Lo que intento mostrar en este trabajo es
relacionar el tema haciéndole una crítica
a mi protocolo "de los
derechos
humanos", dado que en los derechos humanos se reclamaron sobre
todo aquellas facultades relacionas con la libertad
personal y la
regeneración familiar.
Un sector importante constituyó lo que se
podría llamar como movimientos por los derechos civiles en
México,
que mantuvo desde un principio fuertes vínculos con el
movimientos social y político, debido a que en gran medida
a que las garantías
individuales que se exigieron y diversificaron
rápidamente se revelaron como reclamos por las violaciones
de los derechos humanos.
LOS DERECHOS
HUMANOS EN GENERAL.
En la última década del siglo XX y
quizá la primera óptica
del siglo XXI, tiene como objetivo
mostrar en dicha etapa de transición la concepción
de la ciudadanía civil, que son los derechos
humanos y los derechos de las mujeres.
Es posible observar una cierta correlación entre
el aumento a las violaciones de los derechos humanos y el
incremento de acciones
realizadas por la sociedad civil,
para poner un alto a la violencia
generalizada.
Lo cierto es que la lucha por los derechos humanos se
fue transformando durante la transición paulatina de la
toma de conciencia
ciudadana de una gran mayoría de la población. Aquí vemos que la
historia "deja
ver un cambio en las
formas de percibir las relaciones entre el presente y el
pasado".
Al principio, el combate frontal se efectuó
exclusivamente por activistas y militares políticos,
afectados directos por la política represiva
que tuvo poca resonancia entre amplios sectores de la sociedad
civil, sin embargo, la conjunción de varios autores
subjetivos y objetivos hizo
que este movimiento
fuera transformando en la naturaleza de
los derechos civiles en México, en parte por el impacto de
nuevos grupos y la
incorporación de un mayor número de ciudadanos. Lo
que podemos ver es que el estudio del pasado ilumina e instruye
al presente2.
Es válido decir que la experiencia ha sido la que
dio pauta al desarrollo del
contundente movimiento ciudadano por la paz, que se elevó
posteriormente y con gran firmeza para exigir un alto a la
violencia y el inicio de un diálogo
entre el gobierno.
Es posible analizar, a partir del ejercicio y
reivindicación de los derechos humanos la
escenificación concreta de la lucha de las clases
abstractas, tomando en consideración la percepción
de sus autores, el uso de la legitimidad e ilegitimidad, los
recursos de la
violencia y la no-violencia.
Con esto podemos decir, que dentro de las instituciones
democráticas, un régimen de libertad y de justicia
social, fundado con el respeto de los
derechos esenciales del hombre y
considerando la estrecha relación que existe entre la
vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales
y la de los derechos civiles y políticos, por cuanto las
diferentes categorías de derechos constituyen un todo
indisoluble que encuentra su base en el reconocimiento de la
dignidad de la
persona
humana, por lo cual exigen, una tutela y promoción permanente con el objeto de
lograr su vigencia plena, sin que jamás pueda justificarse
las violaciones de unos en aras de la realización de
otros.
Así entonces podemos afirmar que la sociedad
civil ha venido cobrando conciencia del cáncer que
significa la violencia especialmente, en los últimos
tiempos cuando resurgen los atentados terroristas y los
secuestros, y cuando la presencia del narcotráfico funciona como un factor real
del poder.
En tales circunstancias, la sociedad ha comprendido que
el único antídoto efectivo y perdurable contra la
violencia es la vigencia del estado de derecho
y la preservación y la promoción de los derechos
humanos. Podemos tomar una cita textual de Alfonso Mendiola y
Guillermo Zermeño, donde "podemos decir que el método de
la historia fue desarrollando en sus inicios como crítica
de las fuentes, como
un medio para descubrir a través del análisis de los documentos,
hechos probatorios de algo". 3
Con esto tenemos que urge la necesidad, en la historia
de la sociedad, poner y constituir una forma de vida que detenga
los actos terroristas y otros aspectos que entrelacen, el actual
marco de violencia y el narcotráfico y todos aquellos
fenómenos que exigen que se vallan eliminando, con esto
tenemos que los factores económicos, sociales, culturales,
filosóficos, históricos,
Psicológicos y políticos, se unan en una
existencia que sea válida y vigente, en este caso son los
derechos humanos, pues la violencia ha consumido al ser social a
su exterminio, viviendo en una etapa de inseguridad,
por eso los seres sociales como autores mismos y protagonistas de
esta sociedad de violencia, urge que se unan con los derechos
humanos, pues todos esos eventos que han
hecho que se viva inseguro, ha hecho que la historia de un
país se vea como un evento que contribuya a su
legibilidad, es decir, tomando entonces como punto conveniente,
el actuar violentamente nos deja un puesto de vista
jurídico, la violencia, nos lleva ver a un país
como un evento de su propia historia.
Un ejemplo podrimos considerar, cuando mataron a Colosio
en 1994 y se tomaron a la cárcel a gente inocente, los
derechos humanos, afecta igualmente la dignidad humana porque el
victimario suprime respeto que debe privar entre miembros de la
misma especie.
En estos últimos años, México ha
logrado conformar el sistema
más grande del mundo, lo cual significa que contamos con
un sistema no-jurisdiccional, que significa la protección
más grande los derechos humanos, conviene recordar que los
derechos humanos en México se tratan de un organismo
técnico, encargado de recibir e investigar las quejas
sobre presuntas violaciones a los derechos humanos.
Tiene como finalidad conocer quejas y tratar de
resolverlas frente a actos u omisiones de personas o grupos de
la
administración pública, así el
empeño de los gobernantes y los gobernados han podido
vencer obstáculos y la incipiente cultura de los
derechos humanos que han ido colocándose en el lugar que
la sociedad ha señalado, como una de sus prioridades
fundamentales en la in-partición y administración de justicia.
La cultura de los derechos humanos ha ido
consolidándose cotidianamente. Pues tomando lo que nos
diría Michael de Certeau de que "algunos silencios
atestiguan hoy en día la huella de este pasado reciente, a
un estudio magistral de la sociedad y el pensamiento
clásico"4. Lo esencial de los derechos humanos ha ido
consolidándose cotidianamente donde la cultura va a
radicar fundamentalmente a los gobernantes y a los gobernados, la
conciencia de respetar los derechos humanos y de hacerlos
valer.
En cualquier latitud del mundo los derechos humanos en
la historia han sido y son y seguirán siendo los
basamentos del progreso de la sociedad, de la modernidad, la
libertad, la democracia y
la paz. así entonces, los grupos
sociales van a demostrar que viviendo la vida real de la
historia va a ampliar las categorías complejas que nos van
a llevar a una realidad y a un efecto por que todos queremos una
paz en el mundo y viendo los sucesos y acontecimientos
históricos del pasado de la primera y segunda guerra mundial
y todos aquellos eventos y sucesos que han sido sangrientos y
violentos injustamente fue necesario que surgieran los derechos
humanos en defensa de los desprotegidos y a todos aquellos que
eran oprimidos, vejetados por un opresor.
Por ello en la historia tanto narrativa, como discursiva
y todos aquellos sucesos que llevan a la práctica un
discurso, es
fundamental una paz con un valor
fundamental, pero para ello debemos tener también unos
derechos humanos que realmente protejan al inválido que es
incapaz de protegerse así mismo, llevando con esto, que
los actores que son violentos, que realizan un acto de violencia,
delincuencia,
soborno, asesinato, etc. y de momento se encuentren en el
escenario personas que no tienen nada que ver con esos actores de
violencia, pero por el simple hecho de que estuvieron en el
escenario sean culpados inocentemente y sean oprimido y vaya la
redundancia, vegetados por los mass medias y por los factores de
justicia y desde luego por un convencimiento de los medios
también sean juzgados impunemente por la sociedad,
mientras que los verdaderos actores de las malas fechorías
sean vistos como unos angelitos y anden libremente cometiendo
más actos de violencia.
Ahí es donde los derechos humanos entran y deben
estar en acción,
para así poder alcanzar la paz deseada por todos, pues la
paz es un valor fundamental y su significado estricto cobra
verdadera categoría universal en la historia cuando existe
cooperación tanto entre naciones, como entre hombres y
sociedad, a esto le pueden refutar que es una utopía
querer alcanzar la paz, pero lo que yo expongo es que la paz
justa, duradera, completa y universal no es ni una utopía
ni un mero deseo. Es un objetivo real, posible de alcanzarse por
todas las naciones y por todos los hombres, pues el objetivo
principal, puede ser alcanzado por los estados, las naciones y
por todos los hombres.
Un objetivo puede ser cuando los estados, naciones, y
grupos sociales armonicen, en un mismo sentido relaciones justas
y pacíficas, basadas en el derecho y la igualdad.
Sólo con el imperio de la Ley y con el
predominio de los Derechos Humanos habrá de alanzarse un
estadio tal que la misma sociedad los haga suyos y los defienda
mediante una nueva y amplia cultura.
Los últimos acontecimientos acaecidos en nuestro
país porque violentan el Estado de
Derecho, deben impulsarnos a fortalecer la convicción de
que la efectividad en la lucha contra la delincuencia es una
tarea de todos. Más aun debe estar basada en los derechos
humanos.
México ha podido romper los círculos
obscuros delineados bajo la falsa suposición de que la
persecución del delito puede
hacerse delincuencialmente
En esta batalla no puede darse un paso atrás. Si
nuestra constitución y la de cada país
tuvieran los preceptos jurídicos del más elevado
rango que establezcan los rasgos esenciales de la
organización política esencial de cada
país serían indiscutibles los mandatos
constitucionales relativos a derechos humanos.
De tal ordenamiento supremo se debe encontrar lugar a un
ordenamiento supremo que reconozcan y otorgue los derechos y
protecciones que constituyen la parte central del estatuto
jurídico de los seres humanos, independientemente del
nombre con que se les desconozca, <<garantías
individuales>> como se les llamaba preferentemente en
nuestro sistema jurídico de nuestro sistema pasado,
así los derechos humanos se les domina hoy por hoy como
una expresión más sencilla y más
comprensiva.
No cabe duda que en el capítulo de la
protección de las relaciones socio-jurídicas que
constituyen el campo jurídico de protección de la
persona y de la acción humana entran hoy por hoy por la
ancha puerta del respeto a la dignidad del ser humano
amplísimo campo regulado por las normas
constitucionales que nos han legado nuestros personajes
históricos, por definición son los de rango
supremo.
No obstante los elevados títulos que las normas
relativas a los derechos humanos tienen para figurar entre las
disposiciones de alcurnia constitucional, entre nosotros, hasta
hace muy poco considerados del tercer mundo, condición de
la que sólo el "liberalismo
social " pudo sacarlos para hacerlos entrar. Pues el
añorado escalón primer mundista es el nivel que no
fue alcanzado ni ha sido fácil, pues no está libre
de acondicionamientos y limitaciones que en buena medida, priva
de positividad y de eficacia
pragmática, aun cuando los mantiene en el nivel de la
vigencia teórica.
Conviene pues formular algunos comentarios sobre la
contraposición que actualmente existe entre la
formulación teórica que aspira la
constitución mexicana en materia de los
derechos humanos con la punzante realidad que en nuestro
país vivimos.
Resulta tan obvio, que podría caer en lo
perogrullesco o en lo innecesario, el recordar que un principio
esencial, generalmente invocando aunque no cumplido que
nuestro
estado mexicano, como un estado de
derecho que pretende ser, entraña la obligación de
todos tanto gobernantes como gobernados de ceñir nuestros
actos a los mandamientos del ordenamiento jurídico, los
cuales son más estrictos cuando regulan la conducta de los
funcionarios que cometen actos deshumanos.
Las violaciones a los derechos humanos ocurren en todo
el mundo, aunque su gravedad y clase
varía de país a país, de región a
región y de época a época.
Desde ejecuciones y desapariciones sumarias, a tortura y
maltrato policial a violaciones a los derechos de comida,
salud y educación, los
gobiernos del mundo muestran poco respeto por los derechos
humanos por zona geográfica.
José Fernando Vásquez
Aquino