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Profesorado en Tecnología



    ¿Es la tecnología una
    disciplina
    para las mujeres?

    Trabajo práctico de
    observaciones de práctica e investigación educativa

    1. Hipótesis a
      desarrollar
    2. Trabajo de
      campo
    3. La situación de las
      mujeres en el sector científico tecnológico en
      América Latina
    4. Indicadores de género en
      ciencia y tecnología
    5. Metodología
    6. Nivel jerárquico de las
      mujeres en el sector
    7. Disciplinas
      Científicas
    8. Análisis
      Etario
    9. Discusión
    10. Líneas de
      continuidad
    11. Red Argentina de Género,
      Ciencia y Tecnología (RAGCYT)
    12. Bibliografía

    HIPÓTESIS a
    DESARROLAR:

    Es la Tecnología una materia o una
    forma de trabajo apta
    para las mujeres, dado la abundancia de contenido técnico
    que posee, ya que generalmente es utilizado por los
    hombres.

    Introducción:

    Este trabajo practico tiene como propósito la
    realización y concreción de observaciones sobre la
    forma de trabajo en la materia Tecnología, especialmente
    en EGB3.

    Mi trabajo se ha realizado en un curso de Octavo
    Año de la escuela Abelardo
    Vásquez de la zona de Guaymallèn.

    La forma de realización de las observaciones
    fueron en observación participante y
    observación no participante, dado que las clases de la
    materia observadas, eran en forma práctica y grupal, por
    lo que resultaba poco lógico hacer una observación
    no participante.

    Dentro de la observación participante se
    realizaron preguntas a los alumnos, explicaciones sobre desarrollo de
    distintos sistemas
    tecnológicos, una encuesta para
    realizar un sociograma, críticas al método de
    enseñanza utilizado por el profesor, a
    sus actitudes, a
    su forma de expresión, etc.

    Todos los puntos anteriormente nombrados, se han
    realizado bajo la lupa de una hipótesis sobre la que se basaron todas las
    clases observadas, osea que dicha hipótesis es la base de
    todo este trabajo práctico.

    También se va a realizar un marco
    teórico sobre la teoría,
    aprendida en la materia Pràctica e Investigación Educativa, en la que se han
    apoyado las observaciones, la hipótesis, etc..

    Este trabajo también va a poseer un anexo, donde
    se van a colocar, distintas notas, bajadas de internet, que completan
    el trabajo y
    pueden o no dar mayor afirmación a la hipótesis por
    mi realizada. Todas estas notas aunque sean básicas y sin
    un contenido de educación, nos ayudan
    a la hora de la afirmación final de la
    hipótesis

    Trabajo de
    campo

    Observaciòn Nº1(Observaciòn
    Participante):

    El profesor entra al aula, tardando unos cinco minitos
    en poder ordenar
    y saludar al curso, repitiendo ocho veces la frase silencio y
    callense. A pesar de la llamada de atenciòn a hacer
    silencio, los murmullos y los gritos no dejan de salir de la boca
    de los 27 alumnos.

    Los alumnos al fin se sientan, cun el ruido un poco
    calmado, pero igual continuando. Los chicos se dividen en
    grupos ya que
    el tema a desarrollar en la clase de
    Tecnología, asi lo permite, siendo la clase: Diseño de
    Sistemas Tècnicos.

    Mirando el libro de temas
    del curso se ve bastante completa la planilla de sus temas,
    parece haber un buen seguimiento de clases por parte del
    profesor.

    Luego de reunidos en grupos los chicos, oyen las
    indicaciones del profesor. A pesar de ello las voces siguen
    saliendo y se oye un leve murmullo, que no deja escuchar el total
    de las voces.

    La forma de reunirse, entre gèneros es hombres
    con hombres y mujeres con mujeres. Y son los hombres los que
    están mas callados y metidos en la actividad a
    realizar.

    La preceptora entra al curso a darle una noticia al
    profesor y los alumnos siguen con su charla o con su
    actividad.

    Las frases habladas por el profesor van en exigencias a
    que los alumnos realicen sus tareas en forma completa y en forma
    lo màs ordenada posible.

    Algunos han traido sus herramientas
    de trabajo, otros no, los que tienen herramientas son los que
    menos hablan. Pero asi mismo los que hacen sus tareas no le
    niegan las conversaciones a sus compañeros o
    compañeras.

    El profesor se sienta en su banco, para los
    alumnos que necesiten ayuda le pregunten. Algunos preguntan otros
    no, las consignas y forma de trabajo ya han sido
    dadas.

    El profesor explica algunas pautas a un grupo de
    chicas de cómo hacer una tarea pràctica, aunque
    todas miran para otro lado.

    Ruidos de sillas al moverse, gritos, insultos, papeles
    en el piso, alumnos inquietos, peleas en forma de juegos, risas
    a vos baja y alta,etc.

    Todos al estar cerca mio tratan de comportanrse un poco
    mejor y llamar la atención, ser màs
    amistosos.

    Cuando los alumnos no tienen la mirada del profesor,
    màs se mueven y màs hablan.

    Cuando el profesor llama la atención a alguien
    los alumnos de su alrrededor se rien.

    Se largan las cosas de trabajo y papeles.

    De los siete grupos de trabajo, es uno el que habla y
    no trabaja en la actividad, es un grupo de mujeres.
    Aunque
    igualmente en todos los grupos algunos trabajan y otros se rien y
    otros hablan.

    Una pregunta hecha al profesor antes de entrar al aula
    por parte mia fue: ¿Quiénes son los que se portan
    mejor, Alumnos o alumnas?. El profesor me contestò: –
    Las alumnas son las màs inquietas y las que peor se
    portan.

    El profesor llama la atención y trata de ayudar
    al grupo de chicas que no trabaja, aunque las a lumnas l e dicen
    que no han traido los materiales de
    trabajo, el profesor le dice que hagan la teoría y luego
    que hagan la parte pràctica. Pero igual no hacen lo dicho
    por el profesor.

    Dos son las chicas que desde el profesor está
    halando con el grupo no han parado de moverse.

    Algunas chicas se sientan en el piso y tratan de
    trabajar lo mejor posible en la actividad
    pràctica.

    La misma chica que estaba dando vueltas escribe a
    espaldas del profesor una nota para una compañera, subida
    encima de una silla.

    Los chicos de los distintos grupos se mezclan unos
    con otros para ver quien va màs adelantado y para ir
    copiando tareas e ideas de trabajo.

    En varios de los chicos suena de sus bocas algún
    tipo de música y a la vez
    escriben y se mueven.

    El profesor da nuevas consignas a todos los grupos,
    consignas de dictado de nuevas actividades, los chicos se
    sientan, algunos escriben otros no, a medida que se sigue
    dicatando los alumnos mas se van callando, cuando el profesor
    termina de dictar los ruidos paran, cuando los alumnos terminan
    de escribir, comienzan a subir el tono de las charlas.

    En el dicatdo el profesor repite cada frase 2 o 3 veces,
    siempre alguien pregunta ¿Còmo dijo?.

    Observando como escribìa una de las alumnas se
    observan varios errores de ortografìa.

    El profesor da nuevas consignas de trabajo de una clase
    pràctica, una vez que ha dejado de hablar, se repite todo
    lo dicho anteriormente.

    Por tercera vez el proefsor dice que bajen la voz o que
    va a comenzar a poner negativos.

    El profesor me mira y se rie.

    Es mucho el tiempo que
    pierde el profesor en pedir silencio y en tratar de ordenar a la
    clase.

    Entra una celadora al curso para repartirle a los chicos
    una factura, los
    chicos se calman y se sientan y se logra silenciar un poco la
    clase. Pero igual se los escucha hablar a los chicos con la boca
    llena.

    Las dimensiones del aula es de unos 5 x 6 metros, el
    techo de yeso, las paredes de ladrillos pintadas en amarillo con
    muchos rayones y con zuelas de zapatilas marcadas, hay 2 estufas
    y 2 ventiladores. En las luces hay lugar para 16 tubos
    fluorescentes pero 5 no funcionan. Hay un pizarron de tiza y otro
    para fibrón, puestos en caras opuestas. El pizarròn
    usado, el de tiza, solo se ha escrito una vez, hay un circuito
    elèctico dibujado. La iluminación es buena en el curso a pesar de
    que faltan tubos, tambièn ayuda la luz de la tarde.
    En las ventanas hay policarbonatos enves de vidrios. El espacio
    parece suficiente para la cantidad de chicos que hay.

    El profesor va llamando uno a uno a los grupos para ver
    que han hecho, aunque algunos asisten para consultar la forma de
    hacer el trabajo.

    El grupo de chicas que tengo enfrente, se rien, tiran
    cosas, gasran sus materiales de trabajo en pegar cosas que no
    tendràn uso, conversan, etc.

    El profesor llama la atención a un grupo, uno de
    sus integrantes contesta mal, el profesor solo lo mira y no dice
    nada.

    Una de las chicas le trató de tirar un papel a
    una compañera y me pegó a mi, pero nadie se
    rió, pasaron la mirada por alto.

    De los 7 grupos 2 ya se han preparado para salir,
    faltando 10 minutos para que toque el timbre de
    salida.

    El profesor dice que se preparen, ninguno duda en
    hacerlo, en el menos tiempo posible todos están
    preparados, las charlas mas que nunca salen de la boca de los
    alumnos, el profesor los hace callar para saludarlos. Saluda. El
    espacio de la puerta es insuficiente, ya que todos quieren salir
    a la vez. ¿Porquè los alumnos no entran con las
    mismas ganas despues de terminado un recreo?

    Observación Nº2(Observación
    Participante):

    Llego a la escuela a la otra semana, para la
    observación siguiente y observo un poco el
    recreo:

    Alumnos corriendo, un gran tumulto bajando por las
    escaleras, una cola grande el el kiosco. La escuela es de 3
    pisos, su frente hacia el Este. El Patio en forma de L. Los
    cursos se ubican sobre el ala Sur. La sala de profesores, la
    preceptorìa, la dirección, el Kiosco, etc. Sobre el ala
    Norte de la Escuela.

    Entro a la sala de profesores, algunos me saludan, otros
    no. Algunos llenan libros de
    temas otros charlan. Un buen ambiente entre
    todos. Hay simpatía.

