAS CLAVE
Armonizar, adoptar, adaptar, aceptar, globalización.
Se entiende por armonización de acuerdo con la
afirmación más aplicable del diccionario
como "poner en armonía o hacer que no discuerden o se
rechacen dos o más partes de un todo, o dos o más
cosas que deben concurrir a un mismo fin". Esta es una
aspiración de los usuarios de la información contable que han querido tener
un lenguaje
común que facilite la interpretación, el entendimiento y la
comparabilidad de balances y demás estados
financieros; se ha hecho cada vez más insistente en la
medida en que las comunicaciones
han evolucionado y últimamente está siendo casi
exigida, por las positivas repercusiones que se le atribuyen,
dentro del proceso de
globalización de la economía.
El tema se ha abordado desde varios sectores en forma
muy superficial, primero porque han entendido que armonizar es
adoptar, lo cual no es cierto, si nos atenemos a la
definición del diccionario y segundo porque ignoran las
implicaciones de orden práctico que tiene su
implementación. Una precipitada decisión puede
ocasionar efectos muy negativos en la oportunidad, la calidad y en la
confiabilidad de la información para un país como
el nuestro.
Esta unidad de principios
permite alcanzar una identificación en la forma de
registrar las operaciones,
facilita el comparar la información financiera resultante
y sacar conclusiones que permiten orientar políticas
y tomar decisiones. Una vez precisados estos conceptos se puede
intentar el análisis fundamentado sobre la realidad de la
armonización contable en Colombia con las normas
internacionales de contabilidad. Es mucho lo que se ha
especulado en nuestro medio sobre el tema en los últimos
años y dentro de esa especulación se observan
actitudes
inflexibles que abanderan la adopción
de las normas
internacionales prácticamente por decreto como es el caso
del C.P. Mantilla, casi que sin fórmula de juicio y
argumentando básicamente razones de atraso con el desarrollo
mundial. Con actitud
parecida pero atribuyendo la urgencia a la, globalización,
desde otros ángulos se plantea la adopción
inmediata de las normas internacionales como un proceso tan
irreversible como el que se atribuye a la misma
globalización.
Estas posturas inflexibles sobre un tema de tanto
impacto, parecen ignorar aspectos fundamentales como son las
particularidades de nuestro entorno, la conveniencia
práctica, las características de los negocios, el
tamaño de la economía y otros varios factores que
por lo menos recomendarían un proceso juicioso antes de
tomar cualquier decisión afirmativa de cambio
rotundo.
Se refuerza también desde sectores
gubernamentales la necesidad de la rápida
armonización por los compromisos que al respecto ha hecho
el gobierno nacional
por un lado con la banca
multilateral y por otro con la
Organización Mundial del Comercio,
O.M.C., que en el primer caso supone según ellos, el deber
de iniciar un proceso inmediato de adopción como parte de
las condiciones de financiación impuestas por esos
organismos y en cuanto a la O.M.C. por la obligación
contraída con ese organismo con el cual, se señala
"el Estado
colombiano tiene la palabra empeñada". Estas explicaciones
suenan irrespetuosas con la condición de independencia
que fundamenta el trabajo del
Contador Público quien no puede ser objeto de influencia
alguna y menos en temas tan delicados como el de la
armonización contable que de hecho afectan tantos
intereses, entendido además, que tales principios deben
surgir de los estamentos profesionales y académicos y no
de organismos estatales.
Un acuerdo de tales características no puede
obligar a la profesión de contador a seguir disposiciones
que carecen del debido proceso de investigación, estudio y análisis
que son de rigor para una adecuada socialización, consecuente
apropiación y adecuada implementación.
La Contaduría Pública es una ciencia,
encerrar su filosofía bajo una sola doctrina así se
llame normas internacionales, ayuda a los usuarios de la
información, pero afecta apreciablemente la
investigación y por lo tanto a la academia. Es
lógico que si somos profesionales globales y aspiramos a
entrar en la bolsa de Nueva York debemos hablar y entender
el lenguaje
técnico y de comunicación que allí se
utiliza.
