Perfil de salud y condiciones de trabajo del personal masculino en un servicio ambulante de atención de emergencias
Período agosto-noviembre
2.000
Si se torna difícil tratar de describir la
situación de salud de cualquier agrupación humana,
es más difícil cuando el entorno donde se
desarrollan las actividades de trabajo no es familiar para la
persona que
indaga. El hecho de haber laborado durante un lapso importante de
tiempo en la
institución donde se desarrolla el trabajo
presente, facilita la visión de las situaciones no acordes
con condiciones de trabajo adecuadas.
Todo grupo de
trabajo está expuesto a condiciones que pueden en un
momento determinado favorecer o producir trastornos de la salud
en general de los que estén sujetos a sus efectos. En un
grupo de trabajo que se expone a riesgos
ausentes en situaciones laborales comunes, tales como los riesgos
biológicos, o aquellas que dependen del desempeño en trabajos por turnos, las
alteraciones de la salud pueden tener diversas manifestaciones,
que en el contexto histórico no han sido definidas con
claridad para el personal masculino que labora en servicios de
salud con características particulares como son los
servicios de atención ambulatoria de emergencias o de
atención pre-hospitalaria.
Es innegable la importancia que tiene desde el punto de
vista ocupacional el hecho de conocer los riesgos a los que se
expone el personal para poder
diseñar los programas de
prevención de riesgos dirigidos al personal que labora en
tales instituciones,
pero para lograr esa meta es necesario definir un patrón
inicial que sirva de punto de referencia para estudios
posteriores, y para poder precisar el momento en el que una
característica se desvía de la norma.
Aunque el tamaño de la muestra con que
se elabora el presente estudio proporcione valores que
estadísticamente pudieran no ofrecer confiabilidad en los
resultados obtenidos, se espera que por lo menos despierten
inquietudes relacionadas a las condiciones de trabajo de este
grupo de personas dedicadas a la atención de
salud.
Se considera que conocer al menos en parte la
situación de salud de un grupo cualquiera de trabajadores
siempre será mejor que desconocer la totalidad de las
condiciones de trabajo y de salud de los mismos.
Del mismo modo, y siguiendo la premisa de "Salud para
los trabajadores", cualquier mejora en las condiciones de trabajo
que derive del análisis y aplicación de los
resultados del presente trabajo, será satisfactorio para
el autor, por haber favorecido a un pequeño pero
significativo número de trabajadores.
CAPITULO I
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La importancia del sector sanitario en el mundo del
trabajo es creciente, y en muchas de las ciudades los hospitales
son las empresas
más importantes en cuanto al número de trabajadores
que ocupan.
En muchos países, debido a los problemas
asistenciales que presentan, y aunado al crecimiento poblacional
excesivo, que se traduce en mayor demanda de los
abarrotados centros de salud, se ha recurrido a diversos
programas que tratan de solventar la escasa oferta de
servicios. Entre las alternativas planteadas están los
servicios ambulantes de atención de emergencias, los
cuales consisten en su mayoría, en unidades que agrupan
vehículos dotados con equipos médicos y
medicamentos, donde se traslada al sitio de la emergencia un
personal generalmente compuesto por un médico, y
auxiliares de enfermería o paramédicos; esto con el
fin de disminuir el tiempo de atención desde el inicio de
la situación de emergencia, evitando así las
posibles complicaciones, e incluso la muerte del
paciente.
Cuando el personal de a bordo no puede resolver
satisfactoriamente la situación de emergencia presentada,
o cuando la condición del paciente amerita una
observación cuidadosa y continua por parte de
personal entrenado, entonces éste será trasladado a
algún centro asistencial que esté dotado con
suficientes recursos para
cumplir con ese cometido.
Es innegable la importancia de efectuar un excelente
trabajo cuando se trata de la salud de las personas,
especialmente si está comprometida la vida. Por esto el
personal debe prestar el servicio en óptimas
circunstancias, y esto incluye desde el equipamiento de las
unidades hasta las adecuadas condiciones y aptitudes del
personal. Diversos elementos podrían influir en la forma
de abordaje del paciente, por lo que se podría suponer que
si se ofrece a los trabajadores un medio de trabajo adecuado, que
cubra los requerimientos necesarios para un buen
desempeño, horarios que se adapten a las necesidades de
cada trabajador, y que se traduzcan en ingresos
suficientes para el desarrollo de
su vida familiar y social, además de diseños
ergonómicos de las unidades y camillas, entonces se puede
esperar tener un trabajador que estará sometido a un
mínimo de riesgos, con una mejor adaptación al
desempeño de sus labores y por supuesto con un menor
desarrollo de patologías relacionadas al
oficio.
El personal de enfermería de los servicios
ambulantes, por el hecho de no trabajar directamente en un centro
hospitalario, no está exento de los riesgos de salud que
también tiene el personal con similares
características y que labora en esos centros. Entre estos
riesgos se puede mencionar:
- Riesgos biológicos: hepatitis B y
C, SIDA, Tuberculosis,
enfermedades
exantemáticas y otros. Estos riesgos pudieran ser
mayores debido al limitado espacio físico en el cual se
labora dentro del vehículo, lo que favorece la
concentración de partículas en el escaso volumen de
aire
confinado; - Riesgos físicos: incendios,
por uso de oxígeno en bombonas portátiles o
centralizado en las unidades; accidentes
de origen eléctrico, por el uso de equipos o aparatos de
medición y/o control de
signos
vitales; traumatismos y heridas; riesgo de
accidentes de tránsito; levantamiento de pesos;
posiciones incómodas al ejecutar labores propias de
atención de pacientes o lesionados; - Riesgo químico por contacto con medicamentos,
antisépticos; - Riesgos psíquicos, debido a jornadas
prolongadas, turno nocturno y rotación de horarios,
trabajo con pacientes de alto riesgo; agresión verbal o
física
por parte del paciente o familiares; visitas a zonas de
peligrosidad conocida. - Condiciones ergonómicas inadecuadas, por
diseño de los vehículos,
levantamiento de cargas, diseño de las
camillas;
En la ciudad de Barquisimeto, capital del
Estado Lara,
Venezuela,
dentro del seno de la Asociación Cardiovascular Regional
(ASCARDIO), desde el año 1989 se ha desarrollado un
sistema integral
de atención de emergencias en el ámbito
domiciliario, el cual atiende, para el año 2000, a un
número de 200.000 afiliados aproximadamente (fuente:
archivos
internos Ascardio), durante 24 horas al día, en los
límites
de la ciudad de Barquisimeto y Cabudare, además de
áreas aledañas. Atienden además al resto de
la población mediante convenios suscritos con
el Ejecutivo Regional. Dicho servicio cuenta con unidades
vehiculares especialmente dotadas para la atención y
resolución de situaciones de emergencia que puedan
comprometer la vida del afectado. A bordo de las mismas viaja
personal médico y paramédico, adecuadamente
entrenados para enfrentarse a los eventos de salud
de cualquier índole que se presenten. El equipamiento de
las unidades incluye material médico-quirúrgico
básico y medicamentos de mayor utilización en las
emergencias más comunes. El tipo y cantidad de equipos y
medicamentos con que debe contar cada unidad han sido
desarrollados de acuerdo a las estadísticas internas del servicio, donde
se evalúan las emergencias más frecuentes, y basado
en estos datos se equipa a
las unidades con los medicamentos necesarios.
El autor pudo observar, durante siete años de
ejercicio en el seno de la Institución, diversas facetas
en el desempeño de la actividad asistencial del servicio
ambulante, lo que le permite inferir que existen diversas
condiciones de trabajo que pueden tener relación con
el estado de
salud de los trabajadores, y que pueden determinar, a futuro, la
aparición de diversos cuadros patológicos
relacionados al trabajo.
El estudio de tales patologías es escaso, porque
aunque se han desarrollado algunas investigaciones
que tratan de discernir sobre la problemática de salud del
personal de enfermería, éstas en su mayoría
han sido llevadas a cabo en centros hospitalarios y tomando en
cuenta una población básicamente femenina, por lo
que sus resultados no podrían extrapolarse a la creciente
masa de trabajadores del sector salud de tipo ambulante, el cual,
característicamente, está conformado por una
mayoría del sexo
masculino.
Por ser este grupo de trabajadores poco estudiado, las
conclusiones de estudios realizados en población
básicamente femenina no puede aplicarse a una
población con identidad
propia, y sometida a condiciones de trabajo no comunes a los
centros hospitalarios.
En tal sentido, el presente trabajo tiene como
propósito diagnosticar las condiciones de labor del
personal masculino de enfermería en los servicios
ambulantes de atención de emergencias, y la posible
relación con el perfil de salud que presenta el grupo en
estudio.
Es factible pensar que el
conocimiento del estado de salud, y los riesgos a los que
está expuesto un grupo de trabajadores, puede facilitar la
labor de crear y mantener programas preventivos de salud, e
higiene en el
ambiente de
trabajo, de tal forma de evitar la aparición de
condiciones indeseables en la salud de los mismos.
