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Fundamentos para la construcción de un modelo de formación para el Cooperativismo rural




Enviado por alfonso



    1. Fundamentos sociológicos
      de la educación. Sus características en el medio
      rural
    2. La formación de los
      adultos, fundamentos desde la Psicología y la
      Andragogía
    3. Psicología del
      adulto
    4. Características del
      adulto en situación de aprendizaje
    5. Fundamentos
      Didácticos necesarios a tener en cuenta en el
      modelo
    6. Fundamentos Económicos
      del modelo. El aprendizaje organizativo y su carácter de
      sistema
    7. Conclusiones
    8. Referencias
      Bibliográficas
    9. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN:

    Para el análisis de una concepción del
    proceso de
    formación para el cooperativismo rural, las cualidades a
    formar y los principios de
    este proceso, se debe partir de unas bases teóricas y unos
    fundamentos para la definición de un sistema de
    formación. Estos tienen su origen en teorías
    y concepciones que desde algunas ciencias de la
    educación dan respuesta al problema
    planteado.

    El objetivo del
    presente estudio radica en expresar las ideas esenciales que han
    servido de marco
    teórico a este trabajo y que
    sustentan los aportes del mismo.

    En los análisis realizados pudimos constatar que
    los principales fundamentos de la propuesta están
    enmarcados en varias ciencias
    directamente vinculadas a las de la educación, como la
    sociología educativa, Psicología de la
    Educación,
    Economía,
    Didáctica y la Andragogía
    como disciplina
    científica que estudia el proceso de formación del
    adulto, la selección
    de estas bases partió del marco teórico
    desarrollado en esta investigación y la recopilación
    bibliográfica realizada a tales efectos.

    Fundamentos
    sociológicos de la educación. Sus
    características en el medio rural.

    Desde el punto de vista sociológico se parte del
    análisis realizado por la sociología educativa de
    la relación entre cultura social
    y educación donde se puede observar que en el comportamiento
    de cada individuo
    existe una parte no aprendida, o sea, lo puramente intuitivo,
    temperamental y biológico, todo lo demás, desde los
    hábitos a las ideas y los sentimientos, incluyendo las
    actitudes, es
    decir, la cultura, es el resultado de un aprendizaje.

    Los patrones de conducta que
    definen una cultura se trasmiten de unos miembros a otros, en
    esto consiste la educación, dicha tarea se realiza porque
    el grupo social
    ejerce enorme presión y
    también porque "el comportamiento de los seres humanos es
    muy flexible y se adaptará al ambiente
    cultural". (1)

    En este sentido la sociología nos ofrece la
    fundamentación del papel del ambiente cultural en las
    influencias de la educación del individuo, que el clima social es
    tarea importante que determinan en gran medida el comportamiento
    y carácter futuro de la persona
    formada.

    Es por ello que las funciones
    sociales de todo proceso de formación son: la de preservar
    la cultura, suscitar cambios en la sociedad
    (progreso, desarrollo) y
    capacitar a los individuos para crear cultura; en estos se
    produce el proceso de socialización del individuo. Para V.
    Cesario, la socialización comprende "todo cuanto activa o
    pasivamente concurra en la inserción del individuo en los
    grupos
    sociales y más particularmente, desde el punto de
    vista sociológico, se refiere a todo elemento de la
    compleja relación existente entre la estructura
    social y la formación de la
    personalidad". (2)

    Este constituye un concepto
    analítico que se refiere al hecho de que todo individuo
    partiendo de sus rudimentarios instintos biológicos pero
    con una plasticidad que le dispone al aprendizaje y a la
    formación de hábitos, es llevado a la
    adquisición de un comportamiento concreto que
    viene determinado por las normas del
    grupo.

    Este proceso se da a lo largo de la vida abarcando tres
    aspectos fundamentales:

    1. Uno vertical, referido a los agentes (familia y
      educadores de todo tipo) que inciden en la persona para
      configurarla.
    2. Otro horizontal, constituido por la interacción con los grupos de pares
      y con los grupos correspondientes al propio status.
    3. Otro proyeccional, en tanto que el sujeto se forma en
      vista de los valores
      que deberá desempeñar en el futuro.

    Por ello en el proceso de socialización del
    individuo se pueden observar dos subprocesos: uno de
    enculturación aculturación y otro de
    personalización.

    La sociología recoge también el
    análisis de que la culturización de los individuos
    se lleva a cabo no solo por medio de cauces institucionales, sino
    también simultáneamente y de un modo continuo en la
    vida, a partir de la atmósfera cultural
    que de modo constante respiran los individuos.

    Por ello Coombs en 1966 (3) propone distinguir tres
    tipos de educación a nivel de la sociedad:

    • Educación Formal: Sistema
      educativo escolar.
    • Educación Informal: El proceso de aprendizaje
      a partir de las experiencias cotidianas y de los
      estímulos del ambiente cultural.
    • Educación no Formal: Es un caso intermedio
      entre los dos anteriores pues son diversos modos de enseñanza realizados fuera del currículo (cursillos, ciclos de
      conferencias, enseñanza artesanal y por medios no
      convencionales)

    En el caso del problema de esta investigación
    estos argumentos son de vital importancia en tanto nos permiten
    esclarecer el papel del contexto cultural del individuo y de su
    relación con otros miembros del grupo correspondientes a
    su status, la relación entre la formación que a
    nivel de las instituciones
    educativas recibe el mismo y las particularidades que debe poseer
    un proceso de formación tan concreto como el dirigido al
    cooperativismo rural, además de que permite argumentar que
    en el proceso de formación que proponemos, el sistema debe
    estructurarse teniendo en cuenta una relación
    dialéctica entre la educación formal, informal y no
    formal.

