- El contexto etnográfico
los dos pueblos Tlaxcaltecas: Santa Apolonia
Teacalco - San Felipe Cuauhtenco del
Municipio de Contla de Juan Cuamatzi - Organización del pueblo
de Santa Apolonia: Normas y prácticas de gobierno
local - San Felipe Cuauhtenco, sus
cargos y organización - El sistema de embargos y la
aplicación de justicia en el pueblo de Santa
Apolonia - Las normas, y la
"recogida" en San Felipe Cuauhtenco - Bibliografía
El presente artículo describe la práctica
del embargo en dos pueblos postnahuas del estado de
Tlaxcala en México,
Santa Apolonia Teacalco y San Felipe Cuauhtenco, respectivamente.
En esta última localidad era llamado la "recogida"
y en la actualidad no se ejerce, pese a que muchos de los mayores
recuerdan haberla practicado. En cambio en
Santa Apolonia se le denomina "el embargo" y sigue siendo
utilizado por sus habitantes para hacer exigir muchas de las
cooperaciones acordadas por el pueblo. Constituye un acercamiento
descriptivo a las realidades indígenas de Tlaxcala y del
México para muchos desconocido.
El contexto
etnográfico los dos pueblos Tlaxcaltecas: Santa Apolonia
Teacalco.
En el altiplano central mexicano, a 2,200 metros sobre
el nivel del mar se ubica el municipio de Santa Apolonia Teacalco
al sur del estado de Tlaxcala. Colinda al norte, sur y poniente
con Nativitas otro municipio del cual se escindió. Al
oriente limita con el municipio de Tetlatlahuca. Según
información del Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática (INEGI México) Santa
Apolonia comprende una superficie de 7,91 kilómetros
cuadrados, que representa el 0.19 por ciento del territorio
estatal. La entidad federativa comprende en tanto 4,060.923
kilómetros cuadrados. En cuanto a los aspectos
sociodemográficos, y de acuerdo al conteo del censo de
población y vivienda del 2000 habitan el
municipio 3,676 habitantes distribuidos en 747 viviendas. De este
total comunal, 1,722 son hombres y 1,954 son mujeres. La
población se concentra en la cabecera municipal que lleva
el mismo nombre del municipio, (Santa Apolonia Teacalco) y se
constituye en el centro más poblado con 3,633 habitantes.
Otros lugares con concentración de población en
este municipio, son el Nuevo Centro de Población Agraria,
(conocidos por sus siglas N.C.P.A) de San Antonio
Teacalco.
El estado de
Tlaxcala, (el suroeste) es el área que cuenta con mayor
concentración demográfica y una muestra de ello
es este municipio, cuya densidad de
población es de 468.64 habitantes por kilómetro
cuadrado. El municipio se encuentra ubicado en una zona del
Estado de Tlaxcala que es conocida como "el jardín de
Tlaxcala". Ello como producto de la
buena calidad de las
tierras y de la infraestructura agrícola con que cuenta,
principalmente por sus recursos
hídricos. La tierra es
dedicada principalmente, para el cultivo de productos
agrícolas, tales como tomates, maíz y
para el cultivo de forraje ganadero.
El mayor dinamismo de la economía está
dado por el sistema
agroganadero que opera en este municipio. Este consiste en
destinar una gran cantidad de tierras para el cultivo de forrajes
por un lado y de productos agrícolas altamente comerciales
como son los tomates verdes en otro ámbito. Permitiendo
con ello que los cultivos de forrajes sean para alimento de
ganado vacuno y la venta de tomates
una vez posibilite la compra becerros y otros insumos necesarios
para la actividad ganadera.
Otra actividad económica del municipio es la
cestería que tiene, en términos culturales y
tradicionales, gran importancia. Esta actividad es complementaria
a las anteriormente mencionadas, sectores de donde salen los
principales ingresos de la
población. Quienes no participan en los circuitos
agroganadero y artesanal emigran a las zonas industriales de la
región o del país. Con frecuencia, también a
los Estados Unidos de
América
y Canadá.
La religión predominante
del pueblo es la católica y de hecho el 80 % de la
población se auto refiere como tales, según
información de la presidencia municipal. El pueblo cuenta
con dos templos; a) la capilla de Cristo Rey en las afueras del
pueblo y b) la Parroquia de Santa Apolonia. El restante 20 % de
la población del municipio pertenece a otras religiones, como son;
testigos de Jehová y protestantes de la iglesia del
evangelio eterno. Esta última, tiene una presencia de
larga data en el pueblo, prueba de ello es que construyó
su templo en 1924.
La fiesta patronal es el 9 de febrero y todos los
gastos que emanan
de estas celebraciones son pagados por el pueblo y los dineros
administrados por los fiscales. Santa Apolonia es patrona de los
dentistas, así durante las fiestas en su honor, el
presidente municipal auxiliar invita a odontólogos de la
región, de Puebla y otros pueblos vecinos para que brinden
atención dental gratuita a la
población del pueblo. La fiesta patronal es organizada a
través de un sistema rotativo donde cada uno de los tres
barrios en alguna ocasión le corresponde su organización.
San Felipe
Cuauhtenco del Municipio de Contla de Juan
Cuamatzi
Se ubica en las faldas nororientales del extinto
volcán de La Malinche, a una altitud de 2.480 metros sobre
el nivel del mar, también en el Estado de Tlaxcala. Es la
quinta sección del municipio de Contla de Juan Cuamatzi
cuya cabecera es el poblado de San Bernardino Contla. El pueblo
de San Felipe Cuauhtenco abarca una superficie de 3
kilómetros2 y su población es de 1,839 habitantes,
que se dividen en 951 hombres y 888 mujeres. En términos
censales, es una "localidad", es decir; se encuentra en el
segmento de entre 500 y 2,499 habitantes categoría que
maneja el Instituto Nacional de Estadística
Geografía e Informática (INEGI) para estos efectos.
