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Historia del Arte. El Arte Barroco




Enviado por carito20_04



    1. ¿En qué
      período se desarrolla el arte Barroco y qué
      características presenta?
    2. Características del
      Barroco en Italia y Francia
    3. Descripción del
      Vaticano
    4. Basílica de San
      Pedro
    5. ¿Quién fue el
      escultor más destacado de ese siglo y cuales fueron sus
      obras más representativas?
    6. Obras y características
      más importantes
    1. Tradicionalmente se denomina "Barroco" al
      período de transcurre desde el siglo XVII al XVIII. La
      especial actitud
      estilista que caracteriza al arte
      barroco alcanzó su momento de madures en Italia
      hacia 1630 y se desarrolló en los cuarenta años
      siguientes. A partir de ese momento se difundió por
      todas las naciones de Europa.
              El arte
      barroco jugó un papel importante en los conflictos
      religiosos de este periodo. Frente a la tendencia protestante
      a construir los edificios para el culto de una manera sobria
      y sin decoración, la iglesia
      católica usó para sus fines litúrgicos
      la grandiosidad y la complejidad barrocas. El papado
      reaccionó contra la división que provocó
      la reforma iniciada por Lutero generando el movimiento
      que se conoció como la Contrarreforma. La arquitectura,
      la escultura y la pintura
      fueron utilizadas para el prestigio de la autoridad
      papal e ilustrar las verdades de la fe. En este sentido se
      puede afirmar que el barroco es la expresión estética de la
      Contrarreforma.

      La monarquía utilizó la
      magnificencia de este arte para poder
      hacer propagandas que los beneficiasen, ya sea en el arte o
      en la sociedad.

      La burguesía de la época, que
      había logrado obtener un papel muy notable,
      utilizó el Barroco para expresar sus ideas y
      trascender más allá de su
      época.

      En la arquitectura se dan las superficies
      onduladas, las plantas
      elípticas y las trabazones interrumpidas,
      acompañadas de una exageración de la
      monumentalidad. La arquitectura barroca española
      influyó activamente en América del Sur y contó entre
      sus principales figuras representativas a José de
      Churriguera (retablo de San Esteban de Salamanca), a
      José de Ribera y a arquitectos del s. XVIII como
      Hipólito Rovira, Casas Novoa y Leonardo de Figueroa.
      Entre sus manifestaciones se destacan la basílica de
      Guadalupe, la fachada del Sagrario de la catedral, la capilla
      del Pocito y las iglesias poblanas, en México, y en el Perú una
      arquitectura en la que se entremezclan el empleo de
      la columna salomónica con el de la hojarasca
      decorativa indígena.

      En la escultura cobra papel decorativo en la
      composición general, y en las grandes pinturas murales
      viene a corroborar el gusto por la teatralidad, que asimismo
      reflejan los fondos de los retratos y los grandes altares de
      las iglesias, con su complicada estructura
      y dramática vivacidad. Se destacan el movimiento y el
      dinamismo; las imágenes muestran pasiones violentas,
      lentas y exaltadas. La valorización de aquellos
      motivos heroicos de la cultura
      renacentista injertos en la Contrarreforma y la pintura del
      Greco y de Caravaggio introdujeron nuevos contenidos
      religiosos y morales y contribuyeron a una radical
      renovación de la expresión figurativa. El
      fortalecimiento de la Iglesia católica trajo consigo
      una vigorosa reanudación de motivos estrictamente
      renacentistas, y al mismo tiempo en
      la pintura se abría paso un eclecticismo
      académico y el creciente interés por la decoración. En
      este eclecticismo y naturalismo, de tipo decorativo, tienen
      su origen las alegorías de los cuadros devotos (la
      calavera, el éxtasis celestial, la mirada en rapto
      doloroso o apasionado), con su estabilización de la
      iconografía sacra, y, paralelamente, el cultivo de una
      serie de temas de devoción y de ilustraciones de la
      verdad de la fe y de los sacramentos, fruto de una gran
      demanda
      por parte de la Iglesia. La expresividad de las figuras
      representadas y el intenso claroscuro son unas de las
      características más importantes de este
      período en la pintura.