    Toca el timbre, todos salen, apenas suena el
    timbre.

    Entro al curso, saluda el profesor, me da lugar para
    saludar. Digo: Buenas Tardes. Algunos me contestan otros no.
    comienza la Observaciòn participante.

    Aproximandose el fin de las clases el profesor le dice a
    los alumnos que tienen que ir cambiando para no tener que ir a
    rendir. Nombra algunos apellidos, la mayoría de
    mujeres,
    todos bajan la cabeza al oir al profesor que no se
    refiere en forma buena a ellos. Aunque otros se rien y poca
    atención prestan.

    Los alumnos se ordenan, para continuar con la clase
    pràctica de la semana anterior.

    Ayudè a 2 grupos de alumnas y 1 de alumnos. El
    fin era armar un sistema
    tecnológico inversor de giro, usando un circuito
    elèctrico, un motor y un par de
    pilas, la
    consigna era no tocar ni las pilas ni el motor.

    En el primer grupo de alumnas, realizaban pocas
    preguntas, ellas me decian que les ayudara en la forma de
    resolver el sistema, pero no lo hice, les hice recordar la
    teoría y les dì las aproximaciones para que ellas
    pudieran idear el sistema final. Me regañaban al yo
    decirle que lo terminaran ellas, solo les podìa decir que
    no servia de nada que yo se los hiciera, pues asì ellas no
    lo iban a aprender. Una de ellas me dijo, yo quiero aprobar,
    ya quee sto no me gusta y no es lo que quiero hacer cuando sea
    mayor. Solo les interesa aprobar, no importa aprender o no. En mi
    explicación yo les hacía preguntas de la
    teoría y ellas no sabian que contestarme.
    Por lo que
    intentè hacerles una explicaciòn cada vez
    màs fàcil, para que pudieran resolverlo, pero es
    obvio que el tema no estaba bien entendido, ni bien
    conocido.

    El segundo grupo también era de mujeres. Pero al
    avanzar en las preguntas que ellas me hacían
    también había defectos en interpretación de la explicación del
    profesor. Este grupo pone más empeño que el grupo
    anterior en poder resolver el sistema, tienen equivocaciones,
    pero avanzan en poder lograrlo lo mejor posible. Al final una de
    las alumnas me lo resuelve satisfactoriamente.

    El tercer grupo es un grupo de hombres, ya tenian
    armado la mayoría del esquema, solo les quedaba un
    problema que tenian con una conexión de los cables.

    Que con la sola explicación de un ejemplo lo
    resolvieron.

    Observación Nº3 (Observación
    Participante):

    La clase anterior quedó atrás, el profesor
    sienta a los alumnos y comienza con un nuevo tema en
    Tecnología, dentro del eje de Mecanismos el tema es
    Palancas. Se dictan las consignas de trabajo por parte del
    profesor, aclara las dudas y los chicos se ponen a trabajar.
    Aunque algunos siguen con el tema de la clase pasada.

    El profesor se prepara para ir grupo por grupo fijandose
    si habían traido información. El resultado. Solo tres grupos
    trajieron información, de los 7 que hay. Todos los grupos
    tenian una fotocopia de un libro de mecanismos, que nada tenia
    que ver con palancas. Los alumnos que no trajieron la
    información son los que no hacen nada.

    Una de las alumnas, con mala conducta, le va a
    pedir al profesor la repuesta a una pregunta, el profesor le dice
    que se siente y le va a explicar una duda a otro grupo. La
    reacción de la alumna es mirarlo con mala cara y sacarle
    la lengua.

    Yo me dedico a ayudar a un grupo que estaba terminando
    la maqueta de la clase pasada, la de un inversor de giro. Ya
    estaba terminada, unicamente que tenian una duda de cómo
    colocar un cable. Les dì una opinión de cómo
    podía ser y la aceptaron. El profesor llamó a dicho
    grupo y el sistema funcionaba correctamente, los alumnos se
    pusieron muy contesntos al saber que tenian una buena
    nota.

    Lo mismo tuve que ayudar a un grupo de chicas que no
    había terminado el trabajo de la clase pasada, lo unico
    que tenian es que no habían conectado bien los
    cables,
    pero luego lo conectaron bien despues de una ayuda
    mía. El resto de la clase transcurrió en forma
    normal.

    RAGCyT
    LA SITUACION DE LAS MUJERES
    EN EL SECTOR CIENTIFICO TECNOLOGICO EN AMERICA LATINA.

    PRINCIPALES INDICADORES DE
    GÉNERO
    RED ARGENTINA DE
    GÉNERO, CIENCIA Y
    TECNOLOGIA (RAGCyT)

    INTRODUCCION
    En este trabajo nos proponemos exponer un
    informe elaborado
    desde la Red Argentina de Género,
    Ciencia y
    tecnología (RAGCyT). La RAGCyT surgió en 1994
    de la necesidad de visibilizar la situación
    específica de las mujeres en un periodo crítico de
    la política
    cientÍfico-tecnológica nacional y regional, de
    constatar la ausencia de datos provistos
    desde el Estado para
    ese diagnóstico (y por lo tanto para políticas
    publicas especialmente dirigidas a las mujeres en estas
    áreas) y del compromiso con el logro de situaciones
    laborales equitativas.
    Desde la creación de la RAGCyT uno de nuestros objetivos fue
    trazar un diagnóstico de la situación de la mujer en
    ciencia y tecnología en distintas áreas del sector
    y su evolución en los últimos
    años, para poder elaborar estrategias de
    promoción y valorización de la
    contribución de las mujeres en ciencia y
    tecnología. En los primeros resultados encontrados
    dábamos cuenta de la situación de las mujeres en el
    sector de C y T en la Argentina, que sugerían su ausencia
    en los lugares significativos no era proporcional a la
    evolución de la matrícula universitaria (1). En
    entrevistas
    realizadas a becarias, investigadoras jóvenes e
    investigadoras formadas pudieron detectarse algunas formas
    sistemáticas de barreras relacionadas al sexo, como
    disminución en el monto de las becas, no
    contemplación de licencia y otros derechos relacionados con la
    maternidad, no existencia de becas externas de corta
    duración, disparidad en la distribución de jerarquías con los
    mismos antecedentes y hostigamientos en el ambiente de trabajo.
    (2)
    En 1998 los datos sobre Argentina fueron actualizados en
    oportunidad del Foro Regional
    de UNESCO realizado en Bariloche. Esto permitió observar
    la persistencia de ciertos datos por ejemplo la ínfima
    proporción de investigadoras en el nivel superior y su
    ausencia en los lugares de decisión. (1)
    En este trabajo nuestra investigación se hizo extensiva a
    otros tres países de América
    Latina: Brasil, Uruguay y
    México.
    ANTECEDENTES
    Uno de los principales atributos que
    distinguen a la llamada revolución
    científica y tecnológica (RCT), es la inusitada
    velocidad de
    su avance. De hecho, los últimos 150 años han sido
    los más fértiles en materia de descubrimientos
    científicos e innovaciones tecnológicas, si se los
    compara con toda la producción de los 5000 años
    precedentes (3). Más de la mitad de los datos
    científicos que se utilizan en la actualidad fue obtenida
    en la segunda mitad del siglo XX, así como del total de
    los científicos que en toda la historia de la Humanidad se
    han dedicado a la investigación, el 90% vive o
    vivió en este periodo (4).
    Los hechos citados dan la pauta del carácter revolucionario del avance logrado
    en tan poco tiempo, pero este se torna incontrastable cuando se
    verifica que hace 100 años se necesitaban 4 campesinos
    para alimentar a un poblador urbano, mientras que hoy, al borde
    del tercer milenio, basta 1 campesino para
    alimentar a 25 personas de la ciudad (5). La creciente
    incorporación de tecnología al proceso
    productivo ha sido la consecuencia de la formidable
    aceleración experimentada por el conocimiento
    científico.
    Sin embargo, si tomamos la situación actual de la población mundial "1.000 millones de
    personas viven en prosperidad (una décima parte de ellas
    en la abundancia), 3.000 millones en la pobreza,
    más de 1.000 millones sufren hambre. (6) Bastaría
    emplear la cosecha mundial de granos para saciar el hambre en
    todo el planeta; pero mientras "en Europa el 57% de
    los granos se utilizan como forraje, en Estados Unidos es
    el 70%", en lugar de ser destinados al consumo humano
    (7).
    Por otra parte se puede constatar que también el paradigma de
    la RCT se apoya en la profundización de la brecha que
    separa a los países centrales de los restantes. Debemos
    también considerar la brecha existente en los
    países periféricos, entre las diferentes clases
    sociales, y a su vez entre hombres y mujeres. En un reciente
    estudio comparativo se verifica que mientras los principales
    países latinoamericanos no alcanzan a invertir el 1% de
    sus respectivos PBI en ciencia y tecnología, los
    países centrales y los llamados "nuevos emergentes"
    superan largamente esa diminuta escala en por lo
    menos cuatro veces (8). Y aún en un contexto de mayor
    inversión en ciencia y tecnología,
    cabe preguntarse si no existe sesgos de género en estas
    inversiones.
    Sería interesante consignar quienes reciben fondos, para
    que proyectos, en
    interés
    de quienes y definidos por quienes.
    "La ciencia y
    la tecnología no son neutrales o no normativas sino que,
    al igual que todos los demás modos de ordenar la realidad
    y de entender los datos, nacen en un contexto social e
    histórico que tiene unos valores y unos
    intereses sociales intrínsecos en sus estructuras"
    (9).
    Si bien estos contextos han ido cambiando, hay un rasgo que ha
    permanecido inalterado desde el origen mismo de las ciencias, y es
    su carácter androcéntrico. Los hombres han
    participado exclusivamente en su construcción y en decidir los intereses de
    la misma. El cuestionamiento acerca de quien hace la ciencia y
    para quien ha planteado la posibilidad de que la
    incorporación de las mujeres (entre los diferentes actores
    ausentes en la construcción del conocimiento)
    resultaría un aporte positivo para socializar los
    objetivos del conocimiento científico.
    El significado que lleva unido a una mayor participación
    de la mujer en la
    tecnología y en la educación
    tecnológica refleja dos importantes perfiles . El primero
    se relaciona con la manera con la cual la tecnología
    impregna todos los dominios de la actividad en el mundo
    contemporáneo, con funciones
    preponderantes en el desarrollo
    económico de un país y en nuestra experiencia
    diaria. No sólo las ocupaciones relacionadas con la
    tecnología están en franco crecimiento sino que la
    población en general, mujeres y hombres, están
    involucrados en el proceso, productos y
    efectos de la tecnología en nuestra vida diaria. El
    segundo se relaciona con la necesidad de tomar medidas para
    lograr que la mujer se incorpore en condiciones igualitarias al
    hombre,
    eliminando la discriminación de género,
    particularmente en los campos del empleo y la
    educación.
    Las mujeres eligen en mayor proporción, en todo el mundo,
    carreras relacionadas con el arte, y las
    ciencias
    sociales que las de ciencia y tecnología.
    Probablemente contribuye a esta situación de las mujeres
    aspectos estructurales, originados en y a través de las
    estructuras sociales de las instituciones
    y la segmentación del mercado laboral, e
    internalizada en valores y creencias acerca de las expectativas y
    roles adecuados. Estos factores se manifiestan en barreras para
    la participación de la mujer tanto en forma general como
    específica en el dominio de la
    tecnología.
    En el siglo venidero el desarrollo de la ciencia y la
    tecnología hará necesario que se duplique a nivel
    mundial la cantidad de hombres y mujeres dedicados a la
    investigación. Considerando que en América
    Latina existen la cuarta parte de científicas/os que en
    Europa Occidental, la incorporación de las mujeres al
    Sector no solo es un deseo de las mujeres, sino una necesidad
    para la existencia de un sector de ciencia y tecnología
    acorde a un desarrollo socio-económico que garantice una
    sociedad
    justa.
    La ausencia de estadísticas diferenciadas por sexos,
    situación que ocurre en casi todos los países
    subdesarrollados y en la mayor parte de los países
    desarrollados, no permite establecer la real situación de
    las cuestiones de género en la sociedad. En el caso
    particular de la Ciencia y la Tecnología, contar con datos
    estadísticos diferenciados y a su vez discriminados,
    resulta imprescindible para establecer en primer lugar un
    diagnóstico de situación. En un trabajo previo de
    la RAGCyT ( 1) logramos establecer la real situación de
    las mujeres en el sector, luego de analizar los datos
    discriminados por sexo. Allí observamos que a pesar de que
    no existían diferencias importantes en el numero total de
    mujeres y varones que participaban en el sector de C y T, si las
    había, entre otros hallazgos, en los niveles
    jerárquicos alcanzados por los mismos.
    Existen barreras para la incorporación de mujeres al
    sector que podemos llamar "Formales" en América Latina, ya
    que las barreras para acceder a una formación
    científica para las mujeres suelen comenzar desde la
    infancia.
    Según los informes de
    UNICEF, en los países en desarrollo, entre el 30 y el 50%
    de los menores (de los cuales la mayoría son niñas)
    nunca llegan al sistema escolar formal. Es más, casi dos
    terceras partes de los analfabetos del mundo son mujeres (10).
    Consecuentemente la democratización del desarrollo y la
    implementación de la CyT debe considerar la desigualdad
    existente entre hombres y mujeres. Existen otro tipo de barreras
    que podemos llamar "Informales", basadas en el modo en que los
    prejuicios inciden en la diferente formación que reciben
    niñas y varones, y la distinta actitud que
    por razones de género tienen los y las docentes en el
    área de matemáticas y ciencias. En el hogar, operan
    estereotipos sociales que los padres transmiten a sus hijos e
    hijas; y la imagen
    tradicional de la mujer la aleja de los estímulos
    necesarios para despertar su interés por la investigacion
    científica. En el sistema
    educativo, las expectativas de rendimiento están
    sesgadas por los prejuicios, el lenguaje y
    las ilustraciones, esta situacion favorece la exclusión.
    La ausencia de modelos
    femeninos en ciencias que puedan impulsar a las niñas a
    identificarse contribuye aun mas a la mencionada
    exclusión.

