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El comportamiento productivo de aves para el reemplazo de reproductoras ligeras en la producción de huevos




Enviado por efernandez



    1. Resumen
    2. Crecimiento y desarrollo en
      pollonas de reemplazo de reproductor ligero
    3. Bibliografía

    RESUMEN.

    En la crianza de aves para el reemplazo de reproducción ponedoras es necesario
    obtener pollonas bien desarrolladas con buena y excelente
    uniformidad, viabilidad, vitalidad y peso a las 18 semanas,
    para lograr una elevada tasa de producción de huevos,
    alcanzando un peso de puesto superior al 90 % y con una
    correcta persistencia, de manera que se garantice la
    producción de huevos de forma estable con más de
    60 g, una masa de 54 g, a lo cual se puede llegar con la
    apreciación de un adecuado manejo de la alimentación y
    condiciones ambientales generales desde la entrada de los
    pollitos en las naves hasta su incorporación con
    más de 1300 – 1400 g .

    INTRODUCCIÓN.

    En la cría de las ponedoras y sus reemplazos
    los factores de alimentación, manejo y ambiente son
    fundamentales para obtener una máxima rentabilidad
    con una buena producción de huevos.

    En plan trazado en
    la actualidad por nuestro país nos plantea el lograr una
    mayor producción de huevos como vía de solucionar
    la disponibilidad de proteína para la población. Para cumplir este objetivo es
    necesario obtener pollonas de reemplazo bien desarrolladas y
    capaces de lograr una elevada tasa de producción con el
    máximo de eficiencia en
    la alimentación, lo cual se dificulta en estos momentos
    ya que las pollitas se caracterizan por un bajo peso, factor
    que determina un atraso en su entrada a la puesta y en alcanzar
    y mantener el pico de producción, lo que hacen que se
    queden por debajo de su potencial genético.

    Desde mediados del siglo pasado, la avicultura ha
    alcanzado un desarrollo
    tal que ha permitido obtener altas producciones en el
    ámbito industrial. Esto ha sido posible por la
    explotación de muchas aves, sobre todo la línea
    White Leghorn y el progreso genético en esta rama,
    mediante el cual se ha estado
    estudiando el comportamiento de las mejores líneas para
    realizar una adecuada selección y cruzamiento de los ejemplares
    más productivos, dando lugar así a estirpes
    ligeros que producen varios cientos de huevos durante toda una
    etapa de explotación.

    Esto sin duda marca el
    crecimiento de la crianza avícola si lo comparamos con
    resultados de décadas anteriores cuando las ponedoras
    lograban solo algunas decenas de huevos (López,
    2000).

    Otro elemento de vital importancia es el manejo de las
    aves, principalmente en lo concerniente al alojamiento y la
    alimentación, puntos en los que se desarrollan con gran
    rapidez y perfección modernos sistemas de
    dietas basadas en el uso de aminoácidos esenciales,
    ahorrando así el uso de proteínas de origen vegetal o mineral.
    También la composición y estructura
    de las dietas están jugando un papel importante al
    brindarles a las aves alimentos
    granulados y con suplementos de vitaminas y
    minerales,
    logrando así bajas tasas de conversiones.

    Con relación a las instalaciones ocurre otro
    tanto, al desarrollarse sistemas con materiales
    de alta resistencia y
    durabilidad – concreto,
    plástico, metales
    inoxidables y materiales sintéticos, que han dado lugar
    a una amplia gama de tipos de última a generación
    y a una ampliación zootécnica cada vez mejor (
    López, 1991).

    Todo este trabajo de
    mejoramiento y desarrollo es posible gracias a las ventajas que
    ofrecen las aves sobre las demás especies porque la
    crianza avícola presenta características muy
    propias fundamentalmente en lo que respecta a la densidad de
    población. Otro elemento que está influyendo al
    auge de la avicultura, es la congelación de mercado como
    de carne bovina, porcina y rumiantes menores tras la lamentable
    expansión de enfermedades tan
    dañinas como la comúnmente llamada enfermedad de
    las vacas locas que a nivel mundial y sobre todo en Europa
    provocan una gran alarma por la disminución del nivel de
    proteína en la dieta de la población (Wright,
    1996).

    CRECIMIENTO Y
    DESARROLLO EN POLLONAS DE REEMPLAZO DE REPRODUCTOR
    LIGERO.

    1. Manejo y explotación.

    1.1.Algunas cuestiones generales en el manejo de
    pollonas.

    Cuando se habla de manejo de las aves es necesario
    recordar el principio del programa de
    crianza "todo dentro, todo fuera" que debe cumplir la planeación y preparación de la
    crianza (Anon, 1996) y (Anon, 1997). Aspecto este que juega un
    papel importantísimo en la obtención de buenos
    resultados al final de la crianza.

    Para estos fines es necesario personas
    prácticas y conocedoras de las aves quienes
    además de tener una serie de cualidades, tales como
    paciencia, interés
    y buen sentido común, no pueden olvidar nunca que los
    pollos son seres vivos que no están sujetos a modelos
    prefijados, ni la reglas fijas, es por eso que
    independientemente de la importancia que tiene la
    fijación de normas
    adecuadas, el éxito
    definitivo dependerá del esmero con que se trabaje con
    ellos.

    En primer lugar al hablar de manejo es preciso conocer
    que tipo de instalaciones se fija para la crianza de pollonas
    reproductoras ligeras. Esta debe ser una nave confortable con
    suficiente amplitud para la cantidad de aves que se
    crían, con medios
    adecuados para el control del
    ambiente de la misma, dotados de todos los equipos necesarios
    para la crianza y situadas en lugares cuyas condiciones
    ecológicas se ajusten a las necesidades de la crianza
    avícola. (Pérez Miriam, 1970).

    1.1.1 Habilitación sanitaria y
    tecnológica de crianza en Cuba.

    La habilitación sanitaria según lo
    establecido por Anon ()1998), plantea que en naves con sistemas
    de crianza en piso se comienza a partir de la salida de la
    crianza anterior, garantizando la chapea y deshorillo del
    área alrededor de las naves, limpieza mecánica, lavado y desinfección,
    extracción de la cama anterior y barrido de las
    naves.

    Transcurridas 24 horas como mínimo, colocar
    cortinas, introduciendo los equipos limpios, desinfectados y
    aplicar solución de formol al 2-3 % a razón de 1
    litro por m en piso de tierra,
    garantizando la limpieza mecánica, lavado y desinfección de
    todos los equipos, piso, cajuelas, comederos, bebederos, almacenes, fosas
    sépticas y limpieza de áreas aledañas en
    soluciones
    desinfectantes. Se mantendrá un intervalo
    profiláctico o descanso sanitario de 10 días como
    mínimo antes de recibir el nuevo lote de aves,
    (Pérez Miriam, 1998). Para mantener la higiene se
    comienzan las nebulizaciones a partir de los 14 días, son
    solución en formol al 2,0 % sobre las áreas de
    crianza sin excluir que se mojen las aves y con una frecuencia
    quincenal, y se removerán diariamente las áreas
    húmedas de las camadas, espolvoreando con hidrato de cal
    estas zonas y adicionando camada en la misma, esparciendo con
    rastrillo la camada de los alrededores de la zona
    afectada.

    1.1.2 Recepción de los pollos.

    Los pollitos recién nacidos tienen que
    enfrentarse a un medio completamente nuevo, por lo que deben
    recibir un manejo que permita expresar su potencal
    genético a la edad de la madurez sexual (Wright,
    1996)

    A su llegada a la unidad se realizará el muestreo de
    aceptación según lo establecido en dicha norma. Se
    ubicará un ruedo para 500 pollitas con un diámetro
    aproximado de 6 m y una altura de 40 – 50 cm. Permaneciendo
    en uso hasta los 7 ó 14 días de edad de las aves,
    en dependencia de las condiciones
    climatológicas.

    DrC.esteban H.Fernández
    Rodríguez.

    En el centro del ruedo se colocará una
    calentadora, la que estará funcionando de 1 a 3 horas
    antes de la legada de las pollitas, en dependencia de la
    época del año y el tipo de calentadoras y
    estará en funcionamiento un período mínimo
    de 7 días, atendiendo a las condiciones climáticas
    existentes, y no se retirarán de las naves hasta los 14
    días de edad.

    La temperatura
    ambiente dentro del ruedo, tomada a la altura del lomo de las
    aves estará entre 34 y 35 ° C durante los tres primeros días de
    vida, la que se irá disminuyendo gradualmente para
    mantener a los 7 días de edad una temperatura de 30 a
    32° C,
    variando la temperatura durante la segunda semana entre 29 y
    31° C.
    (Campabadal et al, 1985).

    Dentro de las ruedas además se ubica un bebedero
    de 3,78 litros por cada 50 pollitos algunas horas antes de la
    llegada de las aves. Para que el agua
    adquiera la temperatura ambiente. Se situarán
    tártaras a razón de 2,5 cm por ave como
    mínimo y la altura de la amada estará entre 5 y 7
    cm y las cortinas se manejarán en atención a la edad de las aves,
    época del año y condiciones climáticas,
    según el sistema de
    crianza en Cuba. Anon (1998).

    1. Corte de pico.

    El corte de pico de las pollonas es necesario para
    evitar el desperdicio de alimentos, para reducir el canibalismo,
    para disminuir la incidencia de picoteo de las plumas, evitar
    prolapsos y permitir un consumo de
    alimentos y nutrientes uniformes. (Velazco, 1998).

    Ortiz, J.R. (1994) plantea que el corte de pico correcto
    debe ser una meta consistentemente buscada por los muchos
    beneficios que puede traer y los grandes prejuicios que se pueden
    evitar.

    El primer despique debe realizarse cuando las pollitas
    están entre 7 y 10 días de edad con el objetivo de
    reducir el strees al mínimo, así como la
    interrupción del crecimiento y el segundo tomando en
    cuenta el período crítico de formación de la
    carcaza, donde el ave crece rápidamente (entre 8 a 10
    semanas) y el período de madurez sexual, donde los
    órganos internos crecen rápidamente (después
    de las 14 semanas). En estos períodos las aves necesitan
    de una ración equilibrada para poder cubrir
    sus necesidades. (Ardilla, 1994).

    Existen normas que metodológicamente orientan
    como realizar el corte de pico y las medidas de protección
    para efectuarlo siendo estas, el no despicar aves enfermas, no
    tener prisa, usar vitaminas en el agua de beber,
    utilizar personal
    entrenado y realizar el despique en horas frescas.

    Debe quedar claro que no vale la pena arriesgar la
    productividad
    de todo un lote solo para confirmar la necesidad o no de realizar
    el despique (Ortiz, 1994).

    1. Uniformidad.

    No se puede hablar de peso vivo sin hablar de
    uniformidad. Recientemente se ha introducido en la
    práctica de la crianza de aves el término
    "Uniformidad" para medir la calidad de un
    lote de reemplazo; en otras palabras, esto significa criar un
    lote parejo, que es más importante aún que alcanzar
    los pesos propuestos, un lote es uniforme cuando la
    mayoría de las aves están cerca del peso promedio.
    Se debe garantizar la uniformidad del lote, ya que existe una
    alta reacción entre ésta y el comportamiento de las
    aves en la etapa de puesta. El comienzo de la producción
    será rápido y el tamaño de los huevos
    uniforme, la mortalidad y la eliminación serán
    rápido y el tamaño de los huevos uniforme, la
    mortalidad y la eliminación serán bajos y
    finalmente la producción total por ave será alta.
    Los lotes de aves deben tener un crecimiento uniforme donde no
    menos del 80 % de los animales
    registren un peso vivo de 10 % del peso promedio real
    (Pérez Miriam, 1998).

    Para asegurar un lote reemplazo parejo o uniforme en el
    momento de la subida a jaulas de ponedoras hay que garantizar
    condiciones ambientales, de alimentación y manejo
    adecuados, comenzando por la debida preparación sanitaria
    de la granja.

    Lo que traerá consigo una buena calidad del
    pollito al inicio. Además es necesaria la
    aplicación de un correcto programa de salud; garantizar los
    espacios vitales de pisos, frentes de comederos y bebederos,
    suministrar los tipos de piensos correspondientes en cada etapa
    de cría; efectuar un correcto corte de pico y aplicar un
    programa de iluminación acorde con la edad de las aves
    y la época del año.

    Como todo indicador, la uniformidad tiene forma de
    medirse. Un lote que tenga el 80 % dentro del +/- 10 % del
    promedio del lote se considera con uniformidad
    aceptable.

    Si el lote tiene menos del 80 % de uniformidad, esto
    indica que es necesario un mejor manejo de las aves. La
    uniformidad del lote también puede calcularse , obteniendo
    el coeficiente de variación. Los lotes uniformes tienen un
    coeficiente de variación de no más del 8
    %.

    Pérez Miriam, (1994) planteó que la
    evaluación se emitirá atendiendo al
    porcentaje de aves de la muestra
    seleccionada, cuya masa corporal (peso vivo) este dentro del 10 %
    de la media y la clasificación del lote será de 90
    % en adelante – excelente, desde 80 % a 89,9 % – buena,
    desde 70 a 79,9 % – regular y menos del 70 % – mala.

    Es importante mantener un trabajo sistemático de
    clasificación por peso vivo según recomienda la
    Comisión Europea para mantener la uniformidad del lote y
    con ello resultados estables en la curva de puesta. Los pollitos
    se separan en pequeños, medianos y grandes, a los 63
    días al trasladar a jaulas de crecimiento, a los 112
    días al trasladar a jaulas de ponedoras y a los 140
    días al declararse las ponedoras.

    A los 35 días de edad como máximo se
    procederá a separar las aves producto del
    error del sexado. lA uniformidad mide además en una mejor
    continuidad en producción de huevos, viabilidad y
    uniformidad en el tamaño del mismo. Una uniformidad baja
    también puede estar encausada por enfermedades,
    ventilación deficiente, falta o distribución deficiente de equipo o
    cualquier otro error de manejo. (Pérez Miriam,
    1970).

    La falta o deficiencia de estas operaciones en la
    primera etapa de vida impediría alcanzar una madurez
    sexual a la edad correcta y ocasionaría poca persistencia
    de la puesta, disminución del tamaño del huevo y
    baja vialidad. Un buen desarrollo del pollito en el
    período de inicio siempre garantizará una buena
    ponedora.

    1. Manejo de las reproductoras y sus
      reemplazos.

    La búsqueda de nuevas formas reproductoras de
    alto potencial genético donde participen tres o cuatro
    líneas puras, con vistas a obtener híbridos
    más eficientes para la producción de huevos,
    reviste una gran importancia para los productores
    avícolas, lo cual ha sido tarea permanente de los
    investigadores a lo largo de muchos años.

    Reproductoras híbridas más recientes,
    altamente productivas y con un rendimiento incuba torio
    óptimo, garantizan una progenie vigorosa, con alta
    viabilidad y elevada producción, Cuando hacemos un buen
    manejo del lote reproductor, sostenemos su potencial
    genético e influimos de manera decisiva en el rendimiento
    de las aves, el resultado que obtengamos en le período de
    puesta está estrechamente vinculado a la forma en que se
    ha desarrollado la pollona durante las etapas de inicio y
    crecimiento. (Pérez Miriam, 1970).

    Para aprovechar el potencial de un lote de
    reproductoras, el inicio de la puesta debe ser uniforme, con los
    pesos corporales recomendados, deben tener un buen desarrollo
    óseo y muscular y no tener exceso de grasa. La madurez
    sexual a la edad correcta, con el tamaño y
    condición corporal deseados, dará como resultado un
    alto pico de producción y una buena
    persistencia.

    Esto requiere un programa práctico de
    alimentación e iluminación dentro de un correcto
    sistema de manejo.

    La adecuada alimentación de la reproductora
    comienza en las primeras semanas de vida y se debe seguir muy
    estrictamente durante el período de crecimiento, para
    llegar a obtener un pico máximo de producción, lo
    que constituye un desafío para quien la maneje. (Velasco,
    E. 1998).

    1. Manejo de la crianza desde el primer día
      hasta la 6ta. Semana.

    (Anon, 1996) y (Anon, 1998) señalan que en la
    etapa desde el primer día hasta la 6ta semana se debe
    lograr un crecimiento rápido e interrumpido. La habilidad
    del ave para resistir las enfermedades, responder a las vacunas,
    alcanzar el peso corporal correcto a la madurez y finalmente
    obtener su rendimiento genético potencial, depende en gran
    medida d lo que ocurra durante estas 6 primeras semanas de
    vida.

    Para conservar la salud de los animales es necesario
    mantenerlos limpios, bien alimentados(Dykstra, 1979;), ya que si
    descuidan las aves enfermas, entonces será imposible
    lograr una óptima eficiencia(Nilipour, 1992).

    Valorar el cumplimiento de las medidas de bioseguridad
    en un centro de producción contribuyen a preservar la
    salud de nuestros animales, así como buscar alternativas
    factibles ante nuevas amenazas y crear hábitos y
    habilidades necesarias para los trabajadores que allí
    laboran (Salli, P.1992). Las condiciones de bioseguridad,
    higiénico sanitario aunque implique ciertos costos en la
    producción, nunca superan a los costos en caso de
    generarse el brote de la enfermedad(Sánchez, E.
    1986).

    La distancia entre naves para lograr el aislamiento
    requerido es variable (Salli, P.1992), los lotes jóvenes
    se encuentran a favor del viento con respecto a las aves de mayor
    edad. Existen normas que regulan el manejo y la atención
    de las naves para todas las actividades relacionadas con la
    crianza de lasa pollonas en esta primera etapa.

    El agua es de gran importancia para el
    fisiologísmo animal, por lo que debe ser pura fuera de
    cualquier sustancia extraña. Las aves requieren de su
    suministro constante de agua limpia y fresca para un crecimiento
    óptimo, producción y eficiencia en la
    utilización del pienso(Russel, 1992), con el fin de
    eliminar los desperdicios se elevan los bebederos lo más
    alto posible, estos deberán estar a distancia alcanzable
    de la cabeza de las aves. Los tazones y copas deberán
    estar en el ámbito medio del cuello de las aves. La
    profundidad del agua deberá permitir la inmersión
    completa del pico, aunque para los polluelos jóvenes,
    nunca a nivel que pueda causar ahogamiento, debe ser de 450g
    ,peso este que no se pudo alcanzar en las unidades de estudio
    producto a la alimentación que fue algo
    deficiente.

    1. Pérez Miriam, (1970) señala que
      durante el período d crecimiento se debe considerar
      el peso corporal, consumo de alimento, consumo de agua,
      horas de iluminación, temperatura, vacuna y
      mortalidad, aunque también de vital importancia
      sería el tipo de alimento.

      En relación con el crecimiento si a los 28
      a 35 días de edad (285 g a 365 g) los pesos se
      encuentran dentro de lo recomendado, sería
      conveniente cambiar la ración de iniciación a
      la de crecimiento durante el período de 42 a 49
      días. Si los pesos corporales no alcanzan el
      objetivo, es necesario cambiar la ración o bien
      tomar otras medidas para acelerar el crecimiento. De
      cualquier forma, normalmente con alimento de
      iniciación el cambio
      será después de la 10ma semana con un peso de
      820g .(Rodríguez, 1996). Cuando hay dificultades
      para alcanzar el peso según la semana de edad,
      Pérez Miriam, (1998) recomienda que si la edad,
      Pérez Miriam, (1998) recomienda que si la edad y
      salud del lote así lo permite, reducir gradualmente
      la temperatura de la nace, aumentar la intensidad de la
      luz
      sobre los bebederos y comederos, aumentar el número
      de bebederos por corral o por jaula, aumentar la frecuencia
      de alimentaciones o de operación de líneas de
      comederos, aumentar la profundidad del nivel de alimentos
      en en las líneas, aumentar comederos y disminuir el
      número de aves por corral o por jaula, aumentar el
      nivel de energía de la dieta y aumentar el contenido
      de grasa.

      Los lotes con pesos bajos deberán de ser
      revisados para determinar las causas, el crecimiento bajo
      puede ser resultados de brotes de enfermedades, alimento
      con baja energía, strees de calor,
      sobrepoblación u otros factores de medio
      ambiente.

    2. Manejo durante el desarrollo desde la 7ma semana
      hasta la semana 18

      Al concluir la etapa de crecimiento a los 126
      días, como señala (Anon, 1996) y (Anon, 1998)
      se trasladan las pollonas a las unidades de
      ponedoras.

      Las aves están sujetas a muchos y variados
      factores de stress
      durante y después del traslado de las naces de
      crianza a las de postura. Se debe completar el traslado a
      los 126 días de edad, esto permitirá a las
      aves instalarse y familiarizarse con e nuevo ambiente antes
      del inicio de la producción. El programa principal
      de vacunación deberá haber sido completado
      antes del traslado del lote. Para ello es necesario adaptar
      a las aves desde las 6 a 8 semanas de edad, además
      se deben emplear subproductos ricos en fibra y de calidad
      conocida. Las dietas de baja densidad energética,
      son más voluminosas que las de alta densidad y
      poseen un mayor contenido de fibra bruta. La
      inclusión de niveles adecuados de fibra en la dieta
      de las aves puede modificar el valor
      nutritivo de las mismas mediante diversos mecanismos; entre
      ellos merecen destacar sus efectos en el desarrollo
      anatómico del tracto gastrointestinal, en la
      velocidad de tránsito digestivo, su
      capacidad de intercambio iónico y su potencial como
      sustrato para la fermentación microbiana según
      Gallardo (1980).

      Kondra et al (1974), empleando pollitas de
      recría, encontró que la dieta produjo un
      aumento general del tamaño de todos los segmentos
      intestinales, además la longitud de las papilas
      digestivas se vio incrementada. Este desarrollo del tracto
      digestivo permite a las aves hacer un mayor consumo de
      pienso y realizar un mayor aprovechamiento de los
      nutrientes.

      Durante las 2 – 3 semanas previas al primer
      huevo, el hígado y el sistema reproductor aumentan
      de tamaño en preparación para la
      producción de huevos. En este momento se forman las
      reservas de calcio, se debe cambiar la ración de
      crecimiento de proteína cruda de 15 – 16 % a
      una ración de prepostura de 16 – 17 % y
      alimento con esta ración hasta que alcance un 5 % de
      producción. Una ración de prepostura es
      similar a una ración de postura con la
      excepción del 2.0 – 2.5 % de calcio total.
      Además, el contenido de ácido
      linoléico de una ración de preposturas no
      necesita tener más de 1.0 %, estos niveles coinciden
      con los recomendados por la NRC (1994). También
      Izquierdo, (1999) recomienda de 13 – 18 semanas con
      18 % de proteína bruta para pollonas de reemplazo.
      El nivel de energía deberá ser más
      alto que el de la ración de crecimiento, para
      obtener los mejores resultados todas las pollonas
      deberán ser alojadas en la nave de posturas antes de
      las 18 semanas de edad, o una semana antes de iniciar la
      estimulación luminosa. (Izquierdo, 1999).

      La ganancia de peso corporal para la pollita al
      comienzo del período productivo es el factor
      más crítico para que pueda llegar
      posteriormente al 5 % de producción a las 20 semanas
      de edad y al 88 ó 90 % de postura a las 27 ó
      28 semanas de edad. La cuidadosa revisión del peso
      vivo y el consumo diario de alimento son muy importantes
      durante este período de tiempo,
      porque los nutrientes del alimento deben ser suficientes
      para incrementar el peso vivo y la puesta, corroborado por
      (Cone, N.A.G. 1984)

    3. Período de prepostura y postura.

      La influencia de las variables climáticas como la
      temperatura, humedad relativa del aire, la
      dirección predominante y la velocidad
      del viento, son determinantes en el nivel de
      producción y en la calidad del huevo, si se tiene en
      cuenta la ubicación, la iluminación,
      ventilación y otros factores ambientales que es
      necesario para la construcción de las naves
      avícolas.

      Los factores principales que garantizan el
      acondicionamiento de las aves que son la temperatura,
      humedad relativa y pureza del aire.

      Hay cierto rango de temperatura que podemos
      denominar de "confort" dentro del cual las aves
      están completamente a gusto y la producción
      será máxima. Por encima o por debajo de ese
      rango de temperatura peligra la producción, en un
      caso debido al strees de calor y en otro, por la molestia
      del frío. Una humedad relativa ideal entre el 30 % y
      el 70 % favorece la respiración y ayuda a ser soportables
      los cambos de temperatura. La ventilación del
      gallinero es necesaria para eliminar el aire vaciado que
      ayuda a que las aves se sientan en un ambiente confortable.
      Según Campabadal et al (1985) la temperatura
      ambiental confortable para las aves varía entre los
      18.0 y los 25.0° C. Por lo que valores
      inferiores o superiores tienen un efecto positivo o
      negativo sobre el consumo de alimento. Marslen y Morris
      (1987) dijeron que pollonas expuestas a temperaturas
      superiores a 21° C disminuyen el consumo de alimento
      y en consecuencia el tamaño del huevo al inicio de
      la puesta como señala (Meltzer, 1987).

      Cuando la temperatura ambiente excede los
      30.0°
      C, la gallina está sometida a cambios
      fisiológicos, lo que da como resultado la
      producción de huevos con cáscara delgada.
      Monner, (1997), e Izquierdo, (1999) informaron que el peso
      vivo y consumo de alimento de las pollonas de reemplazo de
      gallinas criollas a las 20 semanas fue inferior a 1300 g y
      a una temperatura de 30° C que las que crecieron a
      21° C
      con 1691 g al poner el primer huevo y una ganancia de 98,8
      g. Monner, (1997), plantea que las temperaturas elevadas
      retrazan la madurez sexual y el crecimiento.

      Si la alta temperatura está
      acompañada con alta humedad ambiental, el
      fenómeno se presenta en forma más marcada.
      Según Cone, N:A.G., (1984) el strees
      climático que afecta la productividad de las
      aves.

      El strees agudo tiene lugar cuando las condiciones
      climáticas cambian. El strees crónico
      producido por las altas temperaturas, especialmente
      éstas vienen acompañadas por una humedad
      relativa extremadamente alta o baja, deprime el crecimiento
      del pollo y la producción de huevos. (Izquierdo,
      1999).

      La ventilación correcta garantiza varios
      objetivos como proveer aire fresco, eliminar
      el aire vaciado, controlar la temperatura y eliminar el
      polvo. Cada uno de estos objetivos deberá ser
      satisfecho si se desea que el lote rinda la máxima
      capacidad en conversión alimenticia, viabilidad,
      crecimiento y producción de huevos.
      (Castelló, 1998).

      Se debe esperar, escuchar y reaccionar a las
      quejas de los polluelos, el bienestar de las aves
      constituye la principal inversión, el reconocimiento de las
      señales de alarma puede evitar
      errores, algunas de las indicaciones de alarma son: Las
      aves piando fuertemente indican malestar, hambre,
      frío o miedo, las que tienen frío se
      amontonan y las que tienen calor jadean y se muestran
      lánguidas.

      La luz artificial o natural estimula el desarrollo
      de las aves y la producción de huevos. Si la
      cantidad de luz se aumenta gradualmente durante e
      desarrollo de las aves, éstas alanzarán la
      madurez sexual a una edad menor, y es por eso que
      generalmente en este período se debe suspender la
      luz artificial y se activa nuevamente cuando las aves
      alcancen las 18 semanas de edad o un 5 % de la
      producción de huevos.

      En este momento se incrementará media hora
      de luz artificial por semana, hasta completar 15 – 16
      horas de luz continua por día; doce horas de luz
      natural y cuatro horas más de luz artificial. Cabe
      recordar que la luz, utilizada durante el desarrollo de las
      aves, afecta la madurez sexual de cualquier tipo de ave,
      por lo tanto ésta debe controlarse constantemente.
      Al adelantar la entrada en producción, se alarga el
      período de producción de huevo pequeño
      y se reduce el período de postura. (Pérez
      Miriam, 1994).

      El control de la duración del día
      durante los períodos de crianza y postura es una
      herramienta importante en la obtención de
      rendimiento económico, tanto en número de
      huevos como en peso del huevo. El programa de
      iluminación se inicia en cuanto los pollitos de un
      día llegan a la nave.

      El programa de reducción tiende a retardar
      la madurez y aumentar el tamaño promedio del huevo
      durante la vida del lote, sobre todo si se aplica
      después de los 42 días de edad. Durante las
      primeras semanas, cuando los pollitos están
      creciendo rápidamente, los días más
      prolongados estimulan el consumo de alimento y un
      crecimiento óseo máximo al menor costo.

      De hecho, el programa de iluminación es
      flexible. La decisión de no reducir la
      duración del día con la rapidez planeada
      puede tomarse a las cuatro o cinco semanas de edad, si el
      crecimiento ha sido insuficiente. De igual manera, la
      intensidad de la luz puede ser aumentada como medida para
      estimular el consumo de alimento )Ardila, 1994).

      Por otra parte es importante controlar las
      necesidades del lote en términos de peso corporal y
      madurez física. Si por alguna razón el
      tamaño corporal y el desarrollo se retardan,
      entonces deberá también posponerse la
      estimulación de luz.

      Una estimulación excesiva o demasiado
      rápida puede conducir a ovulación doble, esto
      es, un índice anormalmente alto de huevos de doble
      yema. En tales casos detenga los aumentos de la luz hasta
      que la incidencia de huevos de doble yema represe a menos
      del 2 % de todos los huevos puestos.

      Un período de 14 horas también
      será útil para producir máxima en
      naves abiertas, siempre y cuando el día más
      largo del año sea de 14 horas o menos. Esto asegura
      que el lote nunca tendrá días más
      cortos después de la mitad del verano, si la
      duración del día es mayor de 17 horas, se
      debe tener cuidado con los huevos agrietados o de
      cascarón acinturado, factor que puede inducir la
      pelecha de cuello o una baja significativa en
      producción de huevos. (lecha, P. 1995).

      Los controles de intensidad en los circuitos de luz aportan ventajas. El manejo
      diario del lote requiere de cambio de luz con cortos avisos
      para llevar a cabo ciertos trabajos; como son
      vacunación, manejo de las aves, recorte de picos e
      inspecciones de rutina. Sin embargo, para evitar posibles
      interrupciones en los hábitos de alimentación
      o postura, los cambios a largo plazo en la intensidad de la
      luz deberán hacerse lentamente. Un ajuste corto
      diariamente durante un período de 7 días
      puede proporcionar el cambio sin obtener reacción
      negativa del lote. (López, Amparo ,
      1991).

      Otra ventaja de los controles de intensidad con
      bulbos incandescentes es que estos tendrán mayor
      tiempo de vida si se operan a menos de su máxima
      brillantez. (Moran, M., 1970).

    4. Incidencia de las condiciones ambientales e
      iluminación en la crianza de pollonas.

      Coccidia.

      El uso continuo de coccidiostáticos para
      las aves ponedoras es caso y puede llegar a ser peligroso
      por la transferencia de químicos en los huevos para
      consumo humano.

      Algunos coccidiostáticos pueden interferir
      con la producción de huevos. Un buen manejo de la
      camada durante la crianza puede ayudar a las aves a
      desarrollar su propio sistema de inmunidad durante la
      crianza puede ayudar a las aves a desarrollar su propio
      sistema de inmunidad durante toda la vida, permitiendo que
      la coccidia se recicle en forma continua. El nivel de
      humedad ideal de la camada es de 30 – 25 %, su
      textura debe ser floja para permitir la penetración
      de aire. (Nilipour, A, 1992).

      Se trata de un compuesto vivo donde los organismos
      benéficos la mantienen en estado saludable.
      Rocíela con un poco de agua si se encuentra muy
      seca.

      Remuévala con frecuencia y retire toda la
      camada mojada o apelmazada, inicie los pollitos con un
      coccidiostático en el alimento a nivel preventivo. A
      las 6 semanas reduzca el coccidio tanto en un 15 %.
      Continúe con reducciones graduales cada 2 – 4
      semanas. Entre las 12 – 14 semanas, el alimento no
      deberá contener más coccidiostático.
      Si llegara a tener un brote "visible" de coccidiosis,
      trátelo de la manera usual agregando medicamentos en
      el agua. Por lo general, no es necesario interrumpir el
      programa de reducción de coccidiostático.
      (Sánchez, E. 1986).

      Gumboro.

      Esta enfermedad fue descrita por primera vez en el
      año 1962 en pollos de engorde.

      Es provocada por un virus de
      la
      familia Birnaviridae, el cual ataca el sistema inmune
      de las aves jóvenes.

      Muchas veces, el primer síntoma de la
      enfermedad de Gumboro o Bursitis es un ruido
      respiratorio. Otros síntomas que se pueden apreciar
      son decaimiento, plumas erizadas, temblores, diarreas
      acuosas y postración. Los brotes ocurren con
      más frecuencia cuando las aves tienen de 3 a 8
      semanas de edad. La mortalidad por lo general no sobrepasa
      el 10 % y en una segunda infección del mismo lote,
      la mortalidad es aún menor. La enfermedad de gumboro
      está afectando grandemente hoy a la avicultura
      cubana, por lo que se deben manejar bien todas las
      actividades en la granja y cumplir con todas las medidas
      para combatirlo, principalmente las de manejo.
      Además, establecer una higiene adecuada y sobre todo
      eliminar las plantaciones de limón o cítrico
      que son hospederos de totíes, siendo estos focos de
      infestación (Ardila, L. 1994).

      Onfalitis: (Enfermedad en los primeros
      días de nacido).

      En el momento que nace el pollito, si la
      incubadora no ha estado sometida previamente en una
      rigurosa desinfección, millones de microbios pululan
      por el are de la cámara de nacimiento y al encontrar
      la herida abierta (umbilical9, furos alidonas o
      antibióticos de la serie de cloranfenicol en el agua
      de beber y en el piso, además esta enfermedad es
      frecuente en las incubadoras en Cuba con un 10 % de
      pérdida. (Ardila, L.., 1994). Hay que evitar las
      causas que facilitan la presentación de la
      enfermedad, se alimentará correctamente a los
      reproductores y se mantendrá una vigorosa vigilancia
      sobre la humedad, temperatura y aireación de las
      incubaciones, deben evitarse las sobre cargas de estos
      aparatos y el hacinamiento de los polluelos recién
      nacidos.

      La época más propicia para realizar
      desinfecciones es entre 17 y 18 días de la
      incubación. Prácticamente antes o
      después de esta fecha, puede originar la
      muerte de los embriones o los polluelos. (Fritzche, k.
      And gerriets, E. 1985).

      Micoplasmosis.

      Es una enfermedad infectocontagiosa de curso
      crónico, producida por el micoplasma sp., el cual es
      muy resistente a los desinfectantes y
      quimioterápicos, por lo que es muy difícil su
      eliminación. Afecta a gallinas o pavos
      fundamentalmente y se caracteriza por la afección de
      las vías respiratorias posteriores con
      poliserositis, neumonía y los trastornos
      respiratorios consiguientes. Tiene dos vías de
      transmisión, horizontal y vertical, las que
      conjuntamente con su resistencia, mortalidad, morbilidad y
      disminución de la producción, producen
      pérdidas económicas importantes.
      (Sánchez, E. 1986).

      Coriza infecciosa.

      Es infectocontagiosa bacteriana, de curso agudo
      producido por la bacteria Hemophillus paragallinarum, la
      cual es muy sensible a los desinfectantes y
      quimioterápicos.

      La acción de las unidades para combatir
      estas entidades consta de un plan de medidas recuperativas
      basado en los enunciados de Clovek: et al (1995) para
      respetar el principio tecnológico todo dentro, todo
      fuera para evitar la propagación, separar los
      animales enfermos de los clínicamente sanos dentro
      de la misma nace y mantener actualizado un libro de
      incidencias para verificar la situación.
      Además, existe un programa de lucha constante para
      prevenir enfermedades, protegiendo así a las aves
      para obtener buenas producciones en cada crianza como la
      desinfección de las naves entre una crianza y otras
      así también, cada 15 días durante la
      misma, control de certificados y además datos
      que acompañan a las parvadas recién llegadas,
      control de las bajas y su posterior destino, recogida
      periódica de los residuos de las trampas
      sépticas, información y preparación del
      personal que labora en las naves para apoyar la
      detección, control y erradicación de posibles
      brotes y con el correcto cumplimiento de estas medidas se
      ha evitado la aparición de otras enfermedades que
      hacen infección mixta con la micoplasmosis.
      (Sánchez, E., 1986).

    5. Enfermedades en pollonas desde la 1era. Hasta la
      18
      °
      semana.
    6. Vacunas.

    El desarrollo de la inmunidad a las enfermedades empieza
    en el huevo y continúa durante el período de
    crianza. El manejo adecuado es de gran importancia. Además
    un programa de vacunación bien planeado y aplicado. Se
    debe vacunar solamente contra aquellas enfermedades prevalentes
    en el área donde se coloque la crianza.
    (Kouba,V.,1987).

    Las instrucciones de vacunación se deben seguir
    meticulosamente. El tiempo de destruir las vacunas vivas
    eliminando todos los beneficios esperados y dejando a las aves
    vulnerables a la enfermedad cuando se cree que han sido
    protegidas. (Lyons, P., 1997).

    Se debe consultar con su veterinario acerca de un
    programa adecuado a su localidad. Después de tres a cuatro
    semanas de terminar el programa de vacunación y al final
    del período de recría, se debe tomar un
    "inmunograma" para cada lote. En caso necesario se pueden
    proporcionar vacunas posteriores para corregir las deficiencias.
    (Meteus, A., 1990).

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    Autor:

    Dr.C. Ing. Esteban H. Fernández
    Rodríguez

    Prof. Titular (1)

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    Montané

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    UNIVERSIDAD DE PINAR DEL RÍO

    FACULTAD DE FORESTAL Y AGRONOMÍA

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