      En resumen, el Barroco se caracteriza por la
      acumulación de formas y excesos de
      superposición de elementos ornamentales y en el cual
      aparecen columnas retorcidas y pilastras que no sostienen
      nada, arquitrabes y muros que se doblan y retuercen, figuras
      en los cuadros iluminados de forma antinatural y esculturas
      que buscan efectos ilusionistas. Responde a una mentalidad
      cada vez más homogénea, que adoptó sin
      embrago en los diversos países formas diferentes. Se
      puede decir que el barroco es un estilo comprensible para
      todos que se manifiesta con dos ideas contrapuestas: a) el
      barroco lujoso y cortesano, teatral y católico y b)el
      barroco burgués destinado a representar la vida real,
      cotidiana y que abarca al protestantismo.

      En la segunda mitad del XVII se desarrolló en
      el norte de Europa un estilo clásico diferente,
      conocido como neoclasicismo.

    2. ¿En qué
      período se desarrolla el arte Barroco y
      qué características presenta?

      Características del barroco en
      Italia

      El fenómeno espiritual que
      cristalizó en Italia las nuevas concepciones
      artísticas fue la contrarreforma; de ahí que
      precisamente la ciudad de los papas constituyera la sede de
      un trabajo de
      remodelación basado esencialmente en la
      exaltación temática religiosa, una de las
      líneas maestras de la arquitectura barroca tanto en
      sus inicios en Roma como en
      posteriores etapas de plenitud en todo occidente. De acuerdo
      con las ordenes del papado proliferó la obra de
      numerosos arquitectos urbanistas: junto al las edificaciones
      de los tres grandes nombres del período mayor del
      florecimiento barroco, Piero de Cortona, Bernini y Borrominni
      entre otros.

      El proyecto de
      reforma emanado por la autoridad papal respondió a una
      necesidad político-religiosa: volver a conferir
      importancias a las grandes basílicas romanas y
      enlazarlas entre sí por medio de calles que
      facilitasen sus visitas a los peregrinos. Pero también
      fue respuesta una situación económica y social
      ya que siendo Roma aún una ciudad amurallada, su
      población crecía más y
      más.

      Las bellas fuentes
      que caracterizaban a roma fueron construidas durante el siglo
      XVI. Una de las más famosas es la fuente de Trevi
      realizada por Niccolo Salvi.

      Los recursos
      de urbanización y ornamentación fueron
      aplicados en las villas de los Papas y Cardenales en cuyos
      jardines se alternaban bosques y praderas pobladas de ruinas,
      estatuas y fuentes.

      Los dos arquitectos por excelencia fueron Bernini y
      Borromini.

      Gian Lorenzo Bernini, nacido en el año 1598 y
      muerto en el 1680 fue escultor, arquitecto y pintor. Fue, con
      Borromini, el artista más representativo del barroco
      romano del s. XVII. En su carrera influyó
      decisivamente la protección que le prestaron los papas
      Urbano VIII (1623-24) y Alejandro VII (1655-57).
      Imprimió efectos escenográficos a sus obras de
      arquitectura, combinando en ellas la proporción y la
      perspectiva: baldaquino de la basílica de San Pedro
      (1624), columnata de San Pedro (1657-67), etc. Su escultura
      se caracteriza por un extraordinario sentido del
      movimiento,

      expresividad y penetración
      psicológica: Dafne (1622, Galería Borghese) y,
      sobre todo, Santa Teresa y el Ángel (1644-47).
      También fue obra de Bernini la escalera regia del
      Vaticano que conduce a los pisos superiores del palacio, las
      Iglesias de San Andrés y el Sudario. Quizá su
      obra mayor fue la urbanización externa de la Plaza de
      San Pedro, en donde los brazos del pórtico
      representan, los brazos de la Iglesia extendidos hacia la
      cristiandad.

      Francesco Borromini, nacido en el 1599 y muerto en
      1667. Fue un arquitecto e inició su carrera en Roma,
      con Maderna, como dibujante y escultor. Después
      trabajó con Bernini pero fue más audaz y
      revolucionario que éste. Casi todas sus obras son
      encargos de órdenes religiosas. La columnata del
      palacio Spada (1632) fue su primera obra
      arquitectónica. Siguen las iglesias delle Quattro
      Fontane, Santa Inés y San Ivo alla Sapienza. Sus
      planos son un alarde de penetraciones fantásticas de
      unos elementos con otros, acentuando su dinamismo vertical y
      horizontal. Tuvo gran influencia en la Europa del s.
      XVII.

      En cuanto al resto de Italia fue en Nápoles y
      en Sicilia donde el barroco fue aceptado con entusiasmo donde
      la arquitectura fue libre y se descubrió con una
      fastuosa y pintoresca. En Florencia el Palacio de
      Pitti
      con techos barrocos; en Venecia se levanta la torre
      de Santa María de Saludi. En el norte,
      Turín es una ciudad barroca donde son
      característicos el Palacio real de Carignano,
      el panteón real y el castillo
      Stupigni.

      Características del barroco
      en Francia

      En Francia surge una generación de grandes
      pintores, influidos por la pintura italiana pero dotados de
      gran personalidad, y cuyo arte está
      orientado hacia la realidad del mundo y se satisface con la
      representación de escenas familiares (Le Nain,
      Philippe de Champaigne, Georges de la Tour). El único
      que escapa a esta regla es Claude Lorrain, inspirado por el
      clasicismo pagano italiano.

      Algunos edificios característicos del arte
      francés fueron los bellos palacios, de los cuales el
      más imponente es el de la residencia que Luis
      XIII
      hizo construir en Versalles,

      originariamente una pequeña construcción de ladrillos que Luis
      XIV
      hizo embellecer y ampliar. Así alrededor del
      patio central primitivo, Le Vau añadió
      dos alas que llegaban hasta el jardín y entre las que
      quedaba una gran terraza. En ese espacio Manzart
      construyó una galería que luego se
      convirtió en el salón de los espejos.
      Por último los jardines fueron decorados por Lenotre
      que dispuso una serie de escalinatas que descienden del
      palacio al jardín.

    3. Mencione las
      características del Barroco en Italia y Francia.
    4. Realice la
      descripción del Vaticano y mencione tres
      arquitectos famosos que participaron en su
      construcción.

    La Ciudad del Vaticano, también llamada la Santa
    Sede, se encuentra en Roma. Dentro de ésta se encuentra el
    Museo que guarda los tesoros artísticos del
    Vaticano. Se divide en distintas colecciones independientes. Las
    más importantes son el Museo Pío Clementino,
    con estatuaria griega y romana; la Galería
    Chiaramonti
    , con esculturas griegas y renacentistas; el
    Museo Gregoriano, con objetos egipcios y etruscos; la
    Pinacoteca, rica especialmente en pintura italiana; la
    Bibliote
    ca, fundada en el s. XV, etc. Las Estancias y
    la Capilla Sixtina también forman parte del
    Museo.

    Desde el siglo XVI es la sede del máximo
    representante de la Iglesia Católica y en ella se levanta
    el mayor templo cristiano. Esta ciudad comprende La
    Basílica de San Pedro, los palacios Vaticanos
    y otras
    edificaciones de menor relevancia. También forman parte de
    esta algunos edificios situados fuera de sus límites,
    como: la basíliva de Santa María la Mayor; San
    Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y la Villa y el
    palacio de Castelgandolfo

    Se llega a la basílica de San Pedro por la
    vía de la conciliación, trayecto obligado para
    acceder a la monumental plaza de San Pedro (obra de Bernini
    realizada entre 1656 y 1667). Esta plaza es de forma
    elíptica y está cerrada en el fondo por la
    Basílica que se prolonga sobre ella con un pórtico
    dórico. Su origen se remonta a la basílica
    construida por Constantino el Grande en 324. En el s. XV,
    temiéndose por su integridad, se decidió
    reconstruirla. En 1506, Julio II adoptó el proyecto de
    Bramante (planta de cruz griega, tres naves), continuado por
    Rafael, Sangallo, Miguel Ángel (que añadió
    la gran cúpula, que realizaron Vignola, Della Porta y
    Fontana) y Bernini (que construyó la columnata exterior y
    el baldaquino interior de bronce). Alberga la Pietà, de
    Miguel Ángel; la Confesión, de Maderno, y numerosos
    monumentos funerarios de Bernini, A. Pollaiuolo, Algardi,
    Fontana, Canova.

    Basílica de San Pedro

    Fachada de la Basílica de San
    Pedro

    Carlo Maderno realizó la fachada de la
    basílica entre 1607 y 1614, aunque se siguió
    trabajando hasta 1614 en el atrio. Originalmente debía de
    estar flanqueada por dos torres campanario que no pudieron
    añadirse debido por deficiencias estructurales. Ocho
    grandes columnas y ocho pilastras con capiteles corintios
    sostienen al friso, sobre el cual se dispone un frontón
    triangular. En el cuerpo superior se han abierto ventanas de
    formas distintas pero donde se consigue un elegante efecto de
    ritmo y simetría, y está coronado por una
    balaustrada interrumpida por trece pedestales, en los cuales se
    yerguen las estatuas del Redentor, el Bautista y doce
    apóstoles, excluido San Pedro. En el cuerpo inferior, a la
    izquierda se abre el Arco de la Campana, que da acceso a La
    Ciudad del Vaticano. El balcón central recibe el nombre de
    Logia de las Bendiciones y es célebre porque se
    anuncia desde allí a los files la proclamación del
    nuevo Papa, y porque desde ese lugar se imparte la
    bendición urbi et orbi. Debajo se encuentra un
    altorrelieve de A. Boncino (1614) que representa La Entrega de
    las Llaves. La fachada posee un desarrollo
    excesivamente horizontal e igualmente se advierte
    desproporción en las escaleras de acceso, que Bernini
    construyó en tres replanos.

    Fachada de la Basílica

    Cuando en el 1456 muere Sangallo, Miguel Ángel se
    hace cargo de las nuevas obras de la Basílica de san Pedro
    y cancela los proyectos de su
    predecesor, diseñando una gigantesca cúpula que
    debía situarse en el centro de su planta de cruz griega. A
    pesar de que en el siglo XVII Maderno, alteró la planta,
    sí que se llevó a cabo, ateniéndose a los
    dibujos
    miguelangelescos, esta poderosa cúpula que tiene 92m. de
    circunferencia y se levanta a 136 metros y medio de altura. No
    pudo verla terminada porque murió en 1564, pero se
    había edificado para entonces la casi totalidad del tambor
    que la sostiene. Sus continuadores Giacomo della Porta y Domenico
    Fontana, dudaron entre mantener la forma esférica
    propuesta por Miguel Ángel o perartarla en algo, como al
    final hicieron, pero sin traicionar el espíritu de la
    obra.

    Tres de los arquitectos que participaron en la
    construcción del Vaticano fueron:

    • Miguel Ángel (Buonarroti) En 1457 fue
      nombrado arquitecto mayor de la Basílica de San
      Pedro
      y si bien respetó la planta original de
      Bramante, levantó la cúpula a una altura mucho
      mayor. Con excepción de la fachada, todo el exterior es
      obra de Miguel Ángel. (Estas son las más
      destacadas).
    • Gian Lorenzo Bernini, que realizó la
      Plaza de San Pedro; la escalera regia, considerada como la obra
      más ardua de entre toda su producción arquitectónica (estas
      son algunas de sus obras más destacadas). Luego hizo el
      Templete de San Pedro, un pequeño edificio
      circular, rodeado de un pórtico con columnas
      dóricas que remata en una cúpula.
    • Bramante, Donato quien hizo la escalera de
      caracol del Vaticano. Con Julio II se convirtió en el
      director general de las obras del Vaticano. Fue en 1505 cuando
      proyectó la nueva Iglesia de San Pedro, que
      debía sustituir a la antigua Iglesia paleocristiana
      levantada por Constantino; concibió un edificio con
      planta en forma de cruz griega y enorme cúpula, pero no
      pudo verlo construido ya que murió.
    1. Gian Lorenzo Bernini
      nació el 7 de Diciembre de 1958 en Nápoles.
      Hacia el 1605 marchó hacia Roma junto con su familia,
      donde, gracias a la protección del cardenal Scipione
      Borghese y una incesable actividad artística,
      consiguió ocupar, en pocos años, el primer
      lugar entre los artistas que allí trabajaban. Se
      reveló en las primeras esculturas realizadas para
      dicho cardenal: Eneas y Aníquises; el rapto de
      Proserpina.

      Prescindió de los límites del bloque
      escultórico, realizando figuras muy movidas, con sus
      extremidades lanzadas al espacio y representadas en momentos
      fugaces.

      Estas características se apreciaban ya en
      <<Apolo y Dafne>> (Galería Borghese, Roma)
      y en el <<David>> captado en el momento de lanzar
      la honda. Maestro indiscutible de del barroco romano, mantuvo
      un proverbial y perspicaz antagonismo con F.
      Borromini.

      De naturaleza
      devota y sensual a la vez, Bernini aspiraba a difundir la fe
      católica y penetrar en el mundo espiritual por medio
      de unos elementos humanos y perceptibles.

      Su obra más importante el <<
      Éxtasis de Santa Teresa>>, está en
      éxtasis, llena de voluptuosidad. Su escultura se
      caracteriza por un extraordinario sentido del movimiento,
      virtuosismo técnico, expresividad y penetración
      psicológica; grupo
      escultórico escenográfico dominado por la
      visión de la unión mística con Cristo
      respondía a estos deseos del artista. Otra de sus
      obras fue <<San Longino>>.

      Su producción arquitectónica,
      generalmente monumental, en consonancia con las ideas de una
      Roma triunfal, y con un empleo de diversos materiales, contribuyó a darle a la
      ciudad parte de su fisonomía actual. Protegido por el
      papa Urbano VIII, dos de sus principales ceraciones se hallan
      en el Vaticano; se trata del <<Baldaquino de San
      Pedro>>, enorme altar en bronce con cuatro columnas
      salomónicas, y <<La Escalera Regia>>,
      donde creó la ilusión de profundidad gracias a
      unas perspectivas convergentes. Esta escalera otorga una
      mayúscula solemnidad a la entrada del Palacio
      Vaticano, que anteriormente era solos un mezquino pasadizo
      construido por Sangallo. Su obra más ambiciosa fue, no
      obstante, la columnata de la plaza elíptica de San
      Pedro, verdadero símbolo del barroco romano. Como
      arquitecto de Iglesia realizó también
      Sant´Andrea al Qurinale, de planta oval.

      Se muestran dibujos del propio Bernini, la
      Cátedra de San Pedro (1656-1667) situada en el
      ábside de la Basílica, pretende y consigue
      armonizarse con el grandioso baldaquino previamente levantado
      sobre el altar.

      En las postrimerías de su vida, aceptó
      el arduo cometido de esculpir en mármol la tumba de
      Alejandro VII, pero dado a que el maestro se hallaba
      completamente exhausto solo llegó a diseñarla y
      fueron sus seguidores quienes la completaron.

      La muerte de
      Bernini ocurrida en Roma el 28 de Noviembre de 1680,
      señalaba el fin de la supremacía
      artística italiana en Europa.

    2. ¿Quién fue el escultor
      más destacado de ese siglo y cuales fueron sus obras
      más representativas?
    3. Completa el
      siguiente cuadro

    Figura

    Obras y características
    más importantes

    Velásquez
    Diego (1599-1660)

    Es la figura más importante de la pintura
    barroca española. Algunas de sus obras
    características de sus años juveniles son sus
    bodegones con figuras (El almuerzo, Museo del
    Ermitage
    ; 1618, La vieja friendo huevos, Col.
    Cook, en Richmond; 1619, El aguador de Sevilla, Col.
    Wellington), y sus cuadros de asunto religioso (Cristo
    en casa de Marta
    , National Gallery de Londres), que
    demuestran un profundo estudio del natural, con un esquema
    compositivo típicamente manierista. Un aspecto del
    barroquismo del Velásquez joven es su preferencia
    por la composición de medias figuras Pintó en
    su primer período madrileño diversos retratos
    reales (Felipe IV ) otros retratos (Conde-Duque
    de Olivares
    , Hispanic Society), bufones, y cierra el
    ciclo con la obra maestra de este período, Los
    borrachos
    (1628,). Hacia. 1631 señala un gran
    paso en su pintura: su colorido se enriquece con un
    color
    más suntuoso, modelando más con colores
    que con las sombras. Esta segunda etapa madrileña es
    abundante en obras: cuadros religiosos (Cristo
    después de la flagelación
    ; 1641-43,
    Santos ermitaños1641-43, Coronación
    de la Virgen
    , ), retratos reales (1632,
    Príncipe Baltasar Carlos; 1632-34, Felipe
    IV
    , Isabel de Borbón, etc.), retratos
    ecuestres (Felipe IV, ; Príncipe Baltasar
    Carlos
    ), otros retratos (Conde-Duque de Olivares, a
    caballo
    , ; Duque de Módena,
    Módena;
    Diego del Corral,
    Pablillos) y grandes composiciones (1635,
    Rendición de Breda, ). Los retratos de estos
    años (1651-60) demuestran la madurez que ha
    alcanzado su arte, en el que domina el problema de la
    representación atmosférica y de la luz
    (infanta María Teresa; la reina
    Doña Mariana
    ; infanta Margarita, Viena;
    Felipe IV, etc.). De este período son sus mejores
    composiciones, la Venus del espejo (h. 1651,),
    Las Meninas (1656) y Las Hilanderas (h.
    1657-59), sin duda la obra de mayor complejidad en
    elementos y sentido compositivo.

    Francisco de
    Zurbarán

    (1598-1664)

    Una de sus obras maestras fue Cristo crucificado
    (1627). El convento de la Merced Calzada le encargó
    (1628) una extensa obra cíclica sobre la vida de
    San Pedro Nolasco
    ; del mismo año es el San
    Serapio
    , para el mismo convento (Wadsworth Atheneum,
    Hardford), así como una serie de retratos de
    doctores de la Orden mercedaria ( Fray Jerónimo
    Pérez, Fray Hernando de Santiago
    ,
    etc).

    Inició su período de plenitud con el
    ciclo pintado para la iglesia del Colegio de San
    Buenaventura en Sevilla (1629). Es una época
    de

     

    acentuado tenebrismo y de composiciones
    monumentales (1630, Visión de San Alonso
    Rodríguez, Academia de San Fernando
    ; 1631,
    Niño Jesús con la corona de espinas,
    en la que demuestra su habilidad para dibujar cuerpos
    humanos, 1631, Triunfo de Santo Tomás de
    Aquino
    , 1633, ciclo de los apóstoles,;
    1633, Bodegón de la colección
    Contini
    ,). En 1634 hizo su primer viaje a Madrid
    para decorar parte del salón de Reinos
    ( Fuerzas de Hércules, Socorro de
    Cádiz
    , y Expulsión de los holandeses
    de la isla de San Martín,
    hoy perdido),. Entre
    1636 y 1639 ejecutó los ciclos monásticos de
    la cartuja de Jerez y los del monasterio de Guadalupe. En
    1642 pintó el Sueño de San
    José
    . De 1653 es la Virgen con los Santos
    Niños
    Hasta su muerte, produjo obras de cierta
    homogeneidad y gran lirismo (1659, Virgen con
    Niño
    y San Francisco orante; 1661,
    Inmaculada de Budapest, Cristo de Jadraque, Virgen con
    Santos Niños,
    en Bilbao). Muchas de sus
    obras demuestran la riqueza de calidez de colores, siendo
    notables las gamas de los blancos y rojos
    oscuros.

     

    Murillo,
    Bartolomé Esteban (1617-1682)

    En 1645 consiguió el primer éxito con sus once cuadros para el
    convento de franciscanos de Sevilla
    , que reflejan
    influencias de Ribera, Velázquez y Zurbarán;
    a este grupo pertenece el San Diego de Alcalá
    dando de comer a los pobres, falto aún de la
    delicadeza vaporosa de sus obras más avanzadas; en
    cambio,
    en otra de estas pinturas, La cocina de los
    ángeles
    , la
    personalidad de Murillo se muestra
    ya formada, la composición se hace más libre
    y la luz más cálida.El período mejor y
    de más calidad
    es el comprendido entre 1650 y 1660, en el que su estilo
    muestra una gradual suavización. Entre 1660 y 1670
    las formas se hicieron más atormentadas, la
    pincelada más viva y amplia, recordando en muchos
    cuadros a Rembrandt (cuadros de Santa María la
    Blanca
    ). Entre 1670 y 1674 ejecutó para la
    iglesia de la Caridad otra serie capital
    de pinturas (San Juan de Dios, Santa Isabel de
    Hungría, Milagro de los panes y de los
    peces
    ).Fue el pintor de la Inmaculada
    Concepción
    una de sus facetas magistrales la
    constituyó la pintura de género, estampas de fuerte
    naturalismo, por las que desfila toda unas galería
    de pícaros, mendigos y pilluelos, protagonistas de
    la novela
    picaresca española del s. XVII: Pícaros
    comiendo melón, Los niños fruteros (ambos en
    el Museo de Munich), Mendigo
    etc. En general, la
    pintura de Murillo refleja el matiz optimista y bondadoso
    de la religiosidad española del s. XVII, en especial
    de la devoción popular.

    Poussin, Nicolas
    (1598-1665).

    Fue el iniciador del neoclasicismo en su país (Francia) y
    uno de los más importantes pintores de la
    época. La pintura de su primera época
    parisina denota en el alargamiento de sus formas la
    influencia de la escuela
    de Fontainebleau. De estos primeros años en Roma
    datan Muerte de Germánico (h. 1630), que
    manifiesta la especialidad de Rafael; El triunfo de
    David
    , que recuerda las formas arquitectónicas
    de Tiziano, y Eco y Narciso, con el trato de la luz
    característico de Tiziano. Además de temas de
    mitología e historia,
    pintó también otros sacados de las Sagradas
    Escrituras: Matanza de los Inocentes y Toma de
    Jerusalén
    . Pintó también El
    Martirio de San Erasmo
    , esta obra sorprende por la
    luminosidad de sus colores y la portentosa
    composición.

    En 1640 Luis XIII le llamó a París y
    fue nombrado primer pintor de la corte; a los dos
    años regresó a Roma, donde había
    dejado a su esposa. Esta segunda época romana es la
    de sus triunfos. De ella datan, entre otros lienzos,
    Moisés salvado de las aguas, Los pastores de la
    Arcadia
    (ambos en el Louvre) y sus
    característicos episodios bíblicos o de la
    historia antigua: (San Matías y el
    Ángel
    Berlín), Paisaje con
    Polifemo
    (Leningrado), Las cuatro estaciones
    (Louvre).

     

    Rembrandt, Harmenszoon van
    Rijn

    (1606-1669).

    Pintor, dibujante y grabador holandés.
    Comenzó por pintar escenas de la Biblia y asuntos
    históricos de estilo tradicional (La
    lapidación de San Esteban
    , 1625; San Pablo en
    prisión
    , 1627), obras en que los contrastes de
    luz y sombra no buscan idealizar las figuras, sino hacerlas
    reales; a partir de 1630 formuló sus ideas con mayor
    precisión, y los asuntos bíblicos,
    históricos y mitológicos fueron dejando paso
    al estudio del retrato (La presentación en el
    templo
    , 1631), en el que introdujo mayor número
    de personajes, subordinados, sin embargo, al tema principal
    mediante una dramática distribución de efectos de luz y
    sombra. Interesado desde un principio por el estudio del
    rostro, pintó muchísimos autorretratos a lo
    largo de toda su vida.

