de cuello uterino, mediante
reacción en cadena de la polimerasa e hibridación
molecular
El cáncer de cuello uterino constituye la primera
causa de muerte por
cáncer en la mujer
venezolana. Morris y cols, (1996). Un gran número de
reportes apoya la hipótesis que existen tipos
específicos de Virus de Papiloma Humano (VPH) que juegan
un papel central en la patogénesis de las lesiones
precursoras de neoplasia cervical intraepitelial y el cáncer
cervical invasivo, el cual sigue siendo un problema de salud importante para las
mujeres en todo el mundo.
La mortalidad y morbilidad por las lesiones avanzadas
son altas, una situación frustrante, porque el cuello
uterino es accesible y se cuenta con una buena prueba de
detección.
El VPH constituye un importante factor de riesgo y las
pruebas
moleculares de su participación son, avasalladoras. Los
marcadores
moleculares pronto ayudarán a decidir qué
lesiones tienen el máximo riesgo de evolucionar hacia la
invasión y cuáles lesiones invasivas tienen la
posibilidad de recurrir.
Hasta ahora se han identificado 76 tipos diferentes de
papilomavirus humanos, de los cuales 28 producen lesiones
genitales tanto benignas como malignas. Los papilomavirus
anogenitales se han clasificado como: bajo Riesgo: 6, 11, 42, 43
y 44; Riesgo Intermedio: 31, 33, 35, 51, 52, 58 y de Alto Riesgo:
los tipos 16, 18, 45 y 56.
El tipo 18 ha mostrado vínculo con
cánceres en mujeres jóvenes, adenocarcinomas,
aparición rápida de neoplasia y conducta agresiva
de ésta última. El objetivo
principal del presente trabajo fue la
detección y tipificación del Virus de Papiloma
Humano mediante la técnica de Reacción en Cadena de
la Polimerasa e hibridación molecular, en pacientes con
lesiones intraepiteliales escamosas de cuello uterino.
Materiales y Métodos:
A 100 pacientes asistentes a la consulta de
ginecología del Hospital Universitario Antonio Patricio de
Alcalá (HUAPA) se les practicó toma de muestra para PCR,
citología cervical, colposcopia, biopsia cervical. Como
criterios de exclusión se tuvo: pacientes con leucorrea o
sangrado genital y pacientes con infección por VPH,
tratadas por vía local o sistémica. Las muestras
citológicas convencionales y biopsias cervicales fueron
procesadas por el Departamento de Anatomía
Patológica del HUAPA en Cumaná.
Las muestras para PCR fueron llevadas al laboratorio en
un medio de transporte
adecuado; Virapap, Digene a temperatura
ambiente para
su procesamiento en el laboratorio DNA PROBES, C.A. en Caracas.
Los datos obtenidos
fueron analizados aplicándoles el test de
Chi-Cuadrado (X²) a fin de establecer la
significancia de las variables
utilizadas.
En las muestras analizadas por PCR se encontró
que el 98% de las muestras analizadas presentó genoma
viral para VPH y el 2% fue negativo.
Estos resultados coinciden con los encontrados por
Cavazza y cols,(1996) en un estudio similar, en donde la
presencia del genoma viral se identificó en el 69% de las
muestras y el 30% resultó negativo.
En los casos positivos por PCR se observó que
38,8% de las pacientes presentaron infección con tipos de
VPH de alto riesgo oncogénico, siendo el más
frecuente el tipo 16, el cual a su vez estuvo asociado a LIE de
bajo y alto grado. Este resultado coincide con la literatura internacional con
los trabajos realizados por Harmsel (1999).
Se halló 35,7% de tipos de VPH de riesgo
intermedio, representado en mayor frecuencia por el tipo 31. De
bajo riesgo el 25,5%, más frecuente el tipo 11. En cuanto
a la asociación entre infección por VPH y la
presencia de lesiones intraepiteliales escamosas cervicales, se
encontró que el 59,18% de las pacientes PCR positivas se
les evidenció lesiones intraepiteliales cervicales de bajo
y alto grado (NIC I: 21,43%,
asociado a VPH tipos 16, 18 y 31, NIC II: 21,43%, asociado a VPH
tipos 11 y 31; y NIC III o CA in situ: 6,12%, asociado a VPH tipo
31). Estos tipos de VPH de riesgos alto e
intermedio se identificaron mediante hibridación
molecular. Se observó diez casos de CA invasivo de cuello
uterino con PCR positiva para VPH tipo 16. En relación a
la sensibilidad de las pruebas de biología molecular
con respecto a los métodos citológicos
convencionales, se observó que un 51% de las muestras PCR
positivo mostraron al estudio citológico convencional de
cérvix, cambios sugestivos de infección por VPH y
en el 49% restante no se evidencio tales cambios; lo cual sugiere
que las pruebas de biología molecular en relación a
la citología convencional son más sensibles para
diagnosticar y tipificar infección por VPH.
Se detectó en el 99,98% de las pacientes
estudiadas lesiones colposcópicas atípicas, siendo
la base o puntilleo la lesión más frecuente. En el
50% de las citologías y en el 61% de las biopsias
cervicales se evidenció cambios sugestivos de
infección por VPH. En el 61% de las muestras PCR
positivas, el estudio anatomopatológico presentó
cambios sugestivos de infección por VPH. Al considerar
tanto los hallazgos colposcópicos como los
citológicos y anatomopatológicos en conjunto, la
sensibilidad diagnóstica para infección por VPH
aumenta.
Al comparar los estudios de hibridación molecular
con la citología convencional y la biopsia cervical se
tiene que la citología presenta una sensibilidad del 51%,
una especifidad del 100%, un valor
predictivo positivo, (VPP) de 100%, un valor predictivo negativo
(VPN) de 4%. En
relación a la biopsia cervical, su sensibilidad es de 62%,
la especifidad de 100%, el VPP de 100% y el VPN de 5%.. El frotis
de Papanicolau pasa por alto el 20% a 30% de las lesiones
cérvico-uterinas.
Las pruebas de DNA de VPH permiten con mayor seguridad
esclarecer este diagnóstico ya que, tienen excelente
sensibilidad para detectar alteraciones cervicales no captadas
por la colposcopia, biopsia y citología convencional
(Schneider y Zahn, 1996).
Otra aplicación interesante es la
identificación de una infección latente por VPH en
la que las lesiones no son discernibles por los métodos
tradicionales (Lorincz y cols, 1996) y Harmsel (1999).
Se concluye que la prueba de reacción en cadena
de la polimerasa conjuntamente con la hibridación
molecular, constituyen metodologías útiles y muy
sensibles para la detección viral, además de
contribuir a esclarecer y confirmar el diagnóstico
citológico, particularmente en lesiones intraepiteliales o
con atipias. De esta forma se identificarán las lesiones
adecuadas para tratamiento conservador y la detección de
precursores graves del cáncer lo cual conduciría a
una terapia más sensible y eficaz de las patologías
cérvico-uterinas. Se espera que los estudios por sondas de
ADN de VPH
constituyan un método
racional para complementar el frotis de Papanicolau y la
colposcopia en nuestro hospital y ofrecer así un sistema
más preciso para el diagnostico y valoración del
riesgo carcinógeno.
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Dra. Esmely Salazar Rivero
Coordinador Consulta de Ginecologìa.
Hospital Universitario "Antonio P. De
Alcalà".
Cumanà – Venezuela