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El Suicidio en la Adolescencia




Enviado por maxyiosa



    1. Desarrollo
    2. Conclusión
    3. Bibliografía

     

    INTRODUCCIÓN:

    En su Carta
    Encíclica Evangelium vitae, el Papa Juan Pablo II alerta
    sobre lo que él llama la "libertad
    perversa", aquella que nos confiere "poder absoluto
    sobre los demás y en contra de los demás", y de la
    cual resulta, sigue diciendo, una "cultura de
    la muerte". La
    preocupación del Santo Padre nace de la realidad de que
    "grandes sectores de la opinión
    pública justifican ciertos crímenes contra la
    vida ajena y propia en nombre de la libertad individual". El
    origen de esta "libertad perversa" se encuentra en una
    concepción de la libertad que "exalta al individuo
    aislado de forma absoluta y no da cabida a la solidaridad ni a
    la apertura y el servicio hacia
    los demás". En resumen, el Santo Padre está
    diciendo que cuando un individualismo extremista se interpreta
    como libertad, el resultado es la "cultura de la muerte".

    Con esta concepción de la libertad, la
    convivencia social se deteriora profundamente. Si la
    promoción del propio yo se entiende en
    términos de autonomía absoluta, se llega
    inevitablemente a la negación del otro, considerado como
    enemigo de quien defenderse. De este modo la sociedad se
    convierte en un conjunto de individuos colocados unos junto a
    otros, pero sin vínculos recíprocos: cada cual
    quiere afirmarse independientemente de los demás, incluso
    haciendo prevalecer sus intereses. Sin embargo, frente a los
    intereses análogos de los otros, se ve obligado a buscar
    cualquier forma de compromiso, si se quiere garantizar a cada uno
    el máximo posible de libertad en la sociedad. Así,
    desaparece toda referencia a valores
    comunes y a una verdad absoluta para todos; la vida social se
    adentra en las arenas movedizas de un relativismo absoluto.
    Entonces todo es pactable, todo es negociable: incluso el
    primero de los derechos fundamentales, el
    de la vida.

    La cultura de la muerte y especialmente el suicidio es
    un tema tan amplio que no tiene fronteras definidas, ya que
    abarca una extensa cantidad de temas que están
    íntimamente relacionados entre sí, como: el aborto, la
    eutanasia, la
    eugenesia, el terrorismo,
    la
    clonación, etc. Todo esto esta relacionado con la
    perdida del sentido y valor de la
    Vida. La defensa de la Vida sé a visto relegada por otros
    factores como: las exigencias de la sociedad actual, el bienestar
    económico, el bienestar egoísta propio, la fama, el
    materialismo,
    etc.

    Todos estos factores afectan a la juventud
    especialmente. Hoy en día la juventud se ve envuelta en el
    mundo de las drogas,
    alcohol, el
    del aislamiento de los nuevos medios masivos
    de comunicación y del sexo
    promiscuo, entre otros, causando la perdida de valor y sentido de
    la Vida. Esa perdida de sentido lleva a un razonamiento equivoco
    que plantea ¿para qué seguir viviendo? si no tengo
    por que vivir ¿porque entonces no termino con mi vida?
    Estos razonamientos terminan en algunos casos en la perdida de
    una Vida, el "Suicidio".

    Podemos definir suicidio como el acto voluntario de dar
    fin con la propia vida. Los que apoyan el suicidio y las otras
    formas de atentar contra la Vida se apoyan en la errónea
    teoría
    de la libertad individual analizada claramente en la
    Encíclica Evangelium vitae.

    A continuación vamos a abordar y desarrollar el
    tema especialmente en como afecta al adolescente. Vamos a definir
    y a generalizar a que clases
    sociales y edades afecta mayoritariamente, que los lleva a
    tomar la decisión, los factores que influyen, los
    síntomas, la clasificación y las
    características psicológicas, y abolir las falsas
    creencias que existen sobre el tema, etc.

