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El Reino de Dios




Enviado por victor_m_castro



    1. Un
      arrepentimiento previo, creer en el Evangelio y ser
      bautizado.
    2. Para entrar
      al Reino de Dios primero debemos entrar al Reino de los
      Cielos
    3. Perderemos el privilegio de estar en el
      Reino de Dios si no damos frutos
    4. El
      Evangelio es poder de Dios
    5. Nuestra
      actitud tiene que ser totalmente infantil para entrar al
      Reino
    6. Dos cosas
      encomendó Jesús a los
      discípulos
    7. A qué
      es semejante el Reino de Dios y con que lo podemos
      comparar?
    8. Predicando el Reino de
      Dios
    9. Advertencia

    El reino de Dios en
    contraposición al reino de este mundo, es la
    condición óptima en la cual el ser humano puede
    habitar disfrutando de toda clase de
    bendición espiritual y bajo la protección efectiva
    de Dios. Si nosotros encontramos el reino de Dios, en donde El es
    el Rey por supuesto, entonces tenemos todas las cosas que
    deseamos. Mateo 6:33
    "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
    todas estas cosas os serán
    añadidas."

    El reino de los cielos es una
    condición espiritual en el hombre,
    pero el reino de Dios es nuestra relación con Dios en base
    a la fe. Entiendase "reino" como el dominio, ejemplo:
    el reino de este mundo, el reino de los cielos, el reino de Dios.
    Primero es el reino de este mundo, luego el reino de los cielos y
    después es el reino de Dios. No podemos entrar al reino de
    Dios sin estar en el reino de los cielos. El reino de este mundo
    es equivalente al atrio en el tabernáculo o templo, el
    reino celestial es el lugar santo y el reino de Dios es el lugar
    santísimo. El reino de Dios está expuesto en el
    Libro de
    Génesis como "El Jardín del Edén". Dios puso
    un manto de separación entre el lugar santo y el lugar
    santísimo, conocido en Génesis como una espada de
    fuego revolvente, algo similar a lo que hoy podríamos
    denominar "una cortina de fuego" impenetrable. Esa cortina no
    permitió a Adán y Eva que regresaran al reino de
    Dios debido a su pecado, a causa del pecado el hombre
    perdió la vida eterna y por eso fue expulsado del reino de
    Dios. El alimento que Adán debió haber consumido
    era proveniente del Árbol de Vida pero desafortunadamente
    consumió fruto de muerte del
    árbol prohibido, por eso el hombre tiene asignado un
    limite de años en su vida y perdió lo mas valioso
    que Dios le había otorgado, la posibilidad de tener la
    vida eterna.

    Dios mantiene vigente una ley que dice "La
    paga del pecado es la
    muerte"
    Porque la paga del pecado es muerte, mas la
    dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
    Señor nuestro. Aquel árbol de vida en el
    Edén, o sea en el reino de Dios, es Jesucristo mismo. Dios
    siendo amor,
    amó al mundo a pesar del pecado y para hacerlo acepto en
    el amado, entregó su hijo para que muriera y el mundo
    fuese salvo. (Juan 3:23) Hoy en día, por medio de la
    muerte de Jesucristo, esa división o pared divisoria ya no
    existe, el manto fue roto en el mismo instante que Jesús
    murió en la cruz y ahora todos somos invitados a entrar al
    cielo de Dios. Pasar del atrio al lugar santo solo es por medio
    de la puerta que es Jesús. La muralla de separación
    entre el mundo y el cielo siempre existe pero ahora hay una
    puerta de entrada abierta la cual es Jesucristo quien nos invita
    a entrar y disfrutar de las maravillosas riquezas del
    Señor.

    Al entrar al cielo debemos ir vestidos
    de Cristo (haber sido bautizados en su nombre) y haber dejado
    atrás las vestiduras carnales del hombre viejo. Juan
    10:9
    Yo soy la puerta; el que por mí entrare,
    será salvo;

    Un arrepentimiento previo,
    creer en el Evangelio y ser bautizado.
    Marcos 1:15
    : El tiempo se ha
    cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos,
    y creed en el
    evangelio. Este arrepentimiento
    es a consecuencia de haberse saciado del pecado, de estar cansado
    y cargado de las cosas de este mundo, de estar herido a causa de
    las inclemencias que representan mantenerse en el mundo de
    pecado, de haber reconocido el erróneo camino que
    seguíamos y considerar que allá al otro lado, a la
    inversa, esta el reino de Dios esperándonos y en donde
    habrá fiesta por nuestro arrepentimiento. Esto es haber
    creído en el Evangelio, o sea las buenas nuevas de
    salvación. Marcos 16:16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
    mas el que no creyere, será condenado.

    Para entrar al reino de Dios
    primero debemos entrar al reino de los cielos

    El Apóstol Pedro recibió
    las instrucciones y el permiso de "abrir" el reino de los cielos,
    así que él fue el primero en ingresar. (Ver
    Mateo 16:19) "Y a ti te daré las llaves del
    reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra
    será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la
    tierra
    será desatado en los
    cielos" dándole a
    entender que lo que haga en su vida terrenal será hecho en
    su vida espiritual o celestial y viceversa, no hay
    separación, es una misma vida, una misma relación,
    esta unido lo carnal con lo espiritual. Esta en Cristo. Ha
    abandonado Egipto, ha
    pasado por el desierto y está en la ribera del río
    esperando ser trasladado a la tierra prometida. No hay manera de
    pasar del atrio al lugar santísimo sino es por el lugar
    santo, primero debemos santificarnos en Cristo, la línea
    divisoria del atrio al lugar santo es la cruz (altar) del
    sacrificio.

    La mejor manera de comprobar si estamos
    en el reino de Dios es echando fuera demonios
    En el reino de Dios no hay cabida a los demonios, no hay lugar al
    pecado ni a Satanás. Mateo 12:28 "Pero si yo por el
    Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha
    llegado a vosotros el reino de
    Dios." Los demonios deben
    quedar en Egipto, en el atrio, en la carne, y nosotros debemos
    entrar por la puerta que es Jesucristo, ser muertos en el pecado
    por el bautismo y entrar al lugar santo que es el alma para ser
    llevados por nuestro Sumo Sacerdote que es Jesucristo al cielo,
    al lugar santísimo, a la tierra prometida.

    Jesucristo es el árbol de
    la vida en el Jardín del Edén, El es la vida
    eterna. El nos invita a entrar al reino de Dios comiendo de El
    esa vida eterna, el hombre en su estado natural
    no puede entrar a causa del pecado pero Cristo por la muerte en
    la cruz nos hace candidatos a entrar si le comemos a el y bebemos
    su sangre.
    La entrada nuestra al reino de Dios es en base espiritual
    únicamente y por eso no podemos entrar si existen
    obstáculos, reacuérdese el camino recorrido, hemos
    pasado de muerte a vida, de las tinieblas a la luz, de lo carnal
    a lo espiritual.

    Todos los aspectos carnales
    permanecen en Egipto o en la carne, y ellos serán un
    obstáculo para entrar al reino de Dios. He aquí la
    descripción de algunos
    obstáculos:

    Mateo 19:24 "Otra vez os digo,
    que es más fácil pasar un camello por el ojo de una
    aguja, que entrar un rico en
    el reino de Dios." No es que
    los ricos no puedan ingresar, es su liga a las riquezas que les
    impide entrar. Jesús calificaba de difícil, no
    imposible pero si difícil para los ricos entrar al reino.
    "No os hagáis tesoros en la tierra donde la polilla y el
    orín corrompen y en donde ladrones minan y hurtan. Sino haceos tesoros en el
    cielo..Mateo
    6:19

    Y es que las riquezas vuelven duro el
    corazón
    de los hombres. Por eso Jesús decía que el reino de
    Dios era para los pobres, no dijo para los que no tienen sino
    para los que no están confiando en las riquezas. Lucas
    6:20
    Y alzando los ojos hacia sus discípulos,
    decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de
    Dios. Así como es tan
    difícil que los ricos abandonen las riquezas, así
    es de difícil que entren al reino de Dios.
    Creer en la Palabra es más importante que sentirse libre
    de pecados
    Jesús explica que los publícanos y las rameras si
    creyeron en la predica de Juan y no así los fariseos y los
    escribas y les dice lo siguiente: " De cierto os digo, que los publícanos y las
    rameras van delante de
    vosotros al reino de Dios."
    Mateo 21:31

    Perderemos el privilegio de estar en el reino de Dios
    si no damos frutos
    No podemos disfrutar del reino a
    larga distancia ni heredarlo. Las riquezas del reino están
    reservadas para los que moran en el reino y no para los
    extraños. "Por tanto os digo, que el reino
    de Dios será quitado de
    vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de
    él." Mateo 21:43
    Nuestra misión en
    el reino es dar frutos. Juan 15 nos explica este asunto de dar
    frutos, Jesús es la Vid verdadera y nosotros somos las
    ramas que debemos dar frutos, las ramas que no den fruto seran
    cortadas y echadas al fuego. Pero ¿Cuál es ese
    fruto que debemos dar? Adán recibió un mandato:
    "Fructificad y multiplicaos" y "Llenad la tierra". La Tierra
    prometida que es el cielo, debe ser llena de seres espirituales,
    nosotros debemos engendrar hijos no solo en el plano carnal sino
    en el espiritual para que no seamos cortados y echados al fuego.
    No necesariamente debemos tener hijos carnales, es mas importante
    tenerlos en el espíritu. El Señor Jesús no
    tuvo hijos carnales y tampoco el Apóstol Pablo sin embargo
    ellos engendraron hijos en el espíritu.

    Los misterios del reino solo deben
    conocerlos los que creen, los que están adentro,
    santificados en Cristo Jesús "Y les dijo: A vosotros os es
    dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que
    están fuera, por parábolas todas las cosas; para
    que viendo vean y no perciban. Y oyendo oigan y
    no entiendan, para que no se
    conviertan y les sean perdonados los
    pecados". Marcos 4:11

    El Evangelio es poder de
    Dios

    Decía además: Así
    es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la
    tierra; Al igual que una semilla en la tierra comienza a germinar
    y a formar un tallo que luego crece y llega a dar fruto,
    así es la palabra en el corazón de un creyente con
    fe que sin darse cuenta esa palabra crece, se fortalece y da fruto Marcos
    4:26
    .
    El reino de Dios es el lugar santísimo, no hay cabida para
    la
    contaminación ni la inmundicia, ningún miembro
    que no sea del cuerpo de Cristo y ningún miembro de
    nuestro cuerpo humano
    que sea pecaminoso pueden entrar en el.

    Marcos 9:43 Si tu mano te fuere
    ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la
    vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que
    no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el
    fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de
    caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que
    teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no
    puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el
    fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de
    caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con
    un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,

    Nuestra actitud tiene
    que ser totalmente infantil para entrar al reino
    Dejad a
    los niños
    venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los
    tales es el reino de Dios. Marcos 10:14 Tomemos el termino
    niño no como un menor de edad sino a las personas actuando
    como si fueran niños, con un corazón inocente,
    libres de perjuicios y de temores, libres de soberbia y de odio,
    confiando y dependiendo siempre de un padre (celestial).
    De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios
    como un niño, no entrará en él. Marcos
    10:15

    Cumpliendo los mandamientos de Dios que se resumen en dos: Amaras
    a Dios sobre todas las cosas y amaras a tu prójimo como a
    ti mismo, se esta cerca del reino de Dios.
    Marcos 12: 28 Acercándose uno de los escribas,
    que los había oído
    disputar, y sabía que les había respondido bien, le
    preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de
    todos? 29 Jesús le respondió: El primer
    mandamiento de todos es: Oye, Israel; el
    Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30
    Y amarás al Señor tu Dios con todo tu
    corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con
    todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
    31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu
    prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que
    éstos. 32 Entonces el escriba le dijo: Bien,
    Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera
    de él; 33 y el amarle con todo el
    corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y
    con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo,
    es más que todos los holocaustos y sacrificios.
    34 Jesús entonces, viendo que había
    respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino
    de Dios.

    Dos cosas
    encomendó Jesús a los discípulos

    Lucas 9:2
    Y los envió a predicar el reino de Dios, y a
    sanar a los enfermos. Lucas
    9:11
    Y cuando la gente lo supo, le siguió;
    y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios,
    y sanaba a los que necesitaban ser
    curados. Lucas 10:9 y
    sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado
    a vosotros el reino de Dios.
    No nos ocupemos de cosas materiales que
    no tienen importancia y que han pasado
    Lucas 9:60
    Jesús le dijo: Deja que los
    muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el
    reino de Dios.
    Lucas 9:62 Y
    Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado
    mira hacia atrás, es apto para el reino de
    Dios.

    A qué
    es semejante el reino de Dios y con que lo podemos
    comparar?
    Lucas 13:
    6 Dijo también
    esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada
    en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo
    halló. 7 Y dijo al viñador: He
    aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en
    esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para
    qué inutiliza también la tierra? 8
    Él entonces, respondiendo, le dijo: Señor,
    déjala todavía este año, hasta que yo cave
    alrededor de ella, y la abone. 9 Y si diere fruto,
    bien; y si no, la cortarás después.

    Explicando esta parábola, podemos
    entender que en el reino de Dios estamos para producir frutos tal
    como lo vimos en Juan 15 con la Vid verdadera. El que no da
    frutos es cortado y echado al fuego. Este es el Evangelio de
    Dios, la palabra es la semilla que debemos sembrar y los frutos
    son los hijos que vamos a engendrar.
    No perdamos la
    oportunidad de entrar, después será ya
    tarde
    Nuestra misión es para cumplirla aquí
    y ahora, no hay tiempo para perder, comencemos a actuar, primero
    salgamos del pecado, santifiquémonos en Cristo, entremos
    al reino de Dios, el reino de Dios esta aquí ahora y en
    este lugar. Lucas 13:28" Allí será el llanto
    y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a
    Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros
    estéis excluidos".

    Nuestra comida en el reino de
    Dios.

    Dios había puesto frente a
    Adán el árbol de la vida para que comiese de el y
    viviera eternamente, nosotros ahora que estamos en el reino de
    Dios comemos el pan del cielo, el pan verdadero, a Cristo
    Jesús Lucas 14:15 Oyendo esto uno de los que
    estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado
    el que coma pan en el reino de Dios.

    La sombra en el
    Judaísmo
    Todo lo que hemos visto y oído en
    el pasado terminó con la prédica y el bautismo de
    Juan, todo lo demás es cosa nueva. Lucas 16:16 La
    ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de
    Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en
    él.
    Cuando
    vendrá el Reino de Dios?
    Muchos
    predicadores y escritores de temas bíblicos han insistido
    en que el Reino de Dios vendrá cuando Jesús venga
    por segunda vez y en esa forma le han quitado el gozo de la gente
    y no los han dejado entrar y disfrutar del reino de Dios.
    Jesús al ser interrogado con ese tema les dijo lo
    siguiente: Lucas 17:20 Preguntado por los fariseos, cuándo había
    de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino
    de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo
    aquí, o helo allí; porque he aquí el
    reino de Dios está entre vosotros
    .
    Conociendo sus
    misterios
    No os preocupéis por
    vuestras pertenencias, luego las tendrás y mejores
    Lucas 18:28 Entonces
    Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras
    posesiones y te hemos seguido. 29 Y él les dijo: De cierto
    os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o
    hermanos, o mujer, o hijos,
    por el reino de Dios, 30 que no haya de recibir mucho más
    en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.
    Como nos damos cuenta que esta
    cerca?
    Cuando la palabra de Dios sembrada en
    tu corazón y comienza a dar frutos, es que el reino de
    Dios esta cerca. Lucas 21:29-33 También les dijo
    una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo,
    sabéis por vosotros mismos que el verano está ya
    cerca. Así también vosotros, cuando veáis
    que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de
    Dios. De cierto os digo, que no pasará esta
    generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la
    tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán..
    Es necesario nacer de nuevo
    No es en nuestra vida
    carnal que veremos el reino de Dios sino en nuestra vida
    espiritual, se hace necesario que volvamos a nacer pero esta vez
    como Hijos de Dios. Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de
    cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el
    reino de Dios. Este nuevo nacimiento es por medio de hacer morir
    nuestra vida en la carne por medio del bautismo (agua y
    Espíritu) Juan 3:5 Respondió Jesús:
    De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
    Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

    Predicando el Reino
    de Dios
    Al igual que Felipe nosotros estamos llamados a
    predicar el Evangelio del Reino de Dios y entonces veremos a la
    gente bautizándose Hechos 8:12 Pero cuando creyeron
    a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el
    nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.

    En nuestras reuniones con gentiles
    debemos hablarles del reino de Dios Hechos 19:8 Y entrando
    Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de
    tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de
    Dios.
    Debemos estar
    preparados con animo sabiendo que vamos a pasar por muchas
    tribulaciones y persuadiéndoles acerca del
    reino.

    Hechos 14:22 confirmando los
    ánimos de los discípulos, exhortándoles a
    que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario
    que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino
    de Dios. Hechos 28:23 Y habiéndole señalado
    un día, vinieron a él muchos a la posada, a los
    cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la
    mañana hasta la tarde, persuadiéndoles
    acerca de Jesús, tanto por la
    ley de Moisés como por los
    profetas. Hechos 28:31
    predicando el reino de Dios y
    enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente
    y sin impedimento.
    El
    Reino de Dios no es cosa de fiestas, sino gozo, paz y sobre todo
    Poder

    Romanos 14:17 porque
    el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y
    gozo en el Espíritu
    Santo. 1 Corintios
    4:20
    Porque el reino de
    Dios no consiste en palabras, sino en poder.

    Advertencia
    No estéis tan
    confiados, las cosas de Dios son santas, por lo tanto hay ciertas
    condiciones que debemos observar.
    1 Corintios 6:8 Pero vosotros cometéis el agravio,
    y defraudáis, y esto a los hermanos.9 ¿No
    sabéis que los injustos no heredarán el reino de
    Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los
    idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni
    los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros,
    ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores,
    heredarán el reino de Dios. Siempre hay una oportunidad en Cristo, veamos
    este otro aviso: 11 Y esto
    erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya
    habéis sido santificados, ya habéis sido
    justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el
    Espíritu de nuestro Dios.

    Nuestra naturaleza
    pecaminosa, nuestra carne, no pueden heredar el reino de Dios,
    por eso dijimos que desde el atrio tenemos un camino que es el
    sacrificio de nuestra carne pecadora que nos conduce a la
    santificación en Cristo Jesús.

    1 Corintios 15:50 Pero esto digo,
    hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el
    reino de Dios, ni la corrupción
    hereda la incorrupción. El libro de Gálatas 5 nos amplia este aviso:
    Manifiestas son las obras de la carne: 19 Y manifiestas son las
    obras de la carne, que son: adulterio,
    fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría,
    hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras,
    contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios,
    borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de
    las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
    practican tales cosas no heredarán el reino de
    Dios.
    El carácter del cristiano es producido por el
    espíritu y no por obras del creyente

    Galatas 5: 22 Mas el
    fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
    benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza;
    contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de
    Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
    25 Si vivimos por el Espíritu, andemos
    también por el Espíritu. 26 No nos
    hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros,
    envidiándonos unos a otros

    Mensaje de Victor Castro
    Chinchilla. Enero 2003

     

    Victor Manuel Castro
    Chinchilla

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