El clima
predominante, durante la mayor parte del año es templado
– húmedo, con lluvias en verano y tiende a ser
más frío conforme se asciende hacia las alturas del
volcán de La Malinche. En lo que es el pueblo y referido a
las viviendas, la mayoría de las casas son de un piso, con
techos de láminas galvanizadas y vigas de madera
expuestas como cielo raso. Los muros son de materiales
mixtos, block y cemento, adobe
y corteza de árbol en los menos de los casos. Respecto a
sus divisiones, la mayoría tiene una habitación
principal, que sirve de sala y comedor a la vez y otros cuartos
para recamara. Además, se encuentra lo que los habitantes
llaman; "cocina de humo", donde junto al "tlecuil",
(fogón o brasero) se encuentra el comal para elaborar las
tortillas diarias.
En la actividad agrícola destaca el cultivo del
maíz, primordial para sus habitantes. La calidad de la
tierra
según los lugareños es de buena calidad, pero se
debe emplear fertilizantes. En cuanto a otras especies y
sembradíos del pueblo, el nopal se cultiva en los
"mesurcos" lo que ellos refieren como límites,
habitualmente magueyes o arbustos, que puestos en hileras
delimitan las milpas. El nopal representa en ciertas
épocas una fuente importante de alimentación para los
habitantes de San Felipe. También se siembra
fríjol, calabaza y habas. Una de las hierbas comestibles
más consumidas es el quelite que se encuentra con
facilidad en la zona y se prepara hervido o frito y cuyo uso
preferente es para la elaboración de salsas. Entre los
frutales, se cuentan ciruelos que se siembran frecuentemente
cerca de la casa o en los "mesurcos".
Los animales de
corral que se crían son; gallinas, guajolotes, patos y
algunos gansos. En lo que es el ganado mayor y menor, algunas
familias cuentan con ejemplares que no superan los tres por
grupo
domestico; tales como bueyes, caballos, vacas y "semilas",
expresión local esta última para referirse a la
acémila, mula de carga. Se encuentran puercos (2 ó
3 ejemplares por familia) en
aquellas viviendas con patios extensos. Las casas ubicadas en la
periferia del pueblo crían borregos En otro orden, la
población de San Felipe (utilizando el criterio de la
lengua) es
predominantemente indígena y como tal es perfectamente
posible clasificar al pueblo bajo esta categoría. La gran
mayoría de sus habitantes habla el náhuatl, pese a
que los jóvenes dicen; "no hablarlo, pero si
entenderlo". Culturalmente es una unidad social con fuerte
identificación con su pasado indígena, por lo cual
comparte con muchos otros pueblos vecinos, características
étnicas predominantemente indias. Bajo este criterio, en
parte acomoda la definición de "post-nahua"
elaborada por Mulhare (2002) que sobre el particular refiere a
"aquellas personas que tienen ancestros nahuas pero que
han adoptado nuevas formas de vida en el siglo XX". Si
bien está circunscrito esta definición a pueblos, a
unidades sociales que han perdido la lengua. En tal sentido cabe
precisar que el idioma no ha desaparecido, pese a un creciente
proceso de
aculturación en donde el idioma español
hegemoniza parte importante de la
comunicación entre estos habitantes y los principales
centros políticos. La economía local la conforman
principalmente cuatro áreas productivas que constituyen
los ejes sobre los cuales el pueblo desarrolla su vida
económica. Los vecinos mayoritariamente se ubican en
algunas de estas cuatro actividades, a) agricultura,
b) actividad textil, c) trabajo en
fuentes
externas a la localidad y d) comercio y
mercados.
Utilizando el criterio del número de personas que se
dedican a cada una de ellas es posible en orden de importancia
individualizarlas de esa forma. Estas fuentes de trabajo han
presentando distintos ritmos de evolución en la dinámica económica del
pueblo.
La religión predominante del pueblo es la
católica la cual es avalada por la presencia de dos
templos en el centro de la localidad que protagonizan la vida
religiosa de sus habitantes. Con respecto al sistema de cargos
religiosos, San Felipe se organiza en torno a las
mayordomías existentes en el pueblo. El fiscal es la
máxima autoridad
religiosa en esta estructura de
cargos, más tres fiscales auxiliares. Debajo de esta
cúpula se encuentran cada uno de los ayudantes del fiscal,
en este caso los mayordomos, que son responsables de cada una de
las 12 mayordomías del pueblo. Existen tantas
mayordomías como santos con imágenes
en las iglesias, cada una encabezada por un mayordomo y sus
ayudantes. Salvo en el caso del Santo Patrón que
está conformada por el mayordomo, más un devotado,
un topile y tres tequihuas que totalizan 6 personas.
Están, además, las hermandades, grupos de
personas devotas de un determinado santo que peregrinan a los
diferentes santuarios del estado y de la República. Las
imágenes de los santos se encuentran en las casas de estas
personas. Cuentan, al igual que las mayordomías, con
mayordomo, un devotado, un topile y 3 tequihuas. Las hermandades
además de realizar peregrinaciones colaboran en la fiesta
del Santo Patrón. La elección de la cofradía
se lleva a cabo el 12 de diciembre tradición que se
inició desde que la Virgen de Guadalupe era la patrona del
pueblo. Ese día se acuerdan la elección de los
cuatro fiscales y los doce mayordomos, los respectivos devotados,
topiles y tequihuas de cada mayordomía, más los dos
sacristanes, los campaneros y el portero, para que
desempeñen sus funciones por un
año.
Organización del pueblo de Santa Apolonia:
Normas y
prácticas de gobierno
local
En Santa Apolonia Teacalco destacan dos estructuras de
organización de los ciudadanos. En orden de importancia
deben mencionarse, la "asamblea del pueblo", y luego el
"comité de agua de
riego". Instancia esta última que se divide para las
tierras ejidales y otro para las tierras de propiedad
privada. De estas dos estructuras, la que concita el mayor peso y
protagonismo en las decisiones locales es la asamblea del pueblo.
Es en esta instancia donde se discuten parte importante de los
problemas de
la comunidad, pero
por sobre todo, en nuestro caso, confluyen los poderes de
decisión en materia
normativa. Desde el punto de vista occidental, es posible
asegurar, que la asamblea del pueblo reúne los tres
aspectos clásicos de gobierno, a saber el legislativo,
judicial y ejecutivo. No es casual que los nombremos en ese
orden. La asamblea de Santa Apolonia, "tiene la
representatividad del pueblo", aseguran sus vecinos y ejecuta
las decisiones sobre otros aspectos de la vida comunitaria como
son obras de adelanto y mejoramiento de la localidad.
La máxima autoridad del pueblo es el presidente
municipal auxiliar quien convoca y preside la asamblea del
pueblo. En ella votan los 1,502 jefes de familia (2001) que para
estos efectos son los "cooperantes", hombres o mujeres
viudas. Las mujeres "pueden votar, pero no ser votadas".
Dicha asamblea tiene dos períodos de sesiones, el primero,
tiene lugar entre diciembre y enero, meses cuando se realiza el
informe de
gobierno del presidente municipal auxiliar y se eligen las nuevas
autoridades. Se nombran en esa ocasión al nuevo presidente
auxiliar, el suplente, el comité de obras materiales con
su respectivo presidente, secretario y tesorero. Además el
comité del agua potable,
también con su presidente, secretario y tesorero.
Será ocasión de elegir al juez menor de paz, los 6
comandantes (2 por cada barrio), los 3 notificadores o
"tequihuas" (1 por barrio). Estas autoridades son elegidas
mediante voto económico, es decir, de manera libre y
directa.
El segundo período es entre los meses de febrero
a marzo, donde las nuevas autoridades presentan a la comunidad su
plan de
trabajo a la asamblea comunal. Las sesiones se realizan en la
escuela primaria.
Acuden los jefes de manzana y "pasan lista" de su
respectiva manzana. Si un convocado no asiste es "multado"
con $ 200.00 pesos (unos 20 USD) y 24 horas de "bote" . El
papel del jefe de manzana es importante para que la convocatoria
a la asamblea tenga éxito,
pues en el pueblo se considera que "el jefe de manzana sabe
que tiene que responder por su gente, así que los tiene
que buscar personalmente" para que asistan. En la asamblea
del pueblo se tratan todos los asuntos concernientes a la
comunidad, tales como los relativos a la construcción de obras públicas para
el mejoramiento vial y por consiguiente los relativos a la
"cooperación" de los pobladores ("en dinero o en
mano de obra") para la realización de dichas obras.
Existe una tradición sobre la capacidad negociadora de la
presidencia auxiliar con el gobierno del estado que ha derivado
en "grandes beneficios" a la comunidad, según los
lugareños. Dos ejemplos recientes, (2001) son la
construcción de la unidad deportiva cuyo costo asciende a
6 millones de pesos y la remodelación de la parroquia. De
la primera, el pueblo sólo pagó el terreno y de la
segunda aportó con $ 100.00 pesos para la mano de obra (el
10%) del total de la obra. El resto lo asumió el gobierno
del estado.
San Felipe
Cuauhtenco, sus cargos y organización
La estructura de los cargos civiles está
conformada por el Presidente Municipal auxiliar como la
máxima autoridad local. Le sigue en orden de
subordinación e importancia, un primer comandante, jefe
del cuerpo policíaco y responsable de materializar las
aprehensiones. Le apoya un segundo comandante en esta labor.
Seguidamente 10 policías que mantienen el orden en la
comunidad, caracterizada por la normalidad del orden
público que, además, distribuyen los citatorios a
los ciudadanos y realizan rondas de vigilancia. No reciben
entrenamiento
y cuentan con uniforme que no usan. La labor policíaca en
este caso, es sin retribución económica; en cambio
el presidente municipal auxiliar percibe un salario por su
cargo. Estos cargos son de elección popular, tienen una
duración de tres años, no opera la
reelección y su nominación se materializa en la
asamblea comunal.
Las asambleas comunitarias constituyen las instancias de
decisión política de San
Felipe y posibilitan la comunicación a los vecinos sobre temas de
interés
y en aquellos que se requiere de opinión y/o
colaboración. En estas instancias se desarrollan las
elecciones de los diferentes cargos civiles, se proporcionan
informes de
labores, se realizan votaciones sobre cooperaciones y se discuten
las decisiones sobre el futuro del pueblo. La convocatoria a la
asamblea es importante y los habitantes demuestran interés
por asistir. Al no ser posible ir a la asamblea, algún
miembro de la casa acudirá en reemplazo del citado. Los
policías son los encargados de distribuir los
aproximadamente 600 citatorios que el presidente auxiliar entrega
al comandante. Se personaliza cada citatorio, para evitar que
algún jefe de familia quede sin ser avisado. Los
citatorios informan que "sin excusa, ni pretexto" se debe
asistir a la asamblea, pues lo que se decida se
considerará aprobado aunque se esté ausente de
dicha actividad. Incluso, si alguno de los ausentes fuera
nombrado en un cargo, deberá aceptar la responsabilidad, como si hubiera estado presente
en la asamblea que determinó su nombramiento.
Un hombre
"puede hacer los cargos" al momento de casarse o vivir con
mujer,
independientemente de su edad. Los trabajos comunitarios los
desarrollan aquellos considerados por la comunidad como aptos
para "hacer los cargos". En el caso del hombre soltero y
residente en casa de sus padres, es este último (el padre)
quien debe cumplir con las obligaciones
del hijo aunque éste sea mayor de edad. Los hombres
mayores de 60 años que no tengan hijos bajo su
responsabilidad, están exentos de "cargos" y
sólo deben pagar la cuota mensual del agua. Por el
contrario, si el vecino es mayor de 60 años y tiene hijos
solteros bajo su responsabilidad, tengan éstos la edad que
tengan, debe cumplir el padre con los trabajos que demande la
comunidad. La madre soltera, es considerada jefa de familia, sin
embargo, contribuye solo con el 50 % de las cooperaciones, sean
cuales fueren, con excepción del pago del agua que debe
cubrirlo íntegramente. El hijo de la madre soltera, al
alcanzar la mayoría de la edad, adquiere la
categoría de ciudadano y comienzan sus derechos y obligaciones con
la comunidad.
Las decisiones asumidas por la asamblea del pueblo son
canalizadas a través de los comités, los cuales
desarrollan tareas y actividades comunitarias. Hace 30
años atrás los comités eran menos que los
actuales y se concentraban las actividades en el agente municipal
quien debía desarrollar mucho más labores que las
del actual presidente municipal. Según un ex –
agente municipal, una de las mayores habilidades que debía
tener ese personero, era la capacidad de generar acuerdos y
consensos, además de tener que viajar constantemente a
Contla y Tlaxcala. Las diversas obras de adelanto comunitario han
ido paulatinamente generando las distintas instancias (bajo la
figura de comités) para apoyar dichas trabajos. Es posible
entonces en tal sentido asegurar de una evolución de menos
a más en cuanto a los comités de trabajo en el
pueblo.
El sistema de
embargos y la aplicación de justicia en el
pueblo de Santa Apolonia
El juez menor de paz, aunque no forma parte de la
estructura formal de la presidencia auxiliar, en la
práctica se coordina constantemente con esta entidad. El
juez de paz tiene un papel importante pues es el encargado de
mediar en la compra y venta de tierras. Así
también, en los conflictos
relacionados con las mismas. Sus principales funciones son 1)
medir terrenos, 2) resolver algunos problemas que se presentan
cuando no hay conformidad entre dueños de predios por las
medidas de los terrenos, 3) y legalizar escrituras, entre las
más importantes.
El juez menor de paz entre otras de sus obligaciones se
cuenta que debe manejar unas formas (formularios de
compraventa) que los manda a confeccionar a Tlaxcala y que luego
son mecanografiadas por la secretaria del ayuntamiento. Por el
trámite de compraventa cobra $ 150.00 pesos, (unos 15
dólares), independientemente del objeto de la
transacción comercial. Una vez confeccionado el contrato de
compra y venta, acude al predio y ahí mide el terreno.
Para ello pone piedras en los linderos como señales. El vendedor debe llevar dichas
piedras, así se señala "las lleva el
vendedor", se las entrega al juez de paz y éste las
entierra como indicadores de
las medidas del terreno a ser comercializado. Todo este procedimiento se
realiza en presencia de testigos. Para ello al lugar asisten el
"comprador, el vendedor, el juez menor de paz y dos
testigos". Se consulta a los interesados su parecer en cuanto
al precio,
límites u otra particularidad y se procede a firmar el
contrato. El juez menor de paz también debe intervenir
cuando hay un conflicto
entre vecinos, como por ejemplo, para la introducción de una calle; o cuando alguien
fallece. Los pobladores siguen con la costumbre de acudir donde
éste juez local, aunque después de la
elevación a rango municipal, dicha función le
corresponde al agente del ministerio público.
Cuando la labor del juez no cumple su cometido algunas
personas, valoradas por la comunidad cumplen el papel de
"arregladores", tal es el caso, de un vecino que
llamaremos en esta ocasión como Rodrigo. De
profesión maestro y que a sus 45 años de edad le ha
correspondido en múltiples ocasiones conciliar a grupos en
conflicto en el pueblo. Refiere su particular función,
señalando que es "buscado por las personas de la
comunidad" para fungir como intermediario en conflictos entre
particulares. Los problemas que debe enfrentar son de distinta
índole, matrimoniales generalmente, pero también
otros delitos, tales
como ofensas, robos y otros. También ha debido intervenir
en conflictos mayores. Recuerda que "en la década de
1970 dos familias se enfrentaron entre sí, a partir de que
una de ellas acusó a una mujer de otra familia de estarle
haciendo brujería. La mujer acusada,
estando embarazada, fue asesinada en la puerta de su casa por el
esposo de la mujer que decía estar siendo embrujada. Este
asesinato desató otra serie de asesinatos, de una familia
a otra, en los últimos 30 años".
Este intermediario, participa del grupo, conocido como
"los pistoleros" o "pesados" del pueblo, que es el
apelativo a este tipo de intermediarios que se involucran en la
resolución de los conflictos entre particulares. En el
caso antes descrito nuestro pistolero propuso a ambas familias
hacer un "convenio de honor" a fin de terminar con el
largo conflicto. De seguir las muertes ambas familias
serían "expulsadas" del pueblo. Otro caso recordado
por este "pistolero", fue en el caso de un homicidio
imprudencial que tuvo lugar cuando un joven en estado de ebriedad
atropelló a una mujer anciana provocándole la muerte. El
grupo de los "pistoleros" hizo una reunión en una
de las casas de los del grupo, a la cual fue "citado" un
representante de la familia del
joven homicida y acordaron que éste pagara los gastos de
funeral y "que se fuera del pueblo para siempre". Con este
acuerdo – según este pistolero – ambas partes
estuvieron conformes y así se evitó que la parte
agraviada fuera a "cobrar venganza de sangre"
contra el joven homicida. Este rol de intermediario, es porque la
misma gente a uno lo "busca" y su experiencia en estas
materias la atribuye "al hecho de salir fuera del pueblo y
tener otras experiencias lo capacita a uno para encabezar y
asesorar a la gente".
En otro orden, describíamos anteriormente que uno
de los elementos que determinan la cooperación de los
habitantes son las normas que al respecto se encuentran asumidas
por sus habitantes. Ahora bien, como en todo grupo humano, muchas
veces, es imposible poder cumplir
con la norma y ello es previsto por la comunidad y para ello
mantiene lo que ellos denominan el "sistema de embargos".