    DESARROLLO:

    Creemos conveniente partir del significado de la palabra
    suicidio. Deriva del latín y se compone de dos
    términos: sui, de sí mismo y caedere, de matar, lo
    que sería "matarse a sí mismo".

    El suicidio se trata de todo caso de muerte mediante una
    acción,
    producida por la víctima misma y ante la cual tiene
    absoluta consciencia del resultado a producirse.

    Existen diversos tipos de clasificación de
    suicidas, los dos más comunes están descriptos a
    continuación.

    1. El altruista, en el que la
      motivación hacia la muerte está originada por
      una rígida estructuración en la sociedad en la
      que se vive. La muerte en sí misma no es tan importante
      como preservar el "honor".
    2. El egoísta, en el cual el individuo se
      orienta más por sus intereses particulares que por los
      de su grupo de
      referencia. No interesa lo que los demás
      opinen
    3. El anómico, que se produce ante una
      confusión de valores sociales, que lleva a una crisis
      individual acerca del sentido de la existencia.

    Otros autores clasifican al suicidio
    según:

    1. El origen: puede ser psicótico,
      neurótico, psicodisplásico o filosófico.
      En el psicótico la persona se
      halla desconectada de la realidad y de lo que pasa en su
      entorno. Sufre alucinaciones y tiene ideas ilógicas no
      aceptadas por los demás. El neurótico se
      caracteriza por manifestaciones teatrales con escasa
      intención real de suicidio. En el
      psicodisplásico, el psicópata dirige la
      agresividad hacia sí mismo. El filosófico se
      produce en personas que sienten un vació en su
      existencia.
    2. La forma: puede ser impulsivo, obsesivo y
      refléxico. El primero se lleva a cabo
      súbitamente, sin avisos previos de la intención.
      El obsesivo se produce por una idea de autodestrucción,
      que resulta imposible rechazar. El refléxico se
      caracteriza por un análisis detenido de la idea de suicidio,
      siendo más frecuente en personas deprimidas.

    En general, esta vez sin diferenciar los tipos
    anteriormente expuestos, existen factores, denominados de
    riesgo que
    pueden dar indicios sobre la posibilidad de una conducta
    suicida en un individuo. Algunos de ellos son:

    • Ideación suicida: es el más
      importante indicador de suicidio, pues se refiere a la
      existencia misma de la idea.
    • Intentos previos: aumenta el riesgo de suicidios en
      un futuro.
    • Plan y método: entre más estructurado
      sea el plan y
      más peligroso el método, mayor es el
      riesgo.
    • Sexo: si bien los intentos de suicidio son
      más numeroso en mujeres, el 75% de los consumados
      corresponde a los hombres.
    • Edad: las tasas de suicidio van aumentando con la
      edad, aunque las tentativas son mayores en personas
      jóvenes.
    • Estado civil: está más presente en
      las personas viudas, solteras y separadas que entre las
      casadas.
    • Pérdidas recientes: muerte de familiares,
      desaparición de un miembro de la
      familia, corte de relaciones amorosas, etc.
    • Trastornos psicopatológicos

    Particularmente, el suicidio entre los adolescentes
    ha tenido un aumento dramático en los años
    recientes, especialmente en los países desarrollados donde
    el modelo de
    trabajo, la
    sociedad relajada y otros factores sociales han roto el modelo de
    familia y
    modificado la escala de
    valores. Inclusive según datos de la
    ONU en ciertos
    países como EEUU, el suicidio es la cuarta causa de muerte
    más frecuente para los jóvenes de entre 15 y 22
    años de edad, y la sexta causa de muerte para los de entre
    5 y 14 años.

    Los adolescentes experimentan fuertes sentimientos de
    estrés,
    confusión, dudas sobre sí mismos, presión
    para lograr éxito,
    inquietudes financieras y otros miedos mientras van creciendo.
    Para algunos adolescentes, el divorcio, la
    formación de una nueva familia con padrastros y
    hermanastros, o las mudanzas a otras nuevas ciudades pueden
    perturbarlos e intensificarles las dudas acerca de sí
    mismos.

    En algunos casos, el suicidio aparenta ser una
    "solución".

    La depresión
    y las tendencias suicidas son desórdenes mentales que se
    pueden tratar. Hay que reconocer y diagnosticar la presencia de
    esas condiciones tanto en niños
    como en adolescentes y se debe desarrollar un plan de
    tratamiento. Cuando los padres sospechan que el niño o el
    joven puede tener un problema serio, un examen
    psiquiátrico puede ser de gran ayuda. Cabe aclarar que no
    es tan solo necesario un tratamiento medico, sino el afectivo,
    este es el mas importante. Hay que darles las herramientas
    necesarias al adolescente para que se sienta útil,
    valorado, en fin que su vida tenga sentido.

    Muchos de los síntomas de las tendencias suicidas
    son similares a los de la depresión. Los padres deben de
    estar conscientes de las siguientes señales
    que pueden indicar que el adolescente está contemplando el
    suicidio. Los psicólogos de niños y adolescentes
    recomiendan que si el joven presenta uno o más de estos
    síntomas, los padres tienen que hablar con su hijo sobre
    su preocupación y deben buscar ayuda profesional si los
    síntomas persisten.

    Los síntomas más comunes son los
    siguientes:

    • Cambios en los hábitos de dormir y de
      comer.
    • Retraimiento de sus amigos, de su familia o de sus
      actividades habituales.
    • Actuaciones violentas, comportamiento rebelde o el escaparse de la
      casa.
    • Uso de drogas o del
      alcohol.
    • Abandono poco usual en su apariencia personal.
    • Cambios pronunciados en su personalidad.
    • Aburrimiento persistente, dificultad para
      concentrarse, o deterioro en la calidad de su
      trabajo escolar.
    • Quejas frecuentes de dolores físicos tales
      como los dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que
      están por lo general asociados con el estado
      emocional del joven.
    • Pérdida de interés
      en sus pasatiempos y otras distracciones.
    • Poca tolerancia de
      los elogios o los premios.
    • El adolescente que está contemplando el
      suicidio también puede: Quejarse de ser "malo" o de
      sentirse "pésimo"
    • Lanzar indirectas como: "No les voy a seguir siendo
      un problema", "No me importa nada", "para qué me voy a
      molestar".
    • Poner en orden sus asuntos; por ejemplo, regalar sus
      cosas favoritas, limpiar su cuarto, tirar papeles o cosas
      importantes, etc.
    • Ponerse muy contento después de un
      período de depresión.

    Si el niño o adolescente dice, "Me quiero matar"
    o "Me voy a suicidar", hay que tomarlo muy en serio y hacer una
    consulta a un psiquiatra de niños y adolescentes o a otro
    médico para que evalúe la situación. A la
    gente no le gusta hablar de la muerte. Sin embargo, puede ser muy
    útil el preguntarle al joven si está deprimido o
    pensando en el suicidio. Esto no va a "ponerle ideas en la
    cabeza", por el contrario, esto le indicará que hay
    alguien que se preocupa por él y que le da la oportunidad
    de hablar acerca de sus problemas.

    Con la ayuda de la familia y con tratamiento
    profesional, los niños y adolescentes con tendencias
    suicidas se pueden recuperar y regresar a un camino más
    saludable de desarrollo.

    Siendo el suicidio un tema tabú en nuestra
    sociedad, parece existir una tendencia a ocultar el hecho y
    asumir que es un fenómeno poco frecuente. Si bien es
    cierto que en términos de proporciones no posee las mismas
    magnitudes que otras problemáticas (Infección por
    HIV, maltrato
    infantil, abuso y acoso sexual),
    no por esto podríamos decir que es una conducta que no se
    presenta entre algunos miembros de la población.

    Por otra parte, las reacciones emocionales de las
    personas ante el
    conocimiento de un suicidio suelen pasar desde la
    estupefacción y sorpresa macabra hasta la
    consumación de otro suicidio. Así mismo,
    también se tiende a buscar culpables para poder dar una
    explicación lógica
    y aceptable a la muerte de alguien. En ese mismo sentido,
    también existen falsas creencias que podrían
    reconfirmar la actitud de
    negación y censura hacia el suicidio.

