(Revisada en 1998)
- Objetivo
- Alcance
- Definiciones
- Reconocimiento de
propiedades, planta y equipo - Medición inicial de los
elementos componentes de las propiedades, planta y
equipo - Desembolsos posteriores a la
adquisición - Medición
posterior a la inicial - Recuperabilidad del valor
en libros – Pérdidas por deterioro - Retiro y desapropiación
de los activos - Información a
revelar - Fecha de
vigencia
Originalmente, la NIC 16, Contabilización de las
Propiedades, Planta y Equipo, fue aprobada en marzo de 1982.
En diciembre de 1993 fue revisada la anterior NIC 16, dentro del
Proyecto de
Comparabilidad y Mejora de los Financieros. Se convirtió
entonces en la NIC 16 (revisada en 1993), Propiedades, Planta y
Equipo.
En julio de 1997, cuando se aprobó la NIC 1 (revisada),
Presentación de Estados
Financieros, se procedió también a revisar el
párrafo
66 (e) de la NIC 16 (revisada en 1993), que ahora es el
párrafo 60 (e) de esta Norma.
En abril y julio de 1998 se procedió a revisar varios de
los párrafos de la NIC 16 (revisada) para que fueran
coherentes con la nueva redacción dada a la NIC 22 (revisada en
1998), Combinaciones de Negocios, a la
NIC 36, Deterioro del Valor de los
Activos, y a la
NIC 37, Provisiones, Activos Contingentes y Pasivos
Contingentes.
La Norma revisada (NIC 16, revisada en 1998) tiene
vigencia para los estados financieros anuales que cubran periodos
cuyo comienzo sea en o después del 1 de julio de 1999. Se
aconseja aplicarla con anterioridad a esa fecha. Si una empresa
aplica esta Norma revisada, en los estados financieros que cubran
periodos cuyo comienzo sea anterior al 1 de julio de 1999,
deberá adoptar al mismo tiempo lo
previsto en las NIC 22 (revisada en 1998) y NIC 37.
Se ha emitido una Interpretación SIC que tiene
relación con la NIC 16, se trata de la:
· SIC-14, Propiedades, Planta y Equipo – Indemnizaciones
por Deterioro del Valor de las Partidas.
La parte normativa de este Pronunciamiento, que aparece
en letra cursiva negrita, debe ser entendida en el contexto de
las explicaciones y guías relativas a su
aplicación, así como en concordancia con el
Prólogo a las Normas
Internacionales de Contabilidad. No se pretende que las
Normas
Internacionales de Contabilidad
sean de aplicación en el caso de partidas no
significativas (véase el párrafo 12 del
Prólogo).
El
objetivo de
esta Norma es establecer el tratamiento contable de las
propiedades, planta y equipo. Los principales problemas que
presenta la contabilidad de las propiedades, planta y equipo son
el momento de activación de las adquisiciones, la
determinación del valor en libros y los
cargos por depreciación del mismo que deben ser
llevados a resultados.
Esta Norma exige que un elemento correspondiente a las
propiedades, planta y equipo sea reconocido como un activo,
cuando satisfaga los criterios de definición y
reconocimiento de activos contenidos en el Marco Conceptual Para
la Preparación y Presentación de los Estados
Financieros.
1. Esta
Norma debe ser aplicada en la contabilización de los
elementos componentes de las propiedades, planta y equipo, salvo
cuando otra Norma Internacional de Contabilidad exija o permita
otro tratamiento contable diferente.
2. Esta Norma no es de aplicación a los siguientes
activos:
(a) bosques y recursos
naturales renovables similares, así como a
las
(b) inversiones
en derechos
mineros, exploración y extracción de minerales,
petróleo, gas natural u
otros recursos no
renovables similares.
No obstante, la Norma es de aplicación a los
elementos individuales de las propiedades, planta y equipo,
usados para desarrollar o mantener las actividades comprendidas
en (a) o (b), pero separables de las mismas.
3. En algunos casos, las Normas Internacionales de Contabilidad
permiten que la capitalización inicial del valor en libros
de los elementos de las propiedades, planta y equipo, se
determine utilizando un método
diferente del exigido en esta Norma. Este es el caso, por
ejemplo, de la NIC 22, Combinaciones de Negocios, que obliga,
cuando aparezca una exista minusvalía comprada, a medir
inicialmente las propiedades, planta y equipo procedentes de la
combinación a su valor razonable, aunque esta cantidad
exceda al costo de tales
activos. No obstante, incluso en tales casos, todos los
demás aspectos del tratamiento contable de los citados
activos, incluyendo su depreciación, se guían por
los requerimientos de la presente Norma.
4. La NIC 25, Contabilización de las Inversiones, permite
a las empresas tratar
las propiedades de inversión de la empresa, bien
de acuerdo con la presente Norma, bien como activos financieros a
largo plazo, sujetándose entonces a lo establecido en la
NIC 25.
5. Esta Norma no aborda ciertos aspectos de la aplicación
de un sistema completo
para reflejar los cambios en los precios
(véanse las NIC 15, Información para Reflejar los Efectos de
los Cambios en los Precios, y la NIC 29, Información
Financiera en Economías Hiperinflacionarias). No obstante,
a las empresas que apliquen tal sistema, se les exige que cumplan
con todos los aspectos de esta Norma, salvo en lo que se refiere
a la medición de los elementos componentes de
las propiedades, planta y equipo, en los momentos posteriores a
su adquisición y reconocimiento inicial.
