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Origen guaran




Enviado por milevasa6



    1. Justificación
    2. Rasgos físicos de los
      guaraní
    3. Costumbres
    4. Lingüística
    5. Salud y vida de los
      guaraníes
    6. La medicina
      guaraní
    7. La alimentación
      guaraní
    8. La vivienda
      guaraní
    9. Organización social y
      política de los guaraní
    10. Economía
      guaraní
    11. Comercio: trueque –
      intercambio
    12. La religión
      guaraní
    13. Las etnias guaraníes y su
      ubicación geográfica
    14. Creencias y
      rituales
    15. Manifestaciones
      artísticas

    Diversas son las teorías
    que existen acerca del origen del
    hombre americano, y en particular de los Guarani. Una de
    ellas expresa que el hombre
    americano es socialmente heterogéneo. Provinieron de
    aquellos hombres de Asia, Australia y
    Malasia.
    El camino que utilizaron para sus grandes migraciones fue a
    través del Estrecho de Bering, en épocas de grandes
    glaciaciones, y tal vez otros caminos marítimos a
    través del Océano Pacifico.
    En el Paraguay,
    según las investigaciones
    de la Dra. Branislava Susnik, tres serían las corrientes
    migratorias, que establecieron sus reales orignes en estas
    tierras, en épocas precolombinas.
    La primera corriente migratoria llegada
    al Paraguay precolombino es la australoide , es
    decir, semejante a los primitivos habitantes del continente
    australiano. Físicamente, su estructura
    craneal era dolicocéfala (de cráneo muy oval o
    más largo que ancho); la pigmentación de su
    piel era
    bronceada, y su estatura era de la alta a la baja. Su cultura era
    parasitaria, pues se dedicaban a la recolección de
    productos de
    la naturaleza y a
    la caza inferior y superior.
    Las Parcialidades Indígenas descendientes de la corriente
    australoide, que en la actualidad viven en la Región
    Occidental de nuestro país, son: Choroti, Chulupi,
    Lengua, Tova,
    Angaite, Sanapana, Guana. Todos pertenecen a diversas Familias
    Lingüísticas.
    La segunda corriente migratoria llegada a
    nuestro país en la época precolombina, sería
    la protosiberiana , es decir, semejante a los
    primeros pobladores de la Siberia. Físicamente, su
    estructura craneana era dolicocefaloide, la pigmentación
    de su piel era oliva claro y su estatura era baja. Su cultura se
    caracterizaba por la utilización de instrumental de hueso.
    Se dedicaban a la pesca.
    Los actuales representantes de esta corriente en nuestro
    país, son los Chamakokos y los Moro, también
    ubicados en las Región Occidental del país.
    La tercera corriente migratoria es la llamada
    protomalaya o polinésica . Sus
    representantes tenían caracteres idénticos a los de
    los primeros pobladores del Sur de Asia y del Archipiélago
    Indonesio. Físicamente, su conformación craneana
    era braquicéfala (de cráneo casi redondo), sus
    caracteres netamente mongoloides; la pigmentación de su
    piel era amarillenta y su estatura era baja. Su cultura era
    agrícola y usaban instrumentos de piedra pulida y el hacha
    con mango.
    Los descendientes de esta corriente migratoria en el Paraguay
    actual, son en la Región Oriental los Mby'a, los Chiripa,
    los Pâi Tavyterâ, los Ache Guajaki; y en la
    Región Occidental los Guarajos y los Tapiete. Todas estas
    parcialidades pertenecen a la Familia
    Lingüística Guaraní.

    Según el Prof. Dr. Dionisio González
    Torres, los principales legados son: 1)El
    Idioma Guarani, con su enorme caudal léxico; y 2)Los
    conocimientos acerca de la naturaleza (flora y fauna, por
    ejemplo). Los Guarani fueron y son profundos conocedores del
    medio natural.

    Introducción

    A medida de que pasa el tiempo los
    diferentes descubrimiento apasionan mas al hombre , y mas
    cuando se trata de avances
    tecnológicos pero en realidad quizás uno de los
    mayores misterios es el saber de nuestro pasado en de cada cosa
    que algún día existió como forma de vida, es
    así el caso como la cultura guarani para muchos
    podría ser una de las tantas culturas indígenas
    latinoamericanas que mantuvieron asiento en sur América
    , pero cuando descubrimos poco a poco las características
    que identificaron a esta cultura guarani que habita en Paraguay
    pero que tiene descendencia en Bolivia y gran
    parte de los países vecinos encontramos una cultura pasiva
    y tolerante frente a la invasión española .donde de
    acuerdo a las crónicas e historiadores los jesuitas
    tuvieron un papel determinante en este asentamiento o comunidad
    indígena, es Ali como la evangelización
    llámese capuchinos , sacerdotes, redentoristas ,misioneros
    o y diferentes congregaciones religiosas tienen y aun forman
    parte de la historia guarani antes y
    después .

    Pero volviendo a razón por la cual los
    españoles no les fue de gran atractivo esta cultura es por
    que eran nómadas circunstancia que no les permitía
    mantener mayores riquezas materiales,
    pero en cambio
    conocían mucho de medicina,
    lugares y algunos metales que
    fueron de admiración por los españoles teniendo en
    cuenta la fundición y trabajo
    detallado que tenían los objetos que adornaban sus
    cuerpos.

    Con toda la historia y emancipación
    española en sur América , ligada al catolicismo y
    nuevas formas de vida esta cultura aun se mantiene y a sido
    ejemplo de firmeza ante costumbres de colonización tanto
    así que en el Paraguay la mayoría de la población habla el guaraní. Por eso,
    fue el primero de estos países que reconoció un
    idioma autóctono como lengua nacional en 1967 ; desde
    1992, es idioma oficial junto con el español.

    Es asi que en esta investigación encontraremos material de
    gran importancia para enseñanza y cultura personal e
    incluso descubriremos aportes desconocidos de una de las culturas
    amerindias que mantienen su nombre en la moneda oficial de su
    país y un lengua es una de las mas empleada por la
    población.

    Siendo este trabajo un medio para dar una justa interpretación a cada una de las
    características que pueden ser de importancia al reconocer
    esta comunidad indígena que como muchas han sido testigos
    de una barbarie emancipadora que trajo muerte temor y
    una nuevas generaciones basadas es vivencias que no son nuestras,
    pero que siguen latentes por los años y por la historia
    donde tendrán que seguir en una constante
    transformación de pensamientos y perpetuación de
    sus antepasados.

    JUSTIFICACIÓN

    Por varios años he escuchado acerca del paraguay
    y esta fue la mejor oprtunidad para conocer algo mas sobre este
    pais .Ya que muy poco o nada sabia pero en mi búsqueda de
    información sobre el paraguya encontre algo
    sobre la cultura guarni,que en muchas ocasiones habia escuchado
    pero nunca pense que se tratara de un grupo
    indígena ni tampoco que mantuvierna esas tradiciones de
    vida.

    De ahí surge este proceso de
    investigación que poco a poco apasionaba mi ansia de saber
    mas de los sobre esta cultura del Paraguay , que a pesar de ser
    es un país pequeño con una población
    estimada en 5.734.139 y con una extensión de 406.750
    km2 . a sabido mantener la mística y la
    influencia migratoria casi al limite de la aculturación
    ,muestra de ello
    es la lengua y moneda oficial que tiene como nombre guarani Eso
    quizás fue una de las razones por las que determine
    descubrir a este pequeño país , que alverga a la
    cultura guarani conocedora de sabiduría y conocimiento
    ancestral. Que como la mayoría de comunidades de Latinoamérica a sido golpeada por la
    discriminación y explotación pero se
    han en el ámbito social y político en busca de sus
    derechos..