La aplicación de los programas de
prevención para los trabajadores, debe ser la meta de todo
grupo económico, cualquiera sea su actividad, y el grupo
que involucra a los trabajadores de la salud no puede quedar
excluido de su cobertura, y de los beneficios que significa el
trabajar en un medio seguro y
confiable.
Se ha hecho costumbre, el que la atención de
salud de los trabajadores sea solamente desde el punto de vista
curativo, es decir, se espera que se manifiesten los signos y
síntomas de enfermedad para poder intervenir y tratar de
corregir la anormalidad, o por lo menos de disminuir sus
complicaciones, evitando en lo posible que el trabajador falte
mucho tiempo a su trabajo, ya que es una "herramienta
indispensable", pero no por eso deja de ser
prescindible.
Desde hace muy poco tiempo en el País, y gracias
a un pequeño grupo de profesionales, se ha logrado el
inicio y repunte de la Salud
Ocupacional, la cual trata de mejorar las condiciones de
trabajo, específicamente para evitar que el trabajador se
enferme, se lesione o muera. Esta meta se puede lograr mejorando
las condiciones específicas de trabajo que puedan afectar
la salud de los trabajadores.
Es por eso que se trata de estudiar cada grupo de
trabajo, los cuales poseen características propias, y por
consiguiente, cuadros patológicos propios relacionados a
las actividades desempeñadas, y a los riesgos inherentes a
esa actividad.
Como se hizo mención anteriormente, la
visión feminista de los estudios realizados en personal de
enfermería en los centros de salud, ha contribuido a que
se tenga escasa información acerca de la
problemática de salud que afecta a los trabajadores del
sexo masculino de esta rama particular de la atención
sanitaria, hecho que se complica aún más, cuando la
ubicación en espacio de éstos es diferente a la
tradicional imagen del
personal de enfermería intra-hospitalario.
El desarrollo de la presente investigación es importante debido a que
dentro de los servicios ambulantes de atención de
emergencia, no se tiene un perfil de salud definido del personal
de enfermería o paramédicos. En tal sentido, por
ser un grupo creciente de trabajadores con características
propias, es necesario identificar el perfil de salud de los
mismos, y conocer las particularidades de la exposición
a riesgos relacionados al trabajo que desempeñan,
posibilitando así definir y desarrollar programas de
prevención de riesgos, accidentes y enfermedades
ocupacionales que estén relacionados a este grupo
profesional específico, dirigidos a solventar las posibles
causas de las patologías relacionadas al trabajo.
Además, el desarrollo del perfil de salud puede brindar
criterios que puedan orientar en el desarrollo de condiciones
ideales de trabajo, de diseño, y de organización del mismo.
El instrumento desarrollado para la recolección
de los datos podrá servir además, para soporte de
estudios futuros que tomen en cuenta a este sector de la masa
trabajadora y que quieran desarrollar elementos puntuales que
puedan estar afectando su salud.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Determinar las condiciones de trabajo y el perfil de
salud del personal masculino de enfermería en el servicio
de atención ambulatoria de emergencias "Ambulancias
Ascardio" de la ciudad de Barquisimeto, Estado Lara.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Establecer las condiciones de trabajo físicas,
organizacionales y económicas del personal masculino de
enfermería en el servicio de atención ambulatoria
de emergencias "Ambulancias Ascardio".
Identificar las principales causas de morbilidad en el
personal motivo de estudio.
Analizar los posibles determinantes para las
patologías más comunes.
Establecer la relación entre condiciones de
trabajo específicas, y las diferentes problemáticas
de salud presentadas por los trabajadores.
Establecer la relación entre organización
del trabajo y daños a la salud del trabajador.
Inferir la relación existente entre horas
trabajadas, y rotación de turnos, en la afectación
de la salud del trabajador.
Determinar la relación entre las condiciones de
trabajo y la afectación del desarrollo de la vida familiar
del trabajador.
Definir el perfil de salud del trabajador masculino de
enfermería en los servicios ambulantes de atención
de emergencias.
ALCANCES Y LIMITACIONES
Alcances
Se pretende evaluar las condiciones de trabajo del
personal de un servicio ambulatorio de atención de
emergencias, ubicado en la ciudad de Barquisimeto, capital del
Estado Lara, Venezuela. Como parte del estudio se miden distintas
variables que
abarcan desde condiciones de trabajo, exposición a
riesgos, estado de salud del trabajador y algunos aspectos
relacionados a su vida familiar, para tratar de establecer un
perfil de salud de este grupo de profesionales que ha sido poco
estudiado, y que sirva de base para iniciar futuros estudios, que
puedan profundizar en tópicos concretos que logren
beneficios a los interesados.
Cuando se conoce el perfil de salud de un grupo
determinado, se pueden establecer patrones que nos ayuden a
identificar cuando un individuo se
está alejando de lo que se considera normal para el
conglomerado, de tal forma de actuar prontamente y evitar
daños mayores, o incluso lesiones irreparables. Es decir,
que conocer un grupo y sus características ayuda a
prevenir, lo que en esencia es el fin de la Salud Ocupacional.
Más aún, al conocer los riesgos a los que
potencialmente se está expuesto en el sitio de trabajo, se
pueden adoptar medidas y normativas de trabajo que ayuden a
mejorar la expectativa de mantenerse en salud en el mismo,
prolongando la posibilidad de mantenerse en el mercado de
trabajo de forma productiva.
LIMITACIONES
El presente trabajo de investigación se limita a
trabajar con una muestra exclusivamente del sexo masculino.
Además se incluirá sólo personal clasificado
como auxiliares de enfermería o con entrenamiento
como paramédicos en la atención de emergencias. Los
turnos rotativos, y el hecho de que el personal a estudiar
generalmente se encuentra en la calle, a bordo de las unidades de
emergencia, influyó en el tiempo de recolección de
los datos. Las características de la situación
económica del País, que se traduce en el retiro de
un número elevado de trabajadores del sector productivo y
de servicios, afectaron el tamaño de la
muestra.
Por otro lado, la escasa cantidad de referencias
bibliográficas relacionadas al tema en estudio, dificulta
la comparación con grupos de
similares características. Incluso, el escaso conocimiento
que tienen los trabajadores acerca de la Salud Ocupacional, y de
los beneficios que puede traer a su salud el conocimiento de su
perfil básico de bienestar, y de los programas que se
pudieran implementar a raíz de ese conocimiento,
incidieron en la atención que se le prestó a la
realización del estudio. Del mismo modo, la falsa
sensación de que el estudio servía como detector de
trabajadores que no cumplen con las normativas internas del
servicio favoreció la no realización de las
encuestas por
parte de un grupo de los paramédicos, factor que
afectó la tasa de respuesta al trabajo.
Al realizar revisión de los motivos de consulta
más frecuente del personal masculino del servicio, al
utilizar la consulta médica denominada Su Amigo Ascardio,
nos encontramos con que las cifras obtenidas no reflejan
fielmente el estado del grupo en estudio ya que en estas cifras
están también incluidas las consultas de los
familiares, o de otros trabajadores del servicio que no se
identifican con el grupo estudiado.
Así mismo, muchos de los trabajadores no asisten
a esta consulta, sino que son evaluados directamente por los
médicos del servicio de emergencias, no ingresando sus
datos al sistema informático, por lo que estos datos no
pueden ser incluidos en el estudio, ya que carecen de
veracidad.
CAPITULO II
Antecedentes
Pocos trabajos se han realizado donde se involucre la
salud del personal que labora en servicios ambulantes como
auxiliares de enfermería o paramédicos, por el
contrario, los que se han llevado a cabo se han dirigido a la
calidad o tipo
de atención que se presta al enfermo, al tipo de
tratamiento que se aplica en determinada patología y los
resultados obtenidos luego de su administración, y a la evaluación
de los tiempos de llegada a los sitios de emergencia desde el
momento de la solicitud por parte de algún paciente o sus
familiares.
Entre los escasos trabajos dirigidos a la salud del
personal que labora en estas unidades o servicios, se puede
mencionar el realizado en el Estado de Kentucky, en los Estados Unidos de
América, en el año 1998, el cual
estaba dirigido a determinar los cambios en la agudeza auditiva
del personal de las ambulancias, como objetivo
principal, y secundariamente para determinar el nivel de ruido emitido
por las ambulancias modernas. (Price y Goldsmith,
1998)
Los niveles de ruido fueron detectados entre 58
decibeles en la escala A, (dBA)
en el compartimento del paciente, hasta 84 dB(A) en la cabina
delantera, con
los vidrios abajo y la sirena en funcionamiento. Las
pérdidas auditivas halladas entre el personal no
alcanzaron cifras significativas, a cualquier frecuencia y para
ambos oídos.
Estos resultados indican que en la presente
investigación no debe considerarse prioritariamente las
pérdidas auditivas, más tampoco pueden ser
descartadas por tratarse de contextos y unidades totalmente
diferentes.
