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Estadística y testosterona



    1. Extracto
    2. La importancia de utilizar de
      vez en cuando el cerebro
    3. Más neuronas y menos
      testosterona
    4. Conclusiones
      interesantes
    5. Bibliografía
      recomendada
    6. Para meditar

    Extracto:
    Conforme vamos
    avanzando —incluso a nivel personal
    en la medición y estudio de los datos, podemos
    encontrar en la estadística una herramienta sencilla… y
    muy potente. Seguramente más de uno se verá
    reflejado en esta metáfora, que no es tal
    metáfora… sino una vivencia real. Ahora se le ha dado
    por llamar "seis sigma" a
    lo que siempre fue "estadística" y "sentido
    común".

    Espero que todo el mundo disfrute de este escrito…
    como yo lo sufrí.

    Hay que producir,

    producir con calidad,

    producir con calidad y respetando el
    medioambiente…

    producir con calidad, respetando el medioambiente y sin
    accidentes
    laborales

    … y utilizando el cerebro.

    LA IMPORTANCIA DE
    UTILIZAR DE VEZ EN CUANDO EL CEREBRO
    Esta semana
    he estado en
    una empresa de
    plásticos
    asesorando en temas de Prevención de Riesgos
    Laborales (como no), y el Gerente se
    quejaba de que los trabajadores "bajan la velocidad de
    la máquina cuando él no mira". Según su
    "teoría", bastante creíble, los
    trabajadores manipulan la velocidad para trabajar MENOS. La
    máquina puede ir hasta 200 metros/minuto, si bien el
    régimen normal de funcionamiento para que funcione sin
    averías y bien por su experiencia es de 140 metros/min.
    Mientras hablábamos, se ha producido algún tipo de
    fallo que ha hecho que la máquina pare, y dos
    trabajadores, al verle cerca, han ido rapidísimamente
    (para no perder tiempo) a
    quitar el saldo (o lo que fuera) y la han vuelto a poner en
    funcionamiento. Momentos de nervios y CRISIS.

    Su razonamiento tiene mucho sentido, porque cuando llega
    el fin del turno, cuenta las bobinas que hay y hay BOBINAS DE
    MENOS. El trabajador, gracias a la reducción de la
    velocidad cuando no le ven, consigue tener que mover menos peso
    (menos bobinas), y por lo tanto trabajar menos. E incluso a veces
    baja la velocidad para que sea el del turno entrante el que tenga
    que cambiar la bobina. Y él concluye lo siguiente: 140
    metros/minuto x 8 horas = tantas bobinas que tendrías que
    haber hecho. Como hay menos, has bajado la velocidad de la
    máquina.

    Saliendo de la empresa, he
    marchado a otra ciudad. Y he pasado por dentro de una población. E ido a una media de unos 120
    km/hora, yendo en algunos casos en picos de 140 km/h. (en serio,
    ¡¡¡ que no iba a 200 como dice el radar!!!) Al
    llegar a mi destino he pulsado para ver la velocidad media y era
    de ¡45 km/h! Si fueran metros, o bobinas, mi jefe me
    habría estado corriendo a gorrazos todo el día. Y
    da igual que vaya en la autovía a 200 km/hora. Cuando iba
    de Alcudia a Alcoy todos los días, daba igual ir a 200
    km/h que a 120 km/h. SIEMPRE ERAN 45 MINUTOS. Porque la media es
    la media. Y hay camiones. Y hay semáforos. Y son los
    semáforos y los otros vehículos los que hacen que
    la media baje drásticamente. Los semáforos son
    parte del sistema, y el
    acelerador son parte de mi.

    ¿Están reduciendo la velocidad los
    trabajadores? NO
    ¿Hacen lo correcto cuando van deprisa a ponerla en marcha?
    NO.
    "Tengo prisa, vísteme despacio."

    Hay que quitar los semáforos, porque en
    fórmula 1 no hay (pero hay boxes).
    Quien gana en el tour es el que mantiene la mejor
    media.

    Quien gana la liga también.

    ¿por qué no se utiliza la
    estadística?

    No vale creer que marcando 10 goles en un partido se
    ganará. Ni 100. Es una cuestión de
    constancia.

    MÁS NEURONAS Y MENOS
    TESTOSTERONA

    Guardo muy buenos recuerdos de una empresa por dos
    motivos: porque tuve que salir despedido, y porque aprendí
    mucho sobre la gestión
    de las crisis, (personales y de la empresa).

    Mi trabajo
    consistía en medir todas las dimensiones de las piezas de
    plástico
    con una máquina de medir en 3D, programable. Si la pieza
    no estaba medida, el molde no podía comenzar a trabajar, y
    si no comenzaba a trabajar, no facturaba la empresa. Siempre me
    decían que se estaban perdiendo muchos cientos de millones
    de pesetas debido a que yo no había medido las piezas. A
    veces, me iba a casa frustrado y medio ciego, tras una media (y
    no recuerdo que desviación estándar) de 10 horas al
    día.

    Era difícil para mis jefes creer que se
    tardara tanto en medir 100 o 200 mediciones o cotas, porque para
    medir una, solo había que fijar la pieza y tocar un
    puntito, aproximadamente un par de segundos por operación.
    Eso parecía.
    Pero cuando comenzaba a medir, me daba cuenta de que había
    algo que no funcionaba… y era que el Jefe del Departamento me
    había dicho:
    – Mide la pieza X.- Y yo comenzaba a poner la pieza X sobre la
    máquina. La aseguraba, hacía referencias, comenzaba
    a medir… y entonces venía el Director de producción (con más Poder
    Político Absoluto que el anterior) y me decía
    – "Quita eso y haz esto otro"- A la vez que yo me quedaba con
    cara de tonto (diferente a la que pueda llevar día a
    día) y un "pero" en la boca, quitaba la pieza anterior,
    ponía la pieza "Y", y comenzaba todo el ritual de alinear
    la pieza, engancharla, asegurarla, hacer referencias… Entonces
    entraba el Jefe de la División de Tal-y-Cual, que por
    casualidad era además hijo del Fundador (casi hijo de
    Dios… evidentemente, con más poder que los anteriores en
    la empresa). Y vuelta a empezar con la pieza Z. Y también
    venía el director de Producción (accionista a la
    vez de la empresa, con otros poderes como la telequinesia,
    movía a la gente de departamento) y otros más.
    Los primeros síntomas fueron:

    – Agarrotamiento de las cervicales,

    Consumo
    exagerado de paracetamol y aspirinas.

    – Amnesia temporal

    – Sentimientos de culpabilidad
    (sobretodo cada vez que aparecía alguno de ellos y me
    decía: la pieza X ¿está medida ya? …Y yo
    tenía que contestar que NO).
    Estaba haciendo una gestión por crisis. No se muy bien si
    mi crisis interna o la crisis de la empresa. Pero por crisis,
    seguro.

    "El cerebro es una máquina magnífica.
    Te levantas por la mañana y se pone a funcionar hasta que
    entras en la oficina." Arthur
    Block. "La ley de
    Murphy".

    Pero un día se me ocurrió hacer algo
    bastante estúpido: conocer lo desconocido sin utilizar la
    Ouija ni el Tarot. Voy a
    acercarme a la caja. En la segunda guerra
    mundial, cuando encontraban una caja del "enemigo", no
    podían abrirla a riesgo de que
    explotara. Así que tenían que averiguar que
    había dentro SIN ABRIRLA, aplicando todas las técnicas
    que se les ocurriera. Era el principio de "caja negra".
    Introducían corrientes INPUT, y salían corrientes
    OUTPUT. Es como en la empresa, entran materias, INPUT y salen
    productos
    OUTPUT… pero a veces no sabemos que pasa por el camino.
    También es el principio de los intervalos
    encajados.

    Así que comencé a aplicar corrientes a la
    caja… o por lo menos a anotar las que salían.
    Abrí una simple libreta de notas (el notepad de Microsoft
    tenía hasta el lujo de poner directamente la fecha y la
    hora) y comencé a anotar lo que estaba haciendo en cada
    momento… saliendo un registro tal como
    esto, más o menos:

    8:00 19/02/96 slex(inicio)
    9:30 19/02/96 slex (fin) total mediciones =
    9:30 19/02/96 ssac (inicio)
    11:00 19/02/96 ssac (stop)
    11:00 19/02/96 cuer boy
    12:15 19/02/96 cuer boy (fin)
    12:15 19/02/96 ssac (cont)
    15:30 19/02/96 stop
    15:30 19/02/96 gestion de documentación (inicio)
    20:30 19/02/96 gestión de documentación(stop)
    8:10 20/02/96 docs. cont
    8:35 20/02/96 docs stop
    8:35 20/02/96 serv (cont)
    12:45 20/02/96 serv (fin)
    (…)

    Para mí, "inicio" era cuando comenzaba algo, "fin" cuando
    terminaba, "stop" cuando era interrumpido.
    Al final del día calculaba el tiempo por cada medida (que
    llamaba TPC):
    Mediciones = 168,
    Tiempo = 8h.
    TPC = 2.8 min.
    No estaba mal saber que, en lugar de perder un segundo en cada
    medición, tardaba ¡¡¡2,8 MINUTOS!!! Ya
    era algo. Ya sabía algo de la caja.
    Estuve así un par de semanas, hasta que me di cuenta de
    que, si ponía los datos diarios en una gráfica,
    aquello parecía una montaña rusa. No había
    ningún patrón. Seguí anotando los TPC
    (tiempos por cota) y apareció una lista tal como esta:
    Pieza 1
    nº cotas total 20
    tiempo total empleado= 1 hora
    tpc = 3

