- ¿Has pensado en los ingredientes de
una amistad? - Más allá de ser un
amigo - La amistad
como lealtad - La
diversión de la amistad - La
amistad como un estímulo
Cuando las relaciones
sexuales se practican antes de fundar el amor, lo
más probable es que limite las posibilidades de crear el
tipo de amor y
relaciones que una pareja busca.
Las relaciones sexuales en los
solteros son una barrera para la verdadera intimidad. Pueden
causar, especialmente en una mujer, que pierda
su estabilidad, se sienta insegura, que malogre el control de sus
emociones y
altere su juicio. Puede crear confusión e incertidumbre
respecto a cómo sienten ambos individuos, e impide indagar
profundamente por completo a la otra persona. Para
algunos, disminuye su sentido de autoestima y
puede llevar a relaciones adictivas. Hace difícil que se
consiga una exacta noción de sí mismo o de la
relación.
La
química
del físico necesita combustible o un sistema de apoyo.
Esto proviene de los otros elementos de una relación. Por
un tiempo pueden
sentir pasión sin los otros elementos, pero el
vacío se desarrollará. Necesitarán la
completa gama de la química emocional o conexión
para crear un afecto duradero. Necesitarán una
conexión o química mental para mantener vivos el
interés
y el crecimiento.
La química social genera
compañerismo en la pareja. La conexión espiritual
no solamente realza el amor, sino los otros
elementos.
Amigos, amantes… ¿o ambas
cosas?
Puedes preguntarte:
"¿Cuál es una base mejor que las relaciones
sexuales para establecer una relación?" Es sencillo: la
amistad.
Cuando te enamoras de
alguien que al principio era un buen amigo, posees una de las
mejores bases para un matrimonio
¡Esta es una
declaración fuerte! Pero creo que es la verdad. Las
cualidades que se necesitan para construir una amistad son las
cualidades que contribuyen a un matrimonio
duradero.
¿Sabes qué significa ser un
amigo?
Quiero decir, ¿un verdadero
amigo? Un amigo es… más que un conocido. Conocidos son
los actores secundarios en la película de tu
vida.
Se dice que mientras una persona
tiene entre quinientos y dos mil quinientos conocidos cada
año, él o ella tienen menos de siete amigos
personales. Los conocidos son relaciones transitorias que entran
y salen de nuestras vidas.
Un amigo es más que un
compinche. Aunque un compinche a veces es confundido con un
amigo, un compinche es en realidad un amigo de "reemplazo". Los
compinches van juntos porque se benefician los propósitos
de ambos. Es una pareja simbólica, unida solamente por el
hecho que ellos quieren algo el uno del otro.
La amistad es más que ser
un compañero. Puedes alquilar un compañero. La
amistad es como una relación sin reglas de
autoservicio.
Dice Walter Winchell: "Un amigo es
aquel que entra cuando la mayoría sale". Se unen ti.
No puede sobrestimarse el valor de una
amistad. Jesús dijo: "Ya no os llamo siervos, porque el
siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado
amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi
Padre" (Juan 15:15 Biblia de las
Américas).
Una forma de comprobar si una
relación incluye la amistad es quitar las conexiones
románticas. ¿Qué queda? Para muchas parejas,
poco es lo que queda.
¿Has pensado en los
ingredientes de una amistad?
C. S. Lewis sugiere que nos
imaginamos a los amantes cara a cara, pero a los amigos lado a
lado. Sus ojos miran para adelante. En una amistad, lo que une es
otra cosa que la otra persona, algo como una meta en común
o algún objeto que enfocan las dos personas y el que ambas
persiguen. Puede ser un pasatiempo, un trabajo, jugar
tenis, música, servir en un
mismo ministerio –por ejemplo, de alabanza–, etc.
Pero es algo externo de ellos mismos. Es ese interés en
común el que ellos enfocan más que la
relación en sí.
Un amigo es alguien que te conoce
completamente y aún te quiere. Él o ella conoce tus
lados fuertes y débiles. Un amigo es el que está a
tu lado en todo momento. Proverbios 17:17 dice: "En todo tiempo
ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia". Amar
en todo tiempo, eso es difícil. Es más fácil
hacerlo con frecuencia, pero, "¿en todo tiempo?" La
duración es una característica de una fiel
amistad.
Proverbios 18:24 dice: "El hombre que
tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido
que un hermano". No solamente la durabilidad sino la
aprobación es una cualidad de la
amistad.
El amor de amigos ha sido descrito
como "amor entre compañeros". Esto puede ser definido como
un fuerte vínculo, lo que incluye un tierno apego y el
gozo de la compañía del otro. No es caracterizada
por una salvaje pasión y una constante excitación,
aunque esos sentimientos pueden ser experimentados de tiempo en
tiempo.
¿Entiendes esto? Algunas
personas tienen que sentir esos sentimientos salvajes, o para
ellas no es una relación. La diferencia principal entre un
amor apasionado y un amor entre compañeros, es que el
anterior florece en la privacidad, la frustración, un alto
nivel de excitación y la abstinencia. ¡Todo esto
suena más negativo que positivo! Por el otro lado, el amor
entre compañeros florece en el contacto y requiere tiempo
para desarrollarse y madurar.
Ya que la amistad es tan
importante, explorémosla más. Lou y Colleen Evans
describen la calidad de la
amistad necesaria en un matrimonio:
Un amigo es alguien con el que
puedo hablar de mis ideas y filosofías, con quien puedo
crecer intelectualmente.
Mi amigo es alguien que oye mi
grito de dolor, que siente mi lucha, que está a mi lado en
todos mis momentos negativos tanto como los positivos. Cuando
estoy afligido, mi amigo no solo está a mi lado, sino que
también está aparte, me mira con algo de
objetividad. Mi amigo no siempre dice que estoy bien, porque a
veces no lo estoy.
Si preguntases a otros qué
es un amigo íntimo, probablemente escucharías estas
respuestas:
Un amigo te conoce
por dentro y por fuera, y aún te quiere. Un amigo te
comprende y te aprecia, aún cuando tengas diferentes
puntos de vista. Un amigo es fiel y leal, y puedes confiar en
él claramente. Lo que conversas con un amigo es algo
profundo, no meras opiniones u observaciones. En la amistad, te
arriesgas a ser herido, porque te haces
vulnerable.
Es difícil imaginarse un
matrimonio para toda la vida en donde falten estos ingredientes.
Lamentablemente, ellos existen en algunos matrimonios por un
breve lapso, pero en otros no.
Una amistad profunda refleja
lealtad. Lealtad significa que la persona está unida a ti,
¡pese a todo! Cuando eres leal, se te puede confiar
información delicada. Tu amigo sabe que
será guardada como algo sagrado. Cuando la confianza es
traicionada, es un golpe mortal para una
amistad.
Intimar en
profundidad
La segunda cualidad de una
verdadera amistad es intimar en profundidad. Esto no se
desarrolla de la noche a la mañana. Intimar profundamente
significa un ansia de escuchar tanto como de hablar, aceptar los
hechos más que ser un juez.
La atención requerida en este tipo de amistad
¡es aquella que le impide pensar en lo que va a decir
cuando la otra persona termine de hablar!
Un amigo es alguien con el que es
divertido estar; los amigos se gozan mutuamente. Se ríen,
hacen chistes,
bromean Y tienen intereses mutuos.
Una amistad es estimulante, cada
uno provoca que el otro crezca emocional, mental y
espiritualmente. Ambos son desafiados a nuevas maneras de pensar
y de crecer. "Hierro con
hierro se aguza; y así el hombre aguza
el rostro de su amigo" (Proverbios 27:17).
Cada uno estimula al otro a
hacer lo mejor que puede.
La amistad también
está hecha de autosacrificio. Algunas personas expresan
más fácilmente la amistad con acciones,
más que con palabras. En una amistad, trabajas en el
área más débil de la expresión y
corres el riesgo de hacer
lo que te es más difícil. No solamente crece la
amistad, sino que también crece
tú.
Una amistad se caracteriza por un
estímulo mutuo. Te eleva más que tirarte. Cuando
estimulas a las personas, las inspiras a continuar por el camino
trazado. Tu das aliento y confianza.
Alentar es aceptar a que otros posean valor y dignidad. Le
da validez a lo que están haciendo.
Les hace saber: "puedes contar
conmigo"
Encuentras algo valioso para darle su
reconocimiento cuando todos los demás lo han
despreciado.
Como cristianos no tenemos en
realidad una oportunidad de elegir si alentamos a otros o no. No
es nuestra la decisión. Las Escrituras dicen que otros se
darán cuenta de que somos cristianos por el amor que nos
demostramos mutuamente. Y una de las maneras de reflejar ese amor
es ser alguien que aliente a otros. El estímulo nos sirve
igual que los pilares de concreto de
una estructura de
apoyo.
En una amistad cristiana
hay un elemento adicional, el ser desafiado espiritualmente. Eres
capaz de discutir temas espirituales, orar mutuamente por el otro
y crecer con la ayuda de tu
compañero.
Cuando se descuida la amistad las
parejas que están en el nivel de los besos y las caricias
generalmente no hablan mucho, por lo menos no en profundidad.
Descuidan la exploración de sus personalidades a favor de
la exploración de las sensaciones
físicas.
Mientras se produce un
escalamiento del aspecto físico, la relación se
estanca. Dedican más y más atención y
energía para estar juntos solos y satisfacer sus apetitos
físicos.
Cada vez dedican menos tiempo a la
parte social con otras personas o entre ellos mismos. La cita se
transforma en un tiempo de alcanzar la meta,
conseguir el verdadero programa del
día para la noche, la estimulación física y el despertar
de la excitación.
Al poco tiempo se produce una
pequeña pérdida en la relación junto a la
implicación física. El sentirse en intimidad
depende del contacto físico, y dejarlo es como dejar la
relación.
Adaptado del libro "Las
relaciones que funcionan (y las que no)", de H. Norman
Wright, Editorial Unilit
Rabin
Chuquisengo