    RASGOS
    FÍSICOS DE LOS GUARANI

    CARACTERÍSTICAS FÍSICAS: el físico
    de los guaraníes era armonioso y robusto. De
    estatura mediana, rostros ovalados, cabeza grande pelo oscuro y
    abundante

    La documentación histórica se refiere a
    algunos rasgos físicos de los guaraníes en
    general:
    La estatura es poco elevada, raramente pasaba de 1,62 mts.
    Las mujeres por lo general son más pequeñas. Su
    talla media es de 1,50 mts.
    La forma del cuerpo es maciza, hombros anchos, caderas gruesas,
    manos y pies pequeños.
    La cabeza es redonda, Rostro casi circular, nariz corta, boca
    mediana, labios bastante finos, ojos pequeños y
    expresivos.

    COSTUMBRES

    El nacimiento. Cuando nace un
    niño la madre es quien lo acompaña durante los
    primeros años, en forma más directa que el padre,
    quién por su mismo rol socio-económico de cazador
    se mantenía alguna parte del tiempo ausente, sobre todo si
    se trataba de cacerías colectivas de venados o
    pecaríes. Ocasionalmente, cuando el grupo debía
    desplazarse a un ritmo más acelerado, el padre
    quién solía portar al niño sobre sus hombros
    y llevarlos –en caso de no haberse establecido el grupo en
    un lugar determinado– a perseguir con él a las
    presas y sólo dejarlo con su madre al divisar huellas o
    cualquier otro rastro que indique la presencia de algún
    animal.
    Generalmente la madre amamantaba al niño cada vez que
    éste se lamentaba, y lo hacia hasta que el mismo se
    tornaba relativamente grande (tres o cuatro años): No era
    extraño así observar amamantar a una madre a dos o
    más de sus hijos e inclusive a un pecarí o
    coatí, que criaban como mascota y a los que alimentaban
    como si formaran verdaderamente parte de la familia. Si por
    alguna razón la madre no quería amamantar a su
    niño, se colocaba en los pezones cera negra; en tal caso
    solía dársele la pechuga de algún ave, sin
    cocerla, para que el niño la succione.
    Los dientes de los jakare que lograban capturar sus
    padres, eran agujereados y ensartados a un cordoncito de fibra de
    ortiga brava y enlazados al cuello de los niños.
    No como un simple elemento ornamentativo sino que
    fundamentalmente como sinónimo de la capacidad de
    cazadores de sus padres. Era también común entre
    los niños la utilización de collares de penes de
    armadillos. Los collares indican en los niños el prestigio
    social de sus padres, prestigio que en cierta medida se lo
    atribuían como propio, especialmente durante sus juegos de
    cacerías en los que solían narrar las
    hazañas de sus padres como de ellos mismos e imitarlas a
    semejanza de lo que habían oído.
    El asiento de fogones. El fuego era y sigue
    siendo el sitio de las reuniones familiares. En torno a
    él, los niños aprendían –a
    través de las conversaciones– las experiencias de
    los mayores, los mitos. El
    momento de ingerir las presas se tornaba en un encuentro entre
    padres e hijos, como lo era la hora de dormir en la que se
    colocaban unos sobre otros a un lado del fuego, como para lograr
    calentarse y brindarse mútuamente con sus cuerpos una
    temperatura
    agradable.
    El niño aprendía a través de estos hechos,
    más que a dialogar a escuchar a sus padres y familiares, a
    compartir el alimento, y el lecho, pues generalmente todos
    comían de una misma porción que se iban pasando de
    uno en uno, aunque a veces la madre o el padre extraía
    pequeños trozos para los niños, sobre todo si estos
    eran aun relativamente pequeños. Igualmente el lecho
    constituía un elemento compartido, generalmente se daba a
    los niños el lugar más próximo al fuego,
    pero aún así estos debían cambiarse con
    cierta frecuencia de posición para que los que
    dormían junto a ellos puedan acomodarse con cierta
    libertad.
    La hora de acostarse, constituían el momento apropiado
    para extraerse las espinas o astillas y para que los niños
    procedan a sacar a sus mayores las garrapatas o piojos que se
    desarrollan en las partes genitales o las axilas. En el asiento
    de fogones los niños asimilaban de sus padres las reglas
    de los cánticos que expresaban lamentaciones,
    hazañas o deseos, aún que recién empezaban a
    entonarlos una vez llegados a la adolescencia,
    ello sin embargo no implicaba que estos canten a semejanza de sus
    mayores o que ejecuten algún instrumento musical con el
    simple fin de diversión.
    La educación
    sexual.
    Los padres Ache-Guayaki practican el acto
    sexual, que era sinónimo "de fechar" delante de sus hijos
    puesto que para ellos una forma de iniciarlos y desarrollar la
    psico-sexualidad de
    los infantiles. El niño descubría así parte
    de su origen, ya que según las tradiciones la otra parte
    era de origen animal, de la presa capturada por el padre y
    sustanciada por la madre en su estado de
    preñez. Era precisamente el nombre de esta presa el que
    llevaba el niño. Cuando los infantes veían copular
    a los animales los
    observaban detenidamente y comentaban con sus semejantes muchas
    veces en tono irónico la relación de
    gestación en su más amplio contexto natural.
    Entre los Guayaki del Yñarô, que practicaban la
    poliandria, es de decir la unión de una mujer con varios
    hombres; estos según el prestigio que gozaban ante su
    mujer ocupaban una determinada posición en el lecho y
    según las posiciones se les aplicaban apelativos que
    definían el grado de su potencialidad
    socio-económica. Los maridos debían ocuparse sin
    excepción de todos los hijos de su mujer.
    Las relaciones de los adultos homosexuales o cazadores fracasados
    eran en cierta medida –los encargados del cuidados de los
    infantes- junto con las madres de éstos y de realizar todo
    tipo de labores domésticas como confeccionar cestos,
    fabricación de cerámicas o recolección de
    frutos o tubérculos

    LUINGUISTICA

    LENGUAJE: se distinguían tres grupos con
    características dialectales;

    1.- El amazónico que habla de ñe
    engatú ( lengua hermosa o pulida ).

    2.- El Tupí o Tupinambá ( guaraní
    de la costa atlántica ).

    3.- El grupo caracterizado por hablar el
    avañe-é (lengua del hombre ), que comprende los
    dialectos del Paraguay, Bolivia, Argentina y sur de Brasil,
    emparentados entre sí.

    Un ejemplo viviente son las
    inscripciones del Cerro Polilla (Yvytyrusu, Guaira).
    Un
    rstudio nuestra la probable manifestación gráfica
    de los Guarani son las inscripciones que existen en algunos
    tramos de la Cordillera del Yvytyrusu. Inscripciones que ya
    fueron analizadas por varios especialistas, entre ellos, el
    señor Nicolás Deyón, docente
    holandés, quien luego de sus estudios que dichas
    inscripciones no son rúnicas (es decir de los vikingos),
    sino púnicas (es decir de los cartagineses).
    En efecto, una parte del informe de
    Deyón dice que cerca de 10 kilómetros detrás
    de Villarrica en las montañas del Yvytyrusu está el
    Cerro Polilla, cercano a un campo militar, en el terreno de un
    señor de apellido Fernandez existe una pared blanca con
    dibujos y
    letras o petroglyfos llamados los doce alfabetos del
    Yvytyrusu.
    De los doce, el Nº 10 es realmente un
    alfabeto, leyendo desde abajo, de derecha a izquierda.
    Afirma
    Deyón que la
    secuencia es hebrea: vocales dobles, vocales, y A B G D H
    V Z I Q J L M N S P T
    . La mayoría de las letras
    son de origen púnico de Cartago, con alguna influencia
    Romana y un fuerte parecido con el Rúnico de los
    Nórdicos.

    SALUD Y VIDA DE LOS
    GUARANIES

    Según el eminente Dr. Moisés Bertoni, en
    su monumental obra "La civilización Guarani",
    ningún pueblo en el mundo ha sabido resolver como el
    Guarani las cuestiones referentes a la higiene, y con un
    resultado tan brillante. Tampoco hubo, ni existe actualmente
    pueblo cuya higiene práctica y popular esté en todo
    tan de acuerdo con los más recientes progresos de la ciencia,
    como los pueblos genuinamente Guarani. Y hay aun más: Los
    Guarani pretendieron o intentaron resolver ciertos problemas que
    la ciencia no
    abordó todavía por su gravedad o por las
    dificultades que se oponen.

