Significados de infertilidad y de las
prácticas de tratamiento de
reproducción
asistida construidos por parejas
diagnosticadas infértiles y que se hallan en tratamiento
en el centro Profamilia Bogotá
- Resumen
- Descripción del
Problema - Planteamiento del
Problema - Justificación
- Formulación del
Problema - Objetivos
- Marco
Teórico - Conclusiones
- Aportes
- Recomendaciones
- Referencias
Este estudio fue de corte cualitativo
hermenéutico y para su proceso tuvo
en cuenta a la psicología
social, desde donde se quiso comprender los significados
frente a la infertilidad, y los tratamientos de
reproducción asistida elaborados por las parejas y el
equipo interdisciplinario de PROFAMILIA. Para ello, se retomaron,
entre otras, teorías
como el construccionismo social, (Schutz et al) según el
cual los sujetos sociales miembros de una cultura en
interacción son vistos como creadores de su
propia realidad en un contexto específico y donde el lenguaje
cumple una función
fundamental. La conceptuación se tomo desde lo
antropológico, sociológico, médico y
psicológico. Se emplearon como instrumentos: La entrevista
individual en profundidad, los grupos focales y
para el procesamiento de la información el análisis de contenido, y el
Qanálisis;
En cuanto a los resultados se encontró
correspondencia entre la capacidad de adaptabilidad familiar, el
apoyo social y la repercusión familiar del evento
infertilidad en la pareja; además la investigación generó aportes que
sirven a futuras investigaciones
más controladas, en un área donde la psicología cobra
importancia día tras día.
Palabras Claves: Construccionismo Social,
Cultura, Interacción, Pareja, Infertilidad,
Prácticas, significados Tratamiento de Reproducción
Asistida, Equipo Interdisciplinario.
La infertilidad, constituye un evento vital que
repercute en el sistema familiar,
y es considerada como una crisis
familiar por desorganización. Siendo este un factor de
necesidad social que exige un afrontamiento particular, le asigna
gran importancia a la Psicología como ciencia, ya
sea por los aspectos psicológicos que frente al diagnóstico se desarrollan, o por el
soporte que esta como herramienta científica le brinda a
los sujetos que lo necesitan. La relación entre
Psicología e infertilidad es un tema controvertido que ha
sido abordado de múltiples maneras, indagando en la
mayoría de las veces en si los problemas
psicológicos producen infertilidad o en su defecto se
averigua sobre la influencia de el estado
psicológico de la mujer en la
respuesta a los tratamientos, así estos estudios que han
intentado responder estas interrogantes han ido cambiando a la
luz de la
información que ha aportado la investigación en el
área y las conclusiones que hoy pueden obtenerse son muy
diferentes a las de hace una, tres o cinco décadas. Por
esto, se ha propuesto realizar un estudio diferente sobre el
evento infertilidad, para determinar su significado representado
al interior de la pareja infértil, así como para
quienes les asisten durante su tratamiento de
reproducción.
Puede definirse la infertilidad como la imposibilidad de
una pareja de alcanzar la concepción o de concretar un
embarazo
después de un año o más de mantener relaciones
sexuales normales. En esos intentos no deben haber sido
usados uno o algunos métodos
anticonceptivos (OMS, 1990). Es así como las parejas
optan por la reproducción asistida en lugar de la adopción,
porque así el hijo va a ser suyo, es decir, va a tener su
carga genética.
En los casos en los que es necesario un donante de óvulos
o espermatozoides, aún no siendo su propia carga
genética, el hijo se desarrollará en el vientre
materno, por lo que la vinculación y comunicación entre ambos, madre e hijo, se
establece desde el primer momento. Sólo cuando a
través de estas técnicas
no se consigue el embarazo deseado, es cuando las parejas acuden
a la adopción.
Ha llamado la atención particularmente el interés
por el fenómeno de la infertilidad, pues siendo un
problema de orden biológico, es además una
situación que se entreteje con lo cultural,
psicológico y por qué no, circunstancial de su
momento histórico, y cuyos protagonistas son en este caso
la pareja que ha sido diagnosticada como infértil (y no un
solo individuo como
hasta ahora se ha tenido en cuenta para la mayoría de
estudios) y un equipo interdisciplinario, para ello se
tomará el equipo de profesionales de PROFAMILIA y las
parejas quienes entablan una relación terapéutica
indispensable, en esta relación se construyen significados
de infertilidad y de las prácticas de Tratamiento de
Reproducción Asistida, tema de estudio que ha sido
abordada desde muy pocas corrientes filosóficas y
psicológicas, y de donde se pretende reflejar una gama de
ideas particulares y en las cuales se buscar participar;
lo que particularmente me moviliza a desarrollar este ejercicio
investigativo es dar un cambio en la
manera en que es mirado el fenómeno de la infertilidad y
de esta intrincada red de relaciones
(médicos-especialistas- psicóloga-pareja)en donde
se construyen constantemente nuevas creencias, significados y
percepciones.. Es cierto que este conjunto de ideas que se
desarrollaran en estas páginas suscitan aún muchas
preguntas y a próximas investigaciones, presentará
algunas imprecisiones y llamarán al debate con las
ideas del lector, el cual, desde cualquier punto de vista,
será quien dé la última palabra.
La organización de este documento se ha
concebido como un instrumento facilitador, para que los
observadores de este trabajo,
tengan la oportunidad de "establecer" y crear sus propias
representaciones relacionadas con la infertilidad, y la pareja; y
mejor aún, se brinda con el deseo de que quien lo revise,
y ha conformado una pareja y ha sido diagnosticado
infértil, o sencillamente está considerando la idea
de tener hijos con la persona que lo
acompaña, probablemente, al leer este documento encuentre
respuestas a algunos interrogantes, pero también que se
generen más preguntas de las que inicialmente
tenía.
En Colombia, a nivel
social, nos encontramos frente a frente con cambios vertiginosos
que han ido modificando los modelos de
familia, de
pareja y del estilo de vida
tanto de hombres como de mujeres. La mayoría
de la gente asume que va a tener la opción de elegir si va
a tener un hijo o no. Las niñas desde chicas hablan sobre
ser madres y se imaginan embarazadas algún día.
Algunos hombres se imaginan a ellos mismos como padres orgullosos
caminando junto a sus parejas embarazadas y posteriormente
empujando un coche con un bello bebé…y todo esto
cuando tengan un nivel económico ideal.
Los avances en el control de la
natalidad, y el aumento de las posibilidades de trabajar fuera
del hogar han permitido que la mujer se sienta
realizada en otros campos diferentes a su rol de madre y esposa,
el hombre y la
mujer en busca de un mejor status posponen la búsqueda de
la prole, y con alguna frecuencia cuando se acercan a la
decisión de tener hijos se encuentran con dificultades de
fertilidad, es decir con la imposibilidad de tener hijos. Este es
un problema bastante frecuente en las parejas, y según un
estudio realizado por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) entre el 8 y el
10% de las parejas son estériles, con incapacidad
definitiva para procrear, o experimentan ciertas manifestaciones
de infertilidad. Esto significa que entre 50 y 80 millones de
personas a nivel mundial sufren de este problema en algún
aspecto. Las causas pueden ser femeninas, masculinas o de ambos
cónyuges a la vez; En muchos países en vías
de desarrollo,
"la infertilidad es percibida como un estigma", y en algunos, la
mujer que no puede concebir hijos es rechazada por la sociedad.
Asimismo, en muchas naciones, la mujer es responsabilizada porque
la pareja no puede tener hijos, "a pesar del hecho de que 45 por
ciento de las causas de infertilidad son por un factor
masculino", (Borrero, 2003).
A lo largo de la historia, la fecundidad
había sido un don propio de la mujer, por esta causa
siempre que no se conseguía la gestación, la mujer
era la primera en ser estudiada. Con el avance de la medicina en
este campo, hablamos de una pareja como una unidad con capacidad
gestatoria, es decir, que involucra tanto al hombre como a
la mujer.
Considerando así una pareja infértil,
aquella que después de un año y medio de relaciones
sexuales regulares sin ningún tipo de protecciòn, y
con la finalidad de procrear, no tiene descendencia; para algunas
parejas quienes han sido diagnosticadas infértiles, la
decisión de comenzar una familia de origen es una
experiencia vital muy importante donde existen expectativas
personales y a su vez demandas sociales de lograr el objetivo de
concebir, es por ello que surge el interés de conocer los
significados que han construido estas parejas acerca de lo que es
la infertilidad. De acuerdo a los datos del
genetista Emilio Yunis, en el país el hombre es
responsable de más del 40% de los casos de infertilidad y
comparte con la mujer un 20% adicional; a su vez, la infertilidad
afecta al 5% de la población mundial y al 20% de la
población Colombiana, es decir Aprox. 8.000.000 de
colombianos. En Boyacá se han
presentado cerca de 85 consultas por problemas de infecundidad en
los ùltimos 2 años (PROFAMILIA,2003).
