La SELA ayudo a los diferentes países de
América
Latina, a llevar a cabo un proyecto donde se
trata de proteger a las pequeñas y medianas industrias, como
si fuera una vuelta al proteccionismo, con la diferencia de la
intervención del estado:
Propuso que le estado solo hiciera posible un contexto favorable
para llevar acabo dicho proyecto.
Una vez abandonado en América
Latina el modelo de
sustitución de importaciones, se
comenzó a desarrollar en la región, una corriente
de pensamiento
que condenaba cualquier acción
o intento del Estado para definir políticas
industriales. Se argumentaba la preponderancia del mercado para
identificar los sectores de mayor competitividad, por lo que la acción del
Estado debería orientarse solo a la creación de un
entorno favorable, que elevaría el fortalecimiento de los
mismos. Al mismo tiempo algunas
posiciones sugerían, sin que eso significara retornar al
viejo modelo, una intervención más directa de todos
los actores en dicho proceso,
incluyendo el Estado, que
permitiera crear un marco de referencia más apropiado para
trazar la vía que a mediano plazo, ayudara a la
inserción real de nuestras economías en los
mercados
internacionales.
El SELA propuso durante la Conferencia
Regional sobre Industrialización, realizada en Octubre de
1991, la conveniencia de crear un mecanismo de reflexión,
consulta e intercambio en materia de
política
industrial: el "Foro Regional
sobre Política Industrial", del cual ya se han realizado
dos ediciones ( San José de Costa Rica en
1994 y Caracas, Venezuela en
1997), donde se ha puesto en evidencia la conveniencia de definir
entre todas las instituciones
que actúan en la región , un Programa de
Trabajo que
ayude a fortalecer las capacidades nacionales de
formulación e implementación de estrategias de
competitividad, dentro de las cuales, las Pymes,
deberían jugar un papel relevante.
Frente a la necesidad de aminorar los impactos
de la
globalización y la generalizada apertura de los
mercados, diversas organizaciones
internacionales, regionales y nacionales abordaron el tema de las
pequeñas y medianas empresas (Pymes),
como una de las vías alternas, revalorizando su papel como
generadora de empleo y base
fundamental del desarrollo
productivo de una parte importante de los países de la
región.
En Octubre de 1996, en Sao Paulo, Brasil, se
realizó un seminario sobre
Pymes por iniciativa de los Directores de Cooperación
Técnica Internacional de los Estados Miembros del SELA,
con el apoyo del PNUD. El objetivo de
dicha reunión fue identificar las limitantes fundamentales
de las Pymes y las acciones de
cooperación necesarias para la búsqueda de soluciones.
La XXII Reunión Ordinaria del Consejo
Latinoamericano del SELA realizada en Uruguay en
Octubre de 1996 al proponer que el tema central del Programa de
Trabajo fuera "Crecimiento y Empleo", pone de relieve la
necesidad de analizar la importancia de las Pymes frente a un
fenómeno que afecta considerablemente el desempeño de las economías, no
sólo de los países en desarrollo, sino de los
países industrializados, aunque por diferentes
causas.
EN 1997 la Secretaría Permanente del SELA
llevó a cabo un conjunto de estudios y organizó
varias reuniones sobre su tema central, entre ellas la
Reunión Ministerial sobre Crecimiento y Empleo; y la
relaizada en Rio de Janeiro, Brasil, donde se señala la
necesidad de…"Promover el desarrollo del sector de la
pequeña y mediana empresa, como
factor estratégico de creación y expansión
de oportunidades de empleo"…Dicha declaración es
acogida totalmente por los representantes del Consejo
Latinoamericano del SELA, en su XXIII Reunión realizada en
Trinidad, donde se acuerda además la Declaración de
Puerto España
sobre Crecimiento y Empleo.
En el mismo año de 1997 se inicia la
ejecución del Convenio AECI-SELA, en cuyo marco se
realizaron un conjunto de reuniones sobre Pymes en diversos
países (Argentina, Bolivia,
Colombia,
México), donde apoyado por estudios
financiados por PNUD, se profundiza y se intercambian
experiencias en temas como cooperación empresarial;
economía
informal, microempresa y
empleo; asistencia técnica y consultoría; y, cooperación
internacional.
Se realizó en la Isla de Margarita, Venezuela,
en Noviembre de 1997, el gobierno
venezolano decidió en consulta con diversas personalidades
nacionales y representantes de organismos de cooperación
con sede en el país, lanzar una propuesta para que fuera
aprobada en dicha Cumbre, por lo que aprovechando la experiencia
acumulada, se inclinó por una propuesta en Pymes. Para tal
fin convocó no solo organizaciones nacionales vinculadas
con el campo de las Pymes, sino también organizaciones
internacionales y regionales con sede en el país, entre
los que invitó al SELA y al Programa Bolívar.
Así mismo, por la vinculación de la AECI -Venezuela
con estos temas, también fue invitada a
participar.
Luego de analizar diferentes alternativas sobre
tópicos específicos en el tema Pymes, se
decidió en forma unánime escoger el tema de la
Cooperación Empresarial o Asociatividad, como el tema
más relevante y de mayor interés en
las actuales circunstancias, lo que coincidía con lo
manifestado por otros países en diversas reuniones sobre
Pymes. Representantes de la AECI –Venezuela conjuntamente
con funcionarios del SELA, fueron encargados de preparar la
versión definitiva.
Con miras a la realización de la VIII Cumbre
que se celebraría en Portugal, se decidió por parte
de Venezuela relanzar IBERPYME, acción en la que fue
acompañada por España, motivada por los excelentes
resultados de los seminarios y talleres realizados en el marco
del Convenio AECI-SELA durante 1998 (Perú,
República Dominicana, España). Fue así que a
mediados de 1998 una representación del Consejo Superior
de Cámaras de Comercio,
Industria y
Navegación de España, se reunió en Caracas
con representantes del SELA y de instituciones venezolanas. Se
trabajó en la preparación de la nueva
versión, la cual fue llevada de nuevo por la
delegación venezolana a la II Reunión de
Coordinadores Iberoamericanos y Responsables de
Cooperación.
En la reunión de Estoril, por
invitación de la cancillería venezolana,
correspondió a un representante del SELA hacer la
presentación de IBERPYME, la que luego de recibir las
observaciones correspondientes, fue recibida por los
países allí presentes. Luego de incorporar en el
documento dichas observaciones y por recomendación del
Ministerio de Industria y Comercio de Venezuela, se dejó
en claro que IBERPYME desarrollará sus acciones a
través de las instituciones intermedias de apoyo a las
Pymes en los respectivos países.
En la estructura del
Proyecto presentado se propuso la creación de una Unidad
de Gestión
a cargo de la Secretaría Permanente del SELA. La
Declaración Final de la Cumbre recoge la
recomendación de trabajar en forma coordinada con los
Institutos de Comercio Exterior
de España y Portugal, como apoyo al desarrollo del
Programa y se hace mención de una reunión inicial
de IBERPYME, la cual debió realizar en el primer trimestre
de 1999.
En el marco del Convenio AECI-SELA ya fueron
contemplados los recursos para la
realización de algunas de las actividades puntuales a ser
realizadas en el Programa IBERPYME. Sin embargo, el mismo
deberá contar con recursos adicionales provenientes de los
países iberoamericanos decididos e interesados en
participar activamente, si es que se desea lograr un impacto real
en el tejido productivo de las Pymes.
IBERPYME ha sido diseñado como un instrumento
que ayude a potenciar las capacidades de las instituciones
intermedias de apoyo a las Pymes en los respectivos países
y deberá constituir un marco de convergencia para la
participación de todos los organismos internacionales y
regionales que actúan en Iberoamérica en pro de las
Pymes.
La necesidad de redefinir el papel de los agentes
económicos en dicho proceso, también ha conllevado
a analizar la pertinencia, alcance e instrumentos a ser
implementados como parte de una política de Estado del
sector industrial, que privilegie la participación de las
Pymes, no como una simple vuelta al proteccionismo, sino porque
ellas representan la mejor vía para adaptarse a los
cambios que exige la nueva realidad internacional y el nuevo
paradigma
productivo.
Stela Domador