    La extraordinaria longevidad de los Guarani, es
    seguramente la circunstancia que más claramente pone de
    manifiesto la excelencia de su higiene. La sobriedad es
    condición necesaria para una prolongada longevidad. Los
    Guarani puros fueron dueños de una notable salud mental,
    mantuvieron el ánimo sereno y tranquilo y conocieron la
    alegría de vivir. La vida feliz que todavía
    llevaban hace poco, es la prueba. Ahora bien, hablando de
    verdaderos Guarani, ellos nunca cometen excesos, ni en el comer
    ni en el beber. Thevet escribía "nunca comen fruta
    alterada, ni que no esté bien madura, ni comida que no
    esté bien cocida". Su sobriedad no se limitaba al comer
    poco o comedidamente. Se esmeraban también en combatir el
    vicio de la gula.
    Ayunaban obligatoriamente en muchas ocasiones, según
    Bertoni. Tal costumbre siempre fue general, desde las Antillas y
    Guayanas hasta el Sur. Aunque los motivos pudieran variar, el
    ayuno Guarani representaba una verdadera institución. Se
    ayunaba y aun se ayuna por diversas causas: ayunos
    místicos, ayunos medicinales, ayunos de educación de la
    voluntad, y otros eventuales. Lo consideran como un ejercicio
    necesario de tiempo en tiempo, y sacan motivo de orgullo en no
    ser esclavos del comer. Los ayunos místicos siempre fueron
    frecuentes. Así ayuna el avare, o karaiva, o paje, antes
    de intentar una de sus evocaciones y aun para la
    preparación de ciertas sustancias o medicamentos. Por el
    nacimiento de un hijo, el padre también tiene que ayunar,
    firme y contento a la vez.
    Aseo esmerado había en las comidas y todo lo
    referente a la preparación de los alimentos.
    Rochefort escribió que salvo los días de comida en
    común (fiestas o reuniones públicas), cada persona
    tenía su pequeña mesa aparte. Sobre la mesa
    ponía el más aseado de los manteles, que era una
    verde hoja de banana. Siempre antes de comer lavan las manos con
    mucho cuidado. Contraste muy notable con el descuido de que daban
    triste ejemplo muchos indígenas de otra raza.
    El ASEO DEL CUERPO , hombres, mujeres y
    niños, al levantarse van a lavarse y nadar a los arroyos,
    por más frío que haga. Entran al "agua, mojan la
    cabeza, luego se lavan todo el cuerpo y zambullen…y algunos
    días hay, en que lo hacen más de doce veces". Esta
    era una de las razones del porque rechazaban el vestir como los
    Europeos, lo que muy bien se comprende, y estaba puesto en
    razón. Ciertas partes del cuerpo requieren un cuidado
    especial. Así los Chiriguano se limpian la cabeza mediante
    las semillas machacadas de Ñandyra, cuidan también
    mucho de sus uñas, y no menos de las de los pies. El
    lavarse la cabeza con el jabón natural
    que ciertos vegetales contienen, era uso muy general y ha
    persistido en todas partes donde haya población de cruza
    Guarani inclusive. Se indica otro punto especial, cual es el
    horror que ciertas impurezas despiertan entre los Guarani, al
    punto que las mujeres ocultan con gran cuidado su
    menstruación.
    La urukuización . Cada mañana,
    después del primer baño, y previo secarse
    perfectamente, todo varón se hacía frotar todo el
    cuerpo con un ungüento hecho de uruku (árbol
    neotrópico común), materia
    colorante que se forma en torno a las semillas. Esta
    operación la hacía la mujer u otra
    persona de la casa, por medio de una esponja. Resultaba que todo
    el cuerpo, inclusive el rostro, presentase un tinte colorado
    pálido especial, bastante lustroso, extraño, pero
    no desagradable a la vista. Cada mañana temprano el hombre
    se lavaba vigorosamente todo el cuerpo, hasta que el residuo del
    uruku del día anterior desapareciese completamente o casi.
    La urukuización se conservó a través de las
    edades y del continente, llegando hasta nuestras selvas, pero
    disminuyendo gradualmente de importancia.
    Los ejercicios físicos empezaban desde la
    infancia. Se
    puede decir que el niño Guarani es sometido al ejercicio
    desde su nacimiento. No conoce faja, ni mucho abrigo, ni mucho
    reposo, porque la madre seguidamente le lleva consigo en sus
    diarias ocupaciones y en sus viajes, en
    espera de que el padre, si el hijo es varón, lo tome muy
    tempranamente a su cargo para que le acompañe en todo, que
    no sea el combate o en las reuniones públicas.
    El sueño . Llegado el sueño, el
    indio va a la hamaca. No conoce eso de resistirse al
    sueño, ni el tomar mate o algo parecido para perder el
    sueño. Cuando le da, se acuesta y duerme, no haciendo caso
    de los demás. En viaje, en los campamentos donde no pueden
    hacerse de una cama, o cuando llegan de visita en casas de
    cristianos, los que nunca se la ofrecen, el indio duerme sobre el
    suelo,
    cubriéndose el tronco y la cabeza, y con los pies desnudos
    cerca del fuego, que mantiene prendido toda la noche. La hamaca
    es una de las características de los Guarani

    LA MEDICINA
    GUARANI

    Los médicos han mantenido en secreto sus
    conocimientos, es ilusión creer que un transeúnte o
    viajero de ocasión les pueda sacar datos muy
    importantes o verdaderas revelaciones al respecto del ARTE DE CURAR. Es
    cosa sabida que más el curioso insiste y más el
    indio se retrae; a no ser que para liberarse del fastidio,
    éste suelta alguna mentira, caso no muy raro.
    A la higiene indígena y la excelencia del clima,
    atribuían el hecho de que se observasen en América
    mucho menos enfermedades que en Europa y otras
    partes del mundo. Así, la sífilis no
    es de origen americano, ni existió en este continente
    antes del descubrimiento.
    La chupada o succión es una forma atenuada de la ventosa,
    y los Guarani la utilizaban comúnmente. La ventosa Guarani
    se hacía cortando convenientemente una calabaza o porongo,
    de manera a formar un embudo o cornete, que se aplicaba
    extrayendo el aire por
    aspiración, por la parte angosta debidamente agujereada.
    Desde antiguo ya usaban los Guarani la ventosa
    escarificada ,
    sabiendo aplicarla con gran conocimiento
    en muchas enfermedades, principalmente en las morbosas e
    inflamatorias.
    Las enfermedades digestivas eran
    prácticamente desconocidas por ellos, partiendo de la base
    de su alimentación, casi vegetariana y muy
    natural, que no forzaba mucho la digestión. Conocieron
    como ninguno, las plantas medicinales , y daban
    un cuidadoso uso a cada una de ellas, según las
    circunstancias.
    El paje , según González Torres,
    es una mezcla de hombre mago, sacerdote y médico. Ellos
    conocían también de "técnicas"
    para causar o curar enfermedades. Este paje cuenta con un
    paje-mirî , su ayudante, que con el correr del
    tiempo ocupaba el cargo de aquel.
    Según Bertoni, los verdaderos médicos
    indígenas -que los hay, y buenos- han mantenido en secreto
    sus conocimientos, es ilusión creer que un
    transeúnte o viajero de ocasión les pueda sacar
    datos muy importantes o verdaderas revelaciones al respecto del
    ARTE DE CURAR. Es cosa sabida que más el curioso insiste y
    más el indio se retrae; a no ser que para liberarse del
    fastidio, éste suelta alguna mentira, caso no muy
    raro.
    A la higiene indígena y la excelencia del clima,
    atribuían el hecho de que se observasen en América
    mucho menos enfermedades que en Europa y otras partes del mundo.
    Así, la sífilis no es de origen americano, ni
    existió en este continente antes del descubrimiento.
    Como cura conocen el baño caliente, y el
    uso del barro. También conocen antidiarréicos,
    disentéricos, antisépticos, gárgaras.
    Utilizan el pohâ aku y el pohâ ro'ysâ. El
    pohâ se prepara 1) hervido, 2) cocinado, 3) machacado, 4)
    mezclado, como por ejemplo ciertas plantas
    machacadas con miel, resultando poderosas infusiones.