Un estudio llevado a cabo en el norte de Irlanda
(Rodgers,1998) entre los años 1988 y 1992, comparó
la morbilidad entre el personal de servicios de ambulancias y
otros grupos de trabajadores de la salud, con el fin de
planificar los servicios de salud ocupacional. Un total de 181
hombres y 353 mujeres fueron seleccionados para este estudio. El
personal de ambulancias mostró una alta tasa de retiro
temprano por razones médicas (55.9/1000 por año),
comparado con otros estudios previos (5.7 – 22.5/1000), y
con otros grupos del mismo estudio. (enfermeras 5.9/1000, por
ejemplo)
Las causas más importantes de retiro,
según los resultados de la investigación, fueron
los problemas músculo-esqueléticos, trastornos
circulatorios y problemas mentales, con diferencias
estadísticamente no significativas entre los diferentes
grupos de trabajadores. En comparación con estudios
previos, éste mostró que la alta proporción
de retiros del personal de ambulancias debido a problemas
mentales tuvo una inesperada alta relación con consumo de
alcohol.
(Rodgers, ob. cit.)
En el año 1998, en la ciudad de Nueva York, se
llevó a cabo un estudio que trataba de determinar la tasa
de conversión del Test de
tuberculina entre los trabajadores de los servicios de
emergencias médicas que laboran en un medio con una alta
prevalencia de Mycobacterium tuberculosis. Entre 1993 y 1996,
todos los trabajadores fueron sometidos a pruebas de PPD
(Purified Protein Derivative) para tuberculosis, logrando aplicar
y leer un total de 7.290 resultados, obteniendo una tasa de
conversión promedio de seis por ciento, la cual es
relativamente baja comparada con los trabajadores de la salud en
hospitales. (Prezant y Kelly, 1998)
BASES TEORICAS
Condiciones de trabajo y perfil de
salud
Toda actividad de trabajo, bien sea remunerada o no,
tiene implícita la realización de actividades con
el fin determinado de cumplir el objetivo propuesto. En diversas
medidas, las actividades que se realizan implican cierto grado de
riesgo, de tal forma que si este riesgo no es tomado en cuenta,
puede, al transcurrir un lapso de tiempo, ocasionar lesiones o
enfermedades que serán relacionadas ineludiblemente al
proceso de
trabajo.
No hay actividad productiva que esté desligada de
riesgos, y por consiguiente, no hay actividad en la que no se
deba implementar mecanismos o procesos para
evitar complicaciones posteriores. Por esto los investigadores en
Salud Ocupacional y Medicina del
Trabajo se han abocado a la tarea de tratar de describir y
controlar el medio y condiciones en los que se desenvuelven los
trabajadores, cualquiera que sea su actividad, para describir,
identificar y controlar los posibles riesgos a los que se
podría exponer el o los trabajadores.
Las condiciones bajo las cuales los trabajadores deben
desarrollar su actividad pueden determinar el impacto, y la
magnitud del mismo, sobre su salud. Las condiciones de trabajo no
deben ser limitadas nada más a las condiciones
físicas que envuelven al puesto de trabajo o al
trabajador; se debe tener en cuenta el ambiente
socio-económico, el organizacional, el estado psico-social
del trabajador, y aun más allá, el entorno familiar
del trabajador, que puede en gran manera afectar la
concentración y actitud hacia
la actividad a desempeñar.
Las condiciones de trabajo estarían
constituidas por los factores socio-técnicos y
organizacionales del proceso de producción implantado en el
establecimiento y por los factores de riesgo del medio ambiente
de trabajo. Ambos grupos de factores constituyen las
exigencias, requerimientos y limitaciones del puesto de
trabajo, cuya articulación sinérgica y combinada
da lugar a la carga global del trabajo prescrito, la cual es
asumida, asignada o impuesta a cada trabajador, provocando de
manera inmediata o mediata, efectos directos o indirectos,
positivos o negativos, sobre la vida y la salud física,
psíquica y/o mental de los trabajadores. (Neffa,
1988)
Es necesario, para poder entender la magnitud del
problema, y para poder ubicarse en el espacio en el que se
desarrolla la presente temática, el tratar de definir
algunos conceptos que tal vez estén interiorizados para
algunos, pero que en oportunidades son de difícil
expresión.
Tal vez el concepto que se
maneja con mayor frecuencia, y que a la hora de poder expresar
una definición crea mayores divergencias, sea el concepto
de Salud. Aunque la
Organización Mundial de la Salud la ha definido como
"el estado de completo bienestar físico, mental y social,
y no sólo la ausencia de enfermedades", éste es tal
vez un concepto muy estático, si se toma en cuenta que la
salud es una característica vital, y por lo tanto dinámica, ya que el hombre se
encuentra en continua evolución y
transformación.
Cada persona tiene una percepción
y vivencia personal de lo que es la salud de acuerdo con lo que
considera normal, su experiencia personal, su nivel cultural y
socio-económico, religión, forma de
vida y otros factores, y los conceptos que los grupos
sociales en los que participa tienen de ella. Así
pues, el concepto de salud es múltiple. (Piedrola y
Domínguez, 1988)
Si se considera a la salud-enfermedad como un proceso
complejo, estas coexisten de manera inseparable y sin
límites precisos. El estado de salud absoluta es
indefinible y el estado de enfermedad absoluta no existe,
éste sería la muerte.
(Betancourt, 1995)
La concepción subjetiva de la salud está
sujeta a la perspectiva a través de la cual se quiera
definir. No sería el mismo concepto el emitido por un
sanitarista, al que emitiría un político, por
ejemplo, o el pueblo.
Lo utópico de la definición de la salud
que hace la OMS, obliga al individuo a la búsqueda de un
estado que lo acerque al ideal, pero que se adapte al grupo en el
que se desenvuelve. Quiere decir entonces que la salud, y su
concepto, no es igual para todos los grupos sociales. Como lo
ilustran Piedrola Gil y Domínguez Carmona (ob. cit), un
loco en un manicomio, sino tiene una dolencia física, es
considerado sano por los demás dementes.
La concepción objetiva depende de los criterios
de las personas que nos rodean respecto a nuestra
situación con relación a normas o
estándares. Se incluye, dentro de este contexto, la
interrelación que guardan entre sí los diferentes
niveles que conforman al hombre: el
plano fisicoquímico, el biológico, el nivel
psicológico y el sociocultural. El equilibrio
entre todos los niveles significa un estado ideal de
salud.
La individualidad social de los grupos afecta
también el concepto de salud en este caso, ya que, por
ejemplo, no serían las mismas cifras de hemoglobina las
que se encontrarían en los pobladores de los llanos
venezolanos, que las que se lograrían observar en los
páramos merideños, pero para cada caso los valores
estarían dentro de unos patrones asignados a cada uno, que
indican normalidad, o sea salud.
La salud también puede ser definida desde el
punto de vista social, donde ésta estaría
constituida por todas las cualidades necesarias para poder
enfrentar las exigencias sociales, superando el grado
mínimo de funcionamiento orgánico que le permita un
desarrollo pleno y fuerte. (Piedrola y Domínguez, ob.
cit.) La salud es un componente básico de la calidad de
vida, y la misma no está sólo en función de
las posibilidades económicas de la persona.
El nivel de salud puede verse determinado por la
interacción de cuatro variables a saber: La
biología
humana, el medio
ambiente, el estilo de vida y el sistema de asistencia
sanitaria. De estas variables, solo la biología humana no
es susceptible de ser cambiada.
Dentro de estas cuatro variables, el medio ambiente y el
estilo de vida
interesan por afectar el estado de salud del trabajador, y son
condiciones, si se quiere, de fácil intervención y
modificación.
Incluido en el medio ambiente, está el ambiente
de trabajo, donde por demás, el trabajador transcurre gran
parte de su vida, y en el caso de los trabajadores de salud, el
trabajo toma para sí el tiempo productivo, pero
además gran parte del tiempo reproductivo, afectando su
normal desenvolvimiento en su seno familiar y social.
La carga horaria a la que un trabajador pueda someterse
en un período determinado, la distribución y rotación de las
guardias, la periodicidad con que son realizadas las mismas, los
períodos de descanso posteriores, necesarios para la
recuperación del trabajador, y otros factores relacionados
al tipo de trabajo, pueden afectar la salud del trabajador, ya
sea a corto, mediano o largo plazo.
Del mismo modo, el tipo de vivienda, los servicios con
que cuenta, la alimentación, y la
calidad de uso del tiempo libre también son factores que
pueden incidir en el tipo de salud que pueda desarrollar una
persona.
Ciertas características particulares del trabajo
desarrollado en el campo de la salud, obligan a los trabajadores
a ejecutar jornadas de trabajo que aseguren la asistencia durante
las 24 horas del día; este hecho agrega una nueva
situación de riesgo para la salud del trabajador, ya que
la normalidad de sus mecanismos crono-fisiológicos,
adaptados para rendir de acuerdo al horario solar, se
altera.
En términos cronofisiológicos, una jornada
circadiana abarca desde las seis de la mañana hasta las
seis de la tarde, con una franja de tolerancia que se
extiende hasta las ocho de la noche. Por lo tanto, el
período óptimo para que el esfuerzo resulte
más eficaz y menos arriesgado se corresponde con la
jornada cronofisiológica. Así, el turno nocturno
queda fuera de las previsiones fisiológicas y es, en
términos de ergonomía,
el menos útil y más arriesgado. (Martínez,
1997)
Aún no se ha llegado a un consenso respecto al
sistema de turnos más adecuado. Los sistemas
más habituales se engloban en las siguientes
categorías:
- Turnos de cambios rápidos: semanal o cada dos
o tres días; - Turnos de cambios lentos (períodos de semanas
e incluso meses); - Turno permanente de noche.
