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Jóvenes, trazando identidad




Enviado por oamp1



    Claudia Liberona Salas –
    Psicóloga

    Universidad Academia de Humanismo
    Cristiano
    Escuela de
    Psicología
    2003

    1. ¿Cómo son las
      socialidades que los jóvenes construyen en los espacios
      públicos del mall en Santiago?
    2. El Grupo
    3. Breve descripción de la
      investigación
    4. Descripción del
      lugar
    5. Uso del Espacio
    6. El adolescente como
      Allien
    7. Los pares
    8. Distinciones de
      género.
    9. Control y
      vigilancia
    10. Búsqueda de
      pareja
    11. El lugar físico y el
      Yo

    El siguiente ensayo es una
    reflexión preliminar sobre una investigación de la Escuela de
    Psicología de la Universidad
    Academia de Humanismo Cristiano. Su carácter de preliminar permite dejar
    abierta algunas interrogantes y posibilita profundizar en el
    tiempo algunas
    ideas relevantes.

      La pregunta de investigación inicial que se
    planteó el equipo fue:

     ¿Cómo
    son las socialidades que los jóvenes construyen en los
    espacios públicos del mall en Santiago?

      Hoy se
    entendiere por socialidad una forma característica
    de los sujetos sociales de la posmodernidad,
    en donde se pasó de ser un ser social con una
    función
    determinada, con una pertenencia a un grupo estable,
    a ser un sujeto que juega roles de acuerdo a sus gustos,
    prioridades e intereses.

      Este sujeto ya no forma parte de la
    individuación clásica, en la cual el sujeto
    está consigo mismo, sino que se distingue por un
    estar con el otro basado en la afectividad y no
    en la razón
    , en donde el nosotros es más
    importante que el yo.[1](Maffesoli,
    M. 1990), como una forma de reaccionar afectivamente con el
    otro
    frente a un mundo fuertemente hostil y sin
    perspectivas.

      Según este autor habría una
    construcción distinta de lo social basada
    en la masa, en la cual lo próximo del otro, lo
    táctil
    , el roce, serán los que nos
    dan identidad.

      Por tanto, también existe así una
    estética que nos distingue, que nos permite
    reconocernos y diferenciarnos.

      Así se refiere Maffesoli al
    fenómeno de las tribus urbana que reflejan una
    transformación en la
    organización social[2]
    (Costa, Oriol-Pere, Peréz Tornero,
    José Miguel, Tropea, Fabio. 1996; 34

    a)     de la importancia de la
    organización politico-económica, pasamos a
    la importancia de las masas;

    b)     del sentido del
    individuo
    -establecido según la función- se
    pasa a la persona (rol);

    c)      y de grupos
    contractuales
    , pasamos a las tribus
    afectivas
    .

      En síntesis,
    este nuevo tipo de socialidad sería el espacio
    donde se desarrolla la identidad
    , caracterizada por altos
    grados de afectividad e identificación con el grupo,
    primando el yo social[3]
    sobre el yo individual[4].

      Esta visión proveniente de la sociología y otras ramas de las ciencias
    sociales, se pondrá en contraposición con la
    teoría
    tradicional de la psicología sobre el desarrollo de
    la identidad en
    la adolescencia,
    planteada por E. Erickson.

      Para E. Erickson[5]
    (Erick Erickson, 1968) la adolescencia es el período
    en dónde el ser humano vivencia la crisis de
    identidad, en donde la tarea fundamental es consecución de
    un sentimiento de mismidad y de continuidad de la propia
    existencia en el tiempo y en el espacio. Los pares son
    considerados como referentes primordiales en este proceso,
    siendo su rol fundamental sobre todo en lo que tiene que ver con
    el logro de la independencia
    emocional de los padres, proceso de autonomía, sin el
    cual, afirma Erickson, no se puede superar con éxito
    la crisis de la identidad.

      Dentro de esta perspectiva se ha
    señalado que el grupo de pares cumple las siguientes
    funciones[6]
    (Oerter & Montada, 1995):

      a)Puede ser un aporte para la
    estabilización y otorgar apoyo emocional. Sobre todo
    ayudando a superar los sentimientos de soledad, que muchos
    jóvenes desarrollan como resultado de la
    autoreflexión y la constatación de la propia
    individualidad.

    b) Ofrece espacio social para experimentar
    distintas conductas, las cuales al exterior del grupo
    serían muy riesgosas.

    c)Tiene una función importante en la
    separación de los padres y ofrece apoyo, a través
    del efecto normativo de una
    mayoría.

    d)Es un aporte para la tarea de encontrar
    identidad, pues ofrece una posibilidad de identificación,
    estilos de vida y refuerzo en la
    autorepresentación.

      Tomando esto dos enfoques
    desarrollaré un esquema de análisis que permita, desde la
    psicología del desarrollo y social aportar algunos
    elementos a la pregunta de cómo se configura la identidad
    en la posmodernidad.

    El
    Grupo

      Los grupos de amigos
    son según diversos estudios los referentes de mayor
    relevancia para la definición del yo durante la
    adolescencia.

    Basándonos en lo manifestado por
    Maffesoli, así como lo que plantea Tajfel[7]
    ([1] González Ma. Pilar, 1997; 272) respecto a la
    confirmación de la identidad en la igualdad y la
    diferencia es que plantearemos dos ideas
    centrales:

     
    1.      El grupo como soporte afectivo,
    en la igualdad

    2.      El
    grupo como referente del no-soy, basado en la
    diferencia.

      Para esto u Oerter, Rolf,
    Montada, Leo. Entwicklungspsychologie Psychologie Verlags Union,
    Weinheim. 1995

    Oerter, Rolf, Montada, Leo.
    Entwicklungspsychologie Psychologie Verlags Union, Weinheim.
    1995

    tilizaremos además los
    planteamientos de Wicklund y Gollwitzer[8]
    (1982) quienes en su teoría de la
    Autocomplementaridad simbólica (Oerter, R. Dreher, E.1995;
    355-356), plantean que los Jovenes
    expresan mediante símbolos el Yo. El Yo no
    existe en un lugar tangible, por lo tanto no puede ser visto ni
    tocado, es necesario expresarlo, plasmarlo de alguna forma. Se
    recurre entonces a símbolos que entregan información sobre la definición que
    la persona ha hecho
    de si mismo. Se plasma el YO a través de aspectos
    relacionado con la estética, así como a través
    de la conducta. La
    vestimenta, los tatuajes, los cortes de pelo y las preferencias
    musicales pasan a ser parte de un lenguaje que
    entrega información sobre aspectos importantes de la
    personalidad. Las conductas por otro lado pueden ser
    conductas del mundo adulto, como el buen rendimiento o el fumar,
    o antagónicas, como el rayar
    murallas.

      Los jóvenes usan el recurso
    estético para expresar desde tendencias musicales, hasta
    ideas políticas.
    Los Hip-Hoperos por ejemplo comunican descontento y
    rebeldía. La ropa ancha se puede leer como
    ampliación del limite, un disfraz del cuerpo real. Los
    góticos través del color negro
    expresan una vinculación con lo oscuro, con lo prohibido,
    los hombres, de está tribu se maquillan, lo cual los
    acerca a las mujeres, acortando así la brecha de la
    diferencia de género.

      Pero que pasa con los jóvenes
    que no pertenecen a las tribus, acaso ellos no quieren plasmar su
    Yo. En la aparente normalidad es donde se ubica el
    Yo, aparente porque siempre es una exageración de
    la norma, la ropa es más corta, más ajustada, se
    elige con cuidado y se combinan los detalles meticulosamente. El
    azar no forma parte de la estética
    juvenil.

      La Autocomplementaridad
    simbólica es entonces el lenguaje no
    verbal del YO. Si aprendemos a leer este código
    corporal y conductual podremos entonces descifrar y
    acompañar mejor los procesos de
    diferenciación de los adolescentes
    actuales.

    Breve
    descripción de la
    investigación

      Durante dos meses se
    realizaron 16 observaciones durante los días viernes y
    sábado en el horario de 18:00 a 21:00 hrs. En un Centro de
    Juegos de un
    centro comercial santiaguino. Después de realizar algunos
    recorridos por todo el recinto, se eligió el Centro de
    Juegos, por agrupar este a la mayor cantidad de jóvenes y
    adolescentes.

     
    Descripción del lugar

      El
    Centro de Juegos es un espacio destinado principalmente a Juegos
    electrónicos está ubicado en el tercer piso del
    lado oriente del Mall sobre el cine y el
    patio de comidas. Para acceder al él es necesario alejarse
    del sector marcado por las tiendas. El lugar cuenta con diversos
    tipos de entretención autos locos,
    un palacio del terror, juegos tales como autos de carrera, Hockey
    de mesa, Flippers, juego de
    escalar y máquinas
    de baile con distintos tipos de música, además
    cuanta con un escenario en donde transmiten radioemisoras en
    vivo.

      El lugar no cuenta con ventanas hacia
    el exterior, la iluminación es tenue, y se escuchan
    disversos tipos de música, a parte de videos musicales que
    son transmitidos intermitentemente. Existe también una
    cafetería con mesas para el publico. En general existe una
    alta concentración de estímulos audiovisuales que
    disgregan la atención y permiten a su vez encontrar la
    diversidad que enmarca el gusto juvenil[9].

      Abiertamente este es un espacio
    diseñado para que adolescentes y jóvenes se
    entretengan, según versión de los encargados del
    Mall, cuenta con todo lo necesario para ser atractivo para este
    segmento de la población, la iluminación tenue y la
    música pareciera ser uno de los factores que potencian su
    atractivo.

      Uso
    del Espacio
    [10]

        Los jóvenes que fueron observados,
    durante está investigación, parecían ser
    asiduos visitantes del recinto, puesto que muchos de ellos fueron
    identificados en más de dos de las observaciones, al
    parecer el objetivo de
    acudir al Centro de Juegos no es tan solo jugar, sino más
    bien y preponderantemente estar en un lugar que permite el
    encuentro, el intercambio, el entretenimiento y hacer actividades
    libres de la mirada del mundo adulto, como lo es el fumar por
    ejemplo.

      El Centro de Juegos se transforma así en un
    espacio de encuentro juvenil en donde la diversidad de estilos en
    la ropa y en la procedencia económica pareciera ser la
    tónica, los jóvenes deambulan por el lugar sin un
    objetivo aparente, se miran, se contactan, los grupos se juntan y
    se dispersan, para por lo general volver a juntarse, los
    más asiduos se conocen entre sí y se saludan e
    intercambian frases.

      La forma de usar el espacio es común a la
    forma que tienen los grupos de jóvenes de "apropiarse" de
    lugares que no están hechos para la conversación y
    el intercambio. Sentándose en el suelo, en las
    barandas, ocupando las esquinas y los pasillos los grupos marcan
    presencia, delimitan el contacto, muestran que aquí hay un
    mundo con limites que dan los cuerpos y las miradas, se ubican en
    algunas maquinas de juego como las de baile, de una manera tal
    que solo los pertenecientes al grupo pueden acceder a ella,
    generando una frontera
    invisible dad solo por la pertenencia.

     El adolescente como
    Allien
    [11]

      Desde la practica he podido constatar que los
    adolescentes son percibidos desde el mundo adulto como una
    especie de ser de otro mundo. La cotidianeidad de los
    adolescentes es un enigma para padres y profesores. La sociedad se
    encuentra en una paradoja respecto a los adolescentes, por un
    lado se practica un culto estético sobre los atributos
    juveniles, pieles lozanas, músculos, elásticos,
    cuerpos proporcionados y por otro se restringen las posibilidades
    de movimiento de
    estos grupos. La restricción pasa por la carencia de
    lugares para ser joven, para estar como joven, pues estos no son
    parte constitutiva de la ciudad. Por ejemplo paulatinamente ha
    aumentado la cantidad de plazas de juegos para los niños,
    sin embargo, los espacios para que los Jovenes, hagan deporte, se junten, hagan
    música, etc., son casi inexistentes. Es decir, la ciudad
    no contempla la existencia y la necesidad de estar de los
    Jovenes. Por lo tanto ellos para poder
    intercambiar experiencias, para experimentar con otros, tienen
    que crear y re-crear espacios que no han sido diseñados
    para ellos como plazas y esquinas, o bien tienen que
    re-significar espacios como lo son los centros de juego.

      Los
    pares

      La mayoría deambula e ingresa en grupos
    (mínimo dos integrantes), se observan dos grandes
    tendencia:

    q       Los pertenecientes a
    las llamadas tribus urbanas[12],

    q       Los
    jóvenes citadinos (Echeverría, 2003)[13].
    Entre los primeros están los Hip-Hoperos y jóvenes
    al parecer góticos, y los segundos son aquellos que siguen
    las tendencias de la moda.

      Estos grupos se dirigen en su
    mayoría directamente al Centro de Juegos, siendo al
    parecer este el único espacio que les es importante en la
    estructura del
    centro comercial.

     Distinciones de
    género.

      Las tribus son preponderantemente
    masculinas, específicamente los Hip-Hoperos, las mujeres
    que se relaciona con ellos, normalmente no andan vestidas con
    atuendo de la tribu, los chicos de negro, que un principio se
    pensó eran góticos, también están
    conformados preponderantemente por hombres.

      También se encuentran grupos
    pequeños (3-5 integrantes) de sólo hombre o
    sólo mujeres, que a parte de jugar caminan mirando las
    distintas ofertas del centro.

      Dentro de esto se puede decir que
    existen grupos de hombre y mujeres, tribus y citadino, que
    abiertamente tiene una actitud de
    búsqueda y galanteo, se observa las miradas, los cruces el
    pedir cigarrillos, el acercarse de un hombre de un grupo, el
    escudero, a un grupo de mujeres para llevar un mensaje, para
    hacer contacto. Existen otros grupos de chicas que al parecer no
    están interesadas en contactarse con ellos, que
    abiertamente tienen una actitud de indiferencia repecto al
    sexo opuesto y
    que no esperan ser cortejadas, que se valen por ellas mismas, a
    esta chicas, las denominaremos
    autónomas.

     Control
    y vigilancia

      Existen reglamentos y cuidados por parte
    el establecimiento respecto a mantener el orden en el Centro de
    Juegos, a primera vista no se repara el control,
    después de realizadas varias observaciones, se puede
    conjeturar que existen grupos que son mayormente "vigilados" por
    los guardias, que en este lugar no usan el atuendo típico
    del centro comercial.

     
    Búsqueda de pareja

      La adolescencia está marcada por
    la aparición de los rasgos sexuales secundarios, es decir
    cuando hombres y mujeres adquieren sus rasgos corporales
    identificatorios. Se puede decir entonces que los adolescentes
    están dotados de una nueva corporalidad cuyas habilidades
    y destrezas están aún por ser descubiertas. Por un
    lado está el autodecubrimiento que nos entregan las
    sensaciones internas, y por otro esta el descubrirse a
    través del otro, de la mirada del otro. El centro de Juego
    no está exento de este descubrimiento hombre y mujeres se
    desplazan conscientes del efecto que provocan en los otros,
    pendientes de las miradas, y del reconocimiento, jugando
    así con el vestuario y con el movimiento. El centro de
    juegos se transforma así en una pipeta de ensayo, en donde
    se prueban gestos y miradas que posibilitan la
    seducción.

      Las observaciones permiten constatar que
    este espacio es significado por los jóvenes como un lugar
    de posibles "conquistas", en donde el acudir periodico genera una
    cierta familiaridad que rompe el anonimato de la calle, y genera
    cierta confianza para acercarse al otro, puesto que son
    reconocidos como habitantes de un mismo espacio, es así
    como la pertenencia a este lugar genera la idea de compartir un
    mismo mundo, con referentes comunes, que sería
    según la teoría de la endogamia (Olbrich, Erhrard,
    Bruederl, Leokadia, 1995; 397)[14]
    la manera de descubrir a una posible pareja, a
    través de la proximidad física, la
    pertenencia a un mismo grupo socioeconómico, y
    sociocultural.

      El
    lugar físico y el Yo

      El centro de juegos es un lugar
    destinado y diseñado para los Jovenes. Desde a perspectiva
    de la constitución del yo, los jóvenes
    tienen la necesidad de diferenciarse fuertemente del mundo
    adulto, entonces acuden a lugares en donde le está
    permitido existir en contacto con sus pares, allí pueden
    experimentar y escapar del ojo adulto, pueden fumar, flirtear, en
    el fondo ser sin restricción. En estos lugares se
    encuentran con los iguales y los diferentes. En esos lugares se
    produce el reconocimiento, la pertenencia y la
    diferencia.

      La gama de tendencias posible en
    el vestuario y la estética se encuentran aquí,
    pueden coexistir, más aún, su coexistencia es
    necesaria, para lograr identificación y
    diferenciación.

      Por otro lado el usar este
    espacio, el concurrir a este lugar entrega un mensaje al mundo
    adulto, que podría ser entendido
    como:

      "ya no soy
    niño, ahora soy joven, y hago cosas que hacen los
    jóvenes"

      Concluyendo el acudir al centro de
    juegos es para algunos jóvenes una forma de mostrar la
    pertenencia a este segmento de la población, es una
    manifestación de la identidad
    social.

    En la construcción del nosotros se
    encontraría entonces la construcción del Yo
    juvenil, aquí el temor de ser distinto desaparece, mis
    iguales me refuerzan en que yo no estoy solo, que existe un lugar
    psíquico, el grupo, en donde soy acogido y
    protegido.

      Bibliografía

      Costa, Oriol-Pere, Peréz
    Tornero, José Miguel, Tropea, Fabio. Tribus Urbana. El
    ansia de identidad juvenil: entre el culto a la imagen y la
    autoafirmación a través de la violencia.
    Paidós. 1996.

      Echeverría, Genoveva.
    Jóvenes y nuevos ritos sociales: Construcción
    dentro y fuera de la ciudad del consumo.
    Inédito. 2003

      Erickson, Erick. Identidad, Juventud y
    Crisis. Buenos Aires.
    Piados. Cap. 3, 1968

      González Ma. Pilar. Orientaciones
    Teóricas Fundamentales de la Psicología de los
    Grupos. EUB, S.L. 1997.

      Maffesoli, Mishel. El tiempo de las
    tribus, el declive del individualismo en la sociedad de masas.
    Ed. ICARIA, Barcelona, 1990.

      Olbrich, Erhrard, Bruederl, Leokadia,
    Kapitel 7. Fruehes Erwchsenalter: Partnerwahl, Partnerschaft,
    Eltrenschaft. En Oerter, Rolf, Montada, Leo.
    Entwicklungspsychologie Psychologie Verlgs Union, Weinheim.
    1995

     Oerter, R. Dreher, E.Kapitel 6.
    Jugendealte. En Oerter, Rolf,
    Montada, Leo. Entwicklungspsychologie Psychologie Verlags Union,
    Weinheim. 1995

      Oerter, Rolf, Montada, Leo.
    Entwicklungspsychologie Psychologie Verlags Union, Weinheim.
    1995

     [1]
    Mafessoli, M. El tiempo de las tribus, el declive del
    individualismo en la sociedad de masas. Ed. ICARIA, Barcelona ,
    1990.

     [2]
    Costa, Oriol-Pere, Peréz Tornero, José
    Miguel, Tropea, Fabio. Tribus Urbana. El ansia de identidad
    juvenil: entre el culto a la imagen y la autoafirmación a
    través de la violencia. Paidós.
    1996.

    [3]
    Se entiende por Yo social la imagen que otros se hacen de
    uno mismo.

    [4]
    Se entiende por Yo individual a la coherencia entre la
    historia de vida
    y la experiencia que ha hecho una persona. Este es el hilo
    conductor que une todos los
    sucesos.

    [5]
    Erick Erickson. Identidad, Juventud y Crisis. Buenos Aires.
    Paidós. Cap. 3,
    1968.

    [6]
    Oerter & Montada . Entwiclungspsychologie.Weinheim.
    Psychologie Verlags Union. Teil II-6.
    1995.

    [7]
    Gonzalez Ma. Pilar. Orientaciones Teóricas
    Fundamentales de la Psicología de los Grupos.EUB,S.L.
    1997.

    [9]
    Existe una extensa gama de estilos músicales, que
    prefieren hoy distintos grupos de
    jóvenes.

    [10]
    Las reflexiones vertidas aquí son en alguna medida
    producto del
    debate del
    equipo de
    investigación.

    [11]
    Uso esta figura del cine, para dar cuenta de la
    relación que establece el mundo adulto respecto al mundo
    adolescente o
    juvenil.


    [13]
    Echeverria G. Jóvenes y nuevos ritos sociales:
    Construcción dentro y fuera de la ciudad del consumo.
    Innedito.
    2003

    [14]
    Oerter, Rolf, Montada, Leo. Entwicklungspsychologie
    Psychologie Verlgs Union, Weinheim. 1995 Kapitel 7. Fruehes
    Erwchsenalter: Prtnerwahl, Partnerschaft,
    Eltrenschaft.

     

     Oscar
    Muñoz

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