- Extracto
- La importancia de utilizar de
vez en cuando el cerebro - Más neuronas y menos
testosterona - Conclusiones
interesantes - Bibliografía
recomendada - Para meditar
Extracto:
Conforme vamos
avanzando —incluso a nivel personal—
en la medición y estudio de los datos, podemos
encontrar en la estadística una herramienta sencilla… y
muy potente. Seguramente más de uno se verá
reflejado en esta metáfora, que no es tal
metáfora… sino una vivencia real. Ahora se le ha dado
por llamar "seis sigma" a
lo que siempre fue "estadística" y "sentido
común".
Espero que todo el mundo disfrute de este escrito…
como yo lo sufrí.
Hay que producir,
producir con calidad,
producir con calidad y respetando el
medioambiente…
producir con calidad, respetando el medioambiente y sin
accidentes
laborales
… y utilizando el cerebro.
LA IMPORTANCIA DE
UTILIZAR DE VEZ EN CUANDO EL CEREBRO
Esta semana
he estado en
una empresa de
plásticos
asesorando en temas de Prevención de Riesgos
Laborales (como no), y el Gerente se
quejaba de que los trabajadores "bajan la velocidad de
la máquina cuando él no mira". Según su
"teoría", bastante creíble, los
trabajadores manipulan la velocidad para trabajar MENOS. La
máquina puede ir hasta 200 metros/minuto, si bien el
régimen normal de funcionamiento para que funcione sin
averías y bien por su experiencia es de 140 metros/min.
Mientras hablábamos, se ha producido algún tipo de
fallo que ha hecho que la máquina pare, y dos
trabajadores, al verle cerca, han ido rapidísimamente
(para no perder tiempo) a
quitar el saldo (o lo que fuera) y la han vuelto a poner en
funcionamiento. Momentos de nervios y CRISIS.
Su razonamiento tiene mucho sentido, porque cuando llega
el fin del turno, cuenta las bobinas que hay y hay BOBINAS DE
MENOS. El trabajador, gracias a la reducción de la
velocidad cuando no le ven, consigue tener que mover menos peso
(menos bobinas), y por lo tanto trabajar menos. E incluso a veces
baja la velocidad para que sea el del turno entrante el que tenga
que cambiar la bobina. Y él concluye lo siguiente: 140
metros/minuto x 8 horas = tantas bobinas que tendrías que
haber hecho. Como hay menos, has bajado la velocidad de la
máquina.
Saliendo de la empresa, he
marchado a otra ciudad. Y he pasado por dentro de una población. E ido a una media de unos 120
km/hora, yendo en algunos casos en picos de 140 km/h. (en serio,
¡¡¡ que no iba a 200 como dice el radar!!!) Al
llegar a mi destino he pulsado para ver la velocidad media y era
de ¡45 km/h! Si fueran metros, o bobinas, mi jefe me
habría estado corriendo a gorrazos todo el día. Y
da igual que vaya en la autovía a 200 km/hora. Cuando iba
de Alcudia a Alcoy todos los días, daba igual ir a 200
km/h que a 120 km/h. SIEMPRE ERAN 45 MINUTOS. Porque la media es
la media. Y hay camiones. Y hay semáforos. Y son los
semáforos y los otros vehículos los que hacen que
la media baje drásticamente. Los semáforos son
parte del sistema, y el
acelerador son parte de mi.
¿Están reduciendo la velocidad los
trabajadores? NO
¿Hacen lo correcto cuando van deprisa a ponerla en marcha?
NO.
"Tengo prisa, vísteme despacio."
Hay que quitar los semáforos, porque en
fórmula 1 no hay (pero hay boxes).
Quien gana en el tour es el que mantiene la mejor
media.
Quien gana la liga también.
¿por qué no se utiliza la
estadística?
No vale creer que marcando 10 goles en un partido se
ganará. Ni 100. Es una cuestión de
constancia.
MÁS NEURONAS Y MENOS
TESTOSTERONA
Guardo muy buenos recuerdos de una empresa por dos
motivos: porque tuve que salir despedido, y porque aprendí
mucho sobre la gestión
de las crisis, (personales y de la empresa).
Mi trabajo
consistía en medir todas las dimensiones de las piezas de
plástico
con una máquina de medir en 3D, programable. Si la pieza
no estaba medida, el molde no podía comenzar a trabajar, y
si no comenzaba a trabajar, no facturaba la empresa. Siempre me
decían que se estaban perdiendo muchos cientos de millones
de pesetas debido a que yo no había medido las piezas. A
veces, me iba a casa frustrado y medio ciego, tras una media (y
no recuerdo que desviación estándar) de 10 horas al
día.
