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Apuntes sobre calidad y producción de huevos en reproductores pesados




Enviado por efernandez



    1. Calidad y manejo del huevo para
      incubar
    2. Producción de huevos en
      reproductores pesados

    Introducción:

    La industria
    avícola juega un importante papel en la conversión
    de granos y otros productos en
    huevos y carne; Constituye, por tanto, una importante fuente para
    satisfacer fundamentalmente la demanda de
    proteínas de una población que crece aceleradamente. Cerca
    del 10% de los ingresos
    provenientes de las explotaciones pecuarias en el mundo,
    corresponden a la Avicultura.

    La Avicultura actual se basa en la explotación de
    híbridos comerciales especializados en la
    producción de huevos (gallinas ponedoras de elevada
    capacidad) o en la producción de carne (pollos de ceba o
    broilers de gran velocidad de
    crecimiento). Tanto unos como otros se caracterizan por realizar
    una eficiente utilización del alimento, aspecto
    éste muy importante por constituir los gastos en la
    alimentación la mayor parte de los costos en las
    explotaciones pecuarias.

    Las instalaciones pecuarias para la explotación
    aviar no se limitan a las necesidades para estas dos
    categorías, sino que son imprescindibles otros centros
    donde crían los reproductores y los reemplazos de los
    mismos, centros genéticos y de pie de cría
    también es necesario para el normal funcionamiento de la
    industria: almacenes,
    frigoríficos, medios de
    transporte
    adecuados, laboratorios de diversa índole, mataderos,
    plantas de
    incubación, etc. que brindan ocupación a un gran
    número de trabajadores, facilitando empleos que pueden
    ocuparse por mujeres.

    Además de suministrar carne y huevos a la
    población, que es un objetivo
    principal, la industria avícola permite el empleo de las
    plumas y la sangre en la
    fabricación de harinas. Los restos no comestibles
    también pueden ser utilizados previo procesamiento en la
    alimentación animal. La gallinaza puede ser empleada como
    abono y en algunos países como la India, la
    utilizan como combustible.(FAO 2000).

    La producción de huevos en la actualidad, a nivel
    mundial, y según datos de la FAO
    (Organización para la Agricultura y
    la Alimentación) de 1998, la producción de huevos
    de gallina se sitúa en 48,5 millones de toneladas. Esta
    producción da lugar a unos 867.000 millones de unidades
    (considerando de media 56 gramos por unidad), es decir unos
    72.250 millones de decena
    Asia es la
    región del mundo que mayor producción de huevos de
    gallina presenta hoy en día. Una parte muy importante de
    esta producción, aproximadamente el 65,4%, la aporta
    China, que por
    sí sola alcanza el 37,0% de la producción mundial,
    situándola por ello como la gran productora de huevos de
    gallina del mundo. El continente europeo es la segunda zona
    productora de huevos. Su producción global es de unos 9,4
    millones de toneladas. El conjunto de países de Europa no
    pertenecientes a la Unión
    Europea producen el 43,5% del total de este continente. La
    Unión Europea presenta una gran regionalización en
    esta producción ya que seis estados (Francia,
    Alemania,
    Italia, Reino
    Unido, España y
    Países Bajos) son responsables de casi el 85,0% del total
    de todos los huevos de gallina producidos en ella. Las
    diferencias entre el norte y sur se encuentran amortiguadas, pues
    España e Italia, son grandes productoras tras Alemania y
    Francia. Otra gran potencia
    productora de huevos de gallina es norte-Centroamérica. Su
    producción asciende a 6,9 millones de toneladas, de las
    cuales 5 millones de toneladas (el 67,7%) las aporta
    Estados

    Los huevos, aparte de ser utilizados para el consumo de la
    población, suelen emplearse en la producción de
    vacunas, en la
    elaboración de plásticos,
    adhesivos, colorantes, etc.

    Esta breve panorámica de los procesos que
    conforman la industria avícola moderna, nos brinda una
    ligera idea de su complejidad. En la última década,
    esta industria se ha desarrollado vertiginosamente tanto
    cuantitativa como cualitativamente. Hasta ahora, ni la
    producción, ni el consumo han mantenido niveles
    estáticos (Pérez, 1990) El aumento en el consumo ha
    sido de un 115% con relación al inicio de los años
    60 (consumo percápita de huevos aumento en 47% entre 1960
    – 1987).

    Actualmente se producen en el mundo 48.5 millones de
    toneladas de huevos equivalentes a 867.000 millones de unidades
    considerado 56 gramos por unidad es decir unos 72.250 millones de
    docenas (FAO 1998) equivalente a 227 huevos por habitante al
    año. Hasta ahora, ni la producción, ni el consumo
    han mantenido niveles estáticos. Los países en que
    el consumo de huevos está creciendo rápidamente son
    principalmente los cinco gigantes económicos de Asia:
    China, Singapur, Taiwán, Corea del Sur e
    Indonesia.(López Amparo y Trujillo
    Elena 2001).

    A través de los últimos años se ha
    venido haciendo intenso y se han logrado algunos avances en la
    cría de los reproductores, no obstante con la introducción de cruces cada vez mas
    especializado y de acuerdo a los dato y observaciones emanadas de
    la unidad Briones III nos proponemos hacer un estudio sobre la
    cría de estas aves para
    obtener reproductores que al comenzar la postura tengan un
    esqueleto sólido con un buen desarrollo
    muscular evitando toda gordura innecesaria y dañina para
    la fertilidad y producción de huevos incubar e incidir en
    la calidad del mismo, garantizando que el peso corporal de las
    reproductoras a las 24 semanas es el peso de sus hijos a las seis
    o siete semanas.

    1. Calidad y manejo del
    huevo para incubar.

    1.1 Manejo del huevo a incubar.

    La buena incubación requiere un conocimiento
    cabal de la importancia del control de la
    temperatura,
    humedad, ventilación y manejo en general que aunque las
    incubadoras modernas tengan un alto grado de control
    automático, de muy poco serviría si el equipo no es
    usado y mantenido debidamente y el tiempo de
    conservación del huevo es inferior a los 7
    días.

    Temperatura:

    La temperatura es el factor mas importante que
    interviene en la incubación artificial ya que este influye
    en el tamaño del huevo ( Orr, 1967; Johnson, 1968;
    Weninger y Sydness, 1970 )ya que al aumentar la temperatura
    ambiental el tamaño del huevo disminuye,
    observándose un descenso mas pronunciado en el peso de los
    huevos bajo aumentos graduales.

    Según Marslen y Morris (1987) la temperatura
    ambiental confortable para las aves varía entre los 18.0 y
    los 25.0. Por lo que valores
    inferiores o superiores tienen un efecto positivo o negativo
    sobre el consumo de alimento. Marslen y Morris (1987) dijeron que
    pollonas expuestas a temperaturas superiores a 21ºC
    disminuyen el consumo de alimento y en consecuencia el
    tamaño de huevo al inicio de la puesta como señala
    (Meltzer 1987).

    Cuando la temperatura ambiente
    excede los 30.0 ºC, la gallina esta sometida a cambios
    fisiológicos, lo que da como resultado la
    producción de huevos con cáscara delgada. Monnet et
    al (1997)

    El calentamiento del huevo tiene por objeto desencadenar
    y mantener la multiplicación ordenada de las células
    del embrión. Ligeras variaciones de temperaturas
    determinan el éxito o
    fracaso de la incubación, influyendo no solo el numero de
    nacimiento, sino también la calidad del
    pollito.

    Los grandes equipos de incubación requiere una
    temperatura de unos 37.8 ºC (100 ºF) en la primera
    etapa, y unos 36.6 º C ( 98 ºF) en la fase de
    nacimiento.

    La temperatura del local debe ser 2505 ºC. Los
    efectos de la alta temperatura de incubación
    son:

    • Se alarga y se acorta el periodo de
      incubación.
    • Mortalidad embrionaria.
    • Embriones vivos dentro de la cáscara, que no
      han podido nacer.
    • Lesiones en la cabeza, cerebro y
      ojos.
    • Persistencia del saco vitelino.
    • La temperatura letal mínima es 35.5
      ºC.

    La temperatura de las nacedoras es ligeramente
    inferior que las de las incubadoras para reducir el riesgo de
    sobrecalentamiento. La temperatura normal de funcionamiento es
    de 37.1 ºC -98.8 ºF, pero si se utilizan bandejas de
    plástico
    en las hacedoras la temperatura todavía será 0.3
    ºC ( 0.5 ºF) menor ( Monagement 1996).

    Humedad:

    La humedad en la incubación es tan importante
    como la temperatura; sin embargo, sus variaciones por alta o
    baja no causan efectos tan desastrosos como los de la
    temperatura.

    Durante la incubación se producen perdidas de
    vapor de agua del
    huevo a través de los poros de la cáscara. El
    grado de esta perdida de humedad depende del número y
    tamaño de los poros, la conductividad gaseosa a
    través de la cáscara y de la humedad del aire alrededor
    del huevo. Para una incubabilidad óptima, un huevo debe
    perder el 12 % de su peso. Debido a las diferencias en la
    estructura
    de la cáscara y por lo tanto de la conductividad
    gaseosa, cuando todos los huevos son incubados bajo las mismas
    condiciones de humedad, varían en su perdida de
    agua.

    En huevos de reproductoras pesadas esta
    variación normalmente no tendrá ningún
    efecto significativo sobre la incubabilidad. Sin embargo,
    cuando se producen huevos de poca calidad por la edad, nutrición y
    enfermedad, puede ser necesario ajustar la humedad de la
    incubadora para mantener la incubabilidad y calidad de los
    pollitos. También (López Amparo 1986)
    señaló que los niveles óptimos son entre
    58 y 62 % de humedad relativa. Se para la incubadora y entre 62
    y 70 % para la hacedora.

    Efectos de la alta humedad son: poca perdida del peso
    del huevo; se alarga la incubación; atraso del desarrollo
    embrionario y mortalidad embrionaria.

    Efectos de la baja humedad son: excesiva perdida de
    peso; se acorta el periodo de incubación y mortalidad
    embrionaria.

    Ventilación:

    Las incubadoras normalmente adquieren aire fresco de
    la sala en que están situadas. Este aire proporciona
    oxigeno y
    parte de la humedad, requerida por los huevos, también
    extrae el dióxido de carbono y el
    exceso de calor
    producido por los huevos. ( Management 1996).

    La mayoría de las incubadoras funcionan al 50 %
    de humedad relativa. El aire fresco proporciona poca humedad y
    para reducir el funcionamiento del sistema interno
    de humidificación, el aire que entra a las máquinas
    debe prehumedificarse a una humedad relativa entre 40 % y 50 %.
    La temperatura de este aire debe ser de 24 ºC (
    López Amparo 1986) plantea que la ventilación
    guarda estrecha relación con los otros factores que
    intervienen en la incubación artificial.

    Cuando la composición del aire es 21 % de
    O2 y 0.5 de CO2 se estimula el desarrollo
    del embrión. Sí la composición es
    incorrecta, se producen malformaciones embrionarias.

    Otros factores de extraordinaria importancia en el
    manejo de los huevos en la incubadora es la transferencia de
    los mismos y posición y volteo.

    La transferencia se realiza a los 18 ó 19
    días para permitir libertad de
    movimiento
    al pollito fuera de la cáscara durante el nacimiento y
    fomentar la higiene, pues
    durante el nacimiento se generan gran cantidad de plumón
    y este potencial de contaminación podría expandirse
    por toda la planta de incubación.

    Posición y volteo de los huevos:

    En la bandeja de la incubadora, el huevo se coloca en
    posición vertical con el polo grueso hacia arriba; esto
    evita malas posiciones embrionarias y la rotura por pegarse un
    huevo a otro, además de que ahorra espacio en la
    bandeja.

    En las nacedoras los huevos se colocan en
    posición vertical.

    Recogida, almacenamiento y conservación de los
    huevos para incubar.

    La recogida más frecuente de los huevos aumenta
    la incubabilidad.

    La mas recomendable es recoger los huevos de 3 a 4
    veces por día en invierno y de 5 a 6 veces en verano; si
    la gallina pone huevos a ultima hora de la tarde será
    conveniente retirarlo ese mismo día y así se
    evita la ruptura de huevos en los nidos y se mantiene una mejor
    sanidad por lo que disminuye la
    contaminación mejorando el potencial de
    incubabilidad. Con la frecuencia de recogida señalada se
    reduce, aunque no existe el huevo estéril, el huevo
    limpio es aquel huevo que presenta de 3000 – 5000 bacterias en
    la cáscara en 15 minutos después de la postura,
    cuando la temperatura y la humedad son las adecuadas, logrando
    que estos comiencen su periodo de letargo, evitando así
    que siga la multiplicación celular y desarrollo
    embrionario durante un periodo determinado, paras luego
    inducirlo a ello en su momento (Bonino y
    Sceglio1998).

    Almacenamiento de los huevos destinados a la
    incubación

    Los huevos destinados a incubar deben almacenarse en
    cajas ordinarias para este fin, en fillers de cartón o
    cajas plásticos, con la parte mas ancha hacia arriba, para
    lograr que la cámara de aire no sufra golpes que pueda
    alterar su posición.

    El objetivo del almacenamiento consiste en mantener
    interrumpido el desarrollo celular hasta tanto se coloquen en la
    incubadora, donde existen las condiciones necesarias para dicho
    proceso y
    obtener buenos índices de incubabilidad, por todo ello,
    mientras mas rápido se reanude el desarrollo del
    embrión, mas posibilidades existirán de que
    conserve su viabilidad. Sin embargo, los resultados de diversas
    investigaciones han arrojado resultados positivos
    con huevos almacenados durante 7 días, no existiendo
    diferencias significativas con huevos que han permanecido
    almacenados menos tiempo; por lo que la mayor parte de ,los
    autores coinciden en que tiempo máximo de los huevos no
    debe ser superior a 7 días. (López Amparo
    1986).

    Conservación de los huevos para
    incubar.

    La conservación de los huevos se realiza en una
    sala o cámara destinada a tal efecto, que señala
    que una temperatura entre 10 y 17 ºC; humedad relativamente
    70 y 80 % y hasta un 85 % con mas de diez días no se
    utilizan para incubar.

    Si es inevitable un almacenamiento prolongado, la
    temperatura se situara en el nivel mas alto.

    Los huevos almacenados mas de 14 días, ya
    comienza a perder incubabilidad hasta en un 4 % a partir del
    cuarto día .( Bonino y Sceglio 1998). Este mismo autor
    concluyó que los huevos de gallinas jóvenes se
    podrán conservar mas tiempo que los de gallinas
    viejas.

    Indicador de la calidad del huevo.

    Generalmente la gallina pone o produce sus huevos con un
    aporte sustancial de elementos químicos y particularidades
    físico – morfológicas que permiten la
    obtención de latos rendimientos durante la
    incubación. Eso, claro está, si las gallinas
    reproductoras han sido mantenidas bajo condiciones de manejo,
    alimentación, salud e higiene
    óptimas y, partiendo de que procedan de lotes de
    reconocida calidad genética.

    En el proceso de producción de huevos de
    incubación la calidad intrínseca de los huevos se
    ve sometida a la acción
    de variados factores ambientales, en la granja de reproductores y
    la planta de incubación, que contribuyen a mantener esa
    calidad ó a deteriorarla.( Sardá 1995).

    Para lograr una incubación de calidad es
    necesario que los lotes de reproductores estén sanos,
    vigorosos, posean una calidad genética y hallan sido
    mantenidos bajo condiciones de manejo, higiene,
    alimentación y movimiento de rebaños correctos; que
    los huevos presenten altos valores en sus indicadores
    físicos morfológicos; grosor , resistencia y
    limpieza de la cáscara en optimas condiciones. Si los
    niveles de los indicadores fundamentales de la clara y la yema no
    se hayan de acuerdo a las normativas establecidas, no es posible
    garantizar el éxito de cualquiera de las técnicas
    de manejo si, por ejemplo, la forma del huevo es anormal o si la
    cáscara presentara defectos graves ó la
    cámara de aire no estuviera en su lugar, se deteriora la
    calidad del huevo y es necesario que la camada de la nave
    esté limpia y seca, con nidales suficientes, otros
    aspectos de interés
    son la recogida frecuente de los huevos, la existencia de un
    cubículo para su fumigación, transporte interno y
    externo de huevos y un personal
    adiestrado que garantice la higiene necesaria durante la
    manipulación del huevo. (Sardá 1995).

    Los resultados mas importante en la calidad del huevo
    resumió ( López Amparo y Trujillo Elena 2001)
    son:

    Indicadores de calidad del huevo para incubar.
    Requisitos para huevos en la planta de
    incubación.

    Índices

    Pesadas

     

    Peso del huevo (en gallinas de menos de 12 meses
    de edad. En gramos).

    52

     

    Peso del huevo (en gallinas de más de 12
    meses de edad. En gramos).

    54

     

    Diámetro de la cámara de aire
    (centímetros)

    1.8

     

    Fecundidad, no menor de: (%)

    96

     

    Índice de la forma

    1.32-1.40

    (70 a 75)

     

    Peso especifico, no menor de:

    1.075

     

    Índice de la clara, no menos de:

    0.07

     

    Unidades Haugh, no menor de:

    74

     

    Relación clara – yema

    2:1

     

    Índice de la yema

     

    Grosor de la cáscara
    (centímetros).

    0.34

     

    Resistencia de la cáscara, no menos
    de:

    3.0

     

    Polo fino

    100

     

    En el centro

    142

     

    Polo grueso

    151

     

    Huevos cascados

    2

     

    Huevos sucios

    2

     

    Huevos deformes

    10

     

    Defectos de la cáscara

    1

     

    Cámara trémula ó
    móvil

    0.5

     

    Cámara desplazada

    1

     

    Fisuras capilares

    5

     

    Cáscara marmórea

    5

     

    Manchas de sangre

    0.5

     

    Desarrollo precoz

    1

     

    Planteado por (Amparo López 2001) y (Elena
    Trujillo2001).

    1. Producción de
      huevos en reproductores pesados.

    2.1 El estrés y
    su relación con el manejo de las aves.

    La producción de huevos esta influida por
    múltiples aspectos y no podemos decir que uno u otro, por
    si solo, pueda determinar el resultado final, sino que todos en
    su conjunto desde el nacimiento de la pollita hasta el desempeño completo de la ponedora,
    están influyendo sobre su comportamiento
    productivo. A continuación se expone, de forma practica,
    la influencia de diferentes estresores en el desempeño de
    las aves productoras de huevos.( Mirian Pérez
    1998).

    Son muchos y muy diversos los estrés a que
    están sometidas las aves en los climas tropicales y se
    hace necesario, antes de entrar en otras consideraciones, definir
    lo que es un estrés.

    Según el Diccionario
    Médico Salvat, estrés ( que proviene del termino "
    stress " en
    idioma inglés
    y significa esfuerzo, violencia,
    tensión )designa el estado de
    tensión excesiva como resultante de una acción
    brusca o continuada, nociva para el organismo.

    En materias de aves, podemos decir que estrés es
    el estado de
    tensión nerviosa que se produce en las aves que han estado
    sometidas, de forma directa o indirecta, a la acción de
    uno o mas estresores.

    Entendiéndose por stress la
    acción de uno o mas factores que, con mayor o menor
    intensidad, actúan sobre las aves alterando sistema
    nervioso.

    Cuando existe la acción de un estresor se
    producen en las aves reacciones específicas y no
    específicas:

    • Las específicas son las primeras que se
      producen como respuesta inmediata a la acción de un
      stress, por ejemplo, que el ave jadea para disipar calor ante
      un incremento de la temperatura.
    • Las no específicas son las descritas por Selye
      ( 1976) como Síndrome General de
      Adaptación.

    Principales estrés relacionados con el manejo de
    las aves.

    Un estrés de singular importancia es el que
    provoca el ambiente sobre el estado inmune de las aves,
    particularmente en la capacidad del ave de dar respuesta inmune y
    proteger al hospedero de la enfermedad.

    Según Rosales ( 1995), el papel del estrés
    ambiental inducido por algunos factores del manejo han sido
    descritos como una de las más frecuentes causas de
    inmunoposición en la producción avícola
    moderna.

    Los estrés que se manejan bajo menor grado de
    estrés, continúa el autor, son los que
    probablemente se encuentren libres, de problemas
    clínicos, responden mejor a la vacunación y tienen
    resultados óptimos en su rendimiento productivo y
    reproductivo.

    Las fuentes de
    estrés son muy diversas y se hace muy difícil
    establecer categorías únicas para clasificarlos, ya
    que algunos pueden considerarse en mas de una. Así tenemos
    estrés climáticos, ambientales, nutricionales,
    fisiológicos, inmunológicos, físicos y de
    orden social entre otros. Analicemos algunos de ellos en
    particular para poder
    comprender mejor su eficiencia.

    Las temperaturas y humedades externas son consideradas
    como estrés climáticos, al igual que las lluvias,
    vientos fuertes y tormentas eléctricas las cuales pueden
    influir sobre el consumo de pienso y agua, además de
    afectar considerablemente la producción de huevos y la
    calidad de los mismos. A este estrés climático se
    une el estrés nutricional, de orden social, físico
    y fisiológico.

    En el manejo de las aves se confunden estrés
    ambientales ( camada, iluminación, ventilación, etc.),
    nutricionales ( calidad y forma de suministro de pienso y agua,
    etc) físicos ( corte de picos, hacinamientos transporte
    etc. ), entre otros.

    Así mismo, el hecho de que persistan en un lote
    infecciones subclínicas debido a una pobre bioseguridad o
    inadecuado manejo sanitario, que provoca la activación del
    sistema inmune, pudiera considerarse como un estrés
    inmunológico o de manejo.

    La presencia de micotoxinas en los piensos disminuye la
    utilización de los nutrientes, lo cual pudiera
    considerarse como un estrés nutricional o ambiental. Sin
    embargo, la supresión inmunológica inducida por la
    presencia de micotoxinas, puede provocar fallos de
    vacunación y brotes de enfermedades, por lo que
    pudiera ser considerado también como un
    estrés

    inmunológico.

    Por todo lo anterior, podemos decir que sobre el ave
    influyen múltiples factores de estrés de forma
    simultánea durante toda su vida y que eliminarlos o
    minimizar su acción depende del criador.

    Se puede resumir que los factores estresantes de las
    aves provocan:

    • Bajo consumo de pienso.
    • Entrada tardía a la
      producción.
    • Baja producción de huevos.
    • Bajo peso de los huevos.
    • Altas pérdidas por prolapsos.

    Por la forma simultanea de actuar de los estrés
    es muy difícil establecer una clasificación por
    categoría de los mismos, sin embargo los podemos
    clasificar en dos grandes grupos:

    Estrés evitables y estrés
    inevitables.

    Entre los estrés evitables tenemos los
    producidos por sobrepoblación, calentamiento inadecuado,
    problemas nutricionales, movimientos de rebaños, mal
    manejo, bioseguridad deficiente, enfermedades, tratamientos y
    parasitismo.

    Los estrés inevitables son aquellos a los
    cuales estamos obligados a someter a las aves pues están
    implícitos en el manejo de las mismas las cuales son
    vacunaciones, despicado, cortes de dedos y de crestas,
    traslados, pico de producción, cambios
    climáticos, competencia.

    2.2 Manejo de reproductoras, reproductores y
    producción de huevos.

    Indisolublemente ligada a la calidad de la
    reproductora, esta la calidad de los huevos producidos. Solo un
    buen huevo bien manejado nos garantiza un buen pollo y la
    eficiencia de cualquier lote reproductor debe medirse no solo
    por el numero producido, sino por el numero de huevos
    aprovechables para incubar y mas aun, por cual elevada sea su
    incubabilidad. Partiendo de este principio, podemos decir que
    esta eficiencia esta dada realmente por la cantidad de pollitos
    que es capaz de aportar cada reproductora al nuevo
    reemplazo.

    Según North (1986) ninguna fase del proceso
    avícola es tan dependiente del costo del
    manejo, como cuando el lote de reproductoras esta en
    producción de huevos incubables. La edad en que la
    reproductoras ponen sus primeros huevos, el tiempo que son
    conservadas en producción, el tamaño y calidad de
    los huevos y las variaciones climáticas, tienen efecto
    en el costo y las ganancias de la producción.

    Para aprovechar el potencial de un lote de
    reproductoras, el inicio de la puesta debe ser uniforme, con
    los pesos corporales recomendados, deben tener un buen
    desarrollo óseo y muscular y no tener exceso de grasa.
    La madurez sexual a la edad correcta, con el tamaño y
    condición corporal deseados, dará como resultado
    un alto pico de producción y una buena persistencia.
    Esto requiere de un programa
    practico de alimentación e iluminación dentro de
    un correcto sistema de manejo.

    La adecuada alimentación de la reproductora
    comienza en las primeras etapas de vida y se debe seguir muy
    estrictamente durante el periodo de crecimiento, para llegar a
    obtener un pico máximo de producción,. Lo que
    constituye un desafió para quien la maneje.

    Unos de los aspecto mas debatidos con relación
    al manejo del reemplazo, donde los diferentes autores no se han
    puesto aun de acuerdo, es en los referentes a como y cuando
    debe hacerse el cambio de
    pienso de remplazo. La principal diferencia de los niveles
    nutritivos de las dietas de recría y postura
    están determinados por su contenido de calcio( alrededor
    de 1% en la primera y entre 3.5 y 4% en la segunda); mientras
    que en el contenido proteico es aproximadamente un 3 % mayor en
    la de postura y los valores
    de energía no muestran diferencias sensibles, aunque en
    ocasiones es algo ligeramente mas elevado en la dieta de
    postura.

    Si bajo temperatura de 25 ºc, el consumo es de
    100g por ave, cuando la temperatura asciende hasta 32 ºc
    es de esperar una reducción del consumo de un 20 % por
    lo que mismo descendería a 80 gramos por ave. Si el
    contenido de calcio en la dieta es d 3.5 % al consumir
    100gramos la gallina recibe 3.5 gramos de calcio al día
    pero si se reduce a 80 gramos la ingesta de calcio diario
    será de 2.8 gramos y esta no será suficiente para
    una buena calidad de la cáscara, por lo cual el
    contenido de calcio en la dieta se debe aumentar a 4.4 % para
    que el aves pueda recibir así los 3.5 gramos diario que
    necesita. Según experiencias realizadas por Keshavarz en
    la Universidad
    de Cornell niveles de 4.4 % de calcio en la dieta no tiene
    influencia sobre la palatabilidad del pienso.

    La edad del comienzo de la puesta reviste gran
    importancia debido a que en los últimos años
    todas las estirpes reproductoras de huevos han sido
    seleccionadas para una madurez temprana. En este momento el ave
    debe tener las reservas necesarias para afrontar la curva de
    puesta, que tiene un rápido incremento y un alto pico.
    Para producir un huevo de 59 a 60 gramos de peso, sin necesidad
    de hacer uso de sus reservas, la gallina debe recibir entre 3 y
    3.5 gramos de calcio diario.

    La utilización del pienso de pre- postura, en
    las productoras jóvenes, muestran resultados
    satisfactorios con relación al porciento de postura,
    conversión y calidad de la cáscara de los huevos
    producidos.

    La generalidad de los autores coinciden en que las
    pollonas que maduran tempranamente están sometidas a un
    fuerte estrés desde que comienza el desarrollo del
    oviducto y el aumento del tamaño del hígado hasta
    el máximo de producción, por que el ave tiene
    necesidad de sintetizar gran cantidad de proteína y
    crear su reserva 3 ó 4 semanas antes de comenzar la
    producción, por ello se recomienda realizar una dieta de
    pre-postura hasta el 5 % de producción que contenga un
    poco mas de proteína que el pienso de crecimiento ( 18
    –20% ) un poco menos de calcio que la dieta de postura,
    aproximadamente de un 2 a un 2.5 %. Esto permite al ave
    aumentar su reserva de calcio y no perjudica a las pollonas que
    maduran temprano, que estarían adelantadas entre 7 y
    10dias del promedio del lote.

    Kulenkamp ( 1985); Arthur (1989); Kreager(1989);
    Summers (1992), coincidiendo que en los últimos
    años los genetistas han trabajado en el adelanto de la
    madurez sexual como vía para incrementar la
    producción de huevos y la gallina de hoy en día
    comienza a poner mas temprano, alcanza el 50 % de
    producción entre 25 y 26 semanas y tienen su
    producción máxima alrededor de las 27 –28
    semanas; para lograr esto deben contar con las reservas
    corporales necesarias antes de ser estimuladas para comenzar la
    puesta.

    Durante la primera fase del periodo de postura, o sea,
    en las 10 semanas siguientes al 15 % de producción, el
    ave tendrá que aumentar su peso corporal en 250-300
    gramos, incrementar su producción hasta un 90% o mas y
    aumentar aproximadamente un gramo de peso de huevo por semana.
    Si unimos a esto la adaptación al nuevo ambiente, a lo
    que esta sometida el ave desde su alojamiento hasta el periodo
    máximo de producción, podemos ver claramente que
    este periodo es el mas difícil en la vida del ave, a
    partir de este momento, el peso corporal se mantiene
    prácticamente constante hasta el final de la puesta,
    solo con un discreto aumento.

    La intensa selección sobre la tasa de puesta no
    tiene ninguna repercusión negativa de importancia sobre
    ningún carácter de calidad, excepto en el
    tamaño del huevo, por lo que se mantiene una gran
    atención a la mejora simultanea de ambos
    parámetros.(Cepero Briz, 1996).

    Anón (1969) expresó que cuanto mas
    precozmente empieza la puesta de la gallina, menor suele ser el
    tamaño del huevo y mas largo el periodo necesario para
    llegar al máximo peso medio mensual de los huevos. El
    peso medio de los huevos en el segundo y tercer año de
    puesta suele ser mayor que los pesos medios de los huevos en el
    primer año.

    Sydness ( 1970) dice que mantener la calidad de los
    huevos es uno de los mayores problemas que se confrontan. La
    mayor de las perdidas que se producen en la calidad de los
    huevos son el resultado del efecto del ambiente en el cual se
    mantienen.

    Según Fitzsimmonds ( 1992) el incremento de la
    cantidad de huevos rotos en un rebaño esta influido por
    varios factores, entre; la edad de las aves, la estirpe, la
    dieta, el tipo de jaula y la temperatura.

    La alta temperatura ambiental puede tener efectos a
    largo plazo en la capacidad de las aves para producir huevos de
    buena calidad.

    Para Hunton (1987) la causa principal que determina la
    calidad del cascaron es la edad de la gallina. Su calidad,
    independientemente de la forma de evaluación, se reduce con la edad. El
    tamaño de huevo excesivo se relaciona con la baja
    calidad del cascaron. El huevo mas grande puede tener el
    cascaron mas delgado porque el espacio a cubrir es mayor con
    aproximadamente la misma cantidad de cascaron.

    El detrimento de la calidad del cascaron, que ocurre
    con las altas temperaturas, pueden tener dos posibles
    razones:

    1-Disminuye el consumo de alimentos y no
    podrá obtenerse la ingestión de calcio diaria
    necesaria para una optima calidad de la cáscara.
    Podría ser necesario aumentar el porciento de calcio en
    la dieta.

    2- Se produce una hiperventilación que reduce
    el nivel de los iones carbonatos en la sangre afectando la
    calidad del cascaron.

    Sobre las unidades Haugh ( Haugh, 1937), el propio
    Hunton explica que son similares a la cantidad de cascaron en
    muchos aspectos, ambas se deterioran con la calidad del ave y
    ambas son susceptibles al abuso del productor. La unidad Haugh
    se encuentra en su valor
    máximo cuando el huevo acaba de ser puesto, o minutos
    después, cuando ya se ha enfriado. A partir de este
    momento, empieza a decaer de manera natural. Estos cambios de
    la albúmina son muy sensibles a la humedad y a la
    temperatura. Las reproductoras reaccionan al incremento de la
    temperatura reduciendo el consumo de alimento.

    Cuando se limita la ingestión de nutrientes
    esenciales se producirá un descenso de la
    producción de huevos.

    Según Dansky ( 1993), se ha demostrado que se
    pueden conseguir excelentes rendimientos con temperaturas entre
    30y 35 ° c cuando se le da al ave un adecuado confort y se
    ajusta la composición del alimento para incrementar el
    consumo de nutrientes. El empleo de grasa en el pienso de
    reproductoras en época de calor es uno de los sistemas
    utilizados para que las aves incrementen el consumo, lo que se
    transformara en un mayor numero de huevos por
    reproductora.

    Se han ensayado múltiples formas de combatir
    los efectos perjudiciales de las altas temperaturas sobre la
    calidad de la cáscara, a causa de la reducción
    del consumo y las alteraciones metabólicas producidas
    por el estrés calórico, el Dr. Nys plantea que el
    incremento del nivel del calcio tiene un efecto muy escaso, que
    las consecuencias de la disminución del consumo se
    combaten mejor a través de la alimentación
    cálcica separada y que el empleo de dietas altas en
    grasa (mas del 6 %) no perjudica la calidad de la
    cáscara.

    La influencia de la forma de los huevos sobre la
    incubabilidad también ha sido demostrada por diferentes
    autores y se determino cerca de un 20 % de diferencia entre los
    tipos de huevos que resultaron ser los mejores y los peores. La
    mayor incubabilidad se obtiene con los de forma normal con
    valores entre 80 y 85 % del índice de forma.

    Un papel fundamental juegan los nidales, que deben
    estar situados en las naves antes de la llegada de las aves,
    lugares frescos y con buenas condiciones higiénicas y,
    de ser posible, deben estar provistos de un aditamento que
    permita su cierre nocturno.

    Las naves dispondrán al menos de un nidal para
    4 o5 gallinas, de acuerdo al propósito.

    Al ubicar las aves, estas deben acostumbrarse a poner
    en los nidales, se recomienda poner uno o dos huevos en los
    nidales para estimular el uso de los mismos al menos en las dos
    primeras semanas de puesta, deshacer los nidos de las gallinas
    que tengan esta tendencia tantas veces como sea necesario hasta
    que se haya adaptado al nidal.

    Las recogidas de los huevos no deben ser menos de 5
    veces al día y el personal encargado debe lavarse las
    manos antes de cada recogida.

    Los huevos que hayan permanecido en el nidal durante
    la noche ( de estar estos abiertos ) no serán enviados a
    la planta de incubación, así como tampoco se
    envían los recogidos en el piso, en ambos casos deben
    marcarse y recogerse por separados de los que vamos a
    incubar.

    Los huevos para incubar deben estar sanos, limpios,
    tener un tamaño normal y no tener defectos en la
    cáscara. Se deben fumigar antes de las dos horas de
    puestos y ser transportados con cuidado, higiene y
    protección.

    Proporción hembras / machos.

    En las razas ligeras se acostumbran a colocar de 7 a 8
    gallos por cada 100 gallinas, mientras que esta
    proporción puede variar con las características y
    el comportamiento de los animales,
    pudiendo por tanto, reducirse o elevarse. Ese aspecto es muy
    importante, pues tanto un defecto como un exceso de machos
    repercute negativamente sobre la fertilidad. Pearson y Herron
    (1980).

    Uniformidad:

    Ahora bien no podemos hablar de peso vivo sin hablar de
    uniformidad. Recientemente se ha introducido en la practica
    diaria de la crianza de aves el termino " uniformidad" para medir
    la calidad de un lote de reemplazos, en otras palabras esto
    significa criar un lote parejo y es mas importante aun que
    alcanzar los pesos propuestos. Se debe garantizar la uniformidad
    del lote ya que existe una alta relación entre el
    comportamiento posterior de las aves en la etapa de
    puesta.

    Para asegurar un lote de reemplazo parejo o uniforme en
    el momento de la subida a jaulas de ponedoras hay que garantizar
    condiciones ambientales de alimentación y manejo
    adecuados, comenzando por la debida preparación sanitaria
    de la granja, así como una buena calidad del pollito de un
    día. .( Mirian Pérez 1998)

    Además es necesario la aplicación de un
    correcto programa de salud; garantizar los espacios vitales de
    piso, comederos y bebederos, suministrar los tipos de piensos
    correspondientes en cada etapa de cría; efectuar un
    correcto despique y aplicar un programa de iluminación
    acorde con la edad de las aves y la época del
    año.

    Como todo indicador, la uniformidad tiene su forma de
    medirse. Un lote que tenga el 80 % dentro del 10 % del promedio
    del lote se considera con uniformidad aceptable.

    Si el lote tiene menos del 80 % de uniformidad, esto
    indica que es necesario un mejor manejo de las aves. La
    uniformidad del lote también pude calcularse obteniendo el
    coeficiente de variación. Los lotes uniformes tienen un
    coeficiente de variación de no mas del 8 %.

    La homogeneidad de un lote debe ser para el criador el
    primer objetivo a conseguir, prevaleciendo incluso sobre el
    criterio del peso medio de este. No es necesario recordar los
    efectos catastróficos que en un lote heterogéneo
    puede causar sobre la producción total : retraso del
    inicio de la puesta, un bajo pico de la misma, un aumento de la
    diversidad del peso vivo y del peso de los huevos.

    La uniformidad resulta un factor importante a la hora de
    evaluar la calidad de las pollonas y es inútil tener un
    lote de aves del peso y tamaño correctos, si tenemos mucha
    variación entre la mismas. Si la homogeneidad es
    insuficiente conviene comprobar el sistema de manejo y
    alimentación.

    La uniformidad del lote disminuye durante el inicio de
    la madures sexual, por lo cual no se recomienda su
    evaluación durante este periodo. Sí logramos lotes
    uniformes el inicio de la producción será mas
    rápida y el tamaño del huevo mas parejo, el
    índice de mortalidad será mas bajo y la
    producción de huevos será mas alta. .( Pérez
    Mirian 1998).

    Iluminación

    La luz puede tener
    una influencia decisiva en el crecimiento de las pollas por lo
    cual los programas de
    iluminación deben tenerse en cuenta en el desarrollo d los
    programas de alimenticio.

    La duración del día tiene influencia
    marcada sobre el consumo de pienso y el desarrollo de los
    órganos reproductivos.

    Los resultados obtenidos con diferentes regímenes
    de iluminación concluyen que los incrementos de la
    iluminación deben ser graduales antes de mantener un
    régimen estable de 15 a 16 horas luz en la etapa de
    madurez y recomienda realizar la crianza con un foto
    período constante de 6 a 10 horas en ambiente controlado,
    mientras que en naves abiertas se debe tratar de criar el
    remplazo atendiendo a un foto período
    decreciente.

    Al llegar a la etapa de puesta los incrementos de foto
    períodos deben ser de 15 minutos semanales y nunca
    sobrepasar los 15 – 16 horas con una intensidad no menor de 10
    luxes ó 3.5W/m2.

    Los periodos de iluminación largos pueden ser
    beneficiosos en condiciones de climas calientes donde la
    disminución de la ingesta de los alimentos en las pollonas
    es frecuentemente problemática.

    Para el programa de iluminación se plantea no
    disminuir la duración del día durante la etapa de
    producción de huevos. ( Pérez Mirian
    1998).

    El programa de iluminación debe ser coordinado
    continuo y debe programarse para comenzar la producción
    con el peso y el desarrollo adecuado teniendo como
    objetivo:

    Ajustar la madurez sexual y el inicio de la
    producción a la edad y al nivel de desarrollo correcto,
    obtener mejores índices de producción de huevos y
    alcanzar un tamaño optimo de los mismos. El programa de
    iluminación es una herramienta de manejo flexible que se
    debe usar en combinación con el índice de
    crecimiento y el desarrollo físico del lote. Si el peso y
    el desarrollo corporal se retardan debe posponerse el estimulo
    luminoso y viceversa, un lote precoz bien desarrollado
    podrá ser estimulado antes. Si no manejamos el programa de
    iluminación acorde a las características de los
    distintos lotes de aves puede traer graves problemas y sensibles
    perdidas en la etapa de puesta.

    Actualmente la vía más utilizada por las
    firmas comerciales para aumentar el número de huevos es
    disminuyendo la edad de entrada a puesta de las aves, por ser la
    forma que más rápidamente es obtiene una respuesta
    positiva. .( Pérez Mirian 1998).

    En la pasada década los huevos por ave alojada se
    han incrementado en 3-4 huevos por año, se ha modificado
    el peso del cuerpo que esta muy relacionado con otras
    características y un peso vivo intermedio. Se considera
    óptimo, ya que un exceso de peso incrementaría los
    costos de mantenimiento
    y un bajo peso no serviría para una elevada
    producción de huevos.

    La primera fase de puesta entre los 18 y 36 semanas, es
    la mas difícil, donde el ave tiene que dividir la
    ración diario para lograr comenzar la puesta y alcanzar el
    pico de producción (generalmente por encima del 90 % )e
    incrementar el peso de los huevos producidos y completar su
    crecimiento. ( Brake, et al 1979 ).

    En la segunda fase, entre las 36 y los 48 semanas, el
    ave debe mantener una maceta productiva con huevos de buen peso e
    incrementar su peso vivo.

    En la tercera fase, a partir de las 48 semanas dedica el
    alimento al comportamiento de la curva de producción y a
    su propio mantenimiento hasta el final de su vida productiva. Una
    vez logrado el "pico " máximo de producción de
    huevos el objetivo principal es tratar de reducir a su
    mínima expresión la caída en la tasa de
    producción. Ya entre la 36 y la 38 semanas de edad las
    aves habrán alcanzado la ganancia necesaria en peso
    corporal. Las ulteriores ganancia consideran ante todo la grasa
    corporal indeseable lo cual posteriormente conducirá a
    tasas reducidas en la producción de huevo (Herstad
    1998).

    Según Hartman y King (1957) y Orozco ( 1963) la
    aplicación de la iluminación artificial en la
    gallina para incrementar la producción de huevos es una
    práctica muy generalizada en estos casos es muy
    común utilizar una iluminación de 12 a 14 horas de
    luz por día.

    Dr.C. Esteban Fernández
    Rodríguez

    Dra Dariadna Batista
    Montané

    Dra. Ailyn Leal
    Ramos

    MsC. Jorge A.
    Lozano

    Ing. Misleidy Ungo
    Trujillo

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