- Introducción
- Definición y tipos de
autonomía - Primer levantamiento en la
Argentina y sus repercusiones - El proceso de la reforma
universitaria en Bolivia. 1928-1931 - Historia de la autonomía
en la Universidad Mayor de San
Andrés - Opinión
- Conclusión y
mensaje - Anexos
Probablemente existen muchas monografías o
libros que
tratan sobre el tema de la Autonomía universitaria.
Ésta monografía es una de ésas pero con
un sentido diferente; el sentido que le da un estudiante del
segundo semestre de la carrera de Lingüística e Idiomas y por
consiguiente no está tan inmerso en el tema pero con la
investigación realizada durante un mes
intenta aportar algo a este capitulo de la historia universitaria tan
interesante y relevante. La monografía describe hechos de la
Autonomía Universitaria que se produjo en 1931 que fue
después acrecentándose mas para convertirse en
una completa autonomía; toma en cuenta el alcance de las
autonomías en Sudamérica y trata de responder las
siguientes interrogantes: ¿cuales son los primeros
levantamientos en universidades sudamericanas?,
¿cómo llegó la idea del levantamiento para
la autonomía a Bolivia?,
¿qué es la autonomía universitaria?. En
esta monografía también están plasmadas
algunas opiniones de docentes,
estudiantes, postulantes que son los mas indicados para dar una
respuesta que satisfaga nuestras expectativas; así mismo
se encuentra la opinión individual del autor de esta
monografía con un aporte a este tema.
REFLEXIONANDO SOBRE AUTONOMÍA
UNIVERSITARIA
I.
INTRODUCCIÓN.
Durante este último tiempo se ha
puesto de moda el termino
autonomía por la propuesta de Santa Cruz de anexarse del
estado
boliviano junto con otros sectores del oriente. La gente opina,
pero ¿realmente comprenderán cuál es la
definición de autonomía?. Con el propósito
de responder a esta pregunta hice esta monografía pero con
un agregado, el de autonomía universitaria. Esto nos
llevara a comprender el sentido de la autonomía
universitaria en Bolivia, y por consiguiente tener una idea de
cómo se puede realizar en Santa Cruz la autonomía y
que consecuencias tendrá en un futuro.
Muchos países del Mundo tienen el privilegio de
tener universidades autónomas entre estas esta Bolivia que
obtuvo su autonomía en 1931 gracias a docentes y
estudiantes universitarios. La primera revolución
universitaria de Sudamérica que consiguió su
autonomía se desarrolló en el año 1918 en
Córdova – Argentina, Los universitarios se sublevaron en
contra del gobierno
argentino con la decisión de sacar al gobierno argentino
del control de la
universidad y
asumir su propio futuro para dirigirse a sí
misma.
Parece que el concepto de
autonomía en Bolivia la se lo maneja realmente bien. Esto
porque en la
televisión se hacen entrevistas en
las que la gente opina a veces con opiniones moderadas y a veces
con opiniones radicales, esto varia en distintas regiones, pero
vamos a nuestro tema, la universidad autónoma es la fuente
de expresión y un instrumento al servicio del
proletariado o llamándolo de otra manera "el pueblo". Por
esto la gente tiene que saber como la puede defender y por que
hay que defender la autonomía de todo intento
gubernamental de volverla como antiguamente era, una universidad
oficial, donde la Universidad estaba controlada por el gobierno,
en realidad era un juguete del gobierno con la que hacían
cualquier cosa y la mantenían con muy pobres recursos y con
ambientes impropios de una casa de estudio.
En las siguientes páginas desglosaremos este tema
tan apasionante e importante tanto para la población como para nosotros los
universitarios (docentes y alumnos), lo desarrollaré
empleando el método de
recopilación de datos y
entrevistas con su respectiva interpretación que ira aclarando un poco
más la comprensión del lector sobre esta
problemática.
II.
DEFINICIÓN Y TIPOS DE AUTONOMÍA.
Es conocida la distinción que Kant establece al
inicio de la sección 3 de su Fundamentación de la
Metafísica de las Costumbres entre la
libertad por
él llamada "negativa": "La
propiedad que
tendría la causalidad de los seres vivos de actuar
independientemente de causas externas que la determinen . . .
esta definición es negativa, y en consecuencia infecunda
para capturar su esencia" (1) y la libertad "positiva": "debe ser
ella una causalidad que actúe de acuerdo a leyes inmutables,
pero leyes de una especie particular, ya que de otro modo una
voluntad libre sería un puro nada . . . (2)
." E introduce Kant a renglón seguido el concepto de
autonomía, que subsume esta unidad entre libertad y
legalidad: "¿En qué puede acaso consistir la
libertad de la voluntad, si no es en una autonomía, esto
es, en la propiedad que tiene ella de ser para ella misma su
ley?". (3)
Kant, sin embargo, no se detiene allí, sino que introduce
la idea de universalidad como marca de esta
legislación autónoma: "Ahora bien, esta
proposición: la voluntad en todas sus acciones es
para ella misma su ley, no es sino otra fórmula de este
principio: se debe obrar sólo a partir de una
máxima que pueda también tomarse a sí misma
por objeto a título de ley universal". (4)
Esta progresión, de la libertad como independencia,
a la libertad como legislación, y de esta última, a
la idea de ley universal, nos resulta aquí fértil
para pensar la autonomía de la Universidad y dar a este
concepto algo más que un mero valor de
reverencia y repetición. Proponemos sin embargo restringir
por ahora la analogía a una función
puramente heurística: la libertad negativa, definida por
la ausencia de coerción externa, es el análogo de
la libertad de enseñanza e investigación, en el
sentido de su independencia respecto de toda autoridad
extra-académica. La libertad de la enseñanza e
investigación, sin embargo, no es una función
aislada, sino que se ejerce armónicamente al interior de
la institución universitaria de acuerdo a principios
positivos. La universidad ejerce acciones
político-académicas que se relacionan, por un lado,
con la regulación de las enseñanzas e
investigaciónes que imparten sus miembros, y por otro, con
la protección del espacio del saber superior ante el estado y la
sociedad. La
universidad es por ende un órgano de acción
y decisión que cobija y a la vez trasciende la libertad de
la enseñanza e investigación. Este órgano de
acción será llamado autónomo en un sentido
académico puro si los profesores son elegidos por concurso
y su forma de enseñanza e investigación carece de
coerción externa, y será llamado autónomo en
un sentido político si su forma de gobierno es el
autogobierno. Además el autogobierno universitario
será democrático si se constituye a partir de la
elección periódica de los directivos mediante
participación de los claustros de profesores, estudiantes
y graduados. En consecuencia, la autonomía de la
institución universitaria parece poder
desdoblarse en un sentido estrictamente académico, en
torno de la
libertad de enseñanza e investigación y del
concurso habilitante, y en un sentido político, en torno
del autogobierno universitario. Es bastante significativo que
estos dos sentidos de la autonomía se confundan con
frecuencia. Para poder articular ambos sentidos hemos tomado la
libertad negativa kantiana como análogo de la ausencia de
coerción en la enseñanza y la investigación,
y libertad positiva, como análogo del autogobierno
universitario. Este último supone no sólo la
capacidad de enseñar e investigar sino la responsabilidad colectiva de la Universidad tomada
como unidad de acción capaz en el terreno político.
(5)
Ahora bien, de manera análoga a como la
legislación moral no es
arbitraria sino que se inspira en la universalidad de las
máximas como criterio de validez, lo que Kant expresa al
decir "que la voluntad se toma a sí misma por objeto a
título de ley universal," podemos pensar que el saber
universal, no subordinado a fines extrínsecos (no
finalizado), y que distingue el saber universitario de los
saberes propios de las escuelas intermedias de enseñanza
profesional o de las escuelas religiosas, aparece idealmente,
aunque no siempre históricamente, como el principio
subjetivo que orienta la decisión de política
académica y fundamenta la autonomía en el
ámbito de la Universidad.
En todo caso este es el principio subjetivo que orienta
a la universidad ilustrada de Von Humboldt y cuya vigencia se
conecta con la Weltanschauung de la Aufklärung. Que
el principio de universalidad y autofundamentación de
la ciencia no
valió para la universidad medieval es un hecho que
está fuera de discusión. Lo que cabría
preguntarse es si el mismo vale para la universidad
postmetafísica, que ve derrumbarse ante sí los
grandes relatos de la
Ilustración referidos a una ciencia de
fundamentos absolutos. Pensamos que hay una forma atenuada del
principio de universalidad que sigue vigente, y que se conecta no
con la autofundamentación (la ciencia se fundamenta hoy de
manera relativa y no ya de manera absoluta), sino con la ausencia
de finalidad prima facie del saber superior y con el
carácter de las pretensiones de validez que
son asociadas a este saber, y que no pueden proceder de una
autoridad extra-científica.
Dicho esto, podemos afirmar que la libertad negativa,
que aparece en Kant primera en el orden de exposición, se halla en realidad fundada en
la libertad positiva, es decir la libertad moral unida a la idea
de legislación. Esto es claro: sin una ley moral el sujeto
jamás tomaría conciencia de la
posibilidad que tiene de escapar a la determinación
natural. De manera análoga, sin una comprensión del
sentido del saber universitario como universal (en sus
pretensiones de validez) y no finalizado (en sus condiciones de
producción), no podríamos tener
conciencia de la posibilidad que la Universidad tiene de escapar
a la heteronomía. En efecto, si el destino del saber
universitario es servir de apéndice a fines
heterónomos, entonces son estos fines y no otra cosa los
criterios de gobierno para la Universidad en su conjunto. Pero es
precisamente la alternativa a una comprensión finalizada y
a pretensiones de validez subordinadas a una autoridad no
científica la que sirve de principio subjetivo para
descubrir la posibilidad y el fundamento de la autonomía
universitaria.
Hasta aquí la analogía con Kant. Los
criterios se ajustan de esta manera:
1. Libertad negativa « libertad de la
enseñanza e investigación.
2. Libertad positiva « libertad de la
institución universitaria tomada como unidad capaz de
acción en el terreno político.
3. Legislación moral autónoma « El
principio subjetivo del saber universitario tomado como saber
creativo y libre, y cuyas pretensiones de validez son de alcance
universal.
Al igual que en Kant, tenemos que 3 permite dotar a 2 de
un criterio de determinación, lo cual, vuelto ahora sobre
1, permite hallar en la ausencia de coerción externa un
sentido positivo.
Todo esto, sin embargo, se complica si pasamos del
terreno académico al terreno histórico y
político. Aquí las cosas no siempre ocurren del
modo indicado, y el otro modo que las cosas tienen de ocurrir se
conecta con la aparición de un tercero que enturbia las
relaciones conceptuales establecidas. Este tercero es el
Estado.
En efecto, mientras que en el orden moral no hay
contradicción entre la autonomía individual y la
ciudadanía política, en el caso de
la Universidad, la autonomía de la institución
(libertad positiva) no armoniza a priori con su
subordinación política, en su calidad de
institución educativa (estatal o privada), a la
jurisdicción del Estado. Esto es así porque a
diferencia del orden moral, en que la libertad positiva y la
autonomía operan en el terreno de las máximas, y
por ende en el principio subjetivo de las acciones, en el orden
de la Universidad, la autonomía es política,
más precisamente político-académica, que es
al fin y al cabo una dimensión de la política. En
consecuencia, mientras que para Kant no hay en el orden moral un
conflicto de
jurisdicción entre la legislación autónoma
individual y la ley civil, bien puede haber conflicto de
jurisdicción entre la legislación autónoma
universitaria, pensada como fundamento de la libertad de la
enseñanza e investigación en la educación
superior, y la ley del Estado.
La relación política entre la Universidad
y el Estado se encuentra por ende subdeterminada y asume en la
historia y en la geografía un espectro
amplio de modalidades, que va desde la Universidad
autónoma y autárquica al estilo de Oxford y
Cambridge, a la Universidad napoleónica, en que el
Estado-Nación
es a la vez garante y finalidad de la formación
universitaria. En posición intermedia se sitúa
nuestra Universidad pública latinoamericana, cuya
relación con el estado, definida por la Reforma de
Córdoba de 1918, participa a la vez del modelo
anglosajón de autogobierno y del modelo napoleónico
en las ideas de igualdad de
acceso, gratuidad y financiamiento
estatal.
Esta variedad en las relaciones entre la Universidad y
el estado muestra que la
autonomía política no es un axioma de la
institución universitaria, al nivel en que lo es, por
ejemplo, la libertad de la enseñanza e
investigación. En efecto, el carácter de saber
superior que por definición posee la educación superior
define a priori el carácter de la enseñanza e
investigación universitaria como algo claramente diferente
de las unidades de enseñanza en los niveles primario y
secundario. Estas últimas no constituyen unidades de
enseñanza e investigación porque, en su
condición de saberes intermedios, se hallan subordinadas a
los criterios pedagógicos y de contenido que imparte la
política educativa del Estado o de la comunidad. El
maestro de escuela o el
profesor del
secundario no están reputados para abrir campos nuevos en
el dominio del
conocimiento
ni definir los programas ni la
metodología del trabajo
académico. Y aunque este carácter condicionado de
su enseñanza no excluya una dimensión de libertad
académica propia, a saber, la libertad de la ética
profesional académica inherente al maestro de escuela
y al profesor de la institución secundaria, definida por
el deber y el derecho a enseñar basándose pura y
exclusivamente en la ciencia, (6) lo distingue en cambio
claramente del carácter creativo que poseen la
enseñanza e investigación de la universidad
moderna. La relación que la Universidad establece entre
formación e investigación no es en este sentido una
mera forma contingente, sino que está unida a este
carácter del saber universitario como saber de tipo
superior. Queda claro en consecuencia que el principio de la
libertad de enseñanza e investigación es
constitutivo de la idea misma de universidad moderna: no hay
universidad moderna posible sin libertad de enseñanza e
investigación. ¿Pero puede decirse lo mismo de la
autonomía política y el autogobierno? ¿No
podría una universidad sustentarse en el estado-nación
como su órgano supremo de gobierno y
simultáneamente resguardar la libertad de la
enseñanza e investigación y otros principios
académicos decisivos? ¿Es incluso soberana la
universidad autónoma, o bien depende en última
instancia del estado?