6. Los
siguientes términos se usan, en la presente Norma, con el
significado que a continuación se especifica:
Las propiedades, planta y equipo son los activos tangibles
que:
(a) posee una empresa para su
uso en la producción o suministro de bienes y
servicios,
para arrendarlos a terceros o para propósitos
administrativos, y
(b) se esperan usar durante más de un periodo
económico.
Depreciación es la distribución sistemática del importe
depreciable de un activo a lo largo de su vida útil.
Importe depreciable es el costo histórico del activo o la
cantidad que lo sustituya en los estados financieros, una vez se
ha deducido el valor residual.
Vida útil es:
(a) el periodo durante el cual se espera utilizar el
activo depreciable por parte de la empresa, o bien
(b) el número de unidades de producción
o similares que se espera obtener del mismo por parte de la
empresa.
Costo es el importe de efectivo o medios
líquidos equivalentes pagados, o bien el valor razonable
de la contraprestación entregada, para comprar un activo
en el momento de su adquisición o construcción por parte de la
empresa.
Valor residual es la cantidad neta que la empresa espera
obtener de un activo al final de su vida útil,
después de haber deducido los eventuales costos derivados
de la desapropiación.
Valor razonable es la cantidad por la cual puede ser
intercambiado un activo entre un comprador y un vendedor
debidamente informados, en una transacción
libre.
La pérdida por deterioro es la cantidad en que
excede, el valor en libros de un activo, a su importe
recuperable.
El valor en libros de un activo es el importe por el que
tal elemento aparece en el balance de situación general,
una vez deducidas la depreciación acumulada y las
pérdidas de valor por deterioro que eventualmente le
correspondan.
Reconocimiento
de propiedades, planta y equipo
7. Un
elemento de las propiedades, planta y equipo debe ser reconocido
como activo cuando:
(a) es probable que la empresa obtenga los beneficios
económicos futuros derivados del mismo, y
(b) el costo del activo para la empresa puede ser
medido con suficiente fiabilidad.
8. Frecuentemente, las partidas de propiedades, planta y
equipo representan una importante porción de los activos
totales de la empresa, por lo que resultan significativas en el
contexto de su posición financiera. Además, la
determinación de si un cierto gasto representa un activo o
es un cargo a resultados del periodo, tiene un efecto importante
en los resultados de las operaciones de la
entidad.
9. Al determinar si una partida concreta satisface el primer
criterio para su reconocimiento como activo, la empresa necesita
evaluar el grado de certidumbre relativo a los flujos de efectivo
de los beneficios económicos futuros, a partir de la
evidencia disponible en el momento del reconocimiento inicial.
Estimar la existencia de certidumbre suficiente, sobre si la
empresa va a recibir los beneficios económicos futuros del
activo, implica asegurarse de que la misma obtendrá las
ventajas derivadas del
mismo, y asumirá los riesgos
asociados al bien. Esta constatación estará
disponible sólo cuando los riesgos y las ventajas se hayan
traspasado a la empresa. Antes de que esto ocurra, la
transacción para adquirir el activo puede, generalmente,
ser cancelada sin penalización importante, y por lo tanto
el activo no se reconoce como tal.
10. El segundo de los criterios para el reconocimiento como
activo se satisface de forma inmediata, puesto que la
transacción que pone de manifiesto la compra del activo
identifica su costo. En el caso de un activo construido por la
propia empresa, una medida fiable del costo puede venir dada por
las transacciones, con terceros ajenos a la empresa, para
adquirir los materiales,
mano de obra y otros factores consumidos durante el proceso de
construcción.
11. A fin de identificar qué constituye una partida
separada, dentro de los elementos componentes de las propiedades,
planta y equipo, se precisa la realización de juicios para
la aplicación de los criterios en la definición de
las circunstancias o los tipos de
empresas específicas. Puede ser apropiado, por
ejemplo, agregar partidas que individualmente son poco
significativas, como moldes, herramientas o
troqueles, y aplicar los criterios pertinentes a los valores ya
agregados. La mayoría de las piezas de repuesto y equipo
auxiliar se contabilizan usualmente como parte de los inventarios, y se
reconocen como gasto a medida que se consumen. No obstante, las
piezas de repuesto importantes y el equipo de sustitución,
cumplen las condiciones para ser calificados como elementos
componentes de las propiedades, planta y equipo, siempre que la
empresa espere usarlos durante más de un periodo. De forma
similar, si las piezas de repuesto y el equipo auxiliar pueden
ser usados sólo con un determinado elemento de las
propiedades, planta y equipo, y se espera que su uso se produzca
de manera irregular, se tratarán contablemente como
activos fijos, y
se procederá a su depreciación en un periodo de
tiempo no superior a la vida útil del elemento con el que
están relacionados.
12. En ciertas circunstancias, puede ser apropiado repartir la
inversión total de un activo entre sus partes componentes,
para contabilizarlas por separado. Este podrá ser el caso
cuando las partes componentes tienen vidas útiles de
diferente duración, o bien cuando suministran a la empresa
beneficios económicos siguiendo patrones diferentes, por
lo que necesitan de métodos y
tasas de depreciación diferentes. Por ejemplo, una
aeronave y sus motores
serán tratados como
activos fijos depreciables diferentes, si tienen vidas
útiles de distinta duración.
13. Algunos elementos de los que componen las propiedades,
planta y equipo, pueden ser adquiridos por razones de seguridad o
medioambientales. La compra de tales activos fijos, si bien no
incrementa los beneficios económicos que proporciona
ninguno de los otros activos fijos existentes, puede ser
necesaria para que la empresa logre obtener los beneficios
económicos derivados del resto de los activos. Si tal es
el caso, esas adquisiciones de elementos pertenecientes a las
propiedades, planta y equipo, cumplen las condiciones para su
reconocimiento como activos, puesto que permiten a la empresa
obtener beneficios económicos adicionales del resto de sus
activos, respecto a los que hubiera obtenido de no haberlas
realizado. No obstante, tales activos serán reconocidos
como activo fijo sólo en la medida en que el valor en
libros de los mismos, más el correspondiente a los activos
que se relacionan con ellos, exceda al importe recuperable del
conjunto formado por unos y otros. Por ejemplo, una empresa
química
puede tener que instalar nuevos procesos de
fabricación para cumplir con la normativa medioambiental
relativa a la producción y almacenamiento de
productos
químicos, reconociendo entonces como parte de las
propiedades, planta y equipo, las mejoras efectuadas en la
planta, en la medida en que son recuperables, puesto que sin
ellas la empresa quedaría inhabilitada para producir y
vender esos productos químicos.
Medición
inicial de los elementos componentes de las propiedades, planta y
equipo
- Todo elemento de las propiedades,
planta y equipo, que cumpla las condiciones para ser reconocido
como un activo debe ser medido, inicialmente, por su
costo.
Componentes del costo
15. El costo de los elementos de las
propiedades, planta y equipo, comprende su precio de
compra, incluidos los aranceles de
importación y los impuestos
indirectos no recuperables que recaigan sobre la
adquisición, así como cualquier costo directamente
relacionado con la puesta en servicio del
activo para el uso al que está destinado. Se
deducirá cualquier eventual descuento o rebaja del precio
para llegar al costo del elemento. Ejemplos de costos
directamente relacionados son:
(a) el costo de preparación del emplazamiento
físico;
(b) los costos de entrega inicial y los de
manipulación o transporte
posterior;
(c) los costos de instalación;
(d) los honorarios profesionales, tales como los
pagados a arquitectos o ingenieros, y
(e) los costos estimados de desmantelar y trasladar el
activo, así como los correspondientes a la
restauración de su emplazamiento, en la medida que deban
ser considerados como un provisión para gastos futuros,
según lo establecido en la NIC 37, Provisiones, Activos
Contingentes y Pasivos Contingentes.
16. Cuando se difiere el pago de un elemento integrante
de las propiedades, planta y equipo, más allá de
los plazos normales del crédito
comercial, su costo será el precio equivalente al contado.
La diferencia entre esta cantidad y los pagos totales aplazados
se reconocerá como gastos por intereses a lo largo del
periodo del aplazamiento, a menos que se capitalice, de acuerdo
con el tratamiento alternativo permitido por la NIC 23, Costos
por Intereses.
17. Los costos de administración, así como otros
gastos indirectos de tipo general, no constituyen un componente
del costo de las propiedades, planta y equipo, salvo que
estuviesen relacionados directamente con la adquisición
del activo, o bien con su puesta en servicio. De manera similar,
los costos de puesta en marcha y otros similares, previos al
comienzo de la producción, no forman parte del costo del
activo, a menos que sean necesarios para poner el mismo en
condiciones de servicio. Las pérdidas iniciales de
operación, surgidas antes de que el activo alcance el
rendimiento pleno esperado, se registran como gastos del periodo
correspondiente.
18. El costo de un activo construido por la propia empresa se
determinará utilizando los mismos principios que si
fuera un elemento de las propiedades, planta y equipo adquirido
al exterior. Si la empresa fabrica activos similares para su
venta, en el
curso normal de sus operaciones, el costo del activo será,
normalmente, el mismo que tengan el resto de los producidos para
la venta (véase la NIC 2, Inventarios). Por tanto, se
eliminarán cualesquiera beneficios internos para llegar al
costo de adquisición de tales elementos. De forma similar,
no se incluirán, en el costo de
producción del activo, las cantidades que excedan los
rangos normales de consumo de
material, mano de obra u otros factores empleados. En la NIC 23,
Costos por Intereses, se establecen los criterios a cumplir antes
de poder
capitalizar los intereses como componentes del costo de los
elementos pertenecientes a las propiedades, planta y equipo,.
19. El costo de un activo que ha sido adquirido por el arrendador
en una operación de arrendamiento
financiero, se determinará utilizando los principios
establecidos en la NIC 17, Arrendamientos.
20. El valor en libros de las propiedades, planta y equipo, puede
ser minorado por el importe de las subvenciones gubernamentales,
de acuerdo con la NIC 20, Contabilización de las
Subvenciones del Gobierno e
Información a Revelar sobre Ayudas
Gubernamentales.
Intercambio de activos
21.
Un elemento perteneciente a las propiedades, planta y equipo,
puede ser adquirido por medio de intercambio total o parcial con
otro elemento distinto del activo fijo, o a cambio de otro
activo cualquiera. El costo de adquisición de tal elemento
se medirá por el valor razonable del activo recibido, que
es equivalente al valor razonable del valor del activo entregado,
ajustado por el importe de cualquier eventual cantidad de
efectivo u otros medios líquidos entregados
adicionalmente.
22. Un elemento que pertenezca a las propiedades, planta y
equipo, puede ser adquirido mediante un intercambio por otro
activo similar, con un uso parecido dentro de la misma
línea de actividad y con un valor similar al entregado. Un
elemento de las propiedades, planta y equipo, puede
también ser vendido a cambio de obtener derechos de
propiedad
sobre activos similares. En ambos casos, puesto que el proceso de
obtención de beneficios queda incompleto, no se
reconocerán pérdidas o ganancias de la
transacción. En lugar de ello, el costo del nuevo activo
adquirido se hará igual al valor en libros del activo
entregado. No obstante, la toma en consideración del valor
razonable del activo recibido puede suministrar evidencia de
desequilibrio, por ser menor que el valor en libros del bien
entregado. Bajo tales circunstancias, se dará de baja
parte del valor del bien entregado a cambio, y el nuevo valor
corregido se asignará como costo del nuevo activo.
Ejemplos de permutas sobre activos similares son los intercambios
de aeronaves, hoteles,
estaciones de servicio y otras propiedades de inversión.
Si se incluyen, en la transacción de intercambio, otros
activos como efectivo, ello puede ser indicativo de que los
activos permutados no tienen valores
similares.
Desembolsos
posteriores a la adquisición
23.
Los desembolsos posteriores a la adquisición de un
elemento, que ha sido reconocido ya dentro de la partida
propiedades, planta y equipo, deben ser añadidos al valor
en libros del activo cuando sea probable que de los mismos se
deriven beneficios económicos futuros, adicionales a los
originalmente evaluados, siguiendo pautas normales de
rendimiento, para el activo existente. Cualquier otro gasto
posterior debe ser reconocido como un gasto del periodo en el que
sea incurrido.
24. Los gastos posteriores a la adquisición de los
elementos componentes de las propiedades, planta y equipo,
sólo se reconocerán como activos cuando mejoren las
condiciones del bien por encima de la evaluación
normal de rendimiento hecha originalmente para el mismo. Ejemplos
de mejoras que producen incrementos en los beneficios
económicos futuros son las siguientes:
(a) modificación de un elemento para ampliar su
vida útil o para incrementar su capacidad
productiva;
(b) puesta al día de componentes de la
maquinaria, para conseguir un incremento sustancial en la
calidad de los
productos, y
(c) adopción
de procesos de producción nuevos que permiten una
reducción sustancial en los costos de operación
estimados previamente.
25. Los desembolsos procedentes de reparaciones y
mantenimiento
de las propiedades, planta y equipo, se realizan para restaurar o
mantener los beneficios económicos futuros que la empresa
puede esperar de las pautas normales de rendimiento estimadas
originalmente para el activo. Como tales, se reconocen
normalmente como gastos del periodo en que se producen. Por
ejemplo, el costo de entretenimiento e inspección de las
propiedades, planta y equipo, es, normalmente, un gasto del
periodo, puesto que repone, más que incrementa, el
rendimiento normal estimado originalmente.
26. El tratamiento contable adecuado, para los desembolsos
posteriores a la adquisición de un elemento de las
propiedades, planta y equipo, dependerá de las
circunstancias que fueron tenidas en cuenta para el
reconocimiento y medición inicial del activo fijo
correspondiente, así como de la recuperabilidad del gasto
posterior en cuestión. Por ejemplo, cuando el valor en
libros del elemento perteneciente a las propiedades, planta y
equipo, se haya reducido para tener en cuenta una
reducción en los beneficios económicos, el
desembolso posterior para recuperar los beneficios
económicos esperados del activo será capitalizado,
suponiendo que el nuevo valor en libros no supere la cantidad que
se puede recuperar del activo en cuestión. Este puede
también ser el caso cuando el precio de compra del activo
ya refleja la obligación, por parte de la empresa, de
incurrir en desembolsos futuros que sean necesarios para poner el
activo en servicio. Un ejemplo de esto puede ser la
adquisición de un edificio que necesita ser remodelado. En
tales circunstancias, los desembolsos posteriores se
añaden al valor en libros del activo, en la medida en que
pueden ser recuperados por medio del uso futuro del mismo.
27. Ciertos componentes importantes de algunos elementos de las
propiedades, planta y equipo, pueden necesitar ser reemplazados a
intervalos regulares. Por ejemplo, un horno puede necesitar
revisiones y cambios tras un determinado número de horas
de funcionamiento, y los componentes interiores de una aeronave,
tales como asientos o instalaciones de cocina, pueden necesitar
ser repuestos varias veces a lo largo de la vida del
avión. Estos componentes serán tratados
contablemente como activos diferentes, puesto que tienen vidas
útiles diferentes de los elementos principales de las
propiedades, planta y equipo, con los que están
relacionados. Por tanto, suponiendo que se satisface el criterio
de reconocimiento descrito en el párrafo 8, los
desembolsos incurridos, al renovar o reemplazar el componente en
cuestión, se contabilizarán como adquisición
de un activo separado, al mismo tiempo que se da de baja el
activo que ha sido reemplazado.
Medición posterior a la
inicial
Tratamiento por punto de referencia
28. Con posterioridad a su reconocimiento
inicial como activo, todos los elementos de las propiedades,
planta y equipo, deben ser contabilizados a su costo de
adquisición menos la depreciación acumulada
practicada y el importe acumulado de cualesquiera pérdidas
por deterioro del valor que hayan sufrido a lo largo de su vida
útil.
Tratamiento alternativo permitido
29. Con posterioridad al reconocimiento
inicial como activo, todo elemento de las propiedades, planta y
equipo, debe ser contabilizado a su valor revaluado, que viene
dado por su valor razonable, en el momento de la
revaluación, menos la depreciación acumulada
practicada posteriormente y el importe acumulado de las
pérdidas por deterioro de valor que haya sufrido el
elemento. Las revaluaciones deben ser hechas con suficiente
regularidad, de manera que el valor en libros, en todo momento,
no difiera significativamente del que podrá determinarse
utilizando el valor razonable en la fecha del balance.
Revaluaciones
30.
Normalmente, el valor razonable de los terrenos y edificios
será su valor de mercado. Este
valor se determinará por medio de la oportuna
tasación, llevada a cabo por un perito cualificado.
31. Normalmente, el valor razonable de la maquinaria y el equipo
estará constituido por su valor de mercado, determinado a
través de una tasación. Cuando no existe evidencia
de un valor de mercado, a causa del carácter especializado de estos elementos y
porque la maquinaria y el equipo son bienes que raramente se
venden, salvo formando parte de una unidad empresarial en
funcionamiento, la fórmula de valoración empleada
será el costo de reposición del elemento,
debidamente depreciado.
32. La frecuencia de las revaluaciones depende de los cambios
que experimenten los valores razonables de los elementos de las
propiedades, planta y equipo, que se están revaluando.
Cuando el valor razonable del activo revaluado difiera
significativamente de su valor en libros, será necesaria
una nueva revaluación. Tales revaluaciones frecuentes son
innecesarias para elementos de las propiedades, planta y equipo
con variaciones insignificantes en el valor razonable. Para
éstos, pueden ser suficientes revaluaciones hechas cada
tres o cinco años.
33. Cuando se revalúa un elemento perteneciente a las
propiedades, planta y equipo, la depreciación acumulada en
la fecha de la revaluación puede ser tratada de una de las
dos siguientes maneras:
(a) Reexpresada proporcionalmente al cambio en el
valor en libros bruto del activo, de manera que el valor en
libros neto del mismo sea igual a su importe revaluado. Este
método es frecuentemente usado cuando el activo es
revaluado mediante un índice hasta su costo de
reposición.
(b) Compensada con el valor en libros bruto del
activo, de manera que el valor neto resultante se reexprese
hasta alcanzar el importe revaluado del elemento. Tal
método, se utiliza, por ejemplo, para edificios que se
revalúan utilizando su valor de mercado.
La cuantía del ajuste en la depreciación
acumulada, que surge de las reexpresiones o compensaciones
anteriores, forma parte del incremento o disminución en el
valor en libros del activo, cuyo tratamiento contable se
hará de acuerdo con lo establecido en los párrafos
39 y 40.
34. Si se revalúa un determinado elemento perteneciente a
las propiedades, planta y equipo, deben también ser
revaluados todos los activos que pertenezcan a la misma clase de
activos.
35. Una clase de elementos pertenecientes a las propiedades,
planta y equipo, es un conjunto de activos de similar naturaleza y
uso en las actividades de la empresa. Cada uno de los siguientes
es un ejemplo de clase separada:
(a) terrenos;
(b) terrenos y edificios;
(c) maquinaria;
(d) buques;
(e) aeronaves;
(f) vehículos a motor;
(g) mobiliario y útiles, y
(h) equipamiento de oficina.
36. Los elementos pertenecientes a una clase de las que
componen las propiedades, planta y equipo, se revisaran
simultáneamente con el fin de evitar revaluaciones
selectivas, y consiguientemente, para evitar la inclusión
en los estados financieros de importes rúbricas que serian
una mezcla de costos y valores referidos a diferentes momentos
del tiempo. No obstante, cada grupo de
activos puede ser revaluado de forma periódica e
independiente, siempre que la revisión de los valores se
realice en un intervalo corto de tiempo, de manera que los
valores se mantengan constantemente actualizados.
37. Cuando se incrementa el valor en libros de un activo como
consecuencia de una revaluación, tal aumento debe ser
acreditado directamente a una cuenta de superávit de
revaluación, dentro del patrimonio
neto. No obstante, el incremento debe ser reconocido como
ganancia del periodo en la medida en que exprese la
reversión de una disminución por devaluación del mismo activo, que fue
reconocida previamente como una pérdida.
38. Cuando se reduce el valor en libros de un activo como
consecuencia de una devaluación, tal disminución
debe ser reconocida como una pérdida del periodo. No
obstante, la disminución debe ser cargada directamente
contra cualquier superávit de revaluación
registrado previamente en relación con el mismo activo,
siempre en la medida en que tal disminución no exceda el
saldo de la citada cuenta de superávit de
revaluación.
39. El superávit de revaluación incluido en el
patrimonio neto puede ser transferido directamente a las cuentas de
ganancias retenidas, cuando la plusvalía correspondiente
se realice. Este saldo puede quedar completamente realizado ya
sea por retiro del elemento o por desapropiación del
mismo. No obstante, una parte de la plusvalía registrada
puede ser realizada a medida que se usa el activo por parte de la
empresa; en cuyo caso el importe realizado es igual la diferencia
entre la depreciación calculada según el valor
revaluado del activo y la calculada según su costo
original. La transferencia del superávit realizada desde
la cuenta de revalorización a la de ganancias retenidas no
tiene que pasar por el estado de
resultados.
40. Los efectos de la revaluación de las cuentas de
propiedades, planta y equipo, sobre los impuestos a las
ganancias, si los hay, se tratarán contablemente de
acuerdo con la NIC 12, Impuesto sobre
las Ganancias.
Depreciación
41. La base depreciable de cualquier
elemento componente de las propiedades, planta y equipo, debe ser
distribuida, de forma sistemática, sobre los años
que componen su vida útil. El método de
depreciación usado debe reflejar el patrón de
consumo, por parte de la empresa, de los beneficios
económicos que el activo incorpora. El cargo por
depreciación de cada periodo debe ser reconocido como un
gasto, a menos que dicho valor se incluya como componente del
valor en libros de otro activo.
42. A medida que se van consumiendo los beneficios
económicos incorporados a un activo, se reducirá el
valor en libros del mismo, con el fin de reflejar dicho consumo,
mediante cargos a resultados por depreciación. Tales
cargos se harán, incluso, cuando el valor del activo
exceda de su valor neto en libros.
43. Los beneficios económicos incorporados a un elemento
de las propiedades, planta y equipo, se consumen, por parte de la
empresa, principalmente a través del uso del activo. No
obstante, otros factores, tales como la obsolescencia
técnica y el deterioro natural producido por la falta de
utilización del bien, a menudo producen una
disminución en la cuantía de los beneficios
económicos que cabría esperar de la
utilización del activo. Consecuentemente, para determinar
la vida útil de las propiedades, planta y equipo, deben
tenerse en cuenta todos y cada uno de los factores
siguientes:
(a) el uso deseado del activo por parte de la empresa,
que debe estimarse por referencia a la capacidad o al
rendimiento físico que se espera del mismo;
(b) el deterioro natural esperado, que depende de
factores operativos tales como el número de turnos de
trabajo en
los que será usado el bien, el programa de
reparaciones y mantenimiento de la empresa, así como el
nivel de cuidado y mantenimiento mientras el activo no
está siendo dedicado a tareas productivas;
(c) la obsolescencia técnica derivada de los
cambios y mejoras en la producción, o bien de los
cambios en la demanda del
mercado de los productos o servicios que se obtienen con el
activo, y
(d) los límites
legales o restricciones similares sobre el uso del activo,
tales como las fechas de caducidad de los contratos de
servicio relacionados con el bien.
44. La vida útil de un activo se define en
términos de la utilidad que se
espera que aporte a la empresa. La política de gestión
de activos llevada a cabo por la empresa puede implicar la venta
de los elementos de las propiedades, planta y equipo
después de un periodo específico de uso, o tras
haber consumido una cierta proporción de los beneficios
económicos incorporados a los mismos. Por tanto, la vida
útil de un activo puede ser inferior a su vida
económica. La estimación de la vida útil de
un elemento de las propiedades, planta y equipo, es una
cuestión de criterio, basado en la experiencia que la
empresa tenga con activos similares.
45. Los terrenos y los edificios son activos independientes y se
tratarán contablemente por separado, incluso si han sido
adquiridos conjuntamente. Los terrenos tienen, normalmente, una
vida ilimitada y por tanto no se deprecian. Las construcciones
tienen una vida limitada y, por tanto, son activos depreciables.
Un eventual incremento en el valor de los terrenos en los que se
asienta un edificio no afectará a la determinación
de la vida útil del edificio.
46. La base de depreciación de un activo se
determinará deduciendo el valor residual del mismo. En la
práctica, el valor residual de un activo es, con
frecuencia, insignificante y por tanto puede prescindirse del
mismo al calcular la base de depreciación. Si se adopta el
tratamiento de referencia prescrito por esta Norma y
además es probable que el valor residual sea
significativo, tal importe será estimado en el momento de
la adquisición y no se incrementará en periodos
posteriores por el efecto de cambios en los precios. No obstante,
cuando se adopte el tratamiento alternativo permitido, se
llevará a cabo una nueva estimación del mismo a la
fecha de cada revaluación subsiguiente del activo. Tal
nueva estimación estará basada en el valor residual
vigente, a la fecha en cuestión, para activos similares
que hayan terminado su vida útil y que hayan operado bajo
condiciones similares a las de uso del activo que se está
revaluando.
47. Es posible utilizar una amplia variedad de métodos de
depreciación para distribuir, de forma sistemática,
la base depreciable de un activo a lo largo de su vida
útil. Entre tales métodos se encuentran el de
depreciación lineal, el de tasa constante sobre valor neto
en libros o el de suma de unidades producidas. El método
de depreciación lineal producirá un cargo por
depreciación constante a lo largo de toda la vida del
activo. El método de la tasa constante sobre valor neto en
libros del activo producirá cargos que van decreciendo a
lo largo de la vida del activo. El método de suma de
unidades producidas supone un cargo que depende del uso deseado o
de la producción efectiva del activo. El método
finalmente usado para cada activo se habrá de seleccionar
tomando como base los patrones esperados de obtención de
beneficios económicos, y se aplicará de forma
sistemática de un periodo a otro, a menos que se produzca
un cambio en los patrones esperados de obtención de
beneficios económicos por tal activo.
48. Normalmente, el cargo por depreciación de un periodo
se reconocerá como gasto del mismo. No obstante, en
ciertas ocasiones, los beneficios económicos incorporados
a un activo se aplican, por parte de la empresa, a la
producción de otros activos y no dan lugar a un gasto del
periodo. En tal caso, los cargos por depreciación
pasarán a formar parte del costo del otro activo, y se
incluirán por tanto en su valor en libros. Por ejemplo, la
depreciación del equipo de manufactura se
incluirá en el costo de conversión de los
inventarios (véase la NIC 2, Inventarios). De manera
similar, la depreciación de las propiedades, planta y
equipo, utilizados para las actividades de desarrollo,
puede ser incluida en los costos de los elementos resultantes,
cumpliendo las reglas que se establecen en la NIC 38, Activos
Intangibles.
