Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La economía romana (página 2)




Enviado por meryruth574



Partes: 1, 2

3.2.2 LA PRODUCCION INDUSTRIAL; LAS PRINCIPALES
INDUSTRIAS
.

El desarrollo que
alcanzo el imperio romano en
el aspecto económico, y en especial de la industria se
debió a un conjunto de factores en los que podemos
mencionar:

La creación de muchas industrias
puramente locales en todas las ciudades fundadas en el
África del norte, en la península ibérica,
en la Galia, en las riberas del Danubio y el Rin. pero estas eran
conformadas por pequeños talleres industriales. El oriente
se vio favorecido en el progreso de su industria por la paz
romana
, entonces en esta zona no podemos hablar de una
revolución
ni transformación de la economía. Por el
contrario, las provincias occidentales y septentrionales del
imperio fueron teatros de diversos cambios, ojo que no hablamos
de que en esta zona recién se comenzara una
industrialización por que ya antes existía pero de
muy poca cantidad. Pero con la llegada del imperio y a sus vastos
territorios comenzó una producción a la que no estaban
acostumbrados. Cabe señalar algunas de esas industrias: la
construcción, el mobiliario, la metalurgia, la
cerámica, las industrias textiles y
suntuarias. La prosperidad del sector construcción se
debió a la difusión del urbanismo y del esplendor
de la vida municipal, pero además de la evolución de las construcciones. Por lo que
se vieron beneficiados los albañiles, picapedreros y carpinteros, los
cuales llegaron ha hacer verdaderas obras monumentales.
Además, la gran ayuda que significo el cemento romano
compuesto de arena, cal y cisco.

Pero como ya dijimos la industria mobiliaria tuvo gran
progreso. Casa llenas de asientes, adornos, candelabros, etc.
hechos mayoritariamente de madera y otros
de bronce, mármol o piedra.

Desde hacia mucho tiempo, las
diversas formas de metalurgia eran conocidas y practicadas en el
occidente. Pero esta no solo se limitaba a la extracción
sino a la transformación a productos
acabados. Como espadas, puñales, material militar. Los
broncistas fabricaban fíbulas en gran cantidad adornos de
todo genero. Pero fue
el hierro que
adquirió suma importancia ya que de ella se fabricaban
instrumentos de trabajo,
instrumentos militares, objetos caseros además de muchos
otros.

La Norica, cuyas minas de hierro eran las mas ricas del
mundo romano era un centro muy activo, donde también se
fabricaban espadas y muchos otros productos. Posteriormente el
hierro extraído también alimentaba a muchos
talleres.

En cuanto a Italia los
cantones metalúrgicos más importantes continuaron
siendo Etruria (la isla de Elba y Populonia) y la Campinia
(capua)trabajaban el hierro y sobre todo el bronce.

Al igual que la metalurgia, la cerámica, en sus
múltiples formas conquisto en la época imperial
gran importancia. Pero no se trata de una cerámica con
carácter artístico sino mas bien
utilitario, como vajillas y estatuitas, su preocupación
era la producción en serie.

Los principales centros de industria cerámica son
Italia y Galia. Fabricaban innumerables jarros, dolia, platos,
tazas, etc. Arezzo conservo mucho tiempo la indiscutible
superioridad en la alfarería barnizada de rojo con o sin
motivos, para mas adelante ser superados por la cerámica
galoromana. La industria de las figuritas de terracota, imágenes
casi informes, no
fue menos prosperas que la de la vajilla.

Con las industrias cerámicas, son las industrias
textiles las que fueron mas extendidas y fueron mas prosperas en
la Italia y todo el occidente, el uso de la lana y el lino, las
múltiples transformaciones de esas materias en telas,
vestidos, mantas, alfombras, paños de toda clase y para
tos los fines. Como la cría del cordero se practicaba en
todas partes, la industria lanera y pañera fue muy activa
por doquier, también en esto Italia y la Galia ocupaban el
primer lugar. Las lanas obscuras de Pollentia, en Liguria; Las
telas de, alfombras y vestidos de Padua en la Venecia. de las
zonas de península, Luceria, Canisium y Tarento
salían telas bastas y finas, además, también
se trabajaba el lino y el cáñamo.

Fuera de Italia y de la Galia, el África del
norte utilizaba la lana de sus numerosos rebaños,
fabricaban telas de mucha finura y suavidad de telas.

Tales fueron las principales industrias que alcanzaron
una gran prosperidad en occidente durante el imperio romano,
mientras que el oriente continuaba marchando, en ese aspecto, por
el camino que le había sido abierto después de la
expedición de Alejandro
magno. Las industrias de lujo continuaban activas en
Alejandría, en fenicia, en Antioquía, en algunas de
ciudades de las ciudades del Asia menor. El
desarrollo y los progresos industriales del occidente no
habían afectados a esa actividad. Solo se produjo un mayor
equilibrio que
antes entre la importancia económica del oriente y el
occidente.la unidad imperial y la paz romana habían
contribuido poderosamente a ese resultado.

3.2.3 LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO
INDUSTRIAL

Por desarrollada que nos parezca, en los primeros siglos
de era cristiana, la industria de sus múltiples dominios,
no había abandonado el hogar domestico. Mucho se
producía en casa: un ejemplo es la producción de
pan. Pero paulatinamente se fue creando una industria.

Así también no se había dejado de
hilar y sin duda no se había dejado de tejer en casa la
lana y el lino. Además, la fabricación de muchos
objetos y muebles de madera tal vez había conservado del
mismo modo su carácter domestico. Estos oficios
domésticos eran practicados por la mujer y los
esclavos de la casa.

En las ciudades, los oficios menudos representaban la
forma más extendida de trabajo industrial. Muchas tiendas
eran al mismo tiempo almacén de
venta y taller;
el patrono, ayudado por uno o dos esclavos fabrica productos para
su consumo y
venta.

La organización de los oficios a través
del imperio romano nos revela la fuerza que
había tomado, en los primeros siglos de la era cristiana,
en la sociedad
antigua, el espíritu corporativo. Fue sobre todo entre los
pequeños patronos y los obreros libres donde se reclutaron
los miembros de estas asociaciones profesionales. Cada actividad
laboral tenia
sus respectivas especialidades un ejemplo es el de los zapateros
donde se dividían en sutores, caligarii, crepidarii,
solearii.
Así deba en las diversas
industrias.

Estas corporaciones profesionales eran ante todo
agrupaciones de hombres que ejercían el mismo oficio.
Además, el verdadero papel de esas asociaciones fue dar
mas fuerza a los trabajadores para la defensa de intereses
comunes, y llegar ha ser considerados y conseguir la
estimación por los servicios que
prestaban.

Además de la acción
principal, a cada integrante de la corporación ser les
aseguraba una sepultura conveniente, ayudándoles en el
caso de enfermedad o accidente.

Pero al lado de estos pequeños talleres estaban
los grandes talleres que cubrían territorios extensos, que
en muchos casos era consumido por las personas que vivían
de ese territorio, pero no se descarta la posibilidad que hayan
vendido a foráneas.

La gran industria de la época imperial
conocía de organizaciones de
una categoría muy superior, unas privadas y otras publicas
y oficiales. Los principales talleres cerámicos de Italia
y de Galia, los de Arezzo, además de otros tienen el
aspecto de poderosas manufactureras que enviaban lejos sus
productos y casi poseían el monopolio del
comercio
lejano. Establecimientos de este genero no podían
desarrollarse y prosperar a menos que sus propietarios
dispusieran de fondos para gastos corrientes
en cantidad considerable. Es por eso que se puede mencionar que
en la ultima fase del desarrollo de la economía romana se
estaba convirtiendo a un capitalismo,
aunque la economía domestica no había
desaparecido.

La existencia de fabricas municipales y de fabricas de
estado solo
esta demostrada por documentos
precisos en cuanto al siglo III y sobre todo al IV, pera se
conoce su existencia desde el siglo II donde se creaba verdaderas
industrias de construcción de logística estatal en especial militar, con
mano de obra militar. Además, en un principio la
producción de armamento y transporte
militar era reservada por el
estado.

De ese modo, en los primeros siglos de la era cristiana,
en occidente lo mismo que en oriente, el trabajo
industrial, activo y prospero, ha conocido todas las formas,
todas las modalidades desde el trabajo domestico, ejecutado en
cada casa en torno el hogar,
hasta la fabricación oficial organizada en talleres del
estado. Bajo todas esas formas, la industria de la época
industrial ha empleado la mano de obra servil y la mano de obra
libre, la de los esclavos en la ciudad y, en el campo, la de los
obreros asalariados, a menudo agrupados en corporaciones cuyo
papel social era considerable. Por carecer de documentos
precisos, es imposible determinar la proporción respectiva
de los esclavos y de los asalariados, calcular la importancia de
uno y otro elemento en el rendimiento del trabajo y en el
conjunto de la producción.

3.3 EL COMERCIO; LOS CAMBIOS; LA
CIRCULACIÓN ECONÓMICA; LA ORGANIZACIÓN
COMERCIAL.

La producción agrícola y ganadera y la
producción industrial, en los primeros siglos del imperio
se habían desarrollado poderosamente, pero al mismo tiempo
se habían especializado, al menos en parte. De ahí
resulto que, en muchas regiones, la explotación del
suelo o la
fabricación de objetos manufacturados no bastaban para las
necesidades del consumo; otras regiones, por el contrario,
producían mucho mas de lo que consumían de ciertos
productos o de determinadas mercancías
metalúrgicas, textiles o cerámicas. De ahí
se derivo una circulación económica a la cual venia
a añadirse el transporte de materias primas del lugar de
origen hacia los diversos lugares donde las mismas lugares donde
las mismas eran utilizadas; así sucedía con los
lingotes de plomo que atravesaban toda la Galia para llegar a los
puertos mediterráneos.

Por otra parte, roma y la mayor
parte de Italia se había convertido en un poderoso foco de
atracción para muchos productos naturales o fabricados.
Tributarias del resto del imperio porque allí la agricultura
había decaído y porque la industria no se
había desarrollado sino en lugares, la capital del
mundo y la península itálica, con sus
aglomeraciones considerables de pueblos, no podían haber
vivido sin las importaciones.
Además, la mayor parte de los habitantes de roma y de las
principales ciudades tenían como una necesidad primaria,
el lujo. Esto no solo se daba en las clases altas sino a los
menos favorecidos, además, los productos exóticos
eran muy apreciados en todo roma.

Bajo el influjo de esas condiciones económicas,
psicológicas y morales, a favor de un notable
desenvolvimiento de las vías de comunicación y de los medios de
transporte, un movimiento
comercial, de una intensidad antes desconocida, se produjo de un
extremo a otro del mundo romano, este movimiento sobrepaso los
limites del imperio; A la circulación interior se sumo un
trafico exterior que desde el siglo II de la era cristiana llego
al Asia central, al extremo oriente, al África ecuatorial
y de las orillas del báltico.

3.3.1 ELEMENTOS DEL COMERCIO INTERIOR Y
EXTERIOR

Los elementos con que se hacia el comercio interior,
transportados no solo de las diversas provincias a roma y a
Italia, sino de provincia a provincia, eran de lo mas variados:
Como artículos alimenticios (trigo, el aceite, vinos,
las salazones, la salchichería), las materias primas mas
abundantemente que se expedían en todo el imperio era el
lino, las lanas, las pieles, los cueros, los mármoles, los
metales, las
maderas, telas, además de vasijas, también el
vidrio.

El oriente y el occidente contribuían por partes
así iguales a ese movimiento del trafico; a un lado
África del norte, España y
la Galia; al otro, el Asia menor, Siria, Fenicia y Egipto.

Esos productos, naturales o fabricados, nacidos del
suelo de las provincias o creadas por el trabajo de los
habitantes del imperio, no eran los únicos que alimentaban
el comercio del mundo romano; productos análogos o
diferentes llegaban de los países lejanos del norte, del
este o del sur; ámbar y esclavos; trigo y pieles
además de piedras preciosas (esciticia); esclavos y fieras
de la meseta de irán. Así muchos otros pueblos se
especializaban a la producción de alguna
mercancía.

Era, casi exclusivamente, un comercio de exportación. Sin duda, países como
la germanía y la india no
dejaban de comprar a los traficantes que allí
acudían algunos productos originarios del mundo
mediterráneo o fabricados en el imperio, vimos objetos de
vidrio, nos, utensilios de metal, objetos de arte o de
pacotilla; pero lo que esos traficantes daban sobre todo a
cambio de las
mercancías que iban a buscar tan lejos era numerario. Esa
exportación de las piezas de oro y de plata
no dejaba de tener inconvenientes, y los emperadores se
preocupaban por ello. Al menos, lo que los hechos y los
documentos actualmente conocidos nos permite comprobar es que el
imperio romano, considerado en conjuntos,
gracias a la variedad de regiones de que se componía, era
perfectamente capaz, en los primeros siglos de la era cristiana,
de bastarse asimismo; no acudía al extranjero mas que para
los productos de lujo y objetos exóticos. el mundo
mediterráneo había alcanzado, gracias a la paz
romana, un equilibrio económico verdaderamente
estable.

3.3.2 LAS VIAS DE COMUNICACION DE TIERRA Y DE
MAR; LOS PUERTOS, LAS CONDICIONES DE CIRCULACION, ADUANAS,
ARBITRIOS, PEAJES.

Una de las causas que con eficacia
contribuyeron a crear y a mantener, por lo menos durante dos
siglos, semejante equilibrio, fue el establecimiento de una red muy densa y
perfectamente adaptada a todas las necesidades militares y
comerciales de vías de comunicación.

Por tierra, esas vías se dividían en rutas
terrestres y rutas fluviales. Las vías romanas de la
época imperial formaban una vasta red continua cuyo centro era
la capital del imperio. Se podía por tierra y sin
interrupción desde roma hasta las columnas de
Hércules, hasta el extremo occidental de la
armónica, hasta la desembocadura del Rin, hasta la del
Danubio, hasta Bizancio, hasta Atenas. Mas allá del
frentun gallicum, los caminos de Britania eran
continuación de Galia; mas allá de Bósforo,
los caminos del Asia menor eran continuación de los de
tracia y se prolongaban por un lado hasta Nínive y
Babilonia y por otro hasta el Nilo. El Nilo hasta el
Atlántico se extendía la vía litoral del
África del norte, con la cual enlazaban los caminos del
interior de Egipto, de la proconsular, de la Numidia y de las
mauritanas; en Alejandría se unía con la ruta a
Asia; de Cartago a Lilibea y de Tingis a Gades, para unir el
extremo de las rutas italianas y españolas, el trayecto
por mar era corto y fácil. En cada región, un gran
numera de caminos secundarios se separaban en todas las
direcciones de las arterias principales y servían de
localidades importantes. En ninguna parte había cortes
infranqueables ni lagunas, este sistema tan
completo y tan bien concebido permitía acudir a la defensa
de las fronteras, aseguraba la buena administración de las provincias,
facilitaba los viajes y los
cambios comerciales entre las comarcas mas alejadas. Los macizos
montañosos más elevados o los mas quebrados ya no
presentaban obstáculos serios de la circulación
económica.

La red de las vías terrestres se había
duplicado, en ciertos países, gracias a un conjunto de
rutas fluviales. Aunque, en la mayor parte de los países
de clima
mediterráneo, el régimen torrencial de los cursos
de agua
impedía casi por completo el ejercicio de la
navegación fluvial, no sucedía así con el
Rin, el Danubio, el Eufrates y el Nilo. El comercio
también utilizaba en el sur del Cáucaso la
vía del Phasis y la del Cyrus, que desembocaba en el
Caspio. Del empleo de los
ríos de oriente como vías comerciales no era por
otra parte, un hecho nuevo; los mismos griegos lo habían
heredado de los antiguos imperios.

Por activo que haya sido el trafico en los primeros
siglos de la era cristiana en las vías terrestres y en
varias de las vías fluviales del imperio, sobre todo fue a
través del mar como las diversas regiones del mundo romano
cambiaron sus productos, sus objetos fabricados, sus
mercancías de todas clases. Por mar, los caminos no
están trazados con la precisión y la fijeza
material de las rutas terrestres y de las vías fluviales.
Al menos se conocen con certeza los extremos que son los grandes
puertos comerciales. Por otra parte, hay en el trayecto seguido
por las naves algunos puntos, determinados por la misma naturaleza, y
por los cuales les es imposible no pasar: tales son los
bósforos y el Helesponto, el estrecho de Mesina. Las
grandes direcciones del comercio marítimo en el
mediterráneo han sido, durante el imperio romano, del este
al oeste y recíprocamente, y desde los diversos puntos de
la periferia hacia el centro, es decir, hacia los principales
puertos de la península itálica. En oriente, las
cabezas de línea más importantes de la
navegación comercial eran, de norte a sur. En el litoral
del África del norte, el gran comercio estaba concentrado
en los puertos de Tripolitania, sobre todo en Leptis magna, en
donde desembocaban las principales rutas de las caravanas que
atravesaban el Sahara, y en Cartago, reconstruido por cesar y por
augusto. En la Europa
occidental, Gades en España, Narbona y Arles en la Galia
mantenían relaciones regulares y frecuentes ya con el
oriente, ya con Italia. En el fondo Adriático, Aquilela
había adquirido gran importancia comercial desde que roma
había llegado a ser dueña de los países
danubianos.

En el centro del mediterráneo, además de
Corinto, que había visto renacer su actividad
marítima y comercial después que los grandes
fundadores del imperio, rompiendo con la política
estéril del senado republicano, le habían devuelto
la vida, los grandes puertos comerciales eran Puteoli y Ostia, a
las cuales de los puntos del horizonte mediterráneo, iban
a atracar los pesados navíos cargados con los productos y
las mercancías de todas clases destinadas a la capital del
mundo y a Italia. Pero posteriormente el puerto de ostia prospero
mas, gracias a los arreglos que sufrió, y alcanzo un vuelo
maravilloso en los siglos II y III, por ultimo el puerto de la
misma roma, el Emporium, situado en la orilla izquierda el
río, no lejos de las ultimas pendientes del Aventino,
recibía directamente una gran parte de los cargamentos
traídos de las diversas regiones del imperio y que en
Ostia habían sido transbordados de las naves de gran
tonelaje a chalanas que podían remontar el
río.

Pero el mediterráneo no era el único
dominio
marítimo que ocupo entonces un lugar en la economía
del mundo romano. Esa economía desbordada por el oeste y
por el noroeste sobre el Atlántico y los mares del norte
europeo; por el sudeste, sobre el océano indico. En una y
otra dirección, la actividad comercial fue muy
amplia.

En el Atlántico, Gades en España, Burdeos
y Bologne en la Galia eran puertos activos. Burdeos
estaba en relaciones comerciales con las costas occidentales de
España y con la Britania. En cuanto a Bolougne, cuyo
puerto estaba alumbrado por un faro instalado a la altura de 200
pies, en sus muelles se amontonaban las mercancías
procedentes de la isla de Britania o destinada a ella.

En el otro extremo del mundo antiguo, los puertos de las
costas oriental de Egipto, Myos Hormos y Berenice, servían
de cabeza de línea de las naves que, regularmente, desde
el descubrimiento de los monzones de Hippalos, hacia el comercio
con las indias; otras naves se conformaban con llegar a las
costas meridionales de la península arábica, donde
algunas plazas se dedicaban al transito de mercancías
llegadas de la india y del extremo oriente; otras mas se
dirigían hacia el sur siguiendo las orillas del
África central, y, haciendo escala en Aduli,
el puerto de los Auxamitas, en la bahía de Massaua,
doblaban el promontorio de los aromos y se adelantaban hasta los
parajes del ecuador. Desde
de los Myos, hornos y desde Berenice dos rutas terrestres
unían al mar rojo con Copos; junto al Nilo, por estas
rutas, la mayor parte de los cargamentos llegaban al puerto de
Alejandría para de allí esparcirse por todo el
mediterráneo; el canal que unía el fondo del golfo
arábigo con el Nilo no parece haber desempeñado
durante el imperio romano mas que un papel secundario.

Rutas terrestres, vías fluviales, grandes
líneas de navegación en el mediterráneo y
fuera de ella, constituían, a favor de una economía
comercial del mundo antiguo durante el imperio romano, una red
muy bien coordinada de comunicaciones
regulares y fáciles.

En todos esos caminos la circulación no era
completamente libre. Las mercancías, transportadas a
través del imperio, tenían que pagar
múltiples derechos cuyo conjunto
formaba lo que se llamaba el portorium. El portorium
consiste a tres clases de impuestos o de
tasas conocidos por los modernos; la aduana, el
arbitrio, el peaje: los romanos no diferenciaban estas tasas. El
conjunto del mundo romano estaba dividido, desde el punto de
vista de las aduanas, en diez circunscripciones además de
Italia. Las diversas tasas, percibidas a lo largo del recorrido
que seguían las mercancías, aumentaban
considerablemente el precio de
estas. La percepción
del portorium ven sus múltiples formas tenia una gran
importancia para las finanzas del
estado.

3.3.3 LA ORGANIZACIÓN DEL COMERCIO Y SUS
MEDIOS DE ACCION.

La actividad comercial se ha ejercido, en el mundo
romano, en formas y modalidades tan variadas como la de los
pueblos modernos.

En cada una de las innumerables ciudades del imperio,
además de las tiendas particulares, de las cuales podemos
hacernos una idea bastante exacta gracias a las ruinas de
Pompeya, existía un mercado publico o
macellun, cuyos puestos lo mas frecuentemente, estaban
colocados alrededor de una plaza rectangular, a veces bajo
pórticos. A diferencia de los mercados
permanentes, cotidianos, los nundinae eran mercados
extraordinarios que se celebraban en épocas fijas, por lo
general dos veces al mes, ya en las ciudades, ya en el
campo.

El imperio romano ha conocido plazas comerciales de una
fisonomía muy diferente, de un carácter que se
puede llamar internacional, o por lo menos interregional. Esas
plazas eran ante todo los grandes puertos mediterráneos
tanto del centro, es decir, Italia, como de la periferia, desde
las columnas de Hércules hasta el fondo de ponto Euxino y
hasta las riberas de la fenicia. El movimiento comercial que
animaba a esos puertos era considerable. Cada uno de ellos no
solo expedía las mercancías procedentes de su
región e importaba las destinadas ser consumidas
allí mismo o en las proximidades, sino que también
se encontraban casi todos en el extremo de rutas comerciales, la
mayor parte de las cuales venían de muy lejos y a
través de las cuales el mundo romano recibía
productos de origen exótico.

Además de esas plazas, cuya importancia y
actividad se explica fácilmente, otras ciudades
debían a su situación geográfica
desempeñar en el interior de ciertas un papel
análogo. En la Galia, Lyon, nudo de grandes vías
que atraviesan la Aquitania, la Ludgunense. Entre otros. En
oriente, varias plazas sin rivalizar los puertos
mediterráneos, ocupaban en las grandes rutas del comercio
una situación muy especial: por ejemplo Apanea Kibotos era
uno de los grandes mercados de Asia, además, era una de
las principales estaciones de la ruta que conducía a
Éfeso las mercancías de la alta Asia y de
Irán. Al este de siria, casi a igual distancia de la costa
mediterránea y del valle de Eufrates, Palmira era, desde
los primeros sigl9os del imperio, un centro muy activo del
comercio en las caravanas. Mas al sur, en los confines orientales
y meridionales de Palestina, Bostra y Petra, mediadoras entre el
oriente y el mediterráneo, conocieron, desde el siglo del
imperio, una prosperidad fabulosa, debido al comercio de los
productos de Arabia meridional y de Babilonia.

El personal dedicado
al comercio variaba, como es natural, según el
carácter de el trafico y el volumen de los
negocios. En
cada ciudad los mercaderes se agrupaban en corporaciones, lo
mismo que los obreros y los industriales. Aunque entre las
corporaciones hay conocidos, las hay cuyos miembros
pertenecían al mismo tiempo a la industria y al comercio,
como los panaderos, orfebres, los pañeros, los alfareros,
los zapateros, otras por el contrario, se reclutaban
únicamente entre los mercaderes.

La idea de la asociación fue uno de los rasgos
originales de la economía romana.

Un trafico comercial de tanta importancia necesitaba de
medios de cambio cómodos. Desde mucho tiempo antes, la
moneda había llegado a ser, en la mayoría de los
países mediterráneos, el instrumento corriente de
las ventas y de
las compras; pero
cada uno de esos países poseía su propia moneda. Si
bien en oriente se había logrado, no obstante el
desmenuzamiento político y territorial, organizar una
circulación monetaria común o equivalente, en
occidente, antes de su anexión al mundo romano, Cartago y
las ciudades púnicas, las tribus ibéricas, los
pueblos galos, cada grupo
importante de población acuñaba monedas
diferentes. Siendo la emisión de moneda consecuencia y
privilegio de la soberanía, al menos en teoría,
augusto, después de la constitución del imperio, se esforzó
por introducir en todo el mundo sometido a roma al sistema
monetario romano. Solo el emperador tuvo el derecho de
acuñar monedas de oro; en un principio, también era
el único que tenia derecho a acuñar monedas de
plata, de hecho autorizo, autorizo a ciertas v ciudades del
oriente a que continuaran acuñándolas.
Antioquía, Alejandría, rodas, cuyos tetradracmas y
dracmas se encontraban en relaciones relativamente sencillas con
el denario de roma, varias ciudades de Asia menor, cuyas piezas
cistográficas eran aceptadas por el comercio romano.
Augusto dejo e senado el derecho a emitir monedas de bronce, las
principales de las cuales eran el sextercios y el as; las letras
SC grabado sobre esas monedas atestiguan esa atribución
monetaria del senado. Además, las ciudades del oriente
fueron autorizadas a acuñar a piezas de bronce con la
condición de que en ellas apareciese la efigie imperial.
Solo Atenas parece haber sido exceptuada de esa
obligación. En los tiempos primeros del imperio, varias
ciudades de occidentes, colonias o municipios, Gades, Nimes,
Lyon, entre otras, habían recibido el privilegio de
acuñar moneda, incluso de acuñar monedas de plata;
pero esta fue una concesión efímera; antes de la
caída de la dinastía Juliocclaudian, las monedas
coloniales, incluso las de bronce, habían desaparecido en
todo el occidente.

Por otra parte, para las transacciones comerciales
importantes e interregionales, la acuñación de
bronce carecía de importancia.

Además, esas transacciones se regulaban menos por
pagos en numerario que por operaciones de
banca, realizadas
en roma por los argentarii, cuyas tiendas se encontraban
cerca del foro o en los
barrios próximos, por los nummularii, a las cuales
incumbía mas especialmente el reconocimiento y, en caso
necesario, el cambio de las monedas. Unos y otros tenían
que observar ciertas reglas establecidas por la ley: estaban
sometidas ala inspección del estado. Fuera de roma, es
licito suponer que también había argentarii
y nummularii en todas las plazas comerciales de alguna
importancia.

En oriente, el sistema bancario existía desde
hacia mucho tiempo.

Esa doble organización monetaria y bancaria,
completada por la difusión, sino obligatoria, al menos
general y de cierto modo inevitable, especialmente en occidente,
de los pesos y medidas de roma, favoreció el gran comercio
y atenúo los inconvenientes graves que podrían
resultado de la misma extensión del imperio, de la
diversidad y de la multiplicidad de las instituciones
económicas preexistentes.

En el siglo II de la era cristiana, durante el imperio
de los antoninos, fue cuando la economía alcanza su
apogeo. Por la extensión y la riqueza de los territorios
explotados, por la abundancia de las materias primas que
suministraban, junto con las del suelo de las provincias, las
importaciones llegadas de muchos países extranjeros, por
el desarrollo, la actividad, la especialización de
numerosísimas industrias, por el desarrollo y la
organización de las relaciones comerciales. El imperio
romano ha gozado, durante doscientos años, de una
prosperidad que varias regiones de superficie limitada, o algunas
ciudades especialmente favorecidas en ciertas épocas, tiro
y Sidón, Atenas y Sidón y Mileto,
Alejandría, rodas, Cartago, habían podido conocer
anteriormente pero cuya área geográfica nunca
había sido tan vasta.

Pero la decadencia y después la ruina se
precipitaron. Las causas de las catástrofes fueron
múltiples. El estudio de esas causas servirá de
conclusión a la historia económica
antigua.

CAPÍTULO IV

REPRESENTANTES DE LA ECONOMÍA
ROMANA

4.1 CICERÓN

 (Arpino, actual Italia, 106
a.C.-Formies, id., 43 a.C.) Orador, político y
filósofo latino. Perteneciente a una familia plebeya
de rango ecuestre, desde muy joven se trasladó a Roma,
donde asistió a lecciones de famosos oradores y
jurisconsultos y, finalizada la guerra civil
(82 a.C.), inició su carrera de abogado, para convertirse
pronto en uno de los más famosos de Roma. Posteriormente,
se embarcó rumbo a Grecia con el
objetivo de
continuar su formación filosófica y
política. Abierto a todas las tendencias, fue
discípulo del epicúreo Fedro y del estoico Diodoto,
siguió lecciones en la Academia y fue a encontrar a Rodas
al maestro de la oratoria,
Molón de Rodas, y al estoico Posidonio. De vuelta en Roma,
prosiguió su carrera política, y en el lapso de
trece años consiguió las más altas
distinciones. Empezó como cuestor en Sicilia en el 76
a.C., y en el 70 a.C. aceptó defender a los sicilianos
oprimidos por el antiguo magistrado Verres, para quien sus
alegatos (Verrinaes) supusieron la condena, lo cual lo hizo muy
popular entre la plebe y contribuyó a consolidar su fama
de abogado. Decidido partidario del republicanismo,
admitía la necesidad de un hombre fuerte
para dotar de estabilidad al Estado, figura que reconocía
en Pompeyo; sus simpatías por él, sin embargo, no
fueron siempre correspondidas. Su carrera política fue
fulgurante: en un año fue elegido edil, en el 66 a.C.
pretor, cargo desde el que propulsó un acercamiento entre
caballeros y senadores (concordia ordinum), y dos años
después obtuvo la elección de cónsul del
Senado. Desde esta posición, hizo fracasar la reforma
agraria propuesta por Rullo, hizo frente a los populares,
liderados por Craso y César, y llevó a cabo una de
las batallas más dramáticas y peligrosas de su
carrera: su oposición a la conspiración de
Catilina. Derrotado en las elecciones, éste se
disponía a promover levantamientos para instaurar una
dictadura. Los
cuatro discursos
(Catilinarias) pronunciados por Cicerón ante el Senado a
fin de conseguir la ejecución de los conspiradores
constituyen la muestra
más célebre de su brillante oratoria, de gran
poder emotivo.
Sin embargo, su actuación acabó por significarle el
exilio años más tarde, cuando Clodio, elegido
tribuno de la plebe (58 a.C.) gracias a César,
consiguió el reconocimiento de una ley que sancionaba con
la pena de muerte
a todo ciudadano romano que hubiera hecho ejecutar a otro sin el
previo consentimiento del pueblo. Tras buscar, sin éxito,
el apoyo de Pompeyo, Cicerón marchó al exilio.
Regresó a Roma apenas un año y medio más
tarde, pero para entonces su carrera política estaba
prácticamente acabada, situación que pareció
hacerse definitiva con la dictadura de César (48-44 a.C.).
Sólo cuando éste fue asesinado, Cicerón
volvió a la escena política para promover la
restauración del régimen republicano. En un
principio, mientras Marco Antonio aún no se había
afianzado en el cargo, gozó de cierto poder y
consiguió la amnistía para los asesinos de
César, pero apenas aquél se sintió seguro,
Cicerón se encontró con una fuerte resistencia, a la
que hizo frente verbalmente con las catorce Filípicas. En
vano intentó entonces aliarse con Octavio, hijo de
César, contra Marco Antonio: tras la batalla de
Módena, Octavio se reconcilió con Marco Antonio y
unió sus fuerzas con las de éste y con el
ejército de Lépido para la formación del
segundo triunvirato (43 a.C.). Ese mismo año,
Cicerón fue apresado y ejecutado. Formado en las
principales escuelas filosóficas de su tiempo,
mostró siempre una actitud
antidogmática y recogió aspectos de las diversas
corrientes. La originalidad de sus obras filosóficas es
escasa, aunque con sus sincréticas exposiciones se
convirtió en un elemento crucial para la
transmisión del pensamiento
griego. Al final de su De Republica contrasta su probabilismo con
una exaltación religiosa de signo neoplatónico.
Como literato, se convirtió en el modelo de la
prosa latina clásica, con un estilo equilibrado y de
largos y complejos períodos, aunque perfectamente
enlazados (De divinatione).

  1. APORTES Y OBRAS

Escribió numerosas epístolas, un libro titulado
La república y otro Las leyes.

Otra de sus obras es De officcis, en la
cual no se propone una verdadera investigación filosófica de lo que
puede ser "el bien supremo"; sino, más
prácticamente, de "preceptos que pueden regular la
conducta de la
vida en todas sus partes".

Cicerón refleja el pensamiento de la clase
privilegiada de Roma. Al hablarnos en LOS OFICIOS sobre las
ocupaciones, asegura que es bajo, que no da honra el trabajo
manual del
artesano y del agricultor; asegura también que es bajo el
oficio de los cobradores y vil la ocupación de
usurero.

También Cicerón, en el De
República, sostiene la conveniencia de que la ciudad no
esté situada cerca del mar, para evitar fáciles
invasiones, corrupción
e inestabilidad de costumbres.

Con respecto a los comerciantes cree que si el comercio
es en pequeño tiene que estar basado en la mentira y que
por lo tanto es deshonroso, pero si el comercio es en grande
entonces lo considera útil y motivo de honra.

Para Cicerón la más honrosa de las
ocupaciones era la agricultura pero también consideraba
honroso lo que nosotros llamamos hoy profesiones liberales, como
la de arquitecto , la medicina.
Consideraba que es honroso la actividad que produce mucho en
dinero y
deshonrosa la que produce poco. Por esto, seguramente, es
deshonroso para él el trabajo manual.

Sostuvo que dejar los trabajos desdeñosamente
mecánicos a los esclavos trajo como consecuencia el
decrecimiento de la productividad y
la decadencia de la economía.

Cicerón es defensor de la propiedad
privada y piensa que las ciudades se han formado para defender la
propiedad. Para él no hay mayor perjuicio social que el
intentar igualar las haciendas. Dice también que la
utilidad
individual y la universal es la misma.

Le era provechoso defender la propiedad privada, ya que
el esclavo no le era provechoso porque no tenía propiedad.
Lo que convenía al siervo de la edad media no
era lo que convenía al señor a quien
servia

En Cicerón se puede encontrar un antecedente al
liberalismo

Es notoria la actitud de Cicerón hacia toda
demagogia y su apego a ideales que aún hoy pueden llamarse
conservadores.

A la vez sostiene que la riqueza del Estado está
constituida por el conjunto de las riquezas de los
ciudadanos.

Concibe en un sentido inmaterial y abstracto el concepto de
"bien", según él, sólo es útil lo que
es honesto. "Nada es útil, en efecto, cuando no es al
mismo tiempo honesto; y no es honesto en cuanto es útil,
sino es útil en cuanto es honesto".

Cicerón señala que la honestidad sirve
de base a la utilidad, es entendida con predominio del sentido o
del decoro como elemento discriminador entre lo honesto y lo
deshonesto, o sea, entre lo útil y lo perjudicial.
Cicerón trata ampliamente del decoro, bajo el aspecto
exterior asimismo. Por ejemplo, considera reprochable el abuso
del desnudismo, que estaba muy confundido entre ellos. Y, siempre
sobre una base psicológica, por ello señala:
"Cada uno de nosotros, en efecto, desea la utilidad y se
siente atraído hacia ella, y no puede ser de otra manera,
pues no hay quien rehuya, o bien no trate de conseguir por todos
los medios lo que es ventajoso para él."

Cicerón sostiene que el decoro da a la moral una
base no sólo utilitaria, sino hasta es útil solo lo
que es honesto, pero es honesto también sólo lo que
es útil en sentido social.

La posición mental de Cicerón en el De
officiis aparecerá más atenuada, respecto al
rigorismo de las Tusculanae; de lo contrario, ni siquiera
habría podido escribir el mismo De officiis que, tratando
de los deberes medios, se aleja precisamente de la visión
aislada del solo bien moral. He
ahí por qué se hallan el De oficies principios que,
al menos en parte, conciernen a la economía
política y que no figuran casi en absoluto en las
Tusculanae. cuando escribe: "Las cosas que sirven para la
conservación de la vida, son en parte inanimadas, como el
oro, la plata, los productos de la tierra,
etc. En parte, son animadas y poseen instinto propio. De
éstas, algunas son irracionales, como los caballos, los
bueyes y otros animales
domésticos, las abejas y en suma, todos los animales de
los que se obtiene alguna utilidad; otras son racionales, y se
dividen en dos especies: los dioses y los hombres. La piedad y la
inocencia de la vida nos hacen propicia la divinidad (en el peor
de los casos, los dioses no perjudican a los hombres);
después de ella, los hombres pueden ser útiles en
grado sumo a los hombres".

En cuanto a la teoría del valor
escribe: "Si los habitantes,
él dice de una ciudad sitiada, están obligados a
gastar una mina por un balde de agua, la cosa nos parece en un
principio increíble, y todos nos asombramos; pero,
reflexionando, vemos la razón de ello en la
necesidad "; donde podría
hallarse implícita una teoría de la demanda de la
oferta, que no
recibe algún desarrollo ulterior.

Cicerón parece elogiar la riqueza financiera,
cuando escribe: "Las riquezas son
deseadas para la necesidad de la vida y el goce de los placeres.
Pero, en quien posee ánimo muy elevado, este deseo mira a
tener poderío en el Estado y medios para poder
proporcionar favores; como en M. Craso, quien solía decir
que no es suficientemente rico el que, deseando ser el primer
ciudadano, no puede mantener un ejército con los frutos de
sus riquezas. Placen todavía los hermosos enseres y un
tren de vida espléndido y copioso; por cuyas razones, el
anhelo de riquezas ya no conoce límites.
No digo que se deba censurar el aumento de las sustancias
domésticas sin daño de
nadie; digo que siempre se debe rehuir la injuria".

Cicerón se muestra también incierto entre
los dos extremos de una gran riqueza y una pobreza
suficiente para vivir; "Todos se
propusieron vivir en plena libertad, no
necesitando de nada y no dependiendo de nadie Cuyo fin, siendo
común a los ambiciosos y a los amantes de la vida
tranquila, piensa poder alcanzarlo por dos modos distintos, a
unos poseyendo mucho, otros; conformándose con su
pequeña fortuna; no siendo condenable ni una ni otra
opinión…"

Pero estas concepciones del valor de la riqueza, que
podrían preanunciar una visión verdaderamente
"económica" de la vida, no perduran mucho en
Cicerón, estando él absorbido completamente por la
idea de la "sociedad"; la que, aun teniendo siempre una base
económica utilitaria, lo hace rehuir continuamente (al
menos en teoría) de impulso egotistas individuales,
así pues, en el mismo De officcis, Cicerón
escribe contra la riqueza ( él que fue rico) y contra la
ambición (él, que quiso ser
célebre).

4.2 CATÓN

Marco Porcio Catón, "el viejo o el mayor"(231-149
a.c.), nacido en una familia de pequeños propietarios,
comenzó su carrera pública como militar en Sicilia
y más tarde con Escipión, antes de la batalla de
Zama.

Su actividad pública continuó en Roma con
diversos cargos en la magistratura hasta su consulado en el
año 195 antes de Cristo. Luchó poco después
en Hispania logrando la pacificación de los ya

nuevos territorios romanos.

En Roma se opuso violentamente a los Escipiones,
provocando la retirada pública del "Africano".

En su cargo de Censor, emprendió diversas
acciones:
contra las costumbres griegas, defendiendo la antigua
tradición romana; contra la existencia de Cartago
("delenda est Carthago"), pretendiendo la
destrucción de la ciudad.

Su fama continuó como prototipo de hombre
ejemplar, severo y profundamente tradicionalista y
ético.

Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior

 4.2.1 APORTES Y OBRAS

Fue el más antiguo escritor romano de
agricultura, quien nos dejó un tratado de re
rustica
, que figura con el título De
agricoltura
.

En dichos escritos, resalta el trabajo en los campos,
los valoriza ante todo moralmente respecto a otras actividades
humanas.

Su severidad moral, lo indujo a condenar toda forma de
corrupción pública: "Los ladrones
de cosas privadas pasan su vida en la prisión y los cepos;
los ladrones públicos andan cubiertos de oro y
púrpura"

Es más notoria su vehemente aversión hacia
todo lo que tenía algo de helenismo, la
cual lo indujo a hacer expulsar de Roma a Critolao,
Carnéades y al estoico Diógenes: esta
característica, debe relacionarse con su antirretorica.
Esta aversión, fue la causa de que Catón ignorara a
sus antecesores griegos en el campo de la literatura
agrícola-económica; pero del la antirretotica y del
antihelenismo de Catón, deriva otra consecuencia; o sea ,
que el De re rustica compuesto por él se presenta
informe y no
sistemático, sin un ordenamiento orgánico de la
materia. Por
tanto, su tratado, es una mezcla de varios preceptos: desde los
consejos financieros, las fórmulas de plegaria y de
exorcismo, la sugerencia de tener encerrados a los perros durante el
día (encerrados pero no atados) para que fuesen más
feroces por la noche; hasta los amplios detalles del inventario de
todo lo necesario para una empresa
agrícola, y desde las enseñanzas particularmente
agrícolas, hasta las más variadas recetas (de las
cuales las más numerosas son las gastronómicas),
etc; en sus tratados, no
faltan las sugerencias edilicias, a cerca de éstas, es muy
singular el consejo de Catón para que se utilice
ampliamente la borra del aceite en un sinnúmero de
aplicaciones a saber: para el abono de los olivos, para la
conservación del cuero y de los
víveres, para la alimentación del
ganado, para el mortero de las eras, etc y hasta para el revoque
de las casas, mezclando la borra con tierra cretácea y
cascarilla de trigo.

En el De re rústica abundan
también las indicaciones a cerca de la manera de preparar
purgantes para hombres y animales. En suma, el tratado constituye
un conjunto de preceptos empíricos, muchos de los cuales
son totalmente absurdos, como por ejemplo, ciertas recetas
veterinarias.

Resulta muy curiosa la confianza que demuestra
Catón en las virtudes terapéuticas de la col en una
infinidad de aplicaciones, tanto de uso interno como externo,
junto a su gran escepticismo a cerca de los médicos, que
en ese tiempo eran generalmente griegos.

Entre los consejos técnicos más
estrictamente relacionados con la agricultura, Catón
demuestra conocer perfectamente el secreto de la necesaria
rotación del cultivo del trigo, respecto a los
demás, es notable también la alusión a los
prados regadíos.

En este empirismo
técnico-administrativo, domina un difuso espíritu
religioso que se exterioriza en las fórmulas que sugiere
Catón para alejar los males de las personas, de las casas,
de los cultivos, de los animales, etc y para atraer sobre ellos
la protección de los dioses. Por tanto, su religión es
eminentemente práctica.

Estaba en contra de las planificaciones constitucionales
y más aún de actividades económicas de tipo
colectivista.

Catón distingue entre actividad económica
y crematística, considerando que la agricultura posee un
mayor valor que el comercio, quedando en el interior del problema
económico, vale decir: el comercio puede aportar mayor
riqueza pero la que proviene de la agricultura es más
segura; ante esta comprobación básica, su otra
observación de que el provecho de la
agricultura es justo, pierde evidentemente gran parte de la
eficacia que su autor deseaba asignarle.

Catón nunca pensó en grandes extensiones
de terreno para las empresas
agrícolas. Para una granja especializada en el cultivo de
olivo, prevé una superficie de 240 yugada (1 yugada: un
cuarto de hectárea), para la hacienda dedicada a la vid,
la superficie que sugiere es de 100 yugadas.

Catón basa la actividad agrícola en la
mano de obra esclava, más que la libre, el trabajo de
ambos obreros está coordinado por lo que hoy
llamaríamos un administrador
rural ayudado por una administradora rural. En coherencia con la
extensión del terreno está la cantidad de
número de trabajadores de la hacienda, Catón traza
esquemas precisos para cada caso, ejemplo: para el olivar,
además del administrador y la administradora, propone
cinco operarios, tres labriegos, un guardián de cerdos, un
borriquero y un ovejero; en total 13 unidades para 60
hectáreas.

4.3 COLUMELA

Lucio Junio Moderato Columela, nació en
Cádiz, contemporáneo de Séneca, no se
conociéndose exactamente la fecha de su
nacimiento.

4.3.1 APORTES Y OBRAS:

"De Re Rustica"

En esta obra Columela abunda sobre todo en
enseñanzas técnicas
muy valiosas, se puede considerar desde el punto de vista
técnico como la obra maestra de la economía romana,
mientras que en el aspecto socioeconómico adolece de
ciertos prejuicios literarios.

En cuanto a su estructura se
encuentra dividido en 12 libros, de
ellos el libro X dedicado al cultivo de los jardines, y se halla
escrito en verso.

La estructura dada por la crítica
moderna es la siguiente:

  1. La economía rural general .
  2. De los campos, de las simientes, de los
    mieses.
  3. De los viñedos y de los frutales
    .
  4. Conformación de los viñedos
    .
  5. De la medida del tiempo y de los árboles.
  6. Del ganado.
  7. Del ganado menor.
  8. De los animales de corral.
  9. De las abejas.
  10. De los jardines.
  11. Del administrador rural (villicus) y de
    prosecución de los jardines.
  12. De la administradora rural o de la economía
    domestica.

En lo que respecta al campo agrario, Columela desde el
preámbulo ataca a los que abandonan el campo, criticando
también la falta de escuelas agrícolas y con
respecto al primero no consigue encontrara una verdadera
razón económica de este abandono, prefiere acusar
de ello a la decadencia de la costumbre moral, además de
culpar a también a la consideración
económica que le tienen esta actividad.

El razonamiento de Columela para tratar de devolver a la
agricultura toda su importancia no es de carácter
económico sino jurídico moral; no trata de
demostrar que la agricultura puede rendir mas que otras
actividades como la guerra, el comercio, la abogacía, los
cargos públicos; además se da cuenta de que el
trabajo de rehabilitar los campos estaba perdido de
antemano.

Acerca del latifundio dice que este es deplorable, pero
por razón técnico económico y no por sus
reflejos político sociales relacionados con la inversión financiera. Para Columela una
vasta extensión mal cultivada rinde menos que una
pequeña bien cultivada.

Con respecto a la organización hacendaría
agrícola, toma de Catón lo que respecta a las
proporciones de tamaño que deben de existir entre la casa
rustica y el predio; también hace mención al
paludismo y
muestra conceptos acerca de este en los cuales se ve la agudeza
de su observación.

En cuanto a la proximidad de las rutas, Columela dice
que es desfavorable para la hacienda por las devastaciones debido
a los viajeros y huéspedes frecuentes, por lo cual afirma
que es oportuno construir la casa rustica, lejos de un camino y
de un lugar pestilente y en un sitio elevado.

El temor hacia un camino cercano hace suponer que
Columela se alejara del concepto económico intuitivo y
popular con arreglo al cual la facilidad de comunicaciones es un
factor positivo de la producción. Cabe suponer que es la
época en que él escribía la situación
social debía ser mucho peor que en la de Catón, por
lo cual aun el daño económico de posibles saqueos
facilitada por la cercanía de los caminos podía
parecer mucho mayor que en la época anterior.

  • ¿Qué es la casa rustica para
    Columela?

Columela la concibe como un conjunto complejo; la cual
demuestra cierta evolución hacia lo grandioso; en efecto
dicha casa debía estar constituida por tres
partes:

  1. La habitación del
    propietario
  2. El edificio rustico
  3. Los graneros

La habitación del propietario; o sea la casa
patronal dividida en departamento de verano e invierno, con
baños.

El edificio rustico, con una gran cocina que servia
también de sala común con celdillas para esclavos
sueltos y con sótanos (saneados) para los siervos
encadenados, con los establos para vacunos, subdivididos en
invernales y estivales y con los destinados para los otros
animales todos con pesebres no muy altos y con pieza para
utensilios.

Los graneros; subdivididos según los productos y
que debían ser almacenados.

En Columela es interesante ver también la
enumeración de distintos condiciones de trabajo muy raras
veces habla de operarios a sueldo, entiende que se había
extendido el uso de esclavos en lugar de operarios.

Columela se abandona a una visión de la vida que
en el fondo quiere ser metódica, ordenada y patriarcal y
hasta ajena a las justas preocupaciones de producción y de
balance que están presentes en Catón y
Varrón.

La única mancha negra que Columela ve en la vida
agreste que desearía eliminar es la plaga de la esclavitud; es
decir no la ve desde el punto de vista humanitario sino sobre el
menor rendimiento del trabajo del esclavo en la
producción.

Columela ya no asignaba mucho valor al cultivo directo
por parte del propietario ayudado por obreros asalariados y
esclavos como ocurrió con Varrón y Catón;
con esta actitud no contradice su exhortación con el
sentido de que se sea lo posiblemente humanos y comprensivos con
los esclavos.

En el caso de Columela es evidente que el principio de
conceder libertad a las esclavas madres de 4 a más hijos
además de ser humanitario y moralmente elevado
tenía el fin de incrementar lo más posible la mano
de obra agrícola.

Como en Catón y Varron, Columela ve al
administrador rural el cual posee una gran importancia para la
organización productiva de la hacienda; otra novedad es la
que figura del delegado, del propietario (procurador) de quien
poco dice el autor y solo habla de que se debería tener su
habitación encima de la casa rustica.

Dejando un poco de lado lo anterior se podría
decir que Columela es un técnico pero no es ciertamente un
economista; sin embargo, esta convencido de que antes de
adentrarse en un proceso
productivo es necesario averiguar la mayor o menor conveniencia
de una determinada forma de actividad; en consecuencia dedica un
capitulo al calculo de las jornadas de trabajo necesarias para
los distintos tipos de cultivo; desvalorando el
dinero.

Con respecto a la cosecha de uvas; Columela hace notar
la desconfianza que se tenía hacia los viñedos, el
autor hace el cálculo en
términos monetarios del rendimiento de la uva, el cual par
cosechas supuestamente abundantes debía ser este
elevado.

Entre muchas sugerencias vinícola –
técnica de Columela se señálale que extrajo
del cartaginense Magon y el de las Geórgicas, o sea, la
practica del drenaje de los viñedos con piedras a fin de
preservar la planta, no solo en el exceso de humedad sino en el
calor; se
observa también, el incidental método de
plantación de las vid, no es en promiscuidad con otros
cultivos sino en viñedos, en un lote bien
determinado.

A pesar de considerarse a Columela como un
técnico, no se ve en el la preocupación
económica, en lo que respecta alas probabilidades de venta
de un producto,
probabilidades cada ves menos favorables en general, por razones
obvias en el momento de la cosecha.

El problema de los costos que
Columela, no examina directamente al hablar de la
producción del vino, esta implícito en su
desarrollo de este tema.

El aspecto financiero es sopesado por Columela antes de
entrar a tratar la amplia materia de los animales de corral; esto
demuestra menos entusiasmo en el aspecto económico,
Columela en efecto sitúa el efecto de la venta en los
mercados en el último lugar.

Columela hablando específicamente de las aves de corral
afirma: "conviene emplear estos gastos y atenciones; sólo
en las localidades donde los precios de
estos productos se sostienen", agrega además: "la
condición esencial es en este, como toda otra cría
de animales, la honestidad del encargado si este no lo conserva
con el patrono, ningún ingreso proveniente de la
avicultura compensaría los gastos.

Puede ser interesante notar que Columela sitúa la
división natural del trabajo agrícola entre los
sexos como fundamento de toda esta parte de su estudio,
también según criterios que el autor declara haber
extraído del Económico de Jenofonte y de su
adaptación latina, obra de Cicerón, en cuanto al
interés
del dinero, Columela no lo trata de modo especial, pero
sintió un desprecio por la usura.

  1. VARRÓN

(Reate [actual Rieti], 116-27 a.J.C.) Polígrafo y
escritor latino. Fue condecorado por su gestión
como lugarteniente de Pompeyo durante la guerra contra los
piratas. Al estallar la guerra civil, luchó en la
Lusitania, pero fue vencido. Finalizada la contienda,
César le encargó la dirección de las
bibliotecas
públicas, pero tras la muerte del
dictador perdió su cargo y se le confiscaron los bienes;
finalmente, Octavio le indemnizó y le devolvió a su
antigua ocupación. Escribió 74 obras, que fueron
referente obligado en épocas posteriores para eruditos y
padres de la Iglesia -en
especial, san
Agustín-. Entre su producción poética
destacan seis libros de Seudotragedias, diez de Poemas, cuatro
de Sátiras (a la manera de Lucilio) y 150 Sátiras
menipeas -únicos fragmentos que se conservan de su obra
poética-. De su producción en prosa sólo han
perdurado sus tres libros de agricultura (Rerum rusticarum libri
III) y los libros V al X de los veinticinco que integraban su De
lingua latina, tratado de filología que es una fuente de
valiosas noticias sobre
la gramática latina.

4.4.1 APORTES Y OBRAS

Alcanzó gran celebridad el De re rústica
en sus tres libros; los cuales los escribió a sus 80
años, valiéndose de su propia experiencia, lo que
oyó, y de varios autores que le precedieron, quienes
fueron principalmente griegos. Gran parte de su obra es mera
técnica de la agricultura.

Le da gran importancia a la agricultura, y al principio
de rotación que estuvo relacionado con los adelantos de la
agricultura en aquellos tiempos.

Para Varrón la producción agrícola
está encauzada a la venta más que al consumo
directo.

Varrón, tiene implícito una teoría
del valor, él señala que el valor de canje de una
cosa, no depende del puro y simple rendimiento del capital
invertido, sino también de eventuales valores
estéticos.

"La utilidad busca el fruto, el placer y el goce; pero
es más importante lo útil que lo placentero", en
esta frase, Varrón quiere señalar una escala de
necesidades (correspondiendo a las más urgentes, la
utilidad; y a las menos urgentes, el placer); pero en el conjunto
de ese pasaje pretendía destacar que muchas veces los
trabajos agrícolas ofrecen la ventaja de satisfacer al
mismo tiempo la utilidad y el sentido estético.
Además Varrón quiere poner en evidencia el hecho de
que la unión de lo placentero con lo útil es muy
ventajoso, pues sirve para aumentar el valor comercial, y que tal
unión es también la característica
primordial de esa agricultura que él quería exaltar
frente a toda actividad.

Considera que la producción supone la esclavitud
y tiene una extraña división de los instrumentos de
producción agrícola, que son dos: los hombres y los
utensilios, sin los cuales no se puede trabajar; sugiere para los
esclavos tratarlos con liberalidad, esto es, en la comida o en el
vestido o en la producción de factores o con el permiso de
hacer pastar en el predio a algunos animales de su propiedad.
Pero todo tiene un interés y es que salvo algunos motivos
patrimoniales, la mano de obra esclava, había perdido
mucha importancia respecto a la libre, reduciéndose a
cumplir su función
esencialmente en los trabajos domésticos; en cambio con
las obras de los libres se cumplen los trabajos más
importantes y a éstos los llamaron operarios.

Varrón ve 3 fases de organización
productiva humana, desde el punto de vista agrícola, que
es ese momento tenía un predominio absoluto:

  • Zootecnia
  • Pastoreo
  • Agricultura propiamente dicha

Por tanto la tripartición fundamental varroniana,
con sus ulteriores especificaciones, es la siguiente:

Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar" del menú
superior 

 Varrón sostiene que el orden ascendente de
rendimiento consiste en el pasaje de la agricultura a la
pecuaria, y de ésta a la villatica.

La opiniones de Varrón a cerca del
préstamo con intereses no era tan pesimista como la de
Catón

En los libros de Varrón señala las ideas
de la villatica pastio, porque se trata de una actividad
económica que adquiere gran importancia en la antigua
Roma, desde la época de Varrón en
adelante.

Varrón señala que los instrumentos del
cultivo son:

  • Primero los animales
  • Segundo los esclavos
  • Tercero las herramientas

A la vez que divide los tipos de instrumentos o medios
en:

  • Vocal : esclavos
  • Semivocal : animales
  • Mudo : carretas, arados, etc.

4.5 PLINIO

Caius Plinius Caecilius Secundus nació en Novum
Comum (Como), de donde debió ser originaria su familia,
hacia el 61 ó 62 de nuestra era. Sobrino e hijo adoptivo
de Plinio el Viejo. Alumno de retórica de Quintiliano y
Nicetes Sacerdos. Se interesó por la filosofía con
las enseñanzas de Musonio. Durante su servicio en
las armas como
tribuno militar (81) en Siria, asistió a las conferencias
de Eufrates y Artemidoro. Antes de marchar a Siria había
sido ya decemvir slitibus iudicandis y a su regreso
ejercería de cuestor (88-90), tribuno de la Plebe (91),
Pretor (93), praefectus aerarii militaris (dos años entre
94 y 98). No llegó a cónsul hasta el año
100, quizá por sus diferencias con Domiciano. Fue
posteriormente curator alvei Tiberis et riparum et cloacarum
urbis. En el 111 Trajano le nombró procónsul de
Bitina y Póntica. Murió en 113. Parece alcanzar el
equilibrio conyugal en su tercer matrimonio con
Calpurnia (antes estuvo casado con una hija de Pompeya Celerina,
seguramente del mismo nombre, mas desconocemos el de su primera
esposa). No tuvo hijos, aunque Trajano le concedió el ius
trium liberorum. Vivió con holgura alternando su
residencia en las villas que -propias o de las familias de sus
sucesivas esposas- poseía prácticamente por toda
Italia. Pasaba por lo general el invierno en Laurentino y el
verano en Toscana, con frecuentes temporadas en Como.

Su situación económica privilegiada le
permitió tener numerosos rasgos de generosidad que
él mismo nos relata en su correspondencia.
Cultivó la epistolografía como género
exclusivo y sus cartas son algo
así como crónicas políticas
y sociales, que le hacen un precursor del periodismo.
Bajo el manto de una Roma atractiva y decadente, su
carácter -o el aspecto que de él quiso mostrar
aflora diáfano en sus cartas. Se nos manifiesta
determinado por dos condicionantes: el respeto a
los valores
tradicionales y la historicidad de los actos humanos, por
más que el lector no tarda en descubrir con una sonrisa en
los labios que sólo Plinio es el tema favorito de Plinio y
lo describe al detalle. Se deja sorprender con literaria
espontaneidad como un hombre sencillo, profundamente social,
escéptico, añorante de virtudes ancestrales,
paternalista incorregible. Viaja con frecuencia, pasea por las
orillas del lago Como, asiste a cacerías -como
espectador-, charla, medita, se preocupa por sus esclavos,
critica a los amos crueles, resalta bonachón su blandura
natural. Tal vez sean las exageradas y repetidas alabanzas,
así como la buscada extensión, lo que resta
naturalidad al Panegírico de Trajano. La Correspondencia
con Trajano (122 cartas) nos lo muestra inseguro e insistente,
consultando cualquier minucia en su incontenida obsesión
de complacer al príncipe. Los nueve libros de cartas, sin
duda lo mejor de su obra, sin orden cronológico ni
temático, son una secuencia de anécdotas, consejos,
acontecimientos -magníficamente relatados- con ligeras
derivaciones pseudofilosóficas de discutible
interés. Obra, en resumen, singular y amable, que mantiene
la curiosidad del lector con la misma naturalidad que exhala el
contenido de sus relatos.
Se declara imitador de Cicerón, Calvo y Demóstenes,
si bien su elocuencia resulta artificial y es precisamente en la
escueta claridad de sus cartas donde su lenguaje
presenta mayor interés.

4.5.1 APORTES Y OBRAS

Escribió la Naturalis historia que
contiene 37 libros, esta obra posee datos de ciencias
naturales, nociones de astronomía y geografía
descriptiva, anatomía,
zoología, botánica, mineralogía, etc,
instrucciones de técnica pictórica, noticias de
historia del
arte, ideas monetarias, técnica agrícola, etc.
También se hallan ideas a cerca de problemas de
economía política, trata de la moneda y hace
alusión al problema del latifundio.

Plinio ofrece una mayor riqueza en cuanto a sus nociones
técnicas.

Plinio tiene un concepto de maternidad genérica
de la tierra para todos nosotros, más no que el proclama
la tierra como propiedad común de todos los
hombres.

Sostiene en relación con la conveniencia de las
distintas inversiones,
afirmando que sólo es provechosa una escasa cantidad de
capital, en proporción con la superficie cultivada. Plinio
tiene una opinión contraria al latifundio en la cual
sostiene que las personas deben producir su propia tierra, con
ayuda de sus hijos, etc, para tener gran abundancia y bajo precio
de los productos agrícolas, ya que el latifundio es la
mano de obra asalariada. La verdadera aversión al
latifundio no esta basada en consideraciones económicas
sino que la única consideración económica
que él formula al respecto es la de la oportunidad de que
el trabajador de la tierra se afane en pro del
ciudadano.

La conclusión que saca Plinio de su obra es que
el cultivo requiere, más que gastos, trabajos.

Plinio desaprueba que los trabajos agrícolas sean
dados a los esclavos ya que Plinio ponía en evidencia el
menor rendimiento del trabajo de los esclavos respecto al de los
obreros asalariados.

En Plinio no existe una verdadera teoría del
valor, sólo acota el valor da una distinta
apreciación de dos cosas relacionadas entre sí que
formulan dos pueblos distintos. Plinio menciona que la oferta
relacionada con el costo de
producción y que por tanto esta dominada por causas
materiales; y
la demanda como elemento principalmente psicológico para
los artículos de lujo, éstas por tanto son para
él , causas verdaderas del valor.

Aporta en la descripción de las distintas maneras de
extraer oro y de las minas de aquellos tiempos, señalando
las Asturias, Galicia y Lusitania como importantes localidades
que habrían producido abundante oro.

Plinio aduce las razones para el alto precio del oro por
:

  • Su divisibilidad
  • Extensibilidad
  • Resistencia a los ácidos
  • El uso los desgasta muy poco
  • El oro es menos maleable
  • Menos pesado que el plomo

Según Plinio, el valor del oro no proviene
esencialmente de una escasa oferta, sino de su costo de
producción.

Plinio estaba en contra de la moneda, se lo considera
más, un metalista; estaba conforme con la teoría
moneda-mercancía o metalista.

Plantea un origen del esquema monetario en
Roma:

I. AÑO 485 DE
ROMA

Cobre

1 libra

12 onza

288 escrúpulo

1728 silicua

Peso en gramos

324

27

1.1

0.19

Plata

 

denario

quinario

sestercio

Equivalencia en cobre
(libras)

 

10

5

2.5

II. AÑO 547 DE
ROMA

Oro

 

sólido

 

escrúpulo

Equivalencia en plata
(sestercios)

 

80

 

 

20

Plinio habla también de la devaluación monetaria ya que constantemente
dichas monedas cambiaban su equivalencia, pero no la condena en
absoluto, por el contrario, cuando habla de "ganancia" del Estado
parece considerarla una disposición hábil y
oportuna. Pero no habla de aumento de precios.

Con el surge la idea de la "moneda ideal" respecto a la
acuñada ya que hace distintas comparaciones con distintas
monedas acuñadas o desvalorizadas, con la
libra.

Plinio condena la usura: "atribuir directamente a la
moneda el origen primero de la usura, como medio ingenioso y
lucrativo de poseer sin trabajo".
Plinio señala que la
excesiva expansión del crédito
en toda economía es el origen de varios movimientos
inflacionarios.

4.6 PALADIO

Paladio Rutilio Tauro Emiliano, se supone por información de algunos historiadores que
vivió en el siglo IV de nuestra era, pero los datos de su
vida y nacimiento no son muy precisos, es por ello que no se
tiene mucha referencia biográfica de este
personaje.

4.6.1 APORTES Y OBRAS

Su obra las "Geopónicas" esta obra posee
un carácter compilatorio y mucho más manual y
perceptivo que la de sus antecesores, está compuesta de 14
libros sobre injertos, los otros 12 dedicados uno a un mes del
año con los trabajos de cada mes.

Tenia un escaso interés por los argumentos
económicos a excepción del muy tradicional problema
de la proporción de dimensiones entre la casa y el
terreno; también la otra proporción entre el costo
y remuneración en la empresa
agrícola.

La mayoría de los aportes de Paladio son
técnicos:

  • Aconseja construir en lugares elevados
  • Señala que es preferente beber agua de
    lluvia que de manantial (erróneo) ya que se preocupa
    de que el agua
    este en perfecto estado para que no sea la causante de
    enfermedades.
  • Da una forma de hacer acueductos
  • La forma de averiguar si un terreno de cultivo es
    fértil o estéril, etc.
  • Forma de mejorar el vino
  • Recomienda mantener el ganado en el aire
    libre.

La observación de su obra constituye un
interesante documento para conocer la vida romana en general y la
practica agrícola de sus tiempos.

Con este autor termina la serie de los llamados
agrónomos o escritores latinos de agricultura.

ESQUEMA DEL PROBLEMA DE LA MANO DE
OBRA SEGÚN LO VIERON LOS ESCRITORES DE RE RÚSTICA Y
LOS HISTORIADORES.

AUTOR

OPINIÓN

Catón (234-149 a.c.)

Presupone mano de obra esclava pero también
libre, prefiriendo para ésta última,
adjudicatarios y aparceros.

Varrón (116-alrededor 26
a.c)

Aconseja en ciertos casos los esclavos, en otros
(lugares malsanos) los asalariados. Cita los cultivadores
directos (paupercoli)

Colmuela (de alrededor 4 a.c.-alrededor 65
d.c.)

Es poco favorable la mano de obra esclava,
preponderante en ese entonces. Aconseja en general,
arrendatarios (para los viñedos:
asalariados)

Plinio( alrededor 24-79 d.c.)

Es contrario a la gran preponderancia de la mano
de obra esclava; preferiría trabajadores
libres.

Apiano Alejandrino (1ra mitad del siglo II
d.c.)

Destaca la competencia perjudicial que los esclavos
hacen a los libres.

CLASIFICACIÓN DE LOS CULTIVOS
CON RENDIMIENTOS MAS ELEVADOS, SEGÚN LOS PENSADORES
ROMANOS

AUTOR Y
ÉPOCA

CULTIVO MÁS
PROVECHOSO

Catón (234-149 a.c.)

Viñedos, árboles y ganado

Varrón (126- alrededor 26
a.c.)

Ganado para carne y animales de corral

Columela (de alrededor 4 a.c. a alrededor 65
d.c.)

viñedo

Plinio el Viejo (alrededor 24-79
d.c.)

Viñedo, como en Catón

CAPÍTULO V

El
CRISTIANISMO

  1. El cristianismo surgió de individuos que
    querían saber su alma y
    al mismo tiempo por su vida y su salvación. Pobres,
    artesanos, y esclavos formaban la masa de los creyentes a
    los cuales se asociaban con preferencia a aquellos hombres
    cultos, filósofos, funcionarios y creyentes
    de otras sectas que se sentían repelidos por la
    áspera situación de esos tiempos.

    El trabajo manual fue dignificado siendo loada la
    actividad del obrero manual. En el sentido del
    judaísmo, se aconsejo a los padres instruir a sus
    hijos en aquellas labores que eran adecuadas a Dios;
    inclusive se decía que mejor era que la gente se
    dedique al cultivo de su pequeño campo. La vida en
    común de los cristianos explica muchas de las
    tendencias comunistas de algunos padres de la iglesia; pero
    estas tentativas no se generalizaron.

    La aproximidad al estado se opero cuando los
    cristianos pensaron en la posibilidad de un poder temporal;
    en una comunidad
    del señor, que ellos mismos pedían creer. La
    indiferencia frente a cuestiones sociales y nacionales
    llego en ocasiones a opinarse que poco le importaba la
    forma de dominios a la cual se inclinaba sometido el
    hombre con tal que no proceda con maldad y así
    paso a considerarse al estado como una organización
    pacifica.

    En respecto a la posición del cristianismo
    frente a la esclavitud se aprecia en los primeros tiempos
    de profunda abnegación espiritual; parecía
    indiferente que el hombre fuera señor o
    esclavo.

    El esclavo podía serlo sumiso y fiel a su
    dueño con tal que no se le impusiera un proceder
    inmoral. Pero cuando no se hablaba del individuo, sino de la colectividad entera
    teníase a mano una cita bíblica del periodo
    del nomadismo para justificar la esclavitud; las cuestiones
    la estimaron algunas veces como una consecuencia de la
    minusvalía moral.

    "Maldito sea Caanaan : como el mas vil esclavo
    habrá de servir a sus hermanos"; con este fundamento
    se trataba de defender no ya a las formas crueles de la
    explotación de esclavos en las grandes empresas sino
    la esclavitud oriental con su régimen patriarcal.
    Mas como a fines de la edad media y a principios de la
    edad
    moderna tuvieron realidad las formas más odiosas
    de la esclavitud, ello demostró que no eran muy
    robustas las fuerzas del cristianismo para
    combatirla.

    1. ORGANIZACIÓN FINANCIERA DE LA
      IGLESIA
  2. SURGIMIENTO DEL CRISTIANISMO

Inicialmente se contaba con donativos que con cierta
regularidad llegaban a manos de los presbíteros,
diáconos y lectores; pero solo logro su importancia
económica a partir del siglo IV en que comenzó a
asumir misiones políticas en gran escala, cuando en el
siglo XV el numero de habitantes de Roma quedo reducido a 50mil.
A fines del siglo VI Justiniano se preocupo de ordenar la
situación de Italia el Papa comenzó a participar de
modo creciente en la
administración y jurisdicción de
Roma.

La iglesia distribuyo el trigo entre los ciudadanos como
lo hicieron los emperadores; muchas veces contra la voluntad del
gobierno que se
resistía a ceder esta función del poder,
robusteciendo así la organización
eclesiástica.

Los conventos e iglesia que poseían bienes
recibían de los colonos, arrendatarios, agricultores
libres o semilibres y esclavos un censo, que en la mayoría
de casos consistía total o parcialmente en cuotas de
rendimiento bruto, pero luego se pago también en
cantidades fijas de cereales y de otros objetos. Así la
iglesia pudo llenar sus graneros con cereales como antaño
venían de Sicilia y eran de allí adquiridas en
parte por funcionarios de la iglesia y en parte aun mayor por los
cultivadores de terrenos eclesiásticos. Los hombres libres
junto con los no libres quienes entre si se hallaban en
situación de independencia,
constituían los cimientos de la organización
económica de la iglesia, que había desarrollado
plenamente en la edad media.

Cuando se desmembró el antiguo imperio
constituyeronse en Oriente, en Antioquia y Alejandría y en
Occidente en Roma nuevas organizaciones eclesiásticas.
Afines del siglo VIII, vemos contrapuestos dos poderes cada uno
de los cuales entronca a su manera con el imperio romano : el
cesarismo y el
pontificado.

Mientras Roma decaía la cultura
bizantina se remonto a lo largo de los ríos rusos del
mismo modo que antes la romana había ascendido por las
vías fluviales de las Galias. En las rutas mercantiles que
conducían al mar Báltico desarrollándose
centros comerciales que Francia y
Alemania
entroncaron con el antiguo imperio romano así
sucedió también en Rusia en
diversos aspectos, con relación a Bizancio.

5.1.2 FIN DE LA EDAD ANTIGUA DESDE EL PUNTO DE
VISTA ECONÓMICO

El fin de la edad antigua ofrece un cuadro variado desde
el punto de vista de la economía. Los territorios romano
– orientales conservan un sistema bien estructurado de
entidades económicas.

La hacienda del estado y del comercio perduraron pesar
de todas las perturbaciones. Los países romano
occidentales iniciaron una rápida decadencia : los
monarcas no pueden ya contar con un comercio regularizado y
nuevamente se ensaya la producción de todo lo que se
necesita dentro de cada pequeño territorio. Las
necesidades se han reducido considerablemente para la
mayoría de los individuos y pueden hallar
satisfacción en organizaciones económicas de corto
radio.

Así se aprecia que junto a municipios aparecen en
todas partes señores que o bien se incorporan a los
reinos existentes
o bien se constituyen en pequeños reinos. Sobre la base de
la organización que decae, fórmense nuevos grupos más
íntimamente unidos, mientras que la conexión
económica de los habitantes de la tierra entre si,
disminuye considerablemente.

Todavía algún tiempo y los dominadores del
norte irrumpen y penetran cada vez mas en el occidente romano
para poner finalmente a Italia en mas estrecha relación
con los centros económicos y políticos de la Europa
central; oriente conservo aun su autonomía, peor le
amenazaba igual destino, las potencias económicas centro
– europeas trataron de formar nuevos reinos en los
territorios del oriente romano y príncipes centro europeos
rigieron también en los países del imperio romano
oriental que se extinguía.

CAPÍTULO IV

DECADENCIA DE LA ECONOMÍA
ROMANA

6.1 RUINA DE LA ECONOMIA ROMANA

En el siglo II d.C, durante la dinastía de los
Antoninos, la economía, después de una larga
evolución cuyo punto de partida había sido la
organización agrícola, industrial, comercial, de la
sociedad Homérica, había llegado abarcar, en toda
su extensión y en toda su variedad, el conjunto de
regiones que forma lo que se suele llamado el mundo conocido por
los antiguos.

Como ya hemos indicado las causas de la prosperidad
Romana, seguridad de las
fronteras del Imperio, orden y paz en el interior, unidad
Política y flexibilidad administrativa del imperio Romano,
desarrollo inteligentemente y racional de las obras
públicas, de función de la vida urbana y sedentaria
en todas casi todas las provincias. Indudablemente, incluso a
principios del Imperio, el cuadro de la vida no estaba exento de
manchas y de sombras.

Entre sus principales causas de la caída
están:

  • La anarquía interior se sumo a las invasiones.
    La guerra de los pretendientes al imperio, casi ininterrumpidas
    durante un siglo , dejaron ruinas por todas partes
    .
  • El cúmulo de miserias, a las cuales vinieron a
    sumarse también terribles calamidades naturales, la
    peste y los terremotos o
    perdono a ninguno de las regiones del Imperio y como era de
    esperar, produjo en el dominio económico lo más
    desastrosos efectos.
  • Crisis de Producción y Circulación ,
    crisis
    monetaria y de carestía de la vida, despoblación
    y ruina general, toda la armazón económica del
    imperio cruje y cada momento parece que esta a punto de
    romperse.
  • Los campos son abandonados por los campesinos que han
    escapado a la matanza y que se refugian tras las murallas; las
    tierras incultas se van multiplicando por todas
    partes.
  • En las ciudades, que han sufrido repetidas
    invasiones, las industrias y los oficios agonizan los peligros
    que amenazan el tráfico continental y marítimo
    asestan al gran comercio un golpe casi mortal.
  • Las clases ricas y medias, las de los propietarios
    territoriales de los industriales y de los comerciantes son las
    más duramente afectadas, y ellas son las que han sido
    las verdaderas obreras de la prosperidad
    económica.
  • Los impuestos, impuesto
    territorial, impuestos indirectos, portorium, etc, no
    suministran al tesoro los recursos que
    necesitan la riqueza publica, y la riqueza privada, igualmente
    afectada en sus fuentes
    vivas, se desvanece.

Por último, y sobre todo, el gobierno imperial
creyó que podría dominar la crisis económica
que sufría el mundo romano con remedios que resultaron
peores que el mismo mal. Para impedir la deserción de los
campos, se esforzó por dejar clavados a los campesinos la
tierra; de ahí las constituciones que vinculaban a los
colonos a los dominios en los cuales trabajaban. Aunque el colono
no es un esclavo, "se parece a el", en muchos puntos. Si el
esclavo no puede abandonar a su dueño, el colono no puede
abandonar la tierra. Su vinculo con la tierra esta estrecho como
el vinculo del esclavo con su dueño. Pertenece
algún modo a la tierra (para la cual a nacido), debe
"servirla a perpetuidad", es una persona humana
debida y sujeta al suelo, Es significativo que el legislador
aplique al colono términos que el sólo parecen
convenir el esclavo .

Para impedir que los propietarios territoriales,
miembros de las Curias Municipales, abandonasen sus tierras y se
substrajeran a las cargas que habían llegado a ser
aplastantes, que pesaban sobre ellos las causas de su responsabilidad financiera, frente al estado, el
gobierno Imperial público numerosos edictos que sujetaba
con fuerza a los Curiales a su condición. La
repetición de las medidas tomadas, en ese sentido prueba
su ineficacia .

Por motivos análogos, el estado transformo en
Instituciones oficiales las corporaciones de artesanos y de
negociantes sobre las cuales no había ejercido al
principio mas que una fiscalización discreta, una
vigilancia legítima. Los desastres que habían
reducidos a la miseria a muchas de las ciudades habían
asestado un golpe terrible a la actividad económica, a la
Industria y al comercio. Sin embargo, eran necesarios transportar
el trigo, hacer el pan, quemar la cal, apagar los incendios,
etc, El Estado confío cada uno de estos trabajos a una
determinada clase de ciudadanos; se encargo a la clase de
artesanos o de comerciantes, cuya profesión les hacia
especialmente actos para ello, y la mayor parte de esos artesanos
formaban corporaciones que poco a poco se convirtieron en
Instituciones oficiales, en ruedas de la máquina
administrativa .

Por último los emperadores buscaron un remedio a
la crisis económica en la reorganización de las
finazas y en la reforma de la moneda. Esa reorganización y
esa reforma sin duda hicieron desaparecer alguno de los abusos
nacidos de la anarquía del siglo III, pero los resultados
obtenidos no fueron más que paliativos, poco eficaces. La
misma pesadez de los impuestos ya en especie, y en efectivo que
gravitaban sobre toda las clases
sociales no podía y no ser desfavorable aún
enderezamiento económico de algún valor. En cuanto
a la moneda, aunque se aportaron algunas mejoras a su
acuñación y a su emisión aunque el nuevo
sistema monetario Instituido por poco a poco por Aureliano, por
Dioclesiano y Constantino, por Juliano, representaba "en
comparación con la anarquía un progreso inmenso",
para impedir la depreciación de las piezas de plata y de
bronce.

Así, cuando al final del siglo IV, y al principio
del siglo V, los bárbaros después de haber roto las
últimas defensas que protegían al mundo Romano,
hicieron irrupción, en el Sur del Danubio y en el Oeste
del Rhin, la economía antigua no se había
restablecido del desorden en que la había sumido la crisis
del siglo III. Las provincias del imperio les ofrecían
todavía, sin duda, riquezas que saquear, vastos dominios,
y suntuosas villas que ocupan Ciudades llenas de Monumentos, y de
obras de arte donde entrar a saco ; Pero ya no eran más
que los restos, muy empobrecidos de una prosperidad que no
había dejado de decrecer desde hacía 200
años por falta de Paz, de seguridad, de
libertad.

Las condiciones necesarias para la expansión y la
fecundidad del trabajo humano, en todas sus formas, habían
desaparecido a fines del siglo II .Después no
habían sido restablecido. El gobierno Imperial no
había conseguido desaparecer las causas del mal y no
había comprendido que la intervención alusiva y
despótica del Estado era Impotente para borrar sus
consecuencias.

Entre sus comienzos caracterizados por la actividad
principalmente domestica, y su término, donde aparece
completamente subordinado a la tiranía de los poderes
públicos, la economía antigua ha seguido en el
transcurso una evolución llena de enseñanza. Sus primeros progresos han sido
debidos a la pasión de los Griegos por la libertad, a su
gusto, por las iniciativas a veces aventuradas; conquistando
Asia, organizando sus conquistas bajo la inspiración de un
amplio espíritu de tolerancia y de
asimilación, Alejandro le abierto un maravilloso campo de
acción; Después de Alejandro, Roma, mediante la
creación la unidad mediterránea, mediante la
difusión en todo el Occidente y en parte del centro de
Europa de la civilización clásica, mediante la
flexibilidad y Liberalismo de su política hacia las
naciones conquistadas , mediante la irradiación de su
prestigio, más allá de sus limites de su Imperio le
ha dado por lo menos dos siglos de un brillo y de una
expansión verdaderamente notables. No ha comenzado ha
decaer sino el día en que bajo, el influjo de peligros
exteriores e interiores, el gobierno Imperial ha creído
que la autoridad
pública era capas de dirigir el trabajo de los hombres que
podía sustituir su influencia muy a menudo, deprimente a
las inspiraciones fecundas de la libertad.

BIBLIOGRAFÍA

Astudillo Ursúa, Pedro / "Historia del
pensamiento Económico".

Apele, .E. Marquez /"Doctrinas Económicas"
/ 2° edición
.

Gonnard, René / "Historia de las Doctrinas
Económicas".

Karataev, Nicolai Konstantinovich / "Historia de las
Doctrinas Económicas".

O. Neurath, H. Sieveking /"Historia de la
Economía"
/ 2° edición /Trad. Manuel
Sánchez Santos.

Villey, Danuiel / "Historia de las grandes doctrinas
Económicas"/
Trad. Tereza Vidal.

Toutain Jules, Francois / "La Economía
Antigua"/
Trad. José López
Pérez.

Tozzi, Glauco / "Economistas Griegos y Romanos"
/Trad. Ángel Tribian .

 

Alva Coras Victor Manuel

Flores Santiago Verónica

Gagliuffi Galjuf Katherine

Quispe Yanqui Ruth

Riveros Ramos Jonathan

Ramos Morales Leonidas

"Año del Estado del Derecho y de la
Gobernabilidad Democrática"

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN
MARCOS

(Universidad del
Perú, DECANA DE AMÉRICA)

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA
POLÍTICA

E.A.P. CIENCIA POLÍTICA

Curso : "ECONOMIA"

Ciudad Universitaria, Septiembre del 2004

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter