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Centroamérica: su desarrollo institucional y sus retos a nivel regional desde el punto de vista ambiental




Enviado por castro.mauricio



    1. Una pincelada de la realidad
      centroamericana
    2. La creación de la
      CCAD
    3. La estructura de la
      CCAD
    4. Los primeros
      años
    5. Una instrucción presidencial
      para reestructurarse: la Declaración de
      Panamá
    6. Finales de los 90 a los primeros
      años del nuevo siglo
    7. De fundación a
      órgano político de integración: los roles
      institucionales
    8. Un enfoque más allá
      que la simple participación: Foro de la Sociedad
      Civil
    9. Equidad de
      género
    10. Educación
      ambiental
    11. La reducción de la
      vulnerabilidad y lucha contra la pobreza
    12. El Plan Ambiental de la
      Región Centroamericana (PARCA)
    13. Un POA
      institucional
    14. Donantes y socios (presupuesto y
      relaciones institucionales)
    15. No más
      implementación y sí más
      ejecución
    16. Participación y
      Rendimiento de cuentas. Transparencia y más
      transparencia
    17. Foro Permanente de la Sociedad
      Civil
    18. La CCAD en el siglo 21: los retos
      de los próximos años

    Una pincelada de la
    realidad centroamericana

    Centroamérica tiene aproximadamente 530.000 km2 y
    35 millones de habitantes. La mitad son mujeres. Uno de cada
    cinco habitantes es indígena y más del 60% de todos
    los habitantes de la Región viven bajo la línea de
    pobreza.
    Aproximadamente un 50% de la población vive en la zona rural. El 80% de
    las enfermedades es
    de origen hídrico, menos del 10% de las aguas servidas son
    tratadas y se generan cerca de 10 millones de toneladas de
    basura al
    año. Un 65% del territorio centroamericano está en
    cuencas compartidas por dos o más países. La
    contaminación del aire es mayoritariamente
    proveniente de fuentes
    móviles y se trata de partículas en
    suspensión y de otros residuos de la combustión (NOx).

    Centroamérica está bañada por dos
    océanos, el Atlántico y el Pacífico, tiene
    la cadena arrecifal más grande del hemisferio occidental,
    sus montañas alcanzan los 4000 m sobre el nivel del mar,
    tiene precipitaciones anuales que van de los 500 a los 7000 mm,
    las temperaturas promedio anuales van de 7 a 33 grados, se
    encuentran al menos 3 biomas, 20
    zonas de vida y 33 ecoregiones. Con menos del 1% del territorio
    emergido del planeta tiene una biodiversidad
    que representa cerca de un 10 % de todas las formas de vida
    conocidas.

    La creación de
    la CCAD

    Mientras los Presidentes de Centroamérica
    buscaban una salida negociada a los conflictos
    armados imperantes, impulsados por el espíritu de los
    Acuerdos de Esquipulas II, suscritos en 1987,
    simultáneamente junto a los titulares de las entonces
    Comisiones Nacionales de Medio
    Ambiente, los pocos Ministros de Ambiente y los
    encargados del tema ambiental en los gobiernos, se ponían
    de acuerdo en la creación de un órgano de la
    integración centroamericana que se
    encargara del manejo conjunto de los ecosistemas,
    el fortalecimiento de la gestión
    ambiental, la búsqueda de recursos
    financieros y técnicos y, en general, de abordar
    regionalmente la búsqueda y adopción
    de estilos de desarrollo
    sostenible. Así es como se crea la Comisión
    Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD).

    En 1989, los Presidentes suscribieron el Convenio
    Constitutivo de la CCAD, y no fue hasta en 1990 que entró
    en vigencia cuando tres países lo ratificaron, Honduras,
    Guatemala y El
    Salvador. En un primer momento pertenecieron a la CCAD las
    tradicionales cinco repúblicas centroamericanaos; y no fue
    sino hasta 1996 que mediante un Protocolo al
    Convenio Constitutivo, suscrito en 1991, se adhirieron Belice y
    Panamá.

    La estructura de
    la CCAD

    Desde su creación, la CCAD tiene de tres
    instancias: la Presidencia, la Secretaría y los
    Comités Técnicos. Originalmente, la Presidencia se
    ejercía por un período de un año, rotada en
    orden alfabético, la Secretaría por tres
    años y las Comisiones Técnicas
    en forma permanente, dependiendo del tema. A partir del primer
    semestre del 2000, la Presidencia Pro Témpore sigue el
    mismo esquema del SICA, se rota semestralmente entre los
    países, en orden geográfico. La sede inicial de la
    Secretaría de la CCAD se estableció en la Ciudad de
    Guatemala, donde estuvo ubicada hasta octubre de1998.

    El financiamiento
    de la CCAD se estableció con claridad que vendría
    de las cuotas anuales de los países miembros y de las
    donaciones que la comunidad
    internacional aportara. Se pensó, desde su inicio, en la
    creación de un brazo financiero, origen de lo que hoy se
    denomina FOCADES (Fondo Centroamericano de Ambiente y
    Desarrollo). Este mandato se reitera en la Alianza
    Centroamericana para el Desarrollo Sostenible (ALIDES), en
    1994.

    Los primeros
    años

    Con mucho sacrificio y dedicación de sus primeras
    autoridades y funcionarios, la CCAD empezó su
    operación en la Ciudad de Guatemala. En sus primeros
    años de gestión
    contó con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos
    para el Desarrollo Internacional (USAID) y de la Agencia Sueca de
    Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI).
    Durante la XXIX Reunión Ordinaria y en ocasión del
    10º aniversario de fundación de esta Comisión,
    se reconoció el apoyo proporcionado por ambas agencias
    bilaterales. Los recursos para la operación durante los
    primeros años provinieron del aporte de esas agencias y de
    las cuotas de membresía de los países. La
    relación presupuestaria era dispar, Centroamérica
    aportaba entre un 5 y un 10% y la comunidad internacional entre
    un 90 y un 95% del total.

    La sociedad civil
    organizada era incipiente, apenas daba sus primeros pasos;
    recordemos que en Nicaragua recién pasaban las elecciones
    que los Sandinistas perdieron y asumía el poder un
    gobierno civil,
    la "recontra" aún combatía en las montañas;
    en El Salvador se negociaban los Acuerdos de Paz, y en Guatemala
    se daban los primeros pasos para alcanzar sus acuerdos de paz,
    que finalmente se firmaron en 1992 y 1996, respectivamente. El
    Plan de Paz de
    Esquipulas II apenas empezaba a rendir sus frutos. En una
    región que salía de la guerra
    resultaba difícil y lerdo el aprendizaje
    del uso de los instrumentos que la democracia
    ofrece, entre otros, la libre organización, el derecho a la libre
    opinión, la libertad de
    reunirse y el derecho a profesar sus credos políticos y
    religiosos.

    No habían Ministerios de
    Medio Ambiente en los países, sólo Costa Rica y
    Honduras los tenían. Nicaragua tenía un instituto,
    Guatemala una Comisión adscrita a la Presidencia y El
    Salvador una Secretaría dentro del Ministerio de Planificación. Panamá y Belice se
    incorporan, en 1996, luego de que el Protocolo al Convenio
    constitutivo de la CCAD entró en vigencia. El entusiasmo
    despertado por la Cumbre de Río de 1992 se respiraba en la
    Región; y como parte del espíritu de Río se
    desarrolló la Alianza Centroamericana para el Desarrollo
    Sostenible y en la búsqueda de socios para ella,
    aspiración que se materializa en 1994. En la ALIDES, los
    Presidentes le asignan a la CCAD el cumplimiento de los
    compromisos en materia de
    medio ambiente y recursos
    naturales que acordaron, considerados como la base para la
    promoción del desarrollo sostenible de la
    Región.

    En sus inicios la Agenda Ambiental Centroamericana
    tenían una clara y lógica
    influencia de los intereses de la Comunidad Internacional. La
    CCAD era vista como una agencia regional de asistencia
    técnica y de cooperación, muy similar a una
    fundación. En esos años, se suscribe, y se ratifica
    posteriormente, el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de
    la
    Organización de Estados Centroamericanos (ODECA) y
    crea el Sistema de la
    Integración Centroamericana (SICA), manteniendo la sede de
    la ODECA en San Salvador.

    Una instrucción
    presidencial para reestructurarse: la Declaración de
    Panamá

    En julio de 1997, en la XIX Cumbre de Presidentes
    Centroamericanos, celebrada en Panamá, se conoció
    el documento elaborado por el BID y la CEPAL que recomienda la
    modernización del SICA, y los Presidentes suscriben la
    Declaración de Panamá II y los
    Lineamientos para el Fortalecimiento y Racionalización
    de la Institucionalidad Regional
    , donde toman el acuerdo de
    establecer una Secretaría General Unificada; y se le
    asigna al Secretario General del SICA su estructuración.
    Con base en ese acuerdo, el Consejo de Ministros de la CCAD
    decide trasladar la Secretaría de Guatemala a San
    Salvador, y nombrar al Secretario Ejecutivo como Director General
    de Medio Ambiente Interino de la Secretaría General del
    SICA. El traslado se hace efectivo a partir de octubre de
    1998.

    Finales de los 90 a
    los primeros años del nuevo siglo

    Casi en los mismos días en que el huracán
    Mitch golpeaba Centroamérica, en octubre de 1998, se
    instrumentaba el acuerdo del Consejo de Ministros que
    instruía el traslado a San Salvador y se abría la
    Dirección General de Medio Ambiente del
    SICA (DGMA) y por ende también la Secretaría
    Ejecutiva de la CCAD (SE-CCAD).

    La Secretaría General del SICA no dio directrices
    claras para el funcionamiento de la Secretaría General
    Unificada como se le instruyó, según el acuerdo de
    los Presidentes (esto dio como resultado que el Consejo de
    Ministros acordara en el 2003 continuar apoyando el proceso de
    creación de una Secretaría General del SICA, pero
    rescindiendo el Acuerdo Marco de Cooperación Funcional).
    Luego de un proceso de negociación que tomó los meses que
    restaban para concluir 1998, a la SE-CCAD se le aumentó el
    presupuesto, con
    base en las cuotas que los países miembros pagan al SICA,
    que implicó una contribución aproximada al 20% de
    su presupuesto, por lo que el aporte de la Región
    aumentó en cerca de un 400%.

    Durante el último trimestre de 1998 se
    establecieron los lineamientos políticos con los que
    trabajaría la SE-CCAD, que se expondrán más
    adelante con detalle, que buscaron básicamente lo
    siguiente: consolidar a la CCAD como órgano
    político, elaborar una estrategia de
    mediano y largo plazo, participación plena de la sociedad
    civil, crear mecanismos de transparencia y de rendimiento de
    cuentas, y
    aumentar el número de socios y donantes.

