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La promoción humana a la luz de la "Gaudium et spes"




Enviado por Hugo Erazo



    1. Análisis de la
      realidad
    2. Juzgar a partir de la Palabra de
      Dios y la Doctrina de la Iglesia
    3. Compromiso
    4. Conclusión
    5. Bibliografía

    Introducción:

    Las perennes amenazas a la vida, a la persona humana,
    sobre todo de los débiles, los más pobres, de las
    que somos testigos en nuestro medio y las aterradoras estadísticas dicen que cada vez empeora
    más, esta situación es la que me ha llevado a
    reflexionar y profundizar en este tema que he titulado:
    "Promoción humana a la luz de la "Gaudium et Spes" lo he
    realizado con la metodología de la "acción
    católica": ver, juzgar y actuar, que es la misma
    metodología de la GS; empiezo analizando la realidad
    actual iluminado con los desequilibrios que nos presenta la GS;
    los contrastes entre las riquezas, poder
    económico de nuestro mundo y el hambre, la miseria, el
    analfabetismo,
    la falta de libertad, la
    esclavitud
    psicológica y social que hay en él; ante esta
    realidad me pregunto: ¿Qué se puede hacer por el
    ser humano y por este mundo? ¿Cómo podemos promover
    a la persona humana?.

    No tengo las soluciones
    pero sí creo que como cristianos tenemos que mirar con los
    ojos de Dios, obrar como Jesús, proclamando el mandamiento
    nuevo del amor y
    promover mediante la justicia y la
    paz el auténtico crecimiento del ser humano. "La
    promoción humana" es hacer pasar de condiciones de vida
    menos humanas a condiciones cada vez más humanas, creo que
    "la promoción humana" nos exige ser profetas, ser
    creativos en nuestro servicio
    solidario, ser capaces de encarnar la fe y el amor en
    sintonía con los signos de los
    tiempos: derechos y
    deberes humanos, ecología y tierra como
    don de Dios, empobrecimiento y solidaridad,
    trabajo
    humano, orden económico. "La promoción humana"
    también debe ser a la vez espiritual, personal y
    comunitaria.

    Espero que este trabajo monográfico nos ayude a
    despertar la conciencia ante
    la situación que estamos viviendo y nos comprometamos en
    la defensa de la vida y la promoción inalienable de la
    persona humana. El modelo de
    promoción humana es Jesús (el Buen Samaritano) que
    encarna la caridad y no sólo se conmueve, sino que se
    transforma en ayuda eficaz, su acción está movida
    por la dignidad de
    todo ser humano marginado, explotado, etc. Por eso la
    "promoción humana" ha de ser la línea de nuestra
    acción a favor del pobre de manera que respetemos su
    dignidad y le enseñemos a ayudarse a sí
    mismo.

    El Evangelio nos debe enseñar que ante las
    realidades que vivimos hoy en América
    Latina, no se puede amar de veras al herman@ y por lo tanto a
    Dios, sin comprometerse a nivel personal, en muchos casos incluso
    a nivel comunitario y a nivel de estructuras
    con el servicio y la promoción de grupos humanos y
    estratos sociales más desposeídos y
    humillados.

    La GS nos dice que hay que salvar a la persona humana y
    renovar la sociedad
    humana, por eso también esta Constitución pastoral es un buen ejemplo de
    referencia de la esperanza cristiana hacia la
    transformación del mundo, del cambio de las
    personas y de las estructuras. ¡Hay que creer en un
    hombre y
    mujer nuevos para
    una nueva sociedad.!

    I) CAPITULO
    PRIMERO: (Análisis de la realidad)

    1.1.- Breve historia de la Gaudium et
    Spes

    Setenta fueron los esquemas elaborados en la
    etapa preparatoria del concilio, pero por la similitud de muchos
    se redujo a dieciséis, la GS es uno de estos textos
    surgidos sobre la marcha de las tareas conciliares.

    El cardenal Suenens (primado belga) fue el primero en
    referirse a la conveniencia de un esquema que tratara de las
    relaciones de la Iglesia con el
    mundo, los cardenales Montini y Lecaro abundaron en las mismas
    ideas y el concilio las acogió complacido.

    Antecedentes

    Sin duda alguna esta Constitución es influenciada
    por la Encíclica Pacem in Terris por ejemplo en el
    párrafo
    36, sobre el valor de la
    creación y la finalidad de "un progreso universal en la
    libertad y sobre una justa distribución de los bienes entre
    los hombres"

    Juan XXIII escruta y contempla los signos de los
    tiempos, hace la "fenomenología de la paz". Su método no
    es deductivo sino inductivo, habla de lo que ha visto y
    descubierto, además su método va más
    allá es comparativo, pone los acontecimientos de la
    actualidad de cara a la Revelación cristiana y la
    tradición doctrinal o también a las
    enseñanzas de la Iglesia. Apenas esbozada en la Pacem
    in Terris,
    esta teología de los "signos de los
    tiempos", nacida del Evangelio, que Juan XXIII cita en este
    sentido, ha sido recogida y sintetizada con toda fuerza por la
    GS, que le da una importancia espiritual metodológicamente
    determinada.

    Además Juan XXIII había escrito en la
    Constitución apostólica Humanae Salutis que
    convocaba al Concilio: "se trataba de poner en contacto con las
    energía vivificantes y perennes del Evangelio al mundo
    moderno…sentimos el ingente deber de reunir a nuestros hij@s
    para dar a la Iglesia la posibilidad de contribuir más
    eficazmente a la solución de los problemas de
    la edad
    moderna."

    La Constitución pastoral GS sobre la Iglesia en
    el mundo actual es el más extenso de todos los documentos
    conciliares. Y uno de los más importantes; el Concilio sin
    el, le haría falta una pieza fundamental, clave para la
    acción pastoral de la Iglesia. En los día de su
    gestión
    el padre Congar llamó a este documento "la tierra
    prometida", pues era frecuente en los días del concilio
    remitir a este esquema los problemas difíciles e
    interesantes que iban surgiendo sobre la marcha de los debates,
    porque muchos pensaron que esta Constitución pastoral iba
    a dar respuesta a todos los problemas de la vida moderna,
    también dicho título de "tierra prometida" ha
    podido llevar a cierta desilusión a quienes esperaban de
    nuestro texto
    más de lo que podía dar. La GS dio mucho más
    de lo que podía esperarse de un documento totalmente en la
    historia de los concilios.

    Originalidad

    "Ningún Concilio había promulgado
    hasta el Vaticano II un documento semejante, por eso es que la GS
    es una gran novedad en la historia de la Iglesia; nuevo es su
    propósito, nuevo es su tema, su nombre es también
    nuevo, original en su estructura,
    dividida en dos partes: doctrinal y pastoral. En la primera parte
    de la GS se expone la doctrina del ser humano, del mundo y de su
    propia actitud entre
    ambos. En la segunda parte considera con mayor detenimiento
    diversos aspectos de la vida y de la sociedad actual,
    particularmente ciertas cuestiones y problemas que son más
    urgentes.

    Los destinatarios es toda la humanidad, no sólo
    está escrita para los hij@s de la Iglesia, sino para que
    la lean todos los católicos y no católicos, ateos;
    el nuevo quehacer de la Iglesia en el mundo actual, la
    salvación no ya de las almas, sino de todas las realidades
    humanas, la salvación del mundo.

    El tema del concilio es totalmente nuevo en la agenda de
    los concilios, ningún concilio, ni en los textos de los
    Papas se abordó los temas de nuestra constitución
    pastoral, ya que antes los concilio se centraba en el dogma,
    moral o
    disciplina de
    la Iglesia, en cambio la GS pone al ser humano en el centro de
    las consideraciones. .

    Pablo VI comentaba la originalidad de la
    GS:

    "La Iglesia del concilio se ha preocupado
    además de sí misma y de la relación que la
    une con Dios, del hombre tal cual hoy se presenta: vivo…
    fenoménico cubierto de todas las vestiduras de sus
    innumerables apariencias… se ha levantado al hambre
    trágico en sus propios dramas, el hombre
    super – hombre y mujer de ayer y de hoy, por lo mismo
    frágil y falso egoísta y feroz, el hombre
    descontento de sí, que ríe y que llora, el hombre
    versátil, el ser humano rígido, que se cultiva
    solamente en la realidad científica; el hombre tal cual
    es, que piensa, que ama, que trabaja, que está siempre a
    la expectativa de algo, el hombre sagrado por la inocencia de
    su infancia,
    por el misterio de su pobreza, por la
    piedad de su dolor, el hombre individualista y el hombre
    social, el hombre que alaba a los tiempos pasados y el hombre
    que sueña con el porvenir, el hombre pecador y el hombre
    santo… el Papa se dirige a los humanistas de hoy para
    decirles: Ustedes humanistas

    modernos , que renuncian a la trascendencia de las
    cosas supremas, confiéranle este mérito y
    reconozcan nuestro nuevo humanismo
    ¡También nosotros – y más que nadie- somos
    promotores del hombre!".

    Tentaciones de la Iglesia

    La Iglesia se siente tentada por estas dos
    posiciones extremas. Hay cristian@s que huyen del mundo y hay los
    que quieren dominarlo, hay épocas en las que prevalece
    aquel sentimiento de huida y otras en las que se muestra
    más activo el afán de dominio, en uno y
    en otro caso alegan motivos religiosos, los huidizos no creen en
    la posibilidad de salvar el mundo y se contentan con salvarse del
    mundo, los dominantes, por el contrario, alegan razones
    teológicas para legitimar su deseo de imponer sus ideas
    religiosas de desarrollo a
    las realidades humanas. Algunos acusaban a la GS y eran los
    cristianos "equivocados" que buscan la ciudad futura descuidando
    las tareas temporales, sin darse cuenta que la propia fe es un
    motivo que les obliga al más perfecto cumplimiento de
    todas ellas.

    1.2.- Signos de los
    Tiempos

    La atención constante a la historia y la
    relación del Evangelio con ella hacer surgir,
    teológicamente, el tema de "los signos de los
    tiempos".

    "Signos de los tiempos" es una expresión antigua; su
    origen evangélico remite a la necesidad que ha de tener el
    creyente de escrutar constantemente el mundo en que vive para
    poder comprender ante todo las expresiones positivas o negativas
    que se dan en él, verificar luego las orientaciones que
    asume y, finalmente, poder influir en él con la fuerza
    provocadora y renovadora del Evangelio.

    Recuperación de un término antiguo

    La expresión aparece por primera vez en (Mt. 16,3) y
    (Lc. 12, 54-56). Más allá de la autenticidad o no
    del texto, estamos frente a la dialéctica que opone
    continuamente Jesús a las exigencias de sus
    interlocutores: la necesidad de ver un signo como prueba de su
    divinidad. Recurriendo a un simple fenómeno
    meteorológico, los evangelistas (Mt. y Lc.) parecen
    insertar una explicación ulterior que intenta destacar
    tanto el carácter absurdo de la exigencia que
    presentan a Jesús los "fariseos y saduceos" como su
    incapacidad para saber reconocer en él al Mesías:
    "Por la tarde dicen: Hará buen tiempo, porque
    el cielo se enrojece. Y por la mañana: Mal tiempo, porque
    el cielo se enrojece con sombras. Saben interpretar el aspecto
    del cielo, ¿y no son capaces de interpretar las
    señales de los tiempos?". Se trata de una
    invitación a ser perspicaces, esto es a saber estar
    dispuestos a mirar en profundidad, lo más íntimo,
    la realidad, para poder así reconocer lo esencial.

    Se debe a la acción profética de Juan XXIII la
    recuperación del valor y del significado de esta
    categoría para la vida de la Iglesia y para la
    reflexión teológica. El sentido original del
    versículo de Mateo fue utilizado insistentemente por el
    pontífice con la intención de provocar a l@s
    cristian@s a saber mirar los cambios del mundo
    contemporáneo para poder anunciar de nuevo el Evangelio de
    Cristo de forma que pueda ser comprendido.

    En el documento de convocatoria del concilio Vaticano II,
    Humanae Salutis, fechado simbólicamente el 25 de
    diciembre de 1961 se dice textualmente: "Haciendo nuestra la
    recomendación de Jesús de saber distinguir los
    signos de los tiempos, creemos descubrir, en medio de tantas
    tinieblas numerosas señales
    que nos infunden esperanza sobre los destinos de la Iglesia y de
    la humanidad".

    Contra los "profetas de desventuras", siempre dispuestos a
    anuncias acontecimientos nefastos, como si el fin del mundo
    estuviera siempre acechando, Juan XXIII proponía el
    optimismo evangélico para saber responder a los momentos
    de crisis de la
    Iglesia y de la sociedad con una renovada fuerza espiritual capaz
    de reconocer las virtualidades presentes en los hombres y mujeres
    de buena voluntad y la acción constante del
    Espíritu.

    También Pablo VI empleó en su primera
    encíclica, Eclesiam suam. En este texto se advierte
    que hay que "estimular en la Iglesia la atención
    constantemente vigilante a los signos de los tiempos y la
    apertura continuamente joven que sepa verificarlo todo y quedarse
    con lo que es bueno".

    El concilio, con el nuevo clima que se
    estaba creando, especialmente en las relaciones Iglesia-mundo, no
    podía encontrar una solidaridad mayor con estos
    precedentes. En varias ocasiones aparece este término en
    los diversos documentos conciliares, hasta encontrar en la GS su
    formulación oficial. "Signos de los tiempos" puede ser
    considerada, en este horizonte, como una de las formulaciones
    más originales del concilio en su intención
    pastoral.

    En este punto resulta útil mencionar algunos
    textos explícitos en los que aparece esta
    expresión, ya que son fundamentales para la
    comprensión de esta categoría y constituyen unos
    puntos muy útiles de referencia para su interpretación teológica.

    a) "Como quiera que hoy, en muchas partes del mundo, por
    inspiración del Espíritu
    Santo, se hacen muchos esfuerzos con la oración, la
    palabra y la acción para llegar a aquella plenitud de
    unidad que Jesucristo quiere, este santo sínodo exhorta
    a todos los católicos a que reconociendo los signos
    de los tiempos,
    participen diligentemente en la labor
    ecuménica"

    b) "Saludando con alegría los venturosos signos
    de la época presente
    y denunciando con tristeza
    estos hechos deplorables el sagrado concilio exhorta a los
    católicos y ruega a todos los hombres y mujeres que
    consideren con suma atención cuán necesaria es la
    libertad religiosa sobre todo en la presente situación
    de la familia
    humana"

    c) "(Los presbíteros) oigan de buen grado a los
    laic@s, considerando fraternalmente sus deseos y reconociendo
    su experiencia y competencia en
    los diversos campos de la actividad humana, a fin de que
    juntamente con ellos, puedan conocer los signos de los
    tiempos
    "

    d) "Para cumplir esta misión,
    es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los
    signos de la época
    e interpretarlos a la luz del
    evangelio, de forma que, acomodándose a cada
    generación, pueda la Iglesia responder a los perennes
    interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida
    presente y de la vida futura y sobre la mutua relación
    de ambas, es necesario por ello conocer y comprender el mundo
    en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo
    dramático que con frecuencia le caracteriza"

    Tras estos textos explícitos vienen otros muchos textos
    del Concilio en donde es muy clara la referencia a los signos de
    los tiempos, aunque de forma implícita. Una breve ojeada a
    este punto podrá ayudar sucesivamente a la
    elaboración de una "teología de los signos de los
    tiempos" realizada por el Vaticano II.

    Hay dos párrafos de la GS especialmente importantes
    en este tema:

    "El pueblo de Dios movido por la fe, que le impulsa a
    creer que quien lo conduce es el Espíritu del
    Señor, que llena el universo,
    procura discernir en los acontecimientos, exigencias y
    deseos,
    de los cuales participa juntamente con sus
    contemporáneos, los signos verdaderos de la presencia o
    de los planes de Dios. La fe todo lo ilumina con nueva luz y
    manifiesta el plan divino
    sobre la entera vocación del hombre. Por ello orienta la
    mente hacia soluciones plenamente humanas"

    "Es propio de todo el pueblo de Dios, pero principalmente
    de los pastores y de los teólogos, auscultar,
    discernir e interpretar, con la ayuda del
    Espíritu Santo, las múltiples voces de nuestro
    tiempo
    y valorarlas a la luz de la palabra divina, a fin de
    que la verdad revelada pueda ser mejor percibida, mejor
    entendida y expresada en forma más adecuada"

    Como he dicho antes al considerar el impacto de la
    Encíclica Pacem in Terris, la novedad más
    notable de su metodología es el recurso a los "signos de
    los tiempos" Juan XXIII se contenta con enunciar este
    acercamiento a la realidad, simplemente poniéndolo en
    práctica. La GS ha elaborado la teoría.
    Pablo VI mostraba ya la originalidad de esta integración de los "signos de los tiempos"
    en la antropología de la GS; la describe como una
    interpretación teológica de la Historia
    contemporánea precisando que nos se trata solamente de una
    "lectura
    póstuma del pasado", sino de un esfuerzo para "descubrir
    en el tiempo los signos…, las indicaciones de una
    relación con el Reino de Dios".

    La teoría de "los signos de los tiempos" atañe a
    todos los hombres y mujeres de buena voluntad, no es un monopolio de
    los cristian@as subraya con insistencia todo lo que la Iglesia
    recibe del mundo; cómo ella reconoce y afirma la presencia
    del Espíritu Santo y de la gracia redentora en todos los
    hombres y mujeres y no solamente en los bautizad@s. Entonces el
    derecho y deber de todo hombre y de todos los hombres a ejercer
    este discernimiento entre los acontecimientos y el bien moral,
    conocido por su conciencia. Los cristian@s tienen sin embargo,
    algo específico que decir en orden a la
    interpretación y a la realización de la historia,
    deben interpretar la historia mediante "los signos de los
    tiempos" es decir preguntarse si los acontecimientos, las
    realizaciones, las corrientes de opinión que se abren
    paso, representan o no un enriquecimiento de esta naturaleza
    humana en constante perfeccionamiento, (v.gr. la naturaleza
    humana creada por Dios); los nuevos acontecimientos ¿son
    su imagen o su
    criatura? El método de los signos de los tiempos consiste
    primeramente en descubrir correspondencia y semejanzas,
    además corresponde preguntarse si el desarrollo de esta
    historia es conforme al designio del plan divino, a la historia
    santa, a la historia Bíblica y mesiánica, que se
    prolonga entre la resurrección de Cristo y su venida en la
    Parusía.

    La interpretación de los signos de los tiempos puede
    dar lugar a actitudes muy
    diversas, para los cristianos la tentación es identificar
    su propia interpretación cristiana de la Historia con la
    de Dios y la de toda la Iglesia, para no caer en esta
    tentación se debe hacer la interpretación sin
    sustituir a las instituciones
    de la sociedad civil…
    y por encima de sus propias particularidades. La proximidad de
    los signos de los tiempos debe conjugarse con "los hombres de
    buena voluntad"

    1.3.- Situaciones de pobreza e injusticia

    Las primeras palabras de la introducción a la GS, son una rotunda
    afirmación de simpatía con los hombres y mujeres y
    con todos sus problemas:

    "Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las
    angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los
    pobres y de cuentos
    sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias
    de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente
    humano que no encuentre eco en su corazón… La Iglesia se siente
    íntima y realmente solidaria del género
    humano y de su Historia"

    Riqueza y pobreza

    El rendimiento anual de la economía
    mundial creció, de $31 mil millones de dólares
    en 1990 a $42 mil millones en el 2000 (en 1950, el rendimiento
    mundial total había sido de $6.3 mil millones).
    Jamás se había producido tanta riqueza; pero
    jamás había estado tan mal
    distribuida

    El PIB mundial,
    se calcula hoy en US$25 billones, es el retrato de la brutal
    acumulación de riquezas en manos de pocos: los
    países del G-8. (Estados Unidos,
    Canadá, Inglaterra,
    Francia,
    Italia, Alemania,
    Japón y
    Rusia)
    detentan US$18 billones. Los $7 billones restantes deber ser
    repartidos entre más de 180 países!.

    Agrupando todos los países del mundo en cinco grupos
    iguales, según las riqueza que disponen se constata que el
    20% de los países más ricos posee una riqueza 150
    veces superiores al 20% de países más pobres. El
    promedio de ingreso de los 20 países más ricos es
    37 veces mayor que el de los 20 más pobres; una brecha que
    se ha duplicado en los últimos 40 años .

    El grupo de los
    países más indigentes comprende 24 naciones: 18
    países africanos además de Yemen,
    Afganistán, Bangladesh, Haití, Mongolia y
    República Popular Democrática de Corea.

    Tres ciudadanos estadounidenses –Bill Gates,
    Paul Allen y Warren Buffett- poseen, juntos, una fortuna superior
    al PIB de 42 naciones pobres, en las cuales viven 600 millones de
    habitantes! (Bill Gates ha creado recientemente una
    Fundación para combatir la pobreza,
    donando para ello $US24 millones de dólares).

    Las 356 personas más ricas del mundo disfrutan una
    riqueza que excede a la renta anual del 40% de la humanidad. Por
    eso, hay 204 millones de pobres y 90 millones de miserables en
    América
    Latina y en El Caribe, a los cuales se debe aumentar los bolsones
    de miseria que existen en varias partes del opulento Estados
    Unidos.

    Brecha creciente.

    "Nunca ha tenido la humanidad tanta abundancia de
    riquezas, posibilidades y poder económico y sin embargo
    todavía una enorme parte de la población mundial se ve afligida por el
    hambre y la miseria; es incalculable el número de los
    totalmente analfabetos. Jamás tuvieron los hombres un
    sentido tan agudo de la libertad como hoy y sin embargo surgen
    nuevos tipos de esclavitud social y psicológica"

    Si en 1960 la riqueza de los países del primer grupo
    era 30 veces superior al de los más pobres, en 1990 era de
    60 veces más. La diferencia pasó de $US1,864 a $US
    15,149 millardos. La proyección de esta tendencia para el
    2025 haría prever 2 mil millones de personas en extrema
    pobreza en el mundo. Cada año se transfieren US$150 mil
    millones del Sur al Norte, por medio de tres importantes
    mecanismos: los intereses de la deuda, el comercio exterior
    y la especulación financiera. ¿Quién ayuda a
    quién?.

    Desigualdad tecnológica:

    Las telecomunicaciones: El 60% de las personas
    actuales no han hechos nunca una llamada telefónica y 1/3
    de la humanidad vive sin electricidad

    Internet: El Internet es un
    gran motor de
    desarrollo: En el 2001 los usuarios fueron

    400 millones; en el 2005 podrán ser mil millones. Los
    gastos mundiales
    realizados en 1999 para la tecnología
    de la información fueron 2,200 millones de
    dólares. El 79% de los usuarios reside en los
    países ricos, mientras que solo el 0.4% de los habitantes
    del África tiene acceso a la red.

    El orden social… y su progresivo desarrollo en todo
    momento debe subordinarse al bien de la persona ya que el orden
    real debe someterse al orden personal y no al
    contrario"

    Subconsumo y derroche

    EEUU representa el 6% de la población mundial;
    pero consume el 48% de la riqueza total del planeta. La cuarta
    parte de la población del Norte consume el 70% de la
    energía mundial, el 75% de loa metales, el 85%
    de la madera y el
    60% de la comida.

    Los automóviles invaden el planeta, en el año
    2000 había 532 millones; esto condiciona un estilo
    sedentario de vida y mayor contaminación. 2.8 miles de millones de
    personal – casi la mitad de la población mundial
    – vive con menos de US$2.00 diarios y 1.2, con menos de un
    dólar. El 15% de la población mundial –la que
    vive en los países ricos – consume el 56% del total
    mundial; mientras que el 40% más pobre consume sólo
    el 11% del total (v.gr. África consume 20% menos de lo que
    hacía hace 25 años).

    Mientras que las clases medias y elevadas practican un
    consumismo derrochador, las mayorías no cubren sus
    necesidades fundamentales: 2.800 millones de personas sobreviven
    con menos de dos dólares diarios.

    ¿En qué se gasta el
    dinero?

    Cálculo del costo adicional
    que se requeriría para lograr el acceso universal a
    servicios
    sociales básicos en todos los países del mundo, en
    millones de dólares:

    Instrucción básica para todos 6,000
    Cosméticos en USA 8,000

    Agua para todos 9,000 Helados en Europa 11,000

    Salud Reproductiva 12,000 Perfumes en Europa y USA 12,000

    Salud y nutrición básicas a todos 13,000
    Mascotas en Europa y USA 17,000

    Cigarros en Europa 50,000 Alcohol en
    Europa 105,000

    Droga en el mundo 400,000 Armas en el mundo
    780,000

    1.4.- El grito de los pobres

    "Del fondo de nuestros corazones, nosotros, los pobres de
    América Latina y el Caribe, excluidos de la sociedad
    neoliberal, elevamos nuestras voces para expresar la perplejidad
    frente a la actual coyuntura internacional marcada por la
    desigualdad y por la injusticia.

    Somos todos pasajeros de la misma nave espacial llamada
    planeta Tierra. Sin embargo, como en las carabelas de los
    colonizadores y en los aviones trasatlánticos, viajamos en
    condiciones desiguales. Una minoría usufructúa, en
    primera clase, de
    tecnología
    de punta, como el Internet, de alimentación
    saludable, de medicina
    sofisticada y de acceso a la cultura. La
    mayoría –85% de la población mundial –
    se amontona en bolsones insalubres, amenazada por el hambre, por
    las enfermedades y
    por la violencia.

    Nuestro grito se yergue en contra de la
    globalización que, al favorecer a los pocos
    países metropolitanos, en detrimento de las naciones
    pobres, revela su carácter de verdadera
    globocolonización. El PIB mundial, calculado hoy USD 25
    billones, es el retrato de la brutal acumulación de la
    riqueza en manos de pocos: los países del G-8 (detentan 18
    billones de dólares. ¡Los 7 billones de
    dólares que restan deben ser repartidos entre más
    de 240 países!. Clama a los cielos constatar que apenas
    tres ciudadanos norteamericanos –Bill Gates, Paul Allen y
    Warren Buffett – poseen, juntos, una fortuna superior al PIB de
    42 naciones pobres, ¡en las cuales viven 600 millones de
    habitantes!.

    Hoy en América Latina y el Caribe, hay 204 millones de
    pobres y 90 millones de miserables. Son 192 millones de niños,
    de los cuales la muerte
    alcanza, cada años, a casi 500 mil, afectados por
    enfermedades prevenibles. Cerca de 14 millones de niños
    con menos de 5 años de edad sufren deficiencia de vitamina
    A. Cerca de 20 millones de niños menores de 15 años
    de edad trabajan en América Latina y el caribe. Muchos
    abandonan la escuela para
    ayudar en el presupuesto
    familiar, mientras otros asumen riesgos de
    vida en sus actividades profesionales.

    Casi 2 millones de latinoamericanos y caribeños
    están contaminados por el virus VIH. En las
    escuelas de enseñanza fundamental, la tasa media de
    repetición es del 30 %, sin contar que amplias capas de la
    población todavía son analfabetas, agravadas por el
    analfabetismo virtual, por no saber lidiar con los equipos
    electrónicos.

    Nuestro grito es de propuesta contra la economía neoliberal
    que, monitoreada por el FMI y por el
    Banco Mundial,
    reduce la democracia al
    mercado, la
    ciudadanía al consumismo, y viola la
    soberanía de nuestros Estados nacionales a
    través de la privatización de nuestras empresas
    estatales y públicas. En 1999, el desempleo se
    elevó a 8,7% en nuestro Continente , la tasa más
    alta de la década, mientras el salario real en
    la industria
    cayó, según la OIT, 0,9% en le primer semestre de
    1999, frente a igual periodo en el año.

    Se globaliza la pobreza y no el progreso; la dependencia y no
    la independencia;
    la competitividad
    y no la solidaridad. Mientras que las naciones ricas invierten en
    tropas y armas, anualmente, ¡800 millones de
    dólares! Nuestro grito interpela: si las naciones ricas
    quieren la paz, ¿por qué no suprimen sus recursos
    bélicos y cancelas las exportaciones de
    armas para el Tercer Mundo? Si quieren el fin de las drogas,
    ¿por qué no erradican los paraísos fiscales
    y prohíben que éter y la acetona se exporten de
    EE.UU. a Colombia?.
    Nuestro grito quiere hacer ver que América Latina no
    tenía deudas después de la Segunda Guerra
    Mundial. Hoy, debe casi billón de dólares. Por
    habitante, es la más alta deuda externa del
    mundo. Y en ninguna otra parte del mundo hay tanta deferencia
    entre los más ricos y los más pobres como en
    nuestro Continente.

    Nuestro grito denuncia la mentira de que el mercado neoliberal
    es igual para rodos.¿ Cuántas empresas y bancos del Primer
    Mundo hay en nuestros países? Y ¿cuántas
    empresas y bancos de nuestro países hay en le Primer
    Mundo? Para citar un ejemplo, Brasil, con 8,5
    millones de Kilómetros cuadrados y 167 millones de
    habitantes, en sus exportaciones en 1998 obtuvo cerca de 51 mil
    millones de dólares. Holanda, con 41,5 mil
    kilómetros cuadrados y 15,7 millones de habitantes, con o
    que exportó obtuvo 199 mil millones en el mismo
    año.

    Gritamos para denunciar: se quiebran las barreras comerciales
    de nuestras naciones y yerguen verdaderas murallas
    proteccionzotas en los países ricos, donde es cada vez
    más difícil la entrada de productos
    provenientes de neutras fuentes
    productoras. Nos imponen comprar lo que producen, pero se
    rehúsan a consumir lo que tenemos que ofrecer. En los
    países de OCDE, el club de los más ricos, el
    impuesto
    aduanero medio aplicado a las exportaciones de manufacturas de
    los países subdesarrollados es cuatro veces mayor que el
    aplicado a los miembros del club. Nosotros, del Sur, somos
    victimas del proteccionismo selectivo impuesto por el Norte.
    Gritamos por no soportar la asfixia de los exorbitantes precios que
    debemos pagar por los productos manufacturados, mientras los
    productos básicos producidos pos nuestros países,
    como el azúcar,
    el cacao, el café y
    otros similares tienen, hoy, un poder adquisitivo equivalente al
    20% de lo que tenían en 1960, y mal pagan los costos de
    producción.

    Nuestros países son víctimas del capital
    especulativo; del colonialismo cultural de los enlatados
    televisivos; de la intervención militar so pretexto de
    combate al narcotráfico. Nunca tuvimos, entre
    nosotros, tantos hambrientos y desempleados. En nuestras calles,
    niños y mendigos se disputan, como animales voraces,
    las latas de basura.
    Gritamos indignados contra la prepotencia del FMI que, de sus
    escritorios en Washington, nos impone políticas
    de ajustes fiscales, sin tener en cuenta la variedad de naciones
    y la especificidad de cada país, cortando inversiones
    sociales y multiplicando la miseria y la pobreza. Y
    ¿quién asume la responsabilidad cuando tales ajustes producen el
    caos y desestabilizan gobiernos como ocurrió en Ecuador,
    Argentina, Bolivia?.

    Nuestro grito se eleva a todos los que son sensibles a la
    solidaridad y osan abrazar la utopía de un mundo sin
    desigualdad, miseria y exclusión. Lo que queremos se
    resume en tres palabras, todas ellas hijas de la justicia: pan,
    placer y paz". Como el grito del salmista, lleguen a los
    oídos del Señor de la Justicia nuestros clamores,
    bajo las bendiciones de Nuestra señor de Guadalupe,
    patrona de América Latina, y de san Oscar Romero, que nos
    inspira en la indignación y en el coraje.

    "Se dice que hemos terminado el siglo más violento de
    la historia, pero creo que este siglo que empezamos será
    peor, al hablar de violencias, en seguida pensamos en las
    guerras, ya
    incontables, que han asolado países enteros y que han
    causado millones y millones de muertos. O nos referimos al
    terrorismo, a
    la delincuencia,
    o simplemente a los desagradables programas que nos
    suministra diariamente la
    televisión, sin duda el fenómeno más
    desolador del siglo pasado ha sido la violencia; pero cuando
    pensamos en este asunto, no deberíamos olvidar nunca lo
    más importante: la violencia más brutal, la
    más criminal, que se ha practicado y se sigue practicando
    (cada día más), no es la que se ha producido en las
    guerras (con ser tan espantosa). La violencia de peores
    consecuencias, en nuestro tiempo, es la que genera la
    economía, la que provoca el mercado, y el capitalismo
    neoliberal, tal como está organizado. Según las
    estimaciones más bajas, cada día mueren, en el
    mundo, 70.000 personas por causa de la desnutrición. Ninguna guerra que yo
    sepa, ha causado tantos muertos todos los días. Y los
    más asombroso que sabemos, con seguridad, que si
    ahora mismo se producirían alimentos para
    abastecer a la población mundial sobraría bastante,
    lo que ocurre es que por ejemplo en EE.UU. se gastan 60.000
    millones de dólares al año en productos de belleza.
    En Gran Bretaña, más de mil millones de libras se
    destinan a comida para animales de compañía. Lo
    más grave, es el hecho de que millones y millones de seres
    humanos que se ven abocados a la muerte y al
    exterminio; o por lo menos obligados a llevar una vida que no es
    digna de tal nombre"

    "La historia de Naboth sucedió hace mucho tiempo;
    pero se renueva todos los días. ¿Qué rico
    no ambiciona continuamente lo ajeno? ¿Cuál no
    pretende arrebatar al pobre su pequeña posesión e
    invadir la herencia de sus
    antepasados? ¿Quién se contenta con lo suyo?
    ¿Qué rico hay que al que no excite la codicia de
    la posesión vecina?. Así pues, no ha existido
    solo una Achab, sino que lo que es peor, todos los día
    nace de nuevo y nunca se extingue su semilla en este siglo. Si
    muere uno, renacen muchos; son más los que nacen para la
    rapiña que para la dádiva. Ni es Naboth el
    único pobre asesinado; todos los días se renueva
    su sacrificio, todos los días mata al pobre. Embargado
    por este miedo el pobre abandona sus tierra y emigra cargado
    con sus hijos, prenda de amor; le sigue su mujer llorosa, como
    si acompañara a su marido a la tumba. Es menos
    deplorable para ella asistir al entierro de los suyos; porque
    aunque perdiera la ayuda de su marido, este tendría un
    sepulcro, y aunque se quedara sin hijos, no lloraría su
    destierro ni estría afligida por el hambre de su tierna
    prole".

    La gravedad de este fenómeno progresivo y creciente,
    constituye, por supuesto, el hecho más preocupante, en
    nuestro tiempo, para cualquier persona que pretenda vivir con
    honestidad y
    coherencia.

    La Iglesia reconoce humildemente su propia limitación
    en lo temporal. Sabe que las relaciones terrenas tienen un valor
    en sí, independientemente del orden de la
    redención. El mundo goza de autonomía frente a lo
    religioso; pero a la vez invita a cambiar la situación en
    el mundo contemporáneo llenos de contradicciones y
    desequilibrios en el orden teórico y práctico,
    gravedad especial de las condiciones demográficas y
    económicas, contrastes entre grupos
    sociales y raciales.

    1.5.- La compasión que nace del amor divino como
    interiorización del sufrimiento del otro

    "…el Hijo de Dios, con su encarnación, se ha
    unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos
    de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con
    corazón de hombre…".

    El concilio se ha acercado al hombre y la mujer desde el
    amor, por esto ha podido atender al ser humano de nuestros
    días en toda su complejísima situación, casi
    cada página de la constitución pastoral da pruebas de
    este conocimiento
    amoroso, ningún hombre ha sido excluido, ni los ateos
    siquiera, ningún problema ha escapado a esa amorosa
    solidaridad.

    "No hay nadie en el género humano a quien no se
    deba amor, si no ya por mutua reciprocidad, sin embargo,
    sí por la participación de la común
    naturaleza"

    "Cómo sólo hay dos maneras de pecar contra
    el prójimo: una causándole daño
    y otra negándole ayuda cuando se le puede ayudar, y por
    ello los hombres son malos… el amor al prójimo es el
    principio del amor de Dios… sabemos que todo coopera a su
    bien para los que aman a Dios" (Rom. 8,28)

    La GS en el n. 22 dice que los avances se dan por el amor como
    motor de la historia, y en la verdad y caridad de los cristian@s,
    serán presagios de unidad y paz para el mundo entero.

    Por eso la compasión como programa mundial
    de cristianismo,
    exige un programa universal, no sólo para las religiones, sino incluso
    para toda la humanidad, la compasión no puede construirse
    en una consenso mínimo ético, que ponga de relieve
    algunas virtudes como obligatorias, pues probablemente con esto
    se esté socavando la idea de la libertad y reduce a
    migajas nuestro compromiso con los que sufren, la
    compasión nace del amor divino como una
    interiorización activa del sufrimiento del otro, es el
    monoteísmo que une el amor a Dios y el amor al
    prójimo, la compasión pensada como programa
    político, es en primer lugar ingrediente de un programa de
    paz, que junto al sufrimiento personal tiene en cuenta al
    sufrimiento del otro, del compañero de conflicto y
    ese sufrimiento se percibe y se integra en la memoria
    histórica, además la compasión es capaz de
    oponerse a la amnesia cultural y política, que "grita
    por la justicia" y se enfrenta al olvido político
    cultural, el universalismo de la compasión se basa en la
    universalidad del sufrimiento.

    "¿No advierten que llamamos humano lo que respira
    compasión y bondad, y calificamos de inhumano todo lo
    que lleve signo alguno de crueldad y dureza? ¿No es
    así que tomamos por distintivo del hombre la
    compasión y lo contrario el de la fiera? De ahí
    que digamos: pero ¿eso es un hombre o una fiera y un
    perro? Propio de los hombres es socorrer la pobreza, no
    aumentarla"

    Compasión quiere decir sentimiento conjunto,
    empatía, pero además es la donación
    misericordiosa de Dios al ser humano, y también del hombre
    hacia los demás, la compasión no es sólo un
    concepto
    barato de la tradición cristiana cuando se lleva al fondo
    de su historia semántica, porque compasión es
    también donación de Dios en la experiencia del
    Éxodo, es también la fe en la resurrección
    de cristo y esperanza en la resurrección, eso hace que la
    compasión provoque la única respuesta válida
    del hombre a los sufrientes del hombre, consiste sentir con los
    que sufren y participar de sus sufrimientos. Por ello es un
    elemento central el amor al prójimo; esta dimensión
    ética
    de la compasión es importante para todos.

    El prójimo y por lo mismo el aliado de aquello que nos
    compete, no es sólo aquel que nosotros vemos y admitimos
    como tal. El ámbito de lo que nos concierne y el
    tamaño de la responsabilidad es ilimitado. El criterio de
    medida es y será el sufrimiento ajeno tal como se ve en la
    historia de Jesús: un hombre caído entre los
    ladrones ante el cual sacerdotes y levitas pasan de largo por un
    interés
    superior. La forma más masiva del sufrimiento es hoy un
    sufrimiento ante la pobreza, la violencia e injusticia
    estructural que lenta y violentamente lleva a la muerte. Esta
    pobreza, o bien el recuerdo de Auschwitz, son "un paisaje de
    gritos" y esta experiencia es en la que se fundamenta la
    compasión. La entrega es un aspecto de la compasión
    como respuesta a la desesperación de los que sufren; el
    otro aspecto es el grito compasivo por la justicia, frente al
    mundo sufriente, la primera respuesta es la de la
    compasión que fuerza a terminar con el sufrimiento.

    La ortopraxis en sentido de implicarse en el sufrimiento del
    otro significa, en la misma línea que marca la
    teología de la liberación, la búsqueda de la
    justicia, una justicia que tiene su fundamento en la
    compasión. Esta compasión específica no se
    puede dar desde la superioridad, sino que exige una
    aceptación literal del otro, el cual no es solo el hombre
    y mujer que puede ser dañado en forma general; sino el ser
    humano concreto que
    yo encuentro herido, humillado y al que le han arrancado su
    felicidad. La compasión y el sufrimiento compartido, como
    resultado de nuestro análisis, es un sentimiento
    altruista, un sentimiento que reacciona ante el sufrimiento de
    otra persona con el deseo de alcanzar su bien.

    1.6.- Algunos signos de esperanza presentes en nuestro
    tiempo

    La actitud del Concilio ante las realidades terrenas
    alienta un optimismo franco y contagioso, no ignorando las muchas
    miserias y calamidades que se dan en nuestro presente, los padres
    no eran ilusos soñadores, sabían que el
    género humano en esta tierra gustará siempre de las
    alegría y tristezas, se moverá entre angustias y
    esperanzas, contabilizará éxitos y fracasos,
    vivirá una síntesis
    de miserias y fracasos.

    "El concilio, se ha detenido más en el aspecto
    dichoso del hombre más que en el desdichado. Su postura
    ha sido muy a conciencia optimista. Una corriente de afecto y
    de admiración se ha volcado del concilio hacia el mundo
    moderno. Ha reprobado los errores, sí porque lo exige no
    menos la caridad que la verdad; pero, para las personas,
    sólo invitación, respeto y
    amor. El Concilio ha enviado al mundo contemporáneo, en
    lugar de deprimentes diagnósticos, remedios alentadores;
    en vez de funestos presagios, mensajes de esperanza; sus
    valores no
    sólo han sido respetados, sino honrados; sostenidos sus
    incesantes esfuerzos, sus aspiraciones, purificadas y
    bendecidas".

    La profundización de la acción del
    Espíritu Santo en la Iglesia y en el mundo nos impulsa a
    prestar atención a los "signos de esperanza presentes en
    este último fin de siglo, a pesar de las sombras que con
    frecuencia los esconden a nuestros ojos". En efecto, es verdad
    que nuestro siglo está marcado por gravísimos
    crímenes contra el hombre y oscurecido por
    ideologías que no han favorecido el encuentro liberador
    con la verdad de Jesucristo ni la promoción integral del
    hombre. Sin embargo, también es verdad que el
    Espíritu de Dios, que "llena el universo", no
    ha cesado de sembrar abundantemente semillas de verdad, de amor y
    de vida en el corazón de los hombres y mujeres de nuestro
    tiempo. Esas semillas han producido frutos de progreso, de
    humanización y de civilización, que constituyen
    auténticos signos de esperanza para la humanidad en
    camino.

    "Los progresos realizados por la ciencia,
    por la técnica y sobre todo por la medicina al servicio de
    la vida humana"
    En efecto, no cabe duda de que la existencia
    humana en la tierra, a nivel personal y social, ha experimentado
    y sigue experimentado una notable mejoría gracias al
    extraordinario desarrollo científico. Sobre todo cuando
    respeta la promoción humana auténtica e integral,
    debe acogerse con gratitud, aunque, como es evidente, la ciencia y la
    técnica no basta para colmar las aspiraciones más
    profundas del y mujer (v. Gr. En el campo de las comunicaciones) si garantizan el pleno control
    democrático, y si se convierten en transmisores de valores
    auténticos, la humanidad podrá gozar de grandes
    beneficios y se sentirá una única gran familia.

    "Un sentido más vivo de responsabilidad en
    relación con el ambiente"

    Hoy la humanidad redescubre, también como reacción
    ante la explotación indiscriminada de los recursos
    naturales que a menudo ha acompañado el desarrollo
    industrial, el significado y el valor del ambiente como morada
    hospitalaria, donde está llamada a vivir. Las amenazas que
    ciernen sobre el futuro de la humanidad por no respetar los
    equilibrios del ecosistema,
    impulsan a las personas de cultura y d ciencia, así como a
    las autoridades componentes, a estudiar y poner en
    práctica diversas medidas y proyectos que no
    solo buscan limitar y aliviar los daños causados hasta el
    momento sino sobre todo lograr un desarrollo de la sociedad que
    respete y valore el ambiente natural.

    "Los esfuerzos por establecer la paz y la justicia donde
    hayan sido violadas, la voluntad de reconciliación y de
    solidaridad entre los diversos pueblos, en particular en la
    compleja relación entre el norte y el sur del mundo"

    En este siglo que recién hemos concluido se ha dado la
    inmensa tragedia de dos guerras mundiales y hoy siguen existiendo
    guerras y tensiones, que provocan como consecuencia gran
    sufrimiento par pueblos y naciones de todo el mundo.
    Además en este siglo, más que en ningún
    otro, masas enormes de personas, entre causas por perversos
    mecanismos de explotación, han vivido y siguen viviendo en
    condiciones indignas de la persona humana. También por
    esta razón, la conciencia humana, impulsada por la
    acción objetivo
    prioritario e irrenunciable. La conciencia advierte hoy como un
    crimen intolerable el que perduren condiciones de injusticia, de
    subdesarrollo
    y de violación de los derechos de la persona humana.
    Además, con razón se rechaza la guerra como medio
    para la solución de los conflictos.

    Pablo VI quiso señalar como meta, en el horizonte de la
    humanidad, una "civilización del amor" en la que se
    podrá alcanzar el ideal de una única familia humana
    en la que se respete la identidad de
    cada uno de sus miembros y se realice un intercambio
    recíproco de dones. Como nos recuerda el Concilio, el
    Verbo nos revela "que Dios es amor" y, al mismo tiempo, nos
    enseña que la ley fundamental
    de la perfección humana, y por ello de la
    transformación del mundo, es el mandamiento nuevo del
    amor. Así pues, a los que creen en la caridad divina les
    da la certeza de que el camino del amor está abierto a
    todos los seres humanos y de que no es inútil el esfuerzo
    por instaurar la fraternidad universal"

    II) CAPÍTULO
    SEGUNDO: (Juzgar a la luz de la Palabra de Dios y la doctrina de
    la Iglesia)

    2.1.- Dios como liberador y la acción liberadora del
    ser humano.

    La situación mundial tal como está en este
    momento, nos impone una nueva forma de pensar a Dios y de pensar
    en Dios; una nueva forma de comprender a Jesús y de leer
    su Evangelio. En definitiva, una nueva forma de interpretar y
    explicar la revelación que Dios nos ha comunicado en
    Jesucristo. Es verdad que la violencia, pobreza y sufrimientos
    son cosas que siempre han existido en el mundo y en la historia.
    Pero, en este nuevo milenio, esas cosas se están
    produciendo con dos características nuevas: en primer
    lugar, unas dimensiones de pobreza y sufrimiento que nunca se
    habían dado como ahora; en segundo lugar, un contraste, en
    la cara opuesta (los causantes, responsables de tal
    situación) que resulta, cada día más
    escandaloso por la acumulación de las riquezas, por el
    despilfarro consumista sin sentido que se da y sobre todo por la
    ignorancia (responsable) y la insensibilidad que, de hecho existe
    en quienes mueren (literalmente) a causa de la abundancia. Ahora
    bien, estando así las cosas si no pensamos a Dios, si no
    intentamos comprender el Evangelio desde el sufrimiento de las
    víctimas,
    se hace sencillamente imposible enterarnos
    de cómo es el Dios de nuestra fe. Y se hace también
    imposible enterarnos de cómo es el Dios de nuestra fe. Y
    se hace también imposible enterarnos de lo que nos quiere
    decir su mensaje.

    Por eso la teología no se puede seguir elaborando,
    sólo o principalmente, a partir de ideas, verdades
    absolutas, dogmas de fe, teorías
    teológicas, sino que ante todo, a partir de la
    vida,
    tal como la vida de los seres humanos está de
    hecho determinada y condicionada en nuestro tiempo: una vida
    desigual para unos y para otros; vida amenazada en millones de
    personas; vida carente de la más elemental dignidad en los
    excluidos de nuestra sociedad y vida también que se
    realiza en formas de deshumanización degradante en el caso
    de quienes (por acción o por omisión) somos
    responsables de lo que está ocurriendo. Esto no quiere
    decir que en el nuevo paradigma
    teológico
    que la teología prescinda de las
    verdades de fe o de los dogmas de la Iglesia. Significa que se
    tiene que leer e interpretar esas verdades y esos dogmas desde
    la solidaridad
    con las víctimas del "orden
    establecido", los débiles con los que se
    solidarizó Jesús; "lo débil del mundo", "lo
    plebeyo del mundo", "lo despreciado", "lo que no existe",
    aquí está el mérito y valor de la
    teología de la liberación, desde su mismo origen ha
    tenido la libertad y audacia de ponerse a pensar la fe desde
    los que están abajo en la historia
    y lo que esos
    teolog@s han dicho, es por una razón fundamental, la
    razón determinante de todo lo demás: ha sintonizado
    con la vida, las preocupaciones y las esperanzas de los que
    están abajo y cuando la sintonía humana va por
    ahí, eso por si solo genera libertad y audacia y la
    creatividad
    fuente del futuro. Una teología que asume como estructuras
    básicas, la vida, la libertad y la utopía, es una
    teología "parcial". Es decir, toma partido a favor de los
    que siempre han estado, están y estarán abajo en la
    sociedad. O sea, se pone de parte de "los últimos de la
    vida", lo cual no tiene su origen en las ideologías de
    izquierda de los dos últimos siglos. Tiene su origen en lo
    que, de hecho, fue la vida y el destino de Jesucristo en el que
    decimos que creemos los cristian@s.

    Sabemos por la fe, que la esperanza rebasa los límites de
    nuestra historia; pero sabemos igualmente que una esperanza, que
    no empieza por luchar por mejorar la historia, no es ni puede ser
    la esperanza que nos presenta el Evangelio cuando explica el
    proyecto del
    Reino de Dios. Por otra parte, lo más exigente y
    prometedor, que nos enseña el Evangelio sobre la
    utopía, es que la esperanza de un futuro mejor viene de
    los que están abajo en la historia.
    Por eso
    Jesús nos dice que no pongamos nuestra esperanza ni el
    progreso de la economía (los que dominan a los pueblos),
    ni en la fortaleza del poder (los que controlan a los pueblos).
    Jesús ve a la historia y el futuro de la humanidad desde
    un punto de vista que nos desubica a todos, sobre todo en este
    momento cuando los países ricos (dinero) y
    poderosos (política) se enseñorean sobre el resto
    de la humanidad , la masa inmensa de los excluidos.

    Dios sale en defensa de los pobres:

    "por la miseria de los desvalidos y el gemido de los
    pobres me levanteré ahora", dice el Señor (Sal
    11,6) ¿Quién no temerá al Señor que
    se levanta? Y en otro lugar: "Levántate Dios mío,
    álcese tu diestra, no te olvides de los pobres" (Sal
    9,53) Temamos ese alzamiento y no queramos ver levantada la
    mano de Dios sobre los que desobedecen y lo que es más
    grave, dejándose caer sobre los que se muestran duros
    con los pobres. Y: "No será siempre el olvido del pobre"
    y "sus ojos miran sobre el pobre (lo que es mejor y más
    importante que las cejas y sus cejas interrogan a los hijos de
    los hombres" (Sal 10,5); una inspección o mirada como si
    dijéramos menor y secundaria"

    El Evangelio nos enseña que paradójicamente, si
    hay esperanza en el futuro, tal esperanza viene precisamente de
    aquellos con los que ya no cuentan. Entonces lo más
    importante que tendría que hacer la Iglesia en su
    relación con los pobres, es antes que querer "ayudarles",
    ponerse a "escucharlos". Lo que, ante todo, tenemos que hacer es,
    más que evangelizar a los pobres, dejarnos evangelizar por
    ellos.

    2.2.- Promoción humana y salvación
    Cristiana

    Durante muchos siglos, la teología no se ha preocupado
    de la vida porque no se ha preocupado del problema de los pobres,
    Entre otras cosas, porque quienes han hecho la teología
    han sido (y seguimos siendo), por lo general, personas que
    tenían (y tenemos) esta vida asegurada.
    ¿Cómo podemos hablar del Dios de la vida en una
    situación de muerte, la muerte temprana e injusta que
    sufre la gran mayoría de los pobres? ¿Cómo
    vivimos el amor y la esperanza? ¿Qué entendemos por
    salvación cristiana ¿Qué significa la
    Iglesia, en este momento, para la vida que lleva la
    mayoría de la gente?, se podría seguir planteando
    preguntas, algunas seguramente más graves.

    Desde el final del Concilio Vaticano II, durante el cual la
    Iglesia se insertó especialmente por los problemas que
    afectan a la
    organización del mundo, se ha ido escrutando los
    signos de los tiempos e interpretando a la luz del Evangelio,
    v.gr. en la conferencia
    general de Medellín, 1968, la Iglesia oye el grito de los
    pobres y se hace intérprete de su angustia, igualmente la
    teología de la liberación permaneciendo en contacto
    estrecho con la vida cotidiana de las poblaciones víctimas
    de la miseria y con la tarea que la Iglesia debe llevar a cabo en
    esta coyuntura, su intención es la de hacer oír
    ampliamente el grito del herman@ pobre y sufriente, la queja que
    suscita el hambre, las enfermedades, la explotación
    injusta practicada con espíritu de lucro, el exilio
    forzado, la opresión. Condiciones inhumanas padecidas por
    los seres humanos que poseen exactamente lo que llevan sobre
    cuerpo, pasan la noche en la calle, en ella viven y en ella
    mueren, sin beneficiarse de la asistencia médica
    más elemental. Para el Cristiano(a) "iluminado" por el
    Evangelio, estos "signos de los tiempo" constituyen uno de los
    desafíos más provocadores. Incitan a desplegar, en
    nombre de la fe, todos los esfuerzos posibles para liberar a
    sus herman@s de su situación inhumana.
    Este
    interés hacia los miserables y esta alianza con los
    oprimidos encuentran expresiones particularmente sugestivas en
    las palabras bíblicas de justicia, liberación,
    esperanza, paz.

    Tomando la situación de la historia humana como un
    destino que es posible cambiar, Dios revela su misterio a
    través de los mismos acontecimientos, cuanto más
    penetra el cristian@ en las situaciones concretas y su evolución histórica, mejor responde
    a la Palabra de Dios, así se capta mejor la unidad
    profunda que une a la historia divina de la salvación
    realizada por Jesucristo a los esfuerzos desplegados a favor del
    bien del ser humano y de sus derechos; la fe cristiana, debe ser
    ante todo como una praxis
    histórica que cambia y renueva el orden social y
    político, ya que es precisamente allí en el mundo
    el lugar donde se desarrolla el designio divino de
    salvación.

    2.3.- Lo que el Antiguo y Nuevo Testamento dicen en
    relación a la salvación divina y la
    promoción humana.

    Se recurre casi siempre al relato del Éxodo, en
    efecto, la salida de Egipto es
    realmente el acontecimiento primero de la salvación en el
    Antiguo Testamento; es la liberación que redime de una
    dominación extranjera y de los trabajos forzados. En este
    liberación está ordenado el culto de la alianza que
    se celebró en el monte Sinaí.

    Los Salmos, igualmente, cuando hablan de miseria y de
    lamentaciones, de socorros y de acción de gracias, se
    expresan en fórmulas de plegarias que mencionan la
    Salvación religiosa y la "liberación". La estrechez
    no se identifica con una condición social de miseria sino
    también de la enemistad, la injusticia, del pecado y de
    aquello a lo que éste nos conduce: la muerte amenazadora y
    el vacío que esta representa.

    La Revelación Divina inspira a mejora las condiciones
    de la existencia humana, los profetas denuncian a las condiciones
    sociales v.gr. Amós y Oseas, reprochan con fuerza a sus
    contemporáneos la falta de solidaridad. Isaías
    designa muy especialmente, entre los seres humanos que reclaman
    protección a las viudas y a los huérfanos;
    además condena el acaparamiento de bienes en las manos de
    algunos. Isaías junto a los demás profetas exigen
    la actitud de la conversión interior y de la justicia,
    "dejen de hacer el mal. Aprendan a hacer el bien, busquen el
    derecho, socorran al oprimido,,sean justos con el
    huérfano, defiendan y consuelen a la viuda".

    Muchos salmos hablan explícitamente de Dios como
    liberador de los oprimidos y defensor de los pobres. Cuando
    libera al pueblo de Israel de la
    opresión, Dios exige de él que se prohíba a
    sí mismo de toda forma de opresión a los hombres.
    El Nuevo Testamento recoge elementos muy importantes del Antiguo,
    muestra que no hay verdadero cambio de la sociedad sin
    reconciliación del hombre con Dios y con los otros hombres
    y mujeres; la vida humana sólo puede conseguir una forma
    mejor de manera suficiente y constante si los seres humanos
    llegan a ser " criaturas nuevas" por la conversión y la
    justicia. Obligación de cuidar a los pobres y
    enfermos.

    El mensaje central de Jesús es el Reino de Dios y de
    vida
    . El Reino de Dios no es sólo un mensaje para la
    otra vida, sino que, además de eso y antes que eso, es un
    proyecto para "esta" vida que se consumará en la otra:
    cuando el Nuevo Testamento habla de la "vida", se trata siempre
    de la vida en relación al proyecto fundamental de Dios: su
    Reino, proyecto de vida, para vivir la vida y esta vida en
    plenitud, por eso el anuncio del Reino se presenta como Buena
    Noticia; porque la noticia que más interesa a la gente, es
    toda noticia que se refiere a la vida. Jesús no
    sólo anuncia el Reino con sus palabras, sino que, al mismo
    tiempo, aporta los signos de su presencia, que todos van al mismo
    sentido, el de la vida: curar, alimentar, consolar, perdonar
    liberar, es decir, todos los gestos de Jesús son para
    hacer vivir a la gente. Jesús a partir de su proyecto
    sobre el Reino de Dios, se solidarizó con cuatro grupos de
    personas, los enfermos, los pobres, los pecadores y las mujeres.
    Todas estas gentes eran marginales de aquella sociedad, de manera
    que el denominador común de todos ellos era "la
    debilidad", es decir personas en las que la vida se veía
    amenazada, disminuida, mutilada, de una manera u otra;
    físicamente en los enfermos, económicamente en los
    pobres, moralmente en los pecadores; socialmente en las mujeres.
    No hay duda alguna, lo determinante, para Jesús, es la
    defensa y la dignificación de la vida.

    Parábola del rico epulón y del pobre
    Lázaro en la que Jesús apuesta por la defensa de
    una vida digna.

    "… la igual dignidad de las personas exige que se
    llegue a una situación de vida más humana y
    más justa. Pues las excesivas desigualdades
    económicas y sociales entre los miembros o los pueblos
    de una única familia humana resultan escandalosas y se
    oponen a la justicia social, a la equidad, a
    la dignidad de la persona humana.."

    En la parábola del Buen Samaritano frente a la
    indeferencia por la protección de una vida en peligro, que
    se personaliza en los hombres de la religión (el Levita y
    el sacerdote) Jesús presenta como modelo al indeseable
    samaritano, que sólo tiene una cosa buena: ante el peligro
    de la muerte, "se le conmovieron las entrañas", es decir
    era un hombre al que le importaba en serio la vida, fuera de
    fuera, Jesús pone en el centro de su mensaje la vida,
    puesto que el centro de tal mensaje es el amor .

    2.4.-Relación entre la promoción humana y la
    salvación realizada por Dios

    La revelación con la que hemos sido gratificados
    en Cristo divide el curso ininterrumpido de la historia dela
    salvación en tiempo de promesa y tiempo de cumplimiento,
    por otro lado hay que admitir que las necesidades del ser humano
    no están reducidas solamente a las dificultades
    económicas y materiales,
    hay que tener presente la totalidad de lo que comporta su
    situación de peligro y de perdición.

    La constitución pastoral GS hace una distinción
    entre el crecimiento del reino de Dios y el progreso humano, "el
    servicio de los hombres sobre la tierra "prepara la materia de
    Reino celestial"
    Por lo tanto la misión de la Iglesia
    no es sólo anunciar el mensaje de Cristo y su Gracia a la
    humanidad, sino también impregnar y perfeccionar todo el
    orden temporal con espíritu evangélico; por eso
    podemos considerar a las luchas por la justicia como la
    participación en la transformación del mundo, "como
    un elemento constitutivo de la fe"; por una parte, la historia
    concreta es en cierto modo, el lugar donde el mundo se transforma
    hasta que toca el misterio de Dios.

    La Iglesia no puede jamás olvidar que vive
    constantemente en una especie de arena, donde estás en
    competición los candidatos al poder, donde el poder se
    ejerce efectivamente de tal o cual manera concreta, donde reinan
    las ideologías que allí se relacionan. En
    razón de su origen, de su carácter sobrenatural y
    de su misión religiosa, como también de la
    esperanza escatológica, de la Iglesia "no está
    ligada de una manera exclusiva e indisoluble a ninguna raza o
    nación,
    a ningún genero de vida
    particular, a ninguna costumbre reciente" . si el es necesario
    guardarse de estar comprometida en las intrigas de los que buscan
    el poder, no debe adoptar una actitud puramente "neutralista" e
    "indiferente" ni acantonarse en su reserva totalmente
    "apolítica". Pede llegar a incurrir en el reproche de
    complicidad si no denuncia la situación de los oprimidos,
    las victimas de las injusticias y más si encubre tal
    estado de cosas y se abstiene de tocarlo. Es solidaria de los
    pobres.

    Es preciso entender esté término en toda su
    aceptación , que comprende, por ejemplo a los hombres y
    mujeres afectados por la indigencia espiritual,
    psicológica o material. La asistencia eficaz que hay que
    asegurar a estos "pobres"es ciertamente, desde ka
    antigüedad, una de las tares principales de la Iglesia y de
    sus miembros: Pero hoy día su ejercicio ha llegado a ser
    el testimonio más esplendoroso de una fe viva y, para un
    gran número de personas ajenas a la Iglesia, un criterio
    inapreciable de su credibilidad.

    La iglesia toda: laicos, diáconos, sacerdotes, obispos,
    el Sumo pontífice; no tienen el derecho de callar en los
    casos en que son pisoteados la dignidad humana y los derechos
    elementales del ser humano; siendo así, la Iglesia, en su
    conjunto, está obligada a expresar su pensamiento
    sin tardanza y con vigor. En la Iglesia nadie habla por si solo,
    es necesario que todos oigan el grito de sus herman@s donde
    quiera que se encuentren, de todos lo que tratos injustos, son
    explotados por el sufrimiento, endurecidos por la pobreza y por
    el tormento del hambre.

    2.5.- Tierra y cielos nuevos (GSn. 39)

    La GS da el debido realce a la conexión
    existente entre nuestro esfuerzo y el más allá, la
    expresión "tierra nueva" además de ser tomada de la
    Biblia, expresa acertadamente la oposición entre la tierra
    presente y la futura.

    Que el mundo actual, tal como lo vemos ahora, sufrirá
    una transformación radical, es una persuasión que
    se remonta al los tiempos más lejanos; pero la
    cuestión que ahora se plantea es la siguiente: ¿
    Tiene el trabajo
    actual del hombre o mujer alguna relación con el cielo
    futuro?, el trabajo, o esfuerzo humano a través de la
    historia, ¿prepara de alguna manera la Jerusalén
    celestial? El progreso científico, la técnica y la
    producción, ¿mantiene alguna
    continuidad con la realidad postrera que seguirá a la
    parusía? Y, si la contestación a esta pregunta es
    afirmativa, surge una nueva cuestión: ¿De
    qué naturaleza es esta relación, preparación
    y continuidad?. ¡Realidad misteriosa la de este nuevo
    mundo, objeto de nuestra esperanza!; sin convertirnos en juguete
    de nuestra imaginación, bien podemos asegurar que el mundo
    futuro será mucho más maravilloso de lo que podamos
    soñar ahora.

    Para el cristian@, la dirección y meta de la historia son bien
    claras. La historia tendrá un fin, desembocando en la
    eternidad; también el mundo actual desembocará en
    el "mundo nuevo" en el que Dios será todo en todos;
    también el Cristian@ se pregunta en qué medida su
    acción actual contribuye a la edificación del mundo
    eterno, del paraíso trascendente que él espera.
    Este mundo futuro, ¿será el mismo mundo que
    nosotr@s hemos trabajado con nuestra manos? ¿No
    será un mundo totalmente distinto?.

    – Hay una concepción catastrófica del mundo,
    según la cual, nuevo significa renovación
    total; los que siguen esta línea defienden la tesis de una
    total discontinuidad entre el mundo actual, para estos las
    actividades temporales con las que la humanidad edifica
    técnicamente el mundo no tienen ninguna fuerza ni
    relación con el mundo futuro.

    – Una visión más optimista, donde el mundo
    futuro será fundamentalmente el mismo en el que ahora
    vivimos: sufrirá solamente una transformación que
    volverá a poner las cosas en el mismo orden que
    tenían antes de la caída y apoyándose en
    Rom. 8, 19-22 defienden la tesis de la continuidad y aceptan una
    contribución efectiva del trabajo humano en la
    elaboración del paraíso futuro.

    La Iglesia deja la libertad para escoger la que responda mejor
    a los propios sentimientos; sin embargo nos podemos preguntar si
    la visión optimista no tiene más probabilidad de
    ser verdadera; si por la fe sabemos de dónde viene el
    mundo, sabemos también a donde va; creación y
    escatología no pueden existir separadas una
    de la otra. En esta referencia al principio y término
    final de la creación, el trabajo alcanza todas sus
    dimensiones humanas y sobrenaturales.

    Toda historia del mundo está orientada hacia el retorno
    de Cristo, rey del universo; el hombre, mediante toda su vida y
    por lo tanto, también por su trabajo, prepara el
    advenimiento del mundo futuro sobre el cual reinará
    eternamente con Jesucristo, ya que cristo está en el
    principio y en el fin de los tiempos, es el Alfa y la Omega de la
    historia del universo con el vendrá el advenimiento de los
    cielos nuevos y de la tierra nueva que cante el libro del
    Apocalipsis.

    Esencialmente el reino de cristo es un reino espiritual:
    "Mi Reino no es de este mundo", sin embargo, la realeza de
    Cristo trasciende el orden espiritual. Como quiera que todo ha
    sido hecho por Él, en Él y con Él, Cristo es
    con pleno derecho de rey de la creación: la
    creación viene de Él, y Él la dirige hacia
    su término. Todo lo que brotó de las manos de Dios
    –nos dice la Escritura- es
    bueno. Además, la criatura suspira por la
    liberación; pero una auténtica liberación
    supone identidad entre aquello que en algún momento
    conoció la servidumbre y después pasó a
    gozar de la libertad. Finalmente, la concepción optimista
    parece armonizarse mejor con el plan de Dios.

    El número 39 de la GS subraya cierta continuidad entre
    nuestra tierra y la tierra nueva que empezará con la
    parusía. Así pues, para algunos, trabajar la
    tierra, pone al día todas las riquezas que Dios ha
    encerrado en ella, desarrollar las virtualidades del cosmos, todo
    esto es preparar el cielo nuevo y la tierra nueva. Sin embargo,
    el mundo no conseguirá esta renovación con sus
    propias fuerzas, ni con el progreso técnico de la
    humanidad. Será necesaria una intervención divina
    que purifique el mundo de la herrumbre y escoria que lleva
    consigo, y que lo transforme maravillosamente, elevándolo
    al orden sobrenatural.

    Gracias al trabajo del ser humano, la salud va triunfando sobre la
    enfermedad, la vida sobre la muerte, la verdad sobre el error, el
    bien sobre el mal… No cabe duda que el mundo, paso a paso, se
    va haciendo más apto para recibir la transformación
    de lo alto. "De nada sirve al hombre y mujer ganar todo el mundo
    si se pierden a sí mismos"; esta orientación hacia
    el futuro escatológico debe franquear los umbrales de la
    vida ética del hombre y mujer; debe penetrar a su
    conciencia apara animarle a la labor de la propia
    abnegación y para que, en el empleo de las
    energías terrenas a favor de la vida humana, tenga siempre
    presente y acaricie el deseo de que su esfuerzo, su trabajo y su
    actividad en general vayan éticamente orientados hacia el
    más allá; es decir de cara al más
    allá, en el plano ético tiene mucha importancia no
    sólo lo que se hace, sino también y sobre
    todo el cómo se hace (es decir, el amor con que se
    hace). Además de lo que quedaría de nuestros
    esfuerzos para el reino no será esencialmente su
    resultado, sino el amor que le habrá inspirado. Ese amor
    lo que da a nuestra actividad su verdadera grandeza en el orden
    sobrenatural.

    A nuestro parecer, los padres conciliares quieren evitar dos
    actitudes falsas:

    a) La de aquellos que centran toda su atención en lo
    que hace,
    prescindiendo o dando muy poca importancia al
    cómo lo hacen.

    b) La de aquellos que, por la esperanza de la tierra nueva, se
    olvidan o no toman con el suficiente interés las cosas de
    aquí abajo dando una valor muy secundario a lo que
    hacen,
    para centrar todo su interés en el
    cómo lo hacen.

    La búsqueda y esperanza del cielo no tienen
    ningún derecho a desviar la actividad humana de sus
    ocupaciones naturales ni a disminuir su interés por ellas.
    "En nombre de nuestra fe, tenemos el derecho y el deber de
    apasionarnos por las cosas de la tierra". "¡Hermanos,
    permanezcan fieles a la tierra!".

    III)
    CAPÍTULO TERCERO: (Compromiso)

    3.1.- Misión de los cristian@s en el mundo.

    "…Numerosos mártires dieron y dan un preclaro
    testimonio de esta fe. Fe que debe manifestar su fecundidad
    impregnando toda la vida de los creyentes, también la
    profana, e impulsándolos a la justicia y al amor, sobre
    todo con los necesitados…".

    La Iglesia, es la comunidad
    cristiana, integrada por hombres y mujeres que, reunidos en
    Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar
    hacia el Reino del Padre y han recibido la Buena Nueva de
    salvación para comunicarla a tod@s. El mundo es la entera
    familia humana, con el conjunto universal de las realidades entre
    las que ésta vive; el mundo, es teatro de la
    historia humana, con sus afanes, fracasos y victorias; es el
    mundo que los cristian@s creen fundado y conservado por el amor
    del creador, esclavizado bajo la servidumbre del pecado, pero
    liberado por Cristo, crucificado y resucitado, roto el poder del
    demonio, para que el mundo se transforme según el
    propósito divino y llegue a su consumación.

    Para el mundo actual, la mejor respuesta a aquella pregunta:
    Iglesia ¿qué dices de ti misma?, (decimos para
    el mundo),
    no para los que son miembros conscientes de la
    Iglesia, el mundo pregunta a la Iglesia:
    ¿quién eres?,
    carece en su mayor parte de esta
    fe y esperanza que todo ilumina. Su actitud, por lo general es,
    más bien de acuciante curiosidad natural. Tal vez, en
    ocasiones, de verdadero interés, no exento de
    admiración. Muchas veces, de escepticismo o –de lo
    que es peor- de crítica
    propensa a la polémica y al resentimiento y aún de
    abierta prevención y hostilidad.

    La Iglesia considera que puede responder a los deseos
    más profundos del ser humano, revelándole su
    último destino predicando la libertad, la dignidad de la
    conciencia y del derecho justo, no separado de la ley divina, en
    una falsa autonomía, sino inserto en el plano
    salvífico de Dios. La Iglesia exhorta a los cristian@s al
    cumplimiento de sus deberes temporales, advirtiéndoles que
    deben guiarse por el Evangelio; lamenta la conducta de
    aquell@s que se sumergen en los "negocios
    terrestres" sin referencia alguna a la vida cristiana. Los laic@s
    tiene el deber de dedicarse a las actividades temporales con
    competente dominio, respetando las leyes propias de
    las diferentes disciplinas y pidiendo a sus sacerdotes luz y
    fuerza moral, pero no necesariamente la solución concreta
    de los varios problemas temporales.

    Pablo VI, hablando al cuerpo diplomático acreditado
    ante la santa sede, se refirió a los Católicos
    que quieren de la Iglesias esta actitud:

    "Piensan que la fidelidad al deposito que ha recibido
    impone a la Iglesia una actitud de reserva, o incluso de
    condena al mundo moderno ¿No está toda la Iglesia
    encaminada hacia otro mundo, plenamente diferente de
    éste, el mundo del más allá, el mundo
    plenamente diferente a éste… el mundo de las almas de
    las realidades espirituales? ¿Qué importancia
    puede conceder a estos progresos técnicos, orgullo del
    hombre de hoy, a sus esfuerzos por explorar el cosmos… todo
    esto es lo "temporal", objeto de las investigaciones
    y de las disputas de los hij@s de los hombres. Si no llega a
    condenarlo y maldecirlo, que la Iglesia al menos se desinterese
    de ello, que se "desligue", como hoy se dice que permanezca en
    su campo: lo espiritual, lo espiritual puro".

    Pablo VI ha rechazado sin ninguna reserva estas dos posturas
    extremas y dice:

    "La Iglesia no puede hacer suya ninguna de estas
    dos actitudes extremas. No puede desinteresarse de lo
    temporal,
    porque lo temporal es la actividad de los hombres
    y mujeres y todo lo que concierne al ser humano concierne a la
    Iglesia. Una Iglesia desencarnada, alejada del mundo, retirada
    al desierto, no sería la Iglesia de Cristo, la Iglesia
    del Verbo Encarnado. Ella, por el contrario, se interesa muy de
    cerca por todo esfuerzo generoso que atienda a hacer avanzar a
    la humanidad, no solamente en su camino hacia el cielo, sino
    también en su búsqueda del bienestar, de la
    justicia, d e la paz y de la felicidad sobre la tierra. No
    puede, por otra parte, aprobar a los que pretenden conseguir
    este objetivo tan noble y tan legítimo por medio de la
    subversión violenta del derecho y del orden social… ya
    que las revolución entendida en el sentido de un
    cambio violento y brusco se ejerce desde siempre en algunos
    espíritus ávidos de lo absoluto, de soluciones
    rápidas, enérgicas y eficaces del problema
    social; ellos ven gustosos aquí la nunca vía que
    conduce a la justicia. En realidad, la acción
    revolucionaria engendra de ordinario todo un cortejo de
    injusticias y de sufrimientos, pues la violencia, una vez
    desencadenada se controla difícilmente, surtiendo sus
    efectos en las personas al mismo tiempo que en las estructuras,
    no es lo mismo a los ojos de la Iglesia la solución apta
    para remediar los males de la sociedad. Por lo tanto, ni
    indiferencia por el camino concreto de los hombres y mujeres de
    hoy, ni vinculación con la acción revolucionaria.
    A igual distancia de estos dos extremos, la actitud de la
    Iglesia ante el mundo moderno es la que ha definido ante
    nuestros ojos, a lo largo de los años de
    reflexión que estamos viviendo, el concilio Vaticano II,
    una actitud que puede resumirse en dos palabras: amor y
    servicio"

    3.2.- Respeto a la dignidad de la persona
    humana

    El Concilio reúne en tres grupos a la persona
    humana: atentamos contra la vida; contra la integridad de
    la persona humana . En el primero incluye a los
    homicidios de cualquier clase, genocidio, aborto, eutanasia y el
    mismo suicidio
    deliberado.
    Los atentados contra la dignidad de
    la persona humana citados por el concilio, son las
    mutilaciones, las torturas morales o físicas, los conatos
    sistemáticos para dominar la mente ajena.
    Pero el
    peligro más sutil está en el intento de
    justificación que para tales comportamientos puede querer
    buscarse precisamente en el bien común. Finalmente
    ofenden a la dignidad humana las condiciones
    infrahumanas de vida, las detenciones arbitrarias, las
    deportaciones, la esclavitud, la prostitución; también las
    condiciones laborales degradantes que reducen al operario al
    rango de mero instrumento d lucro, sin respeto a la libertad y
    ala responsabilidad de la persona humana
    . Es cierto el juicio
    sobre estas situaciones sociales: deshonran más a sus
    autores que a sus victimas.
    La dignidad humana radica en el
    espíritu en la libertad.

    La GS afirma recogiendo la enseñanza de la Sagrada
    Escritura, que "el ser humano fue creado a imagen de Dios, capaz
    de conocer y amar a su creador". Esta afirmación tan
    fundamental plantea que la dignidad del ser humano no sólo
    debe referirse a su origen, al hecho de ser obra del mismo Dios,
    sino a la vocación inscrita en su capacidad de conocer y
    amar a Dios y a sus semejantes.

    Si la defensa de la dignidad humana aparece
    históricamente como una progresivamente conquista de la
    humanidad, se debe principalmente a la acción de la
    Iglesia. Podrá ocurrir que la participación en esa
    conquista se realice algunas veces por cuenta de culturas o
    ideologías no cristianas. Sucederá incluso, en
    otras ocasiones, que ka conducta de ciertos más
    bien hayan servido, o sirvan todavía, de rémora
    justamente por el divorcio entre
    la fe y la vida diaria. El Concilio quiso provocar en todo pueblo
    de Dios una sincera y abierta "revisión de vida" ante el
    mundo entero como espectador y juez.

    "Clama sin cesar… dice el Señor al
    profeta, alza tu voz como trompeta y echa en cara mi pueblo sus
    iniquidades y sus pecados…día tras día me
    buscan y quieren saber mis caminos, como si fuera un pueblo que
    ama a la justicia, sin apartarse de la ley de su
    Dios…¿Saben que ayuno quiero yo? Dice el Señor
    Yavé: Romper: las ataduras de yugo; partir su pan con el
    hambriento, albergar al pobre sin abrigo, vestir al desnudo y
    no volver el rostro ante tu hermano… Entonces llamarás
    y Yavé te oirá; le invocarás y El te
    dirá: Heme aquí. Cuando quites de ti la
    opresión, el gesto amenazador y el hablar altanero,
    cuando des tu pan al hambriento y sacies el alma
    indigente brillará su luz en la oscuridad y tus
    tinieblas serán cual melodía".
    El Cristian@
    que falta a sus obligaciones
    temporales: falta sus deberes con el prójimo, falta,
    sobre todo a sus obligaciones para con Dios

    El Concilio inculca el respeto al hombre y al mujer, de
    forma que cada uno, sin excepción de nadie, debe
    considerarse al prójimo como "otro yo", es importante
    insistir que los humanos se tienen que amar; ya que la
    tentación de cada un@ es hacer su propia vida. Toda la
    sociedad ha de amar y ha de sentirse comprometida par acercarnos
    a todos y servirles con eficiencia cuando
    llegue el caso.

    IV)
    CONCLUSIÓN:

    ¿Cómo promover al ser humano a
    comienzos del siglo XXI?

    Ya he hablado de la urgencia de promover a todo
    ser humano (alma y cuerpo) para ello, creo que es conveniente
    hacerse la pregunta ¿Cómo es el ser humano de este
    nuevo siglo?.

    El mundo ha desarrollado mucho la ciencia (el
    saber
    ) y la técnica (el hacer) aunque no de
    modo general; pero ha olvidado un tercer elemento: la
    ética (hacer el bien). La cultura actual no tiene
    como fundamento la ética, ni la religión; hay
    que humanizar a la libertad humana,
    la cual no es infinita,
    sino responsable. El ser humano de hoy se encuentra degradado en
    cuanto a principios
    éticos (todo vale), los grandes pensadores,
    científicos, técnicos y políticos no son muy
    éticos.

    "El hombre de hoy está en vías de
    desarrollar más plenamente su personalidad
    y de descubrir y afirmar cada vez más sus
    derechos"

    La promoción human parte de los Derechos Humanos,
    entonces no existe otro camino para la promoción humana
    que el de la justicia y de modo eminente la justicia social,
    (expresión acuñada por Pío XII). La justicia
    implica reconocimiento de la dignidad y de los derechos humanos;
    sin embargo muchas veces ni siquiera se cumplen los Derechos
    Humanos, v.gr. La declaración de la ONU habla del
    derecho ala vida (art. 3), pero no de que este derecho pertenece
    al niñ@ desde su concepción. Tampoco condena la
    eutanasia; no explicita el derecho a la integridad física ni condena el
    genocidio.

    "… crece la conciencia de la excelsa dignidad que
    corresponde ala persona humana, ya que está por encima
    de todas cosas y sus derechos y deberes son universales e
    inviolables. Conviene pues, que se haga accesible al hombre
    todo lo que necesita para llevar una vida verdaderamente
    humana, como es: el alimento, el vestido, la vivienda, el
    derecho a elegir libremente un estado de vida y a formar una
    familia, a la
    educación, al trabajo, a la buena fama, al respeto,
    a una adecuada información, a actuar de acuerdo con la
    recta norma de su conciencia, a la protección de la vida
    privada y a la justa libertad, también en materia
    religiosa".

    Nuevos Desafíos:

    1.- El problema económico: Porque, ahora
    mismo, lo que decide la vida o muerte de muchos miles de
    personas, cada día, es la organización y el funcionamiento de la
    economía mundial (neoliberalismo), lo cual hace que la
    economía se concentre cada vez en menos personas y la
    distancia entre ricos es más asombrosa y la consecuencia
    inevitable, no ya la marginación de los marginados de
    siempre, sino sobre todo la exclusión y el exterminio de
    millones de seres humanos; por eso no queda otra cosa que la
    promoción humana y tomar enserio la fe Cristiana, sin
    tomar partido con el neoliberalismo económico, porque si
    este sistema no mata,
    por lo menos maltrata, envilece, humilla y degrada la vida hasta
    límites que ni imaginamos.

    "Se nos advierte que de nada sirve al hombre
    ganar todo el mundo si se pierde a sí
    mismo"

    2.- El problema ecológico: Es
    cuestión de vida o muerte, no se puede tomar postura a
    favor de la vida, o de la promoción humana, sin tomar
    postura a favor de la ecología. Es importante salvar la
    vida de las ballenas o de tales especies animales en peligro de
    extinción; pero más importante que eso es salvar la
    vida de millones de seres humanos que se mueren de hambre, bien
    dice Leonardo Boff "la ecología es el grito de la tierra";
    pero antes que eso, es el grito de los pobres. Es urgente superar
    el nuevo ecologismo proteccionista para pasar al ecologismo
    globalizador o ambientalista que cuestiona al actual modelo de
    desarrollo tecnológico, no centrado en el hombre, sino en
    el beneficio asimétrico de ciertos grupos políticos
    y financieros.

    3.- El problema legal:

    "… se ha de proteger la vida con el máximo
    cuidado desde la concepción; tanto el aborto como
    el infanticidio
    son crímenes nefastos"

    Tomar enserio la defensa de la vida, es por supuesto
    pronunciarse en contra del aborto; pero no solo eso,
    además de eso hay que pronunciarse en contra de la
    pena de muerte
    y en contra de la fabricación y el comercio de
    armamentos y en contra de los gobiernos que, como es sabido
    fabrican y venden armas a los países del tercer mundo.
    Tomar en serio la vida tendría que incluir denunciar
    abiertamente y oponerse abiertamente a los países que
    venden armas y son miembros del llamado "consejo de seguridad" de
    Naciones Unidas,
    si los que hacen posible a las guerras, son precisamente los
    encargados de evitarlas.

    4.- El problema social: Hablo del respeto a los
    derechos de las personas, de la igualdad real
    y efectiva de todos ante la ley, de la estima que toda persona
    (por el solo hechos de ser persona) merece, de la igual dignidad
    de todo ser humano, sea cual sea su sexo, el
    color de su
    piel, las
    ideas políticas que defiende, la nación
    a la que pertenece, la religión que profesa, el cargo que
    ocupa, la cultura que tiene, etc. Ya que todos tenemos derecho a
    vivir con dignidad.

    5.-El problema religioso: También las
    religiones han
    atentado y siguen atentando de muchas maneras contra la vida, con
    frecuencia ha ocurrido que quienes tenían (o tienen) poder
    en la institución religiosa, se han visto con derecho
    –y hasta se han sentido con el deber de imponer, a los que
    están abajo su poder, doctrinas, obligaciones y renuncias
    incluso al propio pensamiento; a veces se humilla a las personas
    y hasta se las priva de su felicidad o incluso de su
    dignidad.

    La promoción Humana no se agota en su
    realización terrenal; el plan definitivo de Dios sobre el
    ser humano, se cumplirá en el más allá. Toda
    la creación de Dios tiende a la plenitud
    escatológica y por consiguiente, toda promoción
    humana porque el fin último de todo lo creado es ser
    "nueva creación" "nuevos cielos y tierra nueva" (Is.
    67,17).

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    INTERNACIONAL,

    Documentos (1969-1985) Teología de la
    liberación

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    1978.

    CASTILLO, José María,

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    queda de la teología de la
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    Doctrina Social de la Iglesia quince claves para su
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    Spes"

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    CONCILIUM 292 En busca de valores
    Universales

    Navarra 2001.

    MAURIC ROY, Card.

    Los Cristianos al servicio de la
    justicia

    Madrid 1978.

    HUGO REYNALDO ERAZO ROJAS

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