    Algunos Mitos sobre el
    suicidio:

    • Ocho de cada diez personas que se suicidan,
      habían advertido que lo iban a hacer.
    • El suicidio se produce sin previo aviso. Los
      estudios realizados muestran que las personas suicidas
      proporcionan muchos indicios y advertencias sobre sus
      intenciones suicidas.
    • Las personas suicidas están decididas a
      morir
      . La mayoría de las personas suicidas
      están indecisas entre vivir o morir; lo que hacen es
      apostar por la muerte dejando que sean los otros los que los
      salven. Casi nadie se suicida sin que los otros sepan
      cómo se sienten.
    • Una vez que una persona está en estado
      suicida ya lo estará siempre
      . Las personas que
      desean quitarse la vida están en estado suicida
      sólo por un tiempo.
    • La mejoría después de la crisis
      suicida viene a significar que el riesgo de suicidio se ha
      superado
      . Son muchos los suicidios cometidos al cabo de 3
      meses de comenzada la mejoría, cuando la persona tiene
      la suficiente energía como para poner sus ideas y
      sentimientos mórbidos en práctica.
    • El suicidio es mucho más frecuente entre
      los ricos o, a la inversa, se presenta casi exclusivamente
      entre los pobres
      . El suicidio no es una enfermedad de ricos
      ni la maldición de los pobres. El suicidio está
      representado proporcionalmente en todos los niveles de la
      sociedad.
    • El suicidio se hereda o está en la
      familia
      . Es un patrón individual.
    • Todas las personas suicidas son enfermas mentales
      y el suicidio es casi siempre la actuación de una
      persona psicótica
      . Los estudios realizados sobre
      cientos de notas de verdaderos suicidios indican que, aunque la
      persona suicida es extremadamente infeliz y se halla alterada,
      no es necesariamente un enfermo mental. De hecho, hay evidencias
      de pensamiento
      racional y de estar en contacto con la
      realidad.
    • Ser miembro de un grupo religioso en particular,
      es un buen predictor de que la persona no considere el
      suicidio
      . Es un error creer que la fuerte
      prohibición que existe dentro de la religión
      católica, es un freno eficaz para evitar la
      actuación suicida de una persona. Además, que una
      persona se identifique con una religión particular no es
      una representación de sus creencias
      particulares.
    • El motivo del suicidio se puede establecer
      fácilmente
      . La verdad es que es muy difícil
      entender por qué una persona decide suicidarse. Por
      ejemplo, un revés en la situación
      económica precedido de la actuación suicida, no
      es una causa que explique fácilmente el
      suicidio.
    • Todos los que comente suicidio están
      deprimidos
      . Esta falacia radica en el hecho de que muchos
      de los signos de
      las actuaciones suicidas frustradas son ignorados porque la
      persona no actúa como si estuviera deprimida. Muchas de
      las personas que se suicidan no están deprimidas. De
      hecho, algunas personas se muestran calmadas y en paz consigo
      mismas.
    • Una persona con una enfermedad física terminal, no
      contempla la posibilidad del suicidio
      . Teniendo en cuenta
      las condiciones de padecimiento tanto físico como
      moral,
      propios o de los seres amados, el suicidio es una posibilidad
      que frecuentemente pueden contemplar, en miras de darle fin lo
      antes posible la sufrimiento, aun cuando la muerte se perciba
      como un hecho inminente.
    • El suicidio es influido por las estaciones del
      año, la latitud y las condiciones climatológicas
      en general o los días de la semana
      . No hay datos
      suficientes para sostener estas creencias.
    • Pensar en el suicidio es algo más bien
      raro
      . Estimaciones hechas sobre estudios hechos con
      muestras no clínicas, sugieren que la idea del suicidio
      esta presente desde un 40% hasta un 80% de la población.
      Esto significa que han pensado al menos una vez en la vida en
      la idea del suicidio.
    • (Especialmente presente entre terapeutas):
      Preguntarle a una persona sobre sus ideas de suicidio,
      especialmente si está deprimida, puede llevar a que la
      persona realice un intento, que no se hubiese dado si no se le
      hubiese preguntado
      . Uno de los principales aprendizajes en
      la labor clínica, es indagar con profundidad sobre la
      ideación y su estructura.
      Además, el hacer la pregunta es conceder
      tácitamente un permiso a la persona para que hable sobre
      algo que puede considerar como un secreto inconfesable. De
      hecho, muchas personas se siente más aliviadas al poder
      exponer sus ideas sobre el suicidio.
    • Las personas que realizan intentos con medios de
      baja letalidad
      , no están considerando seriamente la
      idea de matarse. Aquí se confunde la letalidad con el
      intento. Algunas personas no están bien informadas sobre
      la letalidad del método que van a emplear, como puede
      ser la utilización de píldoras. El método
      empleado no necesariamente está en consonancia con la
      intención subyacente.

    CONCLUSIÓN:

    Para Concluir resulta extraño ver los resultados
    a la pregunta en un salón de chat local
    (Canal #Tucumanos, Día 25/05/04, 8.24Pm, 492 Usuario en
    línea) ¿Qué es el
    suicidio?

    "El suicidio es un derecho al que puede optar una
    persona, ya que la vida es un derecho y no una obligación"
    Estudiante de Psicología UNT, 20
    Años

    "Es una salida fácil para algunos, pero es la
    más cobarde. Es una forma de no afrontar los problemas, y
    de no saberse valorar" Estudiante de Ingeniería UNSTA, 21 Años

    Aquí vemos claramente dos posturas y como la
    cultura de la muerte influye en el pensamiento de
    la juventud. La primera postura es altamente sorprendente a
    primera vista, pero luego de un análisis mas detenido
    concluimos que es un pensamiento acorde a lo que los medios y la
    sociedad nos invita a pensar. Esto se debe a la concepción
    moderna del mundo en la que por la falta de valores
    morales, se confunde la Vida como un derecho o pertenencia
    natural ante la ausencia de Dios en la vida cotidiana. Dios nos
    da el grandioso don de la Vida, por lo tanto el es Él
    único que no la puede quitar.

    La segunda opinión es un poco mas conservadora,
    mas acorde a la sociedad de Tucumán donde el suicidio no
    es un caso muy común, pero no la rechaza totalmente sino
    que deja abierta la posibilidad, que en todo caso será
    condenada por la sociedad, pero una posibilidad al
    fin.

    El suicidio afecta a todas las edades especialmente a
    los jóvenes y no diferencia clases sociales. Puede ser
    masivo o personal, tanto en forma privada o publica.

    Creemos que el suicidio puede ser evitado. Con información y ayuda cualquier persona que
    haya considerado esa opción como salida a sus problemas
    puede revertir su situación. El suicidio no es una
    solución a los problemas, es evitar los problemas y
    dejarlos sin solución.

    Solo con solidaridad, voluntad y apertura al servicio de
    los demás podemos revertir la situación.

    No hay dejar que nuestras juventudes y nuestro "futuro"
    pierdan el valor y sentido de la Vida.

    BIBLIOGRAFÍA:

    Microsoft
    Enciclopedia Encarta 2003

    – Encíclica Evangelium Vitae

    – Pagina Web:
    www.aciprensa.com

    sección: links católicos: defensa de la
    vida, documentos
    apostólicos.

    – Textos varios de Psicología, Facultad de
    Psicología, UNT

    – Paginas varias de Internet

     

     

     

    Autor:

    Maximiliano Iosa De Magdalena

    Colegio FASTA Ángel M. Boisdron

    Materia: Lengua y
    Literatura
    VI

    Profesora: Fabiana Salomón de Robles

    Fecha: Mayo de 2004

    Lugar: San Miguel de Tucumán, Tucumán,
    Argentina

    En cumplimiento del programa de
    Metodología de la Investigación

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