    LA
    ALIMENTACIÓN GURANI

    La alimentación . Todos los
    pueblos Guarani eran más o menos vegetarianos, y algunos
    lo eran en absoluto. Aún donde comían pescado, la
    alimentación carnívora les enfermaba, y muchos no
    soportaban la alimentación europea. No tenían los
    Guarani tradición alguna de haber sido pueblo cazador. Sus
    antepasados vivían de hojas y yuyos, mandioca y batata. Lo
    absoluto que era el antiguo vegetalismo Guarani está
    claramente indicado por otra tradición que Rochefort nos
    ha transmitido, tradición muy antigua entre ellos,
    según la cual sus antepasados no se alimentaban sino de
    yerbas o yuyos y de frutos naturales de la tierra. Los
    Guarani nunca comieron huevos de ninguna clase. Dos
    motivos tenían, uno es higiénico (el huevo de los
    animales superiores prácticamente es carne, y carne de las
    más putrescibles) y místico el otro (es un lujo de
    destrucción, teniendo en cuanta el número de seres
    que se destruyen en embrión al alimentarse la persona con
    huevos). La alimentación base se daba a través de
    la mandioca, maíz,
    batata, frutas y miel. Entre las frutas la banana el anana, el
    kumanda, aratiku, arasa, jakarati'a, pakuri, andai,
    kurapepê, mbokaja, etc. No usaban tabaco, ni
    tomaban mate, ni otro estimulante o narcótico,
    según Bertoni.

    LA VIVIENDA
    GUARANI

    La Vivienda Guarani, de
    característica precaria, es construida de ramas y hojas de
    árboles. Es precaria, debido al casi
    constante nomadismo. La base de la construcción siempre fue vegetal.
    Muy pocos Muebles, útiles y utensilios
    conoció el Guarani, solo los necesarios, de fácil
    transporte,
    prácticos. El arco y la flecha, el ajaka, alguna canoa,
    los tembipuru de la casa, el hy'a para beber y conservar agua, el
    kambuchi, y el japepo (que también era usado para enterrar
    a los muerto

    ORGANIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DE LOS
    GUARANI

    : vivían en aldeas, en tribus que ocupaban en los
    claros de la selva, las familias vivían en casas comunales
    que tenían su jefe, este tenía su aposento en el
    centro de la cabaña, que era larga hasta 60 metros, de una
    sola pieza donde cabían de 60 hasta 120 personas, los
    jefes de las casa comunales formaban el consejo de jefes, en el
    que eran tratados y
    resueltos los principales problemas de la comunidad, la aldea
    estaba dirigida por un jefe político llamado
    Mburubichá, y un jefe religioso llamado Shaman, la familia
    y el matrimonio
    constituían el núcleo básico de la sociedad.

    La participación en el consumo de
    Alimentos era una ceremonia comunitaria. Toda la Comunidad se
    alimentaba del animal que se cazaba, de los productos cultivados
    y de aquellos que eran recolectados en el monte.

    ECONOMÍA: cada grupo poseía exclusividad
    sobre una extensa área territorial y cada familia
    poseía un lote de tierra en las
    plantaciones en comuacuten, y cada esposa su huerta particular,
    el hombre hacía el desmonte, y la mujer plantaba,
    cosechaba y preparaba los alimentos; plantaban maíz,
    calabaza, poroto, tabaco y mandioca. Otro elemento de la
    alimentación lo constituía la carne, producto de la
    caza y de la pesca. La propiedad era
    comunal ( tupambaé ), sólo los objetos de uso
    personal eran de propiedad privada ( abambaí ).

    Por su condición de agricultores, los
    guaraníes eran un pueblo básicamente vegetariano.
    La carne ocupaba un lugar secundario en la alimentación y
    dependía de la cacería de animales y aves
    silvestres y de la pesca. Consumían también el
    tambú, una larva que se desarrolla en los tallos de
    palmeras. La producción agrícola era muy variada
    destacándose el maíz, la mandioca, el zapallo, el
    tabaco, la batata dulce y una gran variedad de
    porotos.

    Ibirá-cuá del guaraní,
    Ibirá(palo, madera) y
    Cuá (hoyo, agujero). Era un método de
    cultivo utilizado por el pueblo guaraní consistente en la
    perforación del terreno mediante un palo con punta que
    servía para hacer el hoyo donde se sembraba la semilla.
    Usualmente constituía un trabajo propio de la
    mujer.

    Otros productos vegetales eran obtenidos directamente
    del monte o la selva, tal el caso de las hierbas medicinales,
    frutos como el guayabo y la piña o ananá y la yerba
    mate.

    la Dra. Branislava Susnik al respecto de la
    organización sociopolítica: Cada sociedad que
    políticamente no constituye un estado-gobierno, se
    fundamenta en determinados set de mutualidad territorial y en el
    parentesco socioculturalmente categorizado, verdaderos lazos
    unificatorios y reguladores de la convivencia; es -en síntesis
    la unidad sociobiológica y sociolocal.
    La comunidad o grupo local -bandas, aldeas, vecindad de grupos
    domésticos dispersos, unidades clánicas- es
    esencialmente una asociación de doble carácter : es una asociación
    territorial con el derecho a la explotación de los
    recursos
    naturales, a la posesión o al usufructo de la tierra y
    también a la extensión local; y es también
    una asociación de sus miembros, con pautas definidas de
    convivencia social, la que básicamente integra tres
    elementos: esfuerzo colectivo en las actividades subsistenciales
    y ceremoniales; orden social y paz comunal.
    La comunidad compuesta de familia extensas, linajes, clanes, es
    siempre ya una unidad política. Hay
    tendencia hacia la formación de unidades políticas
    mayores, cuando se establece una relación intercomunal. En
    estos casos, cada comunidad puede mantener su autonomía
    económica y social, pero es políticamente asociada
    con la otra, formándose la conciencia de
    grupos regionales, mediando ya una regulación
    política.
    El interés
    por el matrimonio -en las sociedades que
    viven en pequeñas comunidades, si bien
    económicamente autosuficientes- se centra en tres
    postulados: la perpetuación biológica del grupo, la
    eficacia de la
    cooperación subsistencial y la convivencia grupal. El
    matrimonio no es simple unión entre un hombre y una mujer,
    sino una unión socialmente reconocida para integrarse al
    determinado orden unificatorio de la comunidad.
    Los cónyuges deben acatar normas de la
    comunidad, aceptar la filiación social preestablecida de
    su descendencia y observar la conducta pautada
    con sus parientes consanguíneos y afines, siendo las
    familias aliadas de ambos contrayentes, un factor importante para
    la unidad grupal.
    La familia . El matrimonio que inicia una
    familia, no es, generalmente, independiente en las sociedades
    primitivas; se encastra dentro de un grupo doméstico ya
    establecido y constituye parte de una familia extensa. En ese
    sentido, la residencia más generalizada es patrilocal o
    matrilocal. En el primero de los casos, la mujer está
    obligada a seguir a su marido, localizarse e integrarse al grupo
    doméstico de él.
    Las clases sociales . En una sociedad de simple
    subsistencia y tecnología
    mínima, la organización social, por parentesco, simple
    o ampliado, cumple con las necesarias funciones
    cooperativas;
    hay solamente una diferenciación por edad y sexo, un
    principio biológico, pero conceptuado culturalmente. Los
    recursos
    naturales son accesibles a todos y explotados uniformemente por
    los miembros de una comunidad; puede establecerse el prestigio
    social de un hábil cazador, diestro canoero o valiente
    guerrero, pero no se constituye en el motivo de una
    diferenciación social, si bien puede llevar a un rol
    lideral.
    Por otro lado, en una sociedad que llega a alta productividad
    económica, cuando hay la propiedad, un intercambio de
    bienes
    organizado, una adquisición económica por medios
    violentos o un liderazgo
    institucionalizado, surge la necesidad de la adecuada distribución de los bienes
    económicos y del control social
    respectivo y se acondiciona una diferenciación social por
    la posición de los miembros de una sociedad y sus
    interrelaciones; se forman determinadas clases
    sociales, con status desigual, generalmente hereditarias, si
    bien con ocasionales posibilidades de una movilidad social de los
    individuos.
    Con las clases sociales se desarrolla una nueva escala del
    trabajo organizado (familia, tribu, táva), una nueva
    valorización de los recursos económicos, se
    establecen nuevos vínculos sociales, fuera del parentesco
    real o social y una nueva organización política de
    la sociedad. En el ámbito Guarani predominan la riqueza
    económica, natural y productiva, el intercambio de bienes,
    las guerras
    intertribales y la posesión político-territorial,
    como los factores principales que acondicionan la
    diferenciación social.