    HORA FECHA TPC NOTAS Y MOTIVOS TPC ALTO.
    11:34 6/09/95 6.4 min. MOTOR MOUNT
    15:44 7/09/95 4.2 WIP.
    15:37 12/09/95 4.3. Motor.
    13:24 14/09/95 3.9 COVER
    3:34 25/09/95 2.0 SLED
    9:10 11/10/95 6.3 COVER RIGHT.
    13:04 11/10/95 2.4 COVER LEFT
    11:24 16/10/95 2.4 LID PRIMER
    16:36 16/10/95 4.4 Motor Mount
    9:26 18/10/95 9.2 OUTPUT TRAY
    12:20 23/10/95 17.9 FAN DEFLECTOR
    17:34 10/11/95 3.4 key guide.
    Nuevamente me di cuenta de que el Tiempo invertido en un puntito
    que aparentaba ser segundos, además de durar minutos, era
    bastante aleatorio.
    Pero entonces osé utilizar una neurona
    más y dividí el tiempo total por semana por las
    cotas totales por semana, con lo cual la gráfica se
    estabilizaba considerablemente, y mucho más con los datos
    de un par de meses. Entonces establecí que el tiempo de
    medición medio por cota era de 7 minutos.
    ¡¡¡7 minutos!!! en una operación que
    solo aparentaba durar segundos. En esos siete minutos estaban
    incluidos:
    – La propia medición, de un par de segundos
    – Los tiempos de anclaje, puesta a punto
    – Las tareas administrativas,
    – Las interrupciones
    – Ir al aseo
    – Estornudos
    – Rascarse la nariz
    – Y mil mas.
    Una vez tuve esta cantidad media, cuando venía alguno de
    los grandes monstruos, y me traía una pieza, podía
    ocurrir una conversación parecida aesta con respuestas con
    cierta propiedad como
    las siguientes:
    – oye, Rafa, ¿cuándo estará la Pieza
    Hander-clander?-Y yo respondía algo del tipo:
    – "a ver, 100 puntitos para medir, x 7, 700, dividido entre 60
    segundos, tantas horas…": Estará mañana a las
    12.
    – ¡¡¡mañana a las 12!!! Tiene que estar
    hoy
    – Pues no será posible.
    Hablaba con la autoridad de
    las cifras. Y entonces comenzó a ocurrir algo. Las crisis
    fueron BAJANDO, las entregas fueron siendo mejores, y más
    precisas.
    Me hice una curva de aprendizaje, en
    la que ponía en valor del CPS
    (cotas medidas por semana) intentando batir mi propio record, no
    de medidas realizadas, sino de tiempo mínimo por
    realización (eficiencia). Al
    haber menos crisis, el CPS se reducía, y entregaba mejor
    el trabajo (a
    mi cliente
    interno).
    Pero ocurrió algo. Se estancó. Cuando algo se
    estabiliza, ya no se puede mejorar mucho de forma gradual. Hay
    que hacer saltos cuantitativos (como indica Lopez de
    Arriortúa).
    Invertía aproximadamente 2 horas al día en pasar
    los datos de la impresora a
    papel, dicho papel se enviaba por fax o diskette
    al cliente, y este los validaba o no (eran los principios de
    internet, y el
    mail era algo nuevo). Una vez validados, se remitían las
    piezas junto con las mediciones al cliente. Evidentemente, estas
    2 horas estaban incluidas en los tiempos perdidos.
    Apareció un informático y su Ego por la puerta,
    para instalar unos programillas. Y le pregunté
    – ¿Crees que un BUEN informático podría
    hacer que, los datos que van volando por dentro de los cables
    hasta la impresora fueran volando hasta la hoja excel?
    – Psé… eso es una tontería. Solo habría
    que ver como saca los datos la excel, hacer que el formato tal y
    tal hiciera esto y aquello y patatín patatán…
    (total que el tío, vacilando, lo hizo).
    Entonces tenía dos horas más al día, para
    mejorar mi marca personal, e
    incluso para mirar a las musarañas. De hecho, miraba a las
    musarañas una media hora más al día que
    antes… tenía más tiempo, trabajaba mejor, estaba
    más feliz. Se me veía una cara de felicidad
    inusitada hasta entonces. Mi jefe entonces no entendía
    porqué.
    Y la gráfica volvió a tener un nuevo reto… un
    salto cuantitativo, una mejora en el CPS, en la marca personal de
    cotas por semana… que siempre cerraba mejorando… y
    había veces que fuera del trabajo, pensaba con entusiasmo
    en como mejorar mi marca personal. Ya no era solo cuestión
    del salario, era
    además un reto personal.
    Y ocurrió algo más. Mi jefe no se enteraba de
    qué estaba ocurriendo, ni porqué los clientes
    (internos y externos) cada vez creían más en mis
    plazos de entrega reales que en los suyos (hipotéticos y
    debidos a presión o
    exhortaciones a trabajar más). Cuando habían
    reuniones de departamento, y decían ¿cómo se
    podría medir más? Yo respondía la
    única de las respuestas posibles: haciendo 3 turnos de
    máquina. Solo había uno. Ellos creían que
    era cuestión de mayor presión al "operario", en
    este caso yo mismo.
    Y finalmente ocurrió el premio esperado. Lo recuerdo como
    si fuera hace 8 años. Eran las 7 de la tarde. Estaba en mi
    momento "mirando las musarañas" (uno de los motivos que
    argumentaron después) cuando entró el jefe.
    Había una pieza urgente, que había que entregar YA.
    Le dije que tardaría como poco, 4 horas (con todas las
    mejoras habidas y por haber) y que, siendo las 7 de la tarde (y
    ya sin vista tras un largo día de fijaciones) no
    podría terminarlo ese mismo día. Me dijo que lo
    hiciera. Le dije que no. Dijo que sí. Miré la
    puerta. Le miré a él. Miré la puerta. Le
    miré y le grité (por primera vez en toda mi carrera
    profesional)
    ¡¡¡si quieres las medidas hazlas tu
    mismo!!!
    Bueno, la recompensa fue un premio a mi fidelidad (un despido
    negociado), los argumentos, que yo no estaba satisfecho con mi
    trabajo y que "miraba mucho a las musarañas". Y me fui con
    una pequeña satisfacción; que NO ERA YO el
    problema, sino LA POLÍTICA de la empresa y EL SISTEMA.
    Solo unos meses después, como asesor de empresas (Dea
    – Brown & Sharpe, ESIC, CEV, proveedores de
    Ford – Almussafes) fui a un congreso de Calidad. En dicho
    congreso me encontré con él (con el ex jefe) y me
    saludó con
    alegría. Le correspondí. Me dijo "estamos buscando
    una persona que se
    dedique a medir porque no encontramos profesionales en ese tema
    desde hace tiempo… posiblemente pagaremos medio millón
    al mes…". Y fue cuando contesté aquellas maravillosas
    palabras (es uno de los mejores momentos de mi carrerita
    profesional):
    – NI PAGÁNDOME EL DOBLE, VOLVERÍA A TRABAJAR
    ALLÍ CONTIGO.