Revisión de la vida útil
49. La vida útil de un elemento de
las propiedades, planta y equipo debe revisarse
periódicamente y, si las expectativas actuales
varían significativamente de las estimaciones previas,
deben ajustarse los cargos a resultados del periodo corriente y
de los futuros.
50. A lo largo de la vida de un activo, puede ponerse de
manifiesto que la vida útil estimada resulta inapropiada.
Por ejemplo, la vida útil puede alargarse por gastos
posteriores a la adquisición que mejoran las condiciones
del activo y las colocan por encima del nivel de rendimiento
estimado en un principio. Alternativamente, ciertos cambios
tecnológicos o cambios en el mercado de productos pueden
reducir la vida útil del activo. En tales casos, la vida
útil y, por ende, la tasa de depreciación, son
objeto de ajuste tanto para el periodo corriente como para los
futuros.
51. La política de mantenimiento y reparaciones de la
empresa puede afectar también a la vida útil de los
activos. Tal política puede redundar en una
ampliación de la vida útil del activo o en un
incremento de su valor residual. En cualquier caso, la
adopción de una política como la descrita no resta
validez a la necesidad de realizar cargos por depreciación
de los activos.
Revisión del método de
depreciación
52. El método de depreciación
aplicado a los elementos que componen las propiedades, planta y
equipo debe ser objeto de revisión periódicamente
y, si ha habido un cambio significativo en el patrón
esperado de generación de beneficios económicos de
estos activos, debe cambiarse el método para que refleje
el nuevo patrón. Cuando tal modificación en el
método de depreciación se haga necesaria, debe ser
contabilizada como un cambio en una estimación contable,
debiendo ajustarse los cargos por depreciación del periodo
corriente y de los futuros.
Recuperabilidad del valor en libros –
Pérdidas por deterioro
53. Para determinar si un elemento
componente de las propiedades, planta y equipo ha perdido valor
por deterioro, la empresa aplicará la NIC 36, Deterioro
del Valor de los Activos. En dicha Norma se explica cómo
debe proceder la empresa para la revisión del valor en
libros de sus activos, cómo ha de determinar el importe
recuperable de cada clase de activos y cuándo debe
proceder a reconocer, o en su caso cuándo debe proceder a
revertir, las pérdidas por deterioro del valor.
54. En la NIC 22, Combinaciones de Negocios, se explica
cómo tratar una pérdida por deterioro del valor que
se deba reconocer antes del final de primer periodo contable que
haya comenzado después de la fecha de una
combinación de negocios que ha sido calificada como
adquisición.
Retiro y
desapropiación de los activos
55. Todo elemento componente de las
propiedades, planta y equipo que haya sido objeto de
desapropiación, debe ser eliminado del balance, al igual
que cualquier elemento del activo fijo que se haya retirado de
forma permanente de uso, siempre que no se espere obtener
beneficios económicos adicionales por su venta.
56. Las pérdidas o ganancias derivadas del retiro o
desapropiación de un elemento componente de las
propiedades, planta y equipo deben ser calculadas como la
diferencia entre el importe neto que se estima obtener por la
venta, en su caso, y el valor en libros del activo y deben ser
reconocidas como pérdidas o ganancias en el estado de
resultados.
57. Cuando se intercambia un elemento correspondiente a las
propiedades, planta y equipo por un activo similar, bajo las
circunstancias descritas en el párrafo 23, el costo del
activo adquirido será igual al valor en libros del activo
desapropiado, y de la transacción no resultarán ni
pérdidas ni ganancias.
58. Las operaciones de venta con arrendamiento posterior se
tratarán contablemente de acuerdo con la NIC 17,
Arrendamientos.
59. Los elementos componentes de las propiedades, planta y equipo
que se retiran del uso activo, y se mantienen para desapropiarlos
se medirán por su valor neto en libros en el momento del
retiro. Como mínimo al final de cada periodo contable, la
empresa deberá realizar las comprobaciones necesarias para
detectar las eventuales pérdidas por deterioro del valor
de estos activos, utilizando el procedimiento
establecido en la NIC 36, Deterioro del Valor de los Activos y en
consecuencia habrá de proceder a reconocer contablemente
tales pérdidas si fuesen detectadas.
60. En los estados financieros debe
revelarse, con respecto a cada clase de elementos de las
propiedades, planta y equipo, la siguiente
información:
(a) las bases de medición utilizadas para
determinar el valor en libros bruto y, cuando hayan sido
utilizadas varias, debe desglosarse el valor en libros bruto
que corresponde a cada base de medición en cada clase de
elementos de las propiedades, planta y equipo;
(b) los métodos de depreciación
utilizados;
(c) las vidas útiles o los porcentajes de
depreciación utilizados;
(d) el valor en libros bruto y la depreciación
acumulada (junto con el importe acumulado de las
pérdidas por deterioro del valor que le correspondan),
tanto al principio como al final de cada periodo;
(e) la conciliación de los valores en libros al
principio y fin del periodo, mostrando:
(i) las inversiones;
(ii) las desapropiaciones de elementos;
(iii) las adquisiciones realizadas mediante
combinaciones de negocios;
(iv) los incrementos o disminuciones, resultantes de
las revaluaciones llevadas a cabo en el periodo, de acuerdo con
los párrafos 29, 37 y 38, así como las eventuales
pérdidas por deterioro del valor reconocidas en el
periodo, o revertidas en el mismo, cuya contrapartida hayan
sido las cuentas de superávit por revaluación, en
función de lo establecido en la NIC 36,
Deterioro del Valor de los Activos;
(v) las pérdidas por deterioro del valor
reconocidas en el estado de
resultados, siguiendo la NIC 36, Deterioro del Valor de los
Activos;
(vi) las pérdidas por deterioro de valor que
hayan revertido, y hayan sido reconocidas en el estado de
resultados, siguiendo la NIC 36, Deterioro del Valor de los
Activos;
(vii) la depreciación;
(viii) las diferencias netas de cambio surgidas en la
conversión de estados financieros de una entidad
extranjera, y
(ix) otros movimientos.
No es preciso ofrecer información comparativa
para las conciliaciones exigidas por el apartado (e)
anterior.
61. Así mismo, en los estados financieros debe
revelarse:
(a) la existencia, en su caso, y los valores
correspondientes a las restricciones de titularidad, así
como los elementos de las propiedades, planta y equipo que
están afectos como garantía al cumplimiento de
determinadas obligaciones;
(b) las políticas contables seguidas para estimar
los eventuales costos de restauración o
rehabilitación medioambiental derivados de los elementos
de las propiedades, planta y equipo;
(c) el importe de los anticipos a cuenta sobre
elementos de las propiedades, planta y equipo en curso de
construcción, y
(d) el importe de los compromisos de
adquisición de elementos de las propiedades, planta y
equipo.
62. La selección
de un método de depreciación, así como la
estimación de la vida útil de los activos, son
cuestiones que requieren el concurso de criterios o juicios
subjetivos. Por tanto, las revelaciones sobre los métodos
adoptados y sobre las vidas útiles estimadas o de los
porcentajes de depreciación suministran, a los usuarios de
los estados financieros, información que les permite
revisar los criterios seleccionados por la gerencia de la
empresa, a la vez que hace posible la comparación con
otras empresas. Por razones similares, es necesario revelar los
cargos por depreciación de cada periodo, así como
la depreciación acumulada al final del mismo.
63. La empresa informará de la naturaleza y del efecto del
cambio en una estimación contable, siempre que haya tenido
una incidencia significativa en el periodo actual o que vaya a
tenerla en periodos siguientes, de acuerdo con la NIC 8, Ganancia
o Pérdida Neta del Periodo, Errores Fundamentales y
Cambios en las Políticas Contables. Tal información
puede aparecer respecto a los cambios en las estimaciones
de:
(a) valores residuales;
(b) costos estimados de desmantelamiento o traslado de
los elementos que componen las propiedades, planta y equipo,
así como de restauración o rehabilitación
de su emplazamiento;
(c) vidas útiles, y
(d) método de depreciación.
64. Cuando los elementos que componen las propiedades,
planta y equipo se contabilizan por sus valores revaluados, debe
revelarse la siguiente información:
(a) las bases valorativas utilizadas para la
revaluación;
(b) la fecha efectiva de la
revaluación;
(c) si se han utilizado los servicios de un tasador
independiente;
(d) la naturaleza de cualesquiera índices
utilizados para determinar los costos de
reposición;
(e) el valor en libros de cada clase de elementos de
las propiedades, planta y equipo que debieran haberse incluido
en los estados financieros confeccionados según el
tratamiento por punto de referencia que se contiene en el
párrafo 28, y
(f) el superávit de revaluación,
indicando los movimientos del periodo, así como
cualesquiera restricciones sobre la distribución de su
saldo a los propietarios.
65. La empresa habrá de ofrecer en sus estados
financieros, además de los datos exigidos en
los apartados (e) (iv) a (e) (vi) del párrafo 60,
información sobre los elementos que componen las
propiedades, planta y equipo de que hayan sufrido pérdidas
por deterioro de valor, en función de lo establecido en la
NIC 36, Deterioro del Valor de los Activos.
66. Los usuarios de los estados financieros también suelen
encontrar en ellos la siguiente información, relevante
para cubrir sus necesidades:
(a) el valor en libros de los elementos componentes de
las propiedades, planta y equipo, que se encuentran
temporalmente fuera de servicio;
(b) el valor bruto en libros de cualesquiera elementos
componentes de las propiedades, planta y equipo que, estando
totalmente depreciados, se encuentran todavía en
uso;
(c) el valor en libros de los elementos componentes de
las propiedades, planta y equipo que, retirados de su uso
activo, se mantienen sólo para ser desapropiados,
y
(d) cuando se utiliza el tratamiento contable por
punto de referencia, el valor razonable de los elementos
componentes de las propiedades, planta y equipo, para los que
el mismo es significativamente diferente del valor en
libros.
Por tanto, se aconseja a las empresas presentar
también estas informaciones.
67. Esta Norma Internacional de
Contabilidad tendrá vigencia para los estados financieros
anuales que cubran periodos que comiencen en o después del
1 de julio de 1999. Se aconseja aplicarla con anterioridad a esa
fecha. Si alguna empresa aplica esta Norma en periodos que
comiencen antes del 1 de julio de 1999:
(a) debe revelar de este hecho en la nota
correspondiente, y
(b) debe adoptar simultáneamente la NIC 36,
Deterioro del Valor de los Activos, la NIC 37, Provisiones,
Activos Contingentes y Pasivos Contingentes, y la NIC 22,
Combinaciones de Negocios, revisada en 1998.
68. Esta Norma deroga la anterior NIC 16,
Contabilización de las Propiedades, Planta y Equipo,
aprobada en 1993.
Alma Soto