    ECONOMIA
    GUARANI

    cada grupo poseía exclusividad sobre una extensa
    área territorial y cada familia poseía un lote de
    tierra en las plantaciones en comuacuten, y cada esposa su huerta
    particular, el hombre hacía el desmonte, y la mujer
    plantaba, cosechaba y preparaba los alimentos; plantaban
    maíz, calabaza, poroto, tabaco y mandioca. Otro elemento
    de la alimentación lo constituía la carne, producto
    de la caza y de la pesca. La propiedad era comunal (
    tupambaé ), sólo los objetos de uso personal eran
    de propiedad privada ( abambaí ).

    Por su condición de agricultores, los
    guaraníes eran un pueblo básicamente vegetariano.
    La carne ocupaba un lugar secundario en la alimentación y
    dependía de la cacería de animales y aves
    silvestres y de la pesca. Consumían también el
    tambú, una larva que se desarrolla en los tallos de
    palmeras. La producción agrícola era muy variada
    destacándose el maíz, la mandioca, el zapallo, el
    tabaco, la batata dulce y una gran variedad de
    porotos.

    Ibirá-cuá del guaraní,
    Ibirá(palo, madera) y Cuá (hoyo, agujero). Era un
    método de cultivo utilizado por el pueblo guaraní
    consistente en la perforación del terreno mediante un palo
    con punta que servía para hacer el hoyo donde se sembraba
    la semilla. Usualmente constituía un trabajo propio de la
    mujer.

    Otros productos vegetales eran obtenidos directamente
    del monte o la selva, tal yerba mate.el caso de las hierbas
    medicinales, frutos como el guayabo y la piña

    o ananá y la ARMAS Y
    ÚTILES: los elementos empleados en las labores
    agrícolas eran los siguientes: para moler el maíz
    usaban los morteros de madera cavados en troncos de
    árboles; para el cultivo el palo de plantar o de sembrar,
    con punta aguzada; también usaban hachas y rudimentarias
    piedras de moler. Para hacer el fuego empleaban el taladro o
    aparato de producir fuego por sistema de
    frotación. Las armas principales eran: la maza, la macana,
    el arco y la flecha. Algunos grupos empleaban lanza.

    los pueblos recolectores, pescadores y cazadores de
    nivel subsistencial no valoraban la tierra en sí como un
    bien económico, sino por el potencial de sus recursos
    naturales y explotables. Las tribus tienen conciencia de su
    territorio ocupacionalmente hereditario y de libre
    explotación, defendiendo sus límites
    naturales contra la invasión los extraños.
    Economía-Riqueza : La economía
    subsistencial en las sociedades simples -explotación
    también limitada de recursos naturales– permite pocos
    excedentes circunstanciales; los grupos domésticos son
    productores y consumidores a la vez; el intercambio
    periférico es de poca importancia; la subsistencia a base
    de cultivo, significa una mayor movilidad económica por su
    asociación con la caza o la pesca. Las sociedades con una
    economía verdaderamente rica, en cambio, manifiestan una
    economía acumulativa por la intensiva explotación
    de los abundantes recursos naturales, con excedentes de gran
    importancia; coexiste la organización productiva del
    trabajo, la categorización de los bienes tangibles y la
    diferenciación por clases sociales; en ésta, los
    líderes imponen el control social y su autoridad. 

    COMERCIO:
    TRUQUE – INTERCAMBIO

    Cada sociedad, aun con simple susbistencia, tiene una
    determinada periferia territorial, la que promueve contactos
    culturales; el trueque periférico simple
    o ya un comercio
    intertribal acondicionado y continuo significan no solamente una
    circulación extensiva de bienes y una escala de
    valoración de bienes, sino también una estimulante
    movilidad espacial y nuevas relaciones asociacionales. El trueque
    constituía también la base de las primeras
    relaciones tribales con el nuevo ambiente de
    los blancos; hierro para
    hachas, puntas de flechas y lanzas, objetos de adorno por el
    prestigio social, eran los ítems culturales nuevos de
    preferencia, cambiables por pieles, mantas y fribras; esto
    provocó entre muchos grupos tribales una
    explotación más intensiva de sus recursos naturales
    y una producción manufacturera mayor.
    El intercambio es de poca importancia, no
    obstante, existe una cadena de intercambios de regalos
    interpersonales e intercomunales, basada en visitas ocasionales o
    periódicas. Las visitas a los parientes
    consanguíneos o afines, especialmente en casos de escasez
    subsistencial, obligan a regalos de ayuda con ítemes
    alimenticios; la misma obligación vale como regla de
    solidaridad entre
    los miembros dispersos de una hermandad clánica. El regalo
    se da y se acepta con cierta ceremonia para no lesionar el
    prestigio social del beneficiado. Los parientes necesitados
    pueden visitar a su gente de otras comunidades, trayendo consigo
    adornos y otros ítemes, recibiendo en cambio los
    alimentos; y si bien no hay una relación económica
    entre tales bienes, el intercambio se considera justo y
    balanceado.

    LA RELIGIÓN
    GUARANI

    La faceta espiritual del guaraní constituye uno
    de los aspectos más llamativos y atrayente de su
    cultura.

    Desde el mismo momento de la conquista hispánica,
    llamo la atención de los conquistadores y
    colonizadores el hecho de que los guaraní no poseyeran
    templos, ni ídolos o imágenes
    para venerar, ni grandes centros ceremoniales.

    No dudaron en concluir que se trataba de un pueblo sin
    ningún tipo de creencias religiosas. La verdad era otra,
    la religiosidad existía y era profundamente espiritual, a
    tal punto de no necesitar de templos ni de ídolos
    tallados.

    Ñanderuvusu, nuestro padre grande, o
    Ñamandu, el primero, el origen y principio, o
    Ñandejara, nuestro dueño, eran los nombres
    que hacían referencia a uEn cuanto a la
    RELIGIÓN podemos señalar que es el
    centro del cual proceden formas de comportamiento
    y la cultura misma del indígena. Los Guarani son
    monoteístas. Los Mby'a -estudiados por Cadogan- creen en
    Ñande Ru Papa Tenonde (nuestro padre, el último
    entre los últimos, pero el primero de todos), los
    Pâi por su parte veneran a Ñane Ramói Papa
    (nuestro abuelo ultimo y primero). En fin, el solo hecho de
    concebir la existencia de dicho Dios, es signo elocuente de su
    comprensión del proceso de la creación, con
    fundamento religioso, claro.
    Por otra parte, el concebir un padre, último y primero, es
    algo notablemente llamativo, que no todas las culturas primitivas
    llegaron a concebir. El Dios descripto por Cadogan, a más
    de crear el universo, la
    tierra, los animales, vegetales, minerales, al ser
    humano, etc; primero crea el fundamento del lenguaje
    humano (el idioma, la palabra), una porción de amor al
    prójimo, y crea un himno sagrado, en su soledad; y hace
    que formen parte –el lenguaje,
    el amor, y el
    himno- de su propia divinidad. Este principio justifica el
    tremendo valor que
    tiene para el indígena, la palabra. El
    ñe'êngatu , por consiguiente, es
    quien tiene el don, la virtud de usar la palabra.
    Por otra parte, él busca el aguyje y lo
    logra mediante el tekokatu , es decir la vida
    plena. El indígena busca el tekokatu, mediante ejercicios
    morales, físicos, y conviviendo en armonía con la
    naturaleza. La palabra katu (
    ngatu ) es también una excelente unidad
    para medir los alcances de la civilización Guarani. Katu
    quiere decir pleno o perfecto, por ello la Iglesia
    Cristiana toma la expresión Marangatu (Marä'ÿ =
    inmaculado + ngatu = perfecto) para referirse a los santos. El
    indígena tiene la concepción de lo perfecto y de la
    perfección, otra virtud que no todas las culturas antiguas
    concebían.
    Además del tekokatu, el indígena plantea el
    tekojoja (vida justa, igualitaria), y
    también, pone de manifiesto el jekupyty
    (teko + rupyty), sinónimo de solidaridad.
    Quien no ingresó al mundo profundo del Guarani puede
    seguir juzgando equivocada y hasta maliciosamente, pero quien
    conoce una parte de aquella cosmovisión Guarani, no puede
    menos que asombrarse y ponderar extraordinariamente los altos
    kilates de la Civilización Guarani. 500 años y un
    poco después del "descubrimiento oficial" del continente
    americano, la palabra Guarani, el idioma Guarani, sigue vigente,
    y hablado por la mayoría de la población paraguaya,
    tan solo a manera de un ejemplo.

    Mucha gente ignorante de la cosmovisión Guarani,
    se preguntó mas de una vez, si por que ellos no trabajan
    como "nosotros", o porqué no construyen como "nosotros". Y
    la cuestión y su explicación pasan en este caso,
    por una cuestión filosófica-religiosa.
    El Guarani tiene una concepción muy espiritual -no
    materialista- de la vida terrena. Él no viene a la tierra
    para vivir eternamente, es un simple transeúnte hacia otra
    meta; es un individuo de
    corta existencia terrenal, así piensan y dicen ellos. Por
    esa razón, es que para el Guarani la tierra, los animales,
    los vegetales, los minerales, en fin, la naturaleza no
    tiene "dueños"
    .
    El Guarani viene al mundo terrenal para lograr una
    perfección, un estado de plenitud, el
    aguyje . Para ello debe convivir
    armónicamente con sus semejantes y fundamentalmente con la
    naturaleza que le rodea. Debe usar la naturaleza pero
    racionalmente, pensando fraternal y solidariamente en los
    demás. En la naturaleza cada componente tiene un genio
    protector ( Jarýi o Póra ),
    así; tajy jarýi, guasu jarýi, ka'a
    jarýi, etc. los cuales se manifiestan -para advertir o
    sancionar- a quienes osaren abusar de la naturaleza, por ejemplo
    matando 20 guasu, cuando que probablemente precise de uno
    solamente para alimentarse él y su familia, y para dar
    (porombojopói) a algún vecino.
    El uso de la naturaleza conlleva al agotamiento de la misma y es
    esa señal, la que mueve al indígena a buscar una
    tierra nueva, fértil, virgen, no explotada aún, es
    el yvy marâ'ÿ ; a la cual llega
    mediante un constante peregrinar nómada. El lugar
    abandonado volverá a regenerar y servirá a otros.
    Esta es la razón fundamental del
    nomadismo Guarani. En principio el
    indígena se dedicaba a la simple recolección (po'o.
    Po = producto + 'o = extraer, sacar). El nomadismo no tiene su
    causa única -como muchos piensan- en la necesidad de
    migrar luego del fallecimiento de algún líder,
    pues su alma
    quedará rondando y molestando a la comunidad; sino y
    fundamentalmente, tiene su causa en la necesidad de hallar un
    nuevo yvy marä'ÿ. Recordemos que era común el
    culto a los huesos -Cadogan
    lo recuerda en su obra Ayvu Rapyta- de allí que los
    indígenas recuperaban los huesos de sus difuntos, y los
    llevaban consigo; ofreciéndoles frecuentemente sus
    plegarias, cantos y danzas (ñembo'e jeroky), procurando la
    reencarnación, inspirados en el mito -que
    sobre la reencarnación- protagonizó el
    mítico Pa'i rete kuaray.
    Otra seña de la conciencia de que la vida terrena es
    pasajera, es el hecho de que el indígena nunca puso su
    nombre a un lugar -costumbre común entre paraguayos y
    extranjeros- en nombres de ciudades, calles, etc. Más
    bien, él toma su nombre de la naturaleza, así:
    Kapi'ata, el Mburuvicha toma su nombre del vegetal
    kapi'i'atâ. El indígena es un profundo protector y
    conocedor de la naturaleza. Su vida tiene sentido, tiene
    razón en el monte, en la na La raza guaraní en la
    actualidad se divide principalmente en cuatro etnias, a saber:
    Mbyá, Avá, Paí ó Pañ' y
    Chiripá. Sin embargo, de acuerdo al material
    bibliográfico que se consulte y al periodo de la historia
    al que esté refiriendo, es posible encontrar muchos
    más grupos humanos guaraníes con otras
    denominaciones. Es por ello que definir claramente el espacio
    geográfico que ocupaban a la llegada de los
    españoles se dificulta bastante, dado que de acuerdo a los
    grupos y sub-grupos étnicos a los que se haga referencia,
    difiere la magnitud de la superficie de su hábitat. Por ejemplo, Hélene
    Clastrés habla de los tupí-guaraní y los
    sitúa entre la cuenca inferior del río Amazonas
    – Cananea – hasta Río Grande do Sul de Norte a
    Sur, y desde el Atlántico hasta el Río Paraguay de
    Este a Oeste[1]; el Padre Franz Müller, misionero que
    trabajó con los guaraníes a principios del
    siglo XX – 1908 – deja registro de la
    ubicación de los guaraníes a esa altura de la
    historia "A partir de los 27º de latitud Sud hasta
    aproximadamente los 25º lat. Sud hacia el Norte tiene su
    habitat casi exclusivamente los Mbyá en la llanura y los
    Guayakí en las serranías… Desde allí hacia
    e Norte, aún llegando hasta el Salto Guairá y
    más allá hasta entrar en Matto Grosso, aparecen,
    según nuestros datos, los Mbyá, si bien no como una
    colectividad cerrada, sino entre las tribus Pañ' y
    Chiripá como un enclave y mezclados con ellos. Los
    asentamientos de los Chiripá se encuentran, en su
    mayoría, hacia el Sud, los de los Pañ' generalmente
    hacia el Norte del río Jejuiguazú"[2]; y un informe
    publicado en internet habla
    específicamente de las etnias Mbyá y Avá
    Guaraní ubicadas entre las mesopotamias conformadas por
    los ríos Uruguay,
    Paraná y Paraguay[3].
    De tales lecturas se desprende la vasta superficie habitada
    naturalmente por esta raza. Dentro de la cual encontraban todo lo
    necesario para su supervivencia y el desarrollo de
    su cultura.
    EL CULTO A LOS MUERTOS: para los guaraníes el
    espíritu de los antepasados y de los héroes
    míticos están siempre vivos en el seno de la
    comunidad, no solo simbólicamente, sino realmente habitan
    en los adornos que los representan; existen relaciones muy
    estrechas y continuas entre la comunidad de los vivos y la de los
    muertos, que se manifiesta en la ayuda mutua, los muertos los
    proveen de alimentos, les enviaban la lluvia, velan por su
    bienestar y los estimulaban en la guerra, en
    cambio éstos, aparte de los ritos, ofrendas y
    vengar a los muertos en honor a ellos celebraban una gran fiesta
    anual .

    EL CHAMAN O SACERDOTE: en suma es el chamán un
    sacerdote dotado de poderes sobrenaturales, que tiene el poder de hacer
    llover ( pluviomago ), adivino, profeta, hechicero, sabio,
    médico, jefe espiritual de la comunidad y director de
    danzas y ceremonias. El poder del chamán es muy grande,
    entra en comunicación con los espíritus
    buenos y malos y defiende a su comunidad contra aquellos que son
    malos.

    La Teogonía Guaraní comienza,
    personificando el Poder Ordenador, infinito, Universal y Eterno,
    en TUPÁ. Es decir, que es el mismo, la totalidad
    pródiga de los bienes necesarios para subsistir. Habita en
    los dominios de CUARAJHI, el Sol, origen de
    la luz, morada de la
    madre de la luz. A su vez este genera una personificación
    ya canalizada en el sentido de ámbito universal: ARA, que
    significa día, espacio de cielo, tiempo, y por
    consiguiente, luz. Sigue YACY, la luna, a la que se considera
    madre de la raza, y que por ello conserva un sentido sexual
    perfectamente determinado (mujer, hembra, fuente fecunda,
    etc.).

    A YACY, siguiendo ese concepto se la
    considera "madre de las plantas", de los frutos que germinan y
    las flores de todo orden. Por consiguiente, el sentido vital de
    su influencia se hace sentir en el curso de las aguas y mantiene
    su gravitación sobre las estaciones y sobre la estabilidad
    productora del suelo

    LAS ETNIAS GURANIES
    Y SU UBICACIÓN GEOGRAFICA

    La raza guaraní en la actualidad se divide
    principalmente en cuatro etnias, a saber: Mbyá,
    Avá, Paí ó Pañ' y Chiripá. Sin
    embargo, de acuerdo al material bibliográfico que se
    consulte y al periodo de la historia al que esté
    refiriendo, es posible encontrar muchos más grupos humanos
    guaraníes con otras denominaciones. Es por ello que
    definir claramente el espacio geográfico que ocupaban a la
    llegada de los españoles se dificulta bastante, dado que
    de acuerdo a los grupos y sub-grupos étnicos a los que se
    haga referencia, difiere la magnitud de la superficie de su
    hábitat. Por ejemplo, Hélene Clastrés habla
    de los tupí-guaraní y los sitúa entre la
    cuenca inferior del río Amazonas – Cananea –
    hasta Río Grande do Sul de Norte a Sur, y desde el
    Atlántico hasta el Río Paraguay de Este a Oeste[1];
    el Padre Franz Müller, misionero que trabajó con los
    guaraníes a principios del siglo XX – 1908 –
    deja registro de la ubicación de los guaraníes a
    esa altura de la historia "A partir de los 27º de latitud
    Sud hasta aproximadamente los 25º lat. Sud hacia el Norte
    tiene su habitat casi exclusivamente los Mbyá en la
    llanura y los Guayakí en las serranías… Desde
    allí hacia e Norte, aún llegando hasta el Salto
    Guairá y más allá hasta entrar en Matto
    Grosso, aparecen, según nuestros datos, los Mbyá,
    si bien no como una colectividad cerrada, sino entre las tribus
    Pañ' y Chiripá como un enclave y mezclados con
    ellos. Los asentamientos de los Chiripá se encuentran, en
    su mayoría, hacia el Sud, los de los Pañ'
    generalmente hacia el Norte del río Jejuiguazú"[2];
    y un informe publicado en internet habla específicamente
    de las etnias Mbyá y Avá Guaraní ubicadas
    entre las mesopotamias conformadas por los ríos Uruguay,
    Paraná y Paraguay[3].
    De tales lecturas se desprende la vasta superficie habitada
    naturalmente por esta raza. Dentro de la cual encontraban todo lo
    necesario para su supervivencia y el desarrollo de su
    cultura.

    CREENCIAS Y
    RITUALES

    La faceta espiritual del guaraní constituye uno
    de los aspectos más llamativos y atrayente de su
    cultura.

    Desde el mismo momento de la conquista hispánica,
    llamo la atención de los conquistadores y colonizadores el
    hecho de que los guaraní no poseyeran templos, ni
    ídolos o imágenes para venerar, ni grandes centros
    ceremoniales.

    No dudaron en concluir que se trataba de un pueblo sin
    ningún tipo de creencias religiosas. La verdad era otra,
    la religiosidad existía y era profundamente espiritual, a
    tal punto de no necesitar de templos ni de ídolos
    tallados.

    Ñanderuvusu, nuestro padre grande, o
    Ñamandu, el primero, el origen y principio, o
    Ñandejara, nuestro dueño, eran los nombres
    que hacían referencia a una divinidad que era concebida
    como invisible, eterno, omnipresente y omnipotente. Una entidad
    espiritual concreta y viviente que podía relacionarse con
    los hombres, por ejemplo bajo la forma perceptible de
    TUPÂ, el trueno. Se manifestaba en la plenitud de la
    naturaleza y del cosmos, pero nunca en una imagen material.
    Ñamandu no era el dios exclusivo de los
    guaraníes, era el dios padre de todos los
    hombres.

    Frente a Ñamandu, el padre bondadoso, el
    dador de vida y sustento del equilibrio del
    orden universal, estaba la otra dimensión de la realidad
    espiritual, el MAL, expresado en el concepto de
    Aña. Esta fuerza
    maléfica era la generadora de la muerte, la
    enfermedad, la escasez de alimentos y las catástrofes
    naturales.

    Para los guaraníes esta tierra y esta vida no
    eran la perfección. Existía un lugar donde todo era
    perfecto, la Tierra sin Mal. La vida del hombre era un andar
    hacia aquel sitio, al que se podía llegar luego de la
    muerte física,
    y en algunos casos excepcionales corporalmente, sin pasar por el
    trance de la muerte. La Tierra sin Mal no constituía un
    mito para los guaraníes. Era un lugar real, concreto, que
    se ubicaba imprecisamente hacia el este, más allá
    del Gran Mar (océano Atlántico). Esta creencia en
    la Tierra sin Mal generaba periódicamente grandes
    migraciones en su búsqueda, inspiradas por el mesianismo
    de algunos chamanes o paye.

    Creían en la inmortalidad del espíritu y
    en el hecho de que la muerte consistía en el acto por el
    cual el alma o anguera abandonaba el cuerpo físico
    ya sin vida o te’ongue.

    Muerto el individuo, sus familiares procedían a
    la destrucción de todas aquellas pertenencias del mismo
    que pudieran retenerlo indebidamente en el mundo de los vivos. Si
    el alma quedaba, por simpatía hacia algún objeto,
    en el mundo terrenal, se transformaba en un angueru o alma
    en pena. El angueru o anguera inclusive, podía
    manifestarse a los vivos bajo el aspecto de un póra
    o fantasma.

    El difunto era enterrado en un japepo, una vasija
    de cerámica de dimensiones considerables. El
    japepo no tenía una utilización
    específicamente fúnebre sino que cumplía
    múltiples funciones.

    Concebido por las manos alfareras de la mujer
    guaraní, servia para la cocción de los alimentos,
    para la fermentación de las bebidas
    alcohólicas y para servirlas en los agasajos, y luego
    finalizaba convertido en urna funeraria.

    Existían dos formas de tratar al cadáver.
    Una consistía en dejar abandonado el cuerpo del difunto
    durante algún tiempo prudencial en el monte, para que
    sufriera el proceso del descarne. Luego, los huesos eran
    recogidos y depositados en el interior del japepo. Otra
    forma era la de introducir el cadáver completo en el
    interior de la urna, acomodándolo en una posición
    fetal.

    La urna era enterrada en el mismo sector que ocupaban
    las viviendas. Junto al japepo se depositaban otras
    pequeñas vasijas cerámicas que contenían
    alimentos y bebidas, ya que se consideraba que en sus primeros
    estadios de desprendimiento del mundo terrenal, el alma
    aún conservaba ciertas apetencias humanas.

     El pueblo guaraní poseyó desde un
    inicio, un carácter intrusivo en la región
    platense. Su entrada fue violenta y determinó una
    existencia constantemente ofensiva y defensiva respecto a las
    poblaciones aborígenes no guaraníes que habitaban
    la región.

    Los ataques se realizaban en forma masiva. Previo al
    ataque, sé hacia caer sobre las fuerzas adversarias una
    lluvia de flechas y piedras. Luego venía la embestida
    directa con lanzas, macanas o garrotes. La crueldad con los
    vencidos era extrema. Algunos de los prisioneros eran reservados
    para esclavos, mientras que otros lo eran para ser comidos en
    banquetes rituales. La antropofagia era una práctica
    común entre los guaraníes. Se consideraba que al
    ingerir la carne del enemigo vencido, existía una
    apropiación del valor y de las virtudes guerreras del
    mismo.

     LA MITOLOGÍA GUARANÍ: El vasto solar
    guaranítico, que va desde las extendidas campiñas,
    serranías airosas, arroyuelos, grandes ríos, y
    sobre todo, selva inmensa, es escenario propicio para una rica
    mitología.

    Las creencias se hacen carne. El "ava", el indio, es un
    ente que vibra con el medio y responde instintivamente a sus
    sugestiones. Y las personificaciones vagas por el amplio
    escenario, alertando los íntimos resortes del alma
    Indígena explicando así fenómenos comunes,
    cuando no modelando un carácter distintivo.

    Si dijimos que antes existía un extraño
    parentesco con los orígenes bíblicos, ya que el
    guaraní sostiene la existencia de un Diluvio con
    destrucción de comunidades, es evidente que el
    "hábitat" y las peculiaridades idiomáticas del
    "Ava-fiee), del idioma autóctono, son generadores
    directos.

    PORÁ, ya de por sí, significa "fantasma",
    alma en pena que anda por las picadas, los escondrijos montuosos,
    los caminos…

    Y ya encontramos el invisible YACY-YATERÉ, el
    rubio enano, el duende típico acechando en las siestas; la
    CAÁ-PORÁ, extraño y porteiforme fantasma
    femenino de las selvas; el POMBERO, el extraño
    también, sigiloso y velludo personaje, que desde
    situaciones estratégicas acecha la vida silvestre; el
    I-YARA, dueño de las aguas; el CUARAJHI-YARA, duendecillo
    del Sol, dispensador generoso de las sementeras, dios fecundante,
    patrón del "avati", (maíz).

    Luego, el CURUPÍ, el sátiro racial, enano
    y deforme, de sensualidad permanente, emblema de la poderosa
    fecundación natural de los desbordes
    dionisíacos, ladrón de pequeñuelos y raptor
    de doncellas… La CAÁ-YARI, dueña o abuela de la
    Yerba Mate, espléndida diosa rubia, a la que entregan su
    alma los hombres del yerbal para obtener sus favores y el
    rendimiento de su trabajo,. .

    El guaraní otorga a sus entidades míticas
    la condición de "dueñas o protectoras" de tal o
    cual elemento animal o vegetal. Es como haber hallado un modo
    consciente de evitar la depredación y los despojos
    arbitrarios e innecesarios del "hábitat" que es tablado de
    su existencia.

    Árboles, plantas, sementeras, ríos,
    manantiales, todo tiene su duende familiar. Todo esta sujeto a
    las ocultas leyes del mito, y
    que el indio respeta mas que a su propia vida.

    LOS MITOS ANTROPOMORFOS: Siguen después los mitos
    antropomorfos, las extrañas coincidencias con otros de
    tipo universal, como el LOBIZÓN, el hombre que se
    convierte en perro-lobo, el YAGUARETÉ-ABA,
    transformación del hombre en tigre, todo ello
    después de rituales mágicos de relieve
    diabólico.

    El "Ava-ñee", el dulce idioma, sigue tejiendo
    incansablemente sobre la sensibilidad del indígena, las
    sugestiones de su onomatopeya. Quizás el idioma, por su
    grafismo casi pictórico-musical, contribuya en gran parte
    a la sugestión de los mitos.

    Ha dicho Max MULLER: "Se ha demostrado cumplidamente que
    la mitología es solo una fase, y una fase inevitable en el
    desarrollo del lenguaje, tomado el lenguaje en su verdadero
    sentido, no solo como símbolo exterior del pensamiento,
    sino como el único medio posible de darle cuerpo. Mientras
    el lenguaje atraviesa esa fase particular, todo puede trocarse en
    mitología".

    He aquí entonces, resumiendo, que el sentido
    guaraní de sus mitos raciales, comprende una
    interpretación panteísta de los fenómenos
    totales del orbe, y en especial de los elementos de su
    "hábitat" solariego.

    Como individuo primitivo, el "avá", el "andros"
    universal de esta raza, no puede menos que explicar con sentido
    anecdótico, y luego, totémico, esos elementos
    naturales. En ello, cumple una identidad
    implícita con otras culturas primarias de otras latitudes,
    incluso orientales y africanas.

    Pero lo que despierta nuestro interés, es el
    sentido ingenuo y poético de todos sus mitos, transitando
    los movimientos de una fe en la existencia del alma y las fuerzas
    espirituales.

    Finalizando, todo ello es un himno continuado a los
    dones circundantes, a su paisaje, a sus necesidades satisfechas,
    al sol que brilla, a la lluvia bienhechora, a la sombra que
    sobrecoja, al animal amigo y al enemigo…

    MANIFESTACIONES ARTISTICAS

    ARTESANÍA CERÁMICA: eran hechas
    exclusivamente por las mujeres, fabricaban: platos, ollas, vasos,
    pipas, escudillas, etc; las vasijas, denominadas "yapepó"
    eran de gran tamaño o mediana y se empleaban para
    fermentación, como almacenamiento y
    como urnas funerarias. Utilizaban arcilla negra, las colocaban
    boca abajo sobre piedras candente para su secado.

    CESTERÍA: eran hechas por los hombres,
    confeccionaban canastos y cestos de diferentes formas y para
    diversos usos; también sombreros y abanicos. Los elementos
    empleados eran las tacuaras denominadas " tacuapí " y "
    tacuarembó " e "isipó" .

    VESTIMENTA Y ADORNOS CORPORALES: los guaraníes
    conocían un rústico telar, con el cual fabricaban
    el tipoy, que le servía de vestido. Su
    ornamentación corporal era rica en pinturas, collares,
    brazaletes, rodilleras ( plumas ).

    CANOAS: como eran hábiles navegantes,
    construyeron canoas que alcanzaban 10 metros de longitud eran
    hechas de un árbol ahuecado; se manejaban con
    remos.

    INSTRUMENTOS MUSICALES: como los dioses son los primeros
    músicos, los instrumentos
    musicales son de expresión divina. Usaban el compley o
    flauta, sonaja o maraca, tambor de madera cascabeles y
    silbatos.

    CREENCIAS RELIGIOSAS: los guaraníes creen en la
    vida después de la muerte, por ello proveen al muerto de
    lo que necesitaría en la otra vida. Según sus
    creencias la muerte los conduce a una vida mejor, pero antes de
    entrar en ella los muertos deben recorrer el inframundo. Son
    múltiples los peligros que acechan al que viaja a la "
    tierra sin mal ", exceptuados los
    niños

    INDIOS GUARANI

    MAPA DE PARAGUAY

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    Milton Vallejo Salazar

    Trabajo elaborado para antropología.

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