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Lipoproteínas sanguíneas: tipos e importancia




Enviado por juanairis_bruno



Partes: 1, 2

    1. Definición
    2. Características
    3. Composición
    4. Lípidos que se
      trasportan en el plasma
    5. Principales
      funciones
    6. Clasificación
    7. Metabolismo de las principales
      lipoproteínas
    8. Otras
      lipoproteínas
    9. El
      colesterol y los triglicéridos
    10. Enfermedades
      debido al desequilibrio de
      lipoproteínas
    11. Conclusiones
    12. Bibliografía

    1.
    Introducción

    En este trabajo
    explicaremos lo complejo que puede resultar el organismo humano
    con referencia a las lipoproteínas, que son conjugados de
    proteínas y lípidos,
    especializadas en el transporte de
    los últimos.

    También nombraremos su clasificación (de
    acuerdo a su densidad), la
    importancia de cada uno de los tipos de lipoproteínas, sus
    metabolismos y funciones.

    Como ya se sabe, en el complejo mundo de las
    lipoproteínas, cualquier variación del valor normal y
    deseado en ellas, causará un mal a la persona. Por lo
    que en este trabajo se explicarán las más
    importantes enfermedades, sus
    características, causas y síntomas

    2.
    Definición

    Son macromoléculas compuestas por lípidos
    y proteínas, encargadas del transporte. Cuya función es
    envolver los líquidos insolubles en el plasma provenientes
    de: los alimentos
    (exógenos) y los sintetizados por nuestro organismo
    (endógenos), que son transportados desde el intestino y el
    hígado a los tejidos periféricos y viceversa; devolviendo el
    colesterol al hígado para su eliminación del
    organismo en forma de ácidos
    biliares.

    Más del 95% de todos los lípidos del
    plasma está en forma de lipoproteínas, que son
    pequeñas partículas muchos más
    pequeñas que los quilomicrones pero de una
    composición similar desde el punto de vista
    cualitativo.

    Nuestro cuerpo tiene más cantidad de unos
    componentes que de otros, los cuales se clasifican de la
    siguiente manera:

    Los alimentos ricos en ácidos grasos saturados
    son:

    Leche entera -crema -helados

    Quesos de crema entera -yema de
    huevo 

    Tocino -mantequilla -sebo

    Manteca -jamón -carne de cerdo

    Chocolates- pasteles
    -galletas 

    Los alimentos ricos en ácidos
    grasos insaturados son:

    Aceites vegetales margarina liquida
    pescado

    Las lipoproteínas las podemos dividir
    en:

    • Lipoproteínas de muy baja
      densidad
    • Lipoproteinas de baja densidad
    • Lipoproteinas de densidad
      intermedia
    • Lipoproteinas de alta densidad

     

     Su importancia radica en el
    conocimiento de la homiostasis del colesterol que puede
    comprenderse revisando las consecuencias que tienen las
    concentraciones plasmáticas elevadas de colesterol cuando
    se mantiene de forma prolongada. Si las concentraciones de
    colesterol son demasiado altas para su posterior
    eliminación hacia el torrente sanguíneo, estas
    células
    quedan repletas de depósitos grasos, que luego se
    endurecen formando una placa, y finalmente obstruyen vasos
    sanguíneos causando infartos, o sea, ataques
    cardiacos.

    Tanto el colesterol como los triglicéridos son
    transportados en sangre formando
    parte de moléculas llamadas lipoproteínas. Estas
    lipoproteínas están constituidas además por
    fosfolípidos, colesterol, proteínas y
    apolipoproteínas.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    3.
    Características

    En muchas de las proteínas que están
    asociadas covalentemente con lípidos, los ácidos
    grasos, fosfolípidos, o glucolípidos, están
    covalentemente unidos a la proteína cerca de cualquiera de
    sus términos (amino o carboxilo terminal). Por el
    contrario, las lipoproteínas consisten de lípidos
    no unidos covalentemente a proteínas. Las
    lipoproteínas funcionan como transportadores de
    lípidos (colesterol y triacilglicéridos) en la
    sangre.

     Las lipoproteínas del plasma, consisten de
    un núcleo no polar de triacilglicéridos y
    ésteres de colesterol rodeado de una mezcla
    anfifílica de proteínas, fosfolípidos, y
    colesterol. La lipoproteínas se clasifican de acuerdo a
    sus propiedades funcionales y físicas en cinco
    categorías:

     Lipoproteína lípidos
    principales Apoproteínas Densidad Diámetro


    (g·cm-3)
    (Å)

    Quilomicrones TAG de la
    dieta A-I,A-II,B-48,C-I, < 0.95 800-5000

    C-II,C-III,E

    VLDL TAG endógenos,
    B-100,C-I, 0.95-1.006 300-800

    ésteres de colesterol, C-II,C-III,
    E

    colesterol

    IDL ésteres de colesterol, B-100,
    C-III,E 1.006-1.019 250-350

    colesterol, TAG

    LDL ésteres de colesterol,
    B-100 1.019-1.063 180-280

    colesterol, TAG,

    HDL ésteres de colesterol, A-I, A-II,
    C-I, 1.063-1.210 50-120

    colesterol C-II, C-III,D,E 

    Tabla: principales
    lipoproteínas en suero humano

    TAG: triacilglicéridos

      Existen cuatro clases de
    lipoproteínas en el plasma humano. Estas son las HDL
    (lipoproteínas de alta densidad), LDL o LDL2
    (lipoproteínas de baja densidad), IDL o LDL1
    (lipoproteínas de densidad intermedia) y VLDL
    (lipoproteínas de muy baja densidad). Además, en el
    plasma aparecen después de la ingesta de grasas, los
    quilomicrones, que son partículas lipídicas con
    pequeñas cantidades de proteína, que presentan una
    densidad menor a las VLDL.

     La densidad de una partícula de
    lipoproteína es determinada a partir de la densidad de una
    sol en la cual la lipoproteína flota en un experimento de
    ultracentrifugación o a partir de su velocidad de
    flotación. La velocidad de flotación para una
    partícula de lipoproteína bajo condiciones
    estándar (la densidad de una solución de NaCl es de
    1.063) esta en unidades de Svedvergs (Sf). El
    coeficiente de flotación no está determinado para
    las HDL, es de 0-12 Sf para LDL, de 12-20
    Sf para IDL, de 20-400 Sf para VLDL y mayor
    a 400 Sf para los quilomicrones.

     En cuanto a las lipoproteínas, se pueden
    hacer las siguientes generalizaciones:

    1. el tamaño y el peso molecular de los
      complejos,
    2. el porcentaje de triacilglicéridos en el
      complejo, y
    3. la relación lípido-proteína en
      el complejo, decrecen al incrementarse la densidad de la
      lipoproteína.

     El contenido de colesterol es mayor en las LDL
    (45%).

     Considerando el decremento en la relación
    lípido-proteína con el incremento en la densidad de
    la lipoproteína, el porcentaje de proteína en el
    complejo varía de un valor bajo en los quilomicrones (2%)
    a uno alto en las HDL (50%).

     Si las proteínas componentes de las
    lipoproteínas, se separan de los componentes
    lipídicos por extracción de los lípidos con
    solventes orgánicos, las proteínas aisladas
    (apoproteínas o apolipoproteínas), identificadas
    inmunológica o químicamente resultan ser de varios
    tipos (ver Tabla).

    4.
    Composición

    Tanto el colesterol como los triglicéridos son
    transportados en sangre formando parte de moléculas
    llamadas lipoproteínas. Estas lipoproteínas
    están constituidas además por fosfolípidos,
    colesterol, proteínas y
    apolipoproteínas.

    En su conjunto, las lipoproteínas conservan una
    concentración de lípidos en sangre de unos 500 mg
    de lípidos totales en 100 ml de sangre. De estos 500, 120
    mg son triacilgliceroles (TAG), 220 mg es colesterol y 160 mg es
    fosfolípido.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    Las lipoproteínas consisten de un centro de
    lípidos hidrofóbicos rodeado por una cubierta de
    lípidos polares lo que, a su vez, está rodeado por
    una cubierta de proteína. Las proteínas que se
    utilizan en el transporte de los lípidos son sintetizadas
    en el hígado y son denominadas
    «apolipoproteínas» o «apo». Hasta
    8 apolipoproteínas pueden estar involucradas en la
    formación de la estructura de
    una lipoproteína. Las proteínas son llamadas Apo
    A-1, Apo A-2, Apo B-48, Apo C-3, etc.

    5. Lípidos
    que se trasportan en el plasma y concentraciones de
    lipoproteínas en el plasma

    – Lípidos que se transportan en el
    plasma

    El transporte de lípidos a través del
    cuerpo humano

    Los lípidos no pueden movilizarse en los fluidos
    corporales debido a su naturaleza
    hidrofóbica. Por ello, para permitir su transporte en el
    organismo, son combinados con proteínas llamadas
    betaglobulinas para formar lipoproteínas.
    Una vez que los lípidos han sido absorbidos a
    través del intestino, se combinan en el plasma
    sanguíneo con cadenas de polipéptidos para producir
    una familia de
    lipoproteínas distinta, las que son clasificadas en
    función de su densidad, determinada mediante
    centrifugación. Como los lípidos son mucho menos
    densos que las proteínas, se observa una relación
    inversa entre el contenido de lípidos y su densidad; por
    ejemplo, un alto contenido de lípidos significa
    partículas de baja densidad.

    – Concentraciones de lipoproteínas en el
    plasma

    El nivel de los lípidos en el plasma es el
    indicador clínico más comúnmente usado para
    medir el riesgo potencial
    de alguna enfermedad cardiovascular prematura. Los niveles de
    triglicéridos, colesterol y colesterol-HDL post-ayuno
    también pueden ser usados para identificar posibles
    anormalidades. Es característico de las mujeres la menor
    concentración de triglicéridos (80 mg/Dl.) respecto
    de la de los hombres (120 mg/Dl.); las mujeres también
    tienen más alto nivel de colesterol-HDL (55mg/Dl. versus
    43 mg/Dl. para los hombres). El bebé recién nacido
    tiene niveles de triglicéridos y de colesterol total entre
    un medio y un tercio de los de un adulto. Los niveles de
    colesterol-HDL son relativamente altos en el recién nacido
    (35 mg/Dl.) en el que la proporción entre colesterol total
    y colesterol-HDL es igual a 2; en los adultos esa
    proporción es de 3,5 para las mujeres y de 4,6 para los
    hombres. Los niveles de lípidos en los infantes son,
    quizá, los «ideales»; al nacimiento, el
    colesterol total en plasma es bajo mientras que el colesterol-HDL
    es relativamente alto. Excepto en el caso de anormalidades
    genéticas, las paredes vasculares de los recién
    nacidos están libres de rastros de grasa. La
    acumulación de grasa aparece durante los primeros
    años de vida, indicando que la ingesta alimentaría
    y los factores ambientales probablemente influyen sobre la
    iniciación y la progresión de la aterosclerosis. Al
    nacimiento, no se observan diferencias entre bebés varones
    o mujeres ya que las hormonas
    sexuales tienen, aparentemente, una reducida influencia en esta
    etapa del desarrollo.

    Las apolipoproteínas (Apo) son componentes
    estructurales de las lipoproteínas plasmáticas que,
    que juegan un papel importante en la regulación del
    metabolismo.
    De las nueve apolipoproteínas que se conocen, todas
    difieren en su contenido de aminoácidos y su peso
    molecular; su concentración plasmática en
    individuos sanos se encuentra en el rango de 0.03 a 0.15 g/l.
    Las apolipoproteínas poseen una conformación
    molecular típica conocida como "alfa hélice
    anfipática", en la que su porción
    hidrofóbica integra un alto contenido de
    aminoácidos no polares y su porción
    hidrofílica integra los residuos polares de los
    aminoácidos que son abundantes. Cada estructura es
    esencial para la integridad de la lipoproteína, para que
    sea capaz de interaccionar con los lípidos de la
    porción hidrofóbica de la molécula de
    lipoproteínas e interaccionar simultáneamente con
    el ambiente
    acuoso.
    Basados en un criterio alfabético, las
    apolipoproteínas pueden agruparse en cuatro familias que
    incluyen miembros de diferente estructura, función y
    carácter metabólico.

    Apolipoproteínas A

    Las apolipoproteínas A son un grupo de
    proteínas distribuidas en forma variable sobre diferentes
    lipoproteínas; por ejemplo, la Apo A-I y Ia Apo A-II se
    encuentra principalmente en HDL, pero también en los
    quilomicrones. La Apo A-IV se encuentra en forma libre en el
    plasma o unida a lipoproteínas.

    Apolipoproteinas

    Peso molecular Kda

    Concentración en plasma g/l

    Función

    Apo AI

    28,000

    1.0 – 1.5

    Activar enzima LCAT

    Apo AII

    17,000

    0.3 – 0.5

    ?

    Apo AIV

    46,000

    0.15 – 0.20

    Secreción de quilomicrones y transporte
    reverso de colesterol.

    Apo B48

    250,000

    0.5

    Secreción de quilomicrones

    Apo B100

    513,000

    0.8 – 1.0

    Interacción con receptor LDL

    Apo CI

    6,500

    0.04 – 0.07

    Activación de LACT

    Apo CII

    8,500

    0.03 – 0.08

    Cofactor de LPL

    Apo AIII

    8,750

    0.8 – 0.15

    Inhibición de LPL y su receptor

    Apo E

    39,000

    0.03 – 0.06

    Interacción con receptor LDL y receptor Apo
    E

    La Apo A-I es la apolipoproteína más
    abundante en el plasma; está presente casi en forma total
    en HDL y constituye cerca del 90% y 60-70% de la fracción
    proteica en las subfracciones HDL2 y HDL3 respectivamente. Los
    niveles plasmáticos de Apo A-I son generalmente mayores en
    mujeres y correlacionan positivamente con la concentración
    de HDL-Colesterol. Esta correlación no es válida en
    sujetos con hipertrigliceridemia, en donde la fracción HDL
    está enriquecida con triglicéridos y casi ausente
    el colesterol.
    La Apo A-I es sintetizada inicialmente en el hígado e
    intestino como un precursor proteico, el cual es degradado hasta
    su forma madura en plasma, que es una simple cadena
    polipéptida que contiene 243 aminoácidos. Como el
    componente proteico de mayor concentración de HDL,
    participa activamente en el "transporte reverso de colesterol",
    actúa como activador de la enzima
    lecitin-colesterol-acetiltransferasa (LCAT), y como liga para el
    complejo receptor-HDL, localizado en el hepatocito y sobre
    diversas células periféricas.
    La apolipoproteína Apo A-II es el segundo componente
    proteico de mayor concentración de HDL, aunque está
    ausente en la subfracción HDL2, este mismo constituye la
    tercera parte como componente proteico de HDL3. La Apo A-II se
    encuentra en menor concentración en plasma respecto de Apo
    A-I, y los niveles plasmáticos no correlacionan con los
    niveles HDL-colesterol. Desde un punto de vista estructural, la
    Apo A-II es diferente al resto de las proteínas
    transportadoras de lípidos porque es la única
    apolipoproteínas plasmática presente en forma de
    dimero. La Apo A-II está formada de dos cadenas
    polipeptidicas de 77 aminoácidos, unidos por un enlace
    disulfuro de los residuos de cistina de la posición 6. La
    función especifica de la Apo-II no está claramente
    especificada, pero recientes estudios indican que interviene en
    la regulación de la actividad de la lipasa
    hepática. Sin embargo, una absoluta ausencia de Apo-A-II
    fue observada en una familia japonesa, no encontrándose
    asociación con algún trastorno metabólico o
    condición clínica significativa. Lo anterior
    confirma que la Apo A-Il tiene una reducida participación
    en el metabolismo de lípidos.
    La apolipoproteína A-IV se encuentra en concentraciones
    mínimas en el plasma y es aquí donde circula en
    forma libre, así como también se encuentra unida a
    los quilomicrones y HDLA (cerca del 50%). La Apo A-IV está
    constituida por una cadena polipeptidica compuesta de 376
    aminoácidos, fuertemente conformada como una
    alfa-hélice de naturaleza anfipática,
    condición que es necesaria para unir los quilomicrones en
    las células del intestino y participar en el transporte
    reverso o contraflujo de colesterol, favoreciendo la interacción entre el HDL y las
    células.

    Apolipoproteína B

    La apolipoproteína B es una proteína con
    gran peso molecular, presente en los quilomicrones,
    lipoproteínas VLDL y LDL. Las concentraciones
    plasmáticas de Apo B se encuentran en el rango de 0.8 –
    1.0 g/l en individuos normolipémicos. Su
    concentración es directamente correlacional con los valores de
    colesterol total y colesterol HDL.
    Dos formas moleculares llamadas Apo B100 y Apo B48, existen en
    plasma. La primera es una simple cadena polipeptidica de 4,536
    aminoácidos; es una de las proteínas más
    grandes que existen en el plasma, sintetizada en el hígado
    y secretada dentro de VLDL. Esta es cuantitativamente mantenida
    durante la conversión de VLDL a IDL hasta LDL, de la cual
    es el único componente proteico. La Apo B 100 es
    indispensable para el acoplamiento de las partículas de
    lipoproteínas (VLDL). Esta juega un papel importante como
    molécula, ligando para LDL y su receptor. También
    participa en la regulación de los niveles de colesterol a
    nivel sanguíneo.
    La Apo B48 está constituida por una cadena polipeptidica
    de 2,152 aminoácidos (estos aminoácidos son
    similares a los de Apo B 100, por lo tanto, Apo B48 es el 48%
    similar con respecto de Apo B 100). Los niveles
    plasmáticos de Apo B48 en un sujeto normal en un periodo
    de ayuno, es de 50 veces menor respecto de la
    concentración de Apo B 100. Esta concentración
    tiene un remarcado incremento durante el periodo
    postprandial.
    La Apo B48 es sintetizada en el intestino y es una
    molécula esencial para la formación de
    quilomicrones.

    Apolipoproteína C

    Es una familia de proteínas de bajo peso
    molecular incluyendo la Apo C-I, C-Il y C-III. Las tres
    apolipoproteínas difieren en su peso molecular,
    composición de aminoácidos y su función. Las
    apolipoproteínas C son sintetizadas en mayor
    proporción en el hígado y en menor
    proporción en intestino; están presentes en
    lipoproteínas que integran en su mayor parte
    triglicéridos, tal es el caso de quilomicrones, VLDL, HDL.
    La Apo C en plasma tiene un importante papel, manteniendo el
    equilibrio
    dinámico entre HDL, quiomicrones y VLDL. La
    concentración plasmática en sujetos normales es muy
    bajo, 0.03 g/l para Apo C-II y 0.15 g/l para Apo C-III.
    Sólo se puede observar un incremento en periodos
    postprandiales y en pacientes con hipertrigliceridemia.
    Apo C-I es la apolipoproteína más pequeña;
    está compuesta de 57 aminoácidos. En procesos in
    vitro es capaz de activar la enzima
    lecitin-colesterol-acetiltransferasa (LCAT). Esta
    situación no indica que realice la misma función in
    vivo; sin embargo, la concentración y afinidad por la
    enzima es más elevada que la Apo A-I.
    Apo C-Il es un polipéptido de 79 aminoácidos, que
    está distribuido en forma variable de acuerdo a las
    diferentes clases de lipoproteínas. Esta juega un papel
    muy importante en la regulación del metabolismo de los
    triglicéridos; es en realidad, un cofactor esencial para
    la actividad de la lipasa lipoprotéica, enzima responsable
    de la hidrólisis de los triglicéridos presentes en
    las lipoproteínas, y es determinante en el catabolismo de
    lo quilomicrones y VLDL.
    Apo C-III está formado por 79 aminoácidos y
    está presente en plasma en su forma glicosilada. En
    relación a un análisis isoeléctrico, existen tres
    isoformas identificables C-III0, C-III1 y C-III2, dependiendo de
    las moléculas de ácido siálico a las que
    esté unido (la cual le sirve para favorecer su
    unión con su receptor o a otras moléculas). Apo
    C-II y C-III participan en la regulación de la lipasa
    lipoprotéica, generando un efecto de inhibición
    sobre ella.

    Apolipoproteína E

    La Apo E es un polipéptido de 299
    aminoácidos, encontrándose en VLDL e LDL y como una
    subfracción de HDL llamada HDL1. La concentración
    plasmática en sujetos normales es de 0.03 – 0.07 g/l y se
    llega a incrementar 2 a 3 veces por hiperlipoproteinemia y en un
    padecimiento conocido como enfermedad beta-ancha, caracterizada
    por la presencia de una banda gruesa de lipoproteínas que
    emigra a la región pre-beta en un corrimiento
    electroforético. La Apo E se encuentra los humanos en tres
    isoformas reconocidas por análisis isoeléctrico,
    llamadas E2, E3 y E4. Las tres isoformas difieren una de otra por
    la sustitución de un simple aminoácido (arginina
    por cistina) en dos posiciones específicas de la secuencia
    de Apo E. La presencia de tres isoformas, cada una de ellas
    codificadas por un simple alelo, generan seis diferentes
    fenotipos, tres homocigotos (E2/E2, E3/E3 y E4/E4), y tres
    heterocigotos (E2/E3, E2/E4 y E3/E4), distribuidos en forma
    variable en la población. El fenotipo E3/E3 es el
    más común (60% de la población) y el E2/E2
    es el más raro y sirve como criterio absoluto de
    hiperlipoproteinemia tipo III.
    La Apo E es reconocida por su receptor específico
    (presente en el hígado y responsable del catabolismo de
    los residuos de quilomicrones) y por el receptor LDL (que
    también une a Apo B 100) la isoforma E2 no es reconocida
    por ningún tipo de receptor.

    6. Principales
    funciones

    1) Los quilomicrones y las lipoproteínas de muy
    baja densidad (VLDL) transportan por el cuerpo

    -triacilgliceroles, provenientes de la comida

    -triacilgliceroles endógenos, producidos por el
    organismo

    2) LDL y HDL, transportan el colesterol proveniente de
    la comida y el endógeno.

    3) Las HDL y VHDL, transportan los fosfolípidos
    ingeridos y los endógenos.

    4) Contienen:

    – LDL: 50-70 por ciento del colesterol total
    sérico y ambos están directamente relacionados con
    los riesgos de
    enfermedades cardíacas o coronarias.

    – HDL: 20-30 por ciento del colesterol total; los
    niveles de HDL están inversamente relacionados con los
    riesgos de enfermedades cardíacas o coronarias.

    – VLDL: 10-15 por ciento del colesterol sérico
    total y la mayor parte de los triglicéridos en el suero
    post-ayuno; las VLDL son precursoras de las LDL; se presume que
    algunas formas de VLDL, en especial las VLDL residuales, son
    aterogénicas.

    5) Quilomicrones (densidad <1,006 kg/L)

    – aparecen en la sangre transitoriamente, luego de una
    comida de contenido graso y normalmente desaparecen por completo
    antes de 12 horas.

    – Son ricos en triglicéridos y responsables por
    el aumento postprandial (luego de comer) de los
    triglicéridos en el plasma aunque normalmente no tienen
    efecto importante sobre la concentración de colesterol
    total.

    6) Las lipoproteínas consisten de un centro de
    lípidos hidrofóbicos rodeado por una cubierta de
    lípidos polares lo que, a su vez, está rodeado por
    una cubierta de proteína. Las proteínas que se
    utilizan en el transporte de los lípidos son sintetizadas
    en el hígado y son denominadas
    «apolipoproteínas» o «apo». Hasta
    8 apolipoproteínas pueden estar involucradas en la
    formación de la estructura de una lipoproteína. Las
    proteínas son llamadas Apo A-1, Apo A-2, Apo B-48, Apo
    C-3, etc.

    7) En su conjunto, las lipoproteínas conservan
    una concentración de lípidos en sangre de unos 500
    mg de lípidos totales en 100 ml de sangre. De estos 500,
    120 mg son triacilgliceroles (TAG), 220 mg es colesterol y 160 mg
    es fosfolípido.

    7.
    Clasificación

    Las lipoproteínas son conjugados de
    proteínas con lípidos, especializadas en el
    transporte de estos últimos y se dividen en varios
    grupos

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     Según su densidad:

    • HDL «High Density Lipoproteins»:
      Lipoproteínas de alta densidad ya que es mayor o igual a
      1.063. Los aspectos notables de estas partículas son su
      alto contenido de proteína (50 %) y su relativamente
      alto contenido de fosfolípidos (30 %). Generalmente, las
      HDL son divididas en dos subclases: HDL2 y HDL3. Las HDL2 son
      grandes y menos densas; las HDL3 son menores y más
      densas. Estas se conocen como las protectoras. Ya que no
      permiten que las otras lipoproteínas que son las
      agresoras se peguen a las células y nos provoque
      daños en nuestro cuerpo.

    La HDL sirve para remover el colesterol de las paredes
    de las arterias y devolverlo al hígado. Niveles altos de
    HDL (superiores a 45 mg/dl) se considera que protegen las
    arterias del peligroso estrechamiento y, así, contribuyen
    a prevenir los ataques cardíacos. En un estudio, los
    niveles de HDL por debajo de 35 mg/dl fueron estrechamente
    predictivos de muerte por
    enfermedad arterial coronaria.

    Esta partícula contiene apolipoproteína A
    y participa en el proceso de
    transporte "inverso" de colesterol, como se ilustrará en
    la figura. El HDL se forma a partir de HDL naciente que coalesce
    para formar partículas discoidales ricas en
    apolipoproteínas que corresponde a la subfracción
    HDL3 (densidad 1.125 a 1.210). Esta partícula
    se transforma en la subfracción HDL2
    esférica y menos densa (densidad 1.063 a 1.125) que se
    llena con ésteres de colesterol.

    El proceso de maduración de HDL (adquisión
    de colesterol HDL a partir de tejidos periféricos)
    comprende la activación de la lecitina colesterol
    aciltransferasa (LCAT) por la apolipoproteína-1. La LCAT
    esterifica el colesterol libre que HDL3 eliminó
    de los tejidos periféricos, permitiendo el transporte de
    la molécula esterificada en HDL2, que a su vez
    deposita el colesterol directamente en el hígado donde
    puede eliminarse a través del sistema biliar.
    Además de esta vía clásica de transporte
    inverso, el C-HDL también transfiere el colesterol a
    C-VLDL y C-LDL a cambio de
    triglicéridos. Este es un proceso de transporte inverso
    que se identificó recientemente, que permite en forma
    indirecta que el colesterol HDL trasferido regrese a los
    receptores hepáticos para LDL vía el C-LDL
    plasmático. Se piensa que la participación en este
    proceso de transporte inverso es el mecanismo por el cual C-HDL
    se relaciona inversamente con menor riesgo de CC, aunque evidencias
    recientes indican que HDL tiene una función antioxidante
    que ayuda a prevenir la oxidación aterógena de LDL.
    La subpartícula HDL2, por lo general, se
    considera como componente antiaterógeno específico
    de HDL, aunque esto no está bien establecido; los datos
    prospectivos recientes sugieren que la subpartícula
    HDL3 es igualmente protectora. De manera alternativa,
    puede clasificarse a HDL según contenga sólo apo
    A-I (Lp A-I) o tanto apo A-I como apo-II (Lp A-I: A-II).
    Según la evidencia actual Lp A-I representa la
    subpartícula benéfica de HDL.

    Además, el metabolismo de triglicéridos
    está asociado de manera inversa con el HDL. La
    hipertrigliceridemia causa disminución en la
    concentración plasmática de C-HDL2; esto
    puede ser responsable del efecto de la trigliceridemia como
    factor de riesgo de CC.

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    Vía endógena del metabolismo
    lipídico. En ella es fundamental la participación
    de la proteína de transferencia de ésteres de
    colesterol (CETP), para que las partículas de colesterol
    sean captadas por las lipoproteínas de alta densidad y
    transportadas al hígado.

    • IDL también se conocen como VLDL-beta o
      remanentes VLDL «Intermediate Density
      Lipoproteins»: Lipoproteínas intermedias. Cuya
      Densidad está entre 1.006 y 1.019 Estas
      partículas, que se forman de manera temporal durante el
      metabolismo de VLDL, Contienen apo-E y son eliminados por el
      hígado a través de los receptores LDL (o
      B/E).

    Las disbetalipoproteinemia (hiperlipoproteinemia Tipo
    III) es un trastorno lipídico caracterizado por la
    presencia anormal de IDL plasmática; esto se debe a un
    defecto de la apolipoproteína E (isoforma
    apo-E2) además de un sobreproducción de
    VLDL, lo que da lugar a acumulación de IDL remanente no
    catabolizada característica de este
    padecimiento.

    En este caso, hay un impedimento en las vías
    metabólicas normales del IDL, incluyendo el consumo
    hepático directo de ILD o su conversión en LDL. Al
    parecer las partículas remanentes son
    aterógenas.

    • LDL «Low Density Lipoproteins»:
      Cuya densidad está entre 1.109 y 1.063.
      Lipoproteínas de baja densidad. es altamente insoluble.
      Ya que constituyen la principal fuente de suministro de
      colesterol y de lipoproteína acarreadora de colesterol;
      además se cataboliza tanto por vías mediadas por
      receptores.no resulta sorprendente que el LDL tenga un rol
      significativo en el desarrollo de la enfermedad
      aterosclerótica.  

    Estas son las agresoras y son las que más
    daño
    nos pueden producir porque contienen mayor cantidad de
    colesterol, estas cantidades de colesterol y ésteres
    asociadas a la LDL son habitualmente de unas dos terceras partes
    del colesterol plasmático total.

    Su importancia radica en el conocimiento
    de la homeostasis
    del colesterol que puede comprenderse revisando las consecuencias
    que tienen las concentraciones plasmáticas elevadas de
    colesterol cuando se mantiene de forma prolongada.

    Se ha identificado la presencia de receptores de LDL en
    orificios recubiertos en la superficie celular que tiene el
    propósito de captar el LDL. Este proceso esta mediada
    vía apolipoproteína B-100, apo-E y receptores B/E,
    lo que permite la adquisión subsecuente de colesterol y su
    utilización por la
    célula.

    Es importante reconocer que el 70% de los receptores
    para C-LDL se encuentran en los hepatocitos, lo que permite que
    el hígado reutilice el colesterol. El colesterol
    introducido a las células por este proceso mediado por
    receptores limita la síntesis
    de colesterol al inhibir la actividad de la enzima que regula la
    tasa de este proceso, la reductasa de la 3-hidroxi-3-metil
    glutaril coenzima A (HMG-CoA). Esto brinda a las células
    un medio para regular su contenido de colesterol; por ejemplo, se
    piensa que el colesterol dietario de los quilomicrones remanentes
    disminuye los receptores hepáticos del LDL.

    La vía de utilización de C-LDL no mediada
    por receptores es una ruta de salida que involucra a los
    macrófagos del sistema del retículo endotelial.
    Esta vía, al parecer responsable, sobre todo, de
    acumulación de C-LDL modificado, esta implica en el
    proceso de aterógeno.

    El C-LDL modificado comprende partículas oxidadas
    por radicales libres o glucosiladas. Estas alteraciones
    químicas importantes elevan la aterogenicidad de C-LDL. El
    probucol disminuye el progreso de las lesiones
    ateroescleróticas en el estudio de conejos de Watanabe,
    actuando probablemente como un antioxidante.

    Se identificó hipercolesterolemia familiar como
    un trastorno autonómico Mendeliano dominante, como
    resultado de la presencia de defectos en los receptores LDL. En
    este caso se elevan los niveles plasmáticos de C-LDL
    plasmáticos. La hipercolesterolemia familiar se
    caracteriza por concentraciones aterógenas de colesterol
    plasmático total (LDL e IDL) muy elevadas.

    Al parecer, las LDL de pequeño tamaño
    tienen un menor contenido de sustancias antioxidantes,
    lo que las hace más propensas a la oxidación y
    favorece su acumulación en las células espumosas.
    Así, los dos fenómenos descritos se conjugan de
    manera que estos sujetos no sólo presentan aterosclerosis
    temprana, sino que son más propensos al desarrollo de
    fenómenos trombólicos (figura).

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    Figura. Cierta clase de
    lipoproteínas de baja densidad, más pequeñas
    y densas, favorecen el desarrollo y progresión de las
    placas de ateroma, pues se oxidan con mayor facilidad y son
    más afines por los receptores de membrana. Por otra parte,
    la hiperproducción de estromelisina facilita la
    inestabilidad y posterior ruptura de la placa
    aterosclerótica.

    • VLDL: LIPOPROTEÍNAS DE MUY BAJA
      DENSIDAD «Very Low Density Lipropotein» (Densidad
      de 0.95 a 1.006)

    Esta partícula, compuesta sobre todo de
    triglicéridos es secretada por los hepatocitos y contiene
    apolipoproteínas B-100. Concentraciones elevadas de VLDL
    dan como resultado hipertrigliceridemia.

    Los triglicéridos de la partícula C-VLDL
    plasmática circulante son eliminadas por lipasas titulares
    (deslipidación) para almacenarse (lipasa lipoproteica
    adiposa) o utilizarse (lipasa lipoproteica esquelética).
    La apolipoproteína C tiene una función muy
    importante en la modulación
    de la actividad de las lipasas lipoproteicas.

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    • Quilomicrón:
      Lipoproteínas de muy baja densidad menor a 0.95 y son
      precursoras de las lipoproteínas de baja densidad. Son
      relativamente bajas en proteínas, fosfolípidos y
      colesterol, pero altas en triglicéridos (55 a 95 %). En
      términos más amplios, estas partículas son
      denominadas «lipoproteínas ricas en
      triglicéridos». Derivaban de las grasas dietarias
      (exógenas) absorbidas en el intestino, y se forman en el
      epitelio intestinal. Estas partículas consisten sobre
      todo en triglicéridos (98% de su peso) con colesterol y
      una sola apolipoproteína, la B-48.

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    • Triglicéridos: Los
      triglicéridos son moléculas grasas empaquetadas
      junto con el colesterol en las esferas de transporte de las
      lipoproteínas. Los triglicéridos proporcionan
      energía para los músculos esqueléticos y
      para almacenamiento en los adipositos. Altos niveles
      de trglicéridos desplazan al colesterol-HDL. Se han
      obtenido evidencias recientes que indicarían que los
      triglicéridos pueden ser grandes generadores de problemas
      para el corazón.
      Las investigaciones
      también sugieren que el organismo convierte los
      transportadores de triglicéridos en partículas
      LDL de muy reducida densidad, más peligrosas que la
      propia LDL. Los triglicéridos pueden ser responsables,
      también, del desarrollo de coágulos
      sanguíneos que bloquean las arterias y concluyen en un
      ataque cardíaco. Con frecuencia, los
      triglicéridos elevados están asociados a la
      resistencia a
      la insulina, la obesidad (en
      particular alrededor del abdomen) y la diabetes.

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    Los quilomicrones se hidrolizan en la superficie
    capilar, los triglicéridos son extraídos de la
    parte lipídica de la partícula; esto se hace
    mediante lipasas titulares, que requieren apolipoproteína
    C-II como cofactor.

    La partícula restante (o remanente)
    (relativamente rica en ésteres de colesterol) es
    responsable del transporte de las grasas dietarias (100 gr. de
    triglicéridos y 500 mg. de colesterol diario) al
    hígado donde son utilizados

    Los receptores hepáticos que contiene la apo-E
    reconocen y eliminan del plasma a los quilomicrones remanentes.
    La tasa de depuración de estas partículas depende
    de la subfracción de apo-E presente; las partículas
    que contienen apo-E2 se elimina con más
    lentitud que las que tienen apo-E3 y
    apo-E4.

    Propiedades físico-químicas de
    algunas de las lipoproteínas del plasma
    humano

     

    VLDL

    LDL

    HDL

    densidad (g/ml)

    0.950-1.006

    1.006-1.063

    1.063-1.210

    tamaño (nm)

    30-80

    18-50

    8.5-12

    migración
    electroforética

    pre-beta

    beta

    alfa

    composición (en peso):

     

    proteínas

    8 %

    22 %

    50 %

    triacilglicéridos

    55 %

    6 %

    8 %

    fosfolípidos

    18 %

    22 %

    22 %

    colesterol libre

    7 %

    8 %

    3 %

    ésteres de colesterol

    12 %

    42 %

    14 %

    ácidos grasos libres

    trazas

    trazas

    3 %

    8. Metabolismo de
    las principales lipoproteínas

    El metabolismo de las lipoproteínas tiene dos
    vías: una exógena y una endógena.

    La exógena es principalmente responsable de la
    absorción de las grasas dietarias en el estado
    postprandial y su distribución a los tejidos. Esta vía
    tiene los siguientes pasos:

    1. Inicia con la absorción de acidos grasos
    libres y colesterol en el intestino. Allí se convierten en
    esteres de colesterol y triglicéridos que se empacan en
    quilomicrones. Estos se secretan a la circulación
    periférica

    2. En los capilares del tejido adiposo y muscular, los
    quilomicrones se rompen por la lipoprotein lipasa produciendo
    mono y diglicéridos que entran a la célula.
    3. El resto del quilomicron se une a las HDL (lipoproteinas de
    alta densidad) y el remanente tiene portencial de formar
    ateromas. Los quilomicrones son captados rapidamente por el
    hígado.

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    superior

    La vía endógena transporta colesterol y
    triglicéridos a los rejidos en estado de
    ayuno. Esta vía tiene los siguientes pasos:

    1.. Empieza con la síntesis y secreción de
    lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), ricas en
    trigliceridos que son clivadas también por la lipoprotein
    lipasa en el tejido adiposo y el músculo: El remanente se
    transfiera a fracciones de HDL.

    2. El remanente de VLDL (también llamado IDL),
    tiene un potencial aterogénico y un 50% es captado por el
    hígado a través de receptores LDL
    (lipoproteínas de baja densidad)

    3. El LDL altamente aterogénico contiene
    principalmente colesterol, y la función de transportarlo a
    los tejidos que lo requieren (gónadas, glándulas
    adrenales y células con alta tasa de
    división)

    1. El hígado también tiene la
      función de remover estas LDL a través del
      receptor LDL. Dos tercios de las LDL se remueven de esta forma
      y el resto en las células de Kupffer, las células
      musculares lisas y los macrófagos, sin mediar
      ningún receptor. Esta última vía se cree
      que participa en el proceso aterogénico.

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    LPL= lipoproteína lipasa IDL=
    lipoproteínas de densidad intermedia, LDL=
    lipoproteínas de baja densidad, VLDL=
    lipoproteínas de muy baja densidad. Las letras
    aisladas denotan las principales apoproteínas (E,
    B48, B100, C, A)

    Figura 1. Los triglicéridos circulantes
    tienen un origen exógeno (de la dieta) o
    endógeno (de la síntesis hepática).
    La depuración de los mismos depende de la
    actividad de lipoproteína lipasa y de la
    captación hepática de moléculas
    remanentes. Esa depuración, a la vez, determina la
    eficiencia en la formación de HDL.
    En líneas entrecortadas son resaltadas las
    fracciones aterogénicas.

    Metabolismo de cada
    Lipoproteína

    • Quilomicrones: Chylomicrons se
      encuentra en la mucosa intestinal como los medios de
      transportar el colesterol y los triacylglycerols
      dietéticos al resto del cuerpo. Chylomicrons es, por lo
      tanto, las moléculas formadas para movilizar los
      lípidos (exógenos) dietéticos. Los
      lípidos predominantes de chylomicrons son
      triacylglycerols. Las apolipoproteinas que predominan antes de
      que los chylomicrons incorporen la circulación incluyen
      apo-B-48 y el apo-A-I-Uno-Y o, – A-II e intravenoso. Apo-B-48
      combina solamente con los chylomicrons.

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    Los quilomicrones del intestino van vía el
    sistema linfático e incorpora la circulación en la
    vena subclavia izquierda. En la circulación
    sanguínea, los chylomicrons adquieren el apo-C-II-C-Ii y
    el apo-E-E del plasma HDLs. En los tubos capilares del tejido
    fino adiposo y del músculo, los ácidos grasos de
    chylomicrons son quitados de los triacylglycerols por la acción
    de la lipasa de la lipoproteína (LPL), que se encuentra en
    la superficie de las células endothelial de los tubos
    capilares. El apo-C-II-C-Ii en los chylomicrons activa LPL en la
    presencia del phospholipidos. Los ácidos grasos libres
    entonces son absorbidos por los tejidos finos y la espina dorsal
    del glicerol de los triacylglycerols se vuelve, vía la
    sangre, al hígado y a los riñones. El glicerol se
    convierte al fosfato intermedio glicolítico del
    dihydroxyacetone (DHAP). Durante el retiro de ácidos
    grasos, una porción substancial del phospholipid, el
    apo-A-Uno y el apo-C-C se transfiere a HDLs. La pérdida de
    apo-C-II-C-Ii evita que LPL degrade más lejos los
    remanente del chylomicron.
    Los remanente de Chylomicron — conteniendo sobre todo el
    colesterol, el apo-E-E y apo-B-48 — entonces se entregan a, y
    se toman cerca, el hígado con la interacción con el
    receptor el remanente del chylomicron. El reconocimiento de los
    remanente del chylomicron por el receptor hepático el
    remanente requiere el apo-E-E. Función de Chylomicrons
    para entregar los triacylglycerols dietéticos al tejido
    fino adiposo y músculo y colesterol dietético al
    hígado

    • VLDL: La ingestión dietética de la
      grasa y del carbohidrato, en el exceso de las necesidades del
      cuerpo, conduce a su conversión en los triacylglycerols
      en el hígado.

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    Estos triacylglycerols se empaquetan en VLDLs y se
    lanzan en la circulación para la entrega a los varios
    tejidos finos (sobre todo músculo y tejido fino adiposo)
    para el almacenaje o la producción de la energía con la
    oxidación. VLDLs es, por lo tanto, las moléculas
    formadas para transportar los triacylglycerols endógeno
    derivados a los tejidos finos adicional-hepa'ticos. Además
    de los triacylglycerols, VLDLs contiene algunos ésteres y
    los apoproteins, apo-B-100, apo-C-I-C-Yo, apo-C-II-C-Ii,
    apo-C-III-C-III y apo-E-E del colesterol y del cholesteryl. Como
    chylomicrons nacientes, VLDLs nuevamente lanzado adquiere el
    apo-apo-Cs y el apo-E-E de circular HDLs.
    La porción del ácido graso de VLDLs se lanza al
    tejido fino adiposo y al músculo de la misma manera que
    para los chylomicrons, con la acción de la lipasa de la
    lipoproteína. La acción de la lipasa de la
    lipoproteína juntada a una pérdida de ciertos
    apoproteins (el apo-apo-Cs) convierte VLDLs a las
    lipoproteínas intermedias de la densidad (IDLS),
    también llamadas los remanente de VLDL. El apo-apo-Cs se
    transfiere a HDLs. Las proteínas restantes predominantes
    son apo-B-100 y apo-E-E. La pérdida adicional de
    triacylglycerols convierte el IDLS a LDLs.

    • IDL: Se forma el IDLS mientras que los
      triacylglycerols se quitan de VLDLs. El sino del IDLS es
      cualquier conversión a LDLs o al uptake directo al lado
      del hígado. La conversión del IDLS a LDLs ocurre
      mientras que se quitan más triacylglycerols. El
      hígado toma el IDLS después de que hayan obrado
      recíprocamente con el receptor de LDL para formar un
      complejo, que es endocytosed por la célula. Para los
      receptores de LDL en el hígado reconocer el IDLS
      requiere la presencia de apo-B-100 y de apo-E-E (el receptor de
      LDL también se llama el receptor de apo-B-100/apo-E). La
      importancia del apo-E-E en uptake del colesterol por los
      receptores de LDL se ha demostrado en los ratones transgenic
      que carecían los genes funcionales apo-E-E. Estos
      ratones desarrollan lesiones atherosclerotic severas en 10
      semanas de la edad.
    • Metabolismo de las VLDL y de las
      LDL

    Las VLDL se elaboran en las células del
    parénquima hepático mediante un mecanismo
    análogo al que se da en los enterocitos. En este caso, la
    apolipoproteína constituyente es la apo B-100 y los
    triglicéridos han sido sintetizados en el propio
    hepatocito a partir de ácidos grasos endógenos. La
    tasa de síntesis de VLDL es muy variable y depende
    fundamentalmente de la cantidad de ácidos grasos de que
    dispone el hígado: los de síntesis propia
    (lipogénesis) y los procedentes del tejido adiposo
    (lipólisis). Las VLDL son segregadas al plasma y sufren
    una serie de cambios semejantes a los que ocurrían con los
    quilomicrones. Así, adquieren apolipoproteínas C y
    E de las HDL y actúa sobre ellas la LPL, que hidroliza sus
    triglicéridos dejando los ácidos grasos liberados
    en disposición de ser captados por las células de
    los tejidos subyacentes. A su vez, las VLDL son objeto de la
    acción de la CETP, que permite el intercambio de
    triglicéridos por ésteres de colesterol con las
    HDL. Este intercambio de lípidos ocurre también
    entre las propias partículas VLDL, de manera que las VLDL
    de tamaño pequeño ceden ésteres de
    colesterol a las VLDL de mayor tamaño, mientras que toman
    triglicéridos; seguidamente, la LPL hidroliza estos
    triglicéridos. Esta acción coordinada entre CEPT y
    LPL permite que una determinada partícula de VLDL pierda
    progresiva y cíclicamente lípidos neutros, primero
    triglicéridos, luego ésteres de colesterol y
    así sucesivamente. Este proceso se completa con la
    pérdida de fosfolípidos y parte de las
    apolipoproteínas, que son recogidas por las HDL.
    Así pues, las lipoproteínas resultantes son de
    menor tamaño y mayor densidad que las VLDL y se denominan
    IDL. El tiempo medio
    de recambio de los triglicéridos de las VLDL es de unos 20
    min. y el de residencia de una partícula de VLDL en el
    plasma hasta su conversión en IDL, de unas
    horas.

    Las IDL conservan la molécula de apo B-100, que
    identifica su procedencia, y parte de las apolipoproteínas
    C y E. La presencia de esta última permite que sean
    eliminadas del plasma por acción del receptor
    hepático LRP y quizás también por la
    participación del proteoglicano de heparán sulfato
    (HSPG), que interacciona con las lipoproteínas
    reteniéndolas en la membrana. No obstante, el principal
    protagonista del aclaramiento de las IDL por el hígado
    parece ser el receptor LDL, reconociendo no tanto la apo B-100
    sino la apo E de las mismas.

    Una parte de las IDL, aproximadamente la mitad en
    condiciones fisiológicas normales, no son eliminadas por
    el hígado sino que permanecen en el plasma y sufren la
    acción de la lipasa hepática y la pérdida de
    las apolipoproteínas C y E. Las lipoproteínas
    resultantes siguen conservando la apo B-100, son ligeramente
    más densas que las IDL y ricas en ésteres de
    colesterol: son las LDL.

    Las LDL constituyen una reserva circulante de
    colesterol, con un tiempo de residencia en el plasma de 2-3
    días. Cuando las células requieren colesterol,
    expresan el receptor LDL en su membrana, el cual les permite
    captar las LDL mediante endocitosis. A excepción del
    hígado, que puede excretar el colesterol a la bilis o
    utilizarlo para la síntesis de ácidos biliares, y
    de las glándulas esteroidogénicas, que lo destinan
    a la síntesis de hormonas, los requerimientos de
    colesterol del resto de las células son muy bajos puesto
    que únicamente lo utilizan para la formación de
    membranas y, el caso, es que también pueden sintetizarlo a
    partir de acetil-CoA. En coherencia con ello, aproximadamente el
    75 por ciento de las LDL del plasma acaban siendo catabolizadas
    por el hígado. En cuanto a los receptores que protagonizan
    el aclaramiento de las LDL, más de dos tercios
    corresponden al receptor LDL.

    La concentración de cLDL en el plasma viene
    determinada por la tasa de producción de VLDL, por un
    lado, y la tasa de eliminación de IDL y de LDL, por otro.
    Cuando el hígado recibe un exceso de colesterol procedente
    de la dieta (a través de los quilomicrones remanentes y
    del receptor LRP, no regulado), se reprime la actividad del
    receptor LDL hepático, por los mecanismos antes
    comentados, lo cual se agrava si recibe ácidos grasos
    saturados, que no favorecen la acción de la ACAT. Al
    tiempo, la síntesis de triglicéridos puede estar
    incrementada por efecto de una aumentada lipogénesis (por
    exceso de glúcidos, etanol, etc.) o por estímulos
    hormonales, estimulándose la secreción de VLDL. En
    estas circunstancias se produce claramente un desbalance entre la
    tasa de entrada de colesterol al plasma en forma de VLDL,
    aumentada, y la tasa de eliminación de LDL a través
    del receptor, disminuida, lo que provoca el aumento de la
    concentración de estas últimas, causa principal de
    la hipercolesterolemia. Se entiende entonces cómo debe
    modificarse la dieta con fines profilácticos y
    terapéuticos: reducción del contenido de
    colesterol, de la proporción de ácidos grasos
    saturados y del contenido calórico. El aclaramiento de las
    LDL puede aumentarse fármaco lógicamente con
    inhibidores de la HMG-CoA reductasa que, secundariamente
    estimulan la actividad del receptor LDL. Estos inhidores de la
    síntesis de colesterol pueden incluso llegar a inhibir la
    producción de VLDL, por lo que su beneficio en el
    tratamiento de la hipercolesterolemia es doble.

    • Metabolismo de las HDL

    Las HDL participan en el transporte de colesterol en el
    sentido centrípeto, desde los tejidos periféricos
    al hígado, en lo que se denomina "transporte reverso de
    colesterol", pero su papel es mucho más amplio, como ya
    hemos visto, por ejemplo, al comentar el metabolismo de las otras
    lipoproteínas.

    El origen metabólico de las HDL es complejo ya
    que sus diversos componentes tienen una procedencia
    múltiple. La apo A-I, componente principal de estas
    lipoproteínas, se sintetiza en hígado e intestino,
    mientras que las otras apolipoproteínas se sintetizan
    preferentemente en el primero. Las HDL que segregan estos dos
    tejidos son partículas discoidales o bien esféricas
    de tamaño muy pequeño, relativamente ricas en
    proteínas y fosfolípidos y escasos ésteres
    de colesterol. Estas HDL recogen colesterol libre de las
    células a través de varios mecanismos: bien por
    simple contacto con las membranas o por interacción con
    receptores específicos que reconocerían la apo A-I.
    En este segundo caso, la interacción con el receptor
    (todavía sin identificar) parece desencadenar una
    respuesta celular que facilita el trasiego del colesterol
    intracelular hacia la membrana, donde sería recogido por
    la lipoproteína gracias a un gradiente químico de
    concentración favorable. En cualquier caso, para que las
    HDL puedan recoger el colesterol celular, éste debe
    localizarse en la cara externa de la membrana plasmática,
    proceso que, como hemos visto anteriormente, corre a cargo de la
    proteína ABC-1. En cuanto a la captura de colesterol, las
    partículas conocidas como preß1-HDL, pequeñas
    y ricas en apo A-I, parecen ser las más eficaces pero, en
    general, todas las HDL son capaces en mayor o menor medida de
    recoger colesterol libre. Ahora la LCAT se adhiere
    físicamente a estas partículas y se esterifica el
    colesterol. Los ésteres de colesterol que se forman ocupan
    el núcleo de la lipoproteína y en sucesivos ciclos,
    la partícula va agrandándose y adopta forma
    esférica, transformándose en una HDL3. Las HDL3
    constituyen una población heterogénea, que en
    promedio contiene 3 ó 4 moléculas de apo A-I por
    partícula, pero coexisten partículas que contienen
    también apo A-II. Aunque se ha propuesto que estas
    últimas interaccionan peor con el hipotético
    receptor para apo A-I, realmente el significado
    fisiológico de la existencia de ambos tipos de HDL y los
    factores que determinan el trasiego de apo A-II entre las
    lipoproteínas no se conocen. Las HDL3 pueden seguir
    aceptando colesterol y también fosfolípidos y
    apolipoproteínas de las otras lipoproteínas, todo
    lo cual hace que aumenten de tamaño,
    transformándose en HDL2. Todas las HDL, si bien las HDL2
    con mayor eficacia, son
    sustratos para la CETP, con lo que ceden ésteres de
    colesterol a las lipoproteínas que contienen apo B al
    tiempo que adquieren triglicéridos de ellas. Así
    pues, el colesterol celular recogido por las HDL acaba en las
    VLDL/LDL, desde donde puede ser cedido a los tejidos,
    fundamentalmente al hígado. Ésta es la rama
    indirecta del transporte reverso de colesterol, que en la especie
    humana es la mayoritaria por la alta actividad relativa de CETP.
    La rama directa estaría delimitada por la cesión de
    colesterol de las HDL a los tejidos directamente. Por ejemplo, la
    pequeña fracción de las HDL2 que han adquirido apo
    E, bien de las lipoproteínas bien de los
    macrófagos, les permite ser reconocidas por el receptor
    LRP o por el receptor LDL y ser captadas por endocitosis. Otras
    pueden interaccionar con el receptor SR-B1 (o CLA-1) y ceder
    selectivamente los ésteres de colesterol sin ser
    internalizadas. Para completar el metabolismo de las HDL hay que
    considerar el destino de los triglicéridos y de los
    fosfolípidos. La HL hidroliza preferentemente los
    fosfolípidos y transforma las HDL2 en HDL3, permitiendo el
    reciclado de estas lipoproteínas. La hidrólisis de
    los triglicéridos, por su parte, por acción de la
    HL o de la LPL, al parecer determina la pérdida de apo A-I
    de la partícula. Esta proteína se constituye en
    aceptor de colesterol libre, reiniciando un nuevo ciclo o bien es
    eliminada por el riñón. El tiempo medio de
    residencia de una HDL en el plasma humano (en realidad, de la apo
    A-I), es de unos 5 días pero hay que reconocer que el
    metabolismo integral de las HDL es muy complejo y no se conocen
    con exactitud todas las transformaciones que sufren estas
    partículas ni los factores que las controlan.

    Las alteraciones primarias que afectan al metabolismo de
    las HDL son muy raras. La deficiencia de apo A-I se asocia con
    niveles de cHDL muy bajos, pero no implica la ausencia total de
    HDL porque persisten lipoproteínas con apo A-II y apo E.
    En la deficiencia de LCAT las HDL son anormales: discoidales,
    carentes de ésteres de colesterol y relativamente ricas en
    fosfolípidos y proteína, lipoproteínas que
    recuerdan a la LpX, lipoproteína que aparece en las
    colestasis, donde aparte de una regurgitación de bilis
    hacia el plasma se presenta también una cierta deficiencia
    de LCAT. En la enfermedad del ojo de pescado, la ausencia de
    actividad a-LCAT determina también un descenso del
    número de partículas de HDL, aunque menos acusado
    que en el caso anterior. Otra alteración es la enfermedad
    de Tangier, donde la concentración de HDL plasma es muy
    baja al parecer por una aumentada degradación de las
    mismas, que tiene como causa última la deficiencia de
    ABC-1, que impide el abastecimiento de colesterol a las HDL.
    Aunque el defecto no afecta primariamente a las HDL, en este
    apartado de hipoalfalipoproteinemias también debe
    mencionarse la deficiencia de LPL, que en su condición
    homocigótica cursa con niveles extremadamente bajos de
    HDL, probablemente debido al enriquecimiento de
    triglicéridos de las HDL, lo cual acelera su catabolismo.
    Más frecuentes son los descensos moderados de las HDL que,
    resumidamente, pueden tener origen en una disminuida actividad de
    LPL o una hipertrigliceridemia por otras causas, donde
    también se estimula la transferencia de
    triglicéridos a las HDL por acción de la CETP y
    aumenta su degradación. En el otro extremo tenemos la
    deficiencia de CETP, donde se produce hiperalfalipoproteinemia.
    En este caso es fácil entender el aumento de la
    concentración de cHDL, ya que los ésteres de
    colesterol quedan confinados a las HDL, donde se forman. Menos
    evidente es la causa del aumento de la concentración de
    apo A-I, en definitiva, del número de partículas de
    HDL; en el terreno de la especulación podría
    decirse que la falta de transferencia de triglicéridos
    desde las VLDL/IDL a las HDL, evita la acción de las
    lipasas sobre estas últimas y, con ello, aumenta el tiempo
    de residencia de la apo A-I en el plasma. Estas alteraciones dan
    luz sobre
    algunos de los pasos metabólicos que sufren estas
    lipoproteínas pero son muchos aún los aspectos que
    están por descifrar, como el significado de las diferentes
    subpoblaciones de HDL o los factores que controlan el trasiego de
    apolipoproteínas entre ellas.

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