"Si tuviera que definir el siglo XX,
diría que despertó las mayores esperanzas que
haya concebido nunca la humanidad, y destruyó todas las
ilusiones e ideales"
Yehudi Menuhin.
(Violinista estadounidense-británico de origen ruso.
1916- )
Neoliberalismo
Al largo Siglo XIX
(1789-1914), le ha seguido el corto Siglo XX (1914-1991),
según la periodización prevaleciente en la
historiografía actual. El Primero, se
caracterizó por instaurar y pregonar la convicción
en el progreso ilimitado, tanto material como espiritual o
moral. El cual sería mundialmente propagado por
la nueva organización económica, social y
política,
que durante su era se consolidó. El segundo,
nuestro corto siglo, se caracterizó por refutarlo. A un
fabuloso progreso material, tecnológico y
científico que si ocurrió, se le
contrapuso una agobiante involución
moral; cuya prueba más notoria son los miles de
millones de seres humanos que viven en la más absoluta
pobreza a lo
largo de todo el planeta. Sumado al acelerado aumento de las
desigualdades sociales, en especial en las zonas menos
desarrolladas del mundo, provocadas por el determinismo o
fundamentalismo del mercado. El Siglo
XX demostró, no sólo que el gran progreso material
no provoca inexorablemente el mismo avance en lo social y
moral, sino
además, que pueden coexistir en cada área
dinámicas con direcciones absolutamente opuestas. Una
situación impensable para la ideología del Siglo XIX.
El ultraliberalismo expandido al mundo mediante la
globalización, e instrumentado a través de la
desregulación y flexibilización, ha sido más
allá de toda duda razonable, el ideólogo y ejecutor
de ese ominoso rasgo distintivo que definitivamente caracterizara
al Siglo XX. Un vergonzoso rasgo, que derrumbó ilusiones y
esperanzas reemplazándolas por un horizonte de angustia e
incertidumbre, que sin duda será su más grande y
gravosa herencia.
¿Pero cómo interpretar con sentido estricto y
apropiado la lógica
histórica de nuestro tiempo, si ni
la globalización ni el liberalismo
constituyen una novedad en el devenir humano?. Fue
globalización: las conquistas imperiales
de Egipto y
Roma; las
cruzadas; la expansión colonial de Europa; la
revolución
industrial del Siglo XVIII; y las guerras
mundiales del Siglo XX, entre muchos otros sucesos
históricos. El liberalismo, por su parte,
tiene más de 200 años de vigencia. Lo
nuevo, fue la virulenta manifestación de ambos en el
último cuarto del Siglo XX, consecuencia tanto de
la revolución tecnológica que
dió origen a la era informática -que expandió
colosalmente el desarrollo de
los medios de
comunicación y transporte-,
como del surgimiento de una versión fanática del
liberalismo llamada "neoliberalismo".
Esta versión liberal de fin de siglo se
caracteriza por la desaparición del Estado, no
solo como propietario, sino como redistribuidor del ingreso que
evite la generalización de la pobreza.
Además en la Argentina, se lo eliminó como agente
regulador de inversión social (salud
pública y educación);
la divinización del mercado, perfecto y
todopoderoso, considerado el único mecanismo capaz de
resolver todos los problemas de
la sociedad; y
la exaltación del
individualismo, si alguien fracasa es exclusivamente por
su culpa, no por razones impersonales, ajenas a él y mucho
más poderosas. El Estado no
admite ninguna responsabilidad. Por lo tanto, cada uno tiene la
necesidad y el deber, de perseverar por si sólo en la
obtención del máximo beneficio personal.
Fue así que la globalización de fin de siglo, se ha
convertido en el mensajero universal de la ideología
utilizada para abolir derechos; destruir los
sistemas de
seguridad
social; o reducir al máximo cualquier función
del Estado, a los
efectos de disminuir el gasto fiscal y hacer
los países más competitivos para recibir capitales
y pagar sus préstamos. Con ello, también se
redujeron los márgenes de acción
con que contaban los Estados, para evitar los desarrollos
negativos del modelo
instaurado. Desarrollos, que son mucho más devastadores en
los paises pobres o subdesarrollados, que en los industrializados
o acreedores, que poseen un vasto mercado de consumo y de
capital.
Los resultados sociales de esta receta neoliberal en todo el
mundo, muestran datos
concluyentes. Y así lo expresa el último informe del
Programa de
las Naciones Unidas
(PNUD). Unos 1300 millones de personas en el
mundo viven con menos de un dólar diario (950 en Asia, 220 en
Africa, y 110 en
América
Latina y el Caribe); hay 1000 millones de analfabetos; 1200
millones viven sin agua potable.
En los paises industrializados hay 37 millones de desocupados; y
existen 100 millones de habitantes que viven con menos de 4
dólares diarios. Este informe también revela, que
el patrimonio de
las 358 personas – que pueden caber en un Boeing
747-, cuyos activos son
superiores a 1000 millones de dólares,
supera el ingreso anual combinado de
paises en los que vive el 45% de la población mundial. La Argentina es
el fiel reflejo de esta inequitativa distribución de la riqueza en el planeta:
el quintil más bajo de la sociedad recibe apenas el 4,3%
del ingreso nacional, y el más alto, el 52% del mismo; en
1995 – plena recesión – las 200 empresas
más grandes del país ganaron 4500 millones de
dólares (30% más que en 1994), y sólo 10
grupos
concentraron más de la mitad de esa ganancia. Al mismo
tiempo, la indigencia, la pobreza, y las necesidades
básicas insatisfechas, crecen constantemente. En el
año 1996 había en la Capital y el conurbano
3.200.000 pobres, 28% de la población total y 400.000
más que el año anterior; a su vez en los partidos
del Gran Buenos Aires hay
2.800.000 pobres; sin olvidar nuestro terrible récord
histórico de un 30% de la población desocupada y
subocupada.
La sociedad dual, con beneficiarios y excluidos, va
consolidándose en el mundo, pero aún más en
las naciones no industrializadas. El cóctel de
ultraliberalismo y globalización no creó las
desigualdades planetarias, pero sí las potenció y
amplificó. Aumentó la concentración de la
riqueza y la expansión de la pobreza. Por eso, el
documento de la PNUD calificó de
fracaso inexcusable a
las políticas
socioeconómicas aplicadas en el mundo. El
renombrado economista europeo, Michel Albert,
que aboga por un capitalismo
humanizado, lo explica de esta manera: "Si vamos a dejar librado
el progreso de la humanidad a las leyes del
mercado, entonces sólo podemos esperar dolores de cabeza.
La ley pura del
mercado, por fuerza,
comporta un aumento de las desigualdades sociales. El mercado es
una técnica de selección
darwiniana que establece la ley de la selva, donde los fuertes se
comen a los más débiles. Cada vez los ricos son
más ricos y los pobres son más pobres; la clase media es
aplastada. En el último siglo el progreso de la democracia y
la economía
se produjeron gracias a la clase media". "Hoy la clase media
tiene tendencia a ser comprimida. El globo aerostático
pierde su panza para adquirir la figura de un reloj de arena.
Esto supone una sociedad dual, y se corre el riesgo de entrar
en una economía antisocial de mercado". (Clarín
11/05/97)
Es necesario tener en claro que el fin de
cualquier política económica que
aplique un gobierno,
debe ser el bien común, el bienestar general. No
la inequidad. El compromiso con las mayorías no
es optativo, es esencial; y el único que puede legitimar
las políticas empleadas.
Por eso, el déficit social se debe contemplar, al
menos, con la misma intensidad que el déficit
fiscal.
FLEXIBILIDAD
LABORAL
Dentro del contexto político,
social y socioeconómico de la "Revolución
Neoconservadora", la política de flexibilización
laboral
coincide ideológicamente con el neoliberalismo, del cual
es uno de sus medios de
realización más importantes, y se ha convertido en
el eufemismo con el que hoy se llama al desempleo o al
severo deterioro de las condiciones de trabajo. Lo
que se busca, cada vez que se habla de flexibilizar el mercado y
las relaciones
laborales, es eliminar y cambiar sustancialmente las leyes y
regulaciones que consagran en la legislación, la defensa
de los derechos e intereses de los trabajadores, para
liberalizarlas o "abrirlas", y dejarlas expuestas a las
exigencias del mercado. Un mercado donde trabajo y capital, o
trabajadores y empresarios, no participan con la misma
relación de fuerza, por lo cual la también
denominada "modernización de las relaciones laborales",
termina siendo una paradoja, con la que se pretende a
principios de
del Siglo XXI, retrotraernos al Siglo XIX. Un momento
histórico donde la única ley válida era la
de los patrones, y el único propósito de la
economía, aumentarles sus beneficios. A través del
tiempo, gracias a las incansables y duras luchas de los
trabajadores, acompañadas con legislaciones surgidas al
amparo de las
más diversas ideologías y partidos
políticos, se obtuvieron los derechos y
garantías que humanizaron el trabajo y
defendieron a los asalariados de los más crueles abusos,
en cuanto a sueldo, seguridad y salud. Eso es lo que hoy se
quiere revertir. Llevarnos hacia atrás con el pretexto de
hacernos progresar.
Si la fundamentación macroeconómica es la
inevitabilidad de ajustar las relaciones y el mercado del
trabajo, a los cambios producidos en las formas de producción, en las nuevas
tecnologías, y con las reformas del Estado, es
totalmente refutable y reprochable, que los que deben pagar todos
los costos –
vía flexibilización – sean los trabajadores.
Máxime, cuando ya han sido sus principales víctimas
y perdedores, mediante la baja permanente de sus ingresos y el
incremento constante de la desocupación. En ambos casos, las cifras de
nuestro país son bien elocuentes: casi el 50% de la
población cobra menos de $500 al mes y la
desocupación ronda el 18% (ambos datos según cifras
oficiales). Sin embargo, tanto el gobierno como el empresariado
nacional, argumentan que para combatir esos males -pobreza y
desocupación – deben aplicarse rigurosamente los libretos
flexibilizadores dados por los organismos financieros
internacionales. Los mismos, casualmente, que anteriormente
dictaron los planes de ajuste, que produjeron las reformas
económicas estructurales, que a su vez causaron los graves
problemas de desigualdad
social; los que hoy se tratan de solucionar -créase o
no- con más de lo mismo. Paradójicamente, el tan
promocionado éxito
asiático se basa en el "crecimiento compartido",
donde desarrollo / acumulación; y superación de
la pobreza / distribución de la
renta, han sido procesos
simultáneos no asincrónicos. Un hecho
reconocido y elogiado por los mencionados organismos financieros
mundiales, lo que no impide que en Latinoamérica impulsen políticas
absolutamente opuestas.
La revisión de la legislación
laboral, implicará cambios decisivos en la vida de
todos los trabajadores argentinos. Aunque no pocos ya han
ocurrido con la flexibilización normativa – y de hecho -,
que en los últimos años se ha estado aplicando en
las empresas de nuestro país. Lo que ahora se busca es
ampliarla mucho más, y legitimar totalmente esa
flexibilización, o desprotección laboral. Es
indispensable por lo tanto, explicitar los
objetivos de toda
flexibilización para poder predecir
y analizar sus consecuencias. En términos generales se la
puede dividir en cuatro temas y propuestas
básicas:
SALARIOS: Eliminar el salario
mínimo ajustado por costo de vida. La
fijación del valor de los
salarios
estará dada por la productividad de
cada empresa, y/o por
la oferta y
demanda de mano de obra en el mercado de trabajo.
DOTACION: Modificación de los planteles
de trabajo -ampliación o disminución-, eliminando o
reduciendo todo tipo de restricciones legales y
económicas. Esto implica la posibilidad de contratar
personal temporario de corta duración, eximidos de cargas
sociales o cualquier otro costo salarial extra. Se reemplaza el
anterior sistema de
indemnizaciones, por otro que las rebaja sustancialmente o las
anula. Se busca también hacer desaparecer la
obligatoriedad del preaviso.
ORGANIZACION: Disponibilidad de los trabajadores
para llevar a cabo distintas tareas y funciones
(polifuncionalidad). Ello incluye la factibilidad de
traslados dentro de una misma unidad de producción, o
fuera de ella, hacia otras dependencias de la empresa. Otra
modalidad de la flexibilización en lo que hace a este tema
, es la subcontratación externa o tercerización,
consistente en contratar a otra empresa, para realizar lo que
antes se hacía en la misma unidad productiva.
TIEMPOS: Variación de los tiempos totales
de trabajo, redistribuyéndolos, según la
conveniencia empresarial, mensualmente o anualmente. Esto supone:
extender o disminuir la jornada laboral; alterar los turnos de
trabajo; redistribuir la utilización de horas extras; y
modificar los períodos de vacaciones.
Es muy oportuno recordar que la flexibilización laboral
comenzó a aplicarse en Europa a mediados de la
década del '70, como una de las decisiones para superar la
crisis
económica que afectaba a ese continente; adaptando las
estructuras y
normas de
producción y trabajo europeos a las de Japón y
EEUU. Otro de los motivos fue el problema del desempleo, que ya
comenzaba a preocupar al viejo mundo. Transcurridos más de
veinte años el tiempo demostró,
incuestionablemente, su total fracaso para generar empleo.
Más recientemente el gobierno español de
José María Aznar, condenó las reformas de
flexibilización porque crea mucho empleo precario, con lo
cual se atenta contra la reactivación económica,
dado que el trabajador temporario – por su inestabilidad y
menores ingresos – consume menos. Además, las empresas se
descapitalizan, porque a los trabajadores temporarios no hay
tiempo ni interés
para capacitarlos. La conclusión de los españoles
fue, que para movilizar el consumo se debía tener
estabilidad: "mucho contrato laboral
por tiempo indefinido", según su Ministro de Trabajo. Por
lo tanto, el Presidente Aznar decidió que los "contratos
basura" o sea
los flexibilizados (corta duración; bajos salarios; sin
pago de cargas sociales y que no brindan formación
laboral), debían eliminarse porque agobiaban a
España
e impedían su recuperación.
Mientras tanto en la Argentina, se incentiva vía
disminución de los pagos empresariales por cargas
sociales, la contratación temporaria. Esta
práctica, que implica un subsidio de toda la sociedad a
los empleadores, para que obtengan mano de obra mucho más
barata, llega ya al 15% de nuestra fuerza laboral; mientras que
el 80% de todos los nuevos contratos de trabajo se efectúa
bajo alguna forma de "contrato basura". Sumados
estos datos al de los 3.000.000 de trabajadores "en negro" que
existen, resulta que en la Argentina, de cada dos
trabajadores uno está precarizado. El sistema instaurado,
además de perjudicar la economía sólo
favorece a la rotación laboral, pero no
al empleo. Esto sucede porque en nuestro país se
continúa creyendo que la estabilidad laboral es la
culpable del alto índice de desempleo, y no todo lo
contrario; como ya lo saben en el mundo industrializado, y ahora
lo acaba de comprobar España. Al respecto, es útil
reproducir opiniones de otros expertos no provenientes de Wall
Street o del FMI, Banco Mundial,
o BID, cuyas prescripciones son las
únicas que nuestros gobiernos oyen y llevan a cabo. El
economista estadounidense Jeremy Rifkin, asesor
del Presidente Bill Clinton,
así opinó de nuestra reforma laboral: "-
Para el gobierno argentino, la solución
pasa por flexibilizar las condiciones de contratación
¿qué resultado tienen las
reformas de este tipo? – Creo
que no sirven. En realidad con eso se está reduciendo el
poder salarial de cada trabajador y a la larga, eso tiene un
impacto directo en las empresas" (La Nación
01/06/97). Idéntica conclusión, sustentada por
similar fundamentación, que la española. Como de
costumbre, elegimos para copiar de los paises desarrollados
sólo los errores y fracasos.
Lo que la recta razón nos está indicando en este
tema, es que nuestro Estado debe combatir todo tipo de empleo
precario, y estimular la contratación de trabajadores por
tiempo indefinido junto con el refuerzo de las prácticas
de estabilidad laboral; con ello se conseguiría reactivar
y recuperar la economía vía consumo interno,
mejoraría la recaudación fiscal, y por sobretodo,
se posibilitaría la creación de nuevos puestos de
trabajo. Una elección obvia y obligatoria, siempre y
cuando se halla optado por un proyecto de
Nación
con una estrategia de
desarrollo industrial, dirigida hacia un crecimiento duradero y
equitativo.
"Frecuentemente los trabajadores no son responsables por un
trabajo defectuoso. Ellos simplemente lo entregan. El sistema es
el responsable"
W. E. Deming.
(Físico matemático estadounidense. Experto en
control de
calidad)
SEGURIDAD
AEREA
La puesta en práctica de las
distintas ideas sobre flexibilización de la gestión
laboral, puede generar dentro de una industria los
beneficios buscados por los empresarios, en cuanto a
productividad, calidad y
ganancias; como todo lo contrario. Los resultados dependen de la
pertinencia y oportunidad con que decidan su
implementación, como de la forma en que se la haga. Si no
son los esperados, la consecuencia será la pérdida
de competitividad
por parte de la empresa, manifestándose sus perjuicios en
las mencionadas cuestiones de productividad, calidad y
ganancias.
Existen sin embargo, actividades como la aerocomercial
que poseen un ámbito más donde la
flexibilización va a incidir: LA
SEGURIDAD. Específicamente, en el Area
Técnica, no puede caber duda que esa incidencia
será muy negativa. La precarización laboral, que
forzosamente conlleva toda política de
flexibilización de las relaciones y el mercado de trabajo,
agravará inevitable y severamente, todos los problemas que
los factores o errores humanos – también
conocida como cadena de eventos–
ocasionan en dicha área. Los cuales – como ya
hemos visto – contribuyen en gran medida para generar incidentes
y accidentes
aéreos. Esta última comprobación, agravada
por las cifras de catástrofes aeronáuticas
ocurridas durante 1996 -culminación de una tendencia
creciente de más de 15 años-, llevó a que la
atención original sobre los problemas de
seguridad aérea por factores humanos, desde hace
más de dos décadas exclusivamente enfocada hacia
las labores de los Pilotos, se desplazara ahora hacia el análisis del trabajo de los
Técnicos Aeronáuticos. El objetivo
buscado: romper la cadena de eventos o errores a nivel de
mantenimiento,
para que el accidente nunca ocurra.
La flexibilización laboral viene
a convertirse en parte del problema, contribuyendo a su
empeoramiento, y no a sumarse a su
solución. En especial, cuando se pone en
práctica dentro de un extendido marco desregulatorio –
económico y estatal -, que refuerza sus efectos más
dañinos.
Trataremos de exponer a continuación, la
correlación o influencia (negativa) existente entre
flexibilidad laboral y factores humanos, dentro del ámbito
del mantenimiento y reparación aeronáutica. Los
factores humanos que mencionamos, son los mismos a los que nos
hemos referido en el capítulo respectivo.
Si los argumentos presentados no resultan por si solos
suficientes, baste recordar como ejemplo real de nuestras
afirmaciones, la catástrofe de ValuJet, cuyas causas
-según la NTSB- fueron: falta de capacitación; sobrecarga de tareas; exceso
de horas de trabajo; desorganización; falta de comunicación entre los grupos de trabajo; y
deficiencia de los controles de calidad tanto dentro de la
empresa, como hacia afuera con sus subcontratistas. Si bien
éste es un caso paradigmático, por todos los tipos
de falencias halladas, de ninguna manera es el único.
Existen otros ejemplos, como el de "American West Airlines", la
primera empresa que recibió una inspección de la
FAA luego del caso ValuJet, la cual fue observada en dicha
ocasión por dos razones: 1) por poseer personal con exceso
de trabajo, y por lo tanto incapaz de prestar atención
suficiente a las normas regulatorias de sus tareas (antes de la
inspección la aerolínea contrató 20
personas, luego de la misma debió incorporar otras 43); 2)
porque la supervisión de los servicios
subcontratados debía mejorarse.
Estos problemas, que se ha comprobado comprometen seriamente la
seguridad en vuelo, constituyen algunas de las consecuencias
negativas que inevitablemente se derivarán o
agravarán, de aplicarse la flexibilidad laboral en el Area
Técnica de la Industria Aerocomercial.
REFORMAS DEL MERCADO Y LAS RELACIONES LABORALES MEDIDAS
DE FLEXIBILIZACIÓN LABORAL
PROVOCAN O AGRAVAN
RIESGOS QUE AFECTAN
LA SEGURIDAD EN VUELO
FACTORES HUMANOS DEL AREA TECNICA QUE
CONDUCEN, SOLOS O JUNTO A OTROS, A INCIDENTES / ACCIDENTES
AEREOS
Todas las medidas de flexibilización laboral
descriptas, en cuanto a salarios, dotación,
organización y tiempos de trabajo. Dificultades
económicas. Trastornos de la vida familiar y
patologías psicoanalíticas diversas. En
conclusión: lo comunmente llamado stress, junto con
todo tipo de trastornos psicológicos
destructivos.
Polifuncionalidad. Temporalidad o alta rotación
laboral. Tercerización. Deterioro del trabajo en equipo
para identificar y solucionar problemas. Mala comunicación
grupal o intergrupal.
Capacitación insuficiente.
Variación de la jornada laboral y turnos de
trabajo; redistribución de horas extras; y
modificación de los períodos de vacaciones. Fatiga
y fallas de atención: por exceso de trabajo, o mala
distribución de descansos.
Bajos salarios; inestabilidad laboral; sobrecarga de
tareas por modificación de dotación. Y toda
política que menoscabe la autoestima del
trabajador. Necesidad de doble empleo.
Desidia / Dejadez.
El modelo económico y social neoliberal
establecido desde hace dos décadas, ha comenzado a
evidenciar graves signos de
deterioro en todo el mundo. Pero es en las naciones
subdesarrolladas, con estructuras socioeconómicas y
políticas más endebles, donde ya se ha llegado al
límite de su gobernabilidad. Estas sociedades, en
las que está incluida la Argentina y el resto de
Latinoamérica, han sido sometidas a ajuste tras ajuste,
cada uno más salvaje que otro, bajo la coerción del
camino único y la eterna promesa de la felicidad para el
mañana. Felicidad que únicamente podría
alcanzarse, si se llegaba al paraíso terrenal de la
modernización, vía: globalización,
desregulación, privatización, y por supuesto,
flexibilización laboral. Sería el fin de la
Historia, y la
plena realización de la humanidad en un mundo feliz,
conocido de ahora en más como: El Mercado. Las realidades
que resultaron para los pueblos, fueron absolutamente opuestas a
las buenas nuevas que se les anunciaron. Nunca se alcanzó
tal paraíso terrenal – ni algo semejante -, sólo
hubieron mortales pesadillas que horrorizaron y devastaron a
millones de seres humanos, mediante impiadosos monstruos llamados
pobreza, desempleo, inseguridad,
enfermedad e ignorancia. Nuestro país, no escapó a
ninguno de estos padecimientos, sin embargo, la única
receta que nuestros funcionarios dicen que existe para
remediarlos, es la remanida flexibilización del mercado
laboral. Más de lo que desde el comienzo ha sido una de
las causas del problema, puesto que entre nosotros la
flexibilización del mercado de trabajo – de hecho y de
derecho -, rige desde los inicios de la presente década; y
ni la desocupación ni ninguno de los otros males del
modelo dejaron por ello de aumentar.
En lo concerniente a la seguridad aérea dentro de
la actividad aerocomercial, las consecuencias de este tipo de
respuestas o "remedios" sólo pueden ser funestas. Todos
los factores de riesgo que perjudican la seguridad en vuelo
serán potenciados, y otros nuevos se les podrán
sumar. Las pesadillas de muerte
convertidas en realidad, surgidas con la desregulación, se
verán ahora potenciadas con la flexibilización.
Habrá más y nuevas víctimas que
seguirán siendo inmoladas, por quienes tienen su
consciencia adormecida a causa de una avidez ilimitada de riqueza
y poder. Por aquellos, que han reemplazado sus valores
humanos por simples valores de
cambio,
sujetos únicamente a la amoral puja competitiva por el
predominio del mercado.
La ciencia
Con respecto a la ciencia,
podemos hablar también, para el siglo XIX cubano, de dos
actitudes: la
económico-clasista, representada por Arango, y la
patriótico-revolucionaria, que inaugura Varela.
Felix Varela nace en La Habana el 20 de noviembre
de 1788 en el seno de una familia de las
capas medias(6). Su procedencia social, la
formación ético-religiosa de orientación
ilustrada y patriótica recibida en los primeros
años de vida, el estímulo y apoyo decididos en su
gestión como educador en el Seminario de San
Carlos(7) por parte de la principal autoridad
eclesiástica y cultural de la época en Cuba, el
obispo de La Habana Juan José Díaz de Espada y
Fernández de Landa(8), le permitieron, sin
compromisos con los poderes económico y político
vigentes, estudiar los problemas del país y proponer un
arsenal de ideas de contenido revolucionario entre las que se
encuentran las relacionadas con problemática de
orientación CTS. Ante todo. Las que se refieren al
condicionamiento social del conocimiento y
su influencia en la sociedad.
La compresión valeriana de la relación
Ciencia-Sociedad, implícita en su pensamiento
filosófico, pedagógico y político, debe
analizarse en el contexto del pensamiento que al respecto
prevalecía a nivel internacional y del cual Varela se
nutrió, asimilándolo críticamente. Se trata
de la
Ilustración, la corriente de pensamiento que desde
fines del siglo XVII extendió la crítica
y orientación de la razón a todos los terrenos de
la experiencia humana con el fin de eliminar las trabas que la
sociedad medieval imponía. "Su monumento más
importante es la Encyclopédie des Arts, Sciences et
Métiers, publicada en veintiocho volúmenes
entre 1751 y 1752" y convertida "en la biblia del nuevo
liberalismo uniéndose el pensamiento libre, la ciencia,
las manufacturas y el laissez faire (BERNAL, tomo I,
1987:401).
La Enciclopedia, tuvo un extraordinario impacto en todo
el mundo. Contribuyó al desarrollo del régimen
burgués y de la cultura
occidental. En esta obra se encuentra la interpretación de eclecticismo más
afín a la que ofrece Varela y que orientó todas sus
búsquedas intelectuales.
"Lo que la Filosofía ecléctica quiere, es que
tengas por norma la razón y la experiencia, y aprendas de
todos; pero que no te adhieras con pertinacia a nadie" (citado
por TORRES-CUEVA, 1997:213).
La sociedad burguesa que los ilustrados proyectaron se
sustenta en determinados valores que deben tenerse en cuenta al
analizar el pensamiento de Varela, ya que él fue
consciente de que América
no era Europa y los problemas de Cuba debían tener un
tratamiento propio.
En el siglo XVIII, el problema europeo principal, en
especial el de Francia, donde
floreció la Ilustración, era la transición de
una sociedad políticamente independiente y constituida ya
como nación, pero con relaciones sociales que frenaban el
desarrollo de sus fuerzas productivas, a otra que favoreciera el
despliegue de la razón y garantizara los derechos y
necesidades individuales, en tanto determinantes en
relación con el todo social.
La Ilustración se pronunció por una
sociedad con justicia,
igualdad y
fraternidad para todos los hombres. Sin embargo, hoy "sabemos ya
que ese reino de la razón no era más que el reino
idealizado de la burguesía, que la justicia eterna vino a
tomar cuerpo en la justicia burguesa; que la igualdad se redujo a
la igualdad burguesa ante la ley; que como uno de los derechos
esenciales del hombre se
proclamó la propiedad
burguesa; y que el Estado de la razón, el ‘contrato
social’ de Rousseau
pisó y solamente podía pisar el terreno de la
realidad, convertido en república democrática
burguesa" (ENGELS, 1974:122).
Consecuencia del papel atribuido a la razón, la
ciencia devino, por intermedio de la educación, arma
fundamental en el combate de la Ilustración contra
los valores
del régimen feudal. Se consideró que la
difusión de las ideas avanzadas permitiría
transformar las costumbres, eliminar los prejuicios y garantizar
el progreso humano. De ahí el empeño por reunir en
la Enciclopedia todo lo creado por la humanidad en conocimientos,
artes y oficios.
A pesar de la contribución de los ilustrados
franceses a la difusión de la ciencia y al reconocimiento
de la función social de la educación, no pudieron
rebasar los límites
que su propia época les trazó ni comprender que
"las circunstancias se hacen cambiar por los hombres y que el
propio educador necesita ser educado" (MARX,
1973:106).
En Cuba, es Varela quien inicia, en las primeras
décadas del siglo XIX desde la Cátedra de
Filosofía del Seminario de San Carlos, la
reflexión sobre la ciencia en la perspectiva de sus nexos
con los destinos de América y en especial de Cuba, a la
que siempre deseó ver " tan Isla en política como
lo es en la naturaleza"
(VARELA, 1977a:159). A ella sacrificó Varela "todos los
objetos de" su "aprecio", "su bien" fue "el norte" de sus
"operaciones".
A Cuba prometió consagrarle "hasta el último
suspiro" de su vida (VARELA, 1977b:138). Consecuente con sus
convicciones, para Varela el problema no radicaba sólo en
difundir las luces, como se hacía en Europa, ni utilizar
los adelantos científicos y técnicos en el progreso
económico del país y el enriquecimiento de su
clase(9), como proponían los hacendados
cubanos, desde una visión económico-clasista. Mucho
menos era cuestión de nuevos razonamientos abstractos y
especulativos en el espíritu de la escolástica ya
que sus signos "presentan un obstáculo casi invencible a
las ciencias"(VARELA 1997d: 425). El problema era
más profundo, amplio y trascendente. Para el americano,
ese problema consistía en oír "la imperiosa voz de
la naturaleza que le dice: yo te he puesto en un suelo que te
hostiga con sus riquezas y te asalta con sus frutos; un inmenso
océano te separa de Europa, donde la tiranía
ultrajándome, holla mis dones y aflige a los pueblos; no
la temas: sus esfuerzos son impotentes; recupera la libertad de
que tú mismo te has despojado por una sumisión hija
más de la timidez que de la necesidad; vive libre e
independiente; y prepara un asilo a los libres de todos los
países; ellos son tus hermanos" (VARELA, 1977e:
153-154).
En Varela, el punto de partida lo constituye la realidad
cubana en su conjunto. La Isla se encontraba dominada por una
potencia
extranjera y no existía aún como nación,
estaba fraccionada socialmente por la esclavitud y
carecía de un pensamiento autóctono debido al
imperio de la escolástica. Ante este cuadro social
desolador, la ciencia podía desempeñar un papel de
mayor altura porque "¿acaso hemos nacido para cosas tan
pequeñas que nos puedan asustar las grandes?" (VARELA,
1997f:16).
La difusión de la ciencia en Cuba también
podía ayudar a desterrar el escolasticismo, en tanto
"cúmulo farragoso de errores", (VARELA, 1997g:4) y
enseñar a pensar creadoramente a la juventud pero
sólo como fase previa a la formación de una
conciencia
patriótica que permitiera luego luchar por la independencia
y la libertad, en calidad de premisas para alcanzar la justicia y
el bienestar de todos los cubanos sin distinción de raza y
condición social(10).
La patria a que aspiraba Varela era una sociedad
independiente que posee "todos los medios de su
conservación" y donde los hombres "se prestan auxilio y
conspiran a un bien general"; es la "madre común, que
sustenta y protege a sus hijos, dándoles perfección
en el espíritu por la
comunicación de los conocimientos; y auxilios en la
parte corpórea, por la conservación de la vida y
las utilidades que les proporciona" (VARELA, 1997h:277). Esta
sociedad se diferenciaba radicalmente de la existente.
Independencia, libertad, justicia, desarrollo equilibrado,
cooperación, solidaridad, son
rasgos que la caracterizan y determinan, a su vez, el nuevo papel
que le corresponde a la ciencia.
La determinación social del conocimiento es una
de las ideas centrales que Varela aborda con claridad y
precisión en sus escritos, en correspondencia con la
influencia que las circunstancias ejercieron en la evolución de su propio
pensamiento(11). En el primero de ellos de carácter filosófico, redactado en
1812, plantea que es "tal la índole de la naturaleza
humana, que los hombres cambian corrientemente de
opinión según las circunstancias de tiempo y lugar,
de modo que la continuidad del general asentimiento no existe
más que cuando se trata de verdades evidentes; por lo que
tales verdades deben considerarse leyes de la naturaleza"
(VARELA, 1997g:7). Seis años después, la misma idea
aparece pero en una formulación teórica más
precisa: "La Naturaleza nos da las primeras lecciones del
análisis, y éstas deben su progreso a las
necesidades y facultades del hombre, por lo que la sociedad
aumentando en parte las necesidades humanas, es una fuente
abundante de conocimientos" (VARELA, 1997i:67). En 1822 la
encontramos de nuevo pero aplicada en el análisis del
trabajo de los originarios de Africa:
"Los esclavos se emplean en la agricultura y
en el servicio
doméstico, mas los libres están casi todos
dedicados a las artes, así mecánicas como
liberales, pudiéndose decir que para un artista blanco hay
veinte de color. Estos
tienen una instrucción, que acaso no podía
esperarse, pues la mayor parte de ellos saben leer, escribir y
contar y además su oficio que algunos poseen con bastante
perfección, aunque no son capaces de igualar a los
artistas extranjeros, por no haber tenido más medio de
instruirse que su propio ingenio. Muchos de ellos están
iniciados en otras clases de conocimientos, y acaso no envidian a
la generalidad de los blancos.
La necesidad, maestra de los hombres, hizo que de su
infortunio sacaron los originarios de Africa estas ventajas, pues
hallándose sin bienes y sin
estimación han procurado suplir estas faltas en
cuanto les ha sido posible por medio de trabajo (…)" (VARELA,
1977j:263)
La cita anterior sirve también para destacar en
el pensamiento de Varela la presencia de otra de las ideas
centrales que integran el campo de estudio CTS. Me refiero a la
revalorización del conocimiento cotidiano.
Si se asume que es sólo a finales del siglo XIX y
principios del XX cuando el conocimiento
científico comienza a intervenir de manera directa en
la producción material favoreciendo la creación de
un nuevo tipo de industria (BERNAL, Tomo I, 1987:485), y que las
evidencias
sobre las potencialidades transformadoras de la ciencia se tienen
en los marcos de la Segunda Guerra
Mundial, debe aceptarse, entonces, que es el
conocimiento vinculado a las necesidades inmediatas, a la
experiencia cotidiana, a la prueba y el error, a la
tradición, el que le ha permitido a los hombres, durante
la mayor parte de la historia, adaptarse al medio y utilizarlo
para sus fines. Varela comprendió la importancia de este
conocimiento; por ello lo reconoce como una de las ventajas que
los originarios de África sacaron de su
infortunio.
La idea acerca de la influencia de la ciencia sobre la
sociedad, al igual que la de la determinación social,
atraviesa la obra de Varela. Para él era importante no
sólo "el conocimiento de las cosas, sino también su
aplicación a las necesidades de la vida privada y social"
(VARELA, 1997k:131). De esto tomó conciencia, según
confesó(12), a raíz de una pregunta que
le hizo un discípulo, en 1812, preocupado por el
carácter especulativo de las lecturas diarias que
realizaba: "Padre Varela ¿para qué sirve
esto? Confieso que me enseñó más con
aquella pregunta que lo que yo le había enseñado en
muchas lecciones . Fue para mí como un sacudimiento que
despierta a un hombre de un profundo letargo. ¡Qué
imperio tienen las circunstancias¡ Nada más me dijo,
y me hizo pensar por muchos años" (citado por
TORRES-CUEVA, 1997:142).
Poco tiempo después en el Elenco de 1816,
encontramos consideraciones teóricas que generalizan lo
ocurrido y trascienden a las restantes formas de actividad
humana: "El principio de las leyes sociales es la recta
razón bajo estas máximas: 1º Preferir el bien
común al particular; 2º No hacer cosa que pueda
oponerse a la unidad del cuerpo social; 3º Hacer sólo
lo que sea posible a favor de la misma sociedad, y según
el fin de ella" (VARELA, 1997i:83).
Sin lugar a dudas, la ciencia representaba para Varela
uno de los medios importantes que contribuían al logro del
bien común; por eso consideró un obstáculo
al desarrollo social
la separación de las mujeres de las ciencias. "Uno de los
atrasos de la sociedad – decía – proviene de la
preocupación de excluir a las mujeres del estudio de las
ciencias o a lo menos no poner mucho empeño en ello,
contentándose con lo que privadamente por curiosidad
pueden aprender, siendo así que el primer maestro del
hombre es su madre, y que esto influye considerablemente en el
resto de su educación" (Ibid, p.84).
Las ideas expuestas sobre la comprensión
valeriana de los nexos entre patria y ciencia se enmarcan en una
interpretación dialéctica de la
historia:
"Nada es más útil y aun necesario que
observar en el cuadro de las generaciones pasadas el origen de
los males que han afligido a los pueblos, los errores que se han
apoderado de los más grandes talentos, los progresos que
en contraposición a ellos han hecho las luces en todos
tiempos, las circunstancias favorables o adversas que han
precedido y acompañado a cada uno de los acontecimientos;
y últimamente la influencia que pueden tener en lo futuro,
la conducta que debe
seguirse para evitar los males que tanto horrorizan, y
proporcionar los bienes que tanto desea. La historia es sin duda
la maestra de la vida, y un depósito inagotable de objetos
dignos de la contemplación de un filósofo; pero al
mismo tiempo suele ser principio de innumerables errores, que se
establecen tanto más cuanto se creen confirmados por mayor
número de hechos históricos" (VARELA,
1997d:355).
Esta valoración sobre la historia integra las dos
ideas principales presentes en el pensamiento de Varela de
orientación CTS – determinación social de la
ciencia e influencia de ésta sobre la sociedad – pero, al
mismo tiempo, por su profundidad, va al encuentro de los
argumentos que en la actualidad se exponen acerca de la
importancia de la historia para comprender la ciencia y la
tecnología
como procesos sociales, como fenómenos vinculados a la
economía, la política, la guerra, la
ideología, etc.
La historia, como destaca Varela, es la "maestra de la
vida", es, puede agregarse, el libro abierto
de los hombres que cada generación enriquece con aciertos,
que nos fortalecen como especie, y desaciertos, que ponen en
peligro nuestra existencia. En todos ellos, positivos y
negativos, causa y consecuencia simultáneamente,
están el conocimiento y la técnica, la ciencia y la
tecnología.
- Puede afirmarse que, sin pretenderlo, Varela
construyó para nuestra reflexión CTS actual
cimientos con materiales
de la realidad cubana de su época. - El resultado de su labor científica y
educativa, dirigida en primer lugar a la
juventud(13), es una comprensión
dialéctica de las relaciones entre patria y
ciencia. - Su conocimiento de la historia, la mirada
patriótica, atenta y crítica de los hechos de que
fue testigo, así como el dominio de los
adelantos científicos de su tiempo(14), le permitieron
comprender el papel de las circunstancias sociales en el
desarrollo de ciencia y el que ésta podía ser
útil en la creación de una patria libre,
independiente y próspera. - Los estudios actuales de ciencia, tecnología y
sociedad en Cuba tienen en el pensamiento de Feliz Varela
Morales sólidos fundamentos
históricos.
Historia de América durante el proceso de
independencia
1808 | Napoleón invade España y Portugal, |
1810 | Napoleón depone a Fernando VII, rey de |
1813 |
|
1814 | Los franceses son derrotados en España y |
1816 | Argentina se indendiza oficialmente de |
1818 | Chile se independiza |
1819 | Bolívar entra en Bogotá donde |
1820 | San Martín y O'Higgins organizan la |
1821 | México |
1822 | Agustín Iturbide es proclamado emperador de |
1823 | Agustín I abdica. México se |
1824 | Guadalupe Victoria se convierte en primer |
1829-1830 | La Gran Colombia se divide en tres |
1836 |
|
1848 | Los Estados Unidos se anexiona Texas. La guerra |
1857-1860 | Guerra de la Reforma en México como |
1864-1867 | Maximiliano de Austria se convierte en emperador |
1865-1870 | Guerra de la Triple Alianza: Paraguay se |
1876-1911 | Etapa del "Porfiriato"en México. El |
1879-1883 | Chile se enfrenta a Perú y Bolivia en la |
1895 | Campaña por la independencia de Cuba. El |
1898 | Estados |
1900 | El Congreso americano establece una administración en Puerto Rico, con un |
Liliana Escobar –
Teatro Municipal – Cali