Estado de los recursos naturales y del medio ambiente en el Municipio de Bucaramanga
2003 – 2004
Resumen Ejecutivo
- Sobre las políticas
establecidas en el Plan de Desarrollo - Sobre el Recurso
Suelo - Sobre el Recurso
Agua - En el Recurso
Aire - Sobre la Normatividad Ambiental
Vigente - Políticas de Medio
Ambiente - El recurso
suelo - El recurso
agua - El recurso
aire
Colombia se rige por un conjunto de preceptos de
conducta
coercitivos, establecidos por las personas que viven en sociedad y
destinados a hacer reinar el orden y la justicia en
las relaciones sociales. La sociedad se coloca así, por
consentimiento unánime, bajo la tutela de la
Ley, para que
ésta le proteja y le garantice sus derechos primordiales, entre
los que se encuentran la vida, la libertad, la
seguridad, la
honra, la propiedad,
el trabajo, el
descanso, la educación, una
familia, una
nacionalidad y
un ambiente
sano.
En desarrollo de
los Artículos 268 Numeral 7 de la Constitución Política,
Artículo 46 de la Ley 42 de 1993 y Artículo 20
Numeral 26 del Acuerdo Municipal No. 015 de Junio de 1993,
corresponde al Contralor de Bucaramanga, presentar al Honorable
Concejo Municipal el Informe Anual
sobre el Estado de
los Recursos
Naturales y del Ambiente durante la gestión
de la
Administración Central e Institutos Descentralizados,
correspondiente al año 2003.
Está dentro de las funciones de la
Contraloría Municipal: verificar la existencia de un
Sistema de
Gestión
Ambiental y la adecuada implementación de los
mecanismos y procedimientos
requeridos para tal fin. Vigilar que las diferentes entidades
estatales, y el Estado en su
conjunto, realicen sus actividades orientadas por la
búsqueda de un desarrollo
sostenible y contemplen dentro de sus actividades acciones de
prevención, mitigación, compensación o
sustitución de impactos ambientales, es decir que realicen
una adecuada gestión ambiental.
Cuando la Contraloría verifica que determinada
entidad no cumple con estas obligaciones,
procede a la aplicación del régimen de responsabilidad fiscal
pertinente. Vale la pena mencionar que la posibilidad de
establecer juicios de responsabilidad fiscal tiene claro
fundamento en el deterioro de bienes
públicos como son los componentes ambientales. Contrario
sensu, la ausencia de unidad de criterio en la normatividad y
parámetros de evaluación, han vuelto complejas las
labores de cuantificación, valoración,
restricciones y sanción a los responsables del deterioro
ambiental.
Para el Ente Fiscalizador constituye un hecho de vital
importancia hacer entrega del presente informe, dada la seriedad
y el compromiso que existe por parte del Cabildo Local, en asumir
la responsabilidad histórica de tomar los correctivos que
se requieren para la solución de estos problemas, que
comprometen el bienestar de las actuales y futuras generaciones,
para lograr una visión de largo plazo, que incluya temas
como la ciudad-región, el manejo del agua, los
cambios climáticos, la tenencia de la tierra, el
consenso interinstitucional y la resolución
de conflictos, sin que se afecten las libertades sustitutivas
e instrumentales del ser
humano.
RICARDO ARTURO ARIAS BELTRÁN
Contralor de Bucaramanga.
El Informe Ambiental de la Contraloría de Bucaramanga
es un instrumento de identificación y
caracterización de acciones que generan impacto
ambiental, para evaluar el cumplimiento de normatividad
vigente. El documento está estructurado en cinco
capítulos en los cuales se hace una descripción general de las principales
actividades de gestión ambiental ejecutadas por la
administración central e institutos
descentralizados, con los respectivos comentarios y
observaciones.
Sobre las políticas
establecidas en el Plan de
Desarrollo
En la ciudad no se han dado los suficientes esfuerzos en
estudiar nuestras debilidades y oportunidades, fortalezas y
amenazas, para concretar cual es la especificidad de Bucaramanga,
a los proyectos les ha
faltado mayor discusión de orden técnico y
concertación o legitimidad social. No se discute quienes
van a ser los verdaderos beneficiarios, o quienes se van a
perjudicar con determinado proyecto;
simplemente, hay que aprobar lo que se ha decidido…
El Municipio elaboró un POT al cual no se le ha hecho
suficiente seguimiento, ni los ajustes de orden técnico;
tampoco se volvió a citar al Consejo Consultivo. El POT
buscaba, no el ordenamiento físico sino el ordenamiento
económico del territorio; es decir, no el tipo de sociedad
o de ciudad que se quiere construir, sino el manejo normativo
rentístico y privatizador, que nos puede llevar a límites
insospechados. ¿Donde queda entonces la función
social y ecológica del espacio público?