( Speroff, citado por Burgos, 1998) estima que un 10-15%
de las parejas a nivel mundial, presentan dificultades para
procrear. Esto coincidiendo con la mayoría de los autores,
para quienes la infertilidad afecta al 10%-15% de las parejas,
atribuyendo un 40% al hombre, un 40% a la mujer un 10% a los dos
y un 10% al hecho de ser inexplicada su causa, (Ring y
García, 1999).
En el pasado, la mayoría de los problemas de
fertilidad eran atribuidos a la mujer; actualmente el 40-50% de
los casos son debidos, total o parcialmente a factores
masculinos. La rata de infertilidad en mujeres con edades entre
los 20-24 años se ha elevado desde 1965, al parecer por el
aumento de enfermedades sexualmente
transmitidas.
De acuerdo a las estadísticas entregadas por el Centro
Colombiano de Fertilidad y Esterilidad hacia el año 2000,
La probabilidad de
lograr un embarazo en una pareja normal y joven es del 25 al 30%
en el primer mes, del 63% en los primeros 6 meses, del 80% a los
nueve meses y el 85% en el transcurso de un año; la edad
es un factor importante porque con los años se pierde la
calificación reproductiva. "Para evidenciarse la necesidad
del ingreso a un programa de
reproducción asistida, estadísticamente se hacen
aproximaciones como las siguientes, mujer entre 20 y 30
años tiene un año de espera para quedar embarazada,
entre 30 y 35 tiene 6 meses, y entre 35 y 40 no debe esperar mas
de tres meses" (CECOLFES, 2003) .
No todos los diagnósticos de esterilidad son
definitivos, sino que algunos pueden revertir con un buen
tratamiento. Con tratamiento médico o quirúrgico
apropiado, aproximadamente el 50% de las parejas
infértiles podrán tener un hijo
biológico.
Hasta 1978, aquellas parejas que no podían
concebir, tenían solo dos alternativas posibles: adoptar o
vivir sin niños.
En 1978 nace Louise Brown, el primer bebé de probeta, tal
como fuera denominado. Desde ese momento hasta la actualidad, han
nacido miles de niños a lo largo y ancho del mundo, como
resultados de los Tratamientos de Reproducción Asistida;
En nuestro país los tratamientos para la fertilidad
permiten obtener cada vez mejores resultados. Por ej., el
índice promedio de nacimientos por fertilización
"in vitro" se ha incrementado de un 15% en el período
1994-1995 a 22.5% en 1997-98.
Sin embargo esta cifra podrìa ser aùn
màs alentadora, pero el acceso a estos tratamientos es muy
restringido debido a sus elevados costos, cada uno
tiene un valor
aproximado entre $6.724.000 y $8.284.000. y dada su corta
duraciòn que esta entre 1 y 6 semanas teniendo una media
de 3 meses; esto no es accequible a cualquier bolsillo
colombiano"( Lucena, 2003).
Hacia 1980 fueron intensamente debatidos los aspectos
éticos relacionados con el hecho de concebir niños
en laboratorio.
Además pronto se hizo evidente, que si bien las
tecnologías reproductivas eran una opción para las
parejas que no podían concebir, no consistían en
una panacea para resolver la infertilidad y mucho menos
resolvían los aspectos psicológicos que subyacen a
la pareja infértil, (Martínez y Mejía, 1987)
.
En Colombia, específicamente en la ciudad de
Bogotá existen seis centros especializados en Tratamientos
de Reproducción Asistida, a los que son remitidas las
parejas de los diferentes hospitales que cuentan con la consulta
de infertilidad, como CECOLFES: Centro Colombiano de Fertilidad y
Esterilidad, CONCEBIR: Centro Especializado en Tratamiento de
Reproducción, ORIENTAME: Unidad de Orientación y
Asistencia Materna, PROFAMILIA, UNIDAD DE FERTILIDAD DEL COUNTRY
y REPROTED, en estos centros se encuentran escritos
especializados desde el punto de vista médico y
fisiológico, en cuanto a estadísticas se refiere;
mientras que sobre los aspectos emocionales y
psicológicos, es poco lo que se ha profundizado, (Martinez
y Mejía, 1987). Existen algunos artículos escritos
en revistas especializadas en el tema, también se pueden
encontrar en algunos trabajos de grado y tesis de la
Maestría en la Universidad Santo
Tomás, en La Universidad Católica de Colombia, en
La Universidad de los Andes y en La Universidad Nacional de
Colombia.
Uno de los últimos trabajos de grado
de la Universidad de los Andes: Imaginarios de mujer y familia, y
su relación con la construcción de un proyecto de vida
en mujeres infértiles; (Duarte, L y Sarmiento, B 1999),
sugieren que se aborde al género
masculino y su participación en este fenómeno ya
que ellas solo contemplaron a la mujer para el aporte que
hicieron desde la Línea de Familia. Por ello se ha pensado
en la importancia de retomar a la pareja, y no a cada uno de sus
miembros de una manera aislada, como motivación
y justificación para iniciar esta
investigación.
En nuestro país se han realizado aunque pocos,
valiosos estudios relacionados con la infertilidad, los
tratamientos de reproducción asistida y la
construcción de significados, ellos han aportado la
posibilidad de ver desde algunas perspectivas este ejercicio de
investigación, facilitando hilar y comprender de alguna
forma el fenómenos aquí estudiado, por ejemplo
el trabajo de
grado "Efectos psicológicos asociados al tratamiento de
reproducción asistida: fetilizacion in vitro:
transferencia embrionaria" (Hoyos, Uniandes, 1992), en el que se
observaron los efectos psicológicos asociados al
tratamiento de fertilización In Vitro-Transferencia
Embrionaria, con el fin de encontrar posibles diferencias o
similitudes determinadas por el género de cada miembro de
al pareja y el ciclo de tratamiento en el que se encontraba la
misma, investigación se hizo evidente que las parejas
infértiles, que se someten a una IVF-TE, ya "vienen
lesionadas" por los efectos del diagnóstico y los
tratamientos previos; también, se encontró que
reviven la crisis de la infertilidad que ya habían
experimentado, que sus efectos son mayores por ser ésta la
última alternativa para ser padres y que algunos de ellos
(percepción de cambios en el autoconcepto y
estados emocionales) se presentan más frecuentemente y con
mayor intensidad en la persona que es diagnóstica como
infértil. De esta manera fué este el estudio
más significativo dentro de los pioneros sobre la
relación entre psicología e infertilidad en nuestro
país.
Dentro de las investigaciones a las que se ha podido
acceder para entender el discurrir del fenómeno
infertilidad en el país, se revisó una que se
acerca medianamente al eje de este estudio, y es que en ella se
tuvo en cuenta como muestra de
estudio no solo a uno de los integrantes de la pareja sino a los
dos, ahondándose en la vivenciación conjunta del
fenómeno,"Análisis multidimensional del
afrontamiento y del nivel de ajuste de parejas en
situación de infertilidad: posibles indicadores
pronósticos" (González & Lemos,
USTA 1997); en este estudio se encontró que no todas las
parejas que enfrentan esta situación vivencian una
condición de crisis, y que su nivel de ajuste y su
capacidad para responder adecuadamente a las demandas asociadas a
dicha situación esta determinada por el juego circular
de distintos factores en la pareja.
Ahora bien, también se ha pretendido en algunos
estudios el indagar sobre diferentes aspectos psicológicos
que conectan a la infertilidad y al crecimiento de alguno de los
cónyuges a nivel personal o
afectivo, tal es el caso del proyecto de grado de la Universidad
Santo Tomás, "Imaginarios de mujer y familia y su
relación con la construcción de un proyecto de vida
en mujeres infértiles" (Duarte & Sarmiento,1999). En
este se trataron de describir los imaginarios o representaciones
sociales de mujer y familia de cinco mujeres con
diagnóstico de infertilidad y se establecieron como se
relacionan estos con el proyecto de vida de las mujeres
diagnosticadas como infértiles, y como principal resultado
se encontró como cada mujer interpreta su realidad
percibiendo a la maternidad como un elemento dentro del proyecto
de vida y no como el eje central del proyecto de vida de la
mujer.
Revisando lo diferentes estudios e investigaciones a las
que se ha podido acceder, se acrecentó el interés
en este proyecto, el cual no solo ha radicado en acceder a los
significados construidos sobre la infertilidad y dar nuevas
alternativas frente a este fenómeno construido
socialmente, sino a la manera de ser abordado desde un enfoque
interdisciplinario y circular haciendo una aproximación
desde la Psicología Social Construccionista.
El hombre y la mujer han jugado un papel fundamental en
cuanto a las funciones
reproductivas que social, cultural y biológicamente se les
ha asignado. A lo largo de la historia, la fertilidad ha sido
venerada en diversas comunidades y culturas, no solo la
fertilidad referido en los seres humanos, sino que, hablamos de
la fertilidad de la tierra, de
la abundancia y de la prosperidad con que se relaciona esta;
así mismo del cuidado a especies tanto animales como
vegetales en vía de extinción y de las innumerables
técnicas para lograr que se reproduzcan en cautiverio o en
su propio hábitat
para evitar su desaparición.
A partir de los trabajos de el famoso autor, (Merming,
1980), los estudios hechos sobre problemas para concebir, ponen
mayor énfasis en describir e interpretar las consecuencias
psicológicas de la infertilidad y se profundiza en la
descripción de la experiencia emocional de
las personas que sufren esta condición. Los estudios
psicológicos de parejas infértiles permiten
observar que esta condición constituye una amenaza al
proyecto de vida de las personas, altera su funcionamiento
social, puede afectar la autoestima y,
con frecuencia, afecta la vida sexual de la pareja. Estos
estudios también ponen en evidencia la diversidad de
respuestas psicológicas a la infertilidad.
Como respuesta a las preguntas formuladas se puede ver
una evolución desde la concepción que
algunos autores denominan "el modelo
psicogénico" a una concepción denominada la
"secuela psicológica". En este enfoque, las consecuencias
psicológicas de la infertilidad derivan de la crisis vital
que las dificultades para concebir o las pérdidas
reproductivas a repetición desencadenan y de los duelos
que ello implica.
A nivel mundial, los artículos e investigaciones
que se encuentran sobre este tema, se centran en los aspectos
clínicos y psicodinámicos de la pareja
infértil como etapas de duelo, aspectos emocionales e
interaccionales, y la pertinencia de realizar este trabajo de
grado desde la Psicología Social, radica en la
búsqueda de una nueva mirada al fenómeno a partir
de la construcción de los significados que entretejen las
parejas en la relación con el equipo interdisciplinario.
Para conseguir este propósito es necesario que busquemos
una Psicología más involucrada con los contextos
históricos, culturales y sociales en los que ella se
desarrolla, dando cuenta de la importancia de la
participación de los sujetos sociales que construyen,
transforman y son transformados por sus propias construcciones de
la realidad.
Desde el punto de vista religioso,
encontramos pasajes en la Biblia que están estrechamente
vinculados con la reproducción y la fertilidad: Dijo Dios:
"Llénese las aguas de seres vivientes y revoloteen
aves sobre la
tierra y el
firmamento" y creó Dios los grandes monstruos marinos y
todos los seres que viven en las aguas y todas las aves y vio
Dios que estaba bien. Los bendijo Dios diciendo: "Crezcan y
multiplíquense y llenen las aguas del mar, y
multiplíquense así mismo las aves en la tierra" y
atardeció y amaneció el día quinto"( GENESIS
1, 20-23).
Teniendo en cuenta que la religiosidad es un elemento
cultural importante, se puede reconocer en uno de los primeros
capítulos Bíblicos, donde se hace alusión al
hecho de la reproducción en los seres humanos, como una
exhortación directa de Dios, donde se acompaña de
bendición. Entonces podríamos preguntarnos si,
¿esta función biológica, psicológica,
social y de carácter sagrado no sería de pleno
interés de las ciencias
sociales en la comprensión de la conducta humana y
específicamente de la Psicología
Social?.
Y la respuesta es si, cabiendo resaltar al respecto la
importancia del aporte de esta ciencia al fenómeno
estudiado, teniendo en cuenta que la pareja, en términos
de (González, O. y Lemos, R., 1997), es considerada como
un sistema social en relación con un contexto
familiar socio-cultural más amplio que puede construir
el subsistema base de la familia al
cumplir con sus funciones de procreación y paternidad,
pero a la vez, mantiene funciones exclusivamente conyugales que
van variando a lo largo de un proceso evolutivo. Para algunas
parejas quienes han sido diagnosticadas infértiles, la
decisión de comenzar una familia de origen es una
experiencia vital muy importante donde existen expectativas
personales y a su vez demandas sociales de lograr el objetivo de
concebir, es por ello que surge el interés de conocer los
significados que han construido estas parejas acerca de lo que es
la infertilidad. (Nichols y Everett, 1986), consideran a la
familia como un sistema en el que interactúan varios
miembros y subsistemas, los principales subsistemas de la familia
son: Subsistema de esposos, y subsistemas de hijos. A su vez
Hernández, A (1997), habla de las etapas del ciclo vital y
llama la atención que entre la etapa de pareja sin hijos,
que es de principal interés para este estudio, y la etapa
en que las parejas se encuentran viviendo un período de
nacimiento y crianza del primer hijo, no existe una etapa que se
denomine de pareja, por lo que no podemos concluir que una
pareja sin hijos sea considerada como una familia. A pesar de la
aceptación de que una familia puede incluir pareja sin
niños como lo plantean (Carter y Mac Goldrick, 1980), la
mayoría de las culturas aún encuentran inaceptable
estos conceptos debido a que en un sentido técnico la
familia comienza con el nacimiento del primer hijo, afirmando que
la decisión de concebir representa una próxima
etapa después de la resolución de la
primera.
Entonces, es importante comprender cómo se
involucran los significados de estas parejas con los significados
de otros actores sociales con los que interactúan
(médico-psicólogo-enfermero-bacteriólogo).
Siendo este campo de interés de las ciencias
sociales y de disciplinas como la medicina. En la actualidad
existen muchos avances médicos acerca del tema de la
infertilidad y en distintos centros como Cecolfes, Concebir,
Profamilia, Oriéntame entre otros, y el Hospital de San
José, donde las parejas que inician el proceso de
tratamiento asistido, son miradas desde diversos enfoques. Como
lo explica (Martínez, L., 1987), cada institución
que se ocupa de este problema tiene su propia metodología para diagnosticar, clasificar y
tratar a las parejas infértiles, por lo que los informes
varían en forma amplia, y donde se interrelacionan los
diferentes individuos o actores sociales: la pareja, el
médico tratante, el psicólogo y otros
profesionales; como enfermera y bacterióloga; que
co-construyen significados en torno a las
mismas prácticas y que permiten nuevas construcciones
sociales de significados, acercarse a ellos nos hace generadores
de alternativas, propuestas y aportes nuevos desde la
psicología a la manera en que se conoce, vivencia y aborda
el fenómeno de la infertilidad; aquí, es
precisamente donde surgen las preguntas que han llevado a
plantear el problema, encontrando que desde la Psicología
Social es poco lo que se ha escrito, y donde es importante
conocer el fenómeno para así reflexionar y poder dar
alternativas en el abordaje de este tema, comprender los
elementos que se presentan por medio de un aproximación a
esta construcción de significados; conoceremos como es que
las parejas infértiles construyen significados a
través de su vida, de su tratamiento, como son creados y
mejorados a través de las nuevas cogniciones de los
individuos que participan y conocen cada día más,
concibiendo la pareja como un sistema que puede ser comprendido
en la interacción social como un componente esencial y
principal de la sociedad, y de la familia.
Es indudable que el proyecto de convertirse en padres
está atravesado por múltiples factores, se
encuentran mandatos religiosos, culturales, sociales y
familiares, que van más allá del propio deseo de la
pareja y de su desafío de "fertilizar" su vínculo.
De este modo la llegada del hijo produce efecto en el contexto;
paralelamente la no concreción del deseo de ser padres, la
desilusión por no poder cumplir el anhelo, afecta y
conmueve la dimensión bio-psico-social, el proceso por el
que atraviesan las parejas que se someten a tratamientos de
reproducción asistida, muchas veces es largo y dificil.
Mientras algunas parejas consiguen el embarazo en un año,
otras pueden pasar entre 3 y 6 años para conseguir el
niño deseado, y otras jamás lo consiguen; debido a
ello el desgaste fisico y emocional de las parejas es muchas
veces elevado, y ninguna pareja piensa lo mismo que otra, frente
a su problema, aún en circunstancias similares.
Este trabajo de grado busca conocer el significado que
tiene para cada uno de los protagonistas su problemática
de infertilidad, busca así nuevas formas que orienten el
abordaje psicológico de la pareja infértil y el
tema de la infertilidad en general, fenómeno que
está comenzando a ser considerado como un problema de
salud
pública; de salud pública por que el
número de parejas infértiles ha aumentado en el
mundo 10-15% , y en Colombia se acepta que por lo menos es
del 20%. La mujer es responsable en un 40%, el hombre es
responsable de más del 40% de estos casos, y comparte la
responsabilidad con su compañera en un
porcentaje adicional, visto esto, no es un número
aislado y mínimo al que afecta, por lo que me permito
decir, es de carácter social, ello lleva a la pertinencia
de elaborar un marco de referencia que se relacione con este tipo
de procesos
sociales y culturales a través del conocimiento
de la construcción de significados de quienes vivencian la
situación. En este caso, el analizar el significado
individual y colectivo de la infertilidad en el programa de
fertilidad especìfico, PROFAMILIA, beneficiará
tanto a su población como a la Institución pues al
reconocer el significado frente a la problemática para
cada protagonista, se propiciará socialmente un mayor
entendimiento y comprensión del fenómeno de la
infertilidad y de quienes la vivencian.
Igualmente se espera aportar a la institución
elementos que favorezcan la formulación de estrategias de
intervención integral, a nivel individual, familiar,
comunitario, donde no solo se tengan en cuenta en su
mayoría, los factores médicos de la
problemática sino además, el significado
psicológico de la pareja frente a su diagnóstico y
tratamiento en aras de conseguir una mayor cooperación
bi-lateral, y por ende una optimización en los resultados
esperados.
El conocer las construcciones hechas por la pareja de
los significados de infertilidad y de los significados de las
prácticas del Tratamiento de Reproducción Asistida
a la hora de la intervención terapéutica, es de
gran interés para la Psicología y para el trabajo
interdisciplinario con la medicina y con otras ciencias de la
salud, posibilitando reconocer una situación que hace
parte vital de la realidad; se busca que a partir de este estudio
se dé una mirada al fenómeno de la infertilidad
desde la Psicología. Los conocimientos obtenidos se
podrán ampliar a otras instituciones
con población de caracterización clínica
similar, igualmente se podrán realizar replicaciones en
diferentes contextos no meramente institucionales, que propendan
por un beneficio social común; Asi mismo, esta
investigación servirá como antecedente y
estimulará nuevas investigaciones en el área, que
ayuden a generar modelos explicativos de la vivenciación
de la problemática en la persona, para una búsqueda
de actuación alternativa, creativa y eficaz.
La infertilidad puede ser más común que la
diabetes y la
hipertensión, pero como no produce la muerte de
quienes la sufren, no se la considera en general como una
enfermedad grave y por eso no se le brinda la
atención que amerita, sin embargo este tema cobra tanto
interés social y pasión científica, que hoy
es cuando la Psicología puede aportar al estudio de los
problemas de reproducción humana y las formas de
solucionarlos.
Por otra parte cabe resaltar la
trascendencia que tiene para mi como Psicóloga motivada
hacia el àmbito clínico/social, el ahondar sobre un
terreno tan poco estudiado y que puede brindarnos a nosotros como
profesionales de la salud mental una
mayor desenvoltura en cuanto a cobertura de nuestro rol.
Así mismo nos permite indagar sobre las fortalezas y
debilidades en nuestro servicio de
orientación a este nivel, para así especificar
cuales son las reales prioridades profesionales, posicionando
quizá nuestro papel como uno de los más importantes
dentro del grupo que
asiste a este segmento poblacional tan vulnerable. Este estudio
cobra también vigencia en la medida en que permite acceder
a la sociedad "común" a la cultura de las parejas
infértiles, donde realmente se devela la riqueza de las
significaciones y el sentido atribuido al diagnòstico de
infertilidad y la asistencia profesional para ello.
Pretendo como resultado final de este trabajo
investigativo, generar grandes aportes y progreso dentro de las
áreas clínicas y social de la Psicología al
investigar sobre los significados y el proceso de
construcción del significado social frente a la
infertilidad.
¿Cuales son los significados que han construido
frente a la infertilidad y las prácticas de tratamiento de
reproducción asistida, las parejas infértiles y el
personal asistencial que participan en el programa de la unidad
de fertilidad Profamilia Bogotá?
Objetivo General
Analizar los significados de infertilidad y
los significados de las prácticas de Tratamiento de
Reproducción Asistida construidos por las parejas
infértiles y el personal que participa en el programa de
la unidad de fertilidad de Profamilia, Bogotá.
Objetivos
Específicos
- Determinar el significado social sobre
infertilidad, que elaboran las parejas diagnosticadas
infértiles. - Describir los significados que han construido los
profesionales de la salud que integran el equipo
interdisciplinario frente a la infertilidad y frente a las
alternativas de Tratamiento de Reproducción asistida
que brindan a las parejas para lograr concebir. - Identificar la percepción y discernimiento
grupal general de las parejas objeto de estudio, frente a su
diagnóstico de infertilidad. - Comparar los significados sociales sobre
infertilidad que elaboran las parejas incluidas dentro de la
muestra con el fin de observar las diferencias, similitudes
frente a su proyecto de vida. - Aportar y evidenciar al centro especializado los
significados de infertilidad y de las prácticas de
Tratamiento de Reproducción Asistida construidos por
sus pacientes, para que se tengan directrices claras en el
mejoramiento y optimización del trabajo en
equipo y de atención a las parejas.
El presente marco conceptual está comprendido por
la reflexión epistemológica, la reflexión
trasdisciplinar y por las referencias al estudio mediante las
cuales se pretende acceder la comprensión del
fenómeno de la infertilidad, los significados de pareja y
los que se relacionan con los Tratamientos de Reproducción
Asistida vistos como prácticas. Para la elaboración
conceptual del marco se han retomado varios autores: desde la
antropología: Geertz, C (1997), Goffman, E
(1979), Navarro, P (1984);Semiólogos como: Silva, A
(1986),Hallidey, M (1994); Biólogos como: Maturana, H
(1991); Sociólogos como: Durkheim
(1912), Delgado, J (1992), Gutiérrez, J (1992) y
psicólogos como: Bruner, J (1984), Watzlawick, P
(1989,1994), Hernández, A (1997), Gergen, K (1996),
Ibáñez, T (1994), Satir, V (1981),
Estupiñán, J (1994,1996); Médicos como:
Lucena, E (2000), Ruiz, H (1999) y Montoya, J (1999)), entre
otros que permiten nutrir el presente documento.
LOS SIGNIFICADOS
El Significado en lo social
Todos los procesos sociales en los que definitivamente
participa el ser humano para crear la realidad social, son de
interés de la Psicología social, que trata el
estudio de la manera en que las personas piensan unas de otras,
se influyen y se relacionan entre sí. La Psicología
social es una ciencia relativamente joven; recién en la
década de 1930, la psicología social empezó
a tomar la forma que tiene hoy en día; debido a que cada
vez existe un mayor interés en los problemas
sociales, en conocer las significaciones y en las
características esenciales de la humanidad –
la
comunicación, el lenguaje, la
vida social y los intercambios sociales – pruebas
elocuentes de intercambios regulados en que se basan las
relaciones interhumanas afirma Levi Strauss, (1958) donde, en
cada proceso se construyen nuevos significados, y a su vez en la
comprensión de éstos siendo una responsabilidad
seria y continua del psicólogo en formación y de la
psicología social. Entonces, el problema de interés
de la psicología social, radica no tanto en los hallazgos,
en proposiciones específicas o en las respuestas
lógicas en un contexto social, y de esta estructura
productora de conocimiento de estos significados; La
Psicología social puede considerarse como una forma
integral de aproximarse al estudio ( explicación y
descripción) del comportamiento. Hay autores que han descrito el
campo de estudio de la Psicología social desde diversas
perspectivas, "el objeto de estudio de la Psicología
social es el de la Interaccion ( Buceta, 1979), el objeto de
estudio de la Psicología social es el de la Ideologia y de
la Comunicación (Moscovici, 1970) ; y otros más
mencionan que es el de la cultura, (Díaz guerreo
1982) ; lo que llevaria a reconocer que el campo de estudio de la
psicología social es tan amplio como complejo en su
abordaje.
La Psicología social es la ciencia de
la vida cotidiana, de la realidad vista a través de los
lentes de nuestras creencias, valores y
significaciones, lo que sugiere un compromiso para el rol del
psicólogo investigador, como lo expone Montero, M
(1994) el rol de agente y facilitador de cambio
social. Es importante tener claridad de los principios
básicos de la psicología social al asumir este rol,
en un estudio como el presente por lo que se hace referencia los
presupuestos
que señala Montero, M (1994) en cuanto a la realidad
social como orientadora de los estudios psicológicos ,
afirmando que:
- La realidad es una construcción
cotidiana. - La realidad social debe ser entendida en una
perspectiva dialéctica: persona y sociedad, se
construyen mutuamente. - La naturaleza
de la realidad social supone un carácter
simbólico, que permite que la construcción
subjetiva sea realidad y que se expresa en la
comunicación, la cual permite la construcción
intersubjetiva de la realidad. La alineación en la
comunicación, incomunica y produce construcciones
ideologizadas. - La psicología debe reflejar los problemas de
la realidad en que se hace, tomar en cuenta la estructura
económica , social y sus efectos en la formación
del ser social; ubicar la conducta en
su contexto social, sin por ello reducirlo a
particularidades.
Con el propósito de hacer mas objetivo el estudio
de los fenómenos sociales, Valdez (1998), propone
que la influencia, la comunicación y la
interacción podrían ser tomados como
fenómenos observables, o bien, como herramientas
metodológicas respecto al estudio de la ideología, la cultura y de la subjetividad
humana, las cuales pueden ser vistas como un objeto de estudio
particular de la Psicología social, ya que las tres hacen
referencia al terreno de las ideas, o mejor dicho, al campo
cognoscitivo y de las estructuras
mentales, a partir de las cuales los individuos o los grupos van
a comportarse, considerando que es viable pensar que la
subjetividad humana es un fenómeno que se presenta tanto a
nivel individual como a nivel social, que retroalimenta,
conforma y les da forma a ambos.
Ante ésta breve referencia de lo que es la
Psicología social, surgen diversas preguntas de
interés en el contexto del presente trabajo
¿cómo se conforma dicha subjetividad y cuales
pueden ser los mecanismos para abordar su estudio o
comprensión?
Si se responde a la primer pregunta referente a la
subjetividad humana, uno de los aspectos que la conforman, es el
significado, que según Szalay y Bryson, (1974), es "la
unidad fundamental de la organización cognoscitiva
compuesta de elementos afectivos y de conocimiento que crean un
código
subjetivo de reacción, el cual refleja la imagen del
universo que
tiene una persona y su cultura subjetiva. Por
lo tanto según tal definición, el significado
psicológico es un elemento propio de la subjetividad del
ser humano, que puede en si mismo y en la conjugación de
otros elementos también propios de la subjetividad humana
(emoción, sentimientos), producir o estimular la producción de conductas individuales y
sociales.
Según, Valdéz, (1991), el significado es
algo que se instituye convencionalmente y casi siempre por
consecuencia social o grupal; por lo cual el significado
psicológico constituye un código de
información relativo a un objeto en particular, ante el
cual se presenta un comportamiento bastante específico, y
que también depende en gran medida de su base social o
consensual que tenga. Por lo que de acuerdo con esto, el objeto
de estudio alternativo de la Psicología social
sería: la relación que se establece entre el sujeto
y el significado psicológico (subjetividad humana)
que tienen acerca de los elementos de la realidad social, y una
forma para abordarlos y estudiarlos, podría ser, a partir
del uso de las redes semánticas, que
es una técnica surgida de la posición
cognoscitivista de la Psicología que ha ido demostrando
cada vez mayor validez y confiabilidad respecto a la evaluación
que se hace del significado psicológico tanto de eventos, figuras
y estímulos importantes al interior de un marco cultural o
etnopsicológico.
Los modelos de realidad son estructuras cognitivas que
forman los modelos representacionales del mundo distinguido por
el sistema individuo. Todo ello conlleva a construir un
significado social, este como un concepto
híbrido, que contiene elementos psico-socio-culturales, y
que permite interpretar y construir la realidad, incluso lo
inesperado. Constituyéndose un tipo de pensamiento
práctico o de sentido común y que orientará
la acción;
Son la única posibilidad que tiene el individuo de
establecer una relación con el mundo. Los modelos de
realidad representan no sólo el mundo percibido sino
también cualquier mundo imaginado (Guidano,1988).
Así, el fenómeno del conocimiento refleja las
estructuras profundas del organismo que conoce más que la
"realidad en si misma" (Véase Polanyi 1958,1966; Hayek
1952; Weimer 1977).
Construcciòn de un Significado
Social
¿Cómo es que el ser humano se comporta y
cuáles son los modos de actividad humana que le permiten
crear significados comunes para guiar su vida?.
Es importante estudiar la construcción de
significados desde la psicología, ya que esta es la que se
ocupa del proceder y el comportamiento del ser humano. Existen
diferentes Prácticas dentro de la cultura,
prácticas que permiten la construcción de unos
significados; al hombre sus distintas interacciones sociales le
permiten una construcción de significados, pues por medio
de las co-construcciones en su medio social que realizan los
distintos individuos es posible acceder a "la realidad cultural
la cual es una totalidad con dimensiones objetivas y subjetivas
siendo que la objetividad científica exige que las dos
sean tenidas en cuenta, dando a entender que el comportamiento
social es explícito y condicionado lo cual lo hace
posible", de esta forma se puede conocer la realidad como una
construcción social mediante la cual podremos acceder a
otros mundos mentales posibles o co-construcciones posibles,
resultados de la construcción tanto social como individual
de los seres humanos. (Brunner, 1984)
En la construcción de significados se ven
diversas categorías las cuales nos indican una
ampliación en la visión del ser humano
enriqueciendo la aproximación a la comprensión de
su comportamiento, de una forma accesible a la cultura como un
conjunto de elementos, en los cuales nos podemos apoyar para
construir una realidad cultural propia de dicha Práctica
por medio de la co-construcción de significados.
(Iriarte,1995).
Siendo los individuos los que determinan su propia y
única construcción con mundos mentales posibles
(como la construcción individual resultante de la
interacción social con otros mundos o versiones) y que son
el resultado de la interacción con los mundos mentales
posibles individuales que están inmersos en la
construcción social, desarrollando de esta forma una
teoría
de la construcción de significados que son el resultado de
la interacción de diferentes mundos mentales posibles ya
que nos construimos a través de nuestra educación,
interacción y otros aspectos que influyen en el desarrollo
de cada uno.
En estos mundos encontramos la comunicación como
una acción reciproca entre sistemas por
intercambios de signos,
significados y sentidos que pertenecen a la semiótica. Todo esto inmerso en una
psicología social de las organizaciones
que esta llena de sistemas abiertos, cerrados, de elementos
sociales y construcciones hechas a lo largo de la historia de la
humanidad de una cultura que se construye por medio de diversos
mundos mentales posibles. Dando como resultado que la realidad y
los significados no son descubiertos si no que son creados por
nosotros los seres humanos. Haciéndonos conscientes de que
somos seres sociales que heredamos una cultura que nos permite
recrear una realidad para reinventarnos mundos posibles. Siendo
posible de esta manera que el significado del símbolo este
dado por el sistema de significados en el cual existe. (Brunner
1984)
Reflexion Epistemológica
Entre los psicólogos sociales, (Kenneth Gergen,
1985) fue uno de los primeros en darse cuenta de cómo
podría cambiar la psicología social adoptando una
concepción interpretativa, constructivista y
"distributiva" de los fenómenos psicológicos, por
medio de reglas mediante las cuales construimos y negociamos
realidades sociales. En el proceso de construcción de las
ciencias existe la necesidad de crear unos procesos los cuales le
permitan dar cuenta al investigador, siendo participe e
interprete de lo que encuentra en su construcción social
contribuyendo a la investigación con una visión
interpretativa del mundo y la cultura donde se
desarrolla.
Tomando como punto la teoría de significados que
desarrolla Bruner (1984), que es el resultado de una
aproximación más histórico-interpretativa
acerca de los productos
culturales del hombre, complementados con la cultura, la
construcción de significados y el proceso de
significación se logra de esta forma una red de conceptos propios
del tema, con una aproximación desde la concepción
Socioconstructivista, que es la que nos permite ver la cultura
como una forma de actividad del hombre y además nos
permite construir por medio de la interacción con los
protagonistas, tomando en cuenta el ser individual y la sociedad
como una opción de generar conocimientos desde lo social y
desde el otro.
En el desarrollo de la Humanidad siempre han estado
latentes importantes preguntas: ¿cómo es que una
persona construye significados tan particulares o exclusivos?,
¿qué es lo que interviene en ese proceso, para que
esa persona diga "Eso me es significativo" aunque para los otros
no tengan el mismo peso?, ¿cuál es el proceso, el
mecanismo o los momentos que le permiten construir ese sentido en
particular?. Acaso será como lo afirma Vygotsky (citado
por Bruner 1998), que la cultura es un conjunto de procedimientos
que nos permiten acceder a un estrato superior, siendo los
significados los que nos permiten construir un mundo posible
social más complejo del que es conocido.
La construcción de significados es capaz de darle
a la verdad o a lo correcto, una significación de
trascendencia de acuerdo a la afirmación de Nelson
Goodman, Citado por Bruner, J (1998) la cual dice que la verdad
es una construcción personal siendo el resultado de las
interacciones con diversos mundos posibles mentales y versiones
de esos mundos, los cuales lo enriquecen y le dan un mayor
desarrollo de ampliación a su mundo construido
.
Teoria de la construcciòn de
significados
Bruner (1984), desarrolló la teoría de la
construcción de significados como resultado de la
interacción de diversos mundos posibles mentales los
cuales son primero mentales que físicos, ya que cuando se
habla de silla se tiene ese concepto en la mente y no es que este
por fuera de sí o en el mundo material. Estos mundos
pueden ser nuestro medio social, nuestra educación,
nuestras relaciones y otros aspectos que influyen en el
desarrollo de cada ser humano.
En actos de Significado, vemos como la
construcción de significados es participe de la
conformación cultural desempeñando un papel
esencial en la acción humana. Generando una
psicología de la cultura, la cual permite una
comprensión e interpretación de los seres humanos es
decir de como interpretamos nosotros el mismo hecho que el otro
interpreta desde sus actos de interpretación.
Siendo parte esto, la revolución
cognitiva cuya base es la interpretación del conocimiento
y cuyo centro de interés es la construcción de
significados se trata de descubrir y describir formalmente los
significados que los seres humanos creaban a partir de sus
encuentros con el mundo, para luego proponer hipótesis acerca de los procesos de
construcción de significados que se centran en las
actividades simbólicas empleadas por los seres humanos,
para construir y dar sentido no sólo al mundo sino
también a ellos mismos.
Esta revolución rescató el concepto de
mente entendido como el sentido de los estados intencionales como
creer, desear, pretender, captar un significado, permitiendo la
construcción de una ciencia de lo mental entorno al
concepto de significado y los procesos mediante los cuales se
crean y se negocian estos dentro de una comunidad
.
Las construcciones de significados harán posible
conocer nuestro sentido de vida o de trascendencia en esos mundos
creados socialmente, lo cual nos hace ser parte de un mundo
mental que cada uno construye y que si comprendemos podremos
crear otros mundos.
Para que puedan existir los mundos posibles es necesario
poder construir socialmente ideas y significados públicos
o compartidos, esto es posible porque no existen, son construidos
a partir de ideales, interacciones, negociaciones los cuales se
logran a través del lenguaje como un vehículo de
construcción, ya que este produce niveles de conciencia de los
procesos de significación de algo, convirtiendo el
lenguaje en vehículo que permite la repetición,
reelaboración, resignificación, construcción
o reconstrución de significados socialmente compartidos,
siendo posible construir una significación con estructuras
y esquemas previos aprendidos, para poder hacer una
reelaboración, resignificación y
resemantización. Y así construir un significado en
virtud de la participación en la cultura de la cual se
toma el significado como privado, público y
compartido.
Desarrollando una epistemología del observador; centrada en
la pregunta ¿cómo conocemos? y no
¿qué conocemos?, se sostiene que lo que conocemos
resulta del observador y no de lo observado, y que es el lenguaje
el que genera la noción de objetividad, donde se puede
acceder al conocimiento de la cultura democrática o de la
participación de todos los elementos que rodean a los
protagonistas, esto exige que nos hagamos consientes de
cómo desarrollamos nuestro conocimiento y todo lo
consciente que podamos ser de los valores
que nos llevan a adoptar nuestra perspectiva, exigiéndonos
que nos hagamos responsables de cómo conocemos y por
qué. Pero no pretende que haya una sola forma de construir
el significado o una sola forma correcta de hacerlo, pues se basa
en valores, que son los que mejor se adecuan para hacer frente a
los cambios y fracturas que se han convertido en un rasgo tan
característico de la vida moderna.
Construcción del mundo social
El construccionismo constituye una perspectiva de gran
importancia a finales del siglo XX, en cuanto concibe que el
hombre construye su propia realidad a partir de la
interacción con el contexto como ser social en la
búsqueda permanente de la comprensión de los
símbolos y significados del mundo que los
rodea, mediado por el lenguaje en la comunicación de
intersubjetividades con otros, construyendo así de manera
permanente los significados que hacen parte de la realidad. Los
dos principios básicos del construccionismo radical son:
1). El
conocimiento no se recibe pasivamente, ni a través de
los sentidos,
ni por medio de la comunicación, sino que es construido
activamente por el sujeto cognoscente. 2). La función de
la cognición es adaptativa y sirve a la
organización del mundo experiencial del sujeto,
(Glasersfeld, E., 1990, citado por Pakman 1996).
Según Schutz (precursor de la sociología del conocimiento) (citado por
Monteiro, 1986) el mundo social se interpreta en función
de categorías y construcciones propias del sentido
común cuyo origen es, en gran parte, social. Entendiendo
que en lo social se encuentran todas las formas de poder, capaces
de influenciar el sentido común. Estas formas están
materializadas en los medios de
comunicación, en las instituciones sociales
considerando como instituciones sociales, todas las estructuras
jerárquicas presentes en la vida cotidiana de un
individuo, sean la escuela, el
ejército, la iglesia, el
gobierno, la
familia, etc. , en la academia o en cualquier otro tipo de
estructura capaz de incidir sobre las personas a partir de, como
menciona Althusser: "interpelar a los individuos en cuanto
sujeto. Esta interpelación además de someter al
sujeto a un determinado orden social, construye tipos ideales de
comportamiento, actitudes y
practicas que son los códigos utilizados para determinar
las normalidades lo normativo no es indiferente a aquello que lo
contraria (lo patológico); ello valoriza, positiva o
negativamente lo real. Así, definir la salud por la
conformidad con un cierto orden social considerado
deseable"
Para Durkheim existe, por encima de las representaciones
privadas de los individuos, un "mundo de nociones-tipo" que
regula las ideas y que supera al propio individuo. Sin embargo,
pensamos que esto no es un proceso con una única dirección, y como señala Lefebvre
(1983), las representaciones no son cosas que se imponen desde
afuera a los individuos. En este proceso el individuo
interactúa con estos códigos a punto de
transformarlos y estructurarlos según su
interpretación personal. En esta interacción
intervienen una gran variedad de factores individuales (como el
sexo o la
edad), factores sociales (como la ocupación, la
inserción social) y culturales (como la religión, el
relativismo cultural, etc.). Por fin se puede entender el
concepto de representación social como la interface entre
lo individual y lo social y viceversa.
Cuando preguntamos: ¿qué es una
cuchara?qué es una pluma?, ¿qué es una
computadora?,
todos los que hablan un mismo idioma o que poseen un
código social común, por ejemplo, un código
"occidental" (que comen con cuchara, tenedores y cuchillos; que
escriben con plumas o que saben utilizar una computadora) pueden
responder estas preguntas con relativa facilidad. Por otro lado,
cuando preguntamos: ¿qué es el hombre?,
¿qué es la libertad?,
¿qué es correcto o incorrecto?, podemos encontrar
respuestas subjetivas y sujetas a la interpretación
personal de quien las responde, aunque, al mismo tiempo se
encuentran dentro de un sentido que es común y que forma
parte de lo cotidiano.
El proceso de interacción social, por el cual se
forman estas ideas o representaciones, y que se constituye como
una imagen ideologizada y general sobre determinada idea, se
llama construcción social , El sentido etimológico
de término "construcción" se refiere a una
posición:"…la realidad es entendida en
función de un Yo activo". Ferrater, J (1980), de
esta manera tanto el término "cuchara" como la
noción de "hombre" son construcciones sociales. Entonces,
¿en qué se diferencian?. La construcción
social de lo que es el hombre abre una perspectiva desde donde
mirar la realidad y operar sobre ella, que el término
"cuchara" no posibilita. Mientras que el término "cuchara"
nos remite a cuestiones como utilidad, forma y
naturaleza del objeto, la construcción social del "hombre"
involucra cuestiones de normas, ideas y
conductas sociales sobre cómo el "hombre" debe ser o debe
relacionarse con otros hombres. De la misma manera, la
construcción social de lo que es un joven o un adolescente
"normal" involucra una gran cantidad de medios e
instituciones que construyen y reconstruyen su imagen.
Esta diversidad de representaciones se presentan en
todas las formas de comunicación (oral, visual y escrita)
y se refieren a una increíble cantidad de temas, asuntos y
cuestiones que se relacionan con los jóvenes adolescentes.
En una primera mirada podemos entender la
construcción social como la imagen socialmente construida
por el sujeto , que está respaldada por la ciencia y por
la autoridad y, a
su vez, la representación social se refiere a las imágenes o
representaciones que tienen los diferentes grupos
sociales y actores sociales. Sin embargo, el desafío
que enfrenta el investigador concierne al punto de partida de las
representaciones sociales: sus orígenes, su
formación, en fin, su proceso (Minayo, 1993).
Por esos motivos, en este trabajo existe
inclinaciòn por utilizar el término construcciones
sociales, aquí entendido como el proceso por el cual se
forman los significados sociales y que por esta calidad engloba
diferentes representaciones; sin embargo, por la dificultad para
precisar el punto de partida de que nos habla Minayo, en muchas
ocasiones se utiliza los dos términos como
sinónimos.
Es importante tener en cuenta que la
interrelación es la que nos permite dar cuenta de la
realidad en que vivimos y de cómo la comprendemos; por lo
tanto, se debe tener presente que todos y cada uno de los sujetos
con los que nos relacionamos son importantes en el proceso de
construcción de la realidad, o del tejido de realidades
conjuntas que nos permite conocer la propia identidad,
mediante la intersubjetividad. Así es como en toda
práctica se reconocen significados propios y comunes a la
colectividad entendidos a partir de una red de interacciones
compleja. Frente a esto, Ibañez, T. (1994) dice que lo
social se construye efectivamente al igual que los significados y
la intersubjetividad en la relación entre las personas,
pero ésto no significa que sea suficiente con que exista
interacción o una relación interpersonal para que
exista una dimensión social.
Gergen, K. (1996) afirma que: el construccionismo se
ocupa más de las redes de relación que de los
individuos para llegar a la comprensión de esta realidad
en donde se construyen significados de los Tratamientos de
Reproducción Asistida participando en esta
comprensión desde nuestra cultura por medio del
lenguaje.
Conscientes a su vez de que somos herederos de cultura
(Nelson Goodman, citado por Brunner, 1998) menciona: El mundo de
las apariencias, el mundo mismo en el que vivimos es "creado" por
la mente. La actividad que consiste en hacer mundos es un
conjunto de actividades diverso y complejo, que puede expresarse
de cualquier forma, implica "un no hacer con las manos; sino con
las mentes o, más bien con lenguajes u otros sistemas
simbólicos". En un segundo momento se refiere a un
significado de la realidad. Casi todo aquello con lo que nos
relacionamos en el mundo social, no podría existir si no
fuese por un sistema simbólico que le da la existencia a
ese mundo. El sistema simbólico al que nos referimos y es
clave en esta investigación es el lenguaje, que a su vez,
facilitará el proceso de comprensión de la forma en
que construyen significados las parejas que están en
tratamiento de reproducción asistida, y por consiguiente,
a la realidad que están construyendo.
La comunicación en la construcción de la
realidad: el lenguaje y los significados
Cada cultura, posee símbolos y significados que
han sido posibles gracias a la comunicación. Para Silva, A
(1992) la comunicación no es un simple traspaso desde un
emisor hacia un destinatario, identificando así, un
círculo cerrado, sino que tal operación conlleva a
una compleja interacción en la que el mensaje es fruto de
tal encuentro, se perfila un espacio común de
códigos culturales reconocidos por las partes, que son las
que finalmente entregan y reciben las instrucciones del
territorio cultural, para explicar sus contenidos. Donde la
comunicación está determinada por la cultura y
viceversa, y es en este lenguaje donde elaboramos las
distinciones, que nos permiten acercarnos al mundo, universo de
categorías constituido por el lenguaje. Frente a lo cual
Maturana, H.(1991) afirma que los seres humanos acontecemos en el
lenguaje como sistemas vivientes que somos, no tenemos fuera de
él manera alguna, de referirnos a nosotros mismos, o a
cualquier otra cosa. Incluso para referirnos a nosotros mismos
como entidades lenguajeantes, debemos estar en el lenguaje
encontrándonos que el lenguaje está relacionado y
es producto de la
interacción social, y su significado esta inmerso en las
pautas y patrones relacionales de un contexto específico,
en este estudio el contexto es el Centro de Reproducción
Asistida.
El concepto de comunicación, en términos
de Watzlawick, P. (1989) nos permite señalar ahora la
comunicación desde el aspecto pragmático de la
teoría de la comunicación humana: se llamará
mensaje a cualquier unidad comunicacional singular, donde la
interacción sea entendida como una serie de mensajes
intercambiados. Esta comunicación puede ser
analógica y digital.
Teniendo en cuenta que la utilidad del lenguaje es
fundamental en las relaciones
interpersonales. Para Ibáñez, T. (1996) es: a
través de la coordinación relacional que nace el
lenguaje, y a través del lenguaje que adquirimos la
capacidad de hacernos inteligibles. Así pues, la
relación sustituye al individuo como unidad fundamental de
la vida social. A partir del lenguaje es como podemos acceder a
los significados que construimos en la interacción
cultural. Watzlawick (1994), por su parte expone que: el lenguaje
es un acto cognitivo individual es ipso facto un fenómeno
cultural y todo elemento complejo cultural puede actualizarse en
acto cognitivo individual. Es así, como en cualquier
contexto se establece un sistema de comunicación
importante donde no sólo se posibilita la
interacción con otros, sino la influencia del lenguaje en
estados de ánimo, opiniones, comportamientos y decisiones,
del mismo modo que el estudio de la pragmática de la
comunicación no se concibe como supeditado al contenido y
significado de un intercambio de información sino referida
al fenómeno de la comunicación en
sí.
Para Wittgenstein (1963), las palabras adquieren su
significado de un modo similar, digamos, a como una copa adquiere
significado en el juego del brindis. A través de la
socialización en el juego, uno pone en
contacto la copa con las de los otros, en cierto momento y a
cierta velocidad, la
coloca sobre los labios en un momento preciso y bebe cierta
cantidad de líquido. El significado de la copa está
dado, entonces, por el modo en que funciona dentro del conjunto
completo de prácticas que constituye el juego. Esto es, el
mismo objeto (la copa) podría tener significados
completamente diferentes dentro de otros juegos
culturalmente constituidos. Oportuno, también, es el
concepto de Wittgenstein de una "forma de vida", esto es, un
patrón más amplio de actividad cultural en el que
están inmersos juegos de lenguaje especiales.
Continúa Gergen, K (1996) esta concepción de
significado como derivado del juego del lenguaje microsociales
inmersos en patrones más amplios de vida cultural lo que
da al construccionista social una fuerte dimensión
pragmática. Es así como el construccionismo
comprende la realidad desde la intersubjetividad, reconociendo
que las acciones y su
significado parten de la construcción social, pero
argumentando que las vidas interiores como lo expone Packman, M
(1996) no son tan privadas, ni tan internas, ni tan
lógicas, o sistémicas como se ha supuesto. En
cambio, afirma que lo que denominamos como nosotros "pensando",
refleja, esencialmente, las mismas características
éticas, retóricas, políticas
y poéticas que las reflejadas por las transacciones entre
las personas, afuera en el mundo, involucrando negociaciones
lingüísticamente mediadas similares a las que
realizamos en nuestros diálogos cotidianos con otros, en
las cuales "el centro organizador de cualquier emisión, de
cualquier experiencia, no está dentro, sino fuera, en el
medio social que rodea al individuo.
INFERLITIDAD EN LA PAREJA
Concepto
Se considera que hay infertilidad cuando no se ha podido
tener un hijo vivo, después de dos años de
relaciones sexuales con la finalidad de procrear (sin utilizar
anticonceptivos). Una de las consecuencias
más importantes en el trastorno de la fertilidad es el
psicológico, porque puede causar frustración,
depresión, ansiedad y problemas de
pareja.
Médicamente hablando, la infertilidad es definida
comúnmente como la incapacidad de concebir un hijo y
llevar a término un embarazo.
(www.abcmedicus.com)
Se puede dividir en:
a) "Infertilidad primaria.- no han logrado tener un
embarazo.
1.- Infertilidad primaria femenina.- mujer que nunca
concibió un hijo y se demuestran alteraciones funcionales
y/o del aparato reproductivo.
2.- Infertilidad primaria masculina.- hombre que no
logra fecundar una mujer y tiene alteraciones en el
líquido seminal.
b) Infertilidad secundaria.- la pareja tiene
antecedentes de uno o varios embarazos.
1.- Infertilidad secundaria femenina.- mujer que tuvo un hijo
pero ahora presenta alteraciones funcionales y/o del aparato
reproductivo.
2.- Infertilidad secundaria masculina.- hombre que tuvo un hijo
pero ahora presenta alteraciones en el líquido
seminal.
c) Infertilidad no explicada.- es aquella que no se ha
podido detectar con todos los métodos
actuales, no presenta ninguna alteración ni en el
espermatozoide, líquido seminal y/o en el aparato
reproductor masculino/femenino.
d) Infertilidad idiopática.- se encuentra una
alteración a cualquier nivel, pero se desconoce su
etiología."
Es común que las parejas y los individuos que
viven estas situaciones, comiencen a aislarse de sus amigos y
familiares y eviten socializar por temor a discusiones
incómodas acerca del proceso de fertilidad. Convivir con
amigos o familiares que tengan hijos o estén embarazadas
también les es difícil, especialmente cuando
están en el periodo que les acaban de diagnosticar la
infertilidad o les están aplicando un
tratamiento.
Vivir un proceso de infertilidad provoca estrés
tanto a nivel individual como de pareja, ya que antes de la
aceptación de ésta, se someten a muchas pruebas
médicas y los tratamientos requieren de grandes esfuerzos,
los cuales finalmente no tienen buenos resultados.
Aspectos psicológicos de la
infertilidad
Speroff, afirma que un 10%-15% de las parejas, presentan
dificultades para procrear. En el pasado , la mayoría de
los problemas de infertilidad era atribuidos a la mujer, hoy el
40%-50% de los casos son debidos total o parcialmente a factores
masculinos lo que resulta sorprendente, ya que social e
históricamente la infertilidad y la esterilidad han sido
considerados de problemas de y para las mujeres, pese, a que como
lo vemos en las cifras estadísticas las causas son
equiparables en hombres y mujeres. Los significados construidos
acerca de infertilidad parecen señalar al miembro femenino
como único responsable, lo que para muchas mujeres
según lo estima Melamedoff, S (1998) la infertilidad es un
estigma secreto, que se diferencia de otras formas de
estigmatización cultural y social sólo por que es
invisible, es el propio conocimiento de esta condición lo
que las hace sentir diferente de las demás. Por ello, no
hablaremos de individuos (hombres o mujeres) infértiles,
sino de pareja infértil, pues vemos que la fecundidad
históricamente ha sido un don de la mujer y por lo tanto
siempre que no se conseguía la gestación, por
convicciones sociales ella era señalada como
infecunda.
En la actualidad, con el avance de las ciencias
naturales y sociales, hablamos de la pareja como una unidad
con capacidad gestatoria, sin apartarnos del hecho que cada
miembro reacciona distinto frente a las circunstancias, siendo en
pareja que se concibe un nuevo ser a partir de la unión de
gametos femeninos y masculinos.
Los sentimientos de cada miembro de la pareja pueden
generar crisis. La situación de la pareja se traduce en
inestabilidad emocional y angustia, en el cual alternan
períodos contrarios de frustración y optimismo.
Además, la pareja se torna vulnerable y sensible a la
indiferencia como al excesivo interés de la gente que le
rodea. El impacto de la infertilidad puede variar ampliamente, la
relación puede verse deteriorada o por el contrario
estrecharse igualmente la relación de pareja a nivel
sexual se ve relacionada a este tipo de diagnóstico y por
ende afectada. La pareja infértil experimenta diferentes
sentimientos, Munning ha identificado que van desde la sorpresa,
la extrañeza, la negación, la rabia, la
desolación, la desvaloración, la incompletud, la
anormalidad, la culpa, el dolor, el shock o en último caso
la aceptación si estos sentimientos son elaborados en
forma adecuada, algunas parejas pueden llegar a sentir que han
perdido el control de sus vidas sentimientos que se vinculan
directamente a la construcción de significados en torno a
la infertilidad. El dolor y la depresión son respuestas
emocionales muy comunes al duelo que viven las parejas
infértiles por la perdida de un hijo hipotético o
la pérdida de su familia idealizada, Burgos, C.
(1999).
Por su lado las mujeres pueden experimentar
sentimientos de desilusión, desesperanza y
decepción, investigaciones realizadas por Lukse y Vacc
(1985) encontraron que pacientes sometidas a la
fertilización invitro (IVF) describieron la experiencia
"como una de las vivencias más estresantes de sus vidas" ;
muchas de estas mujeres, afirmaron sufrir antes y después
de un tratamiento con resultado negativo, como si hubiesen
"perdido un hijo". Otros sentimiento expresan "porqué a
nosotros que queremos tanto un hijo y hay tantas personas que
abortan" . Lukse y Vacc (1985) dicen que las parejas que inician
cada ciclo de tratamiento con altas expectativas experimentan una
mayor desilusión, citado por Téllez, J; Gaviria, S;
Burgos, C (1999).
Por otro lado los hombres se sienten amenazados por las
culpas del pasado, se reprochan por actividades sexuales
desenfrenadas o tienden a involucrar su virilidad. Mashltedt,
afirma que los hombres tienden a no expresar su ansiedad,
mientras que las mujeres enfrentan la situación hablando
de su dolor. Cuando el factor masculino es la causa de la
infertilidad, el hombre se torna meditabundo, preocupado, se
puede sentir defectuoso e inadecuado y puede presentar impotencia
y evitar la relación sexual, la mujer que lo
acompaña se siente culpable y deprimida y quisiera ser
ella la causante del problema que a veces se atribuye para
proteger y apoyar a su esposo.
La ira que desencadena el diagnóstico puede ser
dirigida a la pareja, percibida como el causante. Puede verse
disminuida la autoestima y algunos sentimientos inadecuados,
llevar al individuo infértil a plantear a su pareja la
posibilidad de tener hijos con otra pareja;
simultáneamente el cónyuge infértil teme ser
abandonado. Esta pareja puede llegar a sentir una fuerte presión
por otras parejas contemporáneas que tiene hijos,
desencadenando actitudes de aislamiento y evitación del
contacto con éstas.
La mayoría de los autores ya mencionados,
consideran que cuando la pareja no ha logrado desenredar los
aspectos psicológicos y emocionales que subyacen tras la
infertilidad orgánica, o la infertilidad sin causa
aparente no se da satisfactoriamente el tratamiento y tienden a
participar de sentimiento que oscilan entre la culpa y el
castigo, sintiéndose malos e indignos que además de
no poder gestar y señalárselo continuamente, buscan
expresamente la adopción de niños enfermos, como un
mecanismo de pagar culpas.
Estos tratamientos son de alto costo financiero
y no son financiados por ningún seguro
gubernamental por lo que puede significar para la pareja un mayor
sacrificio o en otros casos privarse de otros gastos
importantes, convirtiéndose en otro factor estresor que
perturba la relación de pareja, además el
tratamiento es largo y con frecuencia la pareja puede asumir que
si el embarazo ocurre todos los problemas serán
mágicamente resueltos.
Estrés en la Infertilidad (www.psicologíacl.com)
Entre los factores externos que causan estrés en
la pareja se tienen:
1.- El tratamiento médico, que implica tiempo y toma de
medicamentos que pueden alterar la función del cuerpo, y
por ende, cambios en el estado de ánimo.
2.- Los gastos por consultas médicas, tratamientos,
medicamentos, estudios, etc.
3.- En cuanto al aspecto social, la presión de familiares
y amigos por la llegada del bebé. En este proceso la
pareja puede aislarse socialmente.
Algunos factores internos que causan estrés en la
pareja son:
1.- Los mensajes internos, tanto de cada persona como de
la pareja misma.
Surgen frases tales como "soy un fracaso" "No valgo como
mujer" "No soy un verdadero hombre" "Estamos siendo
castigados".
2.- Valores personales y familiares de cada uno de los
miembros de la pareja.
Como los integrantes de la pareja experimentan
desilusión de ellos mismos y del otro, pueden comenzar a
confundir la esencia de su decepción. En el proceso de los
problemas reproductivos, pueden experimentar una pérdida
de la pareja tanto como un hombre completo o como una mujer
completa. Esto puede ser una profecia auto-cumplidora. La
tensión por los problemas reproductivos puede producir un
tipo de irritabilidad e impaciencia general, en este estado de
desequilibrio un miembro o ambos de la pareja, pueden estar
vulnerable a buscar confort, distracción o alivio en otra
pareja sexual, alcohol o
drogas,
trabajar de más, o mucha recreación. Este tipo de reacciones
contribuye a penas futuras en lugar de
resolución.
Muchas veces la pareja olvida en estas circunstancias
que el matrimonio junto
con el amor que se
siente hacia el otro fue primero, y basado en éste, se
decidió tratar de tener un hijo.
En este proceso, la calidad de la vida sexual de la
pareja en la etapa en la que se busca el embarazo puede volverse
muy estresante y mecánica, ya que cada uno de los miembros
de la pareja trata de hacer lo correcto en el momento correcto.
Cuando la imposibilidad o improbabilidad de embarazo es
reconocida, el sexo se percibe como un recordatorio de fracaso y
es evitado. La habilidad para disfrutar la sexualidad por
sí misma, la mayoría de las veces, solo puede
volverse a obtener con ayuda terapéutica.
Los individuos y las parejas no-productivas normalmente,
por lo menos de forma temporal, confunden reproducción,
adecuación sexual, y el ser un padre o una madre
competente.
No hay que olvidar, que la infertilidad afecta a una
pareja y no a un individuo aislado.
Es algo con lo que las parejas tendrán que vivir
siempre, y cada uno lo enfrentará de distinta manera,
siendo esto una de las partes más confusas y
frustrantes
Unos son más flexibles que otros. El contexto y
las experiencias vividas contribuyen también a quien es
uno como persona. Ya que cada miembro de la pareja, como
individuo, ha crecido en casas separadas, diferentes familias, y
los antecedentes personales les han enseñado distintas
formas de reaccionar. Los hace individuos únicos, con
necesidades y expectativas separadas.
Aunado a esto, están las diferencias de
género en el significado que cada uno de los miembros de
la pareja le da a la concepción de un hijo, que puede
dificultar al hombre y a la mujer el entendimiento de los
sentimientos y reacciones del otro.
Las pérdidas a lamentar son distintas en el
hombre y en la mujer, el primero es privado de la
satisfacción de contribuir al embarazo y tener un hijo
biológico, la mujer es privada de la experiencia del
embarazo.
Un hombre infértil, por un tiempo siente que es
menos potente, menos hombre y esto lo hace menos capaz de ser un
buen padre. Una mujer como no puede embarazarse es menos femenina
y no es capaz de ser una buena madre.
Las mujeres normalmente se ven como las consejeras o
proveedores
emocionales de la relación, se sienten responsables de
todos los sentimientos malos. Cuando intentan reprimir los
sentimientos, sus emociones pueden
ponerse más ominosas, hasta que finalmente se sienten
fuera del mando.
Las mujeres en las parejas infértiles protegen a
menudo a sus maridos de su propio dolor y sentimiento de fracaso,
tomando mucha de sus propias responsabilidades y sentimientos,
tendiendo a sentir las cosas desde el corazón.
Los hombres se ven tradicionalmente como los proveedores
financieros de la relación y son responsables de proteger
a la familia de los peligros reales o imaginarios, normalmente en
esta situación se sienten más amenazados, ya que
siempre han tenido que reprimir sus emociones. Son entrenados
para dar instrucciones, tomar el cargo, tomar decisiones y para
pensar, y de esta manera desviar sus emociones.
Los varones en las parejas infértiles a menudo se
sienten agobiados por la intensidad de las emociones de su
compañera así como por su propia incapacidad para
acceder a sus sentimientos. Tienden a enfocar su energía
en su trabajo, lugar donde ellos sienten que pueden tener
éxito,
buscan respuestas lógicas y se inclinan menos por
compartir sus miedos.
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