    En 1632 dejó Leyden, para instalarse en
    Amsterdam, donde comenzó la época de mayores
    éxitos (1632-36). Entre ellos hay que destacar La
    lección de anatomía del Dr. Tulp
    (1632;
    Museo de La Haya), Saskia como Flora
    (1634; Museo del Ermitage, Leningrado) y
    Tobías curado por su
    hijo (1636; Galería del Estado,
    Stuttgart).

    A partir de 1636 comenzó a interesarse por
    el paisaje (Paisaje con un puente de piedra, 1636),
    por el cielo tormentoso y los huidizos rayos de sol. El
    cuadro que centra la evolución del período
    comprendido entre 1636 y 1642 es Ronda de noche
    (1642; Rijksmuseum), que se caracteriza por la fuerza
    dinámica del color.

    Los temas bíblicos son raros, especialmente
    a partir de 1640, cuando manifestó un interés
    creciente por los temas arquitectónicos (La
    Sagrada Familia de la cortin
    a, 1646), aunque en
    ocasiones vuelve a su estilo primero (Mujer cogida en
    adulterio,
    1644); por otra parte, le
    atrae especialmente la infancia
    de Jesús (Adoración de los pastores,
    1646). Entre los desnudos cabe destacar como más
    monumental e italianizante el de Betsabé
    (1654;). Se concentró cada vez más en el
    estudio del rostro y las manos, dejando que el resto del
    personaje sirviera de fondo o para acentuar el carácter.

    Otras obras importantes son: Toro
    despellejado
    (1655; Louvre), Los síndicos
    (1662; Rijksmuseum), La novia judía (h. 1665;
    Rijksmuseum) y El hijo pródigo (1667). Como
    géneros independientes el artista cultivó el
    dibujo y
    el grabado, en los que alcanzó grandes logros
    expresivos. Realizó unos 1.400 dibujos y alrededor
    de 400 grabados. Fue el primer pintor holandés que
    rompió la influencia de la pintura italiana en los
    Países Bajos, si bien sus contemporáneos no
    llegaron a comprenderle y su arte no fue valorado
    mayoritariamente hasta el s. XIX.

    Caravaggio, Michelangelo
    Merisi

    (1573-1610)

    Pintor italiano. En su obra se distinguen tres
    períodos: obras realizadas durante su
    formación romana, en las que se advierte un
    acentuado realismo
    ajeno por completo al movimiento manierista (Baco,
    Uffizi, Florencia; San Juan Bautista, Joven con cesta de
    frutas
    , Galería Borghese, Roma).

    Un segundo período representado por su
    primer grupo de obras importantes, Historias de San
    Mateo
    , con las que decoró la capilla Contarelli,
    en San Luigi dei Francesi (1598-1600), y en las que se hace
    patente un cambio de estilo y una gran preocupación
    por los problemas de la luz.

    El tercer momento está representado por sus
    obras esencialmente tenebristas, en las que la luz se
    proyecta sobre la forma con violencia, consiguiendo un contraste brusco
    e intenso. Caravaggio inició una de las grandes
    conquistas del arte barroco. Entre las obras de su
    último período sobresalen:
    Conversión de San Pablo, Crucifixión de
    San Juan
    (Santa Maria del Popolo), Santo Entierro
    (entierro de Cristo)
    esta pintura pertenece al estilo
    negro de Carabaggio, con lo cual pretende realizar
    un drama escénico recurriendo a fondos oscuros y
    resaltando al máximo los blancos y los negros,
    valorizando únicamente las zonas esenciales del
    lienzo (Pinacoteca Vaticana) y Muerte de la Virgen
    (Louvre, París).

    La influencia del tenebrismo y del naturalismo
    caravagiescos en el s. XVII fue extraordinaria no
    sólo en Italia, sino en toda Europa.

     

    Bibliografía:

    Arteca, para comprender el arte

    Enciclopedia Británica

    Enciclopedia Salvat,

    Grandes museos del Vaticano.

     

    Carolina Guerra

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