Es posible sintetizarlo señalando que consiste en embargar
los bienes de un
poblador que se niegue o no pueda pagar una cooperación
económica, de estas que el sistema normativo ha
establecido Dicha contribución como hemos visto, es
impuesta por la asamblea del pueblo o la presidencia municipal
auxiliar para la realización de alguna obra o actividad
pública en el pueblo. El sistema de embargos ha tenido
varias etapas en el pueblo.
1) Etapa de surgimiento. En 1954 a raíz del
segundo rompimiento del bordo del río Zahuapan se
inundaron casas y la zona de cultivos de la comunidad, provocando
graves pérdidas económicas a los lugareños.
Se convocó a una asamblea del pueblo y en esa oportunidad
se discutieron las soluciones.
Entre las muchas que se analizaron, prevalecieron las posiciones
de aquellos vecinos, que querían cooperar para la
reconstrucción del bordo y así evitar futuras
inundaciones. Otros en cambio, se oponían aportar para un
trabajo que técnicamente no aseguraba que no volviera a
suceder dicho evento. Después de confrontar posiciones, de
votó y se acordó por reconstruir el bordo. Para
evitar que dicha medida fuese incumplida por los opositores, se
estableció la norma de que quien no asistiera a las faenas
se le embargarían sus bienes materiales. Medida que
cobró éxito por cuanto, en un corto plazo los
hombres del pueblo consiguieron el dinero y
las cooperaciones para esta obra comunitaria. En ese entonces el
agente municipal era Pablo Macuitl y formaban parte de su equipo
de trabajo Leobardo Ortega, Pascual Sánchez, Faustino
Pérez y Baldomero Sampedro.
2) Etapa de consolidación. En 1963 existía
en el pueblo una escuela, la primaria "Ramón Teja
Andrade" y contaba con primer y segundo grado de primaria.
Así los niños
del pueblo al tener que cursar el tercer grado debían
acudir a la escuela del vecino pueblo de Nativitas. Los
niños en ese pueblo eran discriminados, por ser "indios
patarrajadas". Ello motivó a la construcción de
nuevas instalaciones para la primaria en el pueblo. La comunidad
eligió unos terrenos aledaños al centro del pueblo,
y en una asamblea se decidió plantearle a los
dueños de esos terrenos tres opciones; a) reubicarse, b)
vender o c) irse del pueblo.
Al respecto se señala, "hubo un dueño
que se le ofrecía 15 mil pesos y no aceptaba. El pueblo
estableció un juicio contra este propietario y ganó
el pueblo". Había en ese entonces los que argumentaban
que había que establecer tres categorías de
aportaciones para hacer frente a los gastos que demandaba la
construcción de la escuela. Así los criterios eran;
1) quien tiene centavos, 2) el que tiene regulares ingresos y 3)
los peones. Los vecinos que no estaban de acuerdo con esta
clasificación referían; ¿acaso unos [los
niños] van a estar en mejores salones que otros?
Después de largas deliberaciones se estableció que
cooperarían; a) "todos los varones padres de familia
entre 18 y 60 años (solteros o casados) y, b) las viudas y
madres solteras". De igual forma, aquellos que no
cumplían con los acuerdos antes descritos eran
embargados.
3. – Etapa de la construcción de la escuela
secundaria. De 1964 a 1970 funcionó la escuela
"Mariano Matamoros" por cooperación. Los
padres de familia pagaban los salarios de los
maestros, pues el gobierno no daba recursos para este rubro. En
esa época no había carretera y la agencia municipal
dispuso un servicio
gratuito de transporte
escolar, conocido como "la mandarina" que transportaba los
alumnos a la secundaria. Ello para que los jóvenes no
faltasen a clases por el mal estado de los caminos y que las
autoridades advirtieran del interés por asistir a la
escuela por parte de los jóvenes. Los funcionarios del
gobierno del estado no autorizaban el establecimiento de la
secundaria pues argumentaban que Nativitas tenía una
escuela de este tipo y que Santa Apolonia dada su cercanía
debían asistir a ella. Los pobladores presionaron y las
autoridades pasaron la secundaria federal a Santa Apolonia y
abrieron a cambio en Nativitas una secundaria técnica. En
1969 se fundó la secundaria federal "General
Lázaro
Cárdenas del Río". Quienes no aportaban
en esta etapa con los sueldos de los maestros eran
embargados.
Cuando debe realizarse un embargo, los hombres del
pueblo se reúnen en la plazuela de la comunidad junto con
sus autoridades. Acuden el presidente auxiliar, el juez menor de
paz, los jefes de manzana y el presidente de obras materiales.
Primero habla el jefe de manzana con quien va a ser embargado
para pedirle por última vez que cubra su adeudo. En caso
de negarse éste, las demás autoridades acuerdan
proceder con el embargo. Se acude a la casa del vecino y se
requisa entonces, cualquier tipo de bienes que éste posea,
pero que cubra el monto de la deuda. Generalmente se embargan
tanques de gas, carretillas
para acarrear arena, materiales de construcción, aparatos
eléctricos y animales. De ser estos últimos
quedarán en "resguardo" en la casa del jefe primero
de manzana. Si son aparatos eléctricos se almacenan en las
instalaciones de la presidencia de comunidad.
Se encuentra establecido, que el deudor, pueda recuperar
su bien, ello es pagando su cooperación, pero se agrega
una multa, (de un 10 % del valor) por no
haber pagado a tiempo.
Cumplido ese procedimiento normativo, se le devuelve el objeto o
animal embargado. El sistema de embargos no sólo funciona
para aquellos vecinos antes descritos, sino también, para
aquellos que no "barren su calle" y son sancionados con 2
bolsas de cemento. De no aportar el cemento procede el embargo.
Cada fin de semana un representante de la presidencia auxiliar
recorre el pueblo para supervisar a la gente sobre el barrido de
la calle que corresponde al frontis de su casa. En el caso de
encontrarse algún incumplimiento, apunta en su libreta y
al domingo siguiente le llega la sanción por
escrito.
Hay vecinos que afirman que el sistema de embargos ha
sido "tan exitoso" que las sociedades de
padres de familia en el pueblo lo implementan con "excelente
resultados". Quienes no asisten a las juntas en las escuelas
que se convocan periódicamente se les multa con "un
bulto de cemento".
La fuerza de este
sistema normativo no acepta excepciones y se extiende o proyecta
a otros ámbitos. Por ejemplo en 1993 en unas de las
asambleas se acordó la decisión de que las calles
tendrían 6 metros de ancho. Algunas casas estaban
"salidas" de esta línea de delimitación.
Unos dueños de las casas las alinearon, (corrieron cercas
y muros) pero otros no. Así que en una asamblea posterior
se acordó encomendar a un grupo de hombres que las
"tiraran" (derribaran) y así sucedió. A
algunos vecinos "se les tiraron dos veces" sus casas, como
Crisanto Sánchez de la Emiliano Zapata
del barrio del Centro, Natalio Piscil de la calle del bosque y al
dueño de la veterinaria.
Desconocemos si estos vecinos antes mencionados,
reclamaron de estas medidas, pero otros lo han hecho. Al
respecto, don Genaro, uno de los hombres más viejos de
lugar recuerda: "una cosa de esas no la puede hacer el
"líquido pueblo" sino que tiene que apoyarse en el
gobierno. Cuando se decidió implementar ese sistema en la
comunidad se le comunicó al gobernador del estado
(1957-1963) Joaquín Cisneros y él estuvo de
acuerdo. Había gente que iba a quejarse con él
porque le habían embargado algún bien y el
gobernador los regresaba a que pagaran su
cooperación". El hecho referido sobre el
conocimiento de las autoridades acerca de estas
prácticas es corroborado por otro vecino. Quien refiere en
1995 "cuando alguien quiere hacer valer su posición
dice: ¿señores que no soy hijo de este pueblo? Si
en alguna fiesta se pelea uno de aquí contra alguno de
otro pueblo. El de Santa Apolonia tiene la obligación de
participar en el pleito defendiendo al paisano. Todos le entramos
a defender lo que es nuestro hasta con dinero, por ejemplo, la
cooperación en el pueblo ha provocado que valoremos lo que
tenemos. Cuando se cooperó para el deportivo cada jefe de
familia cooperó con 210 pesos y se juntó en total
630 mil pesos en total. En la cuestión de nuestra forma de
ser, la verdad es que: Hasta el gobernador nos ha solapado. En
los conflictos los jóvenes son los más
atrabancados. Cuando hay un conflicto, y se llama a la gente por
medio de las campanas, todos salen con sus armas pues saben
que hay problemas".
Pero pese a que esta norma se encuentra en plena
vigencia, no ha estado exenta de dificultades desde los inicios
de su aplicación. Varios ejemplos que dimensionan la
vigencia y magnitud de esta medida. En 1992 la Secretaria de
Desarrollo
Social (SEDESOL) autorizó recursos por $ 30,000.00
pesos (3.000 USD) para la pavimentación de algunas calles.
Cuando el agente municipal acudió a dichas oficinas por el
dinero, al monto total se le habían descontado $ 4,000.000
pesos por concepto de
IVA (impuesto al valor
agregado). Entonces de los $ 30,000.000 sólo
entregaron $ 26,000.00. Las autoridades de Santa Apolonia
Teacalco se molestaron frente a este hecho y se acordó
"que había que completar" la cifra original ($
30,000.00) así que se procedió a recabar la
cooperación del pueblo y aquellos que no cooperaron se les
embargó. Después de unos días de procedido
el embargo se fue a exigir al presidente municipal de Nativitas
los $ 4,000.000 que SEDESOL había descontado y como
éste no quiso cooperar, "se tomó" el palacio
municipal. Se procedió a detener a esta autoridad, y
llevarlo a las oficinas de la agencia municipal de Teacalco. En
ese tiempo el presidente municipal era Antonio Murías,
según recuerdan algunos vecinos.
Otro hecho que cabe destacar, es el acontecido en abril
de 1995 cuando la presidencia municipal y auxiliar se encuentran
con su plan de obras públicas. La auxiliar, en este
momento utiliza su capacidad en los mecanismos tradicionales
cooperación económica para tomar venganza de
aquella parte de la población de la cabecera municipal que
apoya al presidente municipal. Decide la presidencia auxiliar la
construcción de un pozo de agua, sin dar
información a la población en la asamblea del
pueblo sobre las particularidades del proyecto. El 5 de
abril se comunica la noticia de la construcción y de
cooperación obligatoria de $ 150.00 por familia. Muchos se
niegan a pagar y las autoridades auxiliares, tal y como era la
costumbre, salen a embargar los bienes de aquellos quienes se
negaron a cooperar. La respuesta de los habitantes de Teacalco,
encabezados por el presidente municipal Elesban Zárate,
fue de dialogaran con representantes de Gobernación para
pedir que se suspenda el embargo a estas 800 familias, que
pretendía realizar el presidente municipal auxiliar Benito
Díaz. Se solicita la presencia de la policía
estatal. El Gobierno del Estado no envía a la fuerza
pública y el 21 de abril se da un enfrentamiento entre
seguidores del presidente municipal y del presidente municipal
auxiliar que tuvo como resultado tres heridos de bala cuando los
primeros trataron de evitar el embargo.
Las normas, y la
"recogida" en San Felipe Cuauhtenco
La conformación de los distintos comités
se resuelven en la asamblea comunal, la cual así se
constituye en la principal entidad de decisiones y acuerdos sobre
la vida comunitaria. Destaca en este sentido la
administración de justicia por parte de la asamblea en
la localidad, lo cual permite advertir varias
dimensiones:
1. La importancia atribuida por la comunidad a la
instancia de la asamblea como lugar donde los ciudadanos acuerdan
cumplir con sus obligaciones.
2. La vigencia y constante adaptación de la
formula coercitiva. Ha sido así "desde siempre", o
"todos acá debemos cooperar", "quien no lo hace se debe ir
del pueblo".
3. La legitimidad que adquiere la asamblea como un
organismo resolutivo de los conflictos internos que experimenta
el pueblo. Y la efectividad (desde el punto de vista de tiempos)
que la sanción (o solución) implica en la
localidad.
4. Los equilibrios que se logran al mantenerse la paz
social luego de la aplicación de la sanción o
solución.
El trabajo
comunitario es un patrón común a la hora de
desempeñar actividades tales como las fiestas y o hacer
frente a los momentos de crisis del
pueblo. En ese marco, la mayoría de los habitantes asumen
con el compromiso de trabajar en beneficio comunitario. La
excepción en la actualidad la constituyen unas 100
personas (que se identifican como testigos de Jehová), los
cuales se han ido sustrayendo paulatinamente de sus obligaciones
en los cargos religiosos. Sobre el particular, se advierte una
segregación hacia estas personas en el plano religioso. No
obstante, el resto de los habitantes hombres mayoritariamente
autodefinidos como católicos, ha desempeñado un
cargo. Los que no han hecho cargo aún lo contemplan dentro
de sus objetivos
inmediatos.
Con respecto a este grupo de vecinos que no ejercen
cargos por su opción protestante, se advierte un proceso
de mayor contacto con personas externas al pueblo, por cuanto
estos últimos los visitan frecuentemente como parte de las
actividades religiosas. Para hacer frente a estas visitas que
acuden en misión
evangelizadora, los católicos escriben en sus puertas un
símbolo C T D que significa (creyentes en Dios) y evitar
así ser visitados por los protestantes. Para el caso de
los vecinos (testigos de Jehová) éstos no
participan de los cargos religiosos, pero deben participar de los
cargos civiles y hacer las cooperaciones como el resto del
pueblo. En caso del fallecimiento de un testigo de Jehová
algún familiar deberá pagar al Fiscal por enterrar
al difunto en el cementerio del pueblo. Esto por cuanto
según acuerdo de la asamblea del pueblo, el cementerio es
católico y como tal deben los no católicos pagar
por su uso llegado ese momento. El hecho que el cementerio sea
católico esta determinado por un acuerdo de la asamblea
que en alguna oportunidad se tocó el asunto y produjo como
en muchas otras decisiones una fusión
entre los ámbitos civiles y religiosos. La cifra del
entierro para los no católicos varía entre $
1,000.00 y $ 5,000.00 pesos, ello pues se evalúa si el
difunto participó en vida de algún comité y
como tal tiene una consideración en dicho cobro. De todos
los comités del pueblo, las personas protestantes, se
sustraen de participar tan solo de uno, cual es el Comité
de la Honorable Junta Patriótica pues aluden que no
"rinden honores a la bandera por tener ésta la
serpiente". De los demás comités deben
participar y realizar las cooperaciones
correspondientes.
Hechas estas precisiones, se entiende que en el caso que
la situación económica, tiempo o enfermedad,
dificulta al vecino en el desarrollo de
los compromisos de un cargo, lo subsana colaborando con alguna
otra persona que
está haciendo el cargo. Se produce entonces una
extensión de la responsabilidad, vale decir, que el vecino
elegido es auxiliado en su función por la parentela y
amigos quienes colaboran para el éxito en el cumplimiento
de las responsabilidades que emanan del cargo. Esta
extensión de responsabilidad reditúa tanto en el
elegido, como en los que contribuyeron, toda vez que el cargo
produce una dualidad de efectos que se puede sintetizar en estas
dos acepciones; a) ocupar cargos otorga un prestigio por
sí mismo, por el hecho de ejecutarlo y haber sido elegido;
y b) la ejecución del cargo es vista como "una ayuda a
la comunidad" lo que otorga al sujeto un reconocimiento por
parte de sus pares, es decir, "hizo un buen
cargo".
La ayuda entre vecinos es apreciada en aquellas labores
donde parte del pueblo ha establecido determinadas acciones y un
calendario para estos efectos. Así es posible observar
para el desarrollo de alguna fiesta, como se distribuyen
funciones, tanto en el traslado de utensilios, carga y descarga
de los vehículos de determinados elementos para esos
fines. Las mujeres acuden en la elaboración de alimentos y su
preparación. Los jóvenes se relacionan con los
mayores en faenas como limpieza de un local o instalar un techo
de lona, por citar algunos. Existe en ese marco una conciencia
respecto a la reciprocidad, que se expresa en el aforismo
"acá [en San Felipe] somos solidarios".
Actúa como un mecanismo de ayuda horizontal que puede
invocarse en determinadas ocasiones al grupo por quien la
requiere. La negativa a prestar ayuda ocasiona una mala
relación entre vecinos, que redunda la mayor parte de las
veces en una negativa por ayudar (esta vez por parte del grupo) a
quien esté solicitándola, si éste no
cumplió en alguna oportunidad su colaboración.
Específicamente, en el campo, observamos que la
"comunidad es un grupo social y que no todos sus miembros
habitan en su base territorial; su membresía se confirma
por su participación en el sistema de cargos, elemento
definitorio en la pertenencia a la comunidad" (Robichaux
1995). En San Felipe el sistema de cargos permite la vigencia de
una serie de reglas y obligaciones – y su refuerzo continuo
– tienden a reducir, sino la oportunidad para la emergencia
de conflictos, por lo menos las maneras en que éstos
pueden resolverse. Varios puntos de nuestra investigación parecen confirmar lo antes
señalado y un sucinto recorrido al respecto nos permite
cimentar la categoría antes expuesta. Por ejemplo, el
sistema de cargos en San Felipe efectivamente lejos de disminuir
se acrecienta, tanto en el plano civil como en el religioso,
así los datos sobre el
crecimiento de comités, aumento de fiscales,
mayordomías y hermandades parecen confirmarlo, acorde con
las transformaciones económicas. La membresía al
pueblo se mantiene pese a las crecientes migraciones de los
sujetos, quienes siguen a través de sus hijos y familiares
cumpliendo los cargos y las cooperaciones lo cual es una muestra
vigente de este sentido de pertenencia social a la comunidad
antes expuesto por Robichaux.
En las tareas relacionadas con obras y servicios a la
comunidad, los respectivos comités (conformados para estos
efectos) acuerdan en la asamblea comunitaria las labores a
realizar y si éstas implicarán una
remuneración. Es la asamblea comunal, lugar de
discusión y acuerdo de estos puntos. Trabajar por la
comunidad es aparentemente un asunto voluntario y nadie es
obligado a desarrollarlo. No obstante, se observan formas
coercitivas para exigir al vecino (las menos de las veces) que
colabore con determinada actividad. Para ello, el corte del
suministro del agua es una medida probadamente efectiva que, una
vez asumida la decisión por la asamblea, produce en el
incumplidor un cambio de su actitud en el
corto plazo.
Los conflictos internos han encontrado una formula de
solución o de manejo a través de la asamblea
comunal instancia esta última donde se ventilan al igual
que en el pasado los asuntos vinculados al pago de las
obligaciones. Una prueba de ello es lo que la comunidad recuerda
como un mecanismo normativo propio, legitimo y efectivo que se
desarrollaba hace 50 años, denominado la
"recogida".
Al respecto aquellos vecinos que no cumplían sus
obligaciones de pago ante la comunidad, eran objeto de la
denominada "recogida". Consistía ésta en la
visita de un grupo de hombres (encomendados por la asamblea) a la
casa del vecino que presentaba el incumplimiento en sus
obligaciones con el pueblo a fin de cobrarle. Previo a ello en la
asamblea comunal se efectuaba una valoración de la deuda.
Ya en el domicilio del vecino éste era conminado a pagar
el adeudo y frente a su imposibilidad, se ingresaba a la vivienda
donde los encomendados en este caso, recogían algún
objeto de valor, igual o similar a la deuda de que habían
sido informados. La valoración se hacía en el
momento entre los hombres presentes quienes discutían la
conveniencia de una u otra cosa, pudiendo ser cualquier objeto,
sea un animal, guajolotes, utensilios, mobiliario o herramientas
agrícolas. Esta "recogida" era entendida por el
afectado quien en algunos casos disponía de horas para
lograr conseguir el dinero y así recuperar el objeto de
valor embargado por la comunidad, todo esto antes que fuera la
especie reducida a dinero. Una vez superada la requisición
el sujeto volvía a participar de las actividades del
pueblo y la comunidad entonces asumía que el vecino
había cumplido con su obligación.
La implementación de un sistema de distribución domiciliaría del agua
hace 40 años obligó al pueblo a una
reglamentación de su uso social y por ende una forma de
control del
recurso hidráulico. Más aún en un pueblo
donde la dependencia de este vital elemento obligaba a todos a su
mantenimiento
y conservación.
Para asegurar el buen funcionamiento del sistema se
creó el comité de agua. En teoría,
el control del agua debía estar en manos de los vecinos
que cooperaban mensualmente; no obstante ha sido derivado
paulatinamente su control a los dirigentes de la asamblea y el
comité de Agua. En se marco, la "recogida" fue
paulatinamente siendo reemplazada por el corte del suministro del
agua, pues ofrecía esta modalidad desde el punto de vista
de su aplicación un menor costo social. Para desconectar
la toma del suministro se requería la acción
de una sola persona. En segundo lugar solucionaba el problema (a
los dirigentes) de tener que reducir a dinero la especie
recogida. En la actualidad es el corte del agua la herramienta
coercitiva que utiliza la asamblea del pueblo para hacer cumplir
a determinados vecinos con sus obligaciones. En enero del 2002 la
cuota mensual por el agua era de
veinte pesos por jefe de familia.
El procedimiento de aplicación de la medida del
corte de agua no es de fácil resolución y se
analiza con detenimiento. Un ejemplo al respecto se
suscitó en la asamblea de junio de 2001 donde se vieron
tres casos y en dos de ellos se optó por cortarles el
agua. Al tercero (a) se le dio plazo, pues era una
situación particular – una mujer- que había sido
abandonada recientemente por el hombre y
exhibía 4 meses sin pagar el suministro. Los tres casos
habían sido antes discutidos por el comité de agua,
siendo estos que presentan el caso a la asamblea sin muchas
opciones que no fueran el corte del agua. Uno de los casos era de
un vecino que vivía en los limites del pueblo de la
Luz y San
Felipe, y hacia los cargos en el pueblo de la Luz. Sin embargo se
encontraba adscrito a San Felipe en lo que era el agua y
comenzó a presentar una morosidad en varias cooperaciones.
A juicio de los vecinos no se justificaba que consumiera el agua
de San Felipe dado que hacía cargos en el vecino pueblo.
Estos conflictos son un ejemplo de una comunidad entendida como
unidad social, donde se mezclan elementos de adscripción,
territorio y pertenencia al grupo.
En el caso de la mujer morosa se entendía que
ésta se encontraba sin recursos. Se estudió incluso
la fórmula que un cuñado de ésta cumpliera
con el pago adeudado. Misma que se desistió pues este
último argumentó que se encontraba sin trabajo y
tenia una familia que mantener. Este individuo
actuó de representante de la mujer abandona
(cuñada) y logró que la asamblea pospusiera la
decisión pues ella se habría comprometido a pagar
en fecha próxima. En los otros dos se decidió por
cortarles el agua; nadie habló por ellos y el hecho que el
Comité los hubiera puesto como merecedores a tal medida
sirvió de agravante y zanjó el tema.
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Guillermo Davinson