Monografias.com > Administración y Finanzas
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

E-Learning corporativo: Herrar o quitar el banco




Enviado por jenebral1



    1. Reingeniería en
      marcha
    2. El e-learning
      corporativo
    3. Blended
      learning
    4. Herrar o quitar el
      banco
    5. Preocupados por la calidad y
      eficacia del e-learning
    6. Un ejemplo
    7. Concluyo

    Se diría que vivimos, en las grandes empresas, un
    cierto tránsito parcial de la tradicional formación
    continua en aula, a la más novedosa –el e-learning– servida por ordenador. Se han
    puesto en funcionamiento potentes plataformas, se han incorporado
    los correspondientes cursos on line, y se ha instado a los
    individuos a servirse. Pero, observando el mercado,
    más que un paso del restaurante tradicional al self
    service, podría pensarse a veces que estamos ante la
    comida rápida, de cuestionada calidad. Por
    ejemplo, vemos cómo se promete aprender a negociar con
    éxito
    en apenas 30 minutos on line, o cómo se argumenta que, en
    e-learning, no importa la calidad de los contenidos sino la
    motivación de los alumnos. Se llega a decir que, en
    e-learning, el éxito se mide por las personas que terminan
    los cursos (end rate), sin referirse al aprendizaje y la
    consiguiente mejora del desempeño, propósito éste que
    no debería ser objeto de adulteración o corrupción. ¿Qué está
    pasando con el e-learning corporativo en España?

    No consiguiendo, quizá, encarar las expectativas
    de calidad de los usuarios, se dice ya que el e-learning debe
    complementarse con formación en aula, y se predica el
    blended learning. Empero, la cosa no es tan fácil para los
    responsables de recursos
    humanos, porque hay quien sostiene que la mayoría de
    los proveedores
    que son excelentes en e-learning no lo son en formación
    presencial, y al revés. Curiosamente, quien esto sostiene,
    Carlos Pelegrín, Director de Desarrollo y
    Formación de Telefónica de España,
    también dice en un libro que, en
    e-learning, los mejores resultados se obtienen con contenidos de
    calidad media, ya que "los contenidos excelentes no aseguran
    absolutamente nada, e incluso pueden conducir al fracaso
    ".
    Pero quizá lo de la excelencia, hablando del e-learning,
    sea una exageración: los usuarios no parecen mostrarse muy
    satisfechos con el tránsito. Se viene además
    reconociendo en diferentes foros que el e-learning es mucho
    más potente de lo que se está viendo, aunque se
    añade que hacerlo bien resulta caro.

    Reingeniería en
    marcha

    Cogiendo distancia, parece incuestionable que la
    formación continua precisaba de una cierta reingeniería que apuntara,
    sinérgicamente y entre otros, a algunos objetivos
    concretos. Este articulista, aunque introduce lo de la autotelia,
    no inventa realmente nada, y quizá olvida algo:

    • Impulso del autoconocimiento, la autocrítica y
      la mejora permanente.
    • Protagonismo y motivación intrínseca de las
      personas, para un aprendizaje sólido y
      autotélico.
    • Combinación de la formación orientada a
      la tarea con el desarrollo de competencias
      técnicas y personales.
    • Eficacia de los esfuerzos aplicados, que se traduzca
      en resultados empresariales.
    • Desarrollo estratégico de directivos junior,
      que asegure la consecución de los cambios
      socioculturales pendientes.
    • Aprovechamiento del avance técnico y
      metodológico.
    • Atención al corto, medio y largo
      plazo.

    A esta evolución contribuyeron quizá
    elementos como el aprendizaje
    servido por ordenador, el competency movement, los cambios
    culturales en las empresas, la difusión de la
    serendipitosa Red (Internet), la necesidad de
    mejorar la competitividad, postulados como la learning
    organization y el knowledge management, etc. En los
    párrafos que siguen, si el lector nos acompaña, nos
    referiremos particularmente al e-learning, y explicaremos lo del
    herrador y el banco.

    El e-learning
    corporativo

    Ya desde que apareció la Enseñanza Asistida por Ordenador en los
    años 80, los proveedores mostraron gran confianza en el
    desarrollo de la modalidad, y también las grandes empresas
    del sector de la tecnología parecieron
    apostar por ella en nuestro país (Telefónica,
    Alcatel…). Su desarrollo, sin embargo, fue discreto
    cuantitativa y cualitativamente, hasta que llegó la
    explosión de Internet para reforzar las expectativas, y se
    empezó a ver (finales de los 90) el e-learning como una
    especie de imparable avalancha: los proveedores se asociaron
    (APeL, AEFOL) en 2001 en defensa de sus intereses, las grandes
    empresas montaron sus plataformas, y el e-learning
    constituía ya un sonoro buzzword del escenario
    neosecular.