    INDICADORES DE
    GÉNERO EN CIENCIA Y TECNOLOGIA
    Trabajos previos
    nuestros y de otras/os investigadoras/es que utilizaron los
    indicadores tradicionales para analizar la situación de
    las mujeres en el sector, mostraron la escasa eficiencia de
    estos, para establecer un diagnóstico real (11).
    En el trabajo mas completo que se ha publicado sobre los
    indicadores de la C y T en América Latina, resulta
    evidente la falta de respuesta por parte de los países de
    los datos discriminados por sexo (11). De allí la
    necesidad de construir nuevos indicadores que den cuenta de las
    diferencias de género en el desempeño de la formación,
    investigación y practica
    científico-tecnológica. La CEPAL , en un reciente
    trabajo sobre "Indicadores de Género para el seguimiento y
    la evaluación
    del Programa de
    Acción
    Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe,
    1995-2001 y la plataforma de Acción de Beijing " (13),
    señala la necesidad de definir "indicadores" que permitan
    medir con precisión los cambios registrados a lo largo del
    tiempo y posibiliten comparaciones entre países. En el
    caso especifico de los indicadores de género, remarca la
    necesidad de reconocer la brecha que se produce entre ambos
    sexos, y no solo establecer las diferencias cuantitativas en los
    diferentes niveles entre uno u otro.

    METODOLOGIA
    La
    metodología inicialmente proyectada para el
    análisis cuantitativo de datos contemplaba
    la solicitud de las estadísticas discriminadas por sexo,
    de los sistemas de ciencia y técnica de los países
    propuestos. Es de destacar que no sólo Argentina, sino
    todos los países miembros de Naciones Unidas,
    han suscripto ante esta organización, el compromiso derivado de la
    Conferencia
    internacional de Beijing, 1995 y reiterado en la Conferencia
    sobre Ciencia de la UNESCO realizada en Budapest en 1999, para
    desagregar por sexo y edad todas sus estadísticas
    sociales.
    A pesar de ello, tuvimos muchas dificultades y fueron escasos los
    datos desagregados provistos por los sistemas de Ciencia y
    Tecnología. Esto nos llevó a usar
    metodologías no ortodoxas. En el caso de México,
    una vez obtenido el listado de investigadores/as del sistema
    nacional, procedimos a revisar los nombres de cada uno/a para
    establecer la lista según sexo. En la Argentina
    reconstruimos la desagregación basándonos en los
    dos dígitos iniciales del código
    único de identificación laboral (CUIL).
    Aunque se solicitaron los datos siguiendo las vías
    formales, salvo en el caso de Uruguay, las instituciones no
    respondieron y los datos fueron obtenidos por medio de Internet
    (cuya utilización nos permitió acceder a bases de datos
    oficiales) o de personal no
    jerárquico de dichas instituciones. Esto impidió la
    inclusión de algunos países, que originalmente iban
    a ser estudiados en nuestro trabajo (como Cuba y
    Guatemala).
    Una vez superados estos obstáculos y en presencia de todo
    el material disponible, nos encontramos con que los datos
    obtenidos no siempre eran compatibles. Los sistemas de ciencia y
    tecnología en los distintos países latinoamericanos
    muestran grandes diferencias en los tipos de cargos, la
    existencia o no de carreras de investigador, el tipo de becarios,
    la inclusión de disciplinas humanísticas en las
    instituciones científicas, y hasta el modo de clasificar
    las disciplinas.
    Una precisión terminológica: puede observarse que a
    lo largo del trabajo usamos expresiones como "el sector de
    ciencia y tecnología" referidas al sistema estatal de
    investigadores/as. Esto expresa una situación real en
    América Latina, donde el financiamiento
    de la investigación está casi exclusivamente a
    cargo del estado.
    Finalmente sistematizamos los datos de cuatro países,
    Argentina, Brasil México y Uruguay, a pesar de que la
    información obtenida en algunos casos es escasa, a fin de
    establecer algunas comparaciones que permitan cumplir los
    objetivos de este trabajo: hacer un diagnóstico regional
    exploratorio de la situación de las mujeres en el sector
    de ciencia y tecnología, y proponer una línea de
    trabajo en la construcción de indicadores de género
    en ciencia y tecnología.
    Para este trabajo hemos definido indicadores fundamentalmente con
    dos objetivos, elaborar un diagnóstico de la situacion de
    las mujeres en el sector de CyT y a partir de el hacer propuestas
    de indicadores y de políticas para alcanzar la igualdad de
    oportunidades y la disminución de la brecha de
    género.
    Para la construcción de nuevos indicadores tomamos el
    concepto del
    trabajo ya citado de la CEPAL, donde se considera que un
    indicador procura expresar una parte importante del
    fenómeno, pero siempre es un concepto que sintetiza
    situaciones generalmente mucho mas complejas. No pretende
    describir un fenómeno, sino indicar y alertar sobre el
    sentido en el que evoluciona.
    Los indicadores utilizados son:
    · % de investigadores según sexo por disciplina
    científica. El análisis por disciplina
    científica permite calificar a las carreras en
    feminizadas, equitativas y masculinizadas.
    · % de investigadores según sexo por
    categorías. El análisis de los niveles
    jerárquicos alcanzados por las mujeres permite reconocer
    su nivel en el sistema.
    · % de investigadores según sexo y edad .El
    análisis etario en relación al sexo permite evaluar
    los cambios en el acceso a los distintos niveles del sector y
    tiempo de permanencia en ellos.
    · % de investigadores según sexo y edad por nivel
    jerárquico alcanzado. El análisis por disciplina en
    relación a la edad y al nivel jerárquico, permite
    visualizar la situación de las mujeres ya insertas en el
    sector.
    · %de mujeres en puestos de decisión
    política. El análisis de la proporción de
    mujeres en cargos de decisión política permite
    observar la posibilidad de las mismas de alcanzar niveles de
    decisión.
    · % de becas otorgadas según sexo. Acceso a becas,
    permite establecer las oportunidades de ingreso al sector de C y
    T diferenciado entre sexos.
    · % de investigadores por sexo según monto de
    subsidios otorgados. Este indicador permite determinar la
    autonomía para el desarrollo de una línea de
    investigacion diferenciando según el sexo.

    SITUACION DE LAS MUJERES EN EL SECTOR DE CIENCIA Y TECNOLOGIA
    EN AMERICA LATINA
    La participación de los hombres
    en relacion a las mujeres en el Sector va de 1.33 (Brasil), 1.4
    (Argentina y Cuba) hasta 2.4 (México). (11, 12) Como se
    puede ver en la Tabla 1.

    NIVEL JERAQUICO DE LAS MUJERES
    EN EL SECTOR:
    ARGENTINA:
    El organismo del estado que nuclea al mayor número de
    trabajadores/as dedicados a la CyT es el CONICET (Consejo
    Nacional de Investigación y Tecnología), donde
    existe una carrera del investigador. En la Argentina es
    minoritaria la cantidad de investigadores que solo dependen de la
    Universidades y prácticamente no existen en la actividad
    privada.
    En la carrera del investigador del CONICET existen cinco
    categorías, de menor a mayor jerarquía son:
    asistente, adjunto, independiente, principal y superior.
    Analizamos, la distribución en las distintas
    categorías de la carrera de investigador y podemos ver que
    las mujeres solo son mayoría en la categoría mas
    baja (asistente), igualan a los hombres en la siguiente
    (adjunto). Ya en la categoría independiente hay dos
    hombres por cada mujer investigadora, solo son la cuarta parte de
    los investigadores y solo el 8% de ellas alcanza la
    categoría superior. (Figura 1)
    El CONICET esta dirigido por comisiones asesoras por disciplinas
    científicas, junta, un directorio y un presidente. Las
    mujeres nunca han ocupado la presidencia del mismo y raramente a
    lo largo de su historia, han participado en el directorio.
    Actualmente las mujeres estan ausentes del directorio, y son
    minoría en las otras instancias de decisión del
    organismo como junta y comisiones asesoras. (Figura 2)
    BRASIL :
    El sistema de investigación esta organizado en dos grandes
    categorías, la inferior llamada "no líder"
    y la superior "líder" (14). Como se puede ver en la Figura
    3, la posición de las mujeres lideres, ajustada por edad y
    por numero total de investigadores, en relación a los
    hombres, resulta en todas las franjas etarias menos de la mitad,
    excepto en las mas jóvenes.
    El nivel académico alcanzado, comparando mujeres y hombres
    muestra, que
    el nivel inferior, Graduados, tiene una distribución
    ligeramente mayoritaria de mujeres hasta los 40 años,
    invirtiéndose esta situación, hasta ser casi
    excluyente la presencia masculina a partir de los 60 años.
    (Figura 4a). En el nivel siguiente, Especialistas, las mujeres
    predominan levemente, hasta observarse un nivel similar a partir
    de los 50 años.(Figura 4.b). En las Maestrías,
    podemos observar una distribución mas o menos
    simétrica entre mujeres y hombres, a excepción de
    los mayores de 60 años. (Figura 4.c). En el nivel
    superior, Doctorados, mientras las mujeres representan cerca del
    80 % hasta los 30 años, luego en forma constante se
    invierte esta relación, predominando los hombres. (Figura
    4.d).
    URUGUAY:
    Las mujeres representan mas de la mitad de las egresadas
    universitarias, (15) y casi igualan a los varones en carreras
    científicas , sin embargo solo un 35 % de los que inician
    una carrera de investigación en el CONACYT son mujeres
    (Participación en proyectos de
    investigación).
    La brecha de género se profundiza a medida que se avanza
    en los niveles directivos, Consejo, Comisiones Asesoras y
    Directores, hay una mayoría de hombres (aproximadamente 80
    %). (Figura 5).
    La discriminación en los niveles de
    decisión, se puede ver también en relación
    al financiamiento de proyectos, se puede observar que disminuye
    la participación de mujeres a medida que se incrementan
    los montos. (Figura 6).
    MEXICO
    Los datos oficiales que pudimos obtener, tal como ya lo
    comentamos, fueron muy limitados.
    Los investigadores varones representan mas del doble que las
    mujeres (16). En el nivel inicial de la carrera, "Candidatos" se
    puede observar un nivel de participación similar de
    mujeres. (Figura 7)
    En una reciente publicación (17) se describe que el
    porcentaje de mujeres en los distintos niveles jerárquicos
    de investigadores nacionales hay 22,8 % mujeres en el nivel mas
    bajo, 12,5 % en el intermedio y no existe ninguna mujer en el mas
    alto. En los últimos 15 años solo se registro un
    aumento del 9 % en la participación de las mujeres como
    investigadoras.

    DISCIPLINAS
    CIENTIFICAS
    Argentina:
    En el CONICET, la mayor cantidad de
    investigadoras/es y becarias/os se concentra en las áreas
    biomédicas, física y en la de las
    ciencias de la tierra y
    el agua. En el
    análisis de la distribución por sexo en las
    diferentes disciplinas científicas observamos que las
    mujeres son mayoría en literatura y
    filosofía. Igualan en numero a los hombres en biología, medicas,
    química,
    historia, sociología y bioquímica. Siendo minoritarias en ingeniería, ingeniería
    química, agropecuarias, derecho, economía,
    matemáticas y arquitectura.
    (Tabla 2)
    En todas las disciplinas analizadas aún en las de clara
    preponderancia femenina como literatura, las mujeres se
    encuentran relegadas a las jerarquías más bajas,
    mientras que se encuentran subrepresentadas en las más
    altas.
    Brasil:
    Tal como ya se describió en la introducción, hay un predominio de
    participación de las mujeres en las áreas
    humanísticas. La única disciplina donde las mujeres
    son mayoría son las ciencias humanas (14), mientras que es
    equitativa la distribución en ciencias biológicas y
    de la salud. En
    ciencias agrarias, ingenierías y exactas es claro el
    predominio masculino. (Figura 8).
    Uruguay:
    En el sistema científico uruguayo no
    se contemplan carreras humanísticas ni ciencias sociales
    (15).
    Las mujeres son mayoría en química, química
    fina y tecnología alimentaria; en biología y
    biotecnología equipara a los hombres y son
    claramente minoría en geociencias, energía,
    matemática, recursos
    hídricos, microelectrónica e informática. (Figura 9).
    México:
    De acuerdo al trabajo de Delgado
    Ballesteros (17) del total de las mujeres que estan incorporadas
    al sistema nacional de investigadores la abrumadora
    mayoría , eligen ciencias biomédicas (40,2 % ) y
    ciencias sociales (40,3 %). En estas áreas representan en
    representan en relación a los hombres el 35 % y 39 %
    respectivamente. En Ciencias físico-matemáticas e
    ingeniería son una minoría en relacion a los
    hombres, 13 % y 14,6 % respectivamente.

    ANALISIS ETARIO
    Argentina
    Existe un número similar de mujeres y
    hombres en el sistema científico tecnológico hasta
    los 55 años, luego es clara la preponderancia
    masculina.
    Al compararse el nivel jerárquico alcanzado por mujeres y
    hombres en relación a la edad de ingreso al sistema,
    resulta muy interesante observar que mientras que las mujeres que
    ingresaron antes de los 40 años, solo el 0.5 % ocupa la
    posición máxima, el 3 % de los hombres se ubica a
    este nivel. La categoría inmediata inferior fue alcanzada
    por el 6.1 % de las mujeres y el 12.7 % de los hombres.
    (Fig.10)
    Brasil
    Las mujeres son mayoría en el sistema de
    ciencia y tecnología hasta los 35 años, tiene una
    relacion equitativa hasta los 50, siendo franca minoría a
    edades mas avanzadas. (14)
    Al analizar la categoría jerárquica en función de
    la edad, se observa que los hombres siempre alcanzan en mayor
    proporción los cargos mas altos, aunque existe una
    relacion mas equitativa en la franja etaria de 40 a 50
    años. (Fig.11)
    A la luz de estos resultados, tanto en Argentina como en Brasil,
    es evidente que la edad es una de las variables que
    influyen en la menor presencia de las mujeres en los cargos mas
    altos, considerando el momento histórico de
    incorporación de las mujeres al sector, pero no parece ser
    esta la razón fundamental.

    DISCUSION
    La
    información disponible permite identificar que en
    México se observan dificultades u obstáculos
    anteriores al ingreso al sistema de investigación, a
    diferencia de Argentina y Brasil donde hay un ingreso masivo y
    las barreras se manifiestan al alcanzar los niveles intermedios y
    altos de investigación.
    El ocupar un lugar jerárquico en la carrera de
    investigación implica no solo reconocimiento
    académico, sino la posibilidad de autonomía en la
    elección de la línea de investigación, y en
    el manejo de fondos. Por ejemplo, el dato obtenido solo de
    Uruguay, en relacion a la participación de mujeres en
    relación al monto de financiación de proyectos,
    muestra que hay menor participación de mujeres en los
    proyectos con mayor financiación. Este hallazgo resulta
    una barrera más, no siempre fácil de visualizar,
    para la participación equitativa de las mujeres en el
    sector.
    Las mujeres se encuentran subrepresentadas en los lugares de
    decisión como se observa en Argentina y Uruguay . Si se
    piensa que la objetividad en los resultados de las evaluaciones
    depende del juicio entre pares, la subrepresentación de
    mujeres, encontrada en nuestra investigacion, indudablemente
    refuerza las dificultades existentes para el progreso en la
    carrera.
    En relación a la edad de las/os investigadoras/es podemos
    observar un quiebre generacional a partir de los 60 años,
    donde existe una clara preponderancia masculina. Esto
    probablemente estaría relacionado con el marcado aumento
    en el ingreso a la vida universitaria de las mujeres en los
    años 60.
    Además de las barreras formales ya mencionadas, debemos
    considerar también lo que algunas autoras llaman
    "microdesigualdades", (10) o sea comportamientos de
    exclusión generalmente tan insignificantes que pasan
    desapercibidos pero que, al acumularse, crean un clima hostil que
    disuade a las mujeres a ingresar o permanecer en las carreras
    científicas y tecnológicas. Las microdesigualdades
    pueden definirse como el conjunto de comportamientos que tienen
    por efecto singularizar, apartar, ignorar o descalificar de
    cualquier modo a un individuo, en
    función de características inmutables y que no
    dependen de su voluntad, esfuerzo o mérito, como el sexo,
    la raza o la edad. Las microdesigualdades crean un entorno
    laboral y educacional que menoscaba el rendimiento de estos
    sujetos, porque hace falta tiempo y energía para ignorar
    este tipo de comportamientos y hacerles frente.
    A diferencia de los obstáculos formales, estas tradiciones
    y prácticas informales son menos obvias y más
    difíciles de reconocer. Por ejemplo, las mujeres son
    asignadas a los comités con menos poder, disponen de menos
    recursos presupuestarios, les es más difícil
    obtener los servicios del
    personal de apoyo o se las ubica en oficinas que están mas
    lejos; carecen de acceso a las 'redes de iniciados' para
    obtener información sobre otras instituciones y, a
    diferencia de los hombres, no disponen de un grupo de mentores o
    de modelos a quienes pedir asesoramiento y apoyo.
    Una pregunta importante que nos hemos formulado, es la
    incorporación de mujeres en los niveles de decisión
    en ciencia y tecnología cambiaría la
    situación actual de las mujeres. Investigaciones
    recientes abordan lo que se considera la aparente paradoja de la
    masa critica (18), consistente en que el aumento de mujeres no
    produce los efectos esperados ni los cambios cualitativos
    previstos. En estos estudios se señala algo que observamos
    en nuestras entrevistas en la RAGCyT: en general, las mujeres que
    "triunfaron" en las ciencias niegan la existencia de cualquier
    barrera discriminatoria. En una investigacion anterior de tipo
    cualitativa realizada con mujeres que ocupaban los cargos
    máximos en la CyT (2), la casi totalidad de nuestras
    entrevistadas, cuando se les pregunta si alguna vez se sintieron
    discriminadas por ser mujeres, contestan que no. Luego, al contar
    su trayectoria, hacia el final de la entrevista
    visualizan barreras que podrían ser fruto de prejuicios.
    Pero en ciertos casos se mantienen en la posición de
    culpabilizar a las mujeres por el abandono, por falta de
    pasión por su carrera, por "preferir" la vida familiar o
    por falta de talento. Para muchas mujeres que hoy ocupan lugares
    destacados, el precio de ser
    admitidas en las carreras científicas fue hacer suyos
    incondicionalmente los valores y
    la forma de trabajar de sus colegas masculinos. Esto no quiere
    decir que deban rechazarse tales valores y modos de trabajo, pero
    deben al menos poder discutirse.
    No se trata sólo de aumentar la masa critica de
    investigadoras. Su desventaja numérica no es el
    único problema, sino uno de los síntomas del
    problema. Los prejuicios de género que impiden una
    participación igualmente fructífera, que permita
    cambiar no sólo la vida de las mujeres sino los resultados
    de la ciencia misma serian parte de la base del problema. Toda
    empresa
    universalista (la ética, la
    ciencia, la política) se empobrece cuando se limita el
    acceso de actores diversos a su construcción
    colectiva.
    Esta exploración deja abierto en realidad un
    desafío. Dónde debe hacer eje una política
    destinada a la integración de más mujeres a la
    ciencia y la tecnología? No solo parece ser en la
    elección de carreras o en la formación, sino
    principalmente en la incorporación y retención
    laboral, porque a pesar de los esfuerzos realizados por las
    mujeres para incorporarse a las estructuras científicas y
    tecnológicas, un buen número de ellas decide
    abandonarlas.
    Deberá entonces, investigarse adecuadamente los motivos de
    la deserción, que significa en un país emergente
    como los nuestros el desperdicio de recursos sumamente
    calificados que se pagan con el esfuerzo de toda la sociedad.
    Es evidente que registrar y reconocer el problema son los
    primeros pasos para hallar soluciones. Si
    nuestros países avanzan hacia un compromiso internacional
    por dar prioridad a la equidad de
    género (UNESCO), debemos recordar que sin datos no hay
    diagnóstico, y sin diagnóstico no hay prioridades
    ni aplicación posible de políticas públicas
    adecuadas.
    Asumimos que es imposible reclamar una equidad entre hombres y
    mujeres en el sector de C y T sin que exista un proyecto de
    país económico y social que apunte a lograr una
    calidad de
    vida digna para el conjunto de la población. Sin
    embargo, la historia reciente nos ha demostrado que tanto en los
    países desarrollados como en los que han triunfado
    movimientos de liberación la situacion de las mujeres no
    ha variado sustancialmente. Esto habla de la necesidad de
    políticas especificas de equidad para lograr situaciones
    mas justas.

    LINEAS DE CONTINUIDAD

    Consideramos esencial la necesidad de elaborar un sistema de
    indicadores de género en ciencia y tecnología,
    adaptados a cada país, cuyos criterios de selección
    y construcción esten basados en la información y el
    diagnóstico realizado en el presente trabajo.
    Indicadores :
    A- Contexto en que se inserta el sector de ciencia y
    tecnología:
    · A1- promedio de años de escolaridad de la
    población por sexo;
    · A2-promedio de años de escolaridad de la
    población económicamente activa por sexo;
    B- Aporte del sector de ciencia y tecnología al desarrollo
    de la actividad de género
    · B1- % de los subsidios destinados a los temas de
    género
    · B2- % de subsidios por disciplina y por sexo
    B3- %de subsidios y monto por disciplina y por sexo.
    C- Acceso al sector
    C1- Población potencial para acceder al ingreso al sector
    de ciencia y tecnología por sexo
    D- Participación en las decisiones del sector
    · D1- Tasa de mujeres en las instancias de
    decisión
    E- Diagnóstico de la situacion en el sector
    · E1-Tasa de abandono por nivel, por disciplina y por
    sexo.
    · E2- Tasa de permanencia por nivel, por disciplina y por
    sexo
    · E3- Tasa de crecimiento del sistema.

    RED ARGENTINA DE
    GÉNERO, CIENCIA Y TECNOLOGIA (RAGCyT)

    Introducción
    En este trabajo nos proponemos
    exponer un informe elaborado desde la Red Argentina de
    Género, Ciencia y tecnología (RAGCyT). La RAGCyT
    surgió en 1994 de la necesidad de visibilizar la
    situación específica de las mujeres en un periodo
    crítico de la política
    cientÍfico-tecnológica nacional y regional, de
    constatar la ausencia de datos provistos desde el Estado para ese
    diagnóstico (y por lo tanto para políticas publicas
    especialmente dirigidas a las mujeres en estas áreas) y
    del compromiso con el logro de situaciones laborales
    equitativas.
    Desde la creación de la RAGCyT uno de nuestros objetivos
    fue trazar un diagnóstico de la situación de la
    mujer en ciencia y tecnología en distintas áreas
    del sector y su evolución en los últimos
    años, para poder elaborar estrategias de promoción
    y valorización de la contribución de las mujeres en
    ciencia y tecnología. En los primeros resultados
    encontrados dábamos cuenta de la situación de las
    mujeres en el sector de C y T en la Argentina, que
    sugerían su ausencia en los lugares significativos no era
    proporcional a la evolución de la matrícula
    universitaria (1). En entrevistas realizadas a becarias,
    investigadoras jóvenes e investigadoras formadas pudieron
    detectarse algunas formas sistemáticas de barreras
    relacionadas al sexo, como disminución en el monto de las
    becas, no contemplación de licencia y otros derechos
    relacionados con la maternidad, no existencia de becas externas
    de corta duración, disparidad en la distribución de
    jerarquías con los mismos antecedentes y hostigamientos en
    el ambiente de trabajo. (2)
    En 1998 los datos sobre Argentina fueron actualizados en
    oportunidad del Foro Regional de UNESCO realizado en Bariloche.
    Esto permitió observar la persistencia de ciertos datos
    por ejemplo la ínfima proporción de investigadoras
    en el nivel superior y su ausencia en los lugares de
    decisión. (1)
    En este trabajo nuestra investigación se hizo extensiva a
    otros tres países de América Latina: Brasil,
    Uruguay y México.
    Antecedentes
    Uno de los principales atributos que
    distinguen a la llamada revolución científica y
    tecnológica (RCT), es la inusitada velocidad de su avance.
    De hecho, los últimos 150 años han sido los
    más fértiles en materia de descubrimientos
    científicos e innovaciones tecnológicas, si se los
    compara con toda la producción de los 5000 años
    precedentes (3). Más de la mitad de los datos
    científicos que se utilizan en la actualidad fue obtenida
    en la segunda mitad del siglo XX, así como del total de
    los científicos que en toda la historia de la Humanidad se
    han dedicado a la investigación, el 90% vive o
    vivió en este periodo (4).
    Los hechos citados dan la pauta del carácter
    revolucionario del avance logrado en tan poco tiempo, pero este
    se torna incontrastable cuando se verifica que hace 100
    años se necesitaban 4 campesinos para alimentar a un
    poblador urbano, mientras que hoy, al borde del tercer milenio,
    basta 1 campesino para alimentar a 25 personas de la ciudad (5).
    La creciente incorporación de tecnología al proceso
    productivo ha sido la consecuencia de la formidable
    aceleración experimentada por el
    conocimiento científico.
    Sin embargo, si tomamos la situación actual de la
    población mundial "1.000 millones de personas viven en
    prosperidad (una décima parte de ellas en la abundancia),
    3.000 millones en la pobreza,
    más de 1.000 millones sufren hambre. (6) Bastaría
    emplear la cosecha mundial de granos para saciar el hambre en
    todo el planeta; pero mientras "en Europa el 57% de los granos se
    utilizan como forraje, en Estados Unidos es el 70%", en lugar de
    ser destinados al consumo humano (7).
    Por otra parte se puede constatar que también el paradigma
    de la RCT se apoya en la profundización de la brecha que
    separa a los países centrales de los restantes. Debemos
    también considerar la brecha existente en los
    países periféricos, entre las diferentes clases
    sociales, y a su vez entre hombres y mujeres. En un reciente
    estudio comparativo se verifica que mientras los principales
    países latinoamericanos no alcanzan a invertir el 1% de
    sus respectivos PBI en ciencia y tecnología, los
    países centrales y los llamados "nuevos emergentes"
    superan largamente esa diminuta escala en por lo menos cuatro
    veces (8). Y aún en un contexto de mayor inversión
    en ciencia y tecnología, cabe preguntarse si no existe
    sesgos de género en estas inversiones. Sería
    interesante consignar quienes reciben fondos, para que proyectos,
    en interés de quienes y definidos por quienes.
    "La ciencia y la tecnología no son neutrales o no
    normativas sino que, al igual que todos los demás modos de
    ordenar la realidad y de entender los datos, nacen en un contexto
    social e histórico que tiene unos valores y unos intereses
    sociales intrínsecos en sus estructuras" (9).
    Si bien estos contextos han ido cambiando, hay un rasgo que ha
    permanecido inalterado desde el origen mismo de las ciencias, y
    es su carácter androcéntrico. Los hombres han
    participado exclusivamente en su construcción y en decidir
    los intereses de la misma. El cuestionamiento acerca de quien
    hace la ciencia y para quien ha planteado la posibilidad de que
    la incorporación de las mujeres (entre los diferentes
    actores ausentes en la construcción del conocimiento)
    resultaría un aporte positivo para socializar los
    objetivos del conocimiento científico.
    El significado que lleva unido a una mayor participación
    de la mujer en la tecnología y en la educación
    tecnológica refleja dos importantes perfiles . El primero
    se relaciona con la manera con la cual la tecnología
    impregna todos los dominios de la actividad en el mundo
    contemporáneo, con funciones preponderantes en el
    desarrollo económico de un país y en nuestra
    experiencia diaria. No sólo las ocupaciones relacionadas
    con la tecnología están en franco crecimiento sino
    que la población en general, mujeres y hombres,
    están involucrados en el proceso, productos y efectos de
    la tecnología en nuestra vida diaria. El segundo se
    relaciona con la necesidad de tomar medidas para lograr que la
    mujer se incorpore en condiciones igualitarias al hombre,
    eliminando la discriminación de género,
    particularmente en los campos del empleo y la
    educación.
    Las mujeres eligen en mayor proporción, en todo el mundo,
    carreras relacionadas con el arte, y las ciencias sociales que
    las de ciencia y tecnología. Probablemente contribuye a
    esta situación de las mujeres aspectos estructurales,
    originados en y a través de las estructuras sociales de
    las instituciones y la segmentación del mercado laboral, e
    internalizada en valores y creencias acerca de las expectativas y
    roles adecuados. Estos factores se manifiestan en barreras para
    la participación de la mujer tanto en forma general como
    específica en el dominio de la tecnología.
    En el siglo venidero el desarrollo de la ciencia y la
    tecnología hará necesario que se duplique a nivel
    mundial la cantidad de hombres y mujeres dedicados a la
    investigación. Considerando que en América Latina
    existen la cuarta parte de científicas/os que en Europa
    Occidental, la incorporación de las mujeres al Sector no
    solo es un deseo de las mujeres, sino una necesidad para la
    existencia de un sector de ciencia y tecnología acorde a
    un desarrollo socio-económico que garantice una sociedad
    justa.
    La ausencia de estadísticas diferenciadas por sexos,
    situación que ocurre en casi todos los países
    subdesarrollados y en la mayor parte de los países
    desarrollados, no permite establecer la real situación de
    las cuestiones de género en la sociedad. En el caso
    particular de la Ciencia y la Tecnología, contar con datos
    estadísticos diferenciados y a su vez discriminados,
    resulta imprescindible para establecer en primer lugar un
    diagnóstico de situación. En un trabajo previo de
    la RAGCyT ( 1) logramos establecer la real situación de
    las mujeres en el sector, luego de analizar los datos
    discriminados por sexo. Allí observamos que a pesar de que
    no existían diferencias importantes en el numero total de
    mujeres y varones que participaban en el sector de C y T, si las
    había, entre otros hallazgos, en los niveles
    jerárquicos alcanzados por los mismos.
    Existen barreras para la incorporación de mujeres al
    sector que podemos llamar "Formales" en América Latina, ya
    que las barreras para acceder a una formación
    científica para las mujeres suelen comenzar desde la
    infancia. Según los informes de UNICEF, en los
    países en desarrollo, entre el 30 y el 50% de los menores
    (de los cuales la mayoría son niñas) nunca llegan
    al sistema escolar formal. Es más, casi dos terceras
    partes de los analfabetos del mundo son mujeres (10).
    Consecuentemente la democratización del desarrollo y la
    implementación de la CyT debe considerar la desigualdad
    existente entre hombres y mujeres. Existen otro tipo de barreras
    que podemos llamar "Informales", basadas en el modo en que los
    prejuicios inciden en la diferente formación que reciben
    niñas y varones, y la distinta actitud que por razones de
    género tienen los y las docentes en el área de
    matemáticas y ciencias. En el hogar, operan estereotipos
    sociales que los padres transmiten a sus hijos e hijas; y la
    imagen tradicional de la mujer la aleja de los estímulos
    necesarios para despertar su interés por la investigacion
    científica. En el sistema educativo, las expectativas de
    rendimiento están sesgadas por los prejuicios, el lenguaje y las
    ilustraciones, esta situacion favorece la exclusión.
    Laausencia de modelos femeninos en ciencias que puedan impulsar a
    las niñas a identificarse contribuye aun mas a la
    mencionada exclusión.
    Indicadores de género en ciencia y
    tecnología
    Trabajos previos nuestros y de otras/os
    investigadoras/es que utilizaron los indicadores tradicionales
    para analizar la situación de las mujeres en el sector,
    mostraron la escasa eficiencia de estos, para establecer un
    diagnóstico real (11).
    En el trabajo mas completo que se ha publicado sobre los
    indicadores de la C y T en América Latina, resulta
    evidente la falta de respuesta por parte de los países de
    los datos discriminados por sexo (11). De allí la
    necesidad de construir nuevos indicadores que den cuenta de las
    diferencias de género en el desempeño de la
    formación, investigación y practica
    científico-tecnológica. La CEPAL , en un reciente
    trabajo sobre "Indicadores de Género para el seguimiento y
    la evaluación del Programa de Acción Regional para
    las Mujeres de América Latina y el Caribe, 1995-2001 y la
    plataforma de Acción de Beijing " (13), señala la
    necesidad de definir "indicadores" que permitan medir con
    precisión los cambios registrados a lo largo del tiempo y
    posibiliten comparaciones entre países. En el caso
    especifico de los indicadores de género, remarca la
    necesidad de reconocer la brecha que se produce entre ambos
    sexos, y no solo establecer las diferencias cuantitativas en los
    diferentes niveles entre uno u otro.
    Metodología
    La metodología inicialmente
    proyectada para el análisis cuantitativo de datos
    contemplaba la solicitud de las estadísticas discriminadas
    por sexo, de los sistemas de ciencia y técnica de los
    países propuestos. Es de destacar que no sólo
    Argentina, sino todos los países miembros de Naciones
    Unidas, han suscripto ante esta organización, el
    compromiso derivado de la Conferencia internacional de Beijing,
    1995 y reiterado en la Conferencia sobre Ciencia de la UNESCO
    realizada en Budapest en 1999, para desagregar por sexo y edad
    todas sus estadísticas sociales.
    A pesar de ello, tuvimos muchas dificultades y fueron escasos los
    datos desagregados provistos por los sistemas de Ciencia y
    Tecnología. Esto nos llevó a usar
    metodologías no ortodoxas. En el caso de México,
    una vez obtenido el listado de investigadores/as del sistema
    nacional, procedimos a revisar los nombres de cada uno/a para
    establecer la lista según sexo. En la Argentina
    reconstruimos la desagregación basándonos en los
    dos dígitos iniciales del código único de
    identificación laboral (CUIL).
    Aunque se solicitaron los datos siguiendo las vías
    formales, salvo en el caso de Uruguay, las instituciones no
    respondieron y los datos fueron obtenidos por medio de Internet
    (cuya utilización nos permitió acceder a bases de
    datos oficiales) o de personal no jerárquico de dichas
    instituciones. Esto impidió la inclusión de algunos
    países, que originalmente iban a ser estudiados en nuestro
    trabajo (como Cuba y Guatemala).
    Una vez superados estos obstáculos y en presencia de todo
    el material disponible, nos encontramos con que los datos
    obtenidos no siempre eran compatibles. Los sistemas de ciencia y
    tecnología en los distintos países latinoamericanos
    muestran grandes diferencias en los tipos de cargos, la
    existencia o no de carreras de investigador, el tipo de becarios,
    la inclusión de disciplinas humanísticas en las
    instituciones científicas, y hasta el modo de clasificar
    las disciplinas.
    Una precisión terminológica: puede observarse que a
    lo largo del trabajo usamos expresiones como "el sector de
    ciencia y tecnología" referidas al sistema estatal de
    investigadores/as. Esto expresa una situación real en
    América Latina, donde el financiamiento de la
    investigación está casi exclusivamente a cargo del
    estado.
    Finalmente sistematizamos los datos de cuatro países,
    Argentina, Brasil México y Uruguay, a pesar de que la
    información obtenida en algunos casos es escasa, a fin de
    establecer algunas comparaciones que permitan cumplir los
    objetivos de este trabajo: hacer un diagnóstico regional
    exploratorio de la situación de las mujeres en el sector
    de ciencia y tecnología, y proponer una línea de
    trabajo en la construcción de indicadores de género
    en ciencia y tecnología.
    Para este trabajo hemos definido indicadores fundamentalmente con
    dos objetivos, elaborar un diagnóstico de la situacion de
    las mujeres en el sector de CyT y a partir de el hacer propuestas
    de indicadores y de políticas para alcanzar la igualdad de
    oportunidades y la disminución de la brecha de
    género.
    Para la construcción de nuevos indicadores tomamos el
    concepto del trabajo ya citado de la CEPAL, donde se considera
    que un indicador procura expresar una parte importante del
    fenómeno, pero siempre es un concepto que sintetiza
    situaciones generalmente mucho mas complejas. No pretende
    describir un fenómeno, sino indicar y alertar sobre el
    sentido en el que evoluciona.
    Los indicadores utilizados son:
    · % de investigadores según sexo por disciplina
    científica. El análisis por disciplina
    científica permite calificar a las carreras en
    feminizadas, equitativas y masculinizadas.
    % de investigadores según sexo por categorías. El
    análisis de los niveles jerárquicos alcanzados por
    las mujeres permite reconocer su nivel en el sistema.
    · % de investigadores según sexo y edad .El
    análisis etario en relación al sexo permite evaluar
    los cambios en el acceso a los distintos niveles del sector y
    tiempo de permanencia en ellos.
    · % de investigadores según sexo y edad por nivel
    jerárquico alcanzado. El análisis por disciplina en
    relación a la edad y al nivel jerárquico, permite
    visualizar la situación de las mujeres ya insertas en el
    sector.
    · %de mujeres en puestos de decisión
    política. El análisis de la proporción de
    mujeres en cargos de decisión política permite
    observar la posibilidad de las mismas de alcanzar niveles de
    decisión.
    · % de becas otorgadas según sexo. Acceso a becas,
    permite establecer las oportunidades de ingreso al sector de C y
    T diferenciado entre sexos.
    · % de investigadores por sexo según monto de
    subsidios otorgados. Este indicador permite determinar la
    autonomía para el desarrollo de una línea de
    investigacion diferenciando según el sexo.
    SITUACION DE LAS
    MUJERES EN EL SECTOR DE CIENCIA Y TECNOLOGIA EN AMERICA
    LATINA
    La participación de los hombres en relacion
    a las mujeres en el Sector va de 1.33 (Brasil), 1.4 (Argentina y
    Cuba) hasta 2.4 (México). (11, 12) Como se puede ver en la
    Tabla 1.
    NIVEL JERAQUICO DE LAS MUJERES EN EL SECTOR:
    Argentina:
    El organismo del estado que nuclea al mayor
    numero de trabajadores/as dedicados a la CyT es el CONICET
    (Consejo Nacional de Investigación y Tecnología),
    donde existe una carrera del investigador. En la Argentina es
    minoritaria la cantidad de investigadores que solo dependen de la
    Universidades y prácticamente no existen en la actividad
    privada.
    En la carrera del investigador del CONICET existen cinco
    categorías, de menor a mayor jerarquía son:
    asistente, adjunto, independiente, principal y superior.
    Analizamos, la distribución en las distintas
    categorías de la carrera de investigador y podemos ver que
    las mujeres solo son mayoría en la categoría mas
    baja (asistente), igualan a los hombres en la siguiente·
    (adjunto). Ya en la categoría independiente hay dos
    hombres por cada mujer investigadora, solo son la cuarta parte de
    los investigadores y solo el 8% de ellas alcanza la
    categoría superior. (Figura 1)
    El CONICET esta dirigido por comisiones asesoras por disciplinas
    científicas, junta, un directorio y un presidente. Las
    mujeres nunca han ocupado la presidencia del mismo y raramente a
    lo largo de su historia, han participado en el directorio.
    Actualmente las mujeres estan ausentes del directorio, y son
    minoría en las otras instancias de decisión del
    organismo como junta y comisiones asesoras. (Figura 2)
    Brasil :
    El sistema de investigación esta
    organizado en dos grandes categorías, la inferior llamada
    "no líder" y la superior "líder" (14). Como se
    puede ver en la Figura 3, la posición de las mujeres
    lideres, ajustada por edad y por numero total de investigadores,
    en relación a los hombres, resulta en todas las franjas
    etarias menos de la mitad, excepto en las mas jóvenes.
    El nivel académico alcanzado, comparando mujeres y hombres
    muestra, que el nivel inferior, Graduados, tiene una
    distribución ligeramente mayoritaria de mujeres hasta los
    40 años, invirtiéndose esta situación, hasta
    ser casi excluyente la presencia masculina a partir de los 60
    años. (Figura 4a). En el nivel siguiente, Especialistas,
    las mujeres predominan levemente, hasta observarse un nivel
    similar a partir de los 50 años.(Figura 4.b). En las
    Maestrías, podemos observar una distribución mas o
    menos simétrica entre mujeres y hombres, a
    excepción de los mayores de 60 años. (Figura 4.c).
    En el nivel superior, Doctorados, mientras las mujeres
    representan cerca del 80 % hasta los 30 años, luego en
    forma constante se invierte esta relación, predominando
    los hombres. (Figura 4.d).
    Uruguay:
    Las mujeres representan mas de la mitad de
    las egresadas universitarias, (15) y casi igualan a los varones
    en carreras científicas , sin embargo solo un 35 % de los
    que inician una carrera de investigación en el CONACYT son
    mujeres (Participación en proyectos de
    investigación).
    La brecha de género se profundiza a medida que se avanza
    en los niveles directivos, Consejo, Comisiones Asesoras y
    Directores, hay una mayoría de hombres (aproximadamente 80
    %). (Figura 5).
    La discriminación en los niveles de decisión, se
    puede ver también en relación al financiamiento de
    proyectos, se puede observar que disminuye la
    participación de mujeres a medida que se incrementan los
    montos. (Figura 6).
    México
    Los datos oficiales que pudimos obtener,
    tal como ya lo comentamos, fueron muy limitados.
    Los investigadores varones representan mas del doble que las
    mujeres (16). En el nivel inicial de la carrera, "Candidatos" se
    puede observar un nivel de participación similar de
    mujeres. (Figura 7)
    En una reciente publicación (17) se describe que el
    porcentaje de mujeres en los distintos niveles jerárquicos
    de investigadores nacionales hay 22,8 % mujeres en el nivel mas
    bajo, 12,5 % en el intermedio y no existe ninguna mujer en el mas
    alto. En los últimos 15 años solo se registro un
    aumento del 9 % en la participación de las mujeres como
    investigadoras.
    DISCIPLINAS CIENTIFICAS
    Argentina:
    En el CONICET, la mayor cantidad de
    investigadoras/es y becarias/os se concentra en las áreas
    biomédicas, física y en la de las ciencias de la
    tierra y el
    agua. En el
    análisis de la distribución por sexo en las
    diferentes disciplinas científicas observamos que las
    mujeres son mayoría en literatura y filosofía.
    Igualan en numero a los hombres en biología, medicas,
    química, historia, sociología y bioquímica.
    Siendo minoritarias en ingeniería, ingeniería
    química, agropecuarias, derecho, economía,
    matemáticas y arquitectura. (Tabla 2)
    En todas las disciplinas analizadas aún en las de clara
    preponderancia femenina como literatura, las mujeres se
    encuentran relegadas a las jerarquías más bajas,
    mientras que se encuentran subrepresentadas en las más
    altas.
    Brasil:
    Tal como ya se describió en la
    introducción, hay un predominio de participación de
    las mujeres en las áreas humanísticas. La
    única disciplina donde las mujeres son mayoría son
    las ciencias humanas (14), mientras que es equitativa la
    distribución en ciencias biológicas y de la salud.
    En ciencias agrarias, ingenierías y exactas es claro el
    predominio masculino. (Figura 8).
    Uruguay:
    En el sistema científico uruguayo no
    se contemplan carreras humanísticas ni ciencias sociales
    (15).
    Las mujeres son mayoría en química, química
    fina y tecnología alimentaria; en biología y
    biotecnología equipara a los hombres y son claramente
    minoría en geociencias, energía, matemática,
    recursos hídricos, microelectrónica e
    informática. (Figura 9).
    México:
    De acuerdo al trabajo de Delgado
    Ballesteros (17) del total de las mujeres que estan incorporadas
    al sistema nacional de investigadores la abrumadora
    mayoría , eligen ciencias biomédicas (40,2 % ) y
    ciencias sociales (40,3 %). En estas áreas representan en
    representan en relación a los hombres el 35 % y 39 %
    respectivamente. En Ciencias físico-matemáticas e
    ingeniería son una minoría en relacion a los
    hombres, 13 % y 14,6 % respectivamente.
    ANALISIS ETARIO
    Argentina
    Existe un número similar de mujeres y
    hombres en el sistema científico tecnológico hasta
    los 55 años, luego es clara la preponderancia
    masculina.
    Al compararse el nivel jerárquico alcanzado por mujeres y
    hombres en relación a la edad de ingreso al sistema,
    resulta muy interesante observar que mientras que las mujeres que
    ingresaron antes de los 40 años, solo el 0.5 % ocupa la
    posición máxima, el 3 % de los hombres se ubica a
    este nivel. La categoría inmediata inferior fue alcanzada
    por el 6.1 % de las mujeres y el 12.7 % de los hombres.
    (Fig.10)
    Brasil
    Las mujeres son mayoría en el sistema de
    ciencia y tecnología hasta los 35 años, tiene una
    relacion equitativa hasta los 50, siendo franca minoría a
    edades mas avanzadas. (14)
    Al analizar la categoría jerárquica en
    función de la edad, se observa que los hombres siempre
    alcanzan en mayor proporción los cargos mas altos, aunque
    existe una relacion mas equitativa en la franja etaria de 40 a 50
    años. (Fig.11)
    A la luz de estos resultados, tanto en Argentina como en Brasil,
    es evidente que la edad es una de las variables que influyen en
    la menor presencia de las mujeres en los cargos mas altos,
    considerando el momento histórico de incorporación
    de las mujeres al sector, pero no parece ser esta la razón
    fundamental.
    DISCUSION
    La información disponible permite identificar que en
    México se observan dificultades u obstáculos
    anteriores al ingreso al sistema de investigación, a
    diferencia de Argentina y Brasil donde hay un ingreso masivo y
    las barreras se manifiestan al alcanzar los niveles intermedios y
    altos de investigación.
    El ocupar un lugar jerárquico en la carrera de
    investigación implica no solo reconocimiento
    académico, sino la posibilidad de autonomía en la
    elección de la línea de investigación, y en
    el manejo de fondos. Por ejemplo, el dato obtenido solo de
    Uruguay, en relacion a la participación de mujeres en
    relación al monto de financiación de proyectos,
    muestra que hay menor

    participación de mujeres en los proyectos con
    mayor financiación. Este hallazgo resulta una barrera
    más, no siempre fácil de visualizar, para la
    participación equitativa de las mujeres en el sector.
    Las mujeres se encuentran subrepresentadas en los lugares de
    decisión como se observa en Argentina y Uruguay . Si se
    piensa que la objetividad en los resultados de las evaluaciones
    depende del juicio entre pares, la subrepresentación de
    mujeres, encontrada en nuestra investigacion, indudablemente
    refuerza las dificultades existentes para el progreso en la
    carrera.
    En relación a la edad de las/os investigadoras/es podemos
    observar un quiebre generacional a partir de los 60 años,
    donde existe una clara preponderancia masculina. Esto
    probablemente estaría relacionado con el marcado aumento
    en el ingreso a la vida universitaria de las mujeres en los
    años 60.
    Además de las barreras formales ya mencionadas, debemos
    considerar también lo que algunas autoras llaman
    "microdesigualdades", (10) o sea comportamientos de
    exclusión generalmente tan insignificantes que pasan
    desapercibidos pero que, al acumularse, crean un clima hostil que
    disuade a las mujeres a ingresar o permanecer en las carreras
    científicas y tecnológicas. Las microdesigualdades
    pueden definirse como el conjunto de comportamientos que tienen
    por efecto singularizar, apartar, ignorar o descalificar de
    cualquier modo a un individuo, en función de
    características inmutables y que no dependen de su
    voluntad, esfuerzo o mérito, como el sexo, la raza o la
    edad. Las microdesigualdades crean un entorno laboral y
    educacional que menoscaba el rendimiento de estos sujetos, porque
    hace falta tiempo y energía para ignorar este tipo de
    comportamientos y hacerles frente.
    A diferencia de los obstáculos formales, estas tradiciones
    y prácticas informales son menos obvias y más
    difíciles de reconocer. Por ejemplo, las mujeres son
    asignadas a los comités con menos poder, disponen de menos
    recursos presupuestarios, les es más difícil
    obtener los servicios del personal de apoyo o se las ubica en
    oficinas que están mas lejos; carecen de acceso a las
    'redes de iniciados' para obtener información sobre otras
    instituciones y, a diferencia de los hombres, no disponen de un
    grupo de mentores o de modelos a quienes pedir asesoramiento y
    apoyo.
    Una pregunta importante que nos hemos formulado, es la
    incorporación de mujeres en los niveles de decisión
    en ciencia y tecnología cambiaría la
    situación actual de las mujeres. Investigaciones recientes
    abordan lo que se considera la aparente paradoja de la masa
    critica (18), consistente en que el aumento de mujeres no produce
    los efectos esperados ni los cambios cualitativos previstos. En
    estos estudios se señala algo que observamos en nuestras
    entrevistas en la RAGCyT: en general, las mujeres que
    "triunfaron" en las ciencias niegan la existencia de cualquier
    barrera discriminatoria. En una investigacion anterior de tipo
    cualitativa realizada con mujeres que ocupaban los cargos
    máximos en la CyT (2), la casi totalidad de nuestras
    entrevistadas, cuando se les pregunta si alguna vez se sintieron
    discriminadas por ser mujeres, contestan que no. Luego, al contar
    su trayectoria, hacia el final de la entrevista
    visualizan barreras que podrían ser fruto de prejuicios.
    Pero en ciertos casos se mantienen en la posición de
    culpabilizar a las mujeres por el abandono, por falta de
    pasión por su carrera, por "preferir" la vida familiar o
    por falta de talento. Para muchas mujeres que hoy ocupan lugares
    destacados, el precio de ser admitidas en las carreras
    científicas fue hacer suyos incondicionalmente los valores
    y la forma de trabajar de sus colegas masculinos. Esto no quiere
    decir que deban rechazarse tales valores y modos de trabajo, pero
    deben al menos poder discutirse.
    No se trata sólo de aumentar la masa critica de
    investigadoras. Su desventaja numérica no es el
    único problema, sino uno de los síntomas del
    problema. Los prejuicios de género que impiden una
    participación igualmente fructífera, que permita
    cambiar no sólo la vida de las mujeres sino los resultados
    de la ciencia misma serian parte de la base del problema. Toda
    empresa universalista (la ética, la ciencia, la
    política) se empobrece cuando se limita el acceso de
    actores diversos a su construcción colectiva.
    Esta exploración deja abierto en realidad un
    desafío. Dónde debe hacer eje una política
    destinada a la integración de más mujeres a la
    ciencia y la tecnología? No solo parece ser en la
    elección de carreras o en la formación, sino
    principalmente en la incorporación y retención
    laboral, porque a pesar de los esfuerzos realizados por las
    mujeres para incorporarse a las estructuras científicas y
    tecnológicas, un buen número de ellas decide
    abandonarlas.
    Deberá entonces, investigarse adecuadamente los motivos de
    la deserción, que significa en un país emergente
    como los nuestros el desperdicio de recursos sumamente
    calificados que se pagan con el esfuerzo de toda la sociedad.
    Es evidente que registrar y reconocer el problema son los
    primeros pasos para hallar soluciones. Si nuestros países
    avanzan hacia un compromiso internacional por dar prioridad a la
    equidad de género (UNESCO), debemos recordar que sin datos
    no hay diagnóstico, y sin diagnóstico no hay
    prioridades ni aplicación posible de políticas
    públicas adecuadas.
    Asumimos que es imposible reclamar una equidad entre hombres y
    mujeres en el sector de C y T sin que exista un proyecto de
    país económico y social que apunte a lograr una
    calidad de
    vida digna para el conjunto de la población. Sin embargo,
    la historia reciente nos ha demostrado que tanto en los
    países desarrollados como en los que han triunfado
    movimientos de liberación la situacion de las mujeres no
    ha variado sustancialmente. Esto habla de la necesidad de
    políticas especificas de equidad para lograr situaciones
    mas justas.
    LINEAS DE CONTINUIDAD
    Consideramos esencial la
    necesidad de elaborar un sistema de indicadores de género
    en ciencia y tecnología, adaptados a cada país,
    cuyos criterios de selección y construcción esten
    basados en la información y el diagnóstico
    realizado en el presente trabajo.
    Indicadores :
    A- Contexto en que se inserta el sector de ciencia y
    tecnología:
    · A1- promedio de años de escolaridad de la
    población por sexo;
    · A2-promedio de años de escolaridad de la
    población económicamente activa por sexo;
    B- Aporte del sector de ciencia y tecnología al desarrollo
    de la actividad de género
    · B1- % de los subsidios destinados a los temas de
    género
    · B2- % de subsidios por disciplina y por sexo
    B3- %de subsidios y monto por disciplina y por sexo.
    C- Acceso al sector
    C1- Población potencial para acceder al ingreso al sector
    de ciencia y tecnología por sexo
    D- Participación en las decisiones del sector
    · D1- Tasa de mujeres en las instancias de
    decisión
    E- Diagnóstico de la situacion en el sector
    · E1-Tasa de abandono por nivel, por disciplina y por
    sexo.
    · E2- Tasa de permanencia por nivel, por disciplina y por
    sexo
    · E3- Tasa de crecimiento del sistema.

    BIBLIOGRAFIA

    (1) RAGCyT. Situacion de las mujeres en C y T en Argentina (1999,
    en prensa).
    (2) Vídeo de mujeres destacadas en la Ciencia Argentina.
    Dirección y Producción de la RAGCyT (1997).
    (3) Cf. Arno Peters, El principio de equivalencia como base de la
    economía global, en: H. Dieterich, R. Franco, A. Peters,
    C. Stahmer, Fin del capitalismo
    global – El nuevo proyecto histórico; Editorial 21,
    Buenos Aires,
    1998, pp. 20.
    (4) Cf. V. Mshvenieradze, Hacia una concepción unificada y
    multidisciplinaria, en: Repercusiones sociales de la
    revolución científica y tecnológica,
    Tecnos/UNESCO, Madrid, 1982,
    pp.52.
    (5) Cf. Arno Peters, ídem, ibídem.
    (6) Cf. Arno Peters, ídem, ibídem.
    (7) Cf. Arno Peters, ídem, ibídem.
    (8) Cf. Néstor G. Gaggioli, Eficiencia del sector
    científico argentino en el contexto latinoamericano;
    Instituto de Proyectos y Políticas Alternativas de la
    Asociación Trabajadores del Estado, Consejo Directivo
    Capital
    Federal; Serie "Sobre el Estado", Año II, Volumen 1, Buenos
    Aires, setiembre de 1997.
    (9) E. Mendelsohn, La internacionalización de la ciencia,
    en: Repercusiones sociales, pp.69.
    (10) McGregor, E. & Harding, S. "Las ciencias, en manos de
    quién?", en UNESCO, Informe Mundial sobre la Ciencia,
    Parte 3, 1996.
    (11) Principales Indicadores de Ciencia y Tecnología.
    Iberoamericanos/ Interamericanos. RICYT; CYTED; OEA,
    1990-1996.
    (12) Edition Vo l u me I Health Americas in the Scientific
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    Pan American Health Organization, Pan American Sanitary Bureau,
    Regional Office of the
    World Health Organization, 1998.
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    evaluación del Programa de Acción Regional para las
    Mujeres de América Latina y el Caribe, 1995-2001 y la
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    (14) CNPq- Directorio de Grupos de Investigadores,
    1998,Versión 3.0, Brasil.
    (15) Maria Juliana ABELLA , Directora del CONICYT, 1998,
    Uruguay.
    (16) CONACYT- Sistema Nacional de Investigadores, México
    (febrero, 1999).
    (17) Delgado Ballesteros Gabriela "Técnica y
    científicas en México. La mujer y la ciencia hacia
    el nuevo milenio". Mujer Ciencia y Tecnología en el tercer
    milenio. Memoria Museo
    Franz Mayer, 17-11-1999, México.
    (18) Etzkowitz, H. et al. , "The paradox of critical mass for
    women in science", en Science 266 (5182), 1994.

     

     

    Autor:

    Leonardo Puebla

    Este trabajo, es una investigación realizada en
    un aula de una escuela, en Mendoza Argentina, escuela urbana, de
    clase media-baja . El fin de esta es realizar una
    hipótesis para ver si es la tecnología una
    disciplina para las mujeres, dado la cantidad de contenido
    técnico que posee, que generalmente es usado por los
    hombres.

    Soy estudiante de profesorado en tecnología, de
    Segundo año de la Universidad
    Tecnológica Nacional de Mendoza, Argentina.

    Desde ya gracias.

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