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Efecto de los hongos micorrisógenos arbusculares en el crecimiento y desarrollo del cultivo del tomate



    (lycopersicom esculentum,
    mill
    )

    1. Resumen
    2. Materiales y
      métodos
    3. Resultados y
      discusión
    4. Bibliografía

    Resumen

    La investigación se llevó a cabo en
    áreas de autoconsumo de la UBPC cañera "El Encanto"
    perteneciente a la Empresa
    Azucarera América
    Libre en el municipio Contramaestre, Provincia Santiago de
    Cuba sobre un
    suelo Pardo
    con Carbonatos (II clasificación genética
    de suelos. Academia
    de ciencias de
    cuba. 1975). Se empleo un
    diseño
    en bloques al azar con 4 tratamiento y 4 repeticiones. Se
    utilizaron postura de la variedad VITA con una edad de 25
    días, adecuado grosor y fortaleza y totalmente sanas. La
    micorriza fue (Glomus faciculatum) se aplico a la zona radicular
    en forma de pasta fluida, cubriendo toda la zona de contacto con
    el suelo para favorecer la inoculación. Luego se
    procedió al trasplante una vez que se verifico su
    adherencia a la zona radicular de la postura. La
    plantación se realizó el 2 de Diciembre del 2003 y
    la cosecha el 27 de Marzo del 2004.Para determinar el efecto de
    los tratamientos se midieron las siguientes variables:
    Altura de la planta (cm) ,número de flores por planta,
    número de fruto por planta Grosor del tallo (cm), masa
    fresca promedio del fruto (gr), rendimiento (kg./parcela). Se
    procesaron estadísticamente los resultados a través
    del paquete estadístico Statistica Versión 6 sobre
    Windows. Se
    empleo la prueba de comparación múltiple de medias
    MDS para los datos que
    ofrecieron diferencia, a un nivel de significación de
    P≦0.05. Se alcanzan los mayores rendimientos (16.0kg),
    cuando se empela materia
    orgánica y micorrisas.

    Introducción

    El tomate es la
    hortaliza más cultivada y comercializada en el mundo con
    una producción cercana a las 80 000 toneladas,
    teniendo como principales productores EE.UU, China,
    India,
    Turquía, Italia,
    Irán, México,
    etc. Nuestro país es de los estados latinoamericanos que
    más área dedica a este cultivo, sin embargo, sus
    rendimientos son del orden de las 10 t/ha como promedio, muy
    distante de los rendimientos que se obtienen hoy en día, a
    nivel mundial, que no están en correspondencia con los
    volúmenes de fertilizantes nitrogenados que se aplican al
    cultivo (Muñoz, 1996).

    El desarrollo óptimo del cultivo demanda una
    elevada aplicación de fertilizantes minerales y
    pesticidas. El uso de dichos insumos químicos implica no
    solo un costo y
    requerimiento energético elevados, sino que su aporte
    indiscriminado pudiera provocar problemas de
    salinización y contaminación del manto freático. El
    desarrollo vegetal puede incrementarse con la utilización
    de elementos biológicos que actúan de forma
    coordinada en la interfase suelo-raíz, entre estos y como
    factores imprescindibles se encuentran los hongos formadores de
    micorrizas -arbusculares (Barea et al; 1991 y
    Fernández,1999).

    En el marco de una agricultura
    sostenible, la utilización de hongos formadores de
    micorrízas-arbusculares (MA) debe ser considerada en el
    diseño de cualquier sistema de
    producción agrícola, pues además de ser
    estos microsimbiontes, componentes inseparables de los
    agroecosistemas, realizan diversas funciones en su
    asociación con las plantas, pues
    pueden constituir sustitutos biológicos de los
    fertilizantes minerales (Thompson, 1991).

    La utilización de las Micorrizas arbusculares
    (MA) no implica que se pueda dejar de fertilizar, sino que la
    fertilización se hace más eficiente y se puede
    ahorrar cantidades importantes de fertilizantes minerales al
    tiempo que se
    logra una mayor absorción de los nutrientes disponibles en
    el suelo por parte de las plantas( Tegeda,1998).

    Materiales y
    métodos.

    La investigación se llevó a cabo en
    áreas de autoconsumo de la UBPC cañera "El Encanto"
    perteneciente a la Empresa Azucarera
    América Libre en el municipio Contramaestre, Provincia
    Santiago de Cuba sobre un suelo Pardo con Carbonatos (II
    clasificación genética de suelos. Academia de
    ciencias de cuba. 1975). Se empleo un diseño en bloques al
    azar con 4 tratamiento y 4 repeticiones. Los tratamientos
    evaluados fueron los siguientes:

    • Micorriza(Glomus faciculatum)
    • Micorriza + Materia orgánica(0.12Kg/
      planta)
    • Materia orgánica (0.12Kg/ planta)
    • Testigo

    Se utilizaron postura de la variedad VITA con una edad
    de 25 días, adecuado grosor y fortaleza y totalmente
    sanas. La micorriza se aplico a la zona radicular en forma de
    pasta fluida, cubriendo toda la zona de contacto con el suelo
    para favorecer la inoculación. Para lograr una pasta de
    consistencia media(semifluida) se añadieron
    aproximadamente 400ml de agua / 0.67Kg
    de micorriza, en correspondencia con las indicaciones sugerida
    por especialistas de la temática. Luego se procedió
    al trasplante una vez que se verifico su adherencia a la zona
    radicular de la postura.

    La plantación se realizó el 2 de Diciembre
    del 2003 y la cosecha el 27 de Marzo del 2004.

    Para determinar el efecto de los tratamientos se
    midieron las siguientes variables:

    • Altura de la planta (cm) a los 15, 30, 45 y 60
      días posteriores a la plantación
    • Número de flores por planta a los 30 y 40
      días
    • Número de fruto por planta a los 40, 50, 60, y
      70 días
    • Grosor del tallo (cm) a los 60
      días
    • Masa fresca promedio del fruto (gr)
    • Rendimiento (kg./parcela)

    El área experimental fue de 440.2 m2,
    19.6 m2 el tamaño de las parcelas
    experimentales, 1m de separación entre parcelas así
    como entre replicas.

    La distancia de plantación empleada fue de 0.70/
    0.30m a una planta por nido y 93 plantas / parcela experimental.
    Se evaluaron un total de 5 plantas por tratamiento para todas las
    variables excepto la masa fresca donde se escogieron 10 frutos de
    forma aleatoria. Se determino el rendimiento en kg / parcelas. Se
    procesaron estadísticamente los resultados a través
    del paquete estadístico Statistica Versión 6 sobre
    Windows. Se empleo la prueba de comparación
    múltiple de medias MDS para los datos que ofrecieron
    diferencia, a un nivel de significación de
    P≦0.05.

    Se efectuaron en el cultivo un total de tres riegos, en
    el momento del trasplante, a los 15 y 30 días
    después de la plantación. Se realizaron dos limpias
    manuales con
    azadón y un aporque a los 14 días.

    Resultados y
    discusión

    TABLA 1: Altura de la planta(cm)

    Tratamiento

    15 días

    30 días

    45 días

    60 días

    1

    17.5 b

    47.4 a

    61.5 a

    76.0 a

    2

    20.0 a

    41.2 b

    57.4 b

    67.0 b

    3

    18.8 ab

    37.5 c

    53.2 c

    57.7 c

    4

    15.1 c

    31.6 d

    36.3 d

    53.3 d

    E.S

    0.257

    0.227

    0.185

    0.225

    C.V

    5.7

    2.3

    1.4

    1.5

    La tabla 1 representa el comportamiento
    de la variable altura de la planta (cm) en 4 momentos (15,30, 45
    y 60 días).Se aprecia que en la primera evaluación
    de este parámetro se obtiene un mejor resultado con el
    empleo de la micorriza combinada con materia orgánica y de
    esta última sola, sin diferencia significativa entre ellas
    desde el punto de vista estadístico, aunque entre el
    tratamiento 3 y el 1 tampoco existió diferencia
    significativa.

    El peor resultado se logró en el testigo(15.1 cm)
    siendo superado por el resto de los tratamientos. Al parecer el
    efecto en el crecimiento de la planta estuvo influenciado
    más por los aportes en nutrientes de la materia
    orgánica que por la acción
    de las micorrizas. A esta edad de la planta la micorriza se
    encuentra todavía en una fase de dependencia de la planta
    de cultivo y son insignificativos los aportes que realiza al
    mismo, este hecho está dado por el estado
    biotrófico obligado del hongo que no puede vivir en
    ausencia del hospedero, pues su crecimiento es relativamente
    limitado, esta fase puede durar entre 20 y 30
    días(Novella et al.,1998).

    En el resto de las evaluaciones realizadas el
    tratamiento con aplicación de micorrizas ofrece mejores
    resultados superando significativamente las variantes con
    aplicación combinada con materia orgánica, materia
    orgánica y testigo respectivamente que es el que alcanza
    los peores resultados en todos los casos. Aquí se aprecia
    que el efecto de la micorriza sobre la planta comienza a ser
    positivo, en este caso en el crecimiento en altura de la planta,
    lo que puede obedecer a sus efectos positivos en la
    mineralización y/o solubilización de nutrientes de
    la rizosfera, y en la traslocación y eficiencia en el
    uso de los nutrientes, lo que coincide con lo planteado por
    Hernández(1998). Sieverding (1991) plantea que la
    utilización de los hongos MA como biofertilizantes, no
    implica que se debe de dejar de fertilizar, sino que se ha
    comprobado que la fertilización se hace más
    eficiente y pueden disminuirse la dosis a aplicar. Miller y Smith
    (1995) plantean que las plantas colonizadas por hongos
    micorrízicos arbusculares muestran un mayor crecimiento
    que las no micorrizadas, cuestión que está
    relacionada con una absorción mejorada de nutrientes y
    fundamentalmente del fósforo. En este sentido
    Medina y Pino (1992) confirmaron el efecto beneficioso de los HMA
    sobre la producción de tomate al observar que resultaba
    factible la sustitución de la fertilización
    nitrogenada establecida para el cultivo en más de un 80 %
    mediante la inoculación de la cepa Glomus mosseae
    en la fase de semillero. Similares resultados obtuvieron
    Fernández (1999) al observar una mayor altura,
    número de flores, masa seca del follaje y de la
    raíz en plantas de tomate crecidas en un suelo
    Ferralítico Rojo Amarillo e inoculadas con los hongos
    micorrizógenos Glomus manihotis y G.
    fasciculatum
    .

    TABLA 2: Número de frutos por planta

    Tratamiento

    40 días

    50 días

    60 días

    70 días

    1

    18.1 a

    25.0 b

    29.0 c

    32.2 b

    2

    12.6 b

    28.2 a

    33.5 a

    34.7 a

    3

    13.3 ab

    26.3 b

    30.3 b

    33.7 ab

    4

    9.4 b

    12.9 c

    15.0 d

    19.2 c

    E.S

    0.7026

    0.2031

    0.14

    0.31

    C.V

    21.0

    3.5

    2.1

    4.1

    La tabla 2 representa el comportamiento de la variable
    número de frutos por plantas en 4 momentos (40, 50, 60 y
    70 días). Se pudo observar que en la primera
    evaluación del parámetro los mejores resultados se
    obtuvieron con la aplicación de micorriza y materia
    orgánica, solas, sin diferencia significativa entre ellas
    desde el punto de vista estadístico, aunque entre los
    tratamientos 2, 3 y 4 tampoco existió diferencia
    significativa, pero su comportamiento fue inferior a los
    tratamientos 1 y 3. Siendo el tratamiento 4 (testigo) el de peor
    resultado(9.4 frutos por plantas), el cual fue superado por el
    resto de los tratamientos. En el resto de la evaluaciones
    realizadas el tratamiento con aplicación combinada de
    micorriza más materia orgánica fue superior
    significativamente a los tratamientos con micorriza, con materia
    orgánica y testigo respectivamente, este último
    ofrece los peores resultados en todos los casos. En investigaciones
    realizadas por Diederichs y Moawad (1993) bajo condiciones
    ambientales controladas, concluyeron que un exceso o deficiencia
    de humedad en el suelo puede producir notables cambios en la
    eficiencia, infectividad y el funcionamiento de estos
    microorganismos en la zona rizosférica de las plantas
    Smith,.(1986) plantean que el sistema
    micorrízico es muy complejo y puede estar influenciado por
    diferentes variables no muy bien definidas pero con interacciones
    muy ligadas a la simbiosis. Ames (1989) por su parte
    aborda que la adición de pequeñas cantidades de
    fertilizantes pueden estimular la colonización y la
    esporulación, mientras que las grandes aplicaciones la
    pueden suprimir y que esto está muy ligado a la fertilidad
    natural del suelo, el tipo de cepa utilizada y el cultivo, al
    disminuir la efectividad de los propágulos infectivos
    (esporas y fragmentos de raíces infectadas), factores que
    pueden haber influido de manera notable.

    TABLA 3 Grosor del tallo a los 60 días
    (cm)

    1

    10.97 b

    2

    12.87 a

    3

    9.92 c

    4

    9.07 d

    E.S

    0.075

    C.V

    2.8

    Este parámetro alcanzó los resultados
    más favorables con la aplicación combinada de la
    materia orgánica y la micorriza con un diámetro
    promedio de 12.87 cm a los 60 días el cual superó
    significativamente al resto de las variantes evaluadas. El
    tratamiento que proporcionó los resultados menos
    favorables fue el testigo con un diámetro de 9.04 cm
    siendo superado por todas las variantes en que se aplicó
    micorriza y materia orgánica lo que muestra el efecto
    beneficioso en el crecimiento del cultivo. Cuando se
    combinó la materia orgánica con la micorriza se
    produjo el efecto más favorable en el comportamiento de
    esta variable, al parecer existe un efecto sinérgico entre
    ambos estimulantes, sobre todo si se considera que la cantidad de
    materia orgánica aplicada no fue de gran
    significación, pues numerosos autores consideran que la
    fertilidad del suelo es un aspecto negativo para la efectividad
    de las micorrizas, sobre todo si se trata de fertilizantes
    minerales. Este resultado quizás obedece al hecho de que
    la materia orgánica también provoca efectos
    positivos en algunas propiedades físicas y químicas
    del suelo que pueden favorecer el crecimiento radicular y con
    ello el de la planta y también la absorción de
    nutrientes, unido, además al efecto de las micorrizas en
    la nutrición
    del cultivo. Bowen, (1991) considera que las micorrizas
    participan en el aumento de la capacidad absortiva de la
    raíz, solubilización de formas no disponibles para
    las raíces, lo que se manifiesta en un crecimiento
    superior de la planta.

    TABLA 4 Rendimiento (Kg / parcela)

    Tratamiento

    Medias

    1

    12.0 b

    2

    16.0 a

    3

    11.4 b

    4

    5.7 c

    E.S

    0.197

    C.V

    6.96

    Al analizar el rendimiento para las diferentes variables
    evaluadas como se muestra en la tabla 4 se destaca el tratamiento
    2 donde se emplea la combinación de micorriza y materia
    orgánica superando al resto de los tratamientos de forma
    significativa con 16 kg/parcela, comportamiento similar entre
    ellos tienen los tratamientos 1 y 3 desde el punto de vista
    estadístico sin diferencia significativa entre ellos con
    12 y 11.4 kg/parcela respectivamente. El tratamiento con
    resultados inferiores resultó el testigo con un
    rendimiento de 5.7 kg/parcela.

    Hernández et al. (1998), encontraron
    incrementos en el rendimiento del cultivo del tomate empleando
    micorrizas a diferentes niveles de fertilización de hasta
    25 %. Este resultado a pesar que se evaluó en condiciones
    de fertilización mineral es un indicador de la respuesta
    variada que pueden ofrecer los HMA a diferentes indicadores
    relacionados con la fertilización. Otros autores
    corroboran el hecho de que con la aplicación de hongos
    micorrizógenos se favorecen los resultados, comparados con
    las variantes sin aplicación de estos elementos; como los
    obtenidos por Ferrer et al.(1992) en el cultivo del tomate,
    Desiré Llovín et al.(1998) en este mismo cultivo;
    Cuevas (1998) en fase de semillero con resultados superiores a
    las 5 t/ha por encima para las variantes micorrizadas en
    condiciones de producción. Fernández et al. (1998)
    refiere que el uso de la tecnología de
    micorrización proporciona un ahorro entre
    un 25 y 50 % del fertilizante, dependiendo de la fertilidad del
    suelo y tipo de fertilizante utilizado. Al estudiar la
    utilización de los biofertilizantes como una alternativa
    para la nutrición del tomate, Medina (1994) observó
    que el empleo de las micorrizas arbusculares permitía
    incrementar el vigor de las posturas de tomate en el semillero y
    a su vez sustituir el 100 % del P y K y el 70 % de N. Por su
    parte, Bejerano y col. (1995) encontraron que la
    inoculación de posturas de tomate Campbell-28 con hongos
    micorrizógenos incrementó el rendimiento en un 63,9
    y en un 37 % con la utilización de las cepas Glomus
    manihotis
    y G. agregatum, respectivamente, sobre el
    testigo sin micorrizar. Pulido y Peralta (1996b) confirmaron que
    la inoculación con micorrizas al cultivo del tomate en
    fase de semillero permitía disminuir en un 50 % las
    aplicaciones de fósforo sin afectaciones en la calidad de las
    posturas desarrolladas en un suelo Ferralítico
    Rojo.

    TABLA 5 Número de flores / plantas

    Tratamiento

    30 días

    40 días

    1

    8.5

    11.9 ab

    2

    10.5

    13.7 a

    3

    9.5

    12.0 ab

    4

    8.3

    10.2 b

    E.S

    0.42

    0.33

    C.V

    18

    11.5

    La variable número de flores por plantas (tabla
    5) no reflejó diferencias significativas en los
    tratamientos para la primera evaluación que se
    realizó a los treinta días. Ya a los cuarenta
    días si se aprecian diferencias de los tratamientos 1,2 y
    3, que son los tratamientos con aplicación de micorriza y
    materia orgánica, con respecto al testigo, no así
    entre ellos, al parecer los resultad0os similares
    estadísticamente pueden estar relacionados con los efectos
    benéficos de ambas formas de fertilización, la
    micorriza por su capacidad de propiciar una mayor
    absorción de nutrientes caracterizado por el aumento de la
    zona de absorción radicular y la materia orgánica
    porque libera en alguna medida, nutrientes que la planta necesita
    para realizar sus funciones biológicas y productivas. El
    testigo ofrece los peores resultados con sólo 10.2 flores
    por planta, aunque entre este y los tratamientos 1 y 3 no existen
    diferencias significativas desde el punto de vista
    estadístico.

    TABLA 6 Masa fresca promedios(gr)

    Tratamiento

    Medias

    1

    78.3 b

    2

    88.1 a

    3

    71.1 c

    4

    62.2 d

    E.S

    0.241

    C.V

    1.3

    La tabla 6 muestra la masa fresca promedio de los frutos
    (gr). En este parámetro el tratamiento 2, la
    combinación de materia orgánica con micorriza, es
    el que mejor resultado ofrece con 88.1 gr, superando de forma
    significativa al resto de los tratamientos. El tratamiento con
    una masa fresca promedio más baja es el tratamiento
    testigo con sólo 62.2 gr. Es evidente que todas las
    variantes de fertilización evaluadas ejercieron un papel
    positivo en el crecimiento del fruto. Cuando se combinan ambos
    elementos es superior ese efecto, estando el efecto en este
    parámetro caracterizado por la acción combinada del
    efecto de ambos elementos. La actividad fotosintética de
    la planta es el resultado de la conjugación de varios
    factores en la compleja relación planta – suelo
    – cultivo- clima. En este
    cultivo es importante lograr un promedio adecuado en cuanto a la
    masa fresca del fruto porque es la parte útil del mismo.
    Pudo influir, en gran medida, en los resultados obtenidos la
    repercusión ,de manera significativa , de la actividad de
    los hongos MA en la reducción de estrés en
    la planta, aumento en la resistencia a
    plagas y enfermedades,
    mejoramiento de las relaciones hídricas del cultivo,
    aumento en la absorción de nutrientes, incrementos en la
    tasa fotosintética e inducción de mayor vigor; todas estas
    características tienen especial importancia y deben
    conducir a mejores resultados finales en los sistemas de
    producción. Estos efectos en la actividad de las
    micorrizas se reportan por Linderman( 1994)y Lovato et al.
    (1994), los que coinciden con Guzmán .(1990), Douds y
    Schenck (1990) al afirmar que la utilización de las
    micorrizas como biofertilizantes puede sustituir parte de la
    fertilización mineral pero nunca sustituirla
    completamente.

    Bibliografía

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    Fulgencio Martínez Macias

    Juan José Reyes Pérez

    Fernando Despaigne Hodelin

    Michel Baldoquín
    Hernández

    Estudiante de 5to año de la Universidad de
    Granma. Facultad de ciencias Agrícolas. Carretera de
    Manzanillo km 17 ½ .Bayamo. Granma.

    E-Mail:
    .

    Profesor de la Facultad de Ciencias Agrícolas en
    la Universidad de Granma.

    E-Mail: .

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