    Esto último nos permite deslindar que si la
    educación formal se caracteriza por ser intencional en su
    actitud,
    consciente en su actividad, formativa en sus propósitos,
    sistemática en su realización y limitada en su
    duración, ejercida además por personal
    preparado para llevarla a cabo, y la educación informal no
    es institucional, es mas espontánea y ambiental, que
    actúa casi siempre a nivel emocional, cuyos canales mas
    conocidos pueden ser la ideología, la subcultura de los grupos, y
    otros, y la educación no formal es mediadora entre los
    antes expuestos, es posible a nivel de la formación para
    el cooperativismo rural, teniendo en cuenta las
    características identitarias del medio rural, elaborar un
    sistema formativo que abarque los tres tipos de educación
    y que se complementen.

    Uno de los fundamentos sociológicos fundamentales
    de este trabajo lo constituye la repercusión de las
    circunstancias ambientales en la educación en tanto en el
    problema que analizamos esto constituye una situación
    problémica en tanto incide en el sentido de pertenencia e
    identidad del
    cooperativismo rural.

    Teniendo en cuenta esto, podemos asumir que el ambiente
    viene determinado no por la serie de sus circunstancias
    objetivas, sino por la necesidad del individuo que se mueve
    dentro de él, las motivaciones de las personas son el
    verdadero factor constitutivo de un ambiente, pues este interesa
    en tanto es operante y lo es en la medida en que el individuo se
    dispone a reaccionar ante él; por ello es que el entorno
    condiciona la educación del individuo, acerca de esto J.
    Dewey señaló: "El medio ambiente
    consiste en aquellas condiciones que promueven o dificultan,
    estimulan o inhiben las actividades, características de un
    ser vivo (…) El medio particular en que vive el individuo lo
    lleva a ver y sentir una cosa mejor que otra, le lleva a tener
    ciertos planes para que pueda actuar con éxito
    con los demás, fortalece algunas creencias y debilita
    otras como condición para merecer la aprobación de
    los otros". (4)

    A partir de aquí y asumiendo que
    básicamente nuestro trabajo se mueve en el medio rural es
    importante analizar el papel de éste en el proceso
    educativo.

    El medio rural y el medio urbano, como ambientes
    distintos, determinan resultados diversos en la educación.
    El campo y la ciudad constituyen dos sistemas
    ecológicos distintos de los que brotan posibilidades
    diversas para la configuración de los individuos que en
    ellos se desarrollan. Las condiciones de vida operan sobre la
    psicología individual, crean subculturas diferentes y
    engendran variados modelos de
    comportamientos.

    En el campo, en el contexto rural, está mas
    arraigada la familia, la
    tradición, la uniformidad de ideas y actitudes, el
    conservadurismo, el control social.
    En este medio cada cual trata al otro no solo en función de
    su rol social, sino también de su identidad personal y de
    su historia en la
    comunidad, la
    vida es mas regular y uniforme lo que puede permitir un conocimiento
    mas profundo. A esto se agrega la influencia del grupo social que
    puede ser determinante en el proceso de
    educación.

    El individuo contacta con la sociedad a través de
    grupos, siendo mas fuerte la interacción del grupo sobre
    el individuo que viceversa, pues el grupo moldea
    psicológicamente a sus miembros y la comunidad moldea
    sociológicamente (culturalmente) a los grupos. Por ello en
    el proceso de formación es necesario tener en cuenta que
    cada individuo se encuentra inserto en grupos primarios (hogar,
    familia, amigos, vecindad) que actúan sobre él de
    manera inmediata y personal. Pero lo que estos grupos primarios
    dan a los individuos lo han tomado de los grupos secundarios en
    los que a su vez se hallan integrados (escuela, grupo de
    trabajo, asociaciones, y en general grupos que conforman la
    sociedad). En estos grupos secundarios circula una subcultura que
    le es característica y que inocula a los grupos primarios
    y, a través de estos, a los individuos.

    En el proceso de formación para el cooperativismo
    rural es necesario tener en cuenta la dialéctica entre
    ambos grupos para lograr eficiencia en el
    sistema.

    Para ello se hace necesario puntualizar el influjo real
    de la educación como catalizadora de las fuerzas que
    mueven la sociedad y como instrumento condicionador de los
    individuos desde los propósitos ansiados por los sectores
    de la sociedad. Los sociólogos coinciden en reconocer el
    papel preponderante que ejerce la educación en la
    configuración de un determinado tipo de sociedad o proceso
    social.

    Desde las teorías
    sociológicas las funciones de la educación que
    contribuyen a estructurar el modelo que desarrollamos en este
    trabajo son:

    1. Función de trasmisión de pautas
      culturales de comportamiento (propagar la cosmovisión
      del proceso, su escala de
      valores y
      cómo entender y realizar acciones de
      cambios y consolidación del proyecto
      social.
    2. Función de conservación de la
      organización social. Preservar la idea original del
      proceso cooperativo y de sus características en este
      caso.
    3. Función de socialización. Como lograr
      que el individuo se adapte a las características del
      cooperativismo en el medio rural, que lo haga consciente y
      actúe de acuerdo con esta realidad.
    4. Función de homogenización. El proceso
      formativo si bien ejerce un proceso diferenciador en la
      sociedad también tiende a constituir un todo social
      compacto y uniforme, puesto que hay cierto número de
      ideas, sentimientos y prácticas que el proceso formativo
      debe inculcar indistintamente.

    Teniendo en cuenta estas funciones y buscando los
    fundamentos de este trabajo es necesario puntualizar cómo
    en este marco educativo se desarrollan los valores de identidad y
    sentido de pertenencia a la cultura cooperativa en
    el sector rural, pues hacia esto debe dirigirse nuestro proceso
    de formación.

    Así podemos extraer de la sociología, como
    la identidad cultural de un pueblo se conforma a través de
    su historia y del conjunto de obras que la explican, como sus
    mitos, sus
    costumbres, su producción artística, sus
    monumentos, lengua y las
    tradiciones orales, en resumen su patrimonio
    cultural, por ello la identidad cultural es el sentimiento que
    experimentan los miembros de la colectividad representando
    la memoria, la
    conciencia
    colectiva del grupo, respecto a la cual cada persona se orienta
    de manera mas o menos consciente y extrae espontáneamente
    determinados comportamientos y actitudes que todos consideramos
    significativos.

    La consolidación de la identidad de un proceso
    que se hace y se deshace, tiene múltiples formas y es
    complementaria por su carácter individual, colectivo,
    nacional y cosmopolita.

    Al hacer un análisis de identidad es necesario
    tener en cuenta los principales factores que en ella influyen,
    ellas son:

    • El factor histórico (que condiciona la
      memoria
      histórica o conciencia histórica)
    • El factor lingüístico (la lengua como
      señal de identidad)
    • El factor político ( el ejercicio de una
      conciencia política)
    • El factor psicológico ( la forma de compartir
      rasgos comunes que conforman la personalidad
      básica o carácter social)

    En el caso que nos ocupa, que está dirigido a
    lograr una identidad en el sector del cooperativismo rural a
    través de las influencias del proceso de formación,
    éste debe ser abordado desde diversas perspectivas, pero
    teniendo en cuenta los factores que marcan una pauta en las
    vertientes de formación.

    En el proceso de formación para el cooperativismo
    rural es necesario atender el hecho de que en los procesos de
    consolidación identitario debe atenderse a la importancia
    de preservar la memoria histórica, o sea antecedentes y
    evolución del cooperativismo en cualquier
    país, su significado y aportes positivos al desarrollo en
    este sector de la economía, lo cual debe desarrollarse
    como proceso abierto y dinámico que permite la
    apropiación e incorporación de nuevos
    valores.

    En la comunidad rural la identidad al sector cooperativo
    rural ha de expresar su diversidad y dinámica. Cada comunidad en sí porta
    y genera valores particulares de la cultura material y espiritual
    que caracteriza, en sus rasgos mas generales, a los individuos
    que la integran. La autoconciencia de ellos como grupo social,
    constituye su identidad.

    En la misma medida en que cada persona involucrada en
    este proceso se reconoce como ser activo que puede modificar su
    entorno, que tiene una historia común con otros hombres,
    que su modo de vida tiene tanto de sus antecesores como de
    sí mismo y que los símbolos que él ama significan igual
    para otros, se siente parte de un esfuerzo colectivo que se
    expresa en el sentido de la identidad y genera un sentido de
    pertenencia al espacio que lo rodea y al grupo, a un momento
    histórico, a un espacio territorial dado.

    Al analizar este concepto social es necesario atender a
    la dialéctica de que en la medida que se marca el sentido
    de identidad de una comunidad, también se expresa su
    diferencia de los demás, esto es aparentemente
    contradictorio, pero visto dialécticamente permite la
    construcción de la diferenciación en el mismo
    proceso de construcción de la identificación. La
    identidad presupone sentimientos de pertenencia,
    satisfacción y orgullo por esa pertenencia, compromisos y
    participación en las prácticas sociales y
    culturales propias.

    Es por ello que la identidad local constituye un espacio
    que adquiere significado porque las personas se vinculan a
    él gracias a procesos simbólicos y afectivos que
    permiten la construcción de logros y sentimientos de
    pertenencia.

    Si la identidad cultural es, ante todo, ese conjunto de
    sentimientos que experimentan los miembros de la colectividad, en
    este caso los miembros de la cooperativa rural, entonces el
    proceso formativo dirigido a esto debe valorar en primera
    instancia, el sentido de pertenencia, cohesión y arraigo
    de esa comunidad, pues a partir de aquí es que tienen
    sentido y necesidad los proyectos de
    formación y proporcionan la inspiración de las
    acciones que en este sentido se desarrollan.

    La formación
    de los adultos, fundamentos desde la Psicología y la
    Andragogía.

    El proceso de formación para el cooperativismo
    rural que es objeto de nuestro trabajo se centra en el
    significado que el mismo tiene como factor de desarrollo de la
    entidad cooperativa a partir del valor de
    identidad del campesino a
    esta estructura
    socio económica y el sentido de pertenencia que este debe
    generar, sin embargo, el mismo se mueve en un contexto
    esencialmente de personas adultas que son los sujetos principales
    de él y que son los que influyen en otras edades para
    lograr la continuidad del movimiento.

    Estando centrado entonces este proceso formativo en los
    adultos, es necesario estudiar las bases teóricas que
    sustentan este particular proceso desde lo que nos ofrece la
    Andragogía como disciplina científica dirigida a la
    formación de la persona adulta.

    Partimos de reconocer que la Andragogía, del
    latín andros (persona mayor) ago (conducir) estudia la
    realidad y determina las normas para dirigir el proceso formativo
    del adulto, también partimos de que el adulto (adultus,
    que significa crecer de manera permanente desde el punto de vista
    bio- psico- social) y que la adultez permite la capacidad de
    procrear, de participar en el trabajo
    productivo y de asumir responsabilidades inherentes a su vida
    social, por lo que el adulto actúa con independencia
    y toma sus propias decisiones. Es por ello que en la adultez se
    ha alcanzado el mayor crecimiento y desarrollo y la persona
    adulta entonces es capaz de tomar decisiones y de auto
    dirigirse.

    Sobre la base de estos elementos todo proceso formativo
    dirigido al adulto debe tener en cuenta ciertos aspectos que son
    vitales como:

    Psicología
    del adulto.

    La relación del medio social con el proceso y
    actividad andragógica se explica en tanto podemos
    comprender las características psicológicas del
    adulto esenciales para diseñar un proceso de
    formación como el que pretendemos.

    La adultez, como etapa de integración biológica,
    psicológica y social es el momento de alcanzar la plenitud
    vital, pues en la adultez tenemos la capacidad de procrear, de
    participar en el trabajo productivo y de asumir responsabilidades
    inherentes a la vida social, para actuar con independencia y
    tomar nuestras propias decisiones con entera libertad.

    Los rasgos más destacados del adulto
    son:

    • La vida autónoma en lo económico y en
      lo social.
    • Poseer un concepto de sí mismo como capaz de
      tomar decisiones y auto dirigirse.
    • Jugar un papel social que conlleva responsabilidades
      desde el punto de vista económico y cívico.
    • Forma parte de la población económicamente activa y
      cumple una función productiva.
    • Actúan independientemente en sus
      múltiples manifestaciones en la vida.
    • La inteligencia
      sustituye a la instintividad.

    Además de estas características generales,
    el adulto se manifiesta en la actualidad de forma contestataria y
    conflictiva, cuestionante, rechazante de actitudes paternalistas,
    dinámico, buscador de una calidad de
    vida humana con fuertes exigencias de que se le respete su
    posibilidad de crecerse como personas y se le acepte como
    crítico, racional y creativo.

    Las experiencias del adulto y sus responsabilidades son
    de tal magnitud que lo separan sustancialmente del mundo del
    niño, los adultos tienen experiencias diferentes y
    están organizados en forma diferente.

    Las características de esta etapa del desarrollo,
    la adultez, de orden psicológico influyen decisivamente en
    el comportamiento de su aprendizaje, este ocurre cuando la
    persona esta preparada para aprender, pues el
    conocimiento se construye a partir de lo que la persona ya
    sabe y depende tanto del propósito y del interés
    del individuo, como del grado de desarrollo de las capacidades
    intelectuales
    inherentes a la persona. Así el aprendizaje
    comienza cuando en la mente del individuo surge un problema, una
    respuesta inconclusa o un estado de
    confusión e incertidumbre, comienza también cuando
    la persona acepta el reto de lo desconocido, de lo controvertible
    y se lanza a buscar soluciones.

    Algunas características psicológicas
    especiales del aprendizaje en los adultos se resumen
    en:

    • Conocimiento útil. El adulto quiere
      respuestas que se relacionen directamente con su vida, las
      probabilidades residen en que él adapte las experiencias
      de su vida, mediante estimaciones cuantitativas y experiencias
      vitales que le permitan hacer nuevas consideraciones. En la
      medida en que el adulto pueda obtener conocimientos aplicables,
      participará mas en el proceso, de lo contrario
      desistirá.
    • La experiencia. Los adultos son manidos a
      aprender a medida que ese aprendizaje satisface sus necesidades
      de experiencia e intereses. La orientación adulta al
      aprendizaje está centrada en la vida, por lo tanto las
      necesidades apropiadas por el aprendizaje adulto son
      situaciones reales. La experiencia es el recurso más
      rico del aprendizaje del adulto, pues los adultos tienen una
      tremenda necesidad de autodirección por lo que el rol
      del facilitador es comprometerse a un proceso mutuo de
      indagación, en lugar de trasmitir sus conocimientos y
      evaluar según este.
    • Funcionamiento psicológico. El adulto
      no aprende como el niño, lo cual se debe a un distinto
      funcionamiento psicológico y al tipo de actividad que
      realizan, lo cual repercute en sus formas de aprender y
      también en la metodología didáctica que se debe
      emplear.

    Algunas de las condicionantes del aprendizaje de los
    adultos que nos encontramos con mayor frecuencia son:

    1. Forman grupos heterogéneos en: edad,
      intereses, motivación, experiencia y
      aspiración.
    2. El papel del estudiante es marginal o
      provisional.
    3. El interés gira en torno al
      bienestar, al ascenso laboral o a la
      autoestima.
    4. Los objetivos
      son claros y concretos, elegidos y valorizados.
    5. Los logros y éxitos serán deseados
      intensamente o con ansiedad.
    6. Existe preocupación por el
      fracaso.
    7. Posible susceptibilidad e inseguridad
      ante las críticas.
    8. A menudo arrastra el peso de experiencias de
      aprendizaje frustrantes que le convencen que no es capaz de
      adquirir conocimientos nuevos.
    9. Fuentes de conocimientos heterogéneos, a veces
      contradictorios.
    10. Mayor concentración en clases, lo cual
      favorece el aprovechamiento del tiempo.
    11. Posee mecanismos de compensación para superar
      las deficiencias.
    12. Necesita alternancia y variabilidad para su relativa
      capacidad de un esfuerzo intelectual prolongado.

    A partir de aquí es necesario atender en el
    proceso de facilitar el aprendizaje del adulto que este tiene
    mucho bagaje histórico, cultural y social como
    consecuencia de pertenecer enteramente a un ámbito
    determinado y se encuentra integrado en unas formas de vida
    determinadas, participa en el aprendizaje contando con un elevado
    sentido práctico de la vida y con amplia experiencia y
    construye su propio conocimiento con ayuda de un mediador, este
    facilitador tiene que ser entonces un incentivador del
    aprendizaje.

    Con respecto a estas características y al
    carácter de transformación que tiene el proceso de
    formación del adulto, Paulo Freire
    plantea: "El hombre
    existe en el tiempo. Está "dentro", esta "fuera", hereda,
    incorpora, modifica. Porque no es prisionero de un tiempo
    reducido a un hoy permanente que lo aplasta, emerge de él.
    Se empapa en él, se temporaliza. En la medida en que
    realiza esta inmersión en el tiempo, liberándose de
    su unidimensionalidad, discerniéndolo, sus relaciones con
    el mundo se impregna de un sentido consciente… Al reducirse a
    una sola de las dimensiones de que participa (lo natural y lo
    cultural) la primera por su aspecto biológico, la segunda
    por su poder creador,
    el hombre puede
    ser eminentemente transformador". (5)

    Y es que en todo lo planteado por diversos
    investigadores, lo señalado especialmente por Freire y lo
    argumentado en este trabajo, se observa una regla que es esencial
    en el proceso de formación dirigido a adultos que es el
    papel transformador del aprendizaje en su medio, o sea, no basta
    con que se conozca, el mismo requiere para elevar la
    motivación y ansiedad por conocer el aspecto
    transformación.

    Características del adulto en
    situación de aprendizaje.

    En general en la persona adulta el proceso de
    aprendizaje consciente se dirige hacia aquellas actividades que
    exige su rol ó a actividades de desarrollo de ese rol, por
    lo que existe siempre en un proceso formativo en esta etapa una
    experiencia aprovechable de la que debe partir el mismo, esto se
    complementa con que el interesado en aprender desea la
    aplicación inmediata del conocimiento.

    Teniendo en cuenta esto, las principales funciones
    andragógicas son:

    1. Mantener, consolidar y enriquecer los intereses del
      adulto para abrir nuevas perspectivas de vida.
    2. Orientar, mostrar nuevos rumbos de carácter
      prospectivo porque educarse es progresar.
    3. Instruir, actualizar al adulto, renovar sus
      conocimientos para continuar aprendiendo y desarrollar el
      conocimiento y la creatividad.
    4. Proyección humana: pues permite interpretar
      variables de
      lo que fuimos, somos y seremos.

    De ahí que la actividad andragógica en
    general se caracteriza por la confrontación de
    experiencias, racionalidad, capacidad de abstracción del
    adulto, integración y aplicabilidad.

    El hecho Andragógico. Sus
    fundamentos.

    Para ejecutar la actividad andragógica es
    necesario que se produzca el hecho Andragógico que es el
    proceso de orientación individual y social para lograr el
    desarrollo de capacidades en el adulto.

    El hecho Andragógico es real puesto que el adulto
    es una realidad biopsicosocial, es objetivo puesto que el adulto
    es susceptible de educabilidad y es concreto porque la sociedad
    lo exige para su propia supervivencia y desarrollo.

    El hecho Andragógico se basa en cuatro aspectos
    fundamentales del proceso formativo que son:

    Aprender a conocer: donde se desarrollan
    habilidades, hábitos, destrezas, actitudes y valores que
    le permitan al adulto adquirir las herramientas
    de la comprensión como medio para entender el mundo que le
    rodea, vivir con dignidad,
    comunicarse con los demás y valorar las bondades del
    conocimiento y la investigación.

    Aprender a aprender: que permite al adulto crear
    métodos
    para el estudio y aprendizaje propios para que pueda transformar
    la información, seleccionándola y
    procesándola eficientemente y comprender la estructura y
    significado del conocimiento a fin de que lo pueda discutir,
    negociar y aplicar. Esto constituye una herramienta que le
    permite una formación y aprendizaje continuo.

    Aprender a hacer: encaminado a desarrollar la
    capacidad del adulto de innovar, crear estrategias,
    medios y herramientas que le permitan combinar la teoría
    con la práctica con el comportamiento socio cultural,
    desarrollar la aptitud para trabajar en equipos y la capacidad de
    iniciativa y de asumir los riesgos.

    Aprender a ser: donde se desarrolla la integridad
    física,
    intelectual, social, afectiva y ética de
    la persona en su calidad de
    adulto, de trabajador, de miembro de familia, de estudiante, de
    ciudadano.

    El proceso de formación para el cooperativismo
    rural, y el modelo que proponemos deben estar atravesados por
    estas cuatro vertientes de la formación del adulto que
    permiten caracterizar este y delimitar los principios o reglas en
    la que debe dinamizar. La actividad andragógica que este
    proceso debe producir ha de conducir a que los adultos que
    allí se formen o aprendan puedan:

    • Apreciar el carácter utilitario que tienen las
      nuevas experiencias.
    • Transformar las habilidades y destrezas
      aplicándolas a nuevas situaciones.
    • Utilizar convenientemente el proceso lógico y
      dialéctico del pensamiento.
    • Continuar el proceso de
      autorrealización.
    • Integrar positivamente el medio sociocultural en que
      vive a su cultura, profesión u oficio y a su actividad
      social.
    • Ser consciente de su rol cívico.

    Para lograr este proceso, el hecho Andragógico
    debe ser portador por su naturaleza de
    métodos activos de
    aprendizaje tanto para la educación formal como no formal
    e informal.

    Para algunos teóricos dentro de los
    métodos activos de aprendizajes en contextos
    andragógicos el más común y de mejores
    resultados es el método de
    proyectos, que se concibe como un plan de
    actividades con objetivos educativos, de acuerdo a un cronograma
    de trabajo para ser desarrollado en condiciones reales, en
    contextos socio laborales y culturales tangibles, concretos. Este
    método debe conducir al desarrollo de la innovación, de relación con la
    práctica y con formas de organización flexibles, abiertas, no
    jerárquicas, orientados (en su conjunto) a la
    solución de problemas
    específicos.

    Estas características corresponden a la variante
    didáctica principal del aprendizaje del adulto que es el
    "proyecto de aprendizaje". Este representa didácticamente
    una alternativa que se presenta no como orientadora del
    conocimiento específico de una materia, sino
    de un comportamiento orientado en torno a los
    problemas.

    Fundamentos
    Didácticos necesarios a tener en cuenta en el
    modelo.

    Desde el análisis Andragógico realizado y
    sus bases psicológicas se deducen un conjunto de reglas
    didácticas que junto a fundamentos esenciales de esta
    disciplina deben ser tenidos en cuenta en la construcción
    del modelo de formación para el cooperativismo
    agropecuario.

    Teniendo en cuenta la teoría de la actividad y
    los aportes que hace el enfoque histórico cultural, cuyo
    principal exponente es Vigotski, existen aspectos que son de
    vital significado para la conformación de una estructura
    didáctica para este modelo; así la
    conformación de los componentes y relaciones de este
    modelo deben depender de que se parta de la premisa Vigotskiana
    de que el desarrollo individual de todos los miembros de una
    sociedad logren su inserción social como sujetos de la
    historia y trabajen para el desarrollo integral de la
    personalidad desde la esencia, origen, naturaleza, conocimiento y
    realidad del hombre.

    Aquí es muy necesario atender en el proceso
    formativo y a su estructura didáctica, al papel de la
    personalidad y el crecimiento que se da a través de la
    formación, al respecto se señala " El crecimiento
    de la persona en el proceso educativo se caracteriza por el
    desarrollo de su autoestima, de su seguridad
    emocional, sus intereses, etc. así como su capacidad para
    comunicarse con otros, aspectos esenciales para que el propio
    aprendizaje se caracterice como una función personalizada,
    estrechamente vinculada a la experiencia del escolar y a sus
    intereses." (6)

    En el orden metodológico (o sea la dirección del proceso formativo) y basados
    en la teoría de Vigotski y sus seguidores, es necesario
    atender a que los componentes de este proceso se dinamizan
    teniendo en cuenta que el aprendizaje hay que colocarlo en el
    centro de la atención a partir del cual se debe
    proyectar el proceso pedagógico. Esto supone utilizar lo
    que esté disponible en el sistema de relaciones más
    cercano del estudiante para propiciar sus intereses y un mayor
    grado de participación e implicación personal en
    las tareas de aprendizaje, de esta forma la enseñanza
    entonces debe coadyuvar al proceso de transformación
    social y personal.

    Otro elemento a tener en cuenta en el enfoque
    didáctico es utilizar al máximo las posibilidades
    educativas que brinda cualquier situación de
    instrucción que al concebirse debe estar vinculada a la
    vida de la sociedad, en el contexto socio histórico del
    que aprende.

    Por ello el contenido del proceso formativo debe estar
    marcado por ciertos principios que rigen un nuevo tipo de
    enseñanza basado en estos principios, ellos
    son:

    El del carácter científico del proceso
    de enseñanza
    : ascensión dialéctica de lo
    abstracto a lo concreto a partir de generalizaciones no solo
    empíricas sino también teóricas.

    El de la enseñanza que desarrolle: que
    tiene su base en atender las posibilidades de desarrollo del
    estudiante (zona de desarrollo periférico), o sea promover
    acciones que faciliten esos ritmos de desarrollo.

    El del carácter consciente: que la
    expresión de las abstracciones verbales sea una
    consecuencia de la asimilación de los procedimientos de
    la actividad del sujeto cognoscente.

    El del carácter objetal: que señala
    las acciones que son necesarias para la formación de
    conceptos y la representación del contenido primario en
    forma de modelos conocidos de tipo material, gráfico o
    verbal.

    También es importante destacar que del enfoque
    histórico cultural y de su concepción de
    aprendizaje se desprende la importancia que tiene la actividad
    conjunta entre los aprendices y la relación de
    cooperación entre estos y el profesor.
    Aquí entonces se señala como función
    fundamental del facilitador lo de orientador y guía del
    aprendizaje, cuya esencia es potenciar sus posibilidades,
    convertir en realidad las potencialidades de su zona de
    desarrollo próximo. En este aspecto queda claro como
    dentro de los componentes personales del proceso formativo se
    debe lograr una interacción que permita la
    comunicación para que se produzca la
    trasformación; aquí juega un importante papel ese
    guía y orientador que debe ante todo poseer competencia
    profesional y gran calidad humana y la capacidad de lograr una
    adecuada relación con los que aprenden, aspectos todos a
    tener en cuenta en la caracterización del facilitador del
    proceso de formación para el cooperativismo.

    Otro elemento que desde el punto de vista
    didáctico nos da pautas para el modelo que construimos es
    el papel del método como componente esencial que dinamiza
    el proceso en sí mismo, por ser esencia y visto como lo
    interno que se manifiesta en los modos de actuación de los
    que facilitan el aprendizaje y los que aprenden. Por las
    características del modelo que analizamos, el
    método, teniendo en cuenta los principios antes
    mencionados y las concepciones andragógicas que esbozamos,
    debe ser un método dinámico, activo,
    problémico y por proyectos, adecuados a los intereses y
    necesidades del que aprende, que en este caso es una persona
    adulta enmarcada en un interés específico que es la
    cooperativa rural, este debe caracterizarse como señala
    Freire por ser dialógico.

    Fundamentos
    Económicos del modelo. El aprendizaje organizativo y su
    carácter de sistema.

    Atendiendo al objeto y campo de esta
    investigación, o sea, el proceso de formación para
    el cooperativismo rural es necesario que los fundamentos
    anteriormente expuesto se integren de forma dialéctica con
    el fundamento económico del proceso que estudiamos, pues
    visto desde la economía de la educación, debemos
    estudiar los bienes
    educacionales de este proceso social, los recursos y su
    empleo para
    logrear su desarrollo.

    En este análisis de los fundamentos
    económicos es necesario valorar este proceso educativo
    calculando y comprobando su contribución al desarrollo
    económico general., o sea, las repercusiones de la
    educación para el cooperativismo en la formación de
    un "capital humano",
    por el aumento de la productividad y
    el valor de esa inversión así como las condiciones
    que pueden hacer mas rentable este proceso.

    Según la economía clásica, los
    factores de producción son tres: recursos
    naturales, el trabajo y el capital. Pero
    se ha visto que muchos autores demuestran que la educación
    es más importante que el capital, lo que equivale a decir
    que la educación es un auténtico capital a efectos
    de la producción, por eso se le ha llamado un capital
    humano.

    Esto nos permite decir que si se dispone de un capital
    humano capacitado en educación general y en lo
    específico del cooperativismo agropecuario esto
    permitirá aplicar al desarrollo de la vida
    socioeconómica de la cooperativa una notable cantidad de
    conocimientos, de tal modo que esto conduzca al incremento de la
    productividad en volumen y
    calidad. Además si los miembros de la entidad están
    cualificados, necesitarán menos mandos intermedios
    cualificados.

    La educación debe ser vista en la entidad
    cooperativa en sus dos vertientes: como consumo y como
    inversión, ello permite de un lado el perfeccionamiento de
    los individuos (educación como consumo) pero al mismo
    tiempo en la entidad se mira como pieza potenciadora del
    fenómeno económico y por eso la cuida y la
    desarrolla (educación como inversión).

    La educación como consumo es algo que satisface
    un derecho y una necesidad individual, la educación como
    inversión es un medio que producirá bienes materiales
    (por lo que debe ser adecuadamente planificado por la entidad
    cooperativa).

    Estos elementos es necesario verlos en el llamado
    aprendizaje organizativo, en la entidad como organismo que se
    desarrolla y aprende, pues de la misma forma que los individuos
    son agentes de acciones organizativas, también son agentes
    del aprendizaje organizativo, esto ocurre cuando los individuos,
    actuando con sus imágenes,
    detectan una contradicción entre los resultados y las
    expectativas que confirman o rechazan una teoría
    organizativa en uso. Así el aprendizaje en este marco, no
    es un proceso aislado o solitario, sino que implica la
    creación de interpretaciones socialmente construidas de
    los hechos y conocimientos que llegan a la organización a
    través del ambiente, o que son generados por
    él.

    El aprendizaje de la organización es algo
    más que la suma del aprendizaje de algunos de sus
    miembros, supone por tanto el procesamiento social de la
    información, socialización en la cultura y
    desarrollo de nuevas metas, estructuras,
    estrategias o ambiente.

    Como plantea Serge en su libro "La
    Quinta Disciplina"… "ya no basta con tener una persona que
    aprenda para la organización… ya no es posible otear el
    panorama y ordenar a los demás que sigan las
    órdenes del gran estratega. Las organizaciones
    que cobrarán relevancia en el futuro serán las que
    descubran como aprovechar el entusiasmo y la capacidad de
    aprendizaje de la gente en todos los niveles de la
    organización". (7).

    El aprendizaje en el puesto de trabajo y su
    vínculo directo con los intereses misión y
    visión de la organización se está
    configurando como un paradigma de
    formación organizacional, es necesario que el medio de
    trabajo se transforme en medio educativo. Las nuevas formas
    derivadas de este
    paradigma por y en situaciones de trabajo son: nuevos desarrollos
    de la función tutorial en la entidad, de formación-
    acción,
    de la formación integrada en el trabajo y en la
    producción, o sea, nuevas formas de formación cada
    vez más ligada a las situaciones de trabajo.

    Derivado de aquí se puede hablar de aprendizaje
    organizativo que es el proceso a través del cual la
    organización aprende a partir de la conversión del
    conocimiento individual en conocimiento organizativo que se da a
    través del ciclo continuo de generar, integrar,
    interpretar, actuar, generar, esto quiere decir que en el proceso
    de aprendizaje organizativo se logra el mismo de la forma
    siguiente:

    1. Generación de información, o sea,
      captar información externa y creación de nuevas
      ideas alrededor de ella.
    2. Integración de la información dentro
      del contexto organizativo, o sea, la información
      recopilada del exterior o producida internamente solo puede ser
      interpretada adecuadamente si se tiene en cuenta el marco
      organizativo en que se suscita.
    3. Interpretación colectiva de la
      información, esta es generada e integrada en la
      organización por todas las personas que conforman la
      misma.
    4. La información es utilizada para la
      acción.

    A partir de aquí se genera nueva
    información, reiniciándose el ciclo de
    aprendizaje.

    Dentro del concepto de aprendizaje organizativo debe
    destacarse el de sistema de aprendizaje, que es empleado por
    primera vez por Schon (1971) y posteriormente lo utilizaron otros
    autores como Argyris y Schon (1978) y Shrivastava (1981 y 1983)
    quienes establecen distintas tipologías del sistema de
    aprendizaje. Este concepto alude los mecanismos a través
    de los cuales el aprendizaje es perpetuado en la
    organización. Los sistemas de aprendizajes engloban
    aquellos sistemas formales y prácticas informales de la
    organización que permiten la integración entre el
    aprendizaje individual y el organizativo, contribuyendo a que lo
    aprendido por los individuos se traslade al plano de la
    organización convirtiéndose en visiones y
    conocimientos organizativos.

    Conclusiones

    En el proceso de modelación de la
    formación para el cooperativismo rural se tuvieron en
    cuenta una serie de teorías que sustentan sus fundamentos,
    los principales teóricos son Andor- Egg, el Grupo
    Andragógico de Nothinghane, Paulo Freire, Vigotsky y su
    escuela de enfoque histórico cultural, Carlos
    Álvarez en la didáctica y Argyris y Schon en el
    orden del aprendizaje organizativo. Estas bases teóricas
    nos permiten asumir para este trabajo unos fundamentos de orden
    sociológicos, andragógicos, psicológicos,
    didácticos y económicos.

    Para la conformación del modelo es necesario
    atender desde la sociología al papel determinante de la
    educación en la configuración de la sociedad que se
    concreta en la trasmisión de pautas culturales de
    comportamiento, conservación de la organización
    social, socialización y homogenización, para
    cumplir las funciones de estas de preservar, desarrollar y crear
    cultura.

    Un fundamento sociológico vital de este modelo lo
    constituye la repercusión de las circunstancias
    ambientales (especialmente las necesidades y motivaciones del
    individuo) que en el medio rural (que es el que nos ocupa) se
    manifiestan a través de la psicología individual,
    creando un modelo propio de comportamiento que se basa en mayor
    arraigo a la familia, a las tradiciones, la uniformidad de ideas
    y actitudes; aquí las relaciones sociales se dan desde la
    identidad personal del individuo y su historia en la comunidad e
    influye determinantemente en la conformación de una
    identidad desde lo histórico, lo lingüístico,
    lo político y lo psicológico. Esta identidad
    presupone sentimientos de pertenencia, compromisos y
    participación en las prácticas sociales y
    culturales propias de una dialéctica entre la cultura del
    país y lo autóctono y tradicional del
    individuo.

    El papel e influencia de los grupos sociales es vital
    para la fundamentación del modelo en tanto es necesario
    atender la relación entre los grupos sociales, y la
    interacción dialéctica entre los grupos primarios
    (hogar, familia, vecindad) y los secundarios, para lo que ejerce
    una gran influencia la relación entre la educación
    formal, no formal e informal, base del sistema que debe
    plantearse para dar estructura al modelo que
    proponemos.

    Este modelo está dirigido esencialmente a
    personas adultas que son los sujetos principales de la
    formación en las cooperativas
    agropecuarias, de esta forma los fundamentos de la
    psicología del adulto y la Andragogía son de vital
    importancia para conformarlos. Por ello es necesario atender a
    que el ser humano adulto posee autonomía, tiene concepto
    de sí mismo, es capaz de tomar decisiones, se autodirige,
    es independiente y posee responsabilidad económica y cívica;
    por tanto su aprendizaje requiere que desde su propio
    conocimiento y experiencia él tenga claro su
    propósito e interés por desarrollar sus capacidades
    intelectuales.

    En el proceso de orientación de la
    formación de personas adultas debe atenderse a que el
    conocimiento que se adquiera debe ser útil y partir de la
    experiencia acumulada, pues a través del hecho
    andragógico el sujeto debe aprender a conocer, aprender a
    aprender, aprender a hacer y aprender a ser, en este se destacan
    métodos activos de aprendizaje, esencialmente el
    método de proyectos y el dialógico; por ello el
    facilitador de aprendizaje de la persona adulta debe tener mucho
    bagaje histórico, cultural y social y participar en el
    aprendizaje con un elevado sentido práctico y con amplia
    experiencia, debe ser incentivador de aprendizaje.

    El proceso formativo por tanto se relaciona con el
    contexto, brindando éste las posibilidades educativas para
    efectuar la instrucción y el aprendizaje debe ser colocado
    en el centro de la atención, para efectuar adecuados
    procesos de comunicación entre los sujetos que
    aquí intervienen; el método constituye el
    componente didáctico que dinamiza el proceso en la
    relación de lo afectivo con lo cognitivo.

    En el orden económico el modelo se fundamenta a
    partir del significado que damos al desarrollo del "capital
    humano" en la entidad cooperativa agropecuaria, pues desde los
    procesos educativos se obtiene una notable cantidad de
    conocimientos que inciden en el incremento de la productividad de
    la misma, por eso todo el proceso educativo organizacional debe
    verse como consumo por el perfeccionamiento del individuo, pero
    también como inversión, pues éste es
    potenciador de la entidad.

    En las organizaciones en general y en las cooperativas
    en particular debe darse un aprendizaje organizativo que es
    más que la suma de los aprendizajes individuales de sus
    miembros, suponiendo mas allá de eso, el procesamiento
    social de la información, socialización de la
    cultura y desarrollo de nuevas metas, estructuras y estrategias,
    por ello el medio de trabajo se transforma en medio educativo por
    excelencia y el aprendizaje está ligado a situaciones de
    trabajo a través de un sistema de aprendizaje.

    Referencias
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    Autor:

    Dr. PEDRO ALFONSO ALEMAN

    Doctor en Ciencias de la Educación. Master en
    Ciencias Económicas Profesor de la Universidad de Pinar
    del Río, Cuba. Investigador del Centro de Estudios de
    Ciencias de la Educación

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