Informe del Proyecto de
Graduación para optar al grado de Licenciatura en Ciencias de
la
Comunicación Colectiva con énfasis en
Publicidad
- Objetivos
- Justificación
- Rechazo a la
lectura - La
comunicación - Tendencias
educativas - La
adolescencia - Enseñanza
Media en Costa Rica - La
Radio - Bibliografía
- Anexos
- Viaje al
Reino de los Deseos
En la actualidad el sistema
educativo costarricense está pasando por una crisis que los
más optimistas la perciben como una coyuntura, aunque
otros consideran que es estructural de varias décadas. En
esta crisis, las directrices sobre la forma y los contenidos de
los planes de educación sufren de
varios males. Uno de ellos es, sin duda, el unilateralismo en la
definición de esos contenidos, orientados verticalmente
desde el propio Ministerio de Educación hacia los
estudiantes, pasando a través y sobre los gremios
educativos y consecuentemente sobre los mismos educadores pasivos
ante el hecho. El ausentismo en los Congresos anuales de los
educadores son una muestra
más de la desidia y falta de interés
por la innovación educativa.
Otro defecto es el anacronismo en los contenidos y la
forma de desarrollarlos. Finalmente tenemos la invisibilidad de
que han sido objeto los jóvenes y niños,
quienes no existen como ciudadanos con derechos y deberes, y por
tanto no se les toma en cuenta casi nunca en las decisiones
respecto a los programas, a
pesar de que son el objeto y la razón de ser del proceso de
enseñanza. Generalmente los educandos son vistos como
receptáculos vacíos, sin capacidad de análisis, ni de crítica
ni de participación. A los ojos de los adultos son
suficientemente inmaduros e ignorantes como para no ser tomados
en cuenta, acto censurado por las múltiples leyes y
reglamentos sobre los derechos de los niños y las
niñas. Se está ante la dictadura de
un Ministerio cerrado al cambio, o al
menos hacia los verdaderamente efectivos; los jóvenes y
niños de nuestro país han sido y son
víctimas de la tiranía de la ignorancia en general,
que paradójicamente domina a la mayoría de quienes
dirigen, controlan y definen el sistema educativo
costarricense.
Nuestro punto de vista no es aislado en lo absoluto. Por
el contrario, es la síntesis
del pensamiento de
reconocidos investigadores que han visto la necesidad de
modificar un sistema educativo que se origina en el siglo XIX y
que sigue vigente en pleno siglo XXI. Paulo Freire,
por ejemplo, advierte sobre el sometimiento de las voluntades
individual y colectiva a las necesidades e intereses de aquellos
que por tradición han detentado las directrices del
proceso educativo:
"el educando es el objeto de manipulación de
los educadores que responden, a su vez, a las estructuras
de dominación de la sociedad
actual. Educar, entonces, es todo lo contrario a hacer pensar,
y mucho más aún es la negación de todas
las posibilidades transformadoras del individuo
vueltas hacia el ambiente
natural y social en el cual le tocará vivir. Se
convertirá, sin quererlo, por efecto de esa
situación alienante, en un miembro más del status
quo(…)
(…) La conciencia
del analfabeto es una conciencia reprimida. Enseñarle a
leer y escribir es algo más que darle un simple
mecanismo de expresión. Se trata de procurar en
él, concomitantemente, un proceso de
concienciación, o sea, de liberación en su
realidad nacional, como sujeto de su historia y de la
historia." (1997; 13-14)
Con base en lo expuesto, se considera perentorio
proponer una solución, más que solo criticar los
baches que evidencia nuestro sistema educativo. El presente
proyecto pretende reforzar, complementar y brindar una
perspectiva diferente en cuanto al manejo de los contenidos en la
materia de
Español, específicamente en la literatura nacional,
que pueda servir de modelo para
comprender que el auge de las nuevas
tecnologías (como los vídeo juegos,
la
computadora, la internet, y la telefonía celular) y otras más
antiguas (la
televisión), obligan a actualizar el manejo de los
contenidos formativos para que sean transmitidos con métodos
más acordes con la realidad inmediata de los adolescentes
de hoy. Se habla de utilizar esos medios para
educar, pero no como transmisores de los mismos contenidos, sino
mediante procesos de
verdadera realimentación y participación efectiva
de los estudiantes. En estos procesos será precisamente el
educando quien defina, en conjunto con el educador y las
autoridades respectivas, los contenidos y su tratamiento en
procura de un proceso formativo más empático con
los jóvenes.
De esta manera, planteamos el tema, el problema y los
objetivos de
la presente investigación.
Tema
Adaptación de literatura costarricense a lenguaje
radiofónico, para complementar la enseñanza formal
del Español en secundaria.
Problema
En la actualidad los jóvenes no se sienten
atraídos hacia la lectura en
general y hacia la literatura en particular. Esto dificulta el
correcto aprendizaje y
estudio de la materia de Español en las instituciones
de secundaria, en Costa
Rica.
Proponer la adaptación radiofónica de
obras costarricenses, como complemento para el estudio de la
literatura dentro del colegio.
Objetivos Específicos
- Facilitar a los estudiantes de secundaria una
alternativa de complemento a la lectura,
para ser utilizada en la clase y que
sea más afín con sus gustos y preferencias como
adolescentes. - Utilizar positivamente el interés de los
jóvenes por la tecnología, particularmente por la radio, para
mezclarlos con sus deberes académicos en el campo de la
literatura, dentro del salón de clase. - Investigar cuáles son los elementos
radiofónicos, en su forma y contenido, que más
agradan a los adolescentes de secundaria, para utilizarlos en
la adaptación. - Ofrecer una propuesta de adaptación literaria
a guión radiofónico para obras escritas por
costarricenses y que son de estudio obligatorio en
secundaria.
Con base en los objetivos y con una idea
específica de lo que se considera un problema en el
sistema educativo, se aclara que el pilar fundamental de esta
investigación recae en la opinión de los
estudiantes de quinto año de secundaria sobre la materia
de Español. Sus dudas, inquietudes, necesidades y deseos
son recopilados como un primer paso más que obvio para
proponer un proceso de comunicación en el que ambas partes,
educadores y educandos, deben ser constructores y miembros del
proceso.
El sustento de los criterios planteados arriba, como se
evidencia, no se fundamenta en lo absoluto en una visión
particular del investigador sobre la situación actual del
sistema educativo costarricense. Por el contrario, se apoya en la
recopilación de criterios adversos al status quo, ya no
solo de los educandos, sino a la aceptación resignada de
los propios jerarcas educativos sobre los enormes inconvenientes
que les representa la enseñanza del Español y
específicamente de la Literatura.
De esta forma, se tiene que el criterio generalizado de
los estudiantes de secundaria coincide en manifestar un marcado
rechazo por la gran cantidad de libros que
deben leer para hacer frente a los exámenes de
Bachillerato. Las opiniones de los adolescentes son confirmadas
por Marjorie Loaiza y Mario Boza, coordinadora y excoordinador,
respectivamente, de las pruebas
nacionales de Español y exprofesores de segunda
enseñanza. Boza manifiesta que "los muchachos ya no
quieren leer, por más que se trate de hacerlos sentirse
bien con la lectura no lo hacen; incluso, medio en broma y medio
en serio preguntan que si el libro no
está en película" (1999).
Mediante un proceso metodológico, se pretende
brindar una propuesta sobre una posible alternativa que refuerce
la lectura de algunas obras, principalmente
nacionales.
Según el temario de Bachillerato para el
período 1998-2002, los estudiantes de secundaria
deberían dominar los contenidos de 12 obras del género
Épico, que incluye Epopeya, y la Narrativa (Novela y Cuento), donde
destacan La Odisea, El Quijote, Viaje al Reino
de los Deseos y Greta.
En el género Lírico, los alumnos
deberán asimilar 8 obras, que abarca poesías
como Poema 85 y Poema 87 de Catulo. En el
género Dramático (6 obras) destacan Hamlet y
El anillo del Pavo Real.
Finalmente, en el género Ensayístico se
suman dos obras, La palabra crea objetos, de Yadira Calvo,
y Abel y Caín en el ser histórico de la nación
costarricense, de Abelardo Bonilla.
Una de las razones de la desidia hacia la lectura es
explicada por Yamileth Solano, quien considera que
"el Español es una lengua muy
compleja, tiene muchas modalidades distribuidas en un extenso y
discontinuo territorio, con más de 350 millones de
hablantes que pertenecen a culturas distintas. Más de
300 millones de estos hablantes están en América. … A pesar de eso la mayor
parte de los profesores de Español de nuestro
país no tiene ningún reparo en poner a sus
alumnos a aprender el español peninsular,
particularmente el de Madrid, que
es el que proponen los libros de texto de
nuestra enseñanza formal." (1997; 67).
Si tomamos en cuenta que las obras responden a una
realidad determinada, sea geográfica, política, social o
temporal muy propia de cada una, la atención que los estudiantes
deberían tener hacia esa literatura se disipa con mucha
más razón.
Estudiada la promoción de los estudiantes durante el
período 1996- 1998 (Vea Anexo 1), se observa un claro
mejoramiento en la aprobación de la materia de
Español. Sin embargo, si se compara la promoción
específicamente en los ítemes que evalúan la
lectura de obras tenemos un resultado modesto (Vea Anexo
1).
De acuerdo con el director de la sección de
Pruebas Nacionales del Ministerio de Educación
Pública, Marvin Loría, durante los últimos
años se ha notado un constante mejoramiento en los
resultados de las pruebas de bachillerato de Español, pero
los cuadros nos permitirán deducir cómo el
rendimiento en literatura no luce eficiente.
Aunque Español se mantiene entre las materias con
mejor rendimiento (Vea Anexo 1), queda claro que hubo
modificaciones drásticas en los temarios y forma de
evaluar desde la
Administración Figueres, en 1994, y que
continuó el gobierno de
Rodríguez a partir de 1998, ambos como parte del Plan
Política Educativa Hacia el Siglo XXI. (Ministerio de
Educación Pública: 1994; 3)
Pese al repunte tan positivo en la promoción del
Español en ese período, en el cuadro también
se puede observar que no es un fenómeno aislado y que por
ejemplo en 1998 la mayoría de las asignaturas tuvieron un
repunte drástico.
En el caso de la literatura, en la actualidad la materia
de Español evalúa 21 ítemes. Los objetivos
que evalúan las obras literarias van del 17 al 21 (5 en
total). En todos los casos, el promedio de estudiantes que
acertaron solo tres ítemes (lo mínimo para dar como
alcanzado el objetivo) fue
superior al grupo que
acertó los cuatro, contrario al resto de objetivos donde
se da una ligera ventaja del porcentaje de estudiantes que
aprobaron los cuatro ítemes de cada objetivo respecto a
los que acertaron solo tres.
Es evidente, entonces, una falta de rendimiento adecuado
en el área de la literatura en relación con los
otros temas de la materia.
La promoción del Español aumenta cada
año, desde 1996 a 1998; sin embargo, eso es en el nivel
macro. Cuando se analiza casos particulares como la literatura,
tenemos que un 41.03% de los estudiantes no rinden para aprobar
los objetivos del tema. (Vea Anexo 1). La preocupación por
estos resultados es una de las razones por las cuales se plantea
este proyecto de graduación.
La Viceministra de Educación en la Administración 1998-2002, Zaida
Sánchez, manifestó que las razones claves del
rechazo de la lectura son la falta de una cultura hacia
ella, no sólo de los estudiantes, sino de los nuevos
profesores que también pertenecen al mundo de lo
audiovisual (los actuales educadores, con treinta años o
menos, son "hijos" de la televisión) y es en estos criterios en
donde se encuentra en sí el problema que se plantea en el
presente documento. Podríamos afirmar, que buena parte de
las dificultades de lectura radica en los sistemas
educativos.
Sobre el problema que representa predicar sin el
ejemplo, queda claro que no es un fenómeno aislado que
implica únicamente al sector educación sino a todos
los ámbitos del quehacer social, derivado precisamente de
los fenómenos de la modernidad o
postmodernidad, según sea el caso de
desarrollo de
los países latinoamericanos. De acuerdo con Guillermo A.
Obiols y Silvia Di Segni, los cambios sociales originados en los
avances
tecnológicos no solo marcan los procesos de cambio
hacia lo que se conoce como postmodernidad, sino que genera
verdaderas transformaciones en las costumbres y formas de vivir
de las personas. Según explican:
"No es difícil advertir la
interrelación entre los diversos procesos de cambio: un
descubrimiento tecnológico en el mundo desarrollado
lleva a que tiempo
después se instale un video-club a la
vuelta de nuestra casa, lo que traerá como
consecuencias, entre muchas otras, menos salidas al cine, con
una reducción en el número de salas, y un mayor
acceso al mundo de la imagen
televisiva, con una reducción del tiempo dedicado a
otras actividades; el generalizado uso del walk-man entre los
jóvenes, replantea su relación con la música
que se hace omnipresente en los contextos más diversos,
incluida el aula de la escuela que
debe dar alguna respuesta a este nuevo fenómeno" (1999;
1)
Samuel Escobar (2000; 20) advierte que aunque en muchos
países latinoamericanos la postmodernidad aún no ha
llegado a todos los sectores (como las zonas rurales) por razones
económicas y sociales, muchas de las costumbres y estilos
de vida importados han comenzado a formar parte de nuestra
cultura, gracias a la influencia de los medios de
comunicación bajo la sombra de los procesos de
globalización. La postmodernidad se
caracteriza por lo liviano, por tomar la vida como venga, por la
cultura de lo desechable y lo reciclable (Obiolis y Di Segni:
1999; 65) y por una lucha incesante de simplificar la vida.
Ahí entra a jugar un papel muy importante la
tecnología que nos ofrece la internet para hacer la tarea
sin necesidad de ir a una biblioteca ni
leer varios textos y libros para encontrar lo deseado, pues la
computadora
busca lo que se necesita con base en una palabra clave. La
ortografía ha dejado de ser un temor, pues
los programas computacionales ofrecen un corrector
automático. Muchos materiales
como datos
biográficos, mapas, historia,
idiomas y ciencias se adquieren en discos multimedia, en
vídeos y en audios.
Si bien esta propuesta trata sobre un producto de
audio, existe una gran diferencia en el tratamiento, comparado
con los materiales arriba citados. En su mayoría, aquellos
son productos
digeridos y masticados que apelan a la ley del
mínimo esfuerzo.
Por una parte la postmodernidad trae consigo grandes
avances que alivianan la carga del diario vivir, pero aún
así tiene sus defectos al igual que otras
épocas.
Uno de los peros de la postmodernidad es la parte
negativa de la simplificación de la vida a la que ya se ha
hecho referencia. Es precisamente este proyecto una propuesta que
no se ubica ni en el extremo negro ni en el blanco, sino en los
matices grises que estos polos ofrecen. De ahí la
conjugación de la educación
mediatizada y la educación formal, temas que abarcaremos
más adelante.
Dos aspectos fundamentales que se deben recalcar sobre
nuestro momento histórico postmoderno son la relatividad y
la variedad en todos los campos de la vida donde se incluye a las
personas. De ahí, lo perentorio que resulta establecer un
nuevo sistema educativo que procure la valorización de
todas esas variables. El
siguiente análisis de Daniel Salinas nos permitirá
comprender mejor el fenómeno postmoderno:
"La modernidad se basa en absolutos, en principios
innegociables que conducirán indefectiblemente a un
mundo sin problemas.
Pero, de acuerdo a los autores postmodernos, las pretensiones
absolutistas de la modernidad sólo trajeron sistemas
opresivos, guerras de
trincheras y campos de concentración …Si esto es lo
que produce los absolutos, debemos entonces sospechar de todo
absoluto." (2000; 59).
Costa Rica no escapa a este fenómeno mundial de
educación absolutista, impositiva, rígida y
anacrónica a nuestro momento postmoderno. Aunque un
estudio de 1984 establece que en Costa Rica no existe un método
específico para la enseñanza de la literatura en
particular y la educación en general, lo cierto es que
todos los que se han utilizado y se siguen aplicando caben dentro
del mismo saco de la educación tradicional. Se emplea
métodos como el ecléctico, el de palabras claves,
el silábico, el fonético, el global. No es
relevante explicarlos, lo importante es que han demostrado su
inoperancia, al menos en niveles aceptables. (Ministerio de
Educación Pública: 1984; 11).
Sea cual sea el sistema que se utilice, queda claro
que la educación costarricense se fundamenta en los
arcaicos ideales en los que el fin justifica los
medios.
En la educación en general el fin es que el
estudiante apruebe y punto. Se deja de lado el verdadero
aprendizaje y se premia la repetición de lo expuesto por
el educador.
De acuerdo con Francisco Gutiérrez y Daniel
Prieto,
"La escuela se desentiende del aprendizaje de sus
estudiantes. Entre la lección y la devolución en
la información recibida a través de
una prueba o examen, sucede algo: el aprendizaje.
Eso no es problema ni del docente ni del sistema (…) para la
escuela enseñar es transmitir y aprender es poder
repetir lo transmitido (…) el hecho de desentenderse del
aprendizaje implica lo siguiente:
-un sistema improductivo…
-un sistema pobre en acumulación de
experiencias;
-un sistema que constituye un verdadero despilfarro
de capacidades;
-un sistema incapaz de abrir cauces a la
imaginación y la inventiva;
-un sistema individualizador;
-un sistema desactualizado, ocupado en
enseñar cadáveres;
-por lo mismo, ahistórico;
-un sistema ajeno a la vida" (1994;
7)
Aunque fuertes, los criterios de Gutiérrez y
Prieto ilustran con certeza lo que constituye nuestro sistema
educativo actual. Un sistema que privilegia la repetición
de conceptos y donde incluso se menosprecia la propia literatura
al evaluar, por ejemplo, de un libro tan extenso como Don Quijote de la
Mancha, solo tres o cuatro aspectos. El apoyo con materiales
como el propuesto en el presente documento busca, precisamente,
colaborar en alguna medida con la enseñanza con
aprendizaje, en la que se busque el enriquecimiento del educando
y no solo que responda lo que se quiere oír, como una
grabadora.
Otro aspecto importante del rechazo a la lectura es la
relevancia de la radio o la
cultura auditiva creada por ella como medio de enseñanza,
la cual es valorada en este proyecto como herramienta.
En estos tiempos resulta ilógico rehuir a la
realidad que nos revelan las nuevas tecnologías; la
capacidad de utilizarlas como medio auxiliar para el aprendizaje
es la clave. "Estamos entrado en una sociedad nueva: nuevos
modos de educación, de trabajo, de
ocio, de cultura, de información…" expresa
María Carmen Gascón (1991; 7) sobre la necesidad de
adaptarse a la realidad actual, postmoderna, donde la
tecnología juega un papel vital en la educación. Es
precisamente esa nueva cultura que se ha generado, se genera y
que se seguirá creando, a la que hay que adherirse si se
quiere responder de verdad a las necesidades de aprendizaje de
nuestros jóvenes.
La educación sistemática ya no es
suficiente para lograr aprendizaje. Se debe iniciar un franco
proceso de lucha contra la repetición mecánica y pelear por una real y efectiva
participación del estudiante en su propia
formación.
"La radio, dentro de la educación no formal
tiene el poder anticipatorio de convertir la creatividad
en un derecho: un derecho individual para que cada ser descubra
sus posibilidades, y dotado de iniciativa, recursos y
confianza, desbloquee las inhibiciones que reducen sus
perspectivas." (Gascón:1991, 8)
Se toma de Gutiérrez y Prieto el concepto de
mediación pedagógica, entendido como "la
promoción del aprendizaje en el horizonte de una
educación concebida como participación,
creatividad, expresividad y relacionalidad" (1994; 31,32).
Según esto, la participación implica tomar en
cuenta al estudiante en la toma de
decisiones respecto a la forma de recibir conocimientos. La
creatividad apela a los objetivos de redefinir, redescubrir y
reinventar. La expresividad busca promover la capacidad de
comunicarse y la relacionalidad se refiere en gran medida al
aprendizaje cooperativo, es decir aprender con otros y de
otros.
La radio o un fonograma como la adaptación que se
propone es un intento claro de mediación
pedagógica. El trabajo de
campo permite la participación de los jóvenes en la
toma de decisiones en cuanto a contenido y forma del producto, y
sus aportes permiten generar nuevas ideas para expresar un
mensaje hasta ahora impreso.
Por otra parte, la discusión del producto
radiofónico permite la expresividad y la relacionalidad
que complementan la mediación.
De la misma forma que la familia, la
iglesia y la
escuela, en Costa Rica la radio se convirtió en un
socializador más de los individuos e incluso formó
parte vital de la historia costarricense en el siglo XX.
Además, dicho medio de comunicación podría
catalogarse como el principal y el que "más
acompaña" y "acompañó" a las personas de la
centuria ya finalizada. Los walk-man, los equipos de sonido en el
hogar y en el trabajo, y la propia internet, son algunas de las
formas de acceder a la radio con facilidad.
Si los individuos otorgan tanta credibilidad a los
medios de comunicación, sea o no una falacia de autoridad,
resulta inteligente aprovechar esa empatía para
educar.
Aclarando así el gran valor de los
medios de
comunicación en general, y de la radio o la
comunicación auditiva en particular, es que se considera
necesario ofrecer una propuesta que refuerce el aprendizaje de
los estudiantes de secundaria en una de las áreas del
saber como el Español, y específicamente en la
Literatura.
Para alcanzar los objetivos planteados en el proyecto,
se buscará aportar una serie de conceptos que permita a
los ejecutores tener una noción clara de cómo
aplicarlo. Además, se efectuará un trabajo de campo
con estudiantes, como parte de la realimentación para
conocer las necesidades respecto a alternativas a la lectura y
conocer cuáles elementos podrían beneficiar
más el contenido y la forma de la propuesta de
guión.
La aplicación de un cuestionario
permitirá no solo obtener una guía para crear el
guión, sino evidenciar aquellos aspectos que, por lo
general, no se toman en cuenta cuando se busca una
explicación al bajo rendimiento. Por ejemplo, debido al
bombardeo tecnológico, la forma de educación o los
importantes problemas individuales de cada joven, no todas las
personas son eficientes (entiéndase rápidos y
buenos comprendedores) en la lectura que realizan. Algunos tienen
problemas para concentrarse, otros no tienen o no poseen las
condiciones necesarias para realizar una adecuada lectura (no
tienen escritorio, buena iluminación en su habitación, mucho
ruido en su
casa, mucho silencio en la biblioteca, trabajan). Son miles de
factores que siempre son incomprendidos por algunos educadores
que les interesa, ya se dijo, el fin último de la
respuesta correcta y el buen rendimiento por encima de las
dificultades que se puedan presentar y la formación
adecuada en sí.
La clave de esta propuesta es una adaptación del
texto que permita seleccionar algunos personajes, escenas, o
situaciones y darle un tratamiento diferente que, eso sí,
no desvirtúe la riqueza legítima del texto. "El
principal factor que imposibilita la adaptación fiel de
una historia es el tiempo(…)De ahí que se tengan que
eliminar personajes, escenas o diálogos de la historia
original" (Maza y Cervantes:
1997; 72). El reto no es fácil, "…el drama
radiofónico exige mayor creatividad al guionista para
poder mantener el interés del público." (Maza y
Cervantes: 1997; 59). Lo importante es que si el producto
radiofónico que se pretende resulta exitoso, se
habrá dado un gran paso hacia una participación
eficaz y eficiente de la tecnología en la educación
formal. Habrá que aceptar que las exigencias de la cultura
actual no permiten un aprendizaje sin el apoyo de la
educación no formal, esa que
representó con muy buenos resultados la radio en gran
parte del siglo pasado, en el que la apropiación de
conocimientos se basaba esencialmente en una cultura
oral.
La intención es dar dinamismo, interés y
jovialidad al texto para que sea más llevadero en su
entendimiento. Como punto central, la adaptación busca
introducir el humor y una redacción (narración) más
directa que excluya detalles propios del arte literario,
que pueden ser disfrutados en el texto.
En conclusión, como lo indica Yamileth Solano,
ningún libro, ninguna forma de hablar, ni ningún
dialecto es mejor o peor que otro; son simplemente adecuados o
inadecuados a las situaciones y realidades particulares, como la
de los jóvenes actuales (1997; 70).
En nuestra opinión, ningún medio que se
utilice para informar, educar, formar y generar aprendizaje es
mejor o peor que otro, adecuado o inadecuado; es útil u
obsoleto de acuerdo con las necesidades de apropiación de
conocimientos de los educandos que se definen por el momento
histórico, por el entorno social y tecnológico y
hasta por la misma moda.
Para tener una idea clara de lo que este proyecto
propone, resulta necesario contextualizar una serie de conceptos
que jugarán una función
vital dentro de la estructura de
este texto. Dos definiciones fundamentales son la de
comunicación, como necesidad propia del ser humano, y la
de educación.
El hombre por
definición es un ser que necesita formar parte de un
entorno social con el que se sienta identificado y más
aún, necesita saber que pertenece a ese grupo. Los medios
de comunicación cumplen una función mediadora, en
muchos casos, entre la transmisión de alguna ideología, pensamiento o idea y los
individuos, pero debe existir un claro conocimiento
de los perceptores para generar mensajes acordes con los
contextos, creencias, valores y
otros elementos que conforman la cognición de las
personas. Como manifiesta Mario Kaplún en forma sucinta,
la comunicación se da cuando dos o más seres o
grupos
sociales intercambian experiencias, conocimiento… etc.
(1998; 52).
Es la comunicación, entonces, el proceso a
través del cual los individuos nos logramos integrar a ese
colectivo, sin el que sería imposible sobrevivir.
Aquí no hablamos de la comunicación en el sentido
estricto del lenguaje verbal (pues dos personas de cultura e
idioma diferentes pueden comunicarse mediante los gestos y las
señas, que lógicamente deben tener un referente
común). Cualquier forma de comunicación debe
pertenecer a un código
preestablecido para que el perceptor consiga decodificar dicho
mensaje, de la misma forma en que el emisor lo
codifica.
Algunas de las explicaciones más acertadas sobre
la trascendencia de la comunicación en la sociedad son las
que esgrimen Santiago Blanco y Kattia Morales. De acuerdo con
ellos,
"la comunicación traduce el pensamiento en
acto y refleja todos los conocimientos, las emociones, las
ideas, las carencias y las aspiraciones, tanto individuales
como colectivas, que le permiten la continuidad de la vida
social" (1992; 21).
Desde un punto de vista básico, la
comunicación "proviene del latín communis,
común. Al comunicarnos pretendemos establecer algo en
común con alguien o, lo que es lo mismo, tratamos
de compartir alguna información, alguna idea o actitud."
(Schramm: 1986; 3). Este proceso requiere de tres
elementos:
En primera instancia tenemos el emisor. Éste es
aquel individuo, medio de comunicación, o conjunto de
personas que codifican (crean, producen, elaboran) un mensaje con
sentido, con el propósito de transmitirlo a un
destinatario. Quien emite el mensaje puede codificar y el
perceptor puede decodificarlo, pero el entendimiento claro del
mensaje depende siempre de un referente común. Si las
experiencias propias de cada uno, (emisor y perceptor) son
dispares, posiblemente el destinatario comprenderá un
mensaje diferente al que procuró emitir la fuente (
Schramm: 1986; 5).
El mensaje es el conjunto de códigos
significantes que se emite con un propósito a un
perceptor. El perceptor o destinatario es el que toma el mensaje
y lo decodifica o interpreta y adquiere así el
conocimiento, la información y el mensaje. De acuerdo
con Schramm (1986; 11), el mensaje debe captar la atención
del destinatario, le debe remitir a experiencias comunes y debe
evocar necesidades y ofrecer satisfacción de
ellas.
Otro elemento que se debe citar y que es de
trascendental importancia para que se dé un proceso de
comunicación en dos vías (emisor, perceptor y
viceversa) es la realimentación, que no es más que
recibir o decodificar la respuesta a un mensaje
emitido.
Citamos la realimentación o comunicación
de retorno ya que para este proyecto es fundamental conocer las
necesidades que en el campo de la lectura tienen los estudiantes
de quinto año, y producir un mensaje radiofónico
adecuado para ellos.
1.1 Tipos de comunicación
Debemos aclarar que la comunicación se puede
dividir en dos grandes áreas: la mediatizada y la
desmediatizada. Esta última se efectúa sin la
intervención de un medio de
comunicación.
La comunicación de masas implica la
utilización de medios técnicos, o sea, se necesita
recurrir a canales como la radio o la prensa para
emitir el mensaje a un grupo amplio de personas. Citando a
Charles Wright, Blanco y Morales explican que la
comunicación de masas es aquella en la que no se puede dar
el intercambio o transmisión de mensajes cara a cara. Es
decir no cabe la interacción personal, pues el
auditorio es muy grande, anónimo y heterogéneo y,
por tanto, tampoco hay garantía de realimentación.
(1992; 39).
El público es heterogéneo, puesto que se
llega a un número de personas tan grande que pertenecen a
diferentes estratos sociales, edades, sexos, niveles
económicos, etc., y en eso es particularmente efectiva la
radio. Es anónimo, ya que al ser un grupo tan grande
impide conocer a todos los destinatarios.
En ambos casos, la información pasa por un
filtro. En los medios masivos corresponde a la agenda, a la
política editorial, a la ideología a la que
está adscrita el medio o bien el productor, escritor o
director. La comunicación desmediatizada tampoco escapa a
los filtros: por ejemplo no es diferente la opinión de la
Iglesia Católica sobre la forma correcta de prevenir el
embarazo o las
enfermedades
sexuales, a la planteada por el Ministerio de Educación
Pública (MEP); la concepción de estos temas se basa
en lo que la Iglesia Católica dicta como
"correcto".
Queda claro que los medios de comunicación,
así como aquellas personas a quienes se les confiere
credibilidad necesaria para ser líderes de opinión
y lograr persuadir, (Burgoon y Miller: 1986; 235) generan
constructos o visiones de la realidad que transmiten a sus
públicos. Son precisamente los adolescentes quienes
están, por su falta de definición de personalidad,
más expuestos a ser influenciados por los mensajes
provenientes de fuentes
generadoras de credibilidad. Cabe aclarar que según
algunos estudios en Costa Rica la radio tiene 49% de la
credibilidad de los oyentes, la prensa escrita 34% y la televisión 17%. (CANARA: 1999;
11)
La comunicación eficaz se logra mediante la
generación de credibilidad y a partir de ella busca
persuadir, convencer, enseñar o informar, entre otras
acciones. El
grado de éxito
de la comunicación depende de las creencias, valores y
opiniones que tienen los destinatarios sobre el mundo que los
rodea, en general, y sobre el tema del mensaje en particular. En
los tres casos, los jóvenes son presa fácil de
influencias que buscan cambiar esos valores, creencias u
opiniones. Pretendemos cambiar las creencias, ya que, de acuerdo
con Burgoon y Miller, es el componente del conocimiento que puede
ser cambiado con mayor facilidad. Explican que incluso no es
necesario un incipiente proceso de persuasión,
discusión o debate, pues
con solo presentar la información correcta es suficiente
para generar el cambio de pensamiento (1986; 235). Ese cambio lo
buscamos en cuanto a la percepción
que los estudiantes de secundaria puedan tener ante la literatura
en general.
Para el caso que nos ocupa recurriremos, entonces, a la
comunicación mediatizada o comunicación de
divulgación, como prefieren llamarla Morales y Blanco
(1992; 23). Ellos explican que es aquella en la que un emisor le
habla a millones de personas a la vez, a través de un
medio de comunicación.
1.2 Funciones de la
comunicación
Blanco y Morales citan en su tesis una
serie de funciones de la comunicación, tomadas del
informe de la
Comisión Internacional para el Estudio de los Problemas de
la Comunicación, publicado por la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (1992; 24-26). Las funciones son rescatables, aunque
están definidas de acuerdo con la importancia que tienen
para la conformación y cohesión de los Estados
Nacionales. Dichas funciones son:
- Informar: "acopiar, almacenar, someter a
tratamiento y difundir noticias,
datos, hechos… etc." - Socializar: Esta función busca generar
en el colectivo una serie de nociones comunes de conocimiento
que permita la integración de todos los
individuos. - Motivar: "perseguir los objetivos inmediatos y
las finalidades últimas de cada sociedad." - Debatir y dialogar: Se refiere al intercambio
de opiniones en procura de lograr acuerdos, solucionar
divergencias, todo en beneficio del interés común
y público. - Educar: Es la función que más
nos interesa para este proyecto, de ahí que más
adelante hablaremos de la relación
educación-comunicación, o la
educomunicación. La función educativa procura
"transmitir los conocimientos que contribuyan al desarrollo del
espíritu, a la formación del carácter y a la adquisición de
conocimientos y aptitudes en todos los momentos de la
vida." - Promover la cultura: se refiere a la
divulgación de expresiones
artísticas. - Esparcimiento: Difunde aquellas
manifestaciones de arte y entretenimiento que buscan la
diversión de los individuos, se puede citar el teatro, la
música, el deporte, las actividades
recreativas, etc. - Integrar: "facilitar el acceso a la diversidad
de los mensajes que necesitan todas las personas, grupos o
naciones para conocerse y comprenderse mutuamente". (1992;
24-26)
Las definiciones sobre educación son tan variadas
como los autores. Pretendemos ofrecer algunos conceptos generales
sobre este término y particularizar sobre otros
significados que se le dan en Costa Rica. Lo más relevante
es adquirir una conciencia clara sobre la importancia de la
educación, un elemento socializador tan trascendental como
la misma comunicación.
Es obvio que la educación no integra a los
individuos a la vida social, sino a ciertos sectores de ella, en
tanto una persona sin
educación formal (aquella que se lleva a cabo mediante
canales o vías oficiales, como lo son la escuela, el
colegio y la universidad) no
necesariamente está excluida de la vida social; solo
ejecutará un rol diferente respecto a quienes tienen
más educación. Incluso hay diferentes formas,
categorías y niveles de educación que son las que
les permite a los individuos integrarse a ciertos campos sociales
y laborales.
De esta forma, el que un joven no apruebe los
exámenes de bachillerato lo excluye de la posibilidad de
integrarse al grupo social de universitarios, pero no le impide
formar parte de un grupo laboral que no
exija ese título.
De acuerdo con Morales y Blanco (1992; 27), es mediante
el aprendizaje que los individuos están en capacidad de
generar transformaciones dentro de la sociedad y dentro de los
diferentes grupos de pertenencia.
Hemos guiado el concepto de educación por
senderos prefijados, caminos que conducen todos hacia una idea de
educación en la que los educandos participan, influyen,
critican y generan sus propios conocimientos; definimos el
concepto de educación como educación popular, ambos
ligados, y si se quiere hasta sinónimos.
Para Elina Hernández la educación popular
es fundamental por su participación en todos los sectores
sociales, en esencia porque logra generar esos cambios sociales
que son los que permiten el desarrollo de las sociedades. En
sus propios términos, Hernández concluye su
percepción de cómo debe ser vista la
educación popular:
"Educación popular como proceso de
reflexión y análisis sobre la práctica que
genera nuevos niveles de conciencia y de comunicación.
Educación popular como acción cultural, como
transformación del hombre por medio de la influencia que
este ejerce sobre el mundo, así como el compromiso, a la
actitud crítica, a la participación, a la
valoración del saber y de la cultura y al aprendizaje
por la acción"(1997).
Aclaramos que Elina Hernández habla de
"educación popular" por ser una perspectiva en la que la
educación va enfocada hacia públicos marginados y
poco alcanzados por la educación, aunque es evidente que
su esencia debe aplicarse a la intención educativa de toda
una población sin distingos, como advierten los
teóricos costarricenses que se citan adelante.
Hernández explica a la educación popular como
aquella cuya premisa se fundamenta en la búsqueda del
cambio social y enfocada a las clases menos favorecidas, los
campesinos y la misma clase media empobrecida, como los sujetos
de esa transformación (noción que apela a las
teorías
marxistas sobre la revolución
del proletario como única fuente generadora de cambio
social efectivo).
La aplicación de dicho modelo de educación
popular se basa al igual que la educomunicación, el
aprendizaje cooperativo y la mediación pedagógica,
en procesos participativos y críticos por parte de los
educandos. Por la afinidad tan estrecha entre educación y
comunicación, en este proceso juegan un papel
preponderante los medios masivos como instrumentos (armas, desde un
punto de vista marxista) para establecer los cambios propuestos y
necesarios. (Hernández: 1997)
Algunas definiciones de educación emitidas por
reconocidos costarricenses nos permitirán entender mejor
la concepción que se tiene en nuestro país y
facilitará la comprensión del porqué de
nuestro sistema educativo, particularmente en la enseñanza
media.
Dos definiciones que concuerdan con la visión
transformadora y evolutiva del término educación
popular, explicada arriba, es la que comparten Fernando
González y el exministro de Educación
Pública, Francisco Antonio Pacheco.
El primero indica en su libro Desarrollo
Histórico del Proceso Pedagógico Costarricense
que
"Es la educación la que hace posible que la
cultura pierda su carácter conservador y tradicional, al
preparar a sucesivas generaciones para que actúen sobre
la herencia
cultural y la enriquezcan con nuevas aportaciones,
transformando y cambiando, a veces de manera profunda y
radical, los valores
heredados. Por eso la educación es un poderoso
instrumento de transformación y de progreso."
(González: 1987; 31)
De la misma forma que González explica el
carácter transformador de la cultura, Pacheco expresa que
la educación debe dirigirse por el camino que conduzca al
país a la modernización (transformación) y
que así se pueda atender las necesidades que el proceso de
desarrollo vaya demandando (Entrevista
Publicada en el Semanario Universidad: 1989; 12).
Aunque apegados todos a una definición del
término educación en función de los
intereses de una nación,
en este caso Costa Rica, la exministra de Educación
Pública, María Eugenia Dengo, establece
que
"la educación en cada país
está estrechamente vinculada con el carácter
nacional, en el sentido de que uno actúa sobre el otro
recíprocamente, y con el sentido de unidad nacional, que
comparten como colectividad… En este sentido puede afirmarse
que la educación en Costa Rica es un factor decisivo en
el desarrollo de la nacionalidad." (Sin fecha;1)
Esta última definición contradice en parte
la función transformadora de la educación, ya que
aboga por una reproducción de la cultura nacional y de
los sistemas sociales y educativos así como son heredados.
Por otra parte Pacheco y González hablan de una
educación abierta al cambio, en la que ambas partes,
educandos y educadores jueguen un papel importante en la
transformación de las ideas y de los métodos para
generarlas, no de reproducir el ser nacional y los conceptos
aprendidos.
Hay un estrecho vínculo entre una adecuada
educación y la posibilidad de éxito o no en el
progreso y desarrollo de una sociedad; en tanto la
educación permita generar espacios de discusión,
así se generarán los procesos sociales que permitan
la mutación de una sociedad. Para Lilliana Edgerton, "Es a
través del diálogo y
la problematización que las personas desarrollan el
sentido crítico y, como consecuencia, transforman su
realidad." (1999; 66). Desde luego no se transforma solo la
realidad propia, sino la del grupo social al que se
pertenece.
Kaplún desarrolla ampliamente el concepto de
educomunicación, en la que vincula la comunicación
con la educación. Lo fundamental es que él no basa
su neoconcepto en una definición anacrónica de la
educación, más bien la ataca.
Para Kaplún la educación es un concepto
similar al planteado líneas arriba, "es un proceso
permanente, en el que el sujeto va descubriendo, elaborando,
reinventando, haciendo suyo el conocimiento." (Kaplún:
1998; 50).
La educación no formal (no ejecutada por la
escuela, el colegio etc.) que se verá adelante, es la
principal y más fuerte generadora de cambios en la cultura
nacional. Ante su fuerza es
imposible procurar el mantenimiento
del status quo, hay que saber adaptarse correctamente a ese
cambio.
Es precisamente este proyecto un modesto intento de unir
la educación formal (que exige la lectura de ciertas
obras) con la educación no formal (utilizando un medio
masivo para complementar un proceso educativo). Es decir,
pretende ser una adecuada combinación entre el
hábito de la lectura, muy venido a menos, y la realidad
actual sobre el poder de los medios.
Si la educación es considerada como un proceso
constante de cambio y progreso, es imposible pretender educar o
generar empatía hacia un método o sistema educativo
que es anacrónico y que no ofrece las herramientas
para que los educandos se interesen no en transformarse (pues eso
lo logra la educación informal), sino en progresar y
avanzar con la transformación.
De acuerdo con Mario Kaplún (1978; 25), se puede
definir tres tipos de educación. La primera es la que pone
énfasis en los contenidos, es la educación
tradicional en la que los individuos son simples receptores de
información y reproductores de ella, como lo es el sistema
educativo costarricense. Se debe concluir por tanto, que esta
forma de "educar" imposibilita cualquier progreso ya que no
permite la transformación de los conceptos y de las ideas
base.
La segunda perspectiva pone énfasis en los
resultados (como se citó en la introducción, el sistema educativo de
nuestro país se fundamenta en el logro de los objetivos).
El cumplimiento de las metas, expresadas por una
calificación y en la que no se toma en cuenta el proceso y
las dificultades de los estudiantes, refleja un sistema educativo
rígido excluyente donde solo los que logran la meta son
recompensados. Como explica Kaplún se promueven valores
mercantiles, consumismo, individualismo y competencia, no
se valora la criticidad (1978; 26). Sería injusto hacer
una generalización al respecto, pero las pocas
experiencias contrarias a este manejo de la educación
más bien legitiman las aseveraciones, como la
excepción que confirma la regla.
La tercera perspectiva es la mejor vista por
Kaplún, es la que coincide con las teorías de
Pacheco y González. Es la que pone énfasis en el
proceso, los elementos fundamentales son la
interacción, el progreso, la transformación, la
crítica y la inteligencia.
Para comprender mejor la importancia de esa apertura al
cambio verdadero del sistema educativo citemos, desde un punto de
vista más individual, otra definición de la
educación. Adalberto Fernández en su obra La
Educación, Constantes y Problemática Actual explica
algunas ideas al respecto. Según su criterio, la
educación es un proceso dinámico en el que los
individuos buscan la perfección (o su mejoramiento como
personas) para insertarse en su medio social
(cambiante).
La educación es el instrumento que permite a los
individuos alcanzar sus metas y objetivos; dicho proceso genera
una transformación en la que la persona continúa en
evolución constante (1983; 21) y
(agregamos) es el proceso que permite generar cambios en el
ámbito social de cada individuo.
2.1 Educación Formal y No
Formal
Debemos diferenciar los dos tipos de educación,
la formal y la no formal. La primera es aquella que se lleva a
cabo mediante canales o vías oficiales, como lo es la
escuela, el colegio y la universidad. La segunda es aquella que
se logra por el contacto con la familia, con los
amigos, producto de las experiencias, o por medios de
comunicación que permiten que el individuo adquiera
conocimientos generales o específicos sobre temas de
interés que van generando una "cultura general" y que cada
día va creciendo. En otras palabras, la educación
informal o asistemática "es aquella cuyo aprendizaje se da
a través de la interacción o de la convivencia
diaria con el contexto social inmediato en el que se desenvuelve
el grupo humano". (Blanco y Morales: 1992; 32)
Es por eso que este proyecto toma mucho más valor
en su propuesta, "estamos entrando en una sociedad nueva: nuevos
modos de educación, de trabajo, de ocio, de cultura, de
información, están naciendo ya." (Gascón:
1991; 7). La educación asistemática no solo es un
medio para apoyar un proceso específico de
educación formal, como en este caso es el estudio de la
materia de Español, sino que permite el aprendizaje por
vías informales como la radio.
"La radio, dentro de la educación no formal,
tiene el poder anticipatorio de convertir la creatividad en un
derecho: un derecho individual para que cada ser descubra sus
posibilidades, y dotado de iniciativa, recursos y confianza,
desbloquee las inhibiciones que reducen sus perspectivas"
(Gascón:1991; 8).
La radio, entendida en esta propuesta como producto
auditivo, lograría llegar a grupos que por sus
limitaciones económicas y geográficas no pueden
acceder a aspectos de la cultura tan importantes como la
literatura. Es por ello que este trabajo representa una
equilibrada conjugación entre la educación formal y
la no formal.
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