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La crisis en la gestión de los eventos adversos. Una perspectiva psico-social




Enviado por svaleroalamo



    1. Resumen
    2. La crisis y su impacto
      organizacional
    3. La crisis como variable
      individual
    4. Reglas mínimas
      preventivas de la crisis
    5. Conclusión
    6. Bibliografía

    Resumen

    Los eventos adversos ponen a prueba a las organizaciones y
    sus estilos de gerenciamiento así como a los propios
    lideres encargados de tomar decisiones los cuales tienen que
    enfrentarse a múltiples estresores que se presentan tanto
    en el planeamiento la
    intervención y la desmovilización , sin embargo a
    pesar de todo ello estos funcionarios son permanentemente
    renuentes a aceptar que tanto ellos como sus equipos de respuesta
    necesitan conservar una buena salud mental y
    física que
    garantice la continuidad en el comando.

    Palabras claves: Salud mental, emergencias,
    desastres, estrés,
    crisis.

    ANTECEDENTES

    En el marco del Congreso Americano de Cardiología
    realizado en Orlando Florida en Noviembre del 2003 el Dr. Jianwei
    Feng científico de la Universidad de
    Texas manifestó que durante los dos meses que siguieron al
    ataque terrorista de las Torres Gemelas aumentaron en un 35% los
    infartos y un 40% las internaciones por arritmias cardiacas en el
    hospital Metodista de Brooklyn en Nueva York .

    El estrés incrementa el nivel de hormonas y por
    ello las personas con enfermedad cardiovascular enfrentan mayor
    riesgo de
    eventos cardíacos severos. Todos los infartos y las
    arritmias cardíacas se vinculan con el alza de las
    Catecolaminas, que se incrementan durante momentos de
    tensión y estimulan algunos centros
    neuroquímicos

    Durante la edición
    del año 1997 en el mismo congreso los Israelíes
    indicaron que el principal factor de riesgo para sufrir un
    infarto era el
    estrés debido a la permanente situación de guerra y por
    ello eran los más jóvenes los mas propensos en
    relación al resto del mundo.

    En comparación con los dos meses previos al
    ataque terrorista, Feng y colaboradores

    hallaron que antes del atentado el 11.2% de los
    pacientes habían tenido un ataque al corazón,
    pero esta cifra se incremento al 15% luego del 11 de setiembre
    con un aumento del 35%. La cantidad de ingresos con
    arritmias fue aún mayor en comparación: 13.3% de
    pacientes antes y 18.8% después, representando un aumento
    del 40%.

    Diene Myers y Clara Barton (2001), en un estudio
    realizado sobre las consecuencias del atentado al edificio
    Federal de Oklahoma (1995), realizado 3 años
    después en 1998, entre los policías y bomberos que
    habían participado en el rescate del atentado se reporto
    un incremento de la violencia
    familiar, un aumento del 25 al 30% de divorcios en el
    Departamento de Policía y en el Departamento de Incendios se
    reporto un aumento en un 300% y se identificaron 5 casos de
    suicidios entre los trabajadores de rescate.

    Jeffrey T. Mitchell (1994) en su publicación
    titulada "Compassion Fatigue" manifiesta que no existe
    ningún tipo de entrenamiento,
    que pueda eliminar completamente la posibilidad de que una
    persona que
    trabaja con víctimas primarias, sea afectada por el
    Desorden de Estrés Traumático Secundario
    (síndrome de la compasión), debido a que
    todas las personas que realizan este tipo de trabajo (ya
    sea por largo tiempo o por
    una sola experiencia), son vulnerables al estrés
    postraumático de las personas que auxilian.

    El Centro Nacional de Capacitación para Emergencias en
    Emmitsburg, Maryland – NFPA – FEMA el 9 julio 1986 en su manual para la
    prevención y manejo del estrés en los Departamentos
    de incendios reconoce que "El estrés agudo es uno de los
    peligros ocupacionales mas serios en el servicio de
    incendios, porque afecta la salud, el desempeño en el trabajo,
    afecta la vida familiar y espiritual, estos problemas
    emocionales pueden llegar asta promover el mayor consumo de
    alcohol o
    drogas;
    así mismo se observa en la mayor tasa de divorcios y el
    aumento de enfermedades
    ocupacionales".

    El análisis de la crisis se puede abordar
    desde dos perspectivas la primera de ellas la de tipo
    organizacional y la segunda de tipo individual, indudablemente la
    primera repercute sobre la segunda lo que le ocurre a la
    organización le ocurre a cada uno de sus integrantes y
    con mayor medida en la gerencia
    responsable de la toma de
    decisiones, en tal sentido trataremos de ver cada uno de
    estos enfoques.

    LA CRISIS Y SU
    IMPACTO ORGANIZACIONAL

    Las crisis en especial la desencadenadas por eventos
    adversos nos permiten revelan las verdades ocultas de nuestra
    organización, permiten entender si los
    planes de contingencias realmente funcionan si somos lo
    suficientemente flexibles para ponerlos en marcha y adaptarnos
    creativamente a la nueva situación presentada, las crisis
    nos ponen al descubierto las relaciones, vínculos y modos
    de pensar y de hacer de los integrantes de la organización
    que, previamente a su desencadenamiento no eran percibidos ni
    entendidos.

    Toda crisis trae consigo un potencial positivo o
    negativo de cambio de
    ahí que emergen posibilidades de repensar las estrategias y
    estructuras
    organizacionales cuya mera consideración era imposible de
    ser encarada con anterioridad a la situación de
    crisis.

    El análisis de la Gestión del Riesgo y la
    teoría
    organizacional no han dado al tema de la crisis un trato
    suficientemente detallado, tanto en lo que se refiere al desarrollo del
    concepto, como
    en cuanto a su interrelación con otras variables
    organizacionales, En este sentido surgen las preguntas
    ¿Cómo gestionar una crisis causada por
    inundaciones, terremotos o
    catástrofes naturales o tecnológicas en general?,
    las aristas de las variables que desencadenan la crisis pueden
    ser muy variadas por esto es que en la gestión de los
    eventos adversos las crisis tienen un enfoque tridimensional es
    decir pueden desencadenarse en cualquiera de sus fases (antes,
    durante o después).

    En el antes pueden ser precipitadas por una
    situación política inestable
    que conlleve a la renuncia de los cargos de confianza de los
    directivos de los cuales dependen nuestros programas de
    presupuestos o
    de ejecución de obras o los recortes por decisiones
    políticas de emergencias.

    En el durante puede manifestarse por la magnitud,
    extensión o característica propia del impacto del
    evento adverso que puede desbordar todos los planes de
    Contingencia o plantear una nueva situación no prevista
    con antelación como fue el caso del incendio de "Mesa Redonda"
    en el centro histórico de Lima en el cual murieron unas
    300 personas aproximadamente desbordando la capacidad de atención de la Morgue de Lima y por el
    grado de destrucción de los cuerpos se imposibilitaba su
    reconocimiento. En esta fase también priman las comunicaciones
    confusas, los pedidos desproporcionados de ayuda, los reportes
    periodísticos alarmistas, las presiones de los
    políticos y de los propios afectados contribuyen a
    aumentar el impacto de la crisis en las primeras
    horas.

    En el después la crisis puede ser desencadenada
    por el desborde en la atención logística a las demandas de ayuda
    humanitaria que se solicitan, su traslado almacenamiento y
    distribución, en muchas ocasiones el
    problema se deriva de los recursos y su
    disponibilidad depende también de en qué parte del
    país están a la hora de estallar una crisis. Los
    problemas de saneamiento ambiental y la rehabilitación de
    los servicios
    básicos esenciales apuntando a la reconstrucción
    futura, el lenguaje
    que se utiliza entre las diversas organizaciones que intervienen
    es fundamental a la hora de decir lo que se necesita, cómo
    se necesita y qué está ocurriendo es casi inviable
    por la simple razón de que no nos entendemos. Estos son
    unos pocos ejemplos de las múltiples variables que pueden
    desencadenar una crisis de gestión frente a un evento
    adverso.

    Por lo consiguiente es necesario aprovechar los momentos
    de relativa calma para preparar los momentos adversos, la
    metodología y el
    conocimiento de estas situaciones pueden ser críticas
    para el futuro inmediato de la organización, lo que se
    debe hacer es analizar el estado
    presente y la evolución de todos los parámetros
    claves de funcionamiento de la organización como son los
    Planes de Contingencias, la Organización, funcionamiento
    de los Equipos de Respuesta, las coordinaciones y fortalezas
    intersectoriales, los presupuestos asignados, los recursos
    logísticos disponibles entre otros.

    Hay que destacar que aunque pueda haber una crisis
    generalizada, por el impacto de un gran evento adverso eso no
    quiere decir que exista crisis en nuestro sector o en nuestra
    organización.

    Si se concluye que la organización puede entrar
    en crisis, se podría aplicar una metodología
    adaptada a la Gestión de los riesgos
    propuesta por Eduardo Navarro, Socio Director de Improven
    Consultores en Octubre del año 2001 que puede ayudar, la
    cual es la siguiente:

    • Analizar el problema cualitativa y
      cuantitativamente.

    Haga un análisis profundo de la
    organización y de su entorno e identifique cuales son
    los motivos del problema. Esta es la fase más importante
    ya que un diagnóstico erróneo es
    crítico.

    En esta fase no es llegar a un resultado como "estamos
    en crisis porque tenemos un evento adverso o estamos en crisis
    porque no sabemos como responder al evento adverso". Hay que
    continuar el análisis… ¿por qué nuestra
    organización se afecto por el evento adverso?
    ¿cuál es nuestra capacidad de respuesta?
    ¿qué segmentos del evento son los que más
    nos afectan (problemas en las coordinaciones
    interinstitucionales, comunicaciones defectuosas, sistemas
    informáticos colgados, logística
    burocrática, recursos
    humanos insuficientes o descoordinados, etc)?
    ¿qué segmentos aportan valor y
    cuales no (crecimiento burocrático)? ¿cuál
    es nuestra estructura
    de costes, (contamos con el presupuesto
    apropiado para la respuesta o para las obras de
    prevención)? ¿qué está sucediendo
    con nuestra competencia
    (otras instituciones estatales o privadas dedicadas a
    labores de prevención o atención)?
    ¿cuál es nuestra posición competitiva en
    el sector? ….

    • Tener un plan

    Tener un plan de
    contingencias estratégico que defina el camino, objetivos y
    plazos para superar perfectamente las potenciales crisis es
    crítico en los momentos complicados ya que, unido a
    la
    comunicación interna, es la única manera de
    conseguir mantener la calma y de preparar la
    organización para la próxima
    emergencia.

    Tras definir el plan, se necesitan líderes en
    el interior de la organización que desarrollen y
    comuniquen el plan creando equipos eficaces y eficientes. Deben
    "entusiasmar" al resto del equipo ya que es crítico para
    el éxito
    del plan.

    • Desarrollar y perseverar

    El ánimo es muy importante en estos
    momentos.

    Si se empieza a no ver claro el camino y a abandonar
    el barco, los equipos se destrozan y se entra en una espiral
    que no es nada positiva.

    En este proceso es
    crítico el seguimiento de los resultados del plan e ir
    actuando en función
    de sus resultados.

    Esta fase se podría resumir en:

    • Seguir lo definido en el plan
    • Adaptar el plan a las condiciones
      cambiantes.
    • Seguir adelante
    • Seguir controlando y actuando

    Además de este plan, es necesario una serie de
    valores que
    ayudan en estos momentos tanto en la formulación del
    plan como en su implantación:

    • Enfocar los eventos adversos como una
      oportunidad y no como un castigo. Son estos momentos, en que se
      puede poner a prueba todo lo aprendido, lo planificado y lo
      entrenado.
    • Prepararse para cuando vuelva la
      calmas. Hay que tener u plan para la
      desmovilización de los recursos empleados y para el
      cuido de la salud mental de los trabajadores..
    • Pensar en todos los proyectos que
      no han podido ser desarrollados en los tiempos "tranquilos"
      debido a que la obsesión era responder a los tramites
      burocráticos y pensar en proyectos de
      inversión para el futuro.
    • Conocer exactamente en qué aporta valor
      y concentrarse en ello.
    • La solución no es solo la respuesta. En
      muchas ocasiones se piensa que incrementando la fuerza de
      respuesta se soluciona el problema. Esto no suele ser cierto el
      planeamiento y la ejecución de acciones
      desde la gestión y la prevención y
      mitigación son mas importantes que la sola
      respuesta.
    • Estudiar las posibilidades tecnológicas
      y del e-business. Las Nuevas
      Tecnologías ofrecen importantes posibilidades en la
      reducción de costes y desarrollo de la
      organización, que deben ser analizadas en estos
      momentos.
    • Usar la inteligencia predictiva. Se
      debe tener acceso permanente a todos los reportes
      meteorológicos, sismológicos,
      vulcanológicos así como estadísticas de los niveles de
      accidentalidad en las carreteras, las estadísticas de
      incendios y sus tipos, las atenciones prehospitalaria, la
      capacidad de atención de las equipos de primera
      respuesta y de los principales centros asistenciales, entre
      otros.

    LA CRISIS
    COMO VARIABLE INDIVIDUAL

    Karl A. Slaikeu (1984) manifiesta que una Crisis es un
    estado
    temporal de trastorno y desorganización, caracterizado
    principalmente por la incapacidad del individuo para
    abordar situaciones particulares (inesperadas) utilizando
    métodos
    acostumbrados para la solución de problemas y tiene el
    potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o
    negativo.

    Jhon M. Ivancevich y Nichael T. Matteson (1989) han
    identificado estresores organizacionales de tipo individual que
    están asociados directamente al rol que se
    desempeña o las tareas que se tienen que cumplir en la
    organización, estos estresores individuales surgen como
    resultado de las funciones que se
    despeñan en el trabajo, las crisis muchas veces se
    presentan cuando estos agentes estresores se han ido acumulando
    asta tornarse inmanejables; a continuación presentaremos
    algunos de ello:

    Roles conflictivos:

    Es la combinación de lo que se espera y exige al
    gerente de
    sí mismo y de otros miembros de la organización da
    cómo resultado un conjunto de fuerzas que pueden
    denominarse "presiones de rol", cuando surge una situación
    en la que dos o más presiones de rol se encuentran en
    conflicto,
    existe una condición de roles en conflicto, por ejemplo
    cuando una persona pide a un ejecutivo que haga una cosa que esta
    prohibida por otro ante quien es responsable el
    trabajador.

    La consecuencia de los roles en conflicto es la
    disminución de las satisfacciones en el trabajo toda vez
    que estos son el reflejo de prácticas disfuncionales en la
    organización la cual bajo el impacto de un evento adverso
    puede desencadenar una crisis de competencia por el mando,
    disminución de la calidad en las
    decisiones tomadas y reducción de la creatividad y
    dar como consecuencia la paralización en la
    ejecución de las ordenes desmoralizando a los equipos de
    primera respuesta.

    Ambigüedad en el rol:

    Es una falta de claridad sobre el papel que se
    está desempeñando, los objetivos del trabajo y el
    alcance de las responsabilidades en el trabajo individual, esto
    ocurre cuando los puestos son de "confianza" y/o se usan para
    pagar favores políticos dando como consecuencia de que el
    que asume el puesto de gerente desconozca por completo cuales son
    sus funciones y por lo consiguiente no las haga respetar o no las
    desarrolle en todo su contexto.

    Por otro lado puede que ocurra que el jefe superior
    desconozca las funciones del puesto o no las entienda o no les de
    la suficiente importancia "total desastres no hay todos los
    días"; esto puede traer como consecuencia estados de
    depresión, reducción de la
    autoestíma, disminución en la satisfacción
    con la vida, niveles bajos de motivación
    en el trabajo e intensiones expresas de abandonarlo (Margolis,
    Kroes y Quinn 1974, Caplan y Jones 1975).

    Sobrecarga de trabajo:

    La sobrecarga puede ser de dos tipos :

    • La cuantitativa. Cuando el gerente percibe que
      tiene mucho trabajo, diferentes cosas qué hacer o poco
      tiempo para terminar el trabajo asignado, existiendo una
      condición de sobrecarga cuantitativa.
    • La cualitativa. Ocurre cuando el gerente
      siente que carece de las habilidades para enfrentar su trabajo
      y/o la crisis desencadenada y que las normas de
      desempeño están muy altas, independientemente del
      tiempo que se tenga.

    El principal problema en el primer caso es que el
    gerente no se de cuenta de los signos de
    agotamiento y va a seguir hasta entrar en una fase de agotamiento
    en la cual su capacidad para tomar decisiones, para realizar
    calculo y proyecciones logísticas, tolerancia a la
    frustración y trato interpersonal se van a ver
    afectados.

    En el segundo caso cuando el gerente carece de la
    experiencia necesaria o proviene de ambientes académicos
    sin haber tenido la experiencia de campo que es tan importante en
    el gerenciamiento de los eventos adversos puede llegar asentir
    que la situación se le escapa de las manos y muchas veces
    su liderazgo es
    rebasado dando lugar a una crisis de liderazgo.

    La responsabilidad por otros.

    En muy pocos campos de la actividad gerencial las
    decisiones que se tomen pueden afectar la vida y la salud
    física y mental de los trabajadores y de terceros como en
    el campo de la gestión de los eventos adversos.

    El gerente decide el tipo de transporte a
    utilizar que equipos son los que van a intervenir, que tipo de
    herramientas y
    alimentos van
    a llevar hasta que características va a tener la ayuda que
    se va ha enviar y las personas que la van a recibir, en todo este
    proceso el genérente esta plenamente consciente de su
    responsabilidad y del impacto de sus decisiones.

    Wardwell y Colb. (1964) descubrieron que los individuos
    que tenían niveles significativos de responsabilidad por
    personas tenían mayor probabilidad de
    padecer afecciones cardiacas. Por ello la muerte del
    personal del
    equipo de primera respuesta o que resulten seriamente heridos
    pueden afectar a los lideres y dejar huellas indelebles en su
    salud física y mental para el resto de sus
    vidas.

    Falta de cohesión en el grupo:

    Para el gerente de la gestión del riesgo mantener
    unidos y cohesionados a sus equipos es una primera prioridad el
    mejor que nadie debe de saber que el trabajo en eventos adversos
    es latamente riesgoso y que la integridad física y
    supervivencia de ellos en condiciones extremadamente adversas va
    a depender básicamente de su grado de cohesión
    grupal

    El Center for Mental health of Emergencies(USA) ha
    logrado identificar una serie de factores que influyen en la
    conducta
    individual de los integrantes de los equipos de primera respuesta
    y que pueden ser adaptados a los encargados del gerenciamiento de
    los eventos adversos estos son:

    Factores de carácter individual:

    • Enfermedades crónicas (asma,
      cardiopatías, hipertensión, ulceras).
    • Estrés preexistente (desempleo,
      conflicto familiar, divorcio,
      enfermedades).
    • Experiencias traumáticas anteriores (fobias,
      temores)
    • Edad ( muy mayores)
    • Baja tolerancia a la frustración.
    • Incapacidad para trabajar en equipo o bajo presión.
    • Alteración en el ritmo diario del cuerpo
      (dormir y comer)

    Factores interpersonales:

    • Responsabilidad en la carga familiar.
    • Tiempo prolongado de ausencia de las fuentes de
      soporte social (operaciones de
      campo de tiempo prolongado produce extrañamiento de
      la
      familia).
    • Primeros en llegar a la emergencia, el impacto
      físico y el dolor humano presenciado por los que llegan
      primero a la escena es mas impactante de los que llegan
      posteriormente.

    Factores sociales:

    • Presión de los medios de
      comunicación masiva por obtener noticias o
      noticias desvirtuadas que generan rumores y alarmas en la
      población.
    • Presencia de políticos o autoridades
      públicas que exigen informes y
      reportes "urgentes".
    • Presencia de gran número de familiares que
      protestan o exigen informes sobre sus seres
      queridos.

    Factores propios del desastre:

    • Magnitud (máxima disrupción social
      producida)
    • Cambio repentino del aspecto físico de la
      comunidad.
    • Tipo de desastre y /o emergencia (fuga química o
      radioactiva, incendio petrolero, incendio estructural,
      accidente de aviación, terremoto) .
    • Hora en que se produce (día o de
      noche).
    • Grado de incertidumbre en lo que va a
      ocurrir
    • Duración.

    Así mismo existen ciertas variables que
    también influyen en la toma de decisiones y en la
    gestión del líder
    pudiendo afectar su moral y
    equilibrio
    emocional estas son:

    Pérdidas personales o lesiones

    • Lesiones físicas sufridas por los gerentes en
      la gestión.
    • Presencia de familiares y/o personas conocidas entre
      las víctimas.

    Estímulos traumáticos

    • Presencia de niños
      muertos, quemados o mutilados.
    • Gran número de cuerpos mutilados.
    • Gran sufrimiento humano
    • Quemados.

    Falla en la misión

    Fracaso en el logro de los objetivos, esto se agrava si
    es debido a una mala decisión o si se producen heridos o
    muertos entre los equipos o en terceros.

    El estar sometido a estos factores y variables por un
    tiempo prolongado van a tener ciertas repercusiones en las
    áreas físicas, cognitivas, conductuales y
    emocionales de los gerentes en una mayor o menor
    medida.

    Se han estudiado estas repercusiones con mayor
    detenimiento en la fase de intervención (durante) puesto
    que es la más critica y pueden dejar inopertivos a los
    comandos en
    los momentos más difíciles o afectar en su
    capacidad de gerenciamiento, se han agrupado en signos de
    requerirían una acción correctiva inmediata
    es decir que demanda la
    intervención medica urgente con atención de un
    psicólogo clínico en forma complementaria y
    aquellas no requieren de una acción
    correctiva inmediata
    pero que requieren ser abordadas lo mas
    pronto posible por un psicólogo emergencista o un
    profesional de salud.

    Fase de Intervención

    Área Física:

    Signos que requieren una acción correctiva
    inmediata:

    • Dolor en el pecho
    • Presión arterial alta
    • Arritmias cardiacas
    • Excesiva deshidratación
    • mitos
      excesivos
    • Signos severos de Shock
    • Colapso por exhaustación
    • Dificultad respiratoria

    Signos que no requieren una acción correctiva
    inmediata:

    • Nauseas
    • Dolor de estomago
    • Tremor
    • Disturbios del sueño
    • Dolor muscular
    • Diarreas
    • Problemas de visión
    • Fatiga
    • Sensación de
      descoordinación
    • Sudoración profusa
    • Pulso acelerado
    • Temblores
    • Boca seca
    • Escalofríos

    Área Cognitiva:

    Signos que requieren una acción correctiva
    inmediata

    • Decremento en el estado de alerta
    • Dificultad en la toma de decisiones
    • Estado de hiper alerta
    • Confusión mental generalizada
    • Desorientación en tiempo, lugar y
      persona
    • Seria disfunción del pensamiento
    • Serio retardo en el pensamiento
    • Serios problemas en el reconocimiento de sus
      familiares

    Signos que no requieren una acción correctiva
    inmediata

    • Confusión
    • Dificultad para el calculo
    • Problemas de memoria
    • Pobre concentración
    • Disfunción en el pensamiento
      lógico
    • Disminución de la atención
    • Buscar culpables

    Área Emocional:

    Signos que requieren una acción correctiva
    inmediata

    • Reacciones de pánico
    • Reacciones fobicas
    • Backdraft Emocional
    • Emociones inapropiadas

    Signos que no requieren una acción correctiva
    inmediata

    • Ansiedad Anticipada
    • Temor
    • Depresión
    • Sensación de abandono
    • Cólera
    • Identificación con la
      víctima
    • Rechazo
    • Culpa de haber sobrevivido
    • Pesar
    • Preocupación
    • Sentimientos de desesperación
    • Sensación de estar agobiado

    Área Conductual

    Signos que requieren una acción correctiva
    inmediata

    • Extrema hiperactividad
    • Actos antisociales
    • Cambios significativos en el discurso
    • Excesivos arranques de cólera
    • Gritos

    Signos que no requieren una acción
    correctiva inmediata

    • Cambios de actividad
    • Suspicacia
    • Cambios en su comunicación
    • Incremento o decremento en los hábitos de
      comida
    • Excesivo humor
    • Excesivo silencio
    • Conductas inusuales
    • Incremento en el habito de fumar
    • Incremento en el uso del alcohol
    • aislamiento

    Una fase que también merece analizarse por sus
    potenciales consecuencias es la fase de termino la cual comprende
    la etapa de la desmovilización en la cual los trabajos de
    urgencia ya han sido realizados, la calma retorna paulatinamente
    al lugar del desastre y los equipos de respuesta empiezan a ser
    relevados, en esta fase se puede observar las siguientes
    manifestaciones:

    • Dificultad emocional para aceptar el término
      de las operaciones, deseo de seguir trabajando.
    • Melancolía, depresión.
    • Inquietud, disgusto o aburrimiento ante el trabajo
      rutinario
    • Sentimientos de extrañamiento por el trabajo
      en desastre.
    • Sentimientos de extrañamiento por la familia.
    • Sentimientos de cólera o frustración.
    • Necesidad de hablar, contar y repetir las vivencias
      del desastre.
    • Conflicto con los compañeros que no
      participaron en las operaciones del desastre, sentimientos de
      superioridad.
    • Conflicto con la familia, esta puede estar enojada
      por su ausencia prolongada por el desastre.

    Un desconocimiento que estas manifestaciones son reales
    y pueden conducir a los esperados Desordenes de Estrés
    Postraumático, pueden ocasionar lo que nosotros llamamos
    "efecto rebote" por el potencial de afectar a la
    organización en su conjunto y llevarla a una crisis post
    desastre en la cual por el tiempo transcurrido no es fácil
    comprender que tiene sus orígenes en el evento adverso en
    la cual se vio inmersa.

    No se trata de buscar "super gerentes" simplemente tener
    a alguien que le guste su trabajo y que tenga experiencia en
    ello, no todos se pueden adaptar, otros a pesar que se adaptan
    sucumben con el paso del tiempo por que simplemente no fueron
    capaces de reconocer a tiempo los síntomas de agotamiento,
    lo que conlleva muchas veces a que se deterioren las relaciones
    sociales, laborales y familiares, afectándose
    también la vida espiritual de la persona unido a estas
    consecuencias esta la presencia de enfermedades
    psicosomáticas que en el peor de los casos pueden llegar a
    ser fatales.

    REGLAS
    MÍNIMAS PREVENTIVAS DE LA CRISIS:

    Al igual que en el caso organizacional trataremos de
    presentar algunas estrategias preventivas que permitan evitar las
    crisis individuales en los encargados de la gestión de
    riesgos:

    • Definición clara de perfiles para la selección del personal, así como
      una adecuada formación y capacitación del
      mismo.
    • Rotación de roles y funciones.
    • Garantizar una adecuada y completa información a los miembros de los equipos
      de respuesta
    • Disminución de las fuentes o condicionantes
      del estrés.
    • Valoración de estados emocionales subyacentes
      del personal antes y durante la emergencia.
    • Organización de tiempos de trabajo y
      dotación de recursos que faciliten las labores de
      campo.
    • Durante la emergencia, cuidarse físicamente y
      comer frecuentemente en pequeñas cantidades; tomar
      descansos cuando note que disminuye su fuerza, coordinación o tolerancia.
    • Mantener, en la medida de lo posible, el contacto con
      familiares y amigos.
    • Creación de espacios para la reflexión,
      catarsis,
      integración y sistematización de
      la experiencia.
    • En cuanto sea posible y después de haber
      terminado totalmente el trabajo, organizar una reunión
      de "Desmovilización psicológica" entre los
      integrantes de los equipo comprometidos.
    • Reconocer el enojo de algunos compañeros/as,
      no como algo personal, sino como expresión de
      frustración, culpa o preocupación.
    • Estimular que entre ellos se manifieste el apoyo,
      solidaridad,
      reconocimiento y aprecio mutuo.
    • Orientaciones sobre el impacto psicológico
      para el personal que laboró en la emergencia,
      después que retorna la normalidad y se reintegra a la
      vida cotidiana.
    • Realizar ejercicios físicos y de
      relajación.
    • Regresar a su rutina lo antes posible.
    • Descansar y dormir lo suficiente.
    • Alimentarse de forma balanceada y
      regular.
    • No tratar de disminuir el sufrimiento con el uso de
      alcohol o drogas.
    • Buscar compañía y hablar con otras
      personas, compartir sentimientos y pensamientos. Conversar con
      los seres queridos de lo que ellos vivieron mientras se estuvo
      ausente.
    • Participar en actividades familiares y
      sociales.
    • Ocuparse y atender a su familia.
    • Observar y analizar sus propios sentimientos y
      pensamientos.
    • Reflexionar sobre la experiencia que ha vivido y lo
      que significa como parte de su vida.
    • Buscar contacto con la naturaleza.

    CONCLUSION

    Los eventos adversos pueden desencadenar crisis en las
    organizaciones sacando a relucir fallas organizacionales o de
    relaciones
    interpersonales que en situaciones normales generalmente
    pasaban desapercibidas o no eran tomas en cuenta.

    Las organizaciones que cuentan con Planes de
    Contingencias probados y lo suficientemente flexibles
    generalmente tienden a enfrentar mejor los eventos adversos y
    superar su impacto inicial sin necesidad de desorganizarse por la
    crisis presentada.

    El trabajo en eventos adversos tienden ha impactar en la
    vida social, laboral, familiar
    y espiritual de los integrantes de los equipos de primera
    respuesta y de los encargados de su gerenciamiento pudiendo
    desencadenar crisis en cualquiera de los roles en los que se
    desenvuelven las personas.

    Elaborar estrategias para la prevención y el
    cuidado de la salud física y mental así como para
    la reinserción a las labores rutinarias
    facilitarían a los gerentes un mejor ejercicio de su
    gestión y prevendría los conflictos
    laborales, los accidentes de
    trabajo, los ausentismos laborales por motivos de salud o por
    desmotivación.

    BIBLIOGRAFIA

    MITCHEL,JEFFREY. EFECTOS PSICOLOGICOS POSTERIORES AL
    DESASTRE EN VICTIMAS Y EN EL PERSONAL DE SOCORRO. Centro
    Documentario de San José de Costa Rica.
    OPS/OMS.

    DISASTER WORK AND MENTAL HEALTH: Prevention and Control of
    Stress among
    workers. National Institute of Mental Health, Center for Mental
    Health Studies of Emergencies 1985,USA.

    JOHN M. IVAN CEVICH,MICHALL T. MATTESON. ESTRES Y
    TRABAJO

    Una perspectiva gerencial, Ed. Trillas 1989, México.

    STRESS MANAGEMENT, Model Program for Maintaining
    Firefighter Well – BeingFederal Emergency Management
    Agency, United States Fire Administration.

    FA-100/February 1991

     

    Ps. Santiago Valero Alamo

    Psicólogo emergencista, Presidente de la Sociedad
    Peruana de Psicología en Emergencias y Desastres y de
    la Federación Latino Americana de Psicología en
    Emergencias y Desastres, Consultor externo de la OPS/OMS en el
    área de Salud Mental en Emergencias y
    Desastres.

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