    ¿Qué ha pasado en el periodo 2000-2003?
    Pues parece que el e-learning corporativo no está siendo
    suficientemente eficaz, y se empieza a hablar, por ejemplo, de la
    googlelización del mismo, de que lo bueno son los
    simuladores, y de que el e-learning debe combinarse con
    formación presencial (blended learning). Ya nos hemos
    referido a ellas en otros artículos, pero cabe recordar
    aquí llamativas declaraciones de José Ignacio
    Díez –consejero delegado de FYCSA recientemente
    elegido vicepresidente de la Asociación de Proveedores de
    e-Learning (APeL)– que identifican el éxito de la
    formación on line con el start rate y el end rate, sin
    aludir a los niveles de Kirkpatrick; y que relativizan la
    importancia de los contenidos, recordando que "quien
    más y quien menos
    –aquí el autor alude a
    la universidad y a
    los apuntes que tomábamos, para sostener su
    argumentación– se ha visto obligado a adquirir
    conocimientos complejos con medios
    precarios
    ". Aunque FYCSA se dedica a la creación de
    contenidos on line, a medida y de catálogo, Díez
    recomienda a las empresas que dosifiquen bien su inversión en contenidos, y apunta a los
    elementos motivacionales como factor de "éxito" (es decir,
    para lograr una elevada participación de las personas en
    los programas on
    line). Este proveedor declara que alcanza, en los proyectos on line
    que gestiona, un end rate global del 72,6%, y habla de
    éxito en los casos que superan el 75%.

    Por otra parte, hay que recordar que la
    participación de las personas en los cursos on line se
    estimula a veces mediante sistemas de
    puntos o créditos con recompensa posterior. Uno, que
    durante años se dedicó al diseño
    de cursos off line y on line, y a la función de
    seguimiento tutelar en campus virtual, cree que el e-learning
    requiere motivación intrínseca y que ha de
    ser autotélico; cosa bastante distinta de lo que pasaba en
    la universidad, en la que, en general, el aprendizaje era
    más exotélico y la motivación más
    extrínseca: estudiábamos, sobre todo, para aprobar,
    y quizá no tanto para aprender. Consideramos, pero no
    compartimos plenamente, en suma, la analogía de
    Díez entre la formación continua y la
    universidad.

    Blended
    learning

    Parece sostenerse, en general y como ya hemos recordado,
    que, para mejorar la calidad y eficacia de la
    formación, el e-learning debe combinarse, a modo de
    refuerzo, con sesiones presenciales en aula. Bien, pero,
    ¿no sería más (o igualmente) propio hablar
    de formación presencial que, para mejorar su rendimiento o
    rentabilidad,
    se ayudara de sesiones individuales on line, como también
    y según los casos, de lecturas de interés o
    de ejercicios individuales y colectivos? Efectivamente,
    habría que analizar cada caso, y, cuando necesitemos un
    ejemplo, nos referiremos en este artículo al desarrollo de
    las denominadas soft skills que, en realidad, son necesarias
    tanto para directivos como para knowledge workers y otros
    colectivos.

    Ante la necesidad de desarrollar fortalezas o
    habilidades como el pensamiento
    conceptual, la perspectiva sistémica, la capacidad de
    síntesis, la empatía, el liderazgo, la
    creatividad,
    la alegación, la evaluación, la intuición, la
    expresión oral y escrita, la indagación, la
    conciencia
    organizacional, la integridad, la iniciativa o el autodominio,
    cabe preguntarse si ello es posible; y, para responderse, cabe
    pensar primero en los riesgos e
    inconvenientes que su carencia genera. Efectivamente, se puede
    avanzar hacia estas metas y otras parecidas, y además,
    vale la pena intentarlo. El e-learning, que apareció
    concurriendo con el competency movement, parece haberse mostrado
    insuficiente para estos propósitos; pero uno duda de si la
    insuficiencia está en el propio método, o,
    más probablemente, en los contenidos ofrecidos. Nos
    sumamos a los que piensan que el e-learning podría dar
    mucho más de sí, en lo que a eficacia didáctica se refiere, mediante contenidos
    de calidad.