Otro argumento que luce muy fuerte para promover la
llamada armonización contable y que proviene de un
respetable sector académico se refiere a la para ellos
evidente desactualización que se observa entre los
principios contables de aceptación general en Colombia,
reglamentados en el decreto 2649 de 1993 y las normas
internacionales. Aunque esto es casi cierto también debe
señalarse que la necesaria actualización
debería ser objeto de un juicioso estudio de
investigación, que señale las diferencias y dentro
de un proceso objetivo
defina lo bueno y lo malo de lo uno y lo otro de tal manera que
cualquier recomendación de armonización para cada
una de las normas, consulte el contexto nacional, el
tamaño de nuestra economía y la realidad de la
aplicación práctica.
La transparencia también se ve a nivel global
como una resultante del tan necesario proceso de normalización y asimismo se señala
en nuestro medio como un logro que se alcanzaría casi que
inmediatamente con todas las ventajas que ello supone para la
confiabilidad de la información financiera.
Por lo pronto puede plantearse que los principios
contables de aceptación general, malos o buenos
actualizados o desactualizados, lo importante es que se sigan
fielmente de tal manera que aporten en forma efectiva a los
propósitos de alcanzar transparencia en la
información. Los recientes escándalos mundiales
validan claramente esta apreciación. Recientemente ha
surgido un elemento nuevo, que se refiere al costo en que
tendrían que incurrir las empresas cuando
accedan al mercado
internacional de capitales y que por lo tanto deberían
adecuarse a las correspondientes normas; El tema de la
normalización en la realidad de nuestra economía,
nos encontramos que las empresas, que por lo menos hoy, o en el
inmediato futuro pueden llegar con algunas posibilidades a las
bolsas internacionales, se podrían contar con los dedos de
la mano.
Hasta aquí se han presentado las argumentaciones
que se han usado para presionar la armonización contable
de aceptación general en Colombia con las normas
internacionales de contabilidad.
Últimamente se ha observado una
flexibilización de quienes hasta hace poco planteaban una
adopción de las normas internacionales obligada; parece
que ahora han asumido una actitud de implementación
gradual, inclusive aceptando que la intención de
unificación solamente se requiere para las empresas que
participan en el mercado de
capitales, entonces recomiendan que se utilice para los
demás las conocidas como normas internacionales para
Pymes.
Realmente suena bien contradictoria la nueva posición de
quienes hasta hace muy poco hablaban públicamente de un
"desastre nacional "por no adoptar de inmediato y sin distingo de
ninguna clase, las
normas internacionales y ahora resultan con actitudes muy
distantes de aquellas.
La fecha limite para adoptar se ha fijado para presionar
de mala manera, la inmediata adopción de las normas
internacionales. En la medida en que la fecha se acerca y no se
alcanza el propósito, se observa que también se
atenúa la evidente forma de presión.
Es claro que las normas internacionales también
se desactualizan rápidamente. Esa situación y la
dinámica de los hechos políticos y
económicos en el mundo hacen que se conserve un sano
escepticismo sobre la futura realidad de la armonización.
De todas formas es necesario proveer una forma de sostenibilidad
apropiada dentro del ámbito profesional para que los
cambios que se vayan presentando al respecto, se estudien
oportuna y cuidadosamente para así validar y reformular
las modificaciones efectuadas, a nivel de las normas
internacionales.
CONCLUSIONES
- La armonización es un proceso dilatado que
requiere un estudio serio de nivel académico que
además consulte las necesidades del contexto y la
realidad práctica de su aplicación. El estudio no
puede ser apremiado por urgencias ni presiones de ninguna
clase. - Armonizar no significa adoptar.
- La armonización es una aspiración de
los usuarios de la información. - La implementación de un proceso masivo de
armonización debe asegurar que una vez iniciada,
garantice comparabilidad, calidad y confiabilidad de la
información financiera.
- Mantilla B. Samuel Alberto. Adoptar no es Adaptar.
En: Revista El
Contador Publico No. 82, Septiembre de 2000, pags.
32-37. - Lydia E. Calagari de Grosso, Gustavo Grosso.
Armonizacion de las Legislaciones. Agosto de 2003. - Cavero Rubio Jose Antonio. Ultimas Tendencias en
Armonizacion Contable. Tecnica
contable No 650 de 2003. - Sanchez Jose Miguel. Armonización en la
Unión
Europea. Monografias.com - Pinzon Pardo Lina maria. La
Globalización Determina un Reto Particular Para el
Contador Profesional Colombiano. Monografiascom
Lina Zuleyma Sanchez Lopez
Luz Amparo
Cardona Cruz
Diana Marcela Manrrique
Maria Lorena Gonzalez Patiño