La consideración de estas preguntas nos lleva a
una distinción que se impone por fuerza propia,
y que es la oposición autonomía-soberanía. En efecto, antes de la
emergencia del estado nación, la universidad, vinculada a
la jurisdicción eclesiástica, existía como
institución a la vez autónoma, autárquica y
soberana. La aparición del estado-nación transforma
a la universidad en una institución pública y
regulada por las leyes de educación superior.
Por ende la soberanía de la universidad es disuelta con su
nacionalización. ¿Qué significa entonces la
autonomía universitaria en este nuevo marco?
¿Qué significa la autonomía de una
institución no soberana? ¿Qué significa el
autogobierno de una institución subordinada en ultima
instancia al estado? Sólo podemos responder aquí
genéricamente: la autonomía tiene que ver con el
grado de reglamentación que el estado imparte a la
administración y a la política educativa de la
universidad. En el marco general de no soberanía, la
autonomía no puede ser ya una cuestión decidible en
los términos binarios de un sí y un no, sino que se
conecta al grado de coerción que el estado ejerce sobre la
institución universitaria y a los grados de
reglamentación que tienen las leyes de educación
superior. En este mismo sentido la autonomía aparece como
un ideal regulativo, al cual una universidad debe tender
asintóticamente, mucho más que como una estadio
definitivo. La autonomía es así un ideal de
gobierno que regula la vida institucional de la universidad y que
toma cuerpo parcialmente en el espacio real y simbólico
que la Universidad puede negociar con el estado para amparar la
libertad de enseñanza e investigación y defender el
carácter libre del saber universitario.
En la perspectiva aquí trazada, el cogobierno y
la elegibilidad de los órganos de decisión en la
universidad por el método de la votación
democrática por claustros, es una condición que
favorece la autonomía, en la medida en que es precisamente
allí donde ésta empieza: en el reconocimiento de
los actores universitarios como agentes de decisión
política en la vida institucional universitaria. Sin la
elegibilidad por claustros de los órganos de gobierno la
universidad no tendría consistencia como persona
política, ni por ende como figura autónoma. En
consecuencia la autonomía se nutre del co-gobierno, pero
no se reduce a este último. Ahora bien, si la
autonomía, en vez de ser un estadio decidible en
términos de un sí y un no, es un proceso que la
universidad inicia con el autogobierno, y refuerza con el
co-gobierno, pero al cual nunca termina de acceder enteramente en
el marco de su relación contradictoria con el estado
soberano, entonces comprendemos el papel central que
desempeña el criterio del saber universitario no
finalizado y universal a la vez como fuente de sentido subjetivo
en la acción institucional universitaria y como criterio
de orientación en la ambigua relación que la
Universidad pública mantiene con el estado. Por ello la
heteronomía universitaria no se traduce solamente en la
dimensión del poder administrativo, sino sobre todo en el
grado de libertad que la universidad se otorga a sí misma
en la manera de pensar la ciencia y el
conocimiento que se produce en su seno. Es en este sentido
que intentaremos a continuación articular la
reflexión sobre la autonomía con uno de los mayores
desafíos que debe afrontar la universidad
contemporánea, en un momento en que los puestos
calificados de trabajo se han convertido en un bien escaso; se
trata del problema de la pertinencia social y evaluación
institucional o externa de la universidad.
III. PRIMER
LEVANTAMIENTO EN LA ARGENTINA Y SUS
REPERCUSIONES.
El movimiento de
la Reforma Universitaria en América
se inicia en Córdoba, Argentina en 1918 "Las Universidades
han sido hasta aquí el refugio secular de lo mediocres, la
renta de los ignorante, la hospitalización segura de los
inválidos y los que es peor aún el lugar en donde
todas las formas de tiranizar e inestabilizar el espíritu
hallaron la cátedra que lo que las dictara. Las
Universidades han llegado a ser así el fiel reflejo de
estas sociedades
decadentes, que se empeñan en ofrecer el triste
espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la
ciencia, frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o
entra mutilada y grotesca al servicio
burocrático".
Para una exacta comprensión de este suceso que
alcanzó tan grande resonancia en el Continente,
será útil conocer, bien sea ligeramente, la
realidad Argentina de esa época.
La crisis mundial
del año 30 no encontró desprevenida a la Argentina.
Gran exportadora de cereales y ganado, aunque su economía
sufrió un grave golpe, no tuvo los caracteres casi
mortales que alcanzó en otros países de
América. Frente a la política de autárquica
economía que emplearon las naciones europeas, el impacto
de las crisis en la Argentina, fue amagando en buena parte por la
utilización que su economía havia empezado a
trabaja desde tiempo atrás: el de la industria
liviana. "Sin hierro, sin
carbón y con poco petróleo no podría crearse una
industria pesada pero sí podría crearse su propia
industria ligera para abastecer un mercado amplio y
de capacidad adquisitiva, mercado, que si la nueva industria
sabía conquistar su prestigio, podía extenderse a
gran parte de América del Sur. Así ocurrió .
la pequeña expansión industrial iniciada durante la
primera guerra
mundial no había sido más que el prologo". El
mismo autor afirman que la crisis fue combatida con éxito
la Argentina estaba dándose una industria propia. Los 300
mil desocupados fueron absorbidos por ella y también los
varios centenares de miles de trabajadores rurales que emigraron
hacia las ciudades y principalmente a Buenos Aires. La
industrialización ha sido el motor que dio
origen a las formación de nuevos u poderosos grupos de
clase
media.
Ya se sabe que el advenimiento del gobierno de Irigoyen
representa el acceso de la clase al poder en el año 1916.
En ese ambiente
social, y obedeciendo a esa nueva realidad económica, que
transformaba paulatinamente la vieja Argentina pastoril y
ganadera se plantea dos años después, la Reforma
Universitaria. Acaso movido por el mismo afán de eliminar
a los representantes de la oligarquía de cuantas
posiciones conservaban el Gobierno radical no vaciló en
apoyar el movimiento estudiantil iniciado en ka Universidad de
Córdoba en 1918.
Sin ese trasfondo económico- social, que
requería premiosamente una orientación acorde a sus
necesidades, de seguro que la
Reforma se hubiera mostrado como sueño inalcanzable. La
Universidad argentina había permanecido hasta ese entonces
poseída del espíritu monástico y
dogmático que le legara la Colonia. La ideología positivista adoptada a fines del
siglo pasad, no varió en absoluto su alma
conventual y retraída.
Los reformistas postularon en principio que el gobierno
universitario fuera compartido por profesores, estudiantes y
egresados, y exigieron la docencia
libre, la modificación total de los métodos de
enseñanza y la proyección social de la Universidad.
Pero paralelamente a estos enunciados surgiría con el
tiempo una nueva Universidad de tipo científico y
experimental, atenta a la complejidad que alcanzaban las nuevas
formas de producción en el país. La Argentina
ostenta hoy, en sus seis centros superiores de estudio, ocho
facultades de ciencias
económicas, seis de ingeniería, tres de ciencias exactas,
cuatro de agronomía y urbanismo, tres de química y farmacia y
un instituto en el Tecnológico del sur, dedicada a las
ciencias económicas y a la ingeniería
química y agronómica. El cambio operado en la
orientación de la enseñanza se puede apreciar en
forma más objetiva con los daros sobre el numero de
estudiantes de casa facultad. De la última estadística que poseemos, proporcionada por
la delegación estudiantil argentina al último
Congreso universitario latinoamericano, se constata que la
Universidad de Buenos Aires 20.870 alumnos concurren a la
Facultad de Ciencias económicas y otros 8.475 a la de
ingeniería, mientras que la de filosofía y letras,
por ejemplo, cuenta solo con 968 alumnos.
La generación reformista, en cuyos cuadros se
alineaban personalidades de la significación de
José Vasconcellos, Alfredo Palacios, José
Ingenieros, Gabriel del Mazo, José Carlos
Mariátegui, Víctor Raúl Haya de la Torre,
Julio Antonio Mella y varios otros, coincidió en todos lo
países no solo con las transformaciones que debían
realizarse en las Casas de estudio, sino que insurgio
también con un ideario político que aunque confuso,
apuntaba hacia las verdaderas causas del atraso económico
y social del Continente. Los estudiantes difundieron el problema
de fondo de la cuestión social.
Fueron la primera fuerza que denuncio nuestra
sujeción al imperialismo
mundial, motor de nuestra fragmentación continental de
nuestras guerras
fratricidas, y promotor de nuestras dictaduras", afirma Del Mazo
en su "Reforma universitaria". Con el tiempo, esa inquietud
juvenil hallaría su cause en distintas confesiones
políticas. Julio Antonio Mella, el heroico
jefe de la juventud
cubana, murió asesinado por esbirros del Gobierno de
Machado cuando militaba ya en la Tercera Internacional. En la
Argentina, unos viraron al socialista reformista, al radicalismo
y otros al comunismo. El
Perú dio origen a la "Alianza Popular Revolucionara
Americana", más conocida por su sigla APRA., que
nació al calor de las
luchas estudiantiles del año 20. Universitarios como Hay
de la Torre, Samuel Seoane, Luis Alberto Sánchez, Edwin
Elmore, constituyeron el estado mayor de la nueva tendencia cuyo
fundamento teórico se asienta que siendo para el marxismo-leninismo el fenómeno imperialista
la última etapa del capitalismo en
los países industriales, resulta la primera en los
países coloniales y dependientes como los de América
Latina. Dos afirmaciones centrales del marxismo ortodoxo. El
apra definió su programa en cinco
puntos básicos: acción contra el imperialismo
yanqui; por la unidad política de América Latina;
por la nacionalización de la tierras e industrias; por
la solidaridad con
todos lo pueblos y clases oprimidos. Su planteo del "Espacio
tiempo histórico", busca adecuar la concepción
marxista a la realidad indo americana, reivindica para sí
el instrumento del marxismo "congelado", o dogmático, que
es característico de la corriente stalinista.
La Reforma Universitaria si bien alcanzó la misma
resonancia en todas partes, no tuvo el éxito que
había logrado en la Argentina. Los movimientos
estudiantiles eran mirados con hostilidad y sofocados con
violencia por
las dictaduras, militares unas y civiles otras, pero de cualquier
modo, obedientes todas a los intereses de las clases dominantes,
prosternadas ya para esa época para el capital
imperialista. La lucha por renovar las cátedras,
transformóse entonces en la lucha contra regímenes
reaccionarios y anti-populares en la que los universitarios
hicieron muchas veces ofrenda de la vida.
Pero en este punto no puede trazarse una tajante
línea divisoria entre los postulados
específicamente universitarios y aquellos que a las
condiciones generales de vida de nuestras sociedades, aspectos
ambos que aparecen casi siempre confundidos dentro de la lucha
estudiantil que, en última instancia buscaba una
transformación social de fondo que posibilitara a una
transformación social de fondo que posibilitaría a
su vez, la renovación total de las
Universidades.
El Congreso Internacional de Estudiantes de México, de
1921 propugno: 1o la participación de los
estudiantes en el gobierno de las Universidades; 2o la
implantación de la docencia libre y la asistencia libre.
Los estudiantes de Chile declararon su adhesión a los
siguientes principios: 1o autonomía de la
universidad entendida como institución de los alumnos,
profesores y diplomados; 2o reforma del sistema docente
mediante el establecimiento de la docencia libre y por
consiguiente de la asistencia libre de los alumnos a las
cátedras, de suerte que en caso de enseñar dos
maestros una misma materia, la
preferencia del alumno consagre libremente la excelencia del
mejor ; 3o revisión de los métodos y del
contenido de los estudios;4o extensión
universitaria, actuada como medio de vinculación efectiva
de la Universidad con vida social. Los estudiantes de Cuba
concentraron en 1923 sus reivindicaciones en esta formula: a) una
verdadera democracia
universitaria; b) una verdadera renovación
pedagógica y científica; c) una verdadera
popularización de la enseñanza. Los estudiantes de
Colombia
reclamaron en su programa de 1924, la
organización de la Universidad sobre las bases de la
independencia, de participación de los estudiantes en su
Gobierno y de nuevos métodos de trabajo. "Que al lado de
la cátedra funcione el seminario, se
abran cursos especiales, se creen revistas. Que al lado del
maestro titular haya profesores agregados y que la carrera del
magisterio exista sobre bases que aseguren su porvenir y den
acceso a cuantos sean dignos de tener una silla en la Universidad
". Los estudiantes de vanguardia de
la Universidad de Lima, leales a los principios proclamados en
1919 y 1923, sostuvieron en 1926 las siguientes plataformas:
defensa de la autonomía de las universidades;
participación de los estudiantes en la dirección y orientación de sus
respectivas universidades o escuelas especiales; derecho de voto
de honor de los estudiantes en provisión de las
cátedras; incorporación a la universidad de
los valores
extra-universitarios; socialización de la cultura:
universidades populares, etc."
Pero la confrontación con la realidad en la que
los anhelos reformistas siempre pierden ante la maraña de
los intereses creados que se empeñan en preservar las
viejas estructuras
universitarias, clarifica la posición estudiantil
llevándola a una concepción correcta de problema.
Los estudiantes de La Plata, establecen el año 1925 que,
1o El problema educacional no es sino una de las fases
del problema social; por ello no puede ser solucionado
aisladamente. –2o La cultura de toda sociedad es
la expresión ideológica de los intereses de la
clase dominante".
IV. EL PROCESO
DE LA REFORMA UNIVERSITARIA EN BOLIVIA.
1928-1931
Ya en el periodo republicano surgen voces provenientes
de la élite intelectual, reclamando por la necesidad de
una autonomía de la educación superior en
relación al Estado y la iglesia, fruto
de esas acciones son las convenciones estudiantiles de 1902 en
Potosí, o el de Sucre en 1909, cuyas conclusiones
exigían la "libertad de enseñanza" para la
educación universitaria.
Con todo la I Convención Nacional de Estudiantes
de Bolivia puede considerarse como el inicio del movimiento
reformista universitario por ser la primera vez en que los
estudiantes logran romper las ataduras ideológicas del
liberalismo y
plantean un programa critico al orden sociopolítico y,
además, de ruptura respecto al Estado Liberal.
Los acontecimientos que darán origen a la reforma
Universitaria nos remiten a la I Convención Nacional de
Estudiantes de Bolivia, realizada en agosto de 1928 en
Cochabamba, el fondo histórico en el que se mueve el
congreso y la posterior reforma esta dado por el pensamiento y
la acción de los movimientos reformistas latinoamericanos
que surgen a partir del manifiesto de Córdoba en
1918.
Pero al mismo tiempo, la reforma universitaria boliviana
no es una mera extensión del movimiento cordobés,
sino que posee su propia historia y su propia lógica
de desarrollo que
la configurara de formas distintas y en ocasiones
antagónicas. La reforma boliviana es asimilada atreves de
la experiencia peruana, cuya característica es diferente
al movimiento argentino por su plataforma rica en contenido
social, manifestándose su influencia en la
conformación de los primeros núcleos marxistas en
el país, las cuales van mezcladas con las ideas
reformistas inaugurándose la tesis de
"indivisibilidad universitaria del ámbito social"
(Komadina, 1992).
El 27 de mayo de 1929 los estudiantes paceños
lanzan un manifiesto que resume el ideario reformista de ese
entonces: "El problema de la reforma universitaria y educacional,
que es uno de los problemas
básicos de Bolivia, tiene todos los caracteres de un
movimiento revolucionario. Revolucionario en el sentido de
subvertir el orden actual de nuestras universidades. De lucha
enconada por librarlas de la política y de los intereses
creados"
Una clara postura anti-oligárquica fue la
característica central del evento, contrariamente a
algunos elementos que permitían la coexistencia con
algunas ideas-fuerza del liberalismo como resultado de la
participación del Estado en la organización de la Convención. El
programa de principios confeccionado demuestra una
combinación de varios elementos ideológicos de boga
en la época: el marxismo, el liberalismo, el anarquismo y
del nacionalismo
emergente (Komadina, 1992); todo el discurso
reformista se articulaba en torno a la idea de Autonomía y
el "poder universitario" como poder del Estado; es decir, la
construcción de un poder autónomo
del Estado.
La influencia de la clase trabajadora llega al
estudiantado y este hace suya el discurso anti-oligárquico
"La universidad –dice su
declaración- constituye el sitio privilegiado para la
burguesía y la pequeña burguesía. Queremos
que sus puertas se habrán de par en par para todos los
ciudadanos que tengan deseos de mejoramiento y el estudio.
Nuestro postulado en este orden es: Popularización de la
cultura. Extensión universitaria. Rendimiento útil
para el medio que la sostiene. Las universidades no deben vivir
al margen de los problemas nacionales e internacionales. La
universidad debe constituirse en defensora de las libertades, en
atajo a los despotismos, en campana de alerta a los peligros del
imperialismo yanqui".
En 1930 nos encontramos con un ilustrativo manifiesto de
los "intelectuales
jóvenes" dirigido a los obreros del taller, del campo y de
las minas, entre los firmantes se encuentran a José
Tamayo, Enrique Baldivieso, Antonio Díaz Villamil, Augusto
Guzmán, José Antonio Arce, Augusto Céspedes
entre otros, el manifiesto comienza proclamando la "equidad y
justicia
social" y recuerda a los universitarios y trabajadores
intelectuales su misión de
timonear la organización del país, de dar al pueblo
ideas directrices para su conducta
diaria.
En 1935 en él capitulo segundo de la
declaración de principios de la Célula
Socialista Revolucionaria, que aglutinaba a varios estudiantes
universitarios, declaraban el fracaso de los regímenes
tradicionales en materia educativa; se les acusa por haber creado
una clase aristocrática omnipotente y por haber agravado
progresivamente la pobreza de las
masas trabajadoras, sosteniendo una minería
oligárquica que se apropia de la fuerza publica, de las
fuentes de
riqueza y de los grandes medios de
producción expoliados al Estado. Esta declaración
de los universitarios socialistas señala como enemigo
numero uno del progreso y la liberación del pueblo a la
gran minería y denuncian sus características de
superestado. Los universitarios a partir de la reforma se
convirtieron en los directores ideológicos y
políticos de los núcleos obreros y socialistas
aunque es justo reconocer como lo hace José Aguirre
Gainsborg que el contenido de la reforma no es socialista, sino
democrático
Es muy importante ver a la Reforma como producto
social de la interacción de dos proyectos: la del
movimiento estudiantil y de las estrategias
educativas Estatales; dadas las características de la
configuración del proceso reformista de la
educación superior en todas sus etapas, en particular en
el proceso boliviano, no es posible realizar un análisis unilateral .
La Federación de Estudiantes plantea a la Junta
Militar sus reinvindicaciones de acuerdo al congreso de
Estudiantes de 1928, cuyos puntos fundamentales son la
autonomía universitaria y la autonomía educacional;
la Junta Militar, asesorada por el educador Daniel Sánchez
Bustamante, accede al pedido de los estudiantes. El 13 de enero
de 1931 la junta militar encabezada por el Gral. Carlos Blanco
Galindo que depuso a Siles, y a la cual colaboraron en la
conspiración varias direcciones universitarias, puso a
consideración de la ciudadanía calificada
para el voto, nueve Enmiendas Constitucionales, la
enmienda numero ocho reconocía el régimen
autónomo de las universidades publicas, y facultaba a las
universidades a nombrar a sus rectores y funcionarios, expedir
títulos, administra sus rentas y donaciones, la
elaboración de presupuestos,
entre otras atribuciones. El resultado se plasmo en el veredicto
del cerca del 0.6% de la población boliviana y pone fin al
primer acto de la Reforma Universitaria Boliviana.
V. HISTORIA DE
LA AUTONOMIA EN LA UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN
ANDRÉS.
Para demostrar que la instrucción pública
en las colonias hispanoamericanas era tan buena como la que se
daba en Europa, Humboldt
escribió mucho; dijo que sus establecimientos educativos,
como los de México, por ejemplo, eran magníficos;
pero la verdad sea dicha: en tan bello panorama no estaba
comprendido el Alto Perú, donde la instrucción
publica con excepción de la Universidad de Chuquisaca, fue
deficientísima, a causa quizá del personal que
actuó: aventureros acostumbrados a la disipación,
de la vida militar; poseídos por la gazuza del
enriquecimiento rápido en las minas, temperamento que
cuadraba maravillosamente al genio emprendedor y audaz que les
era propio; o tal vez se debió tal atraso a otro género de
factores que al sociólogo corresponde investigar; Los
fundadores de la República, preocupados en la gigantesca
labor de organizar y edificar estos nuevos Estadios, apenas si
atinaron a la fundación de un colegio de ordenandos en
Sucre, en orden a estudios superiores, y al funcionamiento del
Colegió Seminario en La Paz y de algunas escuelas de
primeras letras, dirigidas generalmente por mujeres, siendo las
más prestigiosas, la de los Nazarenos, en la que hizo sus
primeros estudios don José Manuel Loza, uno de los
fundadores de la Universidad, y la de los Franciscanos, en que
inició sus estudios don Andrés de Santa. Cruz,
más tarde Presidente de la República y creador de
la Universidad Mayor de San Andrés.
La Historia de la Universidad de La Paz consta de tres
periodos bien caracterizados: lo.— La Universidad oficial
que comprende desde su fundación hasta la
Revolución de Junio de 1930.— 2o.— La
Universidad semí-autónoma o autarquía
universitaria que comprende desde la revolución de Junio
de 1930 hasta el advenimiento al Rectorado de la Universidad de
don Héctor Ormachea Zalles; —junio de 1936—
3o.— La Universidad plenamente autónoma que alcanza
de este último hecho hasta nuestros
días.
El génesis de la Universidad de La Paz se
encuentra en el capitulo 2o. del 25 de octubre de 1830 en el que
se ordena la erección, en el Colegio de Ciencias y Artes
de La Paz, de una Universidad Menor en ejecución de este
decreto, el 30 de noviembre de 1930 (aniversario del nacimiento
de Santa Cruz), se inaguraron las labores de la nueva
universidad. Según acta original que decora el despacho
del Rector de la Universidad y las informaciones detalladas que
de tal acto dio "El Iris de La Paz" de 8 de diciembre de
1830.
La Universidad oficial funcionó con las
siguientes Facultades, Institutos y, Escuelas
Superiores:
- Facultad de Derecho con estudios de tres años
en sus primeras épocas, aumentándose
sucesivamente a 4 años en 1868 y 5 años en
1899. - Facultad de Medicina y
ramas anexas: Farmacia, Odontología, Obstetricia.—
En sus primeros tiempos fue un Colegio General de Ciencias
Médicas, cuyo primer director fue el doctor José
Francisco Passamán. - Facultad de Teología que es la que
sufrió mayores peripecias y alternativas, hasta que
finalmente la formación del clero o de la clase
sacerdotal del país quedó relegada al Seminario
Conciliar de San Jerónimo de La Paz. - Facultad de Ciencias Económicas y Financieras,
creada en las postrimerías del gobierno del Doctor
Hernando Siles, como resultado de la transformación de
la Facultad de Derecho; después fue restablecida
ésta, pero ya quedó la de Ciencias
Económicas y Financieras. - Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, restaurada en
vísperas de que la Universidad ingrese a su vida
autónoma, y decimos, restaurada, porque antes
existió ya, en algunos momentos en forma
nominal. - Facultad de Filosofía y Humanidades,
así figuró en los anales de nuestra Universidad,
en forma intermitente y nominal muchas veces, como la Facultad
de Ciencias Físicas y Matemáticas, hasta que la
Escuela de Filosofía y Letras fue creada e incorporada
en el Plan que lleva
el nombre del Rector Ormachea Zalles. - Conservatorio Nacional de Música y
Colegio de Artes, también formaron parte de la
Universidad oficial.
Instituto Normal Superior creado el año 1917,
habiendo existido antes, por poco tiempo, el Colegio Nacional
de Ciencias destinado a educar profesores.
La Biblioteca Universitaria fue creada
por Decreto Supremo de 22 de Marzo de 1930, porque el
pequeño y disperso número de volúmenes
existentes antes, en un cuartucho obscuro e inaccesible no
parecía tal nombre. Hoy cuenta con 65.000
volúmenes, estándosele destinado uno de los mejores
compartimientos en el edificio de la Universidad.
Por primera vez, el año 1900 se habla de una
entidad universitaria, constituida bajo los auspicios del
Cancelario de la Universidad, doctor Manuel B. Mariaca y cuyo
primer directorio fue el siguiente: Presidente José
María Eyzaguirre; Vicepresidente Juan Peñaranda
Sorzano; Secretarios Juan Teodomiró Camacho y Bautista
Saavedra.
Empero, una asociación o liga formada
exclusivamente de estudiantes no se forma sino el año
1901, formando su primer directorio con el siguiente personal:
Presidente Juan Francisco Bedregal.— Vicepresidente
José Mujia L., Secretarios Abel Alarcón y Armando
Chirveches.—Tesorero Felipe Segundo Guzmán.—
Vocales: Walter A. Méndez, Ernesto Méndez,
Néstor Muñoz O., Norberto Galdo, Víctor
Carpio. Alejandro Carpió, Gabriel Palenque y José
Luis Tejada Sorzano.
Esta asociación de estudiantes que después
se llamó Federación de Estudiantes se mantuvo a
través de todas las adversidades y peripecias
políticas y cuyos destinos dirigieron el autor de esta
Historia y el actual Vice Rector de la Universidad, Dr. Pacheco
Iturralde, en los años 1920 y 1921. Hoy funciona con el
nombre de Federación Universitaria Local.
Triunfante la revolución que derribó el
gobierno del doctor Hernando Siles, los estudiantes
empeñosos por dar inmediata realización a la
autonomía declarada por el Estatuto de 29 de. Junio de
1930, cuyo autor fue el Dr. Daniel Sánchez Bustamante,
convocaron una (asamblea general en la que fue elegido Rector de
la Universidad el doctor Juan Francisco Bedregal.
No siendo suficiente dicho Estatuto, pues fue una simple
declaración unilateral de la Junta de Gobierno, para
consagrar la autonomía, tuvo que acudirse a la reforma de
la Constitución, mediante el Referéndum
popular, habiendo sido aprobada con el nombre de Reforma No. VIH.
En este periodo que con cabal propiedad hemos llamado de la
autarquía, o semi-autonomía Universitaria se
dictó el Estatuto Universitario de 1932, que con varias
modificaciones rige hasta hoy;' se celebró solemnemente el
centenario de la fundación de la Universidad.
Y llegamos a la tercera época de la Historia de
la Universidad y la de la plena y completa autonomía
universitaria, que comienza con la elección del Rector don
Héctor Ormachea Zalles, quien inmediatamente de ser ungido
en tan elevado cargo, se preocupó de obtener recursos
propios para la Universidad, como un medio de librarla de la
tutela del
Gobierno, y de hacer una realidad, no un simple enunciado, de la
autonomía universitaria; porque a lo que se había
llegado hasta entonces, era una mera autarquía, vale decir
una semi-autonomía universitaria.
Se llegó a tan feliz resultado gracias a los dos
decretos histórico de Julio de 1936, de los que don Luis
Ormachea Zalles fue el autor y fina por el Presidente Toro. En
una habilísima operación, el nuevo Rector
adquirió el edificio del Colegio Militar, situado en el
centro de la ciudad y sin que la Universidad hubiese erogado un
solo centavo por tal adquisición. La universidad tiene ya,
después de cien años de existencia, un local
propio, hasta entonces las facultades funcionaron en
sórdidas y destartaladas casas, pequeños locales de
escuelitas primarias, y algunas veces en bares o cantinas con las
molestias y escándalo consiguientes.
La autonomía universitaria obtenida sí por
el Rector Ormachea Zalles, benefició a todas las
universidades de la República, de modo que no es solamente
la de La Paz que le debe gratitud. Y fue más allá.
Defendió la autonomía universitaria, con todas las
fuerzas de que fue capaz, hasta verla consagrada en la
Constitución de 1938 y en la del año 1945, en todo
un capítulo redactado por el Rector Ormachea
Zalles.
El presupuesto
universitario ascendió desde Bs. 242.994 que tuvo el
año 1935 (inmediatamente anterior al advenimiento de
Ormachea Zalles hasta la fantástica suma de Bs.
32.090.407.40, con que cuenta el presupuesto universitario de
1948.
Revolucionó la enseñanza
universitaria dándole sentido más completo,
más trascendental. Es autor del plan integral que lleva su
nombre que importa una reforma completa en todos los ciclos de
enseñanza. Se regularizó la expedición de
títulos universitarios, dictándose sobre el
particular un Reglamento completo, que cortó los abusos
que habían venido cometiéndose hasta
entonces.
El monóblock de 17 pisos fue entregado en julio
de 1947. En momentos en que escribimos estas líneas
(septiembre de 1948) se están inaugurando los cursos en
ese monumental edificio y se está procediendo a la
demolición de las antiguas edificaciones que dan sobre la
Avenida Villazón.
Por su conducta en la revolución del 21 de Julio
de 1946, el Gobierno nacional confirió a la Universidad
Mayor de San Andrés la Gran Cruz de la Orden del
Cóndor de los Andes, habiendo sido colocada la respectiva
insignia en el estandarte de la Universidad en una ceremonia
emocionante.
Como ya hemos visto en los anteriores párrafos la
autonomía nos ha costado pero ahora me hago una pregunta:
¿Podremos defender la autonomía si nos tratan de
arrebatarla?. Esta es una pregunta que quizás muchos se
preguntaran, para responderla primero tendríamos que
realizar un estudio, una investigación que nos permita
saber si la gente y los universitarios se sienten parte de esta
casa de estudios o no; si tienen una buena definición
sobre la autonomía, incluso tendríamos que incluir
en la lista de encuestados a los ciudadanos que no son parte de
la Universidad pero aporta a la universidad con sus impuestos y de su
trabajo diario con el ideal de ver salir a sus hijos
profesionales de una universidad estatal. Cabe realizarse una
pregunta ¿Esta gente estará conciente que si pierde
la Universidad estará perdiendo algo propio?. En este
contexto estar en una universidad autónoma debería
ser un privilegio mas que una necesidad.
Con el objetivo de
responderme a las precedentes preguntas hice la siguiente
encuesta:
Autonomía Universitaria.
Sexo
Masculino Femenino
Ocupación
Postulante a la Universidad Universitario Egresado
Otro
1.-¿Que entiende por autonomía?
2.-¿Cuándo se logró la
autonomía universitaria en Bolivia?
3.-¿La autonomía afecta la "libre
cátedra"?
4.-¿Qué es para usted la
universidad?
5.-¿Cree que hoy en día la Universidad es
un instrumento político del pueblo?
Si No
6.-Qué relación encuentra entre la
Autonomía Universitaria y la idea de Autonomía
Regional en Bolivia.
7.- ¿Cree que se forman ahora mejores
profesionales con relación a los de antes?
8.- ¿Qué porcentaje de estudiantes
universitarios cree que conocerá de este tema?
Estos son los resultados:
10 de sexo
masculino
10 de sexo femenino
7 son egresados
3 son postulantes a la Universidad
6 son personas extrañas a la
universidad
4 universitarios
Realicé estas preguntas con el objeto de saber en
que nivel de conocimiento acerca de la Autonomía
estamos.
La primera pregunta fue hecha para saber que es
autonomía para la gente universitaria, postulantes,
egresados y otro tipo de personas y me asombra saber que las
personas responden poniendo énfasis autogobierno y nada
más, no ponen si es negativo o positivo, y también
me asombra que una persona extraña a la "U"
respondió: "La independencia del estado en la
elección de autoridades, formulación de
políticas de los planes curriculares".
La segunda pregunta fue realizada con el fin de saber si
les interesa o no lo que ocurre y ocurrió en la
Universidad. La mayoría no responde o trata de evadir la
pregunta. Acerca de esta pregunta una persona respondió
así: "Hace varios años"
La tercera pregunta la formule con el objetivo de saber
si la gente cree o no que la libre enseñanza es buena o
mejor con la Autonomía. Esta pregunta esta pregunta esta
también planteada para saber si la gente piensa o no que
hay influencia por parte del gobierno hacia la enseñanza.
Una persona extraña al órgano universitario
respondió: "Afecta positivamente" .
La cuarta pregunta la expuse para saber si la gente se
siente parte y ve a la Universidad como algo suyo. La respuesta
mas destacada fue: "Es la institución que forma
profesionales para satisfacer las demandas de la sociedad a
traves de Investigación e interacción social". El
contenido de esta respuesta es verdadero Los profesionales
deberían estar al servicio de nuestra sociedad y convivir
entre todos en paz. Lo cual no ocurre hay gente graduada de la
Universidad satisface sus propios intereses y no así a la
sociedad.
La quinta pregunta la hice para saber si la gente siente
que tiene en la universidad un gran aliado para exigir sus
demandas al gobierno: y 13 de los 20 respondieron:
"No!"
La sexta pregunta la realice para conocer si las
personas están enteradas del objetivo que tuvo la
autonomía universitaria. La respuesta sobresaliente fue
esta: "En ambas autonomías se manejan tanto
administrativamente con decisiones propias y autodefinidas". Esta
respuesta satisface las expectativas ya que la Universidad se
autocontrola administrativamente.
La séptima pregunta es la mas importante ya que
se habla de como salen los egresados de la universidad y como va
a ser el futuro de nuestra patria. La mayoría tiene una
respuesta negativa, no creé en los profesionales de ahora,
pero destaco la siguiente respuesta positiva: "Sí por que
va avanzando la tecnología y en las
universidades se actualizan constantemente". Esta respuesta es
alentadora pero realmente no es verdadera ya que no he visto que
los equipos de la UMSA se actualicen a menos que sean por
donación y eso llega rara vez.
La última pregunta tiene el objetivo de saber si
la gente creé que los universitarios conocerán
acerca de este tema. Las repuestas no sobrepasan del 30 %. Esto
es realmente alarmante ya que antes de hacer esta
monografía, yo no conocía del tema y creo que las
respuestas reflejan nuestra realidad.
La autonomía, si se lo ve como independizarse
gubernamentalmente del estado con autonomía
política para elegir a sus representantes, esta buena ya
que la universidad antigua en manos del estado estaba descuidada
asemejándose a un "hijo descuidado" sin infraestructura y
con muy pocos recursos económicos, es comprensible que los
universitarios se cansaran de esta situación y decidieran
conducir su propio camino ver un futuro y tratar de alcanzarlo lo
cual no se podía hacer en esas condiciones. Es
también comprensible la autonomía, cuando se trata
de que no influya el gobierno en la cátedra de los
docentes universitarios de lo contrario estaría manipulada
por el gobierno y los estudiantes ya estarían obligados a
aprender una ciencia oficial manipulada por el gobierno y no
conocerían de una ciencia pura sin coerción por
parte del gobierno.
En Latinoamérica se luchó por la
autonomía empezando en argentina en 1918 en Córdova
influyo en Bolivia pero con un diferente enfoque, el de
autonomizarse a causa del abandono a este. En Bolivia
costó la autonomía , se la logro en 1931 pero era
una semí-autonomía solo se logró la libre
cátedra, pero la Universidad contaba con ambientes
impropios para el aprendizaje
por lo cual siguieron luchando Estudiantes y docentes hasta
lograr una completa autonomía . Se consiguió la
completa autonomía en 1936 cuando el rector
Héctor Ormaechea Zalles con el objetivo de obtener
recursos para la Universidad consiguió la autonomía
económica, gracias a dos decretos que el mismo hizo.
Diferentes han sido las luchas desde aquel entonces nos han
tratado de quitar la autonomía varias veces pero los
universitarios han luchado..
Ahora estaremos realmente concientes de que si el
gobierno nos quiere arrebatar la autonomía ¿por
qué pelearemos?; yo creo que no.
Esta monografía en algunas ocasiones se
desvió del tema central pero no se desvió
totalmente sino parcialmente. Ahora el total del cuestionario
lo interpreto así:
-El gobierno es una rosca política que quiere
quitarnos constantemente la autonomía ya que sirve a sus
propios intereses y en la Universidad ve una forma de control
del conocimiento; por otro lado un grupo de
universitarios que están muchos años en la
universidad y tienen el ideal de hacer gobierno dentro la
Universidad peleando entre si para poder hacer lo que quieran
dentro de ésta.
-La gente que trabaja todos los días exige a
los universitarios que cumplan ese rol tan importante, el de
servir al pueblo, hacer algo por nuestra patria que cada vez va
derrumbándose.
Y por último el siguiente mensaje : "Comencemos a
servir a nuestra sociedad con aportes de tipo intelectual y
social podemos sacar adelante a nuestra Bolivia; pensando el
presente antes que en el futuro, que podemos hacer ahora, en este
momento para cambiar nuestro porvenir y no que podemos hacer en
el futuro para cambiar nuestro presente ya que éste
razonamiento es errado".
CUADROS DE VALOR DE LOS ENCUESTADOS.
SEXO
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OCUPACIONES
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gráfico seleccione la opción "Descargar" del
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¿QUIÉNES CONOCEN MÁS SOBRE EL
TEMA?
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Bibliografía.
"Interpretación de la autonomía
académica en Kant".
Internet
"Revolución y Universidad en Bolivia" Capitulo
II sección 9 y 10
Mariano Baptista Gumucio
- La Universidad y su historia, La Paz,
UMSA
Taboada, Nestor
- La reforma Universitaria, Proceso y
estructura, Cochabamba, Runaway.
Instituto Universitario Ortega Y
Gasset
- La reforma de la universidad publica de
Bolivia, Santa Fe, Andrés Bello.
Fernández, Roberto
Periódico "La Razón – La
paz", 20 de octubre de 1848, pp. 9-10
Dedicatoria
El presente trabajo es el resultado de un mes de
investigación que se realizo con la ayuda de amigos y
familiares. Por lo cual agradezco a ellos su comprensión y
su ayuda que me brindaron, con el único fin de realizar el
siguiente investigación. No puedo olvidar a mi madre que
me dio su apoyo moral y económico para realizar este
trabajo, y a la docente de Taller de Lenguaje que
nos dio a sus alumnos este trabajo con el fin de introducirnos
más en la vida universitaria. A todos los ya citados las
gracias por todas las recomendaciones y enseñanzas que me
dieron para realizar esta monografía.
Luis Fernando Morales Mercado
Universidad Mayor de San Andrés
Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación
Carrera de Lingüística e idiomas
Materia: Taller de lenguaje II
La Paz – Bolivia 2004