- La República
Posible - La Oligarquía
Política - Electores, Gobernadores y
Senadores - El Sistema
Federal - Del Orden Oligárquico a
la Democratización - La Leyes
Electorales - El Partido
Ausente
Un régimen político puede ser entendido
como una estructura
institucional de posiciones de poder,
dispuestas en un orden jerárquico desde donde se formulan
decisiones autoritarias que comprometen a la unidad. El problema
de las constituciones es subordinar diferentes posiciones de
poder al ámbito más amplio del poder
político.
Hay que tener en cuenta la
organización y distribución de poder y el modo de la
elección de los gobernantes y los limites entre estos y
los gobernados.
La estructura institucional de un régimen alberga
la realidad del poder, y las relaciones de control se
asientan sobre una constelación de intereses materiales y
de valores que
justifican la pretensión de unos de gobernar a
otros.
Fórmula prescriptita o principio de legitimidad:
habla del mejor régimen adoptado (Ej: libertad o
justicia), y
pretende gratificar intereses materiales reivindicados por
grupos o
clases.
Hay una contradicción entre el principio de
monarquía autoritaria y república
electiva. Las fórmulas republicanas o demócratas
daban el poder a ámbitos más amplios que las
antiguas aristocracias.
Alberdi es autor de la formula prescriptita, pero no hay
causalidad con su implementación tras el 80’, si no
que se asume que: a) la fórmula influye en el Congreso
Constituyente, b) se prolonga mas allá, c) tradujo valores
e intereses dominantes.
La población es el agente privilegiado del
cambio
cultural, junto con el ferrocarril y los capitales.
Para alcanzar estas metas el camino es el régimen
político y la figura del legislador se relaciona con la
distribución del poder de modo que la elección de
los gobernantes y las garantías de los gobernados procuran
conciliar valores igualitarios de una república abierta a
todos con valores jerárquicos de la república
restrictiva de unos pocos.
En la formula alberdiana el presidente materializa el
poder central, pero no detenta todo el poder, no es dominio
irresponsable el dominio de uno solos, sino que viene de la
legitimidad investida por la constitución. Su legitimidad viene del
cargo superior que ocupa, el rol que desempeña tiene mas
valor que su
propia virtud. (Gracias a la distinción entre rol y
ocupante).
Se busca hacer que un pueblo de miseria e ignorancia se
transforme en una federación para el ejercicio del
gobierno
republicano. La libertad civil abre la ruta para implantar una
nueva cultura para
traer inmigración y riquezas.
-Alberdi: el legislador debe discriminar la
participación del pueblo soberano y los excluídos
de la soberanía política.
-Tocqueville: el sociólogo debe comprobar
el eco igualitario que hace al habitante de una nación
sujeto apto para constituir un pueblo que se manifiesta por el
sufragio
universal.
Cap III: La
Oligarquía Política:
La república restrictiva alberdiana no define
ningún medio práctico para hacer efectiva la
representación. Confiaba en el valor prescriptito de las
instituciones
nuevas. El acto de seleccionar los medios para
regular las acciones
políticas no correspondían al
legislador. Ante una propuesta prescriptiva había que
legitimar a través de una estructura de papeles
políticos dominantes y una regla de sucesión y en
esas fronteras diseñar una formula operativa que permita a
los actores construir una base de dominación
efectiva.
La república distingue entre la esfera
pública y la privada, ambos órdenes de actividad
son pretejidos por una red de derechos y garantías
estipulados de modo explicito. La otra distinción es entre
soberano o entidad donde reside el poder de designar gobernantes
que son causas y no efectos de la elección de los
magistrados.
El elector tiene naturaleza
política distinta que el representante. Hay siempre
electores y poder electoral, pero los electores serán
siempre gobernantes y no gobernados El poder electoral
residirá en el poder coercitivo o económico del
gobiernos y no en el soberano.
Las elecciones consistirán en la
designación de sucesor por el funcionario saliente y el
control que ejercerá el gobernante sobre los gobernados
antes que el ciudadano sobre el magistrado.
Según Alberdi, la fórmula operativa del
régimen desde el 80’ tiene un significado si se la
entiende como un sistema de
hegemonía gubernamental que se mantiene gracias al control
de la sucesión.
La elección se trastocó en
designación del gobernante por su antecesor y la fuerza se
concentra en los titulares de los papeles dominantes revestido de
la autoridad de
los grandes electores.
La fórmula prescriptiva ofrece una respuesta
satisfactoria y no suficiente, los únicos que pueden
participar en el gobierno son aquellos habilitados por la
riqueza, la educación o
prestigio.
Desde el 80’ el aumento de la riqueza consolida el
poder económico de grupos que fueron naturalmente aptos
para el dominio. Se confunde el poder económico con el
político. La oligarquía tiene control
económico pero es también político que se
corrompe por varios motivos, es una clase
gobernante con espíritu y conciencia de
pertenecer a un estrato político superior. La
oligarquía se da cuando un pequeño número de
actores se apropia en los resortes fundamentales de poder sobre
todo localizados en posiciones privilegiadas en la
estratificación social.
Cap IV:
Electores, Gobernadores y Senadores:
En las elecciones de 1886 y 1892 se reforzó la
posición de los distritos medianos, en 1898, 1904 y 1910
los bloques de electores comenzaron a distribuirse de acuerdo con
la pauta que luego se mantiene. Buenos Aires y
Capital casi
duplicaron los electores.
En la formula prescriptiva la intención del
legislador al institucionalizarse la autonomía de los
electores, procura favorecer las divisiones horizontales dentro
de cada junta, y alentar el desarrollo de
posibles coaliciones entre grupos de electores de distintos
distritos. Esto luego nacionaliza la elección presidencial
haciendo que dos o más ciudadanos candidatos compartidos
por corrientes de elección se den en las juntas
electorales. En las categorías de "provincias de
oposición circunstancial" están Mendoza en el
92’ y Entre Ríos en el 04’.
En las "provincias de oposición repetida"
están Buenos Aires en el 80’, 86’ y 98’,
Tucumán, Capital y Corrientes. Las Juntas Electorales
tradujeron un propósito de control relacionado con
negociaciones fuera de su recinto.
La particularidad daba a las provincias y gobernadores
un peso político ya que los bloques de electores las
provincias protagonizan la elección presidencial. En la
elección presidencial la fragmentación de la
soberanía propuesta por el sistema federal se combina con
una rígida separación de poderes por el cual el
presidente no puede disolver al congreso ni este puede hacer
obligatoria su renuncia.
Alberdi propone una solución federativa para
incoprar las provincias a un sistema nacional, se llevaría
a la práctica la fragmentación pluralista de la
soberanía entre poder central y unidades locales. El
problema es el tema de la centralización. La precariedad de la
confederación se relaciona con que esta debe evolucionar a
formas mas centralizadas (Suiza, EEUU) o se enfrenta a la
disolución.
La confederación debe garantizar a las provincias
el sistema republicano, la integridad del territorio y por
primera vez el derecho de intervenir en su territorio. En el
53’ esto se ve complicado en el Art. 6. Sarmiento: en la
intervención media legislatura o
gobernador.
Entre 53’ – 80’ se da la guerra interna
entre Bs. As. y la Confederación y tres presidencias desde
Bs. As. La aplicación de una medida excepcional fue
paralela con conflictos
armados, la intervención federal cubría con un
manto jurídico los ejércitos que querían
imponer su concepción de orden e integridad. El Ejecutivo
dicta 35 intervenciones y el Congreso 5, se justifica por la
constitución de una unidad política.
Desde el 80’ juega un papel diferente, sigue como
instrumento de control pero cambia la naturaleza de su objeto,
ahora se asienta sobre el poder político
nacional.
El carácter monárquico del mando
republicano supone centralización y predominio del
Ejecutivo. El sistema de control transforma la ciudad o
región donde se ejerce en vértice de un orden
estratificado. De los 9 presidentes entre 1880 y 1816, 4
(Pellegrini, Sáenz Peña, Quintana Sáenz
Peña) fueron de Bs. As. y 5 del interior.
Cap VII: Del
Orden Oligárquico a la
Democratización:
Bajo la superficie del control institucional
había relaciones de poder mas profundas, se da el control
de la sucesión, del senado por los gobernadores y del
poder central por la intervención federal.
El centenario se concibe como el momento para mostrar al
mundo los éxitos de la nación.
Hay una sensación de plenitud, manifestada en monumentos,
desfiles, etc. Hay felicidad y progreso ilimitado, pero es el
asenso de una creencia política que erosiona las viejas
convicciones y terminaría en la nueva formula reformista
ya que la vieja formula puso en movimiento a
la sociedad
civil.
La plataforma optimista se había
construído sobre los resultados de la acción
política.
Las luchas sociales no eran la única fuente de
amenazas, los radicales también eran peligrosos. Entre el
optimismo y las amenazas surge el reformismo. La clase dominante
combina la fidelidad hacia los aspectos programáticos
anteriores con la reparación moral.
La propaganda
electoral proponía a Sáenz Pena como un conciliador
de tendencias, los discursos
electorales califican a la Unión Nacional como una fuerza
política tradicional como un vehículo para
comunicar a las oligarquías locales y gobiernos bajo la
presidencia.
Cap VIII: La
Leyes
Electorales:
La reforma de Sáenz Pena se cristalizó en
la ley de febrero de
1912. Sobre los debates, Indalecio Gómez, Ministro del
Interior de Sáenz Peña, defendió la
filosofía pública de la reforma. Joaquín V.
González, 10 anos atrás y como Ministro del
Interior de Roca, presentó al Congreso una ley electoral
con propósito similar, con una ley sancionada en 1902, que
sólo regió 2 años.
Ley Electoral: instrumento que al hacer efectiva
la representación política, gobierna procesos con
estas características: traducir en forma de votos las
preferencias electorales y vuelca el numero de sufragios en
distribuciones de autoridad gubernamental (cargos ejecutivos y
bancas parlamentarias). Son instrumentos ordenados a responder
interrogantes sobre la cantidad y calidad de
ciudadanos, etc.
Principios básicos:
- Pluralidad: responde a la formula…
Ta> Tb> Tc> Tn> (T: % de votos que obtiene un
partido), otorga los cargos al partido que supera al competidor
mas próximo. - Mayoría: responde a la
formula… T+V/2 =1 (T: % de votos del partido y V: total de
votos emitidos). Se dan los cargos al partido que conquista la
mayoría del total de los votos emitidos. - Proporcionalidad: Si S es la
proporción de bancas distribuidas de un partido, se da
el sistema donde S + T (T: % de los votos que obtiene un
partido).
Están relacionados con una unidad territorial que
es el distrito dentro del cual se da la modalidad de
elección. En Argentina el distrito coincidía con el
territorio de cada provincia y capital. Se da desde el Art.
42.
Hasta Joaquín V. González se da
así, este lanza el proceso
reformista que culmina en el 12’. Ambas reformas fueron
propuestas por el Ejecutivo y aprobadas por el
Legislativo.
González: propone una
transacción entre la rigidez política del pasado y
la incertidumbre del porvenir que no decrece. Para
González el sistema uninominal es un retorno a la fuente
misma de sufragio: fomenta la formación de centros
regionales, distribuye el ejercicio de fuerzas sociales y realiza
en forma práctica la forma federativa.
Pero su preocupación es generar un reordenamiento
de la maquina gobernante que se basaba en el fraude y la lista
incompleta. Repudia el comité y los mecanismos de
mediación que distribuyen candidatos y acarrean votos a
listas oficiales. Los agentes intermediarios son un factor de
distorsión que hace más opaca la relación
entre representante y representado impidiendo individualizar la
voluntad personal.
El partido político deseable debería
resultar de una asociación voluntaria de representantes
locales cuya legitimidad derivara de un cambio de las relaciones
electorales, se anularían los agentes intermediarios. En
la circunscripción se daría la participación
directa, los representantes naturales desde este punto
podrían en el segundo umbral generar un vinculo asociativo
que no refleje una organización artificial sino que
habría un auténtico mandato.
Sería un sistema en el cual la relación
entre las partes se imbrican de tal modo que una
modificación en una cambia las otras. El proceso
uninominal, la nacionalización del registro, el voto
secreto y la idea subyacente del papel del partido
político alimenta la filosofía
pública.
Gómez: En el 10’ y el
11’ van al Congreso dos proyectos para
modificar el sistema electoral. El problema político
básico era un juicio moral: los tres grandes males del
país son la abstención de los ciudadanos, la
maniobra fraudulenta del comicio y la venalidad que hace perder
la conciencia de ciudadano al elector. La Ley Sáenz Pena
está adosada en la tradición popular al sistema de
lista incompleta. Se combinan los principios de
pluralidad y proporcionalidad con un mecanismo plurinominal
estableciendo a priori la representación de la
minoría.
Es un sistema mixto. La lista incompleta es el
único medio constitucional posible para representar a las
minorías. Es en el comicio donde deben formarse los
partidos, el partido es resultado y no causa del comicio, se
considera al partido como un proyecto o unidad
inexistente y el comicio lo produce, la voluntad del legislador
alimenta los cambios.
Se da la línea argumental de González, la
contradicción entre estructura institucional y fuerzas
sociales, e incorpora la nueva realidad nacional y extranjera.
González se había adelantado a los tiempos,
había reconocido al sistema uninominal para generar un
reordenamiento partidario de grupos gobernantes.
Hubo varios movimientos en las filas conservadoras. Las
respuestas obedecían a la necesidad de cambiarse y
adaptarse a las nuevas condiciones electorales. En la sociedad
había un nuevo esquema de rigor y reclutamiento,
vinculado con la red de caudillos que
sostenía el aparato tradicional, los nuevos partidos
mediaban entre electores y el Estado,
proponían liderazgos fuertes, abarcaban con su propia
estructura la extensión del territorio.
Como consecunia se ve por primera vez la posibilidad de
controlar el orden institucional: los nuevos partidos proponen un
nuevo tipo de amalgama política, fusionan grupos
regionales en estructuras
nacionales o como el radicalismo avanzan sobre rasgos
organizativos.
En 1914 el viejo orden no encuentra su rumbo
tradicional, había quebrado al viejo sistema en su punto
débil. De la Plaza parecía buscar la
formación de un partido conservador. En 1914 se da en
Buenos Aires el partido demócrata progresista. Se
veía como intento de bloqueo a la UCR, o también se
lo veía con el propósito de reunir en él a
los dispersos trozos del antiguo régimen.
El radicalismo avanzaba en Santa Fe y Entre Ríos,
luego en Córdoba. En 1911 muchos radicales se pasaron a
filas intransigentes, ahora se daba el movimiento inverso, al UCR
era foco de atracción y no de
dispersión.
En las elecciones el radicalismo gana en Capital, Entre
Ríos, Córdoba, Tucumán y Mendoza, y
obtenía minoría en el resto. Yrigoyen asume a la
presidencia dentro de este nuevo clibaje, pero los datos
mostrarían que los conservadores seguían en sus
filas.
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