    De fundación
    a órgano político de integración: los roles
    institucionales

    Quizás suene extraño que se use la palabra
    fundación, como ya se hizo mención anteriormente,
    pero fue una Ministra la que un día comentó que una
    ONG de su
    país se le acercó para pedirle su apoyo para enviar
    una solicitud de fondos a una fundación de la que todos
    los países son dueños, la Ministra preguntó,
    no sin sorpresa, el nombre de la fundación, y uno de los
    dirigentes le dijo que se llamaba CCAD… Posiblemente el mal
    entendido se originó en la estrecha relación que la
    CCAD mantiene con sus socios y donantes, y que producto de
    ello en algunos proyectos se
    incluían actividades que eran ejecutadas por algunas ONG y
    que esa relación con la cooperación era más
    visible que la actividad política que le
    correspondía desarrollar.

    Se empezó una fuerte campaña para mostrar
    que el Consejo de Ministros de la CCAD era el órgano
    máximo de la integración ambiental en
    Centroamérica y que siendo los Ministros ciudadanos
    políticos, lógicamente les corresponde hacer
    política. Y siendo más específicos, le
    corresponde hacer la política para la integración
    ambiental de Centroamérica, desarrollar las políticas
    necesarias para que el pilar ambiental de la ALIDES se
    instrumente en forma coordinada con los otros pilares.

    ¿Se abandonaron entonces los proyectos y las
    donaciones? No, por supuesto que no, se les dio otro enfoque. Los
    proyectos ahora responden al interés de
    la Región, mientras que los socios o donantes financian
    por la vía de la CCAD únicamente proyectos que
    Centroamérica, como unidad regional, solicita. Los
    proyectos son para fortalecer la acción
    política de la CCAD. Este enfoque pretende que, usando la
    jerga de proyectos, que la CCAD sea ejecutor, o sea que tenga la
    responsabilidad política y legal, que el
    implementador, quien tiene la responsabilidad técnica, sea
    un tercero y que el administrador,
    quien vela por la buena administración de los fondos, sea un
    también tercero, pudiéndose darse el caso que el
    implementador y el administrador sean el mismo
    tercero.

    Todos los socios y donantes están convencidos que
    la CCAD debe ser un órgano político, pero no todos
    están de acuerdo en que la CCAD deje de realizar los
    papeles de implementador y de administrador de proyectos. En ese
    sentido, en enero de 2002, se presentó al Consejo de
    Ministros el avance para transformar a la CCAD en un
    órgano cada vez más político, dedicado a
    integrar la posición centroamericana en el concierto de
    las naciones, a facilitar los encuentros políticos
    necesarios para promover la integración centroamericana y
    a catalizar los nuevos conceptos y mecanismos que mejoren la
    calidad del
    ambiente y el manejo de los recursos naturales de la
    región.

    La pregunta que también sobreviene entonces es
    sobre el rol de la Secretaría Ejecutiva de la CCAD,
    ¿cuál es el rol de la Secretaría?, que se
    responde resaltando que debe ser facilitadora, integradora y
    catalizadora. Facilitadora en el sentido de convocar a reuniones,
    talleres, levantar actas, encargarse de la
    comunicación, de la contabilidad,
    de representar a la CCAD (cuando así lo disponga el
    Consejo de Ministros) y otros, o sea facilitar el funcionamiento
    de la CCAD. Integradora porque busca siempre que la región
    se integre cada día más, que se armonicen
    políticas y leyes, que en el
    concierto internacional la Región se muestre integrada, se
    presente con una sola voz. Catalizadora, porque introduce nuevos
    conceptos y métodos en
    la corriente ambiental de la región, los acelera y no
    participa en ellos.

    Un enfoque más
    allá que la simple participación: Foro de la Sociedad
    Civil

    En una de las muchas conversaciones que se han mantenido
    con organizaciones de
    la sociedad civil, se logró, luego de buscar el mejor
    símil, acuñar lo que se entendía por
    participación: se entendió como una
    invitación a cocinar juntos, en la que los participantes
    conocen muy bien lo que se va a cocinar, cada uno tiene sus
    trucos para dar la mejor sazón, y durante la labor
    estricta de cocinar todos comparten lo que saben, en contraste
    con lo que sería una invitación a cenar
    (tradicional concepto de
    participación), en la que simplemente se sirven los
    platos, posiblemente alguno de los comensales tenga idea de lo
    que se está cocinando, pero nadie sabe, excepto quien
    cocina, sobre las cantidades exactas, los tiempos de cocimiento,
    y los secretos que el plato preparado tiene.

    Se escucha muy a menudo "se consultó con la
    sociedad civil", "hubo plena participación" y expresiones
    similares. Siempre se hizo la pregunta en la SE-CCAD sobre la
    cantidad y calidad de la información previa que tenían los
    invitados a la consulta o al proceso de participación ciudadana. En la SE-CCAD nos
    preguntábamos también si una reunión, taller
    o seminario que
    se organizara para informar a la sociedad era suficiente, si una
    hoja llena de nombres, direcciones, números de
    teléfonos y firmas era suficiente para afirmar que "X"
    (documento, ley, proyecto,
    actividad u otros) había sido consultado como lo exigen la
    mayoría de las leyes en Centroamérica. Por supuesto
    que la respuesta que inicialmente nos dimos en 1998 era que no,
    respuesta que hoy, cinco años después,
    mantenemos.

    Con el fin de garantizar que la CCAD accionaría
    distinto, la SE-CCAD se propuso mantener un permanente contacto
    con la sociedad civil organizada regionalmente, se mantuvo una
    política de "puertas abiertas", o como dicen, una
    "política incluyente". Se decidió que la sociedad
    civil debía participar directamente en la toma de
    decisiones y que se empezaría por la
    elaboración de los proyectos. Se decidió que las
    organizaciones debían conocer de primera mano lo que la
    CCAD estaba desarrollando y se nombró un funcionario para
    que se encargara de mantener un contacto permanente con las
    organizaciones, accionar que evolucionó al establecimiento
    del Foro Permanente de la Sociedad Civil de la CCAD.

    Hay quien dice por ahí que lo que no se refleje
    en un presupuesto no queda nada más que como buena
    intención y la CCAD consideró e hizo eco de esas
    palabras, y en el proceso de construcción de su brazo financiero, el
    FOCADES, decidió que su Junta Directiva estaría
    integrada por dos Ministros y por tres representantes de
    organizaciones regionales integrantes del Comité
    Consultivo de la Sociedad Civil del SICA y que representen los
    sectores universitario, empresarial y el de las organizaciones
    campesinas, indígenas y negras; este acuerdo se
    tomó en 2001, durante la XXX Reunión Ordinaria. La
    consolidación del FOCADES se va dando poco a poco, pero la
    decisión política más importante ya se dio:
    tres miembros de la sociedad civil y dos ministros en una junta
    directiva de cinco miembros. La participación es un eje
    que cruza toda la gestión de la CCAD, es un eje
    transversal en todas las actividades.

    Equidad de
    género

    Se entendió que la equidad de
    género
    no es solamente decir o escribir "los" o "las" que se trata de
    que las oportunidades sean las mismas para los hombres y para las
    mujeres. Que las inequidades sean superadas y que las condiciones
    sociales históricas se vayan eliminando a la mayor
    velocidad
    posible. Desde 1999, se estableció que la CCAD
    debía ser promotora de equidad y se comenzó por la
    elaboración de una "Política de Equidad de
    Género", con el apoyo y asesoría de la UICN. Se
    incluyó en los proyectos la consideración de
    género, no sólo reflejada en el uso de
    artículos y adjetivos sino en la estadística y en los presupuestos.
    Se han tratado de implementar acciones
    afirmativas, pero no siempre ha sido posible. Para la selección
    de coordinadores de los proyectos Corredor Biológico
    Mesoamericano y Sistema Arrecifal Mesoamericano se incluyeron
    acciones afirmativas en los criterios de selección de los
    candidatos. La consideración de la equidad de
    género es otro eje transversal en las actividades de la
    CCAD.

    Educación
    ambiental.

    Partiendo del hecho que "no valora el que no conoce", se
    consideró como una tarea permanente educar y se dispuso
    que en todas las acciones se incluirían renglones
    presupuestarios relacionados con educación (que se
    reflejan en los componentes de capacitación y talleres y en
    publicaciones). Y que siendo consistentes con el papel de
    catalizadores, se tomarían instrumentos,
    metodologías o temas que hubiesen generado buenas
    experiencias en otros ámbitos y que a criterio de la
    SE-CCAD o por solicitud de los miembros o socios de la CCAD se
    considerara de importancia su introducción en la Región (ejemplos
    claros son, entre varios, el uso de instrumentos
    económicos, el punto de vista de negocio en el mecanismo
    de desarrollo limpio y el pago de servicios
    ambientales).

    Fácil fue caer en la tentación de
    convertir a la CCAD en promotora de cursos de formación
    académica (incluso se promovió la apertura de una
    maestría en legislación ambiental y hasta se
    firmaron títulos…), producto del interés de
    satisfacer necesidades en la Región, luego de varias
    discusiones se concluyó que la educación formal
    tenía que ser impartida por las instituciones
    especializadas y que la introducción de temas ambientales
    en los currículos escolares debía ser una
    responsabilidad de la Coordinación Educativa y Cultural
    Centroamericana, que reúne a los ministros de la
    región. La educación es también un eje
    transversal en el accionar de la CCAD.

    La reducción
    de la vulnerabilidad y lucha contra la pobreza

    El huracán Mitch reafirmó,
    lamentablemente, lo vulnerable que es Centroamérica. Se
    Sabe que de junio a noviembre la Región puede ser golpeada
    por huracanes, tormentas e inundaciones. Que de noviembre a
    junio, la Región puede ser golpeada por sequías e
    incendios
    forestales, y que de junio a junio puede ser azotada por
    erupciones volcánicas, terremotos y
    maremotos. Se vive en una región vulnerable, es donde
    vivimos y tenemos que aprender a vivir con ello. ¿Si
    aprendimos que podíamos vencer la guerra y alcanzar la
    paz, por qué no haremos lo mismo con la
    vulnerabilidad?.

    Las tierras más fértiles son las que
    están en los alrededores de los volcanes; no
    obstante, son susceptibles de sismos,
    deslizamientos y erupciones Los desarrollos urbanos están
    directamente relacionados con las tierras más
    fértiles. En los alrededores de las zonas urbanas se han
    generados cinturones de pobreza. Los alrededores de las zonas
    urbanas (ríos, barrancos, pie de montañas, etc.)
    son las más vulnerables. La población más
    pobre vive en las zonas más vulnerables.

    Se reconoce a nivel mundial la existencia del
    círculo vicioso entre pobreza y deterioro ambiental. Dada
    la condición de vulnerabilidad de nuestra Región,
    al círculo se adiciona vulnerabilidad. Entonces, en
    nuestra Centroamérica luchar contra el deterioro ambiental
    es luchar contra la pobreza y
    contra la vulnerabilidad, lo que implica en la CCAD sean
    consideradas como variables
    transversales.

    El Plan Ambiental de la
    Región Centroamericana (PARCA)

    A principios de
    1999, existía un fuerte convencimiento en la SE-CCAD que
    la lucha por una integración ambiental tenía que
    contar con un plan
    estratégico que la orientara permanentemente. Siempre
    nos preguntamos en la SE-CCAD como hacer el plan
    estratégico. Los colegas de la Agencia Sueca de
    Cooperación Internacional para el Desarrollo (SIDA), por su
    lado, en varias de las misiones a CCAD emitieron criterios sobre
    la necesidad de contar con un plan y nos reiteraban que
    habían hecho recomendaciones e informes sobre
    ello (lamentablemente nunca conocimos los informes ni las
    recomendaciones), pero un día conversando el tema
    salió al tapete y se concordó en que debía
    hacerse y se inició el proceso para su
    elaboración.

    Por un lado, se consideró indispensable hacer un
    examen de la situación organizacional y se pidió el
    apoyo de la ONG basada en Costa Rica CEGESTI, con amplia
    experiencia en desarrollo
    organizacional y sistemas de
    calidad, quienes recomendaron como se debía organizar
    la CCAD para ser más eficientes y señalaron
    debilidades y amenazas. Al mismo tiempo, se
    conversó ampliamente con representantes de organizaciones
    indígenas, campesinas y de afrodescendientes. Muchas horas
    de escucha sobre lo que creían que debía ser la
    acción ambiental de corto, mediano y largo plazo en la
    Región. Los Enlaces Ministeriales y las Presidencias
    Protémpores de la CCAD daban sus puntos de vista y
    requerimientos. Los Directores Generales de los 7 ministerios o
    autoridades ambientales de la Región al igual que los
    puntos focales de los Comités Técnicos fueron
    ampliamente participados. Todos en la Secretaría Ejecutiva
    participamos activamente hasta que fuimos teniendo borradores
    cada vez más afinados de lo que debía ser el PARCA.
    Una firme decisión de la Presidencia Protempore de la
    CCAD, a cargo de Guatemala, durante el segundo semestre de 2000,
    dio el impulso final y personalmente el Ministro participó
    en discusiones en El Zamorano, el CATIE, el INCAE y la EARTH
    (universidades de carácter regional) y con varios de los
    socios y donantes de la CCAD, hasta que se llegó al
    documento final con el que hoy se cuenta.

    Cuatro áreas temáticas y cuatro ejes
    transversales fue el resultado final, todos buscando disminuir el
    deterioro ambiental y una mejora en el manejo del ambiente mismo
    y de los recursos naturales en general. Se partió
    reconociendo que en la región habían relaciones, o
    debían existir, entre las áreas temáticas
    Bosques y Biodiversidad, Producción, Agua y
    Gestión Ambiental. Que las relaciones eran o malas o
    nulas, y que los instrumentos que la región había
    usado hasta hora eran insuficientes o inaplicables o ineficientes
    o su suma y que por lo tanto se debían buscar nuevos,
    principalmente los que la economía de mercado o las
    expectativas de la sociedad estaban ofreciendo o requiriendo,
    según sea el caso, en ese momento y que luego de su
    análisis y discusión se encontraran
    útiles para la Región, obviamente sin abandonar los
    de comando y control que las
    leyes establecían. Se reconoció también que
    en la Región no se aplicaban los principios de
    gestión ambiental y que si en verdad se quería
    avanzar, era el momento de llevarlos a la práctica y si
    bien la gestión ambiental se incluyó como un
    área temática como tal, se consideró que
    debía también ser transversal.

    El PARCA se tenía que traducir a planes anuales,
    y se propuso, para ser consistentes como el mismo Plan, que los
    Planes Operativos Anuales (POA) que se elaborasen tenían
    que plantearse bajo el esquema de "canastas", o sea un POA
    común para todos los proyectos y así se
    elaboró a partir de 2002.

    Un POA institucional: una
    decisión técnica con alto contenido político
    y
    el trabajo
    realizado en búsqueda de definiciones y
    conceptos

    Es muy común en la Región, trátese
    de proyectos regionales o nacionales, que los proyectos se
    desarrollan en forma independiente o autónoma, sin
    coordinar con quién lo pidió o es el principal
    beneficiario, o con otros proyectos complementarios. Varios de
    los proyectos regionales se ejecutaban bajo ese esquema: CCAD
    firmaba la solicitud al donante, se nombraba una unidad ejecutora
    de simpatía para y seleccionada por el donante, con
    programas
    aprobados por el donante, con socios escogidos por la
    coordinación del proyecto, y a veces con los donantes,
    inconsultamente con los gobiernos o con la CCAD como tal y la
    CCAD se requería nada más o para la búsqueda
    de contrapartidas, o para que se acelerara algún
    trámite en alguno de los 7 ministerios de la
    Región. Los proyectos decidían qué si o
    qué no se hacía, cuándo, cómo, con
    quién y cuánto costaba la actividad. Los proyectos
    eran islas independientes.

    ¿Cómo lograr que no se den islas y que los
    proyectos respondan a la Región y sus necesidades? Se
    decidió que con un POA institucional y de inmediato se
    dispuso hacerlo, el proceso no ha sido fácil y
    todavía se continúa trabajando en él. Se
    tuvo que trabajar en definiciones (qué puede ser
    considerado como regional y qué como nacional) y conceptos
    para establecer los presupuestos ya que hay muchas acciones que
    los gobiernos no pueden financiar porque sencillamente la
    legislación actual y su condición económica
    no lo permiten, dentro de ellas caben la mayoría de las
    que se podrían clasificar como "comunitarias o
    centroamericanistas" o las transfronterizas. El POA se
    elaboró pensando en que los gobiernos financiarán
    las acciones que según la legislación vigente se
    consideren como estrictamente nacionales, por lo que solo se
    pensó en financiar actividades regionales que cumplan al
    menos dos de los siguientes criterios, que fueron discutidos
    ampliamente en la XXXIII Reunión Ordinaria del Consejo de
    Ministros de la CCAD, celebrada en Granada, Nicaragua en julio de
    2002:

    • Economía de escala: se
      dará básicamente cuando se trate de cursos de
      capacitación, contratación de consultores
      altamente especializados, publicaciones, sistemas de
      información e intercambio de
      experiencias.
    • Costos incrementales: costos no
      considerados en los presupuestos nacionales que se realizan
      para el cumplimento de objetivos
      fuera de las fronteras nacionales.
    • Acciones en ecosistemas o cuencas
      compartidas.
    • Acciones que permitan apoyar a un país a
      cumplir un objetivo
      regional

    Lo anterior implica varias situaciones. Por un lado,
    explicar a los gobiernos que los fondos regionales no se pueden
    utilizar para financiar actividades estrictamente nacionales, lo
    que en otras palabras significa decir un "no" a instituciones
    desfinanciadas; por otro, hacer ver a los donantes que un
    financiamiento a la CCAD no es igual a la sumatoria de siete
    financiamientos y hacer valer esa tesis cuando
    se está en la ejecución del proyecto; y por otro,
    la búsqueda de mecanismos ágiles y eficientes para
    la aprobación de los POA por los países actuando
    regionalmente.

    El proceso de elaboración de un POA además
    de incluir las visiones regionales de cada país y que en
    cada país los técnicos unifiquen con sus superiores
    jerárquicos esa visión, ha tratado de mantener un
    estrecho diálogo
    con la sociedad civil organizada regionalmente que participa en
    el Foro Permanente de la Sociedad Civil (lejos todavía del
    principio de "cocinar juntos", pero en esa
    vía).

    La etapa de aprobación o de no objeción
    del POA todavía no está en el punto que se pretende
    tener: un POA único para todos los donantes y socios que
    financian actividades en la CCAD y un reporte único. Todo
    bajo el esquema de "canasta". Por supuesto que todo el proceso
    (elaboración, monitoreo, evaluación
    y auditoría) debe ser público y estar
    disponible para quién se interese en la página web
    de la CCAD (www.ccad.ws)

    La puesta en marcha de un POA institucional implica una
    maximización de los recursos y un uso más
    eficiente, se evitan duplicaciones, se buscan complementariedades
    y sinergias y se facilita el logro de los objetivos. La tarea no
    es fácil y debe fortalecerse, es un reto
    permanente.

    Donantes y socios
    (presupuesto y relaciones institucionales)

    Un organismo que depende en su presupuesto en
    aproximadamente un 80% del aporte de sus socios y donantes debe
    mantener una relación permanente con ellos y sobre todo,
    garantizar que sus requerimientos administrativos y
    presupuestarios se cumplen.

    En sus inicios, la CCAD dependía, como ya se
    dijo, en más de un 90% de su presupuesto básico
    ("core budget") de dos o tres donantes, lo que obligó a
    plantearse un cambio radical
    en las relaciones de dependencia, cambio que se ha hecho y que ha
    llevado a una relación en que ningún donante aporta
    más del 22% del presupuesto de la CCAD.

    El contar con el PARCA y con un POA institucional ha
    permitido a la CCAD mantener una relación distinta con sus
    socios y donantes. La discusión principal ahora con los
    socios y donantes es sobre tesis políticas y para ver
    avances de proyectos o presupuestos se hacen reuniones
    periódicas, lo que ha permitido por un lado una mejor
    relación con todos y por otro, un aumento significativo en
    el número de socios y donantes y de proyectos. En 1998 se
    contaban con aproximadamente 10 y en el 2003 se cuentan con
    aproximadamente 45.

    En el 2000 se organizó la primera reunión
    con socios y donantes en las instalaciones de la
    Secretaría General del SICA, actividad de medio día
    que contó también con la presencia de los Enlaces
    Ministeriales. La sociedad civil estuvo ausente. La segunda
    reunión con socios y donantes se realizó en las
    instalaciones del Banco
    Centroamericano de Integración
    Económica, bajo la dirección permanente de la
    Presidencia Pro Témpore de ese momento y con el Ministro
    que asumiría la Presidencia en el próximo semestre.
    La reunión fue de dos días. La sociedad civil tuvo
    una participación parcial. La tercera se realizó en
    Francia, en
    las instalaciones del Banco Mundial,
    en el 2002, con la presencia de todos los Ministros y duró
    dos días. Se contó con una participación
    activa y plena de la sociedad civil.

    No más
    implementación y sí más
    ejecución

    Un organismo político se encarga de temas
    políticos. En consecuencia, hay una decisión
    tomada: la CCAD ejecutará proyectos, lo que significa que
    en todos los proyectos será responsable política y
    legalmente. La CCAD buscará la participación en la
    implementación (responsabilidad técnica) de
    terceros y lo mismo hará para la
    administración de los fondos.

    El planteamiento parece sencillo, pero su
    aplicación no lo es. Todos los socios y donantes han dicho
    que están de acuerdo con el planteamiento, pero al
    llevarlo a la práctica varios se oponen, así que
    durante la "puesta de acuerdo entre las partes", la CCAD, a pesar
    de la decisión tomada, tendrá que cumplir en varios
    de los proyectos las tres funciones
    (ejecutora, implementadora y administradora).

    Hay algunos casos exitosos relacionados con la
    implementación de proyectos con terceros, como es el caso
    del proyecto que instrumenta la UICN para el fortalecimiento de
    los sistemas de
    evaluación de impacto ambiental
    y como son algunos casos de implementación de actividades
    en PROSIGA (mejoramiento de los sistemas de gestión
    ambiental financiado por Holanda), Corredor Biológico
    Mesoamericano (proyecto financiado por el GEF) y Sistema
    Arrecifal Mesoamericano (también financiado por el
    GEF).

    Siempre prevalecerán algunas dudas sobre la
    implementación de proyectos para el fortalecimiento
    institucional de la CCAD, para la armonización de leyes y
    políticas y para la unificación de posiciones,
    ¿se requerirá en esos casos la participación
    de terceros?.

    Participación y Rendimiento de cuentas.
    Transparencia y más transparencia

    Los que somos servidores
    públicos, eso somos los que trabajamos en la CCAD, debemos
    acostumbrarnos y tener absolutamente interiorizado que siempre
    debemos rendir cuentas y que nuestras actuaciones son
    públicas. Toda la información que se maneja en la
    CCAD debe ser pública, incluidos los salarios. Hemos
    hecho nuestros mejores esfuerzos para que eso sea así. La
    tarea no ha sido fácil. No todas las mentes ni en todos
    los países se piensa así. Pero ese es el norte:
    cuestión pública, información
    pública.

    La información es pública, pero eso no es
    suficiente, además, se deben buscar todos los medios
    posibles para que llegue al mayor público y si en los
    procesos de
    participación pública se pretende una plena
    participación, debemos asegurar que los participantes
    cuenten con la cantidad de información previa suficiente
    que les permita tomar decisiones de la misma forma que los
    convocantes. Esperamos que un futuro convocado y convocante
    tengan el mismo grado de información.

    Los fondos que maneja CCAD en su mayoría son
    públicos, por no decir en su totalidad. Fondos
    públicos que son aportados por contribuyentes
    internacionales por la vía de sus gobiernos o cuotas de
    los países. Todos los ciudadanos tienen el derecho a saber
    en que se invierten sus impuestos. Los
    servidores públicos debemos informar en que se han
    invertido o gastado las contribuciones. Los servidores
    públicos debemos acostumbrarnos a rendir
    cuentas.

    Las premisas anteriores han motivado a que en el sitio
    web de la CCAD
    estén el presupuesto anual (incluidos los renglones
    salariales), los informes de auditoria, los informes de monitoreo
    y de evaluación, las actas del Consejo de Ministros y de
    Comités Técnicos, el POA, los informes de avances y
    otros. En un futuro cercano se espera, que además de la
    información señalada, se pueda accesar los avances
    y presupuestos de cada uno de los proyectos que la CCAD
    ejecuta.

    Sobra decir, que en adición a lo anterior, la
    CCAD organiza reuniones periódicas con organizaciones que
    representan a los distintos sectores de la sociedad civil
    centroamericana para rendir cuentas, en las que se discuten
    avances de proyectos, gastos,
    contrataciones, resultados de participaciones internacionales y
    otros. La convicción de rendir cuentas y de contar con
    mecanismos reales, permanentes y eficientes de
    participación obligaron a la CCAD a establecer el Foro
    Permanente de la Sociedad Civil.

    Foro Permanente de la
    Sociedad Civil

    En el libro sagrado
    de los mayas, el
    Popol Vuh, se
    describe en sus primeros capítulos la forma en que los
    dioses crearon el mundo. Se dice que luego de varios semanas y
    discusiones finalmente llegaron a un consenso y crearon a los
    hombres…. Esa ha sido la característica de nuestra
    región: el consenso, y debemos hacer todos los esfuerzos
    para rescatarlo e interiorizarlo en nuestras actuaciones. Desde
    que se inició el proceso de traslado de sede de Guatemala
    a El Salvador, en octubre de 1998, la búsqueda del
    consenso ha sido uno de los horizontes a seguir.

    Desde 1998, la CCAD ha emprendido un decidido proceso
    para consolidar su relación con la sociedad civil, y
    avanzar así en la búsqueda e interiorización
    del consenso. El huracán Mitch, además de reafirmar
    cuán vulnerable es Centroamérica, reafirmó
    también cuán desarticulada estaba la sociedad civil
    y los organismos de integración. La comunidad cooperante
    le pidió a los gobiernos y a los órganos de la
    Integración que elaboraran proyectos concretos para paliar
    y mitigar los daños. La CCAD optó porque los
    proyectos fueran elaborados por la sociedad civil, se
    pidió a ONG que los elaboraran. CICA (Consejo
    Indígena Centroamericano), CICAFOC (Asociación
    Centroamericana de Indígenas y Campesino de
    aprovechamiento Forestal Comunitario), ASOCODE (Asociación
    Centroamericana para el Desarrollo), ONECA (Organización
    Negra de Centroamérica), Frente Solidario de
    pequeños caficultores y UPROCAFE (Unión de
    Pequeños Productores de Café)
    se unieron bajo la Coordinadora Centroamericana del Campo y con
    fondos internacionales que la SE-CCAD consiguió, se hizo
    un proceso ampliamente participativo y los proyectos que
    resultaron de él, la CCAD los presentó a la
    comunidad internacional, además, la SE-CCAD buscó
    fondos para asegurar la participación de la sociedad civil
    en la reunión del Grupo
    Consultivo para Centroamérica que se reunió en
    Suecia, en mayo de 1999.

    La participación regional en la segunda
    Reunión del Grupo Consultivo, celebrado en España en
    el 2001, tuvo la misma tónica; la CCAD presentó
    dentro de la propuesta regional de Modernización y
    Transformación de Centroamérica, los proyectos que
    las organizaciones elaboraron y también garantizó
    que sus representantes participaran.

    Los casos anteriores no fueron aislados, hasta hoy se ha
    mantenido un diálogo permanente en todo el quehacer
    institucional de la CCAD: proyectos, planeación, programación y otros. Para facilitar la
    comunicación, la SE-CCAD dispuso, como ya
    se dijo, un especialista para que se dedicara a tiempo completo a
    mantener el diálogo con la sociedad civil Toda la
    relación existente llevó al Consejo de Ministros a
    tomar el acuerdo de establecer el Foro Permanente de la Sociedad
    Civil, durante la XXX Reunión Ordinaria, celebrada en San
    Salvador, en mayo de 2001.

    A finales del 2001, se estableció el Foro
    Permanente de la Sociedad Civil, en una asamblea constitutiva en
    la que estuvo presente la Presidencia Pro Tempore. En la constitución participaron nueve
    organizaciones (ONECA, FECATRANS, ASOCODE, CICA, UPROCAFE, FRENTE
    SOLIDARIO, FECAICA, CICAFOC y FECAMCO), cuyo requisito es ser
    miembro del Comité Consultivo del SICA. Se discute si la
    membresía de la UICN y si la formación de alguna
    otra organización de carácter regional que no
    pertenezca al CC-SICA podría participar en el Foro como
    miembro pleno.

    La instrucción girada en la CCAD es que la
    sociedad civil tiene el derecho de participar en todas las
    actividades que se realicen en el marco de la CCAD: reuniones del
    consejo de ministros y comités técnicos, talleres,
    capacitación, sesiones de planeación y
    programación y otras.

    En una Región que recién empieza a caminar
    por los senderos de la paz y la democracia es difícil que
    todos estemos de acuerdo en la participación y en la
    búsqueda del consenso milenario y tradicional que nuestros
    antepasados acostumbraron. La ruta ha sido trazada, y no queda
    nada más que seguirla.

    La CCAD en el siglo 21:
    los retos de los próximos años

    Somos firmes convencidos que la integración la
    hacen los pueblos y no los gobiernos y mucho menos las
    organizaciones del SICA. Como bien se ha señalado, la CCAD
    cumplie las funciones de catalizadora, integradora y facilitadora
    del proceso, nunca de conductora. Se tiene que dar una
    discusión que permita a todos los centroamericanos saber
    con claridad hacia donde se dirige la integración,
    qué entiende por región y por regionalidad. Lo
    cierto es que las discusiones no pueden darse en la burocracia de los
    gobiernos o de los órganos del SICA debe darse en forma
    participativa, abierta y transparente.

    La CCAD necesariamente se verá beneficiada de
    todo el proceso de discusión que se dé,
    lamentablemente no hay señales
    que muestren que eso se dará en el corto plazo. Algunos
    países de la región no pueden emprender
    todavía procesos participativos, abiertos y transparentes.
    Tampoco lo pueden hacer de esa forma algunos de los
    órganos del SICA.

    La CCAD deberá catalizar procesos conducentes a
    que la integración se haga efectiva, sustentada en
    acciones concretas, verificables y controlables, entre varios,
    los siguientes:

    la consolidación del corredor biológico
    mesoamericano con sus normas y
    reglas,

    • el manejo conjunto del sistema arrecifal
      mesoamericano y de otros ecosistemas compartidos,
    • suscripción de acuerdos bi o trinacionales
      públicos que sean verificables para el manejo de
      cuencas o ecosistemas compartidos,
    • el sistema de acreditación de
      Centroamérica,
    • el sistema de
      información ambiental,
    • el sistema centroamericano de áreas
      protegidas,
    • el sistema centroamericano de evaluación de
      impacto ambiental y por supuesto todas las políticas,
      leyes y estándares que sea posible unificar o
      armonizar.

    Por

    Mauricio Castro Salazar

    Asesor de CICAFOC, ex Secretario
    Ejecutivo de la Comisión Centroamericana de Ambiente y
    Desarrollo. 2004

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