Era difícil para mis jefes creer que se
tardara tanto en medir 100 o 200 mediciones o cotas, porque para
medir una, solo había que fijar la pieza y tocar un
puntito, aproximadamente un par de segundos por operación.
Eso parecía.
Pero cuando comenzaba a medir, me daba cuenta de que había
algo que no funcionaba… y era que el Jefe del Departamento me
había dicho:
– Mide la pieza X.- Y yo comenzaba a poner la pieza X sobre la
máquina. La aseguraba, hacía referencias, comenzaba
a medir… y entonces venía el Director de producción (con más Poder
Político Absoluto que el anterior) y me decía
– "Quita eso y haz esto otro"- A la vez que yo me quedaba con
cara de tonto (diferente a la que pueda llevar día a
día) y un "pero" en la boca, quitaba la pieza anterior,
ponía la pieza "Y", y comenzaba todo el ritual de alinear
la pieza, engancharla, asegurarla, hacer referencias… Entonces
entraba el Jefe de la División de Tal-y-Cual, que por
casualidad era además hijo del Fundador (casi hijo de
Dios… evidentemente, con más poder que los anteriores en
la empresa). Y vuelta a empezar con la pieza Z. Y también
venía el director de Producción (accionista a la
vez de la empresa, con otros poderes como la telequinesia,
movía a la gente de departamento) y otros más.
Los primeros síntomas fueron:
– Agarrotamiento de las cervicales,
– Consumo
exagerado de paracetamol y aspirinas.
– Amnesia temporal
– Sentimientos de culpabilidad
(sobretodo cada vez que aparecía alguno de ellos y me
decía: la pieza X ¿está medida ya? …Y yo
tenía que contestar que NO).
Estaba haciendo una gestión por crisis. No se muy bien si
mi crisis interna o la crisis de la empresa. Pero por crisis,
seguro.
"El cerebro es una máquina magnífica.
Te levantas por la mañana y se pone a funcionar hasta que
entras en la oficina." Arthur
Block. "La ley de
Murphy".
Pero un día se me ocurrió hacer algo
bastante estúpido: conocer lo desconocido sin utilizar la
Ouija ni el Tarot. Voy a
acercarme a la caja. En la segunda guerra
mundial, cuando encontraban una caja del "enemigo", no
podían abrirla a riesgo de que
explotara. Así que tenían que averiguar que
había dentro SIN ABRIRLA, aplicando todas las técnicas
que se les ocurriera. Era el principio de "caja negra".
Introducían corrientes INPUT, y salían corrientes
OUTPUT. Es como en la empresa, entran materias, INPUT y salen
productos
OUTPUT… pero a veces no sabemos que pasa por el camino.
También es el principio de los intervalos
encajados.
Así que comencé a aplicar corrientes a la
caja… o por lo menos a anotar las que salían.
Abrí una simple libreta de notas (el notepad de Microsoft
tenía hasta el lujo de poner directamente la fecha y la
hora) y comencé a anotar lo que estaba haciendo en cada
momento… saliendo un registro tal como
esto, más o menos:
8:00 19/02/96 slex(inicio)
9:30 19/02/96 slex (fin) total mediciones =
9:30 19/02/96 ssac (inicio)
11:00 19/02/96 ssac (stop)
11:00 19/02/96 cuer boy
12:15 19/02/96 cuer boy (fin)
12:15 19/02/96 ssac (cont)
15:30 19/02/96 stop
15:30 19/02/96 gestion de documentación (inicio)
20:30 19/02/96 gestión de documentación(stop)
8:10 20/02/96 docs. cont
8:35 20/02/96 docs stop
8:35 20/02/96 serv (cont)
12:45 20/02/96 serv (fin)
(…)
Para mí, "inicio" era cuando comenzaba algo, "fin" cuando
terminaba, "stop" cuando era interrumpido.
Al final del día calculaba el tiempo por cada medida (que
llamaba TPC):
Mediciones = 168,
Tiempo = 8h.
TPC = 2.8 min.
No estaba mal saber que, en lugar de perder un segundo en cada
medición, tardaba ¡¡¡2,8 MINUTOS!!! Ya
era algo. Ya sabía algo de la caja.