Este último considerado como el más
negativo para el sujeto, por originar serias alteraciones en la
calidad y cantidad de sueño. A favor del sistema de los
cambios rápidos está el no permitir un desajuste en
los ritmos internos debido, precisamente a la rapidez de los
cambios.
El cambio
rápido supondría la conservación del ritmo
circadiano, evitando una constante disfunción, con
más contactos familiares y sociales, además de ser
el sistema preferido por los trabajadores. (en 1982, en el
Sixth International Symposium on Night and Shift Work, se
recomendó la rotación rápida frente a la
lenta o al turno permanente de noche) (Araúxo y otros,
1996)
A favor del cambio lento estaría la necesidad de
conseguir un reajuste de fases entre los ritmos internos y el
patrón de sueño. Los estudios parecen confirmar que
cuando no hay interrupciones en la adaptación, ésta
se produce después de veintiún días de
realizado el cambio. (Araúxo y otros, ob. cit.)
El trabajo por turnos, junto con el trabajo nocturno y
el trabajo de periodicidad inestable pueden afectar negativamente
a la salud del trabajador. Los problemas gastrointestinales y las
alteraciones en el sueño, junto a una mayor incidencia de
accidentes laborales y estrés son
los efectos negativos que con más frecuencia se asocian a
la actividad laboral por
turnos.
Errores en la dieta y cambios en los horarios de las
comidas, son las situaciones que posiblemente produzcan esta
patología digestiva. (Martínez, ob.
cit.)
No hay que olvidar tampoco que se está ante un
sistema organizacional del trabajo que produce fatiga y
estrés, además de problemas de adaptación
familiar y social.
Hay una periodicidad interesante en las rotaciones,
que es la de tres días, pasando de turno de
mañana a turno de tarde, turno de noche y dos o tres
días de descanso. (…) Los turnos con
rotación cada tres días son aconsejables por una
serie de motivos. No crean ningún tipo de
marginación social y, aunque no llega a alcanzarse una
plena adaptación cronofisiológica a todos los
horarios, tampoco provocan una inadaptación perjudicial,
generadora de cronopatías laborales importantes.
(Gestal, 1993)
Además, el National Institute for Occupational
Safety and Health (NIOSH) en los Estados Unidos de
América, clasifica a la enfermería en general entre
las 40 ocupaciones con la más alta prevalencia de
desórdenes relacionados al estrés, (Bourbonnais y
otros,1998) por lo que ese aspecto de la salud de ese grupo de
trabajadores debe ser tomado en cuenta.
Conociendo el hecho de que el personal de
enfermería permanece gran parte de su tiempo de trabajo de
pie, o deambulando por su servicio o entre servicios, es
fácil inferir que los problemas de extremidades inferiores
sean frecuentes. En los servicios ambulantes de emergencia, la
situación tal vez se caracteriza por desplazamientos a
distancias variables, hasta el sitio donde se encuentre el
paciente, ascenso por escaleras en aquellos edificios donde no
exista o no funcionen los elevadores. Además se agrega el
hecho de tener que cargar con los equipos y medicamentos
necesarios para el tratamiento del mismo. No se debe olvidar la
situación de que a la hora de trasladar algún
paciente, éste debe ser levantado y colocado en la
camilla, llevado hasta la unidad, y allí ser levantado
para introducirlo en la cabina del vehículo, contando con
un diseño poco ergonómico del área de
abordaje y con camillas que muchas veces obstaculizan antes de
favorecer, la maniobra de carga del paciente, ya sea por su peso
excesivo, por su diseño, por su falta de mantenimiento,
o por la falta de elementos mecánicos o hidráulicos
que disminuyan la necesidad de inclinarse o agacharse a manipular
la estructura.
Los vehículos de emergencia, donde el trabajador
de estos servicios pasa gran parte de su tiempo de trabajo,
también son elementos fundamentales en la aparición
de patologías relacionadas al trabajo, ya que desde la
etapa de diseño de los mismos se obvian elementos que
pueden ser fundamentales en la prevención de lesiones de
sus usuarios. Los constructores en muchas oportunidades no toman
en cuenta la estatura promedio del personal a quien va dirigido
el uso del mismo, y se apoyan en normativas de poblaciones con
conformaciones fenotípicas muy disímiles a la de la
población latinoamericana, desarrollando áreas de
acceso a las unidades muy elevadas, que obligan a levantamiento
de pesos por encima de los hombros, o desplazamientos laterales
que pueden lesionar los discos inter-vertebrales. Se utilizan
materiales de
gran peso para la elaboración de las camillas, que sumado
al peso del paciente obliga a la elevación de grandes
masas con el consiguiente deterioro de la estructura vertebral y
muscular del eje corporal. Como factor que puede ser tomado en
cuenta cuando se trata de ubicar los posibles orígenes de
las patologías en este personal, se debe incluir el
diseño de los centros de recepción de pacientes,
donde no existen rampas para acceso de las camillas, debiendo
cargar en peso a las mismas desde la unidad hasta la entrada de
las emergencias, además éstas en muchas ocasiones
no poseen el espacio suficiente para maniobrar con el equipo y el
paciente.
Todas las condiciones anteriormente mencionadas pueden
en mayor o menor grado formar parte de las posibles causas que
afectan la salud del trabajador de los servicios ambulantes de
atención de emergencias, y su impacto en la misma debe ser
estudiado para poder sugerir y tratar de corregir, las
condiciones que a futuro pueden transformarse en un trabajador
enfermo, discapacitado e imposibilitado de obtener recursos para
salvaguardar la salud y la integridad de su núcleo
familiar.
Servicios ambulantes de atención de
emergencias
Los servicios ambulantes de atención de
emergencias cumplen un papel primordial en la reducción
del tiempo de atención de los pacientes al presentar
alguna situación que pueda comprometer su vida,
disminuyendo de esta forma la posibilidad de la ocurrencia de un
desenlace fatal, o la presencia de complicaciones médicas
derivadas del
retardo en la atención de situaciones de salud que pueden
prevenirse si existe atención adecuada y a
tiempo.
Pese a que existen datos que se remontan a fechas
bíblicas, u otros más cercanos que mencionan las
experiencias bélicas de Napoleón Bonaparte como los precursores de
la atención médica fuera de los hospitales, durante
mucho tiempo este tipo de asistencia a las personas que
sufrían una emergencia en la escena pre-hospitalaria
estuvo olvidada.
Los primeros antecedentes sobre atención
médica prehospitalaria tienen origen remoto y es
difícil saber realmente cuando se usó por primera
vez un vehículo para transportar una persona enferma o
lesionada. Después de la invención de la rueda, el
hombre antiguo, cansado de cargar sobre sus espaldas el camarada
herido, construyó una tosca carreta para aliviar su
trabajo. En la época de los zares en Rusia, un
médico y un ayudante se trasladaban en una carreta tirada
por caballos, reconocían en el campo a los enfermos
más graves y les trasladaban a un centro asistencial.
Aproximadamente en el año 1760, durante las guerras
napoleónicas, los franceses pensaron que resultaba menos
riesgoso trasladar a los soldados heridos a la retaguardia que
poner en peligro la vida de los escasos médicos del
frente. En esos tiempos, ciertos tipos de carretas tiradas por
caballo o por hombres, recibieron el nombre de ambulancias. (de
la raíz francesa "ambulant" que significa que "deambula o
camina")
Ambulancias tiradas por animales fueron
usadas por primera vez en la guerra de
Crimea durante 1850. Ambulancias militares tiradas por caballos
(fig. 1), en forma estandarizada, fueron introducidas en los
Estados Unidos durante la Guerra Civil Americana (1861 –
1865). La primera ambulancia motorizada norteamericana
operó en México en
1910 durante la expedición Americana en contra del General
revolucionario mexicano Pancho Villa. Desde la firma de la
convención de Génova en 1864, las unidades de
ambulancia y los pacientes a su cuidado han sido considerados
neutrales en los campos de batalla. (Microsoft
Encarta, 2000)
Las ambulancias evolucionaron hasta convertirse, ya por
el comienzo de nuestro siglo, en vehículos motorizados. Su
uso se extendió y se hizo más común, pero
todavía el concepto era trasladar al herido a algún
centro asistencial sin contar con los elementos para tratarlo en
el lugar donde se lo encontrara. Pasó mucho tiempo para
que la medicina prehospitalaria llegara a formar un sistema de
alta complejidad como se lo conoce hoy.
El concepto de cuidado médico de emergencia
nació aproximadamente en 1940 a partir de los cuerpos de
bomberos que fueron los primeros en brindar cuidados
médicos mientras el enfermo o accidentado era trasladado.
En 1960 la Academia Nacional de Ciencias
Norteamericana introdujo normas para el entrenamiento del
personal de ambulancia y tratamiento del paciente en la escena
durante el rescate, transporte y
transferencia. En 1962, en E.E.U.U., se creó el primer
servicio tal como se lo conoce en la actualidad, y se
programó el primer curso para la formación en
Técnicos de Emergencias Médicas.