En el tema del espacio público, tal vez el más
grande lunar lo constituye la forma como se otorgó un
contrato a 15
años a la Unión Temporal Ciudad Móvil para
entregar en concesión las zonas azules, con facultad para
instalar cepos, utilizar grúas y parqueaderos, hacer
comparendos y cobrar multas; contrato que sin mayor control se sigue
ejecutando en la ciudad, en detrimento económico del ente
descentralizado y de la población bumanguesa.
El municipio además de carecer de tierras para vivienda
nueva, tiene problemas de micro-zonificación
sísmica, dificultades de oferta de
suelo urbano;
sin embargo, las nuevas propuestas de renovación urbana
han sido desechas, tal vez porque los predios no pertenecen a
grandes urbanizadores. Tampoco se ha estructurado una
visión de ciudad-región, que permita proyectar a la
ciudad en una articulación horizontal y vertical, con los
distintos puntos cardinales de la geografía
nacional.
Y mientras se elaboran los estudios de vulnerabilidad, para la
identificación de zonas de alto, medio y bajo riesgo, el
déficit de vivienda nueva de interés
social superaba las 8.000 unidades, esto, sin tener en cuenta los
36.000 desplazados que han arribado al área metropolitana,
ni el incremento de niños y
niñas, habitantes de la calle que deambulan diariamente
por la ciudad. Para solucionar el problema del déficit
habitacional, la anterior administración adquirió un lote en
el municipio de Lebrija, pretendiendo trasladar el problema fuera
de la ciudad.
En materia de
educación
ambiental, se desarrollaron programas,
especialmente en reciclaje
(clasificación en la fuente), disminución de
basuras, cultura del
agua y modificación de los hábitos de consumo, pero
con proyectos que no tuvieron la suficiente consistencia y
continuidad.
Ante el inminente cierre del Relleno Sanitario Municipal por
parte de la CDMB, el Área Metropolitana de Bucaramanga
contrató con FONADE los estudios para la búsqueda
de alternativas y localización de un nuevo sitio para la
disposición final de basuras. Las principales acciones
realizadas por la EMAB en el Carrasco tienen que ver con la
construcción de un Centro de Acopio para el
almacenamiento de
materiales
reciclables, la Planta de Lixiviados, la canalización de
aguas lluvias, la construcción de drenajes y el control de
gases y
vectores.
La Compañía del Acueducto Metropolitano de
Bucaramanga se ha encargado del cuidado de los bosques y la
reforestación de las principales cuencas, ríos y
quebradas abastecedoras del mismo, así como el
establecimiento de viveros para la producción de plántulas, el banco de
microrisas, las limpias, replanteos y siembra de árboles, labores a cargo de la Coordinación de Recursos Naturales.
La Empresa
también hizo aprovechamiento, explotación y
renovación de bosques, especialmente de Pinus
Pátula y Ciprés. Maderas que fueron utilizadas en
el Parque del Agua, en las nuevas instalaciones del Acueducto y
para la venta al mercado local.
Actualmente la Compañía posee 12.000 has. de
bosques.
Por su parte, la CDMB ha cumplido funciones de
conservación de cuencas hidrográficas,
arborización, mantenimiento
de parques, construcción de barreras vivas con especies
ornamentales y protectoras, conservación de taludes y
empradización, especialmente de taludes localizados sobre
la autopista o en la escarpa de la meseta de Bucaramanga.
Así mismo, la CDMB ejecutó obras de control de
la erosión,
construcción y conservación de drenajes (incluidas
zonas de alto riesgo), limpieza de canales, manejo,
adquisición y el encerramiento de predios de su propiedad.
La CDMB presenta cierta discontinuidad ambiental con algunos
municipios estratégicos de la sub-región como son:
Santa Bárbara, la Mesa de los Santos y Sabana de Torres
parte baja, problema al cual debe buscársele
solución vía legislativa, o a través del
Ministerio del Medio Ambiente.
Por su parte, la EMAB desarrolló diversas actividades,
especialmente en la Zona del Carrasco, que tienen que ver con la
construcción de canales de aguas lluvias, control de
escorrentías, control de vectores, establecimiento de
filtros y una planta de tratamiento de líquidos
lixiviados, que cuenta con lagunas de estabilización,
homogenización y sedimentación, cuyos lodos se
envían al lecho de secado, proceso que se
realiza a cielo abierto.
La Secretaría de Salud y Ambiente
cumplió funciones de vigilancia epidemiológica y
control al manejo de residuos hospitalarios, con apego a la
normatividad vigente; control de vectores y, mediante muestra selectiva
realizó visitas de inspección a instituciones
públicas y privadas. Algunas de las situaciones observadas
se describen en el presente informe; sin embargo, no hay un plan
de seguimiento y control permanente.
De otra parte, la Secretaría de Gobierno
Municipal adelantó campañas para la
recuperación del espacio público,
reubicación y control a ventas
ambulantes, especialmente en la zona céntrica de la ciudad
y alrededor de las plazas de mercado, las comisiones generalmente
iban acompañadas por representantes de la
Personería Municipal y de la recién creada
Defensoría del Espacio Público.
La Secretaría de Infraestructura se dedicó
principalmente al mantenimiento y arreglo de vías,
trabajos que fueron realizados mediante la adición de
contratos con
firmas o personas previamente seleccionadas. Por falta de
planeación e inobservancia de normas
ambientales, en diversas ocasiones el Municipio fue objeto de
requerimientos y amonestaciones por parte de la CDMB.
La Secretaría de Infraestructura construyó
además los parques de los Barrios Monte Redondo y
Estoraques; y recibió Licencia Ambiental de la CDMB para
las obras del Parque San Pío y Ampliación de la
Carrera 33.
El Acueducto adelantó trabajos en la
reforestación de cuencas y preservación del sistema
hídrico. El tratamiento del agua se desarrolló sin
mayores contratiempos; no obstante, la pérdida de agua
siguió siendo alta, y según los usuarios, bastante
demorada en la capacidad de respuesta para la atención de contingencias.
El Acueducto Metropolitano se propuso realizar estudios de
exploración de aguas subterráneas, con el fin de
"evaluar las posibilidades acuíferas… y precisar el
modelo
hidrogeológico de la meseta de Bucaramanga". Para este
propósito se programaron perforaciones exploratorias de 4
pozos con profundidad de 250 m. dos de ellos para la investigación con recobro de núcleo
en diámetro de 4 pulgadas y ampliaciones hasta 12
pulgadas.
El proyecto de "Agua Potable
para Bucaramanga" (nuevos abastecimientos), obtuvo Licencia
Ambiental según Resolución 0960 de 9 de septiembre
de 2003, del Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial, y recursos de Cooperación línea BID
por 1.2 millones de dólares. Se establecieron las
estaciones de hidrometeorología para la realización
de actividades de climatología e hidrología, la
toma de información pluviométrica y de aforo
en las cuencas consideradas de interés para la
compañía.
En cuanto a la mitigación de impactos ambientales
producidos por la explotación de minas de oro en los
municipios de California y Vetas, y de pequeña minería en
la cuenca del río Suratá, existe un convenio de
Cooperación Técnica Colombo-Alemana cuya misión es
el mejoramiento de procesos para
la disminución de la cantidad global de mercurio y cianuro
utilizados en la extracción del oro; pero
simultáneamente, el Ministerio del Medio Ambiente le
otorgó licencia ambiental a la firma canadiense Grey Star,
para una nueva explotación aurífera a cielo abierto
en el Municipio de California.
La CDMB ha venido manejando las redes de Alcantarillado de
Bucaramanga, Girón y Piedecuesta, así como la PTAR
de Floridablanca; sin embargo, en razón a su
función como autoridad
ambiental y a que "el tratamiento de las aguas residuales
domésticas, por ser una actividad complementaria del
servicio
público de alcantarillado, es responsabilidad del
municipio" asumir su administración.
Corresponde al Concejo Municipal en esta transición
tomar las medidas para reglamentar la administración de
este servicio y blindar su manejo para evitar la enajenación o entrega en concesión,
en condiciones que puedan ser desfavorables para la entidad
territorial.