Estuve así un par de semanas, hasta que me di cuenta de
que, si ponía los datos diarios en una gráfica,
aquello parecía una montaña rusa. No había
ningún patrón. Seguí anotando los TPC
(tiempos por cota) y apareció una lista tal como esta:
Pieza 1
nº cotas total 20
tiempo total empleado= 1 hora
tpc = 3
HORA FECHA TPC NOTAS Y MOTIVOS TPC ALTO.
11:34 6/09/95 6.4 min. MOTOR MOUNT
15:44 7/09/95 4.2 WIP.
15:37 12/09/95 4.3. Motor.
13:24 14/09/95 3.9 COVER
3:34 25/09/95 2.0 SLED
9:10 11/10/95 6.3 COVER RIGHT.
13:04 11/10/95 2.4 COVER LEFT
11:24 16/10/95 2.4 LID PRIMER
16:36 16/10/95 4.4 Motor Mount
9:26 18/10/95 9.2 OUTPUT TRAY
12:20 23/10/95 17.9 FAN DEFLECTOR
17:34 10/11/95 3.4 key guide.
Nuevamente me di cuenta de que el Tiempo invertido en un puntito
que aparentaba ser segundos, además de durar minutos, era
bastante aleatorio.
Pero entonces osé utilizar una neurona
más y dividí el tiempo total por semana por las
cotas totales por semana, con lo cual la gráfica se
estabilizaba considerablemente, y mucho más con los datos
de un par de meses. Entonces establecí que el tiempo de
medición medio por cota era de 7 minutos.
¡¡¡7 minutos!!! en una operación que
solo aparentaba durar segundos. En esos siete minutos estaban
incluidos:
– La propia medición, de un par de segundos
– Los tiempos de anclaje, puesta a punto
– Las tareas administrativas,
– Las interrupciones
– Ir al aseo
– Estornudos
– Rascarse la nariz
– Y mil mas.
Una vez tuve esta cantidad media, cuando venía alguno de
los grandes monstruos, y me traía una pieza, podía
ocurrir una conversación parecida aesta con respuestas con
cierta propiedad como
las siguientes:
– oye, Rafa, ¿cuándo estará la Pieza
Hander-clander?-Y yo respondía algo del tipo:
– "a ver, 100 puntitos para medir, x 7, 700, dividido entre 60
segundos, tantas horas…": Estará mañana a las
12.
– ¡¡¡mañana a las 12!!! Tiene que estar
hoy
– Pues no será posible.
Hablaba con la autoridad de
las cifras. Y entonces comenzó a ocurrir algo. Las crisis
fueron BAJANDO, las entregas fueron siendo mejores, y más
precisas.
Me hice una curva de aprendizaje, en
la que ponía en valor del CPS
(cotas medidas por semana) intentando batir mi propio record, no
de medidas realizadas, sino de tiempo mínimo por
realización (eficiencia). Al
haber menos crisis, el CPS se reducía, y entregaba mejor
el trabajo (a
mi cliente
interno).
Pero ocurrió algo. Se estancó. Cuando algo se
estabiliza, ya no se puede mejorar mucho de forma gradual. Hay
que hacer saltos cuantitativos (como indica Lopez de
Arriortúa).
Invertía aproximadamente 2 horas al día en pasar
los datos de la impresora a
papel, dicho papel se enviaba por fax o diskette
al cliente, y este los validaba o no (eran los principios de
internet, y el
mail era algo nuevo). Una vez validados, se remitían las
piezas junto con las mediciones al cliente. Evidentemente, estas
2 horas estaban incluidas en los tiempos perdidos.
Apareció un informático y su Ego por la puerta,
para instalar unos programillas. Y le pregunté
– ¿Crees que un BUEN informático podría
hacer que, los datos que van volando por dentro de los cables
hasta la impresora fueran volando hasta la hoja excel?
– Psé… eso es una tontería. Solo habría
que ver como saca los datos la excel, hacer que el formato tal y
tal hiciera esto y aquello y patatín patatán…
(total que el tío, vacilando, lo hizo).
Entonces tenía dos horas más al día, para
mejorar mi marca personal, e
incluso para mirar a las musarañas. De hecho, miraba a las
musarañas una media hora más al día que
antes… tenía más tiempo, trabajaba mejor, estaba
más feliz. Se me veía una cara de felicidad
inusitada hasta entonces. Mi jefe entonces no entendía
porqué.