Los primeros esfuerzos en el desarrollo de las
emergencias médicas se volcaron al tratamiento de las
arritmias graves y muerte súbita como consecuencia de
enfermedades coronarias. Así apareció la Unidad
Coronaria Móvil para revertir los casos de afecciones
coronarias agudas que pueden derivar en muerte durante la primera
hora a partir de la aparición del
síntoma.
Con la experiencia bélica de Corea y Vietnam en
el rescate de traumatizados graves, se lograron importantes
avances en el tratamiento precoz de estos heridos.
El Sistema de Atención Médica
Pre-hospitalaria (SAMP) en su concepción moderna: "Sistema
de Emergencias Médicas para la Comunidad", se
inició de manera explosiva y casi simultánea en
países de Europa, Rusia y
E.E.U.U. a fines de la década de 1950.
La muerte súbita relacionada con enfermedad
coronaria, ha sido la urgencia médica más
importante en la mayoría de los países. Alrededor
de dos tercios de estas muertes se producen fuera del hospital y
se considera que muchas de ellas podrían revertirse con la
"activación e intervención" oportuna del Servicio
de Atención Médica Pre-hospitalaria. Además
muchas víctimas de ahogamiento, electrocución,
sofocación e intoxicación por drogas
podría salvarse con el mismo recurso.
No es fácil indagar en los inicios de este tipo
de servicio en el mundo de la atención médica de
emergencia, pero es innegable que su aparición, y su
adopción
por parte de los involucrados en el proceso de salud,
significó la reducción de la mortalidad por lograr
la atención pronta y oportuna del sujeto que necesita ese
tipo de atención.
En los Estados Unidos, los servicios médicos de
emergencia organizados son de relativamente reciente desarrollo.
Antes de 1967, los servicios de emergencia eran incoordinados,
ineficientes, y frecuentemente de pobre calidad. Los pacientes
eran transportados al hospital por ambulancias que en muchos
casos eran propiedad de
casas funerarias, las cuales tenían vehículos donde
era posible colocar una camilla, pero no estaban configuradas
para prestar atención y cuidados a los pacientes. El
personal tenía un ligero entrenamiento básico en
primeros
auxilios. Incluso, los cuidados hospitalarios no eran
mejores. Los pacientes eran trasladados al sitio más
cercano, independientemente de la capacidad del hospital, y el
médico que los recibía generalmente no tenía
un entrenamiento formal en medicina de emergencias. (Madsen,
1997)
"Corazón
demasiado sano para morir" fue la expresión que
identificaba a las personas que padecían un Paro
Cardíaco Súbito. La confirmación de que las
víctimas padecían una arritmia cardiaca fatal
llamada "Fibrilación Ventricular", y que podían ser
resucitadas con un choque eléctrico aplicado en los
primeros minutos, generó el desarrollo de la
Resucitación Cardiopulmonar en todo el mundo. A partir de
1960, numerosos especialistas en el tema (Pantridge, Peter Safar,
Peter Winter y otros) desarrollaron el concepto de "cadena de
vida", considerando que la respuesta a una emergencia cardiaca se
desplegaba como los eslabones de una cadena y que ninguno de
ellos podía fallar o debilitarse, pues la cadena se
rompería (Otero Vidal, 1997):
Eslabón 1: ACCESO PRECOZ (comunicación telefónica con el
Sistema de Atención Médica Pre-hospitalaria,
recepción, calificación del llamado, despacho de
la ambulancia, instrucciones prearribo.)
Eslabón 2: Reanimación
Cardio-Pulmonar (R.C.P.) Básica y Desfibrilación
automática PRECOZ (es la intervención inmediata
del público y/o un socorrista para realizar maniobras de
resucitación cardiopulmonar básica y usar
desfibriladores semi-automáticos, según las
guías de la American Heart Association
A.H.A.).
Eslabón 3: RCP Avanzada (es el arribo de
la Unidad de Terapia Intensiva Móvil – UTIM – y la
intervención del personal médico y
técnico, con maniobras invasivas, drogas y
cardiodesfibriladores manuales,
según las guías de la AHA.)
Eslabón 4: TRASLADO PRECOZ (en la UTIM,
a un hospital que disponga de Unidad Coronaria)
La American Heart Association (AHA) se encargó de
desarrollar y actualizar periódicamente las Guías y
Recomendaciones para la prevención y tratamiento de todas
las situaciones relacionadas con la muerte súbita. (Vidal
Otero, ob.cit.)
Reconociendo la necesidad de implementar una adecuada
atención de las emergencias médicas, el Congreso de
Estados Unidos de América definió las Actas de
Sistemas de Emergencias Pre-hospitalarias de 1973 y 1975, y
destinó fondos para mejorar su sistema de comunicaciones, transporte, equipamiento
tecnológico y recursos
humanos destinados al cuidado pre-hospitalario (Vidal Otero,
ob. cit.)
Antes de 1974, en la provincia de Columbia
Británica, en Canadá, los servicios de ambulancias
eran ofrecidos por compañías privadas para cada
municipalidad. En ese año, el gobierno forma el
Servicio de Ambulancias de Columbia Británica (British
Columbia Ambulance Service) logrando reunir los servicios que
existían para el momento. Este se encargaría de
todos los cuidados pre-hospitalarios para la provincia, teniendo
actualmente una cifra cercana a los 3000 miembros. (Fig. 4;
Fuente: http:\www.B_C_Ambulance Service.com)
En China, el
desarrollo de los servicios de emergencia comienza en la
década de los 80, con la importación de los principios de
otros sistemas médicos de emergencia, principios que
actualmente están tratando de unificar. Los sistemas de
emergencia Chinos están ausentes en casi todas las
áreas rurales. Los centros de despacho ofrecen tanto
traslado como atención del paciente, y el servicio se
inicia al discar el 1-2-0. Generalmente no hay
comunicación directa entre los hospitales y las
ambulancias. (Thomas, 1999)
En Venezuela, los servicios de atención
pre-hospitalaria eran prestados por los cuerpos de Bomberos que
existían en cada ciudad, y cuyo personal era adiestrado en
primeros auxilios para poder brindar atención oportuna a
los afectados por situaciones de desastre.
En nuestro País, los servicios de atención
de emergencia de tipo ambulante, se inician el 3 de Enero del
año 1989 (fuente: Archivos Ascardio), con la
creación del servicio de atención pre-hospitalaria
"Ambulancias Ascardio" el cual funciona en la sede de la
Asociación Cardiovascular Regional, ASCARDIO, en
Barquisimeto, Estado Lara. Luego, en Noviembre de 1990, en el
Estado Carabobo, en respuesta a la huelga que se
presentó en los centros asistenciales de salud, se
creó el servicio Atención Inmediata, el cual
depende de Defensa Civil
Carabobo, y tiene estrechas relaciones de colaboración con
los cuerpos policiales de la región.
En otros Estados del país se han ido creando
servicios con visión y misión
propias, de carácter privado, semi-privado o
gubernamentales, los cuales persiguen el mismo objetivo, el cual
es disminuir la mortalidad de la población al asegurar
prontitud y calidad en la atención ante una
situación de peligro. Como ejemplo de estos servicios, en
Maracay se crea Sermédica, en el Estado Zulia funciona AME
Zulia, en el Estado Carabobo, en el ámbito privado
funciona EMI, y en la ciudad capital Caracas funciona el servicio
Rescarven.
A lo largo de los últimos 30 años, se
desarrolló el modelo actual
de Sistema de Atención Médica Pre-hospitalaria, que
se encargó de dar respuesta al total de las situaciones de
emergencias médicas en pacientes adultos y
pediátricos, algunos modelos
medicalizados, otros a cargo de Técnicos en Emergencias
(TEM), otros mixtos, con programas de capacitación y entrenamiento
específicos para la etapa y escena pre-hospitalaria.
(Vidal Otero, ob. cit.) La mayoría de los Servicios de
Atención Médica Pre-hospitalaria utilizan
ambulancias tipo UTIM (Unidades de Terapia Intensiva
Móvil)(Fig. 6. Fuente: http:\www.The San Diego
Paramedics.com), algunos sumaron vehículos y equipos de
rescate especiales, incluso motocicletas y aeronaves.
En general, los servicios ambulantes de atención
de emergencias deben adaptar sus características y sus
organizaciones
al medio en el cual desarrollan sus actividades. No debe ser el
mismo servicio el que preste sus acciones en
una ciudad donde la actividad principal sea la agricultura o
la cría de ganado, a aquel que le corresponda atender una
ciudad que tenga un alto desarrollo industrial, ya que a los
riesgos propios de la población, se añaden los que
las empresas hayan aportado a la región.
Es por esto, además, que sus trabajadores
también estarán expuestos a diferentes condiciones
de trabajo, y por supuesto a diferentes condiciones de riesgo
para su salud. De esta manera se deduce que los estudios a
realizarse en cada grupo de trabajo puedan tener
características particulares, que los identifiquen, y que
podrían extrapolarse a grupos con similares
características.
Asociación Regional Cardiovascular
"ASCARDIO"
ASCARDIO (Fig. 7) es una asociación civil
sin fines de lucro con sede en Barquisimeto, Estado Lara,
Venezuela. Esta institución surge gracias a la iniciativa
de dos médicos cardiólogos del Estado: Doctor
Bartolomé Finizola y el Doctor Francisco Suárez
Torres, en su afán de servir cada vez más a la
comunidad, y viendo la necesidad de crear una institución
que contara con todos los recursos económicos,
científicos y técnicos suficientes para dedicarse a
la prestación de servicios médicos asistenciales al
gran contingente de enfermos cardiovasculares, sobre todo entre
los sectores de bajos ingresos, tomando en consideración
las fatales consecuencias inherentes a esa clase de
enfermedades. (Camacaro, 1999)
El día 25 de Marzo de 1976 se reunieron un grupo
de personas para constituir la Asociación Cardiovascular
de la Región Centro-Occidental (ASCARDIO); se creó
con personalidad
jurídica propia sin fines de lucro, con el objeto
fundamental de la formación, fomento y administración de un fondo económico
destinado a ser invertido en el estudio, investigación y
tratamiento médico asistencial de las enfermedades
cardiovasculares, prestando a los pacientes toda la
atención requerida para su curación.
En el año 1977 se iniciaron las consultas
médicas en Ascardio en la sede del Hospital "Luis
Gómez López" adyacente a su sede actual. Hoy en
día se ha ampliado su campo de acción
a otras áreas del sector salud, constituyendo así
un modelo gerencial a escala nacional.
Su objetivo primordial, desde su comienzo, ha sido
apoyar al programa de
prevención y control de enfermedades cardiovasculares en
el ámbito Regional y posteriormente también en el
ámbito Nacional.
Ascardio ha ampliado su campo de acción a otras
áreas del sector salud como:
- Atención médica en especialidades
diferentes a la cardiología; - Atención médica de emergencias
domiciliarias; - Diseño, producción y mantenimiento de
equipos y utensilios médicos; - Mantenimiento y desarrollo de recursos humanos en el
área de administración y gerencia del
sector salud; - Venta y distribución de
medicamentos; - Desarrollo de un sistema único de
atención médica integral de grupos
organizados; - Formación de recursos humanos de
carácter voluntario que apoyan al sector salud, y
otras.
La estructura organizativa de Ascardio está
conformada por una Asamblea de miembros como máxima
autoridad
institucional que designa una Junta Directiva, de la cual depende
la coordinación.
Tiene tres Consejos Técnicos: Administrativo,
Docente y de Investigación. Además cuenta con un
voluntariado que está orientado a apoyar a la
institución en la recaudación de fondos, el
funcionamiento de la organización y la promoción en el seno de la
colectividad.
Cuenta con un conjunto de unidades orientadas a prestar
atención médica a la población, entre las
cuales está el Centro Cardiovascular Regional
Centro-Occidental, que a su vez es el programa de mayor capacidad
resolutiva del programa cardiovascular oficial. Otras unidades
que prestan atención médica directa o
indirectamente son Ambulancias Ascardio, la Unidad Clínica
Ascardio, y el Servicio Único de Atención
Médica Integral para Grupos Organizados (Su Amigo
Ascardio), todas éstas agrupadas dentro del Centro
Médico Integrado. (C.M.I.)
Dentro de la organización hay unidades
complementarias a los servicios de atención médica
pertenecientes al Centro de Unidades de Apoyo y Servicios
Especiales (C.U.A.S.E), como son: Óptica Ascardio,
Farmacia Social Ascardio, servicios administrativos, y unidades
de soporte, entre las cuales se tienen: Sistemas,
Bioingeniería, Saneamiento, Depósito y
otros.
Posee un total de 334 trabajadores, divididos en las
diferentes unidades del servicio; 148 de ellos (44 por ciento)
pertenecen al sexo masculino. A la unidad de Ambulancias Ascardio
están asignados un total de 78 trabajadores, de los cuales
62 (79 por ciento) son varones.
ASCARDIO, como asociación civil sin fines de
lucro, cuenta con dos tipos de fuentes de
financiamiento: fuentes
gubernamentales, provenientes del Ministerio de Salud y Desarrollo Social
y el Ejecutivo Regional.
Las no gubernamentales son producto de
donaciones de empresas privadas, de actividades propias de la
institución, de actividades realizadas por el voluntariado
y de relaciones tanto Nacionales como Internacionales. La
proporción en las mismas es de 30 por ciento proveniente
de fuentes gubernamentales, y el resto (70 por ciento) de fuentes
no gubernamentales.
Una de las bases fundamentales de la positiva
trayectoria de Ascardio ha sido dejar atrás los modelos
tradicionales de financiamiento
gubernamentales ya existentes, para dar paso a un tercer modelo
de gestión
que engloba los dos anteriores bajo un mismo parámetro,
con lo cual se logra una alianza estratégica de
financiamiento mixto con gerencia privada, de interés
social en beneficio de toda la colectividad. (Camacaro,
1999)
Servicio de Atención de Emergencias
"Ambulancias Ascardio"
El servicio de Atención de Emergencias
Ambulancias Ascardio (Fig. 8) fue creado el 3 de Enero de 1989
como respuesta a una necesidad sentida de la comunidad, quien
solicitaba el funcionamiento de un área de emergencias en
Ascardio. Por esto se crea un servicio de atención
médica de emergencias en el ámbito domiciliario,
donde se atiende a través de un sistema de ambulancias
para garantizar una rápida, adecuada y efectiva
atención al paciente en los primeros minutos de su
emergencia. Se cuenta con 11 unidades móviles debidamente
equipadas, de tipo Fiat, para atención de emergencias, y
de Tipo Toyota y Chevrolet, para traslado de pacientes;
además se cuenta con una unidad modular (tipo cava) la
cual está asignada como unidad especializada
Cardio-pulmonar. En el servicio laboran 27 médicos, 49
personas que laboran como paramédicos o asistentes
médicos de emergencia (AME), choferes y camilleros. Las
unidades están igualmente dotadas con equipos de
emergencia como: monitor
desfibrilador, electrocardiógrafos,
medicamentos, oxígeno, equipos de reanimación
cardio-pulmonar, y todo lo necesario para la atención
domiciliaria, o el traslado en caso de ser necesario al centro
asistencial más cercano o de su preferencia.
Como se hizo mención, se cuenta con diferentes
tipos de unidades; basado en las estadísticas internas del
servicio, se determinó que la mayoría de llamadas
recibidas (90% aproximadamente) son para atención de
situaciones que pueden ser resueltas en el sitio, sin necesidad
de traslado del paciente, aunado además a la necesidad de
rápida movilización a través de la ciudad,
se diseña un vehículo de paseo, tipo Fíat
(Fig. 9), que puede trasladar rápidamente al personal por
el tráfico de la ciudad, cargando en su interior con todo
el equipamiento necesario para la atención de emergencias.
Si es necesario el traslado, se solicita el apoyo de una unidad
diseñada para tal fin, es decir, ambulancias de tipo
cabina con camilla para traslado de pacientes. Existe
además una unidad especializada para atención de
pacientes con probable patología de tipo cardio
respiratoria, en la cual se traslada, además del personal
paramédico del servicio, un residente de primer o segundo
año del post-grado de cardiología, el cual tiene
asignado un equipo portátil de radio por medio
del cual es ubicado al presentarse la emergencia.
El sistema funciona, dentro del perímetro de la
ciudad de Barquisimeto y Cabudare, su ciudad satélite, las
24 horas del día, y por un sistema de afiliación
prepago, con aporte unipersonal o en grupos, siendo las tarifas
bastante accesibles al usuario. Para el mes de Diciembre del
año 2000 se cuenta con un total de 219.063 afiliados en
toda la ciudad de Barquisimeto, Cabudare y zonas aledañas.
(fuente: archivos internos Ambulancias Ascardio)
Según las estadísticas llevadas por el
servicio, para el año 2000 se atendieron un total de
27.362 llamados para atención de pacientes, para un
promedio diario de 75 emergencias. Un 42 por ciento de estas
atenciones se realizaron en el horario nocturno. Además
fueron realizados 8.840 traslados por las unidades designadas a
tal procedimiento.
Sumados ambos valores se obtiene un total de intervenciones que
alcanzan a 36.202, para un promedio diario de 99.18
actuaciones.
El servicio de Ambulancias Ascardio apoya,
además, al programa gubernamental del Sistema Integrado de
Ambulancias del Estado Lara (SIAEL)(fig. 10), que conecta a los
diferentes centros de salud de la región, los cuales
mantienen permanente contacto por medio de equipos de radio
ubicados en cada uno de ellos.
Ambulancias Ascardio, como reflejo a su función
principal, que es la de prestación del servicio
ambulatorio de emergencia a la comunidad larense, a su vez ha de
recabar los fondos necesarios para administrarse puesto que, como
es una institución sin fines de lucro y no mercantilista,
requiere de la captación de sus recursos a través
de las afiliaciones, de las mensualidades de los afiliados,
traslados de emergencias, ya sea de pacientes afiliados o no, de
donaciones de instituciones públicas o privadas, o de la
prestación de servicios especiales a instituciones que
así lo requieran para eventos extraordinarios.
(deportivos, educacionales, culturales, campañas,
congresos, entre otros)
El servicio se encuentra estructurado de la siguiente
manera: (ver anexo ;fuente: archivos Ambulancias
Ascardio):
Una coordinación general, cuya labor principal es
la de planificar, coordinar y dirigir las políticas
internas, y hacer cumplir de manera eficiente los planes de tal
manera que permitan el buen funcionamiento, adaptación y
crecimiento del servicio, y al mismo tiempo reunir esfuerzos para
lograr los objetivos
propuestos;
Secretaría, encargada de recibir y enviar los
mensajes y memorando que se generan en el servicio, realizar
pedidos de materiales y repartir las tareas del día de los
mensajeros;
Unidad de docencia, la
cual es una extensión de recursos humanos, y se encarga de
la formación y capacitación del personal del
servicio;
Comité Médico, quienes instrumentan todo
lo concerniente a la atención del paciente, así
como instrumentar los programas de entrenamiento del personal,
las pautas del servicio y educación al
afiliado.
Base de operaciones,
encargada de la supervisión, control y evaluación de
las tareas desde la recepción de llamadas hasta el
despacho de las unidades;
- Transporte, encargada del mantenimiento y
reparación de las diferentes unidades
móviles; - Suministros y equipos médicos, cuya
función es dotar las unidades de los medicamentos y
equipos necesarios para cumplir su función; - Comunicaciones, la cual mantiene y supervisa el
sistema de comunicación del servicio de Ambulancias
Ascardio, así como lo concerniente al entrenamiento del
personal en esta área; - Personal, sub-dividida en unidad de pago, la cual
tramita documentos,
pago de nómina, vacaciones y liquidaciones, y la
unidad de beneficio social al trabajador, quien en conjunto con
la unidad de docencia se encarga de la capacitación del
personal, búsqueda de beneficios sociales al trabajador,
reclutamiento, selección y adiestramiento del personal; - Promoción y cobranzas, quienes promocionan el
servicio, y a su vez realizan el cobro de los planes de
atención; - Administración, donde se llevan los registros de
las transacciones y operaciones no sólo de Ambulancias
Ascardio, sino de todo el Centro Médico Integral;
además se manejan las cajas chicas y se administran y
controlan los fondos y gastos de las
diferentes unidades.
El proceso de reclutamiento del personal se inicia en la
unidad de Bienestar Social al trabajador, donde una vez se tiene
conocimiento de la necesidad a cubrir, se procede al Reclutamiento de
Personal como fase preliminar del procedimiento de empleo. Este
proceso se lleva a cabo haciendo uso de fuentes internas y
externas, tales como:
- Externas: avisos en prensa
regional, amigos de empleados actuales o recomendados, tomando
como criterio el hecho de que un buen trabajador
recomendará a personas con capacidad, conducta y
personalidad acordes a la institución; - Internas: promociones dentro de la
institución.
De la totalidad de ofertas se seleccionan tres grupos de
candidatos: los que reúnen los requisitos para ocupar el
puesto (elegibles), los que se estiman con ciertas dudas para
ocupar el puesto (disponibles en caso de fallar los elegibles), y
los que no reúnen las condiciones mínimas
requeridas (no elegibles).
El seleccionado se somete a una entrevista
donde se obtiene mayor información acerca de su capacidad,
apariencia personal, y otros elementos, su real interés
por el cargo, su historia laboral, causas de
terminación de la relación de trabajo anterior;
además se le suministra al candidato los detalles del
requerimiento de personal, información sobre el cargo,
breve descripción de las tareas y condiciones de
trabajo.
El trabajador aspirante a ingresar a la
institución, es sometido luego a un período de
pasantías no remuneradas, con una
duración de 15 días, en la cual se une a un equipo
de trabajo y se encargará de observar y aprender los
procedimientos
de trabajo, las técnicas
básicas para el desempeño de sus funciones, y
habilidades necesarias para el buen desenvolvimiento en su medio,
tales como transmisión por radio, códigos de
transmisión, ubicación geográfica,
orientación en la ciudad; desplazamiento en
atención de emergencias, además son adiestrados en
los conocimientos básicos de atención en
situaciones de urgencia.
Las personas que satisfacen las demandas del servicio,
luego de culminar sus pasantías, y luego de ser evaluados
por los trabajadores, y por el personal administrativo, son
ingresados por un período de prueba que va de 3 a 6 meses,
donde son apreciadas sus aptitudes y capacidad de
resolución en situaciones de alta exigencia. Luego de
culminado el período de prueba, serán incluidos
dentro de la nómina del servicio como personal
fijo.
Al personal se le dicta un curso de entrenamiento
dictado por personal de la institución, donde las nociones
básicas de anatomía, primeros
auxilios, atención de emergencias, despacho y
recepción, y otras informaciones necesarias para el buen
desenvolvimiento en el medio son brindadas al trabajador.
Regularmente es seleccionado un grupo de trabajadores para
realizar el curso de Asistente de Primeros Auxilios Avanzados
(APAA), el cual es dictado por personal de Defensa Civil, y con
el auspicio de la OFDA (Oficina Federal
para Situaciones de Desastre de Norteamérica), donde son
entrenados para enfrentar situaciones de desastre, y de
emergencias médicas. Todo el personal deberá, a su
debido tiempo, haber realizado este curso como un elemento
básico de su formación; además se realiza
entrenamiento en Reanimación Cardio-Pulmonar Básica
y Avanzada (RCP-B, RCP-A), y electrocardiografía
básica, cursos que son dictados por los residentes del
post-grado de cardiología que se desarrolla en la
institución, y cuya programación tiene el visto bueno de la
American Heart Association, y de la Sociedad
Venezolana de Cardiología.
Regularmente, y bajo la supervisión del
Comité Médico del servicio de Ambulancias, se
desarrolla un programa de educación continuada, donde los
médicos y paramédicos desarrollan temas de
interés relacionados a las situaciones de emergencia que
regularmente se presentan. Este programa se planifica para ser
desarrollado durante todo el año, realizando una clase
cada semana, y tomando la previsión de que cada tema se
desarrolla en dos oportunidades, en días distintos, para
permitir la asistencia del personal que pueda estar laborando en
el horario de alguna de ellas.
Los trabajadores reciben charlas de inducción, donde se expresan las diferentes
normativas institucionales, y el esquema organizativo del grupo.
Actualmente no se realizan charlas de inducción donde se
expresen temas relacionados a la seguridad e
higiene en los puestos de trabajo, pero se está
llevando a cabo un programa de pasantías del Instituto
Universitario de Tecnología
Andrés Eloy Blanco, donde los estudiantes de Seguridad
Industrial son asignados a la institución, y se encargan
de identificar y ofrecer soluciones a
los problemas que en materia de
Higiene y
Seguridad se estén presentando en las instalaciones, y
que afecten la salud de los trabajadores y de los pacientes que
asisten a su sede. El departamento de mantenimiento está
tratando de poner en funcionamiento el "Programa de Higiene y
Seguridad en una empresa de
servicios del sector salud", que fue realizado por uno de tales
pasantes, el cual ya está registrado en las oficinas del
Ministerio del Trabajo desde el 14 de Febrero del año
2000.
El personal es dotado de uniforme, el cual consiste en
bata manga corta de color blanco con
las insignias que identifican a la institución y al
servicio en sus mangas, y pantalón de mezclilla color
azul. El financiamiento de esta dotación es a partes
iguales, es decir, una porción la cancela el trabajador, y
una porción igual es cancelada por la
institución.
La asignación de trabajo depende de los criterios
de evaluación y de los resultados obtenidos en la misma;
un trabajador de reciente ingreso, y que tenga escasa
preparación en el área de atención de
emergencias será asignado a las unidades que se encargan
de traslado de pacientes en condiciones estables, los cuales
requieren una mínima o nula atención por parte del
personal de la unidad. A medida que aumenta el nivel de
capacitación en las áreas de importancia para la
atención de emergencias, serán asignados a las
unidades que se encargan de la atención domiciliaria de
pacientes y emergencias, las cuales generalmente llevan a bordo
personal médico calificado.
Las guardias en el horario diurno tienen una
duración de seis horas, y las nocturnas de doce horas. El
servicio ha desarrollado un sistema de horarios cabalgados, es
decir, una unidad labora desde las siete de la mañana
hasta la una de la tarde, sigue el turno de una de la tarde hasta
las siete de la noche y termina con el turno de siete de la noche
hasta las siete de la mañana. Otra unidad labora de ocho
de la mañana hasta las dos de la tarde, sigue con los
horarios de dos de la tarde a ocho de la noche, y de las ocho de
la noche a las ocho de la mañana. Esta planificación se realiza con el fin de
garantizar la presencia de un personal operativo a cualquier hora
del día, que no interrumpa con el cambio de guardia al
proceso de atención de emergencias, que en el transcurso
del día llega a atender hasta 100 llamados de parte de
pacientes o sus familiares.
El número de horas asignadas para cada
trabajador no sigue un patrón definido, aunque en los
primeros meses de ingreso al servicio, el número de horas
se asigna de acuerdo a la disponibilidad de horas libres; a
medida que avanza el entrenamiento, y la demostración de
destreza, las horas también irán en aumento, y del
mismo modo el ingreso monetario. Se debe hacer notar que el pago
del salario es a
destajo, es decir, el salario de cada trabajador se obtiene
multiplicando el número de horas trabajadas por el
valor de la
hora de trabajo según el grupo al que pertenezca. Si
labora en guardias realizadas en horario nocturno, o en
días feriados, se agrega el cálculo de
un bono extra, el cual es cancelado posterior a la quincena
correspondiente.
Faltas al
horario de trabajo, o demostración de conducta inapropiada
en el sitio de trabajo, pueden afectar el número de horas
asignadas para la siguiente rotación de
guardias.
La asignación de las guardias por parte del
personal supervisor no sigue un orden cronológicamente
establecido, es decir, el personal puede realizar guardias de
duración prolongada con períodos de descanso corto,
o realizar guardias de corta duración para luego tener
varios días de descanso. Del mismo modo, la
asignación por las diferentes sub-bases, a veces obliga al
trabajador a entregar una guardia por una unidad, para tener que
desplazarse por sus propios medios, a
sitios distantes donde debe nuevamente recibir y continuar un
período de horas extras, muchas veces sin período
de descanso.
Se observa, además, la tendencia por parte del
trabajador, de realizar cambios de las guardias asignadas por
horario, para tratar de lograr con los mismos un tiempo libre que
le permita descansar o dedicárselo a otras actividades,
pero a costa de unir varias guardias que prolongan el tiempo
efectivo de trabajo más allá de lo legal y
fisiológicamente permitido, con la consiguiente
afectación a su salud.
Todas las unidades están dotadas de equipos de
radio de onda corta que le permite mantener comunicación
directa con la base de operaciones, por lo que las unidades
prácticamente se mantienen en la calle mientras se
resuelve el total de emergencias. El procedimiento básico
se inicia con la llamada telefónica del afectado; el
receptor clasifica la llamada y llena la ficha de datos donde se
aportan los referentes al paciente, y a los signos y
síntomas que presenta, el despachador recibe esa ficha, y
la trasmite por radio a la unidad más cercana, o en su
defecto a la que primero culmine la atención que en ese
momento realiza. En el caso de que no haya emergencias en la mesa
del despachador se permite el retorno de la unidad a su base,
situación que ocurre eventualmente por el número de
llamadas recibidas a diario. En los momentos en los cuales la
unidad y su personal se hallan en la base central, se aprovecha
para equipar a la unidad del material y equipos faltantes, para
la limpieza de la unidad, y para la resolución de
problemas administrativos que pueda tener el personal de
guardia.
El personal masculino de enfermería de
ambulancias
Clásicamente se ha descrito y relacionado
a la profesión de enfermería con el sexo femenino.
Es una de las profesiones donde la división de género se
ha visto más marcada y difícil de separar. Con la
masificación del trabajo, y debido a la
diversificación de actividades en todos los procesos de
trabajo, el hombre se ha ido involucrando cada vez más en
actividades que anteriormente hubiesen significado el rechazo de
sus congéneres; igual situación ocurre con las
mujeres, pero no es tema de este estudio.
El personal paramédico, también llamados
simplemente paramédicos, son los trabajadores de la salud
que proporcionan servicios clínicos a los pacientes, bajo
la supervisión de un médico. El término
generalmente comprende a enfermeras(os), terapistas,
técnicos, y otro personal involucrado en los cuidados
médicos, pero es frecuentemente aplicado
específicamente a las personas altamente entrenadas
quienes tienen la responsabilidad, junto a los médicos, del
cuidado del paciente. Esta categoría incluye enfermeras
practicantes, asistentes médicos, y técnicos
médicos de emergencia.
(http\:www.Britanica.com)
En los servicios hospitalarios, es cada vez mayor la
participación del hombre en las actividades que involucran
atención directa de pacientes. Aunque las cifras
varían de un país a otro, y entre autores, existe
una tendencia, no tan marcada, a aumentar la participación
del hombre en los servicios de salud. En un estudio realizado en
1993 en la ciudad de París, un 28 por ciento de los
trabajadores de la salud, sin incluir al personal médico,
eran hombres. (Veron, 1994)
Mostrando una tendencia contraria, en Zaragoza, España, en
un estudio sobre patologías frecuentes en una unidad de
salud laboral, se encontraron cifras de 6 por ciento hombres y 94
por ciento mujeres dentro del personal de enfermería.
(Buil y Bernal, 1997)
Los paramédicos, no seleccionan el ambiente o
condiciones en las que trabajan. Deben atender a los pacientes en
el domicilio, en su sitio de trabajo, en la calle, en el sitio
donde ocurra la infortunada situación que obligue a
solicitar la atención, y por consiguiente, en sitios que
no están diseñados para la atención
sanitaria, y menos en situaciones de emergencia, donde las
maniobras son efectuadas con gran rapidez y bajo tensión
emocional importante. En muchos casos sin los adecuados equipos
de protección personal que puedan disminuir el contacto
del personal con la sangre u otros
fluidos corporales, lo que significa un riesgo para el
trabajador. En otras ocasiones, deben atender al afectado, dentro
de la unidad móvil la cual se desplaza a velocidades que
dificultan las maniobras, y a veces tratando de evitar los
congestionamientos de tráfico, lo que aumenta el movimiento
dentro del habitáculo de la ambulancia.
Como la atención de los pacientes a los cuales
está dirigido el servicio generalmente se hace causado por
situaciones de emergencia, en muchos casos se necesita el
traslado del paciente hacia un centro asistencial donde reciba
atención médica especializada con el apoyo de
recursos tecnológicos que no pueden ser acarreados en las
unidades. Por esta condición se generan cargas de trabajo
por levantamiento de peso, que muchas veces se realiza sin el
adecuado entrenamiento, con la consiguiente lesión de la
columna y sus componentes. Factor que puede ayudar a la
presentación de situaciones de riesgo para la salud de
estos trabajadores, es el hecho de que las unidades no
están desarrolladas para facilitar el abordaje del sector
posterior del vehículo (Figuras 11a y 11b), debiendo
levantar la camilla con el paciente a alturas que obligan a
maniobras de mayor esfuerzo, y con mayor riesgo de ocasionar
lesiones a la columna y miembros superiores, además las
camillas no cuentan con un diseño ergonómico que
minimice el esfuerzo a realizar para levantar el
paciente.
Situaciones que tal vez no sean tomadas en cuenta
como factores que puedan afectar la salud del trabajador
hospitalario incluyen su horario de comida-descanso, ya que las
situaciones de emergencia se presentan de forma impredecible, y
muchas veces los trabajadores no siguen una rutina que le lleve a
tener una saludable digestión. Aunque el servicio cuenta
con un área de cocina, el tiempo necesario para la
preparación o calentamiento de alimentos se hace
insuficiente por la premura de atención de
emergencias.
El estrés ocasionado por el tipo de situaciones a
las que deben enfrentarse, aunado a las condiciones
climáticas de la ciudad, las cuales son rigurosamente
soportadas, por que generalmente las unidades no cuentan con
acondicionadores de aire, y la carga que implica el
desplazamiento por la ciudad y su tráfico, pueden
añadir otros ingredientes para que se desate una
situación conflictiva, resultando afectada la salud del
trabajador.
Los sitios destinados al descanso del trabajador (Figura
12) mientras no desarrolla actividad de emergencia también
deben ser tomados en cuenta cuando se trata de discernir su
implicación en la patología relacionada al trabajo
en cuestión. Si el trabajador no puede lograr un descanso
que garantice su recuperación tanto física como
mental, puede acumular a la larga tensión emocional, y
cansancio que pueden en momentos determinados afectar el
rendimiento, la capacidad de respuesta y discernimiento, el
raciocinio, y la toma adecuada de decisiones que pueden
significar la vida o la muerte para un paciente en
situación de emergencia. Específicamente en el
servicio, las horas nocturnas no tienen un período de
descanso predeterminado para el personal. Las salidas para cada
emergencia son repartidas de acuerdo a la zona de llamada, y al
número de las mismas. Si se acumula un elevado
número de ellas el personal no descansa, laborando la
totalidad del período nocturno. Por el contrario, puede
suceder que no ocurran llamados de emergencia logrando un
período de descanso adecuado. Así mismo,
actualmente no poseen en el servicio algún elemento que
sirva de distractor al personal que permanece en turno para
salidas, o que por cualquier motivo no se dedica a dormir, por
ejemplo un aparato de televisión
o radio.
Similar situación se observa en los
vehículos ambulancia, de donde por normativas internas han
sido retirados los equipos de radio musical. Aunque esta
disposición fue tomada en una oportunidad para corregir
situaciones irregulares ocurridas con los equipos de
transmisión de onda corta, se aprecia la necesidad de un
elemento que pueda favorecer el estado de alerta del personal de
guardia, sobre todo a altas horas de la noche, cuando el
cansancio y somnolencia del equipo de trabajo puede favorecer la
ocurrencia de accidentes de tránsito, por retardo en las
reacciones o por quedarse adormilados.
Página siguiente |