    Conclusiones
    interesantes:
    Hace muy poco he estado en
    una empresa que se dedica a la impresión. Uno de los
    Gerentes, me dijo "tengo a algunos de los mejores trabajadores
    del mundo… mira aquel, parece que esté mirando las
    musarañas, pero paseándose está controlando
    las máquinas… es un fuera de serie".
    Un corolario del Teorema de Bolzano (Si f(x) es una función
    continua en el intervalo [a, b], y si, además, en los
    extremos del intervalo la función f(x) toma valores de
    signo opuesto (f(a) * f(b) < 0), entonces existe al menos un
    valor c Î (a, b) para el que se cumple: f(c) = 0.)
    indicaría que en una empresa, siempre hay una persona como
    mínimo que sabe que es lo que está ocurriendo. Se
    puede reformular como "para ir de Alcudia a Canals, hay que
    atravesar la vía" (atribuido a Vicent García, sabio
    contemporáneo).
    – Es bueno mirar a las musarañas de vez en cuando.
    – La testosterona es buena para ciertos deportes, incluso sexuales, pero
    puede interferir en las neuronas. Estas en cambio, no
    suelen influir mucho en lo otro.
    – La estadística es una herramienta útil.
    Simplemente la media y la desviación típica pueden
    hacer milagros.

    Bibliografía
    recomendada:
    – Calidad, productividad,
    competitividad, Edward Deming.
    Administración del Rendimiento, Aubrey
    Daniels
    – La ley de Dilbert (no tiene mucho que ver… pero es
    divertido).

    Para meditar:
    – El
    plan 2000 de
    Consellería sobre siniestralidad laboral, basado
    en la media… ¿es estadísticamente aceptable?
    ¿es correcto comparar a las empresas con las de la media
    del sector? Según dicen, de cada 10 televidentes, 5 son la
    mitad…

    Rafael Aparicio Sánchez
    Mirador ocasional de
    Musarañas.

    Ingeniero Técnico Industrial

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