Y la gráfica volvió a tener un nuevo reto… un
salto cuantitativo, una mejora en el CPS, en la marca personal de
cotas por semana… que siempre cerraba mejorando… y
había veces que fuera del trabajo, pensaba con entusiasmo
en como mejorar mi marca personal. Ya no era solo cuestión
del salario, era
además un reto personal.
Y ocurrió algo más. Mi jefe no se enteraba de
qué estaba ocurriendo, ni porqué los clientes
(internos y externos) cada vez creían más en mis
plazos de entrega reales que en los suyos (hipotéticos y
debidos a presión o
exhortaciones a trabajar más). Cuando habían
reuniones de departamento, y decían ¿cómo se
podría medir más? Yo respondía la
única de las respuestas posibles: haciendo 3 turnos de
máquina. Solo había uno. Ellos creían que
era cuestión de mayor presión al "operario", en
este caso yo mismo.
Y finalmente ocurrió el premio esperado. Lo recuerdo como
si fuera hace 8 años. Eran las 7 de la tarde. Estaba en mi
momento "mirando las musarañas" (uno de los motivos que
argumentaron después) cuando entró el jefe.
Había una pieza urgente, que había que entregar YA.
Le dije que tardaría como poco, 4 horas (con todas las
mejoras habidas y por haber) y que, siendo las 7 de la tarde (y
ya sin vista tras un largo día de fijaciones) no
podría terminarlo ese mismo día. Me dijo que lo
hiciera. Le dije que no. Dijo que sí. Miré la
puerta. Le miré a él. Miré la puerta. Le
miré y le grité (por primera vez en toda mi carrera
profesional)
¡¡¡si quieres las medidas hazlas tu
mismo!!!
Bueno, la recompensa fue un premio a mi fidelidad (un despido
negociado), los argumentos, que yo no estaba satisfecho con mi
trabajo y que "miraba mucho a las musarañas". Y me fui con
una pequeña satisfacción; que NO ERA YO el
problema, sino LA POLÍTICA de la empresa y EL SISTEMA.
Solo unos meses después, como asesor de empresas (Dea
– Brown & Sharpe, ESIC, CEV, proveedores de
Ford – Almussafes) fui a un congreso de Calidad. En dicho
congreso me encontré con él (con el ex jefe) y me
saludó con
alegría. Le correspondí. Me dijo "estamos buscando
una persona que se
dedique a medir porque no encontramos profesionales en ese tema
desde hace tiempo… posiblemente pagaremos medio millón
al mes…". Y fue cuando contesté aquellas maravillosas
palabras (es uno de los mejores momentos de mi carrerita
profesional):
– NI PAGÁNDOME EL DOBLE, VOLVERÍA A TRABAJAR
ALLÍ CONTIGO.
Conclusiones
interesantes:
Hace muy poco he estado en
una empresa que se dedica a la impresión. Uno de los
Gerentes, me dijo "tengo a algunos de los mejores trabajadores
del mundo… mira aquel, parece que esté mirando las
musarañas, pero paseándose está controlando
las máquinas… es un fuera de serie".
Un corolario del Teorema de Bolzano (Si f(x) es una función
continua en el intervalo [a, b], y si, además, en los
extremos del intervalo la función f(x) toma valores de
signo opuesto (f(a) * f(b) < 0), entonces existe al menos un
valor c Î (a, b) para el que se cumple: f(c) = 0.)
indicaría que en una empresa, siempre hay una persona como
mínimo que sabe que es lo que está ocurriendo. Se
puede reformular como "para ir de Alcudia a Canals, hay que
atravesar la vía" (atribuido a Vicent García, sabio
contemporáneo).
– Es bueno mirar a las musarañas de vez en cuando.
– La testosterona es buena para ciertos deportes, incluso sexuales, pero
puede interferir en las neuronas. Estas en cambio, no
suelen influir mucho en lo otro.
– La estadística es una herramienta útil.
Simplemente la media y la desviación típica pueden
hacer milagros.
Bibliografía
recomendada:
– Calidad, productividad,
competitividad, Edward Deming.
– Administración del Rendimiento, Aubrey
Daniels
– La ley de Dilbert (no tiene mucho que ver… pero es
divertido).
Para meditar:
– El
plan 2000 de
Consellería sobre siniestralidad laboral, basado
en la media… ¿es estadísticamente aceptable?
¿es correcto comparar a las empresas con las de la media
del sector? Según dicen, de cada 10 televidentes, 5 son la
mitad…
Rafael Aparicio Sánchez
Mirador ocasional de
Musarañas.
Ingeniero Técnico Industrial