En la ciudad se han hecho ingentes esfuerzos por disminuir los
niveles de contaminación de las aguas servidas; a
pesar de ello la red sanitaria, según
datos globales
de la CDMB es del 19% y la red pluvial es tan sólo del
13%, que en últimas terminan siendo combinadas en los
colectores de la red matriz, a
donde se agregan las aguas de los sectores comercial e
industrial, contaminadas por residuos químicos de las
empresas que
no han asumido los nuevos procesos.
Aunque se tienen proyectadas plantas como PTAR
La Marino y PTAR Norte, la experiencia nos ha enseñado que
la inversión, los costos de
operación, el área requerida para el funcionamiento
de las mismas y el porcentaje de agua tratada, constituyen serias
limitaciones para que estos proyectos se puedan consolidar en el
mediano o corto plazo.
Además, porque la normatividad impide que los costos
del saneamiento básico puedan ser transferidos a los
usuarios del servicio público vía tarifas. La
única fuente de recursos para que los municipios
desarrollen medidas de mitigación la constituye,
además de aquellos de origen propio mediante
tasación predial, la destinación
específicífica de recursos de transferencias de la
nación,
los recursos no reembolsables del Fondo Nacional de
Regalías y la gestión de proyectos.
La CDMB lleva registros de
Control y de Contaminación Atmosférica, por
emisión de material particulado, liberado especialmente
por fuentes
móviles. La CDMB hizo monitoreo de calidad del
aire en distintos
puntos de la ciudad, para el manejo oportuno de situaciones que
pudieran representar peligro para la comunidad,
desarrollar políticas de control y educación
ambiental.
Los cerca de 150 mil vehículos que hoy ruedan por la
ciudad, han contribuido al incremento de la concentración
de gases en el aire y material particulado, óxidos de
nitrógeno, monóxido de carbono y
ruido, lo que
ha intensificando las condiciones extremas de
contaminación y estrés en
algunos sectores y puntos neurálgicos de la ciudad.
La Secretaría de Salud a través del Grupo
Ambiental y de Desarrollo Sostenible, realizó
campañas de prevención en convenio con la CDMB y la
Dirección de Tránsito, con el fin de
ejercer control sobre la
contaminación vehicular. Se constituyó el
Comité Interinstitucional, conformado por las dependencias
de Gobierno, Infraestructura, Planeación, Bomberos y
Tránsito, con el fin de desarrollar acciones tendientes a
ejercer control sobre la contaminación visual, despeje del
espacio público y control a la contaminación por
ruido.
Por su parte, la EMAB contrató con el Centro de
Estudios de Investigación Ambiental CEIAM de la UIS, la
elaboración de los estudios de intensidad y aceptabilidad
de olores generados en el Carrasco, bajo las condiciones
climáticas presentes en la zona de disposición
final de basuras, que va a permitir establecer el Índice
de Sociabilidad (IS), de los olores generados y la
dispersión de los mismos en el área de influencia.
Lo que exige la comunidad del entorno es que el aire que se
respire, además de no representar ningún peligro
para la salud, resulte fresco y agradable.
Pese a los controles realizados por la CDMB, sólo 5 de
las 30 ladrilleras que operan en el Área Metropolitana de
Bucaramanga cumplen con los requerimientos ambientales para su
funcionamiento. Las emisiones de humo se debe a que utilizan
generalmente carbón mineral, cuyo costo promedio es
de $60.000 tonelada; Aunque la solución es el coke, su
costo es de $390.000 tonelada, y el precio actual
del ladrillo por la parálisis de la construcción no
hace rentable su consumo.
Sobre la Normatividad
Ambiental Vigente
La Ley ha establecido claramente las asignaciones
presupuéstales para agua potable, saneamiento
básico y vivienda; además de la
reglamentación existente sobre los residuos
sólidos, el manejo del agua y vertimiento de residuos
líquidos, las emisiones atmosféricas y el ruido,
son componentes que deben reflejarse en los procesos
administrativos y de gestión ambiental.
En el Plan de Desarrollo de los años 2001-2003 se
relacionaron los componentes ambientales que a
continuación se detallan, destacando los principales
proyectos contenidos en el mismo. El reto del Plan se
cifró en lo social, entendido este como la
aspiración de alcanzar mejores índices de bienestar
para los habitantes de Bucaramanga.
El Plan proponía la construcción de una ciudad
con mejor calidad de
vida, favoreciendo la libertad y la diversidad cultural, y
ofreciendo opciones para la convivencia pacifica. El impulso de
estos proyectos generaría cultura ciudadana, competitividad
y un nuevo espacio público para la ciudad. El Plan se
consideraba como el pasaporte hacia el bienestar individual y
colectivo, para un mejor mañana.
La descripción que se hace en el presente informe,
permitirá a cada uno de Uds. juzgar si el reto, las
políticas y los proyectos se cumplieron, o por el
contrario, el Plan no paso de ser un documento más,
cargado de buenas intenciones.
Los dos grandes objetivos
eran: primero, fundamentar el desarrollo urbano y rural en la
productividad
ambiental protegiendo los recursos naturales, el paisaje, la
producción tradicional sostenible y las
características del hábitat
y; segundo, contribuir a la sostenibilidad del territorio,
facilitando el crecimiento y desarrollo de la ciudad y su
ruralidad, bajo criterios de sustentabilidad y sostenibilidad
ambiental, humana, económica y de equidad
social.
1. El municipio tendrá una malla ambiental de
áreas verdes y parques como elementos de la estructura
territorial.
2. El municipio liderará el ordenamiento ambiental
del entorno regional especialmente los ecosistemas
estratégicos y las cuencas hidrográficas.
3. Se propenderá por la mitigación de la
contaminación del agua, del suelo, del
aire, sonora y visual del territorio.
4. Se propenderá por un adecuado manejo de los
residuos sólidos y líquidos producto de
las actividades generadas en el sector urbano y rural.
5. Se promoverán acciones tendientes al uso eficiente
y ahorro del
agua así como la búsqueda de nuevos
abastecimientos, en torno a una
solución óptima del servicio de agua potable para
el Municipio.
El Municipio presupuestó en el rubro de Agua Potable y
Saneamiento Básico para el año 2001
$1.292’953.420; para el año 2002
$1.657’823.895 y para el año 2003
$1.690’980.373. En total fueron $4.641’757.689 para
el trienio 2001-2003.
Menos del 30% de la superficie de nuestro planeta es tierra. De
ella, no toda puede ser utilizada por los humanos, motivo por el
cual constituye un recurso natural valioso.
En consecuencia, es importante tener una visión
correcta del uso que le estamos dando a un espacio determinado y
de si éste es el más apropiado.
Existen hoy numerosos sistemas de
clasificación de usos del suelo: urbano urbanizable (apto
para ser urbanizado) y no urbanizable (espacios protegidos por su
valor
agrícola, pecuario, forestal, paisajístico,
histórico, cultural o para preservar su flora, fauna o el
equilibrio
ecológico). Éstos pueden ser representados y
monitorizados a una escala que
permita enjuiciar mejor la capacidad de la tierra, definida por
factores como el tipo de suelo, el microclima del área
considerada, la inclinación o la estabilidad del suelo,
que ayudan a decidir su uso adecuado.
La competencia por
el uso de la tierra es fuerte entre y dentro de las diferentes
funciones. Debido a ello viene, por un lado, la planificación zonal que obedece a una
diversidad de intereses y frecuentemente a decisiones formales
que gobiernan el conjunto de la estructura urbana; y por otro, el
crecimiento de las ciudades sujeto a presiones, sobre todo de
procesos expansivos y donde los conflictos en
el uso del suelo surgen entre las áreas urbanas y rurales,
y dentro de cada una de ellas.
La incorporación del concepto de uso a
la planeación y al diseño
de los mecanismos de control urbano tiende a confundirse y a
perderse en la necesidad de hacer atractivos los espacios de las
ciudades. Las contradicciones son a menudo absurdas si se observa
cómo las ciudades están reduciendo y regulando cada
vez más las libertades o posibilidades de crear nuevas
propuestas de uso que garanticen la optimización de estos
lugares.
Cuando se hacen nuevos usos de las ciudades, se crean a la par
relaciones de comunicación e interacción alrededor de dichos usos. La
vivencia y ocupación de los espacios es el resultado de
los diferentes tipos de relaciones que se establecen entre
quienes buscan puntos de la ciudad donde puedan sentirse
dueños de la misma y crear a su antojo esa ciudad
contenedora de historia y de imágenes;
y quienes las enriquecen desde la cultura y las vivencias, ya no
sólo como habitantes, sino de los usuarios de dichos
lugares.
El Estado, en vista de la necesidad creciente de espacios
públicos para los habitantes, debe acudir a nuevas
propuestas de uso de los espacios existentes. Es decir, que si
bien las personas no pueden hacer su voluntad, si pueden utilizar
y reutilizar espacios ya creados, con la claridad de que se deben
observar las normas establecidas para regular dichos espacios.
Sólo en esta medida se podrá concebir y acomodar a
partir de lo estatal, los espacios y su destinación.
El agua, cubre las tres cuartas partes de la superficie
terrestre, en forma de pantanos, lagos, ríos, mares y
océanos. Se considera el disolvente universal, es un
elemento esencial para la vida en el planeta y el único
que a temperaturas normales existe en los tres estados de la
materia: sólido, líquido y gas.
El agua es parte integrante de la mayoría de los seres
vivientes, tanto animales como
vegetales y está presente en cantidad de minerales; es
indispensable para toda una serie de usos humanos que comportan
un mayor bienestar, desde la salud y la alimentación, hasta
la industria y el
esparcimiento. El agua
constituye del 50 al 90% de la masa de los organismos vivos.
En sus funciones normales el cuerpo humano
pierde 2,4 litros de agua por día, que debe reponerlos
para el buen funcionamiento de su organismo. Se considera que una
persona puede
sobrevivir 40 días con sólo tomar 5 litros de agua
diariamente, pero la falta del agua por 3 o 4 días puede
provocarle serios problemas físicos y psíquicos, si
esta ausencia se prolonga por unos 15 días, sobreviene una
deshidratación fatal que detiene completamente el trabajo
celular y le lleva inevitablemente a la muerte.
El agua está también presente en la parte
superficial del suelo, al que se adhiere por acción
capilar a las partículas del mismo. En este estado se le
denomina agua ligada y tiene unas características
diferentes al agua libre. Por gravedad, el agua se acumula en los
intersticios de las rocas debajo de
la superficie terrestre formando depósitos de agua
subterránea que abastecen a pozos y manantiales, y
mantiene el flujo de algunos arroyos en los periodos de
sequía.
La contaminación de ríos y arroyos por
contaminantes químicos e incorporación de materias
extrañas se ha convertido en uno de los problemas
ambientales más graves y catastróficos de la
sociedad moderna. Desde hace tiempo se
conoce además, la peligrosidad de sustancias
inorgánicas como el cianuro, el mercurio, el
arsénico y el plomo. Hay que tener en cuenta que el agua
es un recurso limitado, No renovable, y por ello el hombre
está condenado a almacenar, bombear, reciclar o
desalinizar cada vez mayores cantidades de agua.
Vemos sólo estas cifras: El total de agua dulce en la
tierra es de 39 millones de km3.; de estos, el 74% se encuentran
en estado sólido en los casquetes polares; el 1.2%
corresponde a aguas subterráneas; el 1.2% a aguas
superficiales y sólo el 0.12% es apta para ser
potabilizada. Mientras que la población se
cuatriplicó en el último siglo, el consumo de agua
se multiplico por 9, el consumo agrícola por 19 y el
consumo industrial por 40. Cada año mueren unos 10
millones de personas en el mundo por beber agua contaminada, y se
calcula que un 80% de las dolencias y un 33% de las muertes se
deben a la crisis humana
de agua potable.
El aire es un componente natural para el desarrollo de vida en
la tierra, sin él no podrían existir en nuestro
planeta las plantas, los animales ni los seres humanos. La
contaminación del aire altera los elementos
que componen la atmósfera, afectando
el desarrollo de la vida, de nuestros ecosistemas y los del
entorno. La emisión de dióxido de azufre y de
óxidos de nitrógeno emitidos a la atmósfera
por las industrias y los
vehículos, origina la lluvia ácida de efectos
dañinos sobre el medio ambiente.
La actual mezcla de gases se ha desarrollado a lo largo de
4.500 millones de años. Se cree que casi todo el oxígeno
que en la actualidad se encuentra libre en el aire procede de la
combinación fotosintética de dióxido de
carbono y agua. Las actividades humanas están variando la
composición global de la atmósfera terrestre. Uno
de los principales impactos, debido al uso de combustibles
fósiles, ha sido el incremento de la concentración
de dióxido de carbono que está afectando el
clima
planetario a través del proceso conocido como efecto
invernadero.
Hay similar preocupación por el brusco aumento del
contenido de metano en la
atmósfera. Su concentración ha aumentado un 11%
desde 1978. La capa de ozono
se ha convertido en motivo de preocupación desde comienzos
de la década de 1970, cuando se descubrió que los
clorofluorocarbonos (CFC) estaban siendo vertidos a la
atmósfera en grandes cantidades a consecuencia de su
empleo como
refrigerantes y como propelentes en los aerosoles, produciendo
una disminución en la capa de ozono protectora del
planeta, lo que ha conducido a la paulatina supresión de
estos productos en
los países desarrollados.
La OMS en su reporte de salud mundial (Lancet 2002)
estimó que con los niveles actuales de
concentración en la atmósfera, la
contaminación ocasiona 35 mil muertes prematuras cada
año en América
Latina. La investigación durante las últimas
décadas ha encontrado una variedad de efectos de los
diferentes contaminantes, incluyendo impactos en los sistemas
respiratorio, neurológico y cardiaco; así como la
promoción de diferentes tipos de
cáncer. Algunos subgrupos (e.g ancianos, asmáticos,
niños, personas con enfermedades del corazón)
parecen estar en riesgo mucho mayor por su exposición
a la contaminación del aire.
Las nuevas
tecnologías, los convertidores catalíticos y
los filtros de partículas para diesel, así como la
eliminación del plomo en la gasolina y la reducción
del contenido de azufre en el diesel y la gasolina constituyen
avances significativos. En nuestro país, es imperativo la
mezcla de alcohol
carburante a partir del año 2005 y la modernización
de las refinerías; sin embargo, se requiere igualmente,
enfocar la atención a la renovación de motores y al
retiro de circulación o reemplazo de los vehículos
viejos, que permitan reducir las emisiones y la
contaminación del aire.
En Colombia la
reglamentación relacionada con la protección y el
manejo de los recursos naturales se expidió con la
promulgación en 1974 del Código
Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección
al Medio Ambiente.
Luego, la Constitución Política de 1991,
expedida bajo la influencia del derecho
internacional ambiental, constituyó un paso importante
en la actualización del marco legal colombiano y
consagró los derechos, obligaciones y deberes de los
ciudadanos en la protección de los recursos; así
como las acciones para lograrlo.
Posteriormente se expidió la Ley 99 de 1993 por la cual
se creó el Ministerio del Medio Ambiente de Vivienda y
Desarrollo Territorial, se organizó el Sistema Nacional
Ambiental SINA, y se establecieron los principios que
rigen el ejercicio de las funciones ambientales de las entidades
territoriales.
En el país también existe reglamentación
sobre el aprovechamiento del agua, vertimiento de residuos
líquidos, emisiones atmosféricas y ruido, y se han
establecido procedimientos
administrativos para el otorgamiento de Licencias Ambientales
y permisos para el aprovechamiento de los recursos naturales.
Por ejemplo, las normas de calidad del aire marcan los niveles
máximos de concentración que permiten garantizar la
salud
pública y controlar los niveles de emisión. En
ese sentido, se han establecido normas para limitar las emisiones
que producen las diferentes fuentes de contaminación.
Adicionalmente, diversas normas y desarrollos legislativos le
han asignado nuevas competencias a
las entidades y organismos de control, entre ellas el
Artículo 46 de la Ley 42 de 1993, de cuyo texto se
extrae:
"… La obligatoriedad para las entidades vigiladas de
incluir en todo proyecto de
inversión pública, convenio, contrato o
autorización de explotación de recursos, la
valoración en términos cuantitativos del
costo-beneficio sobre conservación, restauración,
sustitución, manejo en general de los recursos naturales y
degradación del medio ambiente, así como su
contabilización y el reporte oportuno a la
Contraloría".
Así mismo, el Artículo 1 Parágrafo 5 de
la Resolución Orgánica No. 05289 de Noviembre 27 de
2001 expedida por la Contraloría General de la
República, de cuyo texto se trascribe a
continuación:
"Las entidades de orden territorial, los organismos de control
fiscal de los distintos órdenes territoriales, los
departamentos, distritos y municipios están obligados a
presentar un informe sobre la gestión ambiental
territorial…"
Enviado por:
HUMBERTO VANEGAS ANGARITA
DICIEMBRE DE 2004