    Si el e-learning no estuviera contribuyendo al
    aprendizaje, habría que cerrar y "quitar el banco", como
    si el herrador no herrara; o, dicho de otro modo, si el
    e-learning no resultara eficaz, debería despejar el
    horizonte y rendirse a la formación en aula, o al
    desarrollo de otros métodos
    eficaces. Una frase discutible (propia): "La formación
    continua de los trabajadores y directivos debe encargarse, si es
    posible, a profesionales de la docencia en
    los campos correspondientes, que se ayudarán de los
    métodos más idóneos y rentables, atendiendo
    al protagonismo de los individuos y a la consecución del
    aprendizaje y la mejora del desempeño". El tono la hace
    sospechosa, pero viene a decir que la formación eficaz es
    cosa de docentes
    expertos, y no de tecnólogos o de inexpertos: a veces una
    perogrullada resulta oportuna, si el lector me permite pensar en
    alto.

    Tanto el diseño de cursos on line, como el
    seguimiento tutelar o la impartición en aula,
    habrían de ser obra de buenos docentes, y lo digo porque,
    desde mi limitada observación, he echado de menos la magia
    del buen docente en demasiadas ocasiones, cuando accedía a
    demos de e-learning. De hecho, la formulación de
    pretenciosos objetivos en cursos on line de apenas un par de
    horas (o menos) de duración, parece –como
    seguramente diría Javier Martínez Aldanondo,
    prestigioso consultor de este sector– una
    trivialización del aprendizaje.

    Herrar o quitar el
    banco

    Pues eso: si el e-learning no demostrara su eficacia
    como método alternativo e independiente, habría que
    situarlo, definitivamente, en la lista de métodos
    complementarios o dependientes, o de learning aids. Desde mi
    modesto punto de vista, el e-learning corporativo tendría
    que haber mostrado ya su independencia
    en no pocos campos y en etapas específicas, porque la
    tradicional formación a distancia, o aquella minoritaria
    enseñanza programada impresa, han funcionado como
    métodos alternativos durante décadas. El e-learning
    debe hacerlo. El e-learning debe mostrar su eficacia (conseguida
    mediante contenidos bien concebidos por expertos) y rentabilidad
    en la consecución de objetivos concretos y
    realistas.

    Pero, si por herrar entendemos poner las herraduras a
    las caballerías, y para ello necesitábamos el
    banco, ¿qué entendemos por e-learning?
    Básicamente, el aprendizaje mediante contenidos y servicios que
    nos llegan por el ordenador. Naturalmente, un buscador nos puede
    llevar a contenidos de interés, pero parece más
    aconsejable disponerlos ad hoc, en las plataformas o campus
    virtuales ya desplegados en las empresas. Ha habido quizá
    una tendencia a convertir los cursos on line en escenario de
    alardes técnicos multimedia y
    ostentación de interactividad; no obstante, según
    los objetivos a conseguir, un texto lineal
    (que incluso se saque por impresora)
    podría resultar suficiente y satisfactorio: depende del
    caso, y sin olvidar consultas a tutor y participación en
    foros
    virtuales y virtuosos. La calidad de los contenidos nos
    parece inexcusable, y también nos parece importante
    disponer un diálogo
    usuario-sistema, cuando
    es necesario y está bien concebido, como en aquella
    enseñanza programada impresa. A fin de
    autoevaluación y refuerzo didáctico siempre
    vendría bien el diálogo, a menos que las preguntas
    o respuestas del sistema añadieran poco o nulo valor.

    En espera de la opinión del lector, uno se
    decanta por productos de
    e-learning, de catálogo o a medida, de sólido y
    eficaz contenido, con la necesaria dosis multimedia y de
    interactividad, que propicien la consecución de objetivos
    concretos y edificantes. Hay, seguramente, objetivos que pueden
    alcanzarse mediante e-learning, y hay también otros que
    quizá demandan otros métodos, únicos o
    combinados; pero siempre ha de hacerse un buen uso de cada
    método, ya que es el contenido lo que da sentido al
    continente (otra perogrullada). Son, desde luego, muchas las
    voces que apuestan por la eficacia y la calidad.

    Preocupados por la
    calidad y eficacia del e-learning

    Las demandas de eficacia y satisfacción de los
    usuarios son constantes, y sólo recogemos aquí una
    pequeña muestra.
    José Antonio Ortego, de Oracle,
    señala que "los programas de formación on line,
    para que tengan éxito, deben reunir unos requisitos
    mínimos de calidad
    ". Ángela Cruz, directora de
    Alcatel University, señala: "El contenido de los cursos
    es de máxima importancia para una experiencia
    positiva
    ". Antonio Peñalver, del SCH, se muestra
    también preocupado por el aspecto pedagógico, y
    habla de "conseguir un aprendizaje armónico y sencillo
    para el usuario
    "; y refiriéndose a la fidelización de los usuarios,
    Peñalver dice: "El grado de satisfacción del
    usuario con la oferta
    formativa hace que se sienta cada vez más proclive a
    realizar actividades docentes…
    ". Los expertos de la UOC,
    María Teresa Arbués y Lluís Tarín,
    parecen considerar fundamentales los materiales
    didácticos, y sostienen: "En el contexto de la
    formación virtual, la creación, diseño y
    estructuración de los materiales y recursos
    didácticos son etapas de un proceso
    fundamental, que se ha de abordar con rigor para asegurar la
    calidad de los programas y la facilitación del
    aprendizaje
    ". Carlos González, de Caja Madrid, dice
    que "…la tecnología es una condición necesaria
    (…) pero la suficiencia que puede garantizar el éxito
    proviene de ofrecer servicios y contenidos desde una perspectiva
    cliente-proveedor
    ".

    Seguimos. En la web de Capgemini
    se lee: "La disponibilidad de contenidos de calidad,
    atractivos y eficaces, unido a la utilización de una
    plataforma líder
    de mercado, le permite iniciar los procesos de
    e-learning en su empresa, con
    TODAS LAS GARANTÍAS DE ÉXITO
    ". Javier
    Martínez Aldanondo sostiene: "La razón por la
    que muy poca gente es capaz de disfrutar haciendo un curso
    vía e-learning es porque quien lo ha diseñado, lo
    ha hecho pensando en sí mismo, en lo que sabe y en lo que
    cree que los demás deben saber
    ". Marie Christine
    Jené, de ITACA: "Pero poca gente se ha parado a pensar
    en la necesidad de llenar de contenidos estos potentes soportes,
    y aún menos de contenidos con calidad, adaptados a las
    necesidades del usuario final
    ".

    Y más. Leemos en vnunet.es: "En segundo lugar,
    la consultora
    (se refiere a Forrester) llama la atención sobre los desastrosos efectos del
    uso de contenido pobre o aburrido, ya que constituye uno de los
    principales enemigos del éxito del e-learning y conduce
    directamente al rechazo por parte de sus potenciales usuarios. De
    acuerdo con Forrester, el contenido que simplemente responde al
    requerimiento de poder leerse
    en un soporte electrónico no es el que atrae la
    atención de los usuarios, y si no responde a las
    verdaderas necesidades de los alumnos permanecerá
    inutilizado. Ante este riesgo es
    necesario asegurarse de que el contenido está bien
    producido desde el punto de vista técnico y que su
    diseño atrae a los alumnos, de manera que seleccionar
    cuidadosamente los contenidos que necesita cada uno de los
    empleados para crecer profesionalmente a largo plazo es mucho
    más efectivo que limitarse a adquirir librerías de
    contenidos con centenares de títulos; sin olvidar que
    también resulta fundamental asociar los contenidos
    seleccionados a las competencias clave de los empleados de la
    organización
    ".

    Un
    ejemplo

    Creemos que queda patente la preocupación por la
    calidad, pero ahora vamos a ver etapas de desarrollo en que el
    e-learning podría ser autosuficiente, sin
    acompañarse de otros métodos. A menudo, cuando
    envío mis textos a las personas que en los mismos cito, me
    preguntan qué pretendo con mi artículo, y me
    sugieren matizaciones que incorporo; en este texto y
    modestamente, intento defender la independencia del e-learning
    como método, sin perjuicio del blended learning cuando
    resulte inexcusable, y siempre con las debidas exigencias de
    calidad. Entiéndase bien que defiendo la independencia del
    e-learning en casos concretos y no de modo universal, y lo mejor,
    si el lector sigue conmigo, es que ponga un ejemplo. Pues eso:
    por ejemplo, el e-learning podría resultar independiente
    (o sea, autosuficiente), como alternativa al aula, en los tres o
    cuatro primeros pasos del desarrollo de soft skills. Veamos los
    pasos.

    1. Pleno conocimiento
      de la anatomía y dimensiones de la soft
      skill.
    2. Sensibilización sobre el aporte de la misma al
      desempeño.
    3. Estudio de riesgos generados por las carencias
      correspondientes.
    4. Evaluación/autoevaluación del individuo,
      con feedback si fuera preciso.
    5. Plan de mejora, establecido con tutor
      (coach).
    6. Acciones de desarrollo de cada dimensión de la
      competencia.
    7. Seguimiento tutelar del progreso, a modo de coaching.
    8. Reflexión-introspección.
    9. Asentamiento e interiorización.
    10. Comprobación de la mejora del desempeño
      y los resultados.

    Mi modesta impresión, si se acepta esta
    secuencia, es que, para no pocas habilidades cognitivas y
    emocionales, al menos los tres primeros pasos podrían
    resolverse mediante e-learning, como alternativa idónea
    (por más rentable y flexible) a otros métodos.
    Incluso, como ya he postulado en otros artículos, el
    desarrollo de soft skills podría emprenderse por familias.
    Por referirme a casos concretos, yo recomendaría abordar,
    en su caso y en paralelo, el desarrollo del pensamiento
    conceptual, el sistémico, el analítico y el
    sintético; y recomendaría cultivar juntas la
    intuición, la creatividad y la serendipidad. Tal vez se
    verá aquí algún subyacente intento de
    exoterizar lo esotérico, y también un
    reconocimiento del solape entre competencias.

    Concluyo

    Con la pretensión de alimentar el debate, he
    querido argumentar que un e-learning de calidad puede conseguir
    metas sólidas y concretas, sin necesidad de combinarse con
    otros métodos; pero, naturalmente, si las metas son
    ambiciosas y lejanas (por ejemplo, el desarrollo de soft skills
    en personal
    directivo, a lo largo de todos los pasos necesarios), parece
    necesaria una coordinada combinación de acciones y
    métodos. Claro, si los contenidos del e-learning no
    resultaran idóneos, habría que "quitar el banco" y
    cambiar de método… Lo que yo no veo bien es que se haga
    aparecer la formación en aula como mero refuerzo del
    e-learning, para neutralizar sus debilidades; dicho sea sin
    ánimo de llevar razón.

    En suma y aunque sorprende, si verdaderamente los
    proveedores de formación se especializan, organizan o
    asocian por métodos, como está ocurriendo (APeL,
    por ejemplo), convendría definir bien las posibilidades
    actuales (podrían ser muchas más que las que vemos)
    del e-learning: qué campos puede abordar, qué
    objetivos puede alcanzar, a qué usuarios se dirige,
    qué formas adoptan sus contenidos, qué niveles de
    calidad son exigibles, qué hay que hacer para alcanzarlos,
    etc. Sólidos fundamentos tendrá el Director de
    Desarrollo y Formación de Telefónica, al sostener
    su visión de la calidad ofrecida por los proveedores de
    formación, porque esta gran empresa es uno de los
    principales clientes del
    mercado, dispuesta además a invertir 10 millones de euros
    en e-learning en 2004, tras anunciarlo previamente; por eso
    quizá habría que definir mejor las conexiones
    objetivos-métodos-contenidos. Se trata –eso nos
    parece– de alcanzar un aprendizaje eficaz y
    autotélico que mejore los resultados empresariales: este
    propósito debería imponerse sobre cualquier asomo
    de trivialización, adulteración o corrupción del aprendizaje permanente. De
    otro modo, no sabríamos de qué estamos
    hablando.

    Por añadir algo más de propia cosecha, yo
    recomendaría algo concreto: que
    hubiera productos "universales" (y, por tanto, a mejor precio) para
    los tres primeros pasos del desarrollo de las principales
    competencias cognitivas y emocionales de los directivos y
    knowledge workers, y que luego cada empresa emprendiera los
    siguientes pasos más "a medida". Difícilmente se
    puede entender de manera muy distinta el pensamiento conceptual,
    o el sistémico, o la empatía, o la iniciativa, o la
    conversación penetrante, o el autocontrol, o el liderazgo,
    o la flexibilidad, etc., por diferentes clientes, aunque sus
    modelos de
    competencias no sean coincidentes. Pero seguramente hay otros
    espacios en que el e-learning puede resultar eficaz y
    autosuficiente; y habrá igualmente otros espacios para una
    cierta polivalencia de los contenidos, que mitiguen el coste de
    lo "a medida". Lo dejo aquí. Espero haber contribuido un
    poquito al debate, y estaré atento a su evolución
    (la del debate en el sector); naturalmente, no pretende uno
    imponer sus alegaciones, sino apenas nutrir una discusión
    más penetrante.

     

    José Enebral Fernández

    Consultor de e-Learning

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter