Monografias.com > Estudio Social
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El trabajo de la mujer en Panam




Enviado por mmdeleon



    Resúmen

    Detectando las posiciones diferentes y las actuaciones
    correspondientes ante las situaciones de conflicto y
    tensión. Dotando, paralelamente, de herramientas
    para determinar la cultura de
    la empresa y
    exponer técnicas de modificación o
    asentamiento.

    Para ello, delimitamos las principales cuestiones que se
    van a abordar, hacemos una revisión de los estudios
    más recientes sobre mujeres empresarias y directivas
    realizados en Latinoamérica y Panamá y
    señalamos cuáles han sido las hipótesis y planteamientos que han guiado
    nuestro trabajo.

    En un mundo de cambios, libre comercio,
    de globalización sólo las personas, las
    empresas con
    visión y liderazgo
    pueden enfrentar los nuevos acontecimientos. Con la baja de los
    aranceles,
    competitividad
    en los servicios,
    calidad en los
    productos. Se
    necesita mucha visión empresarial para realizar los
    cambios y las alianzas comerciales.

    Por ahora las condiciones económicas son
    más radicales para la existencia de las empresas. Las
    gremiales y asociaciones sectoriales de los países
    latinoamericanos incluyendo Panamá
    deben empezar por comprender que no se puede salvar
    todo.

    Los programas de
    análisis de liderazgo
    empresarial, en la economía nacional que
    algunos países realizan en el área son claves para
    ello. Sin embargo, ésta vez hay una obstrucción
    adicional, que es una característica común a nuestros
    pueblos, en cuanto que en cultura de
    política
    económica se hacen muy buenos proyectos, pero
    en cambio se
    tienen hechos que hablan de otros resultados. Si por una vez se
    diera una verdadera aplicación a los programas que
    buscan el liderazgo
    empresarial en la economía, es decir
    que realmente se cumpliera -por ejemplo- que a un pequeño
    líder
    empresario se le pudiera resolver un crédito
    en quince días, tomando como garantía un fondo
    nacional, se estaría dando paso a un proceso de
    verdadero crecimiento, en vez de colocar una pomposa línea
    de crédito
    que pida garantías insuperables. Las actividades de las
    mujeres en las organizaciones
    son, como se apunto, voluntarias; pero, no por el hecho de
    existir un contrato de
    trabajo la
    organización va a contar con el mejor esfuerzo de sus
    miembros; por lo contrario, solamente contará con
    él si perciben que esa actitud va a
    ser provechosa en alguna forma. Las experiencias, los
    conocimientos, las habilidades, de un líder
    etc., intangibles; se manifiestan solamente a través del
    comportamiento
    de las personas en las organizaciones.
    Los miembros de ellas prestan un servicio a
    cambio de una
    remuneración económica y afectiva.

    INTRODUCCIÓN

    El presente estudio se inscribe en un plan más
    amplio de investigación del Instituto de la Mujer que
    tiene por objeto conocer las recientes tendencias en las formas
    de acceso e inserción laboral de
    diversos colectivos de mujeres en el estado
    panameño. En este caso, se trata de las mujeres con
    protagonismo o poder de
    decisión en la vida económica. Además de
    definir con precisión el alcance y las características de este segmento de la
    población trabajadora, el objetivo que
    se persigue es descubrir los itinerarios laborales más
    frecuentes de esas mujeres y explorar de forma abierta mediante
    metodología cualitativa todos aquellos
    elementos que facilitan o dificultan las trayectorias
    profesionales.

    El tema, aparentemente sencillo, se ha revelado de una
    gran complejidad a medida que nos hemos adentrado en el análisis. En primer lugar las
    tipologías de mujeres que de una u otra manera son
    protagonistas o tienen un papel activo o
    emprendedor en la vida económica, ya lo hagan por cuenta
    propia o ajena, son muy variadas y remiten necesariamente a
    asuntos tan amplios como.

    Por ejemplo, la historia de los roles de
    género (en el hogar y en el mercado
    remunerado), la estructura y
    fragmentación del mercado de
    trabajo en una sociedad de
    clases o el papel de las
    élites dirigentes en una sociedad
    democrática. Evidentemente el desarrollo de
    estos temas se ha llevado hasta un cierto punto ya que otra cosa
    no era posible si tenemos en cuenta el alcance modesto y las
    limitaciones temporales y presupuestarias del presente trabajo;
    queremos dejar constancia, no obstante, del esfuerzo que hemos
    hecho para no dejar fuera de consideración cuantas
    dimensiones han aparecido como relevantes, siquiera fueran
    abordadas con un carácter tentativo y no
    definitivo.

    El trabajo lo dividimos en dos fases. En la primera,
    cuyos resultados se recogen en los dos primeros capítulos,
    se perseguía establecer una delimitación conceptual
    y una aproximación tipológica de las mujeres
    panameñas situadas en puestos de dirección o poder dentro
    de las actividades económicas del sector privado. Para
    ello, se rastrearon las principales fuentes
    estadísticas (en especial, la última
    Encuesta
    disponible de Población Activa, correspondiente al cuatro
    trimestre de 1995), se realizó una evaluación
    crítica de la bibliografía existente sobre el tema
    y se aplicaron varias entrevistas
    con informantes especializados.

    El principal objetivo de
    esta primera fase era diseñar con una base teórica
    y estadística contrastada el trabajo de
    campo de la fase siguiente. En concreto, se
    delimitaron con precisión doce itinerarios profesionales
    diferenciados que representaban la amplia gama de formas de
    protagonismo económico de las mujeres en Panamá,
    así como los contenidos que teníamos que trabajar
    en las entrevistas.
    Los resultados de esta fase han dado lugar a doce historias de
    vida que constituyen la parte central del presente informe. Por
    último, hemos elaborado un balance que recoge algunas
    reflexiones teóricas y diversas sugerencias
    prácticas que se desprenden del conjunto de la investigación.

    Queremos agradecer la colaboración prestada desde
    distintos puntos de Panamá por
    las doce mujeres que de forma anónima y desinteresada han
    narrado sus experiencias, así como a los contactadores y a
    cuantas personas han cooperado con los Colectivo en las diversas
    fases del estudio.

    CAPITULO I.

    JUSTIFICACION

    La modificación de conductas para adquirir
    estilos adecuados en el trato personal.
    Interiorizando en los asistentes la contingencialidad del
    liderazgo de
    la mujer y la
    adecuación del directivo en función al equipo de
    trabajo disponible.

    Detectando las posiciones diferentes y las
    actuaciones correspondientes ante las situaciones de conflicto y
    tensión. Dotando, paralelamente, de herramientas
    para determinar la cultura de
    la empresa y
    exponer técnicas de modificación o
    asentamiento.

    Para ello, delimitamos las principales cuestiones que se
    van a abordar, hacemos una revisión de los estudios
    más recientes sobre mujeres empresarias y directivas
    realizados en Latinoamérica y Panamá y
    señalamos cuáles han sido las hipótesis y planteamientos que han guiado
    nuestro trabajo.

    En un mundo de cambios, libre comercio,
    de globalización sólo las personas, las
    empresas con
    visión y liderazgo
    pueden enfrentar los nuevos acontecimientos. Con la baja de los
    aranceles,
    competitividad
    en los servicios,
    calidad en los
    productos. Se
    necesita mucha visión empresarial para realizar los
    cambios y las alianzas comerciales.

    B. El impacto que tiene este tipo de estudios en la
    sociedad:

    b.1.Económica:

    Con el nuevo cambio en el
    orden mundial toda compañía necesita de sus
    mejores trabajadores para poder
    competir y establecerse como empresa
    líder
    en el mercado, ya
    no va a competir sólo con las empresas
    nacionales, sino con las internacionales.

    Por ahora las condiciones económicas son
    más radicales para la existencia de las empresas. Las
    gremiales y asociaciones sectoriales de los países
    latinoamericanos incluyendo Panamá
    deben empezar por comprender que no se puede salvar todo. Un
    líder
    del sector; como el de transporte

    podría ser un punto de desarrollo,
    pero en cambio otro
    como el calzado podría tener un futuro incierto. Una
    figuración como ésta plantea una plataforma o mapa
    sectorial que obliga a priorizar las medidas de rescate
    productivo. Los programas de
    análisis de liderazgo empresarial, en la
    economía
    nacional que algunos países realizan en el área son
    claves para ello. Sin embargo, ésta vez hay una
    obstrucción adicional, que es una característica común a nuestros
    pueblos, en cuanto que en cultura de
    política
    económica se hacen muy buenos proyectos, pero
    en cambio se
    tienen hechos que hablan de otros resultados. Si por una vez se
    diera una verdadera aplicación a los programas que
    buscan el liderazgo empresarial en la economía, es decir
    que realmente se cumpliera -por ejemplo- que a un pequeño
    líder
    empresario se le pudiera resolver un crédito
    en quince días, tomando como garantía un fondo
    nacional, se estaría dando paso a un proceso de
    verdadero crecimiento, en vez de colocar una pomposa línea
    de crédito
    que pida garantías insuperables.

    Profesional y Laboral:

    • Las actividades de las mujeres en las organizaciones
      son, como se apunto, voluntarias; pero, no por el hecho de
      existir un contrato de
      trabajo la
      organización va a contar con el mejor esfuerzo de
      sus miembros; por lo contrario, solamente contará con
      él si perciben que esa actitud va a
      ser provechosa en alguna forma.
    • Las experiencias, los conocimientos, las habilidades,
      de un líder
      etc., intangibles; se manifiestan solamente a través del
      comportamiento de las personas en las organizaciones.
      Los miembros de ellas prestan un servicio a
      cambio de una remuneración económica y
      afectiva.
    • El total de recursos
      humanos de un país, empresa o de
      una organización en un momento dado puede ser
      incrementado. Básicamente existen dos formas para tal
      fin: descubrimiento y mejoramiento.

    Los recursos
    humanos son escasos; no todas poseen las mismas habilidades,
    conocimientos, etc. Por ejemplo, no cualquier persona es un
    buen cantante, un buen administrador o
    un buen matemático.

    El estudio de investigación resuelve algunas
    interrogantes a saber:

    1. Mejorar la capacidad de competitividad en la
      empresa.
    2. Lograr que el personal se
      capacite más y estudie por un mejor futuro.
    3. Hacer que la empresa
      incremente y ayude en la capacitación del personal que
      esta en su empresa.
    4. Debatir si las empresas panameñas están
      manteniendo el modelo de
      líder
      empresarial o solo sé esta haciendo en la alta gerencia de
      la
      empresa.
    5. La incorporación de los trabajadores a la
      visión de la
      empresa.
    6. Ver como estudiantes, futuros profesionales y
      líderes en nuestras ramas, están desarrollando en
      la industria
      panameña y latinoamericana y así tener marco de
      referencias para actuar en un futuro no muy lejano.

    C. BENEFICIOS DE ESTE ESTUDIO:

    a. Nosotros como estudiantes porque nos capacita para
    afrontar los nuevos retos que nos presentará nuestra vida
    como profesionales.

    b. El profesor, porque siempre hay algo que
    aprender.

    c. Yo como futura profesional.

    d. La universidad,
    porque se puede sentir orgullosa que estamos aprendiendo y que
    esta forjando profesionales de bien.

    e. Las empresas que nos contrate porque en esta rama voy
    realizar un trabajo por los estudios.

    A. OBJETIVO
    GENERAL.

    1. Conocer y describir el liderazgo de la mujer en
    la
    empresa.

    B. OBJETIVO
    ESPECIFICO.

    1. Dar a conocer los cambios que están realizando
    las mujeres en las empresas en materia de
    motivación
    dirección y liderazgo para enfrentar los
    retos de la
    Globalización y el libre
    comercio.

    I. DEFINICION DE CONCEPTO DEL TEMA
    DE ESTUDIO.

    Definiremos tres conceptos, los cuales son: Liderazgo,
    mujer, empresa; Que son
    el tema y titulo escogido.

    A. Definición de Liderazgo:

    En sicología social, rol de la
    personalidad en el análisis de grupos
    pequeños. En sociología, influencia que se puede ejercer
    sobre una colectividad.

    La corriente seguidora del alemán Max Weber,
    considerado el fundador de la sociología moderna, distingue tres tipos de
    liderazgo que se refieren a otras tantas formas de autoridad: el
    líder
    carismático, al que sus seguidores le atribuyen
    condiciones y poderes superiores a los de otros dirigentes; el
    líder
    tradicional, que hereda el poder, ya sea
    por la costumbre de que ocupe un cargo destacado o porque
    pertenece a un grupo familiar
    que ha ostentado el poder desde
    hace mucho tiempo, y el
    líder
    legal, que asciende al poder por los métodos
    oficiales, ya sean las elecciones o votaciones, o porque
    demuestra su calidad de
    experto sobre los demás. Esta figura se reconoce
    comúnmente en el campo de la política y de
    la empresa
    privada.

    La visión en la sociología contemporánea subraya la
    importancia del papel que
    desempeña el poder que se le otorga y que ejerce el
    líder, o jefe, sobre los subordinados. También se
    plantea interrogantes sobre cuál es la estructura que
    favorece a una persona situarse
    en posiciones superiores a los demás, cuál es la
    naturaleza de
    la legitimidad que obtiene el líder y de dónde
    proviene. En este supuesto conviene reflexionar sobre el papel de los
    medios de
    comunicación en los albores del siglo XXI.

    Entidad jurídica que realiza actividades
    económicas gracias a las aportaciones de capital de
    personas ajenas a la actividad de la empresa, los
    accionistas. La empresa sigue
    existiendo aunque las acciones
    cambien de propietario o éstos fallezcan. Una empresa o
    compañía posee una serie de activos; cuando
    se crea una empresa hay que redactar una serie de documentos
    públicos en los que se definirá el objetivo de la
    misma, cuál es su razón social, su domicilio
    fiscal,
    quiénes son los socios fundadores, cuál es el
    volumen de
    capital social
    inicial, en cuántas acciones o
    participaciones se divide el capital social
    y cuáles son los estatutos de la sociedad, entre
    otros. La actividad y la estructura
    legal de las empresas se regula mediante el Derecho
    mercantil. Con esta ley se establecen
    los requisitos contables, las obligaciones
    de los gestores o administradores y los derechos de los
    accionistas.

    Por lo general, los accionistas de la empresa tienen una
    responsabilidad limitada: sólo responden
    por las deudas de la empresa con la cuantía de su
    aportación, medida por el valor de las
    acciones.
    Existen distintos tipos de compañías que, en
    función del grado de responsabilidad de los socios o accionistas,
    reciben distintos nombres. En primer lugar hay que distinguir
    entre públicas y privadas; las públicas pertenecen
    al sector público (administración central o local), mientras
    que las privadas pertenecen a individuos particulares y pueden
    vender sus acciones en
    bolsa. Las compañías o empresas públicas a
    veces venden parte de sus acciones a
    individuos particulares, pero se consideran públicas
    siempre que el 51% de las acciones estén en manos del
    sector público.

    En función del grado de responsabilidad de los socios y del número
    de accionistas, las empresas pueden ser sociedades
    anónimas o sociedades de
    responsabilidad limitada.

    También se puede distinguir entre las
    compañías o empresas privadas los siguientes tipos:
    empresas asociadas, cuando dos empresas tienen entre el 20 y el
    50% de las acciones de la otra; holdings, cuando una
    empresa (conocida como empresa matriz) es
    propietaria de otra u otras empresas, cuya actividad es dirigida
    por la primera; y, por último, empresa subsidiaria, que es
    la empresa (o empresas) que está(n) controlada(s) por la
    empresa matriz, que
    posee más del 50% de las acciones de la(s) empresa(s)
    subsidiaria(s).

    B. Concepto de
    Empresa:

    Estudio del comportamiento
    de las organizaciones
    empresariales, de cómo compran las materias primas, de las
    técnicas de producción, de las cantidades que producen
    y de cómo fijan los precios. La
    teoría
    tradicional supone que la empresa pretende maximizar beneficios.
    Las interpretaciones más recientes intentan tener en
    cuenta las complejas características de las empresas modernas,
    que suelen tener varias líneas de producción y en las que asumir decisiones
    se logra en mayor o menor medida de una forma descentralizada.
    Así, según las concepciones modernas, las empresas
    prefieren aplazar el objetivo de la maximización de
    ganancias para lograr beneficios satisfactorios e intentan
    maximizar las ventas o el
    crecimiento de la empresa.

    La teoría
    basada en el comportamiento
    de la empresa reconoce que en las grandes compañías
    es inevitable que existan conflictos
    entre individuos y subgrupos, y que los objetivos de
    la
    organización dependan de las consecuencias de estos
    conflictos.
    Los defensores de esta teoría
    afirman que las empresas deberían tener varios objetivos
    (incrementar su producción, su cuota de mercado, el
    valor de sus
    acciones, sus ventas y
    beneficios), y cada uno de estos objetivos debe
    tener un directivo responsable. Estos directivos
    diseñarán líneas de acción para
    alcanzar sus objetivos,
    pero en ocasiones habrán de llegar a acuerdos con los
    responsables de otros departamentos que pueden tener objetivos
    diferentes. De las negociaciones entre los directivos
    surgirán los fines globales de la
    organización. Además, esta teoría
    defiende que, a diferencia de la teoría
    tradicional que suponía que la adopción
    de decisiones se hacía de modo racional, en la
    práctica los objetivos se alcanzan de forma imperfecta y
    por lo tanto pueden ser incompatibles con las políticas
    existentes. Por otra parte, esta teoría
    afirma que los objetivos pueden cambiar con el tiempo, por
    diversas causas tales como la experiencia acumulada o la falta de
    comunicación entre los altos ejecutivos y
    los ejecutivos intermedios (en quienes se suelen delegar
    importantes decisiones) que a veces hacen difícil que se
    cumplan los objetivos impuestos por los
    altos directivos.

    La teoría
    comportamiento
    de la empresa parte de los dos supuestos. Uno es que los
    propietarios de las grandes empresas no tienen el control de las
    mismas; en otras palabras, son los directivos de las empresas y
    no los accionistas los que imponen los objetivos reales de la
    empresa. El otro supuesto es que los directivos están
    más interesados en la producción y las ventas, por
    ejemplo, que en los beneficios, porque son la producción y las ventas las que
    demuestran su eficacia en la
    gestión.

    La teoría
    permite analizar con nuevas perspectivas el comportamiento de las
    grandes empresas, pero son muchos los economistas que afirman que
    el objetivo de maximización de beneficios resume mejor que
    todos los demás los intereses de las empresas. Esta
    teoría
    está muy relacionada con la teoría
    de la
    organización.

    C. TRABAJO DE LAS MUJERES.

    El trabajo desempeñado por las mujeres ha tenido
    una importancia vital desde la prehistoria,
    aunque su contribución a la economía ha variado
    dependiendo de la estructura,
    las necesidades, las costumbres y los valores
    sociales. En la prehistoria, las
    mujeres y los hombres participaban a partes iguales en la caza y
    en las búsquedas de alimentos. Cuando
    se desarrollaron las comunidades agrícolas, y por lo tanto
    el surgimiento de los asentamientos humanos, el trabajo de
    la mujer
    quedó relegado a las tareas del hogar. Preparaban los
    alimentos,
    elaboraban la ropa y diversos utensilios, se ocupaban de la
    crianza de los niños, pero también ayudaban a arar
    la tierra,
    recoger las cosechas y atender a los animales. A
    medida que se fueron desarrollando los centros urbanos, las
    mujeres vendían o intercambiaban bienes en los
    mercados.

    Desde la antigüedad hasta la era moderna, se pueden
    establecer cuatro generalizaciones sobre el trabajo
    remunerado de las mujeres.

    1. Las mujeres han trabajado por necesidad
    económica; las mujeres de menor nivel económico
    trabajaban fuera de casa, ya sea que estuvieran casadas o
    solteras, sobre todo si el sueldo de sus maridos no
    permitía mantener a toda la
    familia.

    2 El trabajo
    remunerado de las mujeres ha sido análogo a sus labores en
    el hogar.

    3 Aún trabajando, las mujeres han seguido
    responsabilizándose de la crianza de los hijos.

    4 Desde el punto de vista histórico, la
    remuneración percibida por las mujeres ha sido inferior a
    la de los hombres, y han desempeñado tareas que
    recibían menor reconocimiento material y social. En los
    países industrializados se están produciendo una
    serie de cambios tímidos aún, pese a que incluyen
    una mayor proporción de mano de obra femenina en la
    fuerza de
    trabajo; una disminución de las cargas familiares (debido
    tanto al menor tamaño familiar como a los avances
    tecnológicos que facilitan las tareas domésticas);
    mayor nivel cultural de las mujeres y un mayor nivel salarial,
    así como tareas de mayor responsabilidad para las mujeres, que se emplean
    por motivos económicos y personales. Desde una
    estimación estadística, sin embargo, todavía no
    han alcanzado la igualdad
    salarial ni los puestos de mayor responsabilidad en ningún
    país.

    c.1. Las primeras mujeres trabajadoras

    Alrededor del año 2000 a.C. las mujeres
    podían emprender negocios o
    trabajar como escribas en la antigua ciudad de Babilonia. Pero en
    las sociedades
    primitivas las mujeres de las clases
    sociales privilegiadas quedaban relegadas al hogar y las
    mujeres trabajadoras eran, o esclavas o bien plebeyas semi-libres
    que trabajaban en labores que requerían poca
    cualificación, o ejercían la prostitución. En la antigua Grecia las
    mujeres trabajaban fuera del hogar como vendedoras de sal, higos,
    pan y cáñamo; como costureras, enfermeras,
    cortesanas, prostitutas, lavanderas, zapateras y ceramistas. Las
    ocupaciones de las mujeres eran similares en Asia y en
    América. En la India, las
    mujeres trabajadoras picaban piedras para hacer carreteras y
    empeñaban largas jornadas laborales tejiendo.

    Europa medieval

    Los artesanos que trabajaban en sus casas solían
    emplear la mano de obra que les proporcionaba su propia familia. Esta
    costumbre también se daba en los gremios de la edad media;
    incluso en aquellas corporaciones donde no se admitían
    mujeres se podía aceptar a las viudas de miembros del
    gremio, siempre que tuvieran los conocimientos necesarios.
    Algunos de los primeros gremios excluían a las mujeres;
    otros las aceptaban con ciertas limitaciones. En el siglo XIV, en
    Francia y en
    Inglaterra las
    mujeres desempeñaban trabajos reservados tradicionalmente
    a los hombres, como los empleos de marinero, peluquero,
    carpintero, cuidadores de caballos y conductores de carretas.
    Algunos gremios de tejedores estaban formados en exclusiva por
    mujeres.

    De forma progresiva, los gremios fueron sustituidos por
    el sistema del
    putting-out (el empresario proporcionaba a domicilio las
    materias primas y las herramientas
    necesarias y recogía más tarde el producto
    acabado). Entre estos trabajadores había mujeres que
    recibían un salario por su
    trabajo, mientras que los hombres casados recibían la
    ayuda de sus mujeres e hijos.

    La Revolución
    Industrial

    Durante el siglo XVIII y principios del
    XIX, cuando se estaba gestando la Revolución
    Industrial, el sistema del
    putting-out fue perdiendo su importancia. Los bienes
    producidos mediante procesos
    artesanales en el propio domicilio empezaron a fabricarse en
    serie con máquinas en grandes fábricas, utilizando
    el sistema
    industrial. Las mujeres competían en el mercado laboral con los
    hombres, pero trabajaban sobre todo en las primeras fases de
    elaboración de la lana y en las fábricas textiles.
    Los empresarios preferían emplear a mujeres en este tipo
    de sectores, por su habilidad y porque pagaban menores sueldos,
    pero también porque las primeras organizaciones sindicales
    solían estar formadas sólo por hombres. Lo habitual
    era que las mujeres fueran explotadas en las factorías,
    institucionalizándose un sistema en el que
    predominaban los bajos salarios,
    pésimas condiciones laborales, largas jornadas de trabajo
    y otra serie de abusos que, junto con la explotación
    infantil, eran algunos de los peores ejemplos de la
    explotación de los trabajadores durante el primer capitalismo
    industrial. La legislación relativa al salario
    mínimo y otro tipo de medidas legales intentaron mitigar
    esta muy notoria explotación de las mujeres
    trabajadoras.

    Las mujeres que desempeñaban actividades
    profesionales o eran dueñas de negocios, lo
    que a veces se conoce como profesionales de cuello blanco,
    sufrían menos los efectos de la explotación, pero
    se enfrentaban a graves desigualdades salariales y de
    oportunidades. La creciente utilización de las
    máquinas de escribir y del teléfono, a partir de la
    década de 1870, creó dos nuevas clases de trabajo
    donde predominaba el empleo de
    mujeres, como mecanógrafas y telefonistas, pero estas dos
    tareas se institucionalizaron como puestos de bajo nivel salarial
    y baja categoría laboral. La
    enseñanza, sobre todo la primaria, era un trabajo que
    realizaban mujeres, así como la medicina,
    profesión en la que ellas lograron cierta relevancia. La
    enfermería ha sido de forma tradicional una
    profesión reservada en la práctica a las mujeres.
    Una de las primeras universidades que admitieron a mujeres fue la
    de Edimburgo (Escocia) en 1889. Asimismo, las universidades
    argentinas admitían mujeres a finales del siglo pasado,
    conservando hoy un alto grado de participación de mujeres
    en la educación superior. Las actividades
    profesionales, cuyos estatutos fueron uno de los primeros
    objetivos de la legislación relativa a la igualdad de
    oportunidades, se convirtió en una plataforma de partida
    para lograr la equidad de la mujer
    trabajadora durante el siglo XX, pero todavía no se ha
    logrado la igualdad
    salarial ni de oportunidades, más común en el
    sector empresarial.

    C.2. La mujer
    trabajadora en la actualidad

    Aunque las mujeres representan más de la tercera
    parte de la fuerza
    laboral
    mundial y producen más del 70% de los alimentos de
    África, su trabajo se sigue limitando a ciertos campos
    profesionales en los que no se requiere una alta
    preparación y que suelen ser actividades mal remuneradas.
    Sin embargo, según los datos de la
    Organización Internacional del Trabajo, a
    medida que los países se van industrializando las mujeres
    mejoran su categoría profesional.

    Los países industrializados

    El empleo de
    mujeres en Europa, Estados Unidos y
    Japón es muy similar. Antes de 1990 la
    participación de la mujer en
    Alemania
    Occidental (ahora parte de la reunificada República
    Federal de Alemania), era
    del 38%, y del 55% en Suecia. En España el
    porcentaje es mucho menor, debido a la tardía
    incorporación de la mujer al
    mercado laboral. En casi todos los países industrializados
    existe una legislación relativa a la igualdad de
    oportunidades y a la protección de la mujer en
    el trabajo. La
    negociación colectiva se utiliza con
    más frecuencia en Europa que en
    Estados Unidos
    para mejorar las condiciones laborales de las mujeres.

    Las políticas
    de empleo en la
    Europa del Este y
    en los países de la Unión de Repúblicas
    Socialistas Soviéticas (URSS) con regímenes
    comunistas partían de la creencia de que la mujer
    tenía tanto el derecho como el deber de trabajar. En 1936
    la Constitución soviética
    señalaba que no se podía legislar en contra de la
    igualdad de la
    mujer. La URSS y
    sus aliados promulgaron leyes a favor de
    la protección de menores, la educación, la
    salud y las
    actividades lúdicas. Según distintas estimaciones,
    en las décadas de 1970 y principios de
    1980 el 85% de las mujeres soviéticas entre 20 y 55
    años trabajaban fuera de casa; en la Alemania del
    Este el número de mujeres asalariadas superaba el 80%.
    Aunque participaban más en el mercado laboral que las
    mujeres de Occidente, las trabajadoras de Europa del Este
    también se ocupaban de tareas que requerían poca
    calificación y casi siempre en cargos de menor
    responsabilidad que los de los hombres. Por ejemplo, en Bulgaria
    el 78% de los trabajadores del sector textil eran mujeres, pero
    sólo el 25% contaban con la categoría de
    ingenieros; para la Unión Soviética estas cifras
    eran del 74 y el 40% respectivamente. Aunque no se fomentaba el
    empleo a
    tiempo
    parcial, el 50% de las mujeres casadas trabajaban sólo una
    parte de la jornada. Los estados comunistas defendían que
    debía pagarse igual salario a igual
    trabajo, pero eran pocas las mujeres que alcanzaban lo más
    alto del escalafón. Sin embargo, la exactitud de estas
    cifras ha sido puesta en duda tras la caída de los
    regímenes comunistas en Europa y Euro
    Asia, aunque
    quizá sea cierto que las mujeres de estos países
    disfrutaban de una mayor igualdad salarial y un número
    superior de oportunidades que las mujeres occidentales. Sin
    embargo es interesante observar la evolución de la situación cuando
    desaparezcan las industrias
    estatales y los sistemas de
    seguridad
    social en los países de Europa central y del
    Este.

    Entre los países occidentales, Suecia es el
    único país que ha logrado una mayor igualdad
    laboral para las mujeres. Durante las dos últimas
    décadas los ingresos
    salariales medios de las
    mujeres han pasado del 66 al 87% de los ingresos de los
    hombres. Al mismo tiempo, el
    Gobierno sueco ha
    emprendido una reforma de los libros de
    texto, la
    educación
    de los padres, la protección de menores, las políticas
    de impuestos y la
    legislación relativa al matrimonio y al
    divorcio para
    fomentar la igualdad de la mujer en el
    mercado laboral, al tiempo que se
    reconocen las necesidades específicas de las madres
    trabajadoras. Se crearon programas de
    ayuda y asesoría para las mujeres que se reincorporaban,
    tras un periodo de maternidad, al mercado de trabajo. Otros
    países europeos han analizado el modelo sueco,
    y algunos están adaptando los programas de ayuda a sus
    políticas de bienestar, aunque el costo
    económico de la adaptación del sistema de
    bienestar sueco es un obstáculo importante para conseguir
    estos cambios.

    Japón, el país más industrializado
    de Oriente, conserva algunas de sus tradiciones hacia la mujer. La
    participación de las mujeres en el mercado laboral es algo
    menor que en los países occidentales, pero la mujer suele
    dejar su trabajo de forma concluyente cuando tiene hijos, a pesar
    de que el alto porcentaje de educación en
    Japón hace que exista un elevado número de mujeres
    con estudios superiores. Se ha creado una legislación
    relativa a la igualdad de oportunidades para garantizar y
    fomentar el empleo de las
    mujeres en tareas diferentes a las reservadas; según la
    tradición a la mano de obra femenina (empleos mal pagados,
    entre los que predominan las tareas de secretaría y
    administración) pero el promedio de mujeres
    que desempeñan altos cargos, tanto en el sector privado
    como en la administración
    pública, sigue siendo menor que el registrado en
    algunos países occidentales.

    En Corea del Sur, Singapur y Taiwan, y en otras
    economías jóvenes en el plano industrial del
    Sureste asiático, se han creado —gracias al desarrollo de
    sus economías— nuevas oportunidades laborales para
    las mujeres. En Corea del Sur la presencia de la mujer en el
    mundo laboral es más reducida que en Japón; en los
    demás países de esta zona la presencia femenina es
    aún menor. Las actitudes
    paternalistas tradicionales, la importancia de la familia en
    las diferentes religiones confucionistas y
    el predominio del islam en algunas
    zonas tienden a disminuir el estatus y la presencia de la mujer
    en el mercado laboral. Sin embargo, el crecimiento
    económico ha permitido que las mujeres puedan
    desempeñar cargos y cobrar salarios que
    nunca antes habían podido imaginar. Además, estos
    países son los primeros interesados en impedir que las
    limitaciones de la tradición reduzcan su potencial
    creación de riqueza.

    .

    D. POSICIÓN DE LAS MUJERES EN EL MERCADO
    LABORAL.

    DELIMITACIÓN Y TIPOLOGÍA DEL SECTOR
    ESTUDIADO

    Vamos a rastrear diversas fuentes
    estadísticas para conocer la
    posición de las mujeres en el mercado de trabajo,
    destacando su grado de presencia en puestos de decisión o
    liderazgo económico. Nuestra principal referencia
    será la Encuesta de
    Población Activa de la Controlaría
    General de la República de 1990; que complementaremos con
    otras fuentes
    estadísticas, encuestas y
    estudios cualitativos. En la medida que sea posible tendremos en
    cuenta el encuadre teórico y las principales variables a
    las que nos hemos referido en el capítulo anterior. En
    general distinguiremos las posiciones de poder de las mujeres en
    función del acceso a la propiedad
    (empresarias) y a la gestión
    (directivas).

    MUJERES EMPRESARIAS (ACCESO A LA PROPIEDAD)

    Dentro del colectivo de mujeres, aparecen dos grandes
    bloques: las amas de casa ("inactivas" según la
    categoría sexista de la EPA) y las ocupadas; en una
    posición intermedia están las paradas (amas
    de casa buscadoras de empleo, jóvenes que no han
    conseguido su primer empleo, etc.). Dentro del epígrafe de
    las ocupadas, las tres cuartas partes son asalariadas, muy
    polarizadas entre sí: mientras el 37,4% de ellas tiene un
    contrato de
    duración temporal, menos del 1% se sitúa en puestos
    de dirección dentro de sus empresas o de la
    administración
    pública. La cuarta parte restante se distribuye en
    tres situaciones: empresarias, ayudas familiares y
    cooperativistas. Estas últimas sólo suponen el 0,6%
    del total de ocupadas mientras las "ayudas familiares"
    representan un significativo 6,7% (con tendencia a disminuir); en
    cuanto a las empresarias, representan el 16,3% de las mujeres
    ocupadas (11,3% de las activas) y la mayoría son
    autónomas sin asalariados a su cargo.

    A las categorías de la Tabla anterior conviene
    añadir otras dos que no se reflejan en la EPA y que
    están directamente relacionadas con el mercado de trabajo:
    el empleo sumergido y el paro encubierto de las
    amas de casa. En cuanto al empleo sumergido, no disponemos de
    estudios recientes, al nivel estatal, por lo que vamos a usar la
    cifra obtenida por una amplia encuesta del
    gobierno aplicada
    a mediados de los años 80. En cuanto al paro encubierto,
    nos referimos expresamente a aquellas amas de casa que desean
    trabajar fuera del hogar; pero que no buscan empleo porque no
    tienen expectativas de encontrarlo o por otras circunstancias que
    se lo impiden; este colectivo es un componente potencialmente
    activo de la oferta laboral
    dada su predisposición a conseguir un empleo, por lo que
    debe ser tenido en cuenta en una visión dinámica del mercado de trabajo. El
    subempleo y la reserva laboral que representan los desempleados,
    donde se insertan dos tercios de las mujeres activas, constituyen
    el caldo de cultivo de la llamada infraclase, que tiende a
    incrementarse en los países industrializados y
    especialmente en Panamá:
    "uno de los escenarios previsibles de evolución de la estructura de
    clases sería, de no mediar fuertes contratendencias, el
    desarrollo de
    las llamadas infraclases, es decir, de quienes carecen de una
    posición clara y estable en el mercado de trabajo y quedan
    progresivamente a merced de políticas
    públicas más o menos integradoras o
    asistenciales.

    En cuanto a las mujeres empresarias sin asalariados,
    apenas son tenidas en cuenta en los estudios sobre mujeres con
    poder económico; se trata de un sector muy
    heterogéneo y fluctuante pero no se puede negar a estas
    mujeres ni su carácter emprendedor, ya que dependen de
    sí mismas para salir adelante, ni su importancia
    cuantitativa pues agrupan a más de medio millón de
    personas (9,5% de las mujeres activas, si bien con tendencia
    decreciente). "El flujo de creación de empresas femeninas
    tiende a canalizarse hacia empresas de tipo pequeño, con
    poca financiación, estructuras
    organizativas simples, de escaso riesgo,
    funcionando en un mercado periférico y auxiliar, de
    distribución comercial al detall, en
    definitiva, bastante dependientes, empresarialmente
    hablando.

    En una amplia encuesta a las
    mujeres empresarias de la Comunidad
    Panamá
    se llegó a la conclusión de que existen dos
    perfiles netamente diferenciados):

     

    Perfil I

    Perfil II

    – Mujer casada, con hijos.

    – Bajo nivel de estudios.

    – No participa en cursos-actividades.

    – 41-50 años.

    – Mayoría hijas únicas o
    primogénitas.

    – Comercio y hostelería.

    – Mujer soltera o separada.

    – Alto nivel de estudios.

    – Participa en cursos-actividades.

    – Menos de 40 años.

    – Experiencia laboral anterior.

    – Otros servicios.

    En cuanto a las mujeres gestoras de cooperativas
    (3.500 según la última EPA disponible), suponen un
    número pequeño pero relativamente importante si se
    compara con las directivas de empresas privadas y, en todo caso,
    pueden suponer un contrapunto interesante como modelo de
    dirección más
    participativo.

    Si nos centramos en los dos segmentos directamente
    relacionados con la propiedad
    (empleadoras y autónomas), se observa que desde 1980 a
    1995 la proporción que suponen las mujeres en
    relación a los varones ha aumentado un 95% en el caso de
    las empleadoras y un 31% en el caso de las autónomas).
    Estos incrementos, no obstante, no deben hacer olvidar que por
    cada mujer empleadora hay todavía 4,3 varones y por cada
    autónoma

    2,3 varones, es decir, que la desigualdad es mucho
    más pronunciada en el primer caso.

    E. PRESENTACIÓN DE LOS CASOS ESTUDIADOS:
    ENTREVISTAS Y
    COMENTARIOS

    Los tres capítulos de la segunda parte presentan
    las trayectorias seguidas por doce mujeres empresarias y
    directivas que hemos considerado casos representativos del
    colectivo estudiado. Para ello nos hemos servido de una
    técnica la historia de vida- que
    permite una apertura privilegiada al componente histórico
    de los procesos
    sociales, tal como éstos son percibidos por los agentes
    participantes, personas singulares pero prototipos de situaciones
    laborales previamente definidas. El objetivo consiste en
    establecer cortes diacrónicos en el tema a estudiar las
    mujeres con liderazgo económico- respetando la diversidad
    de tipologías existentes y partiendo de la memoria
    viva de sus protagonistas.

    Lo que nos interesa propiamente no es recoger casos
    individuales sino establecer las pautas típicas de la
    carrera profesional de las mujeres con protagonismo
    económico a partir de las huellas que han quedado impresas
    en su discurso. En
    expresión de Alfonso Ortíz, lo que aspiramos a ver
    y podemos estudiar en el discurso del
    entrevistado no son sus problemas
    personales, sino la forma social -cultural y de clase– de la
    estructura de su personalidad y
    los condicionamientos ideológicos de su proceso
    motivacional típico. Para ello, trataremos de reconstruir
    progresivamente la lógica
    social de las trayectorias laborales seguidas por las mujeres
    entrevistadas. Como se señala en un estudio internacional
    sobre trayectorias laborales de mujeres, "partir de relatos de
    vida permite tener en cuenta el aspecto multidimensional de las
    existencias sociales y las interacciones que se desprenden de
    ellas. La reconstitutición de las trayectorias de las
    mujeres permite una redefinición del campo social y de sus
    balizajes clásicos y funciona como analizador de la
    complejidad de lo social. No son sólo las imágenes
    que las mujeres tienen de su vida y que transmiten en las
    entrevistas
    las que traducen un sentimiento de la complejidad de lo social.
    Es también porque lo que viven está estructurado
    por un complejo conjunto de relaciones sociales en las que se
    articulan de forma determinante, relaciones de clase y relaciones
    de sexo.

    Habitualmente las historias de vida se elaboran a partir
    de entrevistas
    abiertas o semiestructuradas mediante las cuales las personas
    seleccionadas intentan reconstruir su propia biografía:
    acontecimientos vividos que el propio informante selecciona de
    acuerdo con su criterio pero dentro del marco más o menos
    fijado por el entrevistador. Una vez mecanografiado literalmente
    el contenido grabado de las entrevista,
    hemos procedido a su estudio en dos etapas: análisis del texto,
    descomponiendo los temas abordados, y reflexión sobre el
    contexto, para poder interpretar el sentido del texto, es
    decir, comprender su génesis y efectos en la estructura
    social. Estos dos niveles de análisis tienen relación con la
    distinción conceptual establecida por Denzin, entre
    relatos de vida (life story/récit de vie), que
    recogen sin comentario los testimonios del entrevistado y que, en
    estado puro,
    se limitan a reproducir el texto
    transcrito, e historias de vida (life history/histoire de
    vie), que añaden a lo anterior cualquier información adicional así como un
    análisis y contextualización del
    caso.

    El diseño
    de las doce historia de vida se
    efectuó teniendo en cuenta los elementos de diversidad del
    sector estudiado, tal como se desprenden de los dos primeros
    capítulos. A continuación presentamos por separado
    el perfil y significación de las mujeres empresarias y
    directivas a las que hemos entrevistado.

    CRONOGRAMA

    1ERA ETAPA

    ACTIVIDADES. ESCOGER EL TEMA DE LA
    MONOGRAFIA.

    RECOPILAR TODA LA INFORMACION POSIBLE SOBRE EL TEMA
    ESCOGIDO, PARA PRESENTARSELA AL PROFESOR.

    FECHA DE CUMPLIMIENTO  27-11-99

    RESPONSABLE  MIRIAM DE LEON

    2DA ETAPA

    VERIFICAR LAS OBSERVACIONES DEL PROFESOR Y SEGUIR
    LAS INSTRUCCIONES DEL MISMO PARA PODER DARLE

     CONTINUACION A LA MONOGRAFIA.

    FECHA DE CUMPLIMIENTO  4 Y 18 DE DICIEMBRE DE
    1999.

    RESPONSABLE MIRIAM DE LEON.

    3ERA ETAPA

    ACTIVIDADES  REVISION FINAL DE LA MONOGRAFIA POR EL
    PROFESOR.

    FECHA  DE CUMPLIMIENTO 8 1-2000

    RESPONSABLE MIRIAM DE LEON

    4TA ETAPA

    PREPARACION DE LA SUSTENTACION DE LA
    MONOGRAFIA

    FECHA DE CUMPLIMIENTO  15-1-2000

    RESPONSABLE MIRIAM DE LEON.

    Encuesta

    Le agradecería a usted que nos ayude
    desarrollando este cuestionario,
    que servirá para realizar nuestro trabajo de grado cuyo
    tema es "El liderazgo empresarial de la mujer".

    1. Tienen las mujeres la capacidad para dirigir una
    empresa.

    SI_________ NO_________

    2. Se siente usted capaz de realizar una labor de alta
    gerencia
    empresarial.

    SI__________ NO_____________

    Cual:

    Porque:

    3. Conoce usted en su empresa alguna mujer con dotes de
    liderazgo empresarial.

    Si___________ NO____________.

    4. Considera usted que las mujeres pueden ser buenas
    lideres.

    SI___________ NO___________.

    Porque:

    5. Tiene usted alguna objeción para que su jefa
    sea una mujer.

    SI___________ NO____________.

    Porque:

    CONCLUSIONES:

    A partir de la iniciativa del Ministerio de la Familia, la
    niñez y el menor esta investigación se ha propuesto explorar las
    vías de acceso de las mujeres panameñas a puestos
    de liderazgo económico. En el número de mujeres
    empresarias con asalariados se ha duplicado y la
    proporción de cargos directivos femeninos en el sector
    privado de la economía ha crecido
    el 95% en relación a los varones, pese a lo cual las
    mujeres suponen todavía una cuota muy pequeña tanto
    del conjunto de empleadores (18,5%) como de los directivos
    asalariados de las empresas (12,6%). En particular,
    queríamos investigar qué elementos favorecen el
    acceso de las mujeres a puestos de poder y cuáles lo
    dificultan, así como determinar si la población femenina representa aportes
    específicos a la gestión
    empresarial. Por otra parte, este trabajo se inscribe dentro de
    las preocupaciones del gobierno por
    promover la igualdad constitucional entre los géneros y,
    aunque no es nuestro cometido definir las medidas políticas
    que se desprenden, terminaremos este balance sugiriendo algunas
    propuestas en ese sentido.

    La metodología empleada ha permitido
    sistematizar, en primer lugar, la información disponible en nuestro
    país sobre los temas planteados y, en menor medida, la
    bibliografía extranjera; también hemos analizado
    las trayectorias profesionales y las posiciones discursivas de
    las mujeres empresarias y directivas mediante doce historias de
    vida cuyos perfiles eran representativos de una tipología
    previamente justificada; por último, hemos tratado de
    estructurar la compleja trama de asuntos que están
    implicados y que es preciso tener en cuenta para abordar con
    rigor el objetivo constitucional de promover la igualdad entre
    el hombre y la
    mujer.

    La investigación sobre mujeres directivas y
    empresarias se ha prodigado bastante en Panamá en
    los últimos años, frecuentemente impulsada por el
    Ministerio de la familia la
    mujer y la niñez. Sin embargo, en nuestra opinión,
    adolece en la mayoría de los casos de un excesivo
    esquematismo o simplificación del campo de estudio. La
    reflexión sobre los avances y retrocesos de las mujeres en
    la carrera empresarial se lleva a cabo habitualmente sin
    considerar la pluralidad de situaciones de partida de las
    candidatas ni las diversas modalidades que puede adquirir el
    protagonismo económico. Tanto los datos como los
    discursos que
    se recogen en los informes son
    presentados de forma descontextualizada o bien se encajan en
    hipótesis y esquemas previamente formulados
    que actúan como hormas sobre los asuntos que se trata de
    investigar.

    A.1. Análisis de la Encuesta.

    Esta encuesta se les realizó por teléfono
    a 100 personas 50 mujeres y 50 hombres en las ciudades de
    Penonomé y Aguadulce entre los días 18 y 19 de
    diciembre de 1999.

    1. Según el 90.5% de los encuestados consideran
    las mujeres tienen capacidad para dirigir una empresa, mientras
    que el 9.5% respondieron que ellas no tienen la capacidad para
    dirigir una empresa

    2. El 89.4% respondieron que ellos se sienten en
    capacidad para realizar labores de alta gerencia
    mientras que el 5.4% respondieron que no y el 5.2% no
    respondieron la pregunta.

    3. El 75% de los encuestados respondieron que si
    conocían mujer con dotes de liderazgo el 25% respondieron
    que no.

    4. El 85% respondieron que si podían ser lideres
    en sus áreas de trabajo y en la comunidad y por
    que no en la República, el otro 13.7% respondieron que no
    y el 1.3% no respondieron la pregunta.

    5. El 88.% no tienen objeción que si jefa esa una
    mujer, por que aveces son mejores jefes que los hombres; el 12%
    tienen objeción que una mujer sea su jefa.

    En la sección ultima de este trabajo de monografía
    se encuentran las gráficas con los resultados en por
    cientos.

    B. RECOMENDACIONES.

    Mis recomendaciones son las siguientes:

    1. Incentivar a la mujer panameña, para que siga
      superándose tanto en lo profesional como en lo personal.
    2. Lograr que el Estado
      promueva la igualdad entre ambos sexos.
    3. Promover la participación de la mujer en los
      problemas
      comunitarios, provinciales, municipales y
      nacionales.
    4. Lograr que los estamentos tanto de gobierno como
      particulares incorporen a las mujeres en sus actividades
      diarias y de alta gerencia.

    BIBLIOGRAFIA

    ÁLVARO, Mariano, Los usos del tiempo como
    indicadores de
    la discriminación entre géneros
    ,
    Instituto de la Mujer, Madrid, 1996.

    ALVIRA, Francisco, TORRES, Marta, BLANCO, Francisca y
    CRUZ, Ana María, La empresa del futuro y el acceso de
    la mujer a puestos directivos
    , Instituto de la Mujer, Madrid,
    1994 (inédito).

    AMORÓS, Celia, Hacia una crítica de la
    razón patriarcal
    , Anthropos, Madrid, 1985.

    AMORÓS, Celia (coord.), Historia de la
    teoría feminista
    , Instituto de Investigaciones
    Feministas de la Universidad
    Complutense de Madrid y Dirección General de la Mujer de la
    Comunidad de
    Madrid, Madrid, 1994.

    BAREA, José y MONZÓN, José Luis,
    Libro blanco de la economía social en
    España
    , Ministerio de Trabajo y Seguridad
    Social, Madrid, 1991.

    BATTAGLIOLA, Françoise, BERTAUX-WIAME, Isabelle,
    FERRAND, Michèle e IMBERT, Françoise, "Dire sa vie:
    entre travail et famille", en BOUCHAYER, Françoise,
    Trajectoires sociales et inégalités,
    Érès, Ramonville Saint-Agne, 1994.

     

     

    Autor:

    Miguel Moreno

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter